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11 Terapia de la Gestalt

INTRODUCCIÓN

La terapia de la Gestalt, una forma de terapia existencial desarrollada por


Fritz Perls, se basa en la premisa de que los individuos deben encontrar su
propio camino en la vida y aceptar la responsabilidad personal. El centro de
interés reside en lo que experimentan las personas en el momento presente y
en los impedimentos que la persona debe superar para adquirir la completa
conciencia del aquí y ahora. La meta básica de un grupo gestáltico consiste
en desafiar a los participantes para que lleguen a ser conscientes del modo en
que están evitando la responsabilidad de tal conciencia y en animarles para
que busquen el apoyo interno frente al extemo. La conciencia de la propia
experiencia en cada momento conjuntamente con la conciencia más inmedia-
ta de los impedimentos de tal experiencia, se considera como terapéutica en
sí misma.
Cuando los clientes adquieren una conciencia centrada en el presente y
una percepción más nítida de sus impedimentos y conflictos, surgen los
asuntos pendientes significativos. Se supone que la forma de llegar a ser una
persona autónoma consiste en identificar y manejar cualquier asunto pasado
que interfiera con el funcionamiento presente. Mediante la reexperimenta-
ción de los conflictos pasados como si estuvieran ocurriendo en el presente,
los clientes amplían su nivel de conciencia, algunas veces gradualmente y
otras explosivamente y son capaces de encarar e integrar aspectos de sí mis-
mos previamente negados y fragmentados, llegando a ser un todo unificado.
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Desde la perspectiva gestáltica nosotros somos esencialmente responsa-


bles de nuestros propios conflictos y tenemos la capacidad para manejar
nuestros problemas vitales. Por lo tanto, el enfoque del grupo gestáltico es
fundamentalmente no interpretativo. Los miembros del grupo hacen sus pro-
pias interpretaciones y afirmaciones y descubren el significado de sus expe-
riencias. Los terapeutas evitan interferir con las interpretaciones de los
clientes y se centran en lo que la persona parece estar experimentando en el
momento. Los terapeutas gestálticos tienden a ser activos y a usar diversas
técnicas orientadas a la acción, destinadas a intensificar los sentimientos y
experiencias de los clientes.
Se urge continuamente a los miembros del grupo para que prueben un
nuevo estilo de conducta, para que expresen ciertas dimensiones de su perso-
nalidad que se hallan aletargadas y para que prueben otras formas alternativas
de conducta con el fin de ampliar su capacidad de respuesta en el mundo.
Según Zinker (1978), los experimentos gestálticos se basan en las experien-
cias vitales de los miembros tal y como las presentan en la situación. Los
ejercicios prefabricados que se imponen al grupo sin disponer de las raíces
experienciales no se corresponden con el enfoque gestáltico porque no brotan
del contexto vivido por el grupo.

CONCEPTOS CLAVES

Metas Terapéuticas

La finalidad básica de la terapia gestáltica, como se ha mencionado ante-


riormente, consiste en alcanzar la conciencia, la cual es curativa en sí misma
como medio y como fin. Sin la conciencia los clientes no poseen los
instrumentos para el cambio de la personalidad. Con la conciencia, disponen
de la capacidad para reconocer los impases y los impedimentos que ellos
crean y para encontrar dentro de ellos mismos los recursos necesarios para
resolver sus problemas y descubrir las condiciones que posibilitarán dicho
cambio. Es la conciencia la que permite a los clientes reconocer y reintegrar
las partes de sí mismos que han abandonado y convertirse así en un todo
unificado.
La cuestión de las metas terapéuticas puede ser considerada desde el
punto de vista de las metas personales de cada miembro y de las metas del
proceso grupal para el grupo en general. Zinker (1980) describe las siguientes
metas individuales:

* integrar polaridades dentro de uno mismo


* lograr contactar con uno mismo y con los demás
* aprender a proporcionarse auto-apoyo en vez de buscarlo en los otros
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* ser consciente de lo que uno percibe, siente, piensa, fantasea y hace en


el presente
* definir los propios límites con claridad
* convertir los insights en acción
* tener voluntad para aprender sobre uno mismo a través de los experi-
mentos creativos

Algunas de las metas que se lograrán a nivel grupal incluyen algunas


como:

* aprender a pedir clara y directamente lo que se desea o necesita


* aprender a manejarse en grupo en situaciones conflictivas
* aprender a darse apoyo y energía mutuamente
* ser capaces de desafiarse entre sí para ir más allá de los límites conoci-
dos y seguros
* crear una comunidad basada en la confianza que permita un nivel de tra-
bajo profundo y significativo
* aprender a usar los recursos dentro del seno grupal en vez de confiar en
el terapeuta del grupo como director

El Aquí y Ahora

Una de las contribuciones más significativas de Perls es su énfasis por


aprender a apreciar y experimentar en totalidad la experiencia presente: el
presente es el tiempo más significativo, porque el pasado ha finalizado ya y el
futuro no ha llegado aún. Señala que para la mayoría de las personas el poder
del presente se pierde porque en vez de estar en el presente, rumian sobre el
pasado o se dedican a planes y resoluciones inacabables para el futuro. Como
dirigen sus energías hacia lo que podría haber sido o lo que puede llegar a ser,
su capacidad para disfrutar del poder del momento disminuye drásticamente.
Perls (1973) manifiesta que la Gestalt es una terapia experiencial, no ver-
bal ni interpretativa cuya finalidad va dirigida a ayudar a los clientes a esta-
blecer contacto directo con su experiencia inmediata. Desde el punto de vista
de la Gestalt, cuando pensamos y comentamos una experiencia pasada, inte-
rrumpimos el flujo de la experimentación centrada en el presente y nos sepa-
ramos de nosotros mismos.
Este centro de interés en el presente no indica falta de interés por el pasa-
do. El pasado es importante pero sólo en la medida en que se relaciona con
nuestro funcionamiento presente. En los grupos gestálticos, los participantes
trasladan las situaciones problemáticas pasadas al presente, reviviendo la
situación como si estuviera ocurriendo ahora. Por ejemplo, si un miembro del
grupo menciona la dificultad que sintió de joven cuando intentó convivir con
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su padre, normalmente el terapeuta intervendrá y le pedirá que ella "se sitúe


aquí y ahora" con su padre y se dirija directamente a él. El terapeuta puede
decir: "Trae a tu padre a este recinto ahora y permítete retroceder en el tiem-
po hasta tu infancia. Dile ahora, como si el estuviera aquí y tu fueras una
niña, lo que más deseas decirle".
Para los terapeutas de grupo, es útil saber que los problemas que plantean
los miembros se refieren a situaciones inacabadas con personas significativas
en su vida. En este ejemplo el miembro del grupo puede guardar sentimientos
de rencor o desconfianza hacia los hombres, basados en sus convicciones de
que los hombres no estarán allí a su disposición en los momentos de necesi-
dad. Puede conectar su sentimiento presente a los viejos sentimientos asocia-
dos con su padre alcohólico, quien continuamente la decepcionaba y
provocaba dolor en su vida. Basándose en decisiones infantiles de descon-
fianza hacia los hombres, ahora puede proyectar sus sentimientos negativos
hacia todos los hombres, concluyendo que si no podía contar con su propio
padre para solicitar amor y protección, probablemente otros hombres no
serán más merecedores de confianza, ahora busca la evidencia que apoya su
hipótesis. El terapeuta del grupo gestáltico la invitará a manejar simbólica-
mente la relación con su padre aquí y ahora. Puede mantener un diálogo con
él, llegando a ser ella misma y su padre. Ahora puede decir todas las cosas
que le hubiera gustado decir a su padre durante su infancia y, que por temor,
mantuvo guardadas dentro de sí. Puede decir a su padre lo que más deseó
obtener de él en aquel entonces y lo que aún sigue deseando hoy en día.
Evidentemente, existen muchas posibilidades creativas dentro del grupo.
La cliente podría mirar a los hombres del grupo, expresando a cada uno de
ellos algunos de sus resentimientos. Al establecer contacto con cada hombre
del grupo, podría compartir sus fantasías sobre las diferentes formas de
decepción o lo que desearía lograr de ellos ahora pero no se atreve a pedir. La
justificación racional de esta técnica se basa en el presupuesto de que las
emociones que la superaron en su infancia fueron manejadas en aquel enton-
ces con cierto grado de distorsión o negación. El terapeuta Gestalt la anima a
reexperimentar estos acontecimientos pasados para revivirlos en el aquí y
ahora con el fin de traer a la superficie las emociones reprimidas. Con el
apoyo del terapeuta y los miembros del grupo, la cliente puede permitirse
experimentar sentimientos que ha eliminado de la conciencia y ahora puede
elaborar algunos de esos sentimientos que la mantienen bloqueada. Desafian-
do sus presunciones sobre la forma de ser de los hombres, ella podrá ser
capaz de establecer una nueva base para relacionarse con ellos.
La técnica de actualizar una situación también puede aplicarse a sucesos
futuros. Si la cliente anterior teme una futura confrontación con su padre,
puede vivir sus expectativas en el aquí y ahora hablando directamente a su
padre en el grupo y expresando sus temores y esperanzas. De este modo,
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puede decir a su padre: "Quiero decirte lo mucho que me gustaría ser cariño-
sa contigo, pero temo que si lo hago tu no lo vas a valorar. Temo equivocar-
me en lo que digo y alejarte aún más de mí'.
Como la terapia Gestalt se centra en el poder del presente, la mayoría de
las técnicas van destinadas a establecer contactos más cercanos entre los
clientes y las situaciones que experimentan y a aumentar su conciencia de lo
que están sintiendo en cada momento. Del mismo modo que hay ventajas al
centrarse en el aquí y ahora, se originan desventajas si se eliminan el pasado
y el futuro. E. Polster (1987) observa que un centro de interés excesivamente
limitado, con un énfasis altamente concentrado en el aquí y ahora, cerrará de
antemano cuestiones como la continuidad de los compromisos, la implicación
de los propios actos, la dependencia y la capacidad de respuesta a otros.

Conciencia y Responsabilidad

La tarea del miembro del grupo gestáltico consiste en prestar atención a la


estructura de su experiencia y ser consciente del qué y cómo de' dicha expe-
riencia. Mientras que el enfoque psicoanalítico se interesa en el por qué hace-
mos lo que hacemos y no en el cómo lo hacemos, el terapeuta gestáltico
pregunta "qué" y "cómo" pero rara vez "por qué". Perls (1969a) comenta que
el por qué es una palabra inapropiada para la terapia Gestalt porque conduce
a la racionalización y, en el mejor de los casos, a explicaciones intelectuales
pero nunca a entender las experiencias. Por el contrario, añade, centrarse en
lo experimentado por las personas en la situación inmediata y en el modo en
que lo han experimentado, conduce a aumentar la conciencia del presente.
Atendiendo al continuo de la conciencia, esto es, manteniendo el flujo de
experiencia de cada momento, los clientes descubren su modo de funciona-
miento en el mundo.
De acuerdo con la descripción de Perls, las dos piernas sobre las que
camina la terapia gestáltica son el ahora y el cómo. La esencia de la teoría
gestáltica gira en torno a estas dos palabras: el ahora cubre todo lo que existe
y constituye la base de la conciencia; el cómo cubre la conducta y lo que está
involucrado en el proceso. Perls manifiesta que todo lo restante es irrelevan-
te. Para ayudar a los clientes a centrarse en el presente y experimentar con
mayor intensidad sus sentimientos inmediatos, el terapeuta gestáltico formula
preguntas que ayudan a centrarse en el presente:

* "¿Qué estás experimentando ahora?"


