En un pueblo muy lejano vivía un pequeño niño llamado
Rodrigo, que desde los 5 años fue criado por sus tíos, ya que desde que nació perdió a sus padres, desde entonces, él se sentía muy triste y solo porque no tenía el amor y cariño de madre y padre ya que sus tíos lo maltrataban constantemente y él no era feliz.
Mientras él seguía creciendo se iba dando cuenta de que sus
tíos no lo querían y que no se preocupaban por él. El todas las noches se ponían a llorar por todos los maltratos que le daban sus tíos y el empezó a tener depresión por eso el niño decidió huir de la casa de sus tíos, para que hací ya no lo maltraten.
Finalmente, al escapar se encontró con unos evangelistas
que le preguntaron qué era lo que le había pasado, al contar su historia el pobre niño rompió en llanto y los evangelistas lo llevaron a un orfanato donde iba a estar bien y encontraría la felicidad que no tenía desde que nació.