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Unidad 1: Contexto Internacional, 1880 - 1929

Imperialismo (1870-1914)
La paz armada y el sistema de alianzas
El positivismo es una corriente filosófica que surge en la segunda mitad del Siglo XIX y
que tendrá una gran influencia en el contexto previo a la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Por un lado, se manifestó en la política internacional a partir de la idea del progreso con el fin
de mantener la paz, no solo por ser un valor deseable en sí mismo, sino porque resulta más
rentable que la guerra. Sin embargo, las potencias comenzaron un proceso de desarrollo
armamentístico y a asociarse mediante alianzas que tienen el cuidado de mostrarse como
defensivas y destinadas a salvaguardar la paz.

Por otra parte, la filosofía positivista se vio representada en las relaciones


internacionales en la propuesta de “Balanza de Poderes”, que no plantearía una forma de
equilibrio estático como en el del Congreso de Viena de 1815, sino en un principio dinámico
basado en el principio "tanto puedes, tanto tienes, tanto vales".

La precursora de esta política fue Alemania que, aunque estaba recientemente


unificada (1871), se encontraba entre las principales potencias europeas. El artífice de esta
propuesta sería su Canciller Otto Von Bismarck quien puso a su país como árbitro y
concertador de la política mundial. Los dos ejemplos más claros serían: El Congreso de Berlín
de 1878 para promover la paz entre el Imperio Ruso y el Imperio Turco Otomano luego de la
Guerra Ruso-Turca (1877-1878) con el objetivo de quitarle influencia a este último en Europa y
la Conferencia de Berlín (1885) para ordenar el reparto colonial en África.

En esta nueva lógica comenzaron a desarrollarse alianzas entre las potencias y


Alemania será una de las promotoras formando en 1873 la Liga de los Tres Emperadores entre
Rusia, el Imperio Austro Húngaro y Alemania con el objetivo de consensuar criterios para
resolver problemas comunes. Esta liga se resentiría a partir de las tensiones existentes por los
territorios de los Balcanes entre los dos primeros, y Alemania se inclinaría por formar una
nueva alianza junto a Austria Hungría e Italia: La Triple Alianza (1882).

A partir de 1890, Alemania comenzó a negarse a prestarle a Rusia ayuda tecnológica y


económica con el objetivo de evitar su proceso de industrialización y además exigía una mayor
participación en el reparto colonial para lo cual comenzó una política de desarrollo bélico
ultramarino que alarmó a Francia y a Gran Bretaña. Esta circunstancia fue aprovechada por
Francia que decidió apoyar el desarrollo ruso y lograr, en 1893, la firma de una alianza
defensiva: La Entente Franco-Rusa. A su vez, Gran Bretaña también comenzó a preocuparse
por el desarrollo bélico alemán; para ello dejó de lado sus rivalidades históricas con Francia y
en 1904 firmó con ella un acuerdo denominado Entente Cordiale. Tres años más tarde (1907)
se conformará entre estos países la Triple Entente.

Tensiones previas a la Primera Guerra Mundial: las crisis marroquíes


- 1) La primera crisis marroquí (1904-1906)
Luego del tratado firmado por Inglaterra y Francia en 1904, donde el primero aceptó
las pretensiones del segundo de constituir un protectorado en Marruecos a cambio de la
renuncia de Francia a intervenir en Egipto y que España obtuvo el visto bueno francés para
actuar en una pequeña parte del territorio marroquí, Francia parecía encaminado a controlar
definitivamente Marruecos.

Sin embargo, Alemania se erigió en garante de la independencia de los gobiernos


locales frente a las pretensiones imperialistas francesas y en marzo de 1905 el emperador
Guillermo II visitó la ciudad marroquí de Tánger. Este hecho elevó al máximo la tensión entre
Alemania y Francia, concediendo esta última, algunas pretensiones alemanas para evitar una
guerra.

En 1906 se celebró la Conferencia de Algeciras en la que participaron las potencias


europeas mediante la que se logró aliviar transitoriamente el riesgo de un conflicto armado. Se
admitió la formal independencia de Marruecos bajo la soberanía del sultán Muley Hafiz,
aunque en realidad el territorio se mantuvo bajo la tutela francesa y organizó formalmente el
territorio como protectorado en 1912. Por otra parte, se permitió el libre comercio a todas las
potencias.

