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EugeniaMoli
na
Colección
Ciencias Sociales y Humanas
ESTEBAN BRIZUELA - RENÉ GALVÁN
(Coords.)

ORÍGENES DE LAS CATORCE PROVINCIAS


HISTÓRICAS

Prólogo de Sara Mata y epílogo de Gabriel Di Meglio


Las provincias son noticias : orígenes de las catorce provincias históricas /
Facundo Nanni ... [et al.] ; coordinación general de Esteban Brizuela ;
René Javier Galván ; prólogo de Sara Mata. - 1a ed. - Santiago del Estero :
Bellas Alas Editorial, 2022.
136 p. ; 29 x 21 cm. - (Ciencias Sociales y Humanas)

ISBN 978-987-4098-86-3

1. Historia Argentina. 2. Guerras de la Independencia. 3. Organismos Autónomos. I.


Nanni, Facundo. II. Brizuela, Esteban, coord. III. Galván, René Javier, coord. IV. Mata,
Sara, prolog.
CDD 982.023

Fecha de catalogación 09 de mayo de 2022


ISBN 978-987-4098-86-3

©2022 | BellasAlas Editorial


Edición general: Juan Víctor Rízolo Burgos
Diseño y maquetación: Eugenia Pacheco
Diseño de tapa: Jeremías Santillán
Diseño de caratulas de cada capítulo: Antonio Castiñeira
Foto de los autores: Ariel Jugo
Técnica y edición de videos: Ariel Jugo

BellasAlas Imprenta & Editorial


Avda. Belgrano (S) 1807 - CP 4200
Santiago del Estero, Argentina
bellasalas.sgo@gmail.com- Tel. 0385 4218478

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


ÍNDICE

ACERCA DE LOS AUTORES Y LAS AUTORAS..................................................... 7

PRÓLOGO........................................................................................................................... 11
Por Sara E. Mata

PRESENTACIÓN - ¿Por qué contar la historia de las “catorce provincias” sinte-


tizadas en la tapa de un periódico?................................................................................ 15

TRANSMISIÓN ESPECIAL - “Las provincias son noticia”................................ 17

Capítulo 1 - TUCUMÁN: Distinguir al glorioso pueblo.


Orígenes de la autonomía tucumana........................................................................... 21
Facundo Nanni

Capítulo 2 - SANTIAGO DEL ESTERO: El camino hacia la autonomía......... 29


Emanuel Antonio Barrientos

Capítulo 3 - CATAMARCA: En busca de la independencia de


la República del Tucumán............................................................................................... 37
Marcelo Gershani Oviedo

Capítulo 4 - Salta: Un proceso de institucionalización


signado por la guerra......................................................................................................... 45
Bárbara Aramendi

Capítulo 5 - JUJUY: Jaque mate a Salta, la autonomía provincial de 1834........ 53


Diego Citterio

Capítulo 6 - CORRIENTES: Rebelión, asonada y autonomía............................. 61


Milagros Belén Blanco

Capítulo 7 - ENTRE RÍOS: El conflictivo camino hacia la


provincia autónoma ......................................................................................................... 67
Mariana Pérez

Capítulo 8 - BUENOS AIRES: Las ventajas de una autonomía no buscada..... 75


Agustín Galimberti

Capítulo 9 - SANTA FE: De la independencia armada a la


dependencia económica................................................................................................... 83
Ignacio Martínez

Capítulo 10 - CÓRDOBA: ¡Renunció Díaz y Bustos es


el nuevo gobernador!........................................................................................................ 91
Agustín Rojas
Capítulo 11 - LA RIOJA: De la autonomía a la conformación de una
entidad política soberana ................................................................................................ 97
Alejandro Morea

Capítulo 12 - SAN JUAN: Una chispa encendida en Cuyo..................................... 107


Fabiana Puebla

Capítulo 13 - SAN LUIS: El nacimiento de una provincia cuyana...................... 115


Guillermo Genini

Capítulo 14 - MENDOZA: Los esfuerzos por conformar un orden


provincial.............................................................................................................................. 125
Eugenia Molina

EPÍLOGO - Provincias y nación.................................................................................... 131


Por Gabriel Di Meglio
ACERCA DE LOS AUTORES Y
LAS AUTORAS

Facundo Nanni Profesor Adjunto en las cátedras “Historia de


Catamarca” e “Historia del Noroeste Argenti-
Doctor en Historia desde el año 2011, di- no”, en las carreras Profesorado y Licenciatura
rigido por la Dra. Tío Vallejo y la Dra. Noemí en Historia. Presidente del Centro de Estudios
Goldman. Analizó la relación entre política y Genealógicos y Heráldicos de Catamarca y
opinión en el siglo XIX, observando circuitos miembro de número de la Junta de Estudios
comunicativos y deliberativos como la pren- Históricos de Catamarca.
sa, la legislatura, y los rumores, así como te-
máticas sobre construcción del estado-nación
argentino. Publicó en revistas nacionales e in- Bárbara Aramendi
ternacionales, y es autor de dos libros. Obtuvo
Profesora y licenciada en Historia por la
becas de organismos como Conicet, la Univer-
Universidad Nacional de Salta, doctora por la
sidad de Colonia (Alemania) y la Universidad
Universidad Nacional de Córdoba. Profesora
Sorbonne Nouvelle (Paris III). Enseña en la
Auxiliar de 1º en la cátedra de Historia Argenti-
Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
na I, Universidad Nacional de Salta, profesora
de la materia optativa “El estudio de la Historia
Emanuel Antonio Barrientos Argentina: fuentes y perspectivas historiográ-
ficas (período colonial y siglo XIX)”.
Es profesor en historia (I.S.P.P N 1), alumno
Participante, co-directora y directora de
avanzado de la Licenciatura en Historia de la
diversos proyectos de investigación abocados
Universidad Nacional de Santiago del Estero
al período colonial y siglo XIX en el NOA. Ha
y miembro de la Asociación Civil Santiague-
publicado artículos científicos en diversas re-
ña de Investigadores de Historia. Investiga y
vistas nacionales e internacionales.
escribe diversos temas de historia de Santiago
del Estero del siglo XIX, del cual tiene algunos
artículos. Fue distinguido en Buenos Aires en Diego Citterio
2019 por un trabajo educativo sobre la diver-
sidad y holocausto, y en el año 2020 obtuvo Es Profesor y Licenciado en Historia por la
el 2do lugar en el primer concurso de ensayos Universidad Nacional de La Plata. Se desem-
sobre la “Autonomía Provincial” con el traba- peña como Profesional Adjunto en la Carrera
jo “Santiago del Estero en la mira, hechos, su- de Personal de Apoyo de Conicet en el CIITED
cesos y descripciones particulares y curiosas, y como Profesor Adjunto Regular de la asigna-
que, en el siglo de la autonomía, retumbaron tura Historiografía en la carrera de Historia de
por fuera del terruño”. la Universidad Nacional de Jujuy.
Sus últimas publicaciones tratan sobre la
construcción de la cultura histórica e identidad
Marcelo Gershani Oviedo jujeña, también desarrolla tareas vinculadas al
Licenciado en Historia y Magíster en His- campo de la divulgación social de la historia
toria Regional Argentina (Universidad Na- participando en programas de radios, series
cional de Catamarca); Diplomado en Genea- televisivas y películas con contenido histórico.
logía y Heráldica (Universidad de San Pablo,
Tucumán). Docente-investigador en el De-
partamento Historia-Facultad de Humani-
dades-Universidad Nacional de Catamarca.
Milagros Belén Blanco Alejandro Morea
Es profesora y licenciada en Historia por Es Profesor y Licenciando en Historia por la
la Universidad Nacional del Nordeste y tesis- Universidad Nacional de Mar del Plata y Doc-
ta de la Maestría en Historia de la Universidad tor en Historia por la Universidad Nacional del
Nacional de Tres de Febrero. Actualmente se Centro de la Provincia de Buenos Aires. Es In-
desempeña como becaria doctoral del CONI- vestigador del CONICET en el Centro de Estu-
CET, con lugar de trabajo en el Instituto de dios Históricos de la Facultad de Humanidades
Investigaciones Geohistórica (IIGHI). Su línea de la UNMDP y se desempeña como docen-
de trabajo es la historia de familia a partir del te-investigador de la Facultad de Ciencias Eco-
seguimiento de dos casos particulares de Co- nómicas y Sociales de la misma universidad.
rrientes entre la segunda mitad del siglo XVIII Además, es profesor del Diploma de Posgrado
y primera del XIX. en Historia Pública y divulgación social de his-
toria de la Universidad Nacional de Quilmes.
Sus principales trabajos como historiador es-
Agustín Galimberti tán enfocados en el proceso revolucionario,
Es Profesor y Licenciado en Historia, Es- las guerras de la revolución y sus ejércitos, y
pecialista y Doctor en Ciencias Sociales por la la construcción de carreras políticas. Recien-
Universidad Nacional de Luján donde se des- temente publicó, por la editorial Prohistoria,
empeña como docente-investigador. Sus líneas el libro “El Ejército de la Revolución. Una his-
de investigación tratan sobre las dinámicas y toria del Ejército Auxiliar del Perú durante las
prácticas político-electorales y representativas guerras de independencia”.
desarrolladas en Buenos Aires entre fines del
siglo XVIII y la segunda mitad del siglo XIX.
Fabiana Puebla
Varios de sus avances han sido publicados en
revistas especializadas y libros colectivos. Prof. y Magister en Historia por la Univer-
sidad Nacional de San Juan, Becaria Doctoral
Co-financiada CONICET-UNSJ (2020/2025).
Ignacio Martínez Actualmente se desempeña como Profesora
Doctor en Historia. Es docente de Historia Titular de la Cátedra Historia Argentina I; y
Argentina I, en la carrera de Historia de la Uni- es investigadora del Instituto de Historia Re-
versidad Nacional de Rosario, e Investigador gional y Argentina “Héctor D. Arias” (FFHA-
del Conicet. Investiga sobre historia de la Igle- UNSJ). Directora del Programa Universitario
sia argentina en el siglo XIX. Es autor del libro de Investigación, vinculación y transferencia:
Una nación para la Iglesia argentina. Construc- Educación e Investigación histórica. Ha publi-
ción del estado y jurisdicciones eclesiásticas en cado artículos y capítulos de libros referidos a
el siglo XIX, Academia Nacional de la Historia, la historia de la prensa escrita local, como dis-
2013. positivo político y cultural del siglo XIX.

Agustín Rojas Guillermo Genini

Agustín Rojas es historiador y docente del Es Profesor y Magíster en Historia por la


nivel secundario en la provincia de Córdoba. Universidad Nacional de San Juan y Doctor en
Se ha titulado como Profesor, Licenciado y Historia de la Universidad Nacional de Cuyo
Doctor en Historia.  Actualmente  es Profesor (Mendoza). Profesor Titular de Historia Con-
Adscripto de la cátedra Introducción a la His- temporánea en la Universidad Nacional de San
toria de la Facultad de Filosofía y Humanida- Luis e investigador en la Universidad Nacional
des de la Universidad Nacional de Córdoba. Su de San Juan. Ha publicado libros y artículos
área de especialización es Historia de la Histo- académicos y de difusión histórica en Argen-
riografía y Teoría de la Historia. tina y el extranjero, vinculados a la historia re-
gional de Cuyo desde la perspectiva de la His-
toria Agraria y de la Historia Institucional.

Eugenia Molina
Doctora en Historia por la Universidad Na-
cional de La Plata, se desempeña como investi-
gadora independiente de CONICET y profeso-
ra titular de Historia Argentina I en la Facultad
de Filosofía y Letras (UNCuyo). Ha publicado
libros, artículos y capítulos, en Argentina y el
extranjero, vinculados a la configuración de la
estatidad en el Río de la Plata entre fines del
siglo XVIII y mediados del siglo XIX, desde la
perspectiva de una historia social de la justicia
y el gobierno.
PRÓLOGO
Por Sara E. Mata
ICSOH-CONICET-UNSa

Al principio se aparentó que Buenos Aires no


tomaría más voz que la que debiese tener otro
cualquiera Pueblo del Virreinato: más ya as-
pira hacerse obedecer como cabeza del Reino
(Cañete, 1810)1

Con estas palabras, Pedro Vicente Cañete


1
procedió de la Banda Oriental, cuyos repre-
planteaba, en los albores del movimiento re- sentantes en la Asamblea del Año XIII pusie-
volucionario iniciado en Buenos Aires en 1810, ron de manifiesto su irrevocable decisión de
el problema político más importante que atra- autonomía frente a Buenos Aires. Con anterio-
vesó toda la década revolucionaria tensionan- ridad, y en el seno de la frustrada Junta Grande,
do las relaciones entre Buenos Aires, capital también se habían realizado planteos premo-
del ex Virreinato del Rio de la Plata y las ciu- nitorios que aludían al derecho de cada ciudad
dades y jurisdicciones que integraban dicho de gozar de autonomía política, no solo frente
Virreinato. Si bien el jurista intentaba instar a Buenos Aires sino también ante las ciudades
a la desobediencia y no reconocimiento de la capitales de las gobernaciones intendencias.
Junta formada en Buenos Aires, planteaba si- De esta manera resurgían resquemores y dis-
multáneamente la diferencia existente entre la putas, originadas en la reorganización admi-
retroversión de la soberanía al pueblo o a los nistrativa borbónica, cuya resolución también
pueblos. En otras palabras, si ante la vacancia involucró a la relación con Buenos Aires que,
regia resultaba lícito, en la tradición política es- en no pocas ocasiones y con la finalidad de
pañola, que el pueblo o las cortes, reasumieran fortalecer el reconocimiento a su autoridad,
la soberanía en salvaguarda de los derechos alentó o propició la separación de las ciudades
del Rey. El ejercicio de este derecho no se en- sufragáneas de las ciudades capitales, tal como
tendía excluyente y es así que en la Península sucediera en 1814 al crear el Director Posadas la
se formaron numerosas juntas locales que se Provincia de Tucumán y la Provincia de Salta.
agruparon en la Junta Mayor de Sevilla, hasta Satisfacía de esta manera una vieja aspiración
su disolución ante el avance napoleónico y la de Tucumán de no depender de Salta, ciudad
instalación de la Regencia en San Fernando, con la cual en 1784 había disputado ser Capital
Cádiz. de la Gobernación Intendencia.
Si bien Buenos Aires intentó, al convocar El enfrentamiento con José de Artigas, líder
representantes de cada una de las ciudades de la movilización rural en la Banda Oriental,
que formaban el virreinato, integrar una Junta y el protagonismo ascendente de este sobre
Grande y legitimar así el movimiento iniciado Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, e incluso
en Buenos Aires, el pronto fracaso de este pro- en Córdoba, junto con el crecimiento tanto
yecto constituyó el germen de disputas políti- en Buenos Aires como en otras jurisdicciones
cas que atravesaron todo el período para final- del interior de las ideas federales, produjo una
mente eclosionar en 1819 y 1820 con el quiebre crisis profunda que determinó, en 1815, la de-
del poder central de Buenos Aires. cisión de realizar un Congreso General Cons-
El primero y más importante cuestiona- tituyente en una ciudad que no fuese Buenos
miento al poder centralizado en Buenos Aires Aires. La elegida fue Tucumán. Resulta suma-
mente importante no olvidar, en el contexto
1 “Proclama a los soldados del Perú”,Tacna, 13 de diciem-
de estas disputas políticas, la guerra que desde
bre de 1810, Pedro Vicente Cañete, Archivo General de
Indias (en adelante AGI) Sevilla, Charcas 584, documento el comienzo de la revolución y con la organi-
375. Pedro Vicente Cañete era un destacado jurisconsulto zación del Ejército Auxiliar del Perú, Buenos
de Charcas.
11
Las provincias son noticia

Aires impulsó con el objetivo de controlar a quía, fueron el detonante de la crisis directoral
las provincias disidentes del Alto Perú, que se y de la destitución de Pueyrredón. El despla-
negaron a reconocer a la Junta, solicitando al zamiento del Ejército Auxiliar, convocado por
Virrey Abascal retornar a la jurisdicción del Vi- Buenos Aires, para enfrentar a las fuerzas del
rreinato del Perú. litoral y la sublevación del mismo en Arequito
La guerra con el Ejército Real organizado a fines de 1819, abrió las puertas a lo que en
por Abascal tuvo como escenario en setiembre la historiografía argentina dio en llamarse, a
de 1812 a Tucumán y en febrero de 1813 a Sal- mi criterio de manera equívoca, la “anarquía
ta. Entre 1810 y 1815, tres expediciones de ese del año 20”, porque en definitiva esa llamada
Ejército Auxiliar sufrieron cruentas derrotas y “anarquía” no fue más que la ansiada y poster-
desde 1814, la movilización rural y la organi- gada declaración de autonomía de las ciuda-
zación militar de la provincia de Salta resul- des que constituían las Provincias Unidas del
tó clave en la contención de los avances de las Río de la Plata, es decir el desenlace previsible
fuerzas realistas o fidelistas, como sería más de un problema político iniciado diez antes, al
apropiado denominarlas. Se impone entonces cual la guerra y los liderazgos militares com-
preguntarse cuánto influyó esta militarización, plejizaron pero también retardaron en su ma-
que supuso el surgimiento de liderazgos mili- nifestación más plena.
tares locales, en esta disputa política por el re- Los trabajos reunidos en este libro hacen
conocimiento de autonomías locales frente a referencia precisamente a este proceso políti-
los anhelos hegemónicos de Buenos Aires. Una co, pero también militar, que dejando de lado
de las manifestaciones más notorias en estas en 1819-1820 a la guerra por la independencia,
circunstancias, fue la importancia que tuvo en propició la desmembración de jurisdicciones
1815, las reiteradas expresiones de autonomía políticas administrativas tales como la gober-
que se exteriorizaron en la elección de gober- nación de Cuyo o la de Tucumán, así como la
nadores, tal el caso de Salta, pero no solo de definición de autonomía de cada una de las
Salta, frente a la crisis directorial. ciudades y jurisdicciones que habían integra-
Fue precisamente en las resoluciones que do la Liga del litoral. Cada uno de los casos
se tomaron en el Congreso de Tucumán que estudiados minuciosamente por sus autores
Buenos Aires logró neutralizar el embate de nos revelan, por un lado, los conflictos intra
los grupos federales. La designación de Juan elites, el peso de la militarización y los desve-
Martín de Pueyrredón como Director Supre- los y preocupaciones de una dirigencia que no
mo, el apoyo al proyecto sanmartiniano y la lograba acordar un proyecto de organización
designación de Manuel Belgrano al frente del política en momentos en que las ideas repu-
Ejercito Auxiliar del Perú, ofrecieron un nuevo blicanas tambaleaban ante el fortalecimiento
espacio político favorable al poder central de de la monarquía en Europa y las posibilidades
Buenos Aires con la excepción de las provin- de instalar una en Buenos Aires o en Lima. Es
cias del litoral. En efecto, tanto Córdoba como preciso también considerar, en el clima polí-
Salta se alinearon con el proyecto de Pueyrre- tico de la época, el retorno de la constitución
dón y de San Martín y el Ejército Auxiliar del liberal en España que propiciaba proyectos de
Perú quedó definitivamente instalado en Tu- pacificación de los territorios de ultramar que
cumán como reaseguro de la obediencia a contemplaban la autonomía de las jurisdiccio-
Buenos Aires. nes virreinales en el contexto de la Monarquía
Hispana.
El éxito de la campaña libertadora de San
Martín en Chile y la trascendente defensa del Y en este contexto político y militar, ya que
territorio salto jujeño lograron tan solo poster- la guerra continuaba en los Andes y en la Gran
gar la crisis. El traslado del Congreso a Buenos Colombia, la crisis del poder central en Buenos
Aires en 1817 y la sanción de una constitución Aires y las declaraciones de autonomía política
en 1819, que no solo establecía un fuerte po- de catorce provincias requiere considerar tan-
der central en Buenos Aires, sino que incluso to los rasgos que comparten como aquellos que
posibilitaba el establecimiento de una monar- las diferencian. Tal como muy bien lo demues-

12
Orígenes de las catorce provincias históricas

tran los artículos dedicados a estas provincias, tas en disputas internas de liderazgos ante el
resulta interesante observar por una parte el declive político de José de Artigas, resuelven
actual noroeste argentino, donde entre 1820 y constituirse en provincias autónomas, proce-
1821 proclamaron su autonomía Santiago del so en el cual Buenos Aires también recorrerá
Estero y Catamarca separándose de Tucumán, idéntico camino, con las ventajas que obvia-
en un proceso que reúne características que las mente le ofrece el puerto de Buenos Aires, de
identifican y que revelan los conflictos que las vital importancia para el comercio ultramari-
caracterizaban desde hacía tiempo en su de- no.
pendencia con Tucumán. Salta, como bien se Para concluir me interesaría señalar que,
plantea en el capítulo que a ella se refiere, no en todos los casos, estas nuevas entidades po-
proclamó ninguna autonomía, sino que debió líticas intentaron institucionalizar formas de
actuar autónomamente en virtud de estas di- gobierno representativas, dictaron Reglamen-
fíciles circunstancias que la hicieron partícipe tos y disposiciones, organizaron sufragios e
de los conflictos que agitaban a Santiago del incluso intentaron sancionar constituciones.
Estero, Tucumán y Catamarca. El quiebre de la Buenos Aires, unos años después intentó cen-
relación con Buenos Aires significó para el go- tralizar nuevamente el poder durante el go-
bernador Güemes la pérdida del apoyo políti- bierno de Martín Rodríguez y de su secretario
co necesario para cumplir con la organización Bernardino Rivadavia, pero estuvo obligada a
del Ejército de Observación que le solicitaba reconocer la autonomía de las provincias en
San Martín con la finalidad de avanzar hacia el las elecciones de sus gobernantes así como
Alto Perú, en tanto él enviaba a Juan Antonio también solicitar su aprobación, cuando algu-
Álvarez de Arenales a la Sierra peruana con el nas de las decisiones tomadas en Buenos Aires
plan de cercar a las fuerzas realistas. El envío comprometían al resto de las provincias, tal
de emisarios reales a Salta para negociar con como lo demuestra la firma de la Convención
Güemes la pacificación, y la oposición crecien- Preliminar de Paz firmada por Rivadavia con
te de la elite a su gobierno, precipitó su muer- los emisarios de la corona española en 1823.
te y la firma de un armisticio con las fuerzas En esa ocasión, desde Buenos Aires se giró a
realistas. La firma de ese armisticio constituyó cada una de las provincias el mencionado tra-
un gesto claro de autonomía provincial. Final- tado solicitando su aprobación, para finalmen-
mente pasaría más de una década para que Ju- te entablar en Salta las conversaciones entre el
juy concretara su anhelo de autonomía. representante del Virrey La Serna y el delega-
Córdoba por su parte muestra su singula- do porteño.
ridad. La simpatía de la dirigencia cordobesa La importancia de estos sucesos que dieron
en 1815 con José de Artigas y las posibilidades origen a la formalización de provincias autó-
que ofrece el retorno de Bustos y sus fuerzas nomas, incluida Buenos Aires, torna absolu-
a la ciudad luego de la disolución del ejérci- tamente meritorio el esfuerzo investigativo
to Auxiliar, a fines de 1819, sellan el destino de realizado por los autores de cada uno de los
Córdoba y su autonomía política. capítulos de este libro, que sin perder riguro-
Sumamente interesante es el proceso, inte- sidad y haciendo gala de una mirada renova-
ligentemente analizado, por el cual San Juan y da de uno de los temas más transitados de la
San Luis disuelven sus vínculos políticos con historiografía argentina, ofrecen al lector in-
Mendoza, de una manera mucho menos con- teresado, pero también a la comunidad aca-
flictiva que la transitada por Tucumán. Pero démica, la posibilidad de repensar estos años
donde también la militarización y sus líderes, proyectándolos hacia este presente en el cual
al igual que los sucesos que tuvieron lugar en persisten las tensiones entre las provincias y
1815 y 1816 facilitaron la configuración de es- Buenos Aires.
tas nuevas unidades político-administrativas.
Finalmente, las provincias del litoral, atrave-
Salta, marzo de 2022
sadas durante más de una década por la guerra
y el enfrentamiento con Buenos Aires, envuel-

