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García-Mansilla, M. Ramírez Calvo, R. Las Fuentes de La Constitución Nacional. Cap. 1
García-Mansilla, M. Ramírez Calvo, R. Las Fuentes de La Constitución Nacional. Cap. 1
LA CONSTITUCIÓN •
NACIONAL
Los PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DEL DERECHO PÚBLICO ARGENTINO
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CAPÍTULO J
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNIDENSE
2.1. El Federalismo
James Madison fue e l creador del federalismo, sistema que, por influen-
cia de aquél, fue adoptado por la Constitución de los Estados Un idos y, a tra-
vés de ésta, por la Constitución Naciona l. Su participació n como miembro del
Congreso Continental, órgano supremo del gobierno estadounidense creado por
1
Existen innumerables trabajos que destacan los rasgos distintivos del constitucionalismo
estadounidense y sus diferencias esenciales con el constitucionalismo europeo. el que reconoce
su fuente en la Revolución Francesa. Entre muchos otros. pueden citarse. por orden alfabético,
los sigu ientes: BLANCO VALDÉS, Roberto L.. El valor de la Constitución, Alianza, Madrid, 1998:
BoscH, Jorge T.. Ensayo de interpretación de la doctrina de la separación de los poderes,
Universidad de Buenos Aires, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Investigaciones del
Seminario de Ciencias Jur!dicas y Sociales, Buenos Aires, 1944; GARCÍA DE ENTERRiA, Eduardo,
La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional, Civitas, Madrid, 1985: GARC"Í/\ DE
ENTERRÍA, Eduardo. " El derecho constitucional como derecho", Revista de Derecho Político,
Universidad Nacional de Educación a Distancia. nro. 15. p. 7: J1M ÉNEZ AsENs10. Rafael. El cons-
titucionalismo. Instituto Vasco de Adm inistración Pública, Administración de la Comunidad
Autónoma de Euskadi. Oñati, 2001 y también la segunda edición de esta obra con impor-
tantes ampliaciones, publicada por Marcial Pons en Madrid, 2003: UHLER. Armin. Review of
Administrative Acls, The University of Mieh igan Press. Ann Arbor. 1942, especialmente el ca-
pitulo l.
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNIDENSE 17
3 Madison fue representante de Virginia en el Congreso Continental desde 1780 hasta 1783
y desde 1787 hasta la sanción de la Constitución de Filadelfia.
• RAKOVE, Jack N., Original Meanings, Vintage Books, Nueva York, 1997, p. 37.
s MADJSON, James, Writings, The Library of America, Nueva York, 1999, p. 13.
6
Ídem.
7 MADISON, J., Writings, cit., ps. 36 a 39. Carta fechada en Orange, el 7 de agosto de 1785.
9
MADIS.ON, J., Wrilings, cit., p. 69 a 80.
18 LAS FUENTES DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ...
Como puede observa rse, la situación de los Estados Unidos bajo el imperi o
de los Artículos de Confederación no era diferente de la existente en la Argentina
antes de "la sanción de la Constitución Nacional. Para Madison, los A1tículos de
Confederación carecían del principio esencial de toda constitución política: el
poder de imponer obediencia a sus disposiciones y a las decisiones adoptadas en
vi1tud de ellos 10•
Ante tan sombrío panorama; Madison se dedicó a idear un sistema que pu-
diera reconci liar la necesaria autonomía de los Estados con la imperiosa nece-
sidad de contar con un poder central fuerte. Con llamativa simi litud a lo que 65
años después escribiría Alberdi en Bases y puntos de partida para la organización
política de la República Argentina, Madison escribe a Washington lo siguiente :
"Comprendiendo que la independencia individual de los Estados es totalmente ill'econ-
ci1iable con la suma de su soberanía; y que una consolidación de todos en una sim-
ple república sería tan inconveniente como irrealizable, he buscado una solución
intermedia que permita al mismo tiempo la necesaria supremacía de la autoridad
nacional, sin exclui r a las autoridades locales toda vez que puedan ser subordina-
damente úti les" 11 •
El parecido con lo expresado por Alberdi es notorio. Éste afi rmaría, varios
años después, que tanto la unidad como la federación puras eran impracticables,
proponiendo un gobierno mixto, a imitación del de los Estados Un idos 12 • Madison
ideó una nueva forma de gobierno que él denominaba mixta. Ésta es, precisa-
mente, la fórmu la sentada en la Constitución de 1787 y adoptada por nuestra
Constitución a instancias, entre otros, de Alberdi.
