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79 Articulo
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al Otro
EZEQUIEL GARCÍA RoJO, OCD
San Esteban (Salamanca)
una iniciación con respecto al desarrollo físico que ya estaba a las puertas ...
Así dejé la escuela y fui a Hamburgo unas semanas después ... ". E. STEIN,
Estrellas amarillas, p. 126-127. Más adelante escribirá: "No me costó decir
adiós a la escuela. Por un lado estaba harta de aprender. .. ", p. 132.
4 Ciertamente no le costaba salir de casa. Cuando haga balance de esta
ausencia no todo será positivo, ya que no sirvió a aclarar mucho la confusión
mental que la invadía. "Mi círculo era muy reducido y vivía todavía más
aislada en mi mundo interior que en mi casa", E. STEIN, O. c., p. 135.
5 En Hamburgo reside en casa de su hermana Else, casada con el derma-
tólogo, Max Gordon. Rememorando su estancia aquí, nos ha dejado el siguien-
te testimonio: "Eran incrédulos por completo. En aquella casa, de religión,
nada en absoluto. Aquí tuve conciencia completa de la oración y la abandoné
por una decisión libre". E. STEIN, O. c., p. 135.
6 E. STEIN, O. c., p. 143.
EDlTH STEIN: LA FILOSOFIA COMO APERTURA AL OTRO 13
familiares; más tarde reconocerá esta laguna. Según ella por entonces, "vivía
completamente en mis estudios y aspiraciones, a las que me había entregado.
En ello veía yo mi deber y no era consciente de ninguna injusticia", p. 197.
10 E. STEIN, La mujer, p. 83.
EDITH STEIN: LA FILOSOFIA COMO APERTURA AL OTRO 15
joven a Edith Stein; incluso se sabe de la aversión que sentía por los
círculos reducidos, miradas apocadas o espíritus encogidos; no le iban
las estrecheces. Seguramente que en este talante abierto y decidido
de la joven puede verse una de las razones que propiciaron su desem-
barco en la escuela de E. Husserl; aquí su espíritu halló acogida y
espacio de libertad donde dar rienda suelta a todo su caudal intelior.
Aspira a lo último y más profundo de que es capaz el espíritu huma-
no, a la totalidad, y la fenomenología así se lo brinda. "Entender
-escribe en su tesis doctoral- no significa otra cosa que el paso de
una parte a otra dentro de una experiencia de la totalidad de la viven-
cia (no un objetivar), y todos los objetivos, todos los sentidos obje--
tivos se constituyen solamente en vivencias de esta clase. Una acción
es unidad de comprensión o de sentido en cuanto que las vivencias
parciales que les constituyen está entre sí en un nexo vivencial" 21.
Lo que defiende en la tesis de 1917, lo seguirá proponiendo años más
tarde cuando el tema a tratar sea la educación de la mujer. Es de
suponer que hay mucho de experiencia personal en todas las obras
steinianas; cuando trata sobre la cuestión femenina, en ellas reverbe-
ra el espíritu que desde siempre animó a Edith Stein. También la
mujer es filósofa por naturaleza, aspira a una Weltanschauung satis-
factOlia con sus anhelos; dirá al respecto con cierto matiz desafiante:
"La tendencia a una imagen acabada del mundo, la tendencia meta-
física, está en el espíritu humano en cuanto tal, y en las chicas se
encuentra incluso muy fuertemente definida" 22.
En el caso de Edith Stein puede decirse que es filósofa por
naturaleza, además de por convicción, por exigencia personal; y no
lo es sólo cuando atiende concentrada a su admirado maestro o fija
su atenta mirada y mente despierta en un texto denso y profundo,
sino que el talante filosófico le brota irremediablemente también en
cada experiencia personal, hasta las vivencias más comunes vienen
contempladas por ella de manera diferente al común de los mortales.
Quizá por eso ya desde pequeña fue un tanto incomprendida por los
I
39 E. STEIN, O. C., p. 22. Este texto recuerda también a san Agustín, quien
en contra de los académicos (escépticos) defiende la imposibilidad de negar
una verdad: Si enim fallar, sumo O también: puedo dudar de todo, menos de
que estoy dudando.
EDITH STEIN: LA FILOSOFIA COMO APERTURA AL OTRO 29
47 E. O. e., p. 100.
STEIN,
48 E. O. e., p. 79.
STEIN,
49 E. O. e., p. 107.
STEIN,
50 Cfr. E. STEIN, O. e., p. 107.
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