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contrera, Laura ‘Cuerpos sin patrones: resistencias desde las geosrafias desmesuradas de la carne / Laura Contrera; Nicolas Cuello; Comipilado por Nicolas Cuello; Laura Contrera, - ta ed Snoma de Buenos Aires: Madreselva, 2016, ISBN 978-987-3864-05-5 1. Sexvatidad. 2. Derechos de Grupos Especiales. |, Cueto, Nicolas Il Cueto, Nicolas, comp. Ml. Contrera, Laura, comp. Wy, Titulo. 00 306.76 Cuerpos sin patrones Resistencias desde los geogrofias desmesuradas de (a carne Editorial Madreselva, fienos Aire, invierno 2016 wve.editorialmadreselva.com.ar info@editorialmadreselva.com.ar Diseno de portada: Jacl Caiero sabriela A. Gonzalez Mendoza @OO Esta edici6n se eeatiza bajo una licencia Creative ‘Commons Atribucién-No comercial 2.5 Argentina. Por to tanto, {a repreduccién del cantenido de este libro, total o parcial, por tos medias que la imaginactén y ta técnica permitan sin fines de tucra y mencionando la fuente estd alentada por los editores. Hecho el depésite que marca la ey 11.723 Impreso en Argentina - Printed in Argentina CUERPOS SIN PATRONES Resistencias desde las geografias desmesuradas de la carne Laura Contrera y Nicolés Cuello Compiladores Cuerpo sn patrones Prélogo Pocas veces en la vida he sentido la misma expectativa, ta misma ansiedad, et mismo jabilo que al terminar de leer ‘el manuscrito de este libro, sabiendo que iba a prologario, lo que es decir: que después de haber tenido et privilegio de su lectura pretiminar podria tener el placer de invitar a otras personas a leerto, afvera, en el mundo, y también aqui mismo, entre sus tapas, y desde el principio. Al recorrer la memoria afectiva de aquetlas otras cexperiencias de lectura gozosa me encontré con algo mas ‘que et piacer anticipado al pasar un libro, y también con algo que va mis alla de las comunidades, concretas imaginarias, que entretejen los libros en su pasar de mano fen mano. Algo mas, relampagueando en ese lugar donde el gozo se confunde irremisiblemente con ta necesidad: la necesidad de que esas palabras que van a terse hayan sido, antes que nada y a pasar de todo, puiestas par fin en el mundo, y puestas por escrito, ox ‘Alo largo de los dltimos veinte afios he tenido ta oportunidad de poe-poli-tizar algunas de las marcas que ha dejado en mi carne su encuentro con el Genero -sobre todo, aquellas que la medicina suturé como una promesa ‘incumplida € incumplible- de diferencia sexual, de identidad. Sin embargo el registro poético-politico de la gordura ocupé un lugar marginal en mi vida hasta et encuentro con Laura primero y con Nico después. Fue asi como la interpelaciones epistemolégicas, éticas, eréticas, épticas y politicas que plantea el activismo gordo -las mismas que, en sus diversas formulaciones, atraviesan este tibro- me permitieron (re)conocer el 9 trazado de la historia personal de mi gordura y explorar la configuracién de su actuatidad en proceso. ‘Soy uno de los sobrevivientes de una familia diezmada -primero por la muerte y, después, por una tormenta de violencia doméstica que duré més de una década. ¥ digo bien, doméstica, porque la falta de comida y ta condicionatidad del acceso a la, comida en un hogar, por lo demés, sin necesidades econémicas, fueron tat vez las formas mas persistentes y mas ocultas de esa violencia Un verano en la playa, hace ya treinta aios, recibi un reproche del que nunca pude olvidarme por parte de quien controlaba el acceso a la alimentacién en mi casa: le decis a la gente que no te doy de comer pero estas hecha una vaca. Esas palabras me datieron como el golpe inesperado de un latigo de varias puntas. Se trataba, por supuesto, de ta generizacién viotenta y sexualizada ‘ahi donde mis ubres desmentian mi masculinidad en la arena y en la vida. Se trataba también, to comprenderia después, de la advertencfa habitual que reciben todas {as victimas: no importa que hables, no importa qué cuentes nia quién se to cuentes, tus palabras siempre me seran entregadas. Se trataba, finalmente lo supe, det cuerpo devuelto como escarnio y como locus inescapable de ta injusticia: el exceso evidente de la carne como falta ridicula de evidencia. Sin importar to que dijera, al estaria la redondez de hembra mugiente para constituir mi voz en falso testimonio -y ahi quedaria entonces cualquier posibitidad de salvacién, bien enterrada y ‘escondida en la profundidad de tos pliegues de la carne. ‘Muchos aos después -ahora mismo, mientras escribo- ‘i cuerpo lidia cotidianamente con su capacidad limitada para metabolizar las grasas. Cada anilisis de sangre revela el estado de situacion de ese proceso, programado en los genes de mi familia a lo largo de tas generaciones y actualizado dia a dia por las condiciones mismas de mi vida a mediados de los cuarenta. Por lo general, basta que ‘en una conversacion rompa la ilusién de salud y hable det ‘asunto para que aparezca ta reconvencién incrédula que (se) repite: pero si no ests TAN gordo! Evidentemente, lo que tengo de enfermo es lo que tengo de gordo, eso ‘que no es tanto pero tampoco tan poco: lo suficiente, que ‘Cuerpos sin patrones es siempre de mas. A décadas de distancia, sobreviviendo en el exilio de otra ciudad, bajo otro nombre, en otro sexo legal y otro género gramatical, ahi esta, intocada, la asociacién inmediata entre gordura y traicién. Traicién a la salud, al deber det peso justo y de la vida sin stress; traicion a la seguridad, a la responsabilidad, al deber-ser y también al deber-parecer; traicion a la esperanza y a la Justicia; traicién ala verdad, lo que es decir: traicién a uno mismo, Antes y ahora, la gordura ha aparecido y aparece ‘en mi vida como un oximoron, como la afirmacién de una negacién, como un llamado urgente a dejar de ser para ser algo que no he sido, ni seré. A los ojos de xs demas aparezco, una y otra vez, como un malestar encarnado y, dios mio, con cusnta abundancia, Estoy profundamente en deuda con el activismo gordo argentina -con su capacidad increible de abrir et espacio a las afinidades y amorosidades miittiples, con su Yoluntad de ponerte el cuerpo a (os contra-saberes ya sus fricciones criticas, con su empecinamiento por sacarle el cuerpo a ta “pulsién por el empoderamiento forzoso”, a la politica de identidades, al orguilo facil y a las alianzas por conveniencia, Admiro -y comparto- su pasidn por la traduccion y puesta en comin de textos de todas las geografias, asi rama su resistencia sulevada a cualquier intento de colonizacidn europeista o angléfono 0, simplemente, periodistica. Aprendo -y me sumo- a su lucha contra miltiples dispositivos de captura: ta biomedicina y sus articutaciones legates, la publicidad y la eugenesia de su mundo feliz, ta erdtica y sus cierres normativos, la disidencia y sus tentaciones poticiacas, 2 la despolitizacién biotecnotégica de tas pasiones, la academia y su apropiacién despreciativa de cuantos saberes politicos no domina, el optimismo cruel det adelgazamiento como complejo industrial det capitatismo furloso, la necropolitica y su promesa de perseguirnos hasta el exterminfo, Voy al encuentro -por que cémo no encontrarnos- en su llamado colectivo a “conectar y posicionar saberes gordos en una genealogia mas amplia: la historia politica de los cuerpos sin patrones’ Para quienes -como tantxs otrxs y como yo- hemos atravesado los afios al amparo de bibliotecas salvadoras, este libro actualiza el estado de ta deuda. Fscribir sobre gordura, compartir esos saberes criticas que ponen continuamente en jaque el imperio de ta norma, interrumpir el juicio y desmentir la impasibitidad de la condena, es arremeter contra un mundo que busca eliminarnos sin dejar rastros. La potitizacion escritural de los cuerpos gordos desatia asi el estado “natural” de las cosas, alli donde las tinicas marcas posibles parecieran ser el registro vigilante de las calorfas consumidas entre el desayuna y la ultima colacién a ta noche o la anotactén del peso diario en una bitacora de nutricionista, El agradecimiento y la deuda son, en estas paginas, variantes de la amistad, y también del compromiso, El perlédico argentino Pégina1? publicd hace dos afios atrds una ilustracion en su tapa’, Dibujada por Rep, ta escena se situaba en un supermercado, Tres personas fempujaban carritos cargados de mercaderia. Las tres lucfan amplias remeras en las que se leian frases tates como: quiero que me afanes, robume que me encanta y soy un cliente descuidado. Las tres eran gordas. En un contexto de fuerte malestar social por la inflactén y el Wamado det gobierno « vigilar et cumplinniento de los precios cuidados, la vifieta de Rep anudaba, de manera tan precisa como predecible, et conjunto habituat de sentidos que estigmatizan las gordura: el descuido, el goce masoquista, el consumismo burgués, la complicidad con ta propia Tuina, lo que es decir, con la ruina colectiva: todo lo gordo es enemigo det pueblo. En su respuesta -privada- a la interpetacién critica de quien escribe, et dibujante justificé et tamaiio corporal de los personajes dibujados por ta necesidad de inscribir visiblemente los términos del repucio a la falta de conducta morat y civica, Esa me parecié entonces, y me sigue pareciendo, una respuesta ituminadora: en tos cuerpos gordos del imaginario normativo se inscriben, de J" Htps Fem paginar?.com.arfdalo principal index 2014-02-26 hunt Cuerpos sn patrones manera hipervisible, los supuestos, mandatos y amenazas que configuran la posibitidad o imposibitidad de ta vida Algo similar ocurrié hace algunos meses, cuando Laura, Nico y Lux expusieron un trabajo cotectivo en el contexto’ de un encuentro académico organizado por la carrera de ‘Comunicacion de ta Universidad de Buenos Aires. Laprimera pregunta -la pregunta que, seguidamente, articuld todas tas demas y el debate que les siguid- fue la pregunta por los cuerpos otros, los cuerpos “no expandidos” (sic), los cuerpos del hambre. La identificacién de la gordura con tuna sobre-presencia, capaz de volver ausente el hambre encarnado, se conjugd, también en este caso, con la {dentificacian imaginaria entre cuerpos gordos y privitegios abultados. A pesar de que en nuestros dias la delgadez “saludable” funciona material y simbsticamente como tuna commodity, y de que numerosos estudios vinculan ‘causalmente pobreza y obesidad, el analisis convencional ontiniia equiparando acritica y normativamente cuerpo gordo y superavit. En la sustituctin retérica de la gordura por ta expansién corporal opera una mueca de correccién politica que, al borrar la gordura como ofensa, borra también el registro de su politizacién, de su subjetivacién, de su ocurrencia, lo que es decir: la borra, nos borra. Este tibro se publica en los inicios de un nuevo gobierno, cen un tiempo caracterizado por el agravamiento sibito de la precariedad instituclonal, social y econdmica. El proceso de adelgazamiento estatal emprendide por el gerenciamiento macrista recurrié de manera ejemplar, a Combate simbélico-materiat contra ta gordura. No varios @ dejar grasa militante, afirmé et ministro de economia Prat Gay!, haciendo pablica la deseabitidad un régimen politico marcadamente hipoideol6gico. El relato de estas tres anécdotas no solo pretende introducir una gencalogia minima de nuestro presente; también busca exponer el campo de