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; > Ediciones Dfensivz Roja Agosto, 1989, . } oo — t—‘“‘~*S a 99 SFGDOOSFSSSSHFHHDDSHOHS HHH HDDS ELE RETA EA KARA K K K K AOS e Karl Marx —————— a ‘ i! | | | | ie “4 CUADERNO KOVALEVSKY | (EXTRACTOS) [HEDITO EN CASTELLANO | r Ediciones Ofensiva Roja Agosto, 1989, : | eaeoseuvwvwvrvv sw ST INTRODUCCION En Septiembre de 1879, Kovalevsky, un historiddor ruso, regalé a Marx el Libro , que @1 habia escrito titulado "Obshchinnoe Zemleviadenie";*Marx, que por esos amos venia estudiando materiales sobre la exis- tencia de lags comunidades campesinas en particular, y. en general, materiales sobre las relactones agra rias para la redacci6én del volumen Ifls-de El Capi- tal. no tard6é mucho tiempo en incluir-en sus lecr turas esta obra de Kavalevsky., Como resultado dé su lectura, Marx’ redact6, entre notas, Gomentarios y transcripciones, mas de 80 paginas dé una de sus cuadernas que después de su muerte, junto con otros fueron a parar al Instituto Internacional de Histo- ria Social de Holanda(t), con la numeraci6n de Bi40 Al igual que otros materiales valiosisimos de esos akos que contienen el enriquecimiento del pensa- miento de Marx sobre lag saciedades agrarias,” el cuederno Kovalevsky hasta ahora, no ha sidg publi- cado en_las obras completas de Marx y Engels en ale- man, y menos aan ha sido traducido al castellano La primera publicacién parcial de estas notas de Marx, se realizé-en ruso, en revistas especializadas que solamente dieron & conocer algunos capitulas(2); Posteriormente, en 1975, 21 antropélogo Krader pu~ blicé la mayor parte de este cuaderno en inglés, Hero aim asi, esta publicacién es incompleta porque faltan lag notas de Marx s !os capitulos I y II de! libro de Kovalevsky, que segan Krader tampoco han w icatino de las obras de Harx, ver Karl Marz, Cuadernos Etnol 6gicos (Extrac~ | tos Escogides), Ediciones Ofensiva Roja, La Paz, 1968. : (2) La cronologia’ de la historia de 1a India hecha por Marx fué publicada en ruso en 1947, Lis capitulos ~L11-V1 fueron publicados en 1958, tasblén en ruso. Y finalaznte se 3c publicaron los capétulos VIII y 1X en 1969. | | | ur sido publicadas, a1 menos hasta 1975, ni en aleman ni en ruso, Kovalevsky y Marx —evalevsky oy La obra de Kovalevsky, est& dividida en tres par- tes. La primera, trata acerea de la propledad en las aiteren Gs Shek fends On a) cunis mundo y sobre “iss formas ‘del cantrol de la tierra “por ios espamo- ‘ee en ten partes conquietadas da América. Lamenta- blemente esta parte, que quiza hubiera sido Ia parte ge mayor interés para nosotras no fue publicada por Krader. La segunda trata la cuestién de la tierra en la India durante Ja invasién inglesa y anteriormente Gurante la invasién de otros pueblos asiaticos. Y la ‘ercera parte trata igualmente de las relactones de propiedad de la tierra en Argelia bajo e} dominio de ‘os Srabes y luego de los francese: De esta ,abra, Marx ha de tomar Principatmente nu- merosos datos y referencias para comprender mejor 1g uistoria de esos Pueblos pero, en Particular ha de -omar nota favorablemente de una serie de argumentos Jesarrolladas por Kovalevsky, que de aigan modo en- fazan con posiciones anteriormente avanzadas por Marx. Este es el caso de los argumentos de- Sarrollados por Kovalevsky acerca de la existenolg de la "propiedad" comunal de la tierra en los momen- [Os inictaleg dei surgimiento de la organizacian so- sia! de los hombres, 1a asociacien comunitaria del trabajo agricola desde los momentos mismos en que 'os grupos humanos comenzaron. a establecerse yermanentemente en Zonas fijas, Asimismo, Kovaleveky -ambien desarro! 16 y mostr6é claramente como es que ias acciones de Espafia, Francia 2 Inglaterra durante ta invastén y colonizacién de los pueblos Seetlounom, indios ¥ appelinus destruyeron, 0 al menos hicieron los esfuerzos a] alcance de su VISION HISTORICA, Para desarticular las relaciones comuna- ‘es ancestrales sobre !a tierra a escala social. Es- tas ideas, Marx ya las habia avanzado con anteriort- diy dad en particular respecto a la India desde 1853, sus articulos periodisticos. on ‘Si bien, Marx coincidié con estas. apreciaciones de Kovalevsky, y con otras como-ser-—ta—de-ta,posibi~ lidad de la continuidad de la comunidad por caminos propios si no hubiera intervenido- la colonizacién, etg., en muchas otras paftes, somete a critica las | posiciones de Kovalevsky ‘y’desarrolla .por cuen propia y em contraposicién,,a ¢1, sus ideas. Asi, Por ejemplo, Marx desarrdi le, ‘en contraposicién a Kovalevsky, que veia en “fa “dongiencia™ una de las esusas de ia divisién del ‘clan, .el estudio de las gehiiciones materiales objétivas que empujan en rea- fitdad a tal divisién. Asimismo, Marx. rechaza las japreciaciones de Kovalevsky sobre unas ‘supuestas | Ntendencias™ a la individualizacién de la propiedad de la tierra comunal y, sefiala ‘por su parte, el (surgimiento de las tendencias de ia disolugién de la comunidad original, en términos de la autonomizacién de ia autoridad frente a la comunidad y a las diver- ,88S