13
PRESENTACIÓN
¿Por qué contar la historia de las
“catorce provincias” sintetizadas en la tapa de
un periódico?
Por Esteban Brizuela y René Galván

En los últimos años la investigación histórica ha sugerido que el proceso fue mucho más rico, y que jun-
to al papel de Buenos Aires las provincias contribuyeron de forma decisiva a gestar la Argentina moderna
Eduardo Míguez, Los trece ranchos, (2021)

Érase una vez catorce provincias en Argen- minar de manera rigurosa lo que sucedió? Esa
tina, y no veinticuatro como son ahora. Aun- pregunta y muchas más son las que nos hici-
que en realidad, cuando eran catorce, en las mos con un grupo de investigadores de toda
primeras décadas del siglo XIX, no podíamos la Argentina.
hablar de “la Argentina” tal cual la conocemos Junto a un colega y amigo de Tucumán, el
hoy. Ni su territorio, ni su diseño institucional, doctor Facundo Nanni, hicimos una lista de
ni el funcionamiento de su economía eran los especialistas de cada una de las provincias para
de la actualidad. convocarlos con esta propuesta. Los invitamos
Lo cierto es que esas catorce provincias y, con entusiasmo, se sumaron. Formamos
nacieron aproximadamente hace doscientos un equipo de historiadores e historiadoras,
años. En Santiago del Estero celebramos, en la mayoría pertenecientes al Consejo Nacio-
2020, los doscientos años de nuestra autono- nal de Investigaciones Científicas y Técnicas
mía (1820-2020). Y resulta que Catamarca lo (CONICET) y con cátedras en sus respectivas
celebró en 2021. Ambas fechas especiales se universidades nacionales, con un objetivo cla-
dieron en el contexto de pandemia, lo que qui- ro. Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca,
tó espesor a los festejos. Jujuy, Salta, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Ai-
Sin embargo, cuando decidimos ampliar la res, Sante Fe, Córdoba, La Rioja, San Luis, San
mirada y analizar más allá del norte del país, Juan y Mendoza estaban representadas.
encontramos que todas aquellas catorce pro- Por lo tanto, ya sabíamos qué hacer. Que-
vincias tuvieron similitudes en su camino de ríamos narrar los procesos de nacimiento de
nacimiento institucional. Ahí fue que decidi- estas jurisdicciones ocurridas aproximada-
mos, desde Santiago del Estero, poner en mar- mente entre 1810 y 1834 (ponemos el corte en
cha este proyecto. La idea era preguntarnos 1834 porque en ese año Jujuy, la última de las
cómo fue este proceso en las demás jurisdic- catorce provincias, se separó de la Goberna-
ciones. ción de Salta). ¿Cómo surgieron aquellas pro-
Desde que emergió la idea del proyecto nos vincias que fueron firmantes del Acuerdo de
preguntábamos cómo llamar al proceso de San Nicolás y luego de la Constitución?, era la
separación de las provincias de unidades po- pregunta fundante.
líticas mayores. ¿Autonomía? ¿independencia? La siguiente pregunta era cómo contar es-
¿institucionalización? Es decir, cuando Santia- tas historias de manera atractiva. No quería-
go del Estero o Catamarca se separaron de la mos que fueran ponencias frías como las que
República del Tucumán, o cuando Corrien- se socializan en congresos y jornadas de espe-
tes se separó de la República de Entre Ríos, o cialistas en Historia. Entonces, se nos ocurrió
cuando Jujuy se separó de la Gobernación de que cada investigador se pusiera en lugar de
Salta, o cuando San Luis y San Juan se sepa- un periodista, o más bien de editor de un pe-
raron de Mendoza… ¿cómo debíamos deno- riódico. La consigna era imaginar cómo un

15
Las provincias son noticia

diario hubiera narrado la noticia de la auto- primer día del noticiero contó con la presencia
nomía o independencia de su provincia. ¿Qué del vicegobernador de la provincia, Dr. Carlos
diría este titular? Es cierto, estaba el miedo al Silva Neder y el rector de la Universidad Na-
anacronismo, porque en la mayoría de estas cional de Santiago del Estero, Ing., Héctor Paz,
jurisdicciones aun no había diarios o revistas quienes tuvieron palabras generosas para esta
a comienzos del siglo XIX. Igualmente, deci- iniciativa.
dimos jugar este juego, siempre tratando de Lo que vino después del noticiero fue pen-
respetar el contexto de época. sar los detalles del libro que queríamos hacer.
Así nació y tomó forma el proyecto “Las Cada uno de lxs investigadores debía aportar
provincias son noticia”. Éramos dos coordina- un texto corto en el que narrara por escrito lo
dores junto a catorce historiadores e historia- que ya había sido contado los días de transmi-
doras, con el soporte visual de una tapa de dia- sión de “Las provincias son noticia”.
rio ficticia, frente al desafío de contar de qué Decidimos que el orden de los textos res-
manera su provincia logró su autonomía. O su petara el orden de exposición del noticiero
independencia. O institucionalización. que hicimos en abril del año pasado. Y como
Luego de saber qué queríamos hacer y de un bonus track que nos enorgullece, contamos
qué manera queríamos transmitir el conteni- a modo de prólogo y de epilogo los aportes
do, vino la etapa de pensar la financiación del de dos grandes historiadores: Sara Matta y
proyecto. Fue entonces cuando nos pusimos Gabriel Di Meglio, respectivamente. Nuestro
en campaña para lograr un financiamiento en agradecimiento por la voluntad de quienes
donde lo público y lo privado pudieran conju- son dignos representantes de la historiografía
garse para solventar un proyecto cultural que más interesante de los últimos años.
involucraba a varias provincias argentinas. A Por último, queremos decir que el proyecto
los auspicios de la Vicegobernación, de la Cá- nos llevó a pensar en qué unió y qué diferenció
mara de Diputados y de la Universidad Nacio- a estos procesos históricos vividos en las pri-
nal de Santiago del Estero (UNSE) se sumaron meras décadas del siglo XX. Y así actualizamos
los aportes de empresas privadas y organiza- la vieja pregunta de cómo integrar en un relato
ciones de la sociedad civil que colaboraron nacional la realidad diversa de cada una de las
para que “Las provincias son noticia” se hiciera provincias. Nuestro aporte fue este. Espera-
realidad. mos que sirva como una manera de renovar
las maneras de narrar nuestra historia.
Noticiero por Youtube y libro
Siempre tuvimos en la cabeza poder hacer Santiago del Estero, marzo de 2022
un libro con todos estos aportes. Y los lectores
hoy lo tienen en sus manos. Sin embargo, pre-
viamente a la publicación, decidimos experi-
mentar con transmisiones especiales por You- diferentes líneas de acción vinculadas con la divulgación
tube. Hicimos un programa con formato de histórica en el marco de la proximidad del Bicentenario de
la Autonomía Provincial (2020) y del Bicentenario del Pacto
noticiero, con dos conductores (Angélica Arias de Vinará (2021), dos episodios clave de la conformación
y Ernesto Picco), en donde los historiadores e de Santiago del Estero. El propósito principal del proyecto
fue poner en agenda y visibilizar la rica y apasionante his-
historiadores del proyecto debían contar, en
toria local.
diez minutos cada uno, cómo nació su provin- Entre las actividades realizadas se pueden destacar: char-
cia utilizando la tapa ficticia de un periódico las en donde se mezclaba la intervención del conferencista
con música en vivo (ciclo “Cantando historias”), columnas
como soporte de la explicación. en Radio Universidad (92.9) que luego se convirtieron en
Los días 28 y 29 de abril de 2021 fueron las programas (“Viñetas de nuestra historia”), segmentos en
el noticiero de Canal 7 (“Nadie me lo contó. Historias de
transmisiones, a través del canal de Youtube de Santiago del Estero”) destinado a narrar pequeñas histo-
nuestro proyecto de divulgación histórica2. El rias interesantes del pasado local y diálogos abiertos al pú-
blico en los que se buscaba vincular la historia con otras
2 “#200 años de historia” se titula el proyecto coordina- disciplinas (la literatura, la pintura, las ciencias políticas,
do desde 2015 por los docentes e investigadores Esteban etc.). Estas fueron algunas de las iniciativas que se motori-
Brizuela y René Galván. En el mismo se implementaron zaron desde este proyecto de divulgación.
16
Transmisión especial
“LAS PROVINCIAS SON NOTICIA”

Ernesto Picco y Angélica Arias, conductores en la transmisión especial

Enlaces de Youtube en el canal #200 años de Historia Santiago del Estero

Día 1: 28 de abril de 2021 Día 2: 29 de abril de 2021


https://www.youtube.com/watch?v=pwVlk- https://www.youtube.com/watch?v=Q-
BUYNkA&t=5570s 4FUBG-4eRY&t=4485s  

17
Capítulo 1 - Tucumán
Distinguir al glorioso pueblo.
Orígenes de la autonomía tucumana
Facundo Nanni

Si bien la antigua voz “Tucumán” designaba la Plata, Gervasio Posadas procedía a dividir
en tiempos coloniales a un amplísimo terri- en dos al amplio territorio de la antigua Inten-
torio que incluía a 7 de las 14 provincias his- dencia de Salta del Tucumán (1782-1814). Por
tóricas, el origen institucional de la provincia un lado, quedaría conformada la Provincia de
de Tucumán encuentra su fecha fundante en Salta, que en su versión ahora reducida com-
un Decreto del 8 de octubre de 18143. En dicho prendería a Salta, Jujuy, Orán, Tarija y Santa
documento normativo, el entonces Director María. En el mismo acto, nacía la Provincia de
Supremo de las Provincias Unidas del Río de Tucumán, que integraría a la ciudad de San
3 Esta es la noticia que se refleja en la tapa del periódico Miguel de Tucumán y su campaña, y a los lin-
ficticio que antecede a este artículo, cuyo nombre es, ju- dantes pueblos de Santiago y Catamarca, que
gando con un término que se usaba en la época, “El Ber-
nabeísta”

Plano de Tucumán

21
Las provincias son noticia

posteriormente en 1820 y 1821 lograrían su Para poder entender los procesos de insti-
propia autonomía. tucionalización de cada estado-provincial, hay
La provincia de Tucumán creada en 1814 que articular entonces dimensiones a veces vis-
tenía una serie de objetivos o fundamentos tas en forma aislada como la militarización, los
que explican su nacimiento. Tal como han procesos electivos basados en el principio de
señalado trabajos para Tucumán como los de la soberanía popular, el incipiente caudillismo,
Gabriela Tío Vallejo, y los de Sara Mata para entre otros fenómenos que hay que observar
Salta, es necesario ubicar que el poder central en conjunto con el desarrollo de instituciones
radicado en Buenos Aires pretendía ahora des- que dieron lugar a las surgentes provincias, to-
membrar unidades territoriales para su mejor mando en cuenta un espacio rioplatense con
administración. Las gobernaciones intenden- límites todavía difusos.
cia de origen borbónico por su extensión eran El territorio de esta provincia hacia 1814, de
difíciles de gobernar, superiores a la capacidad unos 300.000 kilómetros cuadrados, implica-
de recorrerlas a caballo para pensar en los tér- ba una jerarquía de ciudades, cuya estructura
minos comunicativos de la época. La partición centralizada de poder provocaría la posterior
de Salta del Tucumán en 1814 para obtener separación de Santiago y Catamarca, cuestio-
dos espacios diferenciados buscaba según la nando su sometimiento a la capital ubicada en
expresión textual del Director Supremo que San Miguel de Tucumán. Desde el año que dio
“jefes condecorados y expertos puedan consagrar nacimiento a la provincia de Tucumán hasta la
exclusivamente y con menos obstáculos todo su celo separación de Santiago (1820) y Catamarca
a la reparación de los quebrantos.” (1821), las instituciones que tuvieron la respon-
La interesante argumentación que figura en
el decreto nos refiere por un lado a los líderes o
gobernadores-caudillos como Bernabé Aráoz,
y a su capacidad o incapacidad de control te-
rritorial. Utilizando además la muy figurativa
mención a los quebrantos, el documento nos
evoca también una dimensión muy humana
y, dramática en relación con la revolución y la
guerra. La elite gobernante era consciente de
los esfuerzos bélicos y acerca de la experiencia
de la vida/muerte en los ejércitos, tan central
en los pueblos del norte y tan creciente como
dimensión de análisis en la historiografía es-
pecializada del período. No podemos enten-
der la dimensión política de la década de 1810,
ni la mentalidad colectiva si desconocemos el
impacto que tuvo la vivencia de ver morir a
allegados en los campos de batalla, conocer la
frustración, el temor y también la gloria mi-
litar, aspectos que también son plausibles de
ser investigados y enseñados. Es por eso que
en el decreto figuraba también la necesidad de
“distinguir de algún modo al glorioso pueblo del Tu-
cumán que ha rendido tan señalados servicios a la
patria”. Es decir que, entre otros fundamentos,
el alcance del nuevo status político para Tucu-
mán era entendido como un premio o recono-
cimiento por su participación en el proceso de Retrato de Bernabé y símbolos de
revolución y guerra. la República

22
Orígenes de las catorce provincias históricas

sabilidad de gobernar Tucumán fueron princi- El peso de la guerra en el norte. San


palmente el Cabildo de San Miguel y su élite Miguel de Tucumán y el Ejército
urbana, en conjunto con el primer goberna-
dor, el hacendado y hombre de armas Bernabé Tal como lo han indicado especialistas en la
Aráoz. Ellos dispusieron las medidas políticas, temática (Ramón Leoni Pinto, Alejandro Mo-
administrativas y fiscales que fueron causando rea, Alejandro Rabinovich, Paula Parolo, entre
resistencia, incluso fogueando los imaginarios otros), San Miguel de Tucumán transformó su
y los ánimos en los Cabildos de Santiago y Ca- fisonomía entre 1811 y 1819 por la acción ar-
tamarca. Los primeros intentos autonomistas mada y la reverberación en cada aspecto de
en Santiago se remontan a abril de 1815, es de- su vida cotidiana. No se trata de temáticas que
cir apenas algunos meses después de haberse solo reúnan el interés de una historia local o de
conformado la provincia de Tucumán, aunque una memoria de cuño conservador. Se trata en
su Acta de Autonomía se concretó 5 años des- cambio de temas de amplio interés que deben
pués, recién el 27 de abril de 1820. observarse sin tener en cuenta los límites terri-
toriales actuales, ni las referencias identitarias
Las tensiones y acuerdos entre pueblos fue-
presentes. En cambio, debemos imaginarnos
ron parte de la dinámica de los procesos de
la propia indefinición de la época y las alter-
institucionalización de las provincias, y fueron
nativas políticas de un panorama político zig-
forjando facciones que incluían a sus élites ur-
zagueante, con espacios que no corresponden
banas, pero también a sus pobladores urbanos
con los actuales.
y rurales, atravesando geografías, paisajes y
extracciones sociales. Así como antes de 1814 Historiadores e historiadoras de diferentes
existían disputas de interés entre San Miguel procedencias y espacios académicos se han in-
de Tucumán y Salta, por ser la primera subor- teresado en los pueblos del norte a principios
dinada a la segunda, en el período 1814-1820 del siglo XIX, por la fuerte vinculación que tu-
el Cabildo de Tucumán fue objeto de aireados vieron con la movilización militar. La historia-
cuestionamientos desde Santiago y Catamar- dora francesa Geneviève Verdo encontró cier-
ca, quienes fueron madurando sus procesos tos paralelos entre la región norte y la región
de antagonismo y separación. Esta descripción de Cuyo, que tuvieron un vigoroso peso en la
del cuadro general de la situación nos conduce guerra, con fuertes trasformaciones para su
a preguntarnos quién fue Bernabé Aráoz (re- población. La presencia del Ejército Auxiliar
cuadro), y cuál fue la trayectoria político-mili- del Perú fue determinante para un territorio
tar que lo condujo a aquel liderazgo que pron- de San Miguel elegido como principal ámbito
to se hallaría enfáticamente cuestionado. Y de acampamiento, al haberse entrenado en sus
en una dirección similar reseñar brevemente alrededores y al haber combatido estas fuerzas
cuáles fueron los aportes de la región a la re- en el Campo de las Carreras en septiembre de
volución y a la guerra, aspectos que ayudan a 1812, en una de las batallas más decisivas para
entender el fundante decreto de 1814. frenar los avances del ejército del rey. Solo por
dar un ejemplo, una fábrica de fusiles funcio-
En síntesis, respetando las mejores tradi-
nó en San Miguel de Tucumán por aquellos
ciones académicas es importante desaconsejar
años y llegó a emplear a más de 50 vecinos de
que los procesos de formación de provincias
diferente procedencia social.
sean interpretados desde nociones un poco
extemporáneas como la “identidad” de cada El peso de un ejército que en ocasiones su-
pueblo (muy difusas por entonces), así como peraba las dos mil personas, en una ciudad
tampoco conviene anclarse únicamente en la que apenas superaba las 4 mil almas, dinami-
acción de los lideres o primeros gobernadores, zó la economía con el costo de desgarrar sus
sino más bien en complejos procesos políticos tejidos sociales. En una ciudad que respiraba
y militares de la primera década revoluciona- olor a pólvora, florecían también los rumores,
ria. descontentos y desgastes que he tratado de
documentar en algunos trabajos personales.
Críticas y rebeldías contra Manuel Belgrano,

23
Las provincias son noticia

contra la presencia del ejército en la ciudad Aquel año de 1814 encontramos en suelo tu-
y en general contra la causa revolucionaria se cumano a Manuel Belgrano cediendo el man-
hacían sentir en los territorios septentrionales, do del ejército a San Martín. Además de verlos
y no terminaron de apaciguarse aun cuando el recorrer juntos las iglesias y calles de la ciudad,
triunfo en la Batalla de Tucumán contribuyó a podíamos percibirlo articulando la defensa
fortalecer el apoyo patriota. con los infernales de Güemes, y ultimando con
El fragmento del decreto que menciona la ingenieros franceses la creación de una Ciuda-
necesidad de “distinguir de algún modo a Tu- dela defensiva para contener cualquier avan-
cumán”, refería precisamente al esfuerzo de ce realista. Manuel Dorrego, José María Paz,
vestir, armar y alojar a hombres que provenían Lorenzo Lugones, también hacían propia una
en su mayoría de zonas portuarias como Bue- ciudad que los albergaba, iniciando algunos
nos Aires y Montevideo, aunque algunos mi- de ellos alianzas matrimoniales y accediendo
les de ellos eran también oriundos de Tucu- a solares de tierras que hacían más conforta-
mán o de pueblos cercanos. Algunas historias ble su larga estancia. El afincamiento, el cruce
de vida traían bajo sus espaldas una geografía de geografías y biografías diversas, otorgaba a
más extensa, como se observa en algunos eu- la ciudad y sus alrededores un verdadero flujo
ropeos de experiencia napoleónica que reca- humano que nos invita a abstenernos de pen-
yeron en suelo norteño, muchos de ellos con sar a Tucumán proyectando la geografía y la
una notable experiencia en disciplinas como identidad actual.
la agrimensura, la matemática, las técnicas de Circulaban por el espacio tucumano hom-
guerra, la ingeniería, entre otros conocimien- bres y mujeres provenientes de distintos cli-
tos teórico-prácticos. Los primeros planos de mas y orígenes étnico-culturales, aspecto que
la ciudad se los debemos a hombres como Phi- luego se profundizará al ser sede del Sobera-
lippe Bertrés4, con estricta formación en el Po- no Congreso. El caleidoscopio social incluía
litécnico de París. a sectores amplios, si tenemos en cuenta que
el Regimiento de Infantería N°7 (de libertos,
negros y mulatos) fue ampliado por San Mar-
tín en su paso por Tucumán. Se incorporaron
esclavos de Córdoba, se trasladaron para allí a
otros contingentes de antiguos esclavos perte-
necientes a otros regimientos, y se los entrenó
para tener una actuación destacada al año si-
guiente en Sipe-Sipe, sumándose algunos de
ellos a la campaña sanmartiniana en Chile y
Perú.
San Miguel de Tucumán continuó tenien-
Libro de Facundo Nanni sobre los tiempos do un rol central en el proceso rioplatense de
del Congreso de Tucumán revolución y guerra, aspecto que incluso se
profundizará en 1816 cuando sea casi el espa-
Sin descuidar entonces la importancia de la cio central en la toma de decisiones, por alber-
ciudad de Salta que fue el principal núcleo ur- gar al Soberano Congreso además de Ejército.
bano en tiempos tardo-coloniales en el norte, Luego de tener a Buenos Aires como espacio
posteriormente el calor del fuego en la ciudad de locación de los poderes centrales desde
que honraba al arcángel San Miguel, la había 1810 (la Junta, los Triunviratos, etc.), la expe-
constituido como último espacio de retaguar- riencia tucumana durante todo el año 1816 fue
dia, transformando el equilibro regional y al- dinámica y sugerente, pero al año siguiente
terando las definiciones jurisdiccionales. el Congreso se trasladó a la ciudad portuaria,
como protegiendo en su propio seno la mar-
cha revolucionaria.
4 También esta noticia sobre este agrimensor francés se
refleja en la portada de “El Bernabeísta”.
24
Orígenes de las catorce provincias históricas

EL BERNABEÍSMO COMO el 24 de septiembre, en un clima festivo en


PRIMERA FACCIÓN PROVINCIAL. UNA el que se recordaba a la Virgen de la Merced
y al triunfo militar ocurrido ocho años antes
DÉCADA DE PODER
en la Batalla de Tucumán. Fue pomposa en
(1814-1824). sus símbolos y exultante en sus proclamas.
Miembro de una familia antigua afincada Escudo y monedas propias, comunicados de
en el sur del espacio tucumano, se había des- gobierno y otros impresos que circulaban en
tacado en la defensa de Buenos Aires duran- los pueblos que pretendían ser integrados,
te las invasiones inglesas. En 1812 fue parte se sumaban a la audacia de un bernabeís-
principal de la decisión de detener la retira- mo que era criticado con expresiones que
da del ejército patriota y enfrentar a la avan- se burlaban de la “Repúdica de Tucumán”,
zada española en Tucumán. Las batallas de y que lo acusaban de no colaborar con la
Tucumán y Salta le darían gran notoriedad, guerra y con el conjunto de las provincias
acercándose a la figura de Manuel Belgrano. rioplatenses. En 1824, asediado en el juego
Años después, en 1814, estos méritos serían de facciones locales y adversario de Martín
de peso a la hora de ser nombrado primer Miguel de Güemes y de Juan Felipe Ibarra,
gobernador de la flamante provincia de Tu- es fusilado un 24 de marzo en el muro sur de
cumán. Sus credenciales militares fueron la Iglesia de Trancas, en el límite entre Tucu-
rubricadas por las pomposas alabanzas de mán y Salta.
Belgrano y San Martín, apoyo que se suma-
ba al hecho de que ya se desempeñaba desde
el 4 de abril de dicho año como gobernador
intendente de Salta del Tucumán, siendo un
hacendado y hombre de armas con redes
que se extendían más allá de San Miguel.
Con el decreto del 8 de octubre de 1814
quedaba establecida la Provincia de Tucu-
mán, y el primer día de diciembre el Ca-
bildo le tomaba juramento como primer
gobernador, con un mandato de 3 años, es-
tablecidos por el propio Directorio. En 1817,
entregaba su puesto al catamarqueño Mota
Botello. Sin embargo, luego del golpe de
noviembre fue convocado para un segundo
mandato, accediendo sobre bases diferentes
para su poder y creando una República de
Tucumán. Esta vez su elección provino de
la mano de una asamblea de cabildantes,
necesitados de una autoridad con sustento
popular y militar. Bajo estos requisitos, era
Aráoz quien sumaba el poder y la popula-
ridad entre las poblaciones de la campaña
y sus milicias. La República de Tucumán de
1820 puede ser entendida como una forma
de darle un nuevo orden político institucio-
nal a la provincia creada en 1814, incluyen-
do todavía a Catamarca y a Santiago. Una
Constitución, la primera de nuestra provin-
cia, otorgó cuerpo y forma a dicha Repúbli-
ca: dictada el día 18 y jurada acaloradamente

25
Las provincias son noticia

Bibliografía de consulta
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independencia, Sevilla, Ed. Diputación de Sevilla.
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NANNI, Facundo y MOREA, Alejandro (2020). “A city transformed by the army.
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PERALTA PUY, Héctor (2021). Claves de la autonomía de Santiago del Estero. Ed.
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la primera mitad del siglo XIX. Rosario, Prohistoria Ediciones.
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mán.
VERDO, Geneviève (2006). L’indépendance argentine entre cités et nation: 1808-
1821. París, Publications de la Sorbonne.

