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Lecturas Subersivas - Manuel Lagos Mieres
Lecturas Subersivas - Manuel Lagos Mieres
Enero 2014
ÍNDICE
En este sentido, era rara la sociedad obrera (de la tendencia que fuera) que, de una u
otra forma, no estimulara a la práctica de la lectura, poniendo en escena diversidad de
mecanismos: puesta en circulación de folletos baratos, salones de lectura, permanentes
comentarios bibliográficos, conformación de Bibliotecas, etc. En esta cruzada estaban
unidas todas las sociedades, desde las mutuales y mancomunales, pasando por los
Concejos de la FOCH, las agrupaciones demócratas y socialistas, a los centros de
estudios sociales anarquistas y las sociedades de resistencia.
Pero había en ello no sólo amplios deseos de acabar con la ignorancia y estimular de ese
modo la emancipación social, pues también era muy importante una selección de las
lecturas. La lectura constituía una vía fundamental para la formación ideológica y su
utilidad al momento de aclarar dudas y confusiones para perfilarse de lleno por la senda
libertaria, queda bien clara si seguimos los recuerdos de Escobar y Carvallo.
"entre los nuevos envíos, recibimos una revista de Sociología y Economía titulada "La
Cuestión Social", editada en Buenos Aires por el avanzado publicista Rafael Farga
Pellicer. Si bien no calzaba en los puntos literario-filosóficos de La Montaña,
contenía en cambio, notables estudios científicos e históricos sobre asuntos
económicos y luchas sociales. Era un género diferente de literatura, pues no se refería
ni mencionaba siquiera al parlamentarismo y la política. Su lectura nos abrió nuevas
perspectivas y nos dimos a estudiar las obras anunciadas por la revista. La primera
"La Conquista del Pan" de Pedro Kropotkine. La deslumbrante filosofía del gran
revolucionario ruso no llegó a trastornarme, pero tuvo en mí el efecto de mostrarme
el amplio e infinito horizonte de la vida humana, más allá de todo convencionalismo
formal de leyes, gobiernos y mecanismos políticos transitorios..." (2)
Las lecturas se complementaban con las conversaciones respecto de las mismas, que
realizaban los integrantes del grupo.
"De nuestras largas conversaciones, los tres amigos llegamos a la conclusión lógica
de que el socialismo no era ni podía ser un partido, de modo semejante a como la
iglesia no es tampoco la religión. En efecto, en uno y otro caso, la vida no se deja
aprisionar por el estrecho cauce de las "canalizaciones" ideadas por la pequeñez de
espíritu para arrebañar a los individuos. Comprendíamos la necesidad de agrupar a
los hombres para instruirlos y asociarlos en la persecución de un ideal común; pero
todo ello en conjunto, sólo como un movimiento de las masas orientado hacia el
camino infinito de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad" (3)
También se acordaría
"comprar una partida de libros escrito por los mejores filósofos de la época, para cuyo
objeto quedó nombrada una comisión y aprobada la cantidad de dinero que debe
gastarse en dicha adquisición". (5)
"... algunas veces me traía al trabajo un periódico que se llamaba La Protesta. Allí se
hablaba de la explotación y las injusticias de la que eran presa los obreros, y
entonces bien se generaban los primeros lazos de identificación". (6)
"es el único alimento para nuestras mentes ignorantes preñadas de prejuicios, asilo
de fanatismos, pastos de injusticias y de atropellos, donde nuestros amos nos
pisotean y nos colocan de pedestal y sobre nosotros se yerguen ebrios de hipocresía,
de lujo, sedientos de sangre y poderío..." (9)
Era la lectura la vía más recurrida por los anarquistas para su autoformación, y donde el
autodidactismo tenía un peso importante.
"las fuentes de aquellas ideas y de aquellos sentimientos eran libros de bajo precio,
empastados a la rústica, que ni había que comprar, pues los compraban otros obreros
calificados, más dispendiosos o más anhelosos de saber, y los compraban y los leían y
los prestaban y se los devolvían o no se los devolvían, pero pasaban a otras
anhelosas manos que también los leían y los prestaban y se los devolvían o no se los
devolvían, hasta que ya no era posible prestarlos ni devolverlos, de despedazados que
estaban, pues sus lectores, siempre o casi siempre asalariados, los doblaban por
donde caía y de cualquier modo, metiéndolos a empujones en los bolsillos de sus
chaquetas, desbocando así los bolsillos y pelando el lomo de los libros, que después
de varios prestamos empezaban a mostrar los cuadernillos y sus costuras,
desencuadernándose luego de heroica y fecunda vida; y Pancho leyó a fondo todo lo
que podían prestarle y lo que pudo comprar, y como todo le pareció poco -no eran
muchos, por otra parte, los libros traducidos al español-, aprendió italiano y aprendió
francés para leer otros libros y los periódicos que a veces solían llegar de Europa..."
(11)
"Me sumí en el fondo de las bibliotecas -recordaría Pedro Ortúzar poco tiempo antes
de su muerte-. Supe de Server y su sacrificio. Comprendí a Lutero. Me emocioné
con Spartacus, sentí horror por la ejecutoria sangrienta de Nerón y Calígula,
interpreté la concordancia clasista de Jesús, Severine me impresionó hasta las
lágrimas, supe de Bakunin, de la Internacional, de Ferrer."... (12)
Al calor de las lecturas se iban generando en los hombres reflexiones y pensamientos,
recobrando la humanidad perdida en la barbarie de la explotación y la miseria. La
lectura por lo demás, posibilitaba el cultivo espiritual y reflexión en el obrero,
"Alguien ha dicho que el libro es el pan del espíritu. Es esta una verdad axiomática
confirmada a cada instante. Así como el cuerpo necesita bueno y abundante alimento
para nutrirse y adquirir las fuerzas para soportar la lucha por la vida, el espíritu
necesita también nutrirse con nuevos conocimientos adquiridos en el estudio" (13)
"Él y sus compinches -según González Vera- consumían una damajuana en pocas
horas. Cuando el vino les rebasaba la garganta, echábanse el resto en los bolsillos, se
restregaban la cara con él, hacían locuras; pero alguien debió decirle que este vicio
degrada al hombre. Manuel Antonio Silva cambió el vino por el agua y comenzó a
leer "La Conquista del Pan". Aunque su naturaleza fuera ruda, fue dulcificándose por
obra del pensamiento..." (14)
La afición de algunos anarquistas por la lectura era profunda, y muchas veces invertían
lo poco que tenían en la adquisición de libros. González Vera, recordando a los
anarquistas que frecuentaban el Centro de Estudios Sociales Ferrer, destacaría la
personalidad de Teófilo Dúctil:
Varios anarquistas lograban conformar sus bibliotecas personales, siendo esto su mayor
tesoro. Con dolor la familia de Magno Espinosa, ante la precaria situación en que se
encontraba tras su deceso en 1906, ponía a la venta la biblioteca del luchador. (17)
La lectura era una cuestión imprescindible para los cuadros anarquistas, encontrándose
estrechamente asociada a la militancia: era imprescindible que el cuadro anarquista
supiera leer, y más aún, que estuviera familiarizado, iniciado, en las lecturas de la
doctrina anarquista, tanto en cuanto a las ideas como en cuanto a las estrategias. Y
desde luego, mientras más acabada fuera su lectura y conocimientos, mayor era la
posición que ocupaba en la militancia ácrata o en el movimiento. Era claro que lo que se
valoraba en este ámbito eran las ideas y conocimientos, y ello bien llevaría a quien los
tuviera, por ejemplo, a publicarlos en algún periódico anarquista, inscribiéndose pronto
como uno de sus redactores.
