Fuentes Del Derecho Diplomatico

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FUENTES DEL DERECHO DIPLOMATICO

3.1. Enumeración de las fuentes


3.2. La costumbre
3.3. Los tratados

3.1. ENUMERACION DE LAS FUENTES

El Derecho Internacional es la ciencia. La Diplomacia es el arte de aplicarla.Uno


es el derecho sustantivo; la otra el procedimiento. Y de la sutileza de buscar
el"modo" surge la especialización de una carrera donde las normas son siempre
generalesy a la que la moral internacional indica una variedad de caminos, mayor
que los queseñala la moral privada.El estudio de estos caminos conforma al
especialista. De ahí que es precisoreferirse al concepto de selección, que a falta
de otros reglamentos, en las nacionesdonde ellos no existen, ubica al diplomático
entre los demás profesionales.En síntesis, recogiendo la opinión de la mayoría de
los tratadistas, podemosdecir que las fuentes del Derecho Internacional en general
son:a) Los Tratados: diversos tipos de tratados; etapas para su celebración;
entrada en vigor;reservas; revisión o enmienda; terminación. Valor de los Tratados
entre las Partes y conrespecto de terceros. Las grandes Convenciones
internacionales. b) La Costumbre Internacional: práctica y opinio juris, costumbre
general y particular.Valor jurídico.c) Los Principios Generales de Derecho.

3.2. LA COSTUMBRE

La Costumbre internacional es un proceso gradual y evolutivo de formación


dereglas jurídicas. Cada uno de los actos que constituyen la costumbre es
autónomo yaislado. La costumbre no es, como el tratado, un acto consciente y
voluntario decreación de normas jurídicas, por lo que no puede ser asimilada a un
pacto o acuerdo.La costumbre implica la coexistencia de los elementos:a) una
práctica constante y uniforme de los Estados, y b) la convicción de los Estados de
que esta práctica es jurídicamente obligatoria(opinio juris).Este último elemento- la
opinio juris – distingue la costumbre de los simplesusos o prácticas, como el
saludo a los buques de guerra, que los Estados respetan por consideraciones de
cortesía, de conveniencia o de tradición y no porque se sientan jurídicamente
obligados.

3.3. LOS TRATADOS

Los tratados han jugado un papel muy importante en el ámbito del Derecho
Diplomático y Consular. Los tratados bilaterales tienen una importancia
especial en el desarrollo y puesta en práctica de las relaciones diplomáticas y
consulares. Son necesarios para establecerlas y para regular específicamente
algunos aspectos de las mismas41. También requieren acuerdo el envío y
recepción de las misiones especiales entre Estados y en ellos se suelen
establecer
el objeto de la misión, el número de sus integrantes, su duración y los tratamientos
especiales que modifican el estatuto de prerrogativas básico consagrado en el
Convenio Nueva York de 1969. También se concreta en un tratado bilateral el
acuerdo de sede entre el Estado miembro que se encuentra en esta situación y la
Organización Internacional a la que pertenece; en estos tratados se establecen las
normas que regulan las relaciones diplomáticas entre ambos sujetos y el
tratamiento de la Organización en el Estado donde establece sus oficinas.
También algunos de estos tratados han tenido una importancia histórica y jurídica
muy especial, tal es el caso del Tratado de Letrán entre Italia y la Santa Sede por
el cual se reconoce la subjetividad internacional

Los principios generales del derecho que informan y se encuentran en a todos los
grandes sistemas jurídicos del mundo53 y por ello son recogidos por el derecho
interno de todos los Estados, son considerados por el art. 38, apartado 1, inciso c)
del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, como una de las fuentes del
Derecho Internacional general, al incluir entre ellas a “...los principios generales de
derecho reconocidos por las naciones civilizadas...”. En consecuencia, en
principio, también serían fuentes del Derecho Diplomático y Consular que es una
rama de aquel. Por fuente del Derecho Internacional deben entenderse aquellos
procedimientos formales propios del sistema, originados en él y que responden a
sus características, en nuestro caso de coordinación, a través de los cuales se
generan las normas del ordenamiento jurídico positivo que las admite y reconoce
como fuente propia. En consecuencia, aunque estén mencionadas como fuentes
en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, no acompañamos la tradicional
y casi unánime posición de la doctrina en el sentido de que estos “principios”
constituyen una fuente autónoma del Derecho Internacional.

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