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Geografía ambiental - Profesora Yésica Cárdenas - Alumna Katy Metzger - Curso 5°B

Alternativas al neoextractivismo: la propuesta de las comunidades andinas

En base a la lectura de los textos “El buen vivir y la disolución de la idea de progreso” y
“Elementos para el debate e interpretación del buen vivir”, desarrolla las siguientes líneas
de análisis:

1. Contexto del surgimiento del “buen vivir” y lineamientos generales de este


pensamiento.

2. Sinónimos del “buen vivir” y sociedad que los sustenta.

3. ¿Qué aspectos relevantes desarrolla el “buen vivir” en las constituciones de los


países de la América andina? ¿Todos desarrollan los mismos aspectos? Sí-no, explica.

El concepto de "buen vivir" emerge en respuesta a debates y formulaciones


constitucionales en América del Sur (particularmente en el área andina), en especial desde
la perspectiva de aquellos que han sido marginados históricamente. Las comunidades
indígenas y los pueblos originarios son quienes plantean esta noción como una
oportunidad para crear una sociedad diferente, basada en la convivencia armónica entre
los seres humanos y la naturaleza. Desde su perspectiva, el "buen vivir" se alza como una
alternativa al enfoque convencional de desarrollo.

El buen vivir cuestiona las limitaciones y errores de las teorías de desarrollo convencionales,
desafiando la idea de progreso y abriendo alternativas. Sus avances notables se dan en
Bolivia y Ecuador, aunque es un concepto en construcción y discusión en otros lugares
también.

Sinónimos del “buen vivir” y de dónde provienen:

● Vivir bien: Bolivia

● Sumak kawsay (en kichwa): Ecuador

● Suma qamaña (en aymara): Bolivia

● Qamir Qamaña Qapha (dulzura de ser siendo): Bolivia

● Ñande Reko (modo de ser): Guaraní

● Shiir Waras (buen vivir): Ashuar (Ecuador)


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● Balu Wala (buen vivir): Kuna (Panamá)

● Sumac Causai (vida en armonía): Quechua (Pastaza, Amazonia)

● Kyme mogen (vivir bien): Mapuche

● Ti nûle kûin: Ngäbe (Panamá)

● Lekil kuxlejal: Tzeltal (México)

● Ronojerl K ́ o uchak upatan: Maya (Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, México)

● Ronojerl jastaq ki chapon kib: Maya (Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras,


México)

● Raxnaqil en kaqchikel: Kaqchikel (Etnia Maya, Guatemala)

● Sé nenulang: pueblos kogis, arawakos, kankuamos, wiwas (Sierra Nevada, Colombia)

● Jakona shati o jakon jati: Asaháninkas (Perú)

● Ka+Iy +k+no (Plan de Vida): Murui (Amazonía colombiana)

● Sumac Causai (vida en armonía): Araona (Amazonía boliviana)

Este concepto del buen vivir es sustentado en países como Bolivia y Ecuador siendo
plasmado en sus constituciones.

En el contexto ecuatoriano, el concepto de buen vivir forma parte de una larga búsqueda
de alternativas de vida que se ha forjado en medio de las luchas populares, particularmente
en el ámbito indígena. Mucho antes de la presidencia de Rafael Correa, estos ideales ya
estaban en desarrollo. Los contenidos del buen vivir apuntan a cambios profundos en
diversos aspectos de la sociedad, la economía, la política y la relación con la naturaleza. Se
han enlazado con las agendas de otros movimientos, formando un grupo heterogéneo que
incluye fuerzas predominantemente urbanas, hasta que finalmente tomaron forma en el
proceso constituyente de 2007 y 2008.

En el caso de Bolivia, el proceso de discusión en torno a este concepto ha sido más reciente
y sin duda más conflictivo. En este país, la noción de la "vida buena" o "vivir bien" es una
expresión que lleva consigo una connotación reivindicatoria, utilizada por líderes indígenas,
activistas e intelectuales. Por esta razón, el término siempre ha estado vinculado con el
vocablo en lengua aymara "suma qamaña", que posiblemente podría traducirse como el
Buen Convivir. No obstante, es relevante destacar que este tipo de expresiones son
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relativamente nuevas, ya que se reconoce que "suma qamaña" es una creación de hace
pocos años, formulada por intelectuales aymaras, y no es parte del "lenguaje común o las
representaciones locales" de estas comunidades.

No obstante, este aspecto en sí mismo presenta un matiz positivo en la construcción de


este concepto, por diversas razones. Por un lado, ejemplos como estos demuestran que
existe un diálogo en curso con las tradiciones culturales indígenas, y que estas tradiciones
pueden generar o recrear nuevas conceptualizaciones adaptadas a las circunstancias
actuales. Esto no implica simplemente un retorno a ideas del pasado distante. Por otro
lado, dentro de este diálogo también participan ciertas tradiciones occidentales que han
cuestionado supuestos fundamentales de la modernidad predominante. Entre estas, se
encuentran enfoques éticos alternativos que reconocen los Derechos de la Naturaleza, las
contribuciones del feminismo como respuesta a la dominación patriarcal y las nuevas
formulaciones en áreas como la justicia y el bienestar humano.

Para resumir este trabajo, podemos decir que la propuesta de las comunidades andinas
como alternativa al neoextractivismo es la noción del “buen vivir”, que en su concepción
más superficial podría definirse como una convicción que busca deslindar la idea del
progreso y el desarrollo buscando una relación más humana (valga la redundancia) entre el
ser humano y la naturaleza.

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