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Diego P.

Fernández Arroyo
(coordinador)

DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
DE LOS ESTADOS
DEL MERCOSUR
ARGENTINA, BRASIL, PARAGUAY, URUGUAY

Autores:
Fernando Aguirre Ramírez
Jorge R. Albornoz
Nádia de Araújo
Miguel Armando
Adriana Dreyzin de Klor
Diego P. Fernández Arroyo
Cecilia Fresnedo de Aguirre
Delia Lipszyc
Claudia Lima Marques
María Blanca Noodt Taquela
Beatriz Pallares
Roberto Ruiz Díaz Labrano
Amalia Uriondo de Martinoli
Eduardo Vescovi
Prólogos:
Erik Jayme y Didier Opertti Badán

ZAVALÍA
Editor
Sección III
Derecho aplicable

© Copyright 2003, by Víctor P. de Zavalía S.A.


Alberti 835, 1223 Buenos Aires
Diseño de tapa: Gustavo Pedroza
Corrección: Inés Oliveira
Composición: Silvana Ferraro

Impreso en la Argentina
Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723

ISBN: 950-572-626-0
258 DIEGO P. FERNÁNDEZ ARROYO (COORDINADOR)

ciente preeminencia de la designación del juez competente sobre la co-


Capítulo 6 rrelativa determinación del derecho aplicable (cuya forma más radical
pasaba por afirmar que cada juez debía aplicar su propia ley, eliminan-
Aspectos generales del sector del derecho aplicable do así el problema del "conflicto de leyes"), la aparición de normas ma-
teriales de DlPr y la atención cada vez mayor que los jueces daban a las
Cecilia Fresnedo de Aguirre llamadas normas de policía. Casi treinta años después, esas tendencias
se han confirmado y desarrollado sus propios perfiles, pintando un pa-
norama del DlPr ciertamente multifacético. Todavía en 1995, en su mag-
nífico curso general en la misma Academia, Erik Jayme identificaba co-
mo tendencias fundamentales del "DlPr postmoderno" el rol esencial de
los aspectos procesales del mismo y la materialización de las soluciones.

