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Traduecidn de Horacio Pons MICHEL FOUCAULT LOS ANORMALES Curso en el Collége de France (1974-1975) Edicign establecida bajo la direcci6n de Feangois Ewald y Alessandco Fontana por Valetio Marchesti y Antonella Salomoni FONOO DE CULTURA ECONGMICA (Mexico - ARGENTINA - BRASIL - COLOMBIA - CHILE - ESPARA ESTADOS UNIDOS DE AMERICA - PERU - VENEZUELA 186 LOS ANORMALES “Tenemos un proceso circular que es muy tiplee de esas weenologtas de siber y poder. Los relevamientos mis Finos de la nueva crstianizacién, que comienta en dl siglo XVI introdujeron instieuciones de poder y especilizaciones de saber, que omaron forma en tos seminarios y los colegios; en sincesis, en unas instituci no la relacién sexual entre fos n= donde se recorta, de na manera privilegiads, dividuos, no las elaciones sexuales legtimas eilegitimas, sino el cuerpo solitario ¥ descante, El adolescente masturbador vaa se ahora la figura codavia no escaa- dalosa, pecosiyainguietanre. que asedia y asediaré cada ver mis, por el rodeo de ‘50s seminarios y eolegios que se expanden y mulkiplican, la direecién de con- iencia y ta confesin del pecado, De hecho. todos los nuevos procedimientos y replas de la confesin desurolladas desde el Conclio de Trento ~ea especie de gi- ‘ganceseainteriorizacién, en el dscurso penivencial, de la roalidad de la vida de los individuos- se foclizan secreramence en rorno del cuezpoy la mastarbacin. Terminaré diciendo lo siguiente. En la misma época, es deck. en fos siglos XVI- Xvi, vemos erecer en el ejético, ls colegos, los tllees, las escueas, toda una domestcicién del cuerpo. que es ls domesicacién del cuerpo sti. Se poner « ppunco nvevos procedimientos de vgilancis. de contol, de distribucié en el ex pacio, de noracién, eceéera. Hay toda una investidura del everpo por mecinicss de poder que procucan hacerlo a la ver décil y dil. Hay una nueva anacomta politica del cuerpo, Pues bien, si no miramos ya el ejrcro, los callers, ls escue- las primaria, ecétera, sno las técnica de la penitencia, lo que se practicaba en Jos seminars y los colegio derivador de ells, vemos parecer una investidara del cuespo que no es a del cuerpo tii, no es una investidura hecha ex el rege tro de las apres, sino en el nivel del deseo y la decencia. Frenee a la anatomia politica del cuerpo, tenemos una fisiologia moral dela carne.7? [Lo que quertia moscarls lx vee que viene son dos cosas: emo esa fisologia moral de ln carne, del cusepo encarnado, de a cane incorporida leg a coi cidit con los problemas de la disciplna del cueepo vt. a fines del siglo XVI; c6- mo se constiuyé lo que podriamos llamar una medicina pedageyica de la mastur- bracidn y cbmo esta medicina pedagdgics dels masturbucin traslads el problema del deseo hasta el del intino, problema éste que es precsamente el elemento cen- teal en la organizaci6n de ls anomalia. Asi pues. esa masturbacién recortada de rl ‘modo en ls confesién penitencal en el siglo XVI, est mastarbacisn convertida en problema pedagégic y médico, leva ls sexuslidad al campo del snomalia 7 Vest a ect, yx cd, La Said pantie ler del 421 de mars de 1973), y M How lt Seiler Pwo it ps 13717 Clase del 26 de febrero de 1975 Un nuevo procedimiento de examen: dscalifieacion dl cuerpo como carne culpabilizaciin del cuerpo por la carne ~ La direciin de concencia, e d= sarrallo del izticome eatlicey el foimeno de la psesion — Diinesin en- tre possi y brujeria ~ La poteidn de Loudun ~ La convulién como for- ru pli’ y visible del combate en el cuerpo de le poweida ~ El problema ae lost) poscldesir) y sus conviioner no ed incepta en la hinoria de la enfermedad ~ Los anticonoulivr: madulacibmetilica dela confi y de lu direccén de concienca: apelacén a la medicna; recurso a les sists isciplinaries y educativos del igh X11 ~ La convuliin come modelo new- rolégicn de la enfermedad mental LA VEZ PASADA traté de mostacles cSmo en el coranén de las prScticas peni tenciales y en el de la técnica de la direccidn de conciencia que vemos, si n0 for- mare por completo, sal menos desarollese desde el siglo XV1~ aparece el cuerpo de deseo y de placer, En una palabra, se puede decir est: a la direccin espiciual ‘yaa responder el tastorno carnal, el t2storno carnal como