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La filtracion y el drenaje EI flujo de agua infiltrada a través de una presa de materiales sueltos 0 de su cimiento produce los siguientes efectos: + Uno directo, de pérdida de agua, que suele ser el menos importante y mas facil de controlar o subsanar, * Un estado de presiones internas con componentes opuestas al efecto esta- bilizador del peso. Ademés, al estar mojados los materiales, disminuye su cohesi6n y su resistencia al rozamiento, afiadiéndose estos efectos al de las componentes desestabilizadoras de las presiones internas. + El paso del agua a través de las zonas con materiales finos tiende a arras- trar esas particulas, con el consiguiente peligro de erosién interna pro- gresiva. Este fenémeno se ilama sifonamiento (piping). De los tres efectos, el tiltimo es el mas peligroso, porque afecta directa- tamente a la integridad misma de la presa. El sifonamiento es, después del ver- tido sobre la presa, la causa més importante de accidentes 0 roturas de este tipo de presas, Ademés, es el mAs dificil de controlar de los tres enunciados, lo que refuerza el interés del tema, al que concederemos la atencién que me- rece (cap. 14). Los efectos desestabilizadores de 1a presién intersticial siguen en impor- tancia al sifonamiento, porque son més controlables con los dispositivos ade- cuados y hasta cierto punto previsibles en los célculos de estabilidad. 377 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS En cuanto a la pérdida de agua, slo tiene valor econémico. De ser excesiva, deber4 disminuirse con impermeabilizaciones complementarias, pero en prin- cipio més por el peligro de sifonamiento que representa que por la propia pérdida, pues, en tiltima instancia, siempre cabe recuperar el agua filtrada bom- bedndola al embalse. De los efectos antes citados, el presente capitulo se ocupa del drenaje, del que depende el control de la presidn intersticial. Pero como base previa para ello y el estudio de los otros efectos han de ampliarse algunos conceptos sobre la red de corriente que complementan los explicados en § 3.3 y que son indis- pensables para la correcta definicién de aquélla. Como ya se dijo, hay varios métodos para determinarla: cl mas usado y general es el grafico, que suele ser suficiente para la mayor parte de las presas, que son las de altura moderada 0 media (hasta algunas decenas de metros de altura); otros métodos requieren medios especiales, y pueden ser convenientes o indispensables en presas de gran altura o con problemas especificos de cimentacién; pero aun en esos casos el método grafico puede ser titi] para una definicién previa que ahorre tanteos més lentos y costosos. Por ello lo desarrollamos de forma que pueda usarse, y sobre los otros se da un resumen informativo que puede completarse con Ja bibliograffa, en particular C. 6, C. 7, C. 30, C. 34 y C. 47. 13.1. CASOS SINGULARES DE LA RED DE CORRIENTE Ya se advirtié en § 3.3 que en un flujo de superficie libre, cuando las per- meabilidades de dos medios adyacentes son muy distintas, no se produce en el contacto una refraccién propiamente dicha, sino una ruptura de las I.d.c., con una bajada brusca de la linea de saturaci6n, Eso tiene Ingar cuando aguas abajo no se puede mantener una linea de saturacién tan alta como exigirfa Ja salida de la linea de saturacién del medio menos permeable aguas arriba. Cuando la relacién de permeabilidades entre ambos medios es notable, la ruptura puede ser tan clara que el paso del medio mas impermeable al otro se produce como si fuera a la atmésfera. Es lo que suele ocurrir en el paso del nicleo a un espaldén permeable o a una capa drenante En flujos confinados, como los que se dan a veces en el sustrato, si hay presi6n fija aguas abajo (dada por el nivel def rio o de la capa fredtica), ésta permite el mantenimiento del régimen en presidn y no se produce el despegue, déndose la refraccidn segtin la ley conocida. Pero aun en un flujo cautivo puede producirse un despegue en el contacto si las condiciones de presién aguas abajo no son suficientes para evitar presiones negativas; en esos casos se producirfa un cambio de régimen en la zona de contacto pasande de confinado a libre, con la formacién de una linea de saturacién aguas abajo, Obsérvese que cuando el medio més permeable esté aguas arriba, siempre se puede producir la refrac- 378 LA FILTRACION Y EL DRENAJE, cin, puesto que el nivel aguas abajo esté asegurado por el medio més imper~ meable. Las salidas a la atmésfera (o a un medio mucho més permeable, pueden presentar casos particulares, ademés de los normales tratados en § 3.3. En la figura 13.1 se dibujan vatios tipos de entradas y salidas, normales y especiales. Las superficies verticales 0 en desplome no son posibles en paramentos y corres- ponden a entradas o salidas de micleos que sf pueden tenerlas, al estar apoyados en los espaldones. Notese, por ejemplo, que la salida en desplome es vertical y no normal al paramento (lo que resultarfa absurdo). Asimismo {a entrada en desplome es horizontal y no normal. w<90° w >90° Aqua libre w, Parabola : | I i 2 w:908} 4 : 1 m w=180f\) (b) Ki>ke Kis Ke Ki< ke Ki > Ke aos I — ki Kr KN ke y Ke K 2 } Qs ¥, (a> ul ke a=Bre 4820 8=270@a-w B=270°-a-w (e) Fig. 13-1. Casos singulares de la red de corriente (Polubarinava-Koschina). 379 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS 13.2. LINEA DE SATURACION Esta existe en todas las presas de materiales sueltos en las que hay flujo a su través. Sélo en casos particulares (zampeados, por ejemplo) el flujo puede produ- cirse exclusivamente a través del cimiento y ser cautivo. Por ello tiene gran interés determinar esa Iinea de saturacién, pues con ella se define el contorno de la red y se facilita la obtencién de las lineas restantes. La ecuacién [3.2] sélo tiene solucién analitica en contados casos (C. 30). Uno de ellos es el flujo a través de un medio is6tropo A de extension indefinida con una base horizontal B impermeable, en cuyo extremo O hay otro medio C infinitamente permeable (fig. 13.2). La red de corriente esté formada por dos familias de parébolas homofocales con su foco en O, con ecuacién general ayt x43 (82 -) [13.1] EI signo + da las Iineas de corriente y el — las equipotenciales. El pardmetro 4 es el potencial: dando valores a A se obtienen tanto las 1.d.c.. como las equipo- tenciales. Una I.d.c. y la equipotencial simétrica respecto al eje Y se cortan en el punto de y = /A/2k. Y las parabolas cortan al eje X en puntos de x = + 2/2k (las L.d.c. y + las Le.p.). El