202. En los tres capítulos anteriores vimos cómo opera y qué conse-
cuencias tiene la determinación del juez competente para resolver un ca-
I. El pluralismo de métodos
so de DlPr. La misma ubicación del sector de la jurisdicción antes que el
sector del derecho aplicable indica nuestro respeto a la objetividad de la
201. Ya hemos señalado, en más de una ocasión, que la concepción
primera tendencia anunciada. Así que ahora vamos a centrarnos en las
de DIPr imperante durante mucho tiempo circunscribía éste únicamente
tendencias que tienen que ver con el derecho aplicable. Para ello es ne-
a las cuestiones que ahora englobamos en el-sector del derecho aplica-
cesario partir de dos nociones básicas, relacionadas entre sí. Tal vez la
ble. Pero en realidad tal concepción era aun más limitada, ya que no só-
más importante pase por considerar que la modificación de las concep-
lo veía en el DIPr únicamente problemas de derecho aplicable (remitien-
ciones elementales del sector del derecho aplicable no sólo se concreta
do los aspectos "procesales" a un rincón residual de "materias afines"
en la materialización fuera de la norma de conflicto (en su doble vertien-
-ver por ejemplo el sin embargo importantísimo DIPr de Werner Goldsch-
te: soluciones materiales especiales e imperatividad de algunas solucio-
midt-), sino que además se pensaba en una única norma de DIPr: la lla-
nes materiales nacionales -leyes de policía-), sino que la propia norma
mada norma indirecta, más conocida como norma de conflicto. Es decir,
de conflicto ha sufrido una notable metamorfosis a través de los proce-
un solo problema (la determinación del derecho aplicable) y una sola me-
todología (la indirecta), eran las características esenciales del DIPr clásico. sos de especialización, materialización y flexibilización (González Cam-
pos, Audit, Rodríguez Mateos).
Pero hace bastante tiempo, en 1973, Henri Batiffol impartió un cur-
La otra cuestión elemental que es preciso dejar aclarada desde un
so que devino famoso en la Academia de Derecho Internacional de La
principio es que todos los sistemas de DlPr vigentes en el mundo actual,
Haya referido, precisamente, al pluralismo de métodos en el DIPr, como
con sus componentes autónomos y heterónomos (convencionales e ins-
respuesta a las-"discusiones que se han desarrollado 1 particularmente
titucionales), reflejan la pluralidad metodológica aludida. Es cierto que,
desde hace una quincena de años". La intención del autor fue llamar la
en general, se mantiene un acusado protagonismo del método indirecto
atención acerca de que la determinación del derecho aplicable a una si-
o de atribución (Solari). Pero, como veremos, en los sistemas de DlPr
tuación privada internacional no estaba exclusivamente basada, como se
concebidos en las últimas décadas, las normas de conflicto (ya sea que
venía predicando tradicionalmente, en las normas indirectas. Por el con-
trario, advertía la existencia de tres tendencias básicas que de algún mo- se las considere individualmente o en conjunto) ya no responden a los
do venían conspirando contra la exclusividad de aquel modelo: ia ere- parámetros clásicos. Este matiz es fundamental; no incluirlo es dar una
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visión errada de la realidad. Dicho de otro modo, cuando afirmamos sal. Sin embargo, como el devenir histórico ha demostrado, los criterios
que "se mantiene un acusado protagonismo del método indirecto" de- de vinculación entre la relación jurídica y el derecho aplicable establea-
bemos tener muy en cuenta que la norma jurídica mediante la cual se dos por cada legislador varían. Para dar un ejemplo muy básico, en al-
concreta dicho método ha cambiado forma y función. De ahí que en rea- gunos ordenamientos se considera aplicable a las cuestiones personales
lidad, siendo rigurosos, no hay tal "mantenimiento". Sí resulta cierto, en (como la capacidad) el derecho de la nacionalidad de la persona, mien-
cambio, que las normas materiales de DIPr siguen siendo de carácter tras que en otros se aplica la ley de su domicilio. Debe tenerse en cuen-
excepcional, ya que sólo regulan algunas materias, y que aun en dichas ta, no obstante, que, como ha quedado planteado desde el inicio de es-
materias, no puede prescindirse del sistema de conflicto cuando la re- ta obra, la enorme cantidad de convenciones sobre derecho aplicable
gulación material resulta insuficiente (Opertti). Es por eso que no co- vigentes ha mitigado parcialmente ese desencuentro.
rresponde enfrentar las reglas de conflicto a las materiales, porque estas
últimas tienen una función complementaria o de colaboración con las 204. Señalado lo anterior, podemos decir que el método indirecto se
primeras (Solari). manifiesta a través de la norma de conflicto, de colisión o indirecta, la
cual no contiene una regulación material de la categoría o supuesto, sino
que indica -a través de un elemento denominado punto de conexión-
II. El método indirecto de elección o de atribución cuál será el derecho material aplicable a la misma. Atribuye competencia
a uno de los muchos ordenamientos jurídicos existentes, para regular la
1. Descripción categoría o supuesto a que refiere; elige uno entre esos varios derechos
que podrían resultar aplicables al supuesto. Las normas indirectas "per-
203. La idea de base del método de atribución, tal como lo planteara miten escoger dentro de la diversidad", mientras que las normas materia-
hace más de un siglo y medio Friedrich K. Savigny, consiste en localizar les "crean un único derecho sustantivo aplicable dentro del marco inter-
idealmente una relación jurídica geográficamente dispersa en un solo or- nacional previamente delimitado con el auxilio de técnicas propias del
denamiento, a fin de que las normas internas de éste brinden la regula- sistema de conflicto" (Opertti).
ción de aquélla. La hipótesis es entonces la de una relación que está vin-
culada con dos o más ordenamientos jurídicos que, como lógicamente
no pueden aplicarse todos a la vez, queda sometida a uno de ellos. 2. La eventual aplicación del derecho extranjero
El problema inmediato que surge es el del mecanismo para elegir tal
derecho. Según Savigny, cada relación jurídica tiene un elemento nuclear, 205. El supuesto básico para la aplicación del derecho extranjero es
característico, y donde éste se encuentra puede considerarse localizada que exista un sistema de conflicto (Solari) y que la norma de conflicto
toda la relación y, por lo tanto, procede la aplicación del derecho de ese aplicable se remita a él. En un sistema material de DIPr no puede darse
lugar. Admitiendo que esto sea así, el siguiente problema es quién deter- la aplicación del derecho extranjero,-ya que se trata de normas que regu-
mina cuál es la "sede" de cada categoría. Para Savigny la respuesta a esta lan directamente la categoría, o dicho en otras palabras, que contienen
pregunta es unívoca ya que la sede se corresponde con la propia natura- ellas mismas la regulación de la categoría. La norma de conflicto, a tra-
leza de cada categoría, siendo pasible, en consecuencia, de una determi- vés "del punto de conexión, determina'cuálesei derecho material nacio-
nación común para todas las naciones, ló que debía desembocar en una nal aplicable para regular la correspondiente categoría. Ese derecho ma-
"armonía internacional de soluciones". Por eso, él mismo designa la sede terial que resulta' aplicable en virtud de la norma de conflicto será, según
de una serie de relaciones jurídicas, con pretensiones de validez univer- los casos, el propio del juez o un-derecho-extranjero, dependiendo de
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él imparte justicia", careciendo del imperium que ese derecho tiene en su