dominio discursivo, como campo de intervencién, como abjeso de conacimienco para esa diceccién, Del cuerpo, de esa macerilidad corporal a la que la teologia y la pedctica peni- rencial de In Edad Media eeerian simplemente el arigen del pecado, comienaa a separarse el dominio a fa ver complejo y fluctusnte de la carne, un dominio al mismo tiempo de ejetccio del poder y de objedivacibn. Se tara de un cuerpo atravesada por cada ua serie de mecanismos Iamados “aeracciones",“titilacio- ries, ecdtera; un cuerpo que es la sede de las incensidades multiples de places y delecracin; un cuerpo que esc animadl, sostenido y, eventualmence, contenido por una volunead que contiente o no consiente, que se complace o se niega a ccomplacerse, En sincesis: el cuerpo sensible ¥ complejo de Ia concupiscencia. so, creo, es el correlatvo de esta nueva técnica del poder. ¥ lo que queria mos- trarles, justamence, era que esta eilificacién del cuerpo como carne, que «a mismo tiempo una descalificacién del cuerpo come carne esta culpabilizacién 187 38 LOS ANORMALES del cuerpo por la care, que es af mismo tiempo una posiiidad de discurso € invescigacién analfica del cuerpo: esta asignacin, ala ver. de fa culpa en el cuerpo y de Ia posibilidad de objetvar este cuerpo como carne, rodo esto, es cO- rrelativo de lo que podemos llamar un nuevo procedimiento de examen. Inventé mostrarles que ex examen obedeci a dos reglas. Por una pare, debe ser, en la miayor medida posible, eoextenso con fa totalidad de la exstenca: ya sea ef que se efecrin en el confesionaco,lyal el que se realiza con el dietor de con- ciencia, se eraa de todas formas de hacer pasar por el filtro de examen, el andl: sis y el discurso la ratalidad de a exitencia. Todo lo que se dice, todo lo que se hace debe pasut a ravés de era cuadricula discuriva, Por ott parte, ese examen ‘est inseo en una celacién de autoridad, una rlacin de poder, que es aver, muy excicea y muy exclusiva. Hay que contarle todo al dicecror, es cierto, 0 al confesor, pero nada més que 2 él. El examen que earactetita esa nuevas eécnicas de la direceién espiriual obedece, entonces, alas gla de exhaustividad, por un lado, y de exclusivdad, por el oto, De modo que legamos 2 asco, Desde su apa- sicién como objero de un discurso analitcoinfinito y de una vigilancia conscan- te, lame est ligds. a la ver, a Ia iateoduecién de un procedimiento de ext sen completo y als de una regla de silencio concta. Hay que decielo rod, pero sdlo aqut y a dl. Séo hay que decielo en el confesionario, dentro del acto de pe- nitencia 0 del procedimiento de diteccién de concienci Por to canto, no hablar sino aguty 2 él no es, desde luego, una cegla fundamental y originaia de silencio ala que se superpongs. en ciertos casos y a ttalo de corrective, fa necesidad de tuna confesién. De hecho, tenemos esta piezs comple (de la que les hablé la ve, pasa) en que ef silencio, cel eel sfencio, th regla det no dect, es cortelaiva de otto mecanismo, que es el mecanismo de la enuncici cies todo, pero sélo debes hacerlo en cirtas condiciones, dentco de certo reual y ance ciere persona bien determinads. En orcas palabras, no se ingresa en una época en gue la carne deba por fin reducrs a silencio, sino en una era en que aparece como corielatva de un sistema, de un mecanismo de poder que enteafa tna discusividad exhaustiva y ua silencio circundante dispuesto en corno de esa confesién obligatoria y peemanente. El poder que se ejerce en ts direccin espici- tual, por ende, no planca el silencio, el no decie, como regla fundamencal lo posrula simplemente como adyuvante necesvio © condiciéa de funcionamienco dde ls regla. completamente positva, de la enunciacién, Ca caene es lo°que se nnombra a carne es aquello de que 5 habla, la carne es lo que se dice. La carne es esencialmence,en el siglo XVit(y seguirésiéndolo en los siglos xvi y X1X), no lo ue se hace, sino lo que se confiss: como es posible eonfesatla en buenas condi iones, hay que eallaca, ademis,en todas las oct preciso que enun= CCLASE DEL 26 DE FEBRERO DE 1975 189, La chase pasada eraé de eeconstruir mds © menos la historia de esta especie de aparato de la confesinsilencio. Est claro que este aparato, esta técnica de la diecci¢n espirinual que hace aparece la carne como