- 2) La segunda crisis marroquí (1911)


Se originó tras la acusación efectuada por Alemania de que Francia había trasgredido
lo acordado en la Conferencia de Algeciras. Por este motivo, y con la intención de mostrar su
poderío armamentístico, envió un buque de guerra (Panther) al puerto de Agadir exigiendo a
Francia la cesión de parte de sus dominios en el Congo. Esto desencadenó una segunda crisis
internacional. Nuevamente, con el objetivo de evitar un enfrentamiento, Francia cedió a las
pretensiones germanas, y le otorgó territorios en el Congo a cambio de gozar de total libertad
de acción en Marruecos.

Los Balcanes
El escenario balcánico era extremadamente completo debido, principalmente, al
debilitamiento del Imperio Turco Otomano que durante mucho tiempo controló la región y
que, en ese momento, promovía la rivalidad entre el Imperio Austro Húngaro y Rusia (que se
disputaban su nuevo dominio). En este contexto, los eslavos del norte (croatas, eslovenos y
eslovacos) quedaron incluidos en el Imperio Austro Húngaro, mientras que los del sur (serbios,
macedonios y montenegrinos) fueron sometidos por los otomanos.

El Imperio Austro Húngaro, que ejercía un protectorado sobre Bosnia-Herzegovina,


decidió anexar estos territorios en 1908 (Bosnia y Herzegovina eran territorios con mayoría
musulmana que habían permanecido bajo dominio turco hasta 1877.A partir de entonces
pasaron a depender administrativamente de Austria-Hungría que finalmente, en 1908, los
anexionó a su imperio, provocando la frustración de Serbia que aspiraba a integrarlos dentro
de la Gran Serbia) para consolidar su posición en los Balcanes. Esta acción exacerbó el malestar
en Serbia donde ganaban terreno los sectores nacionalistas más duros y partidarios de un
acercamiento a Rusia, ya que sus pobladores no tenían dudas de que Bosnia era parte de su
territorio histórico.
En 1912 estalló la Primera Guerra Balcánica, que expulsó definitivamente al Impertio
Turco Otomano de la región y Macedonia fue repartida entre Serbia, Grecia y Bulgaria,
consiguiendo este último también una salida al Mar Egeo. A partir de ese momento, el eje del
problema giró hacia la persistencia del Imperio Astro Húngaro en los Balcanes y la delimitación
de las fronteras entre los Estados emergentes en la región.

Al año siguiente estalló la Segunda Guerra Balcánica (1913) que mostró las diferencias
entre los países de los Balcanes por el reparto de Macedonia: Bulgaria atacó a Serbia, a Grecia
y a Montenegro con el objetivo de anexionarse los territorios abandonados por el Imperio
Turco Otomano. Este último, junto a Rumania, se unió a Serbia y a Grecia. Bulgaria fue
derrotada y los territorios en disputa pasaron a Serbia.

A partir de entonces, el objetivo de Serbia fue alcanzar el rango de gran potencia de la


zona, aspiración que quedó ensombrecida por los Tratados de Londres y Bucarest (1913), que
reconocieron a Albania como nuevo estado en detrimento de los planes que Serbia se había
fijado respecto a la anexión del territorio albanés. A su vez, Austria Hungría por su parte,
endureció su postura en contra de Serbia debido a que su creciente influencia podía poner en
peligro los territorios que ésta controlaba en la zona norte de los Balcanes (Bosnia
Herzegovina).

Colonias e Imperios en Asia


En Asia, los países occidentales encontraron grandes imperios tradicionales con cultura
arraigadas y fuerzas decididas a resistir la dominación europea. El avance de las grandes
metrópolis produjo tres situaciones diferentes:

1. La de los imperios y reinos derrotados militarmente y convertidos en colonias como


Indochina, el subcontinente indio e Indonesia);

2. la de los imperios persa y chino, que mantuvieron su independencia formal pero fueron
obligados a reconocer zonas de influencia y a entregar parte de sus territorios al gobierno
directo de las potencias, y

3. la experiencia de Japón, que frente al desafío de Occidente, llevó a cabo la Revolución Meiji
en 1868.

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