dónde se realice el punto de conexión previsto en la norma. Por ejemplo,
país, en el Estado donde fue dictado. Esta teoría es sólo aparentemente
si la norma de conflicto aplicable establece que ''La capacidad de las per-
válida, ya que si bien en un sentido amplio el derecho, sea nacional o ex-
sonas se rige por las leyes de su domicilio" (art. 1 TMDCI de 1889, coin-
tranjero, puede ser considerado como un hecho social, cuando contra-
cidente con la solución de 1940), la determinación del derecho material
ponemos los conceptos de hecho y de derecho es evidente que el derecho
nacional competente para regular la categoría dependerá del lugar donde
-ya sea nacional o extranjero- es ciertamente derecho. La idea de consi-
se realice el punto de conexión domicilio. Si la persona está domiciliada
derar al derecho extranjero como un elemento de hecho se opone a la es-
en el mismo Estado del juez, éste aplicará su propio derecho interno, es
tructura lógica del concepto mismo de derecho.
decir, será su propio CC el que le indicará a qué edad adquiere la capaci-
dad esa persona y todos los demás elementos relativos a la capacidad o El argumento de Batiffol de que el derecho extranjero no es coercible
incapacidad de la persona. En cambio si el individuo está domiciliado en en el Estado del juez, de que es exterior a las órdenes del legislador a
un Estado extranjero, el juez va a tener que consultar el derecho material nombre del cual éste imparte justicia (el legislador de su propio Estado),
interno de dicho Estado, que para él resulta ser derecho extranjero, para confirma el carácter de "extranjero" de ese derecho, pero no su condición
saber a qué edad adquiere capacidad la persona en cuestión. de "hecho". Por otra parte, el derecho extranjero adquiere su imperativo
a través de la norma de conflicto del foro que le atribuyó competencia.
Si de lo que se trata es de establecer la validez o nulidad de un matri-
Dicha norma de conflicto le está reconociendo su propia naturaleza de
monio y resulta aplicable, por ejemplo, el Apéndice del CC uruguayo
"derecho" a esa ley material a la que le atribuye competencia, al estable-
(norma de conflicto de la dimensión autónoma), que establece en su art.
cer, por ejemplo, que la capacidad se regula por la "ley" del domicilio, la
2395 que "la ley del lugar de la celebración de! matrimonio rige la ca-
validez del matrimonio por la "ley" del lugar de su celebración, los bie-
pacidad de las personas para contraerlo y la forma, existencia y validez
nes por la "ley" del lugar de su situación, los contratos por la "ley" del
del acto matrimonial", cuál será el derecho material aplicable al caso, y
lugar de su cumplimiento, etc. (Yasseen). Es entonces en virtud de esta
si el mismo es el derecho propio del juez o un derecho extranjero, depen-
norma de conflicto que le atribuye competencia, que la determina como
derá del lugar donde se haya celebrado ese matrimonio.
derecho material aplicable, que la norma material extranjera adquiere
206. Frente a la necesidad práctica de lograr la continuidad jurídica imperium dentro del Estado del juez; es el propio sistema de conflicto del
para que pueda funcionar el "commercium internacional", es necesario juez el que le da imperium a ese derecho material extranjero remitido por
aplicar derecho extranjero. Pero dada la vigencia del principio de la ex- la norma de conflicto, dentro del territorio del Estado del juez.
clusividad, ¿a qué título se aplica ese derecho extranjero? En el pasado En consecuencia, el derecho extranjero que en el Estado al que perte-
se han dado distintas respuestas a este interrogante, a través de distintas nece sin duda es derecho y como tal es coercible, deviene coercible tam-
teorías, como la teoría del hecho, la teoría del derecho, la teoría de los bién en el Estado del juez que lo aplica, en virtud de la norma de con-
derechos adquiridos y las teorías de la incorporación y de la recreación flicto del orden jurídico de dicho juez, independientemente de que la
como variantes de la teoría llamada del derecho propio. referida norma de conflicto sea de fuente nacional o internacional. O sea
La teoría del hecho parte de la base de que como el derecho extran- que esa norma de conflicto que le atribuye competencia a ese derecho
jero no es coercible en el Estado del juez, ya que carece de imperium fue- extranjero, dándole imperatividad, no es en blanco como pretenden los
ra del territorio del Estado que lo dictó -principio de la exclusividad-, partidarios de la teoría del derecho propio, sino que contiene una refe-
no puede ser aplicado allí como derecho. Afirma Henri Batiffol que el rencia precisa a un determinado derecho, a través de un punto de cone-
derecho extranjero es un elemento de hecho del proceso, porque "se pre- xión, y si ese punto de conexión se realiza en un Estado extranjero, la
senta al juez como exterior a las órdenes del legislador a nombre del cual propia norma de conflicto es la que le está atribuyendo competencia a
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rehusarse legítimamente a aplicar leyes extranjeras (...); tienen que abs-


ese derecho extranjero, que debe ser aplicado de oficio, preceptivamente
tenerse de regular por sus propias leyes aquellas relaciones que, por su
por el juez.
naturaleza, deben depender de la autoridad de las leyes extranjeras".
Otro argumento que utiliza Batiffol para fundar la teoría del hecho es
La teoría de los derechos adquiridos surge con la doctrina angloame-
que es un principio esencial que el juez conoce el derecho (tura novit cu-
ricana, particularmente con Story, Dicey y Beale, como respuesta al in-
ria), lo cual no ocurre respecto del derecho extranjero: es imposible supo-
terrogante de a qué título se aplica el derecho extranjero en el Estado de!
ner que el juez conoce todos los derechos materiales de todos los Estados.
foro. Los autores referidos sostienen básicamente que el juez no aplica
Este argumento también es rebatible. Con respecto al derecho extranjero,
el derecho extranjero, sino que simplemente respeta los derechos debi-
el principio iura novit curia tiene un alcance distinto al que tiene respec-
damente adquiridos bajo la vigencia de éste. Pretenden explicar por qué
to al derecho propio: ese conocimiento no es general y a priori como son
se aplica-derecho extranjero dentro de las fronteras de otro Estado con
respecto al derecho interno, sino particular y a posteriori. El conocimien-
soberanía absoluta, y lo hacen a partir de la distinción entre el derecho
to del derecho extranjero que se pretende por parte de! juez no es global
extranjero objetivo (normas jurídicas extranjeras) y los derechos extran-
y anticipado, sino parcial -se concreta al punto litigioso- y a posteriori
jeros subjetivos que las personas adquieren en virtud de dichas normas.
-una vez planteado el caso- (Solari). La máxima iura novit curia se tra-
La crítica que ha merecido esta teoría es que no es posible aceptar un de-
duce en la práctica en una obligación de conocer el derecho al momento
recho subjetivo si no es aceptando la regla objetiva en que el mismo se
de juzgar (Yasseen). Los medios de que dispone el juez para lograr su co-
funda, y en la medida en que ésta lo establezca (Alfonsín).
metido son diversos, como veremos más adelante. Sostiene Batiffol que el
Otro intento de respuesta al interrogante referido lo constituye la teo-
juez actúa como un sociólogo respecto del derecho extranjero, limitándo-
ría del derecho propio. El argumento básico de la misma es que la impe-
se a constatar los hechos: qué normas se aplican en ese Estado a esa ca-
ratividad del derecho extranjero en el Estado del foro le es dada por la
tegoría, si están vigentes, cómo se interpretan, etc. O sea que la actitud
propia norma de conflicto del juez, que no regula directamente la rela-
del juez frente al derecho extranjero no es la misma que frente a su dere-
ción, sino que es una disposición en blanco, que llena su contenido con
cho material nacional. Cabría preguntarse por qué esta teoría que tiene
una norma material que puede ser nacional o extranjera. Al incorporar-
argumentos tan poco sólidos del punto de vista lógico-jurídico, ha teni-
se a esa norma en blanco, el derecho extranjero pasa a ser derecho pro-
do tanto éxito; y la respuesta parecería encontrarse en sus ventajas prác-
pio del juez, y se aplica a ese título. ¿Cómo se realiza esa transformación
ticas indudables (ver Cap. 8.III).
en derecho propio? Hay dos variantes dentro de la teoría del derecho
La teoría del derecho parte de la idea savignyana de que todos los de-
propio: la teoría de la incorporación y la teoría de la recreación. La teo-
rechos están en un pie de igualdad, entonces aquel que resulte compe-
ría de la incorporación se basa en que el juez lo que hace es incorporar
tente para regular la relación jurídica extranacional en virtud de la nor-
la solución que había dado el legislador extranjero en esa mención en
ma de conflicto, será aplicado por el juez como derecho. Es precisamente
blanco que contiene la norma de conflicto, y que debe ser llenada según
en virtud de la regla de conflicto que el derecho extranjero es aplicado
la clave dada por el punto de conexión. La norma a que se refiere el pun-
como tal; la regla de conflicto constituye pues el título de la aplicación
to de conexión, ya sea nacional o extranjera, se incorpora al texto de la
de ese derecho (Yasseen). El axioma savignyano que establece que la re-
norma de conflicto del juez, y por eso se aplica como derecho propio.
lación jurídica debe ser regulada por el mismo derecho en todas partes
Esta teoría es ficticia: significaría Ja. absorción por cada derecho nacio-
presupone el principio de la extraterritorialidad de las leyes, y por tanto
nal del. conjunto de sistemas jurídicos del mundo. La teoría de la incor-
la aplicación del derecho de un Estado en el territorio de otro. También
poración es contraria al sentido profundo del DIPr, el cual, está fundado
Mancini, al igual que los demás autores clásicos que asumieron una po-
en el.reconocimiento recíproco de los Estados y sus órdenes jurídicos
sición internacionalista, sostuvo que los Estados soberanos "no pueden
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(Zajtay). Si las reglas del DIPr dan competencia a un derecho extranje- sureños, ha sido criticada en cuanto a su título (Parra Aranguren, Telle-
ro es porque reconocen su existencia, y en ciertas circunstancias prefie- chea), por cuanto el término "prueba" no es adecuado ni se corresponde
ren su aplicación a la de la lex fori. La teoría de la recreación se basa en con la concepción seguida por esta Convención y por la Convención inte-
que el juez lo que hace es recrear el derecho extranjero al fallar, por lo ramericana sobre normas generales de atribuirle naturaleza jurídica y no
cual la norma extranjera no se incorpora a la nacional, sino que sirve de fáctica al derecho extranjero. La Convención establece en su art. 2 la
modelo para la creación de una norma propia de contenido igual al de obligación de las autoridades de cada uno de los Estados parte de pro-
la extranjera. porcionar a las autoridades de los demás que lo solicitaren, "los elemen-
A su turno, Werner Goldschmidt, concibe la teoría del uso jurídico en tos de prueba e informes sobre el texto, vigencia, sentido y alcance legal
los siguientes términos: "si se declara aplicable a una controversia un de- de su derecho". Obviamente la información no puede limitarse al texto
recho extranjero, hay que darle el mismo tratamiento de fondo que con de las normas y a su vigencia, pues para poder el juez cumplir con el
el máximo grado asequible de probabilidad le daría el juez del país cu- mandato del art. 2 de la Convención interamericana sobre normas gene-
yo derecho ha sido declarado aplicable". Para Goldschmidt "es vital- rales y textos análogos, de aplicar el derecho extranjero "tal como lo ha-
mente distinto aplicar derecho propio y 'aplicar' derecho extranjero". rían los jueces del Estado cuyo derecho resulte aplicable" (de acuerdo a
Tal vez porque como sagazmente apuntara Carrillo Salcedo, "el derecho la teoría de Goldschmidt), deberá conocer las distintas interpretaciones
extranjero es derecho... pero extranjero". que la doctrina y la jurisprudencia de ese Estado dan a ese derecho ex-
tranjero aplicable.
La Convención adopta un criterio amplio en cuanto a los medios de
3. Determinación concreta del derecho extranjero aplicable prueba admitidos: "cualquiera de los medios de prueba idóneos previs-
tos, tanto por la ley del Estado requirente como del Estado requerido"
207. El propio DIPr contiene normas que proporcionan al juez los (art. 3). A continuación, el mismo artículo enumera de manera no taxa-
mecanismos para cumplir con el mandato de los arts. 2 de los Protoco- tiva los medios idóneos a los efectos de la Convención: la prueba docu-
los adicionales a los TM de 1889 y de 1940, art. 2 de la Convención in- mental, la prueba pericial y los informes del Estado requerido, sin atri-
teramericana sobre normas generales de 1979, art. 525.3 del CGP y art. buirles apriorísticamente mayor o menor importancia según el tipo de
1 del Convenio argentino-uruguayo de 1980, de aplicar el derecho ex- prueba de que se trate. Esta solución coincide con la recomendación de
tranjero de oficio, y en su caso tal como lo harían los jueces del Estado Zajtay, quien sostiene que sería erróneo atribuir una prioridad absoluta
al que pertenece la norma. Los Protocolos adicionales a los TM de a uno u otro de los diferentes medios de prueba empleados en materia
1889 y de 1940, arts. 5 y 6 respectivamente, consagran la obligación de de derecho extranjero, ya que su valor es relativo y depende de las cir-
los gobiernos de los Estados parte "a transmitirse recíprocamente dos cunstancias en las cuales esos medios sean aplicados. Con respecto a la
ejemplares auténticos de las leyes vigentes y de las que posteriormente prueba pericial, resulta comparable la apreciación de Fernández Rozas
se sancionen en sus respectivos países". No obstante, esta fórmula ha y Sánchez Lorenzo, quienes afirman que:
resultado inoperante en la práctica por carecerse del imprescindible
apoyo de órganos a cargo de la remisión y sistematización de esas in- "(...) no cabe duda de que la prueba pericial debe ser objeto de mayor
formaciones (Tellechea). sospecha que ia prueba documental, por la eventual 'imparcialidad' de
uno de los peritos cuyo concurso solicita, pero también remunera, la
208. La Convención interamericana sobre prueba e información acer- parte interesada. De ahí que deba extremarse el control de la capacidad
ca del derecho extranjero (CLDLP LT), vigente en los cuatro Estados merco- e independencia del perito, e incluso deba tenderse al nombramiento li-
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"Pero como las normas indirectas suelen señalar tal o cual derecho ex-
