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La historia trata de un joven llamado Alexander cuyo corazón está roto. Una jovencita llamada Cristina le dice que busque al herrero de corazones, Franco, quien puede reparar corazones rotos. Franco logra reparar el corazón de Alexander para que pueda amar a su prometida. Más tarde, Franco le da parte de su propio corazón a Cristina cuando descubre que ella tampoco tiene uno.
La historia trata de un joven llamado Alexander cuyo corazón está roto. Una jovencita llamada Cristina le dice que busque al herrero de corazones, Franco, quien puede reparar corazones rotos. Franco logra reparar el corazón de Alexander para que pueda amar a su prometida. Más tarde, Franco le da parte de su propio corazón a Cristina cuando descubre que ella tampoco tiene uno.
La historia trata de un joven llamado Alexander cuyo corazón está roto. Una jovencita llamada Cristina le dice que busque al herrero de corazones, Franco, quien puede reparar corazones rotos. Franco logra reparar el corazón de Alexander para que pueda amar a su prometida. Más tarde, Franco le da parte de su propio corazón a Cristina cuando descubre que ella tampoco tiene uno.
En una plaza de mercado se encontraba una jovencita:
Cristina- "¿Le gustaría comprar un corazón?"
- " Tengo corazones muy hermosos en oferta." En ese entonces un joven muy bien vestido caminaba por ese lugar por lo que ella se dirigió a él: Cristina- "¿señor?" - "¿Le gustaría comprar un corazón?" Entonces él joven entusiasmado se dirigió a ella y lleno de esperanzas le preguntó: Alexander - "¿También reparas corazones rotos?" A lo que ella le contesta: Cristina-" ¡Oh, no! Yo solo vendo corazones señor." Desilusionado y con los ojos cerrados le dice: Alexander - "Ya veo." Entonces la jovencita le dice: Cristina- "Pero si va por ese camino encontrará al herrero de corazones." Mientras señalaba con su dedo aquella dirección. Él joven le dice: Alexander - "¿Herrero de corazones?" - " Muchas gracias jovencita." Cristina- “De nada señor.” Le contesta sonriendo aquella señorita. Finalmente encuentra él local donde se encuentra aquel herrero del que le hablaron. Alexander - "Um.. ¿Disculpe?" Él herrero se detiene en él trabajo que hacía y dice: Franco- "Huh?" - " Oh, ¡Un cliente!" Mientras sonríe amablemente. - " Bienvenido, ¿Que puedo hacer por usted?" Él joven le contesta: Alexander - "Una jovencita me contó que usted repara corazones" Y él herrero le dice: Franco - " Sip, ¡Eso es lo que hago! - "Soy él herrero de corazones, gusto en conocerle" Él joven le contesta sonriendo con mucha felicidad: Alexander - "Él gusto es mio." Entonces él herrero le pregunta: Franco - "Y... ¿Cual es él problema? Él joven le muestra un corazón en muy mal estado y roto: Alexander - "Este..." Él herrero le dice: Franco - " ¡Vaya Joven!, se ve muy estropeado." Él joven le pregunta: Alexander - "Entonces ¿No se puede hacer nada? Él herrero le contesta sonriendo: Franco - "yo no he dicho eso, aunque si me llevaría tiempo." Él joven baja la mirada y dice: Alexander - "Eso... sería un problema." Él herrero se le acerca y sonriendo le dice: Franco - " No será que planeas en casarte?" Él joven apenado le contesta: Alexander - "Si... De hecho." Él herrero se rasca la cabeza y dice: Franco - "¡Oh vaya! Felicitaciones." Él joven mirando él corazón tristemente le dice: Alexander -" Aunque, a poco tiempo de la boda me encuentro con este corazón incapaz de amar." Él herrero lo mira y dice: Franco - "Ya veo cual es él problema." -"Podrías dejarlo aquí por unos momentos." - "No te prometo nada pero haré mi mejor esfuerzo." Alegremente él joven le dice: Alexander - " Gracias." - " Cuento contigo, herrero de corazones." Él herrero le dice: Franco - "Cuidaré bien de él." - " No se cuando pueda estar listo, así que pasa por aquí mas tarde cuando tengas tiempo." Él joven con una gran sonrisa en su rostro le dice: Alexander - "Lo haré." Tiempo después él mismo joven pasa por él puesto de aquella jovencita que vendía corazones, ambos se vieron y entonces con una gran sonrisa se saludaron. Él joven volvió al taller del herrero de corazones y dijo: Alexander - "Hola siento molestar mientras