formas de control de la posesi6n.comunal sobre las tierras que van estableciendo e impopiendo. En sus notas Marx a la vez.continua tratando de una matiera novedosa y sumamente enriquécéeddra, el problema de la distincién entre posesién y propie- dad de la tierra. Ya en 1857-8(3), Marx intent6é pre- cisar en sucesivas definiciones el significado. de "propiedad" comunal y estatal_y, de posesién indivi- dual en sociedades agrarias donde. no. existe "supuestamente” propiedad privada de la tierra. En los cuadernos Kovalevsky, esta distinci6n se hace mas tajante por cuanto Marx da cuenta,de la imposi- bilidad de aplicar el mismo concepto de "propiedad" usado para Europa, para estudiar sociedades en donde | la’ tierra no puede ser “alienada” ("vendida"). Cam- || / (3) Karl Harx. Elenentos Fundazentales para la Critica de la Econoaia Politica s(Grundrisse) 1957-1958; Cap, "Fornas que preceden a la produccién capitalista’. + Sobre el #studio detallado de este tena ver L. Krader ,the Astatic Mode of Production, Cap. 111 y Ww. { Iv biando sistematicamente los titulos de Kavalevsky donde se habla de propiedad, por el de posesi6n, Marx preferira hablar de la comunidad como "duefia" de las tierras y de los individuos trabajadores poms: "poseedores" de ella. Por Gitimo, otra de las criti- cas mas sustanciales e importantes de Marx a Kdéva- levsky, sera el. rechazo continuo de Marx al intento de Kovalevsky de aplicar la teoria del feudalfsmo europeo al desarrollo histérico de la India. Marg: no” solo ironizar4 con el descubrimiento de supuestos “feudalismés" que Kovalevsky querra ver tras la} to- lonizacién inglesa y la invasign turca a la India; también demoler& los argumentos de Kovalevsky, se opondrd a sus intentos de aplicar facilmente los es- quemas interpretativos validos para Europa Occiden- tal, a una sociedad totalmente distinta y marcaraé la necesidad de entender, a partir de categorias "in- gias" el desarrollo histérico de esa sociedad. Posteriormente trataremos este punto un poco mast LAL MPOoRTANCIA DEL CUADERNG KOVALEVSKY Las notas de Marx a Kovalevsky forjadas ef e1 mismo 4mbite de preocupactones y enrtYuecimienta del pensamiento de Marx, de los Cuadertios Etnolégicas, presentan la misma importancia que habiamos sefalado para ellos: En primer lugar, reafirman y desarrollan 1a icon= cepcién de Marx sobre el contenido "multilineak" de Is historia que precede al capitalismo, o mejon se- mejante a la de un espacio continuo y orientada,en jonde el devenir de los pueblos iniciads en’un punto coman, la comunidad primordial, ha avanzado por im@l- tiples y distintos caminos Ye 2l curso de uno de ellos, el desarrollo capitaligta, somienza a subordinar al resto de cursos hist6ritos Figo ines? diseregandolos; sometiéndolos e inipo- nté@ndoles su propio devenir. Diversos cursos no sa. Sree pemeontey empujados y obligados ecco eeean e@ de un solo devenir his- 7 que en tanto se mantenga hasta un momento en que | ccecccce oe ¢ e ¢ e @ e ¢ e ¢ ¢ ° e e e o o « e ° e « e é e wwovvwvvwevwww wswswevwvsvcrsvsveeweewsweeweewesenreecseeceeeese se s@t OE my ‘ . v i Mp afm efa iucha contra la imposici6n capit no realizada plenamente. (existencia faieceie indore comunitarios det campo) y, por jas propias tenden- aA cias de su ‘tealizaci6n consumada.(existencia det proletariado), abren la posibilidad de continuidad, en condiciones nuevas, de los cursos histéricos ‘co- munitarios no capitalistas, péro ahora como “inte- grantes impulsores de un nuevo camino hist6rico, el comunismo; que represe, ta en parte, la continuidad con ia antigua trayectoria’ no*capitalista, pero tam- bién su superacién, porque 1a nueva comunidad estard marcada por las guerras anticapitalistas que ayuda- ron a derrotar, tanto a las -fuerzas capitalistas, las antiguas fuerzas internas que Va empuja- coma 3 ban a su. disolucién,., ‘En sus notas, Marx al reehazar frontalmente los inténtos de caracterizacién feudal de la “historia socio-econémica de India‘y Argelia, explicitamente esté rechazando a la vez, no solo la concepolén evolucionteta de Kovalevsky herdada de Maine, sino que también esta enfrentando todo tipo de vision me- canica y lineal de la historia segan la cual todos ios pueblos det-mundo tendrian que pecorrér caminos. similares a Tos de Euror al no aceptar esta concepcién, al hacerce | burla y rechazar el uso de categorias propias x para eT éonocimiento de Buropa, pero erréneas~ pare el entendimiento de otras socie- dades cuyo curso.histérico es distinto, nos esta in- dicando la imposibilidad para el pensamiento revolu- cionario de encajar_© rellenar a la fuerza, la rea lidad en esquemas abstractos, y nos muestra, en cam- bic, que todo conocimiento cientifico de la reali- dad, debe hacer-emereer del estudio de sus propias condiciones reales, las posibitidades dé similitud con otras realidades © su diferencia. Esta concepci6n one taetde la diversidad del de~ sarrollo hist6rico ae“ag*'" pueblos del mundo y su oposicién a trazar ,caminds® progresiyos y obligados de historia, cierta telése ya una continuaci6n de las: ideas expresadas “por Mdriten la redaccian de El garital sobre las sociedades sagrarias afitiguas You eNey : " 4 otal ‘Ba Vie adn a ee rt—~— [manica, asiatica, etc. VI particular, de los razonamientos los Grundrisse sobre las diversas sociedades que se desarrollaron sobre-la base de la comunidad origina 5 la-formacién’econémico social eslava, ger En conjunto vemos pues, en desarrollo histérico que difiere antagénicamente de tos esquemas linealistes, esquematicos y en ocasiones con rasyos racistas con que representantes de la II Internacional caract rizaron el desarrollo hist6rico(4), y que luego ‘fue- ron continuados por Stalin en su famoso texto "“Mate- rialismo Diatéctico, Materialismo HistGrico"™ y por odos los manuales de "“divulgaci6én™ marxist estos, la historia conoce 5 modos de prod gresivos que todos los pueblos habrian tenido que atravesar invariablemente: comunidad primitiva, es- clavismo, feudalismo, capitalismo y soctalismacS). desarrolladas en ria, como Marx, una concepeién del (4) "Los paises wodernos ya no podran arreglarselas sin veciones que praporcion saterias primas y productos tropicales indispeasables para la indust las rag de la huaanidad (...). Por fo tanto, basta ta sociedad sociatista del futuro deverd ela~ borar su politica ccionial, regiasentando ias relaciones da los paises que han alcanzado en Ia escala de Js evolueign econteina un grado superict al de las rasas atrasadas {,..1. @Podceas abandonar ia xitad dei gicto at arbitrio de pueblos que alin no kin supetads.e} periodo de la infancia? {...} La hipftesis de Kar} Hare de que ciertos paises podvin, al menos parcialeente, obviar e! perivdo capitalista en su evolucién econdaica no se ha rea~ Hizado. Les pueblos prinitivas solo accederan a la civilizacién pasando por ese calvaric. Por io tanto, nuestro deber consiste en no abstaculizar el desarralio del capitalis#o {...) Nosotros, socialistas libres de todo prejuicio de razas y colores, guardaeos on nuestro cocazén una esperanza iligiteda en el futuro de tas razas Ilagadas infericres.” Van Kol, Congreso Socialista de Aasterdas dei 14 al 20 de Agosto de 1904, Citado en “El Marxisno y Asia", S. Schram y Helene Carrére, 1965. 15) J.Stalin, "Materialiswo Dialéctico, Haterialisso Histérico", Obras Coupletas, Névico, ba sucesién progresive de estos 4 prizeros modos de produccién ain para e! casi de Eurspa an of que Engels y Kautsky se basaron para generatizarias, es reiativa, En ef esiudis gus Karl kaulsky hizo con los iltinos datos histéricos después de 1a muerte de Matx y Engels ‘karl Kautsky, La Cuastién Agraria, 1898, Ed, Era, Héxico.), sobre el campo alosin entre et siglo W y BVIIL, na puede ocuitar la esistencta en wedio de reisciones fevdales, de foraas conunitarias de trabajo (1a arka), que no desapareci6 tctalaante, coso,se cresa, Gesputs de las Invasions geradnicas al Iaperia Rowano, sing que permanecieron en algunos vasos hasta fines. del sigio IVII1, configuranda en estos casos una relacifin de cuhordi nd clin’ de 42 conuniiled a “Ios Lisasdos SeXores teudalos, ty parecida a {2 osiydiaia ast SS oy aun esa iucha contra lta imposici6n capitalista aay, no-realizada plenamente (existencia de trabajadores comunttarios det campo) y, por las proptas tenden- cias de su‘réaidizaci6n consumada::.(existencia del proletariado), abren tla posibilidad de continuidads en condiciones nuevas, de los cursos hist6ricos" co- munitarics no capitalistas, péro ahora como ‘inte~ grantes impulsores de un, Nueva camino histérico, .e} comunismo; que representa en parte, la continuidad con la antigua trayectoria no‘ capitalista, péro tam- bién su superacién, porque 1a nueva comunidad estara matcada por las guerras anticapitalistas que ayuda- Ton a derrotar, tanto a las ‘fuerzas capitalistas, como & (las antiguas fuerzas internas que la empuja- ban a su disolucién., § y En sus notas, Marx al ‘techazar frontalmente los intentos de caracterizacién feudal de la “historia socio-econémica de India’y Argelia, explicitamente esta rechazando a la vez, no. solo la cdncepcién evolucionista de Kovalevsky herdada: de Maine, sino que también esta enfrentando todo tipo de visién me- cAnica y “lineal de Ja historia segén la cual todos log pueblos del mundo tendrian que recorrér caminos similares a tos de Europa. Marx, al no aceptar esta concepcién, al hacerce is’ burla y rechazar.el uso de categorias propias ,para él Gonocimiento de@ Europa pero erréneas ‘para el entendimiento de otras socie- dades cuyo curso .hist6rico-es distinto, nos estA. in- dicando la imposibilidad para el pensamiento revolu- cionario de sneajar o rellenar a la fuerza, la rea- lidad en esquemas abstractos, y nos muestra, en cam- bio, que ''todo..conacimiento cientifico de la reali- dad, debe thacer-emerger del-estudio de sus propias condiciones reales, las posibitidades ‘de similitud con otras realidades o su diferencia. ,Esta concepcién ma stade.la diversidad del de- sarrollo hist6rico. de 1'68¢ pueblos del mundo y su oposicién a trazar gaminds® progresivos y obligados dé historia, ciertamente * ya una