fuerzas en el que el activismo gordo se organiza y milita, tee y escribe, interpela y resiste -alli donde hasta el progresismo de la alteridad habla inadvertidamente la lengua del patrén y donde el estado mide su eficiencia en unidades de militancia tipidas.. ‘Tap Forma pagina. com.ar/dariepais/1-290493-2016-01-17.hmk, 1 Hoy, como nunca, et encuentro en la vulnerabitidad det Cuerpo individual y colectivo se convierte en imperative urgente de supervivencia, Uno de tos stefios de mi infancia era acceder, at menos Por un dfa oun rato, al famoso Libro Gordo de Petete. En Sus paginas, pensaba yo, debian estar todas las respuestas Para todas las preguntas. No es el caso de este otro libre gordo -que retine, antes que preguntas y respuestas, indttiples reflexiones y continuos reenvios, Por suerte: nada mas peligroso que et viejo lema(o advertencia) de aque tibraco devenido enciclopedia: una sétida cultural es la herencia mds segura. En abierta disputa con ta solider de la gordofobia culturat coms herencia, ninguna certeza indiscutible Clausura una sola de las paginas de este libro -y en el alivio de esa apertura a ta inseguridad de los tiempos late la oportunidad cierta, tangible y gorda para ta Fevuelta de la carne. La Boca, enero de 2016 ‘Mauro Cabral 1 CCverpos sin patrones Introduccién Este libro abre su camino funcionando como una compilacién urgente, que no pretende ser una cartografia exhaustiva ni totalizadora, sino que ha sido concebida como una declaracién geopoliticamente situada de un momento inaugurat del activismo de la gordura tocal, Hemos decidido, entonces, pronunciar esta emergencia pulsante desde la necesidad politica de volver mas visibles ‘alin nuestras ideas, inspiraciones y los primeros esfuerzos colectivos en la produccién de una practica politica que tenga como centralidad la discusién de nuestros cuerpos ‘gordos. Es por esto que entendemos este libro como una herramienta teérico-potitica, una méquina ensamblada que replica el funcionamiento'de un fanzine: una permanente yuxtaposicién de tramas politicas, textures afectivas, grietas inaugurales, imagenes sensibles, subjetivarinn=s politicas, multitudes gordas en contacto diagramatico. Para nosotrxs es importante establecer con claridad la siguiente diferenciacién: este libro._no compita textos que expresen saberes sobre la gordura, sino que los esfuerzos volcados en esta oportunidad, en este agenciamiento, buscan conectar y posicionar saberes gordos en una genealogia mas amplia: la historia politica de los cuerpos sin patrones. Cuando habtamos de saberes gordos no pretendemos convertir la gordura en una adjetivacién posiblemente capturable por (as industrias del conocimiento ni el mercado académico ni en una nueva retérica de la disidencia post identitaria, tampoco queremos que se constituya en la nueva promesa de la diferencia liberadora. Estamos tomando una postura puntual y especifica en relacién a una historia de 15 sistematica violencia epistemolégica con ta que se han silenciado nuestras voces, con la que se han estudiade nuestros cuerpos y con la que continian patotogizande rnuestras existencias. Lo que aqui se encuentra escrito son huestras experiencias como personas gordas, politizadas de manera tal que sea posible construir una voz colectiva, luna maquina inestable de sabetes encarnados y sin forma donde queden representados tos actuales modos de resistencia frente a la policia de tos cuerpos y las tecnologias eugenésicas de normativizacin de los cuerpos movilizadas por los saberes cientificos dominantes. Si bfen lo gordo esta relacionado con la presencia de grasa 0 tefido adiposo en el cuerpo, quién es gordx es Un asunto mas complejo, como dice Charlotte Cooper en el texto que aqui presentamos, puesto que “no hay una ‘medida universal o marca que constituya (0 que es y lo que No es gordo; lo gordo existe en un contexto y experiencia; la gente gorda sabe lo que es, y es reconocida como gorda por (xs otrxs”, Partimos desde esta nocién relacional de gordura porque abraza una complejidad critica en relacién a (a estigmatizacién de la gordura, porque se vuelve un cauce de politizacién que no se ahoga en tas demandas de la hiper-produccién identitaria del presente y porque, fundamentaimente, abre lugares postbies de movitidad politica que nos parecen desafiantes para el trazado de tuna politica gorda. Reconociendo que no intervenimos desde un lugar eutro ni desde un punto cero en la historia de la resistencia de los cuerpos es que centramos este libro en el trabajo activista local. Tomando como interlocutores aquellos enunciados provenientes de otros contextos y ‘otras épocas del activismo de la gordura, en su compleja polifonia, para inspirar miradas criticas, para pulsar sentides cuestionadores, incluso de esas narrativas ya constituidas desde este aqui y ahora que habitamos en la regién, Esta compitacién se enuncia como el efecto de un circulacién torcida y subterrénea de traducciones y Fe-traducciones culturales, que simulténeamente 3 cooper, Carel: Fo acm: A Queer Autoetngrphy. Pi thes, 2012, Pag?18. eee 6 (Cuorpes sin patrones indaga sobre politicas de traduccién y tratico posibles y deseables para la formacién de un entramado complejo de resistencia critica a los encuadres patologizantes que marcan y persiguen nuestros cuerpos, desde diversas miradas. Las traducciones aqui compiladas entonces son pensadas como herramientas disponibles para ser apropiadas, reapropiadas, ya que seftalan los trayectos que hasta el momento, entre el deseo y el accidente, hemos atravesado, Porque sabemos que at reivindicar y localizarnos en esta tradicién también hacemos nuestras