caso de una presa es bien distinto ~pues la equipotencial inicial AB (fig. 13.3) no es una pardbola-, pero distintos autores (*) han propuesto adaptaciones féciles Fig. 13-2. (*) Dupuit, Schaffernak-Van Iterson, Kozeny (C. 34), 380 LA FILTRACION Y EL DRENAJE. Fig, 13-3. para definir Ja linea de saturacién con aceptable fidelidad. Aqui se expondré la solucién de Casagrande (entre 1925 y 1940). De sus propias experiencias y cdlculos deduce que la linea de satutacién en un dique trapecial homogéneo es bastante préxima a una parabola de foco 0 en el pie del talud aguas abajo, y arranque en un punto Ao tal que AAo = 0,3 ABo (fig. 13.3), Ademés, el punto Co de interseccién de esa parébola con el para mento libre debe correrse hasta C, siendo CO=a=s— /P=hjsen? a [13.2] s es la suma de la longitud del arco de parabola AcCy mas la del tramo CoO del paramento libre. Para 0. < 60° puede suponerse con suficiente aproximacién que esa longitud es la hipotenusa del triéngulo OAcBo: sx JP te y resulta a= Sh? +d?—/d?—h? cot? a [13.27] Corregida a estima la parte de parabola préxima al paramento para que el punto de interseccién baje del Co al C, resta otra pequefia correccién del arran- que de Ja 1.d.s. en el paramento mojado, de forma que sea normal a éste hasta empaimar con la parébola. Como se ve, ésta sirve sélo como guia general para, con las dos correcciones dichas, obtener la I.d.s. final, en la que permanece, si acaso, un tramo intermedio de la parabola tedrica. 381 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS Esta construccién grdfica vale para ot < 60°, lo que se cumple sobrada- mente en todas las presas homogéneas. Pero en las heterogéneas hay nticleos verticales o inclinados y drenes interiores en los que la salida del agua al medio drenante puede dar dngulos o > 60° e incluso en desplome (c: > 90°). Puede darse este caso en una presa homogénea con drenajes horizontales profundos 0 drenes chimenea, Para estos casos Casagrande da un grifico (fig. 13-4) para determinar el desplazamiento Aa = CC» del punto de salida respecto al de interseccién de la parabola con el talud, Obsérvese que para un talud vertical (o = 90°), Aa = a/3, y para & = 180° el punto de contacto coincide con el de la parabola, como es ldgico, puesto que serfa el caso de un dren horizontal en una presa homogénea. 0,4; 0,3 Aa ©, ara (OO 9,1 ° 30® 60 90° 120° 150° 180° « Fig. 13-4, Cuando la parte baja del paramento aguas abajo est sumergida, el problema se puede plantear como separado en dos campos (fig. 13-5): el superior (1) hasta el plano de agua, que se trata como libre, y el inferior (2) sumergido, que puede considerarse como de flujo paralelo horizontal, pues las I.d.c. no difieren sensiblemente de esa disposicién. 382 LA FILTRACION Y EL. DRENAJE, 13.3. TRAZADO GRAFICO DE LA RED DE CORRIENTE Con el conocimiento de las propiedades de la red suele ser relativamente facil su dibujo por aproximaciones sucesivas. Lo primero es tantear la forma general de la red sin detalles, en esbozo. Luego, si se trata de un flujo libre —como es lo mas comtin-, se comienza por fijar la linea de saturacién y, a partir de ella, se tantean otras 2 6 3 L.d.c., con otras tantas equipotenciales. Una vez «encajada» esta red elemental, se puede subdividir y ajustar hasta obtener un resultado suficientemente satisfactorio y acorde con las condiciones de contorno. En la mayor parte de las presas basta este procedimiento grafico, pues en general el grado de precisidn de los coeficientes de permeabilidad suele ser inferior al del método. Otros procedimientos que ahora veremos pueden dar mayor precisién, pero el coste y el tiempo necesarios se elevan notablemente, por lo que sdlo estén indicados 0 justificados cuando la seguridad lo exige, 0 cuando la economia ptesuntamente obtenible con la mayor precisién compensa los recursos emplea- dos. En una presa sencilla y dé altura moderada es poco probable lograr con otros métodos incrementos sensibles de seguridad o economia. En cambio, si la cimentacién es compleja, puede ser dificil de precisar la red de corriente; o si la altura es importante, el efecto de una mayor precision suele ser traducible en seguridad y coste. En estos casos el modelo analitico o analdgico pueden ser obligados. En cualquier caso, un previo ajuste grafico es muy aconsejable, pues sirve de orientacién de la forma general de la red y para sefialar sus zonas criticas y, en tiltimo extremo, para darse cuenta de las limitaciones del método grafico y con- vencerse de la necesidad de otro més preciso La gran facilidad de cAlculo que proporcionan los ordenadores tiene la contrapartida de perder el «contacto» con el problema fisico. Por eso nunca se insistiré bastante en la conveniencia de servirse, ademis, de otro procedimiento més elemental y directo que sirva de gufa de cémo ocurren las cosas fisica- mente, asi como de cotejo de los resultados de calculos ms sofisticados, para ver si en el programa se ha deslizado algtin error que conduce a consecuencias poco reales. El método grafico cumple todas esas condiciones. 13.4. MEDIOS ANISOTROPOS Es frecuente la anisotropia en el sustrato, e incluso en la propia presa, por el efecto de la consolidacin producida por el apisonado, o debida a la accién de drenes horizontales (§ 11.2). En estos casos cabe emplear un artificio de trans- formacién de coordenadas para convertir la anisotropfa en isotropia. 383 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS En un medio anisétropo continuo con permeabilidad méxima ka en una direccién y minima ke en la ortogonal, la permeabilidad ke segtin una direccion o. tiene una expresi6n eliptica (fig. 13-6): 1 _cos*@ | sen? « te [13.3] Si la anisotropfa procede de que el medio est4 finamente estratificado, puede tratarse como continuo, tomando permeabilidades ponderadas; si e: es el espesor de una capa y ki su permeabilidad (isstropa en cada capa), se tendré: Yke kg (minima) ka (maxima) (13.4) e Pm t : Haciendo la transformacién x” = x «kale, 0 bien y’ = y A) ki/ke, la elipse de la figura 13-6 se convierte en uno de los dos cfrculos de trazos y el problema en isétropo. El contorno de la presa y st cimiento se distorsionan en una figura afin de raz6n horizontal x“/x o vertical y“/y, segdin el caso, y en esa figura se dibuja la red de corriente. Para volver a la real, anisétropa, se deshace la transformacién: la presa y su cimiento recobran su forma y dimensiones reales, y es la red isdtropa la que se deforma con afinidad x/x’ 0 y/y”, que- dando resuelto el problema. (Al deformarse, la red deja de ser ortogonal en ani- sotropia.) En los casos mas complejos -varias capas de formas irregulares y con per- meabilidades distintas~ pueden hacerse simplificaciones, agrupando las capas en conjuntos segtin sus caracteristicas y espesores medios (C. 34) 0 acudir a otros procedimientos mas complejos, de los que luego se hablara | <> = LN Ka Fig. 13-6. 