Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
3° Ejercicios Básicos Reforzamiento Tercer Período
3° Ejercicios Básicos Reforzamiento Tercer Período
3° Ejercicios Básicos Reforzamiento Tercer Período
Personajes
Tema central
Forma de escritura
Expresa en forma breve lo que se da a entender con la frase: “La suerte la haces tú mismo”.
Cuando se realiza la lectura de una obra dramática se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:
A. Los signos de puntuación.
B. La voz
C. Movimientos físicos
➢ Escribe en los espacios en blanco la letra que corresponda a los recursos que se utilizan en la lectura de una obra de
teatro.
GESTOS ( ) EMOCIONES
ESTADOS DE
¡ ¡ ¿ ?
ÁNIMO
FLUIDEZ PAUSAS :
AFIRMACIONES … TRISTEZA
➢ Encuentra las palabras que se esconden en los siguientes ejemplos referentes a los elementos de una obra de teatro.
doilagos
pomtie
ospecia
fíacenoesgra
bienteam
jesnasoper
coblipu
cióntacoa
➢ Existen diversas clases de obras dramáticas; descubre el nombre de algunas de ellas añadiendo las vocales que faltan.
3. T r ___ g ___d ___ ____ (e-i-a-a) 7. S ___ ___ n ___ t ___ (a-e-e-i)
➢ Escribe en el siguiente cuadro, algunos problemas que te gustaría plantear como una propuesta para generar una
solución.
Problema social
a. 1, 3, 4, 7, 8, 9, 10
b. 1, 2, 4, 5, 6, 9, 10
c. 4, 5, 1, 2, 3, 7, 8
d. 3, 1, 9, 2, 10, 4
ÁMBITO: Literatura
PRÁCTICA SOCIAL DEL LENGUAJE: Elaborar un anuario que integre autobiografías.
FALTAN INSTRUCCIONES
José Saramago
Fragmento de autobiografía
Nací en una familia de campesinos sin tierras, en Azinhaga, una pequeña población situada en la provincia de Ribatejo,
en el margen derecho del río Almonda, a unos cien kilómetros al nordeste de Lisboa. Mis padres se llamaban José de
Sousa y Maria da Piedade. José de Sousa habría sido mi nombre si el funcionario del Registro Civil, por iniciativa propia,
no lo hubiese añadido el apodo por el que mi padre era conocido en la aldea: Saramago. (Cabe esclarecer que saramago
es una planta herbácea espontánea, cuyas hojas, en aquellos tiempos, en épocas de carencia servían como alimento
en la cocina de los pobres). Fue a los siete años, cuando tuve que presentar en la escuela primaria un documento de
identificación, que se vino a saber que mi nombre completo era José de Sousa Saramago… Pero no fue éste el único
problema de identidad que me fue concedido al nacer. Aunque había venido al mundo el día 16 de noviembre de 1922,
mis documentos oficiales dicen que nacía dos días después, el 18: fue gracias a este pequeño fraude que la familia pudo
escapar del pago de una multa por no declarar el nacimiento en el plazo legal.
Tal vez por haber participado en la Guerra Mundial, en Francia, como soldado de artillería, he conocido otros ambientes,
diferentes a vivir en una aldea, mi padre decidió, en 1924, dejar el trabajo del campo y trasladarse con la familia a
Lisboa, donde comenzó a ejercer la profesión de policía de seguridad pública, para el cual no se exigían más “habilidades
literarias” (expresión común entonces…) que leer, escribir y contar. Pocos meses después de habernos instalado en la
capital, moriría mi hermano Francisco, que era dos años más viejo que yo. Aunque las condiciones en que vivíamos
hubiesen mejorado un poco con la mudanza, nunca llegaríamos a conocer el verdadero desahogo económico. Ya tenía
13 o 14 años cuando pasamos, al fin, a vivir en una casa (pequeñísima) sólo para nosotros: hasta ahora siempre
habíamos vivido en partes de casas, con otras familias. Durante todo este tiempo, y hasta la mayoría de edad, fueron
muchos, y frecuentemente prolongados, los periodos en que viví en un pueblo con mis abuelos maternos, Jerónimo
Melrinho y Josefa Caixinha.