ss objero o como el ob- jero de un discurso exclusiva, no fue dela incumbencia de la rotalidad de la poblacin cristina. Ese aparato de contol difcly stl ee cuerpo de deseo y placer que nace en correlacién eon él no conciemnen, desde luego, mds que & luna delgads capa de la poblacion, Ja que pude ser alcanzads por esas formas complejas y sutiles de crisianizacién: ls capas ms altas de la poblacin, los - rminatios, fos conventos. Bs evidence que, en Ia inmensa trama de fa penitencia anual que fa mayoria de las poblaciones urbsnas 0 rurales practicaban en los sx los XvI1 y XvIt (la confesién para la comunin pascual), no se encuentra casi nada de esos mecanismos relatvamente suiles. Sin embargo, creo que tienen importancia por lo menos por dos razones. Aludiré ripidamente a ta primera; cen la segunda, en cambio, me exeenderé La primers: sin duda, esa parce de esta cécnica que se desarolls (desde In sequnds mitad del silo xv y, en Franca, sobce cod, desde el igo xt!) el mis- ticismo eatéico, en el. cual el tema de la came tiene una importancia ean grande. En Francia, consideren rodo lo que pas6, codo lo que se dijoencre el padre Su fin y Madame Guyon.! Es indudable que esos tems, esos nuevos objetos, es rueva forma de discurso, esaban vinculados a la nueva técnica de la diteccién spiritual, Pero creo que, de una manera mds ampli -o, si no més ampli, al ‘menos mis profunda-, vemos aparecer exe cuerpo de desco, ese cuerpo de La concupiseencia en ciereas capas de la poblacién que estarian més extendidas 0, cn toda exto, pondcinn en acca wns seie de procesos més profundos que e) discurto del misticismo un poco soisticado de Madame Guyon. Quiero hablar de lo que podria designarse como el fence de la crstianizacién en profundida. En la cumbee, el aparato de la direccién de conciencia hace surgit, por lo tanto, esas formas de misticismo que tec les mencioné. ¥ después, abajo, suse cia otro Fendmeno que esti ligado al peimero, que le responde, que encuentra «en dl toda una serie de mecanismos de apeyo peto que fnalmente, va a ener un destino muy distnco: el fenémeno de la poses. Yo creo que la posesién, €o- :no fendmeno muy tipico de Ia introduccién de un nuevo aparato de conttol y poder en la Iglesia, debe ponerse ence a Fente con la brjera, de la que se dis ‘ingue bastante radicalmence. Desde luego, la brujeria de los siglos XV y XVt y "ara aber “odo To ques dio ene lage erandcurida ene” J Sur (1600165) y Maco ue Guyon (1648-1717), cH, Uremond, Mute liner di cnumant religion Froeede- eit fn de guerre de RelisionBa 1919-1933 0.11 190 Los ANORMALES ta posesisn de los siglos XVI y XVI aparecen en una suerte de contiauidad his- térica, Puede decirse que la brujera, o las grandes epidemias de brujeria que vemos desarrollarse desde el siglo XV hasta el principio mismo del siglo XVIL y luego las grandes oleadas de potesién que se producen desde fines del siglo XVI hats conienzos del siglo xviitdeben resituatse,canco unas como las ota, e- tue los efectos generales de {a gran erscanizacion de Ia que les hablaba. Peto son dos teres de efectos compleezmente diferentes y basados en mecanistos muy distineos La brujecia (en todo caso, es lo que dicen los historiadores que se ocupatn ac- cualmente de exte problema) traduciea la fucka que ls nueva ola de crstianiza cin iniciada entce fines del siglo xv y prinipios del XVt organiz6 en torno de y contra cierta cantidad de formas culturales que las primera y muy Tencasolesdas de crissanizacién de la Edad Meia habian dejado, si no ineacas, al menos atin Vivace, y esto desde la Antigiedad. La brujera seria voresimilmente una especie de fendaieno periférico. Donde Ia cristiainacién todavia no habia hincado al diente, donde las formas de culto habian persistido desde hacla siglos y actso milenios, la ritanizacién de los siglos XV y X¥1 s# copa con un obsciculo, eata de cerearlo, le proponc una forma a la vez de manifestacién y resistencia, Los imecanismos de la Inquisiciba van entonces 3 eadificar,retomat,juzga cepts, quemar, destruir fa brujera. Esta, en efeeo, est inserta denero de exe proceso de existanizacién, peco es un feubmena que se stn en las Frontecs exerores de ll Fenémeno petiférico, por consiguience, més campesine que urbano; fenémeno aque enconteamos