26
Capítulo 2 - Santiago del Estero
El camino hacia la autonomía
Emanuel Antonio Barrientos

El 27 de abril 1820 la Asamblea Electoral se gua Provincia de Salta del Tucumán, pasando
reúne y declara formalmente la independen- Santiago del Estero junto a Catamarca a de-
cia de Santiago del Estero de la provincia de pender directamente de Tucumán, provincia
Tucumán, asumiendo de esta manera plenos con la cual ya había tenido conflictos de larga
derechos de soberanía sobre su territorio de data. De esta forma no solo los lazos políti-
la mano de su primer gobernador Juan Feli- cos estaban unidos a las decisiones de Bernabé
pe Ibarra5. La sujeción de Santiago del Estero a Aráoz, gobernador intendente a partir del 1 de
San Miguel de Tucumán y la furibunda ración diciembre, sino también las cuestiones eco-
de los santiagueños no es entendible sin antes nómicas relacionadas a la caja tucumana. El
comprender algunos sucesos importantes que descontento de los santiagueños se hacía sen-
van preparando el “camino de la autonomía”. tir a tal punto de reclamarle al Directorio que
La Revolución de mayo de 1810, de la cual “no tuvimos un día más amargo que aquel aciago en
Santiago del Estero se adscribe alborozada- que se estableció Tucumán en cabeza de provincia
mente, presenta cambios muy importantes y se nos sometió a este gobierno”. Sin embargo, la
en la dinámica del antiguo Virreinato: Buenos política nacional dio un vuelco al producirse
Aires, su antigua capital, se alzará como la her- la revolución de Fontenzuelas y dimitir en el
mana mayor con la potestad absoluta del man- cargo el Director Supremo Carlos de Alvear.
do político y militar en las gobernaciones a lo La cadena de mando y legitimidad de Bernabé
largo de esos años de guerra. De esta forma Aráoz se había roto, y los santiagueños veían la
la participación de las ciudades sufragáneas oportunidad de luchar por un gobierno pro-
como Santiago del Estero, que dependía for- pio. En este contexto podemos encontrar los
malmente de la gobernación de Salta de Tucu- primeros planes para independizar al territo-
mán desde 1782, no tendrán voz en las decisio- rio de Santiago del Estero, que podemos divi-
nes centrales de la revolución, y estarán atadas dir en 3 intentos: del capitán Pedro Domingo
a las capitales de gobernación y las diferentes Isnardi y en dos oportunidades el teniente co-
formas de institucionalidad del poder central. ronel Juan Francisco Borges.
El capitán Pedro Domingo Isnardi, santia-
gueño, ocupaba el cargo de teniente de go-
La sujeción santiagueña y los prime- bernador desde el 11 de enero de 1815. Ante la
ros intentos autonomistas caída del poder central y el descontento de la
Entre 1814-1816 se suceden varios hechos dependencia tucumana decide, junto a varios
que determinarán los antecedentes funda- participantes más, producir una revuelta con
mentales para la autonomía santiagueña años armas y no acatar las directivas desde Tucu-
después: la desatinada política centralista por- mán. Sin embargo, el intento separatista falló
teña en prejuicio de Santiago del Estero y el ante la inminente designación del nuevo Di-
afloramiento de las ideas federales provenien- rector Supremo, Álvarez Thomas, y los prin-
te de la Banda Oriental y el litoral en algunos cipales participantes que actuaron por varios
patriotas santiagueños. La primera estaba de- días en la cuidad huyen, algunos de los cuales
terminada por la sanción del Directorio el 8 de fueron apresados y llevados a San Miguel por
octubre de 1814 de la segregación de la anti- directivas de Bernabé Aráoz. Domingo Isnar-
5 En la tapa del periódico ficticio “La Soberanía”, que
di argumentaba al Director que “el pueblo de
acompaña este artículo, se trata de reflejar uno de los frag- Santiago no debe estar sujeto a la intendencia del
mentos de aquella histórica declaración autonómica de Tucumán (…) que siendo Tucumán un pueblo el más
Santiago del Estero.
29
Las provincias son noticia

escaso en toda clase de recursos y que nunca puede tiempo después se da un “abrazo con el gober-
suministrarle al de Santiago lo que necesite”. Las nador Aráoz en presencia de nuestro Director”, en
voces santiagueñas no fueron escuchadas y el palabras de Borges a Güemes, como signo de
5 de mayo la Junta de Observación sanciona reconciliación. A pesar de todo en su vuelta
“El Estatuto Provisional para la Dirección y Admi- a Santiago del Estero, Borges decide el 10 de
nistración del Estado” manteniendo a Santiago diciembre volver a arremeter contra la máxi-
dependiendo de Tucumán y actuando un te- ma autoridad tucumana al llamarlo “malvado
niente de gobernador designado por el mismo que no pierde ocasión de incomodar a todo hombre
Director Supremo. de bien” y toma las armas junto a los capitanes
En el mismo sentido le sigue el santiague- Lorenzo Lugones, Lorenzo Goncebat y Pedro
ño teniente coronel Juan Francisco Borges, Pablo Montenegro. Este hecho es tomado por
hombre que había abrazado la causa de la re- el Congreso como un acto de perturbación del
volución desde el inicio y a quien se le debe la orden y la tranquilidad pública, y estará mar-
creación de los “Patricios Santiagueños”, fuer- cado por el final trágico del patriota santiague-
za que actuó heroicamente en la lucha por la ño al ser capturado y fusilado sin juicio previo
independencia. Borges intentó en dos oportu- por comandante Gregorio Aráoz de Lamadrid
nidades tomar el gobierno y producir defini- el 1 de enero de 1817 en la estancia de Santo
tivamente la separación. El primer intentó lo Domingo, departamento Robles, por orden
llevó a cabo el 4 de septiembre de 1815 contra del General Belgrano y cumpliendo las direc-
el teniente de gobernador adicto a Bernabé tivas del Congreso Nacional.
Aráoz, Tomás Juan de Taboada, con la inten-
ción de nombrarse gobernador popular y ser
Juan Felipe Ibarra y la Autonomía san-
reconocido por el Directorio, a manera como
tiagueña
lo hizo su amigo Miguel de Güemes en Salta.
Sin embargo, la falta de apoyo de los capitula- El año 1820 resultará ser un año decisivo
res determinó su fracaso, conjuntamente con para el federalismo de las Provincias Unidas y
el envío de tropas de Tucumán para conte- para la definición de las territorialidades pro-
ner al “díscolo” que fue enviado preso a San vinciales. Los sucesos nacionales como la su-
Miguel. Borges logra escapar y huir a Salta; blevación de Arequito (8 de enero) y la Batalla
de Cepeda (1 de febrero) le dieron el golpe final
al centralismo porteño al caer el Directorio y
el Congreso Nacional. De esta manera se rom-
pía la cadena de mando y legitimidad creada
hasta ese momento, entre las cuales se encon-
traba la dependencia santiagueña. En ese con-
texto el gobernador Bernabé Aráoz, que había
vuelto al mando de la gobernación el 12 de
noviembre de 1819, pensó en una nueva estra-
tegia capaz de seguir manteniendo su influen-
cia sobre los territorios que había puesto a su
disposición. Esta estrategia era la realización
de una “República del Tucumán” que creaba
un nuevo derecho de sumisión por parte de
Tucumán a las provincias de Santiago del Es-
tero y Catamarca. Para tal fin, mandó las in-
formaciones al Cabildo para la convocatoria a
elecciones en vistas de elegir los diputados que
integrarían el Congreso. Las elecciones se lle-
Teniente coronel Juan Francisco Borges, varon a cabo en el mes de marzo y estuvieron
mártir precursor de la autonomía marcadas por la intensificación de presiones

30
Orígenes de las catorce provincias históricas

políticas y militares cuyo denominador en co- esperado el pueblo con este hecho escandaloso me lla-
mún era favorecer candidatos adictos a la polí- mó (…) y no siéndome posible desatenderme por más
tica tucumana y alejar la tendencia separatista tiempo de sus justos clamores me puse en movimien-
o autonomista de algunos vecinos. Momentos to hasta esta ciudad”. Con el apoyo de la campa-
de violencia, amenazas y fraude se vivieron ña santiagueña y tropas enviadas por el federal
tanto en la campaña como en la cuidad duran- Estanislao López, Ibarra entró a la ciudad el
te esos días electorales bajo las directivas del 31 de marzo logrando derrotar a Echauri y los
capitán Francisco María de Echauri, que res- suyos. Bajo la euforia popular y en presencia
pondía directamente a Aráoz: desde tropas ar- de los representantes de las jurisdicciones de
madas en el pabellón de la sala electoral hasta Santiago reunidos en Asamblea se lo nombró
amenazas a electores contrarios al oficialismo. teniente gobernador político y militar interi-
Esta situación representaba el hartazgo de los no, conjuntamente con la renovación de un
santiagueños, que decidieron llamar en auxilio nuevo cuerpo del Cabildo ordinario. De esta
al comandante de la frontera de Abipones, el forma Juan Felipe Ibarra se trasformará en el
coronel Juan Felipe Ibarra. Ibarra era una per- héroe y defensor de la autonomía santiagueña,
sonalidad con fuerte presencia y autoridad en incorporando a la provincia bajo el signo fede-
la provincia, habiendo participado en la lucha ral, tal como lo expresa el cabildo al informar
por la independencia en batallas importantes al General Artigas días después: “este pueblo ha
como la de Tucumán y Salta, Manuel Belgrano entrado en el pacto de la Federación”.
lo había tenido en cuenta por su desempeño El temor del nuevo gobierno era la posi-
y fidelidad para ocupar en el año 1817 la co- ble reacción militar de Bernabé Aráoz, que le
mandancia de frontera al sur de la provincia. informa a Ibarra que por ahora no avanzará
En un contexto diferente a sus antecesores, sin con las tropas. Ibarra por lo pronto se encar-
una autoridad central que lo reprima y con un ga a través de varias cartas de anoticiar a los
fuerte apoyo popular y capitular, se determina gobernadores de Buenos Aires y Córdoba de
a avanzar desde el sur. Ibarra expresa que “des- los hechos pasados, procurando pedir a Bus-
tos su intervención en procura de paz. El 10
de abril Tucumán lanza un manifiesto con el
fin de reprochar la actitud separatista santia-
gueña y afirmar la subordinación a Tucumán,
en cuyas palabras se pueden leer afirmaciones
como: “alucina deplorable grado de creerse capaces
de entrar por vosotros mismos en un gobierno Fede-
ral”. Esto será respondido de manera contun-
dente el 17 de abril en el “Manifiesto del gobierno
y Cabildo de Santiago del Estero a los pueblos Fe-
derados” con un claro argumento del Derecho
Público en defensa la retroversión de la sobe-
ranía al pueblo de Santiago del Estero por la
caída del gobierno central, y la falta de un nue-
vo contrato de asociación que establezca su
sometimiento a la vecina provincia. Conven-
cidos de sus derechos y en vista de formalizar
la independencia de Tucumán, el 27 de abril
de 1820 se reúne nuevamente la Asamblea y se
firma el “Acta y Manifiesto de la Asamblea electoral
del territorio de Santiago del Estero” (Acta de Au-
tonomía) en donde se declara la jurisdicción
“uno de los territorios unidos de la Confederación
El caudillo y primer gobernador
del Rio del Plata”, cuyo artículo 2 expresa que
Juan Felipe Ibarra

31
Las provincias son noticia

lación. El 28 de diciembre Belgrano escribe


sobre la persecución de Bustos y Lamadrid
hacia Borges en Santiago del Estero al de-
cir que “iban persiguiendo aquel traidor y
perturbador del orden, que huía vergonzo-
samente acompañado de unos pocos” y en
comunicación a Güemes luego del fusila-
miento lo anoticia que “Borges fue preso y ya
pagó sus delirios”. Posteriormente tanto los
oficiales y la tropa que actuaron en aquellas
jornadas fueron distinguidas por el director
Antiguo Cabildo de la ciudad de Santiago
Supremo Pueyrredón como “los restaura-
del Estero
dores del orden”, lo mismo hizo Belgrano
“no reconoce otra soberanía ni superioridad sino la con los integrantes del Cabildo santiagueño
del Congreso de nuestros Coestados que va a reu- al premiarlos con una medalla de oro con el
nirse”. Esto significaba la ruptura formal de lema “amor al orden”.
los lazos políticos, territoriales y económicos
que unían forzosamente a Santiago del Estero,
asumiendo la provincia plenos derechos sobe-
ranos sobre su territorio. Al mismo tiempo se
eligió a Juan Felipe Ibarra como gobernador y
capitán general de la provincia. Si bien siguió
una fuerte reacción militar por parte de Tucu-
mán, entre cuyas reacciones Ibarra define a su
gobernador como “antiamericano”, el tratado
de Vinará del 5 de junio de 1821 sellará la paz
entre las provincias hermanas y reafirmará el
derecho conquistado de los santiagueños.

LA ORDEN DE BELGRANO Y LA
MUERTE DE BORGES.
A pesar de que las intenciones de Juan
Francisco Borges estaban dirigidas a la se-
paración de la jurisdicción de Santiago del
Estero de Tucumán, para el Congreso Cons-
tituyente y el general Manuel Belgrano era
una aventura digna de una traición. Prin-
cipalmente porque la lucha con los realis-
tas seguía en un punto crítico en el norte y
uno de los principales bastiones del ejército
se encontraba justamente en Tucumán. El
intento autonomista de Borges resultó para
Belgrano un “trastorno” en plena lucha por
la independencia, tal como lo hace saber a
Güemes.
A pesar de algunas versiones en la histo-
riografía santiagueña de un supuesto indul-
to de Belgrano que no llegó, lo cierto es que
la convicción de Belgrano de hacer pagar el
delito al máximo culpable no admitió vaci-
32
Orígenes de las catorce provincias históricas

Bibliografía de consulta
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Las provincias son noticia

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34
Capítulo 3 - Catamarca
En busca de la independencia de
la República del Tucumán
Marcelo Gershani Oviedo

Ante el panorama generado a partir de la


a Catamarca y Santiago del Estero a obedecer
caída del Directorio y la disolución del Con-
o “…podrá bien haceros sentir la superioridad
greso en febrero de 1820, y con el propósito de
de sus fuerzas hasta traeros al conocimiento
aumentar su gravitación, el Jefe del Ejército
de vuestros deberes”. Ante tal amenaza, Cata-
Auxiliar del Norte, Juan Bautista Bustos, invitó
marca, sin mayores fuerzas para sostener sus
a las provincias a reunirse en Córdoba en Con-
aspiraciones, se somete temporariamente, y
greso General Constituyente. Por otra parte,
envía como diputados a José Antonio Olmos
en el Tratado del Pilar, firmado en febrero de
de Aguilera y al presbítero Pedro Ignacio Acu-
1820 a consecuencia de la Batalla de Cepeda,
ña. Santiago del Estero, en cambio, no acata
impuesto a Buenos Aires por los vencedores,
la intimidación y, desligándose de Tucumán,
Francisco Ramírez y Estanislao López, se esta-
proclama su autonomía el 27 de abril de 1820.
blecía como sistema de gobierno la Federa-
ción, y se convocaba a un Congreso Nacional
que debía reunirse en el Convento de San Lo- Una consulta necesaria
renzo, en Santa Fe.
Cuatro días antes, el 23 de abril, Cisneros
La invitación de Bustos llegó a Tucumán an-
había escrito nuevamente a Bustos. Le infor-
tes que la del Tratado del Pilar. También con la
ma de la invitación recibida de Aráoz para un
idea de asegurar su influencia, Bernabé Aráoz,
Congreso en Tucumán y efectuada con poste-
gobernador de Tucumán, se apresura a invitar
rioridad a la que formulara Bustos. Confiesa
a Catamarca y Santiago del Estero, que forma-
que no sabe si Catamarca debe concurrir a la
ban parte de la provincia que gobernaba, para
asamblea tucumana o a San Lorenzo, enten-
que envíen representantes a un Congreso que
diendo que ambas cosas eran incompatibles.
se realizaría en San Miguel de Tucumán, antes
“Catamarca no quiere otra cosa que obrar con
de que se reuniera el Congreso General, a fin
el parecer de Vuestra Señoría. Por eso hemos
de tratar la cuestión del gobierno que debía re-
instruido a nuestros diputados que, hasta con-
gir a la provincia interinamente.
seguir el contesto de Vuestra Señoría traten de
Los federales de Catamarca comienzan a
excusar toda discusión que diga separación o
hostigar al entonces teniente de gobernador
unión estrecha con el Tucumán”. Finalizaba
Nicolás de Avellaneda y Tula, que es derroca-
la carta formulando tres preguntas: “Primero
do. El Cabildo designó entonces en ese cargo
y esencial, si Catamarca es pueblo libre y sin
a José Pío Cisneros quien, en vista de la invita-
dependencia de Tucumán, y si debe declararlo
ción de Aráoz, escribe a Bustos el 5 de marzo
como Santiago lo declaró; si deberá o no reti-
de 1820 para felicitarlo por la sublevación de
rar sus diputados en la inteligencia que Santia-
Arequito y solicitando consejos sobre qué ha-
go no envió los suyos; si deberá o no proceder
cer, dejando ver una secreta aspiración a des-
a la elección del Representante que ha de sa-
ligarse de Tucumán. Quizás sospechándolo, y
lir para San Lorenzo, aunque no coincida con
como su invitación tardaba en ser contestada
ello lo que se resuelva en Tucumán”. Como se
por Catamarca y Santiago del Estero, provin-
ve, Cisneros buscaba el apoyo de Bustos para
cias en donde iba tomando cuerpo la idea de
llevar adelante la Autonomía de Catamarca.
la autonomía, Bernabé Aráoz da un enérgico
Pero el caudillo cordobés contesta el 1 de mayo
manifiesto el 10 de abril con el que presiona
37
Las provincias son noticia

con una larga carta, bastante evasiva, aunque 1820, por un movimiento revolucionario que
con un concepto claro sobre las condiciones encabezaba el coronel José Manuel Figueroa
para la existencia efectiva del federalismo en Cáceres, quien asume el gobierno. El 31 del
las provincias. Allí le decía que Catamarca po- mismo mes, Bernabé Aráoz designa teniente
día enviar representantes a Tucumán y a San gobernador de Catamarca al coronel Feliciano
Lorenzo y que “un territorio para considerarse de la Mota Botello. Pero sólo seis meses más
libre debe tener todo lo necesario para consti- tarde, el 3 de marzo de 1821, lo desaloja Juan
tuirse civil, eclesiástica y militarmente; de lo José de La Madrid, cuñado de Aráoz y porta-
contrario debe depender de otros, y entonces dor de un nombramiento expedido también
ya no es libre…dígame Usted si Catamarca se por las autoridades de Tucumán. Para some-
halla en aptitud de ser un país independien- ter a Bernabé Aráoz, el general Güemes invade
te”. Y agrega Bustos: “No me traiga Usted por Tucumán y Catamarca, donde el 30 de marzo
ejemplo a La Rioja y Santiago. Yo estoy per- se depone a La Madrid, y desliga a Catamarca
suadido que estos pueblos en nada menos han de la subordinación a Tucumán. Güemes de-
calculado que en las cargas que les espera”. seaba convocar un Congreso, que se reuniría
en la propia ciudad de Catamarca. Finalmente,
se designa un Triunvirato para que se encargue
del gobierno de Catamarca. La reacción del
presidente de la República de Tucumán, ante
todos esos sucesos, fue enviar una división a
Catamarca, que ordenó al Cabildo catamar-
queño que reconociera a Nicolás de Avellane-
da y Tula en calidad de teniente de goberna-
dor, en nombre de la República de Tucumán.
El presbítero Agustín Colombres, cura párroco
de Piedra Blanca (Catamarca) y primo herma-
no de Bernabé Aráoz, es designado represen-
tante de Catamarca ante el Presidente de la
República del Tucumán.

El debate Cisneros-Bustos fue clave en el


proceso de declaración de la Autonomía de
Catamarca

En Tucumán se reúnen solamente los di-


putados de esa provincia y los catamarqueños,
Pedro Ignacio Acuña y José Antonio Olmos de
Aguilera, quienes, el 17 de mayo de 1820, in-
auguran la Asamblea con el doble carácter de
constituyente y legislativa; y, después de dic-
tar varias leyes, sanciona el 6 de septiembre de
1820 la Constitución de la República Federal
de Tucumán.
El debate Cisneros-Bustos fue clave en el
Pero los ánimos estaban exaltados. José proceso de declaración de la Autonomía de
Pío Cisneros fue derrocado el 26 de agosto de Catamarca

38
Orígenes de las catorce provincias históricas

Hacia la “Nueva Provincia de Cata- rado la Autonomía de Catamarca6. En la mis-


marca” ma sesión, y para evitar mayores conflictos, se
ratificó en el Gobierno a Nicolás de Avellaneda
Pero el problema se evidencia el 24 de agos- y Tula, hasta ese momento teniente de gober-
to de 1821 cuando se deben conferir poderes nador, a quien se le recomendaba velar por el
al diputado Gregorio José González, que había orden y la seguridad del territorio.
sido electo para representar a Catamarca en el
Tiempos de enfrentamientos sobrevinie-
Congreso de Córdoba. Surge el conflicto refe-
ron a la Autonomía. El gobernador Avellaneda
rido a si era compatible que Catamarca tuviese
y Tula se fugó a La Rioja en marzo de 1822 y
representantes en la República del Tucumán y
su cargo fue ocupado por Eusebio Gregorio
Ruzo, quien fuera calificado como el “ideólo-
go de la Autonomía”. Refiriéndose al proceso
autonómico, Ruzo escribió que “el país quedó
dividido en tantas facciones cuantas familias te-
nía”. Manuel Soria afirma que el nuevo gober-
nador, comprendiendo la importante misión
que desempeñaba, “trabajó en el sentido de que
la Provincia entrara de lleno en una era de paz y de
instituciones”.
Ruzo se resistió en un principio a hacerse
cargo del gobierno, pero sus aliados, e incluso
los adversarios, le brindaron adhesión y con-
fianza. “Aunque Ruzo era federal, llamó a colaborar
en las tareas gubernamentales a ciudadanos de to-
das las tendencias políticas”. Dice Soria que, con
justicia, puede incluirse a Ruzo “en la nómina

Nicolás de Avellaneda y Tula, primer gober-


nador de la Catamarca autónoma

en el Congreso que se convocaba en Córdoba.