Por todo ello, podemos decir, era la lectura un pilar fundamental para la formación
anarquista. Pero más aún: en torno a ésta se generaba toda una serie de relaciones y
prácticas colectivas, que podían ser formales o informales. La lectura superaba el plano
individual y ello bien se aprecia en la circulación de libros, los préstamos entre
compañeros, los comentarios de las lecturas, las recomendaciones, etc.
Son sugerentes respecto de la lectura como práctica colectiva informal, los "Recuerdos
de Pedro Godoy", que el zapatero Augusto Pinto plasmaría por escrito. Señala en uno
de sus pasajes, recordando a Godoy:
"Sentado ante mi banca de zapatero, batiendo la suela, torciendo los hilos, atento a
mis consejos en calidad de aprendiz. No se producía mucha obra, es cierto, y a
menudo maestro y discípulo olvidaban los zapatos por un capítulo de Kropotkin"
(18)
"-Ya se declaró otra huelga... La deja el trabajo porque le pagan poco. Y los patrones
pagan poco porque necesitan ganar el máximo. La gente no sabe vivir. Es lo que digo
y redigo. Los que ganan menos son los más numerosos. ¿Recuerda usted a
Galvarino? ¡Era un indio muy advertido! Cuando quisieron obligarle a trabajar huyó,
y de lejos, luego de cortarse una mano, la mandó al godo para que la hiciera trabajar
¿Qué le parece el indiecito?-. Sus saltos de una idea a otra aumentábales el mutismo
a los que estaban bajo su navaja" (19)
La misma madre de Teodoro, en declaraciones ante el juez por el caso de las bombas
en el Convento Carmelitas Descalzos, el 21 de diciembre de 1911, declararía que a
Brown
Se trataba de sesiones en las cuales se leía en voz alta alguna obra avisada con
anticipación, y luego era comentada, analizada, discutida, criticada. Se trata ésta de una
práctica fuertemente arraigada en la sociabilidad obrera, y que también se encuentra
presente entre las prácticas de la elite ilustrada desde los primeros años del siglo XIX.
(23)
Evidentemente, las lecturas que más atención suscitaban eran las de las obras clásicas
del anarquismo, como "La Conquista del Pan", "La Propiedad es un robo" de Proudhon,
algunas obras de Reclus, de Faure, etc. Aunque en ocasiones también se comentaban
obras de carácter científico. El Centro de Estudios Sociales "Redención", por
ejemplo, hacia febrero de 1923, anunciaba:
"Hoy en Antonio Varas nª 23, reunión de todos los afiliados y familias que se
interesen por la lectura comentada. Esta noche a las 8 pm, "Los enigmas del
universo", entrada libre" (24)
Por su parte, hacia octubre de 1922, el CES Hijos del Pueblo, anunciaba
"Hoy a las 7,30 pm habrá una interesante charla cultural y se leerá la obra de E.
Zola "Trabajo" que tanto éxito ha tenido en el cine.
Mañana a las 10 se celebrará importante asamblea en su local social, Av. Italia 1136,
Barrio Santa Isabel" (25)
"No podré olvidar el bondadoso Pichard, el carpintero francés, que sin saber leer ni
escribir era uno de los propagandistas más estimados. Todo lo había aprendido
conversando y haciéndose leer. Cuando Godoy nos tradujo de "El Hombre que Ríe" el
discurso de Guenphalin, las lágrimas llenaban sus ojos azules". (26)
"...el lector de las obras anarquistas, obrero por punto general, no tiene biblioteca, ni
compra los libros para sí sólo. El firmante de este artículo ha presenciado la lectura de
"La Conquista del Pan" en una casa obrera. En un cuarto que alumbraba quedamente
una vela, se reunían todas las noches del invierno hasta catorce obreros. Leía uno de
ellos trabajosamente, escuchaban los otros: cuando el lector hacía punto, sólo el
chisporroteo de la vela interrumpía el silencio. También ha presenciado la lectura de
la Biblia en una familia puritana...La sensación ha sido idéntica en uno y otro caso"
(27).
Con ello, el acto de la lectura se tornaba también como una práctica colectiva, en torno
a la cual se gestaban una serie de relaciones, afectos, valores, identidad, formación.
"cualquier autor que de algún modo propagase una visión racionalista del mundo,
pusiese en la picota algún "prejuicio" o contribuyese a elevar el nivel cultural de la
masa trabajadora, merecía ser difundido, pues, en definitiva, acabaría por servir a la
causa de la toma de conciencia popular... En la amplitud de la selección de autores e
incluso de campos, los anarquistas se alejaron radicalmente de la rigidez doctrinaria
marxista, que limitó la actividad editorial a autores políticos y, dentro de éstos, a los
que fuesen radicales y fácilmente asimilables" (29)
El anarquismo integró a su bagaje cultural todo aquello que supusiera una crítica feroz a
la autoridad y al capital, de ahí que en toda biblioteca anarquista no faltaran las obras
de Herbert Spencer, Max Nordau, Henry Georges, el teatro de Ibsen o la poesía de
los simbolistas franceses, entre otras. Desde luego, obras imprescindibles eran las de
sus principales pensadores, Proudhon, Bakunin, Kropotkin, Reclus, Malatesta,
entre otros.
"divulgar los perfiles esenciales de una cultura progresista, laica científica, que
abarcaba a autores como Buchner o Darwin, escritores como Hugo, Zola,
Dostoievski, ilustrados como Voltaire o Diderot, o representantes del pensamiento
político social avanzado como Marx o Kropotkin".
De acuerdo a su temática, entre las lecturas anarquistas del periodo, podemos clasificar
varios grupos:
Hemos intentado hacer una clasificación de las obras de acuerdo a los catálogos
presentas en las distintas bibliotecas obreras. Especialmente resultan sugerentes las
colecciones exhibidas por la revista iquiqueña El Sembrador, dirigida por Celedonio
Arenas desde 1922. También nos hemos basado en las lecturas y artículos presentes
en los distintos periódicos, pero también en los canjes, y correspondencias de los grupos
con sus similares de otras regiones del mundo, especialmente, con la región del Río de
la Plata, Perú, España, Estado Unidos, Francia e Italia.
2) BIBLIOTECAS LIBERTARIAS
Para ello, las bibliotecas constituían uno de los pilares fundamentales en el aparataje
infraestructural anarquista. No bastaba que existiera un lugar físico en el cual realizar
reuniones, un salón y espacio en donde reunir a los obreros y organizar la propaganda.