trabajas." Él herrero sorprendido por verlo tan antes dice: Franco - "Hm?" - "Oh, es usted señor." Él joven con una caja en su mano le dice: Alexander - " Traje pastel." Luego de que él herrero probara una rebanada de aquella delicia dice: Franco - "¡Está delicioso! Sonriendo él joven le dice: - Alexander "Que bueno que te guste." Entonces él herrero le dice: Franco - "Ninguno de mis clientes me había traído pastel antes." Él joven le dice: Alexander - "Es lo menos que podría hacer a alguien que está reparando mi corazón." Él herrero acariciándose él cuello le dice: Franco - "Hablando de eso." Él joven le dice: Alexander - "¿Hay algún problema?" Entonces él herrero le contesta: Franco - "Bueno... Faltan algunas partes vitales que son necesarias para poder "amar" Tristemente él joven dice: Alexander - "Ya veo.." - "¿Entonces nunca seré capaz de amar a mi prometida?" - " Ella merece a alguien mejor." Él herrero se quedó sin palabras conmovido mientras lo miraba, sujetó fuertemente su propio brazo, y luego puso su mano en él pecho y dijo: Franco - "Yo lo arreglaré para ti." Él herrero nuevamente se toco él pecho y dijo: Franco - "Todavía hay algo que puedo hacer." Lleno de alegría a punto de llorar él joven le dice: Alexander - " ¡Muchas gracias, herrero de corazones!" Sonriendo y lleno de alegría pero también apenado él herrero le dice: Franco - "Ni lo menciones, estoy muy feliz de ayudar a personas como usted." Él joven le dice sonriendo: Alexander - "Volveré a visitarte mañana." Él herrero le dice: Franco - "Entonces nos vemos mañana." Él herrero con una mirada seria mientras se toca él pecho se pregunta: Franco - "¿Será suficiente?" Finalmente él herrero logra reparar él corazón y se lo entrega a su cliente y él joven le dice: Alexander - "¡Lo hiciste!" Sonriendo él herrero le dice: Franco -"Por supuesto, te dije que podía arreglarlo." Él joven le dice: Alexander - "¡Es increíble, puedo sentir como fluye él amor en mi corazón!" Él herrero poniendo la mano en su pecho lo mira y dice: Franco - "¿En serio?" - "¡Que bien!" Él joven no podía parar de sonreír por lo feliz que estaba y dice: Alexander - "Mi prometida se pondrá contenta." Él herrero entusiasmado le dice: Franco- " Oh... Estoy seguro que lo estará." Él joven le pone la mano en él hombro y le dice: Alexander- "Espero que puedas asistir a mi boda." Él herrero le responde: Franco- " ...Oh, por supuesto." Tiempo después él herrero se encontraba sentado con la mano en su pecho pensando. La joven vendedora de corazones se dice." Cristina- " Pobre herrero de corazones." Él herrero la miró mientras que inevitablemente lágrimas salían de sus ojos. La joven le preguntó: Cristina- " ¿Porqué siempre le das a otros partes de tu propio corazón?" Él herrero la mira sonriendo y le dice: Franco- " Mira quien habla." - "¿Como puedes ir por ahí vendiendo corazones cuando tu no tienes uno propio?" Avergonzada la jovencita le contesta: Cristina- " Eso es porque ninguno es compatible conmigo." Entonces él herrero dice: Franco- " Ya veo..." - "Entonces dime." - "¿Será que este corazón si lo sea?" Él herrero con mucha alegría y sonriendo le ofrece su propio corazón a la jovencita. La jovencita le responde: Cristina- " ¿Me estas dando tu corazón?" Él herrero le responde: Franco- "Si... Solo si está bien para ti." La jovencita llorando de mucha alegría no soportó ni un segundo y abrazó fuertemente a él herrero y le dijo: Cristina- "¡Muchas Gracias, Herrero de corazones!" Se encontraba una niña en cama de un hospital, era quien escribía esta historia en ese momento. Llegó él doctor y amablemente le dice a la niña: Bruno- "¿Como te sientes él día de hoy?" La niña le responde estando en cama: Cristina- "¡Doctor!" Él doctor le dice: Bruno- "Mañana es él gran día." - "Fuiste muy afortunada de que hayamos encontrado un donador de corazón a tiempo." La niña dice: Cristina- " Sí, él herrero de corazones fue muy amable." Él doctor le pregunta: Bruno- "¿El quien? La niña contesta: Cristina- " No importa, las personas no lo recuerdan." - "Incluso aquellas a las que había ayudado." - "¡Pero yo nunca me olvidaré de él!" Dijo mientras abrazaba aquel libro donde escribía la historia.