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Radicado No.

050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
• SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C

Magistrado Ponente: JAIME ENRIQUE RODRÍGUEZ NAVAS

Bogotá D.C., diez (10) de marzo de dos mil veintitrés (2023)

Radicado número: 050012331000200900639 02 (56670)


Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros.
Demandada: Instituto Nacional de Vías INVÍAS y, otros.
-

Referencia: Acción de reparación directa

Tema. Responsabilidad del Estado por daños causados en la ejecución de obras públicas.
Subtema 1. Lucro cesante en favor de progenitores. Lucro cesante cuando hay concirrencia
ingresos por el ejercicio alterno de profesiones liberales.
Subtema 2: Eficacia probatoria de las certificaciones de ingreso expedidas por contador público.
Subtema 3: Responsabilidad del asegurador frente a pólizas de amparo concurrente.

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Subsección resuelve el recurso de apelación interpuesto por las partes, en contra


de la sentencia proferida el 26 de marzo de 2015 por el Tribunal Administrativo de
Antioquia, que accedió parcialmente a las súplicas de la demanda.

1. SÍNTESIS DEL CASO

El 3 de agosto de 2007, mientras se encontraba realizando labores de descapote


de un talud en la doble calzada Niquía El Hatillo, a la altura del kilómetro 7+400
-

en jurisdicción de Copacabana Antioquia, el operario de un buldózer perforó uno


-

de los tubos del poliducto Sebastopol Medellín, generando un incendio de gran


-

magnitud, cuyas llamas alcanzaron el vehículo donde se transportaba Claudia


Liceth Mejía Calle, quien sufrió quemaduras de II y III grado en el 65% del cuerpo,
por lo que debió ser remitida al Hospital Universitario San Vicente de Paúl, donde,
finalmente, falleció el 7 de agosto siguiente, debido a la gravedad de las lesiones.

Por estos hechos, el colectivo familiar de Claudia Liceth acudió ante la jurisdicción
de lo Contencioso Administrativo, con el fin de que se les indemnice por los
perjuicios causados con tal suceso.

U. ANTECEDENTES

2.1. La demanda

La demanda fue presentada el 3 de abril de 20091, por los señores: Luisa Elena
Calle de Mejía —madre—, Luis Fernando, Jorge Horacio, Luis Guillermo, Ana Gloria,
Beatriz Elena, Martín Alberto, Víctor Jaime y Martha Luz Mejía Calle —hermanos—,
y, en condición de sobrinos: Diana Marcela Mejía Monsalve, Laura Andrea Mejía
Londoño, Daniel Fernando y Sergio Alonso Mejía Alvarez; los menores Sara Elena
Mejía Vásquez [representada por sus padres Martín Alberto Mejía Calle y María

1
Escrito de demanda visible a folios 70-91, c. 1. A folio 91 figura el sello de radicación de fecha 3 de abril de
2009.
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Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

Margarita Vásquez Espinosa] y, Juan Esteban Mejía Lopdoño [representado por su


padre Jorge Horacio Mejía Calle], con el fin de que esta jurisdicción profiera
sentencia en la que se declare que, el Instituto Nacipnal de Vías INVIAS, el -

departamento de Antioquia, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, la Concesión


Aburrá Norte S.A. Hatovial S.A., y la Empresa Colombiana de Petróleos S.A.
- -

ECOPETROL S.A., son responsables de los daños y perjuicios causados con la


muerte de Claudia Liceth Mejía Calle, pues, en decir, de la parte actora, fue la
negligencia de estos la que provocó el fatal accidente.

En sustento de las pretensiones relataron que, sobre las 6:30 de la tarde del 3 de
agosto de 2017, en momentos en que Claudia Liceth Mejía Calle se desplazaba en
un vehículo por un tramo de la doble calzada Bello Hatillo, fue alcanzada por las
-

llamas que produjo la avería de un tubo del poliductó Sebastopol-Medellín, por


cuenta de la impericia del operario de una retroexcavadora que adelantaba trabajos
en la vía, sumado a la falta de adecuada señalización del sitio de la obra. Se indicó
que, Claudia Liceth fue llevada al Hospital de Copacabana y, por la gravedad de las
quemaduras (grado II y III), de allí fue remitida al Hospital San Vicente de Paúl,
donde 4 días después falleció. Se informó que ClaudJa Liceth venia de regreso
desde Puerto Berrío donde prestaba sus servicios para Salucop EPS como
odontóloga; así mismo, que también ejercía de manera ipdependiente y durante los
fines de semana la odontología a través de un consultorio particular y, como
contadora pública que también prestaba de forma independiente sus servicios,
percibiendo ingresos por ambas profesiones; que tenía 34 años cuando falleció y
que vivía con su madre y unos sobrinos.

2.2. El trámite procesal relevante de primera instancia

Admitida la demanda2, notificado el auto admisorio3, y ¿orridos los traslados de ley,


el INVIAS4, contestó la demanda, con el fin de oponerse a las pretensiones. En
sustento, indicó que, en virtud del principio de coordinación y colaboración, el 25 de
enero de 1996 a través del convenio interadministrativo No. 0005 le transfirió al
departamento de Antioquia la vía identificada como Ruta 25, Tramo 10, Medellín
(Variante de Bello) Los Llanos, Sector Medellín K.0 El Hatillo K.24+400 (punto
- -

de intersección entrada a Barbosa) y, el 20 de noviembre de 1997, se suscribió el


acta de entrega de la vía al Departamento. A su turno, el 24 de abril de 1996, el
Departamento suscribió convenio con el Área Metropolitna del Valle de Aburrá para
la construcción y operación del desarrollo vial Aburrá Norte (Niquía-Hatillo). Así
-

mismo, el 5 de noviembre de 1997 el departamento de Antioquia y el Área


Metropolitana del Valle de Aburrá suscribieron con la Concesión Aburrá Norte S.A.
Hatovial S.A., el contrato de concesión No. 97-CO-20-1738, para que el
Concesionario ejecutara las obras del proyecto denominado desarrollo Vial del
Aburrá Norte. Todo esto para apuntalar que no le asistía responsabilidad alguna,
pues, no tenía la administración de la vía donde se suscitaron los hechos. Como
excepciones postuló: (i) Falta de legitimación en la causa por pasiva, (u) culpa
exclusiva de un tercero, bajo el supuesto que los ingenieros del Consorcio y el
operador de la retroexcavadora no señalaron con exactitud , los puntos donde se
debía excavar; (iii) buena fe de la entidad porque las obras no estaban a su cargo
e, (iv) inexistencia de la obligación.

2 Auto admisorio de la demanda del 22 de mayo de 2009. Folio 102, c. 1.


Diligencias de notificación. Folios 106-109. Cuaderno 1.
Contestación a la demanda del INVIAS, de fecha 9 de diciembre de 2009. Folios 119-123, c. 1.

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Por su parte, la Concesión Aburrá Norte S.A. (HATOVIAL S.A.), al contestar la


demanda', se opuso a las pretensiones y, como excepciones propuso: "ausencia
de prueba de la totalidad de los presupuestos de la responsabilidad civil" y, señaló
que los perjuicios, en cuanto a su existencia y cuantía, no estaban debidamente
establecidos y se buscaba una duplicidad artificial de los mismos, pues el daño
moral y el daño a la vida de relación consistían en uno solo. Así mismo, llamó en
garantía a las aseguradoras Suramericana de Seguros S.A. y Ace Seguros S. A6.

Ecopetrol S.A., en su escrito de contestación 7, se opuso a la prosperidad de las


pretensiones, pues adujo que no intervino en el hecho generador del daño y, antes
bien, obró con diligencia, dado que, de manera antelada, había realizado visitas de
inspección al sitio de la obra y desde finales de 2006 efectuó, a instancias del
Concesionario, una localización en campo de la tubería mediante apiques, dejando
el correspondiente registro fotográfico de ubicación que le fue informado a Hatovial
S.A., así como también, definió el protocolo que se debía cumplir para realizar
trabajos en el sector, todo lo cual constaba en las comunicaciones cruzadas del 4
de diciembre de 2006 y de! 6 de febrero de 2007, por lo que Hatovial "tenía pleno y
absoluto conocimiento de la existencia y ubicación precisa del Poliducto Sebastopol
-Medellín" y se le había advertido que en el punto donde sucedió el accidente no
tenía autorización para ejecutar movimientos de tierra sin consultarle previamente
a Ecopetrol y se le había advertido del riesgo de remover tierra con maquinaria
pesada. Como excepciones formuló las de: (i) falta de causa en el fundamento de
la pretensión demandada en contra de ECOPETROL S.A.; (u) hecho de un tercero,
refiriéndose a HATOVIAL S.A.

A su turno, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en su contestación8, opugnó


las pretensiones y, para ello, argumentó que, de acuerdo con su naturaleza jurídica,
no tenía dentro de su planta personal dedicado a la construcción y mantenimiento
de vías y tampoco era la ejecutora del proyecto, pues su relación con el proyecto
solamente fue en calidad de cofinanciadora, porque el encargado de su ejecución
era el Concesionario Hatovial, sumado a que se trataba de una vía de carácter
nacional. Como excepciones propuso: (i) ausencia de responsabilidad; (u) ausencia
total de pruebas; (iii) falta de legitimación en la causa por activa y por pasiva, (iv)
inexistencia del nexo de causalidad entre la culpa y el daño y, (y) cobro de lo no
debido. Llamó en garantía a la Compañía Suramericana de Seguros9.

A su vez, el departamento de Antioquia, en el escrito de contestación1° se opuso


a las pretensiones. Como razones de defensa indicó que no se cumplían los
presupuestos para imputarle el daño y que el llamado a responder era el
Concesionario en virtud de las obligaciones contraídas en el marco del contrato de
concesión No. 97-CO-20-1738. Como excepciones formuló: (i) hecho de un tercero;
(u) falta de legitimación por pasiva inexistencia de personas jurídicas
-

demandadas, pues la gobernación carecía de personería jurídica; (iii) inepta

Escrito de contestación radicado el 7 de diciembre de 2009, visible a folios 168-173, c. 1.


Los llamamientos en garantía obran en escrito separado y fueron radicados el 7 de diciembre de 2009, as¡:
respecto de Suramericana de Seguros, en relación con la póliza de responsabilidad civil extracontractual No.
5000000073701 (folios 175-176, c. 1) y, en lo que concierne a Ace Seguros S.A., frente a la póliza No. 12/3536
(folios 198-201). Allegándose copia de las mencionadas pólizas (folios. 178-197, c. 1 y 205-242, ci,
respectivamente).
'Visible a folios 243-256, c. 1, radicado el 9 de diciembre de 2009, conforme a sello existente en folio 256, c. 1.
Escrito de contestación presentado el 9 de diciembre de 2009, obrante a folios 264-273, c. 1
Lo cual hizo en documento presentado por aparte y, respecto de las pólizas No. 500000078701 y
5002000915101 cuyo tomador es Hatovial S.A., y con las cuales respaldó la garantía única de cumplimiento de
las obligaciones derivadas del contrato de concesión No. 97-CO-20-1738. Folios 274-279 (llamamiento) y 325-
323 (pólizas), c. 1.
Escrito de contestación visible a folios 404-416, c. 1

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demanda, porque se vinculó al INVÍAS como parte de la Nación y a la gobernación


de Antioquia y; (iv) la genérica. Además, llamó en garantía a la Compañía
Suramericana de Seguros S.A.'1

Por auto del 24 de septiembre de 201012 se admitió el llamamiento en garantía a


la Compañía Suramericana de Seguros S.A. y Ace Séguros S.A., notificadas en
debida forma13. En su contestación, Ace Seguros S.A.,14 se opuso a las
pretensiones. Como excepciones, coadyuvó las formuladas por Hatovial S.A. y,
propuso como propias: (i) los perjuicios materiales reclamados a título de daño
emergente y lucro cesante no reúnen los requisitos del daño indemnizable; (u)
inexistencia o sobre estimación de los perjuicios extrapatrimoniales reclamados; (iii)
la póliza No. 3536 solo opera en exceso de la Póliza No. 500000078701 de la
Compañía Suramericana de Seguros S.A., (iv) la póliza no otorgó cobertura sobre
daños extrapatrimoniales, por eso están excluidos los daños morales y fisiológicos;
(y) prescripción, dada la fecha de ocurrencia de los hechos y la fecha de notificación
del llamamiento; (vi) suma asegurada, y (vi) deducible. Seguros Generales
Suramericana S.A.15, contestó de forma individual los 11mamientos16, no obstante,
de manera uniforme se opuso a las pretensiones, e invocó las siguientes
excepciones: (u) inexistencia de los presupuestos necesarios para imputar
responsabilidad al llamante en garantía; (u) carencia de prueba que acredite el daño
emergente; (iii) falta de prueba del lucro cesante y, en todo caso, excesiva
cuantificación; (iv) perjuicios extrapatrimoniales en unos casos no acreditados, en
otros desproporcionados y, en todos tasados en un: patrón no aplicable a la
jurisdicción contenciosa administrativa; (y) la genérica;- (vi) exclusión de perjuicios
morales; (vi¡) límite global del valor asegurado y correlativa disponibilidad; (vi¡¡)
deducible pactado en el marco del límite legal; y (iv) súblímite amparo contratistas
y subcontratistas independientes.

Agotado el periodo probatorio17, el Tribunal corrió traslado a las partes18 para que
presentaran alegatos de conclusión y al Ministerio Público para que emitiera
concepto. Así lo hicieron la parte actora19 y, por el extremo demandado: Ecopetr0120,
Concesión Aburrá Norte S.A. -Hatovial SA.21, el INVIAS22, el Área Metropolitana del
Valle de Aburrá23, y los llamados en garantía Seguros Generales Suramericana24 y
Ace seguros25 quienes replicaron lo expuesto en precedencia.