traducciones traidoras y perversas como sudakas, latinxs, migrantes, fugadxs, expulsadxs, no-blancxs. La ausencia que hemos experimentado en términos de dispontbitidad la entendemos como un problema politico, que ha cristatizado como necesarias algunas voces en detrimento de otras, establecienda y reproduciendo la estabilidad de agendas politicas que cémodamente impiden la renuncia y el cuestfonamiento a la hegemonta de ciertas voces, miradas, y cuerpos posibles en la produccién de potiticas desde los cuerpos. Estamos aqui, hemos estado siempre aqui, y es ast como nos abrimos paso. Reconocemos ese activismo de la gordura que nos precede y que definitivamente nos interpela, Pero como latinoamericanxs, como sudakas, como cuerpos que habitamos la gordura en estas coordenadas socioeconémicas especificas, diferimos en muchos de los presupuestos de‘cierto activismo gordo internacional {que no puede ver més alla de sus fronteras, escondiendo los privilegios de sus voces, y que ha puesto a circular tuna retérica liberal de si mismo donde la conformidad y el orgullo vienen a redimimnos a todxs txs gordxs del mundo. No. Realmente creemos, al igual que muchos activistas que aqui ven sus voces reunidas, que et activismo de la gordura tiene el potencial para mejorar las actitudes sociales no sélo en torno a la gordurra, sino también con otras areas de la experiencia corporal, tas normas sociales de produccién corporal geolocalizadas, {as violencias envueltas en la productividad del género y la sexualidad, en interseccién con tas complejidades {ue implican la diversidad funcional, tas diferencias de clase, raza, edad, etc. ” Pero del mismo mado que observamos la tiberalizacién problematica de cierta parte del activismo de la gordura también reconocemos en esa genealogla heterogénea voces que disparan a modo de interrupetén criticas que onen en jaque la propia neoliberalizacién del activismo gordo como un movimiento. Fr muchos casos estas interrupciones se despliegan como estrategias para la reanudactén del calor y la urgencia de ta muttitud, una multitud gorda que ocupa, toma y apronia, ya no soto la injuria, sino todo espacio que pretende estabilizar una historia de insubordinacién de nuestra carne. Justamente, son tos estudios académicos sobre gordura quienes mayoritariamente tiendien a eludir a los activismos, silenciando esfuerzos, instrumentalizando experiencias y objetuatizando de manera violenta nuestros cuerpos como estudios de caso. O incluso asuimen que hay un nico activisino valido y resefiable (el que actualmente se ha instituido como hegemdnico: el activismo norteamericano, que bien vale ta pena decir que se enuncia desde su condicién de bianco, hetero-cisexual de clase media, no anti-capitalista, y no consciente de su etnocentrismo, sobre todo). Asi es como nos ubicamos en una red fragmentaria, dispersa y migrante de activismos gordos no angio: parlantes que infiltran viralmente criticas desde tos fuerpos que discuten con los discursos hegeménicos regionates, sin pretensién de masividad, pera con la energia dispuesta en la produccién de atianzas, encuentros, debates, y multiplicaciin de estrategias poéticas y politicas. Desde Valparaiso, Chile, et trabajo de Missogina que ya hia tomado forma en ta publicacién de su libro Lacerda punk y que continéta agiténdose en cada una de sus performances; en México, las producciones artisticas de La Bala Rodrigue y de Lucfa Robles junto a lxs compafierxs de la Revista Histerya quienes han producido tuno de los primeros dossiers dedicado a los cuerpos gordos, llamado Carnitas; a to largo det Estado Espariot desde las actividades producidas en et Octubre Trans en Barcetona y las alianzas mutantes que se montaron desde alli_en 2013, pasando por Diana Pomoterrorista, Lu Egaita, y la Muestra Marrana, como también Masa Crénica 8 Cuorpossin patrones y el trabajo particular de Lucrecia Masson; también en Peri, Paraguay, Colombia, Brasil y otros lugares hemos tencontrados aliadxs que sin prisa ni pausa comienzan a agrietar los discursos gordofébicos regionales, como ta Colectiva Feminista Gordas sin Chaqueta en Cotombia, en Brasil el trabajo performatico de Tamiris Spinelli en colaboracién con Ricardo Nolasco que reftexiona sobre et ‘cuerpo trans gordo o el de Fernanda Magalhaes; asimismo, ‘espacios de ciberactivismo como Stop Gordofobia, Orgullo Gordo, Gorda! Zine, y muchos ms; y recientemente encuentros activistas que hemos podido gestionar, como el realizado a finales det afio 2014 que hemos dado en lamar Asamblea Transfronteriza de Gordxs Sudakas JInsumisys, Desde comfenzos del 2015, quienes suscribimos esta Introduccién, venimos coordinando en Buenos Aires cl Taller Hacer la vista gorda: un espacio autogestionado y horizontal que reéne una multipticidad de experiencias vivenciales y formas de articulacién y reflexién politica en torno a éstas desde la gordura. Quienes aqui nos encontramos compitando diagramando interconexiones, en esta suerte de asamblea de voces, pensamos nuestro propia préctica y este libro como una invitacién a la articulacién con activismos de la diversidad corporal y sexo-genérica, y con todas aquellas tuchas comunes que puedan desde la afinidad Ge la accion, volver a este presente, una plataforma de disputa multifocal que disefe potiticas que interrumpan la cugenesia neoliberal de las industrias de ta ciencia. Nos reconocemos como activistas de estilos corporates desdichados: impraductivos en tantono reproducen normas morfotégicas (jugando con Butler y Austin pero también con Dorlin} 0 como “identidades descatificadas” (segin ta bella expresién de Heather Love), porque no