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2009-00639 Ddos Invias y Otros 10.03.23
2009-00639 Ddos Invias y Otros 10.03.23
050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
• SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
Tema. Responsabilidad del Estado por daños causados en la ejecución de obras públicas.
Subtema 1. Lucro cesante en favor de progenitores. Lucro cesante cuando hay concirrencia
ingresos por el ejercicio alterno de profesiones liberales.
Subtema 2: Eficacia probatoria de las certificaciones de ingreso expedidas por contador público.
Subtema 3: Responsabilidad del asegurador frente a pólizas de amparo concurrente.
Por estos hechos, el colectivo familiar de Claudia Liceth acudió ante la jurisdicción
de lo Contencioso Administrativo, con el fin de que se les indemnice por los
perjuicios causados con tal suceso.
U. ANTECEDENTES
2.1. La demanda
La demanda fue presentada el 3 de abril de 20091, por los señores: Luisa Elena
Calle de Mejía —madre—, Luis Fernando, Jorge Horacio, Luis Guillermo, Ana Gloria,
Beatriz Elena, Martín Alberto, Víctor Jaime y Martha Luz Mejía Calle —hermanos—,
y, en condición de sobrinos: Diana Marcela Mejía Monsalve, Laura Andrea Mejía
Londoño, Daniel Fernando y Sergio Alonso Mejía Alvarez; los menores Sara Elena
Mejía Vásquez [representada por sus padres Martín Alberto Mejía Calle y María
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Escrito de demanda visible a folios 70-91, c. 1. A folio 91 figura el sello de radicación de fecha 3 de abril de
2009.
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En sustento de las pretensiones relataron que, sobre las 6:30 de la tarde del 3 de
agosto de 2017, en momentos en que Claudia Liceth Mejía Calle se desplazaba en
un vehículo por un tramo de la doble calzada Bello Hatillo, fue alcanzada por las
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Agotado el periodo probatorio17, el Tribunal corrió traslado a las partes18 para que
presentaran alegatos de conclusión y al Ministerio Público para que emitiera
concepto. Así lo hicieron la parte actora19 y, por el extremo demandado: Ecopetr0120,
Concesión Aburrá Norte S.A. -Hatovial SA.21, el INVIAS22, el Área Metropolitana del
Valle de Aburrá23, y los llamados en garantía Seguros Generales Suramericana24 y
Ace seguros25 quienes replicaron lo expuesto en precedencia.
11 Escrito de llamamiento visible a folios 412-416, c. 2. El llamamiento se hizo con fundamento en la póliza No.
500000076701, que fue reemplazada por la 5002000915101. Copia de las pólizas folios 429-443, c. 2.
12 Folio 620, c. 2
13 Folios 620, anverso (Ace Seguros) y 621 (Compañía Suramericana), c.2.
14 Escrito de contestación al llamamiento, folios 628-650, c. 2.
15 Conforme al certificado de existencia y representación legal visible a fólio 841, c. 2, se sabe que el 13 de
mayo de 2009 se registró el cambio de razón social de "Compañía Suramericana de Seguros S.A.», por "Seguros
Generales Suramericana S. A.".
16 Contestación del llamamiento formulado por el departamento de Antioquia (folios 727-743, c. 2); por el Área
metropolitana del Valle de Aburrá (folios 764-780, c. 2); y por Concesión Aburrá Norte "Hatovial S.A." (folios
801-818, c. 2).
17 Por auto del 17 de febrero de 2011 se abrió el proceso a pruebas (folios 848-850, c. 3) abrió el periodo
c. 5.
19 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2118-2133, c. 5
20 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2172-2175, c. 5.
21 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2084-2105, c. 5
22 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2189-2194, c. 5
23 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2070-2077, c. 5
24 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios 2141-2158, c- 5
25 Escrito de alegatos de conclusión de primera instancia Folios2176-2187, c. 5
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Sentencia de primera instancia. Folios 2195-2213. Cuaderno principal.
27
Por el certificado de existencia y representación legal, se conoce que el nombre completo es "Concesión
Aburrá Norte S.A. -Hatovial S.A.". Cfr. Folios 43-43, c. 1
28
La prueba para este reconocimiento la hizo consistir en la historia clínica aportada por el Hospital Universitario
San Vicente de Paúl.
29
No obstante, en la parte motiva se dijo que el reconocimiento recaía en favor de Juan Esteban Mejía Londoño
y Sara Elena Mejía Vásquez (sic). Mientras que en la resolutiva figura es Laura Andrea Mejia Londoño.
Respecto de los demás sobrinos indicó que no se hacía ningún reconocimiento dado que, "no se demostraron
los lazos afectivos y existentes".
30
Solicitud de aclaración a folios 221 5-2217, c. ppal.
31
Solicitud de aclaración a folios 2218-2224, c. ppal.
32
Folios 2267-2269, c. ppal.
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superior al 50%, pues en él proceso se probó que Claudia Liceth tenía un nivel alto
de gastos para sus necesidades personales, tales como, arriendo en Puerto
Berrío, alimentación, vestuario y, de acuerdo a lo expuesto por Ana Patricia
Suárez, destinaba una buena parte de sus ingresos para adquisición de vivienda;
(iii) el Tribunal violó el principio de congruencia, pues concedió una suma superior
a la pedida en la demanda por lucro cesante; (iv) hay un error en la aplicación de
las fórmulas financieras para la liquidación del lucro cesante, pues, aunque la
fórmula es la correcta, el resultado debió dar $233.503.617 y no $244.718.113, (y)
la condena a Hatovial no podía hacerse con fundamento en los artículos 176 y 177
del CCA, por cuanto se trata de una persona jurídica de derecho privado; (y) se
omitió determinar con precisión la obligación de reembolso de las aseguradoras,
pues si se concluyera que la póliza de Suramericana no cubre los perjuicios
morales, entraría a cubrirlos Ace porque esta última solo excluyó los daños
morales puros, es decir, los derivados de un perjuicio corporal y, por tanto, no
equivalen a los perjuicios morales reconocidos en la sentencia; además,
Suramericana no puede limitar el amparo (aplicar el sublímite para contratistas y
subcontratistas) porque no se trata de una responsabilidad personal autónoma,
sino de la responsabilidad corporativa como titular de la obra; si se activa la
cobertura de Ace, sobre esa póliza no operan deducibles y, finalmente, se debe
establecer el valor que deben pagar las aseguradoras por gastos de defensa.
Ace Seguros S.A.37, en su recurso, protestó: (i) se asumió, sin sustento, que la
víctima destinaba para su núcleo familiar el 50% de sus ingresos, cuando
jurisprudencialmente se ha dicho que ese porcentaje es del 25%; (u) extendió
indebidamente la presunción legal del perjuicio moral a los sobrinos, pues,
respecto de aquellos debía demostrarse el padecimiento y aflicción; no obstante,
tal circunstancia no se probó; (iii) el estudio sobre las pólizas fue superficial y no
se revisó, ni se tuvo en cuenta el alcance de las coberturas, pues los seguros no
funcionan simultáneamente, sino como un sistema de capas, donde la póliza de
Ace Seguros solo aplica en exceso de la póliza de Suramericana, lo que hace que
para afectarse la póliza de Ace Seguros, se deba agotar la cobertura de la de
Suramericana, pues ambas pólizas cubrían el mismo riesgo. Además, en el evento
que se considerara que Ace debe cubrir en igual proporción, debe excluirse lo
pertinente a los perjuicios extrapatrimoniales.
36
Escrito de apelación de Seguros Generales Suramericana S.A., visible a folios 2240-2247, c. ppal.
