Este cuento podría empezar como el típico cliché “Había una vez”, pero eso no sería divertido

¿cierto? Entonces por qué no empezar narrando desde los inicios de la humanidad contando mi
historia como la primera mujer “Lilith”, se perfectamente que muchos no me conocen y reconocen
a Eva como la primera mujer de la humanidad, es lógico ya que fui desterrada de manera injusta
del jardín Edén al huir de Adán quien quería someterme a la fuerza, razón por la que deletreé el
nombre divino prohibido yod-hei-vav-hei lo que me dio un gran poder y capacidad de volar lejos
de la injusticia provocada por el hombre dirigiéndome al mar rojo. Lo único que quería era tener
los mismos derechos que él, entonces ¿Por qué yo era la que tenía que ceder? si ambos fuimos
creados del mismo material por el señor.

Es así como elegí estar entre los ángeles caídos (demonios) quienes eran liderados por asael
(diablo), antes que volver y ser sometida ante el soberbio de Adán, tuve a mi descendencia los
“lilim” quienes fueron mitad humanos y mitad demonios.

Fue entonces que Dios envió a los ángeles senoi, san senoi y semanguelof quienes fueron enviados
para buscarme y llevarme de regreso al jardín de edén en mi negación tuve mi sentencia en ver
morir a cien de mis hijos diariamente. Lo que me lleno de sed de venganza ante tal dolor de ver
como mi descendencia moría.

Los ángeles al regresar tomaron una de las costillas de Adán, con el que dios creo a Eva para que
acompañara al hombre, Adán estaba contento al ver a Eva tan sumisa y obediente. Dios les
prohibió la fruta divina de comerla sufrirían de una muerte instantánea.

Me convertí en un demonio capaz de manipular las fuerzas oscuras del universo, con furia
acumulada decidí vengarme de Adán y Eva quienes Vivian felizmente en el paraíso mientras yo
sufría por mi sentencia, es así que me convertí en una serpiente para incitarlos a comer la fruta
prohibida de la sabiduría provocando así su destierro del jardín de edén y su sentencia dios
exclamo “Eva tu sentirás que se te abre el cuerpo al parir a tus hijos y obedecerás a tu hombre”, tu
“Adán habrás que labrar la tierra arrancaras espinas y embrojos, volverán al polvo de lo que han
sido formados“ desde hoy conocerán la muerte pretenderán evitarla en vano, enterraran a sus
muertos e inventaran rituales, tampoco les servirá el conocimiento mientras más sabios más su
sufrirán sus pérdidas no podrán curar su dolor y excederán sus cuerpos, ese… será su castigo.
Exclamo mi creador con profunda tristeza.

mientras yo sentía una profunda satisfacción de ver cómo eran echados de la peor manera del
jardín de Edén, pero aun sabiendo que mi venganza estaba completada no estaba satisfecha
quería más deseaba verlos sufrir tanto como yo sufrí por la muerte de mis hijos, no, quiero que
sufran mucho más que vieran la muerte de sus seres querido y su extinción total…