Traduccién CELESTE GONZALEZ DE BUSTAMANTE
Taw Rovit KaWansxt
“Muy buenas noches”
MEXICO, LA TELEVISION
Y LA GUERRA FRIA
Prefacio
RICHARD Cots
FONDO DE CULTURA ECONOMICAINDICE
Prefacio 11
Agradecimientos
Introduccién 19
1. Elsurgimiento dela television en México 37
2, Lainvencién delasteletradiciones 67
3. Rebeldes y revolucionarios
Conclusién 247
25918 AGRADECIMIENTOS
¥y que han visto més de este proyecto que cualquier otra persona (aunque
sea de reojo, mirando sobre mi hombro, mientras yo me concentraba en
‘a pantalla de la computadora): mi esposo Héctor y mi hija Claire; jcon
{gusto les doy las gracias y los alabo por el resto de mi vida!
INTRODUCCION
Esos hogares pueden carecer de un buen sutministro de
‘agua, de calefaccidn, de una buena estufa ode una lava-
dora, pero nada de eso importa tanto como un televisor.
Ls Bacerza Ceuis
El sudor brotaba de su frente y le empapaba la camisa, mientras Emilio
Azchrraga Milmo, hijo de uno de los caciques mediiticos més influyentes
det pais, saludaba a miembros de la prensa, Habia tomado seis afios erigit
cl Estadio Azteca, pero ahora Azcérraga Milmo se preparaba para inaugu-
rarlo, Se limpié el entrecejo, om un micr6fono y dio la bienvenida a re-
Poreros yfotdgrafos ala comida de prensa, Hasta ese momento Azcérra-
2 junior, como a veces era llamado cariosamente, habia vivido a la
sombra de su pace, el Le6n, Emilio Azcérraga Vidaurreta, quien en 1950
habia rugido que él era el “zar de la radio mexicana y que pronto seria el
zar del televisién nacional”! sin embargo, ese caluroso fa de primave-
12, el 29 de mayo de 1966, en que fue inaugurado el estado, Azcérraga
Milmo saié de la sombra de su padre y se paseé junto al presidente dela
Repiiblica, Gustavo Diaz Ordaz. Ambos caminaron a través de un campo
de Futbol cuidadosamente podado, alo largo de tn oscuro tinel de con-
creto, para abordar un sedan negro iltimo modelo. El chofer paseé al pre-
sidente y al naciente magnate de los medios por toda la estructura de len
nil oneladas de concreto. Azcérraga Milmo era dueio del estadio y del
‘equipo local el Club América, Habia adquirido el equipo en 1959, a
pando ia construccién del estado y el imperio que seria su compat?
Esa, 2006, hp/wwnesmas.com/estadionsteca/ie~
1920 INTRODUCCION
Bn la XHTV, Canal 4 de Telesistema Mexicano, los narradores anuncia-
ban el momento en que, a cuatro afios de que el entonces presidente
Adolfo Lépez Mateos pusiera la primera piedra del esta
dente ac * Uno de los dos narradores rés
cérraga Milmo y el presidente estén a punto de entrar al auto"? y que el
residente estaba siempr Azcérraga. Al comenzat las no-
ticlas vespertinas Jacobo Zabludovsky, el conductor de noticiatios més
‘conocido en la Ciudad de México, y Pedro Ferriz Santa Crua daban deta-
les acerca de Ia ceremonia inaugural alos hat
comentaba: “Nosotros, como mexicanos, también nos sen
808 de tener un estadio de tal magnitud y que en todo sentido es mejor
ue cualquier otro en el mundo. He estado en el Estadio Maracand de
‘en el de Wembley de Inglaterra en el Estadio Nacional de Santiago
yen el de Tokio, ya mi parecer el nuestro es més funcional en todos los
sentidos”.*
faz Ordaz y Azcérraga Milmo caminando juntos
‘metafora de los estrechos vinculos que unfan al gobierno con los
medios de comunicacion durante la segunda mitad del siglo xx. La ma~
‘yoria de los académicos han llegado a a conelusién de que Televisa, en lo
Que se convertirfa Telesistema Mexicano en 1973, caminaba al mismo
aso que el gobierno y el Partido Revolucionario Institucional (eet), el
Partido gobernante durante 71 ailos (1929-2000)? Ningiin ac
veraz podria poner en duda que los lazos pol
la rgo reinado del pet, pero
esto s6lo es una parte de la historia. ;Cémo ocurrié esto dia a dia y atrax
vvés de los afios?
