Está en la página 1de 318
DALE B. HARRIS ELTEST DE GOODENOUGH REVISION, AMPLIACION Y ACTUALIZACION PAIDOS PSICOMETRIA Y PSICODIAGNOSTICO 2: “dicibn Titulo original: Childre'ns Drawings as Measures of Intellectual Maturity A Revision and Extension of the Goodenough Draw-a-Man Test. Publicado en inglés por Harcourt, Brace & World, Inc., Nueva York, 1963. Traduccién de Dalia Ares clas, sin Ia atorizacién escrita de los ttulares del «Copyright», bajo ls sanciones establecidas en las leyes, la reproduccidn total o parcial de esta obra por ‘cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprogeatia y el tratamiento informatio, ya distribucién de ejemplares de ella mediaae alquiler 0 préstamo priblicos ‘© 1963 by Harcourt Brace Jovanovich, Inc. © de la traduceién Dalia Ares: © de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, S.A., Av. Diagonal, 662-664 - 08034 Barcelona www paidos.com ISBN: 978-84-7509-082-5 Depésito legal: B - 54.177/2007 Impreso en Book Print Digital, S. Botanica, 176-178 - 08908 L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) Impreso en Espaiia - Printed in Spain INDICE Prélogo 13 Primera Parte 1._Introduccién 17 Cambios en el significado de la inteligencia 18 Evaluaci6n de las aptitudes 18 El indice de las aptitudes medidas 20 Madurez intelectual y formacién de conceptos 21 La hipétesis de este libro 22 ji a - Organizaci6n de |a obra 24 2. Resefia histérica del estudio de los dibujos infantiles 26 Panorama general 26 Primeros estudios sobre el desarroia CR La técnica del dibujo de un hombre 35 Besumen 51 3. Empleo clinico y proyectivo de los dibujos de los nifios 52 Proyesrion del afecto en la linea, fa forma y e solar 52 Bases tedricas para el dibuio. de la figura fairs oo una aR Generatizaciones sobre la utilizaci6n de los dibujos en el estudio de la personalidad 66 Evaluacién de la hipétesis proyectiva nn Resumen 81 4. Metodologfa de la escala revisada 82 Desarrollo deta aed de Goodenough 82 ion de | Ir io Evolucién de la areas revisién 85 Los sujetos 86 Escala revisada del Test del dibujo de un hombre: validacién de {tems 86 Copyrighted material 8 REVISION DEL TEST DEL DIBUO Escala del dibujo de una mujer _ 89 Aspectos evolutivos de! dibujo de la figura femenina. 90 Algunos problemas especiales de evaluacién 99 Problemas de graduacién 101 5. Confiabilidad y validez de las escalas 103 Pruebas de la confiahilidad 940 8 Validez: prueba indirecta 104 Validez: relacién con otrasmedidas COB Relacion entre ta escala original y !a revisada del Test del dibujo 6. _Estandarizacién de la escala revisada de! dibujo de un hombre y de la escala del dibujo de una mujer 113 Diferencias relacionadas con el sexo 116 Relacién entre las escalas del dibujo de un hombre y de una mujer W7 7. _Construccién y estandarizacién de las escalas cualitativas 121 Evaluacién de dibujos mediante las escalas cualitativas 121 El métouo de la escata cualitativa aplicado al Test del dibujo de uun_hombre 123 Evaluacién estedistica de las escalas cualitativas para los dibujos de un hombre y de una mujer 127 8._Influencias culturales y no culturales en los dibujos 139 Diferencias relacionadas con el sexo en los dibujos intantiles 139 Diferencias culturates en fos dibujos de los nifios 143 Cambios secutares en una cultura Uso de fos dibujos para diagnosticar cualidades personales 161 El dibujo de si mismo como posible indicador de aspectos int jignificado relativo del afecto y la icin en los dibuj 1 9. Psicologia del dibujo: conclusiones emp/ricas sobre la conducta en el dibujo 168 186 Resumen _ 10. Psicologia del dibujo: teorfas 187 Teorfas que implican una organizacién interna 188. Teorfas que suponen que la experiencia confiere organizaci6n alos dibujos 198 Una posible reconciliacién de teorias 216 Resumen y conclusiones 221 11. Arte infantil 223 Psicologia y arte 223 Aspectos del arte y dibujos infantiles 224 Anilisis factorial del dibuio 228 INDICE 9 Arte infantil y desarrollo de la personalidad 231 Resumen 235 12. Resumen y conclusiones 237 Contribuciones a esta investigacién 237 Psicologia descriptiva del dibujo 239 Etapas en los dibujos infantiles 241 Diferenciacién entre los enfoques tedricos 242 Dibujo y desarrollo perceptivo-conceptual 244 Posibles enfoques experimentales 245 Los dibujos infantiles como formas artisticas 246 Segunda Parte 251 Administraci6n del test. instrucciones generaies para la evaluacién segun las escalas de puntos 254 Usos del Test del dibujo de la figura humana 258 Requisitos para la puntuacién de la escala de! dibujo de un hombre 259 Gufa de puntuacién abreviada 290 Requisi ara la puntuacién de | det dibujo de una mujer 1 Guja de puntuacién abreviada 310 Instrucciones para convertir los puntajes brutos en puntajes est4ndar 31 Instrucciones para el uso de las escalas cualitativas 320 Instrucciones para convertir los puntajes de la escala cualitativa en puntajes esténdar 327 Instrucciones para convertir los puntajes esténdar en rango de percentiles 329 Cuadernillo del test completado 330 Apéndice 335 Instrucciones para los examinadores utilizadas en la preparacion de las escalas cualitativas 335 Datos estad/sticos en los graficos de la escala cualitativa 336 Guia para el andlisis del dibujo de si mismo: forma experimental desarrollada para el estudio del dibujo de sf mismo 336 348 368 Bibliograffa Indice de autores Indice analftico 372 LISTA DE CUADROS - Distribucién, por el status socioecondmico de los padres (grupo ocupacio- nal), de las muestras de edad para la validacién de los (tems de la escala . Puntajes medios de los dibujos que muestran una 0 ambas manos en com- paracién con los dibujos que ocultan ambas manos . Puntajes medios de los dibujos de perfil total o parcial en comparacién con los dibujos de frente . Confiabilidad de las escalas del dibujo: correlaciones entre dos evaluadores independientes . Analisis de veriancia de los puntajes de Goodenough hechos por nifios de cuatro grupos de jardin de infantes durante diez jornadas escolares con- secutivas . Efecto del examinador frente al maestro de clase como administrador del Test del dibujo de un hombre (intervalo de tiempo: una semana) . Resumen de las correlaciones entre los puntajes de Goodenough y los pun- tajes en otros tests psicolégicos . Comparacién entre la escala de! Test del dibujo de un hombre de 1926 y la escala revisada . Distribucién de las muestras de estandarizacién por el status socioeconé- mico de los padres (grupo ocupacional) . Promedios y desviaciones esténdar de la puntuacién para el grupo de estan- darizacién, escala del dibujo de un hombre . Promedios y desviaciones esténdar suavizados para el grupo de estandari- zaci6n, escala del dibujo de un hombre |. Promedios y desviaciones estdndar de la puntuacién para el grupo de estan- darizacién, escala del dibujo de una mujer . Promedios y desviaciones esténdar suavizados para el grupo de estandari- zacién, escala del dibujo de una mujer . Correlaciones entre la escala del dibujo de un hombre y el de una mujer 8 edades seléccionadas . Correlaciones entre examinadores utilizando la escala cualitativa para cla- sificar los dibujos de un hombre realizados por nifios de siete afios (N = 75), nifios de doce afios (N = 75) y un grupo de edades heterogéneas, desde los cinco hasta los quince (N = 110) . Correlaciones entre dos examinadores utilizando escalas cualitativas de 12 ¥ 23 intervalos para evaluar los dibujos de un hombre de nifios de siete afios (N = 75) y de un grupo de edades heterogéneas (N = 110) 110 112 114 116 115 116 116 117 126 18. 19. 21. 35. 36. 37. 8 . Medias y desviaciones esténdar para la LISTA DE CUADROS . Clasificaciones de los examinadores de los dibujos de un hombre de tres gru- pos de nifos utilizando las escalas cualitativas de 12 y 23 intervalos, corre- lacionadas con la puntuaci6n para esos mismos dibujos Medias y desviaciones estandar de los puntajes de la escala cualitativa asig- nados por tres evaluadores Correlaciones entre los puntajes de la escala cualitativa asignados por tres examinadores ala cualitativa en muestras de estandarizacién, dibujo de un hombre Medias y desviaciones estandar para la escala cualitativa en muestras de es- tandarizacién, dibujo de una mujer . Medias y desviaciones esténdar suavizadas e interpoladas para los puntajes de la escala cualitativa, dibujo de un hombre Medias y desviaciones estaéndar suavizadas e interpoladas para los puntajes de la escaia cualitativa, dibujo de una mujer .. Correlaciones entre puntajes en la escala de puntos y en la cualitativa . Estimacién de las probables correlaciones entre los puntajes en la escala de puntos y en la cualitativa Ecuaciones de regresin para la puntuacién estimada (X’) por medio de un valor obtenido en la escala cualitative (Y) y errores esténdar de estimaci6n, dibujo de un hombre . Ecuaciones de regresin para la puntuacién estimada (X') por medio de un valor obtenido en Ia escala cualitativa (Y) y errores estandar de estimacién, dibujo de una mujer . Diferencias entre los sexos en el rendimiento en los {tems del Test del di- bujo, significado evaluado por e| Test de Dixon-Mood Promedios suavizados para el grupo esquimal comparados con el grupo de estandarizacién, escala del dibujo de un hombre ). Porcentaje de dibujos esquimales ilustrando diferentes tipos de vestimenta . Porcentaje de dibujos esquimales ilustrando diferentes tipos de vestimenta, por escuela local . Tabla para convertir puntajes brutos en puntajes esténdar. Dibujo de un hombre, por verones |. Tabla para convertir puntajes brutos en puntajes esténdar. Dibujo de un hombre, por niflas |. Tabla para convertir puntajes brutos en puntajes estandar. Dibujo de una mujer, por varones. Tabla para convertir puntajes brutos en puntajes esténdar. Dibujo de una mujer, por nifias Equivalentes de puntajes est4ndar para los puntajes de la escala cualitativa. Dibujo de un hombre, por varones Equivalentes de puntajes est4ndar para los puntajes de la escala cualitativa. Dibujo de un hombre, por nifias . Equivalentes de puntajes esténdar para los puntajes de la escala cualitativa. Dibujo de una mujer, por varones }. Equivalentes de puntajes esténdar para los puntajes de la escala cualitativa. Dibujo de una mujer, por nifias |. Equivalentes en el rango de percentiles para puntajes esténdar 126 128 128 129 129 130 130 131 134 135 141 144 161 151 312 314 316 318 327 327 328 329 LISTA DE GRAFICOS Puntajes brutos medios suavizados, dibujo de un hombre Puntajes