Es la voz de Eusebio Gregorio Ruzo, promotor Firma de Eusebio Gregorio Ruzo, segundo
de la Autonomía, la que se escucha y entonces gobernador de Catamarca
se decide discutir el tema de la dependencia de
Catamarca al gobierno de Tucumán. Se con-
voca un cabildo abierto para las tres de la tarde de los grandes gobernadores que ha tenido nuestra
del día siguiente, 25 de agosto. provincia”. Durante su gobierno, se organi-
zó la primera legislatura y se dictó, en 1823,
Se reúnen más de cincuenta vecinos y de-
el Reglamento Constitucional “para la Nueva
claran que el Pueblo de Catamarca era tan li-
Provincia de Catamarca”, que habría de ser el
bre como todos los demás y que podía, lo mis-
soporte jurídico de la provincia de Catamarca
mo que cada uno de ellos, usar de sus regalías
hasta 1855.
y derechos y que, en ejercicios de estas atri-
buciones, disolvía la unión y dependencia que
por medio de sus diputados había contraído 6 En un título a modo de proclamación, esta es la noticia
que se refleja en el periódico ficticio “Diario del Valle” que
con la República del Tucumán. Se había decla- acompaña a este artículo
39
Las provincias son noticia

Hemos visto que Eusebio Gregorio Ruzo


proviene de una familia con presencia políti-
ca de varias décadas en el Valle de Catamarca,
la de Acuña. Su abuelo Francisco perderá el
poder a partir de 1810 cuando los cargos que
poseía fueron repartidos entre dos exponentes
del bando revolucionario: Feliciano de la Mota
Botello y Nicolás de Avellaneda y Tula. Pero los
Acuña no fueron desplazados definitivamente
del poder, sino que varios hijos de Francisco
accederán a cargos legislativos, judiciales y eje-
cutivos en los años siguientes. De hecho, algu-
nos de ellos formaron parte del equipo de go-
bierno de su sobrino Eusebio Gregorio Ruzo,
que murió en 1827, mientras ejercía su tercera
gestión al frente de la flamante provincia de
Catamarca.
Así se dieron los primeros pasos en el tránsi-
to de la ‘ciudad de San Fernando de Catamarca
y su jurisdicción’, como dicen los documentos
fundacionales, a convertirse en la Provincia de
Catamarca. La ‘Nueva Provincia de Catamar-
ca’, a la que alude el Reglamento Constitucio-
nal de 1823, empezaba a ser una realidad.

QUIÉN FUE EUSEBIO RUZO


Eusebio Gregorio Ruzo nació en el seno
de una de las familias más poderosas de Ca-
tamarca desde la segunda mitad del siglo
XVIII, la de los Acuña. Desde 1773 su abue-
lo Francisco de Acuña ocupaba espacios de
poder. Entre los tíos de Ruzo ubicamos al
doctor Tadeo Acuña, quien firmó el acta de
la declaración de Autonomía el 25 de agosto
de 1821. Antes de la Autonomía, Tadeo ha-
bía integrado, con el apoyo de Güemes, el
Triunvirato que administró el poder en Ca-
tamarca.

40
Orígenes de las catorce provincias históricas

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41
Capítulo 4 - Salta
Un proceso de institucionalización signado
por la guerra
Bárbara Aramendi

La Revolución de mayo de 1810 y la trans- el gobierno de la Provincia afrontando una


formación del Virreinato en las Provincias prolongada guerra de guerrillas.
Unidas del Río de la Plata, derivó en una larga La elección de Güemes como gobernador
guerra. Uno de los resultados de ese cruento y se produjo en un momento en el cual el siste-
complejo proceso fue la fragmentación de las ma directorial en Buenos Aires atravesaba una
jurisdicciones políticas y administrativas im- crisis política. El Director Supremo, Carlos
plementadas por los borbones y la emergencia María de Alvear, había caído en abril de 1815 y
de otras nuevas durante la primera mitad del esto propició la discusión sobre la continuidad
siglo XIX. Para comprender la situación de la de los lazos que unían a las ciudades del anti-
Intendencia de Salta debemos considerar su guo virreinato a la capital. En ese contexto el
posición estratégica entre el litoral atlántico y cabildo salteño designó a Güemes como go-
el Perú, circunstancia que la convertiría en te- bernador, a partir de la presión que ejercieron
rritorio de vanguardia tanto para el Ejército sus fuerzas militares movilizadas y sin la parti-
Auxiliar del Perú organizado por Buenos Aires cipación de la autoridad central ni de los cabil-
como para el Ejército Real del Perú que desde dos de las demás ciudades de la provincia, lo
Lima defendía los derechos de España en que generó una disputa, sobre todo con Jujuy.
América del Sur. Para afirmar su poder sobre esta ciudad Güe-
mes nombró a los tenientes de gobernador
que tenían a su cargo el gobierno de la ciudad
El papel de Martín Miguel de Güemes
y su jurisdicción.
y “sus gauchos”
En octubre de 1814, por disposición del Di-
rector Supremo de las Provincias Unidas, la In-
tendencia de Salta del Tucumán fue fragmen-
tada. Se creó la Provincia del Tucumán que
comprendía las jurisdicciones de las ciudades
de Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja
mientras que la Provincia de Salta quedó com-
puesta por las jurisdicciones de las ciudades
de Salta, Jujuy, Orán, Tarija y el territorio de
Humahuaca. Desde la ciudad de Salta, a partir
de ese año y hasta su muerte, Martín Miguel
de Güemes fue quien lideró la resistencia a las
fuerzas realistas que de manera reiterada inva-
dieron el territorio salto-jujeño. Logró mante-
ner e incitar la movilización rural de amplios
sectores sociales, que, a través de jefes locales,
en su mayoría medianos y pequeños produc-
tores, participaron activamente en las milicias Intendencia de Salta del Tucumán
y en los cuerpos de línea que creara al asumir

45
Las provincias son noticia

La designación de Güemes por parte del ca- altoperuanas arruinaron a muchos comercian-
bildo implicaba que esta institución se había tes y en el ámbito rural los propietarios se vie-
arrogado facultades que hasta ese momento se ron perjudicados por la exención del pago de
reconocían como propias de las autoridades arriendos a favor de los gauchos mientras se
de Buenos Aires y por eso fue interpretado encontraban en acción de guerra. Durante la
como demostración del ejercicio soberano de gestión de Güemes se sucedieron varios com-
los pueblos. Sin embargo, Güemes se pronun- plots y conspiraciones, episodios que eviden-
ció siempre por mantener la unión de las pro- ciaban la oposición al gobernador que crecía
vincias del Río de la Plata. tanto en Salta como en Jujuy.
El poder de Güemes se fue minando pro-
gresivamente. El retiro del Ejército Auxiliar
del Perú desde Tucumán y la crisis política en
Buenos Aires con la caída de Juan Martín de
Pueyrredón como director supremo y su re-
emplazo por José Rondeau enfrentaron al go-
bernador con serias dificultades para contener
el descontento interno y la amenaza realista.
Estas dificultades se agravarían aún más con la
disolución del Directorio que dejaría sin apo-
yo político y económico al proyecto de orga-
nización de una fuerza militar que desde Salta
avanzara hacia el Alto Perú en apoyo a la cam-
paña de José de San Martín en el Perú.
En mayo de 1821 Güemes atravesaba un di-
fícil momento: tenía una fuerte oposición in-
terna encabezada principalmente por comer-
ciantes que controlaban al cabildo con fuertes
apoyos en Jujuy y avanzaban los ejércitos rea-
listas que contaban con adherentes en la pro-
vincia. En ese contexto decidió avanzar contra
el gobernador de Tucumán, Bernabé Aráoz,
quien impedía el paso de ganado y bastimen-
tos enviados hacia Salta por otras provincias.
La ausencia de Güemes fue aprovechada por
Martín Miguel de Güemes
sus enemigos que decidieron destituirlo, aun-
que sin demasiada fortuna ya que cuando el
Entre 1811 y 1816 el Ejército Auxiliar sufrió gobernador retornó, sofocó la “Revolución
sucesivos fracasos en el Alto Perú lo cual les del comercio”. Ante su presencia, las milicias
otorgaría a las milicias salteñas un rol prota- que habían apoyado a los sediciosos lo reco-
gónico en la contención de las tropas realistas nocieron nuevamente. Sin embargo, el 7 de
en su avance hacia Tucumán, territorio en el junio una partida realista al mando del general
cual el ejército porteño habría de permane- Pedro Antonio de Olañeta, ingresó a la ciudad
cer acantonado hasta 1820. A lo largo de esos de Salta consiguiendo herir al gobernador que
años la región fue tomada varias veces por las fallecería diez días después7.
fuerzas realistas y la relación de Güemes con
los cabildos de Salta y Jujuy fue compleja, en
especial por la imposición de empréstitos y
por extensión del fuero militar del que goza-
ban sus tropas. Las contribuciones forzosas y
la prohibición del comercio con las provincias 7 Este es el episodio que elegimos ponderar en la tapa del
periódico ficticio “Punto Rojo”, que antecede a este artículo.
46
Orígenes de las catorce provincias históricas

El proceso de institucionalización había quedado en manos realistas) y los respec-


tivos curatos rurales bajo el nombre de Junta
Luego del asesinato de Güemes los comi- Provisional que debía dictar una constitu-
sionados de los cabildos de Salta y Jujuy, junto ción y elegir luego al gobernador propietario.
con los de Olañeta firmaron un armisticio que Como primera medida se abocó a la sanción
fijó la inmediata elección de un gobernador. de un Reglamento referido a la organización
Estos sectores de la elite salteña y jujeña debie- de los tres poderes redactado por el diputado
ron arbitrar los medios para institucionalizar Facundo de Zuviría; aunque el propósito de la
a la nueva provincia que se sumaba así al con- Junta era de elegir el gobernador se postergó la
cierto de las otras que se habían organizado elección hasta tanto se aprobara el proyecto de
políticamente de manera independiente. Esto Constitución Provincial.
selló el destino político de la provincia pues se
El Reglamento fue un cuerpo de leyes de
inició un complejo proceso de institucionali-
carácter netamente reglamentario y provisio-
zación, cuyo origen, en las circunstancias de la
nal, con una marcada indefinición acerca del
guerra y no en un movimiento contrario a las
alcance jurídico en referencia al espacio te-
autoridades centrales, marcó la particularidad
rritorial. Luego de la sanción del Estatuto, se
respecto de las demás. Al firmarse en julio de
estableció la Junta Provincial donde residió
1821 el armisticio se estableció cuáles serían
la soberanía de la nueva Provincia y en la que
los territorios que quedarían bajo el mando de
estaban representados todos los territorios de
los ejércitos reales y cuáles dentro de la nueva
la naciente entidad política. Esta Junta debía
provincia. A la imprecisión en cuanto a esta-
reunirse cada dos años y tuvo como principal
blecer límites se sumó la indefinición en la re-
propósito la elección de gobernador. A su vez,
ferencia a jurisdicciones y espacios con lo cual
ella nombraba una Junta Permanente que se
no quedaba clara la naturaleza y alcance de la
reunía de forma continua para tratar asuntos
nueva entidad política a la que se daba origen.
ordinarios.
Días después de la firma del acuerdo, se re-
unieron en Salta los diputados representantes
de Salta, Jujuy y Orán (Tarija no participó pues

Caballería gaucha

47
Las provincias son noticia

La persistencia del poder de las mili- de la Junta de Representantes y José Francisco,


cias gauchas jefe de milicias en la Frontera del Rosario.
Desde 1824 gobernó la provincia un des-
La elección de José Antonino Fernández
tacado protagonista de la guerra de indepen-
Cornejo, antiguo adversario de Güemes, como
dencia, el general Juan Antonio Álvarez de
Gobernador de la provincia, atizó los enfren-
Arenales. Aliado a los sectores rivadavianos de
tamientos con las milicias rurales, que un mes
Buenos Aries que abogaban por un gobierno
después ingresaron a la ciudad asaltando las
fuertemente centralizado constituyó a Salta
propiedades de los principales referentes del
en un puntal del “proyecto unitario”. Durante
gobierno provincial. Esta fue una de las mues-
su gestión tuvo que lidiar con la oposición de
tras de que, a pesar de la muerte de su líder, los
los adeptos de Güemes y con la presencia en
gauchos y sus oficiales siguieron detentando
la provincia del exiliado gobernador tucuma-
durante años un factor de poder que las elites
no Bernabé Aráoz. Su gobierno sufrió suerte
no pudieron desactivar.
parecida a la de Fernández Cornejo, ya que
Consecuencia inmediata de este levanta- una rebelión apoyada por las tropas gauchas

Vista de Salta

miento fue el reemplazo de Cornejo por al- lo derrocó e impuso como gobernador nueva-
guien con mayores apoyos entre los jefes mi- mente a José Ignacio Gorriti. Así estos aconte-
litares alzados. Así fue nombrado José Ignacio cimientos determinaron el exilio de Arenales
Gorriti, quien fuera jefe militar de confianza en Bolivia.
de Güemes y respetado por los jefes adictos al
Entre 1827 y 1831 gobernaron la provincia
extinto gobernador. Contribuyó también a su
sucesivamente José Ignacio y Juan Ignacio Go-
elección la influencia política y militar ejerci-
rriti, que adscriptos a la causa unitaria siguie-
da por sus hermanos, Juan Ignacio, integrante
48
Orígenes de las catorce provincias históricas

ron el destino del exilio en Bolivia luego de


que un levantamiento en la frontera del Rosa-
rio liderado por el jefe de milicias, Pablo Lato-
rre, tomara el gobierno. Entre los planes de los
hombres movilizados se encontraba el repar-
to, entre los cabecillas, de las propiedades más
importantes de la frontera del Rosario, pre-
tendían además que nadie pagase arriendos y
que se garantizase tierras para todos. Como se
ve, las aspiraciones campesinas conservaban,
después de 15 años, vigencia entre la población
rural de la frontera.

SIN OPOSICIÓN A BUENOS AIRES


Salta surgió como provincia sin oponer-
se a las autoridades centrales de gobierno
residentes en Buenos Aires, hasta 1825 fue
escenario de la guerra de Independencia y
hasta 1834 –fecha de la separación de Jujuy-
albergó en su seno a diversos territorios y
jurisdicciones que impidieron el control te-
rritorial y el ejercicio efectivo de la sobera-
nía provincial en todo el espacio.

49
Las provincias son noticia

Bibliografía de consulta
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(1780-1850). Salta: Fondo Editorial Secretaría de Cultura de la Provincia de Sal-
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50
Capítulo 5 - Jujuy
Jaque mate a Salta,
la autonomía provincial de 1834
Diego Citterio

Los antecedentes conflictos. Jujuy fue el frente de guerra con un


alto costo, político y económico.
Desde el inicio de la revolución de 1810 y
En febrero de 1811 la Junta Grande había
el proceso de independencia, el territorio de
emitido una resolución creando las juntas
Jujuy fue escenario de guerra hasta el año 1825.
provinciales con el objetivo de reglamentar y
La población debió retirarse durante tres mo-
determinar el alcance de los gobiernos locales.
mentos en 1812, conocido como Éxodo Jujeño
Las juntas provinciales debían establecerse en
liderados por Manuel Belgrano, en 1814 y en
las capitales de las Gobernaciones-Intenden-
1817 donde la invasión de la ciudad se sostuvo
cias, mientras que las juntas subordinadas se
durante varias semanas, gracias a la decidida
constituían en las ciudades subalternas; cir-
participación de las mujeres de la población
cunstancia que dio lugar a conflictos entre los
como espías los hombres que se habían refu-
cabildos y las nuevas Juntas que pretendían
giado en las afueras pudieron recuperar con
ejercer una autoridad superior a la de ellos. En
éxito la ciudad luego de varias escaramuzas y
ese contexto, el canónigo Juan Ignacio Gorriti,
planteaba la idea de la “autonomía” o “inde-
pendencia” de Salta.
El 4 de mayo y el 19 de junio de 1811 Gorri-
ti, en dos escritos que redactó en nombre del
Cabildo de Jujuy, solicitaba la igualdad de de-
rechos de su ciudad respecto a la de Salta.
Las ideas planteadas por Gorriti eran parte
de la larga experiencia política de una comple-
ja relación entre los cabildos de Jujuy y Salta,
desde la fundación de ambas ciudades. Los
conflictos entre Jujuy y Salta se suscitaron va-
rias veces y en distintos momentos, los prin-
cipales motivos eran de orden económico y
jurisdiccionales. Sin embargo, los mismos se
vieron agravados con la creación de la Gober-
nación Intendencia de Salta, en donde Salta
quedó como capital y sede de las autoridades
borbónicas. Durante el siglo XVIII, Jujuy re-
clamó en varias circunstancias su autonomía,
especialmente en la disputa sobre el Ramo de
Sisa y el Ramo de Alcabala pagados en terri-
torio jujeño, el traslado de las cajas reales o la
defensa de los Propios del Cabildo.
La larga disputa con Salta, que se expresa-
ban en las ideas de Gorriti, tuvo su momento
Juan Ignacio Gorriti culminante en plena guerra de independencia.
En 1815 el cabildo salteño tuvo que designar un
53
Las provincias son noticia

nuevo gobernador intendente. Ante la acefa- la espera fueron varias: estado de guerra, ines-
lía del director supremo que designaba a las tabilidad política, conflictividad social y pérdi-
autoridades revolucionarias, se utilizaron los das económicas.
antiguos procedimientos coloniales. El cabil- Algunas de las respuestas a esa espera se
do de Salta convocó a un cabildo abierto para pueden ver en los análisis que realizan algu-
la elección del Gobernador Intendente pero nos historiadores como Gustavo Paz, quien
sin la participación de las jurisdicciones su- sugiere que el vínculo entre los gauchos de la
bordinadas. El cabildo designó a Güemes, jefe campaña de la ciudad de San Salvador con las
militar de la vanguardia, y se les solicitó a los elites urbana estaba roto, producto de la movi-
otros cabildos su decisión. Tarija y Orán la aca- lización que había llevado adelante el lideraz-
taron sin problemas, pero el cabildo de Jujuy go de Güemes.
la desconoció. Esto fue el inicio de una rela-
La profunda movilización campesina al
ción compleja entre el gobernador intendente
amparo del fuero militar erosionó las relacio-
Martin Güemes y el cabildo de Jujuy, donde
nes jerárquicas coloniales hasta casi su desapa-
unos acusaban a la autoridad salteña de déspo-
rición. Arrenderos y peones comiéndose el ga-
ta y autoritario y Güemes a los cabildantes les
nado de sus patrones, respondiéndoles como a
imputaba que eran pro realistas.
iguales y denunciándolos ante las autoridades,
Estas acusaciones continuaron aun en el eran actos impensables antes de 1810. Estas
momento de la invasión de 1817 que duró seis acciones parecen constituir el esbozo de nue-
meses y recién en agosto los jujeños pudieron vas relaciones sociales que incluían entre sus
retornar a la ciudad. Otra desavenencia entre componentes básicos un concepto de igualdad
el gobernador intendente y el cabildo fue la re- de cara al esfuerzo de la guerra. Esta igualdad
moción del representante jujeño ante el con- todavía vagamente definida repudiaba las rela-
greso de Tucumán, cuando Güemes decidió ciones de deferencia y control coloniales tanto
reemplazar a Teodoro Sánchez de Bustamante en sus aspectos sociales como jurídicos, inclui-
por José Mariano de la Bárcena, sin notificar das las diferencias étnicas. En esto residía el
previamente al cabildo de Jujuy. desafío al poder de la elite urbana proveniente
A pesar de que la idea de separación con de la movilización de los gauchos inaugurada
respecto a Salta estaba cimentada, esta no se por la guerra y canalizada por Güemes. Ese se-
efectivizó en 1820 cuando la disolución del ría uno de los motivos por el cual el desenlace
poder central abrió las puertas a los reclamos de la autonomía debía esperar.
autonómicos de muchas de las provincias del También debemos señalar que el comienzo
noroeste. Este proceso no se concretó para Ju- del conflicto entre unitarios y federales, posi-
juy. Una de las razones fue la existencia del es- cionaría a la reciente nacida provincia de Salta
tado de guerra en el que las autoridades y ha- y las elites salto-jujeñas como parte del grupo
bitantes de Jujuy se encontraban defendiendo unitario. Hacia inicios de la década de 1830 el
su territorio de posibles saqueos. En Salta, lue- triunfo de Facundo Quiroga en la batalla de
go de la muerte de Güemes, en agosto de 1821 Ciudadela, en noviembre de 1831, provocó un
comenzaba el proceso de organización insti- nuevo golpe para la política y la economía de
tucional, los representantes de los cabildos de Jujuy y Salta.
ambas ciudades votaron una escueta constitu-
El 2 de diciembre de 1831 Salta y la Rioja
ción provincial, que recibió el nombre de Es-
firman un acuerdo de paz en Tucumán. La
tatuto Provisorio. El mismo tuvo vigencia en
provincia de Salta se comprometía a pagar una
Salta hasta 1855 y en Jujuy hasta 1835.
indemnización a las provincias de La Rioja,
Mendoza, San Juan, Catamarca y Santiago del
Una década de espera Estero y expulsar de su suelo a los individuos
que hubieran participado de gobiernos ante-
A pesar de que Salta había logrado la orga- riores.
nización institucional, Jujuy debería esperar Según Viviana Conti, así comenzaba la pri-
por unos largos trece años más. Las razones de mera migración de las elites salto-jujeñas ha-
54
Orígenes de las catorce provincias históricas

cia Bolivia y Chile. Así Juan Ignacio Gorriti, su En el año 1834, la elite urbana de Jujuy deci-
hermano José Ignacio Gorriti ex gobernador, dió declarar la autonomía de Jujuy; lo hizo en
Teodoro Sánchez de Bustamante y otros pro- la madrugada del 18 de noviembre, el suceso
fesionales comprometidos con la causa unita- contaba con la complicidad del gobernador de
ria huyeron a Bolivia. Tucumán Heredia.
En Jujuy se inició una etapa donde los te- Un anhelo que había nacido en 1810 al calor
nientes de gobernador eran adeptos al partido de la revolución:
federal, sin embargo, el gobernador de Salta
“En la ciudad de San Salvador de Jujuy a
Pablo Latorre no podía imponer su dominio
los diez y ocho días del mes de noviem-
sobre la ciudad de Jujuy, ya que los jefes mili-
bre de mil ochocientos treinta y cuatro,
tares de las fuerzas de Jujuy se resistían a Lato- reunidos los señores ilustres Cuerpo
rre. En 1833, la elección del coronel José María Municipal, invitado por el teniente co-
Fascio como teniente gobernador, volvía a po- ronel don José María Fascio [...] se pro-
sicionar a las elites jujeñas, de tendencia unita- nunciaron por la absoluta independencia
ria, en el mando político local. política de esta ciudad y su territorio de
la antigua capital de Salta, declarándose
desligados de los vínculos que le unieran
Jaque Mate a Latorre8 a ella y al jefe que la preside y desde hoy
era su voluntad decidir por sí de su suer-
Las autoridades de Jujuy aprovecharon el con- te y arreglar los destinos de esta nueva
texto político abierto con la designación de provincia”9
Heredia como gobernador de Tucumán y el
Con esas palabras y el acuerdo político, el
establecimiento de su “Protectorado” sobre las
cabildo de Jujuy llevó adelante un hecho his-
provincias del Norte, para concretar su sepa-
tórico y político único y el último en el desa-
ración de Salta. Como si fuera un movimien-
rrollo de la organización de las provincias de
to rápido en un tablero de ajedrez, similar a la
la primera mitad del siglo XIX. La declaración
jugada conocida como Jaque Mate Pastor, así
formal de autonomía de Salta se cerró por las
podemos pensar que fue el ataque a Pablo La-
armas en la Batalla de Castañares. La misma
torre, gobernador de Salta, para lograr la au-
permitió a Jujuy convertirse en una provincia
tonomía de Jujuy. Un ataque que en el tablero
políticamente autónoma y desatar los lazos de
usa dos diagonales, un alfil por un lado (Fascio
subordinación que la unían a Salta desde fi-
y el cabildo de Jujuy) y una dama (Heredia el
nales del Siglo XVIII, y de la larga y compleja
gobernador de Tucumán).
relación que mantenían los cabildos desde la
fundación de cada una de las ciudades.
Rápidamente, el 13 de diciembre se iba de-
sarrollar la Batalla de Castañares, el aconteci-
miento militar que aseguraría y determinaría
la Autonomía de Jujuy de la provincia de Sal-
ta. La derrota militar de Latorre a manos de
Fascio y Santibañez, provocó así la captura y
arresto del gobernador salteño y la consolida-
ción de la decisión política que había tomado
el Cabildo de Jujuy.