11 Escrito de apelación de Ace Seguros, obrante a folios 2271-2277, c. ppal.
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III. CONSIDERACIONES,
Una lectura integral de los argumentos esgrimidos por los apelantes permite
establecer que ninguno de ellos está encaminado acuestionar el daño, como
tampoco su vocación resarcitoria; por tanto, al ser una discusión zanjada y pacífica
entre las partes, estos aspectos se marginan del análisis que debe acometer la
segunda instancia, dado que los contornos del recurso Vienen determinados, prima
fado, por el alcance de la apelación50. Ahora, en cuanto a la imputación, el único
demandado que protesta la atribución de responsabilidad es el Área Metropolitana
del Valle de Aburrá, pero no lo hace propiamente frente ilos hechos de la demanda,
En el mismo sentido esta corporación ha dicho: "[ ... ] la Sala debe reiterar que la apelación se encuentra limitada
a los aspectos indicados por la parte actora en su recurso, en tanto a través de ella se ejerce el derecho de
impugnación contra una determinada decisión judicial, por lo cual corresponde a los recurrentes confrontar los
argumentos que el juez de primera instancia presentó para tomar su decisión con sus propias consideraciones,
para efecto de solicitarle al juez de superior jerarquía funcional que decida sobre los puntos o asuntos que se
plantean ante la segunda instancia [...]".Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia de 23
de abril de 2021, expediente 48450.
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sino respecto de su posición obligaéional con las demás demandadas. Así las
cosas, entiende la Sala que el estudio de la imputación se restringe únicamente a
los argumentos que presenta esta entidad demandada. Por lo demás, el recurso
vertical gira en torno al reconocimiento de perjuicios -con excepción del daño
emergente respecto del que no se hizo ninguna censura- y, a la distribución de la
condena entre las llamadas en garantía.
Cabe aclarar que, aun cuando Ecopetrol, en la oportunidad para alegar en segunda
instancia, solicitó que se tuviera por desierto el recurso impetrado por el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá, pues entendió que dicha entidad disentía de la
decisión tomada por la instancia primigenia que acogió una excepción formulada
por Ecopetrol, lo cierto es que, al revisar el recurso impetrado por el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá, logra establecerse que, si bien, en el acápite
denominado "Lo que se apela", incluyó al numeral segundo que es el que contiene
la declaración de la excepción en favor de Ecopetro151, aquello obedeció a una
trascripción extensiva de lparte resolutiva del fallo de primer nivel, de la que no se
desprende ningún reproche específico frente a la decisión que favorece a Ecopetrol,
por lo que ha de entenderse que se trató de un trasunto inadvertido, más no de la
exteriorización de un reparo genuino en contra de la decisión que deja por fuera del
contradictorio a Ecopetrol. En ese orden de ideas, no hay razón para acoger la
solicitud de Ecopetrol como parte del análisis que le concierne a la segunda
instancia y, antes bien, habrá de decirse que lo decidido por el Tribunal respecto de
este demandado (Ecopetrol) no fue objeto de discrepancia y, en tal virtud, lo resuelto
por el a quo sobre ese particular se aparta del ámbito del recurso.
3.2.3. ¿Es suficiente con establecer que las Aseguradoras deben asumir la condena
conforme a las condiciones estipuladas en cada póliza, o debe el juez de la
reparación hacer una distribución concreta de la condena respecto de cada una de
las llamadas en garantía?
La Sala precisa que las copias de los documentos simples que respaldan los hechos
que se relacionan a continuación, estuvieron a disposición de las partes en este
51
Cfr. Folios 2278 y 2279, c. ppal.
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52 El articulo 187 del código de Procedimiento Civil (CPC), aplicable en este caso, enuncia que las pruebas
deberán ser apreciadas en conjunto de acuerdo con las reglas de la sana critica, sin perjuicio de las
solemnidades prescritas en la ley sustancial para la existencia o validez de ciertos actos. De las pruebas
documentales allegadas como medios de convicción a este proceso, los documentos aportados en copia
auténtica serán tratados como medios hábiles y su eficacia probatoria será valorada conforme a las reglas de
la sana critica; así mismo, las copias simples traídas al plenario serán tenidas en cuenta, puesto que no han
sido objeto de tacha de falsedad por la parte contra la cual se aducen. Reépecto a su alcance, los documentos
públicos, de conformidad con el artículo 264 del CPC, hacen fe de su otorgamiento, de la fecha y de las
declaraciones que en ellos haga el funcionario que lo autoriza; a su vez los documentos privados tal como lo
dispone el articulo 279 del CPC, tienen el mismo valor probatorio que lós documentos públicos, ya sea entre
quienes los suscribieron y sus causahabientes como respecto de terceros
11 El referido convenio obra a folios 154-167, c. 1
14 Acta de entrega de fecha 20 de noviembre de 1997, visible a folios 159-160, c. 1.
11 Convenio obrante a folios 334-336, c. 1
16 En dicho otrosí, frente a la cláusula quinta del convenio, expresamente se pactó: "El manejo del Proyecto
estará a cargo del DEPARTAMENTO y de un gerente designado por el Gobernador del DEPARTAMENTO, ( ... )
1) todos los procesos de licitaciones, concursos o contrataciones que se deriven de la continuación de la etapa
de construcción del Proyecto, serán adelantados por la Gerencia del Proyecto, pero su adjudicación y
celebración le corresponderá al DEPARTAMENTO. 2) La suscripción de las modificaciones a los contratos de
ejecución de la etapa de construcción estará a cargo del DEPARTAMENTO. 3) La contratación que se derive
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inicialmente y se modificó'la cláusula quinta para establecer pautas del manejo del
proyecto, no obstante, las condiciones previstas en la cláusula segunda
permanecieron inalteradas o, al menos, no se allegó un documento contractual que
acreditara su modificación.
3.2.5. Está comprobado que, el 3 de agosto de 2007, sobre las 6:00 p.m., Claudia
Liceth Mejía Calle, se desplazaba como pasajera de un vehículo que provenía de
Puerto Berrío con destino a Medellín. En momentos en que el rodante pasaba por
el Kilómetro 7+400 de la doble calzada Bello Hatillo, a la altura de Metromezclas,
-
3.2.6. Se conoce que Claudia Liceth Mejía Calle sufrió quemaduras grado II y III en
el 65% del cuerpo, por lo que fue trasladada Al Hospital Universitario San Vicente
de la etapa de operación del Proyecto, se definirá por las partes mediante convenio especifico". Cfr. Folios 338-
339, c.l.
51
Instrumento contentivo del aludido contrato, visible a folios 340-358, c. 1.
56
Quien expidió inicialmente la póliza fue la compañía Agrícola de Seguros S. A.; no obstante, la
Superintendencia Financiera, mediante Resolución S.F.C.0810 del 4 de junio de 2007 Aceptó la cesión de
activos, pasivos, contratos y de cartera de seguros de la Compañía Agrícola de Seguros S.A., a favor de
Compañía Suramericana S.A. Asiobra en la certificación emitida por la mencionada Superintendencia, visible
a folios 2026-2032, c. 4.
19 Documento de póliza, visible a folios 178- 181, c. 1.
60
Documento de póliza, visible a folios 202-240, c. 1.
61 Así lo demuestran los certificados: (i) certificado 01 de la póliza de Seguros Generales Suramericana S.A.,
con vigencia desde el 29/08/2006 hasta el 28/08/2008 (ti. 178, c. 1) y, (ü) póliza de Ace Seguros S.A. con
vigencia desde el 2007/05/11 hasta el 2008/05/11 (folio 2002, c. 1).
62
De ello dan cuenta, entre otros, los testimonios de John Jairo Vélez Mejía y Yudy Zulia Muñoz Viene, quienes
se transportaban en el mismo vehículo con Claudia Liceth. Folios 864-868, c. 3.
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3.2.8. Se sabe que, en vida, Claudia Liceth Mejía Calle detentaba dos profesiones,
la de odontóloga y la de contadora pública. De esto dan cuenta, la Resolución No.