también en las regiones macitienas, en ks egiones momaviesas, piccisamente ali donde los grandes focos tadicionaes de ls cristianizacion, esto ¢s, las ciudades, no habion penetrado desde la Edad Media En cuanto a la posesién, si bien se insribe también en esa que vuelve # ponerse en magcha a partir de fines del siglo XV, seria un efecto sianizacién rio interno que externo, Seria mds bist In repereusion, wy de una invesidura de nuevas repiones. de nuevos Abies geogdfcas o sociales, sino de una ives fidua celigiossy dewllads det cucepo y. pore! doble mecanismo del que les hax baba hace un momento, de un diseurso exhaustivo y una aucoridad exclusiva, Por otra pate, esto se advieree de inmediaro ene hecho de que, después de todo, la bruja es, en esencia, aquala& quien se denunia, que es denunciada desde el extecioe por las autoridades, los notables. La bruja es mujer de a ovilla de ba al- des o el Tinice del bosque. La bruja es la mala exsiana, En cambio, gqué e la poseida Ia del sig x¥ty, sobre todo, la del siglo XVU y prncipios del xvi? No es, en absolut, la denuanciada por alguna ova persona; es la que confesn, fa que se confiesscsponcincamente, Por ott pat, no e5 It mujet del campo, CASE DEL 26 DE FEBRERO DE 1975, wi es la mujer dela ciudad, Desde Loulun hasta cl eementri de Sainc-Médatd cen Paris, el eatro dela posesin es [a ciudad, chica © grande ? Mucho mds, siquira es cualquier mujer de la ciudad, sina la religioss. Mas aun, en el inte- ior del convento, secd mis la superiors ola prior que Is hermana conversa Et en el coraabn mismo de la insttueibn erisiana, en el coraés rusmo de los me- canismos del directién esprirualy la aueva penitencis que les mencionaba, donde aparsce ese personae ya no marginal sino, al covtraio, absolutatience central en ls nuevs teenologta de! exoiciemo. La brent aparece et los limites exeriores del crstianiamo. La posesién aparece en al niclo interno, donde el cristianismo se esfvere por insalar sus obligiciones dizcurivas, en el cuerpo snismo de los individuos. Es hf, en el momenta en que trata de poncr en fune cionamiento unos mecanismos de control y discurso individualizadoresy abl gacoios, cuando aparece la possin Ext se ctaduce en el hecho de que el escenario de fx poses mentos principales, sea absolutamence diferente y discinto del escenario de a bcujetia. El petsonaje cena, en fos fendmenos dels posesién, va a ser el con- fesor. el director. cl guia. Lo enconttamas en los grandes casos de posesidn del siglo Xvtt es Gauffidi en Aix es Grandier en Loudun- En el cxso de Soin Méard, a principios del siglo Xt, sed un pecsonaje real, aunque haya des pavecido en el momento en que se desartlla la posesén: el dicono Paris? Ast pues, el personae sagrado, ef persone que lo es en la medida en gue posce los ‘con sus ele- La documenacion conemien sos eisai de posesion sends por Mt Foucnle ena vasa. Sole el primer eas. na iianin 2 menclonar M.de Care, Lt Ponerin de Coe an, Ps, 1980 (a. 1970), que hace eferecia br dM. Foucale, Fae Dion ‘iwire de le fale age sigue. ob come Tardamenal par comprene | prolena epienolgien que exe el cen dl eta de Cowan”. 330, Sbe el segura eu, vase Be Mathiew, Misr de miraa ede connaionsice de Sint Mere. Paris 86, Sobee L Gaudi] Pomatse, Des mares dco den vee peuesion ge ke diale rend sur le corp des bone Sur leet de prot de Feral td er Lon ey. pre nid elie proil dr esul de Mareile gui mapr e ‘A par Lares dela cour de paiement de Pree Pats 111 eres, Aer [oF 1865). Sabie U. Grande c& Art dea condition de mart cone Urban Grande prec de gle Sain Pier dic Merchi de Ladue Un er chained ie Sune Cras dates, ine comme terme de mai rete enn au prot, Ps. LOR Made Cee ‘eau, Le Pauoion de Loud oy etopp 8-95, EL ditcomo jansenisra Fynguis de Piss lpia proeagania del enimano convlionstio de SuincaMdard. Sele sry La Scene doi gs coint le principn mrs de {at Pats). 1733, Puen pencple LoD. Cae de Mongeran, fa Vari ae rite apr imencsion de iden de Pare aur gpa i, Conia, AS-1747 i LOS ANORMALES poderes del sacerdote (por lo tanto, los poderes de la diceccién, esos poderes de sutoridad y coaccién discursiva), es quien va a estar en el centro de la excena y los mecanismos de posesién. Mientras que, en la brujesa, teniamos simple- mente una especie de forms dal, wo el diablo de un lado Is bruja del vv, I "Non men ee ect ce panda pce pes coer ac tur sii prfots net gta gees psec, oh amitn fla made. teense nua ox porn senor nen ren specem me ee al (on 6. 