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Delauretis - Alicia Ya Nocap4
Delauretis - Alicia Ya Nocap4
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trado un nuevo vigor en los escritos de Michel Foucault, es- " l'
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pecialmente en su concepción de ~ como ~RO · I
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práctico" en dQ.nde se desplieg~as_te~ogías y los di~ '!
cilts
a se considere que el cine es un arte o una industria de
masas, un experimento o pura diversión, un sistema lingüís-
tico o una producción subjetiva fantasmal, el ci~~
l~, o mejor, está implica en erra.La ventaja es-
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pecial .d~ la metodología histórica de Foucault es que opone
a la realización ya la crítica y análisis. Las ideas de Foucault
la tradición burguesa de la historia autónoma de las ideas en
parecen tener una gran importancia para el cine, para la ela-
favor de la transcripción analítica de los "conocimientos em-
boración de sus géneros y de sus técnicas, para la evolución
píricos"; de es~a forma, evita el modelo base-superestructura
de las audiencias a través de las tácticas de distribución y
que.suele asocIar~,_y~enguaje, a la base, como
exhibición, para los efectos ide2lQgicos. ue rodnce (o in=.
conjunto de medios puramente mstrumentales o técnicos
tenía producir). ~n~l. E?, e,~tecontexto, y sin pre-
mientras que c0r;.si?era qu~~ pertenecen a la super~
tender convertIrfo en una aplicación de las propuestas de
estructura. Redefinido como conjunto de procedimientos me-
Foucault, sino en un intento de acercarme a ellas desde una
canismos y técnicas regulados para el control de la realidad,
, postura feminista critica' e ar el si uiente análi-
desp1e.gado~ por el pode~" ~~,ía se amplia
sis iempo (Bad Timing: A Sensual Obsession) de
hasta incluir la producclOn de sujetos a íixidades y conocí-
JEien os ~~res;en co?secuencia, las ideas ~optan un ca------. icolas Roeg.
rac er práctico, pragmátIco, en su articulación con las relacio-
Pero antes de nada debemos preguntamos: ¿cuál es el
nes de poder.
cam o ráctico en el que se despliegan las tecnologías, por
Si quisiéramos adoptar, y adaptar, el método del análisis
ejemplo, el cine? Es lo social en general, entendido como un
histórico de Foucault al cine, tendríamos que situar los térmi-
entrecruzado de actividades específicas:que suponen relacio-
nos de la cuestión "cine" lejos de las ideas del cine como arte
nes de poder y de placer, con individuos o grupos que adop-
documentación o comunicación de masas y de la idea de la
tan posiciones o posturas variables. El poder se ejerce "desde
historia del cine como historia de las ideas; lejos de la teoría
abajo", dice Foucault, "desde innut;;erables"puntos, en la in-
del autor y del proyecto de una historia económica del cine
teracción de relaciones no igualitarias y móviles"; y lo mismo
per s.e;.lejo~ d~ l~ presunción de que una película expresa la
las resistencias. En realidad, la existencia de relaciones de po-
creatividad individual del realizador, la inmersión "visiona-
der "depende de una r:rwJ.tiJ21icidasLde...~Fg¡¡;istencia ...
ri~" del artista e~ ~: pozo de a1~n in~onsciente colectivo; y
presentes por toda:s-p-artes~e1~Las resisten-
lejos de la S~posIclOn de que la investigación histórica puede
cias no están "en una posición externa en relación con el po-
hacerse mediante la recolección y reunión de "datos". Tam-
der, [sino] por definición, sólo pueden existir en el campo es-
bién significar,ía abando.nar -teóricamente- el concepto de
tratégico de las relaciones de poder." Además, tanto las rela-
desar:rollo autonomo o mterno de los "medios tecnológicos"
ciones de poder como los puntos de resistencia pasan por
del cme, sean mecánicos, químicos o electrónicos las técni-
cas que se deriven de ellos, e incluso los estilos expresivos
elaborados contra o a pesar de ellos' abandonar también la 1 Por recepción entiendo la especial relación de los espectadores con el
l' idea d~l cine con:o mecanisn:o para ~aptar los fenómenos y texto fíhuico y con el cine como mecanismo de representación que com-
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J!.
"aparatos e instituciones, sin que pueda localizárselas exacta-
mente en ellos", sino que más bien los atraviesan o se expan-
den por "las estratificaciones sociales y las unidades indivi-
gue de la sexualidad por sus investi~a?iones y confesi~nes sin
fin su desvelamiento y su encubrimiento; y perfecciona su
tecnología al "im lantar" imá enes modelos de significado
en el cue o del espectador, en la percepción y en la COgnI-
duales"». El mapa de 10 social como cam o de fuerzas (los
cion imponiendo los términos mismos de su creación de imá~
discursos, y las instituciones que los fijan y los aseguran, son
gen~s, sus mecanismos de captación y seducció?-, .confronta-
para Foucault =-de forma muy parecida a 10 que son, para
ción y reforzamiento mutuo. Pocos pueden resistirse a ello.
Eco, los signos- fuerzas sociales), donde los. individuos, los
Pero, en mi opinión, deberíamos hacerlo. .
