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Metodologia de las ciencias 1. Pero... {qué es el método cientifico? La palabra “ciencia” tiene, desde hace tiempo, efectos motives positivos en la ma- yor parte de la gente. De modo que se habla de la “‘ciencia del deporte’’, de “métodos cientificos para adelgazar”” o de “zapati- llas...”, perdén “calzado deportivo disefiado cientificamente”. Parece que cualquier cosa que se califique de “cientifica” ganara en va- lor y consideracién. Sin embargo, mientras en algunas areas, como la electrénica, la ciencia ha producido resultados francamente espectaculares, en otras, como Ia llamada “metodologia cientifi- ca para adelgazar”, la gente gasta su dinero sin ningtin resultado comprobable. {COmo distinguir entre la ciencia y la pseu- dociencia? {En qué consiste el método cienti- fico? ; Qué distintos tipos de ciencias hay? Es- tas son las preguntas que consideraremos en este capitulo en el que confluyen en buena medida los temas tratados en los anteriores. 2. Conocimiento, investigacién y aplicaciones cientificas Un epistemélogo contemporaneo, el ar- gentino Mario Bunge, en su obra La cien- cia: su método y su filosofia, Siglo XX, (Bs. As., 1972) caracteriza a la ciencia co- 0 “conocimiento racional, sistematico, exacto, verificable y por consiguiente fali- ble”. Es preciso analizar con cierto cuida- do esta definicién. La ciencia es, en princi- pio, conocimiento, es decit, interpretacion, descripcién o explicacién de algtin objeto: este conocimiento es racional 0 légico, porque esta compuesto de términos, propo- siciones y razonamientos; es sistemdtico, es decir, las distintas teorias constituyen una totalidad provisionalmente ordenada y no una mera sumatoria de proposiciones; es exacto, no porque toda ciencia haga uso de las matematicas, sino porque las cien- cias emplean un lenguaje claro y preciso; es verificable, porque las proposiciones cientificas deben poder ser sometidas a al- gtin tipo de prueba de modo directo o indi- recto; y falible, porque precisamente las pruebas pueden invalidar dicho conoci- miento, La ciencia es entonces conoci- miento capaz de ser sometido a prueba y que se modifica permanentemente como producto del resultado de esas pruebas que muestran que ciertas teorias consideradas verdaderas, en un determinado momento, deben ser descartadas 0, por lo menos, mo- dificadas, ante nuevas evidencias. Hay una 95, cantidad de conocimientos o pretendidos conocimientos que no cumplen con estas condiciones y que, por lo tanto, no merecen ser considerados conocimientos cientifico: asi por ejemplo, aquellos que estén expre- sados en un lenguaje metaférico 0 poco preciso, o que no pueden ser sometidos a verificacién, como suele suceder con las predicciones astrol6gicas, del tipo de “Algo importante le sucedera esta semana” que por su vaguedad es irrefutable, pues siem- pre se puede entender que algo fue, es 0 se- rd importante. De la misma manera que en el lenguaje comiin la palabra “construccién” puede de- signar cl cdificio terminado o el edificio en proceso, llamamos “‘ciencia” no sdélo al co- nocimiento cientifico sino también a la act vidad productora de conocimiento cientif co, es decir, la investigacién cientifica, co- mo cuando decimos de alguien que es “un hombre de ciencia” o que “hace ciencia”. También debe diferenciarse el conocimien- to cientifico de la aplicacién del mismo; asi, cuando se dice “la ciencia médica”, en realidad se trata de la medicina que tiene base o se apoya en las ciencias. En general se Hama tecnologia al conocimiento cienti- fico aplicado. La distincién entre conocimiento cientf- fico, investigacién cientifica y tecnologia, aunque importante, no debe ser exagerada ya que hay una estrecha relacién entre estas ires caras de la ciencia: se puede decir que la investigacién cientifica produce conoci- miento cientifico que al ser aplicado suscita nuevas investigaciones estableciéndose un proceso circular. Cuando alguien quiere aprender una ciencia, por ejemplo, la biolo- gia, debe por una parte aprender conoci- mientos bioldgicos, fundamentalmente una cantidad de teorfas centrales; también debe aprender los procedimientos de investiga- cién de esa ciencia y las aplicaciones mas importantes de esas teorias. MEE Actividades = @ Construir un esquema conceptual en el que se relacionen los conceptos de “cono- “La palabra ‘clenca’ hace pensar en aparatos, tubos de ensayo, mecheros, computadoras, microscopios... La ciencia es mas bien un método. Es un procedimiento para conocer yatrapar la realidad’. Ciencia y sociedad contemporanga. G. Kimovsky. 1983. 96 cimiento cientifico”, “investigacion cient{- fica” y “tecnologia” y sus principales ca- Tacteristicas. 3. Ciencias formales y ciencias facticas ‘Aunque las ciencias se pueden clasificar de miltiples maneras, una divisién fecunda y itil para comprender las diferencias metodo- Iogicas que las separan es la que distingue en- tre ciencias formales y ciencias facticas. Son ciencias formales la légica y la matemética; son ciencias facticas las ciencias de la natura- leza, como la fisica, la quimica o la biologia y las ciencias sociales como la sociologia o la economia. Las ciencias facticas (del latin fac- tum, que significa hecho) se ocupan de he- chos 0 sucesos, 0 sea, de realidades espacia- les y/o temporales, naturales 0 sociales. Asi, la fisica o la biologia se ocupan de ciertos he- chos naturales que estan en el espacio y en el tiempo; la sociologfa o la economia, de otros hechos que producen los hombres como inte- grantes de una sociedad. La légica y maticas, en cambio, tratan de objezos ideales, entes que no estén en el espacio o en el tiem- po y que estén sometidos a la relacin de im- plicacién. Estos entes ideales son muchas ve- ces obtenidos por abstracci6n a partir de la realidad; se puede ser su origen; asf, por ejemplo, los ntimeros naturales pueden surgir al comparar conjuntos diversos en otros as- pectos pero que tienen igual némero de ele- mentos. Pero, cualquiera que sea su origen, la matemitica y la légica operan con entes idea- les. Asf, cuando la matematica dice que “1 + 1 = 2”, no se preocupa por sefialar que si a una gota de agua le agrego otra gota de agua no voy a obtener dos gotas de agua; también la légica establece como una ley “(p.q) = (q.p)”, pero cuando se descubre que no es lo mismo decir “Chocaron y murieron” que “Murieron y chocaron”, este hecho no Ieva_ a modificar la ley en cuesti6n porque los sig- nos “+” en matemdtica y “.” en légica ex- presan relaciones ideales entre objetos ideales “1”, "2", Sp”, “q”. Como estos objetos son ideales, no hay en la l6gica ni en la matemét- ca verificacin empirica, es decir, contrasta- cién con los hechos, como la que prescribe la metodologia de las ciencias facticas. Asi, cuando se demuestra un teorema, por ejem- plo, “los éngulos opuestos por el vértice son iguales”, no se mide con un transportador, ni siquiera los dibujos de que se vale el profesor son estrictamente necesarios pues la demos- - traci6n se realiza aqui por via completamente deductiva. Precisamente, la demostracién de- ductiva de teoremas a partir de axiomas es la metodologia basica de las ciencias formales. Las proposiciones de las matematicas, co- mo las leyes l6gicas, son tautologtas, es decir, verdades formales, proposiciones analiticas cuya validez depende solamente de las defini- ciones de los simbolos que contienen. Las proposiciones fundamentales de las ciencias facticas, en cambio, son proposiciones con- tingentes, es decir, proposiciones sintéticas cuya verdad 0 falsedad se determina al cote- jarse con los hechos; también hay, en ciencias facticas, proposiciones analiticas, pero éstas juegan un papel auxiliar, Hay, de todos modos, una relacién entre las ciencias formales y las facticas. Como los objetos que se estudian en la légica y la matemiatica son objetos ideales, formas va- cfas, los mismos pueden aplicarse a distintas realidades empiricas. Asf, por ejemplo, el enunciado de la aritmética “2 + 2 = 4” se puede aplicar a electrones, cromosomas, gramos de plata o caramelos. De esta mane- ra, las ciencias formales son auxiliares de las ciencias ficticas y por eso hoy es casi imposible estudiar ciencias s sin un buen conocimiento de légica y matemiticas. Establecida la distincién entre ciencias formales y fécticas nos ocuparemos, en las paginas que siguen, de sus respectivas me- todologias. 