bre del perito por el juez, teniendo en cuenta las garantías de capaci- tranjero sin otra especificación, prácticamente serán necesarias dos cali-
dad e independencia que ofrece". ficaciones sucesivas de la relación para descubrir cuál es la norma ex-
tranjera de derecho privado que debemos aplicarle."
El art. 4 de la Convención establece que son las autoridades jurisdic-
cionales las que pueden solicitar los informes a que refiere el art. 3, inc. c. La primera calificación de la relación extranacional debe ser efectua-
O sea que los pedidos de informes cursados al Estado requerido sobre el da conforme la técnica del derecho privado internacional aplicable, para
texto, vigencia, sentido y alcance legal de determinados aspectos de su determinar cuál norma de ese derecho debe aplicarse; la segunda debe
derecho, corresponde en principio solamente a las autoridades jurisdic- realizarse una vez concluida la primera y por consiguiente cuando ya se
cionales del Estado requirente, no a los particulares. Estos tienen sí la ha determinado cuál es el derecho privado nacional aplicable. Esta segun-
posibilidad de utilizar los medios previstos en los incisos a y b del art. 3 da calificación, que tiene por finalidad determinar qué norma específica
(prueba documental y pericial). Nótese que la referencia a "autoridades de ese orden jurídico remitido por la norma de conflicto debe regular en
jurisdiccionales" es más amplia que "autoridades judiciales", ya que in- definitiva la relación, debe realizarse conforme la técnica de ese orden ju-
cluye a cualquiera que desarrolle una actividad jurisdiccional, lo cual rídico remitido. O sea que la calificación siempre debe ser in ordine.
implica que se trata de órganos independientes y con potestad de fallar El art. 6 establece por un lado la obligación de los Estados de respon-
con autoridad de cosa juzgada (Tellechea); en palabras de Opertti, "to- der a las consultas formuladas por los demás Estados parte; pero por
da autoridad que actúe como verdadero tribunal de justicia". El inc. 2 otro, el carácter de no vinculante de la respuesta. Esta solicitud tiene co-
del art. 4 autoriza a los Estados parte a "extender la aplicación de esta mo finalidad facilitar la cooperación en esta materia, ya que al no que-
Convención a la petición de informes de otras autoridades". Señala Te- dar obligado el Estado que brinda la información a aplicar el derecho se-
llechea que esta es una "solución flexible, que permite beneficiar a todos gún el contenido de la respuesta proporcionada, el Estado requerido
los aplicadores de la ley extranjera con el más eficaz de los procedimien- estará mejor dispuesto a brindar la información que se le solicite (Telle-
tos previstos de cooperación informativa." chea). Por su parte la autoridad jurisdiccional que solicitó la informa-
El art. 5 establece los requisitos que preceptivamente deberán contener ción, no estará obligada "a aplicar o hacer aplicar el derecho según el
las solicitudes de informes. El inc. a exige que se indique cuál es la auto- contenido de la respuesta recibida" (art. 6, inc. 3), salvaguardándose así
ridad de la que proviene la solicitud; lo cual tiene su explicación en lo es- la independencia de los jueces. El art. 10 establece dos excepciones a la
tablecido en el art. 4, que establece que sólo las autoridades jurisdiccio- obligación de los Estados parte de responder a las consultas que les for-
nales podrán solicitar los informes a los que refiere el art. 3, inc. c. El inc. mularen otros Estados parte: I o ) que los interesados del Estado requeri-
c del art. 5 "excluye en su parte final toda posibilidad de calificar 'lex fo- do estuvieren afectados por la cuestión que diere origen a la petición de
ri', debiéndose en cambio determinar la solución aplicable por la califica- información; 2o) que la respuesta pudiere afectar su seguridad o sobera-
ción que realice el Estado requerido" (Tellechea). Respecto a este punto, nía. Las solicitudes de informes sólo podrán ser diligenciadas de una de
Alfonsín sostiene: las dos formas previstas por el art. 7: 1) "directamente por las autorida-
des jurisdiccionales" o 2) "a través de la autoridad central del Estado re-
"Si todas las normas indirectas de derecho privado internacional seña- quirente, a la correspondiente autoridad central del Estado requerido".
laran con precisión la norma extranjera de derecho privado que se debe
aplicar, bastaría una sola calificación de la relación extranacional para 209. Como ya vimos, el Convenio uruguayo-argentino sobre aplica-
descubrir a la vez cuál norma del derecho privado internacional y cuál ción e información del derecho extranjero, ratificado por Uruguay por
norma del derecho privado extranjero son las aplicables a la relación".