2 Td "Sodoi x qin gefas ex couch ad su on bin. cum fermi cum fei’ “Cnc cn Fenian ve pgs ode impes (a 67:"Cocino enps ea as oeamiane our in ‘edocs nla su wen non debe on 67 ed hen uci: mndo Ii procri pllaionsiner cvernes eiar bes di mos qa 204 LOS ANORMALES aba de dos hombres que legsban al goce, habfa que preguncatls si era con la mezcla y la agitaci6n de sus cuerpos, lo que constitu la sedomia perfec.” cl caso de dos mujeres, al contraro, sila mancha se debia ala mera necesi- dad de descargar libido (explenda libido, dee el cexto), no era entonces un pecado muy grave: anicamence mollites® En cambio, si xe debia & un afecto por el mismo sexo (que es el sexo indebido, dado que se erata de una mujer) ra enonoes una sodomés impeefeca > En lo que se refiere a a sodiomia entre hombre y mujer, si se debia a un deseo por el sexo fernenino en general, no era iis que una copulaio fornicaria?! Pero si la sodomis de un hombre con una rer se originaba, al Contraro, en un gusto particular por sus partes traseras, centonces era una sodomia imperfecra, porque la parte deseada no es natura la categotia es sin duds la dela sodomfa, pero como el sexo no es cl indebido -ya que se «rata de una mujer con un hombre-, entoncrs, puesto que el sexo excl que coresponde, no seni perfexa sino simplemence imperfecta™ rnin” fr 68; “Responds quando exalt al pemram ade epncabits ssi iver inde Gir ann, hoe ae rst vir onan ina, canes sod” (a 68): "Quand vero ext mucin pluie sbague conebin, sl slum 2d exlendam libidnem es mole (are. 6, Th, Tamburinus, Mfhedu ob. Gi. "Hicsdyo mares commiscennt coxpor t more ad proc pls, vel yasdocunque se ngane ipa, ex fe ini ses 2 tis semins vel sinea ve praepoeram, ne edam ex, puto ee sodomian” (9) 2 Ik "Sei pee Fone comnisceanecogpne ex afer sue se poluen = expe Ase ibidini~ ex moles” 2). 2 Ti" ae fein cismiscre corporal ox fens a bins Sexi es roma” fare 6) 2 bi *S Respondeo. Si prim sit concise Ta 2d peeonan ptm eximqu eRe, 2 pul Fanaa sive adultes incestuous condone pesnae. te adeno pe Fendi i secundo si continu ex eu od pnepoters paneer sod imperfect [1] {esimilterapeiendos. Soto devigue se sneconcuhiy,2ed mare ad egplendam bide, ‘x maliis" (a 74) 2s pevfe col primer exo (ffs ita vas prsepeserum") ¢ imgesicn en el segundo Felfso ern vs proposer") "Qi, quam rane aoe cpl emer Fr Ut con ‘bits eo aes weneeus a indebicum sexu, qui propre constiut sodomiam. Nam occu, sve seinen elTundstr ita sive xt, semper sei is leo no 540 dipegiut. Lo ‘isch penegarinue vides mateialiter se haber ih eon, Sed Formalier eu eat funiture motv, aes exconcubey cum affeu ad indebitun sexe. Conf esis prealente) gus fine eur frtna so alia mado somnisesue ni pee dium conc farm cam efsione eins Nom nea vs praepsterum. Inter ie erie 0M pote xe pula propre” Gta), "Sodan emperor ue sea 1 guid senda gui 4 lua ine aera pre eminae (mee, bic)? (CLASE DEL 26 DE FEBRERO DE 1975, 205 Fre es el tipo de informacign que normativamente debia recogerse en una confesién (que era, no obstante, una expedite confi, una confesion rapids). Pa re contrarresar los efectos inducrores dees cepa del dscutso exhaustive for- mularon una serie de principios de atenua se refiern a b puesta en escena material de ln confesién: la necexidad de ofc dad fa aparcidn dela een en el pequefio mucble del canfesionaro; la egla que establece que el canfezor no debe mira al penitence los ojos si éste es una mide jer © un joven (reglaformulada por Angiolo de Chivasto)> Occ rogls tienen ue ver con el dscurs; ence els, una, por ejemplo, que coasise cn un consejo ado al confesor: "Sélo hacer confest los pecados con detalles en ta primera confesién; en las siguientes, refeine (pero sin deserbielos ni detallalos) los pecados mencionados en ella. Hicistis lo que hablais hecho durance la primera confesibn lo que no habisis hecho durante la primers confesin?” ™ Ast se evita ener que wcilizar efectva y direetamence el discurso de confesidn propiamente dicho. Pero hay algo mis serio o més importance: toda una rexérica que habian puesco a punto los jesuitas, que cs el mécodo