El Cabildo

8 Es una comparación entre los movimientos políticos y el


juego de ajedrez. Eso es lo que quisimos ilustrar en la tapa
ficticia del periódico “El Orden”, cuya imagen de portada 9 AHJ,SRR, Caja XVIII, Legajo 3: Acta del Cabildo de Jujuy
acompaña el artículo. del 18 de noviembre de 1834.
55
Las provincias son noticia

GORRITI, FIGURA CLAVE


Juan Ignacio Gorriti había nacido en los
Horcones, Salta, en 1766. Estudió en Córdo-
ba donde se graduó de Bachiller y Doctor en
Derecho Canónico. Y luego obtuvo el título
de Doctor en Teología. Era hermano de José
Francisco, conocido como Pachi Gorriti,
quien se distinguió por su participación en
la guerra de las Quebradas (1815) y de José
Ignacio quien prestó servicio bajo las órde-
nes de Belgrano y Güemes. Juan Ignacio Go-
rriti, una vez ordenado decidió volver a Ju-
juy, donde su primer destino fue Cochinoca,
luego Casabindo, para finalizar en la ciudad
de San Salvador de Jujuy. En 1810, cuando
estalló el movimiento de Mayo, fue enviado
en representación de Jujuy a la Primera Jun-
ta Provisional de Buenos Aires.

56
Orígenes de las catorce provincias históricas

Bibliografía de consulta
CONTI, Viviana (2006). «De las guerras de la independencia a la organización
del estado. 1810-1852.» En Teruel Ana y Lagos Marcelo (Dir.) Jujuy en la Historia:
de la colonia al Siglo XX., 87-137. San Salvador de Jujuy: Ediunju.
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VERGARA, Miguel Ángel (1968). Compendio de la historia de Jujuy. Impr. del
Estado y Boletín Oficial de la Provincia.

57
Capítulo 6 - Corrientes
Rebelión, asonada y autonomía
Milagros Belén Blanco

La provincia de Corrientes se encuentra al Ramírez y Estanislao López. Estos firmaron


nordeste del actual territorio argentino. Tal el Tratado del Pilar, en el cual quedó disuel-
como se observa en la tapa del periódico ficti- to el poder central, iniciándose así un período
cio que acompaña el artículo, logró su autono- de autonomías provinciales. Esta situación fa-
mía en 1821 luego de separarse de la República voreció a los caudillos para enfrentarse a José
Entrerriana. Se trató de un proceso rápido que Gervasio Artigas, líder de la Liga de los Pue-
tuvo como protagonista a la elite local. blos Libres conformada por Corrientes, Entre
Pero ¿por qué Corrientes estaba bajo la in- Ríos, Santa Fe y la Banda Oriental. Artigas fue
fluencia de Entre Ríos? Es necesario volver derrotado en junio de 1820 por sus mismos
al año 1820 para responder ese interrogante. aliados. Si bien la Liga se disolvió, Ramírez
En febrero de ese año, Santa Fe, Entre Ríos y utilizó sus fuerzas para continuar controlando
Buenos Aires se enfrentaron en la Batalla de Corrientes y formar la denominada República
Cepeda. Como resultado del enfrentamiento, Entrerriana.
Buenos Aires y sobre todo el Directorio, per-
dieron fuerzas frente a los caudillos Francisco
DECRETO DE
PROVINCIALIZACIÓN
Corrientes fue constituida como provin-
cia en 1814 a través de un decreto promo-
vido por Gervasio Posadas, al frente del Di-
rectorio de las Provincias Unidas del Río de
la Plata.
La intención de Posadas era alejar la in-
fluencia de José Gervasio Artigas del litoral.
Las ideas federalistas habían tomado impul-
so en la región, por lo que el intento no fun-
cionó.

La República Entrerriana: un intento


que no fue
Ramírez doblegó primero el interior de la
provincia y, desde San Roque, dio aviso de su
presencia y la de sus tropas a la Capital. Esta si-
tuación no fue bien vista por los miembros de
la elite gobernante capitalina, por lo que desde
el cabildo de la ciudad entregaron el gobierno
militar a Juan José Fernández Blanco, con la
intención de hacer frente al caudillo. Sin em-
bargo, Ramírez no sólo desconoció la autori-
dad del cabildo, sino que, además, lo disolvió.
Mapa de la jurisdicción que comprendía la
Por otra parte, Corrientes no contaba con un
República Entrerriana

61
Las provincias son noticia

ejército preparado para enfrentar a las fuerzas bre de 1821. Ese día se depuso al comandante
entrerrianas. en armas que apoyaba a López Jordán -Eva-
La disolución del cabildo fue considerada risto Carriegos-, se declaró la independencia
como una afrenta directa a la élite correntina de Corrientes y se convocó a la reunión de un
formada por hacendados y comerciantes. Si congreso de diputados para elegir gobierno y
bien Ramírez logró controlar el interior, las una junta general de militares para la defensa
principales familias de la capital no aceptaron del territorio.
su liderazgo, como se observa en la “votación” Según lo expuesto en la circular enviada a
realizada en todo el territorio, donde Ramírez los pueblos del interior, la asonada tuvo apoyo
fue elegido gobernador por unanimidad, pero de todos los habitantes de la ciudad que par-
sin haber triunfado en la ciudad capital. ticiparon en la plaza mostrando su adhesión.
De igual forma, el poder le duró poco tiem-
po al caudillo, quien fue derrotado y asesina-
do en mayo de 1821. Tras ese acontecimiento,
tomó impulso el grupo de correntinos que se
oponía a la República Entrerriana. Si bien el
entrerriano Ricardo López Jordán intentó dia-
logar con estos para negociar la continuidad
de la unión, su poder fue cuestionado.
Para lograr un consenso, López Jordán pro-
puso que su elección como sustituto de Ra-
mírez se realizara a través de una asamblea
de representantes en Paraná, formada por dos
diputados de cada departamento (Capital, La
Bajada, Concepción del Uruguay) que consti-
tuía la República. A su vez, cada diputado debía
ser elegido en juntas electorales. Esta elección Placa de sepultura de Nicolás Ramón
tuvo sus particularidades en la capital correnti- Atienza en la Iglesia de Santa Lucía en Lavalle,
na, donde fueron electos el presbítero Paulino Corrientes
Cabral y Francisco de Paula Araujo. El proceso
En esa circular se invitaba a los pueblos del
eleccionario fue liderado por el Comandante
interior a sumarse a la asonada y al Congre-
de Armas interino Juan José Fernández Blan-
so de Diputados, a la vez que se informaba la
co, lo que demostró el apoyo que tenía la elite
situación de Nicolás Ramón de Atienza como
capitalina en la zona agrícola de la provincia.
gobernador interino.
Bajo el incipiente liderazgo de Pedro Ferré,
que organizó al sector de comerciantes, am- Inmediatamente el nuevo gobernador inte-
bos grupos se unieron para defender sus inte- rino comunicó la nueva situación de Corrien-
reses locales, contra lo que ellos sostenían que tes a sus pares de Santa Fe, Estanislao López,
era una invasión. Esta negativa de continuar y de Entre Ríos, Mansilla; lo mismo hizo con
bajo el “dominio” entrerriano tuvo su mayor el comandante de la escuadra de Buenos Ai-
oportunidad luego de que López Jordán fue res, José Zapiola. Por otro lado, las localidades
derrocado en septiembre de 1821 por Lucio del interior se sumaron rápidamente a la causa
Mansilla. iniciada en la capital, tanto para la realización
del congreso como para organizarse en la for-
mación de filas armadas que pudieran defen-
La provincialización del territorio der el nuevo territorio autónomo.

La falta de consenso en Entre Ríos y la po- La reunión del Congreso finalmente se con-
sición marcada de los grupos dominantes de cretó el 26 de noviembre del mismo año con
Corrientes de recuperar la autonomía de la la participación de representantes de toda la
provincia llevaron a una asonada el 12 de octu- provincia, con excepción de Curuzú Cuatiá

62
Orígenes de las catorce provincias históricas

y Esquina que continuaban bajo la influencia contó con gobernadores que se sucedieron en
de Concepción del Uruguay y Paraná respec- el poder según las normas constitucionales.
tivamente. Los objetivos del Congreso estaban
definidos claramente: nombrar un goberna-
dor y definir la forma de gobierno, redactar
un reglamento provisorio hasta la sanción de
la Constitución y elegir dos diputados para re-
presentar a Corrientes en el Congreso que se
celebraría con Entre Ríos, Santa Fe y Buenos
Aires.
Los tres objetivos fueron alcanzados, Atien-
za y Nepomuceno Goitia fueron designados
diputados por Corrientes. José Simón García
de Cossio fue el encargado de redactar el regla-
mento provisional que fue jurado en diciem-
bre. Finalmente, Juan José Fernández Blanco
fue nombrado gobernador de la Provincia.
La situación de Curuzú Cuatiá y Esquina fue
tomada como provisoria e ilegal, alegando la
pertenencia de esas jurisdicciones a Corrien-
tes. El congreso se presentaba como defensor
de la soberanía política y la integridad jurisdic-
cional, rota por “los invasores”. Escudo de la Provincia de Corrientes
Es necesario destacar el trabajo hecho por
el Congreso con la intención de ordenar la
provincia. También merece especial reconoci-
miento el Estatuto Provisional aprobado. Allí
se estableció una clara división de poderes en-
tre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El Eje-
cutivo quedaba en manos de un gobernador
electo cada tres años a través de una asamblea
de electores. El legislativo funcionaría con un
Congreso General para establecer leyes y re-
glamentos, sin embargo, solo cinco diputados
que conformaban el Congreso Permanente
que acompañaba todo el mandato de un go-
bernador, el resto sólo era convocado en elec-
ciones o en caso de alguna situación extraordi-
naria. En cuanto al judicial, quedaba en manos
de los alcaldes ordinarios, el cabildo fue resti-
tuido hasta su desaparición definitiva en 1824.
El Reglamento Provisorio fue tomado de base
para la primera constitución provincial san-
cionada el 22 de septiembre de 1824.
Desde su autonomía, Corrientes contó con
un organizado aparato estatal dominado por
el grupo mercantil de la provincia. Tuvo una
temprana formulación constitucional con un
régimen representativo funcionante, organi-
zación rentística, administrativa y militar; y

63
Las provincias son noticia

Bibliografía de consulta
CHIARAMONTE, José Carlos (2016). Mercaderes del Litoral. Economía y sociedad
en la provincia de Corrientes, primera mitad del siglo XIX. 2da edición, Corrientes:
Editorial de la Universidad Nacional del Nordeste EUDENE.
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Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero. Corrientes: Imprenta del Estado.
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federación rosista. Historia Argentina vol. 3. Buenos Aires: Paidós, Tercera Parte.
Reglamento Provisorio Constitucional de la Provincia de Corrientes.

64
Capítulo 7 - Entre Ríos
El conflictivo camino hacia la
provincia autónoma
Mariana Pérez

A diferencia del resto de las provincias crea- La Revolución y la guerra en Entre


das en la primera mitad del siglo XIX, Entre Ríos: un territorio en disputa
Ríos no lleva el nombre de una ciudad. Esto se
debe al peculiar proceso de conquista y ocupa- Tras la Revolución de Mayo de 1810, Entre
ción del espacio por parte de los europeos, que Ríos se convirtió en un escenario de disputa
hizo que ningún núcleo urbano sobresaliese entre los distintos bandos en conflicto. Pri-
sobre otro en importancia económica y políti- mero, entre los realistas y los patriotas; luego
ca. A pesar de la cercanía al puerto de Buenos entre el Directorio y las fuerzas de Artigas (y
Aires, recién en la segunda mitad del siglo hacia fines de la década se sumaría otro actor
XVIII, tras violentas campañas punitivas lleva- que pugnaba por el control rioplatense: los
das a cabo por el gobernador José de Andonae- portugueses). En el contexto de enfrentamien-
gui contra los pueblos indígenas que habita- to entre el Directorio (que defendía un dise-
ban el territorio, comenzó el proceso de ño político centralizado y con preeminencia
asentamiento de población estable criolla y de Buenos Aires) y el movimiento artiguista,
europea. (organizado a partir de 1815 como “Liga de los
Pueblos Libres” y que propiciaba la creación
de una confederación de pueblos autónomos
Las primeras villas entrerrianas y soberanos), el Director Posadas creó en julio
de 1814 la “Provincia de Entre Ríos”, con capi-
Al oeste del río Gualeguay (que atraviesa
tal en Concepción del Uruguay, para contra-
la provincia de norte a sur) las tierras fueron
rrestar la influencia de Artigas en el Litoral. Sin
colonizadas desde Santa Fe y quedaron bajo
embargo, este acto administrativo no significó
la égida del cabildo santafesino. Allí, organi-
el reconocimiento de la existencia de una uni-
zados en torno a la explotación ganadera, co-
dad político- territorial autónoma, puesto que
menzaron a formarse los núcleos urbanos de
los gobernadores serían elegidos por el Direc-
Paraná y Nogoyá. Los territorios del este del
tor Supremo. Además, el estado permanente
río Gualeguay quedaron bajo administración
de guerra e inestabilidad y la imposibilidad de
directa del gobernador de Buenos Aires y du-
controlar el territorio por parte del Directorio,
rante el virreinato se fundaron un conjunto de
hizo que los gobernadores nombrados solo
pequeñas villas que, con el correr del tiempo,
asumiesen su cargo nominalmente, y como
se transformarían en ciudades: Gualeguay,
tales no ejercieron ningún poder efectivo.
Gualeguaychú y Arroyo de la China (Concep-
ción del Uruguay). El nombre “Entre Ríos” Hacia principios de 1820, la autoridad del
aparece por primera vez en las fuentes en los Directorio era prácticamente nula. En enero,
últimos años del siglo XVIII, como expresión un grupo de oficiales del ejército del Norte,
para designar, con cierta vaguedad, al espacio que había sido llamado por el Director Ron-
comprendido entre los ríos Paraná y Uruguay. deau para sumarse a la ofensiva contra San-
No obstante, no se constituyó ninguna unidad ta Fe y Entre Ríos, se sublevó en la posta de
administrativa con ese nombre que contuviese Arequito, dando inicio al derrumbe definitivo
al conjunto de estos territorios. del gobierno central. En febrero, las fuerzas
confederales al mando de Estanislao López y
Francisco Ramírez avanzaron sobre Buenos

67
Las provincias son noticia

Aires y vencieron a las fuerzas porteñas en Ce- En agosto de ese mismo año, fuerzas entre-
peda10. Se disolvió el Congreso, desapareció el rrianas ocuparon Corrientes y en septiembre
Directorio y se puso fin al una década de go- Ramírez instauró la “República Entrerriana”,
biernos centrales que aspiraban a gobernar en que reunió a las provincias de Corrientes, En-
nombre de los pueblos del ex Virreinato. tre Ríos y las Misiones. El término «república»
tenía varios sentidos. Expresaba la existencia
de un estado (como ámbito territorial), afirma-
La creación de Entre Ríos como pro- ba una forma de gobierno alternativa a la mo-
vincia autónoma narquía y también tenía una dimensión moral,
El 23 de febrero de 1820, López, Ramírez y puesto que se consideraba que las repúblicas
Sarratea (como gobernador interino de Bue- eran espacios políticos virtuosos en donde los
nos Aires) firmaron el Tratado de Pilar. Entre ciudadanos respetaban las leyes y defendían
otras cuestiones, el tratado reconoció las au- sus derechos. Ramírez intentó dotar a la Repú-
tonomías provinciales por lo que estableció blica de una legalidad institucional. Se emitió
como principio el sistema federal para la fu- un largo y detallado bando que reglamentaba
tura organización del país y acordó una pronta el funcionamiento general del nuevo estado y
reunión en San Lorenzo para discutirla. Otra se organizó la elección a gobernador a la que
novedad política fue que Francisco Ramírez, fueron convocados a votar los vecinos de los
hasta entonces Comandante General de Arro- pueblos, en la que Ramírez salió elegido casi
yo de la China, lo firmó como “Gobernador de por unanimidad. Pero el experimento de la
la Provincia de Entre Ríos”. Sin duda, la atri- República Entrerriana fue efímero. Las disen-
bución del cargo de gobernador obedece a su siones con Santa Fe y Buenos Aires desem-
reconocido liderazgo militar y político en la bocaron en el enfrentamiento entre López y
provincia, fortalecido tras la victoria de Cepe- Ramírez, en el cual este resultó muerto y sus
da. Asimismo, la firma del Tratado significó un fuerzas derrotadas.
desafío al liderazgo de Artigas. En el Tratado se Tras la desaparición de Ramírez y la diso-
eludió declarar la guerra a Portugal y se invitó lución de la República Entrerriana en julio de
a la “Provincia de la Banda Oriental” a incor- 1821, Lucio Mansilla, que contaba con el apoyo
porarse con las demás provincias federadas. porteño y santafesino, se hizo elegir goberna-
Mediante este acto, los hasta entonces aliados dor. A partir de entonces, surgió la provincia de
y subordinados a Artigas, Ramírez y López, Entre Ríos con los atributos de un organismo
desconocían su liderazgo y daban comienzo a institucional autónomo. En febrero de 1822
la formal disolución de la “Liga de los Pueblos se dividió el territorio en dos departamentos
Libres”. La declaración de guerra a Portugal principales: el de Paraná y el de Uruguay, re-
era una exigencia y anhelo de Artigas para en- creando el ordenamiento territorial anterior a
frentar a los portugueses que habían invadido la Revolución. En marzo de 1822 se dictó un
la Banda Oriental en 1816. Además, en el Tra- estatuto constitucional provisional que decla-
tado se interpelaba a Artigas como “Capitán de ró a la provincia como un estado independien-
la Banda Oriental” y se le negaba su título de te integrante de las Provincias Unidas del Río
“Protector de los Pueblos Libres”. La ruptu- de la Plata, hasta tanto se sancionase una cons-
ra de Artigas con López y Ramírez no se hizo titución nacional.
esperar. En julio las fuerzas artiguistas fueron A pesar de la sanción de leyes, reglamentos
derrotadas definitivamente por las de Ra- y de la creación de órganos de administra-
mírez. En el mes de septiembre, Artigas, con ción y gobierno, los gobiernos fueron débiles
escaso apoyo político y acosado por las fuerzas y la fuerte inestabilidad política - signada por
portuguesas, inició su exilio paraguayo. constantes enfrentamientos armados- conti-
nuó en la provincia hasta la década de 1830. Las
guerras de la década de 1810, marcadas por la
10 Esta es la noticia que se eligió como titular en el perió-
dico ficticio llamado “El Federal” que antecede a este artí- imposición de contribuciones, la apropiación
culo y que explica con breves titulares lo que fue el proceso de ganado vacuno y caballar, el reclutamien-
de autonomía de Entre Ríos.
68
Orígenes de las catorce provincias históricas

to compulsivo, el saqueo de establecimientos rizontales en los cantos y una banda blanca


productivos y poblados y el desplazamiento en el medio, con el escudo de la provincia
forzado de poblaciones, habían dejado una en el centro. Como esta bandera también la
economía exhausta y, en consecuencia, un fis- utilizaba la provincia de Buenos Aires y esto
co débil, incapaz de obtener los recursos nece- creaba confusión, en 1833 el gobernador
sarios para construir un orden político fuerte Echagüe instituyó una nueva con tres fran-
y estable. En los años sucesivos a 1821, los dis- jas horizontales, la del medio color blanca y
tintos gobernantes lograron sostenerse en el la de los cantos azul y roja. Esta bandera fue
poder precariamente, gracias a los continuos la que utilizó el ejército entrerriano en la Ba-
auxilios de Buenos Aires y, en menor medida talla de Caseros de 1852 (ver imagen 2).
de Santa Fe, lo que devino en la intromisión
porteña y santafesina en los asuntos políti-
cos de Entre Ríos. Por otro lado, la muerte de
Francisco Ramírez dejó a la provincia sin un
liderazgo fuerte, que aglutinara a los nume-
rosos poderes locales y que atenuara el fuerte
regionalismo político provincial. A la inexis-
tencia de una ciudad principal, que concentra-
ra el poder político y económico, se sumaba
la división entre las tierras del este y el oeste
provincial, articuladas a los mercados externos
a través de dos rutas diferenciadas: las del río
Uruguay y las del Paraná.
Solo a partir de la llegada al poder de Pas-
cual Echagüe en 1832 se lograron consensos Imagen 1 - Bandera de la “República
entre los líderes entrerrianos que permitieron Entrerriana”
organizar una administración más ordenada e
iniciar un ciclo de crecimiento económico que
permitiría a la provincia liderar la alianza que
enfrentaría a la poderosa Buenos Aires en 1852
y sentaría las bases de la organización nacio-
nal.

LAS BANDERAS ENTRERRIANAS


Una de las formas de expresión de la exis-
tencia soberana de la provincia fue a través
de la creación de símbolos que la identifica-
ran. A lo largo de la primera mitad del siglo
Imagen 2 - Bandera creada por el goberna-
XIX, Entre Ríos contó con tres banderas. La
dor Echagüe el 28 de diciembre de 1833. La ori-
primera, fue la de la “República Entrerria-
ginal llevaba el escudo provincial en el centro.
na” que reproducía la bandera de la Liga de
los Pueblos Libres: dos bandas horizontales
azules y con una blanca en el centro, atrave-
sada por una franja roja, que simbolizaba la
adhesión al federalismo (ver imagen 1). Una
vez derrotado Ramírez y disuelta la “Repú-
blica Entrerriana”, el gobernador Mansilla
estableció que la bandera de la provincia tu-
viese la forma de la adoptada por la Asam-
blea del Año XIII, con dos bandas azules ho-

69
Las provincias son noticia

Escudo de la Provincia de Entre Ríos creado


por el gobierno de Mansilla en 1822

“Soldado de la Montonera (los Orientales)


comandada por Ramírez. Febrero de 1820”
Acuarela de Amado Bonpland (fragmento)

70
Orígenes de las catorce provincias históricas

Bibliografía de consulta
BOSCH, Beatriz (1978). Historia de Entre Ríos. Buenos Aires: Plus Ultra.
GOLDMAN, Noemí (compiladora) (2008) Lenguaje y revolución. Conceptos clave
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el problema del orden social en el surgimiento de los estados autónomos del
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16, núm. 102, pp.175-196.
FRADKIN, Raúl (2010). “Las formas de hacer la guerra en el litoral rioplaten-
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TEDESCHI, Sonia (2015). La construcción de los estados provinciales en el Río de
la Plata. Poder político, institucionalización y conflictividad en Entre Ríos 1820-1840.
Tesis doctoral. Sevilla: Universidad de Pablo Olavide.
TERNAVASIO, Marcela (2009). Historia de la Argentina (1806-1852). Buenos
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URQUIZA ALMANDOZ, Oscar (2002). Historia de Concepción del Uruguay.
Tomo I. Concepción del Uruguay: Comisión técnica mixta de Salto Grande.

