Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Jey y La Posima de Las Palabras
Jey y La Posima de Las Palabras
Érase una vez, un niño llamado Jey. Su madre tenía una tienda en el pueblo y uno
de sus clientes más frecuentes era un mago del mismo pueblo. Jey era un niño
Un día el mago del pueblo, dejo una de sus más delicadas pócimas encima de un
Uno de los vecinos vio cuando Jey tomo sin permiso esa pócima y se la llevo, asi que
fue en busca del mago, pero desafortunadamente ese día no conto con suerte. Al día
siguiente se encontró al dueño de ese elixir y muy alterado le dijo: - ¡Oh, Gran Mago!
¡Ha ocurrido una tragedia! El pequeño Jey ha robado el elixir con el hechizo de las
palabras.
que le dice malas palabras a todo el mundo! Esto es terrible. ¡hay que encontrarlo y
detenerlo antes de que lo beba! pero ya era demasiado tarde. Jey andaba por todo el
pueblo insultado a todo el mundo solo para ver cómo sus palabras se transformaban y
se lanzaban contra quien fuera y al tocarlos, los transformaban en aquello que hubiera
dicho Jey. Así, siguiendo el rastro de feos, tontos, gordos, viejos, y asi sucesivamente
- El mago le grito: - ¡No hagas más eso, Jey! Estás fastidiando a todo el mundo. Por
favor, bebe esta otra pócima para poder deshacer el hechizo antes de que sea
demasiado tarde.
- ¡No quiero, esto es muy divertido! Y lo más chebre de todo es que soy el único
- ¿Estás loco? Dijo el mago. Eso sería lo peor que podríamos hacer. Si estamos así
de mal y solo esta Jey insultando, ¡imagínate cómo sería si lo hiciera todo el mundo!
El mago se tomó ocho días para poder inventar algo, y en ese entonces llegó Jey a
convertirse en el dueño del pueblo, donde todos le obedecían y le servían solo por
miedo. Por suerte, el mago pudo usar sus conocimientos y su magia para llegar hasta
Jey durante la noche y darle unas gotas del nuevo elixir mientras dormía.
en cuanto entró la señora del servicio a llevar el desayuno, cientos de letras volaron
hacia Jey, formando una corriente de palabras de las que solo distinguió “Malcriado”
picazón terrible.
comprendió que la señora del servicio no había visto nada. Ni ninguno de los que
enviaron nuevas corrientes de letras dirigidas hacia él, que le provocaban esa picazón
horrible. En un solo día aquello de los hechizos de palabras pasó de ser lo más
- Seguro es culpa del mago, mañana iré a verlo para que me quite ese hechizo.
Pero por más que lloró y pidió perdón, era demasiado tarde para revertir el hechizo.
- Tendrás que aprender a vivir con tus dos hechizos: el de las palabras y el de
Jey casi no podía salir a la calle. Se había portado tan mal con todo el mundo que,
Un día, una niña pequeña, que era vecina suya vio su aspecto triste y sintió lástima.
La niña pensó que le gustaría ser amiga del niño y, cuando aquel pensamiento tocó la
piel de Jey, en lugar de dolor le provocó una sensación muy agradable y bonita. Jey
revés? Y lo probó diciéndole a la niña lo hermosa y lo inteligente que era. Y así fue, sus
palabras llegaron hacia la niña para mejorar su aspecto de forma increíble. La niña no
dijo nada, pero sus agradecidos pensamientos provocaron en Jey la mejor de las
sensaciones.
Muy emocionado, Jey recorrió las calles del pueblo usando su hechizo para ayudar
cambiando lo que pensaban de él, y rápidamente se dio cuenta de que desde el inicio
podría haberlo hecho así y si hubiera sido amable y respetuoso, todos habrían salido
de ser, pues aprendió que era mucho mejor sentir el cariño y la amistad de todo el
mundo que su desprecio e intentar sentirse mejor que los demás, a través de malas
de la niña que se convirtió en su mejor amiga desde el día en que le enseño que lo más
bonito de la vida, no es intentar ser mejor que nadie, si no la mejor versión de uno