brutos medios suavizados, dibujo de una mujer Puntajes promedio en la escala de puntos y en la cualitativa, dibujo de un hombre Puntajes promedio en la escala de puntos y en la cualitativa, dibujo de ‘una mujer Dibujos de un hombre por varones: exactitud de la escala de puntos y de la puntuacién estimada mediante la escala cualitativa Dibujos de una mujer por varones: exactitud de Ia escala de puntos y de la puntuaci6n estimada mediante la escala cualitativa Comparacién de ftems en la serie original y en la reestandarizada 118 119 132 133 136 137 153 a You have either reached 2 page thts unevalale fer vowing or reached your ievina tit for his book. a You have either reached 2 page thts unevalale fer vowing or reached your ievina tit for his book. PRIMERA PARTE CAPITULO 1 INTRODUCCION De los muchos tests disponibles, el Test del dibujo de un hombre de Goodenough (1926)* es quizds el més original en su concepcién bésica, por su brevedad y su utili- dad general. Ha sido muy empleado para examinar el nivel intelectual de los nifios Pequefios y para estudiar a aquellos nifios que tienen disminuciones auditivas 0 en los que se sospecha la existencia de deficiencias neuroldgicas. Se lo ha utilizado también Bara estudiar los problemas de personalidad y adaptacidn, la delincuencia y otros de- fectos del carécter. Muchas de las modificaciones de la técnica del dibujo de un hom- bre se han presentado como “tests proyectivos”. Dado que la idea de utilizar este tipo de test atrajo a los antropélogos culturales, pronto este instrumento y sus modifica- ciones aparecieron en sus repertorios. Al escribir para el Fourth Mental Measurements Yearbook (1953, pég. 292), Naomi Stewart afirma que el Test del dibujo de un hombre mide, de manera primaria, la inteligencia y deberia evaluarse como tal. Sefiala también que las normas de muchos tests han sufrido cambios después de veinticinco o treinta afios, por lo que sugiere que los puntajes de! Test de Goodenough vuelvan a ser evaluados y que éste sea estanda- rizado de nuevo. Estas consideraciones, entre otras, han Ilevado al presente libro, que incluye una serie de estudios emprendidos a lo largo de una década. En suma, este programa de investigacién ha reevaluado e| método de Goodenough, lo ha extendido a grupos de mayor edad y ha desarrollado una "forma alternativa” del test al agregar, al dibujo de un hombre, el dibujo de una mujer y el del sujeto mismo. Se ha trabajado para estan- darizar de nuevo el instrumento, para obtener una expresién cuantitativa algo mas defendible del rendimiento del niflo y para establecer una aproximacién adecuada al puntaje de {a escala total. Asimismo, los estudios han arrojado luz sobre la variedad de aptitudes que pone de manifiesto un test de dibujo y han permitido encontrar su lugar \égico como instrumento de medida de la capacidad. La evaluacién, cumplida en el transcurso de dos generaciones, de uno de los logros més sdlidos de la psicologfa —la medicién de la inteligencia— ha dado como resultado por lo menos tres cambios fundamentales de posicién. El concepto definido durante largo tiempo de manera empjrica y estad stica como “‘inteligencia general” no se considera ya como unitario 0 monolitico. La medida de esta aptitud (0 aptitudes) ya no procura més apartarse de los estorbos culturales 0 so- ciales en un esfuerzo por lograr una aptitud residual “pura” o “innata’’. E1 método de * Este test se conoci6 en castellano como Test de inteligencia infantil por medio del dibujo de la figura humans (Drawe-Man Test) y fue publicado por primera vez por Paidés en 1951[T.] 18 REVISION DEL TEST DEL DIBUJO las escalas por edad para expresar el desarrollo de esta aptitud se ha descartado en mu- chos instrumentos, siendo sustituido con medidas de excepcionalidad mucho mds erfeccionadas y supuestamente mds exactas. CAMBIOS EN EL SIGNIFICADO DE LA INTELIGENCIA Se ha producido un cambio significativo en lo que se entiende por “inteligencie”’. Binet reemplazé la nocién de varias funciones mentales separables con la idea de una “‘inteligencia general’. Esta idea, en cierto modo afin a una “facultad”’, sigue la Iinea de una psicologia anterior todavia influyente en su época. Las investigaciones poste- riores demostraron que el concepto de una aptitud general surgia de correlaciones sus- ‘tanciales entre muestras de trabajo compuestas por tests de inteligencia. Estudios adi- cionales con una variedad mayor de {tems y con técnicas estad/sticas apropiadas indi- caron que las pautas variables de intercorrelacién expresaban en realidad la presencia de varias aptitudes algo distintas, definidas con frecuencia en funcién de las operacio- nes mentales requeridas por la muestra de trabajo. No ha sido nada facil determinar cudntas de estas aptitudes existen. Spearman (1927) se pronuncié a favor de un factor general (g) mds un factor especifico (e) propio de cada tarea diferente tomada como muestra. Thurstone (1938) sostuvo la existencia de varios factores separados, de los cuales 10 6 12 pueden medirse con se- guridad. Guilford (1959) pensaba que el numero de factores era mucho mayor, Ile- gando tal vez a los 120. Otros, en especial los psicdlogos britdnicos (Vernon, 1950), se manifestaron a favor