colonia Tacuba de la delegación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México. Aunque este árbol ha estado ahí durante cientos de años, recientemente tomó gran importancia para los capitalinos, debido a que esta especie fue elegida para reemplazar la icónica palma de la glorieta Reforma de la CDMX. Se calcula que el Ahuehuete puede vivir de 2 mil a 3 mil años y su nombre proviene del Náhuatl que significa “Viejo del agua”
Además de vivir miles de años, el Ahuehuete se
caracteriza por tener un tronco muy grueso, una corteza café agrietada e incluso grisácea, además de un espeso follaje que cambia con el paso de los meses.
El árbol puede medir hasta 40 metros de alto y sus
hojas se caracterizan por ser alargadas y pequeñas, con un tamaño aproximado de 2 centímetros de largo. SU HISTORIA La Noche Triste es uno de los episodios más significativos en la historia de la Conquista española en México, ya que fue cuando Hernán Cortés y sus tropas, sufrieron su más grande derrota en manos de los mexicas.
Luego de empacar oro y joyas, Cortés ordenó una sigilosa retirada a
través de un puente de madera, sin embargo, la madrugada del 30 de junio de 1520, los mexicas descubrieron su plan y lanzaron un ataque que terminó con gran parte de sus hombres.
Hernán Cortés lloró su derrota al pie de un gran árbol de ahuehuete, del
cual aún queda un viejo tronco en Tacuba hasta la actualidad. Acontecimientos importantes
Incendios al árbol.
El primero tuvo lugar en 1872, se cuenta que fue un español quién
lo llenó de petróleo y provocó llamas.
El segundo incendio fue el más sonado y el que le robó su belleza.
Ocurrió el 10 de enero de 1980, las noticias expusieron que el árbol ardió durante 6 horas, y éste fue provocado por los fervientes de la parroquia del brote sagrado. ACTUALMENTE Renombramiento Al llegar Andrés Manuel López Obrador al Gobierno de México en 2018, en el marco de la conmemoración por los 500 años de la caída de Tenochtitlan, los gobierno federal y estatal, organizaron cambios en los conceptos e interpretaciones de la historia. Un ejemplo claro es la eliminación de «la derrota del imperio», sustituyéndola por la «resistencia indígena». Así lo señaló la Jefa de gobierno capitalino durante en el acto en el que se cambió el nombre de este emblemático ahuehuete, «Cuando hablamos de la Noche Triste, pensamos en Cortés y los españoles que invadieron estas tierras; cuando decimos Noche Victoriosa, reivindicamos a hombres y mujeres que fueron acribillados en la Masacre del Templo Mayor, pero también reivindicamos a los antiguos pobladores»