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MÓDULO III

BLOQUE TEMÁTICO 1

PARADIGMÁS O ENFOQUES EN EVALUACIÓN

Síntesis elaborada por Maricela Moreno Oviedo

La evaluación como parte del proceso educativo ha estado presente desde la


génesis de este, por tanto, se ha construido desde diferentes enfoques que han
permitido la resignificación de la evaluación, desde la postura de concebirla
como un instrumento, hasta los paradigmas que plantean la evaluación como
un proceso en el que intervienen no sólo el docente sino también el estudiante,
como parte activa de dicho proceso. Es así como cada momento histórico, desde
los paradigmas establecidos, ha configurado la evaluación con unas
características diferenciadoras. Entendemos entonces los paradigmas, como un
conjunto de conocimientos que conforman una perspectiva en torno a una
teoría, como lo plantea Thomas Khun (1962).

De tal forma, que aludimos desde referentes teóricos a dos paradigmas


históricos: la experimental positivista y la interpretativa humanista, que
reconocemos como investigación cuantitativa e investigación cualitativa,
respectivamente. Desde estos paradigmas plantea Carbajosa (2010:185) ¿qué
forma de evaluar es la más adecuada para abordar el objeto de la evaluación
educativa: la cuantitativa o la cualitativa?

Si bien existe una corriente de investigación que está convencida de que los
métodos cuantitativos y los cualitativos no son excluyentes, sino que, por el
contrario, pueden ser complementarios (Cook y Reichardt, 1986), no ocurre
lo mismo en el nivel epistemológico de los paradigmas. Históricamente el
enfoque cualitativo nace en Estados Unidos de América en la época de las
grandes reformas de la educación pública (1956), tras el fracaso de las
evaluaciones cuantitativas para hacer comprensible, con sus mediciones, lo
que ocurría en el aula: los procesos educativos, las interacciones, la
experiencia de los sujetos y los distintos modos de aprender. (Carbajosa,
2010:186)

Es así, como desde las dinámicas que permean el escenario escuela, la


evaluación se empieza a caracterizar desde las necesidades política, económicas
y culturales de los gobiernos. A su vez la evaluación, desde los postulados de
Foucault (1975), es un instrumento de control sobre los Otros y por tanto un
instrumento de poder. Poder que ha sido conferido por el significado que se ha
construido en torno a ella, desde los imaginarios de docentes y estudiantes. Por
tanto, se hace necesario comprender esos diferentes momentos históricos por
los que ha pasado la evaluación y desde allí dilucidar el panorama actual de la
evaluación en el contexto educativo.

Encontramos entonces, que uno de los autores que marca las tendencias
en evaluación es Ralph Tyler (1950), quien define la evaluación como
aquello que puede determinar si se han alcanzado los objetivos y fue el
primero en acuñar el termino evaluación educativa. Desde Tyler (1950),
podemos reconocer entonces 4 momentos que marcan los hitos en
evaluación:

• Periodo pretyleriana” o denominada por Guba y Lincoln (1989)


como la “primera generación” o la “generación de la medida”, en
esta época la medición y la evaluación tenían poca relación con los
programas escolares, los test informaban algo sobre los alumnos.
(Alcaraz 2014).
• El “periodo tyleriano”, reconocido así por Stufflebeam y Shinkfield
(2005), comprendió desde 1930 hasta 1945.

Es Tyler (1969), por tanto, quien supera la mera


evaluación psicológica (característica del periodo anterior)
y sistematiza la evaluación en el ámbito educativo. Dicha
propuesta basada en la formulación de objetivos
curriculares muy precisos y en la comprobación de la
consecución o no de los mismos, se extiende ampliamente
por EE.UU. (Alcaraz, 2014: 14).

• La “tercera generación” de la evaluación es reconocido por


Stufflebeam y Shinkfield (2005) como “época del realismo”. En este
período se destacan autores como Cronbach (1963) y Scriven
(1967), quienes aluden a que la evaluación tiene funciones
políticas, culturales y económicas. Aparece el juicio, como una
forma de valoración de la realidad, por parte del evaluador, incluye
los cuestionarios, las entrevistas, y la observación como técnicas de
evaluación.