Madison basó su análisis no solamente en la experiencia estadounidense du-
rante la vigencia de los A1tículos de Confederación, sino en un detenido estudio
del desarrollo histórico de distintas confederaciones en el mundo. Sus escritos en
El Federalista, nros. 18, 19 y 20, son un detallado análisis de la historia de esas
llrgentina, Obras Selectas, t. X, Librería La Facultad, Buenos Aires, 1920, ps. 136 a 141 , entre
muchas otras.
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNIDENSE 19
Éste, qui zá, sea el aspecto que mayores dificultades presenta para el intér-
prete poco avezado en la tarea de reconocer las diferencias entre el constitucio-
nalismo estadounidense y argentino, por un lado, y el europeo, por el otro. Existe
una notoria confus ión en este sentido, que lleva a asimilar distintas soluciones
constitucionales en cuanto a la división de poderes, sos layando la incompatibili-
dad entre las instituciones europeas y las argentinas y la total identidad entre és-
tas y las estadounidenses. Esta confusión, tan habitual, quizá tenga origen en la
term inante expresión contenida en el artículo 16 de la Declaración Francesa de
los Derechos de l Hombre y del Ciudadano de 1789: "Toda sociedad en la cual la
garantía de los derechos no está asegurada, ni determinada la separación de los
poderes, carece de Constitución".
Esa solemne declaración ha dado pie a suponer que, tanto en el derecho consti-
tucional europeo como en el estadounidense, la separación de poderes es idéntica, por
lo que las fórmulas de uno y otro sistema son igualmente aplicables en la Argentina.
Esa creencia encierra un gravísimo y peligroso error.
Si bien e l nombre de la institución es idéntico, su aplicación en una y otra
orilla del Atlántico es diametralmente opuesta y, por lo tanto, incompatible. En
la separación de poderes también se advierte con mayor intensidad el genio de
Madison. Éste comprendió que no era suficiente con establecer facultades limi-
tadas de los poderes públ icos. Era necesario también crear incentivos para que
cada poder se opusiera a las usurpaciones de los otros poderes. Es decir que re-
sultaba imprescindible establecer un sistema de controles recíprocos, de manera
tal que cada poder necesitara el concurso de los otros para poder llevar adelante
su tarea.
Madison propuso un sistema en el que se establecía una división parcial de
funciones, a través de la cual cada poder compartía atribuciones que eran, en sen-
tido estricto, ajenas a sus competencias esenciales, en tanto que el personal de
cada poder se mantenía estrictamente separado. Así, e l Poder Ejecutivo recibía
atribuciones esencialmente legislativas, tales como el veto, e l Poder Legislativo
IK DEMICHELI, Alberto, Origen federal argentino. Sus bases iniciales definitivas , Depalma,
Buenos Aires, 1962, p. 53.
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUN IDENSE 21
ejercía atribuciones ejecutivas, ta les como el necesario acuerdo legislativo para las
designaciones de funcio nari os desig nados por el Ejecutivo, y ambos ejercían atri-
buc iones judiciales, como e l indulto y la amnistía. Por su paite, el Poder Judicial
controlaba a los otros dos poderes, pudiendo invalidar en cada caso concreto una
acción de otro poder.
Éste es e l sistema de frenos y contrapesos (checks and balances) ideado
por Madison y adoptado por la Constitució n de Filadelfia y por la Constitución
Nacional. Aqué l lo explicó en estos términos en la Convenció n de F il adelfia : "S i
la diferenciación de Jos departamentos en e l papel fuera garantía sufic iente para
cada uno de e llos contra las usurpaciones de los demás, toda otra disposició n sería
sin dudas superflua. Pero la experi encia nos ha mostrado una desco nfi anza hacia
esa garantía; y es necesari o introducir tal balance de poderes e intereses, que ga-
rantice las dispos iciones en el pape l. En lugar de contentarnos con establecer la
teoría en la Consti tució n de que cada departamento debe ser d istinto y separado,
se propuso agregar un poder defensivo a cada uno, que mantuviera la teoría f!n
práctica. A l hacer eso, nosotros no unimos a Jos departamentos. Erigimos barreras
efectivas para mantenerlos separados" 19 •
Como lo ana lizaremos con mayor detenim iento más adelante, en Francia y
a través de su infl uencia en el resto de Europa, la división de poderes fue enten-
dida de manera tota lmente contraria. Por una parte, se estableció ori ginariamente
una rígida separación de poderes, en la que cada uno de los departamentos de go-
bierno carecía de relación con los otros. Se crearon así compartimientos estancos,
sin com unicació n alguna entre s í. Esa diferente apli cación de l principio de sepa-
ración de poderes generó di versas consecuencias: por una parte, en los Estados
Unidos se desarroll ó e l judicial review o contro l j udi cial de la constitucionalidad
de las leyes. En Francia y luego en e l resto de Europa, se rechazó de plano toda
intervención de los j ueces en el control de constituc ionalidad, a tal punto q ue esa
conducta fue tipificada como delito penal 20• De all í se derivó, de este lado del
Atlántico, la doctrina de la supremacía de la Constitució n y, en Europa, la doctrina
de la supremac ía de la ley.