11 Escrito de llamamiento visible a folios 412-416, c. 2. El llamamiento se hizo con fundamento en la póliza No.
500000076701, que fue reemplazada por la 5002000915101. Copia de las pólizas folios 429-443, c. 2.
12 Folio 620, c. 2
13 Folios 620, anverso (Ace Seguros) y 621 (Compañía Suramericana), c.2.
14 Escrito de contestación al llamamiento, folios 628-650, c. 2.
15 Conforme al certificado de existencia y representación legal visible a fólio 841, c. 2, se sabe que el 13 de

mayo de 2009 se registró el cambio de razón social de "Compañía Suramericana de Seguros S.A.», por "Seguros
Generales Suramericana S. A.".
16 Contestación del llamamiento formulado por el departamento de Antioquia (folios 727-743, c. 2); por el Área

metropolitana del Valle de Aburrá (folios 764-780, c. 2); y por Concesión Aburrá Norte "Hatovial S.A." (folios
801-818, c. 2).
17 Por auto del 17 de febrero de 2011 se abrió el proceso a pruebas (folios 848-850, c. 3) abrió el periodo

probatorio el 21 de octubre de 2009. Folios 238-240. Cuaderno 1.


11 Auto del 26 de enero de 2015 que corrió traslado para alegar de conclusión en primera instancia. Folio 2171,

c. 5.
19 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2118-2133, c. 5
20 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2172-2175, c. 5.
21 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2084-2105, c. 5
22 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2189-2194, c. 5
23 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2070-2077, c. 5
24 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2141-2158, c- 5
25 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios2176-2187, c. 5

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2.3. La sentencia apelada

El Tribunal Administrativo de Antioquia profirió sentencia el 26 de marzo de


201526 , en la que declaró probadas las excepciones de: (i) la falta de legitimación
por pasiva del INVÍAS, teniendo en cuenta que, para el 3 de agosto de 2007, esa
entidad ya no tenía a su cargo la vía donde sucedieron los hechos; y (u) falta de
causa en el fundamento de la pretensión contra Ecopetrol, por cuanto se demostró
esa entidad actuó de forma diligente y le había informado al Concesionario que las
excavaciones a ejecutar en ese tramo debían ser manuales; negó las demás
excepciones y, accedió parcialmente a las pretensiones. En sustento, dictaminó
que el daño le era imputable al departamento de Antioquia, al Área Metropolitana
del Valle de Aburrá y a la Concesión vial Hatovial S.A.1127, dado que las dos
-

primeras eran las responsables de la construcción, operación y ejecución del


Desarrollo Vial del Aburrá Norte (Niquía El Hatillo), y el tercero era el que tenía a
-

cargo la ejecución y quien, con su descuido, contribuyó al daño, ya que, al realizar


las actividades de remoción del terreno hizo caso omiso de las advertencias de
Ecopetrol sobre la presencia del poliducto en la zona.

En cuanto a los perjuicios efectuó los siguientes reconocimientos: (u) perjuicios


morales para: a) Claudia Liceth Mejía Calle por el padecimiento y la angustia que
tuvo antes de fallecer28, en razón de 30 s.m.l.m.v. en favor del haber sucesora¡ de
dicha causante; b) Luisa Elena Calle de Mejía —madre— en cuantía de 100 s.m.l.v.;
c) para los hermanos Luis Fernando, Luis Guillermo, Ana Gloria, Beatriz Elena,
Víctor Jaime, Martha Luz, Jorge Horacio y Martín Alberto Mejía Calle, 50 s.m.l.m.v.,
para cada uno; d) para los sobrinos Juan Esteban y Laura Andrea Mejía Londoño29,
el equivalente a 25 s.m.l.m.v. para cada uno; (u) lucro cesante en favor de Luz
Elena Calle de Mejía, la suma de $356.566.026, calculado sobre el ingreso base
que percibía Claudia Liceth por sus servicios como contadora para Coodan, pues,
desestimó los peritajes por carencia de fundamento legal, así como las
certificaciones de ingreso expedidas por la contadora pública; y (iii) por daño
emergente, la suma de: $3.144.975, con fundamento en el recibo de la Asociación
Mutual San Mateo, dado que las demás pruebas decaían en su valor probatorio. En
cuanto a las llamadas en garantía, se les ordenó reembolsar a las entidades
condenadas hasta el límite y porcentaje del valor asegurado en cada póliza.

Seguros Generales Suramericana S.A.30, y la Concesión Aburrá Norte S.A. -

Hatovial SA.31, solicitaron aclaración/adición de la sentencia, la primera, con el fin


de que se excluyeran del reembolso los perjuicios morales que no estaban incluidos
en la cobertura de la póliza y, la segunda, para que se estableciera de manera
independiente la cuantía que debían cubrir las aseguradoras, dado que cada póliza
tenía sus condiciones particulares y, además, se incluyera en el reembolso los
gastos en que incurrió Hatovial S.A., para ejercer la defensa. Por auto del 24 de julio
de 201532, el Tribunal de instancia accedió solamente a la aclaración presentada
por Seguros Generales Suramericana S.A., en el sentido de que el reembolso se

26
Sentencia de primera instancia. Folios 2195-2213. Cuaderno principal.
27
Por el certificado de existencia y representación legal, se conoce que el nombre completo es "Concesión
Aburrá Norte S.A. -Hatovial S.A.". Cfr. Folios 43-43, c. 1
28
La prueba para este reconocimiento la hizo consistir en la historia clínica aportada por el Hospital Universitario
San Vicente de Paúl.
29
No obstante, en la parte motiva se dijo que el reconocimiento recaía en favor de Juan Esteban Mejía Londoño
y Sara Elena Mejía Vásquez (sic). Mientras que en la resolutiva figura es Laura Andrea Mejia Londoño.
Respecto de los demás sobrinos indicó que no se hacía ningún reconocimiento dado que, "no se demostraron
los lazos afectivos y existentes".
30
Solicitud de aclaración a folios 221 5-2217, c. ppal.
31
Solicitud de aclaración a folios 2218-2224, c. ppal.
32
Folios 2267-2269, c. ppal.
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supeditaba a las sumas que, conforme a los términos y condiciones de la póliza,


estaba en la obligación de cancelar.

2.4. El recurso de apelación

2.4.1. Inconformes con el fallo de primera instancia3 la parte actora, el Área


Metropolitana del Valle de Aburrá, la Concesión AburráNorte S. A. Hatovial S.A.; -

Seguros Generales Suramericana S. A., y, Ace Seguros S.A., interpusieron


recurso de apelación, no así el departamento de AntiQquia.

La parte actora33, protestó que el Tribunal no hubiera iicluido en el lucro cesante


los ingresos que, en el ejercicio independiente de sus profesiones de contaduría y
odontología, percibía Claudia Liceth, dado que 1 tales ingresos estaban
demostrados con los testimonios de Lucía Inés Montoya Correa, Guillermina
Hoyos de Rendón y, Ana Patricia Suárez Osorio o, que, en su defecto, debían
tasarse sobre la presunción del salario mínimo. 1

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá34, discrepó que se le hubiera atribuido


responsabilidad, pues, en su criterio, la situación de paridad que existía en un
comienzo entre esa entidad y el departamento de Antioquia en relación con el
proyecto denominado Desarrollo Vial del Aburrá Norte, cambió a partir del 23 de
abril de 2004 cuando se suscribió el otrosí No. 3, modifiçatorio de la cláusula quinta
del convenio interinstitucional, que estableció que el rranejo del proyecto estaría
a cargo del Departamento. Adicionalmente, argurnenió que el 25 de enero de
1996, el Ministerio de Transporte y el INVIAS, mediante el convenio
interadministrativo No. 0005, le transfirieron al departamento de Antioquia la vía
identificada en la nomenclatura vial como Ruta 25 Tramo 10: Medellín (Variante
de Bello)-Llanos, sector KO- El Hatillo Km 24+400 (purto de intersección entrada
Barbosa), por tanto, era el Departamento el encargpdo de la administración,
manejo y conservación de dicha vía que, por demás, seguía siendo de carácter
nacional. Esto, sumado a que, por virtud del contrato dé concesión No. 97-00-20-
1738, el Concesionario asumió unas responsabilidades claras sobre la
administración y ejecución del proyecto, así, la función del Área Metropolitana era
solamente de cofinanciador. Finalmente, indicó que no1debía tenerse en cuenta la
exclusión de perjuicios morales de las pólizas, porque tales exclusiones
constituyen una cláusula abusiva y de abuso de posición dominante de las
aseguradoras.

La Concesión Aburrá Norte S.A. Hatovial S.A., ci)tunscribió el recurso a los


-

perjuicios reconocidos, así: (i) la condena de perjuicios morales en favor de los


dos sobrinos de Claudia Liceth Mejía Calle carece de prueba que denote el
sufrimiento padecido tras la muerte de su tía, pues los testimonios de Lucía Inés
Montoya Correa y Guillermina Hoyos de Rendón solamente dan cuenta de que
convivían en la misma casa con Claudia Liceth, pero iio refieren a la manera en
que los afectó el fallecimiento de aquella; (Ii) la base de liquidación del lucro
cesante es equivocada, pues, por un lado, no dbía sumarse el 25% por
prestaciones sociales, ya que quienes recibían ayuda ,de la persona fallecida no
pueden beneficiarse de ese porcentaje, porque no está destinado al sostenimiento
de terceros, sino que se trata de pagos que se hacen directamente al sistema de
seguridad social; y, por otro lado, el porcentaje deducido por gastos debió ser

11 Escrito de apelación de la parte actora, visible a folios 2308-2311, c. ppal.


14Escrito de apelación del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, visible a folios 2225-2234 y 2278-2289, c.
ppal.
Escrito de apelación de Hatovial, visible a folios 2240-2247 y 2290-2305 e. ppal.

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superior al 50%, pues en él proceso se probó que Claudia Liceth tenía un nivel alto
de gastos para sus necesidades personales, tales como, arriendo en Puerto
Berrío, alimentación, vestuario y, de acuerdo a lo expuesto por Ana Patricia
Suárez, destinaba una buena parte de sus ingresos para adquisición de vivienda;
(iii) el Tribunal violó el principio de congruencia, pues concedió una suma superior
a la pedida en la demanda por lucro cesante; (iv) hay un error en la aplicación de
las fórmulas financieras para la liquidación del lucro cesante, pues, aunque la
fórmula es la correcta, el resultado debió dar $233.503.617 y no $244.718.113, (y)
la condena a Hatovial no podía hacerse con fundamento en los artículos 176 y 177
del CCA, por cuanto se trata de una persona jurídica de derecho privado; (y) se
omitió determinar con precisión la obligación de reembolso de las aseguradoras,
pues si se concluyera que la póliza de Suramericana no cubre los perjuicios
morales, entraría a cubrirlos Ace porque esta última solo excluyó los daños
morales puros, es decir, los derivados de un perjuicio corporal y, por tanto, no
equivalen a los perjuicios morales reconocidos en la sentencia; además,
Suramericana no puede limitar el amparo (aplicar el sublímite para contratistas y
subcontratistas) porque no se trata de una responsabilidad personal autónoma,
sino de la responsabilidad corporativa como titular de la obra; si se activa la
cobertura de Ace, sobre esa póliza no operan deducibles y, finalmente, se debe
establecer el valor que deben pagar las aseguradoras por gastos de defensa.

Seguros Generales Suramericana S.A.38, en su apelación, dirigida a cuestionar


los perjuicios reconocidos, indicó su desacuerdo y solicitó: (i) revocar el lucro
cesante otorgado a la madre de Claudia Liceth, porque no se cumplen las reglas
jurisprudenciales establebidas para cuando los hijos superan la edad de 25 años
(necesidad, situación de invalidez, condición de hijo único) y, además, el
reconocimiento del 50% no está acorde con lo probado en el proceso, pues se
demostró que la señora t.uisa Elena Calle de Mejía percibía una pensión de
sobreviviente por parte de su esposo; también, que Claudia Liceth ya había
conformado su propio hogar en Puerto Berrío y que tenía un nivel de gastos
elevado, por lo que no se podía aplicar la regla de la experiencia del 50%; (u)
revocar el perjuicio moral otorgado a los sobrinos, pues no se acreditó que estos
hubieran padecido angustia, desasosiego o depresiones suscitadas por el hecho
lesivo y, finalmente, (iii) debía declararse la falta de cobertura de la póliza respecto
de los perjuicios morales.

Ace Seguros S.A.37, en su recurso, protestó: (i) se asumió, sin sustento, que la
víctima destinaba para su núcleo familiar el 50% de sus ingresos, cuando
jurisprudencialmente se ha dicho que ese porcentaje es del 25%; (u) extendió
indebidamente la presunción legal del perjuicio moral a los sobrinos, pues,
respecto de aquellos debía demostrarse el padecimiento y aflicción; no obstante,
tal circunstancia no se probó; (iii) el estudio sobre las pólizas fue superficial y no
se revisó, ni se tuvo en cuenta el alcance de las coberturas, pues los seguros no
funcionan simultáneamente, sino como un sistema de capas, donde la póliza de
Ace Seguros solo aplica en exceso de la póliza de Suramericana, lo que hace que
para afectarse la póliza de Ace Seguros, se deba agotar la cobertura de la de
Suramericana, pues ambas pólizas cubrían el mismo riesgo. Además, en el evento
que se considerara que Ace debe cubrir en igual proporción, debe excluirse lo
pertinente a los perjuicios extrapatrimoniales.

36
Escrito de apelación de Seguros Generales Suramericana S.A., visible a folios 2240-2247, c. ppal.
11 Escrito de apelación de Ace Seguros, obrante a folios 2271-2277, c. ppal.

7
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

2.4.2. El Tribunal de primera instancia convocó a la audiencia de conciliación de


que trata el artículo 70 de la Ley 1395 de 201038; no obstante, por falta de ánimo
conciliatorio, aquella se declaró fallida39.