97 GEE Actividades i Completar el siguiente cuadro: C. Formales C. Facticas Objetos Proposiciones Método, ee SS Teorema de Pitagoras: a+ b?=c’. Aunque la imagen ayude a comprender alos entes ideales, en realidad, los mismos son abjetos concebibles intelectualmente; asi, el punto geométrio no tiene supertisie o el plano no tiene espesor. 4, El método axiomatico en las ciencias formales Quienes primero aplicaron el método axiomatico fueron los griegos y quien en particular organiz6 el sistema axiomatico mas importante y conocido fue Euclides (siglos IV-III a.C.). Este sistema constituye la geometria elemental. Euclides denomind a su libro Elementos y en el mismo, la geo- metria, que hasta entonces era un compen- dio de reglas empiricas para medir 0 divi- dir figuras se transforma en una ciencia de- ductiva légicamente organizada. Desde Euclides el método axiomiatico o la organizacién mediante sistemas axiomaticos ha sido el ideal no sdlo de la geometria sino de la matematica toda. Aunque la axiomética moderna es més ri- gurosa que la de Euclides, la base del mé- todo axiomatico es la misma que esta pre- sente también en juegos como el ajedrez 0 las damas: se debe decidir cudles son las piezas, fijar reglas precisas para usarlas, y 98 gE “ Iuego moverlas sin hacer trampas. Un siste- ma axiomatico actual tiene los siguientes componentes: 1. Términos primitivos 0 no definidos: son aquellos que se toman sin defi- nicién en el sistema. 2. Términos definidos: son los que se definen en el sistema. 3. Axiomas: son formas proposiciona- les que sirven de punto de partida, que se las admite sin pretender que sean verdaderas 4. Reglas légicas: son prescripciones que deben seguirse al efectuar las deducciones. 5. Teoremas: son formas proposiciona- les demostradas, deducidas de los axiomas por aplicacién de las reglas légicas. Es importante sefialar que todos los componentes del sistema, menos las reglas légicas, estén formalizados, es decir, son simbolos 0 secuencias de simbolos. Las re- glas l6gicas, en cambio, no pueden formali- zarse porque constituyen prescripciones justamente sobre cl manejo de los simbo- los. Las reglas légicas, quizé, més que co- mo parte integrante del sistema, pueden ser consideradas “flotando” por encima del mismo, Como el sistema es puramente for- mal, el mismo puede ser interpretado dén- dole un cierto contenido a los simbolos que Jo componen. Presentaremos un ejemplo de sistema axiomatico de la ya estudiada légi- ca proposicional. Términos primitivos: Variables: p, , 1,8, . Constantes: - v,(), []- Términos definidos: 1.(p.q) =df. -(-pv-q) 2(p>q) =di (-pvq) 3(p=q) =dt. (p >q)-(q >p) Con estos términos primitivos y defini- dos se pueden construir expresiones como “p.” 0 “p v. q”, como en matemética po- drian construirse férmulas del tipo “2 = + 3”, que son incapaces de tener significa- cién; para evitar su aparicién en el cdlculo se sefialan reglas de formacién que definen las formulas bien formadas (fbf). Estas re- glas son las siguientes: 1. Cualquier variable es una fof. . El resultado de anteponer “—” a una fbf es también una fof. 3. El resultado de flanquear “v” por dos fof es también una fbf. 4, Ninguna otra cosa es una fot. pp Axiomas: 1. ~(pvp)vp 2. -pv(pvag) 3. ~(pvq)v (vp) 4. -Caviv[-(pvq)vipvn] Reglas de inferencia: Regla de sustitucién: En cualquier for- mula, una variable puede ser sustituida por una fof, siempre que la sustitucién se veri- fique en todos los lugares en que dicha va- riable aparezca en la formula. Regla de separacién: Si “‘p” es una for- mula derivable del sistema y también lo es la formula “— p v q”, entonces “q” es otra férmula derivable. Teoremas: (pv) = vp) Demostraci6n: 1. -(pvq)v(qvp) — Axioma 3 2. (pvq) >(qvp) De 1 por Df. 2 De 2 por R. Sustitucién De2y3por Di.3 3. (qvp) > (pvq) 4. (pvq)=(qvp) 99 El teorema demostrado —ley de conmuta- cién— es sdlo un ejemplo de los muchos que pueden demostrarse. Con lo que acabamos de hacer, la légica proposicional se transforma en un sistema axiomAtico riguroso, a la par que mucho mas drido. Partiendo de los términos primi- tivos, definimos rigurosamente los otros, planteamos cuatro axiomas y sélo dos re- glas de inferencia; con estos elementos se puede demostrar la validez de cualquier tau- tologia como un teorema del sistema. {Qué condiciones deben satisfacer los axiomas y las reglas de inferencia que se elijan en la construccién de un sistema axio- miatico? Tres son los requisitos basicos. En primer lugar, los axiomas y las reglas deben ser coherentes, es decir, no conducir a con- tradiccién; en nuestro caso, que sélo se pue- dan derivar tautologias. En segundo lugar, deben ser completos, es decir, se deben de- tivar de ellos todos los teoremas; en nuestro caso, todas las tautologias, Finalmente, d ben ser independientes, es decir, ningtn axioma debe ser derivable de otro, ser pro- bado como teorema. En el ejemplo que analizamos nos propu- simos desde el inicio construir un sistema axiomitico de la légica proposicional que el lector ya habia estudiado antes; esto, pensa- mos, facilité la comprensi6n: los simbolos eran conocidos y remitian al lector a ciertos designados, Pero obsérvese que, si hacemos abstraccién de esa interpretacién, si nos ol- vidamos de esa interpretacién de los simbo- los, el sistema se lo puede construir igual, es decir, se pueden demostrar teoremas a partir de los axiomas sin que los axiomas 0 los teoremas tengan contenido alguno, Por esto se dice que los sistemas axiomaticos contemporaneos son sistemas formalizados. Es ésta una caracteristica que los diferencia marcadamente de los sistemas antiguos. Co- mo el sistema axiomatico que hemos cons- truido es un sistema formalizado, es decir, se trata de meras secuencias de simbolos sin contenido, es posible construir sobre el mis- mo otra interpretacion distinta, asignando a sus términos otra interpretacién, 0 sea, no leyéndolos ya como variables de proposi- ciones y conectivas. Asi, un mismo sistema axiomatico puede tener varias interpretacio- nes, Cada interpretacion de un sistema axio- miAatico se denomina un modelo. Si dos mo- delos corresponden a un mismo sistema axiomatico se dice que son isomorfos y si dos modelos son isomorfos tendran las mi mas propiedades formales, es decir, la mis- ma estructura logica. 5. Las ciencias facticas: concepcién inductivista La pregunta acerca de cual es el método de las ciencias facticas ha dado lugar a dis- tintas respuestas de las cuales analizaremos dos: la concepcién inductivista, en este pa- ragrafo, y el método hipotético-deductivo en los siguientes. Segtin una difundida concepcién de la ciencia, la misma comienza por la observa- cién de los hechos, sin ningiin tipo de pre- juicios, la observacién proporciona una ba- se segura y, cuando es posible, se acompa- fia de la experimentacion que al estudiar hechos en condiciones de laboratorio, con- trolando las variables intervinientes, permi- te efectuar una mejor observacion. La ob- servacién concluye en enunciados observa- cionales que son enunciados singulares del tipo “Este trozo de metal al calentarse se dilat6”’. Para pasar de estos enunciados singulares a enunciados universales o le- yes del tipo “Todos los metales, al calen- tarse se dilatan”’, hace falta del razona- miento inductivo, que partiendo de propo- siciones singulares puede concluir en una proposicién universal. Para poder concluir fundadamente hace falta que se den tres condiciones: que se haya considerado un mimero muy grande de casos, es decir, que 100 se tenga un gran ntimero de enunciados singulares como el presentado més arriba; también es necesario-que las observacio- nes se hayan efectuado en muy distintas condiciones, en nuestro ejemplo, conside- rando muy distintos metales, de distinto peso, longitud, etc.; finalmente es necesa- rio que no se haya dado ningiin caso nega- tivo, es decir, que en todos los casos some- tidos a examen