Era fundamental, además, que dicho recinto contara con una biblioteca social, en donde
se encontraran obras destinadas a instruir y concienciar a los obreros. Desde este punto
de vista, la biblioteca constituía un lugar estratégico para la labor de formación
anarquista, a través ella, se podía fomentar el cultivo de la lectura pertinente, y
realizarse una labor de capacitación y educación de los afiliados. Esto es lo que parece
desprenderse de esta declaración del bibliotecario de la Federación de Zapateros de
Santiago, hacia 1919:
"...comprendiendo que el individuo, para ser útil en la colmena social es menester
que, al tiempo de buscar el ensanchamiento económico para poder hacer frente al
gran problema de la subsistencia, ante todo está el nutrimiento cerebral, con lo cual
el individuo sabrá lo que es él en la gran masa productora; cuál será su actividad y su
deber en la gran máquina evolutiva que la humanidad tiene hoy a su vista; donde no
sólo el obrero debe buscar las mejoras económicas que sólo satisfacen las
necesidades del momento, sino que también debe mirar en la amplitud de las fases
cómo se desenvuelven los pueblos, sus organizaciones y la mejor manera como
ordenar la gran desigualdad existente y amoldada sólo en beneficio de unos cuantos
acaparadores del producto ajeno.
Por eso nuestra Biblioteca batallará, contra toda inercia de los trabajadores, hasta
llegar a hacer al individuo apto, y un ser pensante, conocedor de sus deberes y
derechos" (32)
No por nada la formación de una Biblioteca sociológica era uno de los primeros objetivos
de todos los grupos específicos anarquistas, pero también de buena parte de las
sociedades de resistencia, y obreras en general, porque,
"¿Cuál será la labor que nos proponemos desarrollar una vez que tengamos un local
adecuado? Sencillamente, llenar un vacío, creando una biblioteca, donde no falten las
obras de todos los autores y escuelas, una sala de lectura para que todos los
metalúrgicos y sus hijos puedan nutrirse de ideas, de verdades, de energías nuevas y
propulsoras" (35)
La biblioteca entonces no era sólo un lugar en donde se iba a leer o a buscar algún
volumen; era también un lugar de reunión, de encuentro y conversación entre obreros,
en que se podía compartir alguna taza de té o café, y comentar la situación del gremio,
algún libro que se esté leyendo, o alguna situación social diversa.
Estas bibliotecas populares conformaron uno de los ámbitos específicos en los cuales se
construyó, desplegó y reprodujo una la cultura libertaria; allí se fomentaban una serie
de prácticas culturales reforzándose de esta manera una cultura militante, en tanto la
amalgama de cosas que allí ocurrían, se decían o se leían, se discutían y planificaban
generaban un tejido de interrelaciones que daban lugar a la profundización de una
cultura militante.
"sean repartidos entre los asistentes en las sesiones". Dirección postal: Colón nª 30
Valparaíso a nombre de la Federación de Zapateros (Luís Castro) nota:
preferimos periódicos extranjeros" (38)
"a los nuevos elementos que hoy surgen cooperar en la medida que puedan para
terminar la obra, y si el ambiente es propicio y previo acuerdo de las instituciones que
por esto se interesen, efectuaremos un beneficio. Por de pronto, pedimos a los
periódicos del interior y exterior nos remitan un ejemplar para nuestra mesa de
lectura, solicitamos al mismo tiempo el envío de folletos y libros para incremento de
la biblioteca.
Toda remisión hágase a nombre de la Biblioteca a casilla..., correo 4 Stgo, o al local,
Maipú 840" (40)
"los compañeros y amigos que deseen leer algún libro de esa biblioteca, lo pueden
solicitar al compañero Lezama los días domingos de entre 10 y 11 a.m. en el local de
nuestras reunión, Tocornal # 638". (43)
"...se ruega al compañero que tiene el libro "Expresión del Rostro" por Luís Kuhne,
pase a dejarlo a casa de T. Osses, pasaje Lira 32" (45)
"Se ruega a los compañeros que tienen en su poder libros del Grupo
Regeneración, se sirvan devolverlos a la brevedad posible, pues se ha acordado dar
otros jiro a la biblioteca del grupo" (46)
Era común la realización de veladas a fin de reunir fondos pro biblioteca, ya fuera para
adquirir libros, arrendar un local o adquirir otros implementos necesarios. Así por
ejemplo, hacia noviembre de 1918, Verba Roja, en un artículo titulado, "Labrando
estatua" destacaba que,
"Los muchachos del Eliseo Reclus..., acaban de organizar para el viernes una lírica
jornada para adquirir fondos que demanda la adquisición de una biblioteca que se
pondrá a disposición popular.
Y esto, amigos, es levantar una estatua de amor, de verdad, de luz en el corazón del
pueblo. Es ponerle entre las manos las armas y las herramientas para que pelée su
pan y trabaje su libertad.
Esto es afirmarse, engramparse en las entrañas de la vida para ser más tarde árbol
que dará sombra al viajero, fuente que brindará agua al sediento, nido que dará
dulces tibiezas a los amantes que vienen: ¡nuestros hijos, compañeros!.
El programa es prometedor de momentos y emoción, de alegría, de luz. El cuadro
filodramático "Juventud", pondrá en escena "Los Mártires", varios compañeros y
compañeras declamarán poesías, otros cantarán nuestras canciones y Rebosio y
Pardo hablarán nuestras cosas. (lugar: Federación Carpinteros, en San Ignacio,
109, a las 20,30 hrs.) Terminará la velada con una baile familiar" (48)
Tanta importancia tenía la formación de esta biblioteca, que incluso desde la cárcel
Julio Rebosio azuzaría a sus compañeros para la aceleración de las actividades pro
biblioteca. (49)
"en el Teatro Selecta, de calle Chacabuco esquina Mapocho, donde tomarán parte
artistas como los señores Lucho Barra, Manuel Vaché y varios otros..." (50)
Estos beneficios posibilitaba la obtención de libros de bajo costo, como los editados por
la editorial valenciana Sempere o Maucci, de Barcelona, que contemplaban colecciones
de bolsillo baratas. Armando Donoso, recordando sus propias ideas politico-sociales a
comienzos del siglo xx, señalaría:
"me hice socialista con dos o tres muchachos de mi curso (en un liceo talquino), por
directa y perentoria influencia de la Biblioteca Sempere (por tres o cuatro pesos,
¿quién no se convierte?)...leía..., a Kropotkin, Darwin, Engels, Reclus, Renán,
George... (51)
Del mismo modo, Ernesto Montenegro en "Memorias de un desmemoriado",
señalaría la importancia de la misma fuente, las cuales se vendían a peseta el tomo
(52)
Aunque llegaban con menos frecuencia, también se encontraban en las librerías obras
editadas por el Centro editorial La Presa, de Barcelona, que tenía una colección
llamada "Los pequeños grandes libros" que contaba con obras de Kropotkin, Reclus,
Bakunin y otros, a 25 y 50 céntimos el tomo (hay varios de estos ejemplares en la
Biblioteca Nacional). Eran tan baratas y diversas como las de Sempere y Maucci.
"...a los centros editores de folletos, revistas o periódicos, nos envíen algunos
ejemplares; así mismo solicitamos de todos los amantes de la verdadera instrucción
del proletario, la donación de libros pasa para la biblioteca" (53)
Por su parte, la Biblioteca La Antorcha avisaba, hacia 1913:
"a todos los compañeros que nos donan libros, se abstengan de mandar manuscritos
entre los volúmenes porque en el correo abren los paquetes, multándonos como si
fueran cartas, lo cual no corresponde al valor de los libros. El Bibliotecario" (54)
"La sección Valparaíso de la FOIC, desea y quiere que sus miembros se ilustren para
obtener su mejoramiento moral.