5-0737 del 5 de marzo de 2001 de la Dirección Seccional de Salud de la
Gobernación de Antioquia, que la autorizaba para1 ejercer la profesión de
odontóloga en el territorio nacional67, de un lado y, de otro, la tarjeta profesional
de contadora pública No. 63868 T.68
63 Así lo acredita la certificación expedida por el Hospital Universitario San Vicente de Paúl que, sobre la
información de ingreso dice: "paciente que sufre quemaduras por gas volátil ( ... ) ingresó al Hospital de
Copacabana donde le realizaron los primeros auxilios, curación de heridas y luego es remitida ( ... ) Diagnóstico:
quemaduras de grado II y II del 65% del área corporal, falla orgánica múltiple (...) causa básica de la muerte:
falla orgánica múltiple ( ... ) condiciones de salida: muerte". Folio 25, c. 3.
En el mismo sentido la historia clínica del mencionado Hospital, folios 2013-2025, c. 4.
64 Conforme lo demuestra el registro civil de defunción No. 2111747 obrante a folio 7, c. 1.
65 Sobre los hechos del incendio, el informe de emergencia del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de
Copacabana, señala que a las 18:06 del 3 de agosto de 2007 arribaron- al lugar, rencontrando "una gran
conflagración del oleoducto, en la vía 4 carros totalmente incinerados y.3 viviendas atrapadas por la gran
concentración de humo ( ... ) causas "rompimiento de tubería por caterpillér en la construcción doble calzada
Bello-Hatillo, produciendo un derrame de combustible y grandes presiones'donde se encontró con un punto de
ignición" Folios 1062-1067, c. 4. En similar sentido obra certificación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de
Bello. FI. 1084-1085, c. 4).
66 Sobre este hecho, el testigo Juan Diego León Toro —gerente del proyecto Aburrá Norte para la época del
accidente— refirió, "conocí de dicho accidente que había sido originado p'o'r un operador de un buldózer (sic)
que estaba ejecutando un peinado de un talud y había tocado el oleoducto generando un rompimiento en dicha
conducción que a la postre causó un incendio en el producto que se bombeaba en ese momento, dicho
accidente ocasionó incendios a vehículos que en ese momento transitaban por el lugar y que se había
generados daños a bienes y personas por este percance. ( ... ) en las reuniones inmediatas a los hechos en mi
calidad de gerente, con el gerente de hato vial (sic) quedó muy claro que la empresa Hato Vial SA asumiría la
responsabilidad total del incidente o accidente y que entrarla a resarcir todos los daños que se hubieran
generado ( ... ). Folios 873-874, c. 3. En el mismo sentido, Maria del Pilar Delgado Bonilla —subdirectora de
interventoría—, quien declaró que, "previo a la iniciación de dicho descápote se tenía conocimiento que el
espesor del descapote era aproximadamente de treinta centímetros y que en el sector se encontraban bolas de
piedra, se inició la actividad de descapote y según testimonio del conductor del equipo, él con su máquina sintió
en el piso rechazo siguiendo con la actividad pensando que se trataba..de una piedra, cuando de manera
inesperada se presenta la explosión'. Folios 877-878, c. 3. Sobre ese particular, también, Mónica Gisele Ochoa
Charry — directora de operación y mantenimiento de Hatovial para la épóca de los hechos—, manifestó que
cuando llegó al sitio ya se habían traslado a las víctimas, no obstante, "vi laT máquina y vi el lugar con los restos
del incendio". Folios 7-8, c. 4. ii
Así mismo, el informe presentado por la interventoría AIM Ltda., que sobre él particular dice: "El día 3 de agosto
de 2007, a las 18:30 horas aproximadamente, se registró en el k 7±459 a la altura de Metromezclas, en
jurisdicción del municipio de Copacabana, una explosión ocasionada porIa rotura del poliducto Sebastopol —
Medellin, derivada de los trabajos de construcción de la Doble Calzada Niquía — El Hatillo para iniciar las labores
de descapote en el tramo k 7+420 a k 7+500; el Concesionario contaba con un buldózer (sic) CAT D6R modelo
2007, operado por el señor Darío de Jesús Isaza Osorio, quien era conocedor de la existencia de la tubería. En
forma inexplicable la máquina perforó el tubo provocando la salida a presión del combustible, con la consiguiente
explosión, comprometiendo viviendas, vehículos y personas que se transportaban por el lugar en el momento
del accidente". Dentro del informe de personas lesionadas se incluye a Claudia Liceth mejía Calle. Folios 2060-
2065, c. 4.
67
Folio 31, c. 1.
68
Folio 32, ci.
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3.3.1. Competencia
La Sala es competente para conocer el caso objeto de estudio, en virtud del recurso
de apelación interpuesto por las partes, en un proceso con vocación de segunda
instancia ante el Consejo de Estado, de acuerdo con los artículos 129 y 132.6 del
C.C.A.74 y, la acción procedente es la de reparación directa prevista en el artículo
86 del CCA, vigente para la época, comoquiera que en el presente caso se busca
la reparación del daño generado por hechos lesivos derivados de obras ejecutadas
en una vía pública.
Para incoar en tiempo la acción de reparación directa, el artículo 136.8 del Código
Contencioso Administrativo (CCA) fijó un término de dos (2) años, contados a partir
del día siguiente al acaecimiento del hecho que da lugar al daño por el cual se
demanda la indemnización. El vencimiento de este período sin que se haya hecho
ejercicio de la acción produce la extinción de esta última por caducidad. En el caso
69
Contrato de trabajo visible a folios 33-35, c. 1.
70
Tal como se anota en la certificación expedida por COODAN, obrante a folio 918, c. 3.
71
De ello dan cuenta: (i) la certificación expedida por COODAN en la que hace constar que Claudia Liceth Mejía
Calle laboró desde el 7 de junio de 2004 al 7 de agosto de 2007, en el cargo de odontóloga de la IPS Puerto
Berrío, en contrato a término indefinido y con asignación mensual de $2.500.911. (folio 1058, c. 4) y, (u) la
declaración rendida por Ruby Hernández de Aranzazu —gerente de la Cooperativa de Odontológica de Antioquia
COODAN—. Declaró que Claudica Liceth trabajaba en dicha Cooperativa desde 2004 hasta cuando falleció y
que su horario era de 48 horas a la semana, de lunes a sábado y que, para la fecha de su deceso devengaba
$2.500.911 de salario básico que, luego de deducciones quedaba en $2.199.172. Folios 881-885, c. 3.
Tal como se establece a partir del registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de
ltagüi. Folio 6, c. 1
71
Como se observa a partir del registro civil de matrimonio No. 149148, entre Simplicio Horacio Mejía Correa y,
Luis Elena Calle Correa (apellido de soltera), obrante a folio 23, c. 1.
"
De acuerdo con lo consignado en el artículo 40 de la Ley 446 de 1998, la cuantía requerida para que un
proceso tuviera vocación de doble instancia debia superar, en su pretensión mayor los 500 SMLMV para la
época de la radicación de la demanda, equivalentes a $248.450.000. La parte actora presentó la demanda el 3
de abril de 2009 (Folio 91, c. 1), en la que, tan solo por lucro cesante estimó la pretensión en $ 338.012.441 (Folio
78, c. 1), cifra que, supera la cuantía establecida.
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Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
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concreto se advierte que la demanda fue impetrada dentro del término legalmente
establecido, habida cuenta que el daño, consistente en el fallecimiento de Claudia
Liceth Mejía Calle, acaeció el 7 de agosto de 2007, mientras que la demanda se
formuló el 3 de abril de 200976, esto es, sin que hubieran trascurrido los dos años
que se tenía para ese propósito77.
