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PRÁCTICA CALIFICADA 2

REFORMA AGRARIA

¿Creen que las consecuencias a nivel económico y social de la reforma


agraria aplicada por el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas
(1968 a 1980), primera fase dirigida por Juan Velasco Alvarado, fueron
positivas?

DOCENTE:
Liliana Rosado Bravo

ALUMNA:
Gabriela Ortega Ccasañe

CURSO: 
Problemas y Desafíos en el Perú Actual

2023
REFORMA AGRARIA EN PERÚ: ¿UN CAMINO HACIA LA JUSTICIA SOCIAL O UN

OBSTÁCULO ECONÓMICO?

La reforma agraria aplicada por el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas

en Perú (1968 a 1980) bajo el mando de Juan Velasco Alvarado buscó redistribuir la

tierra y mejorar las condiciones de vida de los campesinos. Aunque hubo avances en

justicia social y reducción de la desigualdad, la expropiación forzosa de tierras generó

conflictos y afectó la inversión privada en el sector agrario. No se logró erradicar por

completo la pobreza en el campo ni resolver todos los problemas estructurales del

sector. Lo cual nos hace pensar: ¿Creen que las consecuencias a nivel económico y

social de la reforma agraria aplicada por el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas

Armadas (1968 a 1980), primera fase dirigida por Juan Velasco Alvarado, fueron

positivas? No, ya que, aunque buscaba lograr un equilibrio social, sólo consiguió dejar

una significativa crisis económica que impactó negativamente en el país. A

continuación, presentaré mi postura sobre este tema en los siguientes párrafos.

En términos económicos, durante el período de la Reforma Agraria en Perú, el sector

agropecuario experimentó un crecimiento limitado. Entre 1970 y 1976, la economía

peruana registró un crecimiento promedio real del 5%, pero el sector agropecuario solo

contribuyó con un 0.9%. Esto se debió a diversos factores, como la falta de

experiencia en gestión por parte de los campesinos, la corrupción, la escasa inversión

en tecnología y las dificultades para obtener financiamiento bancario. Estas

dificultades contribuyeron al declive y limitaron el éxito de la reforma. Según el Banco

Central de Reserva del Perú y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), aunque al

principio se crearon numerosas empresas públicas y se incrementó la planilla pública

en un 83%, la deuda pública aumentó considerablemente, pasando del 15% al 48%

del Producto Interno Bruto (PIB). La inflación subió drásticamente, pasando del 6% al

74%. La iniciativa privada se vio obstaculizada, lo que condujo a una disminución en la

inversión privada y un mayor énfasis en la pública. Aun así, la inversión total como
porcentaje del PIB no superó la de los 20 años anteriores. Estos desequilibrios

económicos tuvieron un impacto directo en el bienestar de la población, con una

disminución de los salarios, un aumento del desempleo y el subempleo, y más de la

mitad de la población peruana viviendo en condiciones de pobreza.

En el ámbito social, se eliminó el gamonalismo, las haciendas y el peonaje,

implementando una serie de medidas con el objetivo de transformar el panorama

social del país, mediante un cambio en el sistema de distribución de la riqueza,

particularmente en el régimen económico y de propiedad de la tierra. Surgieron

tensiones y críticas en relación con la formación de supercooperativas y la necesidad

de que las comunidades campesinas recuperaran las tierras asignadas a las

Sociedades Agrícolas de Interés Social (SAIS). En 1972, se promulgó una ley que

disolvió las organizaciones de hacendados y se estableció la Confederación Nacional

Agraria (CNA) como una organización representativa de los campesinos beneficiarios

de la reforma agraria. Se establecieron dos tipos de cooperativas: las Cooperativas

Agrarias de Producción (CAP), que surgieron en las haciendas agrícolas de la costa

como propiedad colectiva de los trabajadores agrícolas, y las Sociedades Agrícolas de

Interés Social (SAIS), formadas en las haciendas ganaderas de los Andes como una

combinación de cooperativa de trabajo asalariado y comunidades campesinas

tradicionales. Estas medidas no solo permitieron la redistribución de siete millones de

hectáreas de tierras, sino que también empoderaron a una fuerza social que había

estado marginada durante los períodos de dominación colonial y republicana en Perú.

En conclusión, aunque se lograron avances en justicia social y reducción de la

desigualdad, las consecuencias económicas fueron negativas. La expropiación forzosa

de tierras generó conflictos y afectó la inversión privada en el sector agrario, lo que

condujo a una crisis económica con altos niveles de inflación. El gobierno debería

aprender de las lecciones y desafíos surgidos de la reforma agraria, y tomar medidas

más equilibradas y sostenibles para abordar los problemas estructurales del sector

agrario y la desigualdad social en el país.


BIBLIOGRAFÍA:

 Pazos A. (s.f.). Sin éxito, pero con justicia.

https://facultad.pucp.edu.pe/ciencias-sociales/wp-content/uploads/2020/08/

reflexiones-de-estudiantes-historia-economica-1.pdf

 Reforma agraria peruana de 1969. (01 de abril del 2023). En Wikipedia.

https://es.wikipedia.org/w/index.php?

title=Reforma_agraria_peruana_de_1969&oldid=150273922

 Consecuencias económicas de la “revolución” de Velasco. (s.f.). Instituto

Peruano de Economía (IPE).

https://www.ipe.org.pe/portal/wp-content/uploads/2007/11/Efectos-econo%CC

%81micos-de-revolucion-de-velasco-IPE.pdf

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