384 LA FILTRACION Y EL DRENAJE 13.5. METODOS NUMERICOS PARA EL CALCULO DE LA RED Ya se dijo que la solucién analitica de la ecuacién de Laplace {3.2} slo es posible en casos muy concretos. Pero utilizando elementos finitos puede obte- nerse una solucién numérica, partiendo de dicha ecuacién junto con Ia [3.3] y las condiciones en el contorno exterior, y las de frontera interior entre medios diferentes. Todo ello da lugar a wn sistema de ecuaciones lineales que se resuelve matricialmente. Pero dadas las particularidades analiticas del problema puede ser ms practico y simple emplear un método de relajacién, cuyo proceso es como sigue: + Se divide el espacio en recténgulos y tridngulos con Ifneas paralelas a los ejes coordenados (fig. 13-7) que sirven de elementos basicos. + Se parte de una primera distribucién de potenciales, que puede ser el obtenido por un primer tanteo grafico. Como se trata de un punto de arrangue en un proceso convergente de aproximaciones sucesivas, la preci- sién de esa red inicial pede ser grosera; incluso cabria partir de unos potenciales arbitrarios. + Partiendo de los datos de esa red, se comprueba la ecuacién [3.3] en varios puntos, que dardn una distorsién mas 0 menos acusada, segdin el acierto de la red inicial + A la vista de estos resultados, se corrige la ved. En general, para acelerar el proceso conviene exagerar un poco las correcciones respecto a las de presunto equilibrio. + Con la red corregida se itera el proceso hasta lograr unos resultados aceptables. Mas detalles, tanto sobre los métodos numéricos como de los casos de soluci6n exacta, en Jiménez Salas et al. (C. 30). Fig. 13-7. 385 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS ‘°13.6. MODELOS ANALOGICOS Estos modelos son de dos tipos principales: hidraulicos y eléctricos. Los modelos hidrdulicos reproducen la fiftraci6n de una forma similar a la real del prototipo, tanto en la presa como en el cimiento. En general se utiliza un modelo bidimensional de la seccién mayor de la presa, 0 de dos secciones significativas, si hubiera cierta heterogeneidad del cimiento. Este se reproduce hasta la profundidad que se considere suficiente para simular ef fenémeno conjunto de la filtracién (normalmente basta una profundidad del orden de la altura de la presa). La permeabilidad del modelo es siempre mayor que la del prototipo (suele emplearse arena), pues gracias a las propiedades de Ja red de corriente las formas exteriores y Jas condiciones en los limites externos 0 en las fronteras internas entre medios distintos son los que fijan la red, y no la permeabilidad (que no figura en la ecuacién de Laplace), que sélo influye en la velocidad. La mayor permeabilidad da lugar a mayores velocidades, lo que facilita a obser- vacién del fenémeno y la medicién de potenciales y velocidades (que luego hay que traducir a las reales), Incluso cabe variar los taludes utilizando una propor- cidn de afinidad, de forma similar a lo dicho en § 13.4 (aunque por otro concepto), si se viera util para la ejecucién de! modelo con el empleo de determinados ma- teriales. La mayor dificultad se encuentra al intentar reproducir medios de distinta permeabilidad (las permeabilidades absolutas no cuentan, pero si las rela- tivas, pues influyen en la refraccién o ruptura de las I.d.c.), Para resolverla se acude a veces a deformaciones geométricas del modelo de efecto equiva- lente (C. 40). Otro factor a tener en cuenta es fa influencia de la capilaridad, que es retativamente mayor en el modelo que en el prototipo; para disminuir- la se emplea agua con detergente o se trata la arena con silicona para hidro- fugarla, La gran utilidad de los modelos hidréulicos es que permiten ver y medir directamenie ef fendmeno en una reproduccién fisica bastante similar a la real. Los modelos eléctricos reproducen, por analogfa, la ecuacién de Laplace, que es comin a todos los campos fisicos con redes arménicas: hidraulicos, eléctricos, magnéticos, etc. La utilidad de los modelos eléctricos reside en que las intensidades y tensiones son faciles de medir, y la instalacién es més simple y de espacio més reducido que la hidrdulica, que requiere un depésito, bombas, circuitos de tuberfas, etc., ademas del propio canal del modelo. En la reproduccién eléctrica, que es bidimensional, los potenciales son tensiones y los candales intensidades. La seccién se reproduce con las condi- 386 LA FILTRACION Y EL DRENAJE, ciones eléctricas semejantes de su contorno. Si hay zonas de distinta permea- bilidad se traducen en el modelo con materiales de distinta conductividad, que es facil de reproducir, y es una ventaja de los modelos eléctricos. Estos se aplican mejor a flujos confinados. En los de régimen libre (la ma- yorfa en presas) es mejor el modelo hidraulico o la solucién numérica. Cabe también un uso combinado de los dos modelos 13.7. ESTIMACION DE LAS PRESIONES Y DEL CAUDAL. Conocida la red de corriente por el 0 los procedimientos idéneos, se obtiene la velocidad en cada punto por medio de la ecuacién [3.1], ¢ integrando a lo largo de una seccién curva equipotencial, se calcula el caudal filtrante. Si se quiere conocer el caudal en una zona concreta, basta limitar la integraci6n entre las dos L.d.c. que Ia comprendan. Las isobaras se obtienen como se dijo en § 3.3, con las cuales se conoce la presién interna en cualquier punio. 13.8. INFLUENCIA DE LA CAPILARIDAD Todos los métodos descritos prescinden de la capilaridad. Esta introduce en la realidad ciertas correcciones a la red, pues permite que en ciertas zonas puedan producitse tracciones, que no han sido tenidas en cuenta en lo anterior. El efecto mas importante es quiz4 la posible ascensién de la superficie libre. Es sabido que en suelos con finos los niveles capilares pueden mantenerse algunos metros por encima del nivel estético, pero en arcillas pueden alcanzar kilémetros Por supuesto, estos casos extremos se refieren a niveles histéricos 0 geolégicos Linea de saturacién para: Impermaable Fig. 13-8, Influencia de la relacién de permeabilidades entre nucleo y espaldén ena linea de saturacion. 