71
Capítulo 8 - Buenos Aires
Las ventajas de una autonomía no buscada
Agustín Galimberti

El proceso histórico mediante el cual de la del Sud, bajo la supremacía de Buenos Aires
Provincia de Buenos Aires adquirió su actual como antigua capital colonial.
fisonomía abarcó, por lo menos, cuatro siglos. La caída del poder central, disolución del
Entre algunos de los hechos que jalonaron este Directorio y del Congreso General mediante,
proceso, podemos nombrar desde las funda- provocó la construcción de nuevos espacios
ciones de la ciudad (1536 y 1580), la creación de políticos: las provincias autónomas. Para ello,
la Gobernación (desde 1617) y de la Intenden- cada una de las ciudades con cabildo intentó,
cia de Buenos Aires (1783); pasando por el Go- con diverso grado de éxito, mantener la juris-
bierno e Intendencia de la Provincia (1812), la dicción territorial de los poblados de menor
Provincia (1820) y el Estado de Buenos Aires rango y de las áreas rurales circundantes. El
(1852); hasta la mutilación de su ciudad capital objetivo consistía en consolidar (y ampliar de
cuando fue federalizada por Estado Nacional ser posible) la soberanía sobre el territorio y la
(1880); además de las múltiples campañas al población, en un momento donde los límites
territorio indígena que intentaron ampliar un no estaban definidos. Las ciudades que tuvie-
territorio que no estaba definido de antemano ron éxito en este proceso conformaron una
(ver mapa). A pesar de este largo, conflictivo e provincia autónoma. Una de ellas fue Buenos
incompleto proceso, es usual (y oficial) consi- Aires. Sin embargo, su establecimiento duran-
derar que la Provincia “nació” en 1820. Por te el año de 1820 fue un dificultoso parto po-
ello, a continuación, comentaremos algunos lítico.
sucesos y cuestiones problemáticas que brota-
ron en torno al “infausto año veinte”, sin olvi-
dar que en ellos no se reduce la historia pro- “Muchos quieren mandar. Muy pocos
vincial. ser obedecidos.”
La derrota en Cepeda generó una profunda
Cae el poder central crisis política (se nombraron más de 10 gober-
nadores en pocos meses). Como había sucedi-
A inicios de febrero de 1820 las tropas san- do en distintos momentos durante la década
tafecinas y entrerrianas lideradas por Esta- revolucionaria, el Cabildo de Buenos Aires
nislao López y Francisco Ramírez invadieron asumió el vacío político dejado por el fin del
Buenos Aires. Descontentas, entre otros moti- gobierno central. Para ello nombró a un nuevo
vos, por la sanción de la centralista Constitu- gobernador de forma interina. Sin embargo,
ción de 1819, vencieron en la batalla de Cepeda existían dos serios problemas en esta designa-
a las fuerzas del Directorio comandadas por ción.
José Rondeau.11 Esta derrota puso fin al poder
El primero consistía en que el cabildo por-
central liderado por la elite dirigente porteña.
teño, institución de origen colonial, expresaba
El mismo, iniciado con la revolución de mayo,
el gobierno de la ciudad y no de toda la juris-
había intentado mantener la unidad del terri-
dicción a cargo del gobernador. Hacia 1820, la
torio del Virreinato del Río de la Plata, me-
totalidad del territorio porteño abarcaba des-
diante la formación de las Provincias Unidas
de el arroyo del Medio en el norte a las ori-
11 Esta situación está reflejada en el título principal de llas de los ríos de la Plata y Paraná en el este
la tapa ficticia de “El Autonomista Porteño”, que precede a mientras que hacia el sur oeste alcanzaba hasta
este artículo, donde se observa el avance de las fuerzas fe-
derales que provocó la caída del poder central establecido el río Salado (ver mapa). Esta estrecha franja
en Buenos Aires.
75
Las provincias son noticia

estaba poblada por poco más de 100.000 ha- ña, nombró a Miguel Soler como gobernador.
bitantes, repartidos mitad en la ciudad y mitad Así, esta jornada será recordada como el día
en la campaña rural. En esta última zona exis- de los tres gobernadores. Algo similar ocurrió
tían más de 20 pueblos, uno de los cuales, la meses más tarde cuando la “Junta de los pue-
Villa de Luján, contaba con su propio cabildo blos Libres de la Campaña” nombró un gober-
y jurisdicción. Entonces, ¿era legítimo que el nador (Carlos de Alvear) mientras que el Ca-
nombramiento del Cabildo de Buenos Aires bildo de Buenos Aires hacía lo mismo (Manuel
para la totalidad de la naciente provincia? Esta Dorrego). Con estos intentos, la campaña bus-
cuestión nos lleva al segundo inconvenien- caba formar una provincia integrada por una
te, estrechamente vinculado con el anterior. confederación de pueblos en condiciones de
Desde la revolución, los gobernantes debían igualdad, sin importar su tamaño poblacional,
ser elegidos por los gobernados, dado que la igualándose a la populosa Ciudad de Buenos
soberanía del pueblo fue aceptada como fun- Aires (profundizamos la cuestión el recuadro
damento del poder político en la construcción “Un proyecto alternativo”). Esta última por
de las nuevas repúblicas representativas. ¿Era, el contrario pretendía organizar la provincia
pues, el cabildo una institución representativa bajo su liderazgo centralizando el poder.
del postulado pueblo bonaerense? Hechos como los anteriores han llevado
Ambas problemáticas estuvieron en el cen- a catalogar al período como “la anarquía del
tro de la escena durante la crisis política de año XX”. Sin embargo, más que la ausencia de
1820. Consciente de sus limitaciones, el Cabil-
do de Buenos Aires buscó resolverlas median-
te la convocatoria a elecciones en la ciudad y
en los pueblos de campaña para nombrar re-
presentantes en pos de conformar una nueva
institución que designe al nuevo gobernador
legítimo: la Junta de Representantes.
Los primeros meses de la Junta fueron caó-
ticos. La situación bélica, la necesidad de re-
solver cuestiones diplomáticas y las presiones
políticas estuvieron a la orden del día. Entre
febrero y octubre de 1820 varios gobiernos
intentaron controlar la situación, algunos de
ellos coexistiendo de forma simultánea, mien-
tras que distintas zonas del territorio bonae-
rense eran ocupadas por las fuerzas militares
del litoral.
Acaso uno de los momentos más confusos
de este complejo contexto ocurrió a mediados
de año. En mayo la Junta nombró a Ildefonso
Ramos Mexía como gobernador. No obstante,
los conflictos con los líderes del litoral (López y
Ramírez) se mantuvieron y la situación volvió
a tornarse crítica. Ante la misma Ramos Mexía Mapa de Buenos Aires con avance de la fron-
renunció el 20 de junio y entregó el bastón de tera en los siglos XVIII y XIX. Tomado de Banza-
mando, nuevamente, al Cabildo de Buenos to, Guillermo y Rossi, María Cecilia (2010).  “El
Aires que se erigió como cabildo gobernador mercado de tierras en las fronteras interiores
mientras la Junta de Representantes se disol- argentinas: La expansión territorial de Buenos
vía. A su vez, el Cabildo de la Villa de Luján, Aires y Santiago del Estero en la segunda mitad
enfrentado a los designios de su par de Buenos del siglo XIX”, en América Latina en la Historia
Aires, y secundado por la caballería de campa- Económica, n.34

76
Orígenes de las catorce provincias históricas

un gobierno, los conflictos expresaban tanto un gobierno unificado, pero sin perder los
la existencia de proyectos políticos alternati- atributos soberanos que recientemente ha-
vos que pugnaban por formar un gobierno y bían reasumido.
así delinear los destinos de la nueva provincia, Estos proyectos, que imaginaron una pro-
como la difícil tarea de consolidar un poder vincia diferente o incluso la formación de
legítimo y aceptado organizado en torno a la otras provincias, buscaban consolidar las as-
soberanía popular y al sistema republicano re- piraciones de autonomía y autogobierno de
presentativo. los pueblos rurales. Sin embargo, ni el Ca-
El conflicto fue resuelto en los campos de bildo de la Villa de Luján pudo mantener a
batalla a favor de las tropas de Buenos Aires su gobernador ni la Junta de los Pueblos Li-
secundadas por las milicias comandadas por bres logró formar un congreso para dar for-
Juan Manuel de Rosas quien contaba con gran ma a un nuevo gobierno. Por el contrario,
apoyo en los pueblos del sur de la campaña. ambos proyectos políticos fueron derrota-
Luego de los triunfos militares, en septiem- dos en los campos de batalla, allanando el
bre, se volvió a llamar a elecciones de repre- camino para la formación de la Provincia de
sentantes en la ciudad y en los pueblos rurales. Buenos Aires que centralizó su organización
La nueva Junta de Representantes nombró a institucional en el gobernador y la Sala de
Martín Rodríguez como gobernador quien Representantes. Esta concentración de po-
terminará por transformarse en la autoridad der permitió consolidar una nueva unidad
más longeva de este inestable período. Acto se- política basada en la soberanía del pueblo
guido logró, en noviembre, la paz con las pro- bonaerense, entidad que aunaba y superaba
vincias litorales, cerrando esta convulsionada la de cada pueblo rural integrante, a los cua-
etapa. les negaba su condición de tal.

UN PROYECTO ALTERNATIVO: ¿UNA De la Junta a la Sala de Representantes


PROVINCIA CON MUCHOS PUEBLOS? de la Provincia de Buenos Aires
Durante el “fatídico año XX”, como solían Durante sus sesiones, la Junta de Represen-
decir los contemporáneos, en los pueblos tantes experimentó un importante cambio en
rurales de la campaña porteña se desarro- su naturaleza: paso de ser una simple junta
llaron proyectos políticos alternativos para electoral para designar al gobernador a trans-
organizar la provincia. Tanto con el nom- formarse en la depositaria del poder soberano
bramiento de un gobernador por el Cabildo y legislativo de la provincia. Se convirtió en
de la Villa de Luján, como durante la for- la Sala de Representantes. Durante los meses
mación de la Junta de Representantes de los y años siguientes, la Sala junto al gobernador
“Pueblos libres de la campaña”, los pueblos Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia, su
rurales se enfrentaron a la Ciudad de Bue- principal ministro, sentaron las bases institu-
nos Aires y a su forma de pensar la soberanía cionales de la Provincia de Buenos Aires.
provincial.
De esta forma, la Sala de Representantes, de
Estos argumentaban que habían reasu-
nacimiento precario, en poco tiempo se con-
mido la soberanía, que cada uno de ellos
virtió en un órgano permanente con una pro-
era una comunidad política organizada y
fusa actividad legislativa, orientada a diseñar la
que, por lo tanto, estaban en condiciones
arquitectura institucional, administrativa y po-
de igualdad frente al pueblo de la Ciudad
lítica de la naciente provincia. Entre las princi-
de Buenos Aires. Por ello proponían una or-
pales reformas se cuentan la instalación de un
ganización provincial basada en una confe-
sistema representativo con voto directo de to-
deración de pueblos. Es decir, la provincia
dos los hombres libres mayores de 20 años; la
de Buenos Aires no era un pueblo sobera-
eliminación de los cabildos; el establecimien-
no (proyecto que terminó por imponerse y
to de los juzgados de paz; las reformas mili-
triunfar), sino la unión de varios pueblos so-
tar y eclesiástica; la creación de la Universidad
beranos en calidad de iguales que buscaban
77
Las provincias son noticia

Vista de Buenos Aires hacia 1830 por Henry Adams

de Buenos Ares, la Sociedad de Beneficencia, tonomía. La caída del poder central significó el
el Departamento Topográfico, el Banco de la fin del costoso esfuerzo de guerra y la elimina-
Provincia y la Bolsa Mercantil; entre otras más. ción de parte de los gastos de administrar los
Con estas leyes, la Sala generó los instrumen- territorios restantes del antiguo Virreinato. A
tos legales, institucionales y políticos necesa- su vez, dejaba para su control la principal fuen-
rios para intentar modernizar y racionalizar la te de ingresos: las rentas de la aduana porteña.
sociedad, la economía, la política y la cultura Paralelamente, la provincia comenzó a ex-
de la provincia autónoma dentro de un régi- perimentar una intensa expansión productiva
men político republicano. A la vez, impulsó agro pastoril. Si la revolución abrió el comercio
su expansión productiva, territorial y demo- internacional más allá de España, las guerras
gráfica. Estas reformas, aunque sin dictar una revolucionarias agotaron las reservas ganade-
constitución (que esperará hasta 1854), conso- ras de las principales regiones que en la colo-
lidaron una nueva unidad política basada en la nia se dedicaban a la actividad pecuaria (Banda
soberanía de un solo pueblo (el porteño o bo- Oriental, Santa Fe y Entre Ríos). Así, una de las
naerense), conformado por los habitantes de la consecuencias de la revolución y la guerra fue
ciudad y la campaña en igualdad de derechos, el incremento de las exportaciones pecuarias
el pueblo de la Provincia de Buenos Aires. de Buenos Aires. La expansión ganadera im-
plicó la multiplicación de los rebaños, la insta-
lación de saladeros (ver imagen), la realización
La autonomía porteña
de campañas para avanzar en la frontera indí-
Nacida, pues, de la humillante derrota mi- gena y el crecimiento de las exportaciones de
litar en Cepeda, la Provincia de Buenos Aires cuero, sebo, astas y tasajo. El desarrollo del co-
descubrió rápidamente las ventajas de su au- mercio internacional generó bases fiscales só-

78
Orígenes de las catorce provincias históricas

Matadero, Charles Henry Pellegrini, 1829. La exportación de cueros, sebo y tasajo fue la princi-
pal forma mediante la cual la economía porteña se vinculó al mercado mundial durante la primera
mitad del siglo XIX

lidas para la provincia, mediante impuestos a ción de bienes pecuarios) y de financiación fis-
las importaciones principalmente. A su vez, su cal (vía impuestos a la importación). La “cues-
ubicación estratégica en la cuenca del Plata la tión de Buenos Aires” se transformará así, en
transformó en intermediara necesaria entre el una de las más grandes y difíciles controversias
resto de las provincias y el mercado mundial. a resolver dado que Buenos Aries, defendien-
El comercio ultramarino de cualquier otra do su soberanía, no verá de buena gana la in-
provincia debía pasar por Buenos Aires gene- tención del resto de las provincias de compar-
rando un significativa diferencia aduanera y tir sus ingresos aduaneros. A su vez, para ellas
fiscal para los gobiernos porteños. Estas venta- no sumar a la provincia porteña a cualquier in-
jas ayudaron al aumento económico, territo- tento de unidad resultaba en un futuro Estado
rial y demográfico exponencial de las décadas con limitadas posibilidades de viabilidad.
venideras. La Provincia de Buenos Aires, apelando a su
De esta forma, si Buenos Aires podía obte- identidad federal, defenderá sus ventajas y au-
ner beneficios de una autonomía que no buscó tonomía férreamente contra cualquier poder
ni festejó, el resto de las provincias luego de que buscase atacarlas, fuere otra provincia o
1820, tuvieron un devenir, aunque con varian- incluso, décadas posteriores, el mismo Estado
tes, menos exitoso. El reclamo de acceder al Nacional Argentino.
comercio de ultramar mediante la libre nave-
gación de los ríos buscaba lograr que Buenos
Aires no fuera la única beneficiaria del nuevo
motor de crecimiento económico (la exporta-

79
Las provincias son noticia

Bibliografía de consulta
CHIARAMONTE, José Carlos (2007). Ciudades, Provincias, Estados: Orígenes de
la Nación Argentina (1800-1846). Buenos Aires: Emecé.
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TERNAVASIO, Marcela (dir.) (2013). Historia de la provincia de Buenos Aires: de
la organización federal a la federalización de Buenos Aires (1821-1880). Buenos Aires:
Edhasa.

80
Capítulo 9 - Santa Fe
De la independencia armada a la
dependencia económica
Ignacio Martínez

Entre 1815 y 1835, que son los años que reco- dades a los avances de los malones de tribus
rrerá nuestra historia, Santa Fe era muy dife- enemigas.
rente a lo que es hoy. Si le preguntáramos a un
santafesino de esa época, quizás la describiría
Revolución y guerra, precisamente, son las
como una ciudad con cabildo y parroquia ma-
palabras que eligió el historiador Halperín
triz, con tres pueblos subordinados, uno más
Donghi para sintetizar los cambios que se die-
pequeño al norte, San José del Rincón, y otros
ron durante esa época en las que hoy llama-
dos al sur: Coronda y, ya cerca del límite con
mos “provincias históricas” argentinas. Y muy
Buenos Aires, Rosario. Estos dos últimos, con
su parroquia rural y un poco más de población
que San José del Rincón. Si, decepcionados
por esa imagen tan pobre, inquiriéramos por
el territorio de la provincia, tal vez se mostra-
ría un poco desconcertado. Nos diría que el
espacio hacia el norte había estado resguarda-
do por una línea de fortines, no muy lejos de la
capital al norte y noroeste. Algo más allá, las
reducciones indígenas se habían pensado
como una avanzada cristiana en el mundo “de
los salvajes”, pero se habían despoblado duran-
te los diez años de guerra revolucionaria a par-
tir de 1810.

REDUCCIONES O PUEBLOS
DE INDIOS
Las reducciones o pueblos de indios eran
poblados donde residían comunidades en
proceso de conversión al cristianismo. En
esos pueblos, el cura doctrinero era una au-
toridad de suma importancia, que compe-
tía con el administrador, nombrado por las
autoridades civiles de la colonia. En la vida
interna de estos pueblos eran también im- Situación territorial de la provincia de Santa
portantes las autoridades indígenas. La figu- Fe hacia 1819. Fuente: Sonia Tedeschi Política e
ra del cacique se combinaba con el cabildo instituciones en el Río de la Plata. El caso de
indígena, encargado de conservar el orden Santa Fe entre 1819 y 1838. Tesis de Maestría
y administrar justicia en la comunidad. en Historia Latinoamericana. Universidad Inter-
Los indígenas reducidos eran considerados nacional de Andalucía, 2003. Elaborado por la
“amigos” por las autoridades cristianas y ser- autora en base a los datos de la obra de Juan
vían como contención en ciertas oportuni- Álvarez, Ensayo sobre la historia de Santa Fe,
Buenos Aires, 1910

83
Las provincias son noticia

probablemente nuestro antiguo santafesino Uno de los puntos en disputa era la organiza-
imaginario acordaría con esa descripción. Sin ción política del territorio que se había rebela-
duda, esa ciudad y sus pueblos, con sus esca- do en 1810. El líder oriental sostenía el modelo
sos 15.000 habitantes, fueron profundamente federal o confederal, por lo tanto, defendía el
sacudidos por los cambios revolucionarios y derecho soberano de cada provincia de elegir
por los interminables enfrentamientos arma- sus autoridades y dictar sus leyes.
dos que extenuaron los recursos económicos y En abril de 1815, Francisco Antonio Can-
humanos de la provincia naciente. dioti se convirtió en el primer gobernador de
Santa Fe elegido de manera independiente por
vecinos de esa ciudad. Pero las cosas no serían
Santa Fe se independiza de la inten-
tan sencillas para quienes deseaban acabar con
dencia de Buenos Aires
la subordinación a Buenos Aires. Candioti, ya
Entre las muchas cosas que modificó la re- anciano, moriría pocos meses después. Desde
volución, la que nos interesa aquí es la jerar- ese momento y hasta la batalla de Cepeda, el 1
quía entre ciudades establecida por la coro- de febrero de 1820, fuerzas armadas de Bue-
na española. Antes de seguir, es importante nos Aires, apoyadas por un sector de la élite
aclarar que el título de ciudad en esa época santafesina disputaron el gobierno de Santa Fe
no era asignado por la cantidad de habitantes, con el sector “federal”, respaldado por Artigas.
como hoy, sino por el estatus político de una En esos conflictos, que aburrirían al lector con
población. Las ciudades en la colonia tenían apellidos y fechas si los relatara aquí, surgieron
un cabildo, formado por los vecinos más en- dos novedades muy importantes para enten-
cumbrados, que gobernaba la ciudad y tenía der el proceso de formación de la provincia.
cierta jurisdicción en su entorno rural. En las Una fue la creación de una junta representativa,
ciudades también residían los funcionarios ci- en 1815, cuyo origen y funciones no están del
viles y eclesiásticos de la monarquía, y según todo claros. Lo importante es que se trató de
su rango, las que alojaban las autoridades más un nuevo órgano que se atribuía la represen-
importantes (el virrey, la real audiencia, los in- tación de la soberanía provincial y, sobre esa
tendentes) tenían preminencia sobre las ciu- base, se enfrentó al cabildo. Aunque la Junta,
dades de su jurisdicción. La revolución generó conformada por partidarios del directorio, fue
la posibilidad para que las ciudades (es decir, disuelta cuando el conflicto se resolvió favora-
los cabildos y las élites que las gobernaban) blemente para el bando federal, quedó claro
cuestionaran esas jerarquías: si el cabildo de desde ese momento que el pueblo soberano
Buenos Aires había destituido al virrey nom- era algo diferente al vecindario de la ciudad,
brado por autoridades en España, los cabildos representado por el cabildo. La segunda nove-
de ciudades subordinadas podían desconocer dad fue el peso político decisivo que cobró el
las autoridades que sus cabeceras les impo- poder militar para resolver los conflictos. Por
nían. Eso ocurrió en marzo de 1815 en Santa un lado, la participación de las tropas santafe-
Fe, cuando el teniente de gobernador, enviado sinas, originalmente formadas para la defensa
por Buenos Aires como sede de la intendencia, de la frontera indígena, fue crucial para recha-
fue destituido por un movimiento de vecinos zar las sucesivas incursiones de las fuerzas en-
apoyados por un grupo armado que obedecía viadas desde Buenos Aires. Pero, más impor-
a José Gervasio de Artigas. Y aquí es donde la tante, el control de las tropas locales fue lo que
guerra se combina con la revolución para ex- le permitió a Estanislao López, que se desem-
plicar los acontecimientos. Artigas se había peñaba como Comandante General de armas
convertido en el líder de la Banda Oriental del de la provincia, convertirse en gobernador de
Uruguay a partir de su autoridad como jefe de Santa Fe y acabar relativamente rápido con los
las tropas patriotas. Para 1815, su influencia se conflictos internos. Esa estabilidad política, en
había extendido hacia Entre Ríos y Corrien- gran parte construida en torno a su figura, es lo
tes y se encontraba enfrentado al Directorio, que explica la importancia que tuvo una pro-
la autoridad revolucionaria de Buenos Aires. vincia tan pobre como Santa Fe en el juego de

84
Orígenes de las catorce provincias históricas

fuerzas interprovincial de la década de 1820. provincia es considerado la primera constitu-