Sin duda, las decisiones gubernamentales que regulan las comuni-
caciones y Ia infraestructura de las telecom
10 de Televisa, que
ar el siglo xx se encontraba entre las més poderosas compa-
ses/30071 yo de 1966, Flmoteen de Noti
05 de Televss,
in masia; Twejo Delarbre, Redes de Televisa
rag, y Orozco Gémer, “Television en Mésico”
INTRODUCCION a1
filas de medios del mundo. El Grupo Televisa dominaba tanto en pro-
dduccién como en ganancias en el mundo de habla hispana. En 1977 la
compatiia habia transi
para aproximadamente 28
gramacién producida en el p
blicidad alcanzaron los 144
de todas las ventas de pul
dlares.*
Mucho antes de que la televisién cum
nes de televidentes, con 60% de la pro-
- Los ingresos de la compatiia por pu-
nes de délares,
idad llegaba a un to
las cosas para
mnces presidente
la XHTV2°En
soldado del
0s como Azcérraga Milmo y el pr, Ia relacién no fue algo estatico
‘tanscurrié sin tensiones; forjada a lo largo de los afios, en ocasiones se
uso a prueba. En la década de 1950 Azcérraga Vidaurreta tenfa que pasar
Por el secretario particular del presidente para concertat reuniones con
Alemén, un indicio de que ambos no eran precisamente amigos del al
ma." En 1968 el presidente Gustavo Diaz Ordaz critics la cobertura que
"ma Mexicano del movimiento estudiantil y de la masacre en
Ja Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre, apesar della evidencia de que
fue en extremo limitada. Al comenzar la década de los setenta el presi-
dente Luis Echeverria amenaz6 con apoderarse de la industria de la tele-
visin en una oleada de esfuerzos por nacionalizarla.!2
Hacia el final de los noventa, Azeacraga Milmo empez6 a
Phi, y sus defensores aseveran que el emp: is
pp. 52, 556,
Tyre, 325.
ral dela Nacién (act), Adolfo Ruz Cortines, Fondo Presientes, folio.
153, caja 452,22 INTRODUCCION
pleados de Televisa a proclamarse también “soldados del pat
Alemén Velasco,
8 finales de los sesenta y principios de
los setenta, actué como enlace entre la compatiiay el g
de igual manera que nunca se declaré soldado del rxi
eterno conductor de noticas Jacobo Zabludovsky admitié que tuvo que
seguir las Ordenes de Azcérraga Milmo, pero que el Tigre, como era cono-
cido por amigos y enemigos, nunca le dijo directamente que respaldara
Para seguir con la metéfora, al pasar en cdmara lenta el movimien-
to de la imagen el espectador puede darse cuenta de que Diaz. Ordaz y
Aacérraga Milmo caminaban juntos, pero no exactamente sincronizados,
Avanzaban en la misma direccién pero a velocidades distintas, y cada
luno ocupaba su propio espacio en la pantalla, Lo mismo puede decirse de
la relacién entre los ejecutivos de la televisora y los funcionarios de los
gobiernos de 1950 a 1970. Diaz Ordaz tuvo una relacién menos amistosa
con Azcérraga Milmo, especialmente después de 1968, dela que sus pre-
Aecesores Adolfo Lopez Mateos y Miguel Aleman Valdés habian tenido
‘con los magnates de los medios."?
PROPOSITO Y DISEfiO DEL ESTUDIO
De 1950. 1970, es decir, durante el apogeo del prt y de la Guerra Fria, la
televisién aparecié como la herramienta més novedosa y valiosa para
ienes se interesaban en con:
b y explicar el papel que desempefiaron
s, productores y reporteros televisivos en ese esfuerzo,
de sus ejecutivos, los productores fungian como aut
Wwe podian, en gran medida, reforzar los mensajes que las auto-
"as querfan diseminar, aunque no siempre fue a
+ Fermindezy Paaman, igre,
* lemén Velaseo, entevist
$+ fulla Preston, “News (and State) Anchor Weighs His’, New York Times, 20 de enero de
y Alemin Velasco, entrevista
lemén Velasco entrevista, y Fernéndesy Paxman, Tire pp. 44 161
"Zeller, Covering the Body.
INTRODUCCION 23
0 se enfoca en los nexos entre el poder y la cultura mediante cin-
0 estudios de caso, con dimensiones nacionales e internacio
cas0s estén relacionados con los siguientes temas: 1) revolucionarios
‘mexicanos y cubanos durante 1959; 2) visitas de presidentes y jefes de
Estado, tanto de México como de otras naciones al pais; 3) la carrera
¥ la participacién del pafs en la competencia tecnop
Su vee, influyen sobre los cudadanos.
“Tas dimensiones nacionales e internacionales de lo casos elegidos
son ideales para examinar la cuestién central del libro: los limites de la
hegemonia cultural de levisin durante el auge del pri y de la Guerra
Fria, Se llama hegemonia c
‘grupos sociales aceptan yas
ante, en este caso las que detentaban quienes controlaban el espacio
televsiv. En una regién azotada por el autortarismo interno y une
fuerte influenciaextranjer, el concepto de hegemonia cultural puede
ser tl para comprender a complejdad del proceso mediante el cual las
naciones y los ciudadanos, enfrentados a poderes dominantes como el
Estado-nacién y los Estados Unidos, consentian y, a veces, resistian tal
Poder. 7]. Jackson Lears resume el valor que tiene la hegemoni cultural
Los historiadores del pensamiento tatan de entender cémo las ideas ref
cl poder que ejercen los
ural de los grupos subordina-
dosalos que viewimizan.2
El reconocimiento de que tanto los productores de noticiarios como
los televidentes tienen una “relativa autonomfa cultural” responde los
? Martin-Barbero, Com
Lets, "The Cancep of Cultural Hegemony
nd Hegernony.