Si Ud., está animado de estos mismos propósitos, obsequie un libro, y como en el
rejistro figuran de 1,500 federados, al cabo de algún tiempo contaremos con una gran
Biblioteca" (55)
"para el mayor éxito de esta gran obra es necesario que todos los obreros y los
hombres altruistas que aman la cultura del pueblo expongan un pequeño esfuerzo
ayudando, ya sea con un libro o algún objeto que sea necesario para el
establecimiento de nuestra Biblioteca. No dejéis el tiempo pasar y poner manos a la
obra..." (56)
Las donaciones siempre eran bienvenidas, y ellas podían venir de distintas tendencias de
la sociabilidad obrera y escenario cultural alternativo: demócratas, socialistas,
librepensadores, naturistas, positivistas, teosofistas, etc. Así por ejemplo, El Ácrata
manifestaba hacia julio del 1900 haber recibido una donación para su biblioteca de parte
de "don Valentín Letelier". Este folleto llevaba por título "La religión de la humanidad"
escrito por el positivista Juan Enrique Lagarrigue. (57)
La modalidad del intercambio de material era frecuente entre los anarquistas. Ello se
realizaba tanto de forma individual como a nivel de grupos o entidades gremiales y
ciertamente, era fundamental para enriquecer las bibliotecas. Avisos referentes a ello
eran recurrentes en las páginas de los distintos órganos libertarios.
"Con el fin de formar una biblioteca destinada al pueblo trabajador escaso de saber,
avisamos a las personas interesadas en estudiar La Cuestión Social, o que se
interesen por la instrucción del pueblo, que el Centro de Ilustración Amor i
Libertad, compra, vende i cambia toda clase de libros de arte, ciencias i sociología"
(58)
"Un compañero desea adquirir ejemplares de los n° 1, 2 y 4 de La Agitación. Ofrece
dos ejemplares del folleto "Patria" de A. Hamon por cada número que se le envíe".
(59)
Desde luego también se daba el intercambio de material entre los grupos locales, y no
necesariamente de la misma tendencia. Así por ejemplo, se recibían los órganos
editados por las Mancomunales, los periódicos editados por los socialistas, demócratas o
mutualistas. Del mismo modo, en el terreno de las ideas, eran frecuentes los
intercambios con los librepensadores, feministas, naturistas, teosofistas, esperantistas,
etc. Todos ellos participaban de las "nuevas ideas", y tenían algunos puntos en común
con los anarquistas.
De modo que quien asistiera a aquellas bibliotecas podía recibir no sólo información y
conocimientos del terreno sindical o de las luchas sociales, sino más ampliamente,
recibir una cultura integral de la humanidad, perfilada por la senda del progresismo, el
laicismo y las ideologías de avanzada.
Nos hemos referido al intercambio de material, muy buena expresión del tejido de
relaciones que generaba la lectura. Vamos a concentrarnos específicamente en el
intercambio y sistema de relaciones que se generaba especialmente entre los grupos
anarquistas, ya que era éste esencial, no sólo para conformar las bibliotecas, sino
también para estrechar lazos de fraternidad y solidaridad entre los grupos anarquistas
del mundo entero, pero además, reforzar ideas, convicciones, disipar dudas, construir
identidad.
3) CONSTRUCCIÓN SOLIDARIA
Ello era igualmente válido para los grupos nacidos de las sociedades gremiales. Así por
ejemplo, El Vaporino, de la Unión de Tripulantes Marítimos, solicitaba hacia 1903:
"a todas las publicaciones que enviamos El Vaporino, rogamos se nos retribuya el
canje para poder fundar una biblioteca de lectura para obreros" (63)
Con todo el material recibido por esta vía el grupo El Ácrata tenía la idea de "instalar"
una biblioteca sociológica,
"que estará a disposición del público. Pronto anunciaremos el local i horas en que
pueden concurrir las personas estudiosas de la sociología a leer obras morales i
útiles". (66)
En el cuadro que sigue he realizado un seguimiento del material recibido por los
distintos grupos anarquistas, centrándome en los periódicos y hojas de propaganda. Por
su importancia durante los primeros años de propaganda anarquista, he trabajado con
los Grupos El Ácrata, La Campaña, La Agitación, La Luz, Regeneración, Jerminal!
y La Agitación (Estación Dolores). Con ello, tratamos las publicaciones recibidas entre
1899 y 1905
A Obra.
Portugal importante semanario
El Boletín de la Escuela “Todo lo que podríamos decir sobre esta publicación
España
Moderna sería inferior a la verdad”
Barcelona El Productor Publicación anarquista
Sevilla La Aurora
Bélgica
Le Rebeil de Traballeurez
Bélgica
Rue des Glasis Liege
“valiente semanario que todos los compañeros de
Italia Il Grito della Follo lengua italiana debieran leer. Correo caselle Postal
309, Milan”
Buenos Aires. El Obrero
Buenos Aires. La Nuova Civiltá
Montevideo La Tribuna Libertaria redactado por Pascual Guaglianone
Nueva York El Despertar periódico anarquista, se publica en New York
Nueva York Volné Lisly
Paterson. La Questione Sociale
Paterson L’ Aurora Publicación anarquista
Tampa, Florida La Federación
Tampa, Florida La Voz del Esclavo. Publicación anarquista
Brasil El Diritto
Brasil Palestra Social
Revista mensual de sociología, artes i letras. Se
publica en Buenos Aires. Con colaboraciones de
Ciencia Social Kropotkin, Reclus, Grave, Malatesta, Gori, Hamon,
Buenos Aires
Mella, etc. Ilustrada con bellos fotograbados de los
más ilustres pensadores del anarquismo.
Administrador, Fortunato Serantoni, Corrientes 2041.
Almanaque Ilustrado de la con efemérides históricas, artículos de sociología,
Buenos Aires Questione Sociale, para bocetos literarios, poemas i canciones libertarias i
1899. una variedad de grabados mui hermosos...,
Rosario El Trabajo
Cilio Esperantista órgano de la lengua Internacional Esperanto, el n° 7
viene en esta lengua y castellano, y trae 6 pájinas de
lectura
Trujillo, Perú La Antorcha “que dirije don Julio Reynaga”
Barcelona Natura Publicación anarquista
La Coruña Prácticas Modernas
Buenos Aires La vida natural
Buenos Aires La Internacional
París La Huelga General Publicación anarquista
Barcelona Salud y Fuerza Publicación anarquista
Barcelona Tribuna Ferroviaria
Madrid La Federación
La Coruña Germinal Publicación anarquista
Mataró El Nuevo Ideal Publicación anarquista
Jaén Látigo Obrero Publicación anarquista
Murcia El Obrero
Berlín Der Anarchist Publicación anarquista
San Francisco de California La Protesta Humana Publicación anarquista
Unión Obrera y Obrero
Puerto Rico
Libre
La Habana Tierra! Publicación anarquista
Montevideo El Obrero
Buenos Aires La Organización Obrera De la FORA
Buenos Aires El Gráfico
Rosario de Santa Fe Aurora Social Publicación anarquista
Lima Los Párias Publicación anarquista
Sullana (Perú) Los Oprimidos Publicación anarquista
La Coruña El Corsario Publicación anarquista
Debemos hacer una distinción entre aquellas publicaciones que mantenían cierta
constancia en el envío de material, y aquellas publicaciones esporádicas, que no siempre
visitaban los salones de las Bibliotecas locales, o que desaparecían al poco tiempo. Al
respecto, debemos señalar que uno de los periódicos de mayor constancia durante estos
años, fue La Protesta de Buenos Aires. Del mismo modo, los Boletines de la Escuela
Moderna y La Revista Blanca.