387 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS «colgados», que no es el caso de las presas, en las que el embalse oscila con cierta frecuencia y hay 6rganos de control y drenaje. Este efecto, aunque teéricamente posible, en la realidad suele ser mfni- mo en las presas porque, ademas de las razones dichas, la succién capilar suele venir acompaftada por un descenso de la humedad y una entrada del aire progresiva, cuyos efectos se acrecen por la circulacién del agua. Por todo ello, en las presas, la capa capilar, si existe, no esté saturada, por lo que parti- cipa poco en el movimiento general. En la practica se suele prescindir de este efecto en el célculo de la red, y la experiencia ha corroborado que es su- ficientemente correcto. Slo en algunos casos puede ser necesario tener en cuenta la capilaridad en el célculo de tensiones reales en puntos 0 zonas de la presa. 13.9. DRENAJE: ESPALDON PERMEABLE E| drenaje es, en apariencia, una contradiccién con la funcién impermeabi- lizadora del micleo de 1a propia presa, si es homogénea e impermeable. Pero ya se ha visto que es un complemente insustituible en la mayoria de los casos, de la misma forma que fos frenos de un vehiculo opuestos a la marcha de éste son necesarios para garantizarla con seguridad. El drenaje hace bajar la linea de saturacién, la aleja del talud aguas abajo, disminuye el gradiente en esa zona y reduce las presiones intersticiales. Su tinico defecto es que incrementa la filtracién, pero esto es de menor importancia, dado el gran margen de impermeabilidad que tienen los micleos, y mas las presas homogéneas. La forma més sencilla de conseguir el drenaje es con un espaldén franca- mente permeable aguas abajo del niicleo. E] efecto drenante se produce en cuanto la permeabilidad del espaldén es del orden de 10 a 20 veces mayor que la del néicieo, pero para que sea no sdlo sensible, sino eficaz, se precisan desproporciones mucho mayores: al menos 100, y ms bien 400 cuando el niicleo es delgado (C. 7), si se quiere conseguir un descenso radical de la linea de saturacién de forma que su salida en ef paramento esté préxima a su pie. En la figura 13-8 puede verse la influencia de la relacién de permeabilidades en la Ifnea de saturacién con cimiento impermeable (*). Cuando el espaldén es muy permeable, el agua filtrada cae libremente, como si saliera a la atmésfera; la J.d.s. es simplemente la necesaria para que el agua recorra la base del espaldén El caso opuesto, ki/k: = | es ef de una presa homogénea sin drenaje. (*) Esta figura y las 13-9, 13-12 y 13-13 estén tomadas de un interesante capitulo de H. R. Cedergreen en el Casagrande Vol. (C. 7), en el que pueden verse casos de con- trol de filtracién variados y mas complejos. 388 LA FILYRACION Y EL DRENAJE, Esto se refiere a un espaldén is6tropo, pero la compactacién y el propio funcionamiento del drenaje tienden a dar una anisotropia con mayor permea- bilidad horizontal que vertical. La anisotropia encauza la filtracién y dificulta el descenso de la l.d.s. Si el cimiento es permeable, el efecto de la anisotropia puede ser atin mas acusado. 13.10. CAPA DRENANTE Con frecuencia el material disponible para espaldones no es tan permeable como para producir el deseade efecto drenante, y hay que acudir a una capa drenante intermedia entre el miicleo y el espaldén, con Salida a través de un dren horizontal en la base, formando en conjunto un dren en L. El dren ha de proyectarse de forma que evacue con amplitud la filtracién procedente del nticleo y eventualmente del espaldén, cuyo caudal se obtiene de la red de filtracién. En rigor, para calcular la capacidad necesaria de filtracion del dren habria que conocer también su red de filtracién propia, pero suele bastar conocer aproximadamente el gradiente entre los extremos del dren y su permea- bilidad para conocer la velocidad de filtracién y la seccién necesaria. En princi- pio, se aconseja tomar la permeabilidad minima obtenida en el laboratorio y adoptar, ademés, un coeficiente dse seguridad 2 en el cdlculo de la seccién. Y si fueran previsibles asientos importantes por efecto del cimiento, este coeficiente debe ampliarse en consecuencia Si se quiere evaluar mejor la capacidad de evacuacién del drenaje, hay que afinar, en primer lugar, la estimaci6n de los caudales de filtracién en el peor de los casos, Debe estudiarse la posibilidad de fisuracién del nticleo, fracturacién hidraulica 0 segregacién de los materiales. La Ifnea de saturacién no debe supe- rar la parte superior del dren. Bxiste el error de creer que una suficiente permea- bilidad del dren es bastante para asegurarlo, pero en este caso es un problema que afecta no sdlo a la microgeometria del disefio, sino a su macrogeometria. Se suele calcular, segtin la ley de Dargy, con un adecuado coeficiente de segu- ridad. Para drenes gruesos, se presenta el problema de la turbulencia que dismi- nuye la capacidad de transporte respecto de los presupuestos de la ley de Darey. Suponiendo esta ley, en la figura 13-9 se muestra, en los casos de presa homo- génea y heterogénea, la posicién de la Ifnea de saturacién en los drenajes, segxin Dupuit y segin Kozeny-Casagrande, este tiltimo que se corresponde con el ante- rior, prescindiendo del término de segundo grado. La forma de la superficie de saturacién es la de una parabola de segundo grado. En los materiales gruesos es dudoso que pueda considerarse valida una ley lineal como la de Darcy para expresar la velocidad en funcion del gradiente hidraulico. Parece que esa ley se cumple s6lo por debajo de un cierto nimero de Reynolds. 389 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS PRESA HOMOGENEA (FILTROS 2) FILTRO ESCOLLERA lo, KOZENY-CASAGRANDE DupuT Atos (2)? 2 fp Stor ko, Kod ko, Despraciable Fig. 13-9. Drenaje del agua de filracién en caso de presa homogénea y heterogénea. Efectuando determinados andlisis sobre modelos teéricos con distintas formas del canal que forman los poros se puede determinar la linea que separa el campo de validez de la ley de Dargy (fig. 13-10). Bl gradiente critico, més allé del cual empiezan a jugar un papel significativo los efectos no lineales, es proporcional a la inversa de {a tercera potencia del tamafio de grano de. Esta linea est representada en la figura, en papel doblemente logaritmico, por una recta, Para dar una idea de Jos tamafios reales a que pueden afectar'estos efec- tos no lineales, en la parte alta de fa figura, se incluyen los materiales representados por estos tamafios. Se ve que pueden afectar a tamafios superiores a la arena grue- sa y, desde luego, a las gravas medias y gruesas a partir de gradientes no muy altos. Los efectos no lineales de una ley de flujo a través de materiales granula- res pueden expresarse en forma binomia. Una linea curva se ajustarfa mejor, 390 LA FILTRACION Y EL DRENAJE. Nar = 0:2 (4, from) GRADIENTE HIORAULICO, 1 00 * 02> ‘oe ' 2° *6 ' 2% * ‘eo DIAMETRO EFECTIVO DE PARTICULA, , (mm) Fig. 13-10. Campo de validez de la ley de Darcy. pero se ha pensado que una linea recta responde mejor a los anilisis tedricos y es suficiente, al menos en un primer paso. Los coeficientes que definen la ley binomia son «a» y «b», Wittmann (1986) demostré que existen relaciones bas- tante claras entre estos coeficientes —que, por supuesto, no son adimensionales— y el tamafio de grano de. FACTOR DE REDUCCION, x 1.0 08 ee 2 ye 2 os! Ky Viecas 04 02 409. 