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Lectura 01 2023
Lectura 01 2023
CONTEXTUALIZACIÓN
Cuando hablamos de historia, lo primero que tenemos en nuestras mentes son hechos
pasados, con fechas, lugares y personas. Podríamos preguntarnos por ejemplo ¿cuándo
surge el universo? ¿hace cuánto tiempo? ¿dónde y cómo inició? ¿quién lo creó? Esta
forma de ver la historia, deja de lado el hecho que la historia se sigue construyendo y que
muchos de esos hechos históricos, repercuten en la actualidad y repercutirán en el futuro;
en simples términos, el pasado forja el presente y toda acción que hagamos en el
presente, es parte del pasado que influye en el futuro. No es del todo desfasada la frase
expresada en la película Transformers 4: “El pasado es historia. El presente es pasado. El
futuro es ahora”, que sobrepasa la visión agustiniana del siglo IV de nuestra era:
¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo al que me lo
pregunta, no lo sé; pero sin vacilación afirmo saber, que si nada pasase, no habría tiempo pasado;
si nada hubiera de venir, no habría tiempo futuro; y si nada hubiese, no habría tiempo presente.
¿Cómo son, pues, aquellos dos tiempos, el pretérito y el futuro, si el pretérito ya no es, y el futuro
todavía no es? Y el presente, si fuese siempre presente, y no pasase a pretérito, ya no sería
tiempo, sino eternidad. Si, pues, lo que hace que el presente sea tiempo, es que pasa a ser
pretérito, ¿cómo decimos que tiene ser una cosa, cuya causa de ser es que no será; de suerte que
no podemos decir, cuya causa o razón de ser está en dejar de ser, de tal modo que no podemos
decir con verdad que es tiempo, sino porque tiende a no ser? (Agustín de Hipona, 398)
En ese sentido, es poco importante sólo entender la historia como pasado de hecho, es
mucho menos importante sólo conocer la historia pasada, se hace necesario
comprenderla, interpretarla e interiorizarla, porque así sea de otros mundos, tiempos y
personas, influye en particularidades, influye en cada uno de nosotros. Conocer la historia
pasada es comprender nuestro presente para modificar el futuro.
Así las cosas, algunas preguntas pueden ser, ¿cuándo surge la educación, cuándo la
pedagogía, cuándo la tecnología, cuándo la informática?, ¿hace cuánto tiempo?, ¿dónde
y cómo se originaron?, ¿quién la creo? pero también ¿por qué y para qué? y ninguna de
estas preguntas se pueden responder sin saber qué seguimos, a quién, qué nos gusta,
qué nos caracteriza y por tanto qué nos define.
Creemos, o al menos nos hacen creer, que en la educación está la salvación, si eso no
fuese así, varios de nosotros no estuviésemos aquí; tenemos un objetivo o un ideal;
tenemos un sueño o a lo mejor una visión. Algunos estarán obligados por situaciones
familiares, otros estarán por vocación y algunos más por buscar un trampolín para
regresarse al primer punto: buscar la salvación. Algunos pensarán que estudiar los sacará
de pobres y otros que los “liberará”, lo que no sabemos con certeza es de qué los libera.
Hagámonos dos preguntas: ¿Por qué somos pobres los Colombianos?... la idea no es
quedarse con la pregunta en nuestras mentes, la idea es responderla o al menos dar
tentativas respuestas así no sean del todo acertadas, pero que surjan desde nuestro
conocimiento........ la invitación es a anotar unas cuantas posibles respuestas para
posteriormente socializarlas.
Y el mundo, ¿cómo nos ve?.... de nuevo le solicito apuntar sus respuestas, pero ahora,
antes de socializarlas, compare con la visión suya (respuestas anteriores), repiense si lo
que dijo anteriormente es lo suyo o lo que los demás tienen como visión de nosotros los
Colombianos........
Y si estas preguntas nos las hacemos para los nariñenses, en general, ¿hay diferencias o
es igual?.....
Ahora si a socializar sus respuestas y pienso que está listo para comenzar un trabajo
inicial de reflexión histórica desde las orientaciones que se van a dar....
REFERENCIAS