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Bolilla 5: Acciones cambiaria, defensas y excepciones

La acción cambiaria y el ejercicio del derecho cartular


El tema de las acciones cambiarias es muy importante porque permite ejercer el
derecho materializado en el título. Las acciones cambiarias pueden tener dos enfoques:
Primero, un enfoque procesal, como un mecanismo de ejercitar esos derechos en la vía
judicial. Segundo, una pretensión de fondo.
La acción cambiaria es el derecho derivado del título que permite al portador
legitimado ejercer el derecho incorporado. Esta acción cambiaria puede ser ejercitada
en vía ejecutiva, vía ordinaria o en la vía que el sistema procesal local permita.
La ley cambiaria otorga la vía ejecutiva al portador legitimado. Es decir que el
portador legitimado del pagaré, letra de cambio, cheque o cheque electrónico va a tener la vía
ejecutiva para ejercitar ese derecho. La certificación de un cheque común cuando sea
denunciado penalmente también va a poder ser ejecutado.
La vía ejecutiva implica una vía más rápida, ágil, con menor posibilidad de
excepciones. En algunos ordenamiento se prohibe la discusión de la cuestión causal
relativa al título. A diferencia de un juicio ordinario que es un proceso pleno,en el cual se
permite una discusión amplia de las partes. El juicio ejecutivo genera una cosa juzgada
formal, mientras que el juicio ordinario hace cosa juzgada material. Esto quiere decir
que la sentencia del juicio ordinario no puede ser revisada, salvo casos excepcionales. En
cambio, el juicio ejecutivo puede ser revisado en juicio ordinario posterior. El límite de esta
revisión de la cosa juzgada es lo que se permita discutir plenamente. Esto quiere decir que si
en el juicio ejecutivo se pudo discutir alguna cuestión de fondo, no se habilita la
discusión de ese punto en un juicio ordinario posterior.
Está claro que en el juicio ejecutivo, cuando uno lo activa judicialmente rige el
principio de necesidad. Si no se tiene el título, en sentido material, no se puede ejecutar.
No se puede ejecutar un pagaré con una fotocopia certificada. Y cuando se presenta en el
juzgado, se pide que ese título se glose a los autos y se reserva en secretaría. Esto se debe
a que el título valor es autónomo, y si sigue circulando y se puede permitir afectación
derechos de terceros. Incluso en los expedientes electrónicos no se permite fotocopia
certificada, sino que se necesita que se acompañe el cheque o el pagaré físicamente al
juzgado.
El tribunal puede hacer un análisis de oficio de legitimación, según entiende el
TSJ o la CSJN. Si el tribunal advierte que hay un vicio en la cadena regular de endosos,
y no es un portador legitimado del título, puede rechazar el título in limine, sin perjuicios
de las defensas que puede oponer la parte.
Se discute si es constitucional que el art. 60 del Decreto-Ley o las normas de fondo
establezcan la vía ejecutiva, cuando las cuestiones procesales son reservadas a las provincias.
Esta discusión es estéril porque todos los códigos procesales le dan vía ejecutiva a los títulos
de crédito.
El título de crédito puede ser reclamado por cualquiera de las dos vías, pero el
actor no puede abusar de una vía. Por ejemplo, cuando se inicia por la vía ordinaria para
cobrar mas honorarios, o cuando se hacen cinco juicios ejecutivos separados, con el fin de
abultar honorarios.
Con respecto a la legitimación pasiva, se rige por la solidaridad cambiaria. La
persona del portador legitimado puede demandar a cualquiera de la cadena de endosos,
sin importar el orden. Para ello tiene que tener el título. Sin embargo, hay casos de
endosante con cláusula sin garantía en donde no se podría demandar. En los casos de cesión
posterior al vencimiento no se podría demandar por vía ejecutiva porque se trata de una
cesión de créditos. O el endosatario en procuración no puede demandar al endosante en
procuración. En todos los demás supuesto se puede demandar a cualquiera de la cadena.
El ordenamiento establece a los obligados directos y obligados de regreso. El
obligado directo es el aceptante de una letra de cambio y su respectivo avalista, o el librador
de un pagaré y su respectivo avalista. Por exclusión, son obligados de regreso todos los
demás: los endosantes del pagaré o letra de cambio, y el librador de la letra de cambio.
Básicamente, la clasificación que establece la ley cambiara se diferencian en función
de quien es el obligado cambiario:
1. Acciones directas: El portador del título puede demandar al obligado directo (librador
de pagaré o aceptante de la letra). No es menester realizar el protesto. La prescripción
es de 3 años.
2. Acciones de regreso: Sí es menester realizar el protesto, excepto que exista cláusula
sin protesto. La prescripción es a 1 año.
3. Acción de regreso anticipada: Se da en ciertos casos:
a. La falta total o parcial de aceptación de la letra. Se presenta antes la letra para
su aceptación, el supuesto girado no lo acepta, y el portador tiene acciones de
regreso ante el librado de manera anticipada.
b. La apertura del concurso del girado, porque se entiende que no puede aceptar
una obligación después de la presentación del concurso.
c. El librador de una letra aceptable.
d. La cesación de pago del girado.
4. Acción de reembolso: La puede ejercitar aquel que pagó total o parcialmente la letra,
de manera judicial o extrajudicial. Tiene 6 meses para ejercerlo.
5. Acciones causales: No son propias del derecho cambiario, sino que se da por vía
ordinaria.

Excepciones cambiarias
Está relacionado con el derecho de defensa y con la posibilidad no sólo de oponer
defensas válidas(excepciones procesales o sustanciales), sino también de ofrecer prueba y
poder argumentar a partir de esa prueba y ese derecho que se invoca.
La eficacia del derecho defensivo se esgrime a través de la excepción, que desde el
punto de vista procecsal es la potestad para enervar una acción, que en esa síntesis, el juez va
a resolver la cuestión.
En el análisis de las cuestiones cambiarias es my importante los principios
cambiarios:
- Principio de autonomía: La imposibilidad de oponer excepciones que podrían estar
relacionados con deudores anteriores.
- Principio de abstraccion: Imposibilidad de oponer excepciones cambiarias.
La cuestión de las excepciones cambiarias no están debidamente clasificadas por la
ley cambiaria, y es por eso que la doctrina se ha encargado de sistematizar. A pesar de eso, el
CCCN expresamente establece las excepciones que puede oponerse. Sin embargo, al
enunciación del CCCN es muy restrictiva, su valor es relativo. Lo importante es que surja del
ordenamiento la posibilidad de oponerse en ese sentido.
Otra cuestión tiene que ver con los límites procesales y prácticos que pueden oponerse
en el juicio ejecutivo. El marco defensivo es mucho más limitado que en el juicio ordinario.
Pero el demandado tiene la posibilidad del juicio ordinario posterior, en base a la cosa
juzgada formal, para poder discutir las cuestiones que no haya podido discutir o probar en el
juicio ejecutivo.
Las excepciones que surgen de la ley del fondo(excepciones sustanciales):
1. Inhabilidad de título
2. Falsedad
3. Falsificación
También tenemos las excepciones procesales:
1. Incompetencia: pautas procesales donde debe demandarse. Normalmetne es el lugar
de pago domicilio del deudor.
2. Litispendencia: Hay un proceso con las mismas partes y objeto pendiente de
resolución.
3. Cosa juzgada: Ya existió sentencia.
4. Personería: Cuando el poder del patrocinante de un juicio no tiene los requisitos que
requiere la ley cambiaria o procesal.

Una cuestión importante es si el ordenamiento permite o no la posibilidad de oponer


excepciones causales en una vía ejecutiva. Esto quiere decir si se permite discutir la causa
subyacente del título o no. Alguno ordenamientos procesales proscriben las excepciones
causales, otras lo permiten, y otros no dicen nada. En caso de que no diga nada ¿Se puede
discutir la causa? Lo primero, que tiene que ver con la relación entre la causa y la autonomía,
es que no se puede discutir causas de terceros, porque el principio de autonomía que rige en
el derecho cambiario me impide conocer las razones del otro negocio que derivó en la
transmisión del título. En segundo lugar, si se admite tiene que ser entre obligados directos,
en la medida que no se desvirtúe el juicio ejecutivo, y tiene que ser con un criterio
restrricctivo.
En Córdoba es muy restrictivo. Para hacerlo, se interpone una excepción de
inhabilidad del título, y para justificar la falta de legitimación activa, se introducen las
cuestiones causales para poder utilizar los mecanismos pertinentes. Para Molina Sandoval son
casos muy puntuales que saltan a la vista.
Otra excepción tiene que ver con la inhabilidad del título, esto es, cuando el título no
es hábil o es nulo. El título puede ser nulo porque no tiene los requisitos formales o porque no
tiene legitimación activa(el portador del título no está precedido de una cadena regular de
endosos) o pasivo (porque no es obligado cambiario). En opinión de Molina Sandoval, no
solo alude a los requisitos formales, sino fundamentalmente también para los casos de
legitimación activa o pasiva.
También hay que distinguir la falsedad de firma de la falsedad del título. La falsedad
de firma es cuando la firma no ha sido asentada por la persona obligada cambiariamente. Esto
no es una cuestión solo de adjudicación, sino que puede ser una firma distinta, o de un sujeto
imaginario, o firmas deformadas. La prueba fundamental es una pericial caligráfica, que va a
determinar si la firma corresponde o no al obligado cambiario. En este sentido, también existe
el abuso de la firma del cheque en blanco. Esto se da cuando se llenan los montos a posteriori
de la firma, pero con montos o fechas claramente abusivas. Parece que el juicio ordinario es
más adecuado para discutir los casos de abusos de títulos en blanco.
Otra cuestión es la aduletarción o falsedad del título. Si es visible a simple firma,
podrá ser invocada. Si no es visible, podrá ser invocada según el caso.
Otra excepción es la exceptio dolo, que tutela la circulación honesta de los títulos. Lo
que no quiere es que eventuales portadores del título se apovechen para liberarse de la
oposición de alguna oposición. La idea de la exceptio doli es afectar la autonomía cambiaria.
Esto es, frente a una autonomía, que impide oponer excepciones que corresponde a terceros,
el portador del título frente a la advertencia que puede reclamar la obligacion y que esa
persona le puede oponer una excepción, endosa el título a los efectos de que no se le puedan
trasladar las excepciones. Como requisito tiene que haber mala fe del portador del título,
quien tiene la clara noticia de que está recibiendo el título para eludir ciertas excepciones.
Este momento en que se toma noticia es muy importante, y es necesario que se haga previo a
la transmisión. Por otro lado, se establece el requisito del perjuicio, es decir que hay una
situación fraudulenta para afectar a una persona. Este perjuicio no es general, sino específico.
Tiene que indicar cual es la excepcion que se podría haber opuesto.
También se puede oponer una excepción de pago, recordando que el pago tiene que
consignarse en el título valor, un recibo y la entrega del documento. Pero hay casos en que
puede probarse de otra manera. También se puede oponer la espera, la novación o
transacción.
El emplazamiento fehaciente genera la suspensión de prescripción de 6 meses.

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