de una jerarquia de aptitudes, que va desde una aptitud general @ varias especificas a manera de factores colectivos mayores y menores de diferen- tes grados de generalidadi. ‘Sea como fuere que estos diferentes puntos de vista se resuelvan finalmente, no es probable que la psicologia regrese a la nocién de una “inteligencia general” mono- \itica, salvo, quizé, para predecir el rendimiento escolar. Las aptitudes més relaciona- das con el trabajo escolar parecen ser las verbales y las abstractas, y estén lo bastante intercorrelacionadas como para permitir la utilizacién préctica del concepto de aptitud general, aun cuando incluso aqui pueden discernirse aptitudes separadas como la idea de numero y la de fluidez verbal. Se esté volviendo una préctica comin el referirse ‘a estos tests de rendimiento como tests de “capacidad mental general’’ o de ‘‘capacidad educacional general’. La expresién “inteligencia general”, aunque muy divulgada, no tiene ya la trascendencia que alguna vez posey6 en psicometria. EVALUACION DE LAS APTITUDES En el uso técnico, la idea de una medida pura de la potencialided o de la inteligen- cia se ha desechado por imposible. Desde hace tiempo se acepta que las aptitudes 0 Potencialidades sdlo pueden estimarse después de su desarrotlo. En la actualidad se considera que este desarrollo no es un simple despliegue de las copacidades innatas 0 nativas, sino un aumento en la riqueza de las respuestas, el resultado de procesos de aprendizaje en los que los estimulos provenientes del crecimiento y de la experiencia espectfica desempefian una parte muy importante. Sin embargo, no deben equipararse las aptitudes con los rendimientos aprendidos; los intentos de igualer las oportunidades INTRODUCCION 19 de practicar y aprender arrojan con frecuencia como resultado un aumento y no una disminucién de las diferencias individuales. Todavia persiste, al menos de manera im- plicita, la nocién de que la estructura o la calidad de! organismo fija ciertos limites al efecto de las oportunidades de préctica y aprendizaje. La riqueza de las respuestas de la persona aumenta con el paso del tiempo. Su ren- dimiento se torna mds complejo. Tal como lo demostré Thorndike (1926), los ren- dimientos mentales adquieren mayor “altura” o nivel y también mayor “extension” © amplitud, Aquellos rendimientos mentales que abarcan ia simbolizacién y la reso- lucién de problemas aumentan en complejidad como resultado de procesos de asocia- cién, tanto sencillos como complicados, En realidad estos procesos se vuelven tan complejos que algunos psicdlogos prefieren hablar de ellos como procesos cognitivos y de su contenido como conceptos o ideas abstractas. Se ha debatido con respecto a si los componentes de la llamada aptitud mental general se hacen més numerosos con el desarrollo y si su organizacién se vuelve més elaborada y compleja. Es facil, por analogia con el crecimiento anatémico, formular hip6tesis sobre una temprana diferenciacién y elaboracién a partir de principios bas- tante simples (Garrett, 1946). Sin embargo, no todos los investigadores se han puesto de acuerdo sobre esto. Hay consenso general respecto a que la mejor forma de descri- bir e| desarrollo de las aptitudes mentates es mediante una curva de crecimiento nega- tivamente acelerada (aunque no de manera uniforme). Es indudable que el aumento de los cambios es mucho mayor en los organismos mds jvenes. La rapidez del crecimien- to en los primeros afios da la apariencia de una elevada intercorrelacién de aptitudes simplemente porque los incrementos son grandes para las unidades de tiempo y se acu- mulan de manera sustancial. A medida que el ritmo del desarrollo disminuye y los au- mentos son menores, la falsa correlacién provocada exclusivamente por el triunfo del crecimiento répido sobre el tiempo desaparece y las aptitudes se interrelacionan de una manera menos sustancial. Existen bastantes pruebas de esto en las aptitudes motrices de los nifios (Wellman, 1937) aunque tal vez menos en las aptitudes mentales. Bayley (1957) cree que los principales componentes del complejo que denomi- namos “‘capacidad mental general” s{ cambian con la edad, variando en nimero y mo- dificando también su contribucién relativa a la variancia total. Un andlisis factorial de los datos de Bayley (Hofstaetter, 1954) sugeria que un factor ‘‘sensoriomotor de vi- gilancia” es relativamente més importante en los primeros dos afios de vida, un fac- tor de “persistencia” entre los dos y los cuatro afios, y un factor de “manejo de sim- bolos” después de los cuatro afios. Bayley también encontré en sus datos pruebas de la existencia de una aceleracién brusca en el desarroflo mental alrededor de los nueve afios; otras informaciones (Freeman y Flory, 1937) sefialaron que esta aceleracién brusca se produce unos dos afios después. Estos datos indican un control implicito en el proceso de crecimiento; los cambios demostrados en las curvas individuales de cre- cimiento reflejan sin lugar a dudas el efecto diferencial del estimulo sobre el crecimien- to. Haber dicho que se puede facilitar o retardar el crecimiento no es decir que se co- nace el modo de realizar estos cambios. En realidad, los factores de crecimiento y las