Está en la página 1de 1
199: 01226274 npr Coombe Q JUMIO-2019 Ao 61-No,3428 —PENTECOSTES Solemridad do. PENTECOSTES, FIESTA DE LA IGLESIA ara muchas personas el Espiritu P Santo, durante largo tiempo, fue el gran desconocido. En el concilio Vaticano II los padres conciliares volvie- ron a hablar del Espiritu, y a partir de entonces hubo un despertar en la Iglesia del gran regalo que el Padre celestial y Je- sucristo nos dieron. El se ha manifestado en diversos movimientos y comunidades dentro de la Iglesia, y en el amor que ha ido despertandose en muchos creyentes hacia la persona del Espiritu Santo. {Por qué el Espiritu Santo, para mu- chos, es dificil de entender? Porque la palabra espiritu es aire, no se ve, es di- ficil verlo como persona si lo compara- mos con el Padre y con el Hijo; pero los efectos del Espiritu se van constatando al igual que los efectos del aire o del viento, que aunque no se ven dan vida, son una fuerza incontenible y necesaria para no- sotros los seres vivos. Los Hechos de los Apéstoles narran que el dia de Pentecostés hubo un ruido como de viento impetuoso que !leno toda la casa donde estaban reunidos los aposto- les y que sobre cada uno vino el Espiritu en forma de lengua de fuego. El fuego y el viento van de la mano: no hay fuego si no hay viento, pero el viento acrecienta el fuego o aun lo puede apagar. Director: Gustav Nove, sp» Editor: SAN PABLO» Administracn: Ca 46 No. 22A90» Te: 3682099-BOGOTA Con LenciaEdesstca_www.sanpablo.ce Son muy graficas todas las imagenes del Espiritu en la Sagrada Escritura, pero esta imagen del fuego sobre cada uno de los apostoles y de la Virgen los hacen responsables de no dejarlo apagar y para eso hay que transmitirlo, hay que com- partirlo, como en una hoguera, y para que permanezca ardiendo, los diversos elementos tienen que estar unidos; si se separan se apaga. Esta imagen de la unidad la expresa san Pablo con la comparacion del cuerpo, que a pesar de tener muchos miembros y cada uno desempefia un papel distinto, forman un solo cuerpo y se necesitan los unos de los otros. Asi en la Iglesia, el Es- piritu Santo en cada persona se va mani- festando para el bien comun. Juan en su Evangelio nos dice que Jess entrego el Espiritu Santo a los apostoles para que pudieran perdonar pecados. El perdén no es solo de pala- bra o con una palmadita en la espalda, como cuando un hijo pide perdon a sus padres, sino que en la confesién el pe- nitente recibe por parte del sacerdote la fuerza del Espiritu que le ayudard a salir del pecado, capacitandolo para el amor, para vivir la unidad y arder como el fuego en union con los demas Mons. Jost RoneRto Ospina LEONGOMEZ

También podría gustarte