2.5. El trámite procesal relevante de segunda instancia

Concedido el recurso 40 y admitido por esta Corporacióri41, se corrió traslado a las


partes para que presentaran sus alegatos de conclusióp' y al Ministerio Público
para que emitiera su concepto. En dicha oportunidad, el Area Metropolitana del
Valle de Aburrá43, la Concesión Aburrá Norte S.A. Hatovial S.A.44 y Ace
Seguros S.A.45, recapitularon lo expuesto previamente; Seguros Generales
Suramericana S.A. 46, fuera de replicar lo dicho, ofreció razones por las cuales no
se debía acceder al incremento de la base para liquida el lucro cesante solicitado
por la actora, el 1NV1A547, reiteró su falta de legitimación y la existencia del hecho
de un tercero; y, el Ministerio Público48 conceptuó que se debía confirmar la
sentencia de primer grado. En esta oportunidad Ecopetçol solicitó declarar desierto
el recurso impetrado por el Área metropolitana del valle de Aburrá, en lo que
atinente a la excepción de falta de fundamentación de ¡àpretensión formulada por
Ecopetrol que fue acogida por la primera instancia, en tazón a que la apelante no
ofreció ningún sustento en ese sentido49.

III. CONSIDERACIONES,

3.1. Problema jurídico

Una lectura integral de los argumentos esgrimidos por los apelantes permite
establecer que ninguno de ellos está encaminado acuestionar el daño, como
tampoco su vocación resarcitoria; por tanto, al ser una discusión zanjada y pacífica
entre las partes, estos aspectos se marginan del análisis que debe acometer la
segunda instancia, dado que los contornos del recurso Vienen determinados, prima
fado, por el alcance de la apelación50. Ahora, en cuanto a la imputación, el único
demandado que protesta la atribución de responsabilidad es el Área Metropolitana
del Valle de Aburrá, pero no lo hace propiamente frente ilos hechos de la demanda,

38 Auto del 2 de septiembre de 2015, folio 2312, c. ppal.


Auto del 26 de noviembre de 2015, folios 2314-2315, c. ppal.
40
Auto del 27 de enero de 2016. Folios 222, c. ppal.
41
Auto del 25 de mayo de 2016. Folio 225, c. ppal.
42
Auto del 29 de junio de 2016 que corrió traslado para alegar de conclusión en segunda instancia. Folio 2352,
c. ppal.
43
Escrito de alegatos de segunda instancia. Folios 2353-2358, e. ppal.
44 Escrito de alegatos de segunda instancia. Folios 2385-2425, c. ppal.
41 Escrito de alegatos de segunda instancia. Folios 2246-2432, c. ppal.
48
Escrito de alegatos de segunda instancia. Folios 2361-2370, c. ppal.
47 Escrito de alegatos de segunda instancia. Folios 2373-2377, c. ppal.
48
Concepto del Ministerio Público. Folios 2433-2448, c. ppal.
4' Alegaciones de Ecopetrol, visibles a folios 2359-2360, c. ppal.
°
El articulo 357 del Código de Procedimiento Civil (CPC), aplicable de manera supletoria al procedimiento
contencioso administrativo conforme el artículo 267 del CCA, dispone que 'La apelación se entiende interpuesta
en lo desfavorable al apelante, y por lo tanto el superior no podrá enmendar la providencia en la parte que no
fue objeto del recurso, salvo que, en razón de la reforma, fuere indispensable hacer modificaciones sobre puntos
íntimamente relacionados con aquélla ( ... )".

En el mismo sentido esta corporación ha dicho: "[ ... ] la Sala debe reiterar que la apelación se encuentra limitada
a los aspectos indicados por la parte actora en su recurso, en tanto a través de ella se ejerce el derecho de
impugnación contra una determinada decisión judicial, por lo cual corresponde a los recurrentes confrontar los
argumentos que el juez de primera instancia presentó para tomar su decisión con sus propias consideraciones,
para efecto de solicitarle al juez de superior jerarquía funcional que decida sobre los puntos o asuntos que se
plantean ante la segunda instancia [...]".Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia de 23
de abril de 2021, expediente 48450.

8
Radicado No. 05001 2331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

sino respecto de su posición obligaéional con las demás demandadas. Así las
cosas, entiende la Sala que el estudio de la imputación se restringe únicamente a
los argumentos que presenta esta entidad demandada. Por lo demás, el recurso
vertical gira en torno al reconocimiento de perjuicios -con excepción del daño
emergente respecto del que no se hizo ninguna censura- y, a la distribución de la
condena entre las llamadas en garantía.

Cabe aclarar que, aun cuando Ecopetrol, en la oportunidad para alegar en segunda
instancia, solicitó que se tuviera por desierto el recurso impetrado por el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá, pues entendió que dicha entidad disentía de la
decisión tomada por la instancia primigenia que acogió una excepción formulada
por Ecopetrol, lo cierto es que, al revisar el recurso impetrado por el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá, logra establecerse que, si bien, en el acápite
denominado "Lo que se apela", incluyó al numeral segundo que es el que contiene
la declaración de la excepción en favor de Ecopetro151, aquello obedeció a una
trascripción extensiva de lparte resolutiva del fallo de primer nivel, de la que no se
desprende ningún reproche específico frente a la decisión que favorece a Ecopetrol,
por lo que ha de entenderse que se trató de un trasunto inadvertido, más no de la
exteriorización de un reparo genuino en contra de la decisión que deja por fuera del
contradictorio a Ecopetrol. En ese orden de ideas, no hay razón para acoger la
solicitud de Ecopetrol como parte del análisis que le concierne a la segunda
instancia y, antes bien, habrá de decirse que lo decidido por el Tribunal respecto de
este demandado (Ecopetrol) no fue objeto de discrepancia y, en tal virtud, lo resuelto
por el a quo sobre ese particular se aparta del ámbito del recurso.

En consecuencia, es materia de apelación: (1) la definición de responsabilidad del


Área Metropolitana del Valle de Aburrá; (Ii) el reconocimiento de perjuicios morales
respecto de los dos sobrinos de Claudia Liceth que fueron beneficiados con este
reconocimiento; (iii) el lucro cesante en favor de la madre y, (iv) la distribución de
la condena a las Aseguradoras. Así delimitada la alzada, la Sala deberá concitar su
estudio a la solución de los siguientes problemas jurídicos:

3.1.1. ¿De cara a las obligaciones contraídas para el proyecto denominado


"Desarrollo Vial del Aburrá Norte", debe responder el Área Metropolitana del Valle
de Aburrá por el daño objeto de la pretensión de reparación, esto es, por el
fallecimiento de la señora Claudia Liceth Mejía Calle?

3.2.2. ¿Los perjuicios reconocidos por el Tribunal de primera instancia se


corresponden con lo probado dentro del proceso y con los lineamientos
jurisprudenciales de esta Corporación?

3.2.3. ¿Es suficiente con establecer que las Aseguradoras deben asumir la condena
conforme a las condiciones estipuladas en cada póliza, o debe el juez de la
reparación hacer una distribución concreta de la condena respecto de cada una de
las llamadas en garantía?

3.2. Hechos probados relevantes para la resolución de los problemas jurídicos


enunciados

La Sala precisa que las copias de los documentos simples que respaldan los hechos
que se relacionan a continuación, estuvieron a disposición de las partes en este

51
Cfr. Folios 2278 y 2279, c. ppal.

9
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

contencioso y no fueron tachadas de falsedad, motivo pqr el cual constituyen medios


de prueba válidos52. Siendo así, el material de prueba aportado al expediente da
cuenta de los siguientes hechos:

3.2.1. Está demostrado que, el 25 de enero de 1996, entre el Ministerio de


Transporte y el INVÍAS, por una parte y, por la otra, el departamento de Antioquia,
se suscribió el convenio interadministrativo No. 0005 dp 1996, con el objeto de:
"Transferir al departamento de Antioquia la víá identificada según la
nomenclatura urbana vial, resolución 3700 del 8 de.junio de 1995, como Ruta
25 Tramo 10; Medellín (Variante Bello) -Los Llanosl sector kO — El Hatillo Km
24+400 (punto de intersección entrada a Barbosa)" se resalta-. En el parágrafo
40 de ese instrumento se pactó: "En el evento de no cumplirse lo previsto en los
parágrafos precedentes [referidos a las obras de: construcción, ampliación,
rehabilitación, mantenimiento y mejoramiento de la vta y la construcción de dos
calzadas], la vía que por el presente convenio se tranfiere retornará a la Nación
( ... )". Así mismo, en cumplimiento de este convenio, se suscribió la respectiva
"Acta de entrega de la vía carretera Medellín — El hatillo", con lo cual se
materializó la transferencia de la vía en favor del depattamento de Antioquia54.

3.2.2. Indican las pruebas que, el 24 de abril de 1996, se suscribió un convenio


interinstitucional para la construcción y operación del desarrollo vial Aburrá — Norte
(Niquia — Hatillo), entre el departamento de Antioquia0y el Área Metropolitana del
Valle de Aburrá, que tenía por objeto: "la ejecución y oeración del DESARROLLO
VIAL ABURRÁ NORTE (Niquía- El Hatillo) en la doble calzada (...)". Así mismo, en
la cláusula segunda se convino que los recursos para la ejecución del proyecto
provendrían del aporte del 50% que hacia el departarento y el otro 50% el Área
Metropolitana y, respecto de las responsabilidades 4qquiridas se estipuló: "Las
responsabilidades contractuales y extracontractuáes que se deriven de la
ejecución, mantenimiento y operación del proyecto) serán asumidas por las
partes, en igual proporción a los aportes económicos al proyecto" y, en la
cláusula quinta, respecto del manejo del proyecto en la etapa de construcción se
pactó: "el proyecto tendrá un Gerente nombradó, por el Gobernador del
Departamento" y, para la etapa de Operación: "La operqción del proyecto se definirá
por las partes mediante convenio específico, el 'c'ual podrá determinar la
responsabilidad en EL DEPARTAMENTO, en el ÁREA METROPOLITANA, o en un
tercero" .- se resalta-. Este convenio fue modificado, entre otros, por el otrosí No.
356, suscrito el 23 de abril de 2004, mediante el cual se prorrogó el plazo estipulado

52 El articulo 187 del código de Procedimiento Civil (CPC), aplicable en este caso, enuncia que las pruebas

deberán ser apreciadas en conjunto de acuerdo con las reglas de la sana critica, sin perjuicio de las
solemnidades prescritas en la ley sustancial para la existencia o validez de ciertos actos. De las pruebas
documentales allegadas como medios de convicción a este proceso, los documentos aportados en copia
auténtica serán tratados como medios hábiles y su eficacia probatoria será valorada conforme a las reglas de
la sana critica; así mismo, las copias simples traídas al plenario serán tenidas en cuenta, puesto que no han
sido objeto de tacha de falsedad por la parte contra la cual se aducen. Reépecto a su alcance, los documentos
públicos, de conformidad con el artículo 264 del CPC, hacen fe de su otorgamiento, de la fecha y de las
declaraciones que en ellos haga el funcionario que lo autoriza; a su vez los documentos privados tal como lo
dispone el articulo 279 del CPC, tienen el mismo valor probatorio que lós documentos públicos, ya sea entre
quienes los suscribieron y sus causahabientes como respecto de terceros
11 El referido convenio obra a folios 154-167, c. 1
14 Acta de entrega de fecha 20 de noviembre de 1997, visible a folios 159-160, c. 1.
11 Convenio obrante a folios 334-336, c. 1
16 En dicho otrosí, frente a la cláusula quinta del convenio, expresamente se pactó: "El manejo del Proyecto
estará a cargo del DEPARTAMENTO y de un gerente designado por el Gobernador del DEPARTAMENTO, ( ... )
1) todos los procesos de licitaciones, concursos o contrataciones que se deriven de la continuación de la etapa
de construcción del Proyecto, serán adelantados por la Gerencia del Proyecto, pero su adjudicación y
celebración le corresponderá al DEPARTAMENTO. 2) La suscripción de las modificaciones a los contratos de
ejecución de la etapa de construcción estará a cargo del DEPARTAMENTO. 3) La contratación que se derive

10
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

inicialmente y se modificó'la cláusula quinta para establecer pautas del manejo del
proyecto, no obstante, las condiciones previstas en la cláusula segunda
permanecieron inalteradas o, al menos, no se allegó un documento contractual que
acreditara su modificación.

3.2.3. Se acreditó que el 5 de noviembre de 1997, se suscribió el contrato de


concesión No. 97-00-20-1738, entre el Departamento de Antioquia y el Área
Metropolitana del Valle dé Aburrá, por una parte y, Hatovial S.A., por la otra, en
cuyo objeto, entre otras obras, se contempló: "Rehabilitación y operación de la
Troncal Occidental en el sector Niquía El Hatillo Construcción y operación de
- -

la segunda calzada de la Troncal Occidental en el sector Niquía - El Hatillo y ramal


de acceso al Hatillo ( ... ) y, en el parágrafo de la cláusula séptima como
obligaciones del Concesionario se pactó': "EL CONCESIONARIO es el único
responsable por la vinculación de personal, la celebración de subcontratos, la
puesta en sitio de la maquinaria y equipo indispensables para ejecutar la obra y la
adquisición de materiales, todo lo cual lo realizará a su propio nombre y por su
cuenta y riesgo, sin que los CONCEDENTES adquieran responsabilidad alguna
por dichos actos, por daños y perjuicios que causen tales actos".

3.2.4. Se encuentra demóstrado que las obligaciones del contrato de concesión,


en lo que concierne a la responsabilidad extra contractual, quedaron amparadas
por las pólizas: (1) No. RC 5000000078701 expedida por Seguros Generales
Suramericana S.A [antes Compañía Suramericana de Seguros S.A.58], cuyo
tomador y asegurado esY'Concesión Hatovial S.A." y, los beneficiarios son los
terceros afectados59 y, (Ii) No. 3536 de Ace Seguros S.A.60, cuyo tomador y
asegurado es GE Hatovial S.A. y los beneficiarios son los terceros afectados.
Ambas pólizas se encontraban vigentes para la época de los hechos61.
01

3.2.5. Está comprobado que, el 3 de agosto de 2007, sobre las 6:00 p.m., Claudia
Liceth Mejía Calle, se desplazaba como pasajera de un vehículo que provenía de
Puerto Berrío con destino a Medellín. En momentos en que el rodante pasaba por
el Kilómetro 7+400 de la doble calzada Bello Hatillo, a la altura de Metromezclas,
-

en jurisdicción del municipio de Copacabana, se presentó una explosión seguida de


un incendio que cubrió el automotor en llamas, produciéndole graves quemaduras
a los ocupantes62.