Claudia Liceth Mejía Calle, se encuentran legitimados los señores: Luisa Elena Calle
de Mejía —madre-78, Luis Fernando79, Jorge Horacio80, Luis Guillermo81, Ana
Gloria82, Beatriz Elena 83, Martín Alberto84, Víctor Jaimel5 y Martha Luz Mejía Calle 86
—hermanos—, y, en condición de sobrinos: Diana Marcela Mejía Monsalve87, Daniel
Fernando88 y Sergio Alonso Mejía Álvarez89; Sara Elena Mejía Vásquez90; Juan
Esteban91 y Laura Andrea Mejía Londoño92.
Así lo acredita el registro civil de defunción, serial No. 2111747, obrante'a folio 7, e. 1.
76 Conforme a sello de radicación visible a folio 71, c. 1.
77 Esto, sin que sea necesario tener en cuenta el término de suspensión que se dio con ocasión del trámite de
conciliación extrajudicial. Cfr. Acta No. 004 del 26 de enero de 2009, expedida por La Procuraduría 32 Judicial
II Administrativa de Medellín, obrante a folios 66-68, e. 1.
78 Mediante registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notária Primera de ltagüi, se establece
que Claudia Liceth Mejía Calle era hija de Luisa Elena Calle de Mejía. Folio 6, c. 1.
'° Con registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaria Primera de Envigado, se establece
que Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Luis Fernando Mejia Calle. Folio 8, c. 1.
10 A través del registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se
establece que Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Jorge Horacio Mejía Calle. Folio 9, c. 1.
81 Mediante registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se
establece que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Luis Guillermo Mejía Calle. Folio 10, c. 1.
82 Con registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaria Primera de Envigado, se establece
que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Ana Gloria Mejía Calle. Folio 11, c. 1.
83 A través del registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se
establece que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Beatriz Elena Mejia Calle. Folio 12, c. 1.
84 Por registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Primera de Envigado, se establece que
Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Martín Alberto Mejía Calle. Folio 13, c. 1.
85 Mediante registro civil de nacimiento —sin número— expedido por a Notaría Primera de Envigado, se
establece que Claudia Liceth Mejía Calle era hermana de Victor Jaime Mejia Calle. Folio 14, c. 1.
86 Conforme a registro civil de nacimiento —número 661103— expedido pór la Notaría Primera de Envigado, se
establece que Claudia Liceth Mejia Calle era hermana de Martha Luz Mejia calle. Folio 15, c. 1.
87 Por registro civil de nacimiento —sin número— expedido por la Notaría Cuarta del Círculo de Medellin, se
establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Diana Marcela Mejía r1onsalve, en tanto esta última es hija
de Jorge Horacio Mejía Calle. Folio 16, c. 1. -
Con registro civil de nacimiento —número 830912— expedido por la Notaría Cuarta del Circulo de Medellín,
se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Daniel Fernando Mejia Alvarez, en tanto este último es
hijo de Luis Fernando Mejía Calle. Folio 21, c. 1.
89 Mediante registro civil de nacimiento —número 861124— expedido por la Notaría Doce del Círculo de Medellín,
se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tia de Sergio Alonso Mejía Álvarez, en tanto este último es hijo
de Luis Fernando Mejía Calle. Folio 22, c. 1.
° A través del registro civil de nacimiento —número 921210— expedido por la Notaría Séptima del Circulo de
Medellín, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Sara Elena Mejía Vásquez, en tanto esta última
es hija de Martín Alberto Mejia Calle. Folio 17, c. 1.
91 Mediante registro civil de nacimiento —número 260591— expedido pór la Notaría Segunda del Círculo de
Envigado, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Juan Esteban Mejía Londoño, en tanto este
último es hijo de Jorge Horario Mejía Calle. Folio 18, c. 1.
92 A través del registro civil de nacimiento —número 90030753355— expedido por la Notaría Diecisiete del Circulo
de Medellin, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Laura Andrea Mejía Londoño, en tanto esta
última es hija de Jorge Horacio Mejía Calle. Folio 19, c. 1.
14
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
La Sala no encuentra fundamentos válidos para acoger esa protesta, ya que las
modificaciones que se realizaron a través del mencionado otrosí, si bien incluyeron
nuevas pautas para el manejo del proyecto, otorgándole al Departamento tareas
específicas en ese ámbito, lo cierto es que la cláusula segunda del convenio
permaneció incólume, siendo que en ella se pactó: "Las responsabilidades
contractuales y extracontractuales que se deriven de la ejecución,
mantenimiento y operación del proyecto, serán asumidas por las partes, en
igual proporción a los aportes económicos al proyecto" -Cfr. hecho 3.2.2.-
estipulación que, valga decirlo, se acompasa con el principio ubi emolumentum ¡bi
onus esse debet [donde está la utilidad debe estar la carga]93, de cuya aplicación se
obtiene que, cuando la administración contrata la ejecución de una obra pública es
como si la ejecutara directamente. Adicionalmente, tanto le cabe responsabilidad al
Sobre este principio se ha dicho que: 'según la jurisprudencia decantada frente a casos de esta naturaleza,
cuando se trata de daños ocurridos con ocasión del desarrollo de una obra que la Administración contrató, su
análisis debe realizarse bajo el principio ubi emolumentum ibi onus esse debet (donde está la utilidad debe estar
la carga), que prevé las consecuencias de la responsabilidad en cabeza de quien se beneficia de la obra, por
lo que la administración funge como ejecutora, pues tiene la titularidad de la obra, de manera que no puede
oponer a terceros los eventuales pactos de indemnidad que celebre con el contratista". consejo de Estado,
Sección Tercera, Subsección c, sentencia del 14 de octubre de 2021. Radicación número: 76001-23-31-000-
2009-00703-02(53448). En el mismo sentido, consejo de Estado, Sección Tercera, sentencias del 3 de mayo
de 2007, exp. 19420; del 11 de mayo de 2017, proceso No. 25000-23-26-000-2003-01208-01(39901); y del 26
de febrero de 2015, proceso No. 44001-23-31-000-2001-00706-01(25640).
15
Radicado No, 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Área Metropolitana del Valle de Aburrá que su relación con la obra no era
estrictamente de raigambre económica como aduce, Rües nótese que ostentaba la
titularidad de la licencia ambiental conferida para el tramo Bello-Hatillo, según lo
acredita la Resolución No. 706 del 30 de junio de 1998, tal como lo certificó la
Corporación Autónoma Regional del Centro de Anioquia94. Así las cosas, el
argumento defensivo de esta demandada no tiene lá capacidad de redargüir la
responsabilidad que le enrostró la primera instancia y, por lo mismo, la decisión de
primer grado, en ese sentido, será ratificada.
Respecto del reconocimiento de perjuicios en favor de. los dos sobrinos de Claudia
Liceth Mejía Calle [Juan Esteban y Laura Andrea Mejía Londoño95], alzaron su
protesta la Concesión Aburrá Norte S.A. Hatoviáj S. A., Seguros Generales
-
Así las cosas, los sobrinos, por ubicarse en el tercer, nivel, requieren probar el
parentesco el cual está acreditado a partir de los registros civiles de nacimiento97
-
que no dejan lugar a dudas que se trata de los sobrinos de Claudia Liceth— y, a
su vez, la relación afectiva. Sobre la base de esta últina exigencia —demostrar la
relación afectiva—, se pasará revista a las pruebas c9 4 llegadas con tal cometido,
dejando claro que no se tendrán en cuenta las declaréciones de parte, pues, a la
14 Certificación existente a Folio 1070, e. 4.
95 Se reitera que, aun cuando, en la parte motiva se dijo que el reconocimiénto recaía en favor de Juan Esteban
Mejía Londoño y Sara Elena Mejía vásquez (sic), lo cierto es que en la resolutiva ese reconocimiento no se le
otorgó a Sara Elena, sino a Laura Andrea Mejía Londoño, pues fue respeçjo de esta última y su hermano Juan
Esteban que el Tribunal acogió los asertos de la prueba testimonial.