19
MADISON, James, No/es o/ Debates in the Federal Convention of 1787, W. W. Norton &
Company, Nueva York, 1987, p. 340.
211
Una de las excepciones es Noruega, que tiene control de constitucionalidad desde 1866
(ver SMITH, Carsten, "Judicial Review of Parliamentary Lcgislation: Norway as a Europcan
Pioneer", Public Law, Wi nter, Swcct & Maxwell, Londres, 2000, p. 596. Carslen Smith era, al
momento de pu blicación de l artículo citado, el presidente de la Corte Suprema de Noruega).
Aunq ue no hace al lema de este trabajo, creemos interesante referirnos a un llamativo hecho
histórico, al que se refiere Smilh, ocurrido con la Corte Suprema de Noruega durante la invas ión
alemana en la Segunda Guerra Mundia l. En 1940, luego de esta invasión, el Rey y el gobierno
noruegos se ex il iaron en Londres. La Corte Suprema, en ca mbio, se mantuvo en su puesto y
comenzó a poner límites al ofi cial alemán encargado de las fuerzas de ocupación. Éste sostuvo
que estaba fuera de la jurisd icción de los tribunales noruegos el revisar las decisiones de las
fuerzas alemanas. La Corte respondió que, bajo la Constitución noruega, Jos tri bunales ten ían el
22 LAS FUENTES DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL...
deber de revisar la validez de todas las leyes y actos administrativos que se dictaran y que, por
ende, éstos estaban habilitados para revisar las órdenes que emitieran las fuerzas de ocupación.
La crisis no se hizo esperar y, luego de recibir presiones y amenazas. todos los miembros de
la Corte Suprema renunc iaron a sus cargos. Esta renuncia fue recibida con indignación por el
pueblo noruego, alimentando el espíriru de resistencia. Y aquí el hecho que queremos resca-
tar: a partir de ese mom ento, d presidente de la Corte Suprema se convirtió en el líder de la
resistencia civil y militar contra las fuerzas de ocupación. Una vez liberado el país, frente a un
ofrecimiento para integrar el nuevo gobierno noruego, éste rechazó la oferta y pidió volver a su
puesto anterior de juez (ver p. 599).
21
MADISON, James, The Federa/is! No. 51, Mastcrs, Smith & Co., Hallowell, 1857,
p. 238.
22 MADISON, J., The Federa/is/ No. 51 , cit., p. 239.
en SAMPLES, John (ed.), James lvladison and the future of limited government, Cato lnstitute.
Wash ington, D.C., 2002, p. 28.
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNIDENSE 23
24
MADISON, J., The Federa/is/ No. 51, cit., ps. 239 y 240.
2s MADISON, J., The Federa/is/ No. 51, cit., p. 241.
26
MclLWAIN, Charles H., "The Fundamental Law bchind !he Constilution of !he United
Stalcs", en The Conslilulion Reconsidered, Columbia University Press. Nueva York. 1938, p. 3.
27
Algunos autores afirman que Madison no era partidario de un control judicial tan exten-
dido como el que se desarrolló en los Estados Unidos a pa11ir del caso "Marbury v. Madison",
24 LAS FUENTES DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL. ..
en el que, paradój icamente, él resultó demandado en su cal idad de secretario de Estado del pre-
s idente Jefferson (MALCOLM, Joyce L., "Thc Novelty of James Madison 's Constitutionalism",
en James Madison and the future of .. , cit., ps. 52 y 53). Sin embargo, esa opinión parece haber
estado iníluida por razones politicas, teniendo en cuenta la rivalidad partidaria existente entre
Madison y Marshall. El mismo Madison expresó que ·'una ley que viole la Constitución sancio-
nada por el pueblo mismo, será considerada nula por los jueces" (cit. por ScHwARTZ, Bernard, A
1-/istory of the Supreme Court, Oxford Univcrsity Press, Nueva York, 1993, p. 12).
is J1MENEZ ASENSIO, Rafael, El consfil11cionafismo. Proceso de formación y fundamentos del
derecho constitucional, 2° ed. revisada y ampliada, Marcial Pons, Madrid, 2003 , p. 13.