3.2.6. Se conoce que Claudia Liceth Mejía Calle sufrió quemaduras grado II y III en
el 65% del cuerpo, por lo que fue trasladada Al Hospital Universitario San Vicente

de la etapa de operación del Proyecto, se definirá por las partes mediante convenio especifico". Cfr. Folios 338-
339, c.l.
51
Instrumento contentivo del aludido contrato, visible a folios 340-358, c. 1.
56
Quien expidió inicialmente la póliza fue la compañía Agrícola de Seguros S. A.; no obstante, la
Superintendencia Financiera, mediante Resolución S.F.C.0810 del 4 de junio de 2007 Aceptó la cesión de
activos, pasivos, contratos y de cartera de seguros de la Compañía Agrícola de Seguros S.A., a favor de
Compañía Suramericana S.A. Asiobra en la certificación emitida por la mencionada Superintendencia, visible
a folios 2026-2032, c. 4.
19 Documento de póliza, visible a folios 178- 181, c. 1.
60
Documento de póliza, visible a folios 202-240, c. 1.
61 Así lo demuestran los certificados: (i) certificado 01 de la póliza de Seguros Generales Suramericana S.A.,
con vigencia desde el 29/08/2006 hasta el 28/08/2008 (ti. 178, c. 1) y, (ü) póliza de Ace Seguros S.A. con
vigencia desde el 2007/05/11 hasta el 2008/05/11 (folio 2002, c. 1).
62
De ello dan cuenta, entre otros, los testimonios de John Jairo Vélez Mejía y Yudy Zulia Muñoz Viene, quienes
se transportaban en el mismo vehículo con Claudia Liceth. Folios 864-868, c. 3.

11
Radicado No. 050012331000200900839 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

de Paúl63, donde fue atendida; no obstante, el 7 de agosto siguiente falleció a causa


de una falla orgánica múltiple64.

3.2.7. Está acreditado que la explosión y el incendio generado el 3 de agosto de


200765 que afectó a Claudia Liceth Mejía Calle, se ocasionó por las maniobras de
descapote o peinado de talud que estaba ejecutando el operario de un buldócer
sobre el tramo de la vía -doble calzada Bello-Hatillo-. Concretamente, está
demostrado que máquina rozó el tubo del poliducto Sebastopol — Medellín,
produciéndole una avería que, tras el escape del producto, suscitó una
conflagración de proporciones mayúsculas66.

3.2.8. Se sabe que, en vida, Claudia Liceth Mejía Calle detentaba dos profesiones,
la de odontóloga y la de contadora pública. De esto dan cuenta, la Resolución No.
5-0737 del 5 de marzo de 2001 de la Dirección Seccional de Salud de la
Gobernación de Antioquia, que la autorizaba para1 ejercer la profesión de
odontóloga en el territorio nacional67, de un lado y, de otro, la tarjeta profesional
de contadora pública No. 63868 T.68

3.2.9. Está comprobado que, para el momento de su fallecimiento, Claudia Liceth


Mejía Calle laboraba como odontóloga para la Coperativa odontológica de

63 Así lo acredita la certificación expedida por el Hospital Universitario San Vicente de Paúl que, sobre la
información de ingreso dice: "paciente que sufre quemaduras por gas volátil ( ... ) ingresó al Hospital de
Copacabana donde le realizaron los primeros auxilios, curación de heridas y luego es remitida ( ... ) Diagnóstico:
quemaduras de grado II y II del 65% del área corporal, falla orgánica múltiple (...) causa básica de la muerte:
falla orgánica múltiple ( ... ) condiciones de salida: muerte". Folio 25, c. 3.
En el mismo sentido la historia clínica del mencionado Hospital, folios 2013-2025, c. 4.
64 Conforme lo demuestra el registro civil de defunción No. 2111747 obrante a folio 7, c. 1.
65 Sobre los hechos del incendio, el informe de emergencia del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de

Copacabana, señala que a las 18:06 del 3 de agosto de 2007 arribaron- al lugar, rencontrando "una gran
conflagración del oleoducto, en la vía 4 carros totalmente incinerados y.3 viviendas atrapadas por la gran
concentración de humo ( ... ) causas "rompimiento de tubería por caterpillér en la construcción doble calzada
Bello-Hatillo, produciendo un derrame de combustible y grandes presiones'donde se encontró con un punto de
ignición" Folios 1062-1067, c. 4. En similar sentido obra certificación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de
Bello. FI. 1084-1085, c. 4).
66 Sobre este hecho, el testigo Juan Diego León Toro —gerente del proyecto Aburrá Norte para la época del

accidente— refirió, "conocí de dicho accidente que había sido originado p'o'r un operador de un buldózer (sic)
que estaba ejecutando un peinado de un talud y había tocado el oleoducto generando un rompimiento en dicha
conducción que a la postre causó un incendio en el producto que se bombeaba en ese momento, dicho
accidente ocasionó incendios a vehículos que en ese momento transitaban por el lugar y que se había
generados daños a bienes y personas por este percance. ( ... ) en las reuniones inmediatas a los hechos en mi
calidad de gerente, con el gerente de hato vial (sic) quedó muy claro que la empresa Hato Vial SA asumiría la
responsabilidad total del incidente o accidente y que entrarla a resarcir todos los daños que se hubieran
generado ( ... ). Folios 873-874, c. 3. En el mismo sentido, Maria del Pilar Delgado Bonilla —subdirectora de
interventoría—, quien declaró que, "previo a la iniciación de dicho descápote se tenía conocimiento que el
espesor del descapote era aproximadamente de treinta centímetros y que en el sector se encontraban bolas de
piedra, se inició la actividad de descapote y según testimonio del conductor del equipo, él con su máquina sintió
en el piso rechazo siguiendo con la actividad pensando que se trataba..de una piedra, cuando de manera
inesperada se presenta la explosión'. Folios 877-878, c. 3. Sobre ese particular, también, Mónica Gisele Ochoa
Charry — directora de operación y mantenimiento de Hatovial para la épóca de los hechos—, manifestó que
cuando llegó al sitio ya se habían traslado a las víctimas, no obstante, "vi laT máquina y vi el lugar con los restos
del incendio". Folios 7-8, c. 4. ii

Así mismo, el informe presentado por la interventoría AIM Ltda., que sobre él particular dice: "El día 3 de agosto
de 2007, a las 18:30 horas aproximadamente, se registró en el k 7±459 a la altura de Metromezclas, en
jurisdicción del municipio de Copacabana, una explosión ocasionada porIa rotura del poliducto Sebastopol —
Medellin, derivada de los trabajos de construcción de la Doble Calzada Niquía — El Hatillo para iniciar las labores
de descapote en el tramo k 7+420 a k 7+500; el Concesionario contaba con un buldózer (sic) CAT D6R modelo
2007, operado por el señor Darío de Jesús Isaza Osorio, quien era conocedor de la existencia de la tubería. En
forma inexplicable la máquina perforó el tubo provocando la salida a presión del combustible, con la consiguiente
explosión, comprometiendo viviendas, vehículos y personas que se transportaban por el lugar en el momento
del accidente". Dentro del informe de personas lesionadas se incluye a Claudia Liceth mejía Calle. Folios 2060-
2065, c. 4.
67
Folio 31, c. 1.
68
Folio 32, ci.

12
Radicado No. 05001233 1000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

Antioquia COODAN en1a IPS de Puerto Berrío Antioquia, a través de un


- -

contrato a término indefinido suscrito el 7 de junio de 2004, cuyo objeto, pactado


en la cláusula primera se hacía consistir en: "EL EMPLEADOR contrata los
servicios personales del TRABAJADOR y éste se obliga: a) A poner al servicios
del EMPLEADOR toda su Capacidad normal de trabajo en forma exclusiva en el
desempeño de sus funciones propias del oficio mencionado y en las labores
anexas y complementarias del mismo, de conformidad con las órdenes e
instrucciones que le imparta el EMPLEADOR o sus representantes"69. se resalta -

-.Igualmente, se conoce que el horario de trabajo que cumplía era el siguiente:


"Semana 1: de lunes a jueves (de 7 a 12 y de 1 a 5), viernes (de 7 a 12 y de 1 a
4) sábado (de 7 a 3 cada quince días). Semana 2: de lunes a jueves (de 9 a 1 y
de 2 a 7), viernes (de 11 a 1 y de 2 a 7)70 y, que el salario mensual que devengaba
era de $2.500.911.71

3.2.10. Está demostrado que, para la fecha de su fallecimiento, Claudia Liceth


Mejía Calle tenía 34 años, pues había nacido el 12 de julio de 197372. Así mismo,
que su madre, la señora Luisa Elena Calle de Mejía, para esa época contaba con
78 años, dado que nació el 30 de mayo de 1929.

3.3. Consideraciones sobre los problemas jurídicos: presupuestos procesales


de la sentencia de mérito

3.3.1. Competencia

La Sala es competente para conocer el caso objeto de estudio, en virtud del recurso
de apelación interpuesto por las partes, en un proceso con vocación de segunda
instancia ante el Consejo de Estado, de acuerdo con los artículos 129 y 132.6 del
C.C.A.74 y, la acción procedente es la de reparación directa prevista en el artículo
86 del CCA, vigente para la época, comoquiera que en el presente caso se busca
la reparación del daño generado por hechos lesivos derivados de obras ejecutadas
en una vía pública.

3.3.2. Ejercicio oportuno de la acción

Para incoar en tiempo la acción de reparación directa, el artículo 136.8 del Código
Contencioso Administrativo (CCA) fijó un término de dos (2) años, contados a partir
del día siguiente al acaecimiento del hecho que da lugar al daño por el cual se
demanda la indemnización. El vencimiento de este período sin que se haya hecho
ejercicio de la acción produce la extinción de esta última por caducidad. En el caso
69
Contrato de trabajo visible a folios 33-35, c. 1.
70
Tal como se anota en la certificación expedida por COODAN, obrante a folio 918, c. 3.
71
De ello dan cuenta: (i) la certificación expedida por COODAN en la que hace constar que Claudia Liceth Mejía
Calle laboró desde el 7 de junio de 2004 al 7 de agosto de 2007, en el cargo de odontóloga de la IPS Puerto
Berrío, en contrato a término indefinido y con asignación mensual de $2.500.911. (folio 1058, c. 4) y, (u) la
declaración rendida por Ruby Hernández de Aranzazu —gerente de la Cooperativa de Odontológica de Antioquia
COODAN—. Declaró que Claudica Liceth trabajaba en dicha Cooperativa desde 2004 hasta cuando falleció y
que su horario era de 48 horas a la semana, de lunes a sábado y que, para la fecha de su deceso devengaba
$2.500.911 de salario básico que, luego de deducciones quedaba en $2.199.172. Folios 881-885, c. 3.
Tal como se establece a partir del registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de
ltagüi. Folio 6, c. 1
71
Como se observa a partir del registro civil de matrimonio No. 149148, entre Simplicio Horacio Mejía Correa y,
Luis Elena Calle Correa (apellido de soltera), obrante a folio 23, c. 1.
"
De acuerdo con lo consignado en el artículo 40 de la Ley 446 de 1998, la cuantía requerida para que un
proceso tuviera vocación de doble instancia debia superar, en su pretensión mayor los 500 SMLMV para la
época de la radicación de la demanda, equivalentes a $248.450.000. La parte actora presentó la demanda el 3
de abril de 2009 (Folio 91, c. 1), en la que, tan solo por lucro cesante estimó la pretensión en $ 338.012.441 (Folio
78, c. 1), cifra que, supera la cuantía establecida.

13
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

concreto se advierte que la demanda fue impetrada dentro del término legalmente
establecido, habida cuenta que el daño, consistente en el fallecimiento de Claudia
Liceth Mejía Calle, acaeció el 7 de agosto de 2007, mientras que la demanda se
formuló el 3 de abril de 200976, esto es, sin que hubieran trascurrido los dos años
que se tenía para ese propósito77.

3.3.3. Legitimación en la causa por activa, en razón de su parentesco con


-

Claudia Liceth Mejía Calle, se encuentran legitimados los señores: Luisa Elena Calle
de Mejía —madre-78, Luis Fernando79, Jorge Horacio80, Luis Guillermo81, Ana
Gloria82, Beatriz Elena 83, Martín Alberto84, Víctor Jaimel5 y Martha Luz Mejía Calle 86
—hermanos—, y, en condición de sobrinos: Diana Marcela Mejía Monsalve87, Daniel
Fernando88 y Sergio Alonso Mejía Álvarez89; Sara Elena Mejía Vásquez90; Juan
Esteban91 y Laura Andrea Mejía Londoño92.