Fui buen alumno en la escuela primaria: en la segunda clase ya escribía sin errores de ortografía, y la tercera y cuarta
clases fueron dadas en un sólo año. Me trasladé después al instituto, donde permanecí dos años, con excelentes notas
en primero, bastante menos buenas en segundo, más estimado por colegas y profesores, al punto de ser elegido (tenía
entonces 12 años…) tesorero de la asociación académica… Entretanto, mis padres habían llegado a la conclusión de
que, por falta de medios, no podían seguir manteniéndome en el instituto. La única alternativa que se presentaba sería
entrar en una escuela de enseñanza profesional, y así fue: durante cinco años aprendí el oficio de cerrajero mecánico.
Lo más sorprendente era que el plan de estudios de la escuela, en aquel tiempo, aunque orientado obviamente para
formar profesionales técnicos, incluía, además de francés, una disciplina de Literatura. Como no tenía libros en casa
(libros míos, comprados por mí, aunque con dinero prestado de un amigo, sí los pude tener a los 19 años), fueron los
libros escolares de portugués, por su carácter “antológico”, que me abrieron muchas puertas para fruición literaria: aún
hoy puedo recitar poemas aprendidos en aquella época distante. Terminado el curso, trabajé durante cerca de dos
años como cerrajero mecánico en una oficina de reparación de automóviles. También a esas alturas había comenzado
a frecuentar, en los periodos nocturnos de funcionamiento, una biblioteca pública en Lisboa. Y fue así, sin ayudas ni
consejos, apenas guiado por la curiosidad y por la voluntad de aprender, que el gusto por la lectura se desenvolvió y
pulió. Cuando me casé, en 1944, ya había cambiado de actividad, pasando a trabajar en un organismo de Seguridad
Social como empleado administrativo. Mi mujer, Ilda Reis, entonces mecanógrafa en Caminhos de Ferro, vendría a ser,
muchos años más tarde, uno de los más importantes grabadores portugueses. Fallecería en 1998. En 1947, año de
nacimiento de mi única hija, Violante, publiqué mi primer libro, un romance que titulé A Viúva, pero que por
conveniencias editoriales vendría a salir con el nombre de Terra do Pecado. Escribí aún otra novela, Clarabóia, que
permanece inédito aún hoy, y principio de otra, que no pasó de las primeras páginas: se llamaba O Mel e o Fel o tal vez
Luís, filho de Tadeu… La cuestión fue resuelta cuando abandoné el proyecto: comenzaba a volverse claro para mí que
no tenía que decir algo que valiese la pena. Durante 19 años, hasta 1966, cuando publicara Os Poemas Possíveis , estuve
ausente del mundo literario portugués, donde debieron haber sido poquísimas las personas que se dieran cuenta de
mi falta.
Tomado de https://acasajosesaramago.com/autobiografia/
Tiempo verbal en que están escritos los verbos resaltados con negritas.
a. Pretérito
b. Futuro
c. Copretérito
d. Pospretérito
a. 1c, 2b, 3a
b. 1c, 2a, 3b
c. 2a, 1c, 3b
d. 3a, 2c, 3b
➢ Selecciona la parte del artículo de opinión en donde el autor debe enganchar al lector, de lo contrario éste no leerá
más allá, hay que captar su atención. Tiene que aparecer aquí el problema o la situación sobre la que se opina.
a. Introducción
b. Desarrollo
c. Argumento
d. Conclusión
➢ Idea en la que el autor cree y que inmediatamente es defendida con una serie de argumentos. (En ocasiones este
orden puede aparecer invertido, presentándose en primer lugar los argumentos para terminar con el principio que
se defiende).
a. Introducción
b. Tesis
c. Argumentos
d. Datos
➢ Lee con atención, el siguiente artículo de opinión.