Respecto de los demás sobrinos indicó que no se hacía ningún reconocimiento dado que, "no se demostraron
los lazos afectivos y existentes".
96
Consejo de Estado, Sala Plena, sentencia de unificación del 26 de agosto de 2014, Radicación número:
66001-23-31-000-2001-00731-01(26251).
11 Mediante registro civil de nacimiento —número 260591— expedido por la Notaria Segunda del Círculo de
Envigado, se establece que Claudia Liceth Mejía Calle era tía de Juan Esteban Mejía Londoño, en tanto este
último es hijo de Jorge Horario Mejía Calle. Folio 16, c. 1. Así mismo, airavés del registro civil de nacimiento
—número 90030753355— expedido por la Notaría Diecisiete del Círculo de Medellín, se establece que Claudia
Liceth Mejía Calle era tía de Laura Andrea Mejía Londoño, en tanto esta última es hija de Jorge Horacio Mejía
Calle. Folio 19, c. 1.
16
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
luz de los artículos 194 9 203 del C.P.C., norma aplicable al caso, esta prueba
tenía como finalidad medular provocar la confesión de la parte contraria98, de ahí,
que ninguna utilidad reviste esta prueba para los efectos que aquí se persigue. En
consecuencia, la prueba a la que se acudirá para ese propósito será la testimonial,
teniendo que aquella se reduce, a tres testimonios; así: por un lado, se encuentra
la declaración de la señora Lucía Inés Montoya Correa99, la cual indicó que
conoce a Luisa Elena Calle de Mejía porque fue su vecina por 46 años y conoció
a Claudia desde pequeña, conoce a los hermanos y sobrinos. Sobre el particular
depuso: "Pues Claudia vivía con la mamá y también con Jorge Horacio y Martín,
hermanos de Claudia y lbs dos nietos hilos de Jorge, que son Laura y Juan
Esteban que estaban muy pequeños. Dependían económicamente de Claudia,
porque Jorge es separado y siempre ha vivido ahí con la mamá. Y Martín también
es separado, pero él ve por la obligación de él, o sea que no tiene la hija con él.
Digo Jorge porque tiene ;dos hijos que viven ahí y ellos se lucraban de lo que
Claudia entraba" - se resalta-. A su turno, Guillermina Hoyos de Rendón100,
también vecina de la 1 familia, al preguntársele a quién más ayudaba
económicamente Claudia: contesto' "A la mamá no más... .Ahhh y a unos sobrinos
que tenía ella, que se llaman Laura y Juan ( ... ) Les daba estudio y alimentación
( ... ) son hijos de un hermano de Claudia que se llama Jorge. Uno de ellos ya salió
de estudiar, el otro está estudiando todavía" y, finalmente, Ana Patricia Suárez
Osorio101 —Contadora—, conocía a Claudia y, por ese conducto a su familia desde
1986, sobre este aspecto testificó: "yo sé que le colaboraba a la mamá y tenía
unos sobrinos que por efecto de separación de los padres, ellos les estaban dando
alimentación, casa y educación ( ... ) Yo sé que eran tres sobrinos. Dos niñas y un
niño, pero no recuerdo sino el nombre de la niña que se llama Diana Mejía". Aun
cuando esta última testigo no brindó información clara, lo cierto es que, de lo
expuesto por las dos vecinas de la familia, se comprobó que Claudia vivía junto a
su mamá, dos hermanos y sus dos sobrinos de nombre Juan Esteban y Laura.
Respecto del lucro cesante reconocido en favor de la señora Luisa Elena Calle de
Mejía, en su calidad de madre de Claudia Liceth, se hicieron los siguientes reparos:
(i) la parte actora considera que se debe incluir en la base de liquidación los ingresos
98 Distinto a como ocurre en vigencia del CGP (art. 372) norma que posibilita que la declaración de parte pueda
ser valorada por el Juez, más allá de la finalidad primitiva de buscar una confesión.
99 Testimonio obrante a folios 340-343, c. 6.
100 Testimonio obrante a folios 344345, c. 6.
17
Radicado No. 0500123310002009 00639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
102
Consejo de Estado! Sección Tercera - Sala Plena, sentencia del 6 dé abril de 2018, Radicación número:
05001-23-31-000-2001-03068-01(46005)
Aunque esas reglas están consideradas sobre la base del hijo menor de 25 años que fallece, nada obsta para
que se aplique cuando el hijo exceda esa edad, "si se demuestra en el poceso la dependencia económica u
otras circunstancias". Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección 6, sentencia del 12 de julio de 2019,
Radicación 05001-23-31-000-2005-07627-01(48185)
103
Ibidem.
104
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sala Plena, sentencia del 18 dejuho de 2019, Radicado 73001-23-31-
000-2009-00133-01(44572).
Aunque esta sentencia está dirigida, prima facie, a unificar reglas sobre el reconocimiento y liquidación de
perjuicios materiales en materia de privación injusta de la libertad, al¡¡ se,consagra que, tales reglas, deberán
hacerse extensivas "a los eventos en los cuales le corresponda al juzgador determinar la existencia y el monto
de perjuicios materiales de la misma clase".
105
Dieta la jurisprudencia sobre este tópico: "El ingreso de los independientes debe quedar también
suficientemente acreditado y para ello es necesario que hayan aportado, por ejemplo, los libros contables que
debe llevar y registrar el comerciante y que den cuenta de los ingresos percibidos por su actividad comercial o
remitir, por parte de quienes estén obligados a expedirlas las facturas' de venta, las cuales tendrán valor
,
1.
18
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
lícita, más no el monto del ingreso devengado, se tendrá en cuenta el valor del
salario mínimo al momento de la sentencia culmen del proceso de reparación
directa: iii) "Se puede reconocer un incremento del 25% al ingreso base de
liquidación, por concepto de prestaciones sociales, siempre que: a) así se pida en
la demanda y, b) se pruebe suficientemente que el afectado con la medida
trabaiaba como empleado al tiempo de Vos hechosi pues las prestaciones
sociales son beneficios que operan con ocasión de una relación laboral
subordinada", es decir, no aplican frente al ejercicio de actividades independientes.
Aplicados los anteriores criterios al sub líte, en primer lugar, se tiene acreditado
que para el momento de su fallecimiento, Claudia Liceth ejercía una actividad
productiva, pues laboraba como odontóloga para la Cooperativa odontológica de
Antioquia COODAN en la IPS de Puerto Berrío Antioquia 116 ; en segundo lugar,
-
-
de los testimonios y las declaraciones de parte —que, para estos efectos sí cobran
eficacia probatoria107—, se pudo establecer que Claudia Liceth contribuía a la
manutención y velaba económicamente por su madre, la señora Luisa Elena Calle
de Mejía108 quien, para la fecha del fallecimiento de su hija contaba con 78 años 109;
no obstante, también se demostró que la señora Luisa Elena percibía una pensión
de sobreviviente por parte de su esposo, porque así lo refirió la testigo Guillermina
Hoyos de Rendón y, en sus declaraciones Martha Luz Mejía Calle° y Víctor Jaime
Mejía Calle111; como también, está demostrado que la señora Luisa Elena, además
de Claudia, tenía ocho hijos más, todos mayores de edad, pues se trata de las
mismas personas que, en calidad de hermanos, concurren al presente
contradictorio.