creemos que todys podamos amar nuestros cuerpos por decreto y nos resistimos de igual manera al imperativo del bienestar que se pronuncia como un impedimento para experimentar y expresar las complejidades y ambigiledades de nuestros modos de encarar cuerpos impropios, no normativos y disidentes. No queremos promover ta produccién de imagenes espectacularizantes y exitosas que darian por finalizada ta complejidad de portar un cuerpo gordo con » ta sola consigna de ta autocomplacencia y la aceptacién, Creemos que ta desestabilizacién de un orden social, econéiico, sexual y afectivo opresor para la gordura tiene {ue ver con una politica mayoritaria que escapa ala simple auto-confirmaciin de la voluntad personal. Por e30 en esta compilacion pretendemos habitar una polifonia de voces {ue no se enuncien como una promesa emancipatoria pre- codificada que siencie la dificultad de sostenernos con vida en un mundo que salvajemente programa nuestra esaparicién, ya que nos resulta prioritaria la politizacién de todas las pasiones en las que se ven envuettos nuestros ‘cuerpos en et proceso de su enunciacién politica, incluso en aquellas afectaciones que emergen desde lo imposibie, ya que alti es desde donde practicamos una imaginacién politica que nos conecta, nos abraza y nos incendia de rebeldia. Escrito en los intersticios de viajes mentales y materiales entre La Plata, Buenos Aires y La Matanza, febrero 2015. Laura Contrera-Nicolds Cuello MULTITUDES GORDAS SUDAKAS EN CONTACTO DIAGRAMATICO (Cuorpos sin patrones CUERPOS SIN PATRONES, CARNE INDISCIPLINADA APUNTES PARA UNA REYUELTA GORDA CONTRA LA POLICIA DE LA NORMALIDAD CORPORAL Laura Contrera 1. Algunas chicas somos mas grandes que otras Habla de to que sabes, Alejandra Pizarnilc Hay una carta de Engels (el otro’padre del marxismo) al yerno de Marx, Lafargue, donde -ademis de quejarse por el abuso ue la palabra “autoritario” por parte de tos anarquistas- se rofiere socarronamente a Bakunin y su “beso cuerpo”. El viejo recurso de la atusién personal descalificadora en todo su esplendor y una muestra de autoritarismo, qué duda cabe. La carta en cuestién es de 1871 y, mas alla de las distancias, reverbera en mi muy claramente. Hace un tiempo, una pretendida activista me amd en las redes sociales "gorda pelotuda””. A pesar de tanto feminismo, teorfa queer, punk, anarquismo y post- 1 Con uns aia Hicimos una verelrecuento dela njurias que nos habian ‘espotado alo larga de nuestras vidas. “Gorda” era et inslto que mss hhabia marcado mi experiencia corporal. Paco despuls, esa persona usb la palabra para descalificarme politicamente. Per, como dijo Butler: “tas Palabras mismas que traton de herr pueden guatmente errr su bloneo Y producic un efecto contrero al deseado". (Butler, udith: Lenguaje, poder identidad. Ed. Sintesis, Macrid, pig. 148}. Prechamente eso sucedl6 con el insult, ue devine texto, activismnay ahora tro. 2s estructuratismo, me quedé virtualmente sin respuesta. fl insulto facil y retrogrado habia surtido su efecto hiriente y paraizante, “Gorda” es LA palabra. EL insulto. Lé herida. Y nos deja sin palabras ta mayoria de las veces. El insulto es una manera de estigmatizar y humillar, esc es sabido, La operatoria reiterada de la ofensa hiriente ‘os ata a una historia que nos precede y que no elegimos del todo, puesto que la injuria es el sedimento de las intrincadas elaboraciones del sexismo, racismo, cisexismo yla fobia a las corporalidades disidentes, gordura incluida. Dice Butler que estos nombres injuriosos no deben mantenerse en el dominio de to indecible: asi preservan su potencial hiriente?, Sacartos del silencio tal vez nos ermita usarlos para otras cosas impensadas, Como salir del lugar de ta herida que habitamos, por ejemplo. Porque ose trata de cuestiones menores o anecdéticas: desandar el camino de la injuria tiene que ver directamente con los cuerpos que importamos y si contamos como tales para ‘otrxs, en cuales condiciones y circunstancias. Pero volviendo at insuito, sé muy bien que lo que dijo esa persona es redundante: gordx no alude solamente al peso corporal que porte alguion sino que implica encarnar muchas otras cosas negativas. Asi, ser gordx es también ser fex, indeseable, poco saludable, flojx, amorfx, lentx, algo sin gracia, Sé que no soy gorda en todos eaus sentidos y sé también que algunxs de ustedes buscardn en internet fotos que atestigiien esto que digo. Pero si soy gorda, No sélo segiin discutibles esténdares e idealizaciones normativas occidentates o en la opinién de clertos personajes conceptuales micro-fascistas. Pero voy a expticarme mejor. Soy gorda porque etijo nombrarme asi y con rara rabia alegre salgo del closet de las tallas y de ta tirania del cuerpo-patrén, ese cuerpo inobjetable que sélo Portarian algunxs pocxs: lxs que se ejercitan, ixs que comen “bien”, bxs que “se cuidan”, ixs que se mesuran y mensuran al resto. Soy gorda asi, en tiempo presente, porque no se nace gordx, sino ‘que hay un devenit Constante, que no se corresponde dnicamente con una Ti ppc Cuerpos sin patrones patologia o desorden somatico/psiquico o una relacion desequilibrada con la comida y la posibilidad de hiper- consumo en estas sociedades hetero-capitalistas. Ser gordx puede ser mas que todo eso, como veremos, Pero antes debemos dar un rodeo por el panorama que en relacién a ta gordura nos ofrece la sociedad actual. 