continuacién de las ideas expresadas por Mackten la redaccién de El Capital sobre las so; tedades : tagrarias afit i guas yeren : 22 2, VI particular; de> “has razonamientos desarrollados los Grundrfsge sobre.las diversas sociedades que 5 desarrollaron ‘sobré.la base de la comunidad origina | ria, como ‘la. formation’éconémico social eslava, ger manica, asidti¢a,; etc.” En conjunto vemos pues, Marx, una concepci6n del desarrollo histérico qu difiere antagonicamente de los esquemas |inealistas, esquematicos y en ocasiones con rasgos racistas c que representantes de la II Intérnacional caract rizaron.el desarrollo hist6rico(4), y que luego fu ron continuados por Stalin en su famoso texto "Mat rialigmo Dialéctico, Materialismo Histérico” y pos todos los manuales de “divulgaci6n” marxista, ' Segiin estos, la historia conoce 5 modos de produccién ‘pr gresivos que todos los pueblos habrian tenido qué atravesar invariablemente: comunidad primitiva, 6 clavismo, feudalismo, capitalismo y socialidmo(s); 3 (4) "Los paises wodernos ya no podran arrogiarseias sin regiones que proporcishen cierta: saterias prinas y productos tropicates indispensables para la industria y las necesidades de Ja humanidad (..:), Por lo tanto, hasta Ja sociedad socialista del futuro deber’.c borar su politica colonial, reglaientando tas relaciones de los paises que han alcanzado en Ia escala de la evolucién econéaica un grado superior al de las razas atrasadas (..:), ¢Podenos abandonar’ la-aitad del globo al arbitrio-de pueblos que ain no han superado e| pericdo de la infancia? (...) La hipétesis de Kar! Harz de que ciertos paises podrin, aici menos parcialaente, ‘obviat el periodo capitalista en su evolucién econdaica no se ha tease Tizado.’Los pueblos prinitivas solo accederdn a la civilizaciéa pasando por e tH! Por Io tanto, nuestro deber consiste en’no obstaculizar-el desarrollo del capitalisao’’ ¢ : (..) Nosotros," Socialistas libres de todo prejuicia de-razas y colores, guarda 4 nuestro coraz6n una’ esperanza ilinitada en ef fututo¢ Las pazas Ilamadas: infe! Van Kol, Congreso Socialista de Ansterdan del 14’al. 20 ie “Agdsto de 1904. Citadg.en- "tS i Marrisao y Asia®, S. Schrae y Hélené Carrére, 1965. (5) J. Stalin. "Mater ialisno Dialdctico, Naterialisao Histérico", Obras Completas, México, La sucesién progresi de estos 4 | prigeros nodos de produccién an para el caso de Euro, en el que-Engels y Kautsky se basaron para generalizarlos, es relativa. En el estudio le: H Karl Kautsky hizo “con los dltinos datos’ histéricos después de"laauerte de Mary y Engels (karl Katitsky, La Cuestién Agraria; 1698. Ed. Era, México.), sobre el campo alesdn ent; el siglo XV y XVIII,” no puede ocultar la eristencia en medio ‘de relaciones feudales, ee formas coaunitarias de trabajo (12 sarka), ‘que no'desaparecié totalaente, como se. creas después de 46 Anvastones ean al, - Ieper’ Romano, sino que pernaneci efron en a £ VIE 2 Diametralmente opuestas aestos esquematismos reac- clonarius, el pengamilento ‘revoluctonario de Mer - avanz6 en cambio en la compréncién de que la Ane tor{a social habia avafizadé a partir de-un ‘punto oo. nan,inicial, la comunidad piimordial, por .maitiples vias de desarrollo distiritas de-un pueblo a otro ° de un continente a otro. Asi,“en su coréepelén, ya en,los Grundrisse de 1857, Marx se#ala 4 caminos distintos de transformacién y desarrollo de la anti- gua comunidad original: la comunidad eslava, la co- munidad © germanica, [a comunidad’ asidtica 4. peruana que luego di6 lugar al modo de producciénvasiatico, y la comunidad antigua de donde surgi6"1& Sociedad esélavista etropea(6). Esta clasificacién es*inicial ya que esta dada en funcién del conocimienté‘res- tringido que ‘para entonces tenia Marx sobre’ las sociedades no capitalistas(7); y es parcial porque por ejemplo, esta ausente' el tipo de soctedad que Siguié a la comunidad primotdial y antecedié al feu- fart en la India y a la cual, como luego veretios, se opuso a denominarla-como relacién feudal de produccién. - Una relacién similar, Marx la vi6 en la historla‘econseica de los poeblos eslavos (Bulgaria, Rumania, Hungriay? Eslovaquia, parte de Yugostaviay etc.) y tasbidn en los pueblos de las alturas atpinas de Suiza, etc. fesultaceatonces que no es tragerado atirmar, que el nismo feudalisao lefos de ser un eodo de producc! én anplianente ditundido, en realidad, constituyé-una particularidad deta propia historia europea antes del capital : . (6) Karl Hare, Grundrisse, capitulo cltado. (7) Como establece £, Hobsbava en su introducciéa a "Fornaclones fente Pre- tapitelistas* PyP 120, en la época de Marx, “la antropologia moderia estaba:en: su infancia y Worgan atin no habia publicado, su obra fundanental *La Sociedad Prinitiva", que enrique- clé ‘mucho el pensaniento de Kars. Con todo, en los afos 50 del siglo pasado, entre las ‘teetufas de Yar’ sobre él tena, aparte de los econoalstas Clasicos y de "Filosofia de la Historla® de Hegel, estén tanbién: Prescott} qulen escr1bié sobre Ia historia de 1a con- WP de; quista del Perd y de