De esta manera, el hecho de que esté demostrado que la señora Luisa Elena
percibía un ingreso —salario mínimo— por concepto de la pensión de sobreviviente
de su esposo y, que los restantes hijos, al estar en edad de trabajar, estaban en
situación de contribuir económicamente al sustento de la madre, no es suficiente
para concluir que la señora Luisa Elena, ante la ausencia de Claudia, podía
procurarse su propia subsistencia sin ver menguadas sus condiciones de vida,
porque, en todo caso, la prueba testimonial refiere que aquella necesitaba de la
ayuda que Claudia Liceth le prodigaba; así mismo, el ingreso de la pensión no
alcanza a compensarse con lo que, de forma complementaria, percibía como
ayuda de su fallecida hija, entre otras razones, porque está acreditado que a pesar
de ese ingreso pensional, requería la ayuda económica de Claudia Liceth. No
probatorio siempre que satisfagan lós requisitos previstos en el Estatuto Tributario , o que se haya allegado
cualquier otra prueba idónea para acreditar tal ingreso.". En caso de factura, se exige que cumpla los requisitos
del articulo 615 del E.T.
°° Contrato de trabajo visible a folios 33-35, c. 1.
107
Pues se analizan a la luz de las invocaciones de las demandadas quienes fueron las solicitantes de la prueba.
108
Asilo refieren los testimonios de (i) Lucia Inés Montoya Correa, quien, sobre ese particular indicó: era la que
veía por la mamá de un todo y por todo ( ... ) Pues Claudia vivía con la mamá ( ... ) La comida, los gastos, la
vestía, la droga, la sacaba mucho a.pasear en los tiempos de vacaciones de ella y cuando venia que se estaba
por ahí ocho días la sacaba. De resto doña Elena no salía a ninguna parte sola sin Claudia (fis. 340-343, c. 6);
(u) Guillermina Hoyos de Rendón que, al punto señaló que Claudia que era la que se encargaba de las
obligaciones de la casa, "después que Claudia murió, la mamá ha tenido muchos inconvenientes como en la
alimentación, como en médico, como en medicinas, porque ya ella no está devengando sino la pensionsita (sic)
del esposo. Y luego la pensionsita (sic) de Claudia. (folios 344-345, c. 6.).
109
Como se concluye a partir del registro civil de matrimonio No. 149148, obrante a folio 23, c. 1.
110
Martha Luz Mejía Calle. Indicó que su mamá percibía un mínimo de la pensión de sobreviviente de su padre
y que, el resto de gastos se los cubría Claudia Liceth. Refirió que para esa época su mamá vivía con Juan
Esteban y Laura Andrea Mejía Londoño. Folios 255-256, c. 6.
111 Al respecto, este declarante dijo: 'ella tiene una pensión que es un mínimo" Folio 301, c. 6.
Aun cuando se sabe que también estaba reclamando judicialmente la pensión de sobreviviente por parte de
Claudia, dado que a folios 259-263—c. 6, se allegó sentencia de primera instancia de dicho trámite, lo cierto es
que no se encuentra demostrado que tal decisión hubiera cobrado firmeza, en tanto se trataba, como ya se
indicó, de la sentencia de primera instancia.
19
Radicado No. 060012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Así las cosas, como la jurisprudencia señala que, cuapdo se trata de personas
solteras, como en efecto está demostrado que lo era Claudia Liceth Mejía Calle,
"lo esperado es que el 50% de sus ingresos sean destinados para su manutención y
el 50% restante para la ayuda de quien haya acreditado su dependencia"114, en el
caso particular, por las razones anotadas, ese 50% deberá dividirse en proporción al
número de hijos de la señora Luisa Elena, que, por estar.? en edad de producir, tenían
el deber de contribuir a la manutención de su mamá115. Esb resultante (50/8), equivale
al ingreso que le correspondía a Claudia destinar al débito alimentario que tenía con
su madre.
Ahora, sostienen los apelantes que el porcentaje acreditádo de gastos de Claudia era
superior al 50% de sus ingresos, sin embargo, no hay prueba de la que se pueda
deducir con certeza lo que afirman los demandados, pues, ellos parten del hecho que
Claudia, al laborar en Puerto Berrío allí pagaba un arriendo y, aun cuando está
demostrado que así era' 16, no existe prueba que señale Cuánto era ese monto, ni qué
proporción representaba respecto de los ingresos. En igual sentido, Aun cuando Ana
Patricia Suárez Osorio, al declarar, refirió que sabía que Claudia Liceth "estaba
haciendo una inversión grande en la casa que estaba construyendo en El Cortijo de
San José de Sabaneta"117, ninguna alusión hizo al gasto que ello le representaba;
luego entonces, al no existir una prueba que de forma concluyente indique un
porcentaje de gastos superior al 50%, se tomará el porcentaje que inicialmente ha
112 Ejemplo de ello, podemos citar, entre otras: (i) consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia
000-2011-00216-01(57860).
111 Además de lo establecido en la sentencia de unificación mencionad, el deber de alimentos de los hijos
hacia los padres reposa como obligación en el artículo 411 del Código Civil. Así mismo, sobre el particular la
Corte Constitucional ha dicho: "por regla general el derecho de alimentos ederiva del parentesco ( ... ). De este
modo, la obligación alimentaria se fundamenta en el principio de solidaridM según el cual los miembros de la
familia tienen la obligación de suministrar la subsistencia a aquellos integrantes de la misma que no están en
capacidad de asegurársela por sí mismos" Corte Constitucional, sentencia C- 919 del 29 de agosto de 2001. Y,
más adelante puntualizó: "La obligación alimentaria no es una que difiera de las demás de naturaleza civil, por
cuanto presupone la existencia de una norma jurídica y una situación de hecho, contemplada en ella como
supuesto capaz de generar consecuencias en derecho. b. Su especificidad radica en su fundamento y su
finalidad, pues, la obligación alimentaria aparece en el marco del deber dé solidaridad que une a los miembros
más cercanos de una familia, y tiene por finalidad la subsistencia de quienes son sus beneficiarios." Corte
Constitucional, sentencia C-1033 del 27 de noviembre de 2002.
116
En tal sentido, Ana Patricia Suárez Osorio, en su declaración refirió a gastos de arriendo "donde ella se
hospedaba en Puerto Barrio", lo cierto es que la testigo no supo precisar cuánto destinaba Claudia Liceth para
ese gasto. Cfr. FI. 309, c. 6. .
117
Cfr. Folio 313, c. 6.
20
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Queda por resolver, sí, como sostiene la parte actora, está demostrado que
también Claudia Liceth percibía ingresos por el ejercicio independiente de las
profesiones de contaduría y odontóloga. Para empezar, respecto de los ingresos
independientes como odontóloga, tal como expuso la primera instancia, debe
tenerse en cuenta que, por la modalidad de contratación que tenía con COODAN
—contrato laboral a término indefinido con prestación "de forma exclusiva" -,
sumado a los horarios que su empleador le imponía —Cfr. Hecho 3.2.9.—, resultan
controvertibles los testimonios que dieron cuenta de que Claudia Liceth atendía
los fines de semana un consultorio particular' 19, sumado a que tales declaraciones
son ambiguas en cuanto, por un lado indican que cuando Claudia estaba en
descanso o en vacaciones le dedicaba ese tiempo a salir y atender a la mamá120
y, a la vez, dicen que labora en el consultorio los fines de semana y festivos,
cuando sabido es que, al menos un sábado a la semana correspondía a su horario
laboral; esto, añadido a que no se allegó ninguna prueba adicional que le diera
soporte a los dichos de los testigos, como podría ser, a modo de ejemplo y, el
contrato de arriendo del consultorio121, o el aporte a seguridad social por esos
ingresos en condición de independiente.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sala Plena, sentencia del 18 de julio de 2019, Radicado 73001-23-
31-000-2009-00133-01(44572).
