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Retenciones IVA
Retenciones IVA
Sin embargo a todo lo anterior, la norma no incluye ningún supuesto para los casos en
los cuales los sujetos pasivos especiales tienen excedentes de créditos fiscales de tal
magnitud que haga técnicamente imposible descontar las retenciones practicadas, lo
que genera un activo por este concepto que aumenta de manera constante en el
tiempo.
En función a esto, considero que no debería existir un caso en el cual se deba retener
el cien por ciento (100%), sino por el contrario debería atacarse la fuente del
problema en cuanto a que los proveedores de bienes y servicios que contraten los
sujetos pasivos especiales deben ser fieles cumplidores del ordenamiento jurídico.
No tendrá ningún beneficio para el sujeto pasivo especial, practicar una retención de
IVA del cien por ciento (100%), pero a la vez contar con la imposibilidad de utilizar
la misma factura tanto para efectos del mismo IVA (como contribuyente) como del
ISLR, lo cual se traduce en un beneficio total para la Administración Tributaria.
Si nos comparamos con otras jurisdicciones, nos encontramos ante un trabajo más
complejo aún; sin embargo, es interesante ver casos como los de Argentina y
Ecuador, en los cuales tienen porcentajes de retención dependiendo si son bienes o
servicios, el caso de Colombia, donde el porcentaje de retención es de
aproximadamente el cincuenta por ciento (50%) y el caso de Perú que va en función a
la base imponible y no del IVA generado en la operación.
Lo que si vemos uniformemente es que los porcentajes no son tan elevados como el
caso venezolano y que además, la recuperación del mismo es más expedita. El caso
de Argentina, las retenciones no compensadas pueden ser utilizadas para extinguir
deudas tributarias de pleno derecho, lo que resulta más oportuno para los
contribuyentes y obviamente menos burocrático para la Administración Tributaria,
siempre reservándose la posibilidad de fiscalizar el correcto cumplimiento de los
extremos legales.
La doctrina y jurisprudencia en Venezuela ha sido consistente al hecho de que los
créditos fiscales líquidos y exigibles pueden ser dispuestos de pleno derecho; sin
embargo, para este caso puntual esas interpretaciones no han sido acogidas por la
Administración Tributaria.
Ya que tocamos el tema de la recuperación; ¿qué hacer con los excedentes?, ¿qué
hacer en una jurisdicción con controles de precios al público?, ¿cómo hacer para
seguir siendo eficientes bajo estas circunstancias?, ¿realmente la Administración
Tributaria recauda algo, que no está obligado a devolver posteriormente mediante los
mecanismos previstos en la norma?
Son muchas preguntas que trataremos de responder en las siguientes líneas, aún
cuando lamentablemente es poco probable que tenga una respuesta satisfactoria para
todas, o al menos para alguna.
Si los créditos fiscales de la entidad son superiores a los débitos fiscales, y por
consiguiente no tiene cuota tributaria a pagar y adicional a esto estuvo sujeta a
retención de impuesto al momento del pago, pues nos encontramos ante un caso bien
complejo si esto se vuele una constante en el tiempo.
Considero que para efectos del presente estudio no hace falta hacer una demostración
numérica; sin embargo, si una entidad de manera lícita revende un artículo gravado
en BsF 1.000,00, por el 12% de IVA, por el 75% de retención, veremos que el
adelanto que se hará mediante la retención será de BsF90,00. Ahora bien, la
interrogante es conocer con cuántos créditos fiscales esa entidad pudiese
cuantitativamente permanecer en un punto de equilibrio cero.
Una vez cuantificado, vemos que con unas compras gravadas equivalentes a
BsF250,00, que a su vez generen unos créditos fiscales de BsF30,00, el sujeto pasivo
no deberá pagar impuesto alguno, ni tendrá retención alguna no descontada
Ventas 1.000,00
En este sentido, fíjense que la venta de cada producto debería tener una rentabilidad
importante, para que pudiese generarse el efecto en el cual no se produzcan
excedentes de retenciones a ser compensadas en el futuro o en el peor de los casos, a
ser solicitada su aprobación para ceder o utilizar ante la Administración Tributaria.
Dado que la providencia actual tiene una predecesora, las solicitudes que comprendan
saldos acumulados de períodos anteriores a la entrada en vigencia de la Providencia
vigente, la Administración Tributaria deberá pronunciarse en un plazo no mayor de
90 días hábiles contados a partir de la fecha de recepción definitiva de la solicitud. A
la fecha, no me atrevo a aseverar que deben quedar pocos casos en los cuales aplique
la Providencia derogada.
Esto tendría sin duda alguna un efecto importante en el flujo de caja de la entidad,
teniendo contradictoriamente un activo en su estado de situación financiera que
pudiese doctrinal y jurisprudencialmente disponer de él para los fines fiscales.
¿Efectos? Muchos. En los estados financieros de los sujetos pasivos nos haremos una
pregunta una y mil veces: ¿Es recuperable? ¿En su totalidad? ¿En qué tiempo? ¿Debe
ser llevado a valor presente?
Ahora bien, no todo puede estar a espaldas de los contribuyentes. Obviamente nuestro
ordenamiento jurídico tributario, encabezado por el Código Orgánico Tributario
establece una serie de mecanismos que van en pro de dar la legítima defensa a toda
persona física o jurídica que haga actividades lícitas de negocio en el país y entre
ellas nos encontramos con la figura del Amparo.
Por último y no menos importante, el Artículo 304 reza que “si la acción apareciere
razonablemente fundada el Tribunal requerirá informes sobre la causa de la demora y
fijará un término para la respuesta no menor de tres (3) días de despacho ni mayor de
cinco (5), contados a partir de la fecha de notificación. Vencido el lapso, el Tribunal
dictará la decisión que corresponda dentro de los cinco (5) días de despacho
siguientes.
Así tenemos que los contribuyentes no están a la deriva en cuanto a sus derechos y de
allí toma protagonismo un precedente de mucha importancia sobre Amparo
interpuesto contra la demora incurrida por la Gerencia Regional de Tributos Internos
de Contribuyentes Especiales de la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), en resolver la solicitud de
recuperación de créditos fiscales producto de retenciones acumuladas del impuesto al
valor agregado soportadas.
Producto del análisis del caso, se concluyó que la Administración Tributaria había
incurrido en una demora injustificada en responder a las solicitudes realizadas),
causándole en razón de ello un perjuicio, dado que las declaraciones de impuesto
sobre la renta así como la relación de retenciones por concepto de impuesto al valor
agregado acumuladas hasta octubre de 2008, no habían podido ser compensadas
mientras la Administración Tributaria no haya dado respuesta a las peticiones de la
sociedad mercantil accionante.
El Tribunal ordenó al SENIAT dar respuesta a la empresa dentro de cinco (5) días
hábiles siguientes a la publicación del presente fallo y ordenó notificar al ciudadano
Superintendente Nacional Tributario del SENIAT, a los fines de que determine las
responsabilidades por la tardanza en dar respuesta a las solicitudes que han originado
la presente acción y decisión, sin que esta orden limite el cumplimiento de la
sentencia referida.
Este caso es muestra fiel de que nuestro sistema tributario cuenta con las herramientas
necesarias para lograr que los principios tributarios se apliquen de manera acertada y
oportuna y se honre de esta forma las mejores prácticas que debemos demandar como
ciudadanos.