Está en la página 1de 11

TAREA DE RIESGOS SOCIALES Y DESASTRE

NATURAL

TAREA DE EXPLORACION PETROLERA EN


HONDURAS

FECHA DE ENTREGA: 23 DE ABRIL DEL 2023

ALUMNO: JORGE ALBERTO RIVERA ESCOBAR

NO. DE CUENTA 012203002

CARRERA: GERENCIA DE NEGOCIOS

CATEDRATICO: ING. OSMIN ALBERTO REYES


BENVIDES

NO. DE CUENTA 012203002


EXPLORACION PETROLERA EN HONDURAS

En La Mosquitia una compañía inglesa se juega la que posiblemente sea la


última carta en busca de reservas comerciales de petróleo o de gas en
Honduras. El resultado puede ser un pozo seco, una acumulación de
hidrocarburos sin valor comercial, o un yacimiento que justifique su
exploración y que podría cambiar bruscamente el destino de esa extensa y
marginada región de Honduras.

Criterio.hn sacó del armario su ropa de explorador para actualizar un tema


que tiene 122 años de vagar como una leyenda en el imaginario hondureño,
desde que la desaparecida Honduras Petroleum Company realizó en 1920 dos
perforaciones de 381 metros de profundidad cerca de Omoa.

Lo primero que actualizó este medio es lo poco que se sabe en el país de las
exploraciones realizadas años atrás y en el presente. Una cláusula de
«confidencialidad» ampara el mutismo de las compañías, que llegan, hacen
sus conclusiones y se marchan dejando rastros, pero no datos concretos.

La secretividad en este negocio es lógica puesto que las empresas invierten


millones de dólares para obtener una información privilegiada, con alto
potencial de valor comercial, y no están dispuestas a exponerla en manos de
autoridades locales poco confiables.

Lo segundo que también se confirmó es que en el subsuelo misquito existen


formaciones geológicas que contienen hidrocarburos; la duda, más bien, es de
qué calidad y en qué cantidad.

Entre el desconocimiento y el escepticismo


Si se acude a la web y se pregunta ¿hay petróleo en Honduras?, la respuesta
inmediata que se obtiene es la siguiente: «Geólogos del Instituto Ruso para la
Exploración e Investigación del Petróleo han determinado que Honduras tiene
depósitos comerciales de petróleo de alrededor de 30 mil millones de barriles
frente a la Costa de los Mosquitos del Caribe, una afirmación que los
lugareños están tratando con cauteloso escepticismo».

Los cálculos rusos, que datan de 1999, no han sido avalados por ninguna de la
larga lista de compañías occidentales que han explorado tanto la plataforma
continental como la terrestre, pero, precisos o no, la búsqueda persiste, sobre

NO. DE CUENTA 012203002


todo desde que en 1973 la Union Oil Company (luego UNOCAL, ahora
Chevron) perforó un pozo que arrojó resultados positivos, 30 kilómetros al
noreste de la costa de La Mosquitia hondureña.

El pozo bautizado «Main Cape» («Capa principal»), del que se dice produjo
entre 300 y 500 barriles de crudo al día, fue posteriormente considerado «no
rentable» y sellado, pero dejó abierta la ambición para nuevas indagaciones,
producto de lo cual se encontraron otros dos pozos, Coco Marina I y Turqueza
I, con materiales sólidos como para producir petróleo a través de destilación,
pero sin el resultado esperado.

Casi 50 años después, la compañía inglesa CaribX retomó en 2017 la pista del
«Main Cape» y luego de arrancar sus investigaciones con un presupuesto de
20 millones de dólares pidió a sus accionistas inversiones adicionales para
acelerar el proceso.

La exploración petrolera es una operación compleja, muy costosa, que se lleva


a cabo en medio de grandes dificultades y sin mayores garantías de que
resulte productiva, por lo que en círculos técnicos hondureños se considera
que si la CaribX redobló su apuesta es porque sus prospecciones justifican el
intento.

Se estima que la compañía británica, mediante investigaciones y evaluaciones


basadas en estudios geológicos, geofísicos, geoquímicos, sismográficos y de
perforación, ha reducido considerablemente el área de posibles yacimientos
comerciales, lo que le permitirá concentrar recursos para determinar con
certeza si sus previsiones son acertadas o no.

Mientras esas acciones tienen lugar en el subsuelo de La Mosquitia, en


Tegucigalpa las nuevas autoridades de las Secretarías de Energía y de
Recursos Naturales y Ambiente (MiAmbiente) apenas conocen detalles al
respecto, algo comprensible si se toma en cuenta que recién tomaron
posesión, sin embargo, el tiempo apremia porque si las reservas comerciales
se encuentran el país no estará preparado para afrontar sus consecuencias.

