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EL IMPACTO DE LA REPRESA AGUADA BLANCA EN EL DESARROLLO DE AREQUIPA

Es como la llave principal de una casa, que regula el ingreso de agua o determina su
corte. Aguada Blanca es la represa que regula y distribuye el agua para el agro,
para generación eléctrica, para consumo humano o uso industrial en la ciudad de
Arequipa. Y tiene una falla grave.

La compuerta de fondo, que permite la evacuación de los sedimentos, está trabada


desde 1989, año en que una mala operación la dejó inutilizable. Desde entonces
viene acumulando todas las partículas sólidas que se depositan en el fondo y que
han alcanzado una altura aproximada de 6 metros, disminuyendo su capacidad de
represamiento en un 30%.

¿Suena grave? Lo es. La capacidad de almacenamiento de diseño de la represa era


de 43 millones de metros cúbicos (hectómetros) de agua. Ahora solo puede
almacenar un máximo de 30. La base de la represa está llena de sedimentos que no
se pueden evacuar por la trabazón de la compuerta destinada para este fin. Y
aunque las autoridades de Autodema lo saben y, desde 2007 hicieron intentos para
repararla, han pasado 8 años sin que se “haya movido un dedo” en ese sentido.

¿Cuál es la consecuencia de ese descuido? La posibilidad de que la represa siga


acumulando sedimentos al punto de bloquear las otras vías de evacuación, con lo que
quedaría inutilizable y dejaría a la ciudad de Arequipa, literalmente, sin agua.
Incluso no se puede descartar un colapso de su estructura, aunque este riesgo no
es inminente.

El origen

La represa de Aguada Blanca se construyó en la década del 60 y comenzó a operar


desde 1972. Está estratégicamente ubicada entre las faldas de los volcanes Misti y
Chachani a una altura de 3 mil 650 msnm. Cuarenta kilómetros la separan de la
ciudad y represa las aguas del Río Chili que está constituido por la unión entre los
ríos Blanco y Sumbay.

En su momento, fue una represa modelo, con un diseño moderno y bien estudiado,
que incluia un rebosadero (aliviadero de demasías) tipo Morning Glory, para su
descarga al cauce del río.
Desde 1982 proporciona el agua para la operación de la central hidroeléctrica
Charcani V a través de una bocatoma sumergida que transporta 24 metros cúbicos
por segundo los cuales vuelven al río aguas abajo, tras mover las turbinas de la
central.

En el año 2002 se hizo una evaluación del problema de la compuerta trabada


determinándose que por este motivo los sedimentos ya habían alcanzado una altura
de 6 metros y se determinó intentar la reparación, para lo cual en el año 2007 se
convocó una licitación. La buena pro fue otorgada a la empresa Dávalos SAC, pero
Autodema nunca le pagó, por lo que hubo un proceso arbitral que perdió y
determinaba reparar a la empresa con más de 100 mil soles.

Autodema incumplió esta obligación porque los aportantes de fondos para la


reparación, entre los que figuraban Egasa, Sedapar y Cerro Verde, tampoco
cumplieron con entregar sus aportes. Ocho años después, la situación es
exactamente la misma.

La solución

Con el cambio de gestión en el Gobierno Regional, Isaac Martínez, quien ya había


sido Gerente de Autodema antes, ha asumido la gerencia ejecutiva y ha planteado
proceder a esta reparación de manera inmediata.
Añadió que en cuanto cese la temporada de lluvias se hará una batimetría para
saber con precisión cuál es el volumen y altura del sedimento acumulado al fondo de
la represa, así como el riesgo de que este sedimento tapone el ducto por donde se
deriva el agua para fines energéticos. En ese caso, sí habría una emergencia.

Una vez que se estudie la situación y se determine si es posible reparar y


destrabar la compuerta para evacuar gradualmente los sedimentos por la parte
baja, se tomaría la decisión de proceder con esta reparación o construir una nueva
represa si ello no es posible; porque de seguir acumulando sedimentos se pone en
riesgo toda la estructura y las funciones distributivas de la represa.

Martínez enfatizó que no es posible extraer de otro modo los sedimentos o lodos
depositados por su alto costo. “Sale más barato construir otra represa que
intentar sacar el lodo, eso no se hace en ninguna parte del mundo”, dijo.

Añadió que ya existe un proyecto para construir una represa en la zona de Sumbay,
que cumpliría las mismas funciones que Aguada Blanca.

Así, la mala operación inicial, la negligencia y el descuido de las autoridades de la


última década habrían asesinado a una represa de onírico nombre, pero de utilidad
concreta como sus muros. Aguada Blanca terminaría entregando aguas negras.

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