Es elocuente lo que señala González Vera para referirse a los periódicos que recibía La
Batalla:
La lista siguiente, muestra algunos folletos y libros recibidos durante los primeros años
del siglo XX por los grupos locales:
OBRA AUTOR PROCEDENCIA
La Sociedad Moribunda Grave Librería Sociológica, Bs. As.
Memorándum Esteves Librería Sociológica, Bs. As.
Entre Campesinos Malatesta Librería Sociológica, Bs. As.
La Religión y la Cuestión Social Altair (Mariano Cortés) Librería Sociológica, Bs. As.
El Amor Libre C. Albert Librería Sociológica, Bs. As.
Cancionero Revolucionario
Librería Sociológica, Bs. As.
Ilustrado
¿Dónde está Dios? Librería Sociológica, Bs. As.
Perche sismo anarchici
S. Merlino Librería Sociológica, Bs. As.
Conferencias sociológicas Pellicer Paraire Librería Sociológica, Bs. As.
Sobre Ciencia Social Félix Basterra La Protesta Humana, Bs. As.
Cancionero revolucionario Librería Sociológica, Bs. As.
La Anarquía ante los tribunales Gori Librería Sociológica, Bs. As.
El Primero de Mayo Gori Librería Sociológica, Bs. As.
Educación y autoridad paternal A. Gerard Los Ácratas, Barracas, Bs. As.
La Ley y la Autoridad Kropotkin Los Ácratas, Barracas, Bs. As.
La Anarquía se impone Palmiro de Lidia Los Ácratas, Barracas, Bs. As.
En tiempo de elecciones Malatesta Los Ácratas, Barracas, Bs. As.
Psicología del Socialista
Hamon Grupo Ciencia y Progreso, Rosario.
anarquista
La esclavitud antigua y la
E. Z. Arana Grupo Ciencia y Progreso, Rosario.
moderna
Círculo Internacional de Estudios Sociales,
Fundamentos Elementales de
E. Milano Montevideo
la anarquía
Círculo Internacional de
Los objetivos de la sociedad teosófica Arnaldo Mateos Estudios Sociales, Montevideo
Círculo Internacional de
Utopía E. Bianchi
Estudios Sociales, Montevideo
La Familia Merlino El Obrero Panadero, Bs. As.
Lo que quieren los anarquistas Henri Dhorr El Obrero Panadero, Bs. As.
El Obrero Panadero, Bs. As.
Socialismo y Anarquismo Grave
Crítica al Proyecto González J. Alberto Castro y C. Balsas Grupo La Aurora, Bs. As.
La Moral Anarquista Kropotkin La Protesta Humana
Clariá
El Porqué de la Huelga general Huelga General, Barcelona
Fundamento y
lenguaje de la Altair Librería Sociológica, Bs. As.
doctrina anarquista
La sociedad, su pasado, su Ciencia y Progreso, Rosario
E. Z. Arana
presente y su porvenir
La Protesta Humana
Elementos de anarquía Clemens
Dolor Universal Faure, S. Librería Sociológica, Bs. As
La sociedad futura Grave Librería Sociológica, Bs. As
Palabras de un rebelde Kropotkin Librería Sociológica, Bs. As
La conquista del pan Kropotkin Librería Sociológica, Bs. As
Los Nuevos Caminos Ghiraldo El Sol
Ni dios ni patria B. Mota El Rebelde, Bs As.
Hacia la dicha Faure Librería Sociológica, Bs. As
El problema de la población Faure
El ideal del siglo xx Palmiro de Lidia Escuela moderna
El obrero moderno Anselmo Lorenzo Escuela moderna
La sociología en la escuela Clemencia Jacquinet Escuela moderna
La política y sus prejuicios J. Prat
La responsabilidad y la
Nettlau
solidaridad en la lucha obrera
Los orígenes del cristianismo Escuela Moderna
La anarquía y la iglesia P. Robin Escuela Moderna
Compendio razonado de Gramática Española Fabian Falosi; Escuela moderna
Historia Universal Clemencia Jacquinet Escuela moderna
Silabario, método
Celso Gomis Escuela moderna
racional de lectura progresista
Las aventuras de Nono Grave Escuela moderna
Resumen de Historia de España Nicolás Estévanez Escuela moderna
El Hombre y la Tierra Reclus Escuela moderna
Filosofía del Anarquismo por C. Malato.
Campos, Fábricas y Talleres Kropotkin
La jornada de Trabajo José Ingenieros
"Las ideas para esparcirse no respetan nada. Atraviesan el Atlántico para llegar a la
cosmopolita Buenos Aires y encontrar adeptos por miles. Atraviesan la Cordillera de
los Andes para establecerse en el indolente Chile y convertir a los hijos del pueblo,
acostumbrados a besar la mano del verdugo que los azota, en hombres libres que
luchan por emanciparse de la tutela burguesa. Las ideas redentoras del socialismo,
después de haberse enraizado profundamente en el proletariado argentino, penetran
en Chile y comienzan su obra benéfica. El Centro Social Obrero, se funda bajo esta
bandera" (68)
El ejercicio nos servirá además para enterarnos de las obras que componían las
bibliotecas anarquistas y enterarnos un poco más de sus contenidos. Además, de
este modo, podemos conocer más a fondo quienes en definitiva eran los agentes que
enviaban este material. Tanto para los grupos El Ácrata, La Luz, La Agitación y
Regeneración se repiten contactos como, por ejemplo, E. Z. de Arana, del grupo
Ciencia y Progreso, de Rosario, Santiago Locaccio (autor de "Rasgos Sociales",
1899, quien además enviaría al grupo El Ácrata algunas cartas), Francisco Berri (R.
Osita), del Obrero Panadero y por entonces administrador de La Protesta Humana.
Del mismo modo, el Director de este órgano, Gregorio Inglán Lafarga, y uno de los
redactores, el catalán José Prat (quien a fines del siglo XIX se establecía un tiempo en
Argentina, para posteriormente regresar a España). A. Scopetani, era director Nuova
Civilità. Manuel Reguera (J. Mayorka), quien dirigía el órgano de tendencia
antiorganizadora, El Rebelde. Por su puesto era importantísimo el contacto con
Fortunato Serantoni (ex El Perseguido), quien en 1897 editaría la revista Ciencia
Social "revista mensual. Sociología, artes y letras" (que toma el nombre de una famosa
publicación anarquista de Barcelona). Por esta misma época Serantoni emprende la
formación de la Librería Sociológica, (ubicada en Corrientes, 2039-2041) de gran
acción propagandística, gran foco de difusión de las ideas, no sólo por encontrarse allí
publicaciones de la diversidad de grupos anarquistas porteños, sino por su acción en
cuanto a edición de folletos.