719.0 80 eo °o + 2s 4 8 6 7 8 9 10 (C* =0,2 mm:3) GRADIENTE HIDRAULICO, | Fig. 13-11. Factor de reduccién de la permeabilidad, debido a efectos no lineales. 391 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS En relacién con la capacidad de drenaje de las capas drenantes de una presa, no tiene tanto interés el modelo espectfico de la fey de flujo no lineal a aplicar en cada caso, sino que basta conocer la reduccién sobre la permeabilidad para obtener Ja permeabilidad aparente. De los estudios realizados por Cedergreen po- drfamos deducir un valor x por el que hay que multiplicar la permeabilidad Kr segtin Darcy para obtener la permeabilidad aparente K* El factor de reduccién x depende, como podria esperarse, del gradiente hidrau- lico y del tamafio de grano del material en cuesti6n. En la figura 13-11 se obtiene este coeficiente de reduccién de la permeabilidad. Segiin se ve, los efectos no lineales son despreciables para materiales del tipo de arenas finas y medias, incluso para gradientes iguales o superiores a 10. Pero si dv es, por ejemplo, de 10 mm, el Coeficiente de permeabitidad bajo un gradiente I = 1, es aproximadamente la décima parte del que corresponderia segiin la ley de Darcy. 13.11. PANTALLAS DE IMPERMEABILIZACION DEL CIMIENTO Como ya se dijo (§ 11.12), una presa de materiales sueltos puede asentarse sobre un cauce de acarreos, peto con la consiguiente impermeabilizacién, Cuan- do el espesor de éstos es de pocos metros (no mayor de 10, en principio) puede lograrse con una prolongacién del niicleo hasta empotrarlo en la zona de sufi- ciente impermeabilidad. Pero si {a profundidad de ésta sobrepasa ese Ifmite, 0 la presa no tiene micleo, hay que acudir a otros tratamientos: tablestacas, pilotes secantes, cortina o pantalla inyectada, trinchera de lodos 0 zampeados. Ninguno de ellos consigue una impermeabilizacién total, pero sf una pérdida de carga en ef flujo de filtraci6n localizada en una cierta zona que produce un des- censo brusco de las Ifneas equipotenciales y que, al concentrar el gradiente en esa zona, lo reduce aguas abajo, con la consiguiente disminucién de presiones intersticiales, velocidades y caudal filtrante. En la figura 13.12 se ve el efecto de una pantalla impermeabilizadora (de cualquier género) en la red de cortiente. Linea de saturacién para kg/kt= 0,2 impermeable Nimeros equipotenciales Fig. 13-12. Influencia de la permeabilidad de wna pantalla inyectada en ia finea de saturacién. LA FILTRACION Y EL DRENAJE Se llama eficacia de una pantalla a la pérdida de carga que produce respecto a la total, siempre inferior al 100 %, que corresponderfa a la estanqueidad total inalcanzable. Las tablestacas son poco efectivas, del 10 al 20 % inicialmente, llegando hasta el 20 6 40 % al cabo de unos afios (5 a 20) por retencién de finos y corro- si6n de las juntas. Se pueden usar tablestacas en doble T para mayor rigidez, 0 una doble fila de tablestacas simples, y en ambos casos se rellena o inyecta el espacio interior para aumentar la estanqueidad. Se ha Ilegado a profundidades de unos 50 m, pero la opinién més generalizada es que hay otros medios mas efectivos y econémicos de impermeabilizacién (incluso las pantallas incom- pletas, que luego veremos, pueden ser de eficacia similar). Ademés, en terrenos con bolos la hinca resulta dificil, y en ocasiones imposible, por lo que en ellos indudablemente son preferibles otros procedimientos. En cambio, en obras pro- visionales (atagufas) en las que la impermeabilidad y duracién exigidas son menores, se siguen usando, porque es un procedimiento répido, y la permea- bilidad se puede ir corrigiendo con inyecciones 0 vertidos de arcilla hasta el punto que resulte suficientemente satisfactoria. Los pilotes secantes (fig. 13-13a) teéricamente cierran por completo el paso del agua, pero las imperfecciones de su perforacién y relleno se traducen en filtraciones. Su eficacia depende mucho del terreno y de la técnica empleada, asf como de la experiencia del constructor (todos estos procedimientos requieren técnicas depuradas, normalmente patentadas y realizables slo por casas espe~ cializadas). El proceso constructivo es, en lineas generales, el siguiente: se perfora un cilindro vertical de unos 60 cm de diémetro con trépano y cuchara, y se va rellenando con lodo bentonftico para contener el terreno; terminada Ia perforacién, se sustituye el lodo de relleno por hormigén, inyectando desde abajo hacia arriba, para ir desplazando los lodos, hasta que queda formado el pilote de hormigén. Cada pilote se perfora de forma que corte a los dos adjuntos para asegurar la barrera estanca. Una vez formada ésta, se completa con inyecciones, bien gene- Fig. 13-13. 393 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS rales o en las zonas en que se vean necesarias. Cuando se desea una impermea- bilizacién més completa, pueden realizarse dos pantallas paralelas, inyectando después el espacio entre ellas. Una variante son los panefes, que tienen seccién rectangular, en vez de circular, pero con tecnologia similar (fig. 13-13b). Y también cabe una combi- nacién de ambas formas. La profundidad alcanzada por el momento ha sido de unos 100 m, lo que da idea de la gran amplitud de su aplicacién hasta grandes profundidades de acarreo. La trinchera de lodos (slurry trench) se usa con espesores de acarteo menores de 25 m. La trinchera, de 1 a 3 m de ancho, se excava con una draga mecénica, empezando por un extremo de la presa y siguiendo hasta el otro. La contencién de las paredes se logra con lodo bentonitico (procedimiento que, como se ve, se emplea en todas estas técnicas), que luego se sustituye por una mezcla de grava, arena y arcilla o bentonita, que se coloca también con fa draga, desplazando sucesivamente al lodo. Hay que tener un cuidado particular para evitar la