2. Dietas, control y régimen corporal obligatorio Cuando se habla de gordura hay por lo menos tres preguntas principales que circulan en el discurso: cde qué estd hecho un gordo?, ede qué son acusados los gordos?, ede qué estén hechos los cuerpos bien hechos? Georges Vigaretlo Mas alla de ta “operactén bikini” propia det verano o del arrepentimiento masivo tras la comitona por las Fiestas, la obsesién por ta delgadez y el consiguiente rechazo de la gordura son cosa diaria en los medios y en la calle, En este sistema’hetero-capitalista se vive a régimen, se quiera 0 no. Porque quien se descuida se Pierde en su propia falta de voluntad. Ya no se gestiona adecuadamente, es un mat patrén desi mismoy, ala vez, ‘unmal producto. Como otrora et renuente al trabajo duro y digno, quien no sigue fetizmente el paso acompasado del cuidado de sf es vagx, perezosx y perniciosx para el resto de la sociedad. El sujeto consumidor de estas sociedades vive a régimen del misino modo que vive en un estado de deuda permanente, El alma ya no es fuente de preocupaciones: segin Foucault, por lo menos desde el pasado siglo, las redes del poder pasan por el cuerpo y la salud, En estas sociedades de control (Deleuze) © seguridad (Foucault) hay un imperative de ta vida saludable que obliga a cuidarse, mejorarse y ejercitarse para encajar (eso significa el fitness). Todo en pos de tna presencia digna de ser vista, elogiada y apreciada cen términos det mercado, 5 Si bien no resulta histéricamente novedoso el menosprecio social de los cuerpos gordos -con sus marcas de género, edad, clase, raza, condicién social, capacidad, etc.- et volumen corporal es percibido hey como exceso (de carne 0 grasa) y falta (de cuidado 0 voluntad). La misma caracterizacién te cabe al sistema econdmico actual. En palabras de Sibilia, el capitalismo iertamente es, al mismo tiempo, una fabulosa maquina de produccién de exceso y falta que permite que et fantasma del hambre y el fantasma de la gordura horroricen a los sujetos contemporéneos, aunque “de modos bastante difcrentes ¢ inclusive contradictorios (y, tal vez, probablemente complementarios)" La gordura -hoy definida como una epidemia de alcance mundial- es un punto nodal del cruce entre et imperativo de salud y las técnicas de perfeccionamiento del cuerpo o cuidado de si (eJercicio, dieta, tratamientos estéticos, cosméticos y quirérgicos, entre otras formas de modelacién corporal). Pero ta gordura no es como cualquier otra enfermedad: se ia asocia al consumo excesiyo de alimentos tanto como al deficiente (una cuestién de clases y de pobreza) pero también al modo de vida nocivo de seres sin voluntad que etigen, por defecto, el sedentarismo y ta mata catidad alimentaria Asimisino, la presencia o ausencia de grasa habilita e. pase al equipo de os cuerpos patolégicos/indeseabies ¢ normates/deseables', cosa que no.es un dato menor. En os discursos dominantes, fa gordura es una tare del cuerpo y un indice de falta de autocontrol (un valor del mercado como la eficiencia, la competitividad o te “buena presencia”), por eso se la asocia al fracaso social. Otro discurso propio det dispositive de corporalidad 3 ”Sbila, Paula: "Pureza y sacrtici. Nuves ascetismos por ot “cuerpo perfecto". artefacto 6 [Pensamientos sobre la ténica], Buenos Ales, 2007. Pig.4t. 4 En estas sociedaces de control/seguridad la opvestin no opera simplemente a través de acts abiertos de prohibieié, sno que to hace Subrepticlamente, coma agante encubierteproductr de “sujetorvables e Inviables” (Butles, Judith: Imitacin e irsubordinacién de género en ‘Allouch, Jean y otros: Gafias de Eros. Historla, género e identidades ‘sexuales. Edeip, Buenos Aires, 2000. Pe. 97). 26 Cverpos sin patrones actual es el de ta obesidad: el poder/saber médico fha patologizado la gordura del misma modo que lo hha hecho con otras diversidades corporates. Asi, se considera todo tipo de gordura como un riesgo médico fen si mismo cuando hay evidencfa cientifica de que no es tan simple la ecuacién’ y ha timitado la discusion a Una cuestion de exceso de comida y falta de ejercicio, olvidando estratégicamente los _riesgos _inherentes tn los tratamientos de adelgazamiento con los que se enriquecen las corporaciones farmacéuticas, médicas y estéticas. Tratamientos que siempre fracasan, en et mediano y largo plazo, hay que decirlo. En el cruce entre fitness/cuidado de si ¢ industria de la dieta vernos cémo ta salud -y la apariencia saludable- son deseo individual y lucro empresarial a ta vez. Y la salud es una mercancia mas que podemos adguirir, como nota Murray” : Eldispositivo de la corporatidad se vuelve tocuaza través del imperativo de la satud, la apariencia o el bienestar. Y lo que se produce no seran ya los cuerpos dociles de la era industrial sino cuerpos siempre disponibles, regimentados, en un estado permanente de alerta, ansiedad y avidez Si bien no hay un cuerpo “normat” como modeto Ideal homogéneo (la exigencia de la normatidad es una demanda imposible), bajo este régimen si hay variables que nos acercan 0 alejan del objetivo de encajar en los patrones corporates: ta gordura es, indudablemente, una variable fp ajustar (individual) y una variable de ajuste (social). 