grupos y las clases se mueven adoptando posiciones varia-
Podría haber algún peligro en aceptar sencillamente la re-
bles, ejerciendo a la vez el poder y la resistencia desde innu-
presentación de Foucault como descripción de lo social (a lo
merables puntos definidos por relaciones continuamente cam-
que podríamos llegar en virtud del hech.o de qU,ese prese!lta
biantes, es una visión muy atractiva, casi optimista, de una
como escritura histórica, y no como escntura filosofica o lite-
semiosis política ilimitada. Los grupos se form.Jl.ny se disuel-
raria). Aunque no difiere, epistemológicaI?ente, de varias
ven, las relaciones de poderoo son fijas e igualitarias, sin~
concepciones neomarxistas de la esfera pÚ?!Ica, d~sde Negt y
múltIples y móviles. Si lo po Hico es una continua producción
\ Kluge a las ideas de Eco sobre la prodU?ClOn.de S.lgn?S, a d!-
de significados, posturas y combates en una variedad abierta
ferencia de ellas tiende a explicar todo, sin dejar rungun feno-
de actividades y discursos, todo el mundo tiene una oportu-
meno o acontecimiento fuera del alcance de su orden discur-
nidad para resistir. Los placeres están prácticamente garanti-
zados. sivo; nada sobrepasa el poder totalizador del discurso, nada
escapa al discurso del poder-. Así, si al~ien pregunta: ¿q~é
Esta, incidental mente, podría ser una de las razones, y no
puede hacer el cine? ¿q~é películ~s debenan hacerse o e~l-
la de menor peso, por la que los escritos de Foucault, muy
birse? ¿deberían las mujeres realIzador~s molestarse en/r a
destacados en sí mismos, aparecen citados cada vez con ma-
Hollywood? ¿deberían estudiar los estudiantes negros rea~lza-
yor frecuencia en relación con el cine. La tecnología, el poder
ción de cine?, etc., Foucault nos asegura que el poder viene
y el placer, la sexualidad y el cuerpo, la familia y otras for-
mas de confinamiento, las prisiones y los hospitales, el psico-
análisis: ¿qué otro historiador o filósofo ha reunido y tratado 3 Cuando Foucault afirma "Sin duda, es la codificación estratégica de
cosas que conciernan de una forma tan directa al cine? estos puntos de resistencia lo que hace posible ~a revo~ución" (pág.,?6)
¿Quién puede resistirse a aplicar, por ejemplo, su concepto de se nos viene a la mente la Idea de Bloch de una tendencia expectante .en
la historia humana que se concreta~rtas épocas, como la Revolución
sexualidad como '¿ecno~Ldel sexo" al cine: un conjunto Francesa la Comuna de París o la Revolución de Octubre, etc. En estas
de procedimientos regufados q~úcen sexo Y-CIeseoJ2Qr épocas, ':las posibilidades real-objetivas se re~liz.an", y "el 'p~tencial d
el sexo como result na1 sexo no simplemente como ob- la esperanza humana' se asocia con las potencialidades que existen en el
jeto del deseo sino a la vez como su soporte mismo? En sus mundo" (Ernst Bloch, On Karl Marx, Nu~va York, ~erder and Herder,
"sesenta años de seducción" (como la cadena ABC nos ha re- 1971, pág. 136). Para Bloch, esta tendencia utópica Iba a encontréU:una
cordado recientemente), el cine ejemplifica y emplea, incluso expresión concreta en el marxismo, que puede dar cuenta d~ ella en term,I,-
nos de totalidad "como proceso latente de un mundo aun macabado .
perfecciona, esa tecnología del sexo. Ejemplifica el desplie- Aunque el movimiento utópico-teleológico parece, ausente de las "histo-
lías" discontinuas de Foucault, donde el mundo esta a la vez acabado y en
marcha, no abandona el interés por la totalidad (que, según Bloch, carac-
2 Michel Foucault, T7¡e History o/ Sexuality, Volume J: An lntroduc-
teriza a "toda auténtica filosofía"), sino que lo transfiere al dlSC~O, r •
tion, trad. Robert Hurley, Nueva York, Vintage, 1980, págs. 94-96. fundiéndolo en términos puramente discursivos.
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1,
de abajo y que los untos de resistencia están presentes por Todas estas elículas buscan la articulación de lo exnal,
1
doquier en la red del oder. De acuerdo con él, debemos p an- lo político y lo cinemato. ~ a través de un replantea-
tear la cuestión de la e ectlvidad política en estos términos: mien o constante de la mirada y el poder; y aunque no hayan
¿cómo buscamos "las relaciones de poder en curso más inme- sido realizadas "de forma independiente" (y, por tanto, no
diatas, más locales", cómo las analizamos, cómo medimos "el merezcan los elogios morales que se hacen al cine de bajo
efecto de la resistencia y los contrapesos"?" Los instrumentos presupuesto, las recompensas éticas del cine pobre), nos im-
críticos para este tipo de historia, esta "micra analítica" del pulsan a reconsiderar las definiciones vigentes del cine con
ciñe, están aún or desarrollar. Y"aquí reside, en mi opinión, una fuerza no menor al de otras actividades más explícita y
la utili a de la obra de Foucault para la teoría y la práctica programáticamente "alternativas": obras de vanguardia o cine
cinematográficas actuales. Pero hay que tomar precauciones político o 10 que ~olana~ denominaron, en 1970,
para que la consistencia misma de las teorías de Foucault "tercer.cine", para distiiiguirlo del ~-
sobre los mecanismos sociales e ideológicos no nos oculte peOpor un'Tádo, y del cine--º-e.llQllywood, por otro>. Hoy ya
la complejidad de la tarea. La interpretación que ofrezco de IItJ11a1JlamossolamemecIe tres tipos-a:ecme; se hari multipli-
ContratiemE!2.E!etende sl.!,gerir.2artL~sa º-Omp eJL_ao y, en cado las categorías, los discursos y las actividades se encabal-
pa irular, la dificultad que existe para sopesar los efectos de gan y solapan (The Lave Boat es una nueva versión de Busby
la resistencia y de los contrapesos, tal y como pone en evi- Berkeley; Michael Snow hace un documental de viajes [Pre-
dencia la recepción del cine. sents, 1981]; Consejo de guerra de Bruce Beresford, muestra
finalmente que el realismo socialista puede ser realmente be-
, Contratiempo de Roeg parece haber causado más dis- llo y más efectivo que Marlon Brando para protestar contra la
gust~ a prácticamente todo el mundo: al público guerra).
en general (no fue un.-éxitode taquilla) ya los críticos de los Siempre hay películas que parecen no encajar en ningJlI!l'!:...