ten- dencia a la segregacién del material de relleno. La cortina (0 pantalla) inyectada puede Iegar a profundidades atin supe- riores, hasta 150 m. Los batrenos se disponen en varias filas, con distancias entre 2 y 3 m, y encamisados, para evitar derrumbes. Se usa con preferencia el Tamado «tubo de manguitos» desarrollado por la compafifa Soletanche, que permite inyectar a diferentes profundidades sin influir ef orden de ejecuci6n, lo que proporciona una gran flexibilidad para acoplarse a las circunstancias y ha- cer refuerzos posteriores cuando sean necesarios. Se aplican presiones altas de inyeccién para provocar a formacién de grietas y la penetracién de la lecha- da por ellas, con el consiguiente aumento del volumen tratado e imper- meabilidad. El producto inyectado suele ser una mezcla de arcilla, bentonita y cemento, con aditivos para facilitar la fluencia de Ja pasta. Para reffenar los huecos mayores se afiade arena fina, para asegurar mejor su taponamiento y ahorrar volumen de la mezcla més rica y costosa. Se suele hacer la inyeccién con lechadas de finura creciente del exterior al interior de 1a cortina, de forma que la parte exterior sirva de contencién y, a su resguardo, vaya aumentando la efica- cia de la inyeccién hacia el interior. Se evita asi que la lechada més penetrante pueda expandirse excesivamente, con la consiguiente carestia y pérdida de efi- cacia. Otro procedimiento para aleanzar grandes profundidades es 1a pantalla continua. Se perfora una trinchera con elementos metilicos paralelos a una distancia de 0,45 a 0,80 m, manteniendo las paredes durante la perforacién con lodo bentonitico, que luego se va sustituyendo de abajo a arriba por hormigén 0 394 LA FILTRACION Y BL DRENAJE mezcla de dridos y cemento 0 de cemento o arcilla con bentonita. En la presa francesa de Serre-Pongon (fig. 13-14) se alcanzaron los 100 m de profundidad, gracias a lo cual pudo realizarse esta presa de 120 m de altura cuyo proyecto venia de muy antiguo, frenado por la imposibilidad de conseguir esa profundidad de tratamiento. Una mayor impermeabilidad puede conseguirse construyendo dos panta- Ilas paralelas, inyectando después el terreno intermedio 0 excavandolo al am- paro de las pantallas y rellenandolo con una mezcla de baja permeabilidad; este iiltimo sistema tiene la ventaja de un mejor control del material y de su puesta en obra. Tenmeno waruma sto Fig. 13-14. Presa de Serre-Pongon (rfo Durance, Francia). (Seccion tipo.) Todos estos procedimientos -salvo la prolongacién del nticleo en trinchera~ exigen tecnologfas especiales, normalmente patentadas, que s6lo pueden realizar con garantfa muy pocas casas especializadas de Ambito internacional. Como se ha visto, los procesos siguen ciertas Ifneas generales comunes, pero la dificultad consiste en la ejecucién eficaz. 13.12. PANTALLAS INCOMPLETAS Cuando la profundidad de la capa impermeable bajo los acarreos es notable puede no ser factible Hegar a ella (si est4 a mds de 150 m) o, aunque posible, pudiera no ser econémico, dadas las caracterfsticas, importancia o utilidad de la presa. En estos casos es forzoso limitar la profundidad de la pantalla y renunciar a parte de su eficacia dejando a un portillo libre (sin impermeabilizar) entre su borde inferior y Ia capa impermeable. Esas pantallas parciales o incompletas, 0 rastrillos (cut-off en inglés) consiguen al menos una pérdida de carga, por supuesto 395 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS mucho menor que la pantalla completa, pero de cierta eficacia por el estrecha- miento que producen en el flujo. En la figura 13-15 se ve el efecto de una pantalla parcial en la red de corriente, segiin su profundidad relativa a la total hasta la capa impermeable. Se observa que incluso con un cierre del 90 % (cerca del total) slo se consigue una reduc- cidn del 50 % en el gradiente; pero, aun asf, esa reduccién puede tener interés por su efecto en la linea de saturacién a la salida del paramento, Sin embargo, la gran diferencia de eficacia entre un cierre parcial (incluso tan proximo al total) y ste aconseja asegurarse de que la capa impermeable est realmente a una profundidad excesiva, antes de decidir el cierre incompleto. Véase a este respecto lo ya dicho con motivo similar en el § 5.13. Srava Linea de saturacion poro: impermeable Fig. 13-15. influencia de la profundidad relativa de una pantalla parcial en la linea de saturacién. Los rastrillos parciales requieren con frecuencia obras de drenaje comple- mentario, de las que luego se trataré. 13.13. ZAMPEADOS DE IMPERMEABILIZACION Cuando el terreno impermeable se encuentra a mucha profundidad y no es factible 0 econémico llegar hasta é1 con una pantalla impermeabilizadora, una solucion alternativa de la pantalla de penetracién parcial es un zampeado 0 manto horizontal impermeabilizante desde el nticleo hacia agua arriba para con- seguir, al menos, un estiramiento de las Iineas de filtracién y la consiguiente reduccién del gradiente, como se ve en la figura 13-16. 396 LA FILTRACION Y EL DRENAJE Linea de saturacidn para impermeable ‘Numeros equipotenciales Fig. 13-16. Influencia de un zampeado en la linea de saturacion. En principio, el zampeado se adapta mejor a un mticleo inclinado, pues a igualdad de longitud el recorrido bajo la presa es mayor que con uno central. Se comprende que, para ser efectivo, el zampeado debe ser largo, de 3 a 10 veces Ia altura de la presa, lo que conduce a varios hectémetros de longitud hacia agua arriba en cuanto la presa tenga alrededor de 100 m; en la presa de Tarbela (Pakistan), de 150 m de altura, se ha dispuesto un manto de unos 1.500 m de longitud, con espesores de 15 m al pie del micleo y 1,25 en el extremo aguas arriba. Hay un limite prdctico de longitud, pues al alargar el zampeado aumenta la filtracion total a través de él, y a partir de una cierta longitud, el incremento de filtracion puede igualar a la disminucién de ella conseguida por el alargamiento, A este efecto se afiade, claro est4, el incremento de coste, que puede no venir compensado por 1a menor filtracion conseguida. Como se ha dicho en el caso de Tarbela, el espesor suele ser m4ximo junto al nticleo e ir disminuyendo al alejarse de él. El espesor maximo suele ser del orden del 4 al 10 % de la altura de la presa, reduciéndose paulatinamente hasta alrededor de I m. Normalmente el zampeado se complementa con una o més filas de pozos drenantes aguas abajo de la presa, para hacer mas efectivo el descenso de presiones intersticiales y facilitar la medicién de la filtracién. Con ese comple- mento han dado buenos resultados en varias presas, aunque plantean los incon venientes que se comentan después. Una ventaja de los zampeados es que 10s materiales finos que lleva el agua en suspensién y que se depositan al pie de la presa incrementan su imper- meabilidad. En algunos casos se han detectado ganancias del 40 al 60 % en la 397 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS pérdida de carga (0 en Ja disminucién del caudal filtrado) al cabo de cinco a siete afios de explotacién atribuidas a este efecto, con el que puede contarse en mayor © menor grado, sobre todo en rfos con abundante material en suspensién (C.47). Una obra de tal longitud presupone, para ser econémicamente viable, una simplicidad de construccién. Esta es facil, pues consiste en extender y com- pactar el material en capas horizontales con espesor total relativamente mode- rado, y directamente sobre el acarreo, con s6lo una limpieza de la capa vegetal, si la hubiera, En principio, si el material empleado es el mismo subyacente aiiadiéndole elementos mas finos 0 quitandole los ms gruesos, suele producir- se un efecto de filtro suficiente; si no fuera asf, te6ricamente deberia ponerse uno entre ambos medios, pero esto complica y encarece ia obra, por lo que, dada la gran extensién de ésta, no suele ponerse, aun a conciencia del defecto funcional. Estas limitaciones practicas conducen a los siguientes defectos eventuales: + Los gradientes suelen ser mayores que los que se dan.en los mticleos. En éstos rara vez exceden de 3 a 4, mientras que en fos zampeados Ilegan a 10 frecuentemente. + La ausencia del filtro (frecuente) puede dar lugar al sifonamiento a través del acarreo. Esta posibilidad se refuerza por el hecho de que el zampeado est4 sometido a toda la carga de agua del embalse contrarrestada slo en parte por la subpresin bajo el zampeado. Esa accidn sobre un subsuelo heterogéneo produce asientos diferenciales que se traducen en grietas en el zampeado. + Si el acarreo bajo el zampeado es de densidad relativamente baja, puede suftir liquefaccién por efecto de un sefsmo, lo que aumenta las posibifi~ dades de agrietamiento. + En contraste con los nticleos, que se encuentran sujetos entre los espaldo- nes, el zampeado tiene su cara superior expuesta directamente al agua, que puede ablandarla y disolverla. Todas estas razones —en pro y en contra deben sopesarse antes de decidir un zampeado. Con frecuencia una pantalla incompleta resulta mas efectiva y con menos riesgos, sobre todo cuando los materiales del cauce forman capas con mayor permeabifidad horizontal que vertical, Io que aminora el efecto del zampeado y se cierra mejor con una pantalla transversal, aunque sea incom- pleta. En general, los obstdculos verticales son més eficaces que los horizon- tales (de 2 a 3 veces), pues se oponen més directamente al flujo filtrante y le 398 LA FILTRACION Y EL DRENAJE, obligan a un mayor contorneo. Pero en cada caso hay que contemplar todas las circunstancias y decidir la solucién idénea. Y es obvio que también caben soluciones mixtas de un zampeado con cor- tinas verticales parciales 0 con otras de las soluciones antes descritas, En la figura 13-16 puede verse el efecto de un zampeado en la red dec rriente, asi como la variacién que produce en la Ifnea de saturacién en funci6n de su longitud relativa. Este efecto es s6lo parcial, aunque puede tener interés: por ejemplo, con una longitud cuddruple de la altura de la presa la J.d.s. baja un 50 % respecto a la que darfa el acarteo sin zampeado. Se confirma asi lo ya dicho sobre la necesidad de una cierta longitud para que su efecto sea apreciable; y también se aprecia que ese efecto va disminuyendo su eficacia al alargarla en exceso. 13.14. GAUDAL FILTRADO POR EL CIMIENTO. COMPARACION DE LA EFICACIA DE LAS PANTALLAS Y LOS ZAMPEADOS La red de corriente a través del cimiento se determina por los procedi- mientos descritos, y de ella se puede deducir el caudal filtrado integrando la ecuacién [3.1]. Pero en caso de que haya una pantalla o zampeado puede hallarse directamente con bastante aproximacién por medio de formulas. En el caso de una pantalla, el caudal filtrado es (Ambraseys, 1963) os —; 1 [13.5] 0 Ke ose B +( -) ol mi En esta formula (fig. 13-12): Qo = caudal filtrado (m’/s). ko = coeficiente de permeabilidad del acarreo natural k = coeficiente de permeabilidad de la pantalla (o del acarreo inyectado, segiin el caso) (m/s) H = carga de agua en el embalse (m). B= E = espesor de Ia pantalla (0 acarreo inyectado) (m). D = profundidad (espesor vertical) del acarreo permeable (m). ase de la presa (m). 399 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS Si la pantalla fuera incompleta y dejara una abertura vertical D ~ z sin im- permeabilizar (fig. 13-15), el caudal filtrado por ta pantalla puede considerarse despreciable frente al que pasa por el portillo, y puede ponerse: ko D-z k D [13-6] Si la pantalla es completa, pero tiene defectos o huecos previsibles 0 cons- tatados (contactos incompletos entre pilotes 0 tablestacas, bolsadas peor trata- das, etc.), puede emplearse la misma formula [13.5], estimando [a proporcién previsible de esos huecos en el total de Ja pantalla y asimilandolos a un portillo D~2 [13.6]. Si se trata de un zampeado, el caudal viene dado por la formula de Dachter (1936) Q Sarre (13-7] koH ByB 0,884 T= Obsérvese que es igual a la [13.5] -es una derivacién de ella~ haciendo la sustitucién: [13-8] Por tanto, un zampeado y una pantalla cuyas dimensiones y caracterfsti- cas cumplan esta tiltima condicién serdn de eficacia equivalente (igual caudal filtrado). La relacién B/E entre la longitud B de un zampeado y el espesor E de la pantalla equivalente varia linealmente con ko/k 0 con D/Do. Para unos valores dados de estos pardmetros se obtiene B’/E, y conocidos {os precios relativos de construccién de la pantalla y det zampeado, se puede saber cual de las dos soluciones es mas econémica a igualdad de eficacia. Aunque el zampeado es notablemente mas barato por m’, su longitud es mucho mayor, pues ko/k es normalmente mayor que 50, con lo que B’ es por lo menos 49 veces E, lo que confirma lo dicho sobre la gran longitud de los zampeados, que es de varias decenas o inc]uso centenas de metros, en cuanto D sea importante. Con una permeabilidad baja del acarreo B’ disminuye, y ademés el coste de la inyeccién aumenta, por lo que suele ser preferible ef zampeado a la pantalla, en general. 