México; £. Vakefleld, H. Nerfvale, W.Howitt y otros autores sobre la a) |, Matoria de la colpttzacitn. Estas lecturas y sus comentarios estén en 61 ciaderao LIV en el Instituto de Aasterdan y adn no han sido publicados en Ldloas alguna. Sobre esto ver E Dussel, La Producct§n Tedrica de Harr (un conentario'a Jos Grundrisse), Editorial Si- tio HI, 1985, nos | VII dalismo en Japon(8), o el caracter de las simillitu- des y diferenctas entre 1a comunidad asidtica y Ja comunidad "prevalectente en las regiones andinas du- fante el imperio incaico. Aunque en tos Grundrisse ambas estan bajo el denominativo de "Primera forma de propiedad de la tierra", y algo similar aparece enel primer tome de El Capital(9), en el tercer (tomo redactsdo amos despues, ta comunidad asiatica es calificada como "forma natural” y la del ‘incario, Jcomo "forma artifietai"(10) por estar constituida en parte por disposiciones desde el poder central, eosa que no encentré Marx en India, aunque si un poce en {a comunidad rural rusa, Por estas diferencias y otras que seguramente Krader encontr6é en las notas ge Marx sobre Kovalevsky en relacién a América La- tina (no publicadag hasta ahora) es que #1, al hacer un balance de la concepetén sobre el desarrollo his+ torico ve que en Marx, la comunidad precolombina en América, constituye vis distinta del desarcollo del modo de produccién Asiatico, diferente al de ‘In< dia, Ching Argelia, Rusia, Medio Oriente y trds paises. Lo importante de todo esto, es la metddolo- gia usada. por Marx al estudiar ta historia dé’ los pueblos bajo formas de produecién no capitalistas— somunitarias, que lejos de encajar, come hacen los pseudo marxistas locales, la realidad en esquemas pre-establecidas, lo que hace es desentratar de esa realidad, gu conocimiento y su caracterizacién. Yes (de esa riqueza de donde Marx, va desentrafando la multilinealidad y diversidad de desarrollos histéri- sos diferentes de Europa a América, a Asia y Aftica, y ha de encontrar en elio las tendencias comunistas | @m esas sociedades antiguas, que junto con las ten- | dencias comunistas dentro déi capitalismo, y preci- \Samente por ellas, abren la posibilidad y la necesi- () Sobre e| seRaiasiento de este ausencla y de otros puntos sobre la concepé!én aul titi- neal de Marx, ver V. Melotti, Hary y el Tercer Mundo. (9) Karl Marx, El Capital, tomo 1, pag. 107. Ed. Siglo XXI, Hdxico. 10) Karl Marx, El Capital, tomo TEL, pag.1114, Ed, Siglo XXi, Méxteo, 0 ' 0000 00H VETO VIVID 3 dad de la Revolucién Comunista en-el mundo: EL MARXISMO Y LA COMUNIDAD ANDINA ‘ha impartancia de este. pensamiento creative de Marx psra nosotros es fundamental.y no Gnicamente bate reconocer nuestra realidad y nuestro pasado, sino que en primer lugary para entender las fuerzas comunitarias que junto a ‘las que ha creado el capi- telismo pars negarlo, empujan “a nuestra sociedad a ta posibilidad del socialiamo. -En este intento de conocimiento no salo empirico de datos de la reali- gad precolonial, colonial y ‘epublicana, sino que también en el entendimiento global de las estructu- ras sociales de estas épocas, nada se le tiene que agradecer a lags sSupuestos "inarxistas” oficiales que fan pebledo fusetean tiatras todos estos afos. La pooo hatiado y entendido hasta ahora, en cuanto 4 datos empiritcas sobre la comunidad agricola en logs Andes, mas se debe al trabajo de antropélogos e in- vestigadores liberales extranjeros, que pese a su dudosa posicién politica, han aportado elementos Para la comptensién de la realidad. El supuesto marxisma, que en realidad no fue mas que una caricatura de tercera de él, desde Id aos treinta.que comenz6. a aparecer por estas. tierras, 1o hizo sobre bases deformadas. En las dos vertientes en: las que apareci6, trotskista y stalinista, y a pésar de su supuesto ‘antagonismo, en realidad com- partieron (y comparten) las mismas deformaciones tergiversaciones y desconocimiento del marxismo revolucionario. Ambas corrientes asentadas en la misma concepcién tecnicista y estatista del socie- lismo, que de marxista no tiene ni el nombre, ene terreno de Ja concepcién de la historia, igual com- partieron (y comparten) e! mismo esquematismo lineal y gradualista canonizado por Stalin y popularizado por !os famoscs manuales de economia y filosofia Asi por ejemplo, atrapados en el dilema de entender una realidad no encontrada en las recetas de los ma- auales, coma e! Incaric, pero. constrefidos a enca- =i. en realidad.el , . Si dara taiseomo de lugar dentro | eats que “esos manualés,Ymareisiae™ sos) oe eae :Antonio Arze, 1 m&ximo repr nte delete nismoskagal+~de.los.ahos 40, opte por oh do eg eet Bey eiaaance iibies oes > Op por e! de "semiso-, pepe lamedsiay omar en cuenta que e! socialismo livesets bay arse bajo tos términos del control di 3 vabajadores directos sobre sus condicion : jproduces én, de vida social y del.producto de eters ybajos cosa .que en eil.incario no sucedia ya, por ih jpresenota de, un Estado, ,burocratizado, por tanto de clase soeial,diferenciada’ del trabajador ai- recto, que asumio para (si, tanto, del control. de (Parte del excedente producido,,.como de. la relacién econoniog politica ‘entre las,,diversas comunidades, __ Por su parte, ei, trotskista Liborio Justo, en el mismo limite de sus 5 opeipnes a elegir, opté par una combinatoria confusa:de “dos, de ellas: calificé al ineario como fesclayismo.; basado en la propiedad comin de la tierra por la.clase dominante"(?)