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNrDENSE 25
p. 345.
31 M ADISON, J., Notes of Debates .. ., cit., p. 630.
32 M ADlSON, J., The Federa/is/ No. 38, cit., p. 172.
33 M ADISON, J., Writings, cit., p. 420.
26 LAS FUENTES DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL...
clarac ión qe derechos por varias razones: " 1. Porque creo que, en cierta medida,
( ... ) los derechos en cuestión están protegidos por la manera en que los poderes
federales han s ido otorgados; 2. Porque hay una buena razón para temer que una
declaración positiva de los derechos más esenciales no podría hacerse con la ex-
tensión requerida; (... ) 3. Porque los poderes limitados del gobierno federa l y el
celo de los gobiernos subordinados, otorgan una seguridad q ue no ha existido en
el caso de los gobiernos estaduales ( ... ); 4. Porque la experi encia prueba la inefi-
cacia de una declaración de derechos en los casos en los que su vigencia más se
necesita" 34 •
Pocos meses después, el 2 de enero de 1789, en una carta dirigida a George
Eve, Madison anunciaba la pronta incorporación de una declaración de derechos
a la Constitución: "Es mi sincera opinión que la Constitución debe ser revisada,
y que el primer Congreso debe preparar y recomendar a los Estados para su rati-
ficación, las disposiciones más satisfactorias para los derechos esenciales, espe-
cialmente los derechos de conciencia en su extensión más amplia, la libertad de
prensa, juicios por jurados, protecciones contra órdenes generales, etc." 35.
Madison se convirtió así en el autor del Bill of Rights. Al proponerlo, expli-
caba e l objeto de las enmiendas a la Constitución: "Creo que la mayoría de las per-
sonas que se opusieron a ella [la Constitución], lo hicieron porque no contenía dis-
posiciones efectivas contra las violaciones de los derechos individuales ni aquellas
salvaguardias que hace tiempo se acostumbran a interponer entre e llos y el magis-
trado que ejerce el poder soberano" 36• Adviéttase cómo Madison considera a la de-
claración de derechos como un límite al poder del Estado y una protección de esos
derechos frente a posibles abusos de éste. Más ade lante, en el mismo discurso,
Madison compara la declaración de derechos británica con la que él propone para
los Estados Unidos, dejando en c laro el carácter de norma jurídica directamente
invocable por los pa1ticulares para resistir los abusos de los poderes del gobierno:
"En la declaración de derechos establecida por ese país [Gran Bretaña], la verdad
es que no han hecho más que establecer un a barrera contra el poder de la corona,
pero el poder de la legislatura permanece il im itado.( ... ) Aunque e l caso pueda ser
totalmente diferente y no se haya considerado necesario establecer límites al po-
der legislativo en ese país, una opinión diferente prevalece en los Estados Unidos.
El pueblo de los diferentes Estados ha creído necesario establecer barreras contra
el poder en todas las formas y departamentos de gobierno y me inclino a creer que
3
• MA01soN, J., Writings, cit., p. 420. Madison explicaba esta última razón, afirmando: "En
Virginia he visto a la declaración de derechos violada cada vez en que se ha opuesto a una co-
rri ente popular". Esta expl icación es una perfecta descripción de lo sucedido en nuestro país
en los últimos ochenta anos y demuestra el genio de Madison para advertir los peligros que
enfrentaba el gobierno constitucional y limitado que proponía.
35
MADISON, J. , Writings, cit., p. 428.
36
Discurso pronunciado en el Congreso Federal el 8 de junio de 1789. MA01soN, J .. Writings,
cit., p. 441.
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNIDENSE 27
una vez que se hayan establecido declaraciones de derechos en todos los Estados
así como en la Constitución federal, (...)tendrán un efecto saludable" 37 •
Madison pretendía que la declaración de derechos pudiera ser invocada por
los particulares ante los poderes públicos y muy especialmente enjuicio, poniendo
de esa manera un límite estricto a las facultades de aquéllos.