«Si bien es cierto la explotación comercial de hidrocarburos puede representar


un beneficio económico considerable, su desarrollo plantea inevitablemente el
riesgo de un deterioro gradual del ambiente de la zona pues afecta en forma
directa al suelo, agua, aire, a la fauna y la flora», comentó a Criterio.hn el
académico e investigador Helmis Cárdenas, presidente del Colegio de
Economistas de Honduras.

NO. DE CUENTA 012203002


¿Leyenda o realidad?
Antes de entrar en detalles actuales, conviene repasar el largo rastro de las
exploraciones infructuosas de petróleo y gas en La Mosquitia hondureña. De
acuerdo con nuestras indagaciones periodísticas, el inventario geológico de la
búsqueda acumula más de 120 reportes técnicos y legales, algunos con más
de 500 páginas; hay más de un centenar de artículos científicos publicados en
revistas anexadas y casi 500 monografías, informes, anuarios, etc.

El primer registro de perforación se remite a 1920 con la ya citada Honduras


Petroleum Company. Un año después la empresa Anglo Persian Oil Company
abrió un pozo de 152 metros de profundidad al sur de la cuenca de Olancho.
Ambos con resultados negativos.

El siguiente intento se registra en 1956, cuando la Compañía Petrolera S.A.


perforó unos 194 metros. El pozo, bautizado como Lempira 1, terminó cerrado,
pero eso no desalentó a otros buscadores.

El estudio «Territorios en Riesgo II: Minería, tierra y agua en Honduras» (2017),


bajo la responsabilidad de la UNAH, FOSDEH y la agencia de cooperación
Oxfam, apunta que en 1960 se inició una intensa campaña de investigación
que identificó cinco zonas con potencial petrolífero: Amatique (Desde
Ocotepeque hasta la Bahía de Honduras, compartida con Belice y Guatemala),
Agua Fría (El Paraíso y Olancho, fronterizos con Nicaragua), Ulúa y Olancho
(Norte de Comayagua y Francisco Morazán, sur de Yoro y Olancho), la cuenca
atlántica de Tela y La Mosquitia, la más extensa y prometedora de todas.

NO. DE CUENTA 012203002


En 1982, ejecutivos de la ARACCA Petroleum Corporation de Nueva York se
entrevistaron con el presidente Roberto Suazo Córdova para ver la posibilidad
de explorar las costas hondureñas en busca de petróleo. Robert Stephen Haft,
vicepresidente de la transnacional, dijo que andaba buscando trabajo en
Honduras y esperaba obtener una concesión para iniciar en breve
investigaciones, a fin de establecer la existencia de petróleo en este país.
«Queremos ver si hay petróleo en Honduras y por eso estamos aquí, para
explicarle al presidente hondureño nuestros planes de trabajo y conocer las
posibilidades de que nos quedemos explorando».

Así como ARACCA, entre 1960 y 1993, unas 17 empresas petroleras


exploraron las costas hondureñas, perforando 24 pozos, sin relevancia
comercial. En total, hasta 1993 se habían perforado 31 pozos, incluyendo el
«Main Cape» de 1973.

Entre 1996 y 1999 el Japex Geoscience Institute (JGI), subsidiario de la Japan


Petroleum Exploration Company, se sumó a la búsqueda y rastreó siete
cuencas, perforando 13 pozos y analizando más de 100 muestras. Los
japoneses subrayaron que las dos áreas con mayor potencial se ubican en la
plataforma profunda de La Mosquitia y en la extensión norte de la Cuenca de
Tela.

Coincidiendo con los japoneses, en 1999 geólogos rusos observaron la


existencia de una «inmensa cantidad» de petróleo en la zona que va desde
Tela hasta La Mosquitia, pero, como se anotó en párrafos anteriores, no
trascendió el sustento científico de tal aseveración.

Cuando se pensaba que el interés se había enfriado por los tropiezos


acumulados en 80 años de exploraciones, el Siglo XXI dio paso a una
competencia internacional por contratos de exploración en el caribe de
Honduras y Nicaragua.

Preparándose para los nuevos tiempos, la Secretaría de Recursos Naturales


realizó en 2006 una «limpieza» de expedientes de los contratos petroleros, lo
que arrojó más de 200 documentos caducados.

NO. DE CUENTA 012203002


En ese mismo año, simultánea con la depuración, se firmó un Contrato de
Exploración Sísmica Multicliente en la Costa Afuera (offshore) de Honduras
con la empresa Petroleum Geo Services (PGS) que realizó proyectos de
digitalización de datos sísmicos históricos de 5,000 km lineales y producción y
análisis de nuevos datos sísmicos de 7,000 km lineales.