Por pasiva, se encuentran legitimadas el Área Metropolitana del Valle de Aburrá


y el departamento de Antioquia, no solamente porque se les vincula de facto por
parte de los demandantes, sino, porque jurídica y materialmente está demostrado
que, de conformidad con el convenio interinstitucional suscrito el 24 de abril de 1996
y, a su vez, el contrato de concesión No. 97-00-20-1738 estas dos entidades estaban
comprometidas con la ejecución y operación del,, proyecto vial denominado
DESARROLLO VIAL ABURRA NORTE (Niquía- El Hatillo) que comprende el tramo

Así lo acredita el registro civil de defunción, serial No. 2111747, obrante'a folio 7, e. 1.
76 Conforme a sello de radicación visible a folio 71, c. 1.
77 Esto, sin que sea necesario tener en cuenta el término de suspensión que se dio con ocasión del trámite de

conciliación extrajudicial. Cfr. Acta No. 004 del 26 de enero de 2009, expedida por La Procuraduría 32 Judicial
II Administrativa de Medellín, obrante a folios 66-68, e. 1.
78 Mediante registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notária Primera de ltagüi, se establece

que Claudia Liceth Mejía Calle era hija de Luisa Elena Calle de Mejía. Folio 6, c. 1.
'° Con registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaria Primera de Envigado, se establece
que Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Luis Fernando Mejia Calle. Folio 8, c. 1.
10 A través del registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se
establece que Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Jorge Horacio Mejía Calle. Folio 9, c. 1.
81 Mediante registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se

establece que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Luis Guillermo Mejía Calle. Folio 10, c. 1.
82 Con registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaria Primera de Envigado, se establece

que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Ana Gloria Mejía Calle. Folio 11, c. 1.
83 A través del registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se

establece que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Beatriz Elena Mejia Calle. Folio 12, c. 1.
84 Por registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se establece que

Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Martín Alberto Mejía Calle. Folio 13, c. 1.
85 Mediante registro civil de nacimiento —sin número— expedido por a Notaría Primera de Envigado, se

establece que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Victor Jaime Mejia Calle. Folio 14, c. 1.
86 Conforme a registro civil de nacimiento —número 661103— expedido pór la Notaría Primera de Envigado, se

establece que Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Martha Luz Mejia calle. Folio 15, c. 1.
87 Por registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Cuarta del Círculo de Medellin, se

establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Diana Marcela Mejía r1onsalve, en tanto esta última es hija
de Jorge Horacio Mejía Calle. Folio 16, c. 1. -

Con registro civil de nacimiento —número 830912— expedido por la Notaría Cuarta del Circulo de Medellín,
se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Daniel Fernando Mejia Alvarez, en tanto este último es
hijo de Luis Fernando Mejía Calle. Folio 21, c. 1.
89 Mediante registro civil de nacimiento —número 861124— expedido por la Notaría Doce del Círculo de Medellín,

se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tia de Sergio Alonso Mejía Álvarez, en tanto este último es hijo
de Luis Fernando Mejía Calle. Folio 22, c. 1.
° A través del registro civil de nacimiento —número 921210— expedido por la Notaría Séptima del Circulo de

Medellín, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Sara Elena Mejía Vásquez, en tanto esta última
es hija de Martín Alberto Mejia Calle. Folio 17, c. 1.
91 Mediante registro civil de nacimiento —número 260591— expedido pór la Notaría Segunda del Círculo de

Envigado, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Juan Esteban Mejía Londoño, en tanto este
último es hijo de Jorge Horario Mejía Calle. Folio 18, c. 1.
92 A través del registro civil de nacimiento —número 90030753355— expedido por la Notaría Diecisiete del Circulo

de Medellin, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Laura Andrea Mejía Londoño, en tanto esta
última es hija de Jorge Horacio Mejía Calle. Folio 19, c. 1.

14
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

de la doble calzada donde se presentó la conflagración. Por similares razones,


también está legitimada la Concesión Aburrá Norte S.A. (HATOVIAL S.A.) y,
además, porque era la encargada de ejecutar las obras in situ.

En cuanto al INVAS, si bien, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en la


apelación insistió en que la vía donde se presentó el accidente pertenecía a la Nación,
en señal de controvertir, aunque no de forma directa, la falta de legitimación que,
respecto del INVÍAS, efectuó la primera instancia, lo cierto es que la Sala comparte
la decisión del Tribunal, en tanto quedó demostrado que, desde el 20 de noviembre
de 1997, el INVÍAS le entregó la vía al departamento de Antioquia, en virtud del
convenio suscrito previamente el 25 de enero de ese año, en el que se había
comprometido a realizar la transferencia vial al ente departamental. Luego entonces,
queda claro que para la época en que se presentaron los hechos luctuosos, ya había
deslindado su responsabilidad respecto de esa vía y, en consecuencia, no le asiste
legitimación por pasiva, lo que conlleva a confirmar la decisión que en ese sentido
dictaminó la sentencia de primer grado.

Finalmente, las Aseguradoras vinculadas se encuentran legitimadas en el


contradictorio, por virtud del llamamiento efectuado por las demandadas, en
consideración a la expedición de las pólizas de responsabilidad civil extracontractual
cuyo amparo comprende los daños a terceros producidos durante la ejecución de la
precitada obra vial donde ocurrió el accidente.

3.3.4. Sobre la responsabilidad del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Aduce esta demandada que los hechos objeto de la pretensión resarcitoria no la


implican como responsable, por cuanto su rol dentro del proyecto vial fue meramente
el de cofinanciador. Además, que debía tenerse en cuenta que, aun cuando al
principio estuvo en la misma posición que el departamento de Antioquia, a partir de
la suscripción del otrosí No. 3 que modificó la cláusula quinta del convenio suscrito
entre estas dos entidades, la responsabilidad de la ejecución y operación de las obras
recayó, por entero, en el Departamento.

La Sala no encuentra fundamentos válidos para acoger esa protesta, ya que las
modificaciones que se realizaron a través del mencionado otrosí, si bien incluyeron
nuevas pautas para el manejo del proyecto, otorgándole al Departamento tareas
específicas en ese ámbito, lo cierto es que la cláusula segunda del convenio
permaneció incólume, siendo que en ella se pactó: "Las responsabilidades
contractuales y extracontractuales que se deriven de la ejecución,
mantenimiento y operación del proyecto, serán asumidas por las partes, en
igual proporción a los aportes económicos al proyecto" -Cfr. hecho 3.2.2.-
estipulación que, valga decirlo, se acompasa con el principio ubi emolumentum ¡bi
onus esse debet [donde está la utilidad debe estar la carga]93, de cuya aplicación se
obtiene que, cuando la administración contrata la ejecución de una obra pública es
como si la ejecutara directamente. Adicionalmente, tanto le cabe responsabilidad al

Sobre este principio se ha dicho que: 'según la jurisprudencia decantada frente a casos de esta naturaleza,
cuando se trata de daños ocurridos con ocasión del desarrollo de una obra que la Administración contrató, su
análisis debe realizarse bajo el principio ubi emolumentum ibi onus esse debet (donde está la utilidad debe estar
la carga), que prevé las consecuencias de la responsabilidad en cabeza de quien se beneficia de la obra, por
lo que la administración funge como ejecutora, pues tiene la titularidad de la obra, de manera que no puede
oponer a terceros los eventuales pactos de indemnidad que celebre con el contratista". consejo de Estado,
Sección Tercera, Subsección c, sentencia del 14 de octubre de 2021. Radicación número: 76001-23-31-000-
2009-00703-02(53448). En el mismo sentido, consejo de Estado, Sección Tercera, sentencias del 3 de mayo
de 2007, exp. 19420; del 11 de mayo de 2017, proceso No. 25000-23-26-000-2003-01208-01(39901); y del 26
de febrero de 2015, proceso No. 44001-23-31-000-2001-00706-01(25640).

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Radicado No, 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

Área Metropolitana del Valle de Aburrá que su relación con la obra no era
estrictamente de raigambre económica como aduce, Rües nótese que ostentaba la
titularidad de la licencia ambiental conferida para el tramo Bello-Hatillo, según lo
acredita la Resolución No. 706 del 30 de junio de 1998, tal como lo certificó la
Corporación Autónoma Regional del Centro de Anioquia94. Así las cosas, el
argumento defensivo de esta demandada no tiene lá capacidad de redargüir la
responsabilidad que le enrostró la primera instancia y, por lo mismo, la decisión de
primer grado, en ese sentido, será ratificada.

3.3.4. Sobre la procedencia del reconocimiento de perjuicios morales a los


sobrinos. -

Respecto del reconocimiento de perjuicios en favor de. los dos sobrinos de Claudia
Liceth Mejía Calle [Juan Esteban y Laura Andrea Mejía Londoño95], alzaron su
protesta la Concesión Aburrá Norte S.A. Hatoviáj S. A., Seguros Generales
-

Suramericana S.A, y Ace Seguros S.A., por cuanto consideraron que no se


demostró el sufrimiento, angustia y congoja padecidos, dado que los testimonios
ofrecidos por Lucía Inés Montoya Correa y Guillermina Hoyos de Rendón solamente
demostraron la convivencia en la misma casa con Claudia Liceth, mas no de qué
manera los afectó el deceso de su tía y, en tal sentido, se extendió de forma
indebida una presunción que no aplicaba.

Sobre este tópico —de perjuicios morales en caso de muerte— la jurisprudencia


unificada de la Corporación96, fijó los criterios generales para su reconocimiento y
liquidación, estableciendo, por un lado, cinco niveles de cercanía afectiva entre la
víctima directa y quienes, por rebote, deducen perjuicios del daño irrogado a
aquella; tales niveles están correlacionados Con unos porcentajes de
reconocimiento, siendo 100% el que corresponde aLnivel 1 y, 15% el que se le
asigna al quinto nivel. Además, esta escala va decreciendo en función de esa
familiaridad, determinada por los grados de parentesco, pero, también, por las
relaciones afectivas no familiares (terceros damnificadós).
% En cuanto a la exigencia
probatoria, se establece que los niveles 1 y 2 se demostrarán con "el estado civil o
la convivencia entre compañeros; para los niveles 3 y 4 se exigirá, además, prueba
de la relación afectiva y, finalmente, para el nivel 5 9 deberá estar acreditada la
relación afectiva.

Así las cosas, los sobrinos, por ubicarse en el tercer, nivel, requieren probar el
parentesco el cual está acreditado a partir de los registros civiles de nacimiento97
-

que no dejan lugar a dudas que se trata de los sobrinos de Claudia Liceth— y, a
su vez, la relación afectiva. Sobre la base de esta últina exigencia —demostrar la
relación afectiva—, se pasará revista a las pruebas c9 4 llegadas con tal cometido,
dejando claro que no se tendrán en cuenta las declaréciones de parte, pues, a la
14 Certificación existente a Folio 1070, e. 4.
95 Se reitera que, aun cuando, en la parte motiva se dijo que el reconocimiénto recaía en favor de Juan Esteban
Mejía Londoño y Sara Elena Mejía vásquez (sic), lo cierto es que en la resolutiva ese reconocimiento no se le
otorgó a Sara Elena, sino a Laura Andrea Mejía Londoño, pues fue respeçjo de esta última y su hermano Juan
Esteban que el Tribunal acogió los asertos de la prueba testimonial.
Respecto de los demás sobrinos indicó que no se hacía ningún reconocimiento dado que, "no se demostraron
los lazos afectivos y existentes".
96
Consejo de Estado, Sala Plena, sentencia de unificación del 26 de agosto de 2014, Radicación número:
66001-23-31-000-2001-00731-01(26251).
11 Mediante registro civil de nacimiento —número 260591— expedido por la Notaria Segunda del Círculo de
Envigado, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Juan Esteban Mejía Londoño, en tanto este
último es hijo de Jorge Horario Mejía Calle. Folio 16, c. 1. Así mismo, airavés del registro civil de nacimiento
—número 90030753355— expedido por la Notaría Diecisiete del Círculo de Medellín, se establece que Claudia
Liceth Mejía Calle era tía de Laura Andrea Mejía Londoño, en tanto esta última es hija de Jorge Horacio Mejía
Calle. Folio 19, c. 1.

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Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

luz de los artículos 194 9 203 del C.P.C., norma aplicable al caso, esta prueba
tenía como finalidad medular provocar la confesión de la parte contraria98, de ahí,
que ninguna utilidad reviste esta prueba para los efectos que aquí se persigue. En
consecuencia, la prueba a la que se acudirá para ese propósito será la testimonial,
teniendo que aquella se reduce, a tres testimonios; así: por un lado, se encuentra
la declaración de la señora Lucía Inés Montoya Correa99, la cual indicó que
conoce a Luisa Elena Calle de Mejía porque fue su vecina por 46 años y conoció
a Claudia desde pequeña, conoce a los hermanos y sobrinos. Sobre el particular
depuso: "Pues Claudia vivía con la mamá y también con Jorge Horacio y Martín,
hermanos de Claudia y lbs dos nietos hilos de Jorge, que son Laura y Juan
Esteban que estaban muy pequeños. Dependían económicamente de Claudia,
porque Jorge es separado y siempre ha vivido ahí con la mamá. Y Martín también
es separado, pero él ve por la obligación de él, o sea que no tiene la hija con él.
Digo Jorge porque tiene ;dos hijos que viven ahí y ellos se lucraban de lo que
Claudia entraba" - se resalta-. A su turno, Guillermina Hoyos de Rendón100,
también vecina de la 1 familia, al preguntársele a quién más ayudaba
económicamente Claudia: contesto' "A la mamá no más... .Ahhh y a unos sobrinos
que tenía ella, que se llaman Laura y Juan ( ... ) Les daba estudio y alimentación
( ... ) son hijos de un hermano de Claudia que se llama Jorge. Uno de ellos ya salió
de estudiar, el otro está estudiando todavía" y, finalmente, Ana Patricia Suárez
Osorio101 —Contadora—, conocía a Claudia y, por ese conducto a su familia desde
1986, sobre este aspecto testificó: "yo sé que le colaboraba a la mamá y tenía
unos sobrinos que por efecto de separación de los padres, ellos les estaban dando
alimentación, casa y educación ( ... ) Yo sé que eran tres sobrinos. Dos niñas y un
niño, pero no recuerdo sino el nombre de la niña que se llama Diana Mejía". Aun
cuando esta última testigo no brindó información clara, lo cierto es que, de lo
expuesto por las dos vecinas de la familia, se comprobó que Claudia vivía junto a
su mamá, dos hermanos y sus dos sobrinos de nombre Juan Esteban y Laura.

En ese orden de ideas, resulta incontestable que en los testimonios ninguna


alusión se hizo respecto del sufrimiento que les hubiera causado la muerte de la
tía, ni de la relación afectiva que se profesaban entre sí; pues, todo el énfasis se
puso en la convivencia conjunta y la dependencia económica de los sobrinos
respecto de su tía. Dado el nivel en que se encuentran estos demandantes en la
escala unificada de reconocimiento de perjuicios morales, era menester que la
relación afectiva existente entre estos y la persona fallecida quedara plenamente
acreditada, pues, en tal caso, no puede disgregarse una presunción por el solo
hecho del parentesco o de la convivencia, ya que tal posibilidad no está
contemplada en la jurisprudencia para ese grado de relacionamiento parental. Así
las cosas, al no haberse probado el perjuicio moral que sufrieron los sobrinos, la
Sala revocará el reconocimiento que por este concepto hizo la primera instancia
en su favor.