Vale destacar, que todos estos grupos estaban a favor de la organización, en contraste
con los grupos "antiorganizacionales" trasandinos de fines del siglo XIX.
Más débiles resultan los contactos con los grupos de España (Revista Blanca, de
Madrid, El Trabajo, de Cádiz) y Estados Unidos. El grupo que mayor contacto
expresaba tener con grupos residentes en EEUU era La Luz, que (además de acusar
recibo de una amplia gama de material cultural, entre periódicos, folletos y libros, de
Buenos Aires, Bahía Blanca -F. Germonetto-), manifestaba mayor dinamismo con
grupos como La Protesta Humana, de Chicago (importante revista dirigida por el
inmigrante italiano Ciancabilla), pero también con La Escuela Moderna, de Barcelona
e I. Clariá, director de La Huelga General, periódico de la misma ciudad.
Las publicaciones locales a su vez eran recibidas en otras partes del mundo. Nos fue
muy grato, por ejemplo, ver entre las colecciones de publicaciones anarquistas de viejos
compañeros residentes en Buenos Aires, algunas ediciones de La Agitación o La
Batalla, o folletos de la editorial LUX o Rebelión de Santiago. Además, ello se puede
comprobar al revisar las correspondencias de algunos grupos de Buenos Aires.
"en marzo último comenzó a publicarse en Valparaíso (Chile) una revista mensual de
sociología, arte, ciencia, filosofía y variedades"
"El primer número llegado a nuestro poder trae selecto material de lectura, abonado
por conocidas firmas. Sus directores Carlos Garrido Merino y Francisco Garfias.
Las comunicaciones todas deben dirigirse a casilla 2034 Valparaíso. Al enviarle
nuestro saludo deseándole mucho éxito en la empresa" (69)
"El Proletario. Con el rubro que encabeza estas líneas, acaba de aparecer en
Valparaíso un nuevo órgano defensor de la clase obrera. Nuestro saludo.
La Protesta del Panadero. En Santiago de Chile aparece desde poco tiempo atrás
este colega revolucionario, cuyo número 5 tenemos a la vista.
El Vaporino. De Valparaíso, hemos recibido el número 1" (73)
Hacia mediados de 1904 el mismo periódico acusaba recibo desde Chile de:
"Luz. Tal se titula un nuevo colega aparecido en Concepción, órgano del Hogar
Armonista "Eliseo Reclus" fundado en Chile.
Los Parías, de Chile, recibimos el número 4". (74)
Por su parte, como consecuencia de los contactos de Lombardozzi (75), hacia 1905
también se habían agilizado los contactos con grupos de Bahía Blanca.
En su sección, Piccola Posta denotaba estar en contacto aún con Lombardozzi, el cual,
después de ser expulsado de Chile hacia 1904, se encontraba en Perú:
Sin embargo, acompañando esta vía del canje para la formación de bibliotecas, estaba
el permanente trabajo de edición, de periódicos, pero también de folletos de
propaganda. El folleto sería al respecto el formato más utilizado por los anarquistas.
Había en ello, desde luego, una cuestión de economía, pero también de comodidad y
fácil circulación, una cuestión práctica. Pero también incidía el hecho de que muchas de
las obras anarquistas que se seleccionaban para su reproducción eran breves, y ello
debido a que se esperaba que cumplieran un rol práctico, dinámico, que se leyeran y
que luego corrieran de mano en mano, y que el lector no se complicara leyendo una
obra difícil de entender. De hecho, al momento de explicar las razones de que con tan
pocos recursos se haya logrado una difusión tan intensa, debemos acudir a esta
explicación: hacia octubre de 1911, en carta del anarquista boliviano Miguel Esprella
(del Centro Instructivo Luz i Vida de Antofagasta) a Teodoro Brown, de la
Sociedad de Resistencia Oficios Varios, de Santiago, Esprella felicita a Brown la
iniciativa de editar folletos, y a la vez manifiesta la eficiencia de la propaganda por esta
vía.
"Enterado de vuestra carta cábeme, en primer término, felicitaros por la iniciativa que
habéis tomado de propagar nuestro ideal por medio del folleto, que es, según la
práctica lo ha demostrado, el mejor medio de propaganda, a cuyo efecto habéis
editado "A los jóvenes" fragmento de "Palabras de un rebelde" de P. Kropotkine.
Nosotros deseamos que nos mandéis un cierto de estos folletos, cuyo valor os
remitiréis a vuelta de correo.
Sino tenéis inconveniente, mandadnos todos los folletos que ha editado el grupo "Los
Precursores", uno de cada folleto, para escoger de ellos los que nos parezcan
mejores.
Os saluda a nombre del Grupo.
Salud y fraternidad
Miguel Esprella". (78)
Varios grupos se especializarían en la edición de folletos. Es el caso, por ejemplo, en
Santiago, del Grupo que daba vida durante los primeros años del siglo XX a la "Casa
Editora La Educación Libertaria", iniciativa de Nicolás del C. Orellana. Entre 1901
y 1902 este grupo había logrado editar una serie de folletos, que lucían en las distintas
Bibliotecas anarquistas de entonces.
TÍTULO AUTOR
“Patria” Hamon
“El Primero de Mayo” Nicolás del Carmen Orellana
“A los jóvenes” Kropotkin,
“Los males sociales, su único remedio” Emilio Z. Arana.
“Los crímenes de Dios” S. Faure
“Santos Caserío” P. Gori
La imprenta que los sacaba a luz, era la misma que durante buen tiempo sacaría el
periódico La Agitación, es decir, la Imprenta "El Sol", calle Serrano 322 (79)
Una labor similar emprendía por entonces la Biblioteca El Martillo, de Valparaíso, por
la cual se editarían folletos como Nuestro Ideal,
Tiempo después, hacia 1904, surgirían los folletos del Centro de Ilustración Amor i
Libertad. La iniciativa partiría del zapatero Policarpo Solís Rojas, quien,
anteriormente, había habilitado en su taller "Los Mártires de Chicago" un espacio para
una biblioteca. Con el tiempo, su colección de libros iría en aumento, y decidiría abrir
una biblioteca. (82)
"La Peste Religiosa", "este el nombre de un folleto con que el Centro de Ilustración
"Amor y Libertad", de Santiago inicia una serie que seguirá dando a luz para formar
su biblioteca social.
Se trataba de una obra original de Juan Most hecha a la versión castellana por Ross y
editado por el Centro de Ilustración Amor i Libertad. (Tierra y Libertad, de
Casablanca (83)
Al parecer este mismo Centro fue el responsable de la edición del folleto de Marcial
Lisperguer, por entonces obrero tipógrafo, y gran luchador por la causa: "Hacia la
Redención Humana. Productores, Zánganos y Parásitos", editado en 1904 por la
Imprenta Internacional, la misma (al parecer) que desde junio de 1902, editaría La
Agitación.