En 2007, bajo el gobierno presidido por Manuel Zelaya Rosales, no se anotan


nuevos intentos y más bien se abrió un debate doméstico orientado a sustituir
el esquema de importación y manejo de hidrocarburos en manos de empresas
privadas por un mayor control estatal. En ese mismo año, el gobierno tomó el
control de las terminales de Exxon Mobil y Chevron, aduciendo que no
cumplían con la ley.

El escenario actual

Después del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 se descartó el proyecto


bolivariano de Zelaya Rosales y en mayo de 2011 el gobierno de Porfirio Lobo
oficializó la política de «Honduras is open for bussines», ofreciendo al mejor
postor los recursos naturales de su zona marítima exclusiva, calculada en
218,057 kilómetros cuadrados del Mar Caribe.

En los años de la administración de Lobo se mencionó que la transnacional


Chevron se interesó en la oferta, pero a la postre el contrato que el Estado de
Honduras autorizó en 2013 para explorar y explotar hidrocarburos en un área
de 35,246 kilómetros cuadrados fue a favor de la multinacional británica BG
Group.

El 8 de abril de 2015, Royal Dutch Shell anunció que había llegado a un


acuerdo para adquirir BG Group por $ 70 mil millones. La venta se completó el
15 de febrero de 2016. Con la adquisición cambiaron de dueño las
operaciones que BG Group tenía en 25 países, entre ellos Honduras.

En una práctica comercial frecuente en el mundo petrolero, la Royal Dutch


Shell transfirió en 2017 parte de sus derechos en Honduras a las empresas
AziPetrol Honduras S.A. y CaribX (Uk) Limited, la primera formalmente
constituida en Honduras y la segunda, en Inglaterra y Gales.

NO. DE CUENTA 012203002


«There is no problem in this regard» («no hay problema alguno en ese
sentido») fue la respuesta oficial hondureña al acuerdo entre las compañías.
La transferencia fue aprobada por la Secretaría de Estado en los Despachos de
Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas, mediante la Certificación No.
008-R-2017, publicada en La Gaceta el 3 de junio de 2017.

AziPetrol pasaba a ser el principal operador del proyecto, con 85 % de la


titularidad de los derechos del contrato, frente al 15 % operado por Caribx,
posteriormente esta última amplió su participación a 55 %.

Además de la exploración y eventual producción dentro del área otorgada


para explotación, la Ley de Hidrocarburos vigente y el contrato de AziPetrol/
Caribx puntualiza que ambas tendrán el derecho de transformar o refinar;
transportar por oleoductos, poliductos y gasoductos; almacenar y
comercializar los hidrocarburos que le correspondan.

CaribX, un peso pesado de la exploración+

Un reportaje publicado en la revista Offshore, considerada una de las


principales fuentes de noticias y contenido técnico para las industrias de
energía renovable, gas y petróleo en alta mar, destacó en mayo de 2021 que
luego de una pausa exploratoria de 48 años, CaribX reinició ese trabajo en las
costas de Honduras y Nicaragua.

El área seleccionada se ubica en la placa tectónica denominada «Chortis», un


gran segmento de corteza continental en forma de flecha que se proyecta
hacia el Caribe occidental desde la costa de Honduras rumbo al este, hacia
Jamaica.

En esa zona, tres cuartas partes de los pozos perforados en el pasado


registraron rocas generadoras o muestras de hidrocarburos, y cuatro pozos
mostraron columnas de hidrocarburos, incluido el ya mencionado Main Cape
de Union Oil.

NO. DE CUENTA 012203002


La placa Chortis llamó la atención de Chris Matchette-Downes, geoquímico
petrolero y empresario con un extenso historial de búsqueda de
oportunidades de exploración comercial en Europa, África Oriental y, más
recientemente, el Caribe.

Después de crear y luego vender una empresa enfocada en África Oriental,


Matchette-Downes fundó CaribX en 2009 con la misión de «seguir las
filtraciones de petróleo y las rocas generadoras» del Caribe. Con esa
perspectiva trabajó en Jamaica, Haití y República Dominicana antes de dar
seguimiento a las oportunidades disponibles en Honduras y Nicaragua.

«Un amigo geoquímico me dio una tarjeta de presentación de una


conferencia y simplemente me dijo: 'Necesitarás esto'. Llamé al número y me
comuniqué con la agencia del gobierno de Honduras encargada de
administrar los minerales, minas e hidrocarburos», cita la revista Offshore. Lo
ocurrido a partir de esa llamada es historia viva.