119
Al respecto, la señora Guillermina Hoyos manifestó: "ella trabajaba acá en Envigado, ella tenia una oficina
por la calle sur, pero no se la nomenclatura, y era una oficina de dentisteria. Ahí trabajaba cuando venía de
pronto de vacaciones o cuando venia de descanso" (folios 344-345, c. 6.). En el mismo sentido, Ana Patricia
Suárez Osorio, señaló que la actividad de odontología la ejercía en la carrera 48 No. 38 sur 44, consultorio
-
401 de Envigado, donde tenía los equipos con los que antes trabajaba en una Cooperativa de pilotos. Respecto
de los días que laboraba en el consultorio, indico' "Fines de semana, sábado, domingo y lunes festivo si los
hubiere'. (fis. 306-314 y 335-339, c. 6).
120
Así lo refiere Lucía Inés Montoya Correa (fis. 340-343, c. 6).
121
Pues, de acuerdo con los testimonios y declaraciones, se refirió que el consultorio era en arriendo. Así lo
refirió Ana Patricia Suárez Osorio, quien, señaló como uno de los gastos asumidos por Claudia Liceth, el
pago de arriendo del consultorio (fi. 309, c. 6.). También, así lo refirió la señora Martha Luz Mejía Calle (fis.
255-258, c. 6) y, la propia señora Luisa Elena Calle de Mejía, sobre ese particular indicó que no sabía de quién
era el consultorio; no obstante, que Claudia trabajaba allí los domingos. (folios. 251-254, c. 6).
122
Certificación del 24 de septiembre de 2007 en la que se hace constar que: "La doctora Claudica Liceth Mejía
Calle con cédula de ciudadanía ( ... ), obtenía un promedio de ingresos mensuales de $600.000 por concepto de
servicios profesionales como odontóloga en forma independiente, actividad que ejercía en los días libres
21
Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
limitó a decir que tomó los datos de una agenda de citas que llevaba Claudia y los
registró en un cuadro123. Al respecto debe recordarse'que, sin desmedro de la fe
pública que la Ley 43 de 1990 le confiere a los Contadores, para que sus
declaraciones tengan eficacia probatoria, es menester conforme lo ha establecido
la jurisprudencia que, entre otros, se acrediten los soportes en que se fundamenta
la certificación124, que, además, la certificación tenga algún nivel de detalle de
contenido contable y que estén respaldadas por comprobantes tanto internos
como externos125, situación que en el presente caso no se observa, pues la
certificación expedida por Suárez Osorio, tal como ella misma lo expuso, se porfió
de la información que le suministraron los familiares de Claudia Liceth, sin que se
denote ningún tipo de corroboración exógena. En síntesis, los ingresos adicionales
por el ejercicio independiente de contaduría no se erpuentran demostrados con
fehaciencia y, por lo mismo, no pueden ser objeto de reconocimiento.
(cuando viajaba a Medellin) en el consultorio ubicado en envigado (si c) en la carrera 48 No. 38-Sur 44
Consultorio 401". (fi. 29, c. 1).
123A1 preguntársele cómo constató los servicios de odontología relacionados en el cuadro denominado "relación
de ingresos por atención mensual a pacientes", indicó: El cuadro al que hace mención la pregunta fue un
"
resumen que yo hice de la información sustraída de los soportes mencionados en la pregunta anterior [historia
clínica de los pacientes y datos de una agenda] y que, yo estoy actuando de buena fe porque creo que es una
historia clínica donde se describe que se trabajaron, como se dice... ciertas... pues como que se trataron piezas
odontológicas de pacientes, y que en la agenda con puño y letra de la odontóloga diga que recibió los dineros
por ese servicio, es una prueba idónea para mi como contadora, para dar fe de dichos ingresos" (fi. 336, c. 6).
124
Ver, entre otras: Consejo de Estado, Subsección A, sentencia del 2 de julio de 2021, Red. 25000-23-36-
000-2014-00074-01(60263).
125
Al punto, se ha dicho "La Sala ha precisado que las certificaciones del contador o revisor fiscal constituyen
prueba contable, siempre que cumplan los siguientes requisitos : (i) expresar si la contabilidad se lleva de
acuerdo con las prescripciones legales, (u) silos libros se encuentran registrados en la cámara de Comercio
(iii) si reflejan la situación financiera del ente económico, (iv) debe tener algún grado de detalle en cuanto a los
libros, cuentas o asientos correspondientes a los hechos que se pretenden demostrar y estar respaldados por
comprobantes internos y externos y, (y) llevar al convencimiento del hecho que se pretende probar, con sujeción
a las normas que regulan el valor probatorio de la contabilidad.". Consejo de Estado, Sección Cuarta, sentencia
M 18 de noviembre de 2021. Red. 05001-23-33-000-2018-00365-01(25510).
126
Así, por ejemplo, sobre este particular, la testigo Lucía Inés Montoya Correa, narró: "Lo único que conozco
de ella es que ella era odontóloga, estaba trabajando en Puerto Barrio con Saludcoop (sic), y ella también
. . .
era contadora pero no estaba eierciendo esa profesión ( ... )". Folios 340-343, c. 6. Y, sobre este mismo aspecto,
Guillermina Hoyos de Rendón, manifestó: "Ella trabajaba en contadora en Puerto Barrio. No le sé responder
para quién trabajaba como contadora". Folios 344-345, c. 6..
127
A folio 26, c. 1, obra certificación mediante la cual Ana Patricia Suárez Osorio, hace constar que: "revisadas
las facturas de venta de asesorías contables y tributarias de Claudia Liceth Mejia calle con cédula de ciudadanía
( ... ), por el periodo 2007, pude constatar que había elaborado las facturas comprendidas del No. 19 al 45, las
cuales ascienden a la suma de dieciocho millones ($18.000.000.00) de pesos. Aclarando que la doctora Mejía
además de ser odontóloga también era contadora pública en forma independiente" dada el 27 de septiembre
de 2007".
128 Recibos obrantes a folios 316-334, c. 6
129 Estatuto Tributario- ARTICULO 615. OBLIGACIÓN DE EXPEDIR FACTURA. Para efectos tributarios, todas
las personas o entidades que tengan la calidad de comerciantes, ejerzan profesiones liberales o presten
servicios inherentes a éstas, o enajenen bienes producto de la actividad agrícola o ganadera, deberán expedir
factura o documento equivalente, y conservar copia de la misma por cada una de las operaciones que realicen,
independientemente de su calidad de contribuyentes o no contribuyentes de los impuestos administrados por
la Dirección General de Impuestos Nacionales.
22
Radicado No. 050012331000200900539 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
que uno de esos recibos había sido expedido por un hermano de Claudia Liceth
que también es contador130. Así las cosas, no le asiste razón a la parte actora al
deprecar tal reconocimiento, dado que no se encuentra demostrado.
Ra = 277.235.51
S = Ra (1+ i)0 1 -
5 = $277.235.51 0+ 0.004867)181 1
0.004867
S= $80.202.048.57.
Para quienes utilicen máquinas registradoras, el documento equivalente será el tiquete expedido por ésta.
130
Al momento de declarar. Ana Patricia Suárez Osorio, al ser preguntada por qué tuvo en cuenta la factura
026 cuando quien la expide es Luis Fernando Mejía con Nit No. 70.069.744.3 IVA, régimen común, contestó:
"Si, yo le explico, Luis Fernando Mejía es un hermano de ella, de Claudia Liceth Mejía Calle que es contador, y
tengo entendido que él hacía declaraciones con ella, y aparentemente o sea... ya habría que explicar, por qué
esos dineros los cobró Claudia. Así me dijeron. Y dentro del talonario que me suministraron para certificar los
ingresos que Claudia cobró por declaraciones de renta, estaba dicha factura y yo no podía refutarla y porque
Luis Fernando Mejía también es contador, pero eso lo cobró Claudia. Al preguntársele por qué supo que ese
dinero lo cobró Claudia, dijo: "Bueno si, porque dentro del paquete que me suministró la familia, estaba dicha
factura donde Luis Fernando Mejía, que es también contador anotó que ella lo había cobrado, a pesar de que
la factura había salido a nombre de Luis Fernando". Folio 313, c. 6)
131
Ra es la renta actualizada.