medios de comillilcación, por ~una-parte, y a los grupos de categona,yContratlem]2o es una de ellis. Que no ertenezca
mujeres integradas en la campaña antipomografía, por otra. al gru o del "_ an cine de artista", como la última maravilla
La encontraron aburrida y confusa, pretenciosa y excesiva, e ellini y Mastroiani (La ciudad de las mujeres) o El úl-
¡,i ¡,',:
"técnicamente bien" y ofensiva para las mujeres. La cataloga- timo metro de Truffaut, o a la categoría del "nuevo cine ex-
,;
:~ ción como X la forma de exhibición (en cines de arte y en- tranjero" --alemán, francés, australiano, etc.-, o a la de pe-
sayo, primero, e inmediatamente espués en cines de res- lículas "independientes" de tema social como The Return of
trena), unido al culto al director (Performance, Amenaza en the Seacaucus Seven de JOM Sayle o Rosie the Riveter de
la sombra, Walkabout, The Man Who Fell to Earth), colocan Connie Field, es una razón más para que haya producido dis-
a la película en una categoría especial de cine no comercial gusto. Topamos, pues, con el Rroblema del género: ni "thri-
pero que se distribuye comercialmente, categoría a la que ller' ni historia de amor, aunque las canciones del comienzo
pertenecen El imperio anos sentidos de Oshima, Portero de y del final rindan homenaje a ambos géneros; ni apelación a
noche de CaVafu, Sazoa..e.J2SQJ¡·l±l-Q..i""e1l..11Leoo e Ida very la mitología política del fascismo o del nazismo; ni versión
./V.riinJorHimself de Godard, y en una medida menor aún, El de una novela de James Cain, ni refundición metacinemato-
último tango en París de Bertolucci. ----
-<---------------------------
5 Fernando Solanas y Octavio Getino, "Toward a Third Cinema", Ci-
4 Foucault, pág. 97. néaste 4, núm. 3, invierno, 197D-71, págs. 1-11.
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gráfica de Psicosis o de 8 1/2, Contratiempo tiene un título punk ni cualquier otra cosa, y nunca ha tenido la versatilidad
elegido a las mil maravillas. Y, sirÍ embargo, ~~l es bisexual de un Mick Jagger o un~.d~ (que es el pri-
el'8'ctor favOlito de todo el mundo, Theresa_RJl§§.ell es muy mer responsable del éxito de taquilla de la anterior película
hermosa, la banda sonora es maravillo~~~ impre- de Roeg, The Man Who FeZ! to Earth); o la belleza del actor
sionante, ~n ~las obras de Roeg,~~ le de Oshima:FuJilatsuya. Slolen la belleza no es un elemento
deja a uno casi tan pasmado como el de Toro Salvaje de esencial del atractivo de los personajes y estrellas masculinos
Thelma Schoonmaker. (ni siquiera importante, como lo prueba la atracción que
En mi opinión, el problema está, no en que provoque dis- ejerce sobre hombres y mujeres Harvey Keitel en el papel del
gusto, sino en que inhibe el placer. Contratiempo reprime el Inspector Netusi1), Garfunkel/Alex Lindel no parece tener
placer de los espectadores al impedir la identificación visual ninguna de las cualidades que permite a los espectadores sen-
y narrativa, al hacer literalmente dificil tanto ver como com- tirse atraídos por él o identificados con él.
prender los acontecimientos y su sucesión, su co~ De esta forma, el punto de entrada a la narración de la pe-
n~n.!jjo ~~ se vuelve inseguro en la película, lícula, el camino de acceso a laí1rs'crrpl:tóllñet aeseo, es el
como borrosa es su percepción. El lazo de unión entre mirada . personaje de MilenalTheresa RusseIl y 10 que ella ve eñéf
e identificación, que discutíamos ~en el capítulo 3 en relación (que nosotros no vemos). Que para muchos ese camino no
con las películas oe Snow y de Oshima, es básico también en sea accesible, lo sabemos por las recientes películas de inver-
la de Roeg, con el tema del voyeurismo doblemente utilizado sión de papeles, como Vivir el momento de Jane Wagner y,
a partir del esquema de género de la investigación policial, claro está, por la historia de la indiferencia que ha mantenido
que, a su vez, encierra la investigación "confesiona1" de la se- las obras de Dorothy Arzner confinadas en el depósito de ca-
xualidad. Con todo, la película se interesa menos por 13. rrll- dáveres que son los archivos cinematográficos. De forma si-
rada que por la narración, o mejor dicho, menos por el pro- milar,.El Contratiempo, el acceso al placer narrativo se ve
blema de ver que por el de entender acontecimientos, com- bloqueado, más.-qne.J.ncitaQQ,_12orla coWgñidad-genéti@a-de
portamie~ motivacion~respuesta común del la obra con esquemas genéricos de expectativas. La historia.
espectador a la "historia de amor" de Contratiempo es: ¿por de amor cum investigación se desparrama en un espectro de
qué está Milena con él? ¿por qué se siente atraída por él? géneros que va desde el "thriller" psicológico (Marnie, la la-
¿qué es 10 que Milena ve en él (y que yo no veo? Él -Art drona, Vértigo) y el cine negro (El sueño eterno, Perdición)
Garfunkel en el papel del Dr. Alex Linden, un psicoanalista al "cine de mujeres" (Rebeca, Carta de una desconocida), y
americano que es profesor en la Universidad de Viena, con sólo este último género permite una cierta cantidad de identi-
fotos de Freud invadiendo las paredes tras la mesa de su ficación con la protagonista femenina y acceder, así, a través
despacho y el diván (la localización real es el Museo de ella, a latra~oria..nar:.t:atí.v..a..deLd.eBe_o-'eJiipjco).,. No obs-
Freud), donde se tumba Milena dos veces (y una de ellas tante, en Contratiempo, el recuerdo de los momentos de la re-
con Alex)-, él, para la mayor parte de los espectadores, es lación, que aparecen en flashback, no puede ser atribuido a
un personaje sin ningún atractivo especial, con sus trajes de Milena, que, en los términos del presente diegético, no es
tweed, su insulsa conversación, su voz apagada, y una perso- consciente de nada hasta la última escena.
nalidad insípida, sin gancho. Tampoco es una estrella, con el Literalmente, Milena es el "objeto" del deseo de Alex; es
glamour que otorgan vidas anteriores o cotilleo s de prensa. más deseable aún cuando está inconsciente, cuando es un
Es un antiguo compositor de canciones de los años 60, cuya cuerpo sin voz, sin mirada o sin voluntad, en la ultrajante es-
imagen no ha variado con el paso del tiempo, no se ha hecho cena de la "violación", que nosotros vemos, pero gue:Alex
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nunca confiesa al inspector Netusil. Que él no la "confiese" terrumpido por los planos de la relación sexual que ella man- .
eSmuy importante: plantea la violación no como una aberra- tuvo con Alex; incluso los esfuerzos que hace el equipo de
ción individual, una desviación de la sexualidad "normal", urgencias por reavivarla, por hacerla vomitar las anfetaminas
una perversión que hay que castigar o curar (Netusil no tiene que ha ingerido, muestra a los doctores introduciendo distin-
ningún interés en la ley en cuanto tal ley; y Alex no es un psi- tos objetos en su garganta -unido a una banda sonora de
coanalista en ejercicio, sino un "investigador"), admitir, o, so- golpes, tragos de saliva y gemidos- antes de cortarle la tra-
bre todo, "confesar" ("Confiese. Por favor, Dr. Linden, se lo quea en un último intento por reanimarla. Tampoco queda
pido como favor especial", suplica Netusil; ¿qué es una solu- exento el psicoanálisis de esta imaginería, pues Milena, tum-
ción, sino una confesión? .. entre nosotros, eso podría ayu- bada sobre el sofá del despacho de Alex, pregunta: "Bien,
darle... Yo puedo ayudarle, Dr. Linden. Confiese, entre no- doctor, ¿hay alguna esperanza para nosotros?"
sotros, dígame lo que no se atreve a decir"); y una vez que se Siguiendo la argumentación de Foucault, la negativa de
ha confesado, algo que hay que atribuir a un cierto tipo de Alex a confesar, y, a colaborar con ello con los mecanismos
personalidad desviada o que sirva para caracterizarla». Por el de la "tecnología del sexo", puede ser interpretada como re-
contrario, aunque no sea admitida y sea rechazada, la viola- sistencia ante el paradigma del poder/conocimiento; pero esa
ción sigue siendo ~~ta--~ente a la es- negativa es precisamente lo que le sitúa en una posición de
tructura masculina del deseo y completamente coherente con poder con respecto a Netusil ("Lo que yo necesito es una con-
l~~sostienen otros discursos y activi- fesión. ¿Le importaría confesar?" suplica el inspector). Pues
dades sociales que trata la película: jüridico, político-~- Alex sabe que "mediante la gratificación de la curiosidad,
matico, psicoanalítico, legal, médico, quirúrgico. El "perfil" uno adquiere conocimiento", como le dice a sus alumnos, res-
pSIcológICO que traza NeX a partir del historial de Milena, ar- paldado por las fotos, proyectadas al tamaño de una pantalla,
chivado en un baúl cerrado con llave como si fuera un cadá- de "varios espías famosos", que incluyen "al primer espía"
ver del depósito, transmite una escalofriante pasión necrofí- (un niño) y "10 primero que se espía" (una pareja haciendo el
lica. La investigación de Netusil está motivada, de forma muy amor, "la escena original" del niño), y también de Freud, Ed-
parecida a la de Quinlan en Sed de mal, por la "corazonada" gar J. Hoover y Stalin ("a dos de ellos se les puede llamar vo-
de que el crimen real no es un suicidio o un asesinato, sino yeurs políticos"); y la equivalencia, ~conocimiento es poder,
una violación; el examen vaginal llevado a cabo sobre el no puede estar más clara. "Prefiero calificarme a mí mismo--
cuerpo inconsciente de Milena, por orden de Netusil, está in- ®-obsep¡.adoC.,.. dice en una COñrerencia e'l-rrr:-riñaen; "el ~
voyeur atormentado por la culpa suele ser conservador en po-
lítica." No obstante, queyI y Netilsil juegan con las mismas
6 Véase el análisis que hace Foucault de "la implantación perversa"
reglas y son el doble uno de otro como 10 son el psicoanálisis
por la cual las conductas sexuales "no naturales" fueron, al pnnClplO, ca=-
talogadas y etiquetadas, desde el punto de vista médico, como perversiQ:
y ~cre@~ el conocimiento y el pod~r, queGa patentetanto-
nes sexuales, y después, recibieron un estatuto juridico con~p.e.rSQ- desde el punto de vista visual como auditivo a lo largo de la
naffiniCIíñalvi."fu¡gtl,
en The History of Sexuality, págs. 35-49. Los fragmen- película, que empieza inmediatamente después de la escena
tüsd.eI diálogo de Bad Timing, citados en el texto, y todos los que de la conferencia, con una banda sonora de música clásica (la
aparezcan, pertenecen a la banda sonora de la película, Le estoy muy bertunuie~.eeíQºyen, y no por azar) sobre planos
agradecida a Yale M: Udoff p'0r su generosidad para discutir la película
cruzados de los dos hombres en sus respectivas casas, con los
conmigo y porpermitinne ver su guión original así como el script, que
lleva el título "Nocilas Roeg's Film Illusions" y la reellaC1:e-:pcl'ereorero d~d~Harvard en primer plano en el estudio de Netu-
de 1979 (copyright 1978, Recorded Picture Co'., Londres). . sil. El inspecto;es-unhombre familiar, y también Alex, que
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nunca confiesa al ins ector Netusil. Que él no la "confiese" terrumpido por los planos de la relación sexual que ella man- .
es muy importante: plantea la violación no como una aberra- tuvo con Alex; incluso los esfuerzos que hace el equipo de
ción individual, una desviación de la sexualidad "normal", urgencias por reavivarla, por hacerla vomitar las anfetaminas
una perversión que hay que castigar o curar (Netusil no tiene que ha ingerido, muestra a los doctores introduciendo distin-
ningún interés en la ley en cuanto tal ley; y Alex no es un psi- tos objetos en su garganta -unido a una banda sonora de
coanalista en ejercicio, sino un "investigador"), admitir, o, so- golpes, tragos de saliva y gemidos- antes de cortarle la tra-
bre todo, "confesar" ("Confiese. Por favor, Dr. Linden, se lo quea en un último intento por reanirnarla. Tampoco queda
pido como favor especial", suplica Netusil; ¿qué es una solu- exento el psicoanálisis de esta imaginería, pues Milena, tum-
ción, sino una confesión? .. entre nosotros, eso podría ayu- bada sobre el sofá del despacho de Alex, pregunta: "Bien,
darle ... Yo puedo ayudarle, Dr. Linden. Confiese, entre no- doctor, ¿hay alguna esperanza para nosotros?"
sotros, dígame lo que no se atreve a decir"); y una vez que se Siguiendo la argumentación de Foucault, la negativa de
ha confesado, algo que hay que atribuir a un cierto tipo de Alex a confesar, y, a colaborar con ello con los mecanismos
personalidad desviada o que sirva para caracterizarlaé. Por el de la "tecnología del sexo", puede ser interpretada como re-
contrario, aunque no sea admitida y sea rechazada, la viola- sistencia ante el paradigma del poder/conocimiento; pero esa
ción sigue siendo ~~.ta--~ente a la es- negativa es precisamente lo que le sitúa en una posición de
tructura masculina del deseo y completamente coherente con poder con respecto a Netusil ("Lo que yo necesito es una con-
l~ e po er que sostienen otros discursos y a~i- fesión. ¿Le importaría confesar?" suplica el inspector).· Pues
dades sociales que trata la película: jurídico, político-di 10- Alex sabe que "mediante la gratificación de la curiosidad,
mático, psicoanalítico, legal médico uirúr> ico. El "perfil" uno adquiere conocimiento", como le dice a sus alumnos, res-
pSico ogico que traza A ex a partir del historial e Milena, ar- paldado por las fotos, proyectadas al tamaño de una pantalla,
chivado en un baúl cerrado con llave como si fuera un cadá- de "varios espías famosos", que incluyen "al primer espía"
ver del depósito, transmite una escalofriante pasión necrofí- (un niño) y "10 primero que se espía" (una pareja haciendo el
lica. La investigación de Netusil está motivada, de forma muy amor, "la escena original" del niño), y también de Freud, Ed-
parecida a la de Quinlan en Sed de mal, por la "corazonada" gar J. Hoover y Stalin ("a dos de ellos se les puede llamar vo-
de que el crimen real no es un suicidio o un asesinato, sino yeurs políticos"); y la equivalencia, conocimiento es poder,
una violación; el examen vaginal llevado a cabo sobre el no puede estar más clara. "Prefiero calificamle a mí miSñl:o"
cuerpo inconsciente de Milena, por orden de Netusil, está in- .®..-obsep¡.adoi:.,.. dice en una -com-erenci l-:lJr.Lm en; e
voyeur atormentado por la culpa suele ser conservador en po-
lítica." No obstante, queyI y Netusil juegan con las mismas
6 Véase el análisis que hace Foucault de "la implantación perversa"
) . por la cual las conductas sexuales "no naturales" fueron, al pnncipio, ca-
reglas y son el doble uno de otro como lo son el psicoanálisis
y el~O:- el conocimiento ~ oder, que"Gapatentetanre>-
talogadas y etiquetadas, desde el punto de vista médico, como perversio-
nes sexuales, y después, recibieron un estatuto jurídico con ti os e persa- desde el punto de vista visual como auditivo a lo largo de la
naTi(nITl~iñcl1viQual,
en The History of Sexuality, págs. 30-49. Los fragmen- película, que empieza inmediatamente después de la escena
tos e diálogo de Bad Timing, citados en el texto, y todos los que de la conferencia, con una banda sonora de música clásica (la
aparezcan, pertenecen a la banda sonora de la película, Le estoy muy bertura e--FJdelio~eetQQven, y no por azar) sobre planos
agradecida a Yale M. Udoff por su generosidad para discutir la película
cruzados de los-aoshombres en sus respectivas casas, con los
conmigo y porpermitimíe ver su guión original así como el script, que
lleva el título "Nocilas Roeg's Film Illusions" y la fecha eJ71IeJelJrero diploma de-Harvard en primer plano en el estudio de Netu-
de 1979 (copyright 1978, Recorded Picture ea., Londres). sil. El inspecto~hombre familiar, y también Alex, que
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quiere casarse con Milena y volver a Estados Unidos. Es el mismo mecanismo del poder/conocimiento y sólo es posible
rechazo de ella a casarse con él, su "resistencia" en palabras a partir de él; y termina ganando el discurso políticamente li-
de Foucault, lo que los coloca en una situación comprometida beral de Alex, mientras que nuestra simpatía corre del lado de
ante la ley ("¿Marido? ¿Amante? ¿Novio?" pregunta la poli- NetusillKeitel, quien, aunque perfectamente correcto en su
cía a Alex, quien responde a regañadientes "Se puede decir "afirmación de la verdad" y en la lógica de su descubrimiento
que amigo") y 10 que hace a Netusil sospechar que Alex ha -pues está funcionando con el mismo paradigma emocional
cometido algún crimen. Pero hay que establecer una distin- y conceptual- ha sido burlado y sobrepasado.
ción entre la relación del hombre y de la mujer con las leyes. Este tipo de resistencia, situada dentro de los términos de
La ofensa de Milena se dirige contra el ecoro, es una acciones ydiscursos distintos, pero coherentes, puede tener
ofensa no jurídica, sino moral: su exceso, el "desorden" eo; éxito :>-:.convertirseen poder (como sucede con Alex) o perder
xual, fisico y doméstico que, al menos en el cine, señala a la y termmar en el confinamiento, el depósito o el archivo (como
mujer que decide situarse al mar.en de la.familia ("¡Qué de- ocurre con Milena y con las películas de Arzner). El hecho de
sor en! gua que el de mi hermana", dice un agente judicial que en n::at~ria sexual y cinematográfica sean hombres quie-
al registrar su apartamento); es una ofensa considerada por la nes se almean con el poder y mujeres quienes terminan confi-
ley, rli siquiera un atropello. La violación y la violencia se- nadas, no es especialmente nuevo o sorprendente. Pero hay
xual, por otra parte, son crímenes contra la propiedad, contra q.ue r~corda:rlo cuando leemos ~ conclusión de Foucault, que
la institución legal del matrimonio como posesión sexual por smtetiza a la perfección la postura estratégica de A ex en la
parte del marido del cuerpo de la muj er ("tú no me posees, yo película:
no te poseo", protesta Milena en un principio, al rechazar la
cohabitación). Al negarse a confesar y a reconocerse culpa- No debemos pensar que por decir sí al sexo, uno dice
no al poder ...es de la mediación del sexo de lo que debe-
ble, Alex rechaza el discurso sobre la sexualidad, "conserva-
mos huir, si queremos -mediante una inversión estraté-
dor desde el punto de vista político", que sostiene el inspector gica de los distintos mecanismos de la sexualidad- con-
de policía ("los individuos que viven en este tipo de desor- trarrestar los lazos del poder con las exigencias de los
den ... esta especie de cloaca moral y física la extienden a su cuerpos, el placer y el conocimiento, en su multiplicidad
alrededor como una enfermedad contagiosa Envidian nues- y Su posibilidad de resistencia. El punto de encuentro en
tra fuerza, nuestra capacidad para luchar, nuestra voluntad de el contraataque contra el despliegue de la sexualidad no
dominar la realidad")". Pero esta resistencia procede del debe ser el deseo sexual, sino los cue os los glaceres8.