* "¿Qué está sucediendo dentro de tí mientras hablas?"
* "¿Cómo estás experimentando la ansiedad en tu cuerpo?"
* "¿Cómo tratas de evadirte en este momento y cómo estás evitando el
contacto con los sentimientos desagradables?"
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* "¿Qué sientes en este momento mientras permaneces ahí sentado y tratas


de hablar?"
* "¿Qué sucede a tu voz mientras hablas con tu padre en este momento?"

Con el fin de alcanzar la conciencia centrada en el presente de nuestra


existencia, la terapia gestáltica se centra en lo obvio, en la superficie de la
conducta, prestando atención a los movimientos, posturas, patrones lingüísti-
cos, voz, gestos e interacciones con los otros. Como muchas personas no per-
ciben lo que es obvio (Perls, 1969a), el terapeuta gestáltico desafi'a a los
clientes para que aprendan a usar sus sentidos en totalidad y permanezcan
abiertos a lo que hay aquí y ahora. Polster y Polster (1973) también señalan la
conveniencia de prestar atención a la superficie de la conducta y subrayan la
necesidad de proporcionar un clima donde los clientes puedan concentrarse
sobre todo en su cambio de conciencia de un momento a otro.
El núcleo de la terapia gestáltica consiste en ayudamos a asumir la res-
ponsabilidad de todo lo que experimentamos y hacemos. Lo esencial de asu-
mir la responsabilidad consiste en ser consciente de la experiencia de cada
momento y de percibir cómo proporcionamos significado a esa experiencia.
Ello implica que evitamos la manipulación y atribución a otros de lo que
nosotros sentimos o hacemos. Nadie nos hace sentir de ningún modo o adop-
tar un determinado curso de acción. También implica que no nos mantenemos
inactivos en espera de que otros nos apoyen de múltiples formas, cuando
somos capaces de apoyarnos nosotros mismos. Una forma de favorecer la
sensación de responsabilidad personal consiste en reconocer las formas en
que distribuimos nuestro poder haciendo a otros responsables de nuestros
actos. Otras forma es separar nuestras propias expectativas de lo que pensa-
mos que esperan los otros y después adoptar una decisión consciente de vivir
en base a nuestras propias expectativas.

Asuntos Pendientes y Evitación

Los asuntos pendientes incluyen los sentimientos no expresados, como el


resentimiento, odio, ira, dolor, ansiedad, culpa y aflicción, y los hechos y
memorias de nuestro bagaje que claman por ser completados. Salvo que estas
situaciones inconclusas y sentimientos no expresados sean reconocidos y
manejados, siguen interfiriendo con la conciencia presente y con nuestro fun-
cionamiento efectivo.
Un concepto relacionado con los asuntos pendientes es la evitación, que
hace referencia a los medios que emplean las personas para evitar enfrentarse
a los asuntos inconclusos y experimentar las emociones incómodas asociadas
con dichas situaciones. Perls (1969a) dice que la mayoría de las personas pre-
fieren evitar la experimentación de emociones dolorosas a hacer lo necesario
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para el cambio. Por lo tanto, se bloquean y son incapaces de superar el


impass, bloqueando sus posibilidades de crecimiento.
Como tendemos a evitar la confrontación y la experimentación completa
de nuestra ansiedad, aflicción, culpa y otras emociones desagradables, las
emociones pasan a ser una corriente subterránea que nos impide estar com-
pletamente vivos. Perls menciona las expectativas catastróficas que conjura-
mos y que nos mantienen psicológicamente paralizados: "Si expreso la
totalidad de mi dolor, las personas se avergonzarán y no tendrán nada que
hacer conmigo"; "Si expresara mi agresividad a las personas significativas en
mi vida, me abandonarían"; "Si en algún momento siento melancolía por mis
pérdidas, puedo caer en una depresión tan profunda que nunca saldría del
agujero".
Perls mantiene que estas fantasías nos impiden vivir plenamente porque
las usamos para evitar adoptar los riesgos necesarios que exige el crecimien-
to. Así pues, el terapeuta gestáltico favorece la expresión de sentimientos
intensos, nunca antes directamente expresados, durante la sesión terapéutica.
Durante una sesión grupal, un miembro dice que se siente vacío y sin
poder. El terapeuta le animará a permanecer con estos sentimientos desagra-
dables, incluso a exagerarlos - le animará a "ser vacío", a "ser carente de
poder". La teoría es que si esta persona puede aguantar y experimentar verda-
deramente la profundidad de sus sentimientos, probablemente descubrirá que
todas las expectativas catastróficas que tenía en relación a dichos sentimien-
tos son más una fantasía que una realidad y que su inutilidad y vacío no le
van a destrozar. La experimentación de las emociones dolorosas conduce a la
integración y al crecimiento. Superando nuestras evitaciones, posibilitamos la
apertura a los asuntos pendientes que interfieren con nuestra vida presente y
progresamos hacia la salud y la integración.

Capas Neuróticas y Mecanismos de Defensa

Perls (1970) ha comparado el despliegue de la personalidad adulta con el


acto de pelar una cebolla. Para que los individuos adquieran madurez psicoló-
gica, deben deshacerse de cinco capas neuróticas: Estos desajustes
superim-puestos del crecimiento son: (1) la capa falsa, (2) la capa fóbica, (3)
el impass, (4) la capa implosiva y (5) la capa explosiva. El primer nivel que
hallamos, la capa falsa, consiste en las reacciones estereotipadas y no auténti-
cas que mostramos a otros. Este es el nivel en el que desarrollamos juegos y
nos perdemos en los roles. Comportándonos como si fuéramos la persona que
no somos, tratamos de vivir de acuerdo con la fantasía que hemos creado
nosotros u otros. Una vez que somos conscientes de la falsedad de nuestro
juego y somos más honestos, experimentamos desagrado y dolor.
La siguiente capa que encontramos es la capa fóbica. En este nivel trata-
360 TERAPIA DE LA GESTALT

mos de evitar el dolor emocional asociado con la percepción de aspectos de


nosotros mismos que preferiríamos negar. En este punto surgen nuestras
resistencias a aceptarnos tal y como somos. Tenemos temores catastróficos
según los cuales si reconocemos quienes somos realmente y presentamos esa
parte de nosotros a otros, éstos nos rechazarán probablemente.
Bajo el estrato fóbico se halla el impass o punto en el que hemos bloquea-
do nuestra maduración. Este el es punto que suponemos no seremos capaces
de superar, porque nos hemos convencido de que carecemos de los recursos
internos suficientes para ir más allá de dicho punto sin el apoyo del entorno.
Normalmente, en este momento tratamos de manipular el entorno para que
vea, escuche, sienta, piense y decida en nuestro lugar. En el nivel de impass a
menudo percibimos una sensación de muerte y sentimos que no somos nada.
Si esperamos sentimos vivos, es esencial que logremos superar el impass.
Si nos permitimos experimentar completamente esta sensación de muerte,
en vez de negarla o escapar de ella, accedemos al nivel implosivo. Perls
(1970) dice que es necesario atravesar esta capa implosiva para llegar al ser
auténtico. Al ponemos en contacto con esta capa, o con nuestra sensación de
muerte y modos no auténticos, exponemos nuestras defensas y empezamos a
establecer contacto con nuestro ser genuino.
Perls manifiesta que al deshacemos de la capa implosiva se crea un estado
explosivo. Cuando nos ponemos en contacto con la capa explosiva abandona-
mos nuestros falsos roles y pretensiones y descargamos una gran cantidad de
energía que hemos venido manteniendo mientras simulábamos ser quienes no
éramos. Para llegar a estar vivos y ser auténticos, es necesario lograr esta des-
carga, que puede ser una explosión de dolor, alegría, agresividad, tristeza o
sexualidad.
Un concepto relacionado con estas capas de la personalidad es la resisten-
cia y los mecanismos de defensa del yo. Desde la perspectiva gestáltica, la
resistencia se refiere a las defensas que desarrollamos y que nos impiden
experimentar el presente de forma real y completa. Las cinco capas neuróti-
cas representan el estilo de una persona para mantener almacenada la energía
al servicio del mantenimiento de nuestras pretensiones. Existen también
mecanismos de defensa del yo que impiden a las personas ser auténticos. Los
cinco focos principales de resistencia que se desafían en la terapia gestáltica
son la introyección, la proyección, la retroflexión, la confluencia y la desvia-
ción.
La introyección conlleva la tendencia a aceptar sin crítica las ideas y
estandars de otras personas sin asimilarlas ni hacerlas congmentes con lo que
nosotros somos. Estas introyecciones son extrañas para nosotros porque no
las hemos analizado ni estmcturado. Cuando introyectamos, incorporamos
pasivamente lo que nos proporciona el entorno, dedicando poco tiempo a
especificar lo que deseamos o necesitamos. Durante los estadios iniciales del
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grupo, la introyección es común porque los miembros tienden a buscar en el


terapeuta la estructura y la dirección. En esta fase del desarrollo grupal los
miembros no se cuestionan normalmente las intervenciones o reglas del tera-
peuta. Cuando el grupo alcanza un estadio de trabajo, los miembros se mues-
tran menos partidarios de tragar todas las sugerencias del terapeuta del grupo.
La proyección es lo contrario a la introyección. En la proyección rechaza-
mos ciertos aspectos de nosotros mismos atribuyéndolos al entorno. Cuando
proyectamos, tenemos dificultades para distinguir entre el mundo interno y el
mundo extemo. Estas atribuciones de nuestra personalidad que son inconsis-
tentes con nuestra propia imagen son rechazadas y aplicadas a otras personas.
Al percibir en otros las cualidades que nos negamos a reconocer en nosotros
mismos, evitamos la responsabilidad de nuestros propios sentimientos y de la
persona que somos. Evidentemente, la proyección es la base de la transferen-
cia. Cuando los sentimientos de transferencia afloran en el grupo, estas diná-
micas pueden ser examinadas fructíferamente. Cuando los miembros tratan
de percibir alguna sensación del terapeuta y de los otros miembros, muchas
veces atribuyen a estos individuos características que realmente pertenecen a
los otros significativos de sus vidas. Durante el estadio de transición, cuando
los aspectos como la lucha por el control y el poder pasan a ser esenciales, la
proyección sigue siendo el estilo de contacto fundamental. Ahora,los partici-
pantes pueden dejar de reconocer sus propias necesidades de controlar el
grupo. Los conflictos que ocurren en esta fase son difíciles de resolver salvo
que dichos miembros que proyecten su necesidad de control reconozcan y
acojan su proyección (Frew, 1986).
La retroflexión consiste en dirigir hacia nosotros lo que desearíamos hacer
a alguna otra persona. Por ejemplo, si arremetemos contra nosotros a menudo
dirigimos la agresión hacia nosotros mismos porque tememos dirigirla hacia
otros. Normalmente estos estilos maladaptativos de funcionamiento se efec-
túan fuera de la conciencia; parte del proceso de la terapia gestáltica consiste
en ayudamos a descubrir un sistema auto-regulador para poder manejar el
mundo con realismo. Durante la fase inicial de un gmpo, la retroflexión se
observa fácilmente en la tendencia de algunos miembros a "mantenerse en
reserva" diciendo poco y expresando pocas emociones.
La confluencia implica la confusión de la conciencia para diferenciar
entre el ser y el entorno. Para las personas confluyentes no existen límites
precisos entre la experiencia interna y la realidad extema. La confluencia en
las relaciones implica la ausencia de conflictos o la creencia de que todas las
partes experimentan los mismos sentimientos y pensamientos. Es un estilo de
contacto característico de los miembros del gmpo que sienten una gran nece-
sidad de ser aceptados y queridos. Los conflictos pueden producir mucha
ansiedad a los individuos que confían en la confluencia como estilo de con-
tacto (Frew, 1986). La confluencia dificulta a las personas la posesión de pen-
362 TERAPIA DE LA GESTALT

samientos propios y la manifestación de los mismos. Esta condición imposi-


bilita el establecimiento de contactos genuinos.
La desviación es la interrupción de la conciencia de tal forma que resulta
difícil mantener una sensación sostenida de contacto. Las personas que se
desvían tratan de difuminar el contacto mediante el uso exagerado del humor,
las generalizaciones abstractas y las preguntas frente a las afirmaciones sim-
ples (Frew, 1986). La desviación implica la disminución de la experiencia
emocional. Las personas que desvían hablan por y a través de otros.
La introyección, proyección, retroflexión, confluencia y desviación repre-
sentan estilos de resistencia al contacto. Términos como resistencia al contac-
to o límites de desajuste se utilizan para caracterizar a las personas que tratan
de controlar su entorno. La premisa de la terapia gestáltica es: el contacto es
normal y saludable. Por lo tanto, el comentario de estos estilos de resistencia
al contacto se centra en el grado en que estos procedimientos se hallan en la
conciencia del individuo. En la terapia gestáltica se anima a los clientes a ser
cada vez más conscientes de su estilo dominante de bloqueo del contacto.

Energía y Bloqueo de la Energía

Como los miembros necesitan energía para trabajar en las sesiones


grupa-Íes, los terapeutas de la Gestalt prestan especial atención a la
localización de la energía, a su uso y a su bloqueo. La energía bloqueada
puede ser asemejada a una resistencia, que puede hacerse visible en el cuerpo
de diversas formas. Un miembro experimentará la tensión en el cuello y en
los hombros y otro la experimentará a través de una respiración entrecortada.
Otra persona hablará normalmente con un tono de voz suave, guardando su
poder. Otras formas de manifestación de estos bloqueos de energía pueden ser
mantener la boca cerrada (como temiendo que algo pueda salir de ella),
balancerse, mirar al suelo o al aire como evitando el contacto con los ojos
ajenos, mantener el propio cuerpo apretado y cerrado, hablar de forma rápida
y precipitada, mostrarse emocionalmente plano y otras sensaciones orgánicas
como calor y sensación de enrojecimiento, mareos, movimientos repetitivos de
pies o manos o sequedad de garganta.
Al comentar el valor de dedicarse a la energía de los clientes en el trabajo
terapéutico, Zinker (1978) dice que los clientes no son conscientes de su ener-
gía o de la localización de la misma y pueden experimentarla de forma negati-
va. Desde su punto de vista, la terapia en el mejor de los casos es "un proceso
vivido de aprovisionamiento de los fuegos internos de la conciencia y del
contacto del cliente" (p. 24). Este proceso implica una relación terapéutica
que despierta y alimenta al cliente sin que ello agote la energía del terapeuta.
Zinker mantiene que el trabajo del terapeuta en la ayuda a los miembros loca-
liza las formas de bloqueo de la energía y les ayuda a transformar esta energía
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bloqueada en conductas más adaptativas. Este proceso se consigue de forma
más óptima cuando la resistencia no se considera como el rechazo del cliente
a cooperar sino como algo que está ahí. A su vez, los terapeutas pueden
aprender a aceptar la resistencia y usarla como forma para profundizar en el
trabajo terapéutico. En vez de enseñar a los miembros a deshacerse de ciertos
síntomas corporales puede ayudar a éstos a reconocer el modo en que la resis-
tencia se expresa en sus cuerpos para que ahonden en sus estados de tensión.
Permitiéndoles que exageren sus comportamientos como la cerrazón de sus
labios o el movimiento de sus piernas, se capacita a los miembros a descubrir
por sí mismos cómo malgastan su energía y se sienten carentes de poder.
Aunque las palabras pueden ser provocativas, el acceso más directo al
sentimiento conlleva centrarse en la experiencia corporal. Con la conciencia
del cuerpo, se pide a los clientes que manifiesten las sensaciones corporales y
que indiquen áreas de vitalidad reducida o bloqueos en el flujo de tal vitali-
dad (Smith, 1985, p. 103). El trabajo en base a la conciencia corporal es una
forma de movilizar a los clientes y de hacerles activamente responsables de
su terapia. Smith menciona el rol del cuerpo en la psicoterapia y muchas de
sus ideas pueden ser aplicadas a la terapia grupal. Describe algunas "técnicas
blandas" para trabajar con el cuerpo. Por ejemplo, un miembro se sienta en
una postura cerrada, el terapeuta le invita a abrirse y experimentar la sensa-
ción y después a cerrarse otra vez. El terapeuta puede facilitar la conciencia
invitando a los miembros a moverse de una forma particular y a experimentar
una nueva postura. Los miembros que caminan con los hombros caídos y que
se quejan de su baja auto-estima pueden ser invitados a ponerse en pié y
caminar erguidos. Del mismo modo, se puede pedir a los miembros que exa-
geren un gesto o postura en particular como forma de aprender más sobre
ellos mismos. En resumen, la atención destinada al cuerpo y a los bloqueos
corporales de la energía puede ser una forma productiva de examinar el signi-
ficado de la experiencia de los miembros.
Los métodos de trabajo corporal pueden combinarse con otras técnicas en
el grupo gestático. Los conceptos y técnicas de trabajo corporal de Reich son
particularmente útiles para trabajar la energía y los bloqueos de la misma. La
idea central de Wilhelm Reich'(1949) fue que las emociones eran una expre-
sión del movimiento de la energía corporal y que las tensiones crónicas blo-
queaban este flujo energético y consecuentemente bloqueaban las emociones.
Asociaba las formas de resistencia con patrones específicos de "corazas mus-
culares". Subrayaba el valor de la relajación y disolución de estas armaduras
musculares conjuntamente con el manejo analítico de los aspectos psicoló-
gicos. Reich demostró que la relajación de estos patrones de armadura mus-
cular podía descargar emociones contenidas. En su trabajo terapéutico dedicó
mucha atención a las conductas no verbales como el aspecto físico general
del cliente, las expresiones faciales, las tensiones en diversas partes del cuer-
364 TERAPIA DE LA GESTALT

po y los gestos. Como forma de ayudar a sus clientes a aumentar la concien-


cia de su cuerpo y los rasgos de su carácter, les pedía que exageraran ciertas
conductas habituales que consideraban como parte del armazón de su carác-
ter. El trabajo corporal desde la perspectiva de Reich incluía la respiración
relajada y espontánea. Los métodos que profundizaban en la respiración del
cliente conducían a la apertura de los sentimientos. Su enfoque se centró en el
trabajo con las tensiones musculares como la tensión mandibular, cervical,
ceño fruncido, etc. El trabajo de Reich se basaba sobre todo en la lectura sis-
temática del cuerpo, empezando por los ojos y finalizando con la pelvis. La
labor terapéutica de Reich estuvo destina cada vez más a liberar las emocio-
nes intensas como el placer, la furia, el miedo, el dolor y la ansiedad a través
del trabajo corporal. Descubrió que una vez expresada la emoción reprimida,
también podían descargarse las tensiones muscular y psicológica crónicas.
Es interesante señalar que Perls fue paciente y estudiante de Reich y en
sus escritos, Perls menciona a Reich como fuente de influencia significativa
para los conceptos y las técnicas de la terapia gestáltica. Conviene señalar
que antes de pensar en incorporar algunas de las técnicas corporales propues-
tas por Reich en el grupo gestáltico, el terapeuta debería disponer de una
buena formación y supervisión en estas técnicas. Aunque los terapeutas
ges-tálticos no hayan tenido esta formación, pueden hacer uso de algunos de
estos conceptos aprendiendo a prestar atención al flujo energético y al
bloqueo del mismo tal y como se refleja en los cuerpos de los miembros del
grupo. Además también puede enseñarse a los miembros a fijarse en lo que
experimentan dentro de su cuerpo para aprender a reconocer los mensajes
que les envía su organismo.

ROL Y FUNCIONES DEL TERAPEUTA DEL GRUPO


Quizá la mejor forma de describir las funciones del terapeuta gestáltico
consiste en revisar el procedimiento de la terapia Gestalt. (Recuerde que el
siguiente comentario se aplica indistintamente a la terapia individual y
gru-pal). Según Perls (1969a), la meta de la terapia es la maduración del
cliente y la superación de los "bloqueos que impiden a la persona mantenerse
sobre sus propios pies". Con el fin de alcanzar esta meta, el terapeuta ayuda
al cliente en la transición del apoyo extemo al interno localizando para ello el
impass. Perls describió el impass como el lugar donde las personas evitan la
experiencia de sentimientos amenazadores y tratan de manipular a otros
jugando a ser incapaces, estúpidos, estar perdidos y confusos. Estos juegos
permiten a los clientes permanecer inmóviles, evitando hacer así lo que deben
de hacer para resolver los asuntos pendientes que les presionan.
Una de las funciones del terapeuta consiste en desafiar a los clientes para
que atraviesen el impass y posibiliten así su crecimiento. Esta es una función
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 365

difícil porque en un punto del impass los clientes piensan que no tienen posi-
bilidad de supervivencia; simplemente no confían en encontrar dentro de sí
los medios para hacerlo. Por lo tanto abandonan sus propios ojos y oídos tra-
tando desesperadamente de manipular a otros para que vean y oigan por
ellos. Si los terapeutas no actúan con prudencia, pueden acabar atrapados en
las manipulaciones de sus clientes. Si tratan de "ayudar", pueden potenciar la
dependencia y reforzar la idea de los clientes de que ellos no disponen de la
habilidad para manejar sus vidas. Entonces los clientes pueden rendirse a sus
expectativas catastróficas y evitar el desafío de los temores que les mantienen
inmovilizados.
El terapeuta debe confrontar a los clientes para que éstos encaren lo que
hacen y para que decidan si desean o no desarrollar su potencial. Esta con-
frontación consiste en retar a los clientes para que experimenten plenamente
cualquier bloqueo o barrera que encuentren dentro de sí y para que se pongan
en contacto con la frustración resultante del sentimiento de inmovilización.
Aunque los terapeutas gestálticos animan a sus miembros a asumir la res-
ponsabilidad de lograr su propio nivel de conciencia, pueden además adoptar
un rol activo en la presentación de experimentos que ayudan a los miembros
a localizar sus recursos. Zinker (1978) señala que el terapeuta funciona como
un artista, inventa experimentos con los clientes para aumentar la variedad de
conductas de éstos. La función del terapeuta consiste en crear una atmósfera
y estructura donde pueda surgir la creatividad e inventiva del grupo. En este
orden, la tarea central del terapeuta es organizar el grupo conectando entre sí
a los miembros y buscando formas para implicar a todos ellos en el examen
de la soledad.
Los terapeutas gestálticos emplean multitud de técnicas para ayudar a los
clientes a lograr la conciencia y a experimentar plenamente sus conflictos.
Debería especificarse, sin embargo, que la aplicación adecuada y hábil de las
técnicas es una función importante de la terapia pero, la terapia gestáltica es
mucho más que una sucesión de técnicas. Las técnicas no pueden separarse
de la personalidad del terapeuta que las aplica y el abuso de técnicas puede
ocultar al terapeuta y conducir a una "falsa terapia que imposibilita el creci-
miento" (Perls, 1969a, p. 1).
Polster y Polster (1973) consideran al terapeuta como nada menos que un
artista implicado en la creación de vida nueva. En la Gestalt, como en la
mayoría de los enfoques restantes, existe el peligro de que el terapeuta pierda
la visión del verdadero significado del proceso terapéutico y se convierta en
un mero técnico. Los terapeutas deberían usar su propia experiencia como
ingrediente básico del proceso terapéutico y no olvidar nunca que son más
que meros emisores de respuestas, de feedback o catalizadores (Polster &
Polster, 1973). Como la relación cliente/terapeuta es el núcleo del proceso
terapéutico, el uso de técnicas no debería interferir con la autenticidad de la
366 TERAPIA DE LA GESTALT

relación. Las técnicas deben ser adaptadas a cada cliente y deben ser la exten-
sión del encuentro terapéutico, un encuentro basado en la experiencia mutua
del cliente y el terapeuta.
M. Polster (1987) describe la naturaleza y la finalidad de los experimentos
de esta forma: "El experimento es una técnica de la Gestalt" destinada a res-
taurar el punto de inmovilización de la vida de una persona. Es una forma de
recuperar el vínculo entre la deliberación y la espontaneidad trasportando al
mismo recinto terapéutico las posibilidades de acción" (p. 318). A través de
los experimentos los clientes son capaces de confrontar las crisis de sus vidas
interpretando sus relaciones problemáticas en la seguridad del contexto tera-
péutico. Polster menciona algunas de las formas que pueden adoptar los
experimentos gestálticos: dramatizando un recuerdo doloroso, imaginando un
encuentro temido, interpretando el rol de un progenitor, creando un diálogo
entre dos partes de uno mismo, atendiendo a un gesto dominante y exageran-
do cierta postura. Una de las funciones del terapeuta consiste en observar si el
experimento parece demasiado seguro o demasiado arriesgado.
Los terapeutas tienen la posibilidad de inventar sus propias técnicas (o
experimentos), que son básicamente la ampliación de la propia personalidad
del terapeuta. Así pues, los terapeutas deben basarse y estar en armonía con-
sigo mismos y estar presentes para los clientes. Si los clientes deben alcanzar
la autenticidad, necesitarán el contacto con un terapeuta auténtico sobre una
base genuina "yo/usted".
Para Zinker (1978), los terapeutas creativos poseen unos antecedentes per-
sonales ricos, permanecen abiertos a diversas experiencias vitales y son
capaces de celebrar la vida en su totalidad. En resumen, son capaces de usar-
se a sí mismos como la persona que funciona con el rol de terapeuta. Además
de ser maduros y personas integradas, los terapeutas creativos poseen tam-
bién ciertas capacidades, habilidades y destrezas técnicas. Fuera de su actitud
experimental, se usan a sí mismos, a otros miembros del grupo, objetos y
acontecimientos del entorno grupal al servicio de la invención de visiones
nuevas de los miembros. Algunas de las destrezas específicas que menciona
Zinker en relación con el funcionamiento creativo de los terapeutas son:

* la capacidad para identificar la energía dentro de los miembros y moverse


con esta energía
* la sensibilidad para introducir experimentos de forma organizada y ade-
cuada
* la habilidad para ser flexible, prescindir de algunas cosas y dirigirse
hacia otras áreas que son más vitales
* la voluntad para presionar y confrontar a los miembros con el fin de que
éstos efectúen su trabajo conjuntamente con la habilidad para saber
cuando retirarse
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 367

* la capacidad para ayudar a los miembros a expresar sus sentimientos y


sintetizar lo que aprenden después de completar un experimento
* la sabiduría para reconocer cuándo permitir a los miembros que perma-
nezcan confusos con el fin de que aprendan a encontrar la claridad por
su propio pié.

A partir de este comentario del rol y funciones del terapeuta del grupo
gestáltico debería entenderse que el liderazgo conlleva mucho más que el
planteamiento de una técnica después de la otra. Lo que sea el terapeuta
como persona y su modo de funcionamiento en el grupo, extrayendo aporta-
ciones de sus conocimientos técnicos, son factores críticos que determinan el
poder del liderazgo.

APLICACIONES Y TÉCNICAS

Como hemos comentado anteriormente, la terapia Gestalt emplea una


gran variedad de técnicas orientadas a la acción, destinadas a intensificar lo
que los miembros del grupo experimentan en el momento presente, la terapia
Gestalt anima a "convertirse en conflicto" o "a ser lo que estamos sintiendo"
en oposición a comentar meramente los conflictos, problemas o sentimientos.
No es necesario decir que estas técnicas deberán adaptarse a los individuos
del grupo y al contexto único de una interacción grupal particular. Aplicadas
mecánica o inadecuadamente, las técnicas se convierten en meros trucos que
pueden aumentar la actitud defensiva de los miembros e incluso provocar una
vivencia aún menos auténtica por su parte.
Al inicio de una sesión, los terapeutas pueden sugerir una rueda en la que
cada miembro haga una breve afirmación presente de lo que es consciente.
Puede pedirse a los miembros que manifiesten si desean examinar algún
aspecto específico durante la sesión. De esta forma puede maximizarse el
tiempo de la sesión dedicándose a temas comunes a todos los miembros.
Es útil diferenciar entre un ejercicio grupal y un experimento grupal. Con
los ejercicios grupales los terapeutas preparan algún tipo de técnica estructu-
rada antes de que el grupo se reúna. Se puede pedir a los miembros que se
reúnan por parejas y comenten algún aspecto o se puede introducir un catali-
zador en el grupo para proporcionar un foco de trabajo específico durante una
sesión. Por contraste, un experimento grupal es un acontecimiento creativo
que surge de la experiencia grupal; como tal no puede ser predeterminado y
no puede pronosticable su resultado (Zinker, 1978). Por lo tanto, es funda-
mental recordar que las técnicas descritas es este capítulo no se imponen arbi-
trariamente al grupo para hacer que algo suceda. Más que catalizadores para
iniciar la acción grupal, las técnicas se conciben como experimentos que bro-
tan de la interacción continua de los miembros.
368 TERAPIA DE LA OESTALT

Para aumentar las posibilidades de que los miembros se beneficien de las


técnicas gestálticas, los terapeutas del grupo deben comunicar el propósito
general de estas técnicas y crear un clima experimental. Un mensaje como,
"Probemos algo para ver si nos conviene y veamos cómo se adecúa" transmite
esta actitud experimental por parte del terapeuta. El mensaje transmite también
que el terapeuta no trata de probar un punto y que los miembros son libres de
probar alguna otra cosa y determinar por sí mismos si funciona o no. Al
comentar la necesidad de una explicación breve de la finalidad de la técnica,
Passons (1975) observa que los clientes pueden asombrarse ante ciertos
ejercicios gestálticos, por ejemplo, cuando se les pide que hablen a una silla
vacía o que "se conviertan en su tristeza", o que sean conscientes de lo que
"dicen" con sus cuerpos, y el autor añade que una breve explicación puede
despejar esta perplejidad y aumentar el deseo de experimentación. Las expli-
caciones ocasionales pueden favorecer la confianza en el terapeuta permitiendo
entender a los clientes que el ejercicio persigue una finalidad terapéutica y no
es sólo un intento de "engañar" a alguien.
Zinker (1978) considera el experimento como una forma de modificar la
conducta de un individuo en el contexto grupal. Asegura que la terapia
Ges-talt es la combinación de la fenomenología y la modificación de
conducta y que la labor terapéutica está enraizada en la perspectiva subjetiva
de los miembros; al mismo tiempo, los experimentos se introducen de
manera tal que la conducta se modifica de forma gradual. Como la piedra
angular del aprendizaje experiencial, el experimento transforma el comentario
sobre una situación en la actuación de la misma y rechaza la teorización
pasada en favor de los esfuerzos por probar nuevas conductas con la
sensación de excitación e imaginación. Zinker subraya que cada aspecto de un
experimento se presenta en el punto de disposición evolutiva del cliente. En
este orden, los experimentos pueden considerarse como actividades
graduales dirigidas a modificaciones específicas de conducta.
Es importante el énfasis que se hace en invitar (no obligar) a los miembros
a examinar sus conductas, actitudes y pensamientos. Los terapeutas pueden
animar a los miembros a observar ciertas incongruencias, especialmente
aquellas que se aprecian entre sus expresiones verbales y no verbales. Así, el
grupo gestáltico se caracteriza por el desafío y confrontación positiva. Esta
confrontación persigue el propósito de ayudar a los miembros a prestar aten-
ción a lo que hacen y experimentan en el aquí y ahora. Por otra parte, la con-
frontación no va dirigida necesariamente a los puntos débiles o rasgos
negativos; se puede desafiar a los miembros para que reconozcan las formas
en que están bloqueando sus puntos fuertes y las formas en que no viven tan
completamente como podrían. En este mismo sentido, la confrontación puede
ser la expresión genuina de atención que provoca cambios positivos en un
miembro y no el insulto brutal a un miembro indefenso. Evidentemente, los
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 369

miembros deben estar preparados para tomar parte en los experimentos.


Deben saber que pueden optar por seguir adelante o pararse cuando lo dese-
an. En vez de presionarlos a la experimentación, se potencia el espíritu de
invitación para el descubrimiento de algo nuevo sobre ellos mismos.
Recuerde estos comentarios introductorios según lea las siguientes pági-
nas donde se describen multitud de técnicas gestálticas, sus bases teóricas y
sus aplicaciones a las situaciones de grupo. Como con el resto de las técnicas,
aquí también depende del terapeuta integrar los ejercicios a su propio estilo
para que se conviertan en expresiones de la personalidad del terapeuta. He
usado multitud de fuentes para recopilar información, entre ellas, Levitsky y
Perls (1970), Passons (1975), Perls (1969a), Perls, Hefferline y Goodman
(1951), Polster y Polster (1973), Stevens (1971) y Zinker (1978). He modifi-
cado algunas técnicas para adaptarlas a las situaciones grupales.

Ejercicios de Lenguaje

La Gestalt enfatiza la relación existente entre los patrones de lenguaje y la


personalidad. Sugiere que nuestros patrones de discurso son a menudo expre-
siones de nuestros sentimientos, pensamientos y actitudes y que centrándose
en nuestros hábitos visibles de conversación podemos aumentar nuestra
auto-conciencia (Passons, 1975). Las palabras pueden acercamos a nosotros
mismos o también pueden alejarnos de nosotros mismos. Las siguientes
intervenciones gestálticas, aumentan la conciencia en nuestros patrones de
discurso, pueden potenciar la auto-conciencia y el acercamiento a nosotros
mismos.
Debería señalarse que los siguientes ejercicios de lenguaje requieren gran
habilidad por parte del terapeuta. Salvo que los miembros, con ayuda del
terapeuta, sean capaces de prestar atención al impacto de su estilo de lenguaje,
llegarán a sentir que todo lo que dicen o hacen está sujeto a escrutinio
innecesario.

ELLO (forma impersonal). El uso de la forma impersonal es un modo de


despersonalizar el lenguaje. Cuando lo usamos, nos mantenemos distantes de
nuestra experiencia. Cuando los miembros del grupo dicen "Asusta venir a
este grupo", se les puede pedir que modifiquen la frase para decir "Tengo
miedo de venir a este grupo". Al sustituir los pronombres impersonales por
pronombres personales asumimos la responsabilidad de lo que decimos.

TU. A menudo los participantes del grupo dicen algo como "te sientes
dolido cuando alguien te rechaza". Con el empleo de la segunda persona, el
participante se aleja de lo que esté sintiendo. Por lo tanto, se pide a los miem-
bros que diferencien entre la frase anterior y "Me duele cuando alguien me
370 TERAPIA DE LA GESTALT

rechaza". Modificando la segunda persona por la primera, nos revelamos a


nosotros mismos y adoptamos la responsabilidad de lo que decimos. Iniciar
frases con el pronombre tu tiende a poner a la defensiva a los otros y uno
mismo se aleja de la experiencia.

PREGUNTAS. En el grupo gestáltico, se sugiere a los miembros que no


empleen las preguntas. Las preguntas dirigen la atención a otras personas y
pueden colocarlas fácilmente a la defensiva. Además, las preguntas exigen
que las personas a quienes éstas se dirigen hagan revelaciones mientras quien
formula la pregunta se mantiene seguro tras la interrogación. A los miembros
del grupo que tienden a formular excesivas preguntas se les pide que experi-
menten con las siguientes sugerencias:

* En vez de formular una pregunta, plantea una afirmación directa hacia


esa persona y comenta tu propia motivación hacia la pregunta.
* Evita las preguntas "Por qué", porque conducen a una cadena de inter-
cambios "por qué/ porque". En su caso prueba las preguntas "cómo" y
"qué".
* Practica la formulación de afirmaciones en primera persona "Yo". Al
hacerlo, te responsabilizas de tu posición, tus opiniones y tus preferen-
cias.

ADVERSATIVAS Y CONDICIONALES. Atendiendo a las coordinadas


adversativas atribuidas a sus afirmaciones, los miembros del grupo pueden
aumentar su conciencia sobre la forma en que reducen el poder de sus mensa-
jes. Un ejemplo común es el uso del pero: "Me gustas, pero tus manierismos
me vuelven loco", "A menudo me siento deprimido, pero no sé qué hacer
para cambiar la situación", "Pienso que este grupo me ayuda, pero las perso-
nas ajenas al grupo son tan diferentes de los que estamos aquí". En cada uno
de estos casos la palabra pero descalifica la afirmación que la precede. Sin
exagerar la auto-conciencia, el terapeuta puede animar a los miembros a fijar-
se en el impacto que produce el uso de los nexos adversativos y condiciona-
les. Se puede pedir a los participantes que sustituyan el nexo pero por el nexo
y y que experimenten la omisión de coletillas como quizá, posiblemente,
supongo que, podría ser convirtiendo así lo mensajes ambivalentes en afirma-
ciones directas.

AFIRMACIONES DE INCAPACIDAD. Los miembros del grupo dicen


muchas veces "Yo no puedo" cuando realmente quieren decir "yo no haré".
Sally dice, "Simplemente no puedo hablar a mi padre y decirle lo que siento:
nunca me entendería". Sería más exacto y honesto que Sally dijera que no va
a hacer el esfuerzo de hablar con su padre. En el fondo Sally no desea arries-
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 371

garse o cree que el esfuerzo no merece la pena. Si el terapeuta del grupo


insiste sistemática y amablemente para que los miembros sustituyan la forma
no puedo por la forma no haré , les ayudará a reconocer y aceptar su poder
adoptando la responsabilidad de sus decisiones.

"DEBERÍAS". Algunos miembros del grupo parecen estar regidos por los
"deberías": "Yo debería estar interesado en lo que me dicen los miembros de
este grupo", "Debería preocuparme por todos y cuando no lo hago me siento
mal", "Debería expresar sólo los sentimientos positivos", etc. La lista de
"debo/deberías" es interminable en la vida cotidiana y en la situación grupal.
Los miembros podrían ser conscientes como mínimo de la frecuencia de sus
"debería" y de los sentimientos de incapacidad que los acompañan.
Un modo de aumentar la propia conciencia de las limitaciones impuestas
por el modelo "debería" consiste en experimentar cambiando las frases
"Tengo que" o "Debería" por "Decido que". Por ejemplo, si Fred dice, "Odio
seguir en la escuela, pero tengo que hacerlo porque mis padres esperan que lo
haga", en su caso podría decir "Ño me gusta la escuela y yo decido permane-
cer ahí porque no quiero tener una bronca con mis padres".

Lenguaje No verbal

Perls mantiene que cuando bloqueamos un aspecto de nuestra personali-


dad, la parte negada encuentra sus propias vías de expresión, por ejemplo, en
nuestros movimientos, gestos, postura y voz. Por lo tanto, los terapeutas
atienden no sólo al nivel verbal de la comunicación sino también, al mensaje
que se oculta tras las palabras y que a menudo se transmite a través del tono
de voz, del timbre y volumen, del ritmo del mensaje, etc.
El entorno grupal ofrece muchas oportunidades para examinar el signifi-
cado de mensajes no verbales. Tales exploraciones son especialmente útiles
cuando los participantes muestran señales no verbales que son incongruentes
con lo que transmiten verbalmente. Por ejemplo, Frank dice al terapeuta del
grupo que está enfadado con él por haberle ignorado, pero mientras articula
sus palabras, sonríe. El terapeuta puede llamar la atención de Frank para
comentarle la discrepancia entre sus palabras de enfado y su sonrisa.
A continuación se incluyen algunos ejemplos sobre la forma en que la
exploración de las expresiones no verbales aumentan la conciencia del miem-
bro de lo que realmente está experimentando en el momento:

* Dan adopta siempre una postura desgarbada. El terapeuta comenta:


"Fíjate en tu postura, dirígete a cada miembro del grupo y coméntale lo
que transmite tu postura. Completa la frase 'Yo soy mi postura y lo que
te transmito sobre mi es ...'.
372 TERAPIA DE LA GESTALT

* Marilyn tiende a hablar con un tono de voz suave y con la boca muy
apretada. El terapeuta le invita a hablar dirigiéndose a todo el grupo y
exagerando estos manierismos. Ella puede "convertirse en su boca apre-
tada" y decir algo como "Estoy guardando mis palabras y a mí misma
de vosotros. No voy a ser abierta y si queréis algo de mi tendréis que
buscarlo vosotros".
* John se dirige siempre como si estuviera dando un discurso a una
audiencia. Los miembros del grupo le han dicho que su voz y su estilo
de hablar crea una barrera entre él y los otros. Se le podría pedir que se
ponga en pié frente al grupo y que dé un discurso, quizá sobre el valor
de dirigirse a las personas de forma tan alejada.

Existen múltiples ejemplos sobre el manejo de las señales no verbales.


Los terapeutas creativos pueden inventar una gran variedad de técnicas
espontáneas destinadas a ayudar a los participantes a ser más conscientes de
lo que comunican a través del contacto ocular, los manierismos, los gestos, el
tono de voz, los movimientos de sus manos y a través de todo su cuerpo. Los
terapeutas deberían evitar las interpretaciones generales como por ejemplo
que mantener los brazos cerrados transmite que uno se muestra cerrado, y por
el contrario animar a los miembros a fijarse en las señales no verbales especí-
ficas que emiten.

Técnicas Referidas a la Asunción de Responsabilidad

Los miembros del grupo a menudo evaden la responsabilidad de sus senti-


mientos asignando la culpa de los mismos a otros. Así pues, dirán que el
grupo es aburrido para ellos o que alguien del grupo les hace enfadarse. Un
ejercicio gestáltico destinado a ayudar a los individuos a reconocer sus senti-
mientos en vez de proyectarlos sobre otras personas se conoce como "Yo me
responsabilizo de ...". Pauline dice sentir que el grupo la excluye y le hace
sentirse extraña. El terapeuta puede sugerirle que construya afirmaciones para
los miembros como "Me siento como excluida del grupo y yo me responsabi-
lizo por este sentimiento de exclusión" o "Me siento como una extraña y me
responsabilizo de este sentimiento".
La falta de voluntad para asumir la responsabilidad es un problema fre-
cuente tanto en los grupos como en la vida. Cuando estamos asustados, enfa-
dados o confusos y decimos, "Me haces sentir mal", delegamos el control en
otras personas y negamos la posibilidad de dirigir nuestras propias vidas. El
terapeuta gestáltico confronta a los participantes cuando muestran esta con-
ducta para que éstos lleguen a reconocer y aceptar sus sentimientos en vez de
proyectarlos sobre los demás.
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 373

Experimentos con Diálogos

Como una de las metas de la terapia gestáltica es lograr la integración y la


aceptación de aspectos de la propia personalidad que habían sido negados y
rechazados, los terapeutas se fijan en los fragmentos y polaridades de la per-
sonalidad. Los diálogos en la fantasía parecen promover la conciencia de los
fragmentos internos y la integración eventual de la personalidad. Estos diálo-
gos pueden adoptar muchas formas, por ejemplo, diálogos entre las polarida-
des de una misma persona (como dulce/bruto, masculino/femenino,
amable/odioso, agresivo/pasivo) y diálogos con un progenitor u otras perso-
nas significativas, personas producto de la fantasía y objetos inanimados.
La comprensión de la relación existente entre las polaridades y los con-
flictos internos es fundamental para la terapia Gestalt. Los diversos experi-
mentos con diálogos puede ayudar a los miembros a aumentar su conciencia
de las dicotomías con las que subsisten y ayudarles a contactar con dimensio-
nes de su personalidad que parecen oponerse entre sí. Nuestro auto-concepto
excluye muchas veces la conciencia dolorosa de las polaridades existentes en
nosotros. Preferimos pensar en nosotros como personas brillantes que como
personas aburridas, como amables que como crueles, como queribles que
como odiosas y como sensibles que como indiferentes. Normalmente nos
podemos resistir a "ver" en nosotros mismos esas partes que no deseamos
aceptar como propias. Aunque podamos reconocer el lado altruista, podemos
tener dificultades para contactar con nuestra naturaleza egoísta. Utópicamente,
según más nos acerquemos a la salud y madurez psicológica, somos cons-
cientes de la mayoría de nuestras polaridades, incluyendo los pensamientos y
sentimientos que sanciona la sociedad. En la medida que desarrollamos la
tolerancia hacia las complejidades y contradicciones aparentes en nosotros
mismos, existe una menor tendencia a gastar energía en el rechazo de esas
partes de nuestra naturaleza que no deseamos aceptar.
Los experimentos con diálogos constituyen un método poderoso para con-
tactar con partes de nuestra naturaleza que mantener en secreto nos cuesta un
gran trabajo. Aprender a mantener una conversación entre nuestro lado feme-
nino y masculino, por ejemplo, es una forma de plantear en la superficie con-
flictos internos que podamos tener con esta polaridad. Alternativamente,
adoptar uno de los lados tan plenamente como sea posible es otra forma de
experimentar las dos facetas de nuestra personalidad.
Los diálogos experimentales se usan normalmente para incrementar la
conciencia de las introyecciones o proyecciones. La introyeccion, como se ha
comentado anteriormente, es el proceso mediante el cual adoptamos sin ningu-
na crítica aspectos de otras personas, especialmente de los progenitores, y las
incorporamos a nuestra personalidad. El peligro de la aceptación incondicional
de los valores ajenos como propios es que pueden impedir la integración de la
374 TERAPIA DE LA GESTALT

personalidad. Las técnicas gestálticas van dirigidas a alcanzar estas


introyec-ciones para que podamos analizar lo que hemos tragado sin haber
digerido.
Por ejemplo, experimentando con diálogos, Hal recupera la conciencia de
algunos mensajes que ha adquirido sin cuestionarse: uno debe ser práctico,
uno debería aferrarse a lo seguro y no cambiar a una nueva vía salvo que se
hayan evaluado todos los pros y contras, sólo las personas irresponsables bus-
can la diversión sin más ni más, en otras palabras, una larga lista de "deberí-
as" y "no deberías" que le impiden disfrutar de la vida. Al final Hal empieza a
reconocer que ha atendido a estas directrices de otras personas y ha conce-
dido a ellas el poder de dirigir su vida. También llega a ser consciente de que
quiere recuperar para sí su propio poder. Algunos de los diálogos en fantasía
que pueden ayudarle a percibir más nítidamente sus introyecciones son los
diálogos con las diferentes facetas de sí mismo.
Los diálogos pueden efectuarse mediante la técnica de la silla vacía o con
la técnica de las dos sillas. Sentado en una de las sillas, Hal adopta una de sus
introyecciones, digamos, el lado de sí mismo que no se divierte. Hablando en
presente, Hal "se convierte en su lado serio" y dice: "no puedes permitirte el
abandono, si abandonas la vía profunda nunca lograrás nada. Sé serio, sé
práctico, elimina cualquier noción absurda". Después Hal cambia la silla y
"se convierte en su lado gracioso". Y dice al lado serio: "Tu eres aburrido y
exigente. Si te presto atención, nunca sentiré que he hecho suficiente como
para ganarme el derecho al disfrute. Déjame enseñarte a ser menos exigente y
a disfrutar". El diálogo sigue entre ambas sillas, con la finalidad de que Hal
adquiera conciencia de cuál es el lado dominante y cómo se deja sentir cada
uno de ellos. La finalidad no es que Hal elimine alguno de los lados sino inte-
grar la polaridad. Si alcanza esta meta, Hal reconocerá que puede ser tanto
serio como divertido y que es él quien puede escoger a voluntad cómo com-
portarse gracias a la conciencia.
La proyección, como hemos visto, es la atribución de las propias ideas,
sentimientos o actitudes a otras personas, especialmente esas mismas ideas,
sentimientos o actitudes que uno no desea ver o aceptar en sí mismo. Por
ejemplo, si Cindy dice que no puede confiar en el grupo - siente que si se
muestra tal y como es, nadie se va a interesar por ella, ni siquiera le van a
prestar atención -, se le pide que desempeñe el rol de persona en quien no se
puede confiar. Al convertirse en la otra persona, puede ser capaz de descubrir
el grado en que la desconfianza se debe a un conflicto interno entre el lado en
el que ella desea confiar y el lado en el que no puede confiar. En lo que se
conoce como la "interpretación de la proyección", se pide a Cindy que se
dirija a los otros miembros del grupo e interprete el rol de persona en quien
no se puede confiar completando la frase "No confíes en mí porque, si lo
haces, yo...". El ejercicio le ayudará a experimentar el conflicto interno con
más intensidad y a ver con más nitidez los dos lados de sí misma.
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 375

Las Ruedas

En este ejercicio una persona se dirige uno a uno a todos los miembros del
grupo y dice algo que de común no comunicaría verbalmente. Por ejemplo.
supongamos que Larry se considera a sí mismo como un hombre auto-reali-
zado que no necesita nada de nadie. Aunque no diga esto de sí mismo, el
tema de "Lo puedo hacer sólo" ronda en gran parte de su vida. Con el propó-
sito de ver hasta que punto este aspecto determina realmente lo que hace, se
le podría pedir que se ponga en pié frente a cada miembro del grupo y diga a
la otra persona algo sobre sí mismo y después añada, "... y [o pero] puedo
hacer cualquier cosa por mi propio pié". De este modo, Larry se dirige a Sue
y dice, "Nunca pido a nadie que me proporcione apoyo emocional, y algunas
veces me siento solo ... pero yo puedo hacer cualquier cosa solo". Después se
dirige a Marie y dice, "Yo adopto todas las decisiones de mi empresa ... y
puedo hacer todo solo". La finalidad de este experimento es que Larry sienta
en su totalidad lo que implica hacer todo solo. Por último puede decidir conti-
nuar haciendo todo por su propia cuenta pero siendo consciente del precio
que debe pagar por ello, o puede llegar a ver que necesita confiar sólo en sí
mismo y que puede ser independiente al mismo tiempo que permite a otros
que hagan cosas para él de vez en cuando.
A continuación se incluyen algunos otros ejemplos del uso de las ruedas:

* Paul dice que tiene miedo a las mujeres. Podría hacer una rueda y decir
a cada mujer. "Te tengo miedo porque ..." o "Si me acercara a tí..."
* Susan se preocupa de aburrir a las personas del grupo. Se le puede suge-
rir que haga una rueda y complete la siguiente frase frente a cada perso-
na, "Una forma en la que podría aburrirte es ..." o "Te aburrirías si yo ..."
* Pam dice que se siente distante del resto del grupo, aunque le gustaría
sentir cierta identificación. Podría hacer la rueda y experimentar com-
pletando la frase "Una forma de sentirme distante de tí es ..." o "Soy
distinta a tí en ..."

Enfoques de Fantasía

La experimentación en el grupo con diversas situaciones fantásticas puede


conducir a un crecimiento significativo. La fantasía puede promover la
conciencia personal de diferentes formas como sugieren las siguientes posibi-
lidades:

* Puede usarse la fantasía cuando los miembros sienten demasiado miedo


a manejar un problema en términos concretos. Por ejemplo, los miembros
que temen ser asertivos pueden imaginarse en situaciones en las que se mues-
376 TERAPIA DE LA GESTALT

tran asertivos. Así pueden comparar lo que sienten cuando son pasivos con lo
que sienten cuando son capaces de pedir lo que desean.
* Los enfoques de fantasía pueden ser útiles para manejar las expectativas
catastróficas que con frecuencia provocan la sensación de parálisis. Los
miembros que temen expresar lo que piensan y sienten a alguien que aman
pueden ser guiados a través de una situación fantástica en la cual dicen todo
lo que desean decir pero temen expresar. Básicamente, la persona habla en el
aquí y ahora a su amado/a (como si estuviera presente) frente al grupo. El
terapeuta puede decir: "Tu madre [u otra persona significativa] se encuentra
en esta silla vacía. Acércate a la silla y dile lo que más deseas comunicarle
pero nunca hasta el momento lo habías hecho. ¿Qué sientes ahora?, ¿Te gus-
taría decir lo que sientes?. Dile ahora todas las cosas terribles que suponías
que podían pasar si le decías lo que le ocultabas". Existe un posible valor
psicológico en la elaboración de estos sentimientos con la seguridad del enfo-
que fantástico, porque la persona puede ser capaz de descargar los sentimien-
tos sumergidos. Recuerde que no es necesario que la persona exprese estos
sentimientos en la vida real; de hecho, hacerlo sería poco prudente.
* La fantasía puede emplearse para expresar y explorar sentimientos de
vergüenza y culpa. En la técnica conocida como "Yo guardo un secreto", el
terapeuta pide a los miembros que fantaseen sobre un secreto bien guardado.
No se les pide que desvelen el secreto al grupo sino sólo que se imaginen
revelando el secreto a los otros. El terapeuta puede preguntar: "¿Qué piensan
las personas de tí?", "¿Cómo te sientes después de haber permitido que otras
personas conozcan tu secreto?".
* La fantasía puede ser útil y segura para examinar los temores de los
miembros con respecto a la implicación en el grupo. Por ejemplo, se puede
pedir a los miembros que imaginen lo que más temerían que suceda en el
grupo. Si por ejemplo, algunos miembros temen ser rechazados por el grupo,
se les puede sugerir que imaginen que todas las personas les están rechazando
sistemáticamente y después trabajar con los sentimientos asociados con esta
fantasía.

Existen aplicaciones constructivas de la fantasía que, después de ser pro-


badas en el grupo, pueden ser practicadas fuera de él. En algunos momentos
los miembros pueden ser invitados a imaginarse a sí mismos en la forma que
desearían estar en situaciones interpersonales. Pueden compartir sus fantasías
a viva voz en el grupo, tal como se experimentan a sí mismos de formas crea-
tivas, poderosas y dinámicas. Después se les puede pedir que actúen en el
grupo como si fueran las personas que han imaginado ser. Si la experiencia es
satisfactoria, los miembros se pueden sentir motivados para probar su nueva
conducta en situaciones de la vida real.
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 377

Ensayos

Para Perls, mucho de nuestro pensamiento es una forma de ensayo. Ensa-


yamos roles que creemos que otros esperan que desempeñemos y nos preocu-
pa no decir lo "correcto" y no actuar "adecuadamente". El ensayo interno
consume mucha energía e inhibe frecuentemente nuestra espontaneidad. La
técnica del ensayo invita a los miembros a decir "a viva voz" lo que piensan
en silencio. Los experimentos de ensayos son especialmente útiles cuando es
obvio que los miembros están silenciando y censurando la mayoría de las
cosas y cuando lo que dicen parece cuidadosamente medido para que produz-
ca algún efecto. Por ejemplo, durante los estadios iniciales de uno de mis gru-
pos, Joan se mantenía bastante silenciosa y parecía estar desarrollando la
posición de observadora. Cuando le pregunté si estaba diciendo todo lo que
deseaba, lo negó con un movimiento de cabeza, por lo tanto le pedí que
expresara en voz alta algunos de los pensamientos que cruzaban por su mente
mientras permanecía sentada en silencio.
El ensayo puede ser también útil cuando un miembro anticipa alguna con-
frontación futura. Supongamos que Sam quiere decir a su jefe que no se siente
apreciado y que desea ser reconocido por sus logros. Sam puede imaginarse
frente a su jefe, dispuesto a decirle lo que desea. El ensayo de Sam podría ser
algo como: "Estoy aquí como un idiota. ¿Qué pasará si lo fastidio aún más?.
No me va a escuchar y realmente no tengo nada que decir. ¿Cómo puedo
hacerle saber lo que pienso?. En este momento me gustaría escaparme
corriendo y pedir perdón".
En un grupo gestáltico los participantes comparten sus ensayos para lograr
una mayor conciencia de todos los preparativos que atraviesan al desempeñar
los roles sociales. Al hacerlo, son más conscientes de sus esfuerzos por agra-
dar a otros, del grado en que desean ser aceptados y aprobados y de la medida
de sus esfuerzos por evitar la alienación de otros. Y después pueden decidir si
interpretar este rol se merece el esfuerzo que requiere.

Técnicas de Inversión

Ciertos síntomas y conductas representan muchas veces la inversión de lo


subyacente o de los impulsos latentes. En la técnica de inversión se invita a
los miembros a adoptar el lado de sí mismos que rara vez o nunca expresan
porque no quieren verlo ni aceptarlo. La teoría que subyace a la aplicación de
esta técnica es que la integración es posible cuando las personas se sumergen
en aquello que les produce ansiedad y se ponen en contacto con las partes de
sí mismos que han sido negadas. Los grupos proporcionan múltiples ocasio-
nes para la aplicación de las técnicas de inversión.
Recuerdo el caso de un joven que se mostraba excesivamente amable.
378 TERAPIA DE LA GESTALT

educado y tratando continuamente de "hacer cosas" para otras personas. Le


sugerí que experimentara pidiendo a otras personas del grupo que hicieran
algo para él. El joven tuvo grandes dificultades para ejecutar mi sugerencia,
pero lo logró. Gracias al ejercicio se percató de lo incómodo que le resultaba
aceptar algo de otras personas. Además, esto le permitió reconocer una parte
oculta de sí mismo y le proporcionó la oportunidad para integrarla.
Otros ejemplos del método de inversión consisten en pedir a alguien que
casi no dice nada que adopte el rol de monopolizador y que interrumpa el
grupo deliberadamente, en invitar a alguien con sentimientos de inferioridad
para que adopte el rol de ser superior y en sugerir a alguien que alaba a todo
el mundo que diga algo negativo a cada persona del grupo. Con el tiempo he
descubierto que ésta y otras técnicas similares ayudan realmente a las perso-
nas a ser conscientes y reconciliar sus polaridades.
Del mismo modo que el experimento de la silla vacía da a los miembros la
oportunidad de dominar las fuerzas opuestas que existen dentro de cada uno
de ellos, la experimentación de la expresión de una dimensión que ha perma-
necido oculta a menudo produce la integración creativa de polaridades. Por
ejemplo, el miembro que normalmente presenta un aspecto externo brusco
puede tener miedo de contactar el lado sensible de sí mismo. Si se le invita a
experimentar con el lado que se esfuerza en negar, es probable que se alegre
por ampliar su variedad emocional y conductual y si no le gustan los resulta-
dos del experimento, siempre puede volver a adoptar el rol del "tío duro".