Ya llegaremos a eso, pero veamos antes cómo ción provincial en el espacio rioplatense.12
tomó forma el gobierno santafesino luego de Por eso vale la pena detenerse en algunas
que la caída del directorio y también la de su novedades que introduce el estatuto.
contrincante, el protectorado de Artigas, deja-
En primer lugar, declara que la provincia es
ran a las autoridades locales como únicas so-
católica. Por lo tanto, ni sus leyes, ni sus habi-
brevivientes.
tantes pueden trasgredir los preceptos de esa
religión. Luego establece que la soberanía resi-
de originalmente en el pueblo, cuya voluntad
se expresará a través de una Junta Representa-
tiva. En la primera versión de este estatuto, ese
órgano representativo sólo tendría el rol de
elegir los miembros del cabildo y fiscalizar la
elección del gobernador. Pero, pronto, López
modificó la norma para otorgar mayor rele-
vancia a la Junta. Sus funciones se ampliaron
para ocupar un rol importante como legitima-
dor de las medidas de gobierno. Ahora bien,
¿quiénes conformaban el pueblo soberano?
Esto es interesante, porque la ciudadanía san-
tafesina era otorgada a “todo americano” que
Imagen actual del claustro del convento
no se hallara impedido por la ley. En cuanto
franciscano San Carlos Borromeo, en San Lo-
al territorio representado, era el que mencio-
renzo. El convento es conocido por el combate
namos al comienzo de este artículo: la ciudad
que protagonizaron allí los granaderos a caba-
capital y los pueblos de San José del Rincón,
llo al mando de San Martín el 3 de febrero de
Coronda y Rosario, con sus espacios rurales.
1813. El convento fue una referencia de la vida
económica y religiosa del sur santafesino antes Como ocurrió en otras provincias, mientras
y después de ese acontecimiento. En abril de que la junta de representantes expresaba esa
1819 Belgrano firmó allí el armisticio con las nueva soberanía, que incluía la población de
fuerzas provinciales, que reforzaría aún más la ciudad y campaña, el cabildo, en tanto corpo-
posición de López en su provincia ración municipal, quedaba desplazado. Aun-
que demoró más que en otras provincias en
extinguirse, Estanislao López le fue quitando
gradualmente funciones y autonomía. Final-
La formación de la provincia mente, en 1833 fue suprimido. Para ese en-
tonces, la junta también había perdido peso en
Por un lado, sobrevivían del período colo- la toma de decisiones, particularmente desde
nial el cabildo y los curas párrocos. Con una 1832, cuando se hizo rutinaria la renovación a
jurisdicción más amplia y por sobre ellas esta- Estanislao López de las facultades extraordi-
ba la figura del gobernador. Ese cargo era ocu- narias de gobierno.
pado por Estanislao López, que había sido ele-
gido en 1818 por sufragio directo. Pero quizás
el dato más importante es la existencia desde Caudillo, finanzas y política interpro-
1819 de una nueva junta representativa. De esta vincial
segunda junta sabemos un poco más porque
Es hora entonces de abordar de lleno el
fue creada por el estatuto provisorio dictado por
tema del caudillo. Se trata de una cuestión que
el mismo López en agosto de 1819. Este regla-
ha generado largos debates entre los estudiosos
mento para el funcionamiento político de la
12 Este es el estatuto al que se hace referencia en la noti-
cia del diario ficticio “La Gazeta Federal”, cuya tapa antece-
de a este artículo.
85
Las provincias son noticia

de la historia argentina del siglo XIX. Para mu- la superficie productiva. Desde mediados de la
chos, la concentración de poder en ciertos lí- década de 1820 se reinstalaron fuertes y forti-
deres provinciales, como Estanislao López, era nes, que protegían estancias de frontera, a la
una clara muestra del círculo vicioso en que la vez que eran abastecidos por ellas. También
ruralización y la militarización habían sumer- se trasladaron y repoblaron las reducciones
gido al país desde 1820 y le habían impedido indígenas. La expansión territorial del estado
desarrollar instituciones republicanas moder- provincial supuso una mayor estructura ad-
nas. Para otros, los caudillos eran la expresión ministrativa y una presencia institucional más
del sentir popular de las provincias, resistente palpable en las zonas rurales: los comandantes
a la imposición centralista porteña asociada a de campaña se aseguraban de hacer cumplir
intereses extranjeros. Tanto unos como otros la ley y los comisarios y comisionados de dis-
prestaban poca atención a las transformacio-
nes formales e institucionales de la política
que vivieron las provincias. Sin embargo, hace
ya varios años que los historiadores profesio-
nales vienen construyendo una imagen alter-
nativa de este período. Para Santa Fe, Sonia
Tedeschi ha demostrado que la autoridad de
Estanislao López no se basó exclusivamente
en su poder personal. Aunque durante la dé-
cada de 1820 modificó varias veces el estatuto
que él mismo había aprobado, la Junta planteó
en más de una oportunidad observaciones a
sus medidas y tomó algunas decisiones pro-
pias en cuanto a su funcionamiento. Y, si bien
durante la década de 1830 se transformó en un Primera versión del escudo de Santa Fe. En
cuerpo consultivo y legitimador de las medi- 1816, para manifestar la independencia santa-
das del gobernador, su persistencia da cuenta fesina, el gobierno comenzó a utilizar un sello
de que la lógica representativa era insoslayable en sus papeles con la primera versión del escu-
para legitimar el gobierno. do, que sería incorporado a la bandera de 1822.
La preocupación por la situación de la frontera
Por otro lado, la urgente reconstrucción
indígena está expresada en las dos flechas cru-
económica también demandaría cierto desa-
zadas hacia abajo, enlazadas a una lanza apun-
rrollo institucional. Los diez años de guerra
tando hacia arriba, que simbolizan la victoria
revolucionaria habían diezmado los stocks
del cristiano sobre el indígena. En vistas de la
ganaderos, que eran la principal riqueza de la
situación de esos años, se trataba más de un
provincia. Las tropas de Buenos Aires, las de
deseo que de una realidad
Artigas y las propias habían consumido y sa-
queado los rodeos. Además, las levas militares
reducían la fuerza de trabajo. Pero no sólo eso,
el sistema de defensa contra tribus enemigas tritos controlaban la actividad comercial para
en el norte se había desmantelado y el territo- evitar el contrabando. Todo este despliegue
rio productivo se había reducido con el avan- requería, además, estructuras administrativas
ce de las incursiones indígenas. De ello resul- un poco más especializadas.
taba no sólo la pobreza de la población sino Pero nada de esto era suficiente para com-
también la de la incipiente estructura estatal. pensar el déficit fiscal crónico de una provin-
Durante todo el período, el gobierno fue to- cia tan pobre. El vacío fue cubierto cada vez
mando medidas para reactivar la producción con mayor regularidad por remesas enviadas
ganadera, sin descuidar la recaudación fiscal. desde Buenos Aires. El primero de estos auxi-
Un punto de vital importancia era, sin du- lios había sido pactado en 1820 tras la batalla
das, fortalecer la frontera indígena y ampliar de Cepeda, como compensación de los gastos

86
Orígenes de las catorce provincias históricas

ocasionados por el enfrentamiento. La habili-


dad de López para el juego de la política inter-
provincial en la convulsionada década de 1820
le permitió consolidarse como hombre fuerte
del litoral y, desde 1829, aliado estratégico de
Rosas. Gracias a esta posición pudo asegurar-
le a su provincia la asistencia económica que
tanto necesitaba, pero al mismo tiempo, con
ello la sujetaba cada vez más a las presiones del
gobierno de su rica vecina. Cuando Rosas se
consolidó en su provincia y desde allí se pro-
yectó al resto del territorio, la dependencia
económica horadó fuertemente la pretendida
independencia política de Santa Fe.
Consciente de ello, López volcó todo su ca-
pital político a comienzos de la década de 1830
para convocar a un congreso constituyente
que diera forma a un estado federal, pautara
la distribución de las rentas de la aduana de
Buenos Aires a nivel nacional y regulara la na-
vegación de los ríos interiores. El resultado es
conocido. Rosas retiró su diputado de la comi-
sión representativa encargada por las provin-
cias para convocar a ese congreso y con ello
provocó su disolución en 1832. El asesinato
de Facundo Quiroga en 1835 desvaneció por
completo el peso regional de López. El gober-
nador de Córdoba, aliado al santafesino, fue
acusado de planificar el crimen y ajusticiado
en Buenos Aires. Rosas consiguió fortalecerse
como gendarme del federalismo. Pocos años
después, en 1838, murió López de tuberculosis
y, más allá de algunas resistencias frustradas,
la provincia quedó completamente subordi-
nada a la política porteña. La pax rosista, sin
embargo, favorecería el ansiado crecimiento
económico y la colocaría en óptimas condi-
ciones para aprovechar el salto productivo de
la segunda mitad del siglo XIX. Pero esa es ya
otra historia.

87
Las provincias son noticia

Bibliografía de consulta
CHIARAMONTE, José Carlos; CUSSIANOVICH Guillermo y TEDESCHI,
Sonia (1993). “Finanzas públicas y política interprovincial: Santa Fe y su depen-
dencia de Buenos Aires en tiempos de Estanislao López.” Boletin del Instituto de
Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravingnani”, Tercera Serie, Buenos Ai-
res: nro. 8, p. 77-116.
GOLDMAN, Noemí y TEDESCHI, Sonia (1998). “Los tejidos formales del
poder. Caudillos en el Interior y el Litoral rioplatenses”, en Noemí Goldman y
Ricardo Salvatore (Comps.) Caudillismos rioplatenses. Buenos Aires: Eudeba, pp.
135-158.
HALPERÍN DONGHI, Tulio (2021). Revolución y guerra. Formación de una élite
dirigente en la Argentina criolla. Buenos Aires: Siglo XXI. [1ª ed. 1979]
TARRAGÓ, Griselda y BARRIERA, Darío (2006). Adiós a la monarquía. De los
años revolucionarios a la crisis de 1820 (Nueva historia de Santa Fe, t. 4). Rosario:
Prohistoria Ediciones.
TARRAGÓ, Griselda (2006); De la autonomía a la integración. Santa Fe entre
1820 y 1853 (Nueva historia de Santa Fe, t. 5). Rosario: Prohistoria Ediciones.

88
Capítulo 10 - Córdoba
¡Renunció Díaz y Bustos es el
nuevo gobernador!
Agustín Rojas

Consecuencias políticas del Motín de entre sí. Las guerras civiles sería una conse-
Arequito cuencia casi inmediata de este proceso en el
cual participaban los despojos del Ejército del
El 19 de marzo de 1820 por la mañana el go- Norte. En un arrebatado intento de someter
bernador José Javier Díaz presentó su renuncia las disidencias de los primeros caudillos pro-
siendo aprobada por la Asamblea Constituyen- vinciales, el Directorio desde Buenos Aires so-
te13. El hijo de comerciantes y político experi- licitó a los oficiales de aquella fuerza incursio-
mentado, decidió abandonar el mandato que nar en Santa Fe y el Litoral con el objetivo de
ostentaba desde 1815 temiendo la inestabilidad apaciguar las amenazas. La negativa a prestar
institucional incrementada desde el arribo auxilio sería la responsable de un giro radi-
sorpresivo del general Juan Bautista Bustos a cal en el horizonte institucional. Así fue como
la ciudad de Córdoba a principios del año. No se iniciaría la fragmentación del poder en las
fueron escasos los méritos de Díaz durante su Provincias Unidas cayendo, a falta de apoyos,
gestión: la conservación de una parte del terri- el Directorio en 1820.
torio de la antigua Intendencia de Córdoba del
Los móviles que explican el “motín de Are-
Tucumán durante el desmembramiento ocu-
quito” son múltiples: el antiporteñismo, el
rrido a partir de 1810, la no sumisión a la he-
cansancio provocado por el clima belicista y
gemonía porteña cuyo centralismo pretendía
la crisis de legitimidad reinante. Lo cierto es
abortar cualquier signo de autonomía en el In-
que el 7 de enero de 1820 los oficiales a cargo
terior y la participación en el armado político
del Ejército del Norte desconocieron la legiti-
artiguista llamado “Liga de los Pueblos Libres”,
midad del centro político radiado desde Bue-
incluso habiendo enviado un representante a
nos Aires y optaron por retornar a sus lugares
la Primera Declaración de Independencia en
de origen. Argumentaban que aquella fuerza
la Banda Oriental. Entonces, ¿qué provocó que
fue injustamente utilizada para aplastar a ene-
un prestigioso líder provincial cediera tan rá-
migos que no correspondían con los intere-
pidamente el poder?
ses de las provincias. El general Juan Bautista
En realidad, Díaz había conservado frágil- Bustos, comerciante advenido a militar tras la
mente su autoridad como gobernador gracias Revolución de Mayo, arribó a Córdoba el 20
a diferentes alianzas políticas poco estables. de enero con una fracción de 2500 hombres
La militarización derivada de la Guerra de la siendo recibido mediante homenajes. Apli-
Independencia estimuló, en efecto, la propa- cando una táctica audaz, buscó construir pri-
gación de ejércitos dispersos a lo ancho y lar- mero una base política propia aprovechando
go del territorio en la empecinada lucha por las oposiciones locales de los Funes y Bulnes al
someter a los bandos realistas. Una vez neu- gobierno vigente dejando en un lugar incómo-
tralizado al enemigo tales facciones armadas do a Díaz. El viejo político debió retirarse de la
comenzaron a librar diversos enfrentamientos escena dejándole la suma del poder en manos
del caudillo.
13 Esta es una noticia ficticia que, no obstante, refleja fi-
dedignamente con documentación y referencias bibliográ-
ficas de especialistas el proceso de autonomía federal que
encabezó Córdoba durante los gobiernos de Juan Bautista
Bustos. “Sierras del Plata” hace alusión al mito durante la
época de la Conquista en el cual se creía que las sierras
pampeanas contenían inmensas riquezas.
91
Las provincias son noticia

Unitarios y federales

Constituyente presionada por su poderío mi-


litar y una red de apoyo entre las élites loca-
ECOS DE INSUBORDINACIÓN EN
les. En su discurso inaugural, prometió prote-
OTRAS PROVINCIAS
ger los intereses de Córdoba frente a la nueva
La caída en 1820 del gobierno central en-
amenaza dominante: una vez liberados de los
carnado por el Directorio no fue dramáti-
ejércitos realistas, debe procurarse organizar
camente recibida entre las provincias sino
un estado cuyo epicentro no esté en Buenos
todo lo contrario: conformó el inicio del pe-
Aires, ciudad proclive a la tiranía. Allí, Bernar-
ríodo conocido como el de las autonomías
dino Rivadavia ha iniciado un proceso de mo-
provinciales, en la cual han proliferado di-
dernización y consolidación económica con
ferentes estados regidos, en muchos casos,
crecimiento sostenido sin precedentes. Aque-
por sus propias constituciones o derechos
lla acumulación de capital le permite sostener
previos. El Litoral dio el primer paso fren-
abundantes tropas y financiar una burocracia
te a las tentativas de hegemonía porteña. En
efectiva. Como buen partidario del unitaris-
Santa Fe Mariano Vera y luego Estanislao
mo, desea subyugar a las provincias aplicando
López siguieron la misma tendencia. Más
una Constitución de neto corte centralista. En
tarde lo harán Salta y con Miguel de Güemes
pocas palabras: esta experiencia y proyección
y Cuyo bajo el mando de José de San Mar-
política está lejos de ser del agrado de Bustos.
tín. Es decir, estos impulsos forman parte de
El caudillo cordobés ha sido claro en su in-
un clima de inestabilidad generalizado que
tención de organizar un estado federal similar
propiciará sin embargo experiencias políti-
al desarrollado en Estados Unidos, modelo de
cas muy interesantes.
inspiración para las élites latinoamericanas.
Para ello es necesario estabilizar institucio-
Gran expectativa y apoyo popular al nalmente los resabios del viejo Virreinato del
gobernador Bustos Río de la Plata organizándolos a través de una
Constitución en sintonía al tenor anhelado.
Al asumir Bustos el 24 de marzo de 1820, Las guerras internas o conflictos facciosos de-
propició una normalización interna combina- ben ser cosa del pasado para dar lugar una Re-
da con la decisión de exportar el conflicto fue- pública como verdadera aspiración nacional.
ra del ejido provincial en tensiones con otros
Por otro lado, en su discurso Bustos ha pues-
caudillos. Contó con el apoyo de la Asamblea
to énfasis en el desarrollo económico, cultural

92
Orígenes de las catorce provincias históricas

y político de la comunidad cordobesa la cual nización de la política interna descansando en


será un modelo a imitar por otras provincias. los pactos internos entre las mismas. El apoyo
Los principios de la Revolución de Mayo son de la Iglesia Católica al gobierno se ha hecho
vanos si no se exteriorizan en realidades pal- notar por la expresa fe devota de Bustos como
pables. De modo que el gobernador ha pro- caballero cristiano.
metido fomentar la “prensa responsable” e Los peligros que amenazarán a esta pe-
instalar una imprenta que desde la expulsión queña república independiente son muchos
de los jesuitas no se ha vuelto a visualizar. Asi- y no permitirán tranquilizar las ansiedades de
mismo, parece que la Universidad, moderni- Bustos. Por un lado, Rivadavia, desde Buenos
zada recientemente gracias al Deán Funes y su Aires, no tolerará una organización rival a su
cambio de Plan de Estudios, gozará de mayor centro político. Aunque las provincias recha-
presupuesto acorde a las necesidades. Hecho zaron con virulencia su campaña diplomática
que se puede corroborar en el apoyo espon- dispuesta a instalar una Constitución unitaria,
táneo ofrecido por el estudiantado. Se creará el político porteño no renunció a su proyec-
una Junta Protectora de Escuelas que garanti- ción de constituirse como presidente. De ma-
zará maestros y establecimientos en las princi- nera que ejercerá un constante contrapeso a la
pales localidades del suelo provincial. hegemonía interiorana de los caudillos fede-
rales.
Cierto es que Bustos se ha anticipado con
una contraofensiva interesante. Planea sutil-
mente organizar un congreso constituyente
que se llevará a cabo con o sin la participación
de Buenos Aires y, probablemente, Córdoba
será la futura capital de un estado próspero.
Tales anhelos conviven no sin tensiones con
las densas ambiciones de caudillos aliados que
desde otras provincias también esperan ser los
protagonistas de un nuevo orden que aún no
se tiene certeza pero que llevará seguramente
Arequito la impronta federal.

Córdoba cuenta con su primera cons-


titución provincial
Estos cambios necesitan estructurarse, en
principio, a través de un Reglamento Proviso-
rio. En este sentido, ha sido muy claro Bustos
al confirmar su pronta sanción permitiendo
activar una floreciente cultura republicana.
Las elecciones de referentes de departamen-
tos y la del propio gobernador estimularán
una ciudadanía a la altura de las naciones más
avanzadas. Los requisitos para participar, es
decir, presentarse a elecciones y poder votar,
implican ser vecinos varones con propiedades
o sueldos que garanticen su sustento, compe-
tencia intelectual evidente en su instrucción,
pertenecer a una casta respetable y no pre-
sentar atisbos de afrodescendencia. Es clara la
reserva de estos derechos a las élites y la orga-
93
Las provincias son noticia

Bibliografía de consulta
AYROLO, Valentina (1999). “Juan Bautista Bustos, caudillo del federalismo
argentino” en Lafforgue Jorge (Comp.), Historia de caudillos argentinos, Buenos
Aires: Alfaguara
SEGRETI, Carlos Salvador Ángel (1970). Juan Bautista Bustos en el orden provin-
cial y nacional, Córdoba: Ediciones Culturales Cordobesas
ROMANO, Silvia (2002). Economía y sociedad en Córdoba 1830-1855, Córdoba:
Ferreyra Editor

94
Capítulo 11 - La Rioja
De la autonomía a la conformación de una
entidad política soberana
Alejandro Morea

En un período muy corto de tiempo, La trajo conflictos al interior de las Intendencias,


Rioja experimentará dos independencias, una ya que muchas de las ciudades consideraban
en 1815 y otra en 1820. Aunque oficialmente la que habían quedado injustamente subordina-
que recordamos es la segunda fecha, la que das, lo que dio lugar a enfrentamientos recu-
tuvo lugar el 1° de marzo de 1820,14 una no se rrentes entre autoridades, a la custodia celosa
entiende sin la otra. No solo porque gran parte de jurisdicciones y prerrogativas y a la ape-
de los protagonistas principales fueron los lación constante a la autoridad superior para
mismos, sino también porque ambas fueron el zanjar o mediar en los conflictos entre gober-
resultado o expresiones de coyunturas de cri- nadores y tenientes de gobernadores o con los
sis del proceso revolucionario iniciado en el Cabildos locales.
Río de la Plata en 1810. Pero ¿dónde situar el El inicio del proceso revolucionario no dio
inicio de los sucesos que desembocaron en la por terminado con estas cuestiones, todo lo
Independencia de La Rioja? ¿En esos años de contrario. En algunos casos, las reacciones y
1815 y 1820? ¿O debemos ir más atrás? Por otro posicionamientos de los diferentes Cabildos a
lado, en el marco del proceso revolucionario, la destitución del Virrey Cisneros y su reem-
en lo que habitualmente se conoce como gue- plazo por una junta de gobierno respondió
rras de independencia, que significa que La a los alineamientos previos de las elites y las
Rioja se declare independiente en 1815 y luego disputas entre autoridades. La vacatio regis, el
en 1820, ¿independencia de quién? ¿Por qué? argumento utilizado por las ciudades españo-
¿Quiénes la impulsaron? las peninsulares y americanas para justificar la
Para pensar lo ocurrido en esos años po- formación de Juntas de Gobierno en nombre
dríamos ir hasta las reformas borbónicas. La de Fernando VII, puso de relevancia el carácter
creación del Virreinato del Río de la Plata tra- de repúblicas de éstas y el rol de los Cabildos
jo aparejado una reorganización interna de las como encarnación del cuerpo político y encar-
diferentes jurisdicciones que habían quedado gado de custodiar esa soberanía asumida por
contempladas dentro del nuevo virreinato. las repúblicas/ciudades ante la ausencia del
Esto supuso la construcción de un orden ad- monarca. Esto será de particular importancia
ministrativo pero también político jerarquiza- para entender lo ocurrido en 1815 en La Rio-
do, es decir, que vamos a tener una pirámide ja y también en la independencia lograda en
de obediencias donde tendremos ciudades 1820. Pero más allá de la conformación políti-
que actuaran como cabeza de una jurisdicción ca y administrativa colonial y lo ocurrido con
mayor y varias ciudades subalternas. la Revolución, necesitamos también conocer a
En el caso de la Rioja, las reformas borbóni- los actores de estas independencias.
cas no cambiaron demasiado su situación, ya La comunidad política riojana hacia 1810
que siguió sujeta a la autoridad de la ciudad de no era muy extensa. El número de vecinos, es
Córdoba, que pasó a ser la cabecera de la nueva decir de aquellos que podían intervenir en la
Gobernación Intendencia de Córdoba del Tu- gestión de los asuntos locales, capaces de ejer-
cumán. Como ocurrió en otros espacios ade- cer y ocupar los diferentes cargos dentro del
más del rioplatense, este nuevo ordenamiento Cabildo no era muy numeroso, lo que impli-
14 Esta segunda fecha es tomada como referencia para el caba que muchos de ellos se repitieran en el
título principal de “Vientos de Libertad”, el periódico ficticio ejercicio de estas funciones y cargos. Este nú-
cuya tapa precede a este artículo.
97
Las provincias son noticia

mero acotado estaba en relación a la cantidad putando entre sí por la primacía local, y para
de población y sobre todo la considerada espa- eso apelaban a las redes construidas entre dis-
ñola, ya sea americana o peninsular. En 1785 el tintos sectores de la comunidad, pero también
Gobernador Sobremonte decía lo siguiente: “... a la movilización de relaciones por fuera de La
Pueblo pobre y corto, pues contiene solo dos Rioja.
mil ochocientas ochenta y siete almas...”. Estas elites estaban integradas a redes más
grandes que excedían los de la jurisdicción y
que se extendían por amplios espacios y que
UN ESPACIO RURAL Y
fueron construidas a lo largo de los años en
SOCIALMENTE HETEROGÉNEO
base al parentesco, alianzas matrimoniales y/o
La Rioja era esencialmente una sociedad
intereses comerciales. Los posicionamientos
rural, el casco urbano de la ciudad era muy
políticos, entonces, muchas veces respondían a
pequeño y las principales familias residían
las preferencias de esas redes. Eso explica, por
en sus haciendas. Sin datos completamente
ejemplo, que los Brizuela y Doria, al conocerse
fidedignos, varios autores coinciden en que
lo ocurrido en Buenos Aires en mayo de 1810,
para 1816 en La Rioja habría 14.000 (catorce
inicialmente se manifestaran en contra, como
mil) habitantes, distribuidos principalmente
había hecho la familia Rodríguez de Córdoba
en las zonas rurales.
con quienes estaban relacionados. Pero ante
El espacio riojano por ese entonces tenía
el avance de la expedición auxiliadora y la
una fuerte presencia de población indíge-
dispersión de los refractarios cordobeses, rá-
na, de afroamericanos (libres y esclavos) y
pidamente rectificaron su posición. Aunque
de mestizos. Pero salvo los primeros, que
las disputas entre estos grupos eran previas a
tenían derecho a constituir su propia repú-
la revolución, las mismas se reactualizaron en
blica, el resto de los actores estaban exclui-
función del nuevo contexto de ideas, de los
dos y no tenían participación en el Cabildo
nuevos discursos e imaginarios que trajo el
riojano.
momento revolucionario. En el nuevo marco,
tanto los Ortiz de Ocampo como los Brizuela
Para el momento de la conformación de y Doria intentaron hacerse del gobierno local.
una Junta de Gobierno en Buenos Aires, los
que inmediatamente tuvieron que posicio-
¿BRIZUELA Y DORIA O DÁVILA?
narse fueron aquellos que participaban del
Francisco Xavier Brizuela y Doria era hijo
Cabildo, y esa elite se encontraba dividida en
de José María Dávila y de Petroniña de Bri-
dos sectores bien diferenciados, uno liderado
zuela y Doria. Para poder heredar la hacien-
por las familias Ortiz de Ocampo y Villafañe
da de Sañogasta, en calidad de mayorazgo,
y otro por los Dávila/ Brizuela y Doria. Desde
debió cambiar el apellido paterno por el de
tiempos coloniales, estas dos casas, venían dis-
su madre.