(12); a su vez, Guillermo Lora, del que se puede decir que hasta ahora no ha logrado conocer el marxismo(13) y (11) J,Antonio Arze, éFue socialista o comunista e! imperio de las Incas?, {941 publicad en, Los Modos de Produccién en el Imperio de los Incas, Agaru Editores, Lina, 1978. Otr autor, ‘Arturo Urquidi, igualmente aferrado al secanicisno linealista, en su libro Las Co- “munidades Indigenas en Bolivia, coloca la comunidad incdsica dentro de 1a comunidad pri “vaitiva en proceso de transicién hacia ef esclavisao.o el feudalisno. Por su parte, Jorg Echazd, en el, libro Los Problenas Agrario Campesinos de Bolivia, La Paz, 1963, habla del incarie coro de una variante “andina* de un supuesto nado de produccién tributario. Si bien es necesario reconocer en este Gitiao autor cierta apertura intelectual, 10 del odo de produccién tributario (queen realidad ya fue usado por otros autores pare estudiar , Africa), es una categoria inconsistente y no garxista en tanto define 1as relaciones eco- nnicas.a-pantir. de la,esfera, de la distribucidn y circulacién de{ axcedente, siendo quv fundamento-de toda. relacién econémica debe ser estudiada en términos del |, proceso insediato y, global de produecién. "Bolivia,. la Revolucién Derrotads <4, (2) Libario Justo, be 7 i por ej lasi- itera’ Lora, “Elenentos de Harxisno", pig. 42, etc. Asi por ojesplo, en su ¢ treeidn leh desarrollo Bie ‘ ita 2 copiat lextualsente los ¢5° ficacién del desarrollo histérico de la sociedad se li quemas de Stalin. igi Oe Os Oe BUS B's O'S ae A D t s oe eeen * oe | XE mucho menos entenderlo, prefiere rechazar el t de “socialista" para las sociedades eee se limita a usar el de “precapitalistas" lo co muestra su ignorancia y total confusi6n al peers Porque mete en un mismo saco a diversas fore sociedad como la formacién econémica eslava eae nica, el modo de produccién asiatico, etc.', con lo que el entendimiento de! Incario queda peor . tes de haber comenzado, oe z _. Em general, todos estos calificativos lo que se Ratan es la incapacidad de este marxismo deformado de entender una realidad concreta. Marx, que jamds intent6 sacralizar los 5 modos de produccién. sefala- dos en su Introducci6n de 1859, en otros textos como los Grundrisse y luego en El Capital, 168 Cuadernos Kovalevsky, los Cuadernos Etnolégicos, etc., sefaié la existencia de otras posibles formas dé produccién distintas; tal es el case de la comunidad incasica que para Marx, ni era esclavismo, ni feudalismo, ni es’la comunidad primitiva, ni mucho menos un "semi - sotialismo", sinc que fue seXalada como una forma de desarfolla-disolucién de la comunidad primordia! que dA paso a otra formacién econémico social basada en un 1iuevo tipo de comunidad en donde se conjugan una elevada divisién del trabajo, una forma de control comuna! de la tierra, asociaci6n para el —trabajo junto al trabajo individual, unién de la manufactura yel trabajo agricola, la existencia de un estado como personificacién de la unidad de las comunida- des,; pero en cuyo seno han de manifestarse y desa- rrollarse diferencias sociales y relaciones de do- minacién, etc., etc. Se trata entonces, de un modo de produccién, estudiado por Marx en los Grundrisse bajo el denominativo inicial de forma comunitaria ine’sica, y luego en su forma desarrollada, genera- lizada como modo de produccién asidtico, que también. podria haberse llamado inca, afro-asiatico, etc. (14). Pero, en todo caso, se trata para Marx, (14) Li Krader, "Evolucién, Revolucién y Estado: Marx y el pensasiento atnoldgico", en Historia del Marxiseo, towo 1, Ed. Bruguera, Espana, Ig XII og Prpduccién diferente a las tonter; con que ~‘los, pseudo-marxistas intentaron clasif carlo. : Respecto a la caracterizacién de la colonia.y repiblica, la suerte de estos autores y otros her deros del esquematismo reaccionario de la Lh Inte nacional y .de Stalin, no es distinta. El pirista. A. Arzeocaractprizé a ta colonia ‘como sociedad fet dal(iSd,de .igual forma lo hizo T. Marof. Al esti diar loS-sprimeros aos de la. reptiblica, que, cor cien sabemos,;.,no cambié el fundamento de la estruc tura agricola heredada de la colonia y que tan sol an términos: de la distribucién del excedente, est pasé del: control de la corona y sus representantes al de ““Yos criollos, Roberto Aivarado, "sociGlogo jel PCB, caragteriz@/a esta estructura econémic agricola, en términos feudales(16), al igual qu f.A. Ovando Saenzi(17). La tests program&tica del PC Yedactada en 1986, ratifica esta visién "feudal" d ias relaciones de produccién en e! campo hasta 1952. ‘or su parte, G. Lora también incapaz de | supera >sta religiosa repeticitén de las "leyes" histéricas de manual, pero