El Ejercicio de la Exageración

Este experimento implica ser más consciente de las señales y claves suti-
les que enviamos a través de nuestro lenguaje corporal. Se exageran los
movimientos, posturas y gestos para que comuniquen significados más níti-
dos. Exagerando repetidamente el movimiento o gesto, la persona experimenta
con mayor intensidad los sentimientos asociados a la conducta y reconoce
mejor su significado interno.
Por ejemplo, si el terapeuta observa que Sandy asiente con la cabeza siem-
pre que alguien habla, le puede pedir que se dirija a cada miembro del grupo
y que no deje de asentir con la cabeza al mismo tiempo que pone palabras a
esta acción. Otros ejemplos de conductas que permiten trabajar la técnica de
la exageración son sonreír mientras se expresan emociones negativas o
dolo-rosas, apretar los puños, mover repetidamente un pié, cruzar los brazos
fuertemente y señalar fijamente con un dedo a alguien.
Jill, una participante del grupo, dice, "¡Me siento sobrecargada al escuchar
todos los problemas que se presentan aquí!". En una sesión anterior Fred la
confrontó por haber intervenido apresuradamente tratando de hacer que éste
se sintiera mejor mientras trabajaba con conflictos que tenía en la familia.
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 379

Entonces reveló que durante su infancia había asumido normalmente el papel


de árbitro familiar, haciendo siempre lo mejor para aplacar las batallas fami-
liares. Jill dijo en un momento que estaba harta de cargar con problemas aje-
nos porque le pesaban demasiado.
Una técnica para trabajar con el material que proporciona Jill consiste en
pedirle que coja algunos objetos pesados y los mantenga mientras mira a cada
persona del grupo. Se le podría invitar a introducirse en la experiencia de
pesadez y el sentimiento de sobrecarga. Por ejemplo, mientras aguanta los
objetos pesados, puede hacer una rueda y completar la frase "Mirándote me
siento cargada por ...", o puede decir a cada miembro algo como "Mira, per-
míteme coger todas tus cargas, realmente disfruto cargando con los proble-
mas ajenos y no sabría que hacer si no tuviera todos estos problemas sobre
mí. Aunque ella diga que está harta de cargar con los problemas ajenos, le
animamos a rendirse a la parte de sí misma que se siente sobrecargada y a
experimentar comentando a los otros los beneficios de ser así. Una vez más,
este experimento está relacionado con el experimento de inversión y el expe-
rimento de la silla vacía donde se pide al miembro que represente las dos
polaridades. A menudo la mejor forma de descubrir el aspecto de nosotros
mismos que manifestamos desear consiste en permanecer con la parte de
nosotros que queremos evitar.

Trabajo de Sueños

Consecuente con su espíritu no interpretativo, el enfoque gestáltico no


interpreta ni analiza sueños, por el contrario, intenta recrearlos en la vida y
revivirlos como si estuvieran sucediendo ahora.
Los terapeutas interesados en la presentación detallada del trabajo de sue-
ños del enfoque gestáltico, pueden encontrar recursos en Downing y
Mar-morstein (1973), Perls (1969a), Rainwater (1979) y Zinker (1978). A
continuación se presenta una breve descripción de esta técnica.
Los miembros del grupo no relatan lo sueños en pasado, los reviven y los
interpretan en el presente, transforman los elementos claves del sueño en diá-
logos y pasan a formar parte del sueño. Perls asume que cada parte de un
sueño en una proyección de uno mismo y que todas las diferentes partes son
expresiones de los propios lados contradictorios e incoherentes. Por lo tanto,
los sueños contienen mensajes existenciales. Representan nuestros conflictos,
nuestros deseos y los temas centrales de nuestras vidas. Recopilando todos
los detalles del sueño - recordando a cada persona, suceso y estado anímico
-y después interpretando cada una de esas partes, se logra aumentar la
conciencia sobre los lados opuestos de uno mismo y sobre la diversidad de
sentimientos. La persona llega a apreciar y aceptar sus diferencias internas y
a integrar las fuerzas conflictivas, constituyendo cada pieza del sueño un vía
380 TERAPIA DE LA GESTALT

más para la asimilación e integración. Evitando el análisis e interpretación del


sueño y por el contrario experimentándolo en todos sus aspectos, el cliente se
acerca al mensaje existencial del mismo. Freud denomina a los sueños "la vía
regia al inconsciente", Perls (1969a) les llama "la vía regia a la integración"
(p. 66).

Rainwater (1979) ofrece algunas sugerencias útiles para examinar los sue-
ños:

* Ser el paisaje o el entorno.


* Llegar a ser todas las personas del sueño. ¿Es alguna de ellas una perso-
na significativa?.
* Ser cualquier objeto que vincula o reúne, como las líneas de teléfono o
las autopistas.
* Identificarse con cualquier objeto misterioso, como una carta cerrada o
un libro no leído.
* Asumir la identidad de cualquier fuerza poderosa, como es el caso de
una ola de mar.
* Llegar a ser objetos de contraste, como una persona más joven y una
persona más vieja.
* Ser cualquier cosa que falte en el sueño. Si no recuerda sus sueños,
entonces hable a sus sueños perdidos.
* Mantenerse alerta ante cualquier número que pueda aparecer en el
sueño, recuperarlos y examinar todas las posibles asociaciones con los
mismos.

Rainwater sugiere que al trabajar con los sueños es conveniente advertir el


sentimiento que se tiene al despertar. ¿Tienes un sentimiento manifiesto de
temor, alegría, tristeza, frustración, sorpresa, enfado?. Identificar el tono del
sentimiento puede ser la llave para descubrir el significado del sueño. Al tra-
bajar con lo sueños al estilo gestáltico, sugiere, que los soñadores se centren
en preguntas como:

* ¿Qué estás haciendo en el sueño?


* ¿Qué estás sintiendo?
* ¿Qué deseas en el sueño?
* ¿Qué relaciones mantienes con los objetos y con las personas del sueño?
* ¿Qué tipo de acción puedes ejecutar ahora?. ¿Qué te está sugiriendo el
sueño?

Los experimentos de grupo pueden surgir del trabajo individual de los


sueños en el grupo. Zinker (1978) ha desarrollado un enfoque que denomina
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 381

trabajo de sueños a modo de teatro que transciende al trabajo individual del


sueño. La persona relata y trabaja el sueño de forma individual y después se
crea un experimento grupal que permite a otros miembros beneficiarse tera-
péuticamente de la imaginación original del soñador. Basado en su presu-
puesto de que todos los miembros comparten ciertos temas arquetípicos,
Zinker sugiere emplear varias imágenes del sueño para favorecer la
auto-comprensión. Cada miembro interpreta una parte del sueño. Esto ofrece
a los participantes multitud de oportunidades para interpretar ciertas
dimensiones del sueño que le vinculan a quien ha soñado y a su propia vida.
Por ejemplo, suponga que uno de los miembros, Joan, ha tenido un sueño
que contiene un coche destrozado, un hombre que dispara a las personas del
coche y una mujer tratando de salvar a los pasajeros. Un miembro puede
escoger la identidad de la persona que dispara, otro puede adoptar el rol de
una de las personas que está en el automóvil sobre las que el otro hombre está
disparando y otra persona puede ser el coche que no funciona. Cada uno de
los miembros puede interpretar su parte y la persona que ha tenido el sueño
puede ayudarles a entender a los personajes u objetos del sueño. El terapeuta
puede facilitar la producción del sueño como experiencia dramática y tera-
péutica para el grupo entero. Este enfoque puede ser beneficioso para aumentar
la cohesión grupal y el vínculo entre el trabajo de unos y otros miembros.
Los sueños de los participantes del grupo pueden estar relacionados con
sus sentimientos de pertenencia al grupo (Polster & Polster, 1973). En el
ejemplo anterior, Joan puede descubrir que se siente asustada en el contexto
grupal y que desearía escapar. Se puede sentir atacada (tiroteada) por uno o
más de los miembros, y protegida o rescatada por una mujer. En este caso ella
puede interpretar el sueño en el grupo seleccionando a la persona por quien
más atacada se siente y dirigirse a ella directamente. Entonces se convierte en
el coche destrozado - su inservible vehículo de escape - y observar las aso-
ciaciones derivadas del mismo. Puede también seleccionar a la mujer del
grupo por quien se siente protegida y mantener un diálogo con ella. Puede
también cambiar roles y ser la persona que comete el tiroteo. Trabajar con el
sueño de esta forma permite manejar múltiples asuntos pendientes con otras
personas del grupo.

EVALUACIÓN DEL ENFOQUE GESTALTICO

Contribuciones y Puntos Fuertes del Enfoque

Yo he incorporado gran parte del espíritu gestáltico a mi propio estilo de


liderazgo. Al trabajar con grupos, empleo con frecuencia técnicas gestálticas
que facilitan la exploración de sentimientos intensos. Estas técnicas son
poderosas y a menudo conducen a la expresión de emociones inmediatas y a
382 TERAPIA DE LA GESTALT

la reexperimentación de viejos sentimientos. El centro de interés en el aquí y


ahora intensifica el trabajo de los miembros. En vez de limitarse a comentar
los problemas, experimentan sus luchas en el momento presente. Según
Clarkson y Mackewn (1993), una de las contribuciones más importantes de
Perls son las técnicas que desarrolló para completar asuntos del pasado que
no estén resueltos aún mediante experimentos en el presente. Como en el
caso de las técnicas psicodramáticas, los métodos gestálticos centrados en el
presente para revivir experiencias vitales anteriores proporcionan vitalidad al
trabajo individual y al trabajo grupal.
Otra característica distintiva de la terapia Gestalt es su interés por el cuer-
po. En su interesante obra sobre el papel del cuerpo en la psicoterapia,
Kep-ner (1993) demuestra cómo incorporar a la práctica de la terapia Gestalt
las posturas, movimientos y experiencias corporales de los clientes. Perls
mantiene que no es tarea del terapeuta interpretar los procesos corporales
porque al hacerlo impide a los clientes el auto-descubrimiento que les
conduciría al insight. Así pues, en vez de interpretar, el terapeuta puede
motivar a los miembros para que presten atención a sus experiencias
corporales. Este apartado puede proporcionarles claves importantes sobre
áreas que los miembros desean evitar y también les permite ponerse en
contacto con su ansiedad. Si el terapeuta evita interpretar el significado de los
gestos, posturas y síntomas corporales, los miembros serán más capaces de
mantenerlos y descubrir en algún momento su significado.
Como la terapia Gestalt se basa en principios existenciales, se concede
mucha importancia a la genuinidad del terapeuta y a la calidad de la relación
terapéutica entre el terapeuta y los miembros (y entre los miembros). En este
sentido, el enfoque gestáltico presenta aspectos comunes con los enfoques
existencial y centrado en la persona. Me parece que éste es el aspecto más
fuerte de la terapia Gestalt porque las técnicas descritas en este capítulo serán
más efectivas cuando son aplicadas por un terapeuta que sea genuino y que se
comprometa con el bienestar de sus miembros. Distintos terapeutas del enfo-
que gestáltico subrayan la importancia de la relación terapéutica y considerar
que las técnicas son secundarias a la calidad de la relación (ver M. Polster
1987; Polster & Polster, 1973; Rice & Greenberg, 1992; Yontef & Simkin
1989; Zinker, 1978). La genuinidad, la presencia y la capacidad del terapeutí
para establecer contacto con los clientes son tan importantes como las destre
zas técnicas descritas en este capítulo. Como la terapia Gestalt es parte de
enfoque existencial, el equilibrio en el encuentro Yo/Usted se considera esen
cial para que la terapia sea satisfactoria. Este tipo de encuentros resultan
curativos. Los mejores experimentos surgen de la relación de confianza que
crea el terapeuta. Este enfoque potencia la experimentación genuina y permi
te el uso de la creatividad del terapeuta y de los miembros (ver Zinker, 1978)
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 383

Limitaciones del Enfoque

Una de las limitaciones de la terapia Gestalt tradicional es en mi opinion


su tendencia a no considerar el lado cognitivo de la terapia. Perls adopto. en
gran medida, una posición anti-intelectual derogando los aspectos
intelec-tuales de la personalidad. Su frase "Relaja tu mente y llega a tus
sentidos" refleja su reacción contra los aspectos cognitivos del enfoque
psicoanalítico e ilustra su interés en el papel de los sentimientos en la terapia.
En su preocupación por la experimentación de los sentimientos y del cuerpo,
Perls adoptó el otro extremo del continuo de las terapias tradicionales de los
años 60. Siguiendo esta línea, algunos terapeutas del enfoque gestáltico han
ignorado el valor de la conceptualización en el grupo.
El énfasis en los sentimientos y en el cuerpo a expensas de los factores
cognitivos no conlleva en mi opinión el equilibrio terapéutico óptimo. Para
conseguir tal equilibrio, a menudo adapto materiales y técnicas de enfoques
cognitivos y conductuales (análisis transaccional, terapia conductual, terapia
racional emotiva de la conducta y terapia realista). La ayuda a los miembros
para que descubran el significado de sus experiencias emocionales es un fac-
tor significativo en la producción de los cambios de personalidad que se
extenderá más allá del grupo. Aunque durante las primeras fases del desarro-
llo la terapia Gestalt no se centró en los procesos cognitivos, parece existir
una tendencia actual que presta más atención a estos factores y que los inte-
gra con las dimensiones afectivas y emocionales de la experiencia humana
(ver E. Polster, 1987; M. Polster, 1987; Yontef & Simkin, 1989).
Como métodos excitantes y dinámicos que son, no son adecuados para
todas las personas. La aplicación apropiada de las técnicas gestálticas depende
de cuestiones como cuándo, con quién y en qué situación (Shepherd, 1970).
Según Simkin (1982): "La terapia Gestalt es el tratamiento adecuado para
personas conscientes. No es apta para personas que actúan en base a
impulsos. En más efectiva en manos de terapeutas competentes y bien forma-
dos" (p. 377). Shepherd (1970) manifiesta que, en general, la terapia Gestalt
es más efectiva con individuos excesivamente socializados, comedidos, cons-
treñidos que a menudo se describen como neuróticos, fóbicos, perfeccionis-
tas, inefectivos y depresivos. Por otra parte, Shepherd asegura que el trabajo
con individuos menos organizados, con desajustes más graves o psicóticos es
más problemático y requiere cautela, sensibilidad y paciencia.
El mayor problema que observo en la terapia Gestalt es el peligro del
abuso de las técnicas. Normalmente, los terapeutas gestálticos son muy acti-
vos y directivos y si no disponen de las características mencionadas por
Zin-ker (1978) - sensibilidad, inventiva, empatia y respeto por el cliente- los
experimentos pueden producir el efecto contrario al que persiguen. Además,
los miembros pueden acostumbrarse a que sea el terapeuta quien asume la
384 TERAPIA DE LA GESTALT

iniciativa para la creación de experimentos en vez de ser ellos quienes desa-


rrollen sus propios experimentos.
Con un enfoque que puede producir efectos importantes en los miembros,
tanto constructivos como destructivos, la práctica ética exige la formación y
supervisión adecuada. La limitación más inmediata de la Gestalt o de cual-
quier otra terapia es la destreza, la experiencia y el juicio del terapeuta. Pro-
bablemente la aplicación más efectiva de las técnicas gestálticas se logra
después de la propia experiencia terapéutica en diversos seminarios y trabajos
con terapeutas competentes (Shepherd, 1970).
El enfoque gestáltico puede ser peligroso por el poder que tiene el tera-
peuta para manipular al cliente mediante las técnicas. Los terapeutas ineptos
pueden emplear técnicas poderosas para entresacar sentimientos y abrir pro-
blemas que los miembros han mantenido fuera de la conciencia, para después
abandonarlos tras haber provocado una catarsis dramática. Tales terapeutas
no ayudan a los miembros a elaborar y concluir sus experiencias.
Es fácil ver que muchas técnicas gestálticas ofrecen un lugar tentador para
que el terapeuta oculte sus propias respuestas personales y olvide la relación
Yo/Usted. Mediante el uso de técnicas confrontativas pueden dirigir la pre-
sión hacia los miembros. De cualquier forma, es conveniente recordar que
son importantes la voluntad del terapeuta para contestar a los clientes con sus
respuestas inmediatas y honestas y la capacidad para desafiar el uso
manipu-lativo que éstos hacen de sus síntomas sin rechazarlos (Shepherd,
1970). Es importante también que el terapeuta aprenda a confrontar a los
miembros sin que esto fortalezca su resistencia. La conjunción de apoyo y
reto favorece la creación del tipo de relación que capacita a los miembros a
examinar sus actitudes defensivas.
Algunos terapeutas del enfoque gestáltico cometen el error de ser excesi-
vamente rígidos, presionando con mensajes como "Mantente siempre en el
presente" o "Responsabilízate de tí mismo". Existen situaciones en las que la
interrupción repetida del cliente puede ser contraproducente. Los terapeutas
que han integrado realmente su enfoque son suficientemente sensibles para
ejercer de forma flexible. El contacto sensible con el flujo de experiencias del
cliente conlleva la capacidad para centrarse en la persona y no en el uso
mecánico de técnicas que producen ciertos efectos.

Aplicación de la Terapia Gestáltica a las Poblaciones Multiculturales

Existen muchas oportunidades para que los terapeutas del enfoque gestálti-
co practiquen su creatividad con poblaciones diversas. Las personas de muchas
culturas prestan más atención a las expresiones no verbales que al contenido de
la comunicación oral. Algunos clientes pueden expresarse mejor de forma no
verbal que mediante las palabras. Por ejemplo, los terapeutas pueden sugerir a
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA TERAPIA GRUPAL 385

los miembros que se fijen en sus gestos, expresiones faciales y en lo que expe-
rimentan en su cuerpo. Si un miembro del grupo, Eduardo, dice que se siente
amenazado, el terapeuta puede invitarle a prestar atención a sus reacciones y
sensaciones corporales. Si Eduardo está debatiéndose entre dos lados de sí
mismo, cada mano podría representar un lado del conflicto. Una de las ventajas
de los experimentos gestálticos es que pueden adaptarse a la forma única en que
un individuo percibe e interpreta su cultura. Evidentemente, antes de introducir
las técnicas gestálticas, especialmente con miembros de diferentes culturas, es
necesario que los clientes estén debidamente preparados.
El uso de la imaginación y la fantasía puede aportar muchas posibilidades
si los miembros se hallan preparados y si existe un alto grado de confianza en
el grupo. Supongamos que Anita trata de manejar un asunto pendiente rela-
cionado con la muerte de un ser querido. Anita puede tratar de resolver este
asunto trayendo simbólicamente a la persona muerta al recinto y manejando
el asunto en el presente. Si el inglés es su segundo idioma, Anita puede
expresarse en su idioma original. Sin embargo, la cliente puede resistirse ante
este ejercicio en base a dos argumentos: le resulta difícil hablar con un muer-
to, y puede sentirse más cómoda hablando en inglés. Ciertamente, las técni-
cas gestálticas tienen un poder terapéutico y la participación en las mismas
puede ser incómoda. El grado de implicación y disposición de los miembros
a participar en el proceso experiencial depende en gran medida de la cantidad
de confianza que sienten con el terapeuta y con el resto de los miembros. La
personalidad del terapeuta del grupo es un factor determinante de la terapia,
cuando se confía en el terapeuta, sus invitaciones y sugerencias serán mejor
aceptadas por los cUentes.
Del mismo modo que con el resto de los enfoques, aunque quizá con un
poco más de cautela se deberá evitar la aplicación apresurada de técnicas ges-
tálticas con clientes procedentes de minorías étnicas. Como se puede apreciar
a lo largo del capítulo, estas técnicas tienden a producir un alto nivel de senti-
mientos intensos. Este centro de interés en el afecto presenta limitaciones
obvias para los clientes procedentes de culturas que restringen y reservan la
expresión de sentimientos. Algunos clientes han sido condicionados a creer
que la expresión abierta de sentimientos es una señal de debilidad y vulnera-
bilidad propia. Los terapeutas que presionan en dirección a la catarsis pueden
hallarse con algunos clientes que se resistan y estos clientes pueden abando-
nar la terapia. Por ejemplo, los clientes reacios a experimentar y expresar sus
emociones no estarán muy dispuestos a aceptar la sugerencia del terapeuta de
"hablar a una silla vacía".
Sue y Sue (1990) sugieren que el centro de interés de la terapia Gestalt en
el aquí y ahora es coherente con los valores de los americanos nativos, pero
previenen que la naturaleza confrontativa de muchas técnicas gestálticas
puede resultar embarazosa para estos clientes. Sin embargo, algunos aspectos
386 TERAPIA DE LA GESTALT

de la terapia Gestalt pueden ser útiles para entender a los americanos nativos.
La conducta no verbal, sin llegar a estereotipar al cliente, puede proporcionar
mucha información. Thomason (1991) recomienda a los terapeutas que se
dirijan a cada cliente de forma individual y para ello se fijen inicialmente en
su comunicación no verbal. Nos recuerda también que muchos americanos
nativos evitan el contacto ocular, hablan sólo con un tono de voz bajo y sus
apretones de manos son suaves. Sugiere que la observación de la conducta no
verbal del cliente puede evitar falsas interpretaciones por parte del terapeuta
y el aumento del rapport.
Aunque existan algunas limitaciones para el empleo de las técnicas
gestál-ticas con miembros procedentes de diversas culturas, esto no implica
que sea inservible en entornos multiculturales. La resistencia de tales clientes
puede superarse con intervenciones de tiempo muerto por parte del terapeuta,
las intervenciones gestálticas pueden ser útiles para ayudar a los miembros a
trabajar sobre algunas de sus luchas y resistencias más profundas. La forma
de presentación de las técnicas a los clientes determina más los resultados
obtenidos que las técnicas en sí.

REFERENCIAS Y LECTURAS ADICIONALES


Atkinson, D. R., Morten, G., & Sue, D. W. (1993). Counseling American minorities:
A cross-cultural perspectiue (4th ed.). Madison, WI: Brown & Benchmark.
Atkinson, D. R., Thompson, C. E., & Grant, S. K. (1993). A three-dimensional
model for counseling racial/ethnic minorities. The Counseling Psychologist, 21
(2),257-277. *Clarkson, P., & Mackewn, J. (1993). Fritz Perls. London: Sage
Publications Ltd. Downing, J., & Marmorstein, R. (Eds.). (1973). Dreams and
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Gestalt therapy sessions. New York: Harper & Row. Fagan, J., & Shepherd,
I. (Eds.). (1970). Gestalt therapy now. New York: Harper &
Row (Colophon). *Feder, B., & Ronall, R. (Eds.). (1994). Beyond the hot seat:
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Francisco: Jossey-Bass. Latner J. (1973). The Gestalt therapy book. New York:
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*Passons, W. R. (1975). Gestalt approaches in counseling. New York: Holt, Rinehart
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(Note: In 1992,
published by Gestalt Joumal Press, Highland, NY).

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