132
El comprendido desde la fecha de los hechos hasta la fecha de la presente sentencia, para un total de 181
meses.
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Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Donde:
S=Ra(1+fl54 -1
i(1 +i)n
5= 12.923.795.91
Donde:
133 El comprendido desde la fecha de la sentencia hasta la fecha de vida probable que, para este caso, se toma
la vida probable de la señora Luisa Elena calle de Mejia que, al haber nacido el 30 de mayo de 1929 —Cfr.
Hecho 3.2.10.—a la fecha .cuenta con 93 años de edad. Según la Resolución No. 0110 de 2014, la esperanza
de vida probable es de 4.5 años, equivalentes a 54 meses.
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Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Hatovial S.A., atinente a establecer si las aseguradoras deben pagar los gastos de
defensa, por cuanto esa solicitud no guarda relación con las pretensiones de la
demanda y, por tanto, no es un asunto que concierna directamente a lo que el juez
de la reparación deba resolver. Así mismo, tampoco lo hará respecto del
argumento esbozado por el Área Metropolitana del Valle de Aburra, en lo
concerniente a que las exclusiones del daño moral puro o el perjuicio moral
constituyen cláusulas abusivas, dado que, por un lado, esa protesta vino a
plantearla solamente en sede de apelación, no siendo este un escenario para
sorprender a las partes con nuevas invocaciones y, de otro lado, porque ese
asunto se aleja de la línea de defensa que atañe a la acción de reparación directa
y se acerca a una controversia de las partes en el contrato de seguro. Lo propio
ocurre con el argumento de si se deben aplicar o no los sublímites relacionados
con los daños ocasionados por contratistas y el alcance de los deducibles.
Dicho esto, en relación con la manera en que operan las dos pólizas que
constituyen garantía para el presente caso, a efectos de determinar si entran a
responder de forma concomitante, o si la una es subsidiaria de la otra y opera
solamente en exceso de la principal, lo primero que se debe acotar es que, de
acuerdo con el artículo 1036 del Código de Comercio, el contrato de seguros es
consensual y, en esa medida, prevalece el acuerdo de las partes, quienes de
manera voluntaria determinan y asumen su alcance, el cual se fija a partir de las
condiciones generales y especiales que se pacten y, de forma supletoria, conforme
a los anexos depositados por el asegurador en la Superintendencia Bancaria134.
En tal virtud, la Sala observa que, tal como consta en la póliza No. 12/3536
expedida por Ace Seguros S.A., conforme a la condición especial A), se acordó
que la cobertura de esta póliza operaría en exceso de la póliza de responsabilidad
civil que Hatovial constituyó ante el departamento de Antioquia, a la cual se le
denomino'" principal", en cuyo caso: (i) ante un amparo no cubierto por la póliza
primaria, entrará a cubrirlo la póliza de Ace Seguros, siempre que el evento esté
amparado por Ace Sequros y (u) en cuanto a las exclusiones de esta póliza, en
los numerales 24 y 25, excluye los daños fisiológicos y el daño moral puro,
respectivamente135.
134
conforme lo estipula el parágrafo del articulo 1047 del Código de comercio.
135
Folio 656, c. 2.
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Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Ahora, respecto a la apreciación que hace Hatovial sobçe la noción de "daño moral
puro", para decir que aquella no se equivale con los perjúicios morales reconocidos
por el Tribunal de primera instancia, sino que es única y exclusivamente el daño
proveniente de una lesión corporal, debe indicar la Sala que esa distinción no es
acertada y, antes bien, es perfectamente plausible asimilar "daño moral puro" con
perjuicio moral; luego entonces, si se pactó una excltisión por daño moral puro,
aquella habrá de entenderse en términos del perjuicio moral aquí reconocido. Esto,
si se tiene en cuenta que esa es una asociación que ha hecho tanto la doctrina136,
como la jurisprudencia137, pues, en últimas, el daño moral puro suele relacionarse
con la aflicción y angustia que padece una persona; es decir, con un "daño moral
en su sentido puro, esto es, entendido como el dolor, la perturbación del estado de
ánimo, el sufrimiento espiritual que padece el sujeto"1382
Hatovial S.A., en el sentido de decir que, para su caso, por tratarse de una persona
de derecho privado no le eran aplicables los artículos 176 y 177 del CCA, para el
cumplimiento de la condena, la Sala deja por establecido que, tratándose de
personas que se rigen por el derecho privado y que son congregadas en el
contencioso a través del fuero de atracción, es cierto que, respecto de aquellas,
deberá tenerse en cuenta su condición de particularS; pero, únicamente para el
análisis sobre la atribución de responsabilidad; es decir, para que el juicio de
imputación que sobre ellas recaiga se analice bajo el estatuto civi1140, conforme a
las reglas que se disponen, entre otros, en los artículos 2341, 2356 y 2359 del
Código civil, no así, para los demás aspectos procesáles que siguen su curso a
través de las normas que regulan el trámite contencioso administrativo. Como en
este caso la Concesión no apeló la responsabilidad que le fue atribuida en primera
instancia, sino lo que objeta es la aplicación de normas de mero procedimiento
136
Así, por ejemplo, respecto del daño moral puro, subjetivo, o también denominado "pretium dolofis",
Bustamante ha dicho que 'corresponde específicamente al dolor íntimo, las angustias, los padecimientos que
afectan los sentimientos de una persona". BUSTAMANTE LEDESMA, Alvaro. La responsabilidad
extracontractual del Estado, Bogotá: Editorial Leyer, 2003, p. 233-234.
137
En voces de la Corte Suprema: "vale decir cuándo del daño moral puro se trata, son condiciones
indispensables para su compensación que sea personal de quien acciona y, además, que sea cierto, implicando
esta segunda exigencia que la existencia que la intensidad del agravio alegado encuentren consistente respaldo
procesal, "toda vez que -para decirlo con palabras de la Corte- es apenas su cuantificación monetaria, y siempre
dentro de restricciones caracterizadamente estrictas, la materia en la que al juzgador le corresponde obrar
según su prudente arbitrio". Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, 25 nov. 1992, rad. 3382.
136
Cortés, Edgar. Responsabilidad civil y daño a la persona. El daño a la salud en la experiencia italiana ¿Un
modelo para América Latina?, Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2009, p. 150.
139
Cfr. Folio 789, c. 2. El documento completo de esta póliza se comprende en los folios del 781 al 800, c. 2.
140
Sobre ese particular puede verse, entre otras: consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección 8,
sentencias del 5 de diciembre de 2016, exp. 38806 y, del 30 de noviembre de 2017, exp. 44760.
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Radicado No. 050012331000200 900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
Ra = 4.648.671
W. Condena en costas
FALLA
PRIMERO MÓDIFÍCANSE los numerales 4.1 y 4.2.1. de la parte resolutiva de la
sentencia dictada el 26 de marzo de 2015 por el Tribunal Administrativo de
Antioquia, los cuales quedarán así:
INDEMNIZADO SMLMV
CLAUDIA LICETH MEJÍA CALLE (víctima) 30
LUISA ELENA CALLE DE MEJÍA (madre) 100
LUIS FERNANDO MEJÍA CALLE (hermano) 50
LUIS GUILLERMO MEJÍA CALLE (hermano) 50
ANA GLORIA MEJÍA CALLE (hermana) 50
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Radicado No. 050012331000200900639 02 (56670)
Demandantes: Luisa Elena Calle de Mejía y otros
LOLS YESR4/
Presidente
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