variables de situacién que podrian permitir un manejo experimental del rrallo mental estén muy lejos de haber sido identificados. Piaget ha estudiado el crecimiento mental de los nifios valiéndose de un interro- gatorio clinico (1950, 1952) y no tanto por medio de tests y de curvas de crecimiento. Llegé asi a la conclusién de que existen cuatro etapas principales en el desarrollo mental: la primera, hasta los dos afios, es esencialmente una etapa sensoriomotriz, 20 REVISION DEL TEST DEL DIBUJO en la que el nifio llega a conocer que los objetos existen incluso cuando no los percibe, ¥ que estos objetos pueden verse desde diferentes perspectives. La fase siguiente va desde el desarrollo de! lenguaje (dos afios) hasta los cuatro o cinco afios. En esta fase el nifio Hega a representar los objetos y los hechos mediante s/mbolos, pero es esencial- mente “preoperacional”, puesto que rara vez distingue entre sf mismo como agente y sus metas como el efecto de una accién. Desde los cinco o seis hasta los diez u once, Piaget considera que el nifio adquiere la habilidad de realizar operaciones concretas. Desde los once 0 doce hasta los quince o menos, e! nifio pasa de las operaciones con- cretas @ las formales. Las operaciones se definen como acciones, manifiestas 0 encu- biertas (como cuando se considera un problema). Estas operaciones transtorman men- talmente los datos sobre el mundo real segiin funciones, de modo que se las pueda uti- lizar en ta solucién de los problemas. Piaget asocia estas operaciones con las operaci nes formales de la I6gica, como tas operaciones de inclusion en una clase, las operacio- nes de ordenamiento serial y otras. Es interesante observar que las “etapas” de Piaget comienzan aproximadamente a las edades que Bayley menciona como perfodos de transicién. Estos perfodos adquie- ren significacién para estos estudios cuando se advierte que el test de dibujo es mas efi- caz entre los cuatro 0 cinco y los doce afios més o menos, aproximadamente el perfodo de “manejo de simbolos” de Bayley y la etapa de “operaciones concretas” de Piaget. EL INDICE DE LAS APTITUDES MEDIDAS. EI més importante y definitivo de los cambios producidos desde los primeros tiem- Pos en las pruebas de inteligencia ha sido el del (ndice de ejecucién adoptado. La gran contribucién de Binet, el método de escala por edad, sélo en época reciente ha cedido terreno, Hay mucho por decir respecto del concepto de escala por edad, con su refe- rencia implicita al crecimiento normal 0 tipico, al estudiar a nifios, ya que son tantos los aspectos del desarrollo que estan relacionados con la edad. Sin embargo, el concep- ‘to de edad mental siempre ha presentado dificultades en cuanto ta disminucién de los incrementos se hace sentir en la curva de crecimiento. La supuesta linea recta de la funcién edad mental en verdad no concuerda con la realidad del desarrollo. A medida que se va comprendiendo de manera més cabal el proceso del desarrollo, tanto la edad como el tiempo parecen ser sélo un coeficiente bruto. Los cambios acumulativos que se producen por intermedio del acrecentamiento o Ia asociacién parecen depender de la repeticion o el refuerzo y no simplemente de! paso de! tiempo. Se han ideado métodos estad{sticos adecuados para describir la variecion y para efectuar evaluaciones con respecto a esta variacién normal. Estas escalas ubican con -precisién al individuo en comparacién con un grupo conocido o definido. Es de lamen- tar que estos métodas no proporcionen de manera inmediata las medidas del creci- miento; son puramente relativos. Pero si permiten una pronta comparacién con los coeficientes de otras ejecuciones o variables, que nunca fueron o no pueden ser gradua- das sobre la base de la edad. En consecuencia, las conversiones de los percentiles y los puntajes estandar se prefieren cada vez mds al concepto de edad mental y su deri- vacién, el Cl. A medida que el concepto de varias capacidades mentales fue reemplazando al de una inteligencia unitaria, se comenzé a utilizar la nocién de test de puntaje multiple. En la actualidad se encuentra con frecuencia ef “perfil gréfico u otros modos de re- a You have either reached 2 page thts unevalale fer vowing or reached your ievina tit for his book. 22 REVISION DEL TEST DEL DIBUO mite al nifio abstraer los elementos caracter{sticos, y en realidad esenciales, de la natu- raleza de perro (como algo separado de Ia naturaleza de caballo), y genera/izar el con- cepto de manera adecuada cuando ve por primera vez, por ejemplo, a un chihuahua. Un nifio muy pequefio puede, a primera vista, referirse a un caballo como a un “perrito grande”. Esté a la vez acertado y equivocado en su conceptualizacién: acer- tado en el discernimiento, abstraccién y generalizacion de ciertos rasgos como el pe- laje y fas cuatro patas; equivocado en el discernimiento, abstraccién y generalizaci6n de otros rasgos esenciales como el sonido, ef tamafio relativo y el movimiento de la cola. Por lo general en psicologfa se define al concepto como el producto de un proceso mental 0 de pensamiento por medio del cual se identitican, comparan, abstraen y gene- ralizan las cualidades, aspectos y relaciones de los objetos. Cuando el proceso repre- senta un