obligado a diferenciarse parcial- mente de .los primeros, soluciona e! problema sénci- ilamente.no estudidndolo y por tanto, no entendiendé régimen de la tierra (y en general de la economia entera) en .la colonia y en la reptiblica; asi, s6lc habla‘de+ "pais capitalista atrasado” donde se ."com- binan":diversos modos de produccién y predomina el capitalista(18), en otras partes hablara de la "feu- jal-burguesia" aceptando” explicitamente la caracte- a (15) J. Antonio Arze, “ibid. (16) J.R. Alvarado, *Apuntes para una visién dialéctica de Bolivia’, publicacién pistuaa, 1979. (47) G, Ovando Sdenz, "El problema nacional-y-colonial de Bolivia", La Faz, 1904, (18) G Lora, Tesis de Pulacayo, Historia de los Partidos Politicns de Bolivia, ete. XLIL E rizacian feudal de la economia agraria al Meng, I hasta 1952. | 2 | Lamentablemente, 1a superaci6n de este burdo eg. | quema (esclavismo-feudalismo-capitalismo) en el que . } se quiere arrinconar a la historia, tampoco ha sido superado por otros autores muchisimo mas creativos pero influenciados indirectamente por el esquema- tismo staliniano. Ramiro Condarco al hablar de la | vida econémica previa a la gran sublevaci6n Aymara | de 1898, se queda en medio de la caracterizacién teudal del campo. Hainz Dieterich, a pesar de su am- } Plfo conacimiento de Marx, queda preso de los pre- » dufctos de los autores locales en fos que basa su - estudio sobre Bolivia y también se queda en la misma afirmaci6n que ej] anterior(19). Danilo Paz, que aporta en la comprencién de la diversidad de rela- clones de producci6n prevalecientes’ en el campo hasta 1952, rescata la existencia de relaciones pro- ductivas comunales al interior de las/comunidades en la hacienda, pero al estudiar la relacién entre ea- tas dos, hacienda y comunidad, ve relaciones teuda- les entre ellas por la existencia de renta en tra- bajo(20) que, como veremos despues, segun Marx, no (19) Hanz Dietrich, Relaciones de Produceién en Anérica Latina, Ed, Cultura Popular, México. En la aisaa caracterizacién feudal, también encontrasos autores diversos coso Ar turo Urquidi en "Bolivia y su Reforma Agraria", 1969; Luis Antezana, "Proceso y Sentencia b Fla Reforma Agraria en Bolivia", Ed.Puerta del Sol, 1979; Arado Canelas en Kito y Reali- tad de ta” Retoran Agraria; Jorge Echazt, ‘Los Problents Agratio Canpesinos de Bolivia*; j_ Wllo Mantitla, en su articulo publicado en "Grupos Postergados de Balivia®, UNICEF, 1986 t pag. 295, etc. Sin lugar a dudas, esta discusién abarca también autores de todo el 3 continente, desde Mariategui, Haya de la Torre, Baudin, ete., hasta autores sis f°" téclentes; sobre los aportes de Jos dltinos aos ver: Varios, Hodos de Producein ea | fatrica Latina, PyP, #40, 1973, Néxien; Varios, todos de Producctén en Auérica Latina, | Ht. Cultura Popular, 1979; Varios, daérica Latina, dFeudalisao 0 Capitalisno?, Ed. Quinto Sol; Varios, E! Modo de Produccién Asiatico, Ed.Era, 1969, ete.» (20) ‘Dantio Paz Ballivian, Estructura Agraria en Bolivia, Ed; Popular, La Paz, 1983, En fs conentario a un capitulo de los Grundrisse de Marx, Tenas Scclales # 11, D-Paz habla | Ef desarrollo bistérico que habria partido de un punto coun, 1a comunidad priaitive, Nbria atravesado distintos casinos hasta culuinar en el feudallsac; como es claro, esta ;- “etcepelén evoluctonista nada tiene de aarrista, Coa Harr ha denostrado en sus estudios ‘ebre Orfente y en particular, en sus notas sobre Kovalevsky y-taine, 1a comunidad orien f Zz | | | | i XIV 5 es una condicién determinante para ja:paracteriza= |: cién de la prdduccién feydal. Quiz& uno de los auto- resmarxistas que con mayor claridad vié el problema vvde'sla comunidad agraria para caracterizar el médéGdé Pradiccién prevaleciente en el campo hasta 1952, :sifd ls caemeen el falso dilema de feudalismo o semi'févdag- ‘ lismo ha sido Zavaleta(21), que sefala que el aéto! Productivo primario, esto es,.el acto fundante de la economia agricola durante, la colonia, Parte de la repablica y Harcialmente, ahora, esta caracterizado por relaciones comunitarias propias (distintas a otras organizaciones econémicas tradicionales (feu~ dales, esclavistas, etc.). Ahora, esas relaciones comunitarias | deben ser entendidas y estudiadas“por si mismas a partir de la caracterizacién generat dada por Marx fen los Grundrisse, El Capital, los Et@ nolégicos, etc., y sobre las cuales se han eregido formas de distribucién del excedente. posiblémente similares a las feudales, pero sin alterar la'‘es- tructura productiva esencial, y en tanto eso, esas relaciones distributivas pierden el caracter de feu+ dal para acum una naturaleza distinta. —-; hs i Las notas de Marx a Kovalevsky, son ante esto, un ““riquisimo aporte que echa por tierra las repeticio- “snes-mecanicas,; los acomodos,.,inconsistentes con los fue thos supuestos marxistagsc, ban. querido "entender" t: etsiarnge . ° tal no "evolucioné* ni tendia a “evolucionar*, hacia el feudalisao; © incluso, ni la cov lonizacién drabe y Iuego'inglesa, trajo consigo lai‘foudatizacién de la couunidad*. (21) René