Este folleto cruzaría el Atlántico, siendo enviado a los grupos residentes en la región
española. Sobreviviendo hasta el día de hoy, en que las investigaciones de Lily Litvak y
Javier Navarro han comenzado a escarbar estas viejas ediciones. En Santiago, en la
Biblioteca Nacional, aún sobrevive también un hermoso ejemplar.
Algunos otros folletos editados por estos años fueron: La Cuestión Social, Víctor Soto
Román,
El mismo Víctor Soto Román, escribiría el folleto "La Mentira Cristiana", también de
amplia difusión entre los círculos obreros y espacios culturales alternativos de estos
años.
Hacia septiembre de 1906 solicitaba ayuda para publicar "A mi hermano el campesino",
de Reclus,
"será un tiraje de 20,000 ejemplares, para satisfacer los pedidos que nos hagan al
por mayor"
Del mismo, era prolífica la labor editorial realizada por los librepensadores, feministas,
socialistas, naturistas, etc. todos los cuales participaban del ámbito de las "nuevas
ideas", y del mundo de la sociabilidad obrera.
Además señalaba que estaba en prensa "Bases del Sindicalismo", y que próximamente
aparecería "El Porvenir de nuestros hijos", de Reclus y "Organización". Los pedidos
debían hacerse a Ramón Muñoz C., Esmeralda 757, Santiago. (91)
Por la misma imprenta Franklin, hacia 1911, Ramón Muñoz editaría un folleto
titulado: "La Influencia de la lucha sindicalista"
Editado por La Batalla en 1915, el folleto, "La Guerra, sus causas y sus males" tuvo
amplia difusión entre los anarquistas. Su autor era Juan F. Barrera (anarquista de
amplio activismo durante el periodo en estudio), de una conferencia leída el 31 de
agosto de 1914 en el local de la Federación Obrera de Magallanes. Fue publicado
también por parte en el mismo órgano La Batalla durante 1915.
"El camarada Barrera, durante el tiempo escaso que la propaganda y el trabajo por
el sustento diario le dejan libre, ha podido nutriendo su cerebro en obras de
sociología, ciencia, filosofía, y sobre todo en el estudio de la naturaleza fuente única
de toda la verdad y sabiduría, formarse una personalidad, un concepto claro, propio,
independiente de toda regla política y de todo necio chovinismo patriotero -ideas que
han hecho raigambre y de que está impregnado el ambiente chileno, mironeista y
ramplón por excelencia- y por lo mismo, sustraerse a ese conservado elemento que
se aferra a la política como medio de reivindicación...
"sostenimiento de nuestro periódico, que atraviesa por una situación por demás
estrecha" (92)
De importante labor en este plano sería el Grupo LUX (formado por estudiantes, a
mediados de 1921), y que se haría un espacio en el ámbito de la sociabilidad obrera y
específicamente anarquista.
Ya para 1922 el grupo contaba con buena parte de folletos editados, llegando estos a los
distintos grupos específicos y sindicales que surgían a lo largo de la región:
Además por entonces el grupo tenía contemplada una edición del libro de Gómez
Rojas, Rebeldías Líricas. En El Proletario de Talca (órgano de la Unión Local de la
IWW) se señalaba que esta editorial
"no ha querido dejar por más tiempo inéditas las poesías del estudiante Gómez
Rojas que asesinaron los verdugos de la burguesía chilena por sus ideas
emancipadoras",
publicando nuevamente sus Rebeldías Líricas.
"La edición está ya en prensa y contendrá las mejores poesías y llevará por título el
nombre del primero y único libro que publicara en vida, y que destacó a Gómez como
un inspirado poeta y un altivo revolucionario.
"La edición ostentará una hermosa portada y un magnífico retrato debido a la pluma
del pintor Nicanor Vergara, prologa la obra el poeta Roberto Meza Fuentes.
"En esta edición va una selección de las arengas de Rebeldías Líricas, su único libro
que publicara en 1913, una selección de los poemas que publicara después, incluso
un fragmento del Poema Hereje, y casi todas las poesías que escribiera en la cárcel"
"Es un canto rebelión. De sus páginas fluye el verbo que redime y el apóstrofe que
hiere, la sentencia que demuele prejuicios y el concepto que crea nuevos valores.
"Mis Proclamas" es el eco de una voz de mujer que ama intensamente a la
humanidad, que pelea apasionadamente por la libertad y la liberación integral de los
seres humanos" (98)
Durante este periodo aparecieron una serie de estos folletos que bien contribuyeron a
dinamizar la propaganda. Ya fuera obras de conocidos pensadores anarquistas, como
Kropotkin, Malatesta, y otros, como folletos realizados por autores locales, como
Rebosio quien ya el 29 de octubre de 1916, publicara en Iquique sus "Nociones del
Sindicalismo Revolucionario". Ya hemos visto también las publicaciones, por el grupo
Lux, de obras de Triviño, Manuel Márquez, Gómez Rojas, a lo que habría que sumar
a Juan Gandulfo, Manuel J. Montenegro, Julio Navarrete y otros. Muchas de estos
folletos, originalmente habían sido conferencias dadas por los autores en diversos
centros obreros. Era el caso, por ejemplo, de "El Crimen Maximalista", conferencia leída
en el Ateneo de la Juventud Obrera por Juan Pueblo y escrita por Juan Prisionero
(100) o de "Sindicalismo y Organización Industrial" por M. J. Montenegro y Juan
Gandulfo, o también del folleto, editado por la Agrupación La Batalla de Santiago,
hacia 1918: "Lo que oyó y dijo Juan Pueblo", también de Triviño.
"El folleto en cuestión es el fiel exponente de las monsergas que nos obsequian los
audaces saltimbanquis de la política en todos los periodos electorales, y es a la vez,
una acerba crítica razonada al engranaje gubernativo, y un acopio de argumentación
aplastante para los que creen sinceramente en la virtualidad de los poderes
constituidos, tomando la política como un medio de emancipación social" (101)
Del mismo Triviño, tiempo después (1925), el grupo Lux, editaría: "La IWW en la
Teoría y en la Práctica".
Además se integraron folletos nacidos al calor e la evolución del movimiento local. Así
por ejemplo, con motivo de la huelga de los arrendatarios en 1925, circularía un folleto
llamado ¡ARRENDATRIO! ¡ALERTA!, folleto,
"Contra el proyecto de la junta central de arrendatarios". Este folleto que tiene gran
importancia para todos arrendatario, y que debe tenerlo cada uno en su poder, a fin
de que se oriente y conozca su bondad en el asunto, y las macanas de la ley 261,
puede pedirse a Nataniel 1057, al precio de $ 0, 30 a la comuna 0,20...”