400 LA FILTRACION Y EL DRENAJE La préctica ha confirmado estos resultados comparativos entre pantallas y zampeados. Aparte de estas comparaciones relativas, obsérvese que en ambas formulas (13.5] y [13.7] si la profundidad D del acarreo es grande, B/D baja mucho, y sera necesaria una gran longitud B’ de zampeado 0 un gran espesor E de pantalla, 0 una permeabilidad k baja, para que el caudal filtrado se mantenga por bajo de un limite aceptable. Una observacién a afiadir es que en la ecuacién [13.7] no aparece la per- meabilidad del zampeado, porque se supone despreciable el caudal filtrado a través de él comparado con el que lo contornea y pasa por el acarreo. Si las condiciones fuerzan a hacer un zampeade més simple e imperfecto, 0 con gran longitud, habré que hacer la correccién equivalente en B’. Ms detalles sobre este tema, flujo a través del cimiento y tratamientos de éste, en C. 34, capitulo 8, en donde se trata con amplitud e interesantes datos practicos. 13.15. ZANJAS Y POZOS DRENANTES En presas sobre acarreos profundos en las que no puede Hegarse a una impermeabilizacién hasta la capa impermeable, puede darse que las presiones bajo el espaldén aguas abajo sean atin suficientemente altas como para producir el riesgo de levantamiento del terreno por desequilibrio de esas presiones con el peso suprayacente, en particular en la zona aguas abajo de la presa, que ya no tiene el peso del espaldén. El equilibrio puede restablecerse, como siempre, de dos maneras + Con un aumento de peso sobre la zona, afladiendo material suplementario. + Reduciendo las presiones con un drenaje. El auinento de peso puede fograrse suavizando y prolongando el talud aguas abajo, 0 disponiendo un manto horizontal sobre la zona afectada. Esto significa un aumento de coste y, en general, suele set mas econémico y eficaz suple- mentar el drenaje, o una solucién mixta. Cuando se acude al refuerzo de peso, el material debe ser drenante, para facilitar la solucién del problema y no com- plicarlo més. EI drenaje suplementario se consigue por los siguientes procedimientos: + Capa drenante horizontal en el contacto espaldén-terreno. * Trinchera drenante. * Pozos drenantes. 401 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS El drenaje horizontal hace una Hamada de las I.d.c. hacia arriba y disminuye Jas presiones en la zona aguas abajo del espaldén. Segtin sea el acarreo, la capa drenante debera complementarse con un filtro por debajo para impedir la emigracién ascensional de finos del acarreo. Entre el drenaje y el espald6n Puede ser necesario otro filtro, pero éste es de menor importancia, pues no esta en el camino de la filtracién, supuesto que ésta est4 ya controlada en la presa y s6lo queda por controlar en el cimiento. El filtro inferior es critico; el superior puede no serlo en este caso, La trinchera o zanja drenante establece una capa vertical permeable que tiende a bajar el nivel del agua hasta el fregtico natural aguas abajo de ella. La trichera se rellena de drido grueso, normalmente con un filtro aguas arriba (critico) y quiza otro aguas abajo, segtin las circunstancias, ya que este tiltimo no es critico. La trinchera puede sustituirse por pozos que producen una interceptacin discontinua -y por ello menos perfecta— de las I.d.c., pero la obra puede ser mds econémica que la trinchera, y en muchos casos los pozos han sido eficaces ‘También se tellenan con material grueso envuelto en filtro, pero su eficacia parece ser mayor cuando tienen en su centro una tuberfa perforada, para ase- gurar el drenaje. Al perforarlos, debe cuidarse que la técnica empleada no tienda a acumular los finos en las paredes del pozo, pues dificultarian el drenaje, y ademas hay que inyectar agua para lavar los finos en ese contacto. Los pozos requieren una inspeccidn y mantenimiento periddicos, y even- tualmente su sustitucidn, si se obstruyesen y perdieran eficacia. Los tres dispositivos de drenaje expuestos pueden ser un buen complemento de un rastrillo parcial o de un zampeado impermeable aguas atriba de la presa (normalmente sélo uno de ellos). 13.16. PIEZOMETROS Dada la repercusién que las presiones intersticiales tienen en Ia estabilidad de la presa, tanto interna (sifonamiento) como conjunta (deslizamiento), se com- prende Ia utilidad de medir las presiones reales en la presa ya construida, e incluso durante su construcci6n, pues en ef proyecto se suponen a partir de la red de corriente tedrica, pero la realidad podria ser algo distinta, Y aunque se confirmen, a Jo largo de la vida de 1a presa pueden surgir cambios 0 accidentes que modifiquen esas presiones, local 0 mas extensamente. En concreto, un cambio brusco detectado es sintoma de alguna anomalia, que debe observarse con atencién y asiduidad. 402 LA FILTRACION Y EL DRENATE Las presiones internas se miden con piezémetros, que son de varios tipos Los hidrdulicos consisten en esencia en una célula sensora, normalmente en- vuelta en hormigén poroso que, al propio tiempo que sirve de prateccién, transmite a su través la presién circundante. Esta se detecta en la célula y se mide en wn mandmetro unido a ella por medio de dos tubos (de ida y vuelta, para asegurar la comunicaci6n), gracias a los cuales pueden independizarse las posiciones de las células y los manémetros. Esto es importante, porque los manémetros deben estar accesibles, fuera de la presa o —con frecuencia en una galerfa de control en su parte baja (la del nticleo o diafragma, o la de una pantalla impermeabilizadora), mientras que las células deben estar en el interior de la presa y en los lugares en que sea interesante conocer las pre- siones. Hay que tener en cuenta que la presién que mide el manémetro es la que le transmite la célula, mas 0 menos la diferencia de nivel respecto a ella, segtin esté el manémetro mas bajo o més alto que 4a célula (fig. 13-17). Si el mané metro estuviera z metros més arriba que la célula y Ia presién p en ésta fuera p 2 Célula Célula -2 ° ) Manémetro Fig. 13-17. 403 PRESAS DE MATERIALES SUELTOS Los piezémetros hidrdulicos suelen requerir una pequefia bomba auxiliar para extraer el aire, que puede falsear las medidas. Hay otros varios tipos de manémetros que, al suprimir el agua como ele- mento transmisor de presiones, liberan de la inercia de ésta y sus inconve- nientes, y suelen resultar mas seguros y sensibles, ¢ incluso mas econdémicos que los hidrdulicos, y por ello se usan cada vez més: los de cuerda vibrante (cuya frecuencia mide la presi6n), los neumaticos y los eléctricos, estos tlti- mos con la ventaja de poder flevar la medida con facilidad a cualquier punto y cota,

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