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Ley N° 15.109 del 17/3/1981 y por Argentina por Ley N° 22.411 del 212. La segunda impugnación se dirigía a la rigidez del mecanismo de
27/2/1981, que entró en vigencia el 12/5/1981, fecha en que se intercam- localización del derecho aplicable, la cual, al ser predeterminada por el
biaron los respectivos instrumentos de ratificación en Montevideo, sinte- legislador para todos los casos posibles, impedía al juez la realización de
tiza en pocos artículos la doctrina consagrada en los textos de las Conven- cualquier ajuste al caso concreto. Así, el juez de cualquier país del MER-
ciones interamericanas de Montevideo de 1979 (Tellechea) ya analizadas. COSUR debería aplicar a la sucesión el derecho del país del último do-
micilio del causante aunque vea que el caso está claramente más vincu-
lado con otro ordenamiento y que el último domicilio se presenta como
4. Falencias del método de atribución y correcciones un dato totalmente irrelevante en el caso concreto. Esta crítica sigue
siendo muy válida al día de hoy, ya que los sistemas de DIPr del MER-
210. En general, puede decirse que el método de atribución tiene dos COSUR se siguen moviendo en parámetros de una gran rigidez. Sin em-
falencias de fondo: una tiene que ver con su carácter más o menos mecá- bargo, el derecho comparado y la propia obra de codificación interame-
nico o automático, insensible a buena parte de las particularidades del ca- ricana muestran claros indicios de una tendencia hacia la flexibilidad de
so concreto, y la otra hace referencia ai hecho de que en virtud de dicho las soluciones, entendiendo como tal la adecuación de la respuesta al caso
método se termina aplicando una ley estatal concebida para supuestos concreto.
homogéneos (con todos sus elementos vinculados a tal ordenamiento) a La mejor manera de conseguir ese resultado es otorgando a los parti-
casos que no lo son. Todo esto por no mencionar la justa crítica -mucho culares la posibilidad de elegir, libremente y de común acuerdo, el dere-
más aguda- al defasaje existente entre sistemas (muchísimos en el mun- cho aplicable al caso, ya que nadie mejor que las partes para saber qué
do) que se basan en el método de atribución, y los escasos casos concre- derecho puede resultar el más apropiado para regir la relación que ellas
tos en los cuales realmente se aplica derecho extranjero, ya sea por la de- entablan; en este sentido, existe una clara tendencia a nivel internacio-
sidia o comodidad de los jueces o por los mecanismos para evitar tal nal favorable a ampliar el margen de la autonomía de la voluntad (ver
aplicación que brindan los propios sistemas (Juenger). Desde la perspec- Cap. 1.IV.5). Otra forma de lograr una buena adecuación pasa por otor-
tiva del análisis económico del derecho, se ha criticado la ineficiencia que gar un papel más relevante en la tarea de localización al juez del caso, lo
supone la puesta en práctica de un método que puede llevar a la difícil y que se consigue a través de la utilización de fórmulas abiertas que orde-
costosa aplicación del derecho extranjero (Garcimartín Alférez). nan la aplicación del derecho del Estado "más estrechamente vinculado"
con el caso, o que presenta con éste "la relación más significativa".
211. Con un carácter más particular, ha habido tres impugnaciones En materia de contratos internacionales, la conjunción de ambas for-
muy concretas. La primera criticaba la generalidad de las categorías a las mas (es decir, autonomía de la voluntad y, en su defecto, vínculos más
que se refieren los diferentes supuestos de hecho, extremo que impediría estrechos) está presente en muchísimos sistemas de DIPr del mundo,
la necesaria adecuación a las especificidades de cada subespecie. Hoy siendo la fórmula adoptada por la Convención interamericana sobre de-
por hoy, tal crítica ha perdido un poca su razón de ser, toda vez que tan- recho aplicable a los contratos internacionales (México, 1994) vigente
to las normas indirectas estatales como las convencionales han sufrido en México y Venezuela, por la Ley venezolana de DIPr (1998) y por el
un notable proceso de especialización (como sucede, por ejemplo, en Proyecto argentino de DIPr (1999). Para la responsabilidad extracon-
materia de contratos). Si algunos Estados siguen aferrados a normas in- tractual y, en particular, para la que se deriva de accidentes de circula-
directas-generales o generalísimas no puede decirse que sea por culpa de ción, la flexibilidad para determinar el derecho aplicable en lugar de la
la metodología sino de la desidia de sus autoridades para adoptar nor- aplicación mecánica de la tradicional regla de la ley del lugar de la pro-
mas más especializadas.: '< ••'.'-', ducción del hecho dañoso (del accidente) ha sido la carta de presenta-
ASPECTOS GENERALES DEL SECTOR DEL DERECHO APLICABLE 271 272 DIEGO P. FERNÁNDEZ ARROYO (COORDINADOR)