de la insinuacién, ‘Esta forma parte del farmosolaxismo que se reproché alos jsuitas, sobre el. que to hay que olvidae que siempre diene dos aspects: lxismo, sin duds, en el nivel de la penivencia, es dece. ssfaccién lige para los pecados, al menos desde el momenco en que se puede enconerar una serie de eicunstancie que permicen acenuarles: pero laxismo, igualmeate, en el nivel de la erunciacién. El xisme de los jsuitas permite al penitente no decile rodo 0, en todo caso, no aclacn ya que el principio de aquel es: mis vale que el confesor absuclva un pectdo que ‘ree venial, cuando en realidad es mortal, y no que por su confesién misma in- nes en el espitca, ef cuerpo y ls carne de su penitence. De jn. Ener esas atenuaciones, algunas duzea nuevas tenta bondi moduey, spent cones nati, per ud vie cum Femina concymibit <9 ws natu Et sogces dine sadomia pede, Adone seca A, Petersen predic on llc ad inden ven, Hace ero poocedir none alec ad indebium sexu sed ce 2d inde amen paren inners” iid, ae 4. 2 Se uaa de una tes conn x yavion canons dela Edad Medi. Seg as serra in fesone de Ase Cnr, Sunoma angie de uur cnsenian, con aiiones ds |. Ung reli, Venda, 1582, 9.678: “ud ste [el poitn| ice vers nen cafes es aoe ‘el ivenis) <€ non permizas quod agpics in face earn quia sis propre hae cotue race" CE HL Ch Len Mistry of Aurel Conon os ie 9 379. MT Tambarious Mead expec confisonn cb cit, 392, sue eabor i bre dices a prtr de mci de prudence V, Figs, Mndliu quien de nan fs ea cnc oma a pris nr mag oa i confine expr 206 Los ANORMALES tal modo, el Conilia de Roma, en 1725. da alos canfesores consejos explici- tos de prudencia con respecto a sus penitentes, y sobre todo cuando éstos son jévenesy, mis aun, nifios. De manera tal que se llega a la situacién paradjica de ‘que dos replas acien dentro de esta estructura dela confesi6n que ttata deat lizardosde hace dos clase uns, qu es nde a discursividad exhaustiva yexclusi- va, ¥ a ot, que es ahora la nueva regla de la enunciacién contenid. Hay que decirlo toda y decir lo menos posible; o bien decir lo menos posible es el prince pio cietco en una extcateia general que pretende que se diga todo. As, enee fi nes del siglo XVII y prineipios del XIX, Alphonse de Liguori va a der toda una serie de regan que earacteriaacin In confesin modetna y sus formas en la peni- eencia moderaa y coniempordnea.© En su insteuccidn sobre el sexto precepto, sraducids al francés con el stulo de Le Censeroatear des jeunes gens, Liguori, que sigue manteniende el principio de la eonfesibn exhaustiva, dice Io siguiente: “Hay que descubrir en fa confesia no s6lo [todos] los actos consumades, sina ‘ambién [codos} los cocumientos sensualcs, rodas las miradas impurss, todas ls palabras obscenss,principalmence sien ellos se obtuvo [rectus se puso} placer {...] También se cendrin en cuenta todos los pensamientos deshonesros”” Poro ce ot0 exto, Lt Conduite da confesewr, cuando aborda el sexto mandamienco, Liguori dice que hay que abservar ~sobre todo cuando se confiesa 2 iio la mayor reserva. Ance todo, empenir “con preguntas indizeetas yun Poco vagas": preguonarles simplemente “si dijerom malas palabras, si jugaton con otcos varo- hes u otras nifias, slo hicieron a excondidas”. A continuseién, sles preguntars “si hicieron cosas Fes y ruines. A menudo sucede que los nifos concestan neg tivamente. Es Gil, entonces, hacerles preguntas que los leven a responder, por ejemplo: ‘;Cusntas veces hiciste esto? gDiea, 15 veces?™. Hay que preguneaeles “eon quiénes se acuestan y si, en [a cama, se entrecuvieron con sus manos. Alas nifis sc es preguntard si sinweron amistad por alguien, 51 hubo malos pensie _mientos o palabras y diversiones inconvententes.Y seg su respuesca se irk ms lejos". Pero siempee habra que evitar “preguntares’, canto a las nifias “como a fos varones an adfuere zeminis effsio (no hace falta que'to taduncss M. FJ. En caso, es mejor pasar por alo la ineegeidad material de la confesién que ser la ‘caus de que aprendan el mal que no conocen o inspirares cl desco de conocer” 2 Poe Conia romanum 9 Conlum lserase de 1725. hay que extendere sinodo provnc ‘clos obispo de ein conve poe Benedieto XI. CEL. von Paros, Gbici der Pape Xv, Freiburg de Brsgovia, 1930, pp. 507-508, % CA} Guero, Le Ralliement da leg rane le mune ligurenne, Roma, 1973 FAM de Liar, Le Canseratur dy jane get. ob i. P CCLASE DEL 26 DE FEBRERO DE 1975 207 Se les preguntaré simplemente "si levaron regalos y cumplieron encargot para hombres y mujeres. A las nfs se les preguntard si recbieron obsequios de per- sows sospechosw, en particular elesisticas 0 relgioss!