el metal se haya dilatado. Si estas condiciones se han cumplido, se- gtin el inductivismo es posible concluir con la afirmacién de la ley © proposicién que expresa una regularidad general. El conocimiento cientifico serfa una cole: cién de leyes. A su vez, de la ley y de cier- tas condiciones iniciales es posible por via del razonamiento deductivo explicar y pre- decir ciertos fendmenos, Por ejempio, en nuestro caso, de la ley que dice que todos los metales se dilatan por la accién del ca- lor y de establecer que los rieles del ferro- carril son de metal y estén sometidos a la . La observacion y la experimentacién, que a veoes requieren complejas instrumentos, ponen a prueba las teorias cientiioas, accién del calor, se puede concluir que los mismos se han de dilatar; razén por la cual el lector atento habra observado que entre segmento y segmento de via de tren se de- ja un espacio de algunos milimetros para evitar que la dilatacién produzca una de- formacién de Ios rieles, lo que constituye una aplicacion tecnolégica. EEEEEZE Actividades ES i Construir un esquema conceptual que refleje la concepcion inductivista de la ciencia y en el que se adviertan las relacio- nes entre los siguientes conceptos: “he- chos”, “observacién”, “experimentacién”, “enunciados singulares”, “razonamiento in- ductivo”, “ley”, “razonamiento deductivo”, “explicacién” y “prediccién”. Una vez construido el esquema concep- tual del ejercicio anterior, senalar un ejem- 101 plo de posible investigacién cientifica en el que se aplique el esquema, sefialando cué- les son los hechos por explicar, las observa- ciones y/o experimentaciones efectuadas, el razonamiento inductivo propuesto, la ley a la que se arriba, y el razonamiento deducti- vo que permite explicar y predecir nuevos sucesos. 5, Dificultades de la concepcién inductivista La concepcién inductivista de la ciencia tiene, sin embargo, un purito débil funda- mental que es el razonamiento inductivo. Segiin dijimos, el razonamiento inductivo debe basarse “en un numero muy grande de casos”, pero, ,cmo establecer cudndo se ha llegado a un numero suficiente de ca- sos? Las leyes cientificas hablan de infini- tos casos, en el pasado, el presente y el fu- turo, y “un ntimero muy grande de’casos” siempre es infimo en relaci6n con el infini- to. Por otra parte, se dice que las observa- ciones deben haberse efectuado “en muy distintas condiciones”. También esto es problematico. {Qué condiciones son las que se deben variar en las distintas obser- vaciones? En nuestro ejemplo dijimos que debian observarse distintos metales, de di- ferente peso, largo, etc. Puede importar también el color, la forma, la textura, el grado de oxidacién? Probablemente, si. {También deberia variarse la proximidad con otros metales? ;Deberiamos probar con metales previamente golpeados y otros no golpeados, con metales a los que se les hu- biera hablado y con metales a los que no se Jes hubiera hablado? Seguramente, el lector respondera negativamente estas ultimas preguntas considerando que estas “varia ciones” no son relevantes. Pero, {cuales son variaciones 0 cambios de circunstan- cias relevantes y cudles no? Para contestar esta tiltima pregunta, ya debemos tener una teorfa del comportamiento de los metales. Pero si tenemos esa teoria previa, entonces nuestra observacién no es absolutamente desprejuiciada como supuestamente debja ser segtin el inductivismo; si ciertas teorfas previas gufan la observacién, entonces la ciencia no comienza por la observacién co- mo lo afirma el inductivismo. Estas dificul- tades nos llevan a considerar otra versién del método cientifico, ms actual y comple- ta, que se denomina método hipotético-de- ductivo 0 concepci6n falsacionista de la ciencia, 7. El método hipotético-dedu Ja estructura del conocimiento cientifico El método hipotético-deductivo ha sido propuesto por el fil6sofo contemporéneo Karl Popper, de origen austriaco, pero resi dente en Inglaterra, en libros como La l6gi- ca de la investigacién cientifica (1935) y El desarrollo del conocimiento cientifico: conjeturas y refutaciones (1962). Dedica- remos tres pardgrafos al estudio del método hipotético-deductivo que puede ser consi- derado como una versién estandar del mé- todo cientifico. Consideremos la ciencia como conoci- miento cientifico. Las ciencias facticas bus- can dar explicaciones de los hechos y, para ello, construyen feorias. Una teoria es un conjunto de proposiciones que explican el comportamiento de un determinado sector de la realidad. Asi, por ejemplo, la llamada “teoria de la evolucién” es una explicacién del desarrollo de la vida en la Tierra; la “teoria cinética de los gases” es una expli- cacion del comportamiento de los gases, et- cétera. Las proposiciones de una teorfa se com- ponen, como cualquier proposici6n, de tér- minos. Los términos pueden ser de dos ti- 102 pos: Iégicos (cuantificadores, conectivas proposicionales, etc.) y no ldgicos, propios de la teorfa; estos tiltimos se dividen a su vez en términos empiricos, que nombran entidades observables, y tedricos, que nom- bran entidades no observables como “éto- mo”, “electrén” o “inconsciente”, pero cu- ya existencia la teorfa postula para explicar los hechos. Las proposiciones de una teoria pueden ir desde enunciados singulares ob- servacionales del tipo “este metal, someti- do a la accién del calor, se dilaté” hasta Pproposiciones generales que contienen tér- minos teéricos como por ejemplo, “en los dtomos de los distintos elementos, el nime- ro de protones es igual al mémero de elec- trones”, pasando por proposiciones que emplean términos teéricos y empiricos que sirven de nexo entre las otras dos. Una par- te importante de las teorfas son las Leyes Las leyes son proposiciones generales que enuncian ciertas regularidades en los obje- tos estudiados y que, por lo tanto, permiten predecir.el comportamiento futuro de obje- tos similares. Asi, por ejemplo, una ley que integra la teorfa cinética de los gases es la que afirma: “A temperatura constante, el producto de la presién por el volumen es constante”. Aunque las leyes pueden enun- ciar sélo regularidades aisladas, en realidad tienen un interés mayor cuando forman parte de teorias. Las diversas proposiciones de una teoria se ordenan en forma deducti- va desde las més abstractas 0 te6ricas y ge- nerales hasta los enunciados singulares de observacién que, mds que integrar la teorfa, vinculan la misma con los hechos. El conocimiento cientffico es un conjunto de teorfas que explican los hechos. Pero los mismos hechos pueden ser explicados de distinta manera, es decir, pueden construirse varias teorfas para explicarlos. Asf, puede explicarse el movimiento de los astros pen- sando que giran alrededor de la Tierra —teorfa geocéntrica—, o bien se puede pen- sar que es la Tierra la que gira alrededor del Sol —teorfa heliocéntrica—. Durante siglos se crey6 que la teoria geocéntrica era verda- dera, pero desde el siglo XVI se conocen abundantes hechos que demuestran su false- dad; se dice entonces que la teoria geocéntri- ca ha sido refutada. En general, una teoria ha sido refutada cuando de la misma se de- ducen proposiciones que, al cotejarlas con los hechos, no se verifican. Asf, por ejem- plo, de la teorfa que afirma que la Tierra es plana se deduce que el casco y los mistiles de un barco desaparecerdn simulténeamente en el horizonte; pero esto tiltimo no sucede; por lo tanto, la Tierra no es plana. La teorfa ha sido refutada. Se puede recordar aqui que la forma de razonamiento empleada general- mente para refutar teorfas es la regla del Mo- dus Tollendo Tollens: Si la Tierra es plana, el casco y los mastiles de un barco desapareceran simultaneamente en el horizonte. Pero el casco y los mastiles no desa- parecen simulténeamente. En consecuencia, la Tierra no es plana. ADB -B -A En ocasiones, dos teorfas referidas a un mismo hecho pueden convivir durante un largo perfodo porque no se encuentran ele- mentos concluyentes para refutar a alguna de ellas y cada una logra explicar algunos hechos. Tal es el caso de las teorfas corpus- cular y ondulatoria de la luz. Habfamos dicho que el conocimiento cientffico