3 Taegan Tao de Costa, lens pa en Foucault er Css, 2s tlospstio finesse amd Demecrrietten, fat in time, crenes defeated covago. (En ea) pone eh Mibu Tuamtabareria cepa, evena/ en. levee pt gordi emis mend un stoma queunacausa de acnfermedas fete apo Sara rat Pts Ceca wring, 201. En ta ee Spe dss bray.oseet ase /2123/9021/27 Fever pa) 7 eneste po, uray sve a Foucault. Mura, Samah vathaogiang tenes: Wedlal Authority and Poplar Cute” en Sochlon ol Sport Jour 008 38.17 a er cata, Flavia toarguer, Po Esteban: "La via cero tromscen el cverpe como seal ce apt’ os eslicertos de titer er eintes dem ashermentls neta en Lem, See Sah Fouca Helberalio y bopaltice. Eelconts 2 En este diagrama, ta discriminacién naturalizada de las bersonas gordas, que se vuelve legitima, refuerza el ideal Social de pureza, de resonancias racistay- ‘demas de un hecho social, comer es un hecho politic, indudablemente. Asi como hay una forma de. pobress originada por la exclusion del acceso a la comida? también hay una forma de pobreza caracterizada. por el acceso a determinados alimentos. La industiia de fe alimentacién es también la industria de ta diets, que duda cabe. Lo insalubre y lo saludable tienen tos mismos atrones. Pero nf txs subalimentadss del mundo ni los henchidxs de comida dan una idea acabada de esto que Nos sucede en Occidente, como vimos lineas arriba, My ig alimentacién ateanza a explicar toda diversidad corporal Pero es0 es algo que ta corporacién médica se nleya 4 admitir, por sus intereses econémicos, claro, 3. Revueltas, no dietas (punk will never diet) Cada vez que la sociedad lee mi cuerpo gordo me deja saber que soy defectuosa, La sociedad "concce” mi Cuerpo como un sitio de carne indiscistinada y deseos inmanejables. Samanthe Murtay Bajo las rigidas condiciones actuales los cuerpos gordos fo cuentan como tales sino como objeto de injura estigmatizacién © transformacién. Los cuerpos gordon Universidad Diogo Portales, Santiago de Chie, 2010, a 9 _Mumerose auras han taajado sobre i fo ado sobre a fobla a a gorda acta an um pata encbriora dea eno apabrenas Sa ata miedo al cuerpo gorco ture de canta esd eonectane a ene los mass fura de contol Wer Ry Lar “Leh te an Kon Lara: Gourd and Gener Poe athe Peta oy tas in Americ. Duka ners frets 103) fa Cake tea ce ecole dl yo "cots, giana cas, farmacolégicas” que permiten una mayor competitividad en lor mrcades “xacerba qe a ferencsseclocandne iferencias fisicas, estéticas” (Costa, Flavia, op cit). Z aa (Cusrpes sin patrones importan soto si estan en camino hacia la normatidad/ deseabitidad, que serd delgada 0 no sera. Como se vive a dieta o “culdindose”, se presume que las personas gordas estan (0 deberian estar) en trénsito hacia un Cuerpo delgado, esto es, hacia una vida mejor, mas saludable, feliz y plena en términos de mercado. La sociedad disciplina la diversidad corporal, no ta celebra Pero si Foucault y sus continuadores estan en lo cierto, el discurso médico-juridico disciptinario nos ha tegado un modelo de normatidad corporal dificilmente encarnable. En las sociedades de control/seguridad ta traza entre lo normal y to patolégico es tan voluble que, de alguna manera u otra, todos somos cuerpos impropios". Porque hay quienes no nos adecuamos al modeto imposible. Y hay quienes no acatamos el llamamiento al orden que implica et cuidado de si actual Este régimen neoliberal de produccién y control de cuerpos/subjetividades siempre exige su precio a las corporatidades impropias. Claro que no es {inico el tributo ni es igual el prejuicio y et odio contra los cuerpos inadecuados, sean queer, diversofuncionales, intersex, trans, racializados 0 gordos. Porque diferentes técnicas de produccién de cuerpos motivan diferentes moclos de resistir a la opresién. Pero las disimiles dominaciones cconvergen en un punto. Ya que cargar con una identidad ‘'descalificada” -segiin la luminosa expresién de Heather Love- entrelaza sobre todo a los anormales cuya inadecuacién corporal resulta evidente e inocultable 0 muy poco asimitable. Asi, la presencia de los indeseables del sistema ‘uestiona tas nocfones de salud, belleza y normatidad corporal. ¥ al discutir el régimen actual, la diversidad puede devenir una posicién politica, disputando cuerpa a cuerpo con el discurso hegeménico. Tal es el caso del activismo de la gordura, que ha conmovido ciertos aspectos del dispositive de corporalidad, poniendo en evidencia muchas de sus afirmaciones ‘naturalizadas. 10. Cir Preciado, Beatrix: Resumen del Seminario “Cuerpo imprepio. ‘Guia de modelos somatopoliticos y de sus pasibles uscs desviacos", {linea}. Disponible en htp://ayp-uni.es/index.phptoption=com_ cantenttaskoviewBid-703 ~ Porque si algo han dejado en claro el activismo gordo es que el peso 0 la talla de una persona poco dicen sobre su estado de salud, sus habitos alimentarios 0 su modo de vida, En palabras de la activista Marilyn Wann, “la nica cosa que alguien puede diagnosticar con algo de certeza al mirar a una persona gorda es su propio nivel de estereotipos y prejuicio en contra de la gente gorda”", Y, como dice Cooper, cuarenta afos de activismo gordo han demostrado que hay otras formas de promover la salud para las personas con alto peso corporal que poco y nada tienen que ver con regimenes hipocaléricos, cirugias exiremas'™ 0 practicas vergonzantes/culpabilizantes. ‘Anora bien, que todos seamos actual o potencialmente impropios no significa que ta diversidad corporal en si misma sea una posicién politica ni que toda politica corporal desestabilice per se ta categoria de normaticad. 0 que no se refuerce, inadvertidamente, el propio statu quo al intentar burlar la policia de tos cuerpos. Por ejemplo, ciertas estrategias de visibilizacién posttiva de la gordura llevadas a cabo en el contexto de socledades altamente desarrolladas pueden prestarse a ser leidas en términos equivocos. Pienso en el caso de las ingestas puiblicas de alimentos muy caléricos 0 comida chatarra como espectaculo, que estan dirigidas a visibilizar el hecho de que muchas personas, especialmente mujeres (porque si bien ta regulacién corporal nos sujeta a todss, la asignacién de género nunca_es una operacion indiferente}, pueden querer comer de manera gozosa algo que no sea diet, fight 0 “saludable” 7 Wr, tS rita to ert” en tans Ete Sey, or fo) The a Stade Reader. Ne Xunesty Bas Now rk 108 £2 coor, Crate There's no nee for thoes pr Iyer, The und, /02/209. 