® Como ven, se pone vigor un mecanismo my diferente de Is confesién, basado en una regla que sigue sicoda Is misma: la necesidad de iateoducir rods wn sere de procedi- miieatos esilisticos y reiéricos que permiten decit fs cosas sin nombracas jax mis. En ese momento, la codifieacién pudibunds de la sexualidad va ainsertarse en uns prctcs ele la confesidn de la que el rexco de Tamnburini que les moncio Iné hace un rato todivfa no eens, a mediados del siglo XVI, ninguna buella, Ese cs el primer anriconvulsivo ucilizado por la Iglesia: In modulacsn estes de a confesin y de la direccidn de eonecienca El segundo método, el segundo procedimiento empleado por I iglesia, es la transferenciaexcerna y ya no el moderador interno: «sla expulsién del convule sivo misino, Me parece que lo que la Iglesia buscd (y relaivamente pronto, des- de la segunda mitad del siglo XV) fue esablecee una linea demareatora cnere esa carne incierta, pecanvinoss, que la direecin de eonciencia debe controlar y recoreer eon su discurso infinio y meticuloo, y fa fimoss convulsidn con la que se topiera, que es ala ver el efecto sltimo y la resistencia mis visible: esa cane wulsién de la que la Iglesia va a uarae de desembarazase, desasrse, para que el imecanismo de fa dieecci6n no yuelva a caer fntegeamence en su tramipa. Hay ‘que hacer que el convulsvo, es decit, ls propios paroxismos dels posesién, pa se 4 un nuevo registro de discurso, que ya no serdel dela penitenca y la direc cidn de concienci,y, al mismo rempo, a otro mecanisme de conta. Alt co- rienaa a operate la grande y eélebrerransmisién de poder a la medicina, Esquemdvicauente, podemos decit fo siguiente, Sin duda se habia recurido 11a medicina y los médicas en el momento de los grandes episodios de fos pro- esos de brujets, pero, presisunente, conta el poder exkaidative, ants los abu sos de I Inquisicidn.” En general, quien habia testado de incorporar a cussion médica con respecco a la brueria, pero come mederacién exten. det peder de la Iglesia, era el poder evil, o bien te organizacin de la magisratuea. Ahora, A. de Liguori, Pras omer. ob i, pp. (40-14 fat 89} 2 exqueoawolianda age por Foun fe formal, ena dedestois usher, Guile, Auque de Jilch-Klow, por el rion en jo Wir, De pra dermanur we incentai lb a vee ir ung, Dales, 1563, Ponca sont el pohtema en“ Médecin ie colts a X0F ile (169) 4 Dit Brit 8, ci vo. ly pp. 759-767. OR, Mando, Magra eSoctres en Ponce a RP tle Une aati de pce (1 Pat, 198, 208 LOS ANORMALES cs el misimo poder eclesiéstico el que va a apelar 2 la medicina para poder ibe rarse de ese problems, esi cuestién, c8i trampa que la posesi6n apone ala di- reecidn de conciencia tal com se intredujo en el siglo Xv1" Apelacién cimida por supuesto, contradictora,ceticente, porque al meter al médico en los asun: tos de posesin, se va a meter la medicina en la tcologia, a los médicos en tos conventos y, mis en general, la jurisdiceién del saber médico en ese orden de la carne que lt nueva pastoral edesistien habia constcuido como dominio. En efecto, esa carne mediance la cua [a Iglesia afrmaba su conerol sobre los cuet- pos corre ahora el iesgo, debido a ese orr0 modo de aniiss y gestion del cuerpo, de que la confisque oto poder, que seri el poder lico de fa medicina. De al, snza hacia éta, desde luego; de alli a seticencia que la Iglesia misma ‘ponds a su propia necesidad de secure a ella. Pues ese reuurse no puede sue primirse Se ha wueleo necesrio porque la convulsion no deja de sex, en los mminos de la direceidn de conciencia, aquello mediante fo cual los ditgidos van 4 sublevacse corporal y caenalmente contra sus directores, al exttemo de en- ttamparlos yen cierta forma, comeeaposeertos. Hay que romper exe mecanisino ten el que la diceecién se inviere y se embrolla. En esa medida, hace falta un corte radical que tansforme la convulsién en un fenémeno auténomo, ajene, completamente diferente en su