Lista de algunos folletos editados a iniciativa de distintos grupos locales entre 1915 y
1926
Pero además, una serie de folletos, como, "Hacia la dicha" de Faure; "Nociones del
Sindicalismo Revolucionario", de Rebosio (1920); cancionero revolucionario, por Luís
Jara; "En el café", interesante folleto escrito por Malatesta,
"Basadas estas páginas sobre una sólida tesis relativa al comunismo, su lectura y
difusión en la hora presente no puede ser de más indispensable necesidad., ya que en
ellas, una vez más, viene a probar hasta la evidencia que la actual sociedad, tal cual
está constituida es un contrasentido verticalmente opuesto a los sentimientos de
humanidad..." (102)
Palabras de reconocimiento para la cultura obrera libre, también debiéramos tener para
la Imprenta de la Federación Obrera, que en Santiago no sólo editaba el periódico
del mismo nombre, sino una serie de hojas de propaganda, tanto anarquista como
socialista, diversidad de folletos, incluso libros. Sin duda, una de la Imprentas obreras
de mayor importancia en Chile
“Radiante los momentos en que este taller, que tanto había costado parar al obrero
tipógrafo Julio Valiente, sería destruido por la masa burda e inconsciente afanada en
las ideas patrióticas en el marco de la "Guerra de don Ladislao" hacia julio de 1920”
(103)
"el folleto titulado "Por qué somos Anarquistas" se publicó en mis talleres en la
cantidad de 2000 ejemplares a petición de Armando Triviño y aún no me ha pagado
su precio; el titulado "Ocaso del Capitalismo" se publicó también en mis talleres en
cantidad de mil ejemplares a pedido del señor García Burr, que creo, es corredor de
comercio; los demás manuscritos son originales, son modelos a borradores de
publicaciones ya hechas en los talleres y los demás libros estaban en el
establecimiento pero no han sido publicados en dichos talleres" (104)
No obstante, estos impresos no eran los más cuestionados por la "justicia". Desde
luego, estaban Verba Roja, Acción Directa, y otras hojas de menor tiraje, y más aún,
los "Estatutos de la IWW".
Una vez terminado este proceso contra Valiente, éste volvería a la carga, esta vez, con
otra Imprenta, COSMOS, de "Julio Valiente y Cía IMPRESORES" ubicada en calle
Tenderini 151. Hacia 1923 editaría por primera vez los Carteles de González Pacheco,
escrito en el que relataba su experiencia en gira de propaganda por Chile.
Algunos otros folletos editados por esta editorial fueron Vidas Mínimas de González
Vera y Figuras de Agitadores, de Santiago Labarca.
"este grupo, entre otros actos, dará conferencias y editará periódicamente esta hoja".
Por esta misma Imprenta, hacia estos años aparecerían una serie de hojas anarquistas y
anarcosindicalistas, como La Unión Sindical, (1925, órgano de las organizaciones
autónomas de Valparaíso); Trabajo, (1925, órgano de la Unión de Obreros
Carpinteros, Mueblistas i Anexos, dirigido por Emilio Meza); El Obrero
Metalúrgico (1924-1926, de la Unión de Obreros Metalúrgicos), entre otras.
Algunos grupos de esa región habían donado "retratos de los prominentes pensadores
anarquistas" (para ser rifados), realizando Pic-nic (organizado por Víctor Marín en
Mendoza pro imprenta), donando además libros y periódicos para las rifas y venta.
(106)
Acracia, hacia fines de 1923, había donado al Grupo El Sembrador, buena cantidad
de "folletos i postales", los que habían sido vendidos para reunir fondos para una
imprenta propia (futura Imprenta El Sembrador, de Valparaíso)
"camaradas de El Sembrador
Iquique.
Estimados compañeros: Salud!
Adjunto os enviamos una pequeña partida de folletos, del producto de la venta de los
cuales podéis destinar a Pro Imprenta de vuestro periódico. Nos hemos enterados de
la hazaña cometida por los sicarios de vuestro pueblo, que en nada se diferencian de
los de todos los pueblos...” (107)
Algunos de estos folletos eran: Aurorita (cuento infantil); El Absurdo político; Redención
del Campesino; ¿Dónde está Dios?; La mujer esclava; El leñador i el niño; La pedagogía
de F. Ferrer; Nuevas canciones rebeldes; Floreal i Margarita; El ideal del siglo XX, entre
otros.
Al poco tiempo, el grupo daba a entender que no podría continuar con la edición de esta
revista, en vista del precario estado en el que se encontraba su prensa (Imprenta El
Progreso).
"Nuestra prensita"
Esa minúscula prensita que nuestros lectores conocen por el clisé que publicamos
después del asalto y empastelamiento que la policía hizo de nuestra imprenta, ha
terminado su servicio, pues ha roto totalmente y en ella no puede ya imprimirse
nuestro semanario.
Con la quebradura de la prensa, hemos perdido el más poderoso instrumento
revolucionario.
¿Seguirá saliendo El Sembrador? Quién sabe. No lo afirmamos. Este número nos
cuesta ingentes sacrificios; ha salido a empellones, pero aunque sea a empujones,
veremos modo de sacar otros y otros....hasta que agotados, rendidos, exhaustos, nos
quebremos, como se partieron los fierros de nuestra prensita.
Aunque los gastos de impresión son equitativos, no podremos hacer frente a este
nuevo desembolso y la marcha del semanario se resentirá inevitablemente, si es que
n desaparece.
La única esperanza que tenemos es que los anarquistas de Antofagasta nos faciliten
la prensa que ellos tienen allí de lujo, que no presta ningún servicio a la revolución ni
a la anarquía (al parecer se refería al centro Rebelión, que editaba Ideas)
Si los anarquistas de Antofagasta se niegan a poner la prensa al servicio de nuestro
ideal, El Sembrador, por muchos esfuerzos i sacrificios que hagamos, no logrará
sobrevivir" (108)
Hacia 1925, la IWW, también adquiriría una imprenta propia, Libertad, ubicada en
calle Nataniel 1057. A través de la cual saldrían varios folletos, y se editarían varios
periódicos, entre ellos, desde luego, Acción Directa, Verba Roja, algunos números de
Tribuna Libertaria, Hoja Sanitaria, La Conquista, de Talca, etc.
5) DISTRIBUCIÓN
Distintos espacios sirvieron como centros distribuidores de este material. Partiendo por
los mismos centros sociales y gremiales, en donde siempre estaban presentes en las
mesas del salón social estos periódicos y folletos. Pero también otros espacios. Los
lugares de trabajo por ejemplo, la zapatería de Manuel Antonio Silva, o la "Peluquería
del Pueblo" de Teodoro Brown en donde en la puerta colgaba un muestrario de libros
baratos: "Soldado, no mates", "Trabajador, no votes", "Evolución i Revolución", "La
Conquista del Pan", "En el café", etc. (111)
Servían estos espacios también como focos de sociabilidad y distribución de este
material. Algo así sucedería con la librería de Manuel Peña, en Iquique. Peña, español,
sería expulsado del país en 1920, tras ver las autoridades en su librería un foco de
difusión de ideas "subversivas"
Especialmente de España,
llegaban a su librería,
principalmente traducciones de
obras francesas y rusas...su
librería abierta hasta las 10 de
la noche, centro de charlas de
los más notorios subversivos de
Iquique, le atrajo el odio de la
autoridad... (112)
"Avisamos a los compañeros de Chile, Perú y Bolivia, que los libros que editan
Argonauta como La Protesta, se piden directamente a El Sembrador" (114)
Para mediados de 1923 contaba con las siguientes obras para la venta y su difusión,
muchas de ellas editadas por La Protesta y Argonauta. Otros tantos, editados por los
grupos de Santiago y Valparaíso, y otros por las españolas, Acracia, de Tarragona, y
Generación Consciente, de Alcoy:
6) ALGUNAS CONCLUSIONES
Notas: