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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

AREA DE ENRGÍA

CARRERA DE INGENIERÍA ELECTROMECÁNICA

EM-M8U3 INSTALACIONES ELÉCTRICAS

APUNTES DE CLASES

AUTOR: ING. JORGE ENRIQUE CARRIÓN GONZÁLEZ

LOJA, MARZO 2013


LUMINOTECNIA DEFINICIONES Y APLICACIONES
3. 1 LUMINARIAS
Definimos las luminarias, como los aparatos que distribuyen, filtran o transforman la luz
emitida por una o varias lámparas y que contienen todos los accesorios necesarios para
fijarlas, protegerlas y conectarlas al circuito de alimentación.
Cualquier luminaria debe cumplir los requisitos siguientes:
1) Hacer de soporte y de conexión eléctrica para la lámpara que alberga.
2) Controlar y distribuir la luz emitida por las lámparas.
3) Ser fácil de montar, desmontar y limpiar.
4) Tener fácil acceso a la lámpara y al equipo eléctrico.
5) Tener buen rendimiento luminoso.
6) Construir luminarias reducidas en determinadas direcciones.
7) Poseer un material adaptado a las condiciones de trabajo previstas.
8) Tener un aspecto agradable.
9) Resultar económicas.
3.2 RENDIMIENTO O EFICIENCIA DE UNA LUMINARIA
El rendimiento (η léase eta) de una luminaria se deduce de la relación entre el flujo
luminoso que sale del aparato (ϕa) y el emitido por la lámpara (ϕe) figura 1.
Ecuación 1

El rendimiento depende de los materiales empleados en la construcción del aparato (en


particular, del poder reflectante propio de los materiales o de las pinturas empleadas) de la
forma del propio aparato y de los medios utilizados para apantallar la fuente de luz.
Depende, además, de las condiciones de la instalación e, incluso, en algunos casos, de la
temperatura ambiente.
Otro factor que condiciona notablemente el rendimiento de las luminarias es el estado de
conservación de las características iniciales: un mal mantenimiento (por ejemplo, falta de
limpieza) hace que aquel decaiga sensiblemente.
Figura 1

El diagrama de la figura 2 demuestra de qué forma la eficiencia inicial de un aparato


disminuye sensiblemente en el transcurso de seis meses si no se procede a efectuar un
mantenimiento periódico (por ejemplo, cada 3 meses).

Figura 2

3.3 CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS SEGÚN LA DISTRIBUCIÓN DEL


FLUJO LUMINOSO RESPECTO A UN PLANO HORIZONTAL
Las luminarias para iluminación general de interiores se clasifican de acuerdo con el
porcentaje de flujo luminoso emitido por debajo, y por encima de un plano que pase por el
eje de la fuente de luz. El flujo luminoso emitido por una lámpara se transmite en todas las
direcciones del espacio, originando un volumen de luz como el de la figura 3
correspondiente al de una lámpara incandescente estándar de 60 W.
Figura 3 Representación gráfica del flujo luminoso de una lámpara incandescente

El uso adecuado de los reflectores especulares, con la forma correspondiente al reparto del
flujo luminoso que se precise es el que, basándose en el efecto de la reflexión, permite
organizar el flujo luminoso según los siguientes sistemas.
1) Sistema directo
2) Sistema semidirecto
3) Sistema general difuso o mixto
4) Sistema semiindirecto
5) Sistema indirecto
3.3.1 SISTEMA DIRECTO
En este caso (figura 4) del 90 al 100 % del flujo luminoso se dirige hacia el suelo o al plano
de trabajo, en ángulos por debajo de la horizontal; de esta forma toda la iluminación está
dirigida sobre la superficie de utilización. Desde el punto de vista referido, este es el
sistema más eficaz a los efectos de producir luz desde un enfoque cuantitativo, ya que al
dirigirse el flujo luminoso hacia abajo no existe absorción en el techo y es muy escasa en
paredes.

Figura 4 Alumbrado de tipo directo

Al concentrar las luces sobre el plano útil se reducen al mínimo el número de puntos de luz;
pero, al mismo tiempo aumenta el riesgo de molestias, a causa de los reflejos brillantes.
Evidentemente, las luces de este tipo exigen una superficie reflectora colocada
superiormente de tipo especular, que refleja la luz hacia abajo en un gran porcentaje. De
esta forma los techos quedan en la oscuridad o con una muy pequeña iluminación, por lo
que este tipo de iluminación es muy adecuado en fábricas y locales de techos altos, como
por ejemplo, los recintos deportivos. Se pueden completar adecuadamente con iluminación
cenital (se encuentra perpendicular respecto del suelo), mediante claraboyas y techos lo
más transparentes posibles, para crear zonas de alto nivel de iluminación en determinados
lugares.
Si bien ocasionalmente puede ser necesario unir al reflector un elemento denominado
difusor (puede ser de vidrio, plástico o rejilla metálica), el uso de estos elementos difusores
es innecesario en aquellos locales donde se instalen las luminarias a una altura
suficientemente alta (aproximadamente más de 5 m), con los reflectores abiertos
parcialmente en la parte superior para que una fracción de la luz que emitan fluya hacia
arriba y se reduzca de esta manera el contraste entre el techo y la luminarias. De esta forma,
además se reduce notablemente el ensuciamiento de lámparas y luminarias. En cualquier
caso la abertura debe ser muy reducida, para que la fracción del flujo sobre la horizontal no
supere el 5 % del total.

3.3.2 SISTEMA SEMIDIRECTO


Del 60 al 90 % de la luz se dirige hacia abajo en ángulos por debajo de la horizontal (ver
figura 5) y queda el techo menos oscuro que en el caso anterior, manteniendo, sin embargo,
un buen rendimiento y uniformidad; aunque sin llegar a la eficacia del sistema anterior.
En efecto para lograr los mismos niveles de la iluminación directa, es necesario un número
de puntos de luz muy superior al de esta.

Figura 5 Alumbrado semidirecto


Este tipo de iluminación es muy recomendable para oficinas, escuelas, aulas de
universidad, etc., porque la mayor parte del flujo luminoso recae sobre la superficie de
trabajo, y quedan las paredes y techos iluminados moderada y agradablemente, con
ausencia de brillos y sombras, además de obtenerse una buena uniformidad, todo lo cual
hace que el efecto lumínico espacial sea acogedor y confortable. Evidentemente, las
superficies de los locales de este tipo suelen se con frecuencia grandes, por lo cual el
emplazamiento de las luminarias se debe realizar acorde con el módulo de las ventanas y
paralelamente a ellas.
Es también imprescindible que los acabados de las paredes laterales, y particularmente del
techo sean claros.
Una solución muy adecuada consiste en la integración de este tipo de iluminación artificial
con la natural, lograda mediante dientes de sierra o cúpulas luminosas, con lo que se evitan
los contrastes del techo, y desaparecen prácticamente, las sombras. En general, este sistema
de alumbrado se puede completar de forma adecuada con algún alumbrado adicional
directo en puntos específicos (ejemplo la pizarra de las aulas, zonas de ensamblaje de
piezas pequeñas en la industria, etc.), con lo cual el resultado final es muy favorable.
3.3.3 SISTEMA GENERAL DIFUSO O MIXTO
Prácticamente se dirige la misma cantidad de flujo luminoso hacia la parte superior, que
hacia la inferior, según se aprecia en la figura 6. Quizá un tubo fluorescente libre, sin
reflector incorporado, es el que indique de una forma más intuitiva la curva de distribución
luminosa de este tipo de alumbrado.

Figura 6 Alumbrado directo-indirecto

La iluminación espacial es ciertamente buena, especialmente con un tratamiento


complementario de colores claros (aunque no brillantes), pues con colores oscuros en el
recinto resulta antieconómica. Las sombras resultan muy suavizadas, y al ser un reparto
muy equilibrado no existen contrastes violentos en ningún lugar del recinto, ni siquiera
entre el techo y la propia luminaria.
En el enunciado de este apartado se anexa la iluminación difusa a la directa-indirecta, y ello
no es completamente exacto, si bien la diferencia es pequeña, y se reduce a que la cantidad
de luz producida en la dirección horizontal resulta, en la difusa, similar a la de las
restantes; mientras que la directa-indirecta alcanza valores muy pequeños, casi nulos, en
este lugar específico. Para ello se precisa un tipo de luminaria con paredes longitudinales
que eviten la emisión de luz en esas direcciones. Este caso es bastante habitual en las
cabeceras de las camas en establecimientos hospitalarios, donde eventualmente se
simultánea con un alumbrado directo de lectura. La iluminación difusa, por otra parte, es
muy favorable para crear un ambiente de descanso y psicológicamente adecuado.
3.3.4 SISTEMA SEMIINDIRECTO
Como se aprecia en la figura 7 del 60 al 90 % de la emisión luminosa se dirige hacia el
techo en ángulos por encima de la horizontal, con lo cual el acabado de locales en sus
paredes, y especialmente en techos, deben ser buenos reflectores; pues la mayor parte del
flujo luminoso dirigido hacia estos se refleja en ellos, lográndose así un buen
aprovechamiento de la reflexión, lo que mejora el rendimiento.

Figura 7 Alumbrado semiindirecto

Se consigue así un alumbrado suave y agradable, con sombras escasas y una buena
uniformidad, por lo cual es un tipo de iluminación frecuentemente usada en laboratorios y
locales, limpios en general. Generalmente, el apantallamiento de luz hacia abajo se realiza
mediante elementos dispersores, tipo pantallas, plásticos, vidrios, etc., de tipo opalino, que
permiten un control de luz muy preciso. Así, cada vez son más empleados, en lugar de
difusores elementos refractores, los cuales facilitan un control de flujo prácticamente exacto
hacia las paredes y techos; por ello son muy usados en este tipo de iluminación, como en el
sistema indirecto.
3.3.5 SISTEMA INDIRECTO
Como se aprecia en la figura 8 en este último sistema todo el flujo luminoso (por lo
menos el 90 % de la luz emitida) se dirige hacia arriba en ángulos por encima de la
horizontal, repartiéndose uniformemente y reflejándose hacia el suelo. Por lo tanto, la luz
que llega hacia este es consecuencia, fundamentalmente, de la reflexión, por lo cual es
necesaria una frecuente renovación de la pintura del techo para mantener continuamente las
condiciones originales.

Figura 8 Alumbrado indirecto

Su gran ventaja reside en que prácticamente no existen en el local iluminado sombras ni


brillos, por lo que este tipo de alumbrado es muy recomendable para toda clase de usos,
incluidos los de lectura, trabajo, etc. Sin embargo como para lograr estos efectos son
necesarias luminarias con reflectores inferiores o incluso espejos o chapas metálicas
dirigiendo el flujo hacia arriba, por lo general se emplean en usos muy específicos. Por
ejemplo, el caso del deterioro de las obras de arte al recibir directamente la luz es de sobra
conocido, así como por ejemplo, el de numerosos objetos sensibles a ella, como alimentos,
etc., permite un uso muy racional de este tipo de iluminación que pude completarse con un
alumbrado adicional puntual mediante raíles electrificados y lámparas de pequeña potencia.
En la tabla 1 se resumen estos cinco sistemas, así como en las figuras 9 a la 17 se dan
varios ejemplos de instalación de luminarias, de acuerdo con estos sistemas.
Ademas, se indica que la selección de los distintos materiales reflectores se debe realizar
con atención. Los materiales de reflexión especular, espejo y chapas metálicas
principalmente, se deben emplear donde es necesario un control exacto de la trayectoria de
los rayos. La reflexión difusa, realizada mediante plásticos es, en este sentido, puesta, y no
existe control direccional, sino que la luz es reflejada en todas direcciones. Ambos tipos
exigen por lo tanto, acabados coherentes en los techos, donde sufren su segunda reflexión
antes de llegar la onda luminosa a los planos de trabajo, pues si bien este sistema es
interesante desde un punto de vista cualitativo, su factor de utilización y rendimiento es
pobre.
Por ello se debe estudiar en estrecha relación con el tratamiento de techos, para no
disminuir aún más su utilización. En todo caso es de mucha importancia un buen
mantenimiento y limpieza de las luminarias, para obtener el rendimiento esperado.

Tabla 1 Resumen de los sistemas de iluminación

Representación y distribución
Sistemas
del flujo luminoso
Directa
El flujo luminoso está dirigido hacia abajo.
Este tipo de aparatos permite obtener
rendimientos elevados.
Semidirecta
El flujo luminoso está dirigido en gran parte
hacia abajo y en parte hacia arriba.

Mixta
El flujo luminoso está distribuido casi por
igual, tanto hacia abajo como hacia arriba.

Semiindirecta
El flujo luminoso se dirige principalmente
hacia arriba.
Indirecta
El rendimiento es bajo y la visión poco
nítida por la falta total de efectos de
sombra.
Figura 9 Instalación para iluminación directa, con aparatos de alumbrado para lámparas incandescentes

Figura 10 Instalación para iluminación semidirecta con aparatos de alumbrado para lámparas
incandescentes
Figura 11 Instalación para iluminación indirecta con aparatos de alumbrado para lámparas
incandescentes

Figura 12 Instalación para iluminación semidirecta con aparatos de alumbrado para lámparas
fluorescentes
Figura 13 Instalación para iluminación difusa con aparatos de alumbrado para lámparas fluorescentes

Figura 14 Instalación para iluminación semiindirecta con aparatos de alumbrado para lámparas
fluorescentes

Figura 15 Instalación para iluminación indirecta con aparatos de alumbrado para lámparas fluorescentes
Figura 16 Instalación para iluminación semiindirecta con aparatos de alumbrado para lámparas
incandescentes

Figura 17 Instalación para iluminación difusa con aparatos de alumbrado para lámparas incandescentes

Como resumen de todo lo anterior se puede decir que, los rendimientos aproximados
medios se pueden establecer como sigue: sistemas directos: 45-50 %; sistemas
semidirectos: 40 %; sistemas difusos: 35 %; sistemas directo-indirectos: 30 %; sistemas
semiindirectos: 25 %; y sistemas indirectos: 20 %.
3.4 CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS RESPECTO AL TIPO DE
LÁMPARAS
Es difícil establecer una clasificación de las luminarias con respecto al tipo de lámpara que
llevan, excepto en las luminarias para lámparas fluorescentes; por lo general una misma
luminaria puede servir para distintos tipos de lámparas. Desde este punto de vista se pueden
agrupar en:
1) Luminarias para lámparas incandescentes.
2) Luminarias para lámparas de vapor de sodio y halogenuros metálicos.
3) Luminarias para lámparas de vapor de mercurio.
4) Luminarias para lámparas fluorescentes.
3.4.1 CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS POR LA FORMA DE
DISTRIBUIR EL FLUJO
Las luminarias modifican la distribución del flujo luminoso emitido por las fuentes de luz,
con el objetivo de dirigirlo en determinadas direcciones atenuando el deslumbramiento u
ocultando parcial o totalmente la visión de la lámpara.
Las luminarias se clasifican en: difusores, reflectores y refractores.
3.4.1.2 DIFUSORES
Están formados por envolventes opalinas de vidrio o material plástico, en cuyo interior se
coloca la lámpara y son adecuados para la ejecución de sistemas de iluminación
semiindirecta, difusa o semidifusa, ya que el flujo luminoso se distribuye de un modo casi
uniforme en todas direcciones. Disminuyen la luminancia de la lámpara y, por lo tanto,
atenúan el deslumbramiento.
Parte del flujo luminoso emitido por la lámpara es absorbido por el material empleado en la
fabricación de la luminaria (vidrio esmerilado u opalino del 10 al 20 %); en los difusores
del tipo lechoso la absorción es elevada (del 30 al 40 %). No son adecuados para grandes
potencias; generalmente están previstos para albergar lámparas de incandescencia entre 40
y 200 W o lámparas fluorescentes tubulares normales (lineales, circulares o en U) , en la
figura 18 se aprecia este detalle.

Figura 9

3.4.1.3 REFLECTORES
Están formados por superficies especulares (aluminio pulido, vidrio plateado, plancha de
hierro esmaltada de blanco, etc.) que reflejan en determinadas direcciones la luz emitida
por la lámpara (en un haz ancho o estrecho, según los tipos). Si su construcción es racional
se puede conseguir un elevado rendimiento en la figura 19 se presenta un ejemplo.

Figura 10

Los proyectores entran en la categoría de los reflectores. Sirven para concentrar la luz en
una dirección bien definida, generalmente sobre superficies delimitadas, en la figura 20 se
presenta un ejemplo.

Figura 11

3.4.1.4 REFRACTORES
Están constituidos por recipientes de material transparente dotados de una profunda
cavidad, cuyo perfil y orientación han sido predeterminados a fin de modificar
notablemente la distribución del flujo luminoso, disminuyen sensiblemente el
deslumbramiento.
Algunas luminarias pueden ser, a la vez, proyectores y refractores, por ejemplo el faro de
un automóvil está constituido por un proyector (concentración de la luz) y un refractor
(pantalla frontal de vidrio prensado, dotado de acanaladuras prismáticas).
3.4.1.5 CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS CON RESPECTO A SU
PROTECCIÓN
De acuerdo con la forma en que las luminarias protegen a las lámparas de daños de origen
mecánico o ambiental e impiden el acceso a las partes sometidas a tensión, evitando
contactos directos, las luminarias para interiores se clasifican como se muestra en la tabla2.
Tabla 2 Clases de protección para luminarias
Según Norma
Grado de
DIN VDE Protección contra
protección
40050 0710
Contacto de los Entrada de cuerpos
IP20
dedos extraños de tamaño medio
Contacto de los Entrada de cuerpos Agua de
IP21
dedos extraños de tamaño medio goteo
Contacto de los Entrada de cuerpos Agua de
IP22
dedos extraños de tamaño medio lluvia
Entrada de cuerpos
Contacto de
IP30 extraños de pequeño ___
herramientas
tamaño
Entrada de cuerpos
Contacto de
IP33 extraños de pequeño Agua salpica
herramientas
tamaño
Contacto de Acumulaciones de polvo Chorro de
IP43
herramientas en su interior agua
Chorro de
Contacto de Acumulaciones de polvo
IP44 agua sin
herramientas en su interior
presión
Contacto de Chorro de
IP54 Entrada de polvo
herramientas agua
Chorro de
Contacto de
IP55 Entrada total de polvo agua a
herramientas
presión
Existen otros grados de protección para armaduras antideflagrantes.
Nota: En rigor, las normas consideran también otros tipos de protección, pero hemos preferido limitarnos a
las previstas para interiores, por cuanto esta investigación se ocupa exclusivamente de la iluminación
interna. Tal como se señala, los diversos tipos de protección están contraseñados con dos cifras: la primera
indica el grado de protección contra la penetración de cuerpos sólidos extraños y polvos; la segunda indica
el grado de protección contra la penetración de líquidos.

3.5 REQUERIMIENTOS PARA UNA BUENA ILUMINACIÓN


Sin luz no hay visión, pues el ojo humano no puede transmitir a nuestro cerebro ninguna
información de todo cuanto nos rodea.
Para obtener una buena iluminación hay que tener en cuenta la cantidad y calidad de la luz,
y los factores fundamentales para lograr esto son los siguientes:
1) Nivel de iluminación
2) Deslumbramiento
3) Contraste
4) El color
5) Difusión de la luz

3.5.1 NIVELES DE ILUMINACIÓN


El nivel de iluminación es solo una de las características de las instalaciones luminosas. Es
obvio que sin una iluminación adecuada no se puede llevar a cabo ninguna tarea visual de
un modo correcto, rápido y seguro.
El nivel de iluminación es la cantidad de luz que hay que proporcionar al plano de trabajo.
Donde no exista un área de trabajo definida, la iluminación se mide en un plano horizontal,
a 80 cm sobre el nivel del piso terminado.
Las exigencias para una buena iluminación varían según varios factores, tales como:
a) La naturaleza de la actividad
b) La dificultad de la tarea visual
c) El tamaño y el brillo del objeto
d) El contraste
e) El tiempo de realizar el trabajo
f) La situación del entorno
Se ha investigado sobre esto a lo largo de muchos años, usando diversos métodos y
criterios de medida visual. Todos los estudios basados en ensayos han mostrado que el
rendimiento visual aumenta sin límite con la iluminación. Estos estudios permiten cifrar el
rendimiento óptimo con una iluminación de 5000 lx.
Como no se puede adoptar una iluminación de 5000 lx, los diferentes países deciden los
diversos niveles de iluminación a partir de porcentajes de este valor óptimo.
Los niveles de iluminación recomendados dependen del rendimiento luminoso de las
fuentes de luz disponibles y de la economía de cada país.
Las lámparas fluorescentes propiciaron que se sobrepasaran notablemente de los valores de
iluminación adoptados antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando solo se disponía de
lámparas incandescentes. Todo progreso en la técnica de las fuentes luminosas se traduce,
por iluminaciones recomendadas cada vez mayores.
Los niveles de iluminación adoptados y que aparecen son tomados de la norma que
establece la comisión internacional de iluminación (CIE), son la iluminación sobre el plano
de trabajo horizontal y a una altura de 80 cm del nivel de piso terminado.
Estos valores no se deben tomar como iniciales, sino que son los valores del nivel de
iluminación mínimo recomendado para cualquier punto del plano de trabajo.
Esto significa que la instalación se debe proyectar de tal manera, que ni la suciedad sobre
las luminarias, las lámparas, las paredes, los techos, ni la disminución normal en la emisión
luminosa de las lámparas en sí, hagan disminuir la iluminación por debajo del nivel
recomendado.
Estos valores no representan el máximo en el confort visual y son los valores asequibles y
prácticos en el estado actual del arte de la iluminación y los rendimientos económicos.
Si se comparan los niveles de iluminación que aparecen en las normas con los valores de la
naturaleza, se obtiene el resultado de la tabla 3.
Tabla 3 Niveles de iluminación representativos (lx)
Luz de las estrellas 0,002
Luz de la luna 0,20
Luz del día:
Ventanas orientadas al norte 500-2000
Al exterior, a la sombra 1000-10000
Directamente a los rayos solares 50000-100000
Alumbrado artificial oficinas 300
Alumbrado artificial comedores 150

Para obtener los niveles de iluminación en puntos de trabajo o áreas de trabajo, se pueden
colocar las luminarias según el método de alumbrado seleccionado. A continuación se
describen brevemente.

3.6 MÉTODOS DE ALUMBRADO


En este epigrafe se hace referencia a la concentración de luz necesaria para efectuar una
tarea determinada. No hay que confundir los métodos de alumbrado con los sistemas de
iluminación. En efecto, en cada uno de los métodos de alumbrado que se reseñan, se puede
utilizar cualquiera de los sistemas de iluminación anteriormente explicados.
Los métodos de alumbrado pueden ser:
a) General
b) Localizado
c) Individual
d) Combinado
e) Suplementario
3.6.1 ALUMBRADO GENERAL
Es un método de distribución uniforme de la luz que produce, en todos los lugares de un
interior, idénticas condiciones de visión, es el más empleado en oficinas, aulas de escuelas,
fábricas, etc., y, en general, donde se pretenda asegurar buenas condiciones generales de
alumbrado.
Un sistema de alumbrado general proporciona la iluminación que se requiere sobre el plano
horizontal con un determinado grado de uniformidad. La iluminación media deberá ser
igual a la que requiere la tarea específica visual. La iluminación general se obtiene
mediante una colocación regular de las luminarias bajo el área total del techo en filas
continuas que mantienen la misma separación (figuras 21 y 22).

Figura 21 Instalación de alumbrado general


Figura 22

3.6.2 ALUMBRADO LOCALIZADO


Un sistema de alumbrado localizado proporciona una iluminación no uniforme del local. En
los puestos de más interés, la iluminación debe ser lo suficientemente alta, mientras que en
los otros sitios (zonas de paso), la iluminación queda limitada normalmente al 50 % de la
que correspondería al motivo de la tarea visual.
En muchas naves industriales se agrupan las máquinas en sitios determinados (por ejemplo,
arrimadas a la pared); por lo tanto, no es necesario mantener un nivel uniforme de
iluminación en toda la nave. Se suspenden más bajos los equipos de alumbrado que en el
caso anterior y, además, se agrupan estos de forma que sobre las máquinas se alcancen
elevados niveles de iluminación, y al mismo tiempo, se asegura sobre los pasillos y zonas
circundantes de las máquinas una iluminación general suficiente para eliminar los fuertes
contrastes de iluminación (que producirían deslumbramiento) y mantener buenas
condiciones de seguridad.
El alumbrado localizado se puede obtener concentrando luminarias en ciertas áreas o
conmutando algunas dentro de la colocación regular usada para un alumbrado general.
Cuando los puestos de trabajo no son permanentes hay que considerar, como primera
opción, que puede ser necesario disponer las luminarias de otra forma.
En las figuras 23 y 24se ´presentan ejemplos de este método de alumbrado. Las figuras 23
y 24 constituyen ejemplos donde se utilizan las técnicas de este método de alumbrado.
Figura 23 Instalación de alumbrado localizado

Figura 24 Instalación localizada (A); (B) conmutada

3.6.3 ALUMBRADO INDIVIDUAL


Se utiliza cuando se precisa un alto nivel de iluminación en la zona de trabajo individual, a causa de
la precisión de la tarea. El ejemplo más característico de este método de alumbrado lo constituyen
las lámparas de sobremesa utilizadas en mesas de despacho, de dibujo, etc. En la figura 25 se aprcia
este tipo de alumbrado.

Figura 25 Instalación de alumbrado individual


Se recomienda iluminación local cuando:
 El trabajo implique exigencias visuales muy críticas, con iluminación de 1000 lx o más.
 La visión de formas y texturas requiere que la luz venga de una dirección determinada.
 La iluminación general no alcance a ciertas zonas por los obstáculos existentes.
 Se necesite mayor nivel de iluminación en beneficio de trabajadores de edad o trabajadores
con comportamiento visual deficiente.
 El área solo esté ocupada parcialmente durante largos periodos.

3.6.4 ALUMBRADO COMBINADO O LOCAL MÁS ALUMBRADO GENERAL.


En muchas ocasiones se obtiene el mejor resultado combinando dos o más métodos de alumbrado.
Por ejemplo, véase en la figura 26 un alumbrado combinado, que consta de alumbrado general para
la iluminación conjunta del taller, y de alumbrado individual en cada máquina.
En los casos de alumbrado combinado, se debe procurar que la relación de iluminación entre la
zona de trabajo y el ambiente general, no exceda de diez a uno en las figuras 26 y 27 se lo puede
apreciar.

Figura 26 Instalación de alumbrado combinado

Figura 27 Iluminación local + iluminación general


3.6.4 ALUMBRADO SUPLEMENTARIO
Algunas veces, sobre todo en locales comerciales, vidrieras, etc., se pretende destacar un objeto o
un artículo determinado con fines publicitarios o de venta. En este caso, se debe suplantar el
alumbrado general por medio de aparatos de alumbrado especiales que concentran la luz, colocados
en las cercanías del objeto que se pretende destacar. Por ejemplo, en la figura 28 se muestra cómo
se pueden destacar artículos por este procedimiento.
En los siguientes epígrafes, se dan como elemento complementario de este epígrafe las partes más
importantes de la Norma establecidas por La CIE sobre iluminación.
Esta norma establece los requisitos generales higiénico-sanitarios en cuanto a los niveles de
iluminación.
Se aplica a todos los puestos de trabajo y actividades con excepción de los trabajos en minas bajo
tierra, alcantarillado, canalización subterránea de energía y combustible y otros con características
similares.

Figura 28 Instalación de alumbrado suplementario

4. TÉRMINOS Y DEFINICIONES UTILIZADAS EN LOS CÁLCULOS


LUMINOTÉCNICOS
Los términos y definiciones utilizadas en esta investigación son los establecidos para la
realización de estudios luminotécnicos de interiores.
Sin embargo, resulta conveniente definir algunos términos específicos.

1) Plano de trabajo: Superficie de referencia formada por un plano sobre el que


normalmente se trabaja.
Nota. A los efectos de la Protección e Higiene del Trabajo que rigen en cada país
(PHT), sobre este plano se mide y normaliza la iluminación.
2) Campo visual: Extensión angular de las direcciones del espacio en la que un objeto
puede ser percibido estando inmóviles la cabeza y el ojo (o los ojos). El campo
puede ser monocular o binocular.
Nota. A los efectos de la PHT, el campo visual comprende unos 180° en el plano
horizontal y unos 130° en el plano vertical, 60° por encima del horizontal y 70° por
debajo.
3) Objeto de distinción: Objeto o parte componente del mismo, cuya diferenciación es
indispensable para la tarea visual.

4.1 ILUMINACIÓN EN LOCALES DE TRABAJO


Se debe tener las siguientes consideraciones:
1) En todas las dependencias de un centro de trabajo donde existan puestos de trabajo y
donde haya necesidad de transitar, se garantizará una iluminación natural o artificial
o ambas, apropiada para las operaciones y tipos de trabajo que se realizan, la cual
cumplirá con lo establecido en las tablas 4, 5, 6, 7 y 8.
Tabla 4 Niveles mínimos de iluminación de los planos de trabajo
Características del trabajo visual Iluminación
Contraste del objeto con
según el tamaño menor del objeto General +
el fondo General
de diferenciación suplementaria
Pequeño ≥ 2000 500
Exactitud mayor por debajo de 1 mm Mediano 1000
Grande 750
300
Pequeño 1000
Exactitud menor entre 1 y 5 mm Mediano 750
Grande 400
200
Pequeño 500
Trabajo grueso 5 mm Mediano 300
Grande 200
Observación general del desarrollo
150
del proceso de producción o estado
de los equipos

Tabla 5 Niveles mínimos de iluminación para locales auxiliares

Altura del piso al plano de Iluminación


Denominación
referencia (m) (lx)
Comedores
Duchas, taquilleros, servicios 100
0,8
sanitarios
Locales de descanso, albergues 70
Tabla 6 Niveles mínimos de iluminación para lugares de peso o permanencia sin esfuerzo visual
Denominación Altura del piso al plano de Iluminación
referencia (m) (lx)
Escaleras, pasillos exteriores con 50
obstáculos y declives Sobre el piso 30

Tabla 7 Niveles mínimos de iluminación en otros locales


Altura del piso al
Denominación plano de referencia Iluminación
(m)
Proyectos y diseños 500
Locales
Mecanografía y contaduría 400
administrativos
Gabinetes y oficinas
Operaciones bancarias y
300
correos
Archivos
Gabinetes para dibujos técnicos 0,8 500
Aulas, auditorios, gabinetes,
Establecimientos escolares 300
escolares Laboratorios
Gabinetes y oficinas de
200
profesores
Bibliotecas Salas de lectura 300

Tabla 8 coeficientes de reflexión ρ de algunos colores

Color Coeficiente
Blanco 0,75 a 0,85
Beige 0,62 a 0,70
Amarillo claro 0,60 a 0,70
Amarillo oscuro 0,50 a 0,60
Rojo claro 0,40 a 0,50
Rojo oscuro 0,15 a 0,30
Bermellón 0,15
Verde claro 0,45 a 0,65
Verde oscuro 0,05 a 0,30
Azul claro 0,40 a 0,60
Azul oscuro 0,05 a 0,20
Azul cobalto 0,15
Pardo 0,12 a 0,25
Gris claro 0,40 a 0,60
Gris oscuro 0,15 a 0,25
Negro 0,01
Marrón claro 0,30 a 0,40
Marrón oscuro 0,10 a 0,20
Rosado 0,45 a 0,55

2) En todo centro de trabajo la iluminación estará dispuesta de modo tal que no cause
cansancio ni deslumbramiento y cumplirá los siguientes requisitos:
 Llegar en cantidad adecuada a toda el área considerada
 Llegar en cantidad adecuada al plano de trabajo
 Recibirse en la dirección más útil
3) Para la iluminación diurna de los centros de trabajo se dará preferencia a la luz
natural, aprovechando al máximo las ventajas de la situación geográfica, teniendo en
cuenta lo que para la iluminación natural en edificaciones se establezca.
4) Los monitores y ventanas se ubicarán de modo que la iluminación natural sea
uniforme en la zona de trabajo, asegurando su eficiencia mediante un procedimiento
regular de limpieza. Las dimensiones de los monitores y ventanas garantizarán los
niveles de iluminación requeridos y si fuera necesario estarán provistos de
dispositivos para impedir el deslumbramiento.
5) Se dispondrá siempre de una iluminación artificial que garantice los niveles
establecidos, en caso de hacerse insuficiente la iluminación natural durante el día y
en turnos de trabajo nocturno.
6) Para el máximo aprovechamiento de la iluminación artificial se garantizará que:
 Se logre una distribución uniforme del flujo luminoso
 Las fuentes luminosas se mantengan limpias evitando la acumulación
de polvo y suciedades
7) Para la iluminación general de los centros de trabajo se utilizará el método directo.
En el caso de actividades donde es necesario la discriminación de colores se
utilizarán lámparas de espectro corregido.
8) En los casos de locales calurosos, por la naturaleza del trabajo que realiza, se
emplearán preferentemente lámparas no incandescentes.
9) La iluminación general y suplementaria de los planos de trabajo será especialmente
diseñada e instalada para la labor particular que se ejecuta y dispuesta de modo o
provista de pantallas o aparatos difusores que eviten el deslumbramiento, la fatiga
visual y el efecto estroboscópico, a cuyos efectos cumplirán lo establecido en la
tabla 4.
10) Cuando en un local de trabajo es necesario utilizar simultáneamente iluminación
general y suplementaria, la primera no será inferior en intensidad al 10 % de la
iluminación suplementaria.
11) Con el objetivo de mejorar la iluminación, las paredes de los locales estarán pintadas
de colores con un coeficiente de reflexión entre 0,50 y 0,65, los techos se pintarán de
blanco y los pisos tendrán un coeficiente de reflexión entre 0,20 y 0,30. Se
exceptúan los techos de aquellos locales que por sus características particulares
puedan estar barnizados o pintados con colores específicos.

4.2 LUMINANCIA Y CONTRASTE


Para el cálculo de los contrastes de la tabla 4, en esta investigación se utilizará el procedimiento que
se establece a continuación.

1) La luminancia de la superficie laboral se determina por las siguientes expresiones de


cálculo:

a) Para superficies con reflexión difusa

Ecuación 2

b) Para superficies con reflexión dirigida


Ecuación 3

c) Para superficies con reflexión mixta (difusa + dirigida)

Ecuación 4
d) Luminancia promedio de la superficie

Ecuación 5

Donde:

B1;B2; … Bn: Luminancia de las diferentes secciones del plano de trabajo


(cd/m2)

S1;S2; … Sn: Áreas de las secciones del plano de trabajo (m2).

E: Iluminación del plano de trabajo (tx).

Bc: Luminación de la fuente luminosa con dirección al campo visual del


trabajador (cd/m2).

ρα: Coeficiente de reflexión difusa de la superficie

ρe: Coeficiente de reflexión especular del plano de trabajo con dirección


al campo visual del trabajador.

2) El contraste entre el objeto de distinción y el fondo se determina por la siguiente


expresión de cálculo:

Ecuación 6

Donde:

Bo: Luminancia del objeto (cd/m2).


Bf: Luminancia del fondo (cd/m2).
K: Contraste.

3) El contraste se considera, según el valor obtenido, de la siguiente manera:


 Grande. Cuando los valores de K son mayores que 0,5; de objeto y el fondo se
diferencian de manera muy precisa.
 Mediano. Cuando los valores de K están entre 0,2 y 0,5; el objeto y el fondo se
diferencian, pero en menor grado.
 Pequeño. Cuando los valores de K son menores que 0,2; la diferencia de
luminancia es muy poca y se hace difícil apreciarla.
4.3 ILUMINACIÓN DE EMERGENCIA
Se deben considerar los siguientes puntos:

1) Los centros de trabajo que laboren en turnos nocturnos, con varios talleres o que
tengan más de un piso, tendrán una iluminación de emergencia en las escaleras más
importantes, en las salidas de los lugares de trabajo y en los pasillos que conducen a
estas.

2) Se instalará la iluminación de emergencia en las máquinas y equipos, cuya


interrupción pudiera ocasionar:
 Explosión, incendio e intoxicación del personal.
 Afectación prolongada de los procesos tecnológicos que puedan provocar daños
materiales y humanos.
 Afectación del trabajo en los servicios auxiliares de la producción que
obligatoriamente tengan que mantenerse en operación.
 Peligros de traumatismos en lugares de gran concentración de personas.
 Afectación de los servicios a pacientes en salas de operación y cuerpos de
guardia.
 Otros lugares donde las exigencias de las actividades que se realizan así lo
requieran.
3) La iluminación de emergencia será capaz de producir y mantener por lo menos
durante 1 hora, un nivel de iluminación mínimo de 5 lx. Su fuente de energía será
independiente de las instalaciones de iluminación general.
Cuando se trata de una iluminación general, hay que colocar las luminarias de tal manera que den
una iluminación, uniforme sobre todo el plano de trabajo, de forma que se logre una buena
distribución de la luz; esto depende de la relación entre la altura a que se hallan situados los centros
luminosos y las distancias que los separan. En la figura 29 se muestra gráficamente lo anteriormente
dicho.
Figura 29 relaciones de iluminación máximas y mínimas bajo luminarias y entre ellas

La relación entre la iluminación máxima bajo las luminarias y la mínima en lugares situados entre
dos de ellas, no debe ser nunca mayor de 1.5; y para obtener los mejores resultados se debe acercar
todo lo posible a la unidad.

4.4 DESLUMBRAMIENTO
El deslumbramiento es un fenómeno de la visión que produce molestia o disminución en la
capacidad para distinguir objetos, a causa de una inadecuada distribución de las luminarias o a
contrastes excesivos en el espacio. Los efectos que origina el deslumbramiento son de tipo
psicológico o de tipo fisiológico.
En cuanto a la forma de producirse puede ser:

 Directo: Provocado al observar directamente desde la fuente de luz. Es el más molesto


porque produce fatiga y reduce la percepción.
 Reflejado: Provocado por la incidencia de los mayores luminosos sobre el objeto
observado; los cuales dan lugar a rayos reflejados cuyos ángulos de reflexión son iguales y
simétricos a los rayos incidentes. Si el fenómeno es acentuado por la alta reflexión del
objeto se produce la pérdida de contraste y fatiga visual, en la figura 30 se presenta un
ejemplo.
Figura 30 Deslumbramiento por luz reflejada

Los principales factores que intervienen en el deslumbramiento son:

 Brillo de la fuente: Cuanto mayor sea este, mayor será la molestia y la


interferencia con la visión.
 Tamaño de la fuente: En función de la zona comprendida por un ángulo de 30°
respecto al eje visual (En la figura 31 se presenta un ejemplo).
 Posición de la fuente: El deslumbramiento decrece rápidamente a medida que la
fuente se aparte de la línea de la visión. Una luminaria suspendida en el campo
de la visión produce mayor deslumbramiento que una montada por encima del
ángulo visual normal.
Figura 31 Zona de deslumbramiento en el campo visual

Las fuentes de luz se deben apantallar para evitar el deslumbramiento provocado por estas.
En la figura 32 se muestra un ejemplo de luminaria provista de pantalla.

Figura 32 Ejemplo de luminaria: a) De pantalla longitudinal y b) transversal.


 Relaciones de brillo o luminancias: Cuanto más elevada sea la relación entre los
valores de la luminancia del objeto y la del fondo, tanto mayor será el contraste
y tanto más el objeto se destacará del fondo en favor de una visión nítida. Un
contraste excesivo fatiga la vista, por lo tanto, es necesario buscar un
compromiso entre buena visibilidad y visión confortable, evitando los
fenómenos de deslumbramiento. Se puede afirmar que a mayor contraste de
luminancia, mayor deslumbramiento.
Por ejemplo, un brillo alto del objeto de trabajo comparado con un brillo bajo de los alrededores, no
es conveniente, ya que obliga a reajustar continuamente los ojos de un nivel de brillo a otro. Los
brillos más altos en el campo periférico tienden a distraer el ojo de la tarea visual, por lo que deben
evitarse.
Las máximas relaciones de luminancia admisibles en el campo visual del observador, con el objeto
de evitar el deslumbramiento se dan en la tabla 9.
Tabla 9 Máximas relaciones de iluminación admisibles.
Entre la tarea visual y la superficie de trabajo 3:1
Entre la tarea visual y el espacio circundante 10:1
Entre la fuente de luz y el fondo 20:1
Máxima relación de luminancia en el campo visual 4:1

4.5 CONTRASTE
Como se menciono en los epígrafes anteriores, el ojo solo aprecia diferencias de brillo o
luminancias.
La diferencia de brillo entre el objeto que se observa y el espacio circundante es lo que se conoce
por contraste.
Los trabajos que requieren gran esfuerzo visual, precisan de un mayor contraste. Combinando bien
los grados de reflexión de las superficies de un local, se obtiene una buena distribución de la
luminancia, obteniéndose un contraste fácil de distinguir, tal como se muestra en la figura 33.

Figura 33 Relación de iluminancias muy favorables en la iluminación de una oficina.

La mayor visión se obtiene cuando el contraste del brillo entre el objeto y la superficie circundante
no sobrepasa la relación de 3:1 y no sea inferior de 1:3.
4.6 COLOR
El color de la luz no influye grandemente en la eficiencia de la visión. Sin embargo, otras
consideraciones, independientes de la capacidad de ver con facilidad, influyen en la elección del
color de la fuente de luz más apropiada para un propósito determinado. Los efectos
psicofisiológicos que produce el color constituyen el ambiente cromático, de gran influencia en las
personas.
Se sabe por experiencia, que el color del ambiente que nos rodea, influye en nuestros estados
anímicos. Por eso el uso adecuado de los colores debe ser objeto de preocupación para arquitectos,
luminotécnicos, decoradores, etc.
No hay reglas fijas para seleccionar un color, pero se puede afirmar que determinados colores
producen sensaciones en las personas, de calor o frío, por eso se habla de colores cálidos o colores
fríos.
Los colores cálidos son los que en el espectro visible van desde el rojo al amarillo-verdoso, y los
colores fríos los que van en el espectro desde el color verde al color azul.
Los colores serán más cálidos o más fríos según sea su tendencia hacia el rojo o el azul,
respectivamente.
Los colores cálidos son dinámicos y producen una sensación de proximidad y de calor. Son colores
que acercan. Los fríos tienden a la calma, placidez y producen la sensación de frialdad y crean la
ilusión de espacio y distancia.
También se sabe que los colores blancos dan la sensación de ligereza, alegría y los colores oscuros
deprimen y producen sensación de pesadez.
El color es como hemos dicho, una sensación. Se podría definir como la percepción por el ojo
humano de la fracción de flujo luminoso incidente sobre un objeto cualquiera, no absorbida por
dicho objeto y reenviada hacia el observador. Existe, pues, una relación directa entre la luz y el
color, así como los factores de reflexión de la luz, de los objetos que nos rodean.
Por ejemplo, si juntamos dos superficies con colores diferentes, pero cuyo coeficiente de reflexión
sea equivalente (por ejemplo, el amarillo claro = 0,55 y gris perla = 0,50), el ojo no experimentará
fatiga alguna, ya que el efecto de contraste a realizar es prácticamente nulo; sin embargo, la
impresión producida en el ojo por el amarillo claro sería superior a la del gris, produciendo una
sensación de color “caliente” en comparación con este último. Este ejemplo puede servir de muestra
para indicar la complejidad de los factores involucrados en la que se incluye primordialmente la
reacción personal del observador, por lo cual es importante concretar los aspectos más definitorios.
Así, se tiene que las cualidades del color de una lámpara cualquiera se caracterizan por dos aspectos
fundamentales:
1) La cromaticidad de la propia lámpara, que exige un concepto nuevo; el de la
temperatura de color de la misma: lo que determina su “apariencia de color”.
2) El color de los objetos por ella iluminados.

Es importante por ello, poseer claras estas nociones, especialmente porque la luz artificial
no debe proyectarse solo para sustituir la luz natural del día, sino esencialmente para
complementarla y, como esta, debería ser blanca y con un alto rendimiento de color para
posibilitar una buena reproducción de los colores; una buena integración de ambas fuentes
solamente se logra con la concordancia total de ambos factores.

4.7 TEMPERATURA DE COLOR


Es una valoración del color de las fuentes luminosas adoptada por los fabricantes de lámparas.
Por supuesto, la temperatura de color no se mide con el termómetro, simplemente define el color de
la luz. De todos modos existe un nexo entre temperatura y color. Al calentar un pedazo de hierro,
este pasa por toda una gama de colores que van del rojo oscuro al naranja incandescente. Cada
incremento de temperatura va unido con un aumento de la energía radiante emitida.
Para establecer unas relaciones más precisas entre temperatura y color, los físicos han decidido
tomar como patrón un cuerpo perfectamente negro, o sea, una fuente luminosa ideal dotada de la
propiedad de emitir todas las zonas del espectro el máximo de la energía radiante y de absorber por
completo la energía radiante que incide sobre él. La temperatura a la que se debe llegar a fin de que
emita una luz similar a la de la fuente de luz en examen, se identifica con el término temperatura de
color.
Como todo cuerpo incandescente, el cuerpo negro, al aumentar de temperatura, cambia
progresivamente de color, de tal manera que según la temperatura a la que está sometido, adquiere
el color correspondiente de acuerdo con la escala siguiente: rojo, rojo claro, naranja, amarillo,
blanco, blanco-azulado y azul.
Representado las distintas temperaturas producidas en este ciclo, se obtiene la curva cromática del
cuerpo negro.
A efectos prácticos del cuerpo negro se realiza empleando una cavidad cuyas paredes están
ennegrecidas con negro de humo y de cuya abertura salen las radiaciones. Calentando
uniformemente el cuerpo negro a temperatura creciente y observando la cavidad, se aprecia que sale
por ella una luz que se vuelve cada vez más blanca y más intensa a medida que aumenta la
temperatura.
La temperatura de color se mide en grados Kelvin (K). Su relación con los grados centígrados es:
1K = -273 °C.
Las fuentes de luz artificial se pueden expresar por la temperatura de color más próxima o
correlacionada, no siendo por tanto en realidad una medida estricta de temperatura. Así, podemos
definir como temperatura de color de una lámpara expresada en grados kelvin, a la temperatura a la
cual se debe elevar el cuerpo negro para que emita el mismo color de luz que la lámpara examinada.
Por supuesto que, incluso en el caso de una lámpara que no se aproxima exactamente al color de la
radiación de un cuerpo negro a ninguna temperatura, pero que se asemeja al correspondiente a una
temperatura definida, se le asigna una temperatura de color aproximada representativa de color más
semejante, (tabla 10).

Tabla 10 Temperaturas de color de la radiación solar dependiendo de que esta sea directa o del
cielo, es decir reflejada
Radiación solar directa (K)
Sol naciente 2000
1 h después 3500
2 h después 4500
Mediodía 5500
3 h 30 pm 5000
4 h 30 pm 4700
Sol poniente 3800

Deberán considerarse, igualmente, los datos recogidos en el cuadro detallado a continuación:

Tabla 11 Radiación de cielo


Radiación del cielo (K)
Uniformemente cubierto 7000
Cielo azul 11000
Nubes blancas ligeras 13000
Cielo azul del S.E. 20000
Cielo azul muy claro del S.E. 26000
Valor máximo del cielo 100000

Existe una correspondencia entre la temperatura de color y la apariencia de color de las lámparas; se
usa también como fuente de referencia el cuerpo negro, cuyo espectro es muy equilibrado a los
5000 K. Una temperatura de color superior a este valor se denomina de apariencia fría, entre los
3300 y 5000 K es de apariencia neutra; mientras que la apariencia cálida se consigue con una
temperatura de color correlacionada de, aproximadamente, los 3000 K.

Así, las lámparas de incandescencia son de apariencia cálida, por su temperatura de color baja; este
hecho aumenta por poseer un gran contenido de rojo en su espectro, mientras que la apariencia de
color del vapor de mercurio es más fría por ser un azul pálido, y su temperatura de color
correlacionada superior a la anterior. A título indicativo se dan algunos valores de temperatura de
color de las fuentes naturales (tabla 10).

En la tabla 12 se presenta las temperaturas de color de las lámparas artificiales.


Existe por otra parte, una relación entre estos valores y el nivel de iluminación que nos inicia en la
interrelación entre el flujo luminoso y el color. Kruithoff estudió en numerosos experimentos la
relación existente entre la influencia psicológica agradable (en cierto cálida o fría), la temperatura
del color y del nivel de iluminación, y obtuvo las curvas de la figura 34.

Tabla 12 Temperaturas de color de las lámparas artificiales


Tipo de lámparas Temperatura de color
(K)
Lámparas incandescentes 2700 – 3200
Lámparas de vapor de mercurio 4000 – 4500
Lámparas de vapor de sodio a alta presión 2000
Lámparas de halogenuros metálicos 5000 – 6000
Lámparas fluorescentes:
Luz de día 6100
Blanco cálido 3100
Blanco universal 4000
Blanco frío 4100
Blanco cálido de lujo 3000
Blanco frío de lujo 3900
Figura 34 curvas de la temperatura de color y el nivel de iluminación de Kruithoff

En ella hay que señalar que cuanto, mayor es la temperatura de color de una fuente luminosa, es
preciso que el nivel de iluminación sea más elevado. De la misma manera, para un nivel de
iluminación bajo es deseable utilizar lámparas de colores cálidos, y para niveles altos, lámparas de
colores fríos. Ello se corresponde con la variación de color de la luz diurna, cálida en el ocaso con
niveles de 500 a 1000 lx y temperaturas de color de 3500 K aproximadamente, y más frías al
mediodía con niveles de 50000 lx y temperaturas de color 5500 – 6000 K.

Existe además una correlación, paralela a lo establecido por Kruithoff, en la cual se aprecia, si bien
esto es subjetivo y por tanto variable, según los sujetos, que con bajos niveles de iluminación y una
apariencia cálida del color produce una impresión agradable y acogedora en la tabla 13 se presenta
lo mencionado.

Tabla 13 Correlación a lo establecido por Kruithoff


Temperatura de color correlacionada
Apariencia de color
(K)
Frío (blanco azulado) > 5000
Intermedio o neutro 3300 – 5000
Cálido (blanco rojizo) < 3300
Variación de la impresión con la apariencia de color de la luz y la iluminacia
Iluminancia Apariencia de color de la luz
(lx) Cálida Intermedia Fría
≤ 500
Acogedora Neutro Frío
500 … 1000
1000 … 2000
Estimulante Acogedor Neutro
2000 … 3000
≥ 3000
No natural Estimulante acogedor

Para conseguir una impresión parecida con altos niveles, 3000 lx por ejemplo, la apariencia de la
luz debe ser, por el contrario, fría, de unos 5000 K aproximadamente. En los casos de integración
con la luz diurna, este aspecto se debe tener siempre presente. Esto se muestra en la tabla 13.
De la observación de estas tablas es posible sacar algunas conclusiones útiles para el diseñador, para
lograr efectos realmente agradables de confort visual, tanto en los espacios exteriores como en los
interiores.
Las superficies y objetos de colores cálidos son más confortables a la vista con una luz de color
cálido que con una luz de color frío, y a la inversa, a causa de que la ausencia de radiaciones de
longitud de onda corta en las fuentes de luz cálidas tiende a eliminar los colores fríos de los objetos.
De hecho en el ciclo natural que se produce a lo largo del día; al amanecer, y, especialmente al
atardecer, los colores anaranjados, amarillentos y rojos dan una sensación de mayor intensidad (más
cálidos), mientras que a medida que el día transcurre, si este es soleado, dichos colores pierden poco
a poco ese carácter acogedor, en tanto que el azul y violeta del cielo y el color verde de la
vegetación van adquiriendo un valor superior, debido al mayor contenido de radiaciones de esta
longitud de onda en la radiación solar, para repetirse el ciclo a la inversa a medida que transcurre la
tarde.
El color aparente de una superficie está determinado por dos factores: las características de la
reflectancia espectral de la superficie (factor de reflexión para cada longitud de onda del espectro
visible) y la composición espectral de la luz por la que es iluminada.
Para asegurar la armonía y eficacia de una decoración, es necesario que los colores de paredes,
telas, muebles, y accesorios que hagan teniendo en cuenta, tanto el tipo de luz artificial con que
serán iluminados, como la luz natural del día. Como la intensidad de la iluminación, al igual que la
calidad espectral, influyen en la apariencia de los colores, el nivel luminoso de deberá aproximar a
las condiciones de trabajo.
4.7 DIFUSIÓN DE LA LUZ
La iluminación que resulta de la luz procedente de varias direcciones, en contraposición con la luz
que procede de una sola dirección, se llama difusa, la difusión es función de la calidad o tamaño de
las fuentes de luz que contribuyen a la iluminación de un punto determinado y se miden en términos
de ausencia de sombras.
El grado de difusión depende del tipo de trabajo a realizar. La luz perfectamente difusa es ideal para
muchos trabajos que requieren buena visión, como escuelas, oficinas, etc.
La difusión se consigue mediante la multiplicidad de fuentes de luz, mediante luminarias de gran
superficie y poco brillo, por alumbrado indirecto o parcialmente indirecto, en el que el techo y las
paredes se convierten en fuentes secundarias, y mediante colores claros sobre techos, paredes,
muebles e incluso suelos.
La luz difusa evita las molestias que ocasiona la reflexión especular. Debemos usar luz difusa en
aquellas tareas o trabajos que así lo requieran; pero si no es así usaremos iluminación dirigida, que
es más eficiente y requiere menos detalles de acabado de superficies.
5. METODOLOGÍA PARA REALIZAR CÁLCULOS LUMINOTÉCNICOS DE
ALUMBRADO DE INSTALCIONES INTERIORES
Los proyectos de alumbrado de interiores se diferencian fundamentalmente, de los exteriores en
que, debido a los fenómenos de reflexión, se producen con facilidad efectos fisiológicos nocivos.
Por otra parte, mediante estas mismas reflexiones, se puede reforzar la iluminación en el plano de
trabajo y por ello económicamente resultan estas circunstancias favorables.
Por las numerosas posibilidades de acabado existentes, importancia que en el alumbrado a proyectar
tiene la reproducción de los colores, la cantidad de horas aproximadas de utilización anual, la
arquitectura y ambiente del lugar, etc., las posibilidades de variación son muy grandes aunque,
finalmente, es el factor económico el que decide la elección de los aparatos de iluminación.
Una buena iluminación, si se trata de alumbrado industrial es un factor de productividad y de
rendimiento en el trabajo, además de que aumenta la seguridad del personal; en el caso de
alumbrado comercial, es un decisivo factor de atracción para el público; finalmente en el caso de
alumbrado doméstico se mejora el confort visual y se hace más agradable y acogedora la vida
familiar.
Si se tiene en cuenta que, por lo menos, una quinta parte de la vida del hombre transcurre bajo
alumbrado artificial, se comprenderá el interés que hay en establecer normas prácticas para realizar
los proyectos de iluminación interior de forma que se unan la economía, la comodidad visual y el
sistema de alumbrado más apropiado para una determinada función.
El diseño de una instalación de alumbrado depende de muchos factores y se lleva a cabo mediante
el análisis previo de la tarea visual y sus necesidades particulares de iluminación.
La metodología de calculo que se propone esta basada en el método de los lúmenes, método que se
utiliza para calcular la iluminación promedio en el plano de trabajo, fija la cantidad y la posición de
las fuentes necesarias para alumbrar un local en el cual se practica una actividad conocida.
Una buena iluminación interior ha de cumplir cuatro condiciones esenciales:
1) Suministrar una cantidad de luz suficiente.
2) Eliminar todas las causas de deslumbramiento.
3) Proveer aparatos de alumbrado apropiados para cada caso particular.
4) Utilizar fuentes luminosas que aseguren una satisfactoria distribución de los colores.
La metodología que se propone a seguir para realizar la determinación de un proyecto de
alumbrado de interiores consistente en seguir el siguiente orden de operaciones, las mismas que se
describe en la tabla 14.
Tabla 14 Orden de operaciones para un proyecto de alumbrado
Unidad de
Orden secuencial de las magnitudes o elementos a definir Símbolos
medida
Definir las características del local que se quiere iluminar, objeto
1a. - -
y disposición de muebles, maquinarias, etc.
1b. Determinación del nivel medio de iluminación requerido. E lx
Elección del sistema de iluminación y de los aparatos de
2. - -
alumbrado así como el método de alumbrado.
Selección del tipo de lámpara, potencia y rendimiento cromático
3. - -
de la misma.
Elección de la altura de montaje o suspensión de los aparatos de
4. D m
alumbrado
5. Distribución o espaciamiento de los aparatos de alumbrado. - m
Determinación de la superficie del local que se proyecta
6. S m2
iluminar.
7. Determinación del índice del local K -
8. Determinación del factor de utilización. U -

9. Determinación del factor de mantenimiento o depreciación. ᵟ -

10. Cálculo del flujo luminoso total. Φ lm


Cálculo del número de lámparas necesario con relación al flujo
11a. Η -
emitido por cada fuente luminosa.
Cálculo del número de luminarias con relación al número de
11b. N -
lámparas por luminaria.
12a. Distribución de las luminarias en el local - -
Chequeo de que el espaciamiento entre luminarias, y entre
12b. e/2 m
luminarias y pared, cumpla con las distancias permisibles.
13 Cálculo de la potencia absorbida por la instalación. P KW

5.1 DETERMINACIÓN DEL NIVEL MEDIO DE ILUMINACIÓN REQUERIDO


El nivel de iluminación necesario para conseguir una visión eficaz, rápida y confortable de la tarea
encomendada, depende de ciertos factores, entre los que podemos mencionar:
 Magnitud de los detalles y de los objetos que se tratan de discernir.
 Distancia de estos objetos al órgano visual del observador.
 Factores de reflexión de los observadores.
 Contraste entre los detalles y los fondos sobre los que se destacan.
 Tiempo empleado en la observación de los objetos.
 Rapidez de movimiento de los objetos observados.
La mayor o menor dificultad de una tarea visual se debe apreciar en función de estos y otros
factores. Según la importancia de estos factores, se han prescrito distintos niveles de iluminación,
mediante investigaciones científicas, para los distintos tipos de locales y las diferentes tareas
visuales. Estos niveles de iluminación los expresa la comisión internacional de iluminación (CIE).
Se expresan los valores mínimos de iluminación que, en ningún caso se deben disminuir, y los
valores recomendables de iluminación para gran cantidad de las tareas visuales que se realizan en
fábricas, oficinas, aulas, viviendas, etc.
Sin embargo, se deben hacer todavía unas observaciones sobre los niveles de iluminación, que a
continuación se exponen.
Para iluminaciones inferiores a 100 lx se utilizará siempre el alumbrado general. Para iluminaciones
comprendidas entre 100 y 1000 lx se puede completar el alumbrado general con un alumbrado
individual o localizado, permanente o temporal, que nos permita alcanzar los valores deseados de
iluminación. Para iluminaciones superiores a 1000 lx, el alumbrado del plano de trabajo habrá de
ser localizado, lo que no excluye el necesario alumbrado general.
Los elevados valores necesarios para el alumbrado individual se pueden conseguir fácilmente por
medio de lámparas de pequeña potencia montadas en reflectores adecuados situados a poca
distancia del lugar donde se realiza el trabajo.
En los casos en que se precise un alumbrado individual combinado con el alumbrado general, los
niveles de iluminación correspondientes a ambos tipos de alumbrado deben estar relacionados entre
sí, de tal manera que el valor de iluminación para el alumbrado general no debe ser inferior al
indicado en el gráfico de la figura 35.
Figura 35 Gráfico de valores mínimos de iluminación

En aquellos casos en que el alumbrado general es el único empleado, debemos tener en cuenta el
factor de uniformidad, o sea, la relación:

Se considera iluminación media a la media aritmética de los niveles de iluminación en diferentes


puntos del local. En estas condiciones, el factor de uniformidad a de ser tal que:

Ecuación 7

5.2 ELECCIÓN DEL SISTEMA DE ILUMINACIÓN DE LOS APARATOS Y


MÉTODOS DE ALUMBRADO
En los acápites anteriores se describió los sistemas de alumbrado con las ventajas e inconvenientes
que presentaba cada uno de ellos; a continuación, completaremos los conceptos ya desarrollados,
analizando las características más importantes de cada sistema, con objeto de disponer de elementos
de juicio cuando se debe elegir entre ellos para un proyecto determinado.

 Para el correcto diseño de una iluminación de interior es necesaria la consulta de los


catálogos de los fabricantes de aparatos de alumbrado, para determinar qué tipo de aparato
es el más apropiado, de acuerdo con sus características constructivas y con su curva de
distribución luminosa. No se debe obviar que la interacción con la tipología del local es,
además, muy grande.
 La iluminación directa es apropiada para la obtención económica de altos niveles de
iluminación sobre el plano de las mesas y de los puestos de trabajo. Por lo tanto, es la
iluminación utilitaria por excelencia y encuentra muchas aplicaciones en el alumbrado de
talleres y en ciertas oficinas. Es interesante hacer observar que por su misma naturaleza
deja en la sombra las partes superiores del local y, por lo tanto, reduce las pérdidas de luz,
lo que puede resultar decisivo para su elección en el caso de locales provistos de dichos
elementos constructivos (fábricas, talleres, grandes naves industriales, etc.). Cuando se
utiliza la iluminación directa, hay que aumentar considerablemente los aparatos de
alumbrado, con el propósito de conseguir que cada objeto iluminado, reciba luz desde
varias direcciones a la vez, con lo que se consigue la disminución de sombras molestas. La
iluminación directa se realiza, en general, por medio de reflectores de chapa esmaltada o de
aluminio pulido anodizado y abrillantado. Con el objeto de dar a la luz obtenida cierto
grado de difusión y, a la vez, concentrar el flujo luminoso hacia las zonas útiles del local,
estos reflectores deben ser anchos y profundos.
 Con la iluminación semidirecta se hace intervenir la reflexión sobre el techo de una buena
parte de la luz emitida por los aparatos de alumbrado. De lo cual se deduce, que para la
utilización económica se debe limitar su empleo a los casos en que los techos no son muy
altos; y no se debe utilizar este sistema de iluminación en los locales provistos de
claraboyas en el techo. También es un sistema utilitario de iluminación, que se emplea
bastante en los locales de trabajo. Permite la realización relativamente económica de
elevados niveles de iluminación con las ventajas de iluminación directa de que las sombras
son bastante más suaves porque, como ya sabemos, los objetos reciben, a la vez, la luz
directa de los aparatos de alumbrado y la reflejada en el techo y en las paredes.
 Con la iluminación difusa se da una importancia creciente a la reflexión de la luz sobre el
techo y las paredes. Por lo tanto desaparecen casi por completo las sombras de los objetos,
pero se aconseja que el techo y las paredes estén pintados de colores claros, con el objeto de
disminuir en lo posible las pérdidas por absorción que, de otro modo, resultarían muy
elevadas.

Con la iluminación semidirecta y más aún con la indirecta, las fuentes secundarias, a que equivalen
las paredes y el techo del local, tiene un efecto preponderante sobre las fuentes de luz primarias que,
en estos casos, son las lámparas eléctricas. Las sombras desaparecen totalmente el alto grado de
difusión del flujo luminoso crea una impresión sedante sobre el ánimo del observador. Así mismo,
desparece también el riesgo del deslumbramiento directo, ya que las lámparas están ocultadas los
ojos del observador.
La supresión absoluta de sombras puede resultar favorable para ciertos trabajos de oficina; pero
otras veces, la falta de plasticidad de los objetos obtenidos en estos sistemas de iluminación, puede
resultar poco apropiada para los fines requeridos, en este último caso, se debe completar el
alumbrado del local por medio de aparatos de alumbrados auxiliares, como “apliques”, etc.,
introduciendo así cierta proporción de iluminación semidirecta o mixta y restableciendo, por tanto,
la sensación de plasticidad.
La iluminación semidirecta y todavía más, la indirecta, precisan, necesariamente, que el techo y las
paredes estén pintadas con materiales de muy alto factor de reflexión, y aunque esta condición se
cumpla, el consumo de energía es mayor que para los otros sistemas de iluminación.
Con frecuencia, se realiza el alumbrado de locales con el sistema de iluminación indirecta, por
medio de lámparas fluorescentes disimuladas en las cornisas, con reflectores o sin ellos, que
iluminan el techo. Este procedimiento de alumbrado es conveniente para salas de espera, salas de
recepción, etc. Muchas veces se agrega aparatos de alumbrado suplementario como lámparas
portátiles, apliques, etc., de carácter decorativo que, a la vez, crean zonas de alumbrado localizado.
A continuación se da el valor aproximado de los rendimientos luminosos correspondientes a los
diferentes sistemas de iluminación:

Directo 0,45
Semidirecto 0,40
Difuso 0,35
Semiindirecto 0,25
Indirecto 0,20

En este punto del diseño de iluminación de interiores debemos seleccionar el método de alumbrado
a proyectar, teniendo en cuenta la dificultad de la tarea visual, necesidad de alumbrado localizado u
otras restricciones o necesidades.

5.3 SELECCIÓN DEL TIPO DE LÁMPARA, POTENCIA Y RENDIMIENTO


CROMÁTICO DE LA MISMA
Los criterios que se deben seguir para la elección del tipo de lámparas, teniendo en cuenta que
podemos elegir las diferentes clases de lámparas que hemos presentado en los acápites anteriores
son:
La lámpara de incandescencia es de cómodo empleo. Existe una gran gama muy amplia de
potencias disponibles, por lo tanto, podrá resultar una buena solución en la gran parte de los
problemas de alumbrado. Sin embargo, su bajo rendimiento luminoso y su duración útil media,
reducida a unas 1000 h, restringen prácticamente su utilización a los casos en que basta un nivel de
iluminación inferior a 200 lx cuando la cantidad de horas de utilización anual es inferior a 2000 h.
En las condiciones indicadas, el empleo de la lámpara de incandescencia resulta económico, debido
al costo moderado del material y de la instalación y a pesar del precio elevado de la energía
consumida por esas lámparas y de la mano de obra necesaria para la reposición de estas al final de
su vida útil.
La lámpara fluorescente se impone cuando se precisa una elevada temperatura de color (4500-6500
K), es decir, para tonos blancos de luz, con predominio de los colores neutros y fríos del espectro.
También resulta interesante su empleo, cuando el nivel de iluminación necesario sobre el plano útil
del trabajo, a de alcanzar o sobrepasar los 200 lx, sobre todo si la instalación a de estar funcionando
durante una elevada cantidad de horas al año (2000 h o más).
Cuando las condiciones de cantidad de luz son menos exigentes, sobre todo en el alumbrado
industrial, se podrá estudiar la utilización de la lámparas de vapor de mercurio de color corregido, y
de las de vapor de mercurio de luz mixta. Las lámparas de vapor de mercurio de color corregido
resultan económicas por su elevado rendimiento luminoso, y por su larga duración útil resultan
especialmente indicadas para alumbrado directo, con aparatos de alumbrado suspendido a mucha
altura, en las grandes naves industriales.
En esta aplicación particular, su elevada potencia unitaria permite aprovechar bien su gran altura de
suspensión, separando debidamente los aparatos de alumbrado y disminuyendo, por tanto, la
cantidad de estos. En iluminación interior, solamente en algunos casos excepcionales se podrá usar
la lámpara de vapor de sodio. A pesar de su buen rendimiento y de su gran duración, esta lámpara
no se emplea más, en alumbrado de interiores por el monocromatismo de su emisión luminosa.
Actualmente se utilizan en instalaciones de alumbrado de carreteras, almacenes exteriores, etc.
A modo de resumen podemos concluir que a razón de carácter industrial, comercial, deportivo,
donde existen naves de considerable altura, las lámparas de vapor de mercurio, las de color
corregido, las de halogenuros metálicos y, en menor escala, por su peor reproducción de colores, las
de vapor de sodio de alta presión, son las más económicas cuando se desea obtener altos niveles
de iluminación. La altura de 4 m es la mínima exigible para instalar este tipo de luminarias en caso
de estancias prolongadas en el local, para evitar causar problemas desagradables de visión.
En oficinas, escuelas, almacenes, etc., y en general, en todos aquellos locales de poca altura, se
utilizan mucho las lámparas fluorescentes de excelente rendimiento y bajo brillo. Una ventaja, nada
desdeñable, del alumbrado fluorescente consiste en la posibilidad de, dada una disposición inicial
determinada, coordinar con nuevos elementos fluorescentes la instalación existente, logrando así los
requerimientos de uniformidad, disminución de sombras y eventuales incrementos futuros de nivel
lumínico exigible. Las lámparas incandescentes no son recomendables con exigencias de altos
niveles de iluminación, por su bajo rendimiento unitario y corta vida.
En la actualidad se están presentando muchas propuestas (algunas se han llevado a cabo) para la
modificación de luminarias ya instaladas, y adaptarlas a diferentes sistemas de LED’S con
diferentes soluciones LED’S, bien con “lámparas de reemplazo” o mediante la “sustitución de todo
el sistema óptico”. Ante estas situaciones, el usuario debe saber que, cuando se coloca el LED en
una luminaria y a ésta se la hace funcionar para iluminar (encendida de forma continuada en un
periodo superior a escasos milisegundos), este LED se calienta: por lo tanto el flujo emitido por el
mismo será menor que el nominal indicado por el fabricante del propio diodo LED y dependerá de
la capacidad de la luminaria para disipar el calor desprendido por el LED. Esta capacidad, al no
haberse diseñado la luminaria para los LED’S, será normalmente pequeña.
A la hora de utilizar una luminaria de LED’S en un proyecto de iluminación, los parámetros más
importantes a determinar son tres:

 Flujo total útil ofrecido por la luminaria (ya expuesto en el apartado correspondiente)
 Fotometría de la luminaria (es necesaria una fotometría específica de la luminaria con el
sistema de LEDs propuesto)
 Factor de mantenimiento a aplicar
5.4 ELECCIÓN DE LA ALTURA DE SUSPENSIÓN DE LOS APARATOS DE
ALUMBRADO
La altura de suspensión de los aparatos de alumbrado es una característica fundamental de todo
proyecto de iluminación de interior, llamaremos:
d: Distancia vertical de los aparatos de alumbrado al plano útil de trabajo, situado, como sabemos,
a 0,80 m del suelo.
d': Distancia vertical de los aparatos de alumbrado al techo.
h: Altura desde el techo a dicho plano útil de trabajo.
En los locales de altura media como oficinas, salas de clases, habitaciones, etc., la tendencia actual
es situar los aparatos de alumbrado tan altos como sea posible. Procediendo de esta manera se
disminuye considerablemente el riesgo de deslumbramiento, se pueden separar los focos luminosos,
lo que permite disminuir también la cantidad de ellos.
Para iluminación directa, semidirecta y difusa la relación entre d y h será, como mínimo:

Ecuación 8

y, siempre que sea posible, se debe procurar que:

Ecuación 9
Para iluminación indirecta, la distancia entre los aparatos de alumbrado y el techo, no debe
descender por debajo de cierto límite, con el objeto de aprovechar la uniformidad de alumbrado de
este último. Generalmente, se toma:

Ecuación 10

A veces, sobre todo en interiores industriales, los locales son de gran altura. Por ejemplo, en las
naves en que deban instalarse grúas puente o monorraíles (cadenas de fabricación); también, cuando
las dimensiones verticales de los aparatos fabricados o de las máquinas herramientas sean muy
grandes (construcción de grandes máquinas, fabricación de aviones, hangares, etc.)
Puede suceder, por lo tanto, que los aparatos de alumbrado sean situados a muy grandes alturas por
encima del plano útil (7 m y más). En estos casos se puede adoptar la altura mínima compatible con
las condiciones locales, sin tener en cuenta la altura de los techos y claraboyas existentes.

5.5 DISTRIBUCIÓN O ESPACIAMIENTO DE LOS APARATOS DE


ALUMBRADO
Las luminarias se deben distribuir en el local a iluminar sobre la base de muchas consideraciones,
por lo cual se establecen reglas generales aconsejables. Estas se limitan a considerar que el objetivo
principal consiste en obtener el mejor factor de uniformidad posible. Para ello las interdistancias
horizontales y verticales se deben ajustar valores específicos para cada tipo de luminaria, y vienen
relacionados con su altura de montaje.
Casi siempre, los locales que se tratan de iluminar son de forma rectangular, en este caso los
aparatos de alumbrado se sitúan formando hileras paralelas al eje mayor o al eje menor del local. En
los demás casos, la situación de los aparatos de alumbrado depende, evidentemente, de la forma que
tenga la superficie de trabajo.
En la presente metodología para el cálculo de iluminación de interiores llamaremos:
e: Distancia horizontal entre dos luminarias contiguas.
d: Distancia vertical de las luminarias al plano útil de trabajo.
La uniformidad de iluminación depende de la forma en que se cortan los haces luminosos de los
aparatos de alumbrado que, a su vez depende de la abertura de dichos aparatos (aparatos
concentrantes, extensivos, etc.) y además, de la altura de suspensión d. Para un mismo tipo de
aparato de alumbrado, no cambia la forma en que se cortan los haces luminosos, si a la vez se
modifican proporcionalmente los valores de e y de d, dicho de otra manera, la uniformidad de
iluminación es función de la relación: e/d.
Por tanto, para asegurar esta uniformidad bastará con fijar un límite superior para la relación
anterior.
Las características fotométricas de los modernos aparatos de alumbrado, conducen a que se empleen
las normas establecidas por la CIE que describiremos a continuación, para iluminación directa,
semidirecta y mixta, en la figura 36 se presenta la forma de como se debe realizar la distribución de
los aparatos de alumbrado.

Figura 36 Distribución de los aparatos de alumbrado para instalaciones de iluminación semidirecta y


mixta

El valor de la relación será:

Para luminarias industriales o abiertas y para luminarias con rejillas o con difusores, el
valor de la relación será:

Para los casos de iluminación semiindirecta e indirecta (figura 37), se le llama d’ a la


distancia vertical de los aparatos de alumbrado al techo.
Figura 37 Distribución de los aparatos de alumbrado para instalaciones de iluminación semiindirecta e
indirecta

En estos casos, resulta preponderante la influencia del techo; por lo tanto, hay que asegurar
una iluminación lo más uniforme posible del mismo.
Los aparatos de alumbrado empleados en este sistema de iluminación son muy extensivos y
la relación anterior toma la forma:

Si se admite que:

Lo que es razonable para habitaciones y locales de altura normal, la relación anterior se


convierte en:

En todos los sistemas de iluminación (directa, indirecta, etc.), para determinar la distancia
desde los aparatos de alumbrado a los muros o paredes, llamaremos:
e': Distancia horizontal desde los aparatos extremos de una fila al muro perpendicular a esta
fila.
En general se adopta este valor:
Y en los casos particulares que los puestos de trabajo como pupitres, mesas, máquinas, etc.,
se deben situar a lo largo de este muro, se adoptará el valor:

Para el caso de luminarias tipo reflectores, mercurio, sodio, etc., el espaciamiento es el que
se muestra en la tabla 15.

Tabla 15 Espaciamiento entre reflectores

Reflectores de haz amplio e=d

Reflectores de haz medio e = 0,9d

5.6 DETERMINACIÓN DE LA SUPERFICIE DEL LOCAL


La determinación de la superficie (S) del local que se proyecta iluminar, no es más que el
área total del local que se va a iluminar, en m2, donde:
A=L·a
5.7 DETERMINACIÓN DEL ÍNDICE DEL LOCAL (K)
Las características geométricas del local influyen en la eficiencia de un sistema de alumbrado; estas
características se consideran a través de un coeficiente denominado índice del local, el que toma en
consideración el ancho (a) y la profundidad (b) del local en cuestión, así como la altura de la
lámpara al plano de trabajo. Los valores se expresan en metro, tal como se muestra en la figura 38.

Figura 38 Características geométricas del local

Es decir, que el índice del local resume las relaciones de las tres dimensiones del local, y se expresa
por la siguiente expresión:
Para distribuciones con luz directa, semidirecta y mixta:

Ecuación 11

Para distribuciones con luz indirecta, semiindirecta:

Ecuación 12

5.8 DETERMINACIÓN DEL FACTOR DE UTILIZACIÓN (U)


El factor de utilización es la relación del flujo luminoso que llega al plano de trabajo y el flujo
luminoso total suministrado por las lámparas.
Es un factor obtenido experimentalmente en locales normalizados, utilizando luminarias de
características fotométricas similares a las que se piensa emplear. Este factor depende de:
a) Sistema de iluminación.
b) Características de la luminaria.
c) Del índice (K) del local.
d) Del factor de reflexión de techo y paredes.
Para comprender este factor y su procedimiento de cálculo, son precisos unos razonamientos
previos, que detallaremos a continuación.
En el local cerrado, el flujo luminoso emitido por las lámparas no llega en su totalidad a la
superficie útil de trabajo. Una parte de este flujo se pierde totalmente por absorción en las paredes y
techos.
En la figura 39 se aprecia que la distribución en el espacio del flujo luminoso emitido por las
lámparas, después de haber sido absorbida una parte de dicho flujo por los aparatos de alumbrado.
Figura 39 Distribución del flujo luminoso en un local cerrado

Una parte del flujo luminoso (1) de la figura 39 llega directamente a la superficie de trabajo; otra
parte de este flujo (2), se dirige hacia las paredes donde una fracción se absorbe y otra fracción llega
también a la superficie de trabajo, después de una o varias reflexiones. Finalmente, otra parte del
flujo luminoso (3), se emite hacia el techo donde, como antes, una porción se absorbe y otra llega a
la superficie de trabajo después de varias reflexiones.
Para llegar al concepto de factor de utilización llamaremos:
ϕo: Flujo luminoso total emitido por las lámparas.
ϕA: Flujo luminoso emitido por los aparatos de alumbrado.
ϕn: Flujo luminoso útil, que llega a la superficie de trabajo.
Como hemos visto, en los aparatos de alumbrado hay pérdida de flujo luminoso, por la absorción de
los materiales que constituyen dichos aparatos. Se da el nombre de rendimiento de los aparatos de
alumbrado a la relación:
Ecuación 13

Finalmente, el factor de utilización viene definido por la relación:

Ecuación 14

Es decir, que el factor de utilización es la relación entre el flujo luminoso útil y el flujo emitido por
las lámparas. Siempre será menor que la unidad, pues se trata de la expresión de un rendimiento.
Hay que tener presente que la parte de flujo luminoso que no es absorbida por las paredes ni el
techo y que tampoco no llega a la superficie; pero cumple una función visual muy importante, ya
que ilumina y hace visible la parte de espacio comprendida dentro del local.
El valor del factor de utilización depende, de todas las pérdidas de flujo que pueden producirse
entre la emisión de la luz por las lámparas, hasta la llegada del flujo a la superficie de trabajo. A su
vez, estas pérdidas de flujo dependen de los siguientes factores:
1) Rendimiento de los aparatos de alumbrado.
2) Forma en que el flujo se divide en tres partes que se dirigen: al techo, a las paredes, y al
plano útil de trabajo respectivamente.
3) Factores de reflexión de las paredes y del techo.
4) Dimensiones del local.
Resulta evidente que, en igualdad de condiciones el factor de utilización será tanto mejor; es decir,
tanto más próximo a la unidad cuanto más elevado sea el rendimiento de los aparatos de alumbrado.
En lo que se refiere a la distribución del flujo, dirigido hacia las paredes, techo y superficie de
trabajo, respectivamente, esta condición está determinada por la distribución del aparato del
alumbrado y por las dimensiones del local. Para un local determinado, la influencia de las paredes y
del techo sobre el valor del factor de utilización aumenta si se reemplaza sucesivamente; la
iluminación directa por la semidirecta, la mixta, la semiindirecta y la indirecta; lo que quiere decir
que, por esta cusa el factor de utilización irás disminuyendo.
También es fácil comprender que si se tienen dos locales de las mismas dimensiones, y se utilizan
las mismas lámparas y los mismo aparatos de alumbrado, tendrá mejor factor de utilización el local
cuyas paredes y techo tengan más elevado factor de reflexión.
Finalmente, el factor de utilización depende también de las dimensiones del local.
Para comprender mejor estos conceptos, supongamos (figura 40) un local que se va a iluminar con
un sistema de iluminación determinado, por ejemplo, iluminación semidirecta; si se tiene otro local
(figura 41) cuyas dimensiones tomadas en relación con la superficie útil de trabajo, son
proporcionales al local anterior y además, en este último local se instala el mismo número de
lámparas, distanciadas entre sí, y respecto a muros y plano de trabajo de forma también
proporcional a las lámparas del local anterior, se puede decir que ambas instalaciones son
semejantes y que para cada aparto, los ángulos sólidos que determinan la parte de flujo luminoso
correspondiente al techo y a las paredes respectivamente son iguales en ambos locales.
Figura 40 Figura explicativa del concepto de factor de utilización

Figura 41 Las dimensiones de este local son proporcionales al de la figura 40

Por lo tanto, en iguales circunstancias, el factor de utilización es también el mismo para los dos
locales.
Por el contrario, en un local de gran longitud y poca altura (figura 42) la distribución del flujo
luminoso es muy diferente a la de un local de gran altura y poca longitud (figura 43)

Figura 42 En un local de pequeña altura y grandes dimensiones horizontales se obtiene un deficiente


factor de utilización
Figura 43 En un local de gran altura y pequeñas dimensiones horizontales se obtiene un deficiente factor
de utilización

Además, se puede observar en las dos figuras anteriores que la cantidad de flujo enviado al plano
útil de trabajo es proporcional a las dimensiones horizontales del local (largo y ancho) e
inversamente proporcional a la altura del local.
Por lo tanto para un mismo aparato de alumbrado, y suponiendo iguales las demás condiciones
(reflexión de muros, y paredes, nivel de iluminación, etc.), se obtiene mejor factor de utilización en
aquellos locales cuyas dimensiones horizontales son grandes respecto a su altura y, recíprocamente,
un factor de utilización pequeño, en los locales de gran altura y reducidas dimensiones horizontales.
Por otra parte, no hay que olvidar que esta influencia de las dimensiones el local sobre el valor del
factor de utilización se hace más notoria cuanto mayor sea la proporción de flujo luminoso enviada
hacia el techo y las paredes (iluminación indirecta, por ejemplo), y también cuanto menores sean los
factores de reflexión del techo y de las paredes.
Los proyectos de iluminación se refieren, generalmente, a locales paralelepípedos rectangulares.
Desde el punto de vista del factor de utilización los estudios teóricos y experimentales han
demostrado que la forma de estos locales puede caracterizarse por un coeficiente, denominado
índice del local, que combina las relaciones de la longitud y la anchura del local con su altura. Es
decir, que el índice del local, resume las relaciones de las tres dimensiones del local.
La determinación de los factores de utilización se realiza por medio de tablas, cuyos valores son el
resultado de trabajos teóricos y experimentales.
En dichas tablas se expresan los factores de utilización para diferentes tipos de aparatos de
alumbrado, distintos valores del índice del local, factores de reflexión de techo y paredes.
5.9 DETERMINACIÓN DEL FACTOR DE MANTENIMIENTO O DE
DEPRECIACIÓN
Este factor tiene en cuenta la depreciación de las características fotométricas de las luminarias. El
envejecimiento de las lámparas varía según las condiciones ambientales y la forma como se efectúa
el mantenimiento.
Se sabe que las lámparas sufren un proceso de envejecimiento, durante el cual el flujo luminoso va
disminuyendo; además, los aparatos de alumbrado y las pinturas del local también envejecen, y
disminuyen; por tanto, el factor de reflexión de unos y otros, y en muchas ocasiones, la
acumulación de polvo en las paredes, techo y aparatos de alumbrado también contribuye a aumentar
la depreciación de la instalación. Todos los efectos citados se han de tener en cuenta en los cálculos
de iluminación; generalmente se expresan por medio de un factor correctivo, denominado factor
de depreciación, siempre mayor que la unidad, y que expresa el aumento del flujo luminoso que se
debe tener en cuenta por este concepto.
Las tablas que indican los factores de utilización para los diversos tipos de lámparas emitidas por
los fabricantes dan, a su vez, los valores de los factores de mantenimiento o depreciación
relacionados con estas.
5.10 CÁLCULO DEL FLUJO LUMINOSO TOTAL
Una vez conocido el factor de utilización, se puede calcular el flujo luminoso necesario
para producir una iluminación E, sobre la superficie útil de trabajo S, expresada en metros
cuadrados. Evidentemente, el flujo luminoso útil para iluminar esta superficie, se calcula
con la siguiente expresión:
Ecuación 15

Recordando que el factor de utilización viene expresado por:

Ecuación 16

Se tiene que:

Ecuación 17

Expresión que permite calcular el flujo luminoso total que se necesita para conseguir una
iluminación media E sobre la superficie útil de trabajo.
Pero como se deben tener en cuenta los factores de mantenimiento o depreciación, la expresión de
cálculo definitiva que expresa el flujo luminoso necesario para iluminar un local, será la siguiente:
Ecuación 18

5.11 CÁLCULO DEL NÚMERO DE LÁMPARAS Y LUMINARIAS


Este paso es consecuencia del anterior pues, según los distintos rendimientos luminosos unitarios,
se obtiene para el mismo flujo total, ϕT, una cantidad de lámparas diferentes, considerando, además,
la distinta cantidad de lámparas por luminarias que eventualmente puede darse, especialmente en
luminarias. Para ellos se tiene las siguientes expresiones de cálculo:

Ecuación 19

Donde:
ϕT: flujo luminoso total.
ϕlámpara: flujo luminoso unitario de cada lámpara.

Ecuación 20

5.12 DISTRIBUCIÓN DE LAS LUMINARIAS


Las luminarias calculadas se deben distribuir en el local a iluminar, sobre la base de muchas
consideraciones, por lo cual establecer reglas generales no es aconsejable.
El objetivo principal en las salas de trabajo consiste en obtener el mejor factor de uniformidad
posible. Para ello las distancias horizontales y verticales deben ajustarse a los valores ya
especificados.
La realidad es que los factores arquitectónicos, forma y altura, principalmente, unidos a la ubicación
de los lugares de trabajo y los elementos estructurales, son otros tantos factores que condicionan
fuertemente el emplazamiento de las luminarias. Estas se deben elegir, de formato rectangular, si es
posible en locales rectangulares, y cuadrados en locales cuadrados. Las tiras continuas iluminadas
en locales largos y estrechos; se adecuan perfectamente a la sensación de aumentar la profundidad
del local, logrando así un reparto especial de la luz muy adecuado. Los modelos de disposición
regular, siguiendo líneas rectas, resultan siempre adecuados.
En resumen, lo correcto es cumplir los requisitos de separación con la menor cantidad de lámparas
posible, para minimizar el costo total de la instalación, así como su mantenimiento. En efecto, si no
se busca la máxima separación permitida, no se saca todo el partido posible de la distribución
luminosa del modelo adoptado.
5.13 TABLAS PARA EL CÁLCULO DE PROYECTO DE ALUMBRADO
INTERIOR
Para la determinación de los factores de utilización y de los factores de depreciación en los
diferentes casos que se pueden presentar en los proyectos de alumbrado interior, se presentan las
tablas, 16 a la 27.
En ellas se han tenido en cuenta los siguientes factores:
1) Sistema de iluminación.
2) Rendimiento del aparato de alumbrado.
3) Factores de reflexión de techo y paredes.
4) Índice local.
5) Distribución de los aparatos de alumbrado.
6) Factores de depreciación.
A continuación se resumen las influencias de todos los factores citados.

5.13.1 SISTEMA DE ILUMINACIÓN


En la columna de la izquierda de las tablas 16 a la 27, se han dibujado esquemáticamente aparatos
de alumbrado típico, correspondientes a cada sistema de iluminación.

Tabla 16 Iluminación directa


Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
depreciación
Índice del
Limpieza cada
Rend local K
tipo 1 2 3
ηA
año años años
1 0,27 0,21 0,17 0,26 0,21 0,17 0,26 0,21 0,17

1,2 0,32 0,26 0,21 0,31 0,25 0,21 0,30 0,25 0,21

1,5 0,38 0,32 0,27 0,37 0,32 0,27 0,36 0,31 0,27
0 2 0,46 0,40 0,36 0,45 0,40 0,36 0,44 0,39 0,36 Suciedad baja

↑ 2,5
3
0,51
0,55
0,46
0,50
0,42
0,46
0,50
0,54
0,46
0,50
0,42
0,46
0,49
0,53
0,45
0,49
0,42
0,46
x x X

80 4 0,61 0,56 0,53 0,60 0,56 0,53 0,59 0,55 0,53 Suciedad normal

↑ 5
6
0,64
0,67
0,60
0,63
0,57
0,61
0,63
0,66
0,60
0,63
0,57
0,60
0,62
0,65
0,60
0,62
0,57
0,60
1,35 1,55 x

80 8 0,70 0,67 0,65 0,69 0,67 0,65 0,68 0,66 0,65 Suciedad alta

10 0,72 0,70 0,68 0,71 0,69 0,67 0,71 0,69 0,67 1,65 2,15 x
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,29 0,23 0,19 0,28 0,23 0,19 0,28 0,23 0,19
1,2 0,35 0,29 0,25 0,34 0,29 0,25 0,33 0,28 0,25

1,5 0,42 0,37 0,33 0,41 0,36 0,33 0,41 0,36 0,33

2 0,52 0,47 0,44 0,51 0,47 0,44 0,50 0,47 0,44

Tabla 17 Iluminación semidirecta


Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del local Limpieza cada
Rend
tipo K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,27 0,21 0,17 0,25 0,20 0,16 0,23 0,19 0,15

1,2 0,32 0,26 0,21 0,30 0,24 0,20 0,27 0,23 0,19

1,5 0,38 0,32 0,27 0,35 0,30 0,26 0,33 0,28 0,24

2 0,46 0,40 0,35 0,43 0,37 0,33 0,39 0,35 0,32 Suciedad baja

2,5 0,51 0,45 0,41 0,47 0,43 0,39 0,44 0,40 0,36 1,25 1,40 X
20
3 0,55 0,50 0,45 0,51 0,47 0,43 0,47 0,44 0,40
↑ 4 0,60 0,56 0,52 0,56 0,52 0,49 0,52 0,49 0,46 Suciedad normal

5 0,64 0,60 0,56 0,60 0,56 0,53 0,56 0,53 0,50 1,45 1,80 x
88
6 0,66 0,63 0,59 0,62 0,59 0,56 0,58 0,56 0,53

↑ 8 0,70 0,67 0,64 0,66 0,63 0,61 0,61 0,59 0,57 Suciedad alta

10 0,72 0,69 0,67 0,68 0,65 0,63 0,64 0,62 0,60 1,65 2,15 x
68
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,29 0,23 0,19 0,27 0,22 0,18 0,25 0,20 0,17
1,2 0,35 0,28 0,24 0,32 0,27 0,23 0,30 0,25 0,22

1,5 0,41 0,36 0,31 0,39 0,34 0,30 0,36 0,32 0,28
2 0,51 0,46 0,42 0,48 0,43 0,40 0,45 0,41 0,38
Tabla 18 Iluminación difusa
Factores
Aparato de alumbrado Índice Factores de utilización
depreciación
del
Limpieza cada
Rend local
tipo 1 2 3
ηA K
año años años
1 0,20 0,15 0,12 0,18 0,13 0,10 0,15 0,11 0,09
1,2 0,24 0,18 0,15 0,21 0,16 0,13 0,17 0,14 0,11
1,5 0,28 0,23 0,19 0,24 0,20 0,16 0,21 0,17 0,14
2 0,34 0,29 0,25 0,30 0,25 0,21 0,25 0,21 0,18 Suciedad baja
2,5 0,39 0,33 0,29 0,33 0,29 0,25 0,28 0,25 0,22 1,25 1,40 X
3 0,42 0,37 0,32 0,36 0,32 0,28 0,31 0,27 0,24
35
4 0,46 0,42 0,38 0,40 0,36 0,33 0,34 0,31 0,29 Suciedad normal

5 0,50 0,45 0,42 0,43 0,40 0,37 0,37 0,34 0,32 1,45 1,80 x
79
6 0,52 0,48 0,45 0,45 0,42 0,39 0,39 0,36 0,34

8 0,55 0,52 0,49 0,48 0,45 0,43 0,42 0,39 0,37 Suciedad alta
80
10 0,57 0,54 0,51 0,50 0,48 0,46 0,43 0,41 0,40 x x x
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,21 0,16 0,12 0,18 0,14 0,11 0,15 0,12 0,09
1,2 0,25 0,19 0,16 0,21 0,17 0,14 0,18 0,14 0,12
1,5 0,30 0,24 0,20 0,26 0,21 0,18 0,22 0,18 0,15
2 0,36 0,31 0,27 0,32 0,27 0,24 0,27 0,24 0,21
Tabla 19 Iluminación semiindirecta
Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del Limpieza cada
Rend
tipo local K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,24 0,19 0,15 0,18 0,15 0,12 0,13 0,11 0,09

1,2 0,28 0,22 0,19 0,21 0,18 0,15 0,16 0,13 0,11

1,5 0,33 0,28 0,24 0,25 0,22 0,19 0,19 0,16 0,14

2 0,39 0,34 0,31 0,31 0,27 0,25 0,22 0,20 0,18 Suciedad baja

2,5 0,44 0,39 0,36 0,34 0,31 0,28 0,25 0,23 0,21 1,35 1,55 X
69
3 0,47 0,43 0,39 0,37 0,34 0,31 0,27 0,25 0,23
↑ 4 0,51 0,48 0,45 0,40 0,38 0,36 0,30 0,28 0,27 Suciedad normal

5 0,54 0,51 0,49 0,43 0,41 0,39 0,32 0,30 0,29 1,65 2,15 x
89
6 0,56 0,54 0,51 0,45 0,43 0,41 0,33 0,32 0,30

↑ 8 0,59 0,57 0,55 0,47 0,45 0,44 0,35 0,34 0,33 Suciedad alta

10 0,61 0,59 0,57 0,48 0,47 0,46 0,36 0,35 0,34 x x x


20
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,24 0,19 0,16 0,19 0,15 0,13 0,14 0,11 0,10

1,2 0,28 0,23 0,20 0,22 0,19 0,12 0,17 0,14 0,12

1,5 0,34 0,29 0,25 0,27 0,23 0,20 0,20 0,18 0,16

2 0,41 0,36 0,33 0,32 0,29 0,27 0,24 0,22 0,20


Tabla 20 Lámparas fluorescente normal en regleta de montaje
Factores
Aparato de alumbrado Índice Factores de utilización
depreciación
del
Limpieza cada
Rend local
tipo 1 2 3
ηA K
año años años
1 0,27 0,20 0,16 0,24 0,18 0,15 0,21 0,16 0,13

1,2 0,31 0,25 0,20 0,28 0,22 0,18 0,25 0,20 0,16

1,5 0,37 0,31 0,26 0,33 0,28 0,23 0,29 0,25 0,21

2 0,45 0,39 0,34 0,40 0,35 0,31 0,35 0,31 0,28 Suciedad baja

Lámpara fluorescente en 2,5 0,50 0,44 0,39 0,45 0,40 0,36 0,40 0,36 0,32 1,25 1,40 1,55
33
regleta de montaje 3 0,54 0,48 0,44 0,48 0,44 0,40 0,43 0,39 0,36
↑ 4 0,60 0,55 0,50 0,54 0,50 0,46 0,48 0,44 0,41 Suciedad normal

5 0,63 0,59 0,55 0,57 0,53 0,50 0,51 0,48 0,45 1,45 1,80 2,05
93
6 0,66 0,62 0,59 0,60 0,56 0,53 0,53 0,51 0,48

↑ 8 0,70 0,66 0,63 0,63 0,60 0,58 0,57 0,54 0,52 Suciedad alta

10 0,72 0,69 0,66 0,65 0,63 0,61 0,59 0,57 0,55 x x x


60
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,28 0,22 0,17 0,25 0,20 0,16 0,22 0,18 0,14

1,2 0,33 0,27 0,22 0,29 0,24 0,20 0,26 0,22 0,18

1,5 0,40 0,34 0,29 0,36 0,30 0,27 0,32 0,28 0,24

2 0,49 0,43 0,38 0,44 0,39 0,35 0,39 0,36 0,32


Tabla 21 Iluminación directa con armadura sencilla
Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del Limpieza cada
Rend
tipo local K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,29 0,24 0,20 0,29 0,23 0,20 0,28 0,23 0,20

1,2 0,35 0,29 0,25 0,34 0,28 0,25 0,33 0,28 0,24

1,5 0,41 0,36 0,31 0,41 0,35 0,31 0,40 0,35 0,31

2 0,50 0,45 0,41 0,49 0,44 0,41 0,48 0,44 0,41 Suciedad baja

2,5 0,55 0,50 0,47 0,54 0,50 0,46 0,53 0,50 0,46 x x x
Armadura de artesa 0
3 0,59 0,55 0,51 0,58 0,54 0,51 0,58 0,54 0,51
con
fluorescentes
lámparas
↑ 4 0,65 0,61 0,58 0,64 0,60 0,58 0,63 0,60 0,57 Suciedad normal

5 0,68 0,65 0,62 0,67 0,64 0,62 0,66 0,64 0,62 1,40 1,70 1,90
82
6 0,70 0,67 0,65 0,69 0,67 0,65 0,69 0,67 0,65

↑ 8 0,73 0,71 0,69 0,72 0,71 0,69 0,72 0,70 0,69 Suciedad alta

10 0,75 0,73 0,71 0,74 0,73 0,71 0,74 0,72 0,71 1,85 2,55 3,10
82
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,32 0,26 0,22 0,31 0,26 0,22 0,30 0,26 0,22
1,2 0,28 0,33 0,29 0,37 0,32 0,29 0,37 0,32 0,29

1,5 0,46 0,41 0,38 0,46 0,41 0,38 0,45 0,41 0,38

2 0,57 0,53 0,50 0,57 0,53 0,50 0,56 0,53 0,50


Tabla 22 Iluminación directa con armadura de celosías

Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del Limpieza cada
Rend
tipo local K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,24 0,21 0,18 0,24 0,20 0,18 0,24 0,20 0,18

1,2 0,29 0,25 0,22 0,28 0,24 0,22 0,28 0,24 0,22

1,5 0,34 0,30 0,27 0,33 0,30 0,27 0,33 0,29 0,27

2 0,40 0,37 0,34 0,39 0,36 0,34 0,39 0,36 0,34 Suciedad baja

2,5 0,43 0,40 0,38 0,43 0,40 0,38 0,42 0,40 0,38 1,30 1,45 1,65
0
Directo con celosías 3 0,46 0,43 0,41 0,45 0,43 0,41 0,45 0,43 0,41
↑ 4 0,49 0,47 0,45 0,49 0,47 0,45 0,48 0,46 0,45 Suciedad normal

5 0,51 0,49 0,48 0,51 0,49 0,47 0,50 0,49 0,47 1,55 1,90 2,15
60
6 0,53 0,51 0,49 0,52 0,51 0,49 0,52 0,50 0,49

↑ 8 0,54 0,53 0,52 0,54 0,53 0,52 0,54 0,53 0,52 Suciedad alta

10 0,56 0,54 0,53 0,55 0,54 0,53 0,55 0,54 0,53 X X x


60
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,27 0,23 0,21 0,26 0,23 0,21 0,26 0,23 0,21

1,2 0,32 0,29 0,26 0,32 0,28 0,26 0,31 0,28 0,26

1,5 0,39 0,36 0,33 0,38 0,35 0,33 0,38 0,35 0,33

2 0,46 0,44 0,42 0,46 0,44 0,42 0,45 0,44 0,42


Tabla 23 Iluminación directa con armadura de pantalla difusora
Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del Limpieza cada
Rend
tipo local K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,24 0,19 0,18 0,23 0,19 0,16 0,23 0,19 0,16

1,2 0,28 0,23 0,20 0,27 0,23 0,20 0,27 0,23 0,20

1,5 0,33 0,29 0,25 0,32 0,29 0,25 0,32 0,28 0,25

2 0,40 0,36 0,33 0,39 0,35 0,32 0,38 0,35 0,32 Suciedad baja

2,5 0,44 0,40 0,37 0,43 0,40 0,37 0,42 0,39 0,37 1,30 1,45 1,65
0,5
Directo con pantalla 3 0,47 0,43 0,40 0,46 0,43 0,40 0,45 0,42 0,40
de metacrilato ↑ 4 0,51 0,48 0,45 0,50 0,47 0,45 0,49 0,47 0,45 Suciedad normal

5 0,53 0,51 0,48 0,53 0,50 0,48 0,52 0,50 0,48 1,55 1,90 2,15
65
6 0,55 0,53 0,51 0,54 0,52 0,50 0,54 0,52 0,50

↑ 8 0,57 0,55 0,54 0,57 0,55 0,54 0,56 0,55 0,53 Suciedad alta

10 0,59 0,57 0,56 0,58 0,57 0,55 0,58 0,56 0,55 X X x


64,5
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,26 0,22 0,19 0,25 0,21 0,18 0,25 0,21 0,18

1,2 0,31 0,27 0,24 0,30 0,26 0,24 0,30 0,26 0,24

1,5 0,37 0,34 0,31 0,37 0,33 0,31 0,36 0,33 0,33

2 0,46 0,42 0,40 0,45 0,42 0,40 0,44 0,42 0,40


Tabla 24 Iluminación semidirecta con armadura de celosías
Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del local Limpieza cada
Rend
tipo K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,28 0,22 0,18 0,25 0,20 0,17 0,23 0,19 0,16

1,2 0,33 0,27 0,23 0,30 0,25 0,21 0,27 0,23 0,20

1,5 0,39 0,33 0,29 0,36 0,31 0,27 0,33 0,28 0,25

2 0,47 0,42 0,37 0,43 0,39 0,35 0,40 0,36 0,33 Suciedad baja

2,5 0,53 0,47 0,43 0,48 0,44 0,41 0,44 0,41 0,38 X X X
SEMIDIRECTO 25
3 0,56 0,51 0,48 0,52 0,48 0,45 0,48 0,44 0,42
Armadura de artesa
con hendidura
↑ 4 0,61 0,57 0,54 0,57 0,53 0,51 0,52 0,50 0,47 Suciedad normal

5 0,65 0,61 0,58 0,60 0,57 0,55 0,55 0,53 0,51 1,40 1,70 1,90
88
6 0,67 0,64 0,61 0,62 0,60 0,57 0,58 0,55 0,54

↑ 8 0,70 0,68 0,65 0,65 0,63 0,61 0,60 0,59 0,57 Suciedad alta

10 0,72 0,70 0,68 0,67 0,65 0,64 0,62 0,61 0,60 1,85 2,55 3,10
63
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,29 0,24 0,19 0,27 0,22 0,19 0,25 0,21 0,18
1,2 0,35 0,29 0,24 0,32 0,27 0,24 0,30 0,26 0,23

1,5 0,43 0,37 0,31 0,39 0,35 0,31 0,36 0,33 0,30

2 0,52 0,48 0,40 0,49 0,45 0,42 0,45 0,42 0,40


Tabla 25 Iluminación semidirecta con armadura de pantalla difusa
Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del local Limpieza cada
Rend
tipo K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,20 0,15 0,12 0,18 0,14 0,11 0,17 0,13 0,11

1,2 0,23 0,18 0,15 0,21 0,17 0,14 0,20 0,16 0,13

1,5 0,28 0,23 0,19 0,26 0,21 0,18 0,24 0,20 0,17

2 0,34 0,29 0,25 0,31 0,27 0,24 0,29 0,25 0,23 Suciedad baja

2,5 0,37 0,33 0,39 0,35 0,31 0,28 0,32 0,29 0,26 1,30 1,45 1,65
SEMIDIRECTO 14
3 0,40 0,36 0,33 0,38 0,34 0,31 0,35 0,32 0,29
Con pantalla
metacrilato
de
↑ 4 0,44 0,41 0,38 0,42 0,38 0,36 0,39 0,36 0,34 Suciedad normal

5 0,47 0,44 0,41 0,44 0,41 0,39 0,41 0,39 0,37 1,55 1,90 2,15
66
6 0,49 0,46 0,43 0,46 0,44 0,41 0,43 0,41 0,39

↑ 8 0,52 0,49 0,47 0,49 0,47 0,45 0,46 0,44 0,42 Suciedad alta

10 0,53 0,51 0,49 0,50 0,49 0,47 0,47 0,46 0,44 X X X


52
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,21 0,16 0,13 0,19 0,15 0,13 0,18 0,14 0,12

1,2 0,25 0,20 0,17 0,23 0,19 0,16 0,21 0,18 0,15

1,5 0,30 0,25 0,22 0,28 0,24 0,21 0,26 0,23 0,20

2 0,37 0,33 0,30 0,35 0,31 0,28 0,32 0,29 0,27


Tabla 26 Iluminación semiindirecta con armadura de mejilla

Factores
Aparato de alumbrado Índice Factores de utilización
depreciación
del
Limpieza cada
Rend local
tipo 1 2 3
ηA K
año años años
1 0,25 0,20 0,17 0,23 0,19 0,16 0,21 0,17 0,15

1,2 0,30 0,25 0,21 0,27 0,23 0,20 0,25 0,21 0,19

1,5 0,35 0,30 0,27 0,32 0,28 0,25 0,29 0,26 0,23

2 0,42 0,38 0,34 0,39 0,35 0,32 0,35 0,32 0,30 Suciedad baja

2,5 0,46 0,42 0,39 0,43 0,39 0,36 0,39 0,36 0,34 1,30 1,50 1,70
24
1 0,49 0,46 0,43 0,45 0,42 0,40 0,42 0,39 0,37
SEMIIDIRECTO con ↑ 4 0,54 0,50 0,48 0,49 0,47 0,44 0,45 0,43 0,41 Suciedad normal
celosía 5 0,56 0,53 0,51 0,52 0,50 0,48 0,48 0,46 0,44 1,60 2,00 2,30
76
6 0,58 0,56 0,53 0,54 0,52 0,50 0,49 0,48 0,46

↑ 8 0,61 0,59 0,57 0,56 0,54 0,53 0,51 0,50 0,49 Suciedad alta

10 0,62 0,60 0,59 0,57 0,56 0,55 0,53 0,52 0,51 x x x


52
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,27 0,22 0,19 0,25 0,21 0,18 0,23 0,19 0,17

1,2 0,32 0,27 0,24 0,29 0,26 0,23 0,27 0,24 0,21

1,5 0,39 0,34 0,31 0,36 0,32 0,29 0,33 0,30 0,28

2 0,47 0,43 0,40 0,43 0,38 0,40 0,40 0,38 0,36


Tabla 27 Iluminación semiindirecta con armadura de pantalla difusora
Factores
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del local Limpieza cada
Rend
Tipo K 1 2 3
ηA
año años años
1 0,24 0,19 0,15 0,20 0,16 0,13 0,16 0,13 0,11

1,2 0,28 0,23 0,19 0,23 0,19 0,16 0,19 0,16 0,13

1,5 0,33 0,28 0,24 0,28 0,23 0,20 0,22 0,19 0,17

2 0,40 0,35 0,31 0,33 0,29 0,26 0,27 0,24 0,22 Suciedad baja

SEMIIDIRECTO 2,5 0,44 0,39 0,35 0,37 0,33 0,30 0,30 0,27 0,25 1,40 1,65 1,85
51
con celosía 3 0,47 0,43 0,39 0,40 0,36 0,33 0,32 0,30 0,28
↑ 4 0,52 0,48 0,45 0,44 0,41 0,38 0,36 0,33 0,31 Suciedad normal

5 0,55 0,51 0,48 0,46 0,44 0,41 0,38 0,36 0,34 1,70 2,25 2,65
85
6 0,57 0,54 0,51 0,48 0,46 0,44 0,39 0,38 0,36

↑ 8 0,60 0,57 0,55 0,51 0,49 0,47 0,41 0,40 0,39 Suciedad alta

10 0,62 0,59 0,57 0,52 0,51 0,49 0,43 0,42 0,41 x x x


34
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,25 0,20 0,16 0,21 0,17 0,14 0,17 0,14 0,12

1,2 0,29 0,24 0,20 0,25 0,21 0,18 0,20 0,17 0,15

1,5 0,35 0,30 0,26 0,29 0,25 0,23 0,24 0,21 0,19

2 0,42 0,37 0,34 0,35 0,32 0,29 0,29 0,27 0,25

5.14 RENDIMIENTO DE APARATO DE ALUMBRADO


Este rendimiento es la relación entre el flujo luminoso emitido por el aparato de alumbrado, y el
flujo luminoso de la lámpara o lámparas instaladas en dicho aparato. El mismo viene expresado en
las tablas presentadas por ηA y se ha distribuido en el flujo luminoso por encima y por debajo de la
horizontal.
5.15 FACTORES DE REFLEXIÓN DE TECHO Y PAREDES
Se expresan en las tablas citadas por:
: Factor de reflexión del techo.
: Factor de reflexión de las paredes.
Y se resumen la reflexión de techo y paredes de la manera siguiente:
Techo de color blanco
Techo de color muy claro
Techo de color claro
Techo de color medio
Paredes de color claro
Paredes de color medio
Paredes de color oscuro
Si no se tienen datos sobre el color del techo y de las paredes o en caso de duda se adoptarán los
siguientes valores:
Techo
Paredes
5.16 ÍNDICE DEL LOCAL
El índice del local se debe calcular previamente, de acuerdo con la expresión de calculo expresada
anteriormente. En las tablas citadas viene representando por K y sus valores están comprendidos
entre 1 y 10. Si en los cálculos resulta un valor intermedio, habrá que interpolar; si el valor
resultante es superior a 10, se tomará este último valor como índice del local, pues está demostrado
que para índices de local superiores de 10 el aumento de dicho índice apenas tiene influencia sobre
el factor de utilización.

5.17 DISTRIBUCIÓN DE LOS APARATOS DE ALUMBRADO


En el valor del factor de utilización tiene influencia la distribución de los aparatos de alumbrado.
Las tablas citadas han sido desarrolladas teniendo en cuenta las condiciones expuestas sobre la
distribución de los aparatos de alumbrado, altura de suspensión, distancia de los aparatos extremos a
las paredes y cantidad mínima de aparatos de alumbrado.
Para los locales cuyo índice de local esté comprendido entre los valores siguientes: K=1…2; puede
resultar interesante instalar un solo aparato de alumbrado en el centro, en cuyo caso el factor de
utilización es mayor, y, por lo tanto, se precisa menos flujo luminoso para iluminar el local; pero
hay que tener en cuenta que en los locales iluminados de esta manera, la iluminación en el centro es
más elevada que en las paredes, lo que en ciertos casos puede resultar un inconveniente. En las
tablas se ha previsto un aparato especial para las instalaciones con aparatos de alumbrado, situados
en el centro del local.

5.18 FACTORES DE DEPRECIACIÓN


En las tablas que se están utilizando los factores de depreciación se dividen en tres grupos, que
corresponden a:
a) Suciedad ligera o baja, como el correspondiente a tiendas, oficinas, escuelas,
habitaciones en viviendas y, en locales donde la suciedad es escasa.
b) Suciedad normal, en los locales que no están comprendidos en ninguno de los otros
dos apartados.
c) Suciedad alta, como el que existe en altos hornos, fundiciones, minas y, en general,
en locales donde hay mucho polvo y suciedad.
A su vez, cada uno de estos grupos se subdividen en:
a) Limpieza periódica de lámparas y aparatos cada año.
b) Limpieza periódica de lámparas y aparatos cada dos años.
c) Limpieza periódica de lámparas y aparatos cada tres años.
En algunos casos de suciedad ligera o grande, no se indica ningún factor de depreciación, cuando
esto ocurre así, es que existen razones de carácter económico, estético o luminotécnico que no
aconsejan la elección del tipo de aparato de alumbrado más apropiado.
En todos los casos se han previsto unas 1500 h anuales de funcionamiento para las lámparas
fluorescentes.
En las instalaciones para iluminación indirecta con cornisas, se indican períodos de limpieza cada
seis meses y cada año, pues la experiencia ha demostrado que un año es el tiempo máximo
permitido para la limpieza de lámparas y cornisas. Además, se recomienda emplear cornisas
solamente en locales con suciedad ligera (véase tablas 16-27).

6. ORIENTACIÓN DE LAS PRÁCTICAS


Con la metodología descrita en los acápites anteriores, a continuación se ilustran dos practicas
para la realización de proyectos de iluminación de interiores, en los que se aplicarán los
procedimientos de cálculos propuestos en esta metodología, al mismo tiempo se enseñará el
manejo de las tablas de niveles de iluminación y de las tablas de factores de utilización y de
depreciación presentadas en este trabajo las cuales siguen las normas establecidas por la comisión
internacional de iluminación (CIE).
6.1. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 1
6.1.1 PROYECTO DE ILUMINACIÓN GENERAL DE UNA SALA DE DIBUJO.
Suponiendo que se quiere iluminar el local de la figura 44 que se va a destinar a sala de dibujo, las
características son las siguientes:
Longitud del local = 16 m
Anchura del local = 8 m
Altura del local = 5 m
Color del techo = blanco
Color de las paredes = verde claro
Superficie del local = 8 ·16 =128 m2

Figura 44 Proyecto de iluminación general de una sala de dibujo. Dimensiones del local

La solución para este proyecto de iluminación de interiores se realiza según la metodología


propuesta y explicada anteriormente, se seguirán los siguientes pasos:

1) Determinación del nivel de iluminación.


De la tabla 1,3 y 4 donde se describe los niveles mínimos de iluminación de los planos de trabajo
se toma el siguiente valor:

Exactitud entre 1 y 5 mm.


Iluminación general 300 lx

2) Elección del sistema de iluminación y de los aparatos de alumbrado.


Por el tipo de trabajo a desarrollar, se selecciona el sistema semidirecto, con aparato de alumbrado
con pantalla difusora de metacrilato, rendimiento del aparato 66 %, este valor se lo selecciona dela
tabla 25. Decidimos el método de alumbrado general.

3) Selección de tipo de lámpara.


De acuerdo con las normas generales de proyecto, la lámpara más apropiada es la fluorescente.
Usaremos la lámpara de 40 W, luz de día de 5000 lm, temperatura de color de 6500 K.

4) Altura de suspensión de los aparatos de alumbrado.


Dadas las características de las mesas utilizadas para dibujo, el plano útil de trabajo no puede estar
situado, como se hace casi siempre a 0,80 m del suelo, sino a mayor altura, por ejemplo, 1 m del
suelo.
Por lo tanto se tiene:

La distancia de los aparatos al plano de trabajo (iluminación semidirecta), se toma:

( )

O sea a:

5) Distribución o espaciamiento de las luminarias.


Por ser iluminación semidirecta y aparatos con rejilla difusora, se toma:

( )

Y para los aparatos de los extremos:

6) Determinación de la superficie del local que se va a iluminar:


Se utiliza la expresión de cálculo descrita en acápites anteriores teniendo:

7) Determinación del índice del local (K).


Por tratarse de iluminación semidirecta se tiene:

( ) ( )

8) Determinación del factor de utilización (u).


Con los datos anteriores, en la tabla 25, se puede encontrar el factor de utilización, que está
comprendido entre los siguientes valores:

Para K = 3 → u = 0,40
Para K = 4 → u = 0,44

Dado que en este caso K = 3,2, interpolando, se tiene que:

9) Determinación del factor de depreciación.


De la misma tabla anterior y suponiendo limpieza cada año y suciedad normal, se tiene:

10) Calculo del flujo luminoso total.

11) Cálculo de la cantidad de lámparas


La lámpara luz de día, de 40 w, proporciona un flujo luminoso de 5000 lm. Por lo tanto, la cantidad
de lámparas que se necesita será:

Calculando la cantidad de luminarias, estas pueden ser una, dos o cuatro lámparas fluorescente; en
este caso se toman dos lámparas por aparato y se tiene una buena uniformidad en el alumbrado.
Teniendo la siguiente cantidad de luminaria

12) Distribución final de las luminarias


Analizando los espaciamientos permisibles entre luminarias, y entre estas y las paredes, se tiene que
la mejor disposición es la representada en la figura 45 y cuya sección será la que se muestra en la
figura 46.

13) Chequeo de espaciamiento.


Los espaciamientos se cumplen y:
4 m ≤ 4,0 m (eje y)
Y 2,25 < 4,0 m (eje x)

Figura 45 Proyecto de iluminación general de una sala de dibujo. Distribución definitiva de los aparatos de
alumbrado para el caso de iluminación semidirecta

Así como:
1,25 < 2,00 (eje x)
Y 2,00 ≤ 2,00 (eje y)
Figura 46 Sección de iluminación de los aparatos de alumbrado

14) Iluminación final en el plano de trabajo.


La iluminación resultante en el plano de trabajo será:

15) Consumo de energía eléctrica.


Potencia total instalada:
7 ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA
7.1 PROYECTO DE ILUMINACIÓN GENERAL PARA UNA NAVE INDUSTRIAL.
Datos de partida:
1) Definición de las características del local:
Dimensiones: en planta 48 por 32 m; cubierta formada por diez secciones en forma de diente de
sierra; distancia entre ejes de pilares 4,8 m; altura a nivel de los pilares 6 m en la figura 47 se
aprecia las dimensiones se la nave industrial.

Figura 47 Dimensiones de la nave industrial

2) Color de las paredes


Gris claro.

3) Sistema de iluminación: directa con luminarias suspendidas a 5,40 m del suelo.


Se aplica la metodología de cálculo explicada en la practica 1 obteniéndose los siguientes
resultados:
Nivel de iluminación: 300 lx
Superficie del local:

4) Índice del local


Se considera h = 4,60 m teniendo en cuenta que el plano de trabajo se encuentra a 0,80 m del suelo
obtenioendose:
( ) ( )

5) Coeficiente de reflexión
Techo y paredes 30 %.
6) Tipo de lámparas
Vapor de mercurio corregido.
7) Tipo de luminaria
Reflector de haz medio.
8) Factor de utilización.
Se tiene u = 0,64, obtenido de la tabla 16 teniendo en cuenta la luminaria prevista, el índice del local
y el coeficiente de reflexión de paredes y techo.
9) Factor de mantenimiento o depreciación.

10) Flujo luminoso total

11) Cantidad de lámparas.


Asumiendo que se van a utilizar lámparas de vapor de mercurio color corregido, de 250 W y 11500
lm.

Cantidad de luminarias = 97
Puesto que las luminarias o lámparas tienen que estar regularmente distribuidas en el local, que
tiene 10 secciones transversales, será necesario redondear a 100 el número de las lámparas, de
forma que se tenga igual cantidad de ellas en cada sección, o sea, diez lámparas distribuidas en los
32 m de ancho y, por consiguiente, cinco en cada área enmarcada por cuatro columnas.
12) Distribución final de las luminarias.
La distancia entre los centros de luminarias debería ser:
Disponer las luminarias a lo largo del eje central de cada sección, no sería satisfactorio, por cuanto
la separación entre ellas sería:
Diez luminarias en el sentido de 48 m
Diez luminarias en el sentido de 32 m

( )

( )

Por tanto la separación entre luminarias sería de 4,80 m en la dirección eje mayor de la nave, y de
3,20 m a lo largo del eje menor, excesivo en un sentido y demasiado pequeña en el otro. Se puede
analizar la variante de disposición al tresbolillo, que logra una mayor uniformidad en los
espaciamientos. En la figura 47 se indica como quedan colocadas las 100 lámparas, con una
distancia entre luminarias de 3,60 m.

Figura 48 Distribución de las 100 lámparas en la nave industrial


BIBLIOGRAFIA
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Politécnica del Ejército, Sangolqui, Ecuador, Enero 2005.
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[13] http://www.megatron.co.uk/, Sensores de iluminación
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[19] Fermín Teja, Iluminación e Instalaciones Eléctricas 1993.
PROTECCIÓN DE MOTORES ELÉCTRICOS
DIMENSIONAMIENTO Y SELECCIÓN DE EQUIPOS
3.1 PROTECCIÓN E INSTALACIÓN DE MOTORES ELÉCTRICOS
El funcionamiento anormal de un motor eléctrico puede ser causa de un calentamiento
excesivo de sus devanados y del consiguiente deterioro de su aislamiento. Son variados los
factores que pueden provocar tales fenómenos, sin embargo, es posible garantizar un alto
grado de confiabilidad en la operación mediante la adecuada selección de las protecciones,
así como a través de una correcta instalación.

Desde el punto de vista económico es de suma importancia evitar las fallas que se derivan
de una incorrecta protección e instalación de los motores eléctricos puesto que, de
producirse, ocasionarían serios problemas en el funcionamiento de un equipo determinado
u obstaculizarían el proceso de producción de las instalaciones industriales
correspondientes, con las consiguientes pérdidas de tiempo, materiales, etc.

En los siguientes epígrafes se presentan las normas convencionales que deben seguirse
para realizar una adecuada protección y correcta instalación de los motores eléctricos más
utilizados en la práctica.
3.2 EFECTO DE LAS SOBRECARGAS SOBRE UN MOTOR ELÉCTRICO
Cuando los devanados de un motor eléctrico experimentan un incremento de temperatura por
encima de la máxima para la cual ha sido diseñada la máquina, se dice que el motor se encuentra
sometido a una sobrecarga.
Las causas fundamentales de sobrecargas en un motor eléctrico son:
1) Carga mecánica anormal aplicada al eje del motor. Un efecto similar puede producirse
cuando el voltaje en sus terminales se reduce a consecuencia de una falla en el sistema de
alimentación, con carga mecánica aplicada a su eje.
2) Ciclos de trabajo intermitentes repetidos con excesiva rapidez, tales como arranques y
paradas frecuentes. Estos ocasionan que el valor efectivo de la corriente sobrepase al
máximo permisible para el motor.
3) Carga mecánica de excesiva magnitud aplicada al eje en el arranque, la cual impide que el
motor gane velocidad, tomando de la línea una elevada corriente durante un intervalo de
tiempo considerable.
4) Operación monofásica de motores trifásicos. La corriente demandada por el motor en este
caso también será excesiva.
5) Conductos de ventilación obstruidos por cualquier causa.
6) Temperatura ambiente elevada (por encima de los 40°C), lo cual ocasiona al motor eléctrico
el mismo efecto que el que le produciría una sobrecarga mantenida. Dicho efecto se hace
más crítico en los motores de carcasa cerrada, los cuales poseen peores condiciones de
ventilación.

Con la finalidad de evitar o reducir los efectos perjudiciales de los factores anteriormente
mencionados sobre los motores eléctricos, se fabrican las protecciones térmicas, las cuales se
clasifican en inherentes y no inherentes.

La mayoría de estas protecciones están integradas por elementos bimetálicos que operan con cierto
retardo de tiempo, el cual está en función de la magnitud de la sobrecarga particular. Las
protecciones térmicas deben accionar en circunstancias en que las magnitudes de las corrientes sean
superiores al valor de la corriente nominal de la máquina protegida, como sucede en los casos de
sobrecargas críticas, atascamiento del rotor por cargas mecánicas excesivas o fallas en la arrancada,
que no lleguen a constituir cortocircuitos. Dichas protecciones no operan instantáneamente sino que
permiten tales estados de sobrecarga durante intervalos de tiempo en los cuales el aislamiento de los
devanados de la máquina protegida no resulte dañado en manera alguna.

3.3 PROTECCIONES INHERENTES


Las protecciones inherentes son las que se colocan formando parte integral del motor, es decir, se
ubican en contacto estrecho con sus devanados. Pueden señalarse como ejemplo de ellos el detector
de temperatura por resistencia (RTD) y el “klixon”, aunque existen otros a los que no se hace
referencia.

3.4 DETECTOR DE TEMPERATURA POR RESISTENCIA (RTD)


Este dispositivo se basa en el principio de una resistencia al ser sometida a un incremento de
temperatura, experimenta una alteración de su valor óhmico. Cierto elemento resistivo se coloca en
una de las ranuras del estator del motor, quedando en íntimo contacto con sus devanados, y se
conecta formando parte de uno de los brazos de un circuito puente. Un revelador sensible a voltaje
registra cualquier desbalance experimentado por el puente como resultado de la variación del valor
de la resistencia del RTD con la temperatura. El incremento anormal de la temperatura del motor
altera el valor de dicha resistencia, ocasionando la operación del relevador. De este modo se logra la
desconexión del motor de la fuente de alimentación, evitándose su operación en condiciones físicas
adversas. Al RTD pueden señalársele fundamentalmente dos inconvenientes:
1) El elemento resistivo sensible a la temperatura debe ser introducido en una ranura del
estator de la máquina, ocupando así una parte de ese valioso espacio, lo cual trae como
consecuencia que éste no pueda ser aplicado en la protección de motores de medias y
bajas capacidades.
2) El tiempo de retardo entre una variación de temperatura experimentada en el motor y la
variación correspondiente del valor de la resistencia del RTD es apreciable, lo cual no
permite una adecuada respuesta del dispositivo protector ante atascamiento del rotor,
para lo cual debe proveerse de una protección independiente.
3.5 KLIXON
Como fue señalado previamente el “Klixon” es un dispositivo protector contra sobrecargas cuya
estructura se muestra en las figuras 1 a) y b), y en sección transversal en la figura 1 c). Él está
constituido por un disco bimetálico, el cual posee forma ligeramente convexa a temperatura
ordinaria. Un calentador, a través del cual circula la corriente del motor, responde con bastante
precisión a cualquier calentamiento excesivo o a sobrecargas mantenidas. En condiciones normales
de operación el disco cierra el circuito eléctrico. A elevarse la magnitud de la corriente hasta varias
veces el valor nominal como consecuencia de cualquiera de las causas anteriormente mencionadas
incluyendo el atascamiento del rotor, el valor producido en el calentador aumenta con el cuadrado
de la magnitud de la corriente, lo que produce un brusco cambio del disco de la posición cóncava a
la convexa. Como resultado se hablen los contactos y el motor queda desconectado de la línea. El
enfriamiento posterior del disco provoca su retorno a la posición original.
Figura. 12 vistas de un klixon mostrando su estructura; a) vista externa; b) sin el disco bimetálico para mostrar
los dos contáctos a través de los cuales el disco cierra el circuito eléctrico en operación normal del dispocitivo;
c) sección transversal de un klixon

Este dispositivo no se coloca en las ranuras del rotor como el anterior, sino sobre la carcasa y en
contacto directo con ella, economizándose así el valioso espacio destinado a los conductores.
Generalmente, se utiliza en la protección de motores trifásicos de jaula de ardilla hasta de
aproximadamente 6 KW, tanto a 220 como a 440 volt, así como en motores monofásicos.

3.6 PROTECCIONES NO INHERENTES, RELEVADORES BIMETÁLICOS


Estos dispositivos, a diferencia de los anteriores, se construyen para ser ubicados fuera de la carcasa
del motor. En las figuras 2 a) y b) se muestran dos vistas de un relevador bimetálico de los más
utilizados en la práctica. Estos relevadores utilizan uno o más elementos sensibles al calor,
constituidos por láminas bimetálicas eléctricamente aisladas entre sí. Alrededor de las láminas
bimetálicas se sitúan tiras de elementos calefactores, las cuales se conectan en serie con los
devanados del motor a proteger. Bajo la acción del calor desarrollado por las corrientes circulantes a
través de los elementos calefactores, las láminas bimetálicas se deflectan más cuanto mayor sea la
longitud de dicha corriente. Para corrientes superiores al valor prefijado de accionamiento del
dispositivo, la deflexión de las láminas bimetálicas es tal, que liberan un mecanismo de acción
rápida, cuyo elemento principal es el muelle, mediante la pieza de material aislante. Como
consecuencia se produce la brusca apertura del pequeño contacto eléctrico TR, el cual tiene la
función de abrir un circuito auxiliar, capas de desconectar el motor de la línea. Las partes
componentes del relevador se encuentran colocadas, generalmente, dentro de una cubierta plástica.
Existe un retardo de tiempo determinado entre la aparición de una sobrecarga en el motor y
funcionamiento del dispositivo de acción rápida, de modo, que si la sobrecarga experimentada es
momentánea y no mantenida, la inercia térmica del dispositivo impedirá el funcionamiento del
referido mecanismo de acción rápida evitándose, de esta forma, desconexiones innecesarias del
motor por sobrecorrientes de corta duración no perjudiciales realmente para sus devanados.

Figura. 2 Relevador térmico para protección de motores eléctricos trifásicos: a) aspecto exterior; b) vista interior
mostrando sus partes componentes

En caso de producirse el disparo por sobrecarga del dispositivo, cesa la circulación de corriente
hacia el motor, por lo cual los elementos calefactores comienzan inmediatamente a enfriarse,
produciéndose un retorno de las láminas bimetálicas a la posición original. El contacto eléctrico
puede retornar a su posición inicial ya sea manual o automáticamente. En operación manual la
reposición del mecanismo se logra mediante el accionamiento del pulsador “reset”. Actuando sobre
el tornillo el operador puede seleccionar a voluntad la reposición automática o manual de
dispositivo.
Posee a demás un disco de ajuste con el cual se varía la tensión de muelle que acciona sobre el
mecanismo de acción rápida. Al hacer girar el disco y producirse la correspondiente variación de la
tensión del resorte se ejerce un cambio en la fuerza resistente a la deflexión de las láminas
bimetálicas a través de la pieza. De este es posible variar el ajuste de la protección térmica al valor
deseado del disparo dentro de los límites prefijados por el fabricante (16 a 25 ampere).
En la figura 3 se muestra una curva típica de disparo correspondiente a relevadores térmicos
bimetálicos utilizados en la protección de motores eléctricos convencionales.
Figura. 3 Características de disparo de un relevador térmico bimetálico utilizado para la protección de motores
eléctricos de propósito general

3.6.1 COMO ELEGIR UN MODELO DE RELÉ TERMICO


Todos los relés tienen 3 polos (uno para cada fase). Además, según modelo, poseen contactos
auxiliares NO y NC (normal abierto y normal cerrado) para efectos de señalización como balizas,
alarmas, u otros.

La elección del relé depende básicamente de la corriente nominal (In) del motor y de la clase (Class
10, 20, 30). Por último, se debe decidir si se necesita un relé de protección diferencial o no
(protección ante fallas de fase). Sino, se debe decidir si se requieren 2 ó 3 bimetales (heater), que
realizan la desconexión al calentarse por la sobrecarga (el tener más heater`s es más seguro).

Los relés se clasifican en clases. Las más comunes son:


Class 10: Permite sobrecarga por 10 segundos.
Class 20: Permite sobrecarga por 20 segundos.
Class 30: Permite sobrecarga por 30 segundos.
Figura. 3.1 Múltiplos de la corriente de sobrecarga

3.6.2 MODO DE EMPLEO Y AJUSTE


Para ajustar el relé a la corriente nominal In, se debe girar el dial hasta la corriente de protección
dimensionada como se ilustra en la figura 3.2.

Figura. 3.2 Ajuste del rele.

Para parar (abrir el circuito) presione el botón (paso 2). Para simular una emergencia tírelo.
Si se ha producido un trip (corte del circuito por alguna falla), el indicador salta.

Luego de ocurrido un trip:


a) En caso de estar seleccionado el modo automático (A), el relé se cierra al enfriarse los bimetales,
luego de normalizada la corriente a In.
b) En caso de estar en modo manual (H) presione el botón para volver a cerrar el circuito.
3.7 PROTECCIONES CONTRA CORTOCIRCUITOS. FUSIBLES Y
DISTRIBUCIONES O “BREAKERS”
La energía consumida por los conductores durante un cortocircuito es tal, que pueden calentarse
hasta el extremo de fundirse y volatizarse. Es por esto que los circuitos alimentadores de motores,
también llamados circuitos ramales, deben ser adecuadamente protegidos contra sus perjudiciales
efectos. Los cortocircuitos en los conductores alimentadores de un motor pueden ocurrir: entre el
dispositivo de arranque y el motor, dentro del motor, o a la entrada del dispositivo de arranque.
Como es lógico, las protecciones contra cortocircuitos en los conductores alimentadores deben ser
capaces de soportar la corriente de arranque del motor sin dispararse.
Existen dos tipos de dispositivos destinados a la protección contra cortocircuitos, los cuales se
denominan fusibles y disyuntores o “breakers”.

3.8 FUSIBLES
Los fusibles son los más antiguos dispositivos de protección contra sobrecorrientes. Son construidos
con alambre o láminas de un material de bajo punto de fusión generalmente aleaciones de cobre y
zinc o plomo y en la mayoría de los casos se fijan sobre una base aislante como se muestra en la
figura 4.
Los fusibles construidos con láminas poseen una zona estrecha o garganta, lugar donde se produce
la apertura del circuito en caso de avería. La fusión de la lámina va acompañada de desprendimiento
de llamas y gases calientes que pueden producir quemaduras y otros daños al personal de servicio,
además de incendios. Como consecuencia, los elementos fusibles generalmente se introducen en
cartuchos protectores construidos con fibra especial o porcelana. Frecuentemente los cartuchos, en
los cuales se introduce el elemento fusible son capaces de desprender gases que contribuyen a la
ruptura del arco, o se rellenan con arena de cuarzo de modo que, al producirse la fusión del
elemento, la arena dividida al arco eléctrico en arcos más pequeños, los enfríe y apague
rápidamente.
Figura. 4 lámina fusible colocada dentro del cartucho protector

3.9 DISTYUNTORES O “BREAKERS”


Son dispositivos diseñados para interrumpir las corrientes de falla producidas en el sistema eléctrico
que no excedan aquellos niveles para los que se espera que los mismos accionen exitosamente.
Estos dispositivos deben ser seleccionados bajo dos criterios:
1) Corriente en régimen de operación normal.
2) Nivel máximo de corriente que debe ser capaz de interrumpir en condiciones de falla
en el sistema (capacidad de interrupción). El disyuntor seleccionado debe poseer una
capacidad de interrupción de corriente igual o superior a la mayor corriente de falla que
pueda producirse en el punto del sistema en el cual se encuentre ubicado. Los
disyuntores no deben ser utilizados como elementos arrancadores de motores, excepto
en casos muy especiales y siempre que se tengan en cuenta dos factores:
 Los niveles de voltaje sean tan elevados que no se disponga del contactor
magnético requerido.
 El motor no necesite ser arrancado frecuentemente, sino en contadas
ocasiones.
Los disyuntores de bajo voltaje son fabricados para operarlos manualmente, y se encuentran
recubiertos por una caja plástica. Poseen disparos instantáneos ajustables contra cortocircuitos y, en
algunos casos, se les provee con combinación de disparo contra cortocircuitos y sobrecargas, sin
embargo, de ser utilizados como dispositivos de protección contra cortocircuitos debe proveerse
siempre una protección contra sobrecargas independientemente constituida por relevadores
bimetálicos. Son compactos y relativamente baratos, aunque no de tan bajo costo como los fusibles.
En la figura 5 a) se muestra un disyuntor trifásico de caja plática. Existe también otro tipo de
disyuntor como el mostrado en la figura 5 b) llamado comúnmente disyuntor de aire, el cual no se
encuentra encerrado en una cubierta plástica como en el caso anterior, sino que está preparado para
ser colocado y retirado con facilidad de los cubículos metálicos con que constan generalmente los
paneles diseñados para operar en los centros de distribución industriales. Sus capacidades de
corriente nominales y de interrupción son superiores a los que poseen los disyuntores de caja
plástica, y generalmente son operados por medios electromagnéticos.

Figura. 13 Disyuntores a) disyuntor trifásico de caja plástica; b) disyuntor de aire

3.10 ACCESORIOS NECESARIOS PARA LA INSTALACIÓN DE LOS MOTORES


ELÉCTRICOS
Los dispositivos más importantes destinados a lograr una adecuada instalación de los motores
eléctricos se reseñan brevemente a continuación:
3.11 INTERRUPTORES DE CUCHILLAS
Son dispositivos de desconexión que se utilizan fundamentalmente para aislar los circuitos de su
fuente de alimentación. Además se aplican en la realización de cambios de conexiones dentro de
ciertos circuitos eléctricos. Pueden poseer uno o varios polos o terminales de conexión, en
dependencia a la operación a que se destinen. En la figura 6 a y el b se muestran dos tipos de
interruptores de cuchillas de tres y dos polos.

Figura. 6 interruptores de cuchillas


3.12 CONTACTORES MAGNÉTICOS
Son dispositivos que tienen como objetivo fundamental conectar e interrumpir circuitos
eléctricos, siendo accionados por medios electromagnéticos. En la figura 7 se muestra el
aspecto exterior de un contactor magnético convencional.

Figura 7 contactor magnético

El contactor magnético opera de la siguiente manera:


El electroimán está compuesto por un núcleo de acero laminado dividido en dos secciones,
las cuales se mantienen separadas por la acción de los muelles. La bobina, al energizarse, es
la encargada de unir las dos secciones del núcleo, las cuales recobran su posición original al
cesar la circulación de corriente por ella. Rígidamente unidos a ambas secciones del núcleo
magnético y eléctricamente aislados entre sí, se sitúan uno o varios juegos de contactos los
cuales son accionados simultáneamente por el electroimán.
Los contactores magnéticos pueden ser unipolares, bipolares o tripolares, utilizándose una
sola bobina en cualesquiera de los tipos existentes.
Los contactos de fuerza son los principales del dispositivo y se conectan en serie con el
circuito de fuerza. Los contactos auxiliares por su parte son aquellos que realizan
funciones secundarias, están diseñados para soportar corrientes de baja magnitud y
accionan sobre otros circuitos de control, a través de los cuales circulan pequeñas
corrientes. Los contactos de fuerza son de mayores dimensiones que los auxiliares, siendo
accionados unos y otros simultáneamente por el electroimán común.
Generalmente, en la misma caja en que se ubica el contactor magnético, y a continuación
del mismo, los fabricantes sitúan las protecciones térmicas, compuestas generalmente por
relevadores bimetálicos.
Los datos más importantes que se requieren para seleccionar un contactor magnético son: la
corriente, el voltaje si se especifica la potencia, los valores máximos para los cuales se
diseñan, corriente del elemento térmico y frecuencia del voltaje de trabajo.
Los contactores magnéticos presentan la ventaja de que pueden ser operados, cualquiera
que sea su corriente nominal, mediante unos sencillos dispositivos a los que se denomina
estaciones de pulsadores, instalados en lugares apropiados y cómodos para el trabajos de
los operadores.
Finalmente puede establecerse una comparación entre los contactores magnéticos y los
disyuntores puesto que ambos son dispositivos destinados a interrumpir la corriente. Sin
embargo sus funciones específicas no deben confundirse. Se diseñan con una capacidad de
interrupción suficiente para el voltaje empleado y para la corriente que debe ser
interrumpida, pero los contactores magnéticos tienen la posibilidad de permitir una elevada
frecuencia de cierre y apertura de sus contactos, aunque solamente en condiciones de:

1) Interrupción de la corriente de operación normal de los motores a los cuales se


encuentran asociados.
2) Sobrecargas mantenidas (nunca niveles de corriente extremadamente elevados
como los que producen los cortocircuitos).
Por otro lado, los disyuntores deben permanecer cerrados durante largos períodos de
tiempo, pero deben estar en posibilidad de abrir rápidamente la parte del sistema afectado
por:

1) Sobrecarga muy elevada


2) Cortocircuitos.
Mientras que la vida de los contactores magnéticos se mide en miles de operaciones, la de
los disyuntores se mide solamente en función de cientos de ellos.

3.12.1 PARAMETROS PARA LA SELECCIÓN DE UN CONTACTOR


Para seleccionar un contactor se deben tomar en cuenta los siguientes parámetros:
 Tipo de contactor.
 Valor nominal de operación del contactor.
 Tipo de servicio del contactor.
 Capacidad del contactor.
 Forma de accionamiento.
 Por él número de contactos de fuerza.
 Corriente nominal del trabajo.
En lo que se refiere a los mandos o control se debe tomar en cuenta lo siguiente:
 Voltaje de excitación de la bobina (110 V, 220 V, 440 V).
 Tipo de voltaje (AC o DC).
 Número de contactos auxiliares.
 Tipo de contactos Auxiliares NC o NA.
 Clase de contactos según su construcción.
 Características del contactor según su fabricante.
Aplicaciones. Las aplicaciones de los contactores, en función de la categoría de servicio,
son como se ilustra en la tabla 1:
Tabla 1 Valores de corrientes de operación con que se fabrican las protecciones convencionales contra
cortocircuitos de circuitos eléctricos
CATEGORÍA
DE APLICACIONES Ic/Ie
SERVICIO
AC1 Cargas puramente resistivas para calefacción eléctrica 1
AC2 Motores asíncronos para mezcladoras, centrífugas,…. 2.5
servicio intermitente.
AC3 Motores asíncronos para aparatos de aire 1
acondicionado, comprensores, ventiladores….
AC4 Motor asíncronos para grúas y ascensores,…… 6

La Corriente cortada, depende del tipo de categoría de servicio y se obtiene a partir de la corriente
de servicio, amperios (A).
Los pasos a seguir para la selección de un contactor son los siguintes:
1. Obtener la corriente de servicio (In) que consume el receptor.
2. Apartir del tipo de receptor, obtener la categoría de servicio (AC1, AC2,…..)
3. A partir de la categoría de servicio elegida, obtener la corriente cortada (Ic) con la que se
obtendrá el calibre del conductor.
3.13 PULSADORES DE ARRANQUE (BOTONERAS)
Los pulsadores de arranque constan generalmente, de una pequeña caja con dos botones,
uno para la conexión o de arranque y otro de desconexión o de parada. Al presionar el
pulsador de conexión o de arranque comúnmente de color negro se cierra un pequeño
contacto, que retorna a su posición original mediante la acción de un muelle al cesar la
presión sobre el mismo. En la figura 8 se muestra el aspecto de una estación de pulsadores,
y la estructura interna de un pulsador

Figura. 8 Estación de pulsadores y estructura interna de un pulsador

Los pulsadores de arranque son imprescindibles en la operación manual de los contactores


magnéticos, puesto que son los dispositivos encargados de permitir la circulación de la
pequeñísima corriente de excitación de los electroimanes que componen los mismos. Estos
pueden ser instalados en los lugares que brinden mayores ventajas para la operación de los motores
a controlar, y no necesariamente en sus proximidades.
4. MÉTODOS DE ARRANQUE DE MOTORES ELÉCTRICOS
En dependencia del tipo de motor, de su potencia y de la capacidad de la fuente de alimentación,
debe utilizarse uno u otro método de arranque. A continuación se analizarán brevemente los
diferentes métodos de arranque más utilizados en la práctica.
4.1 ARRANQUE DE MOTORES DE INDUCCIÓN Y SINCRÓNICOS
4.1.1 ARRANQUE DIRECTAMENTE DE LA LÍNEA (ARRANQUE A PLENO
VOLTAJE)
Los motores asíncronos de jaula de ardilla pueden ser arrancados directamente de la línea. Este
arranque se realiza, bien mediante un contactor magnético operado desde una estación por medio
del pulsador, o bien aunque en contadas situaciones mediante un disyuntor. En estas condiciones el
pico de corriente tomado por el motor en el arranque es máximo, puesto que no existe ningún
dispositivo adicional destinado a limitar el alto valor de la corriente inicial.
Este método se utiliza en motores de relativamente baja potencia, y su aplicación en motores de
mayores capacidades está supeditado a la posibilidad que posea la fuente de alimentación del
sistema para suministrar los bruscos picos de corriente de arranque sin afectar sensiblemente al
resto del sistema eléctrico. En la figura 9 se muestra el diagrama eléctrico correspondiente a un
motor asíncrono de jaula de ardilla con arranque a pleno voltaje de línea, mediante un contactor
magnético.

Figura 14 Diagrama eléctrico para el arranque de un motor asíncrono trifásico de jaula de ardilla directamente
desde la línea

4.1.2 ARRANQUE MEDIANTE COMPENSADOR DE ARRANQUE


AUTOTRANFORMADOR
Un autotransformador consta de una bobina enrollada, sobre un núcleo de acero laminado,
la cual puede poseer varias tomas o “taps” destinados a obtener diferentes niveles de
voltaje. Los compensadores trifásicos, utilizados como dispositivos de puesta en marcha de
motores asincrónicos de jaula de ardilla, constan de tres bobinas enrolladas sobre un núcleo
común una por cada fase y con tomas o “taps” ubicados simétricamente en cada una de
ellas. Sin por ejemplo se utilizara una toma a las 4/5 partes del enrollado total de cada fase,
el voltaje aplicado al motor a través del autotransformador seria el 80% del voltaje de la
línea. Un compensador de arranque debe poseer siempre una etapa de desconexión, una de
marcha y, por lo menos, una de arranque. Debe estar diseñado de modo que no pueda
mantenerse por sí solo en la posición de arranque o en cualquier otra en la que la protección
térmica que el mismo posee resulte inoperante.
El tipo de compensador de arranque más utilizado en la práctica consta de tres posiciones,
con dos juegos de contactos fijos y un juego de contactos móviles.
Los contactos móviles se construyen sobre un cilindro de material aislante, y su
movimiento se produce por el accionamiento de la manivela, la cual posee tres posiciones.
En la primera posición no existe conexión alguna entre la entrada y salida del dispositivo.
En la segunda quedan conectadas ciertas secciones de los devanados del autotransformador
entre la entrada y salida del mismo. En la tercera y última posición se logra la unión
eléctrica directa entre los bornes de entrada y salida del equipo. La mayoría de los
compensadores poseen sus contactos sumergidos en un depósito de aceite, con la finalidad
de eliminar las chispas que suelen producirse al pasar los contactos móviles de una posición
a otra con carga. Una vez que la manivela se ha situado en la tercera posición, la bobina
retenedora alimentada desde dos de las líneas de la red, la mantiene fija en ella mediante su
efecto sobre el electroimán. Al presionar el pulsador de parada queda sin energía la bobina
y mediante un mecanismo operado por un muelle, retorna la manivela a la posición
original. Generalmente los compensadores de arranque se fabrican con su propia protección
térmica, poseyendo sus contactos conectados en serie con la bobina retenedora.
Los parámetros fundamentales que deben tenerse en cuenta al hacer la selección de un
compensador de arranque trifásico son los siguientes:
1) Potencia del dispositivo en kW o HP (1 HP = 0.746 kW)
2) Magnitud y frecuencia del voltaje de trabajo
3) Máximo valor de la corriente de ajuste de su protección térmica
Además del tipo de compensador a que se ha hecho referencia anteriormente, construido
para ser operado manualmente, se fabrican compensadores automáticos, los cuales
funcionan bajo el mismo principio, pero no requieren de la intervención del operador para
lograr los cambios de conexiones requeridos.
Ahora bien, al utilizar el compensador como elemento de puesta en marcha de un motor
asincrónico de jaula de ardilla, se logra reducir el voltaje aplicado a los terminales del
mismo lo que ocasiona una correspondiente reducción de la corriente inicial. En la figura
10 se muestra el esquema eléctrico correspondiente al arranque de un motor de jaula de
ardilla utilizando compensador. El proceso de arranque se produce del modo siguiente.
Moviendo la manivela del compensador de la primera a la segunda posición se cierran los
contactos 1S y 2S, quedando aplicado al motor solamente una fracción del volteje de la red.
De esta forma se produce una reducción apreciable del pico de corriente de arranque. Una
vez que la maquina ha ganado velocidad puede llevarse la manivela de la segunda a la
tercera posición, abriéndose entonces los contactos 1S y 2S, y cerrándose los contactos R,
de modo que se aplica pleno voltaje de línea a los terminales de entrada del motor. La
bobina B mantiene la manivela del compensador fija en la tercera posición como fue
explicado anteriormente, hasta tanto sea presionado en botón de “parada” en cuyo caso
retornara la primera posición, quedando desconectado el motor de la red. Un efecto similar
producirá un disparo de la protección térmica Rt. En caso de operación automática del
compensador de arranque, la función de la manivela es sustituida por relevadores
electromagnéticos, resultando el mismo efecto sobre la corriente inicial.

Figura. 15 Esquema eléctrico correspondiente al arranque de un motor asincrónico de jaula de ardilla


mediante compensador de arranque manual.

4.1.3 ARRANQUE POR RESISTENCIAS EN SERIE CON LOS DEVANADOS DEL


ESTATOR
El efecto de reducción del voltaje aplicado a los terminales del motor en el instante de arranque
puede lograrse también mediante la utilización de resistencias conectadas en serie con los
devanados del estator como se ilustra en la figura 11.
Figura 16 diagrama eléctrico para arranque de un motor trifásico de jaula de ardilla mediante resistencias
conectadas en serie con los devanados del estator
Para lograr el arranque se cierran exclusivamente los contactos de fuerza A, aplicándose voltaje
reducido a los terminales del motor como consecuencia de las caídas experimentadas en las
resistencias r1, r2 y r3.
Una vez que el motor ha ganado velocidad se procede a cerrar los contactos M, mientras que los
primeros continúan cerrados. De este modo, quedan cortocircuitadas las resistencias de arranque y
se aplica voltaje pleno a los devanados estatóricos del motor.
La operación de cierre y apertura de los contactos A y M puede realizarse manual y
automáticamente.
Las resistencias utilizadas con estos fines pueden ser construidas de hierro colado, de aleaciones de
hierro y, en algunos casos constan simplemente de un electrodo metálico que puede sumergirse a
voluntad en una solución de sosa, en cuyo caso se denominan resistencias líquidas.
4.1.4 ARRANQUE ESTRELLA-DELTA
En la figura 12 se muestra el diagrama de conexiones de los devanados de un motor asincrónico de
jaula de ardilla para el caso de arranque estrella – delta.
El objetivo que se persigue con este método es el mismo que el de los métodos anteriormente
explicados, o sea lograr una reducción del voltaje aplicado a los terminales de los devanados del
estator durante el proceso de arranque.
Para producir el arranque del motor, el interruptor S se acciona hacia la posición de “arranque”,
quedando conectados los devanados del estator de la máquina en configuración estrella y, tan
pronto como el motor desarrolle la máxima velocidad de giro para dicha conexión, el interruptor S
se acciona hacia la posición de “marcha”, en cuyo caso el motor podrá desarrollar su máxima
velocidad. Observe que en la posición de “arranque”, a cada fase del motor conectado en estrella se
le aplica el voltaje de línea dividido por raíz de tres; mientras que en la posición “marcha”, a cada
fase del estator conectado en delta, se aplica pleno voltaje de línea. La operación manual explicada
parea realizar mediante el interruptor S, puede ser complementada automáticamente con ayuda de
contactores y relevadores.

Figura 17 Diagrama de conexiones correspondientes a un arranque de un motor asincrónico trifásico de jaula de ardilla
mediante el método estrella-delta

4.1.5 ARRANQUE DE MÁQUINAS ASINCRÓNICAS MEDIANTE ADICIÓN DE


REISTENCIAS EN EL ROTOR
Este método de arranque se utiliza en máquinas asincrónicas de motor bobinado. Un circuito como
el mostrado en la figura 13 permitirá al operador intercalar resistencias en serie con el circuito de
rotor, de modo que se pueda obtener par máximo en el arranque, con una corriente relativamente
baja. A medida que el motor gana velocidad deben eliminarse los pasos de resistencia en cuestión
mediante el cierre ordenado de los contactos A3, A2 y A1 mostrados en la propia figura.

Figura 13 Esquema eléctrico para el arranque de un motor trifásico de rotor bobinado mediante la conexión de
resistencias en serie con el circuito del rotor
4.1.6 ARRANQUE DE MOTORES DE CORRIENTE DIRECTA
Bajo condiciones de arranque, la corriente tomada por un motor de corriente directa está limitada
esencialmente por la baja resistencia del circuito de armadura, pues no existe fcem hasta tanto la
máquina no comience a girar. Esto hace imprescindible la utilización de un elemento limitador de
tan alta corriente, el cual debe añadir una resistencia externa (Rext) al circuito de armadura de
acuerdo a la ecuación 1.

21)

El referido elemento limitador de corriente se denomina arrancador, y consta de una serie de


resistencias con tomas o “taps” intermedios, como se ilustra en la figura 14.

Figura 18 Diagrama de conexiones correspondiente a un arrancador de un motor "shunt" de corriente directa

Un brazo deslizante B, accionado manualmente, debe desplazarse punto a punto sobre los bornes
comunes de las resistencias. En el primer punto se inserta toda la resistencia propia del dispositivo
en serie con la armadura de la máquina produciéndose, como consecuencia, una gran caída de
voltaje en los terminales del motor.
De este se reduce la corriente de arranque a valores permisibles –corriente máxima para máquinas
de corriente directa de 2 a 2,5 veces el valor de la corriente nominal-. A medida que el motor
acelera aparece la fcem, proporcional a la velocidad, procediéndose a eliminar gradualmente las
resistencias hasta que, en el último punto del arrancador, el motor queda operando a pleno voltaje
de línea posición de extrema derecha del brazo B en la figura 15. En dicha posición (R ext=0), el
brazo queda detenido por el electroimán A, a través de cuya bobina circula la corriente de
excitación del motor. Así se garantiza que, en caso de quedar abierto el circuito excitador por algún
accidente, el brazo B retorne a su posición de reposo por la acción del muelle M, en cuyo caso la
armadura resultará desconectada de la red, como puede apreciarse en la propia figura. Esta medida
de protección tomada contra la posibilidad de apertura del campo excitador tiene gran importancia
en el caso de un motor “shunt”, puesto que, de continuar conectada la armadura a la fuente de
alimentación en tales circunstancias, la velocidad del motor crecería sin límites hasta producirse la
destrucción del mismo por efecto de la fuerza centrífuga. Este fenómeno puede ser analizado
mediante la ecuación 2, en la cual se observa que una apertura del circuito excitador provocará una
reducción del flujo magnético hasta un valor prácticamente nulo y, en consecuencia, un incremento
de límites de la velocidad del motor.

22)

4.1.7 LETRA DE CÓDIGO


En algunos motores aparece un dato de chapa denominado letra de código (“code letter”), el cual
sirve para indicar la potencia de entrada del motor en condiciones de rotor bloqueado, en función
de su propia potencia nominal. La letra de código se utiliza para determinar la adecuada protección
de cortocircuito del motor, de acuerdo con lo establecido en la tabla 1. Las designaciones
correspondientes incluyen las letras comprendidas entre la A y la V, siguiendo el orden del alfabeto
inglés excluyendo las letras I, O, Q. La potencia de entrada a rotor bloqueado del motor aumenta
con el orden de la letra en cuestión dentro del alfabeto.
Tabla 1.1 Valores aproximados en ampere correspondientes a las protecciones contra cortocircuitos para motores
eléctricos

Fusible Disyuntor
Tipos de motores Método de arranque valor valor
máximo máximo
Motores de corriente directa y Rotor Arrancador
bobinado Resistencias en rotor 1,5 Inom 1,5 Inom
Motores con letra de código A Arranque directo
Motores monofásicos y trifásicos de
jaula de ardilla y sincrónicos
Arranque directo
Motores monofásicos y trifásicos de
Resistencias en serie con el 3,0 Inom 2,5 Inom
jaula de ardilla y sincrónicos. Letras
estator
de código de la F a la V, inclusive.
Motores de jaula de ardilla y
Autotransformador
sincrónicos, cuya Inom ≤ 30 A
Arranque directo
Motores de jaula de ardilla 2,5 Inom 2,0 Inom
Resistencias
monofásicos y trifásicos y
sincrónicos. Letras de código B a la
E, inclusive.
Motores monofásicos y trifásicos de
jaula de ardilla y sincrónicos. Letras Autotransformador
de código F a la V, inclusive.
Motores de jaula de ardilla y
sincrónicos, cuya Inom ≥ 30 A, sin 2,0 Inom 2,0 Inom
letra de código.
Autotransformador
Motores de jaula de ardilla y
sincrónicos. Letras de código B a E
inclusive.

4.1.8 FACTOR DE SERVICIO (S.F.)


El factor de servicio (S.F.) indica la sobrecarga mantenida que puede ser soportada por un motor sin
que sea excedida la temperatura máxima del enrollado recomendad por el fabricante. Por ejemplo, a
un motor de 3 HP (1 HP = 0,746 KW), de S.F. =1 no debe aplicársele carga que demande una
potencia por encima de los 3 HP que señala su chapa, a menos que dicha sobrecarga sea
momentánea y moderada, considerando que la temperatura ambiente a que opera no exceda los
40°C.
Por otro lado, un motor de 3 HP, pero con S.F. =1,15 puede ser operado a un 115% de su carga
nominal, esto es, puede entregar permanentemente alrededor de 3,45 HP sin que el aislamiento del
motor sufra deterioro alguno, siempre que la temperatura ambiente no exceda a los 40°C.
Los datos a los cuales se han hecho referencia en las secciones 4.17 y 4.18 no los poseen la
inmensa mayoría de los motores eléctricos. Se consideran como “motores sin letra de código”
aquellos que no poseen este dato de chapa, y los que carecen del dato S.F. pueden suponerse con
S.F. = 1. De este modo resultará más homogéneo el procedimiento de cálculo para los diferentes
motores eléctricos existentes.
4.1.9 DEMANDA MÁXIMA
Se denomina demanda máxima a la potencia eléctrica máxima mantenida, tomada por un sistema
eléctrico dado o grupo de motores, con una duración mínima de 15 minutos (en algunos países se
toman 30 minutos), detectada mediante una corrida de lecturas realizada en un tiempo
razonablemente largo. Por ejemplo, si la porción crítica de la característica de potencia contra
tiempo registrada mediante una corrida de lecturas de 24 horas de duración en un sistema integrado
por un grupo de motores es la mostrada en la figura 15, puede decirse que la demanda máxima de
dicho sistema es aproximadamente 100 KW, por haberse mantenido el consumo máximo del
sistema alrededor de este valor durante un intervalo de tiempo mayor de 15 minutos, no existiendo
ningún otro valor de potencia demandada por el sistema superior al mencionado con la duración
necesaria para ser tomado en consideración.

Figura 15 gráfico de potencia contra tiempo de un grupo de motores dado, mostrando el intervalo de tiempo
en que el consumo de potencia es crítico, y en el cual se observa que el valor de la demanda máxima es de 100
KW

4.1.10 FACTOR DE DEMANDA (F.D.)


Este término se aplica a sistemas industriales o a grupos de motores, y se define como la razón de la
máxima demanda a la carga total conectada del sistema o grupo de motores en cuestión. Por
ejemplo, si en una fábrica dada existen 100 KW de carga instalada y se registra que la máxima
demanda es de 90 KW, se dice que la fábrica en cuestión posee un factor de demanda de:

4.1.11 DETERMINACIÓN DE LA CORRIENTE NOMINAL DE LAS


DIFERENTES MÁQUINAS ELÉCTRICAS GIRATORIAS
En la figura 16 se muestran los gráficos para determinar aproximadamente los valores nominales de
corriente de las máquinas eléctricas giratorias más utilizadas, para los diferentes valores de voltaje
con que se diseñan. En las ordenadas del gráfico se señala el valor de la potencia nominal en KW, y
en las abscisas la corriente en ampere demandada por el motor en cuestión para operación a plena
carga.
Es conveniente señalar que las características mostradas correspondientes a motores sincrónicos han
sido trazadas a factor de potencia unitario. Para operación a valores del factor de potencia de 0,9 y
0,8, los resultados obtenidos mediante el gráfico deben ser multiplicados por los factores 1,1 y 1,25
respectivamente.
Figura 16 curvas de potencia nominal contra corriente nominal de los diferentes motores eléctricos
estudiados
4.1.12 CÁLCULO DE LA PROTECCIÓN TÉRMICA DE SOBRECARGA
La protección térmica de los motores eléctricos sin incluir los diseñados para operar en regímenes
de trabajo especiales se realiza fundamentalmente considerando que el motor a proteger posea o no
el dato de factor de servicio (S.F.). Si el mismo no apareciera como dato en su chapa,
consideraremos que el motor en cuestión posee un factor de servicio unitario (S.F = 1), en cuyo
caso la protección térmica debe ser ajustada a un valor lo más cercano posible a su corriente
nominal. Es probable, sin embargo, que en ocasiones no sea factible disponer del relevador térmico
con el valor estrictamente requerido, pudiéndose entonces seleccionar un dispositivo con un valor
superior al necesario, pero teniendo muy en cuenta que, para lograr una adecuada protección de
estos motores, en ningún caso debe sobrepasarse el valor de 1,15·Inom. Si por el contrario, el motor
poseyera en su chapa un factor de servicio igual a 1,15 (S.F. = 1,15), sobre la base de la definición
dada en el epígrafes anteriores, la protección térmica debe ajustarse a un valor lo más cercano
posible a 1,15·Inom. No obstante, en caso necesario pudiera sobrepasarse este valor, pero sin superar
el límite máximo establecido para este tipo de motor dado por el valor 1,25·Inom.
En la tabla 2 se reflejan estas recomendaciones en forma sintetizada, suponiendo que la temperatura
ambiente del local donde opera el motor no excede los 40°C (en algunos países los 35°C).
Tabla 28 Máxima calibración en ampere de las protecciones térmicas ajustables contra sobrecarga para
diferentes motores eléctricos atendiendo al factor de servicio.
Motores en los cuales no se especifica el
dato de factor de servicio, o se establece que 1,15•Inom
poseen S.F. =1,0
Motores con S.F. =1,15 1,25•Inom

Nota: Inom es la corriente nominal del motor a proteger, en ampere


Estos valores han sido tomados sobre la base de una temperatura ambiente de 40°C, aunque en
algunos países se considera dicha temperatura base de 35°C).

4.1.13 CÁLCULO DE LA PROTECCIÓN CONTRA CORTOCIRCUITOS


Como fue expresado previamente en acápites anteriores, los dispositivos utilizados para servir de
protección contra cortocircuitos en los ramales alimentadores de los motores eléctricos son los
fusibles y los disyuntores o “breakers”.
En la tabla 3 se muestran los valores convencionales de corrientes nominales con que se fabrican
ambos dispositivos.
Para realizar la selección de la protección contra cortocircuitos, es necesario tener en cuenta tres
factores que juegan directamente con el valor de la corriente que demanda el motor durante el
proceso de arranque:
a) Método utilizado para el arranque
b) Letra de código en su chapa (si la poseyera)
c) Tipo de motor
Una selección de fusibles o disyuntores sin atender a estos factores podría provocar que la corriente
tomada por el motor en el arranque (generalmente de 6 a 7 veces la corriente nominal) ocasionara:

 Accionamiento indebido de las protecciones contra cortocircuitos, con las consiguientes


interrupciones innecesarias en la operación del equipo, si la selección se hubiese hecho con
un valor inferior al necesario.
 Deterioro del aislamiento del motor por no responder adecuadamente la protección, si la
selección se hubieses realizado con un valor superior al necesario.
Tabla 29 Valores de corrientes de operación con que se fabrican las protecciones convencionales contra
cortocircuitos de circuitos eléctricos

Fusibles (A) Disyuntores o “breakers ” (A)


15 15
20 20
25 30
30 40
35 50
40 70
45 100
50 125
60 150
70 175
80 200
90 225
100 250
110 300
125 350
150 400
175 500
200 600
225 700
250 800
300
350
400
450
500
600
800
1000
1200
1600
En la tabla 1 se relacionan los valore de corrientes nominales de los fusibles y de los disyuntores o
“breakers” destinados a la protección contra cortocircuitos de los diferentes tipos de motores
eléctricos existentes, atendiendo a los dos factores enumerados anteriormente, dados en función de
la corriente nominal de la máquina a proteger.
En muchos casos, el valor máximo de la corriente correspondiente a la protección contra
cortocircuitos, obteniendo mediante el cálculo realizado utilizando la tabla 1, no coincide con el
valor establecido por las normas de fabricación correspondientes a estos dispositivos, las cuales se
relacionan en la tabla 3 en tales circunstancias debe escogerse aquel dispositivo que posea el valor
inmediatamente superior al calculado, con el fin de guardar cierta reserva a su favor.
Es conveniente aclarar que para la protección contra cortocircuitos de los motores eléctricos, deben
seleccionarse bien fusibles o bien disyuntores, pero no ambos simultáneamente, puesto que
implicaría duplicidad innecesaria en la protección y gastos adicionales no justificables.

4.1.14 SELECCIÓN DEL AISLAMIENTO DEL CONDUCTOR


En la tabla 4 se relacionan los diferentes tipos de aislamientos utilizados como envoltura de los
conductores utilizados en las instalaciones industriales de bajo voltaje.
4.1.15 SELECCIÓN DEL CALIBRE DE UN CONDUCTOR ELÉCTRICO,
ATENDIENDO SOLAMENTE A LA CONDICIÓN DE CALENTAMIENTO
Un conductor eléctrico de una sección transversal determinada, puede soportar cierto valor de
corriente máxima, para una temperatura ambiental dada. Magnitudes de corriente por encima del
valor especificado pueden producir calentamientos tales, que el conductor sufrirá serios daños en su
envoltura aislante. Por esta razón es necesario seleccionar un conductor con determinada sección
transversal mínima, de modo que pueda soportar, sin perjuicio alguno para su aislamiento, la
magnitud de corriente deseada. Por otro lado, atendiendo a razones de carácter económico y
práctico, no es aconsejable optar por conductores con un área extremadamente holgada al realizar la
selección de los mismos.
Se fabrican diferentes aislamientos sobre la base de las diversas condiciones ambientales en que los
mismos han de operar. Por ejemplo, hay tipos diseñados para ser instalados en locales secos, otros
que pueden utilizarse indistintamente en locales secos y húmedos.
La temperatura ambiente, así como las magnitudes del voltaje, son factores importantes a tener en
cuenta a realizar una adecuada selección del tipo de aislamiento del conductor eléctrico a utilizar.
Por ejemplo, un conductor eléctrico recubierto con un aislamiento de tipo R no debe ser utilizado en
locales húmedos ni en lugares en que la temperatura ambiente exceda los 60 °C, de acuerdo con lo
establecido en la referida tabla 4.

Tabla 30 Aplicación de conductores eléctricos (Solamente se relacionan los más utilizados)


Temp.
Nombre de Letra
Máxima de Aplicaciones y limitaciones
fabricación del tipo
operación
Goma R 60 °C Localizaciones secas
Goma resistente al
RH 75 °C Localizaciones secas
calor
Localizaciones secas y húmedas. Para
Goma resistente a la voltajes superiores a 2000 V, el
RW 60 °C
humedad aislamiento debe poseer características
especiales.
Localizaciones secas y húmedas. Para
Goma resistente a la RH- voltajes superiores a 2000 V, el
60 °C
humedad y al calor RW aislamiento debe poseer características
especiales.
Localizaciones secas. Para voltajes
75 °C superiores a 2000 V, el aislamiento debe
poseer características especiales.
Goma latex RU 60 °C Localizaciones secas
Goma latex
resistente a la RUW 60 °C Localizaciones secas y húmedas
humedad
Termoplástico T 60 °C Localizaciones secas
Termoplástico
resistente a la TW 60 °C Localizaciones secas y húmedas
humedad

Para condiciones de humedad ambiental se recomienda aislamiento tipo TW (termoplástico), el cual


es el más comúnmente utilizado, capaz de soportar una temperatura máxima de 60 °C.
Los conductores eléctricos se dividen en dos tipos fundamentales, denominados alambres y cables.
Los alambres se construyen con su sección transversal de metal macizo, mientras que la sección
transversal de los cables está formada por varios alambres retorcidos, lo que les permite mayor
flexibilidad. En las figuras 17a) y 17b) se muestran las vistas de las secciones transversales
correspondientes a un alambre y a un cable respectivamente, a fin de observar más claramente sus
diferencias.
Figura 19 a) Sección transversal de un alambre; b) sección transversal de un cable

La sección transversal de los diferentes conductores eléctricos fabricados convencionalmente,


puede observarse en la tabla 5, expresada en mm2 o mediante la norma AWG. Es conveniente
señalar que en dicha tabulación no se incluye el área que ocupa el asilamiento, sino simplemente la
sección transversal del conductor metálico. Además, se brindan en la misma ciertos datos de interés
correspondientes a los conductores fabricados convencionalmente, utilizando unidades del sistema
MKS y sus equivalentes del sistema inglés.
El metal más utilizado en la confección de los conductores eléctricos es el cobre, aunque en algunos
casos también se utiliza el aluminio. El primero es mejor conductor de la electricidad que el
segundo, mientras que el segundo es menos pesado que el primero.

Tabla 31 Datos correspondiente a alambras macizos de cobre


Diámetro Sección transversal
N° AWG Ohm por mil pies (25 °C) Kg por Km
Mil cic Mm Pulg cuad mm2
0000 460,0 11,7 0,166 107,5 0,0500 953,8
000 410,0 10,4 0,132 85,2 0,0630 755,9
00 365,0 9,3 0,105 67,7 0,0795 599,6
0 325,0 8,2 0,0829 53,5 0,100 474,6
1 289,0 7,3 0,0657 42,4 0,126 376,5
2 258,0 6,5 0,0521 33,6 0,159 299,0
3 229,0 5,8 0,0413 26,6 0,201 236,6
4 204,0 5,2 0,0328 21,2 0,253 187,5
5 182,0 4,6 0,0260 16,8 0,319 148,8
6 162,0 4,1 0,0206 13,3 0,403 118,3
7 144,0 3,6 0,0164 10,6 0,508 93,7
8 128,0 3,2 0,0130 8,4 0,641 74,4
9 114,0 2,9 0,0103 6,6 0,808 58,9
10 102,0 2,6 0,00815 5,2 1,02 46,7
11 91,0 2,3 0,00647 4,2 1,28 37,0
12 81,0 2,0 0,00513 3,3 1,62 29,4
13 72,0 1,8 0,00407 2,6 2,04 23,3
14 64,0 1,6 0,00323 2,1 2,58 18,4
15 57,0 1,4 0,00256 1,65 3,25 14,67
16 51,0 1,3 0,00203 1,31 4,09 11,63
17 45,0 1,1 0,00161 1,04 5,16 9,22
18 40,0 1,0 0,00128 0,82 6,51 7,32
19 36,0 0,9 0,00101 0,65 8,21 5,80
20 32,0 0,8 0,000802 0,517 10,4 4,60
21 28,5 0,7 0,000636 0,410 13,1 3,64
22 25,3 0,64 0,000505 0,326 16,5 2,88
23 22,6 0,57 0,000400 0,258 20,8 2,29
24 20,1 0,51 0,000317 0,204 26,2 1,81
25 17,9 0,45 0,000252 0,162 33,0 1,44
26 15,9 0,40 0,000200 0,129 41,6 1,144
27 14,2 0,36 0,000158 0,102 52,5 0,907
28 12,6 0,32 0,000126 0,081 66,2 0,720
29 11,3 0,29 0,0000995 0,064 83,4 0,571
30 10,0 0,25 0,0000789 0,051 105,0 0,452
31 8,9 0,23 0,0000626 0,040 133,0 0,358
32 8,0 0,20 0,0000496 0,032 167,0 0,284
33 7,1 0,18 0,0000394 0,025 211,0 0,226
34 6,3 0,16 0,0000312 0,020 266,0 0,178
35 5,6 0,14 0,0000248 0,016 335,0 0,1419
36 5,0 0,13 0,0000196 0,013 423,0 0,1126
37 4,5 0,11 0,0000156 0,010 533,0 0,0893
38 4,0 0,10 0,0000123 0,008 673,0 0,0708
39 3,5 0,09 0,0000098 0,006 848,0 0,0561
40 3,1 0,08 0,0000078 0,004 1070,0 0,0445

En las tablas 6 y 7 aparecen las capacidades permisibles de corriente para conductores de cobre y
aluminio respectivamente, sobre la base de sus correspondientes secciones transversales.
Tabla 32 Capacidades de corriente permisibles a través de conductores de cobre recubiertos con los tipos de
aislamiento más utilizados, en amperes
Sección transversal del
Tipos de aislamientos:
conductor
Goma tipo R; tipo RW; tipo RU; tipo RUW; tipo RH-RW;
N° AWG o mil
mm2 termoplástico tipo T; tipo TW
circ
2,1 14 15
3,3 12 20
5,2 10 30
8,4 8 40
13,3 6 55
21,2 4 70
26,6 3 80
33,6 2 95
42,4 1 110
53,1 0 125
67,7 00 145
85,2 000 165
107,5 0000 195
126,7 250000 (mil circ) 215
152,0 300000 (mil circ) 240
177,3 350000 (mil circ) 260
202,7 400000 (mil circ) 280
253,4 500000 (mil circ) 320
304,0 600000 (mil circ) 355
354,7 700000 (mil circ) 385
380,0 750000 (mil circ) 400
405,4 800000 (mil circ) 410
456,0 900000 (mil circ) 435
1000000 (mil
506,7 455
circ)
1250000 (mil
633,4 495
circ)
1500000 (mil
760,1 520
circ)
1750000 (mil
886,7 545
circ)
2000000 (mil
1013,4 560
circ)
Factores de corrección para temperaturas superiores a los 30 °C
(aplicable a conductores de cobre o de aluminio)
Temperatura (°C) Factor de corrección de temperatura F.T
0 a 30 1,00
31 a 40 0,82
41 a 45 0,71
46 a 50 0,58
51 a 55 0,41

Tabla 33 Capacidades de corriente permisibles a través de conductores de aluminio recubiertos con los
tipos de aislamientos más utilizados, en ampere
Sección transversal del
Tipos de aislamientos:
conductor
Goma tipo R; tipo RW; tipo RU; tipo RUW; tipo RH-RW;
N° AWG o mil
mm2 termoplástico tipo T; tipo TW
circ
3,3 12 15
5,2 10 25
8,4 8 30
13,3 6 40
21,2 4 55
26,6 3 65
33,6 2 75
42,4 1 85
53,1 0 100
67,7 00 115
85,2 000 130
107,5 0000 155
126,7 250000 (mil circ) 170
152,0 300000 (mil circ) 190
177,3 350000 (mil circ) 210
202,7 400000 (mil circ) 225
253,4 500000 (mil circ) 260
304,0 600000 (mil circ) 285
354,7 700000 (mil circ) 310
380,0 750000 (mil circ) 320
405,4 800000 (mil circ) 330
456,0 900000 (mil circ) 355
1000000 (mil
506,7 375
circ)
1250000 (mil
633,4 405
circ)
1500000 (mil
760,1 435
circ)
1750000 (mil
886,7 455
circ)
2000000 (mil
1013,4 470
circ)

Nota: Los factores de corrección de temperatura F.T. correspondientes a estos conductores de


aluminio son los mismos que los pertenecientes a los conductores de cobre, tabla 6.
Debido a que la capacidad de un conductor disminuye cuando la temperatura ambiente es excesiva,
los valores de las tablas 6 y 7 están dados sobre la base de una temperatura ambiente de 30 °C.
Cualquier incremento adicional por encima de la temperatura máxima tomada como base al
confeccionar dichas tablas, debe corresponder con un incremento adicional de la sección transversal
del conductor seleccionado, a fin de compensar el exceso de temperatura. Dicha compensación se
realiza a través de factores de temperatura (F.T.), los cuales aparecen en la parte inferior de la tabla
6, aplicables tanto a conductores de cobre como de aluminio.
Otro factor a tener en cuenta al realizar una adecuada selección de la sección transversal del
conductor, es el correspondiente al número de cables a través de una misma tubería, al cual
denominaremos F.C., y cuyos valores se relacionan en la tabla 8.
Tabla 34 Números de cables a través de una misma tubería correspondientes al factor F.C.
Valores correspondientes al factor F.C. que incluye el efecto
producido por un número dado de conductores a través de
una misma tubería
Números de conductores a través de una misma
F.C.
tubería
1a3 1,0
4a6 0,8
7 a 24 0,7
25 a 42 0,6
43 y más 0,5

El empleo del mencionado factor F.C. se justifica teniendo en cuenta que cuando un conductor
eléctrico se introduce en una tubería, sus condiciones de disipación térmica disminuyen, si se las
compara con las que posee al aire libre. Esta situación empeora aún más cuando se introduce más de
un conductor eléctrico a través del mismo conducto. En este caso, el calor producido por las
pérdidas en cada uno de ellos influye sobre los circundantes, originándose en los mismos un
efecto mutuo que tiende a disminuir su capacidad de conducción de corriente. No obstante, los
valores de capacidad de corriente de los distintos conductores relacionados en las tablas 6 y 7 tienen
en cuenta este fenómeno, pero solamente hasta el número de 3 de cables dentro de un mismo
conducto. Para cantidades mayores, es necesario afectar los valores de corriente tabulados, por los
factores de la tabla 8, de forma tal que la consideración de los mismos conduzca a una reducción de
la capacidad de corriente del conductor en comparación con el valor dado para condiciones
normales de operación.
Sobre todas estas consideraciones, es conveniente brindar al conductor un factor de seguridad
adicional, a fin de que el mismo opere con un margen de confiabilidad razonable. Debe
considerarse, para complementar este aspecto, que por el conductor en cuestión circula
constantemente un 25 % en exceso de la corriente que en realidad va a circular a través del mismo.
Dicha consideración contribuirá a reducir en algo las caídas de voltaje en los alimentadores
seleccionados mediante este criterio y, además, permitirá al conductor soportar, sin que sufra
perjuicios serios, las corrientes de sobrecargas o cortocircuitos que puedan circular en casos de
fallas, durante los cortos intervalos de tiempo requeridos para la operación de las correspondientes
protecciones.
De las consideraciones previamente realizadas, la determinación de la corriente Ic, que puede
suponerse circulando por el conductor en caso de que existan condiciones críticas de operación, a
los efectos de una adecuada selección del mismo, está dada por la expresión siguiente:

23)

Donde:
, corriente que circula a través del conductor hacia la carga, ampere.
F.T., factor de temperatura, dado al pie de la tabla 6.
F.C., factor de número de cables por un conducto, tabla 8.
1,25, factor que brinda un 25% como margen de seguridad a favor del conductor.

4.1.16 SELECCIÓN DEL ALIMENTADOR PARA VARIOS CIRCUITOS


RAMALES
Un alimentador es cada uno de los conductores que transporta energía eléctrica a una carga o a un
grupo de cargas, como se ilustra en la figura 18.
Figura 20 Diagrama monolineal que muestra un alimentador de un grupo de motores eléctricos

El método utilizado para calcular la sección transversal adecuada del conductor que sirve de
alimentador a varias cargas, se basa en la ecuación 3. La capacidad de corriente , que debe poseer
el alimentador es la siguiente:
(∑ )
24)

Donde:
, corriente nominal del motor que mayor corriente tome, de los conectados al referido
alimentador, ampere.
, corriente nominal de cada motor alimentado, ampere.
F.D., factor de demanda del circuito alimentador.
F.T., factor de temperatura, pie de la tabla 6.
F.C., factor de número de cables, tabla 8.
1,25, factor que brinda un 25 % de margen de seguridad a favor del alimentador.
Además de los mismos factores considerados en el cálculo del calibre de un conductor, epígrafe
4.23, en este caso se ha tenido en cuenta que:
a) El motor que mayor corriente toma del conjunto, se encuentra operando constantemente
bajo condición de plena carga, lo cual constituye ya, de por sí, una condición crítica de
trabajo para el alimentador.
b) El factor de demanda tiene en cuenta la posibilidad de que no todos los motores
restantes del conjunto operen en régimen de plena carga, e incluso, la de que no todos
funcionen simultáneamente.
Las dos consideraciones previamente mencionadas son fundamentales en el proceso del cálculo que
se considera, puesto que el criterio que debe regir en la mente del diseñador, es el de seleccionar el
conductor para la operación más crítica del sistema, pero tratando a la vez de atender al aspecto
económico de optar por el conductor de menor sección transversal posible. Esta selección debe
hacerse, pues, con criterio de optimización desde ambos puntos de vista: el práctico y el económico.
Es obvio, sobre la base de las consideraciones realizadas previamente, que el diseñador debe poseer
un criterio bien definido del régimen de operación que habrá de regir en el grupo de cargas
eléctricas a alimentar, con la finalidad de realizar un pronóstico acertado del factor de demanda.
El resto del procedimiento a seguir es similar al indicado en la sección (4.23).

4.1.17 CÁLCULO DEL DISYUNTOR O “BREAKER” DE PROTECCIÓN DEL


ALIMENTADOR
Todo conductor alimentador debe protegerse contra posibles cortocircuitos. Esta protección se
realiza generalmente mediante disyuntores.
En la figura 19 se muestra un circuito eléctrico monolineal, en el cual aparece un alimentador unido
a varias cargas eléctricas. Observe que si se produce un cortocircuito en el punto A, la corriente
circula, producto del mismo, desde la fuente a las cargas a través del referido alimentador y debe
producir la apertura la protección PA. Sin embargo, de producirse un cortocircuito en el punto B,
esto es, en el propio alimentador, la corriente de avería no circula, prácticamente, a través de la
protección PA. Por esta razón se hace imprescindible la ubicación del dispositivo protector PB en el
alimentador, capaz de protegerlo adecuadamente. Lógicamente, la protección PA debe accionar a un
valor inferior de corriente que la PB, puesto que se requiere exclusivamente la apertura de PA en
caso de una avería en el punto A, correspondiente a uno de los circuitos ramales, de manera que no
resulte interrumpido el servicio eléctrico a las cargas restantes.
Figura 21 Circuito eléctrico monolineal de un alimentador para un grupo de cargas dado, mostrando los
disyuntores de protección tanto del alimentador como de los ramales individuales

Para realizar la selección del disyuntor que ha de servir de protección contra cortocircuitos del
alimentador debe calcularse su corriente de trabajo, , mediante la siguiente expresión:

(∑ ) 25)

Donde:
, corriente del disyuntor correspondiente al mayor motor del grupo servido por el alimentador,
calculada mediante la tabla 3, ampere.
, corriente nominal de cada uno de los demás motores del grupo, ampere.
F.D., factor de demanda del grupo de cargas servidas por el alimentador.

Una vez calculada la corriente mediante la ecuación (5), se procede a comparar el valor
obtenido con los correspondientes a los disyuntores fabricados convencionalmente, cuyos datos
aparecen en la tabla 3, debiendo escogerse un disyuntor cuyo valor nominal de corriente sea igual, o
inmediatamente superior, al calculado.

4.1.18 SELECCIÓN DE LA TUBERÍA


Al realizar el diseño de la instalación de una carga eléctrica cualquiera, es necesario seleccionar la
tubería a través de la cual deben ser introducidos los conductores eléctricos.
Para cumplir este objetivo es necesario conocer cuántos conductores de una sección transversal
dada recubiertos con sus respectivos aislamientos serán necesarios.
Una vez determinado el número de los mismos, puede entrarse a la tabla 9 por la izquierda, con el
dato calibre del conductor. En cada fila puede leerse el número de conductores de dicha sección
transversal que pueden ser introducidos con facilidad en la tubería cuyo diámetro se especifica en el
encabezamiento de la columna correspondiente.
Tabla 35 Máximo número de conductores en tuberías de diámetro convencional
Calibre del 12,7 19 25,4 31,8 38 50,8 63,3 76,2 88,8 102 127
conductor mm mm mm mm mm mm mm mm mm mm mm
AWG 1 2 3 4 5
mm2
MCM pulg. pulg. pulg. pulg. pulg. pulg. pulg. pulg. pulg. pug. pulg.
0,82 18 7 12 20 35 49 80 115 176 - - -
1,31 16 6 10 17 30 41 68 98 150 - - -
2,1 14 4 6 10 18 25 41 58 90 121 155 -
3,3 12 3 5 8 15 21 34 50 76 103 132 208
5,2 10 1 4 7 13 17 29 41 64 86 110 173
8,4 8 1 3 4 7 10 17 25 38 52 67 105
13,3 6 1 1 3 4 6 10 15 23 32 41 64
21,2 4 1 1 1 3 5 8 12 18 24 31 49
26,6 3 - 1 1 3 4 7 10 16 21 28 44
33,6 2 - 1 1 3 3 6 9 14 19 24 38
42,4 1 - 1 1 1 3 4 7 10 14 18 29
53,5 0 - - 1 1 2 4 6 9 12 16 25
67,7 00 - - 1 1 1 3 5 8 11 14 22
85,2 000 - - 1 1 1 3 4 7 9 12 19
107,5 0000 - - - 1 1 2 3 6 8 10 16
126,7 250000 - - - 1 1 1 3 5 6 8 13
152,0 300000 - - - 1 1 1 3 4 5 7 11
177,3 350000 - - - 1 1 1 1 3 5 6 10
202,7 400000 - - - - 1 1 1 3 4 6 9
253,4 500000 - - - - 1 1 1 3 4 5 8
304,0 600000 - - - - - 1 1 1 3 4 6
354,7 700000 - - - - - 1 1 1 3 3 6
380,0 750000 - - - - - 1 1 1 3 3 5
405,4 800000 - - - - - 1 1 1 2 3 5
456,0 900000 - - - - - 1 1 1 1 3 4
506,7 1000000 - - - - - 1 1 1 1 3 4
633,4 1250000 - - - - - - 1 1 1 1 3
760,1 1500000 - - - - - - - 1 1 1 3
886,7 1750000 - - - - - - - 1 1 1 2
1013,4 2000000 - - - - - - - 1 1 1 1

Luego de haber sido realizados todos los cálculos anteriormente mencionados, finalmente debe
procederse a confeccionar el listado de materiales necesarios para la adecuada instalación y
protección de cada motor eléctrico, especificando claramente los parámetros necesarios de los
distintos dispositivos a utilizar, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
a) Al seleccionar el interruptor de cuchillas deben especificarse corriente y voltaje
nominales, número de vías y capacidad de corriente de los fusibles a utilizar en el
mismo. La corriente nominal de referido dispositivo debe coincidir aproximadamente
con el valor de corriente Ic que poseen los conductores seleccionados para la
instalación, con la finalidad de que estos puedan introducirse sin dificultad en sus
bornes de entrada y salida. El voltaje nominal es un parámetro importante también,
puesto que un interruptor de cuchillas como cualquier otro dispositivo eléctrico que sea
utilizado en un circuito que posea valores de voltaje de línea a línea mayores que los de
diseño del dispositivo, está en peligro de ponerse en cortocircuito por ruptura de su
aislamiento.
b) Al seleccionar un compensador de arranque, deben detallarse los siguientes parámetros:
capacidad del mismo en KW o HP, voltaje de operación, valores de voltajes obtenidos
en los diferentes taps del equipo en por ciento del voltaje nominal, valor de corriente
que debe poseer su protección térmica de sobrecarga y frecuencia del voltaje de
operación.
c) Las especificaciones necesarias para la selección de un contactor magnético deben ser:
potencia nominal en KW o HP, o en su lugar, corriente nominal, voltaje nominal.
Además, número de vías, frecuencia del voltaje de operación y valor máximo de
corriente de ajuste de la protección térmica de sobrecarga. En forma similar el
procedimiento seguido en la selección del interruptor de cuchillas, la corriente nominal
del contactor magnético debe ser aproximadamente la misma que el valor Ic
correspondiente al conductor escogido para la instalación.
Debe señalarse que el cálculo correspondiente a los disyuntores de protección contra
cortocircuitos de los alimentadores se realizó atendiendo exclusivamente a las magnitudes
de corriente de trabajo de los mismos, sin entrar a analizar los niveles de cortocircuito
correspondientes.
6 PROCEDIMIENTO PARA SELECCIONAR LOS COMPONENTES Y
MATERIALES ADECUADOS PARA INSTALAR Y PROTEGER UN MOTOR
ELÉCTRICO.

Con Los procedimientos descritos en los acápites anteriores, se presenta las siguientes prácticas
para la selección de los componentes y materiales adecuados para instalar y proteger un motor
eléctrico, se aplicarán los procedimientos de cálculos propuestos en esta investigación, al mismo
tiempo se enseñará el manejo de las tablas presentadas en este trabajo. A continuación se presentan
las orientaciones de las prácticas realizadas.

6.1 ORIENTACIÓN DE LAS PRÁCTICAS


6.1.1 ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 1
Determinar la corriente nominal de un motor asincrónico trifásico de 22,4 KW y 220 volt.
Calcular el valor a que debe ser ajustado el relevador térmico contra sobrecargas para el motor.
Procedimiento a seguir:
Para determinar el valor de la corriente nominal de un motor asincrónico fabricado para operar a
220 volt se recurre a la figura 16, entrando al gráfico correspondiente con el dato de potencia
nominal en el eje de las ordenadas. El resultado se obtiene sobre el eje de las abscisas, en este caso
78 ampere.
Para determinar el valor al que debe ser ajustado el relevador térmico es necesario:

a) En caso de que posea factor de servicio unitario (o no posea factor de servicio, en cuyo caso
también se considera S.F.= 1).
De acuerdo con lo establecido, el motor de 22,4 KW, 220 debe ser protegido contra sobrecargas
mediante su relevador térmico ajustado preferentemente al valor de su corriente nominal, o sea, a
78 A. Sin embargo, de acuerdo con la tabla (2), en caso de no disponer del relevador térmico
apropiado, no debe sobrepasarse el valor de ajuste siguiente para S.F.= 1,0:

b) En caso de que posea factor de servicio 1,15 (S.F.= 1,15).


En caso de que el motor a proteger posea en su chapa el dato S.F.=1,15, el valor de ajuste del
relevador térmico debe ser igual a 1,15 ( ), de acuerdo con lo establecido. El valor máximo, es
decir, el de ajuste que no debe ser sobrepasado para este tipo de motor es, de acuerdo con la tabla
(2), el siguiente:

6.1.2 ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 2


Calcular la protección adecuada contra cortocircuitos para un motor de carcasa cerrada, jaula de
ardilla, 27 KW, 440 V, trifásico, 60 Hz, el cual es arrancado mediante un compensador de arranque
(o autotransformador). Determinar:
a) Fusible.
b) Disyuntor o “breaker”
Procedimiento a seguir:
Como primer paso se procede a determinar el valor de la corriente nominal del motor en cuestión
mediante el gráfico mostrado en la figura 16. Por lo tanto:

No estableceremos diferencias en cuanto a la protección contra cortocircuitos de un motor con


carcasa cerrada o con carcasa abierta. Consideraremos iguales condiciones para ambos tipos de
carcasa.

Además, al no tener la letra de código ni al factor de servicio del motor, éste puede ser considerado
“sin letra de código”, y con un S.F.= 1.
Atendiendo a sus condiciones de arranque, corriente nominal y al hecho de que no posee letra de
código, el motor en cuestión puede ser ubicado en la casilla (8) de la tabla (1.1). Por lo tanto:

a) Fusible:

Confrontando el valor obtenido en el cálculo realizado con las normas para fusibles dadas por la
tabla (3), se concluye que es posible colocar un fusible de 90 A, como elemento protector contra
cortocircuitos.
b) Disyuntor:

Comparando el valor obtenido, con las normas que aparecen en la mencionada tabla (3), se llega a
la conclusión que es necesario seleccionar un disyuntor de 100 A, valor inmediatamente superior al
calculado, puesto que no se fabrican disyuntores de 90 A, de acuerdo con los datos de que se
dispone.
Nota: En la presente práctica de selección han sido calculadas dos protecciones contra
cortocircuitos, con el fin de ilustrar el procedimiento a seguir en cada caso. No obstante, es
necesario reiterar que debe seleccionar solamente uno u otro dispositivo, con la finalidad de evitar
duplicidades innecesarias.
6.1.3 ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 3
Seleccionar el conductor adecuado para alimentar una carga eléctrica trifásica que demanda 25 A a
220 V, y la cual se encuentra ubicada en un local húmedo, cuya temperatura ambiente es de 40°C.

Procedimiento a seguir:
Como primer paso a seguir, se procede a seleccionar el tipo de aislamiento que requiere el
conductor para operar en las condiciones ambientales planteadas. De acuerdo con la tabla (4), puede
escogerse el aislamiento termoplástico resistente a la humedad TW, el cual soporta hasta 60°C como
temperatura máxima. También pudieron haber sido seleccionados otros tipos de aislamientos que
cumplen con tales requisitos.
Como segundo paso, puede aplicarse la ecuación (3), a fin de calcular el calibre adecuado del
conductor a utilizar, o sea:

Observe como el factor F.C. es considerado igual a 1, debido a que se sobreentiende que el número
de conductores por una misma tubería es 3, puesto que la carga a alimentar es trifásica.
Como tercer paso, con el valor previamente calculado se llega a la tabla (6), para conductores de
cobre, determinándose que el valor inmediato superior a 38,4 A registrado en la misma es de 40 A,
capacidad de corriente que corresponde a un conductor de 8,4 mm2 de sección transversal o su
equivalente en la norma AWG, N° 8.
Queda determinado, que el conductor adecuado para alimentar la carga eléctrica trifásica
mencionada, es el siguiente:
Conductor de aislamiento TW, de 8,4 mm2 de sección transversal, o, de acuerdo con la norma AWG,
número 8. La selección ha sido realizada sobre la base de que el referido conductor es de cobre.
Puede realizarse el cálculo para conductores de aluminio, utilizando la tabla (7), en cuyo caso se
obtiene para las mismas condiciones del procedimiento que se analiza un conductor de 13, 3 mm2, o
AWG N°6.
En lo sucesivo, a menos que otra cosa se especifique, nos referiremos exclusivamente a conductores
de cobre, por ser éste el metal de mayor aplicación práctica en instalaciones industriales.
6.1.4 ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 4
Realizar la selección de los dispositivos necesarios para la protección e instalación de un motor de
jaula de ardilla, letra de código B, de 18,6 KW, 440 V, 60 Hz, trifásico, S.F.= 1,15, el cual deberá
ser arrancado mediante un compensador. El local donde debe ser instalado posee las siguientes
condiciones ambientales: aire seco, temperatura promedio de 25°C.

Procedimiento a seguir:
a) Determinación de la corriente nominal del motor:
Mediante la curva correspondiente de la figura 16, un motor de 18,6 KW, 440 V, 60 Hz, trifásico de
jaula de ardilla, toma una corriente nominal de:

b) Protección contra sobrecargas:


De acuerdo con lo establecido en la tabla 2, los motores con factor de servicio 1,15 deben poseer su
protección contra sobrecargas ajustadas a un valor máximo igual a un veinticinco por ciento del
correspondiente a su corriente nominal, o sea:

c) Protección contra cortocircuitos:


Para un motor asincrónico de jaula de ardilla, trifásico, 60 Hz, letra de código B, arranque por
compensador o auto transformador, en la tabla 1.1, casilla 9, se establece que la corriente del fusible
, y del disyuntor , deben ser respectivamente:

Seguidamente se hace necesario confrontar los valores obtenidos con los fabricados
convencionalmente, mostrados en la tabla 3. Por lo tanto:

Estos valores corresponden a los inmediatos superiores en ambos casos, en las respectivas columnas
de la mencionada tabla 3, como fue explicado previamente. No obstante de haberse realizado los
cálculos de ambas protecciones contra cortocircuitos, no deben utilizarse simultáneamente, sino una
o la otra. Escogeremos por ejemplo, por ser más económica, la constituida por tres fusibles de 70 A
cada uno.
d) Aislamiento del conductor:
Analizando la tabla 4 se llego a la conclusión de que es posible escoger, entre otros, el asilamiento
tipo TW, puesto que se adecúa a las condiciones ambientales planteadas.
e) Selección del calibre de conductor:
El valor de la corriente que determina la selección adecuada del conductor a utilizar, puede
calcularse mediante la ecuación 3, por tanto:
La tabla 6 establece que el conductor de cobre, apropiado para la instalación es el que posee 8,4
mm2 de sección transversal, equivalente al AWG N°8.
Observe que para las condiciones de tres conductores a través de una misma tubería y temperatura
ambiente inferior a los 30°C, F.T.= F.C.= 1.
f) Diámetro de la tubería:
Entrando en la tabla 9 por la fila de la izquierda con el dato calculado de calibre del conductor,
puede determinarse que la tubería necesaria para la introducción de tres conductores de 8,4 mm2,
debe poseer un diámetro de 19 mm o ¾ pulgadas.
Listado de materiales seleccionados:
 1 interruptor de cuchillas de tres vías (trifásico), de 440 V, 40 A, provisto
de tres fusibles de 70 A con sus correspondientes cartuchos.
 1 compensador de arranque de 18,6 KW, 440 V, 60 Hz, con protección
térmica de 40 A como valor máximo, con tomas o “taps” al 80 y al 60 %
del voltaje nominal.
 Cable de 8,4 mm2 equivalente al AWG N°8, con aislamiento tipo TW,
metros.
 Tubería de 19 mm (3/4 pulgadas) de diámetro, metros. Esta tubería puede
ser plástica o metálica.
 Demás accesorios necesarios para la instalación.

6.1.5 ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 5


Seleccionar los componentes y materiales adecuados para instalar y proteger un motor eléctrico de
11,2 KW, 1200 rpm, 220 V, trifásico de jaula de ardilla, 60 Hz, con arranque directo de la línea.
Dicho motor ha de ser instalado en un local en que el ambiente es seco y la temperatura máxima es
de 40 °C.
Procedimiento a seguir:
a) Determinación de la corriente nominal del motor:
De acuerdo con el gráfico correspondiente de la figura 16, la corriente nominal correspondiente al
motor a instalar es de:

b) Selección de la protección contra sobrecargas:


Cuando un motor no posee el dato del factor de servicio, puede considerarse con S.F.= 1. Sobre la
base de lo establecido en los acápites de la investigación, en la tabla 2 se obtiene el valor del ajuste
máximo de la protección térmica, la cual debe ser igual a:
máximo
c) Selección de la protección contra cortocircuitos:
De acuerdo con la tabla 1.1 un motor trifásico, de jaula de ardilla, sin letra de código, para ser
arrancado directamente de la línea (arranque a pleno voltaje) y protegido mediante fusibles debe ser
ubicado en la casilla 3. Por tanto:

Consultando la tabla 3 se determina que el valor de capacidad de corriente inmediatamente superior


a 120 A en fusibles fabricados convencionalmente, es de 125 A, valor que se selecciona.
d) Aislamiento del conductor:
Atendiendo a las condiciones ambientales del local en que ha de ser instalado el motor en cuestión,
la tabla 4 indica que es posible escoger el tipo de aislamiento termoplástico TW.
e) Calibre del conductor:
El valor de corriente que ha de servir de base a la determinación del calibre del conductor a utilizar,
debe calcularse mediante la ecuación 3:

El valor de corriente inmediatamente superior a 61 A que aparece en la tabla 6 es el de 70 A, valor


que corresponde a un conductor de cobre de 21,2 mm2 de sección transversal, o el equivalente AWG
N°4.
f) Diámetro de la tubería:
Mediante la tabla 9 puede determinarse que 3 conductores de 21,1 mm2 de sección transversal
pueden introducirse en una tubería de 31,8 mm de diámetro ( pulgada).

Listado de materiales seleccionados:


 1 Interruptor de cuchillas trifásico, de 70 A, 220 V, con fusibles de 120 A,
con sus correspondientes cartuchos.
 1 contactor magnético de 70 A, 220 V, trifásico, 60 Hz, con protección
térmica ajustable a un valor máximo aproximado de 46 A.
 Cable de 21,1 mm2 de sección transversal o AWG N°4, metros.
 Tubería de 31,8 mm de diámetro ( pulgada), metros.
BIBLIOGRAFIA
[1] MANUAL DE MOTORES ELECTRICOS, Andrés Videla Flores Ingeniero Civil
Eléctrico Página 1 de 70.
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Motor_el%C3%A9ctrico
[3] http://www.monografias.com/trabajos10/motore/motore.shtml
[4] http://www.monografias.com/trabajos74/motores-corriente-directa/motores-corriente-
directa2.shtml
[5] http://www.MOTORES%20MANTTO%202.htm
[6] José Roldan Victoria. Motores Eléctricos Automatismos de Control, Tercera Edición.
Editor Paraninfo S.A. Magallanes Madrid 1994.
[7] Motores y Generadores Eléctricos. Editorial Sudamericana Alsina 500 Buenos Aires
[8] Máquinas eléctricas y transformadores Irving L. Kosow 2ed Electricidad 7 Harry Milea.
[10] Esteban Amador Martinez, Electrotecnia Básica

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