A su vez, para Hernández y Guzmán (1991), Cronbach (1963)


y Scriven (1967), son considerados los padres de la
evaluación curricular moderna y resaltan el hecho de que
Cronbach (1963) estuviera en desacuerdo con los
planteamientos de entender a la tarea evaluativa como una
mera aplicación de test e instrumentos estandarizados, como
una "carrera de caballos" para saber cuál programa
triunfaba. Al contrario, Cronbach (1963) reconoce la
complejidad de la evaluación y asume la imposibilidad de que
ésta pueda ser abordada mediante procedimientos simples o
pueda ser entendida únicamente como aplicación de
instrumento. (Alcaraz, 2014: 16).

• Siguiendo la clasificación de Guba y Lincoln (1982, 1989) como “la


cuarta generación: la sensible”; y según Stufflebeam y Shinkfield
(2005), “la época de la profesionalización”, que la sitúan desde
1973 hasta nuestros días. En esta época se destacan las siguientes
propuestas:

- La “evaluación democrática” de B. MacDonald (1976), en la


que aparecen elementos como el diálogo, los acuerdos y la
imparcialidad.
- La “evaluación iluminativa” de Parlett y Hamilton (1977), la
evaluación desde esta propuesta da luces en momentos
determinados del proceso, es predictiva, se considera como una
herramienta para que el propio estudiante se confronte con el
conocimiento y plantean el concepto “ambiente entorno de
aprendizaje”.
- La “evaluación como crítica artística” de Eisner (1985), en la
que se destaca una sensibilidad en el aula de clase con los sujetos.

El siguiente gráfico, resume los 4 períodos en que se enmarca la historia


de la evaluación:
Primera generación
(Generación de la medida )
- Medición con test o pruebas
- E.U.A. finales del siglo pasado.

Segunda generación
(Generación descriptiva)
Cuarta generación
- Visión renovada del currículo y la
(Generación denominada "la evaluación.
sensible" )
- Énfasis en la selección y
- Época de la profesionalización. organización del contenido
- Relación la evaluación con la - Surge después de la Primera
investigación y el control. Guerra mundial.

Tercera generación
(Generación del juicio )
- Aparece después de 1957 .
- Esfuerzos para enriquecer los juicios,
en donde el evaluador asume el
papel de juez.

Finalmente, la evaluación desde diferentes posturas epistemológicas ha


logrado configurar en el aula de clase los roles del docente y los
estudiantes, pensar la evaluación más allá de una prueba que se aplica en
un período establecido y aludir a este momento desde el paradigma
cuantitativo y cualitativo, de forma complementaria. No obstante, es
importante señalar que los procesos escolares, obedecen también a
dinámicas institucionales, la axiología del docente, los elementos que
establece en un gobierno en el sistema educativo y otras variables, que
afectan el proceso evaluativo y, por tanto, comprender los enfoques
permite la comprensión de un proceso histórico, pero se hace necesario la
pregunta por ¿cuáles son las variables que definen el proceso evaluativo
qué cómo docente desarrollo en el aula de clase?

REFERENCIAS

Alcaraz, N. (2015). Aproximación histórica a la evaluación educativa: De la


generación de la medición a la generación ecléctica. Revista
Iberoamericana de Evaluación Educativa RIEE, 8 (1), 11-25. Recuperado el
[04] de [08] de [2017] desde http://rinace.net/riee/numeros/vol8-
num1/art1.html

Carbajosa, Diana. (2010). Debate desde paradigmas en la evaluación


educativa. Perfiles Educativos [en línea] 2011, XXXIII (Sin mes): [Fecha de
consulta: 5 de julio de 2018] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13218510011> ISSN 0185-
2698.

Guba, G.E. y Lincoln, Y.S. (1982). Effective evaluation. San Francisco, CA:
Jossey Bass Publishers.

Stufflebeam, D.L. y Shinkfield, A.J. (2005). Evaluación sistemática. Guía


teórica y práctica. Barcelona: Paidós/MEC.

Tyler, R.W. (Ed.). (1969). Educational evalua-tion: New roles, new means.
Chicago, IL: University of Chicago Press.

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