3.3.4. Sobre el reconocimiento del lucro cesante

Respecto del lucro cesante reconocido en favor de la señora Luisa Elena Calle de
Mejía, en su calidad de madre de Claudia Liceth, se hicieron los siguientes reparos:
(i) la parte actora considera que se debe incluir en la base de liquidación los ingresos

98 Distinto a como ocurre en vigencia del CGP (art. 372) norma que posibilita que la declaración de parte pueda
ser valorada por el Juez, más allá de la finalidad primitiva de buscar una confesión.
99 Testimonio obrante a folios 340-343, c. 6.
100 Testimonio obrante a folios 344345, c. 6.

Testimonio obrante a folios. 306-314 y 335-339, c. 6.

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Radicado No. 0500123310002009 00639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

percibidos por el ejercicio independiente de las profesiones como odontóloga y


contadora o, en defecto, presumirse por esos rubros un salario mínimo; mientras
que las demandadas y las llamadas en garantía estiman que: (u) a) debe revocarse,
porque no se cumplen las reglas jurisprudenciales para su reconocimiento; b) no
debe incrementarse el 25% sobre prestaciones sociales porque ese porcentaje no
está destinado al sostenimiento de terceros, sino que se trata de pagos que se
hacen directamente al sistema de seguridad social; c) él porcentaje deducido por
gastos debió ser superior al 50%, porque se demostró que los egresos que tenía
Claudia superaban ese porcentaje; d) se concedió una suma superior a la indicada
en las pretensiones; e) se incurrió en un error en la aplicación de la fórmula para
calcular este perjuicio. Se comenzará por analizar los pedimentos del extremo
pasivo de la controversia, en tanto uno de ellos solicita la revocación del lucro
cesante.

3.3.4.1. Las reglas jurisprudenciales para el reconocimiento de lucro cesante


en favor de los padres

De acuerdo con la sentencia de unificación102, para que *Proceda el reconocimiento


de lucro cesante en favor del padre por el hijo que fallece, deben cumplirse las
siguientes reglas; demostrar "(¡) que los hijos contribuyen económicamente con el
sostenimiento del hogar paterno o materno, porqui materialmente están en
condiciones de hacerlo, es decir, porque ejercen una actividad productiva que les
reporta algún ingreso, y (ji) que los padres son beneficiarios de la obligación
alimentaria porque no tienen los medios para procurarse su propia subsistencia,
bien porque están desempleados, enfermos o sufren de alguna discapacidad. ( ... )
en estos casos, para el cálculo del lucro cesante deberá presumirse que todos
los hijos que están en edad de trabajar, contribuyen económicamente al
mismo propósito, por lo que la indemnización que por concepto de lucro
cesante se reconozca a favor de los padres del hijo que fallece debe
disminuirse en proporción al número de hijos queinteqran el hoqar."103—se
resalta—.

Así mismo, conforme lo ha establecido la jurisprudenda unificada de la Sección


Tercera104 en materia de perjuicios materiales, por regla general, para su
reconocimiento es menester: u) que sea solicitado en lademanda, es decir, que no
puede ser oficioso; u) debe estar probado, por tanto, no tienen cabida las
presunciones. Ahora, para efectos de su liquidación, se tiene en cuenta: i) el
ingreso base debe ser el que fehacientemente se pruebe que devengaba la
víctima, si es un ingreso como independiente1 debe quedar también
suficientemente acreditado105; u) si se prueba el desempeño de la actividad

102
Consejo de Estado! Sección Tercera - Sala Plena, sentencia del 6 dé abril de 2018, Radicación número:
05001-23-31-000-2001-03068-01(46005)
Aunque esas reglas están consideradas sobre la base del hijo menor de 25 años que fallece, nada obsta para
que se aplique cuando el hijo exceda esa edad, "si se demuestra en el poceso la dependencia económica u
otras circunstancias". Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección 6, sentencia del 12 de julio de 2019,
Radicación 05001-23-31-000-2005-07627-01(48185)
103
Ibidem.
104
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sala Plena, sentencia del 18 dejuho de 2019, Radicado 73001-23-31-
000-2009-00133-01(44572).
Aunque esta sentencia está dirigida, prima facie, a unificar reglas sobre el reconocimiento y liquidación de
perjuicios materiales en materia de privación injusta de la libertad, al¡¡ se,consagra que, tales reglas, deberán
hacerse extensivas "a los eventos en los cuales le corresponda al juzgador determinar la existencia y el monto
de perjuicios materiales de la misma clase".
105
Dieta la jurisprudencia sobre este tópico: "El ingreso de los independientes debe quedar también
suficientemente acreditado y para ello es necesario que hayan aportado, por ejemplo, los libros contables que
debe llevar y registrar el comerciante y que den cuenta de los ingresos percibidos por su actividad comercial o
remitir, por parte de quienes estén obligados a expedirlas las facturas' de venta, las cuales tendrán valor
,
1.

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Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

lícita, más no el monto del ingreso devengado, se tendrá en cuenta el valor del
salario mínimo al momento de la sentencia culmen del proceso de reparación
directa: iii) "Se puede reconocer un incremento del 25% al ingreso base de
liquidación, por concepto de prestaciones sociales, siempre que: a) así se pida en
la demanda y, b) se pruebe suficientemente que el afectado con la medida
trabaiaba como empleado al tiempo de Vos hechosi pues las prestaciones
sociales son beneficios que operan con ocasión de una relación laboral
subordinada", es decir, no aplican frente al ejercicio de actividades independientes.

Aplicados los anteriores criterios al sub líte, en primer lugar, se tiene acreditado
que para el momento de su fallecimiento, Claudia Liceth ejercía una actividad
productiva, pues laboraba como odontóloga para la Cooperativa odontológica de
Antioquia COODAN en la IPS de Puerto Berrío Antioquia 116 ; en segundo lugar,
-
-

de los testimonios y las declaraciones de parte —que, para estos efectos sí cobran
eficacia probatoria107—, se pudo establecer que Claudia Liceth contribuía a la
manutención y velaba económicamente por su madre, la señora Luisa Elena Calle
de Mejía108 quien, para la fecha del fallecimiento de su hija contaba con 78 años 109;
no obstante, también se demostró que la señora Luisa Elena percibía una pensión
de sobreviviente por parte de su esposo, porque así lo refirió la testigo Guillermina
Hoyos de Rendón y, en sus declaraciones Martha Luz Mejía Calle° y Víctor Jaime
Mejía Calle111; como también, está demostrado que la señora Luisa Elena, además
de Claudia, tenía ocho hijos más, todos mayores de edad, pues se trata de las
mismas personas que, en calidad de hermanos, concurren al presente
contradictorio.

De esta manera, el hecho de que esté demostrado que la señora Luisa Elena
percibía un ingreso —salario mínimo— por concepto de la pensión de sobreviviente
de su esposo y, que los restantes hijos, al estar en edad de trabajar, estaban en
situación de contribuir económicamente al sustento de la madre, no es suficiente
para concluir que la señora Luisa Elena, ante la ausencia de Claudia, podía
procurarse su propia subsistencia sin ver menguadas sus condiciones de vida,
porque, en todo caso, la prueba testimonial refiere que aquella necesitaba de la
ayuda que Claudia Liceth le prodigaba; así mismo, el ingreso de la pensión no
alcanza a compensarse con lo que, de forma complementaria, percibía como
ayuda de su fallecida hija, entre otras razones, porque está acreditado que a pesar
de ese ingreso pensional, requería la ayuda económica de Claudia Liceth. No

probatorio siempre que satisfagan lós requisitos previstos en el Estatuto Tributario , o que se haya allegado
cualquier otra prueba idónea para acreditar tal ingreso.". En caso de factura, se exige que cumpla los requisitos
del articulo 615 del E.T.
°° Contrato de trabajo visible a folios 33-35, c. 1.
107
Pues se analizan a la luz de las invocaciones de las demandadas quienes fueron las solicitantes de la prueba.
108
Asilo refieren los testimonios de (i) Lucia Inés Montoya Correa, quien, sobre ese particular indicó: era la que
veía por la mamá de un todo y por todo ( ... ) Pues Claudia vivía con la mamá ( ... ) La comida, los gastos, la
vestía, la droga, la sacaba mucho a.pasear en los tiempos de vacaciones de ella y cuando venia que se estaba
por ahí ocho días la sacaba. De resto doña Elena no salía a ninguna parte sola sin Claudia (fis. 340-343, c. 6);
(u) Guillermina Hoyos de Rendón que, al punto señaló que Claudia que era la que se encargaba de las
obligaciones de la casa, "después que Claudia murió, la mamá ha tenido muchos inconvenientes como en la
alimentación, como en médico, como en medicinas, porque ya ella no está devengando sino la pensionsita (sic)
del esposo. Y luego la pensionsita (sic) de Claudia. (folios 344-345, c. 6.).
109
Como se concluye a partir del registro civil de matrimonio No. 149148, obrante a folio 23, c. 1.
110
Martha Luz Mejía Calle. Indicó que su mamá percibía un mínimo de la pensión de sobreviviente de su padre
y que, el resto de gastos se los cubría Claudia Liceth. Refirió que para esa época su mamá vivía con Juan
Esteban y Laura Andrea Mejía Londoño. Folios 255-256, c. 6.
111 Al respecto, este declarante dijo: 'ella tiene una pensión que es un mínimo" Folio 301, c. 6.

Aun cuando se sabe que también estaba reclamando judicialmente la pensión de sobreviviente por parte de
Claudia, dado que a folios 259-263—c. 6, se allegó sentencia de primera instancia de dicho trámite, lo cierto es
que no se encuentra demostrado que tal decisión hubiera cobrado firmeza, en tanto se trataba, como ya se
indicó, de la sentencia de primera instancia.

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Radicado No. 060012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

obstante, tales circunstancias, sí deberán tenerse en cuenta para, como lo señala


una de las reglas de unificación jurisprudencia¡, disminuir la indemnización del
lucro cesante en proporción al número de hijos que integran el hogar. En esa
medida, no se revocará el perjuicio como lo solicita una de las demandadas y como
se ha hecho en los casos donde se prueba que los padres perciben ingresos que
compensan el déficit de la ayuda frustrada112, porque de todas formas se encuentra
comprobado que, ante el fallecimiento de su hija, Luisa Elena sufrió una merma en
las condiciones de su congrua subsistencia113 y, en tal caso, el reconocimiento es
procedente, tan solo que no en el porcentaje establecido por la primera instancia,
pues se deberán a efectuar las disminuciones que indica la jurisprudencia unificada
frente a la existencia de otras personas obligadas a contribuir al débito alimentario.

Así las cosas, como la jurisprudencia señala que, cuapdo se trata de personas
solteras, como en efecto está demostrado que lo era Claudia Liceth Mejía Calle,
"lo esperado es que el 50% de sus ingresos sean destinados para su manutención y
el 50% restante para la ayuda de quien haya acreditado su dependencia"114, en el
caso particular, por las razones anotadas, ese 50% deberá dividirse en proporción al
número de hijos de la señora Luisa Elena, que, por estar.? en edad de producir, tenían
el deber de contribuir a la manutención de su mamá115. Esb resultante (50/8), equivale
al ingreso que le correspondía a Claudia destinar al débito alimentario que tenía con
su madre.

Ahora, sostienen los apelantes que el porcentaje acreditádo de gastos de Claudia era
superior al 50% de sus ingresos, sin embargo, no hay prueba de la que se pueda
deducir con certeza lo que afirman los demandados, pues, ellos parten del hecho que
Claudia, al laborar en Puerto Berrío allí pagaba un arriendo y, aun cuando está
demostrado que así era' 16, no existe prueba que señale Cuánto era ese monto, ni qué
proporción representaba respecto de los ingresos. En igual sentido, Aun cuando Ana
Patricia Suárez Osorio, al declarar, refirió que sabía que Claudia Liceth "estaba
haciendo una inversión grande en la casa que estaba construyendo en El Cortijo de
San José de Sabaneta"117, ninguna alusión hizo al gasto que ello le representaba;
luego entonces, al no existir una prueba que de forma concluyente indique un
porcentaje de gastos superior al 50%, se tomará el porcentaje que inicialmente ha

112 Ejemplo de ello, podemos citar, entre otras: (i) consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia

M 19 de marzo de 2021, Rad. 50001-23-31-000-2011-00216-01(57860); (H) Subsección A, sentencia del 5 de


febrero de 2021, Rad. 50001-23-31-000-2010-00520-01(61600): (iii) Subección B, sentencia del 17 de marzo
de 2021, Rad. 05001-23-31-000-2007-00542-01(47879); (iv) Subsección C, sentencia del 16 de diciembre de
2020. Rad. 19001-23-31-000-2003-00223-01(40522)
113
Conforme al articulo 413 del Código Civil, por alimentos congruos se entiende "los que habilitan al alimentado
para subsistir modestamente de un modo correspondiente a su posición social.
114 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del 19 de marzo de 2021, Rad. 50001-23-31-

000-2011-00216-01(57860).
111 Además de lo establecido en la sentencia de unificación mencionad, el deber de alimentos de los hijos
hacia los padres reposa como obligación en el artículo 411 del Código Civil. Así mismo, sobre el particular la
Corte Constitucional ha dicho: "por regla general el derecho de alimentos ederiva del parentesco ( ... ). De este
modo, la obligación alimentaria se fundamenta en el principio de solidaridM según el cual los miembros de la
familia tienen la obligación de suministrar la subsistencia a aquellos integrantes de la misma que no están en
capacidad de asegurársela por sí mismos" Corte Constitucional, sentencia C- 919 del 29 de agosto de 2001. Y,
más adelante puntualizó: "La obligación alimentaria no es una que difiera de las demás de naturaleza civil, por
cuanto presupone la existencia de una norma jurídica y una situación de hecho, contemplada en ella como
supuesto capaz de generar consecuencias en derecho. b. Su especificidad radica en su fundamento y su
finalidad, pues, la obligación alimentaria aparece en el marco del deber dé solidaridad que une a los miembros
más cercanos de una familia, y tiene por finalidad la subsistencia de quienes son sus beneficiarios." Corte
Constitucional, sentencia C-1033 del 27 de noviembre de 2002.
116
En tal sentido, Ana Patricia Suárez Osorio, en su declaración refirió a gastos de arriendo "donde ella se
hospedaba en Puerto Barrio", lo cierto es que la testigo no supo precisar cuánto destinaba Claudia Liceth para
ese gasto. Cfr. FI. 309, c. 6. .
117
Cfr. Folio 313, c. 6.