1a race aft de v8 tales et estas do pin de lcci ts ta te desea da fos Snaarr yam entender epoca chest por Evatt pote dates rs hetrometvory uh de aerated apo ado es bese, kin a feonece dhs aren dconnkte na and apoyo» ener gost che safen tw cctedy hunter concn. Untey Soren tie amin ut Rong ot Pte” Set Smt Sper 30 Cuerpos sin patrones De todos modos, mas atlé de la viabilidad de ta critica, las acusaciones de complicidad con el hiperconsumo capitalista_proveniente de ambientes radicales que yen en cada cuerpo gordo la encarnacién det imperio del mal, parecen poco fundadas y muy prejuiciosas. Asimismo, estas acusaciones refuerzan el ideal moral de lo saludable imperante precisamente en et punto fen el que se autodefinen contrario a éste. Es decir, asumen las categorfas normativas del dispositive, en vez de contribuir a su desmantelamfento 0 a su puesta fen cuestién, reproduciendo tas exigencias ascéticas del cuidado de si (culpando a la persona gorda por su falta de voluntad para resistir la oferta constante de alimentos hipercaléricos 0 por su pereza a la hora de ejercitarse, por ejemplo). Habria que poner el acento entonces en que la posibilidad de consumo de ciertos individuos no sélo se contrapone sino que comptementa la carencia de recursos de otras personas, pero que el imperative del no comer o comer sélo bajo ciertas condiciones/restricciones es algo que caracteriza a este dispositive de corporatidad actual, por mas que se intente desconocerlo o naturatizarlo, Es importante recordar que el cuerpo no es un dato estatico sino que, como bien lo han evidenciado ‘experiencias disidentes como las del activismo gordo, ta diversidad funcional, trans @ intersex, en su devenir puede exceder tas normas y categorizaciones propias del régimen dominante, tarea ‘ue alin debeinos plantearnos acabadamente. issue" Thinking Fat VOL, WP 2 Pag T0i72). a 4, Saliendo colectivamente del closet del peso y de las tallas No sélo la gente gorda deberia llamar ta atencién sobre {a intolerancia y (a fobia a ta gordura, {..] Todes estamos ‘mplicadxs si aceptames y toleramos ta discriminacién y et discurso contempordneo que posiciona a Ixs gordxs como seres sin voluntad, enfermxs e inferiores. Deborah Lupton Aunque en el mundo angloparlante existe un activism ‘consistente y una vasta produccién tedrica en torno a las corporalidades gordas (en términos de liberacién, aceptacién, reconocimientoy orgullo), todavia es bastante problematico plantear en ambitos activistas locales nuestra experiencia corporal de manera politica, Como si salir del closet de la gordura fuera algo de to que no se quiere saber. Quiz este anuncio perturba el statu quo, donde lxs que observan, juzgan, critican y dictaminan desde un afuera flaco- siempre saben algo més que un». ‘Aunque ese algo no sea més que sus propias fantastas y ansiedades sociales proyectadas sobre lo que se supone linds, deseable, saludable y normal. ‘Ahorabien, lasproyeccionesde fantasiaseidealizaciones normativas sobre los cuerpos son combatidas por muchxs d= osotrxs colectivamente, no como un problema individual. Por eso crea que la percepcién social de la gordura y 54 calificactin negativa no pueden quedar reducidas a un problema personal e intimo. Ser gordx y que eso nos avergiience de diferentes maneras no es una tara personel fa ser superada en soledad 0 con la tinfca compaitia de w par de libros de ferninistas de la segunda ola. Porque, nos guste 0 no, gordx no es un adjetivo calificativo mas. Estas Cinco letras resumen, en nuestras sociedades, toda un serie de suposiciones sobre la persona asi calificada (sobre su estado de salud, su voluntad, su frustracién, su auto- percepcion, sus apetencias, sus elecciones, etc.), Pienso ‘que el “acéptate” 0 “quiérete” que nos espetan en la ‘ara nuestros propixs afines son imperativos insuficientes. Condena a la esfera individual algo que tiene que ser un 2 CCuerpos sin patrones problema politico para un nosotrxs que se pretende amplio y diverse. Si todxs somos constantemente interpeladxs fen términos de género, capacidad 0 raza pero también morfol6gicos, jacaso hace falta que seamos actual 0 potencialmente gordxs para interesarnos en esta discusién? yAcaso necesitamos ser todxs trans, intersex, lesbianas 6 migrantes para implicarnos en politicas activas que se fopongan al odio y a la discriminacién? Mi salida de closet como gorda cisexual por sf sola no me libera de las ataduras det dispositivo de corporatidad: los iscursos dominantes no se conmueven por un simple acto de concientizacién sino que deben ser resistidos de manera activa. Y aqui es donde cobra fuerza la idea de una resistencia colectiva al régimen politico, econémico e institucional de praduccién de los cuerpos gordos como {allidos. ¥ lo que deberia preocuparnos esta mas alla de la cantinela de la auto-aceptacién o incluso del orgullo de ser como somos, celebrando ta inimensa diversidad en la ‘que encarnamos lxs seres vivxs. Me interesa que podamos trabajar politicamente tanto el insulto descalificador que proviene det odio como et calificativo pretendidamente neutro, objetivo y descriptivo (gordx en ambos casos). Y, sobre todo, trabajar la vergienza como afecto patiticamente eficaz. De to contrario, quedaremos inermes ante la dictadura de tas patrones corporales y de las ficciones regulatorias de lo corporat, gordura incluida. Y ‘me pregunto: zqué rebeliones somaticas podemos intentar si aun no podemos plantear en todo st alcance la salida del closet de los cuerpos gordos? a

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