ción de la llamada "revolución (norte)americana", a partir del famoso to interamericano, en la Convención sobre obligaciones alimentarias de
caso "Babcock el Jackson", fallado por la Corte Suprema de Nueva la CIDIP IV, donde la intención del "legislador" es claramente favorecer
York en 1963. De allí, ha tenido una gran repercusión mundial, como lo la obtención de alimentos (Santos Belandro).
demuestra la Convención de La Haya de 1971 sobre ley aplicable a los
accidentes de circulación por carretera y, en nuestro ámbito, el Protoco-
lo mercosureño de San Luis sobre accidentes de tránsito. III. Elementos de la norma indirecta
En la Ley suiza de DIPr (1987), la flexibilidad tiene alcance general,
ya que su art. 15 consagra la llamada cláusula de excepción sin limita- 1. Estática y dinámica de la norma indirecta
ción material, en los siguientes términos:
214. Si analizamos la norma indirecta (o norma de conflicto) desde el
"El derecho designado por la presente ley excepcionalmente no es apli- punto de vista de su estructura, encontramos que -al igual que toda nor-
cable si, a la vista del conjunto de circunstancias, es evidente que la ma legal-ésta contiene dos elementos: la categoría, supuesto o tipo legal,
causa no tiene un vínculo bien determinado con ese derecho y que se que "enuncia el objeto de la norma", el "conjunto de relaciones jurídicas
encuentra en una relación mucho más estrecha con otro derecho". regulado por la disposición", y la disposición o consecuencia jurídica,
que "enuncia la regulación o derecho inherente a la categoría" (Aifon-
213. La tercera crítica particular se centraba en la supuesta neutrali- sín). Pero dentro de la disposición aparece un elemento típico, caracterís-
dad del método, ya que en cierta medida el legislador se desentendería tico de la norma indirecta, el punto de conexión, que es "la circunstancia
del resultado concreto de la localización al utilizar fórmulas apriorísti- del caso gracias a la cual podemos identificar el derecho aplicable"
cas aplicables a todos los casos. La crítica iba dirigida entonces a la fal- (Goldschmidt), es el elemento que oficia como clave para determinar el
ta de preocupación por la realización de los valores materiales presentes derecho material aplicable a la categoría. Tálice señala que es dentro del
en el ordenamiento: si cualquier derecho puede resultar aplicable es muy supuesto de hecho de la norma donde aparece inserta la nota de extran-
difícil que la solución concreta del caso se compadezca con tales valores. jería, de internacionalidad, de extranacionalidad.
Haciendo un esfuerzo de síntesis, debe señalarse, en primer lugar, que
siempre existe al menos una mínima valoración por parte del legislador 215. El funcionamiento de la norma indirecta plantea diferentes pro-
al momento de establecer los criterios de localización para cada norma blemas, algunos comunes a toda norma legal, y otros específicos de las
indirecta (como pasa por ejemplo con la opción entre el domicilio y la normas indirectas o de conflicto (Pérez Vera). Este proceso de aplicación
nacionalidad para regular las cuestiones personales). Sin embargo, es de las normas indirectas, su funcionamiento mismo, puede dividirse bá-
bien cierto que un sistema de localización pergeñado bajo pautas más o sicamente en dos momentos o etapas: I o ) la calificación de la relación ju-
menos clásicas no atiende suficientemente a las exigencias materiales del rídica, y 2o) la determinación del derecho material aplicable. La califica-
ordenamiento. Pero, para casos extremos, siempre queda a mano el re- ción es la operación tendente a, ubicar la relación jurídica dentro de una
curso al orden público. Para otros supuestos, el legislador puede usar di- única categoría, o supuesto normativo, o tipo legal. Esto nos permite de-
versos mecanismos para favorecer determinado resultado material sin terminar qué norma concreta del sistema de DIPr del foro va a regular
abandonar el método indirecto, como es el de las "normas de conflicto la relación jurídica-de que se trata. La segunda operación, la llamada de-
materialmente orientadas" (Boggiano). Del mismo modo, la utilización terminación del derecho material aplicable, nos conduce (a través del
de conexiones alternativas se ha revelado como una vía apropiada para punto de conexión) a la regulación material concreta de la relación jurí-
idéntico fin. Estas metodologías se pueden contrastar, dentro del ámbi- dica: La calificación conecta la relación jurídica con la norma indirecta,

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