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Milena, resulta ser útil y provechoso para Alex, y realmente pura -Pierre Riviere, la justicia popular como forma de gue-
perjudicial, imposible en realidad, para Milena. ITiUajudicial, la idea casi mística de un "pueblo llano no pro-
letarizado"- quedan indeterminados en su discursot".
Con todo, Contratiempo plantea la posibilidad de otro Llegados a este punto, nos sentimos arrastrados a hacer
tipo de resistencia, y lo hace tanto temática como formal- una comparación con la concepción de esfera pública proleta-
mente, mediante el funcionamiento de la temporalidad, la na- ria o plebeya, elaborada por Oeffentlichkeit und Erfahrung de
rración y el montaje. Supone una resistencia, dentro de la pe- Negt y Kluge en oposición al análisis de Habermas de la es-
lícula y en la actividad cinematográfica, que ha de ser enten- fera pública burguesa, y como desarrollo del mismou, Sin
dida como diferencia radical, como negatividad absoluta que embargo, a pesar de las similitudes, la resistencia plebeya de
se resiste a la integración dentro de los discursos del poder/ el Foucault no está proletarizada, no es la mediación hacia una
conocimiento/ la visión. En realidad, Foucault también defi- praxis política. De ahí la impresión de "conservadurismo pa- .
nió este otro tipo de resistencia (y por eso lo vamos a discutir radójico" que ha generado, de "una suerte de misticismo de la
ahora), pero su relación con el poder es mucho más ambigua; indeterminación" 12. Las masas no proletarias de Foucault pa-
de hecho, Foucault no distingue muy bien entre los dos, y en
Historia de la Sexualidad deja sin desarrollar la noción de re-
si,§,.tencia,Jie forma que paree n auxi lar oel poder. Escnbe 10 Véase L Pierre Riviére, having slaughtered my mother, my sister;
Foucault: "Las resistencias no proceden de unos pocos princi- and my brother: ..A Case of Parricide in the Nineteentñ Century, Nueva
pios heterogéneos; pero no son un señuelo ni una promesa York, Pantheon Books, 1975, y Colin Gordon, ea. Power/Knowledge: Se-
lected Interviews and Other Writings, 1972-1977, Nueva York, Pantheon
. traicionada por necesidad. Son el término de más en las rela- Books, 1980.
ciones de poder; están inscritas en este último como opuesto 11 "Podemos entender la esfera pública proletaria como una fOID1ane-
irreductible'". Para mí, irreductible y opuesto no concuerdan; cesaria de mediación, como el centro de UD proceSo de producción a 10
un "opuesto" ya está "reducido", arrastrado por la lógica de la largo del cual las experiencias varidas y fragmentarias de las contradiccio-
unidad, la dialéctica o eraIálogo. Hay que señalar, sin em- nes e intereses sociales se pueden combinar en una conciencia mediati-
zada teóricamente y en un estilo de vida dirigido a una praxis transforma-
bargo, que en otros asajes, ~l habla de negatividad 12ura, de dora. De esta forma, el concepto de 'esfera pública proletaria' designa el
una fuerza indetermina a caQaz de escapar o esquivar todos proceso contradictorio y no lineal de evolución hacia la conciencia de
los con ~s y,..¡~stricciones. tD_doslos rocesos e normaliza- clase ...una forma de interacción que expresa los intereses vitales de la
cifm y. determin~ión. Esta negatividad parece menos una re- clase trabajadora de una foma específica ligándolos al mismo tiempo con
sistencia, una fuerza que se puede oponer al poder, que una la sociedad en su conjunto ... mediando entre el ser y la conciencia socia-
les" (Eberhard Knoedler Bunte, "The Proletarian Public Sphere and Poli-
no-fuerza, una diferencia absoluta con res ecto al oder. Pues-
tical Organization: An Analysis of Oskar Negt and Alexander Kluger's
este último, lejos de ser un elemento negativo de represión, es The Public sphere and Experience", New German Critique, núm. 4, in-
la condición positiva del conocimiento, la única fuerza pro- vierno 1975, pág. 56. El autor hace referencia a Oskar Negt y Alexander
ductiva; en otras palabras, es el poder, no la negatividad o la Kluge, Oeffentliclikeit und Erfahrung: Zur Organisationanalyse und pro-
resistencia, lo que se extiende or el cuerpo social como red letarischer Oeffentlichkeit, Frankfurt am Main, 1973.
12 "El discurso genealógico sobre el poder parece fundirse en una
productora de !sJJ!Tso~,~ e.formas e conoci!!l1ento y suoJe:;;
s~e (le misticismo de la rndetennmac¡ól1.De ahí la 11l1preS¡ónaeo-e15i11-=--
tividad. Los ejemplos que ofrece Foucault de esta negatividad dad que produce el discurso de Foucault, su 'conservadurismo' paradó-
jico, pese a su aparente carga revolucionaria: por una parte, cae en una es-
pecie de anarquí~, en la ausencia de ~tiva concreta, el
9Ibíd. pág. 96. análisis de los mecanismos del poder se convierte simplemente en una
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son demasiado grandes, los llevaremos a los tribunales' ... En una entrevista:
154 155
y del fetichismo que sostienen su "obsesión sensual" co- no con un anillo de diamantes sino con un pasaje de ida de
mún- no puede proporcionar ninguna prueba concluyente, Casablanca a Nueva York-". Alex no replica, aunque en su
factual o lógica. mente resuena como un eco la ripuesta que le dan todas las
Al no dar como resultado la verdad, al impedir una deter- películas que recuerda: "Siempre-te idremo arís". De he-
minada identific~ón de los acontecimientos y de las conduc- cho, no hay otra respuest:r--::resa pregunta en la pe icula: el,
tas, la película niega la legalidad de este orden tem oral y de mecanismo del cine -tanto el cine narrativo clásico como el
la visión narrativa de la investigación. Nuestra simpatía por devatlgúaroia ., se ha desarrollado en una cultura basada e -
ehlsI1 es una prueba de nuestra i entificación con su de- clusivamente en a exclusión de todo discurso en~~qll.e
rrota. De hecho, el orden temporal de la derrota, el segundo püecta p antearse esa re~ a2~ 'aliora';¡fe Milena, su
registro del tiempo "perdido" en la película, es el de la repetI- "tIempo", el tie~o de su des~ está en otro registro...,no co-
ción smtomática y los procesos primarios, el retorno lmplaca- herente con el de Alex ni equivalente al de él, que avanza ha-
b e, ingo emable, de una Imagen fetiche -el cuerpo feme- cia la posesión-matrimonio y/o retrocede a la posesión feti-
nino, vendado, atado, violado, inerme, sin voz o con una voz
casi inarticulada, sin vida- que señala la dimensión de la ob- 21 El diálogo entero, extraído de la banda sonora es el siguiente:
sesión, su ritmo compulsivo, la ilegalidad de la visión!". Jun-
Alex: Digo que volvamos, nos casemos, construyamos algo
tos, en una oposición sistemática que por definición "pro- sólido juntos.