Los principios ideados por Madison fueron incorporados por gestión de éste
a la Constitución estadounidense. Es por eso que se lo conoce como el padre de
esa Constitución. No es nuestro deseo aburrir al lector, repitiendo lo dicho res-
pecto de las ideas constitucionales de James Madison, conceptos que son tras la-
dables al anál is is de la Constitución estadounidense. •
La idea de un gobierno federal , con poderes separados pero interdependien-
tes, con facu ltades enumeradas y con la limitación de una declaración de dere-
chos, es la piedra fundamental del edificio constitucional estadounidense, prin-
cipios que no se encuentran en el constitucionalismo europeo. Un autor estado-
unidense afirma que "si alguna contribución hemos hecho al constitucionalismo
moderno, ésta reside en la efectividad de estas limitaciones constitucionales, en
el reconocimiento de la libertad individual, en no otorgar a l gobierno lo que per-
tenece al individuo" 38 .
Finer, en un voluminoso estudio sobre la historia del gobierno, ha identifi-
cado seis creaciones que los Estados Unidos incorporaron a la teoría y práctica del
gobierno: la noción de una Convención Constituyente para redactar una constitu-
c ión; la Constitución escrita; la declaración de de1¿chos; el l.1so de los tribunales
para declarar inconstitucionalidades; la separación de poderes; y el federalismo 39 •
Varios de esos elementos han sido explicados al referirnos a las ideas constitu-
cionales de James Madison . Otros se presentan con otros nombres, pero se en-
cuentran incluidos dentro de aquellas ideas. Así, el concepto de Constitución es-
crita es un requisito esencia l para la existencia de un gobierno de poderes enu-
merados y limitados. No se concibe una enumeración de poderes que no conste
en una Constitución escrita. Quizá el único elemento distintivo sea la noción de
una Convención Constituyente para redactar una Constitución. Esa noción se es-
parció por todo el mundo y arraigó de tal manera en nuestro país, que es la única
forma válida para realizar reformas constitucionales. Tan es así, que hasta un go-
37
M ADISON, J., Writings, cit., p. 445.
3
K MclLWAIN, Ch. 11., 7'l1e F1111da111e11tal ... , cit., p. 4.
39
F1 N~R. S. E., The His101y of Governmenl, t. III, Oxford University Press, Oxford, 1999.
ps. 1502 y SS.
28 LAS FUENT ES DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ...
"º K ELSEN, H ans, " Judicial Review of Legislation". The Journal o/ Politics, vol. 4, nro. 2 ,
mayo de 1942, p. 187. Kclsen afirma que la revisión judicial de la constitucionalidad de las le-
yes es una función legislativa y no judicial, razón por la cual la Constitución austríaca de 1920
dispon ía que los miembros de la Corte Constitucional debían ser electos por el Parlamento. En
el mi smo sentido véase VEGA GARCi A, Pedro, en su p rólogo a ScHiv11n, Car! , La defensa de la
Constitución, 2" edición, Tecnos, Madrid , 1998, p. 2 1. Schmi tt afirma en ese libro que la defensa
de la Cons titución no es ni puede ser en ningún caso tarea de un tribu nal, postura que lo lleva a
concluir que es el presidente del Reich el único capaz de erigirse como defensor y garante de la
-Constitució n (La defensa de la Constitución, cit., ps. 2 13 y ss.).
EL CONSTITUCIONALISMO ESTADOUNIDENSE 29
Mediante ese método, ha sido sencillo apa1tar a nuestro desarro llo consti-
tucional del camino correcto, utilizando interpretaciones infieles a los principios
fu ndamentales de nuestro sistema institucional. Es por eso que, a contramano de
sus normas esenciales y torciendo el verdadero sentido de los textos constitu-
cionales, se han podido desarro llar en nuestro país instituciones jurídicas noto-
riamente extrañas, como los decretos de necesidad y urgencia, que e l presidente
de la Nación se haya convertido en el principal legis lador, que haya desarrollado
poderes implícitos e inherentes que no sólo no le fueron otorgados, sino que se le
prohibieron expresamente, que Jos habitantes de la República vivamos en libe1tad
cond icional, con nuestros derechos y li be1tades continuamente cercenados y en
emergencia permanente.
Los capítulos que siguen demostrarán el error de las citas que contradi-
cen esta realidad incontrastable: que nuestro sistema constitucional encuentra su
fuente en la Constitución de los Estados Unidos de América.
•