nacuraleza de lo que puede pasar dentro del me- ‘eanismo de la direccién de conciencia. Y esa necesidad, claro est, se volveré {ano mis urgence en la medida en que las convulsiones se articulen ms dinecta- rence en uns resistencia relgisa o politica. Cuando ya no sels encuencre si plemence en los conventos de lat utsulinas sino, por ejemplo, ene los convul sSionarios de Saine-Médacd (es deci, en una capa de la pablacién relativamente baja de Ia sociedad) o bien en les procescanes de las Cevenas ts codificacién médica pasard a ser un imperativo absoluro, De modo que, entre Loudun (1632), los convulsionarios de Saint-Médard o los de las Cevenas (princpivs del siglo xvii, encr esas dos series de Fendmenos, comienea, se urde toda tna his tori: la dela convulsién como inseeumento y apucsca de una jsta de la cligion ‘consign misma y de la eligidn con la medicina*® A parce de ahi, vamos a tener dos Ja descont ies de fendmenos, CEP, Zachia, Qeaions more eAviin 166D, pp. 45-58 fen paieuar el ae cals “De daemonises, capitulo "De damentis et tions lesion e avo oteibus Qu fone fedun) © Baca principal [M. Mion), Le Titre set de Cremer ew Ride divers meri op- ie des ete partie dele province de Langue, Lone, 1707 (‘cps 694! ilo Les Proper roca, Pai, 847) CCLASE DEL 26 DE FEBRENO DE 1975 209 Por una parte, la convulién se vaa conver, desde el siglo XVM, en un ob- jeto médica privlgiado, En efeeto, a partic de ee siglo vemos que la convul- sin (0 todos los Fendmenos emparentcos con ells) constiuye esa especie de gran dominio que va a ser tan fecundo, tn importante pars los médicas: las enfermedades de los nervios, fos vapors, ls crisis. Lo que la pastoral ecstana orginiré como carne se esti transformanda, en el siglo XVI, en un objeto ime ico, Por exe camino, al anexar ess exene qu, n el fondo, le propone Ia Iglesia misma a pari dl fendreeno de la convulsion, la medicina va a hacer pie pot primera vez en el orden dels sexualidad. En ot palabras, la medicina no des- Cubse el Smbito de hs enfermedades de connotacién, origen 0 soporte sexual por una ampliacin de ls consideracionestadiconales dela medina griega 0 medieval sobre el cero 0 los hurnores. Paso empecac a corvette en un cone «rol igiénico y con preteasiones cientifcas de Is sexualidad en Ia medida en due heteds ese dominio de la exene, recorado y organiaado por el poder ecle- sidstico, en ls medida en que, inclusive a pedido de a Iglesia, pasé a sec la here- era o heredera parcial. La imporeancia de lo que en esa época, en Ia paclogis del siglo xvi, se lluaba “sizrema necvioso” proviene de qu sirviS precisa ‘mente como primera gran eodifieaci6n anatémica y médica de ese dominio de 1s carne que el are cristiano de la penicencia habia recotido hasta enconces plermente con la ayuda de nociones como fos movimiento ls atrazine i decions, exeéeera. El sistema nervioso, o anslss del sistema nervioso, la mecini~ ex incluso todo exco es una manera de recadificar en téeminas médicos el dmbito de obje- cos que la peictica de ta penicencia haba aislado y consticuida descle el siglo KWL La concupiscencia era el alma pecedora de la carne, Pues bien, el ipo nervioso es, desde el siglo XVI, el cuerpo racional y cienifico de esa misma carne. El sistema tnervinso ceupa con pleno derecho el lugar de la concupiscencia. Es la versién material y anatémica de la vieja concupiscencia Por consiguieace, se eotiende por qué el estudio de la convalsién, coma forma paroxistca de la acci6n del sistema nervioso, va a ser la primera gran forma dels newropatologta. Crea que na se pucde subestimar lain esa convulsi6n en Ia historia de las enfermedades mensales, por lo que les decia en as iimas revniones, hacia 1850 ls psiquiatria inalmente se desalienizs. Dej6 de ser el andlisis dol cero, el deliio, I ilusiGn, para convercirse cn el anilisis de todas las perrurbaciones del instineo. La psiquiacta se asigna co ‘mo mito propio el instinto, sus tastornes, coda la confusién de fo voluneatio y lo involuntario. Pues bien, esa convulsién (es decir, la agiraci6n paroxistica del siscema nervioso que fue, para la medicina del siglo Xvi, Ia manera de re nefsrica que se atribuied al siscema nervioso ducance el siglo Xvitt, 20 LOS ANORMALES

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