es un conjunto de teorfas. Debe- mos agregar ahora que se trata de un con- junto complejo de teorfas. La complejidad reside en que las teorfas no estén aisladas, sino interrelacionadas. Supongamos una teorfa biolégica sobre el funcionamiento celular que postula que la fuente de energfa de la célula est4 dada por la accién de las mitocondrias al destruir las uniones entre 103 Los cientficos construyen hipstesis que son capaces de explicar los hechos, pero cualquier hipotesis cientfica tiene el carécter de una explicacién provisional. los 4tomos de carbono en la molécula de glucosa. Esta teoria de la biologia reposa sobre la teorfa de las uniones quimicas, la que a su vez se apoya sobre la teoria atémica. Una modificacién en esta ulti- ma teoria podria traer como consecuen- cia la necesidad de revisar las otras dos teorfas. En general, podemos decir que no hay teorias aisladas, pero'si hay teo- tias mas importantes que otras. Asi, por ejemplo, la teoria atémica esta en la base de buena parte de la ciencia contempora- nea. Esta interrelacién de las teorfas ex- plica la convencionalidad de la distin- cién de diversas ciencias y la necesidad de establecer disciplinas que sirvan de nexo como la fisicoquimica, la biofisica, la bioquimica, etcétera GEESE Actividades EE lm Enunciar tres proposiciones de la qui- mica de distinto grado de generalidad y en las que haya términos légicos y no 16- gicos, entre estos Ultimos algunos teéri- cos y algunos empiricos. Sefialarlos. 8. El método hipotético-deductivo: el descubrimiento cientifico Dejemos de lado, por ahora, la consi- deracién de la ciencia como conocimien- to cientffico para ocuparnos de la ciencia como actividad productora de dichos co- nocimientos, es decir, como investiga- cién cientifica. La pregunta fundamental en esta rea, en lo que se llama el contexto de descu- brimiento, podria ser: gcual es el o los métodos fundamentales para formular teorias cientificas?, 0, gcudl es la fuente de nuestros conocimientos cientificos? La respuesta a esta pregunta cs un tanto desconcertante: no hay ninguna fuente de conocimiento ni ningtin método que nos lleve con seguridad a efectuar un 104 descubrimiento cientifico, Analicemos algunos ejemplos procedentes de la his- toria de la ciencia para entender més cla- ramente lo que queremos decir respecto del descubrimiento cientifico. Con frecuencia se menciona la anécdota de Arquimedes, quien descubrié las leyes de Ja hidrostatica mientras se bafiaba. Al darse cuenta de la liviandad de su propio cuerpo se dice que salié corriendo del baiio gritando alegremente “Eureka, eureka” (lo encontré). El origen de la teoria de Newton, yen particular, la ley de gravitacién univer- sal habrfa que buscarlo (segtin una anécdo- ta seguramente falsa) en la famosa manza- na que cay6 sobre su cabeza. Un tercer ca- so, menos conocido, es el de Kekulé, el quimico que descubrié la representacién en forma hexagonal de la molécula de bence- no; segtin cuenta Hempel, alemén radicado en EE.UU: durante mucho tiempo intenté sin éxito hallar una formula de la estructura de la molécula de benceno hasta que, una tarde de 1865, encontré una solucién a su problema mientras dormitaba frente a la chimenea. Contemplando las llamas, le pareci6 ver 4tomos que danzaban serpentean- do. De repente, una de las serpientes se asié la ola y formé un anillo, y luego giré burlonamente ante él. Kekulé se desperté de golpe: se le habia ocurrido la idea —ahora famosa y familiar— de representar la estructura molecular del benceno mediante un anillo hexagonal. Filosofia de la ciencia natural, C. Hempel, 1966. ‘Alianza, Madrid, 1980, {Qué muestran estos ejemplos? Una lec- tura ingenua podria concluir que el proceso de descubrimiento cientifico es totalmente casual y fortuito, que a cualquiera se le puede ocurrir una buena idea en cualquier momento. Esto no es asi. Ya la gente se ba- fiaba antes de Arquimedes, las manzanas se cafan antes de Newton y siempre los hom- bres han dormitado en las més diversas si- tuaciones, pero estos hechos no han produ- cido conocimientos cientificos. Si estos hombres hicieron descubrimientos impor- tantes es porque antes que nada tenian un problema, es decir, los tres estaban buscan- do una explicacién a algo que, en mayor 0 menor medida, les resultaba desconcertante. Tener un problema, haber encontrado algo que requiere de una explicacién, ya sea por- que hasta ahora no tiene ninguna o porque Ia que tiene por algtin motivo nos resulta in- satisfactoria, constituye el punto de partida de la actividad cientifica. El planteo correc- to de un problema es el primer paso en la metodologia de la investigacién. No se pue- de investigar sin tener un problema. Arqui- medes, Newton y Kekulé tenian cada uno un problema, una cuestién que querian re- solver y para ello tensaron al maximo su in- teligencia, sus sentidos y hasta su voluntad Esta tiltima frase puede parecer demasi do ambigua. ,Qué quiere decir que un cien- tifico tensa al maximo su inteligencia, sus sentidos y hasta su voluntad? El descubri- miento cientifico se origina en las mas di- versas fuentes; una vez que un cientifico tiene un problema formulara hipdtesis ten- tativas, es decir, proposiciones que den una explicacién gruesa y provisional, revisara bibliografia, es decir, leerd teorias relacio- nadas con su problema, hard uso de la ob- servacién 0 de la experimentacién cuyos resultados robustecerdn, afinardn o debilita- ran sus hipétesis iniciales. A medida que avance en estas actividades, ira descartando algunas hip6tesis y se le iran ocurriendo nuevas, en un proceso psicolégicamente muy complejo y que de ser exitoso culmi- naré en una explicacién satisfactoria del problema inicialmente planteado. Pero todavia se puede preguntar: ghay al- go que pueda favorecer el proceso de des- cubrimiento del cientifico? Si. Facilitarle los medios para que pueda observar y pen- sar el problema y construir los experimen- 105 tos necesarios; ésta es la cuestién de los medios materiales; por otra parte, darle la més absoluta libertad y dejarlo en paz. En realidad, si bien se mira, éstas son condicio- nes deseables, algunos pensarin que hasta necesarias, pero, desde ya, no por sf solas suficientes: su presencia no garantiza que se produzcan descubrimientos relevantes. En el contexto de descubrimiento, es de- cir, en lo relativo a la gestacién de una teo- ria cientifica, todo vale. Para llegar a una teoria, un cientffico puede valerse de la in- tuicién, la imaginacién, la observacién, el experimento, la induccién, etc., y muy fre- cuentemente de una combinacién de todos esos recursos GEESE Actividades ES @ Analizar criticamente el siguiente juicio. Sefialar en qué sentido se puede considerar verdadero y en qué sentido falso: “La investigaci6n cientifica es producto del azar” 9. El método hipotético-deductivo: la justificacion Pero las explicaciones cientificas deben estar justificadas. En efecto, no basta que alguien sostenga una teorfa cualquiera aun cuando explique cémo, de qué manera lle- 26 a la misma, sino que es necesario que la justifique para que pueda ser admitida en el cuerpo de doctrina cientifica, es decir, para que pase a formar parte del sistema de co- nocimientos a que nos referimos antes. Di- cho de otro modo: cualquiera puede soste- ner la teorfa de que la causa de la calvicie es la exposicién a los rayos solares 0 que los volcanes entran en erupcién porque se enojan los espiritus o que las plantas se Karl Popper ha ‘concepcién hipotético- deductiva de la clencia {que concibe alas teorias cientficas como construccio- nes hipoteticas que pueden ser refutadas. marchitan si se las riega en momentos en que estén expuestas a la luz del sol los dfas de mucho calor. Cémo haya Iegado al- guien a estas teorfas, si por intuicién o por induccién 0 por lo que fuera, nos tiene sin cuidado. Lo que interesa ahora es c6mo se las justifica. Y con esto pasamos al contex- to de justificacién. Para que una teorfa pueda ser aceptada debe Ienar tres requisitos fundamentales En primer lugar cumplir ciertas condicio- nes formales referidas a la Iégica y al len- guaje en que esté formulada: un lenguaje Claro y preciso, con términos definidos en la teorfa o tomados de otras teorfas explici- tamente sefialadas, y una estructuraci6n 16- gica de sus proposiciones. En segundo lu- gar, debe ser posible deducir de la misma enunciados 0 proposiciones singulares que puedan ser confrontadas con los hechos. En tercer lugar la teorfa debe aprobar esta con- frontacién, es decir, las proposiciones sin- gulares deben, al ser confrontadas con los hechos, resultar, verdaderas. Muchas pretendidas teorfas no satisfacen 106 ZBwBeODeaereasaroeoreegupmpnmarPegcweeeeanmrnhaagwmogenholye#ean2 Ba. BEEK“ o & el primer requisito, pues estén construidas con un vocabulario absolutamente impreci- so, utilizable en la conversacién, como “mucho calor”, pero inadmisible en ciencia. Otras “teorfas”, como la que atribuye las erupciones volcanicas al enojo de los espiri- tus, suponiendo que contienen definiciones que aclaran los términos vagos, violan el se- gundo requisito que dice que una teorfa de- be tener consecuencias observacionales, es decir, de la misma deben poder deducirse enunciados singulares capaces de ser con- frontados con los hechos, y en este caso, na- da se puede deducir de la misma que pueda ser sometido a prueba. Supongamos ahora que alguien sostiene la teorfa de que la cau- sa de la calvicie en los hombres mayores de cincuenta afios reside en exponerse a bafios de sol que superan como promedio la media hora diaria. Supongamos que se hayan acla- tado los términos “causa”, “calvicie” y “ba- fios de sol”. De la misma se sigue por via puramente deductiva que “Si el individuo A es calvo y tiene més de cincuenta afios en- tonces toma bajfios de sol de mas de media hora diaria promedio y si el individuo B es calvo y tiene mas de cincuenta afios enton- ces toma bafios de sol de mas de media hora diaria promedio y que el individuo C...” Co- mo esta proposicién es una conjuncién con- tinua de enunciados singulares, bastard en- contrar un enunciado singular falso para que sca falsa en su conjunto, es decir, basta- ra encontrar un individuo que sea calvo, tenga mas de cincuenta afios y no tome ba- fios de sol por mds de media hora diaria promedio, para que sea falsa toda la propo- sicién singular. Pero, a su vez, si una deduc- cién es correcta y la conclusién es falsa, en- tonces, la premisa, o por lo menos, una de Jas premisas si hay més, es falsa. En nuestro caso la teorfa de la calvicie, a pesar de que satisface el primero y el segundo requisitos, no satisface el tercero, es decir, los hechos no coinciden con lo que dice la teorfa que deberia suceder. Las deducciones de una teoria constituyen predicciones, es decir, al- go que es dable esperar que suceda segtin la teoria; a través de las mismas, las teorfas arriesgan ser refutadas y de hecho lo son muchas veces. Llegamos ahora a una cuestién suma- mente interesante. Si uno, al menos, de los enunciados singulares que se deducen de una teoria es falso, la teoria es falsa, pues, segtin lo estudiado en légica, si un razona- miento deductivo es valido y su conclusién es falsa, una de las premisas, por lo menos, debe ser falsa. Pero el hecho de que todos los enunciados singulares que se hayan de- ducido de una teoria sean verdaderos, no garantiza que la teorfa sea verdadera ya que, segtin la légica, hay razonamientos vé- lidos con conclusién verdadera y premisas falsas. En consecuencia, no hay razones que avalen la verdad absoluta o definitiva de una teorfa. Las teorfas que no han podi- do ser refutadas, a través de varios intentos, se dice que han sido corroboradas, esto es confirmadas provisionalmente. Pero, las teorias cientificas son siempre hipotéticas, constituyen explicaciones de los hechos que se aceptan mientras los hechos no las refuten, es decir, mientras los hechos no las contradigan. Pero cualquier teoria cientifica estd expuesta, justamente si es una teoria cientifica, a entrar en contradiccién con los hechos. Todavia hace falta aclarar algo mds. Si bien es més fécil refutar una teorfa que es- tablecer su verdad, tampoco lo primero es sencillo. ;Por qué? Porque si de una teorfa se desprende algtin enunciado que al ser confrontado con los hechos resulta falso, esto indica que en la teorfa hay al menos una proposicién falsa. Pero puede también suceder que la falsedad, o sea, el error en la elaboraci6n tedrica, no resida en la teorfa que se esta analizando, sino en una teorfa més basica o fundamental de la cual depen- de la que se analiza. Por ultimo, al someter a prueba una teoria suele hacerse uso de hi- 107 pétesis auxiliares que se dan por supuesto en el proceso de prueba y el error puede ha- Tlarse en estas hipétesis auxiliares. En resumen, segiin el método hipotético- deductivo, la actividad cientffica consiste en formular teorfas 0 conjeturas que nunca pierden su cardcter hipotético y en deducir de ellas consecuencias observacionales que puedan ser confrontadas con los hechos. De esta confrontacién surgird o bien la refuta- cién de la teorfa o bien la corroboracion o confirmacién provisional de la misma. EE «Actividades EE WSefialar en el siguiente parrafo cual es el hecho por explicar, qué hipstesis se propo- ne para explicarlo, qué consecuencias ob- servacionales se siguen de la hipdtesis, c6- mo se contrastan las consecuencias obser- vacionales con los hechos, qué hipétesis se admite como un supuesto al efectuar la contrastacién, indique si se corrobora 0 se refuta la hipstesis. En la época de Galileo, y probablemente mucho antes, se sabia que una bomba aspirante que extrae agua de un pozo por medio de un piston que se puede hacer subir por el tubo de la bom- ba, no puede elevar e! agua arriba de 34 pies por encima de la superficie del pozo. Galileo se sentia intrigado por esta limitacién y sugirio una explicacién, que resulté, sin embargo, equivoca- da. Después de la muerte de Galileo, su discipu- lo Torricelli propuso una nueva respuesta. Ar- gilia que la tierra est rodeada por un mar de al- re, que, por razén de su peso, ejerce presién so- bre la superficie de aquélla, y que esta presion ejercida sobre la superficie del pozo obliga al agua a ascender por el tubo de la bomba cuando hacemos subir el pistén. La altura maxima de 34 pies de la columna de agua expresa simplemen- te la presion total de la atmésfera sobre la super- ficie del pozo. Evidentemente, es imposible determinar, por ins- peccién u observacién directa, si esta explica- cién es correcta, y Torricelli la sometié a contras- tacion por procedimientos indirectos. Su argu- mentacion fue la siguiente: si la conjetura es verdadera, entonces la presién de la atmésfera seria capaz también de sostener una columna de mercurio proporcionalmente mas corta; ade- més, puesto que la gravedad especifica del mer- curio es aproximadamente 14 veces la del agua, la longitud de la columna de mercurio mediria aproximadamente 34/14 pies, es decir, algo me- nos de dos pies y medio. Comprobé esta impli- cacién contrastadora por medio de un artefacto ingeniosamente simple, que era, en efecto, el barémetro de mercurio. El pozo de agua se sus- tituye por un recipiente abierto que contiene mercurio; el tubo de la bomba aspirante se susti- tuye por un tubo de cristal cerrado por un extre- mo. El tubo est4 completamente llano de mercu- io y queda cerrado apretando el pulgar contra el extremo abierto. Se invierte después el tubo, el extremo abierio se sumerge en el mercurio, y se retira el pulgar; la columna de mercurio descien- de entonces por el tubo hasta alcanzar una altu- ra de 30 pulgadas: justo como lo habia previsto la hipétesis de Torricelli Posteriormente, Pascal hallé una nueva implica- cién contrastadora de esta hipdtesis. Argumen- taba Pascal que si el mercutio del barometro de Torricelli esta contrapesado por la presién del aire sobre el recipiente abierto de mercurio, en- tonces la longitud de la columna disminuiria con la altitud, puesto que el peso del aire se hace menor. A requerimiento de Pascal, asta impli- cacion fue comprobada por su cufiado, Périer, que miié la longitud de la columna de mercurio al pie del Puy-de Déme, montafia de unos 4.800 pies, y luego transparté cuidadosamente el apa- rato hasta la cima y repitié la medicién alli, de- jando abajo un barémetro de control supervisa- do por un ayudante. Périer hallo que en la cima de la montafa la columna de mercurio era mas de tres pulgadas menor que al pie de aquélla, mientras que la longitud de la columna en el ba- rémetro de control no habia sufrido cambios a lo largo del dia. Filosofia de (a ciencia natural, C. Hempel, 1966. ‘Alianza, Madrd, 1980, 108 “sche nuera mares: fad ee aa 10. Las revoluciones cientificas y el progreso de la ciencia De acuerdo con el inductivismo, la cien- cia progresa por acumulacién, ya que cons- tantemente se descubren nuevas leyes. Para el método hipotético-deductivo, la ciencia progresa al refutar teorfas y formular otras mas exactas y abarcadoras en un movi- miento de infinita aproximacién a la ver- dad. Thomas Kuhn, epistemélogo contem- pottineo, en su obra La estructura de las re- yoluciones cientificas, de 1962, sostiene la idea de que en el desarrollo cientifico se producen revoluciones parecidas a las revo- luciones politicas. De acuerdo con Kuhn, un campo de co- nocimientos atraviesa inicialmente lo que denomina el estado de pre-ciencia, que se caracteriza por la presencia en ese campo de multiples lenguajes, teorfas y metodolo- gias. La salida del estado de pre-ciencia se produce cuando se constituye un paradig- ‘ma que pasa a dominar el campo. Un para- digma es una teoria que define un campo, un Area de problemas y métodos legitimos, lo suficientemente abarcadora y Io bastante incompleta para dejar muchos problemas para ser resueltos por los cientificos. Kuhn de Arist6teles; la astronomia de Tolomeo y su contraria, la de Copérnico, defendida por Galileo; la fisica de Newton, y la qui- mica de Lavoisier, entre otros. Se trata de grandes obras a cuya sombra se realiza lo que Kuhn Llama la ciencia normal, es decir, la investigacién cientifica que progresiva- mente va completando el paradigma, al que toma por punto de partida y no se permite cuestionar. Un paradigma puede mantener- se durante siglos sin que surjan anomalfas, es decir, sin que se observen o descubran hechos que contradigan las afirmaciones fundamentales del paradigma. Cuando apa- recen anomalias, la reaccién inicial de la comunidad cientifica, es decir, de los cien- tificos que educados en cierto paradigma realizan la ciencia normal, es tratar de ne- gar la existencia de las anomalias, para ello pueden impugnarse las observaciones 0 las mediciones 0 los instrumentos, etc. Tam- bién puede intentar corregirse el paradigma para que dé raz6n de las anomalfas. Pero si las anomalfas se acumulan, se produce una crisis de confianza en el paradigma, y una parte de la comunidad cientifica busca un nuevo paradigma alternativo capaz de dar razén de las anomalfas observadas. Si se encuentra un nuevo paradigma, se produci- 14 una revolucién cientifica, es decir, una suerte de rebelién contra el paradigma an- terior que lo declara invalido y caduco. El nuevo paradigma sera aceptado por una parte de la comunidad, pero, seguramente, rechazado por otro sector. Kuhn sostiene que la adhesién a uno u otro paradigma en disputa no puede decidirse acudiendo a una instancia que esté por encima de los para- igmas, ni por medios 0 procedimientos ‘cientfficos”, pues éstos mismos estan en disputa. La adhesién a un paradigma u otro es més bien una cuestién emocional que 16- gica. Todo esto le hace destacar a Kuhn la semejanza entre las revoluciones cientificas y las revoluciones politicas Kuhn ha Iamado la atencién sobre los aspectos sociales de la ciencia, mostrando que en la concreta produccién del conoci- miento cientifico juegan un papel impor- tante las comunidades cientificas y sus pre- juicios y que, aunque la ciencia busca supe- rar los condicionamientos ideolégicos, no siempre lo logra. Por otra parte, la posicion de Kuhn ilustra algunos aspectos de la his- toria de la ciencia, pero no llega a plantear una alternativa metodolégica a la posicién de Popper, raz6n por la cual ambas posicio- nes no son totalmente incompatibles. Otros autores, como Paul Feyerabend, en obras como Tratado contra el método y Adiés a la razén, han ido mas lejos que Kuhn en el cuestionamiento de las comuni- 109 Thomas Kuhn ha sostenido en La estructura de las revoluciones cientifcas queen el desarrollo de fa ciencia se producen revoluciones de factura similar @ las revoluciones paltcas: en los momentos de crisis, tanto en unas coma en otras los factores emocionales juegan un factor decisivo, dades cientificas a las que consideran como grupos de presién politica ¢ interesadas, tras la bandera de la importancia de la cien- cia, en defender sus propios privilegios. Los planteos de Feyerabend, ricos en consi- deraciones filoséficas y sociol6gicas sobre Ja ciencia, exceden los alcances de este li- bro, que pretende realizar una introduccién a la metodologia de las ciencias en su ver- sién estandar. EE «Actividades 1 Construir un esquema conceptual en el que se adviertan las relaciones entre los si- guientes conceptos kuhnianos: “pre-cien- ‘paradigma”, “ciencia normal”, “anoma- ‘crisis” y “revolucion cientifica”. cia”, lia”, A continuacién se transcriben los pasa- Jes principales de la discusién entre Galileo y los doctores de la universidad que, en pre- sencia del Gran Duque de Florencia, a prin- cipios del siglo XVI, cuestionan los descu- brimientos de Galileo, segtin la imaginara el dramaturgo alemén Bertolt Brecht. Leerla atentamente y realizar las tareas que se indi- can a continuaci6n de la misma. GALILEO. — ... desde hace algin tiempo los astréno- mos estamos encontrando grandes dificultades en nuestros célculos, Utilizamos para ellos un sistema muy antiguo, que si bien parece con- cordar con la filosofia, no es compatible con los hechos. Segtin ese sistema, llamado de Ptola- meo, los astros realizan movimientos complica- disimos. Y por eso no los encontramos donde supuestamente deberfan estar. Por lo demas, el sistema de Ptolomeo no explica los movi- mientos de todos ios asiros. Por ejemplo, el de unos muy pequefios que giran alrededor de Jd- piter y que desoubri hace poco. (..] EL Fiosoro, - Antes de hacer uso de su famoso anteojo, querriamos tener el placer de una dis cusidn filos6fica con usted. El tema seria: ,pue- den existir esos astros? GauLeo. - Yo dirfa que basta con mirar por el teles- opio para convencerse de que existen. 110 EL MATEMATICO. — Por supuesto, por supuesto... Pe- fo usted sabe, sin duda, que segun la opinion de los antiguos no pueden existir astros que gi- ren alrededor de otro cantro que no sea la Tie- ra, ni tampoco astros que no tengan su corres: pondiente apoyo en el cielo, GALILEO. - Si, lo $6, pero... EL Fiosoro, ~ Al margen de la existencia de esos nuevos astros, que mi distinguido colega pare- ce poner en duda, yo quisiera con toda humil- dad, formular la siguiente pregunta: esos as- tros, son necesarios? [...] GaLiteo. — ZY si Su Alteza comprobara en este mismo momento, por medio del anteojo, la exis- tencia de esos asttos tan imposibles como inne- cesarios? EL Matemarico. — Se podria argumentar, como res- puesta, que si su anteojo muestra algo que no existe, no resulta un instrumento muy digno de confianza, 4no le parece? GauiLeo. — ¢ Qué quiere decir con eso? EL Maremarico. — Serla mucho més provechoso, sefior Galilei, que nos explicara las razones que lo llevaron a suponer que existen esos astros. EL Fitosoro. - Sf, las razones, sefior Galilei, las razones. GaLiLEO. - ;Qué importan las razones si con una mirada a los astros mismos, y mis notas, el fe- némeno queda perfectamente demostrado? iSefiores, esta discusi6n es absurda! EL MATEMATICO. — Si supiéramos con seguridad que no se va a irritar aun mas de lo que esta, po- driamos agregar que lo que muestra su anteojo y lo que muestra el cielo bien pueden ser dos cosas completamente distintas. [...] EL FitosoFo. — Alteza, mi distinguido colega y yo nos apoyamos nada menos que en la autoridad del divino Aristételes. GauiLeo. — La fe en la autoridad de Aristételes es una cosa; los hechos que se pueden tocar con la mano son otra cosa. Sefiores, les ruego, con toda humildad, que confien en sus propios ojos. EL Matematico. — Mi estimado Galilei, yo tengo la ‘costumbre —que a usted seguramente le parece- ra anticuada— de leer a Arist6teles, y le aseguro que en ese caso si contio en mis propios ojos. GaLiLEO. — [Pero Arisiételes no tenia telescopio! EL MATEMATICO. — Ni falta que le hacia... EL Fiosoro. — Si lo que aqui se pretende es enlo- dar a Aristoteles, cuya autoridad ha sido reco- nocida no s6lo por todas las ciencias de la anti- gledad sino también por los Santos Padres de la iglesia, debo decir que me parece initil conti- ‘nuar con esta discusién. GALEO. — jLa verdad es hija del tiempo, no de la autoridad! Nuestra ignorancia es infinita; ,por qué no tratamos de reducirla aunque sea en un milimetro? gpor qué, en lugar de querer parecer tan sabios, no tratamos de ser un poco menos ignorantes? EL TeoLoco. — Alteza, yo me pregunto simpiemen- te adonde nos conduce todo esto. Gatco. - Y yo me indlinarfa a pensar que a los hombres de ciencia como nosotros no nos co- responde preguntamos adénde puede condu- cimos la verdad. EL Fitosoro. — jSefior Galilei, la verdad puede lle- var alos peores extremos! GALILEO. — Alteza, esta noche cientos de telesco- pios como éste apuntan hacia el cielo desde to- da Italia. Los nuevos astros no abaratan la le- che, es cierto, pero nunca habian sido vistos antes, sin embargo, existian, De este hecho, el hombre de la calle deduce que seguramente hay muchas otras cosas que podria ver con so- {o abrir un poco los ojos. Y a ese hombre le de- bemos una explicacién. No son los movimien- tos de algunos lejanos astros los que hoy hacen hablar a toda Italia, sino la noticia de que doctri- nas que hasta ahora se consideraban inconmo- vibles han comenzado a resquebrajarse. [...] Galileo Galil, B. Brecht, 1955. Bs. As., Teatro Municipal Gral. San Martin, 1984. § Describir brevemente el marco histérico en el que se da esta discusién en la Europa de principios del siglo XVI. li Subrayar las ideas principales. i Analizar la discusi6n desde los concep- tos de Popper y el método hipotético-de- ductivo. @ Analizar la discusién desde los concep- tos de Kuhn y su idea de los paradigmas. 1B Dar un juicio personal fundamentado acerca de la discusién y las posibles inter- pretaciones de la misma. 111 La ciencia estd en la base de la produccién industrial actual, pero no es fesponsable por algunos abusos 0 aplicaciones que pérjudican a los hombres. 11. La iniciacion a la investigacion y la monografia cientifica Un novato dificilmente descubriré una teoria cientifica relevante, pero puede ini- ciarse en la investigacién cientifica a través de la investigacién de problemas puntuales en los que es necesario aplicar el método cientifico y elaborar monografias, es decir, trabajos escritos en los que se vuelca la in- vestigacion realizada. EI primer paso en la investigacion es la seleccién del tema que se va a considerar. Al respecto es conveniente desechar los “grandes” temas como “Historia del pero- nismo” o “El cultivo de las azaleas”. El principiante se encontraré répidamente des- bordado por la cantidad de material biblio- grdfico existente y aunque podré estudiar dichos temas, dificilmente pueda realizar una investigacién mfnimamente original: los “grandes” temas deben ser abordados mas como conclusién que como inicio de la tarea de investigacién. Temas mas acotados pueden ser por ejemplo “El comportamien- to del sindicato de obreros de la carne en los origenes del peronismo (1944-1946)” o “El tipo de tierra mas adecuada para el cul- tivo de la azalea en la zona norte de la pro- vincia de Buenos Aires”. Seguramente se habra Ilegado a estos temas a partir de la lectura de bibliografia sobre los temas més amplios o generales mencionados antes y, tal vez, de la observa- 112 cién de algo que nos resulta un tanto pro- blematico 0 desconcertante: puede ser que hayamos lefdo interpretaciones un tanto di- ferentes del papel del sindicato de la carne 0 que hayamos observado que algunas aza- leas separadas por apenas unos kilémetros crecen y se desarrollan de un modo muy di- ferente en la zona norte de Buenos aires. En cualquier caso, el tema implica un pro- blema, es decir, algo que con los cono mientos que poseemos no cierra, 0 nos re- sulta desconcertante y merece una investi- gacion. A partir de aqui, seré conveniente seguir un plan de tareas que incluira, en general, las siguientes actividades. El primer paso sera la biisqueda de bibliografia especifica sobre el problema. Al respecto sera necesa- rio acudir a la consulta de repertorios bliograficos especializados. De dicha con- sulta y de cotejar la informacion obtenida con nuevas observaciones, en el caso de las azaleas o con la lectura de fuentes 0 docu- mentos, en el caso del sindicato, podra sur- gir una formulacién més precisa del proble- ma y una hipétesis tentativa, es decir, una explicacién provisional del mismo. Asi, por ejemplo, se podra sostener que el suelo mis adecuado para el cultivo de la azalea debe tener un pH que oscile entre 5.5 y 6.5 y tales y cuales componentes 0, que en el sindicato de la carne hay un cambio de sus posiciones entre los meses de septiembre y octubre de 1945 que debe atribuirse a tal 0 cual factor. Al realizar la consulta biblio- grafica es conveniente confeccionar fichas que basicamente seran de dos tipos: fichas bibliogrdficas con los datos del material bi- bliografico consultado: autor, titulo del li- bro o articulo, en este ultimo caso nombre de la revista en la que esta publicado el ar- ticulo, editorial y lugar y afio de edicién; y fichas de documentacién en las que se transcribe textualmente o en forma abrevia- da informacién relevante tomada de dichas fuentes bibliograficas. Estas hipétesis tentativas deberén apo- yarse, es decir, tomar como punto de parti- da o desarrollar algunas teorfas més gene- rales referidas al tema en su conjunto (“La historia del peronismo” o “El cultivo de las azaleas”). Si hay teorias més o menos contrapuestas se deberdn escoger una 0 mas que no sean incompatibles entre sf. Es- tas teorias que sirven de punto de partida constituyen lo que se denomina el marco tedrico de la investigacién y proporcionan un vocabulario y algunas afirmaciones ba- sicas. Por otra parte, de las hipétesis tentativas deberdn deducirse consecuencias obse' cionales que es dable esperar en funcién de las hipétesis. Asi, por ejemplo, en el caso de las azaleas se seguiré que las que se cul- tiven en tierra con las caracteristicas sefia- ladas deberdn desarrollarse mejor (hojas més grandes, mayor ntimero de flores, etc.) que las que se encuentren en otras mezclas de tierra. Para comprobar la verdad o false- dad de estas consecuencias sera necesario contrastarlas con la realidad y efectuar ob- servaciones y experimentos que ratificarén, refutardn o sugerirén cambios en la hipéte- sis tentativa. En el caso del sindicato, de la hipétesis que sefiala un cambio brusco en las posiciones del mismo entre los meses de septiembre y octubre se deduce que en asambleas, votaciones, declaraciones, etc., de la época deben aparecer indicios de tal cambio. En consecuencia, habré que ras- trear en libros de actas, diarios de la época, testimonios de sobrevivientes, etc., es de- cir, en fuentes documentales, elementos que ratifiquen, refuten o sugieran cambios en la hipétesis tentativa. Los resultados de observaciones y experimentos, como ex- tractos de fuentes documentales pueden ser asentados en fichas de documentacién Conviene aclarar que a esta altura nues- tros proyectos originales de investigacién pueden haberse visto acotados, por ejem- plo, tal vez ya no estemos refiriéndonos si- 113 no a alguna variedad de azalea, o nuestra investigaci6n sobre el sindicato pueda reducirse del periodo 1944-46 a los meses de setiembre y octubre de 1945. Nuestra hipétesis tentativa, corregida en todo o en parte, se transforma en la hipdte- sis a secas de nuestro trabajo; hipétesis que puede complementarse con hipétesis se- cundarias, es decir, explicaciones de suce- sos que dependen de la hipétesis principal. A esta altura de nuestra investigacion ya estaremos en condiciones de iniciar la re- daccién de la monografia en la que se ex- pondré la misma. Después de la cardtula en la que deberdn constar el titulo del tra- bajo, nombre y apellido del autor, fecha de presentacién y algunos datos instituciona- les, podriamos dividir la monografia en tres partes principales: introduccién, desarrollo y conclusiones. En la introduccién se expli- citard el objeto o tema de estudio, su im- portancia, el marco tedrico desde el que es abordado, se presentard la hipétesis princi- pal que se sostiene en el trabajo y las dife- rencias que la misma guarda con otras posi- bles hipotesis rivales. En el desarrollo, se desenvolveran las hipstesis principal y se- cundarias aportandose, por una parte, las pruebas halladas en defensa de las mismas, a saber los resultados de observaciones y experimentos realizados 0 1a consulta de fuentes documentales, y por la otra, mos- trando la coherencia de las hipétesis que se sostienen con las teorias que constituyen lo que denominamos el marco teérico de 1a investigacién. También se trataré de mos- trar la superioridad de la hipotesis propues- ta por sobre posibles hipstesis rivales. Fi nalmente, en las conciusiones se haran constar los resultados a los que se cree ha- ber arribado, los puntos dudosos que sub- sisten y las posibles proyecciones del traba- jo efectuado. Las notas, la bibliografia em- pleada, ordenada alfabéticamente por el apellido del autor, y el sumario de los con- tenidos cierran la monografia. A lo largo de toda Ia investigacin sera imprescindible cuidar el /enguaje de la misma, haciendo uso del lenguaje técnico correspondiente, evitando términos vagos 0, si es necesario, dando definiciones esti- pulativas de los mismos y cuidando excluir las palabras con efectos emotivos fuertes. También sera necesario cuidar la légica que vincula la hipétesis principal de nues- tro trabajo con el marco teérico, por una parte, y con las hipotesis secundarias y las consecuencias observacionales, por la otra. La légica también debera presidir 1a argu- mentacién contra teorias rivales. GEE $= Actividades M@ Sobre la base de algtin tema estudiado en alguna asignatura de ciencias naturales 0 sociales, disefiar el plan de un posible tra- bajo de investigacién. Hacer constar: El tema o problema por tratar. El marco tabrico del que se parte. Las hip6tesis tentativas principales. Bibliogratia Fuentes documentales por consultar, obser- vaciones 0 experimentos por efectuar en la ta- tea de contrastacion. 12. A modo de conclusion Al comenzar este capitulo nos habiamos preguntado cémo distinguir entre la ciencia y lo que no lo es. Ahora podemos decir que no hay un método mecanico o de sencilla aplicacién para distinguir entre ciencia y pseudociencia, pero un lenguaje cuidadoso, cuyas caracteristicas estudiamos en el pri- mer capitulo, una [égica estricta, que fue nuestro, objeto de estudio en los capitulos 2, 3 y 4, y la contrastacion de las afirmacio- 114 Dieta completa INSOMNIO y equilibrada Una afeccion que rechice notablemente sa calidad de vida con trastornos personales y Aminoacidos familiares. Auéndase a tiempo. Le ofrecemos Unico método cientifico de adelgazamiento tolpouenin de parade, tnemnaca. natural basado en las uitimas investigaciones MH aranceles y consultas a domicilio. intern 3 Internacionales. Ciencia Contra la Dependencia. DEL BRASIL ADELAIDA VIDENTE * ASTROLOGA , CIENCIA MEDICA BUZIOS - TAROT - BRASILEIROS LA UNICA RESPUESTA SERIA CIENCIAS POSITIVAS Y COMPROBADAS DE ACUERDO ALA INSUFICIENCIA SEXUAL GON SU SIGNO Y LA INFLUENCIA DE LOS ASTROS. SI LE VA MAL EN SU NEGOCIO, COMERCIO, INDUSTRIA 0 TRABAJO, ASUNTOS AMOROSOS 0 FAMILIARES O ALGO QUE PREOCUPA SU INTIMIDAD PARTICULAR QUE NO. UEDA SER MENCIONADO EN ESTE ANUNCIO, CON UNA CONSULTA ELLA RESOLVERA TODOS SUS PROBLEMAS. GON EL MAS ABSOLUTO SECRETO. + idoneidad profesional « Tecnologia de avanzada + Diggnéstico preciso» Tratamiento adecuado Con el respaio de un espacalsta de los EEUU. de presto mundial En ocasiones es dic distinguir entre ciencia y pseudociencia, pero el trabajo cientifioo se caracteriza por un lenguaje claro y preciso, una légica estricta, la contrastacion de las afirmaciones oon los hechos y el caracter hipotétioo de sus afitmaciones. nes con los hechos y el caricter hiporético — dociencia, aunque, en ocasiones, sé presen- de las afirmaciones que acabamos de pre- ten zonas grises, es decir, trabajos que es sentar, constituyen cuatro caracteristicas dificil seftalar si constituyen o no auténtica capaces de diferenciar la ciencia de la pseu- _investigaci6n cientifica, EERE Actividadesde cierre Es BH Analizar criticamente los siguientes juicios. Sefialar en qué senti- Go se los puede considerar verdaderos y en qué sentido fals * “La ciencia se basa en lo que podemos ver, oir, tocar, etcétera”, + “La ciencia progresa”. * “La imaginacién no tiene ningun lugar en la ciencia”. lH Analizar criticamente cada una de las cuatro etapas del método cientifico que se sefialan en el siguiente parrafo. Qué concepcién del método parece sostenerse en el mismo? Siintentamos imaginar cémo utiizaria el método cientifico... una mente de poder y alcance sobrehumanos, pero normal en lo que se refiere a los procesos légi- 115 cos de su pensamiento, el proceso serfa el siguiente: En primer lugar, se obser- varian y registrarian todos los hechos, sin seleccionarlos ni hacer conjeturas a prior! acerca de su relevancia. En segundo lugar, se analizarian, compararian y Clasificarfan esos hechos observados y registrados, sin mas hipdtesis ni postula- dos que los que necesariamente supone la logica del pensamiento. En tercer lu- gar, a partir de este andlisis de los hechos se harlan generalizaciones inductivas referentes a las relaciones, clasificatorias 0 causales, entre ellos. En cuarto lu- gar, las investigaciones subsiguientes serian deductivas tanto como inductivas, haciéndose inferencias a partir de generalizaciones previamente establecidas. “Functional Economics’. A. Walle 1924) (Cttado por. Hempel. Flosoia dela cencia natural. 1963) 1 Analizar criticamente en funcién del lenguaje, la légica, y la posi- ble contrastacién, lo expresado en cada uno de los siguientes parrafos. No es raro identificar la personalidad capricorniana, posee atributos que la des- tacan. Hasta sus ojos y modo de mirar hablan por ella. Puede darnos una antici- pacién casi magica del porvenir gracias al malabarismo de su mente creativa y analitica. Es dificil olvidarla y un vacio dudoso de llenar. Saturno le da prudencia y una sobriedad tinica permitiéndose triunfos donde otras pasan inadvertidas. Hay quienes sostienen que las bacterias no son entidades aisladas, sino que el conjunto de las bacierias forma un solo superorganismo a escala planetaria. En los afios 70, el naturalista inglés James Lovelock y el bidlogo norteamericano Lynn Margulis fueron mucho mas lejos, al lanzar la hipdtesis GAIA, seguin la cual la Tierra, e! planeta entero, constituye un solo organismo: la atmésfera, los océa- nos, la biosfera, las bacterias, la especie humana forman un ciclo cerrado que se retroalimenta a si mismo intercambiando materia, energia e informaci6n, con el objeto de mantener las condiciones indispensables para la vida. “InsOltos superorganismos”. L Moledo. pee garin Bs AS17392 Esta probado. Sudamérica estuvo unida en un remoto pasado con Africa. Lo prueba la coincidencia entre las formas de sus respectivas costas atlanticas que encajan casi perfectamente una en otra. Ademas, entre algunos pueblos ameri- anos habia leyendas que hablaban de hombres de tez muy oscura y algunas especies vegetales y animales de ambos continentes son muy parecidas. El cafio de desagtle pluvial que compartimas con los nuevos vecinos se ha tapa- do y no hay duda alguna de que es por culpa de ellos. En treinta anos no se ta- 6 nunca y ahora, que hace sels meses que ellos se mudaron, se viene a taper. Nosotros nunca tiramos nada y limpiamos las rajilas; en cambio, ellos, tienen el patio lleno de plantas y nunca oigo que barran, asi que deen haber dejado que las hojas secas tapen el cafio, ademas tienen chicos pequefios capaces de tirar cosas en las rejillas y practican una de esas nuevas religiones... 116

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