aspecto comin de la clase es una idea abstracta’. Los procesos que incluyen la percepcién, la conceptualizacién y el conocimiento, asi como el juicio y e| razona- miento, se denominan cognicin. A diferencia del nifio menos maduro, el nifio de més edad discierne y puede espe- cificar tas propiedades con mayor detalle. También es capaz de reconocer con més fa- cilidad las propiedades caracter(sticas y esenciales de una clase y asi puede formar con- ceptos més precisos y especificos. Sin embargo, la edad o |a experiencia solas no son el Unico factor. Alguna calidad de organizacién psicolégica parece permitirle a un nifio formar conceptos mds precisos y efectivos que otro que tiene aproximadamente los mismos antecedentes y experien- cia. En un periodo anterior de la psicologia se atribuyé esta diferencia a una hipoté- tica “‘inteligencia general" que, segtin se decfa, era una propiedad intrinseca del orga- nismo. En época més reciente, como se ha sefialado, los psicdlogos no estén tan seguros con respecto a la naturaleza intr/nseca de esta propieded. Se cree que tal vez sea ex- tremadamente compleja y esté sujeta al aprendizaje y a las modificaciones de una ma- era que atin no se puede establecer plenamente. Las pruebas suministradas por la bibliografia reunida y por ciertos estudios sobre los que se informa en este libro sugieren que el dibujo de un objeto hecho por un nifio es un indice de su concepcién de ese objeto; es decir, de su comprensién de los rasgos esenciales que le permiten formar un concepto de clase que incluya ese objeto como miembro. El nifio aprende a agrupar los “caballos” y los “perros” como clases dife- rentes y separadas dentro del grupo més amplio de las clases de animales; lo hace en funcién de una diferenciacién y especificacién progresivas de los detalles en los obje- tos que percibe y clasifica. Es de presumir, entonces, que cuando dibuja objetos fami- liares, 0 cuando los describe con palabras, incluye los elementos que encuentra esen- ciales para sus conceptos de clase. Al poder expresar los aspectos comunes de una cla- se, forma una idea abstracta. LA HIPOTESIS DE ESTE LIBRO El examen de la bibliograffa y de los estudios experimentales sobre los que se in- forma en este libro ha conducido a las siguientes hipdtesis: el dibujo que hace el nifio 5 Segan la definicién de Werren, H.C., Dictionary of Peychology, Nueva York, Houghton Mifflin, 1934, a You have either reached 2 page thts unevalale fer vowing or reached your ievina tit for his book. 24 REVISION DEL TEST DEL DIBUJO desarrollar una ‘forma alternativa’’ de la escala del hombre obteniendo, por su inter- medio, una escala de puntaje andloga para la figura de la mujer. El segundo objetivo se logré, aunque no asf el primero. 2. Se incluy6 el dibujo de sf mismo como: a) una “tercera” forma potencial, b) una posible via para el estudio del autoconcepto emergente y c) un instrumento “proyectivo” posiblemente més vélido para el estudio del afecto y el interés que las figuras impersonales. Se indican también ciertas I{neas posibles para un trabajo mds ‘amplio con este dibujo. 3. Las escalas de puntos para el hombre y la mujer han sido estandarizadas sobre muestras més representativas que las que Goodenough tuvo en los comienzos de la década de 1920. La nueva estandarizacién: a) muestra que el! porcentaje de nifios que aprueban la mayoria de tos puntos de la escala es superior ahora que antes, b) confirma el descubrimiento de Goodenough de una diferencia de sexo en el puntaje medio y examina estas diferencias mds a fondo, y c) confirma sdlo en parte la conje- tura de Goodenough con respecto a que la figura de fa mujer no es un instrumento tan adecuado como Ia del hombre. El dibujo de la figura femenina muestra una progresion claramente definida. 4. Se han desarrollado escalas cualitativas para una répida aproximacién a la pun- ‘tuacién. Las escalas cualitativas discriminan el desarrollo conceptual de una manera casi tan adecuada como las escalas de puntos. Estas escalas, sin embargo, sdlo reflejan e! desarrollo conceptual general registrado en el puntaje total; son por lo tanto mds tiles como instrumentos descriptivos que como instrumentos anal/ticos o de inves- tigacién. 5. La bibliografia empfrica y tedrica reunida ha sido reexaminada casi por com- pleto, y mediante estas obras y la presente investigaci6n se llega a la conclusién de que este test de dibujo evaltia la madurez intelectual o conceptual de los nifios entre los cuatro y los catorce afios, y que tiene mucho menor valor como instrumento “‘proyec- tivo" para estudiar el afecto 0 la personalidad. 