20
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

establecido la jurisprudencia, eso sí, reducido como corresponde por concurrencia de


hijos en condición de prestar ayuda a la madre, como se indicó previamente.

De otro lado, frente a la comprobación de los criterios a tener en cuenta para la


liquidación del lucro cesante, valga decir que, se encuentra demostrado de forma
fehaciente que Claudia Liceth Mejía Calle, para el año 2007 devengaba por la
prestación de sus servicios como odontóloga para COODAN, un salario mensual
de $2.500.911 —Cfr. Hecho 3.2.9—, ingreso que, indefectiblemente debe tomarse
como base para la liquidación y, al cual, debe incrementársele el 25% de
prestaciones sociales, dado que, contrario a lo que expone el extremo pasivo, tales
prestaciones "son beneficios que operaran con ocasión de una relación laboral
subordinada"' 18 e ingresan a disposición del trabajador y, por tanto, no pueden
confundirse con los aportes a seguridad social.

Queda por resolver, sí, como sostiene la parte actora, está demostrado que
también Claudia Liceth percibía ingresos por el ejercicio independiente de las
profesiones de contaduría y odontóloga. Para empezar, respecto de los ingresos
independientes como odontóloga, tal como expuso la primera instancia, debe
tenerse en cuenta que, por la modalidad de contratación que tenía con COODAN
—contrato laboral a término indefinido con prestación "de forma exclusiva" -,

sumado a los horarios que su empleador le imponía —Cfr. Hecho 3.2.9.—, resultan
controvertibles los testimonios que dieron cuenta de que Claudia Liceth atendía
los fines de semana un consultorio particular' 19, sumado a que tales declaraciones
son ambiguas en cuanto, por un lado indican que cuando Claudia estaba en
descanso o en vacaciones le dedicaba ese tiempo a salir y atender a la mamá120
y, a la vez, dicen que labora en el consultorio los fines de semana y festivos,
cuando sabido es que, al menos un sábado a la semana correspondía a su horario
laboral; esto, añadido a que no se allegó ninguna prueba adicional que le diera
soporte a los dichos de los testigos, como podría ser, a modo de ejemplo y, el
contrato de arriendo del consultorio121, o el aporte a seguridad social por esos
ingresos en condición de independiente.

A lo anterior se agrega que, así como no está demostrado que efectivamente


Claudia Liceth, al unísono con su relación laboral también atendiera de forma
independiente un consultorio odontológico, tampoco están acreditados los
ingresos que por esa actividad percibía, pues, en un intento por demostrarlos, se
allegó la certificación de ingresos expedida por la contadora pública Ana Patricia
Suárez Osorio122, quien, a su vez, cuando concurrió a atestar la certificación, se

Consejo de Estado, Sección Tercera, Sala Plena, sentencia del 18 de julio de 2019, Radicado 73001-23-
31-000-2009-00133-01(44572).
119
Al respecto, la señora Guillermina Hoyos manifestó: "ella trabajaba acá en Envigado, ella tenia una oficina
por la calle sur, pero no se la nomenclatura, y era una oficina de dentisteria. Ahí trabajaba cuando venía de
pronto de vacaciones o cuando venia de descanso" (folios 344-345, c. 6.). En el mismo sentido, Ana Patricia
Suárez Osorio, señaló que la actividad de odontología la ejercía en la carrera 48 No. 38 sur 44, consultorio
-

401 de Envigado, donde tenía los equipos con los que antes trabajaba en una Cooperativa de pilotos. Respecto
de los días que laboraba en el consultorio, indico' "Fines de semana, sábado, domingo y lunes festivo si los
hubiere'. (fis. 306-314 y 335-339, c. 6).
120
Así lo refiere Lucía Inés Montoya Correa (fis. 340-343, c. 6).
121
Pues, de acuerdo con los testimonios y declaraciones, se refirió que el consultorio era en arriendo. Así lo
refirió Ana Patricia Suárez Osorio, quien, señaló como uno de los gastos asumidos por Claudia Liceth, el
pago de arriendo del consultorio (fi. 309, c. 6.). También, así lo refirió la señora Martha Luz Mejía Calle (fis.
255-258, c. 6) y, la propia señora Luisa Elena Calle de Mejía, sobre ese particular indicó que no sabía de quién
era el consultorio; no obstante, que Claudia trabajaba allí los domingos. (folios. 251-254, c. 6).
122
Certificación del 24 de septiembre de 2007 en la que se hace constar que: "La doctora Claudica Liceth Mejía
Calle con cédula de ciudadanía ( ... ), obtenía un promedio de ingresos mensuales de $600.000 por concepto de
servicios profesionales como odontóloga en forma independiente, actividad que ejercía en los días libres

21
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

limitó a decir que tomó los datos de una agenda de citas que llevaba Claudia y los
registró en un cuadro123. Al respecto debe recordarse'que, sin desmedro de la fe
pública que la Ley 43 de 1990 le confiere a los Contadores, para que sus
declaraciones tengan eficacia probatoria, es menester conforme lo ha establecido
la jurisprudencia que, entre otros, se acrediten los soportes en que se fundamenta
la certificación124, que, además, la certificación tenga algún nivel de detalle de
contenido contable y que estén respaldadas por comprobantes tanto internos
como externos125, situación que en el presente caso no se observa, pues la
certificación expedida por Suárez Osorio, tal como ella misma lo expuso, se porfió
de la información que le suministraron los familiares de Claudia Liceth, sin que se
denote ningún tipo de corroboración exógena. En síntesis, los ingresos adicionales
por el ejercicio independiente de contaduría no se erpuentran demostrados con
fehaciencia y, por lo mismo, no pueden ser objeto de reconocimiento.

Respecto de los servicios prestados de forma ind&5endiente como contadora


pública, aun cuando no se discute que, por tratarse dé una profesión liberal, bien
podía ejercerla en sus tiempos libres, las pruebas adosadas al plenario con tal fin,
no demuestran con certeza, ni el ejercicio de esa profesión126 , ni los ingresos
percibidos. En efecto, si bien se allegó certificación suscrita por la mencionada
contadora Ana Patricia127, así como un paquete de "facturas"128, de las cuales se
extrajo la información para estimar el ingreso por elaboración de declaraciones de
renta, lo cierto es que, sin perjuicio de que como lo afirmó la contadora Suárez
Osorio Claudia Liceth no estuviera obligada a llevar contabilidad, ni a emitir
facturas, dichos recibos, cuando menos, debían cumplir con los requisitos de un
documento equivalente129, pero, no solamente no es:así, sino que se demostró

(cuando viajaba a Medellin) en el consultorio ubicado en envigado (si c) en la carrera 48 No. 38-Sur 44
Consultorio 401". (fi. 29, c. 1).
123A1 preguntársele cómo constató los servicios de odontología relacionados en el cuadro denominado "relación
de ingresos por atención mensual a pacientes", indicó: El cuadro al que hace mención la pregunta fue un
"

resumen que yo hice de la información sustraída de los soportes mencionados en la pregunta anterior [historia
clínica de los pacientes y datos de una agenda] y que, yo estoy actuando de buena fe porque creo que es una
historia clínica donde se describe que se trabajaron, como se dice... ciertas... pues como que se trataron piezas
odontológicas de pacientes, y que en la agenda con puño y letra de la odontóloga diga que recibió los dineros
por ese servicio, es una prueba idónea para mi como contadora, para dar fe de dichos ingresos" (fi. 336, c. 6).
124
Ver, entre otras: Consejo de Estado, Subsección A, sentencia del 2 de julio de 2021, Red. 25000-23-36-
000-2014-00074-01(60263).
125
Al punto, se ha dicho "La Sala ha precisado que las certificaciones del contador o revisor fiscal constituyen
prueba contable, siempre que cumplan los siguientes requisitos : (i) expresar si la contabilidad se lleva de
acuerdo con las prescripciones legales, (u) silos libros se encuentran registrados en la cámara de Comercio
(iii) si reflejan la situación financiera del ente económico, (iv) debe tener algún grado de detalle en cuanto a los
libros, cuentas o asientos correspondientes a los hechos que se pretenden demostrar y estar respaldados por
comprobantes internos y externos y, (y) llevar al convencimiento del hecho que se pretende probar, con sujeción
a las normas que regulan el valor probatorio de la contabilidad.". Consejo de Estado, Sección Cuarta, sentencia
M 18 de noviembre de 2021. Red. 05001-23-33-000-2018-00365-01(25510).
126
Así, por ejemplo, sobre este particular, la testigo Lucía Inés Montoya Correa, narró: "Lo único que conozco
de ella es que ella era odontóloga, estaba trabajando en Puerto Barrio con Saludcoop (sic), y ella también
. . .

era contadora pero no estaba eierciendo esa profesión ( ... )". Folios 340-343, c. 6. Y, sobre este mismo aspecto,
Guillermina Hoyos de Rendón, manifestó: "Ella trabajaba en contadora en Puerto Barrio. No le sé responder
para quién trabajaba como contadora". Folios 344-345, c. 6..
127
A folio 26, c. 1, obra certificación mediante la cual Ana Patricia Suárez Osorio, hace constar que: "revisadas
las facturas de venta de asesorías contables y tributarias de Claudia Liceth Mejia calle con cédula de ciudadanía
( ... ), por el periodo 2007, pude constatar que había elaborado las facturas comprendidas del No. 19 al 45, las
cuales ascienden a la suma de dieciocho millones ($18.000.000.00) de pesos. Aclarando que la doctora Mejía
además de ser odontóloga también era contadora pública en forma independiente" dada el 27 de septiembre
de 2007".
128 Recibos obrantes a folios 316-334, c. 6
129 Estatuto Tributario- ARTICULO 615. OBLIGACIÓN DE EXPEDIR FACTURA. Para efectos tributarios, todas
las personas o entidades que tengan la calidad de comerciantes, ejerzan profesiones liberales o presten
servicios inherentes a éstas, o enajenen bienes producto de la actividad agrícola o ganadera, deberán expedir
factura o documento equivalente, y conservar copia de la misma por cada una de las operaciones que realicen,
independientemente de su calidad de contribuyentes o no contribuyentes de los impuestos administrados por
la Dirección General de Impuestos Nacionales.

22
Radicado No. 050012331000200900539 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

que uno de esos recibos había sido expedido por un hermano de Claudia Liceth
que también es contador130. Así las cosas, no le asiste razón a la parte actora al
deprecar tal reconocimiento, dado que no se encuentra demostrado.

Decantado lo anterior, procede la Sala a liquidar el lucro cesante, a efectos de lo


cual, para establecer el salario base de liquidación, se tomará el ingreso que
devengaba Claudia Liceth Mejía Calle para el año 2007, esto es, la suma de
$2.500.911; a este valor se le incrementará el 25% de las prestaciones sociales
($625.228), de lo cual se obtiene un total de $3.126.139. A esta cifra se le
descontará el 50% que es el valor que, conforme a las reglas de la experiencia, la
víctima destinaba a sus propios gastos, lo que arroja $1.563.069. Esta última cifra
se dividirá en 8, teniendo en cuenta que los hermanos de Claudia Liceth debían
contribuir a la manutención de la señora Luisa Elena Calle de Mejía, de lo que se
obtiene el valor de $195.383, que será el monto que se aplicará para calcular el
lucro cesante en favor de la madre; no obstante, aquél se traerá a valor presente,
así:

Ra131 = Rh índice final


Índice inicial

Ra = 195.383 X 126.03 (febrero de 2023)


91.90 (agosto de 2007)

Ra = 277.235.51

Lucro cesante consolidado132:

S = Ra (1+ i)0 1 -

5 = $277.235.51 0+ 0.004867)181 1
0.004867

S= $80.202.048.57.

Para quienes utilicen máquinas registradoras, el documento equivalente será el tiquete expedido por ésta.
130
Al momento de declarar. Ana Patricia Suárez Osorio, al ser preguntada por qué tuvo en cuenta la factura
026 cuando quien la expide es Luis Fernando Mejía con Nit No. 70.069.744.3 IVA, régimen común, contestó:
"Si, yo le explico, Luis Fernando Mejía es un hermano de ella, de Claudia Liceth Mejía Calle que es contador, y
tengo entendido que él hacía declaraciones con ella, y aparentemente o sea... ya habría que explicar, por qué
esos dineros los cobró Claudia. Así me dijeron. Y dentro del talonario que me suministraron para certificar los
ingresos que Claudia cobró por declaraciones de renta, estaba dicha factura y yo no podía refutarla y porque
Luis Fernando Mejía también es contador, pero eso lo cobró Claudia. Al preguntársele por qué supo que ese
dinero lo cobró Claudia, dijo: "Bueno si, porque dentro del paquete que me suministró la familia, estaba dicha
factura donde Luis Fernando Mejía, que es también contador anotó que ella lo había cobrado, a pesar de que
la factura había salido a nombre de Luis Fernando". Folio 313, c. 6)
131
Ra es la renta actualizada.
132
El comprendido desde la fecha de los hechos hasta la fecha de la presente sentencia, para un total de 181
meses.