yecta" al uno en el otro (como diría Jakobson, pero ¿también Milena: ¿Y el ahora qué?
Foucau1t?), el orden metoIlÍmico secuencial de a investiga- Alex: ¿Qué quieres decir con el ahora?
.ción y el regls fa met fórico de la re etición obsesiva definen Milena: Esto, justo ahora, este minuto, este segundo, lo que
lo~ os egales e ilegales del deseo fálico masc1lin02o. somos ...
Alex: ¿Olvidas que acabo de pedirte que te cases comnigo?
Pero la pelíc a lantea una tercera . ·bilida, pomen o en
Milena: ¡No!
duda las otras dos: a osiollclau de una tem oralidad di e- Alex: Pero, ¿de qué estás hablando? Te estoy pidiendo que
re te, otro tiempo del deseo. te cases conmigo.
:ZQué pasa con mi tiempo?", grita Milena en un contexto Milena: Me encantan estos días ...
donde fiem o está por eseo y significatryamente no en un Alex: No sé. ¿No.eras feliz? Tenías que ser feliz. Yo 10 sen-
apartamento de Viena, sino en una soleada terraza marroquí tía.
Milena: Soy feliz ... Era feliz ... Soy feliz. Cuando estoy con-
desde donde contempla a los encantadores de serpientes en la tigo, estoy contigo ...Adoro estar contigo.
plaza del mercado); "¿y el ahora qué? .." pregunta ella en res- Alex ¿Qué quiere decir "conmigo" , "no conmigo"? Tienes
puesta a la propuesta de matrimonio de Alex, que acompaña un marido que no quieres, pero tú ...
Milena: Mi propia vida, mi propio tiempo. Puedes ser parte de
él, Ia parte más grande de él, tú eres la parte más
grande de él, te quiero ...Vamos ... [mira dónde estamos!
19 En la película se establece Varias veces la conexión entre esta imagen
y su valor para la libido, y, más explícitamente, en la escena del nightcIub 22 Cfr. el breve diálogo entre Feathers y el sheriff Chance en Río Bravo
donde una actriz femenina, desnuda salvo una "gargantilla" y unos tiran- citado al principio de este capítulo, donde el hombre habla como "yo" y la
tes de cuero, se balancea en una red suspendida sobre el público. mujer cQP1~lo en la medida en qu-;- ei sUjeto lógico dcldiscurso-
20 Para Jakobson, véase "Linguistics and Poetics", en Style in Lan- ~una unidad gramatical asegurada p~
guage, ed. Thomas Sebeok, Cambridge, Mass., The MIT Press, 1960, tre el yo y el tú- y,yor tant.fh-~S posible el diálogo entre
pág. 358. Véase también Jacques Lacan, Ecrits: A Selection, trad, Alan ellos, y todo lo que representa el diálogo: el amor,el matrimonio, el final
Sheridan, Nueva York, Norton, 1977, págs. 147-71. feliz, el "sentido" de la historia, la narración misma.
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'[ ,
J
"
Para mí, ~?mo especta?ora, Contratiempo es más que El tiempo, la misma noche de junio de siempre,
una dem.ostrac~on de los límites de la visión cinematográfica, El romance es el tema ...
del. funCl~?~ml~nto :le la mujer como soporte del deseo mas-
culino y . t~rrnmo libre e~ .las relaciones de poder". Rompe La misma historia de siempre,
~~on ~fectr:~dad la complicidad narrativa de la mirada y la Ya la han contado muchas veces antes.
La misma historia de siempre.
~de~t1fícaClOnc0!l !a cuña de una pregunta: ¿y ~l ahora qué?
Pero merece la pena contada una vez más ...]
¿que p.asa con mi tiempo y lugar en el mecanismo en el nexo
de la Imagen, el sonido y la temporalidad narr;tiva? Decir
que~ para mí, la película de Roeg plantea esa cuestión, no es En Sigmund Freud s Dora, la otra narración de la historia
decIr que sea "una p~lícula feminista" _etiqueta que, CcíillO es, claro está, la propia historia del caso de Sigmund Freud,
n: ucho, slrve-a:-los mtereses económICOS de la industria- género narrativo par excellence, pues depende del drama edí-
pico y del "romance de familia". Thriller implica a la ópera,
SlllO d~fender que hay que considerarla cercana: a obras más
explícltan:ente políticas o vanguardistas, cercana a películas en concreto la Bohéme de Puccini, cuyos recursos narrativas
com~ Thriller de Sally Porter o Sigmund Freud 'Dora: A Case están más cerca de la novela sentimental y del cine "lacrimó-
o/ Mlstaken Identity (que no es de 19mund Freu contra ras geno" que de los grandes espectáculos históricos de Verdi o
el teatro total mítico-místico de Wagner. y en Contratiempo,
reg as e ~ irl:entt:Icación gramatical y de la propiedad in-
telectual; sino de A. McCal1, C. Pajaczkowska, A. Tyndall es el argumento del cine narrativo, desde La culpa ajena a
y J. Welllstoc~). Co~o esas películas, Contratiempo juega Chinatown, o viceversa-". Empieza como cine negro y ter-
. con dos na~aclOnes Simultáneas de la histor~a, v~ regis-
tr~:p~ e_sy u~~ voz en algu~~ en nm8!!na ~,.,.
24 La "Invitation to e.Blues': de...Io.m-Waits., cantada sobre la secuen-
que hace re~tas Slll r~spuesta: LO que se nos cuenta, en los
cia inicial don e desfilan los títulos de crédito con una cadencia de jazz
tres casos, es tlie sa s.~' (la misma historia de siem- mal articulada que sólo permite entender unas cuantas palabras clave
p r '.como canta Billie Holliday sobre los títulos finales de (Cagney, Rita Hayworth) es como sigue:
crédito,
Well she's up against the register,
The same old story . With an apron and a spatula,
With yesterday's deliveries,
Of a boy and a girl in love,
And tickets for the bachelors.
The s.cene,same old moonlight, She's a moving violation
Tbe time, same old June night, From herconk down to her shoes,
Romance 's fue theme .... fuIt ¡t's just an invitation to the blue~
And you feel just like Cagney.
The same old story, Looks like Rita Hayworth
It's been told much too before. At the counter of Schwab 's drugstore ...
The same old story.
[Bueno, ella está de pie contra la caja registradora,
But it's worth telling just once more ...
con un delantal y una espátula,
con los repartos de ayer
[La misma historia de siempre
y tickets para los solteros.
de un chico y una chica enamorados Ella es una violación móvil
El escenario, el mismo claro de luna' de siempre, desde el coco a los pies,
¡
1;
160 161
. ,.,
;
1i i.
mina recuperando la historia de amor, pero ambos géneros de la narración hacia adelante y bacia atrás (todas tienen algo
desafman, obstaculizados por la dificultad de ver y de com- de investigaciÓn), está constantemente p tuada,.i .IJ:lJID-
prender" la ambigüedad de las figuras de mosaico de Klimt, pida ~~ .. ?ra" qu ~e burla, e 11lay per-
de los cuerpos perturbadores de Schiele, de los amantes de fili'l)ii (los anuncios de~S clips pomo en Dora, la
Blake; la incoherencia o ininteligibilidad dellen ua·~ las pa- sirena de ambulancia y la recitación de Tel Quel en Thriller).
labras ma a IC a as e.Waits, la voz escasamente articulada En Contratiempo ese" hJ "es la rese~c· _c.anstan1. del-
de Milena en la cinta, el alemán del doctor, los mensajes del cuerp se ua o de Milena, que el montaje logra prese~tar
interfono de la embajada cbeca, el francés cortado de Alex y cdnscIente é inconscIente a la vez, pues se mueve y respira,
Milena haciendo auto-stop en Marruecos, la salmodia del en- tiembla y emite quejidos -registrando. sensac~ones, percep-
cantador de serpientes); y el desfase de imagen y palabra, pla- ciones desconocidas, sentimientos qmzás- incluso en el
cer y significado en la conferencia con diapositivas de Alex. coma profundo de la sala de urgencias y de la escena de la
En esta última, la imagen, que se supone que va a parecer en violación (especialmente entonces); nunca completamente
la pantalla que hay enfrente de los estudiantes para acompa- consciente en el sentido de tener una total "presencia de espí-
ñar las palabras del conferenciante, aparece de improviso en ritu" comoi Alex, pleno autocontro1 o autodomini?: sin? ?~-
una pantalla situada detrás de ellos, pero en el momento bido, drogado, preso de una alegría o una .depresIOn lllste~-
en que los estudiantes/espectadores giran la cabeza, las pala- cas, gritando o casi mudo. Y entonces, graci~s ~ este montaje,
bras tratan de otra imagen que ahora está delante de ellos. que une en' el "ahora" registros temporales dIStllltOS'y .contra-
y cuando se vuelven de nuevo, esa imagen ya ha desapare- dictorios la cicatriz de su rostro que aparece en la última es-
cido también. Esta breve secuencia, sobre el tema del voyeu- cena adquiere una importancia especial. Aún es l~ "herida=-
rismo, es una metáfora condensada y perfecta de la labor que identifica correctamente el. sico~nálisis co~ marca ae ~
misma que emprende la película con y contra el cine narra- la mu·~[, la inscri ción de la diferenCIa sexual) ,en el cuerp.o
tivo: frustra la esperada correspondencia entre mirada e iden- fe e ino; al igual que Milena funciona en la pe1I~Ua narrat~-
tiflcaclOn:poa:er y conocimIento, mientras que pone a~ vamente todavía como "la mujer", imagen ofreCIda a la illl-
---
lieve su COm12lifidadhistórica social cinematográfica.
ero, como decía, algo más sucede en Contratiempo,
como ocurre en Thriller y en Sigmun reu s ora: a ru -
\
rada' cuerpo del deseo. Pero la cicatriz también adquie~e el
valor de una diferencia mucho más radIca que a ausencia de
algo, sea el talo, el ser, el lenguaJe o e po er. o que ~ una-
tura de .rada _deja .dentificación es simultánea a la dis- gen tilmica de la cicatriz inscribe e$.la-ÍI.gllI:3-de-una..dif.er.en.=-
.i
persión de los registros narrativos, temporales, visuales y sO- ~ cia irreductible, de lo .llue stá.elididc al.margen, que o-
noros. Específicamente, estas películas construyen una doble está representado o es irre res entable.
temporalidad de acontecimieñ os, aonde ~m- s esa igura, construida por el montaj e como m~moria
de fronteras, contradicción, aquí y allí, ahora y en nmguna
Ilero es sólQjJIla-i-HJJitaciÓn
al bluOO! parte, lo que me interpela a mí, como espe~tadora, coI?o ~u-
y te sientes como Cagney. jer en la historia. Y es en la fisura, en la mcoherencla eXlS-
Se parece a Rita Hayworth tente entre los registros del tiem o del deseo, donde me re.:::,
en el mostrador del drugstore de Schwab...] su ta posible a I en t IcacIón figtlr~tiva y narrati~a, don~e yo _
Al oir esta canción, ¿quién no "ve" a Lana Turner en El cartero pueaoplantear a cuestión ae mi tiempo y e mI espacIO en
siempre llama dos veces, historia que ha demostrado que merece la pena los términ('Js~d-e-lacreación cinematográfica ae imágenes. •
\
contarse y no sólo "una vez más"?
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