Zavaleta, "Lo ‘nacional Popular en Bolivia", Ed, Siglo XXI, capitulo det Te Villka, Un rechazo explicito a la explicacién feudal de la colonia y los prineros afos de’ la reptblica ya se encuentra en El Poder Dual en Auérica Latina, pig. 79, Ed. Siglo IXI. Entre los pocos autores que rechazan la catacterizacion feudal. de las haciendas’ en 1a* spoca de la republica, esta Silvia Rivera que en su libro Oprieidos pero no Vencidos, | 1906, prefiere hablar de un aodo de produccion servil-colonial, caracterizacion muy para-. cida a la de Ciro Flamarion en su estudio sobre los wodos de produccion en Auérica du- rante Ia colonia. Por su parte, J.Albo y J.H.Barnadas en "La Cara Canpesina de Muestra{- Historia", si bien nos kefalan 1a conservact én ¥ subordinacién forsal de las relaciones | comunitarfas por la hacienda, en general, caracterizan las relaciones agratias coun "feu-$ dal latifundistas*. | - ‘ ob aN las relaciones agararias en el pais. Ydecimos que las notas de Marx son un valiosisimo aporte, porque nos muestran en vivo la metodologia de Marx al estu- diar una sociedad no capttalista comunitaria, en términos generales, caracterizada por Marx en los Grundrisse, como muy parecidos a los de la comunidad en el incario y, por otro, porque Marx estudia aqui, las repercuciones y e! papel de las invasiones y co- lonizaciones, que esas formas comunitarias asiaticas sufrieron en especial con los ingheses y que, bajo condiciones y resultados distintos,’ pero semajentes en su globalidad también se dieron aca, en este con- tinente con la dominacién espafiola. Asi, una de las mayores ensefanzas que este texto da, es la forma marxista de abordar la interpreta- cién del desarrollo hist6rico de los pueblos comuni- tarios bajo procesos de colonizaciién y daminio, ne solo por naciones extranjeras, sino esencialmente, por formas de produccién distintas. En particular, Marx, rechaza que el dnico camino posible de salida cuando ‘un pueblo con una forma de producci6én dis- tinta somete a otro, sea el de Ja limposicion de la | forma de productr de: los dominantes sobre los domi- | nados como en Irlanda(22). En sus | notas~'muestra, | como ya lo hizo antes (en los Grundrisse), que los | sometedcres bien pueden dejar subsistir el antiguo modo de produccién, sometiéndolo a itributos y ater- |! tos cambios en las relaciones de disttribuci6én y con- trol del excedente como hicieron los ‘romanos, tos turcos y los ingleses en sus colonias(23) y, como creemcos nosotros, sucedié acd, en jlas, comunidades altipl4nicas al menos, en algunos casos, hasta e! | remate de tierras comunales en los alios 80 del siglo | pasado y, en general, hasta la revoluci6n de 1952. , ——_ | (22) Karl Marx, Grundrisse, tomo 1, Introducclén. | | formacin econéaica social nueva como fruto de la accién reciproca entre la de los domi- 1 ; | (23) Misuo texto. Adenés Marx semala aqui también Ia posiblidad del surgimiento de una) mados y 1a de los dominantes, coao en Germania. : | > i tas a. Kovatévekys— larx aporta nuevas ob- servaciones’ quesmnos Wayudan a.descalificar la aplica- cién diregty °-de la ‘teorta del’ feudalismo, al menos en Ia regién°attgplanica “can;ex{stencla de comunida- des duranté*taicglonia y parte. Ola repablica. Asi, Marx, seRala quéla sola existenéiacdeclos beneficioa en la entrega'de tierras a persbnalidades o jetes . militares de las fuerzas invasora#eGclkts en el caso | de la India), para que estos asuman‘eb.contro! de la produccién y el cobro de impuestos a-dos originartos destinados. ‘al {nuevo poder estatal; no prueba la existencia de |feudalismo ya que esta forma también existié en Roma. Respecto al argumento de que la renta en trabajo seria una condicién suficiente para hablar de feudalismo, Marx, .en sus extractos toma note de las diversas formas de pago de tributo o impuestos de los trabajadores indios a las coloniza- dores, que varia del pago en dinero, en especie .e incluso en trabajo en tierra’ estatales y servicios en el caso de! Argelia; y seguidamente descarta que. al conjunto dé esta forma de contro! de la tierra y 21 trabajo’ “agricola implantado en India y Argelia per los colonizadores turcos, ingleses y franceses, pueda llamarsele . feudalismo. De hecho, ya en El Ca~ pital, Marx sefalé la existericia de clertas formas de servidumbre| e incluso de esclavitud testringida en las formaciones econémicas asiaticas. Engels, se- Hala también /que la renta en trabajo no es una ca~ rateristica’fundante del feudalismo cuando escribe a Marx: "Me complace ver que en cuanto a la historia de la servidumbre de la gleba ’estamos de acuerdo’, como se dice en. la jerga de los negocios. Sin duda alguna, la servidumbre.de.lagleba y la servidumbre en general no son una forma éspecificamente medieval y feudal; la tenemos en todas o casi todas las:par~ tes donde los !conquistadores obligan a los antiguos ; |S hebitantes a que cul'tiven. para ellos la tierra: en ‘Tesalia, paravponer un ejemplot....)(24)". Por estas razonés éT"-repartimiento en la epoca colénial

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