23
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

Donde:

S= Valor del lucro cesante consolidado, es decir, el comprendido desde la fecha de


los hechos hasta lá fecha de la presente sentencia.
Ra: Renta mensual actualizada
n= número de meses entre la fecha del accidente y la fecha de la sentencia (181)
i= interés técnico mensual (civil del 6% ó 0.004867)

Lucro cesante futuro133:

S=Ra(1+fl54 -1
i(1 +i)n

5= 12.923.795.91

Donde:

5= Válor del lucro cesante futuro, es decir, el comprendido desde la fecha de


lá sentencia hasta la vida probable de la señora Luisa Elena Calle (4.5 años,
equivalentes a 54 meses).
Ra: Renta mensual actualizada
nr número de meses entre la fecha de la sentencia hasM la vida probable (54)
i= interés técnico mensual (civil del 6% 6 0.004867)

Total Lucro cesante= ($8020204857 + 12. 923.795. Ó1) = $93.125.844.47

Son: NOVENTA Y TRES MILLONES CIENTO VEINTICINCO MIL


OCHOCIENTOS CUARENTA Y CUATRO PESOS MCTE. CON 47 CTVOS.
($93.125.844.47).
ç .

3.3.5 Sobre la distribución cuando existen pólizas concurrentes

Comoquiera que, al resolver sobre la solicitud de ¿dlaración de sentencia, el


Tribunal de instancia se limitó a señalar que el cumplimiento de la condena por

133 El comprendido desde la fecha de la sentencia hasta la fecha de vida probable que, para este caso, se toma
la vida probable de la señora Luisa Elena calle de Mejia que, al haber nacido el 30 de mayo de 1929 —Cfr.
Hecho 3.2.10.—a la fecha .cuenta con 93 años de edad. Según la Resolución No. 0110 de 2014, la esperanza
de vida probable es de 4.5 años, equivalentes a 54 meses.

24
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

parte de las llamadas en garantía debía efectuarse conforme a los términos y


condiciones de cada póliza, soslayando los reparos que, desde un inicio
formularon las aseguradoras, inclusive a título e excepción y, que, luego reiteraron
en sede de apelación, la Sala procederá a su análisis, encontrando que tales
reproches son: (i) el funcionamiento de las pólizas a través del sistema de capas
(u) no se debe tener en cuenta la exclusión de cobertura de los perjuicios morales,
porque se trata de cláusulas abusivas; (iii) si se concluye que los perjuicios
morales están excluidos de la póliza de Seguros Generales Suramericana, debe
cubrirlos la póliza de Ace Seguros, porque ésta última solo excluyó daños morales
puros; (iv) Seguros Generales Suramericana S.A., no puede limitar el amparo
(aplicar el sublímite para contratistas y subcontratistas) ya que no se trata de una
responsabilidad personal autónoma, sino de una responsabilidad corporativa de
Hato como titular de la obra; (y) si se activa la cobertura de Ace Seguros, sobre
dicha póliza no operan deducibles; y finalmente, (vi) se debe establecer el valor
que deben pagar las aseguradoras por gastos de defensa.

En forma previa al acometimiento del estudio de estos tópicos, la Sala advierte


que no se pronunciará frente al pedimento de La Concesión Aburrá Norte S. A. -

Hatovial S.A., atinente a establecer si las aseguradoras deben pagar los gastos de
defensa, por cuanto esa solicitud no guarda relación con las pretensiones de la
demanda y, por tanto, no es un asunto que concierna directamente a lo que el juez
de la reparación deba resolver. Así mismo, tampoco lo hará respecto del
argumento esbozado por el Área Metropolitana del Valle de Aburra, en lo
concerniente a que las exclusiones del daño moral puro o el perjuicio moral
constituyen cláusulas abusivas, dado que, por un lado, esa protesta vino a
plantearla solamente en sede de apelación, no siendo este un escenario para
sorprender a las partes con nuevas invocaciones y, de otro lado, porque ese
asunto se aleja de la línea de defensa que atañe a la acción de reparación directa
y se acerca a una controversia de las partes en el contrato de seguro. Lo propio
ocurre con el argumento de si se deben aplicar o no los sublímites relacionados
con los daños ocasionados por contratistas y el alcance de los deducibles.

Dicho esto, en relación con la manera en que operan las dos pólizas que
constituyen garantía para el presente caso, a efectos de determinar si entran a
responder de forma concomitante, o si la una es subsidiaria de la otra y opera
solamente en exceso de la principal, lo primero que se debe acotar es que, de
acuerdo con el artículo 1036 del Código de Comercio, el contrato de seguros es
consensual y, en esa medida, prevalece el acuerdo de las partes, quienes de
manera voluntaria determinan y asumen su alcance, el cual se fija a partir de las
condiciones generales y especiales que se pacten y, de forma supletoria, conforme
a los anexos depositados por el asegurador en la Superintendencia Bancaria134.
En tal virtud, la Sala observa que, tal como consta en la póliza No. 12/3536
expedida por Ace Seguros S.A., conforme a la condición especial A), se acordó
que la cobertura de esta póliza operaría en exceso de la póliza de responsabilidad
civil que Hatovial constituyó ante el departamento de Antioquia, a la cual se le
denomino'" principal", en cuyo caso: (i) ante un amparo no cubierto por la póliza
primaria, entrará a cubrirlo la póliza de Ace Seguros, siempre que el evento esté
amparado por Ace Sequros y (u) en cuanto a las exclusiones de esta póliza, en
los numerales 24 y 25, excluye los daños fisiológicos y el daño moral puro,
respectivamente135.

134
conforme lo estipula el parágrafo del articulo 1047 del Código de comercio.
135
Folio 656, c. 2.

25
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

Ahora, respecto a la apreciación que hace Hatovial sobçe la noción de "daño moral
puro", para decir que aquella no se equivale con los perjúicios morales reconocidos
por el Tribunal de primera instancia, sino que es única y exclusivamente el daño
proveniente de una lesión corporal, debe indicar la Sala que esa distinción no es
acertada y, antes bien, es perfectamente plausible asimilar "daño moral puro" con
perjuicio moral; luego entonces, si se pactó una excltisión por daño moral puro,
aquella habrá de entenderse en términos del perjuicio moral aquí reconocido. Esto,
si se tiene en cuenta que esa es una asociación que ha hecho tanto la doctrina136,
como la jurisprudencia137, pues, en últimas, el daño moral puro suele relacionarse
con la aflicción y angustia que padece una persona; es decir, con un "daño moral
en su sentido puro, esto es, entendido como el dolor, la perturbación del estado de
ánimo, el sufrimiento espiritual que padece el sujeto"1382

Cabe indicar, igualmente que, de conformidad con la póliza No. 5000000078701


expedida inicialmente por Agrícola de Seguros y, posteriormente cedida a Seguros
Generales Suramericana S.A., en aquella también se pactó la exclusión de
"perjuicios morales que hayan sido causados por el asegurado cuando este sea
civilmente responsable de acuerdo con la ley" —exclusión 2.2.11_139.

Corolario de lo expuesto hasta este momento, se establece que, para efectos de


la condena aquí impuesta, las llamadas en garantía responderán de conformidad
con el alcance del contrato de seguro que a cada una corresponde, teniéndose
así, que Ace Seguros S. A., entrará a cubrir la condena:solamente en exceso de la
póliza de Seguros Generales Suramericana S.A., y pala efectos de lo pactado en
tales pólizas, habrá de entenderse que el daño moral por el que aquí se condena,
desde su ámbito subjetivo se equivale al denominado daño moral puro.
t
Finalmente, en cuanto a la protesta que hizo la Concesión Aburra Norte S.A. -

Hatovial S.A., en el sentido de decir que, para su caso, por tratarse de una persona
de derecho privado no le eran aplicables los artículos 176 y 177 del CCA, para el
cumplimiento de la condena, la Sala deja por establecido que, tratándose de
personas que se rigen por el derecho privado y que son congregadas en el
contencioso a través del fuero de atracción, es cierto que, respecto de aquellas,
deberá tenerse en cuenta su condición de particularS; pero, únicamente para el
análisis sobre la atribución de responsabilidad; es decir, para que el juicio de
imputación que sobre ellas recaiga se analice bajo el estatuto civi1140, conforme a
las reglas que se disponen, entre otros, en los artículos 2341, 2356 y 2359 del
Código civil, no así, para los demás aspectos procesáles que siguen su curso a
través de las normas que regulan el trámite contencioso administrativo. Como en
este caso la Concesión no apeló la responsabilidad que le fue atribuida en primera
instancia, sino lo que objeta es la aplicación de normas de mero procedimiento

136
Así, por ejemplo, respecto del daño moral puro, subjetivo, o también denominado "pretium dolofis",
Bustamante ha dicho que 'corresponde específicamente al dolor íntimo, las angustias, los padecimientos que
afectan los sentimientos de una persona". BUSTAMANTE LEDESMA, Alvaro. La responsabilidad
extracontractual del Estado, Bogotá: Editorial Leyer, 2003, p. 233-234.
137
En voces de la Corte Suprema: "vale decir cuándo del daño moral puro se trata, son condiciones
indispensables para su compensación que sea personal de quien acciona y, además, que sea cierto, implicando
esta segunda exigencia que la existencia que la intensidad del agravio alegado encuentren consistente respaldo
procesal, "toda vez que -para decirlo con palabras de la Corte- es apenas su cuantificación monetaria, y siempre
dentro de restricciones caracterizadamente estrictas, la materia en la que al juzgador le corresponde obrar
según su prudente arbitrio". Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, 25 nov. 1992, rad. 3382.
136
Cortés, Edgar. Responsabilidad civil y daño a la persona. El daño a la salud en la experiencia italiana ¿Un
modelo para América Latina?, Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2009, p. 150.
139
Cfr. Folio 789, c. 2. El documento completo de esta póliza se comprende en los folios del 781 al 800, c. 2.
140
Sobre ese particular puede verse, entre otras: consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección 8,
sentencias del 5 de diciembre de 2016, exp. 38806 y, del 30 de noviembre de 2017, exp. 44760.

26
Radicado No. 050012331000200 900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

para el cumplimiento de ¡a condena, de conformidad con lo expuesto, ninguna


razón le asiste.

Resta por actualizar el reconocimiento que se hizo a título de daño emergente,


pues, aunque no fue objetó de apelación, procede su indexación, de la siguiente
manera:

Ra=Rh índice final


Índice inicial

Ra= 3.114.975= 130.40J febrero de2023)


84.45 (marzo de 2015)

Ra = 4.648.671

TOTAL DAÑO EMERGENTE: CUATRO MILLONES OCHOCIENTOS NUEVE MIL


OCHOCIENTOS SESENTA PESOS M/CTE. CON 75 CTVOS. (4.809.860.75).

Habiéndose agotado el objeto de la apelación, la Sala concluye, de acuerdo con


lo hasta aquí expuesto, que la sentencia de primera instancia deberá modificarse,
en lo atinente al numeral 4.2.1., de la parte resolutiva, para ajustar el
reconocimiento del lucro cesante y denotar la actualización del reconocimiento por
daño emergente, así como para negar el perjuicio moral reconocido en primera
instancia en favor de los- sobrinos de la víctima directa. En todo lo demás, se
mantendrá incólume la sentencia del Tribunal, con la salvedad de que la orden de
reembolso dada a las llamadas en garantía, deberá atender lo señalado en este
proveído.

W. Condena en costas

No hay lugar a la imposición de costas, debido a que no se encuentra en el caso


concreto actuación temeraria de .ningpha de las partes, condición exigida por el
artículo 55 de la Ley 446 dé 1998 para que se proceda de esta forma.

En mérito de lo expuesto, !á Subsécción C de la Sección Tercera de la Sala de lo


Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, administrando justicia en
nombre de la República de Colombia y por autoridad de la ley,

FALLA
PRIMERO MÓDIFÍCANSE los numerales 4.1 y 4.2.1. de la parte resolutiva de la
sentencia dictada el 26 de marzo de 2015 por el Tribunal Administrativo de
Antioquia, los cuales quedarán así:

4.1. Por concepto de perjuicios morales, reconózcanse las siguientes sumas:

INDEMNIZADO SMLMV
CLAUDIA LICETH MEJÍA CALLE (víctima) 30
LUISA ELENA CALLE DE MEJÍA (madre) 100
LUIS FERNANDO MEJÍA CALLE (hermano) 50
LUIS GUILLERMO MEJÍA CALLE (hermano) 50
ANA GLORIA MEJÍA CALLE (hermana) 50

27
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros

BEATRIZ ELENA MEJÍA CALLE (hermana) 50


VÍCTOR JAIME MEJÍA CALLE (hermano) 50
MARTHA LUZ MEJÍA CALLE (hermana) 50
JORGE HORACIO MEJÍA CALLE (hermana) 50
MARTÍN ALBERTO MEJÍA CALLE (hermano) 50

4.2.1. Por concepto de perjuicios materiales, en la modalidad de lucro cesante


consolidado y futuro, reconózcase en favor de la señora Luisa Elena Calle
r
de Mejía, la siguiente suma de dinero: NOVENTA Y TRES MILLONES
CIENTO VEINTICINCO MIL OCHOCIENTOS CUARENTA Y CUATRO .

PESOS MCTE. CON 47 CTVOS. ($9312584441).

Por concepto de perjuicios materiales, en la modalidad de daño emergente,


reconózcase en favor de la señora Luisa Elena Calle de Mejía, la siguiente
suma de dinero: CUATRO MILLONES OCHOCIENTOS NUEVE MIL
OCHOCIENTOS SESENTA PESOS M/CTE. CON 75 CTVOS.
(4.809.860.75).

SEGUNDO: En lo demás, estese a lo resuelto por la primera instancia, conforme a


lo expuesto en la parte considerativa.

TERCERO: Sin condena en costas.

CUARTO: Ejecutoriada la presente sentencia, DEVUÉLVASE el expediente al


Tribunal de origen para lo de su cargo.

Cópiese, Notifíquese y Cúmplase

LOLS YESR4/
Presidente

JAIME E)m1QUE RODRÍGUEZ NAVAS GUILL'EIkM SÁNCHÉLLUQUE


Magistrado istrado
Aclaro voto

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