Primavera
Me gustan los Viejos que se sientan en los bancos de Me gusta ver a esas parejas de ancianos que llevan tanto
la calle con sus pequeños perros repantingados sobre tiempo juntos que se parecen en todo; y que, agarrados de
el asiento a su lado, unos animales tan mayores como la mano como dos niños, van paseando por las alamedas
ellos, igual de cachazudos e impertinentes mirones; los moteadas de sol con un vaivén gemelo de reúma y de
dos, humano y chucho, de vuelta ya de los afanes cojera. Me gustan los hombres y mujeres entrados en
mundanos, amigos tan íntimos que ya no necesitan carnes y en fatiga que, vestidos de deporte, trotan
hablarse ni ladrarse, porque les basta con saberse desarboladamente y van más despacio que yo cuando
juntos y disfrutar tranquilos de la contemplación del ando despacio, pero que, aun así, se esfuerzan y no se
río de la vida. Me gustan los bebés que están dando rinden. Me gustan esas parejas de adolescentes fundidas
sus primeros pasos y que se acuclillan inestables y en un beso de tornillo, altos hornos de feromonas,
alargan la mano con absorto y concentradísimo explosivos paraísos de los primeros amores. Me gustan las
cuidado para coger una margarita, objeto fabuloso personas que van por la calle con una especie de alegría en
que jamás han visto; su esfuerzo es tal y su lentitud de el cuerpo, el puro gozo animal de saberse Vivo, y que,
movimientos tan penosa que parecen astronautas en cuando cruzan los ojos contigo, te sonríen. Los días buenos
gravedad cero, y de algún modo lo son, porque esos espero ser yo también una de ellas.
pequeños exploradores están descubriendo el
Cosmos, y esa margarita es más alienígena para ellos Rosa Montero, El País (Madrid, 1951).
que la constelación de Andrómeda. (...). Tomado de https://es.slideshare.net/maestrajulia/articulo-de-
opinion
➢ Escribe tu interpretación personal acerca de qué mensaje quiere trasmitir en el siguiente fragmento:
“Me gustan las personas que van por la calle con una especie de alegría en el cuerpo, el puro gozo animal de saberse
Vivo, y que, cuando cruzan los ojos contigo, te sonríen. Los días buenos espero ser yo también una de ellas”.
Seguridad vial
Por Estela Páez.
Luego del accidente de tránsito sucedido hace apenas cuarenta y ocho horas deseo compartir con los lectores mis más
profundos sentimientos al respecto.
Podría decirse que esta catástrofe es prácticamente la crónica de una muerte anunciada. Nuestras calles se encuentras
atestadas de conductores que no conocen las reglas mínimas de tránsito e inclusive muchos que no poseen la licencia
correspondiente para hacer uso de un automóvil.
Es importante entender que un auto es una herramienta, pero también un arma, una muy peligrosa. Es necesario que
todos los conductores conozcas, rigurosamente, en su totalidad las normas de tránsito y hayan superado los exámenes
necesarios para hacer uso de un vehículo. También es necesario concientizar a peatones y ciclistas la necesidad de
respetar de igual forma las reglas en la vía pública.
En mi humilde opinión, no solo los ciudadanos tenemos gran responsabilidad en los accidentes de tránsito que suceden
a diario. Creemos que podemos hacer uso de nuestro vehículo de manera indiscriminada, por eso superamos la
velocidad permitida, pasamos los semáforos en rojo, conducimos alcoholizados. Fuentes oficiales afirman que al menos
veinte personas mueren por accidentes de este tipo cada día, una cifra que debería alarmarnos.
Le corresponde al Estado atender a la educación y concientización de todos los ciudadanos que habitan el territorio
nacional. Este es el primer medio por el cual deben encargarse de resguardar nuestra seguridad vial. Deben utilizar los
medios necesarios para detectar los delitos producidos en las rutas y calles y sancionar a los responsables de manera
severa y con las penas correspondientes. Considero también necesarias políticas públicas destinadas a la disminución
del uso de vehículos, que no solo producen accidentes, sino que contaminan nuestro aire. Debe ser fomentado el uso
de medios sustentables, además de la mejora en el servicio de transporte público.
La seguridad vial es un compromiso de todos: ciudadanos y dirigentes. Cada uno desde su lugar debe tomar la
responsabilidad que le compete y reducir el riesgo para uno mismo y para los demás. Solo así, en equipo, podremos
volver a movernos por la ciudad sin estar en constante peligro.
Tomado de https://verbum.idiomas.deusto.es/spa/modelos-de-articulo-de-opinion/?lang=es
Tipo de conector empleado en: “También es necesario concientizar a peatones y ciclistas la necesidad de respetar de igual
forma las reglas en la vía pública”.
a. Adición
b. Condicional
c. Causal
d. Consecuencia