En 2017, CaribX adquirió una participación no operada del 15 % en el área de


licencia de Main Cape costa afuera de Honduras y en 2020 aumentó esa
participación al 55 %. El área de investigación concesionada a su cargo es de
17 500 kilómetros cuadrados, que abarca la cuenca de aguas poco profundas
de La Mosquitia y las cuencas de aguas profundas de Patuca y Niobe.

NO. DE CUENTA 012203002


La tecnología que emplea es de las más modernas en el mundo y luego del
paréntesis obligado por la pandemia del coronavirus retomó con intensidad
sus investigaciones científicas. Para ello en el 2021 fortaleció su cartera con un
consorcio de inversores e integró un equipo técnico de alta calificación
internacional, entre ellos el que descubrió el campo petrolero Zama en el
Golfo de México, considerado uno de los 10 más grandes en la historia de ese
país.

CaribX no duda que hay filtraciones naturales en la zona de La Mosquitia,


pero su reto es descubrir qué tan extensas y ricas son. En ese sentido el
trabajo de exploración primero intenta descubrir los yacimientos y luego
comprender el funcionamiento del sistema de petróleo para determinar su
rentabilidad.

Por los antecedentes de su trabajo, CaribX no es de las que pierde mucho


tiempo y recursos en el intento. Tiene un enfoque que le permite un
abandono temprano de áreas que a raíz de las investigaciones pierden interés.

En este caso la compañía considera que la superficie prioritaria a su cargo es


«altamente prospectiva» para la exploración de petróleo, en otras palabras,
que vale la pena intentarlo.

Preliminarmente la posibilidad de encontrar yacimientos importantes de


hidrocarburos es alta dadas las condiciones geomorfológicas del área, pero,
además, en caso de lograrlo hay un incentivo adicional y es su ubicación
geográfica en relación a los flujos de comercio globales.

Noticia Relacionada: En Honduras hay petróleo,


pero el gobierno mantiene el tema en secreto

La geopolítica del petróleo


Si CaribX y sus posibles socios encuentran los ansiados yacimientos y se
iniciara hoy la construcción de las plataformas de extracción, el producto
tardaría unos ocho años en poder ser comercializado si es que así lo
decidieran las transnacionales porque con este tipo de recursos estratégicos la
soberanía de los países productores se reduce.

NO. DE CUENTA 012203002


Son las compañías, no los gobiernos, las que controlan tanto las fuentes de
extracción como los sistemas de distribución y comercio. Ellas abren o cierran
el grifo del petróleo a su conveniencia.

En el caso de Honduras hay una consideración adicional y es que sus


eventuales yacimientos se encuentran en una zona estratégica del Mar Caribe
sobre la cual recaen intereses crecientes por parte de empresas petroleras y
países compradores.

De hecho, el principal interesado en mantener el control geopolítico del


Caribe y sus recursos son los Estados Unidos. En caso de que sea productiva la
búsqueda actual, la importancia geoestratégica de Honduras para Washington
aumentaría notablemente.

El panorama, en una perspectiva política y diplomática, se perfila


complicado. El Caribe es un tablero complejo en donde convergen varios
territorios insulares y continentales de América (y algunos territorios de
ultramar europeos). La tensión por litigios en el trazado de sus fronteras
marítimas es permanente.

Helmis Cárdenas apuntó en su conversación con Criterio.hn que dada las


características geológicas de la exploración/explotación en las aguas de La
Mosquitia, podría anticiparse un foco de tensión con Nicaragua. «Recuérdese
que los yacimientos se encuentran en el subsuelo y es difícil precisar hasta
dónde se extienden», subrayó Cárdenas.

De hecho, la presunción de que existen reservas comerciales en la zona


explica la atracción reciente y un tanto apresurada del gobierno de Daniel
Ortega por autorizar el trabajo exploratorio en sus territorios.

Dentro de esa lógica geopolítica, los territorios nacionales son absorbidos por
lo que suele llamarse un «capitalismo sin fronteras», para lo cual las
transnacionales requieren para su negocio el control no solo de los
yacimientos, sino de las comunidades y ecosistemas en los cuales se insertan.

Dada la experiencia de otras comunidades, como la lenca, la expansión de las


industrias extractivas suele ir de la mano con una creciente militarización en
los territorios y con un inevitable riesgo en materia de derechos humanos.
Con ello, volverse un país petrolero «podría ser un confite endemoniado»,
remarcó Cárdenas.

NO. DE CUENTA 012203002


NO. DE CUENTA 012203002

También podría gustarte