6. Se establece una base para relacionar el acto de dibujar con los actuales desa- rrollos tedricos en el estudio de la percepcién y de los procesos conceptuales. ORGANIZACION DE LA OBRA El plan de este libro es el siguiente: en el capitulo 2 se intenta una resefia com- Pleta de ta bibliografia anterior dedicada a ta investigacién de los dibujos de los nifios, incluyendo un examen detallado de los estudios del método de Goodenough y su con- fiabilidad y validez. Este capitulo procura resumir lo que se conoce sobre la psicolo- gfa del dibujo como un acto motor y cognitivo. El capftulo 3 resume los estudios sig- nificativos que han visto en los dibujos de los nifios el reflejo del afecto y la persona- lidad. Este capitulo incluye un examen y evaluacién del dibujo como instrumento “proyectivo” y de varias aplicaciones clinicas, El capitulo 4 presenta la metodologfa de una escala de puntos para evaluar lo: dibujos de un hombre y de una mujer como {ndices de la madurez intelectual general. Estos dos dibujos se presentan, con una calificacién, como “formas alternativas” del ‘test. Este capitulo describe la escala original de Goodenough y las modificaciones ensa- yadas en la revisin y extensién de la escala, y aborda ciertos problemas de puntaje y graduacién junto con las soluciones adoptadas. Para resumir el rendimiento del test INTRODUCTION 28 se usa un puntaje esténdar modificado en lugar de una “edad mental”. Se describen también los rasgos cualitativos generales en el desarrollo conceptual de la figura feme- nina. El capitulo § suministra pruebas de la confiabilidad del puntaje de las escalas re- visadas, pruebas ciertas para la validez, y aborda la relacion entre la escala vieja y la nueva. En el capitulo 6 se describe la forma de derivacién de las normas para la escala de puntos revisada y se presentan las diferencias de sexo en el puntaje de la media de cada uno de los dibujos, a la vez que se proponen normas separadas pare nifios y nifias debido a estas diferencias y se incluyen datos sobre la intercorrelacién existente entre las escalas para el dibujo de un hombre y para el dibujo de una mujer. EI capitulo 7 describe la construcci6n y estandarizacién de las escalas cuali- tativas para las figuras de un hombre y de una mujer y presenta a éstas como “formas abreviadas” evaluadas de una manera més conveniente. El capitulo 8 ofrece nuevas Pruebas indirectas sobre !a validez del test de dibujo como medida de !a madurez conceptual mediante una discusién més profunda de las diferencias relacionadas con el sexo halladas en los dibujos de nifios y nifias de las figuras masculina y femenina, ciertas diferencias culturales observadas en los dibujos de la figura humana realizados por nifios esquimales y las diferencias reflejadas en el rendimiento de los nifios en los ‘tems de la escala revisada en comparacién con los datos de Goodenough para estos mismos {tems. El capftulo 8 trata también sobre los intentos fracasados de rela- cionar aspectos de los dibujos de los nifios con los datos de la personalidad. El capi- tulo concluye con algunas indicaciones para una investigacién mds amplia sobre el dibujo de sf mismo. Los capftulos 9 y 10 incluyen resimenes de las principales “teorfas”’ sobre los di- bujos infantiles, incluyendo la de Goodenough, y ofrecen una ampliacin de su punto de vista sobre la psicologfa de los dibujos infantiles por intermedio de una reconsi- deracién de la nueva informacién. En el capitulo 11 se relaciona este punto de vista con los estudios mds generales sobre el arte infantil. €1 capftulo 12 es una recapitulacién sobre los principales hallazgos de los estudios realizados sobre el tema y del actual programa de investigacion. £1 manual para el test de la segunda parte se publica también en forma indepen- diente para mayor comodidad de los psicdlogos, pero debe usérselo juntamente con los datos y las interpretaciones incluidas en esta obra. Contiene instrucciones para la ad- ministracién del test y una orientacién general sobre su evaluacién, detalléndose los requerimientos para e! puntaje de las escalas de puntos para el dibujo de un hombre y el dibujo de una mujer y los grdficos para las escalas cualitativas para el dibujo de un hombre y el de una mujer, junto con la informacién necesaria para relacionar los pun- tajes de la escala cualitativa con sus equivalentes en la escala de puntos. CAPITULO 2 RESENA HISTORICA DEL ESTUDIO DE LOS DIBUJOS INFANTILES* La idea sein la cual los dibujos esponténeos de los nifios més pequefios pueden arrojar luz sobre la psicologia del desarrollo infantil no es nada nueva. Cuando la psi- cologfa era atin una ciencia joven Ebenezer Cooke (1885) publicé un articulo sobre fos dibujos infantiles en el que describia las etapas sucesivas del desarrollo tal como las habfa observado, y en el que recomendaba que la instruccién art/stica en las escuelas se amoldase més a la mentalidad y a los intereses de los nifios. Corrado Ricci (1887) publicé un informe sobre tos dibujos de un grupo de nifios italianos. Su coleccién de dibujos infantiles es acaso la mds antigua de la que tengamos testimonio? . PANORAMA GENERAL Al ir creciendo en importancia el movimiento de estudio del nifio, en la diltima dé- cada del siglo pasado, se emprendieron numerosas investigaciones sobre los dibujos infantiles; este interés se ha profongado hasta nuestros dias. Para facilitar su examen, se puede considerar que el estudio psicoldgico de los di- bujos de los nifios se divide en varios periodos, cada uno de los cuales sigue sus propias Iineas principales de investigacion. El primer perfodo de la investigacién descriptiva abarca desde 1885 hasta 1920, alcanzando el punto maximo de interés entre los afios 1890 y 1910, cuando se publicd, ‘en los Estados Unidos y en Europa, una importante bibliograffa. Este perfodo, en el que se establecié el cardcter evolutivo de los dibujos de los nifios, culminé con el in- forme, excelente y psicolégicamente perceptivo, que realiz6 Cyril Burt (1921) sobre las etapas del desarrollo. En este lapso fueron muy pocos los intentos serios de crear una teorfa de la conducta en el dibujo; hubo en cambio varias tentativas fracasadas de establecer un paralelo entre la mente infantil y la llamada mente primitiva, inspi- radas en el concepto, simplificado en exceso, de evolucién social, muy de moda a comienzos de este siglo, El éxito logrado por Goodenough (1926) a! demostrar la existencia de un gran componente intelectual en el desarrollo de los dibujos infantiles sobre el tema de la 7 Una més amplia reseiia de le bibliograffa cient/fica sobre los dibujos infantiles pueda encon- ‘trarse en Goodenough (1926, 1928 y 1931), Goodenough y Harris (1950), Groewe (1936). Naville (1950) y Schringer (1957); Baumstein-Heissier (1955) he estudiado también trebajos en Rusia, Rioux (1951) incluye uns emplia bibliograffa con remisiones a los comentarios de Neville (1950). ? La traduccion al inglés de Ia parte principal del artfculo de Ricci puede encontrarse en et volumen 3 del Pedagogical Seminary. RESERA HISTORICA 2 figura de un hombre, hizo que el estudio de tos dibujos de los nifios tomara un nuevo tumbo intimamente vinculado, desde el punto de vista tedrico, con el estudio psico- métrico de la inteligencia. Este rumbo, al que se dio particular relieve en la bibliogra- ffa hasta 1940, continda atin hoy, sobre todo en los Estados Unidos, Inglaterra y Japén, paises donde el movimiento de los tests ha florecido. El Test de Goodenough ha sido investigado en profundidad tanto en la India como en Africe del Sur, donde se precisaban medidas no verbales adecuadas para clasificar, con fines educativos, a un gran numero de nifios que no sabian leer. La principal contribucién de este per‘odo, y de esta I(nea de investigacion, fue la de demostrar los aspectos intelectuales de los dibujos de los nifios dando comienzo as a los estudios anal/ticos. Con el advenimiento, alrededor de 1940, de los Ilamados “métodos proyectivos” de! estudio de la personalidad, surgié un nuevo interés en el dibujo de la figura huma- na. Después de haberse generalizado en la bibliografia psicolégica norteamericana entre 1940 y 1955, e&te estudio sobre la utilizacién proyectiva de los dibujos, ha retrocedido algo en los ultimos afios en los Estados Unidos. Desde el punto de vista de la teoria, este campo de investigacién se ha mantenido bastante difuso. Sus defensores tendieron més a un impresionismo intuitivo que a uno cientificamente analitico. Goodenough anticipé que los dibujos podrian usarse de manera interpretativa para el estudio de la personalidad. E1 interés en el arte como modo de revelar el inconsciente de manera simb6lica y como una técnica de diagnéstico se remonta a mucho antes. Algunos de los estudios més recientes se relacionan con los conceptos de la imagen corporal, otros con la identificacién con el rol sexual. Algunos investigadores suponen la existencia de una relacién isomérfica entre los detalles de! dibujo de la figura humana y los mecanismos de adaptacién adoptados por el yo. Esta drea representa un acento especial antes que un cuerpo coherente de teoria. El estudio experimental de los dibujos de los nifios data de mediados de la década de 1920. Aunque los primeros resultados fueron prometedores, este enfoque no atrajo un gran grupo de investigadores. Los pooos estudios realizados avanzaron de manera descriptiva y no tedrica, probando varios estimulos y coleccionando dibujos realiza- dos bajo conjuntos de instrucciones diferentes y por grupos que diferian psicoldgica- mente en dimensiones conocidas. Algunos de estos estudios se iniciaron sélo por el interés en los dibujos de los nifios como arte. Muchos de los estudios exploratorios Ppublicados desde la década de 1920 no parecen, a primera vista, arrojar como resul- tado ninguna generalizacién coherente. Sin embargo, es posible discernir algiin orden dentro de este aparente caos empirico. El avance de la psicologia hacia la teorfa y la experimentacién a partir de las dé- cadas de 1930 y 1940 ha servido de estimulo a un nuevo interés en la percepcién y en Jos procesos cognitivos, especialmente desde 1945. Es nuestra hipdtesis que este interés contempordneo en ta psicolog’a suministra una base para organizar la mayor parte de los fenémenos observados en los dibujos de los nifios. Uno de los propésitos de esta obra es reexaminar la bibliografia que se encuadra dentro de alguna de las tres catego- rias antes descriptas, es decir, 1) estudios descriptivos, de desarrollo; 2) la técnica del dibujo de un hombre, y 3) estudios proyectivos de los dibujos de los nifios. Mas ade- lante, procuraremos organizar tos estudios empiricos restantes en funcién del interés contempordneo en la percepcién y cognicién. Se espera que este esfuerzo proporcione una base para un enfoque experimental de los dibujos de los nifios que se vincule con las teorfas perceptivas y cognitivas que estén ahora cobrando forma en los laborato- rios, Examinaremos en este capitulo las dos primeras categorias, quedando la tercera

También podría gustarte