De la Diputación de Minas a la crisis


del proyecto revolucionario en 1815
A mediados de 1811, el gobierno designó
como Teniente Gobernador de la Rioja al te-
niente coronel Pantaleón Luna quien era so-
brino de Francisco Ortiz de Ocampo. Su lle-
gada fue vista como una derrota por Francisco
Xavier Brizuela y Doria, quien había estado
presionando por ser nombrado en ese cargo,
Gauchos de Tucumán y además como una amenaza a su posición en
La Rioja. Este empoderamiento de sus riva-
98
Orígenes de las catorce provincias históricas

les lo impulsó a construir un espacio de po- levantando: “...una nueva República dentro del
der dentro de la propia jurisdicción, donde la territorio de mi mando...”
autoridad de Luna no tuviera lugar: la Diputa-

Mapa de La Rioja

Esta situación de rivalidad y de competen-


ción de Minas.
cia se mantuvo hasta 1814, en que el gobierno
Los Brizuela y Doria usufructuaban la acti- decidió intervenir para intentar reencauzar la
vidad minera en el cerro de Famatina y por eso situación política riojana ante el temor de que
que impulsaron la creación de la Diputación. se produjese una fragmentación definitiva en
Esta institución, de origen colonial, les permi- la jurisdicción. Para eso dispuso la remoción
tía elegir sus propias autoridades y sobre todo de Luna y su reemplazo por el propio Brizuela
manejar los asuntos al interior con autonomía y Doria. Pero lo que puede ser interpretado
de otras autoridades. Ante esta situación, que como un triunfo de esta casa, no parece ser-
el teniente gobernador interpretó como un lo del todo si agrandamos nuestra lente. En
recorte de sus prerrogativas, Luna debió ape- simultáneo a esta designación, ocurrió la de
lar al gobierno central, ya que los Brizuela y uno de sus rivales como Gobernador Inten-
Doria habían construido un aceitado vínculo dente de Córdoba. Tras la derrota del Ejérci-
con su superior inmediato, Santiago Carrera, to Auxiliar del Perú a fines de 1813, Francisco
Gobernador de Córdoba. Para Luna se estaba Ortiz de Ocampo dejó el Alto Perú, en donde
se había desempeñado como gobernador de

99
Las provincias son noticia

Chuquisaca, y fue designado en la provincia nuevo entendimiento entre las provincias me-
mediterránea. Con esta elección, el gobierno diante la convocatoria a un nuevo Congreso
tendía a buscar el equilibrio, cuestión que es- General en la ciudad de Tucumán, Díaz asu-
tuvo lejos de concretarse. La toma del mando mió algunas de las prerrogativas que habían
de Brizuela y Doria replicó algunas de las si- estado delegadas en el gobierno central, sin
tuaciones previas. El nuevo mandatario buscó romper completamente con él, pero adoptan-
obviar a Ocampo y mantener una relación di- do ciertas libertades que le permitían avanzar
recta con el Directorio. La crisis del proyecto en una posible integración a la liga impulsada
revolucionario encontró al Gobernador y a su por Artigas.
subalterno en disputa, pero nada anticipaba lo Ante lo ocurrido en Córdoba, el teniente
que estaba por ocurrir. gobernador convocó a un Congreso en el que
se decidió romper los vínculos con la provin-
cia de Córdoba pero que mantener la unión
De la Independencia de Córdoba a la
con Buenos Aires y el resto de las provincias.
primera Independencia riojana
En ese mismo acto, Francisco Brizuela y Do-
En 1815 se hizo evidente la crisis del pro- ria le cedió el gobierno a su hijo Ramón, que a
yecto impulsado por Alvear y sus seguidores. partir de ese momento se convirtió en Gober-
Esa forma de construcción política centralista nador de La Rioja. El paso dado tuvo reper-
y autoritaria ya no solo encontró resistencia cusiones inmediatas. El sector contrario elevo
en el Proyecto de los Pueblo Libres liderado un reclamo al Director Interino Álvarez Tho-
por José Artigas en la Banda Oriental y en las mas y también al Gobernador de Córdoba, ya
provincias del Litoral, sino que elementos de que consideraban que lo resuelto era ilegal,
descontento habían comenzado a notarse en que se había logrado mediando la utilización
diferentes partes de las Provincias Unidas. El de la fuerza y que abría la posibilidad a que
motín que tuvo lugar en el Ejército Auxiliar el gobierno de La Rioja se convirtiera en una
del Perú en diciembre de 1814 y que impidió cuestión hereditaria. Por su parte, Díaz vio con
que Alvear asumiera el mando ya había sido mucha preocupación que una parte del terri-
un llamado de alerta. Por otro lado, las ideas torio comprendido dentro de su jurisdicción
autonomistas y federalistas no se circunscri- se autonomizara, por lo que inició una conver-
bían al litoral exclusivamente, y su presencia sación con Brizuela y Doria para hacerle saber
se hacía notar en el interior. El levantamiento su disconformidad y convencerlo para que
de Fontezuelas puso fin al proyecto alvearista diera marcha atrás. La negativa de este llevó a
y dio lugar a una de las coyunturas más críticas sus adversarios a tomar un camino diferente.
de la revolución, donde se puso en discusión
el pacto que unía a las diferentes provincias y
además cuál debía ser el rumbo de la revolu-
El Congreso de Tucumán y el movi-
ción.
miento de Pueblo de la Rioja
En ese marco, Ortiz de Ocampo recibió Cuando ya había comenzado a sesionar el
comunicaciones de Artigas ofreciendo la asis- Congreso en Tucumán, en La Rioja se expe-
tencia de la liga por él comandada. Ante esta rimentó un movimiento de pueblo que puso
situación, decidió convocar a un cabildo abier- fin al gobierno de Brizuela y Doria. Javier Vi-
to y exponer la situación. Presionado por las llafañe y sus partidarios, con la complicidad
tendencias federales y autonomistas existentes del capitán José Caparros, que se encontraba
en la provincia renunció a su cargo y fue re- reclutando tropas por órdenes del Directorio,
emplazado por el coronel José Xavier Díaz. El desplazaron por la fuerza a Brizuela y Doria
nuevo mandatario declaró la Independencia y además de convertir a Villafañe en el nue-
de Córdoba de la autoridad de Buenos Aires e vo gobernador, buscaron reemplazar al pres-
inició un acercamiento al Proyecto de los Pue- bítero Castro Barros como representante en
blos Libres. En un contexto de reconstrucción el Congreso. Pero la nueva situación no duró
de la autoridad central, de la búsqueda de un mucho.

100
Orígenes de las catorce provincias históricas

A instancias del propio Castro Barros, el


Congreso vio lo ocurrido en La Rioja como un
ataque a su autoridad y decidió tomar cartas
en el asunto. Dispuso que el teniente coronel
Alejandro Heredia, con tropas del Ejército Au-
xiliar del Perú, marchase a restablecer a Bri-
zuela y Doria y que realizara un sumario con-
tra los autores del movimiento de pueblo. La
tarea de Heredia no fue sencilla, ya que al lle-
gar a La Rioja pudo percibir que los Villafañe
no estaban solos, que contaban con apoyos por
fuera de la provincia. Constató que lo hecho
por Caparros tenía el acuerdo del Director In-
terino González Balcarce y comenzó a recibir
correspondencia del Gobernador de Córdoba
en donde le hacía saber su conformidad con la
destitución de Brizuela y Doria, la justicia de la
causa de los Villafañe y lo instaba a retirarse y
dejar en libertad a ese pueblo para decidir.
El movimiento de pueblo coincidió con la
discusión en el Congreso sobre quien debía Soldado de Tucumán
ser el nuevo Director, cuál debía ser el rumbo
de la revolución, y la forma de organización Concretado esto, Alejandro Heredia pudo
que debían adoptar las Provincias Unidas. Los completar su misión. Sin embargo, esto no
partidarios del centralismo vieron que los su- significó el triunfo definitivo de los Brizuela
cesos riojanos podían fortalecer a aquellos que y Doria. Una vez restablecido el orden a nivel
apostaban por la candidatura de José Moldes local, el Director puso en marcha una serie
como nuevo Director y de una organización de medidas complementarias para lograr re-
política confederal, por eso siguieron la situa- construir el gobierno no solo en La Rioja. La
ción de cerca y buscaron también intervenir desconfianza sobre Díaz y sus diferencias ex-
en Córdoba y en Buenos Aires. El nuevo Di- plícitas con el Directorio habían llevado a que
rector Pueyrredón, le ordenó a Balcarce que se Pueyrredón pidiera su reemplazo. En prin-
abstuviera de intervenir en La Rioja y además cipio, para el cargo fue designado Ambrosio
instó al gobernador Díaz a que detuviera a los Funes, pero ante las dificultades que tuvo en
promotores del movimiento de pueblo que se doblegar a los federalistas cordobeses, fue que
habían fugado hacia Córdoba en lugar de brin- el gobierno se decidió por Manuel Antonio de
darles auxilio y amparo como venía haciendo Castro en 1817. Como medida complementa-
hasta ese momento. Esto se dio en un momen- ria dispuso el reemplazo de Brizuela y Doria
to en donde en otros espacios, como el san- por el coronel Benito Martínez y la sujeción
tiagueño, también hubo movimientos favora- de La Rioja a Córdoba reconstituyendo, de
bles a la autonomía y a una organización de esta manera, la Gobernación intendencia. Tras
tipo confederal que llevó a los partidarios del la intervención militar del Ejército Auxiliar, y
centralismo a valerse del Ejército Auxiliar para esta serie de decisiones políticas del Directo-
imponer la subordinación de estos espacios al rio, finalizó el primer intento de constituir a La
Directorio e inclinar las situaciones locales a Rioja como jurisdicción independiente. Pero
favor de los simpatizantes de una organización los conflictos y diferencias que estaban en la
centralista. base no desaparecieron, siguieron operando
en los años que separan esta reconstrucción de
la Gobernación y su fragmentación definitiva

101
Las provincias son noticia

en dos entidades políticas soberanas y autóno- armas, el teniente coronel Arévalo y el gene-
mas. ral Belgrano. En cabildo abierto se eligió nue-
vamente como Gobernador a Bernabé Aráoz
quien dio los primeros pasos para luego con-
La desintegración de las Provincias formar la República del Tucumán. Pero no fue
Unidas y la Independencia de La Rioja el único lugar conmovido, mientras llegaban
En 1819 la desintegración del proyecto re- las noticias de Arequito, en la ciudad de San
volucionario nucleado en torno a la figura de Juan se produjo la sublevación del Batallón de
Pueyrredón era evidente. La constitución san- Cazadores de Los Andes que depuso al tenien-
cionada ese año generaba rechazos, lo mismo te gobernador De la Roza.
que la política llevada adelante por el Directo- Ante estos sucesos, Castro renunció a su
rio con respecto a la invasión portuguesa de cargo y abrió la puerta para el regreso de los
la Banda Oriental o las negociaciones en Eu- partidarios del federalismo en Córdoba. Pero
ropa para coronar un príncipe en el Plata. Por no fueron los únicos que aprovecharon el des-
otro lado, el enfrentamiento entre el gobierno concierto que se generó con la crisis genera-
central y las provincias del litoral no hacía más liza. Los Ortiz de Ocampo y los Villafañe vie-
que recrudecer. ron la oportunidad de retomar el control de
El Ejército Auxiliar del Perú, que tenía ins- La Rioja y no dudaron en desplazar al último
talada su Vanguardia en la frontera entre Cór- teniente gobernador designado por el gobier-
doba y Santa Fe, recibió nuevamente órdenes no, Gregorio González. Aunque los Brizuela
de desplazarse hacia Santa Fe y lo mismo ocu- y Doria no habían gestionado directamente
rrió con el Ejército de Los Andes, que fue con- la administración local desde 1817, tanto Be-
vocado por Rondeau, el nuevo Director, para nito Martínez como Diego de Barrenechea o
tomar parte en la disputa con las fuerzas fede- el mismo González habían sido más cercanos
rales. Como es sabido, José de San Martín, jefe a este sector. El descrédito generalizado del
del Ejército de Los Andes, rechazó el cumpli- gobierno central arrastró a sus partidarios e
miento de esas órdenes y priorizó la campaña interlocutores locales y facilitó que muchos
al Perú, y el Ejército Auxiliar, al mando de Fer- de los que parecían derrotados en 1816-1817,
nández de la Cruz, obedeció. Pero en la pre- ahora se hicieran con el poder como en el caso
via de la Batalla de Cepeda, una parte de esta de La Rioja. Por otro lado, la propia situación
fuerza, liderada por el coronel Juan Bautista política cordobesa, donde existía una disputa
Bustos, se amotinó en la posta de Arequito y se por quien debía ser el nuevo gobernador fede-
negó a participar del conflicto. Sin el apoyo de ral, si José Xavier Díaz o Juan Bautista Bustos,
sus dos principales fuerzas militares, el Direc- permitió no solo que Ortiz de Ocampo fue-
torio salió derrotado en la batalla de Cepeda ra el nuevo gobernador, sino que La Rioja se
contra los gobernadores López y Ramírez. El separara nuevamente y declarara su indepen-
resultado significó el fin del gobierno central, dencia definitiva. Así como las juntas habían
la disolución del Congreso y la transformación asumido de manera provisional la soberanía
de Buenos Aires en una provincia más pero ante la ausencia del monarca, La Rioja asumió
también de un determinado proyecto político. como propio lo que antes le había sido ajeno
y se convirtió en una entidad política soberana
Pero antes de que esto tuviera lugar, en el
en pie de igualdad al resto de las ciudades es-
interior de las Provincias Unidas ya había co-
tados surgidas en 1820.
menzado a experimentarse movimientos ten-
dientes a buscar un mayor grado de autono-
mía para las ciudades con respecto a la capital
y a las ciudades cabeceras. Con el alejamiento
del Ejército Auxiliar, en Tucumán tuvo lugar
un motín del piquete de tropa que permane-
cía allí y que destituyó a Mota Botello quien
fue encarcelado junto con el comandante de

102
Orígenes de las catorce provincias históricas

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103
Capítulo 12 - San Juan
Una chispa encendida en Cuyo
Fabiana Puebla

El 1º de marzo de 1820, una asamblea reuni- blación, que había visto reducidos sus recursos
da en la Iglesia Matriz con gran concurrencia económicos y sufrido las exigencias propias de
de vecinos, proclamó “…que, reasumida su sobe- las necesidades bélicas de formación y manu-
ranía, se declaraba el pueblo, independiente de la tención del Ejército de los Andes y la campaña
que hasta aquí había sido capital de la Provincia…” libertadora.
De esta forma, se daba origen a la provincia de Las dificultades económicas, los entrama-
San Juan convirtiendo a Mariano de Mendizá- dos familiares asociados a las desavenencias
bal en su 1º Gobernador.15 Se cumplía así con políticas, manifiestas en las tensiones en el Ca-
una aspiración de larga data (ver recuadro), y bildo y el descontento general, crearon en San
se formalizaba la situación que de hecho exis- Juan un clima propicio para el derrocamiento
tía tras el movimiento encabezado por el Ca- de De la Roza, y ese fue el propósito principal
pitán Mariano de Mendizábal, Francisco Sola- del movimiento que estalló el 9 de enero de
no del Corro y Pablo Morillo que, el 9 de enero 1820.
de 1820, había depuesto al Teniente Goberna-
dor José Ignacio De la Roza.
JOSÉ IGNACIO DE LA ROZA
Teniente de Gobernador de San Juan en-
ASPIRACIONES POLÍTICAS DE SAN tre 1815 y 1820. Su gestión respondió a las
JUAN ANTES DE 1820 directrices de San Martín como Gobernador
Un antecedente importante que muestra Intendente de Cuyo, por lo que estuvo muy
el interés de ciertos sectores de la elite san- comprometida con la campaña libertadora.
juanina de adquirir la soberanía provincial, Las consecuentes exacciones económicas,
se evidenció a raíz del pronunciamiento de el personalismo de su administración y sus
Fontezuelas en 1815, siendo Teniente de Go- exigencias políticas le granjearon enemigos
bernador Manuel Corvalán. En esa ocasión, dentro de los círculos de poder en San Juan,
un grupo del Cabildo exigió la renuncia de que apoyaron el movimiento que lo despla-
Corvalán y la desvinculación de San Juan zó del poder el 9 de enero de 1820.
respecto a Mendoza. En su reemplazo fue Estuvo prisionero durante casi dos meses
designado gobernador José Ignacio De la a la espera de ser fusilado, hasta que final-
Roza, quien a poco de asumir dejó sin efecto mente Mendizábal le conmutó la pena por
la medida y mantuvo la unidad de la Gober- destierro. Pasó entonces a La Rioja, desde
nación de Cuyo. donde se dirigió a Perú uniéndose a San
Martín. Murió en ese país en 1836. Un dato
no menor es que su hija Juana De la Roza era
San Juan en la coyuntura de 1820 la esposa de Mariano de Mendizábal.
Para 1820, San Juan formaba parte de la Go-
bernación Intendencia de Cuyo con capital en La sublevación del Batallón Nº 1 de Cazado-
Mendoza. La administración de De la Roza, res de los Andes, acantonado en el cuartel de
había demandado grandes esfuerzos a la po- San Clemente a dos cuadras de la plaza cen-
15 Este episodio es tomado como referencia para la no- tral a los gritos de ¡Muera el tirano!, ¡Viva la
ticia principal del diario ficticio “El Nuevo Sol”, cuya tapa
Libertad!, ¡Viva la Federación!, tuvo como pri-
antecede a este artículo. El nombre del periódico hace refe-
rencia a la característica climática más típica de San Juan, mera intención desplazar del poder a la ges-
así como al cambio político producido en 1820 que puso el tión sanmartiniana. El movimiento, apoyado
foco de atención en la propia provincia.
107
Las provincias son noticia

por sectores sociales con intereses económicos milicias era fundamental para conservar el po-
que buscaban mayor control sobre el poder der, pero serias diferencias fueron distancian-
político institucional, tuvo como consecuen- do a Mendizábal y Del Corro, quien era el que
cia inmediata la destitución y prisión de De la efectivamente tenía mayor ascendiente sobre
Roza; y la reunión de un cabildo abierto que la tropa. Por otra parte, Mendizábal no había
entregó a Mendizábal el mando militar y se re- logrado tampoco ganarse a la elite local en un
servó el político. contexto difícil, con un erario público en rui-
Si bien en sus inicios la sublevación res- nas, y en el que se sucedían las negociaciones
pondió a intereses locales, sus repercusiones con las demás provincias cuyanas y los comi-
alcanzaron a las demás provincias cuyanas sionados enviados por San Martín; así como
provocando en Mendoza la renuncia del Go- con Juan Bautista Bustos y José Miguel Carrera
bernador Toribio de Luzuriaga y de Vicente que buscaban ganar el dominio de la región.
Se sucedieron acusaciones encontradas
acerca de las decisiones tomadas respecto a los
miembros de la gestión anterior; como De la
Roza que fue desterrado, o los oficiales leales
que, tras haber permanecido en prisión, fue-
ron destinados a Valle Fértil y, en un confuso
episodio, fusilados en el camino.
En un intento por alejar a Del Corro y re-
cuperar el control de la situación, Mendizábal
envió a su antiguo compañero a una falsa mi-
sión en La Rioja, pero el malestar de la tropa,
que advirtió la maniobra, lo obligó a solicitar
su retorno. A esto se le sumó la oposición del
vecindario que acusaba a Mendizábal de mal
manejo de los fondos públicos. Fue así que la
relación política entre Francisco Solano del
Corro y el sector conservador sanjuanino dio
Sublevación del Batallón Nº 1 de Cazadores
por resultado el desplazamiento de Mendizá-
de Los Andes
bal del poder el 21 de marzo de 182o.

Dupuy en San Luis.


Estos hechos adquirieron nueva significa- Hacia la institucionalización provin-
ción a partir de la Batalla de Cepeda y la diso- cial
lución del poder central. En ese contexto de Los breves gobiernos que se sucedieron
crisis en el que se reconfiguraban espacios y desde entonces hasta 1823, año en que asumió
soberanías provinciales, el grupo político que como Gobernador de San Juan Salvador Ma-
había apoyado a Mendizábal contra De la Roza ría Del Carril, dieron lugar a la organización
buscó la afirmación de la nueva institucionali- institucional de la provincia con la constitu-
dad y fue entonces que se promulgó el acta que ción en 1821 de la “Comisión Representativa
daba origen a la provincia de San Juan como del Pueblo” o Sala de Representantes, confor-
entidad política. En el mismo documento se mado por representantes de la ciudad Capital,
daba origen al Poder Ejecutivo, al determinar Jáchal y Valle Fértil; y en 1823 una ley electoral
“que al actual señor Teniente Gobernador lo elevaba habilitaba a votar a todos los hombres libres
el pueblo á la clase de Gobernador, con todas las fa- mayores de 21 años.
cultades y prerrogativas anexas á esta clase”.
En el gobierno de Del Carril se terminaron
Sin embargo, no lograría Mendizábal soste- de conformar los poderes públicos al regla-
nerse en el gobierno. Contar con el aval de la mentarse el Poder Judicial (1824), y se dictó la
élite dirigente sanjuanina y con la lealtad de las “Carta de Mayo” (1825), declaración de prin-
108
Orígenes de las catorce provincias históricas

cipios que consagraba la libertad personal, la nas cátedras particulares. Se enseñaba de ma-
igualdad ante la ley, la soberanía popular, la nera memorística, repetitiva, con fuerte base
moral y religiosa, y con aplicación de castigos
corporales. El método de enseñanza consistía

Salvador María del Carril, Gobernador de


San Juan (1823-1825)

propiedad privada, y la libertad de pensamien-


to, opinión y culto. Fue durante su gobierno,
que se adquirió la primera imprenta con que
contó San Juan, que permitía dar publicidad a
los actos de gobierno y abrir un espacio públi-
co de opinión a través de la prensa escrita.

“El Defensor de la Carta de Mayo”, primer


Construyendo identidades y fortale- periódico sanjuanino (1825)
ciendo vínculos regionales
Al obtener San Juan en 1820 su identidad básicamente en aprender las letras, el deletreo
política como provincia, también se pusieron y el aprendizaje por sílabas. La enseñanza, tan-
en marcha mecanismos de pedagogía cívica a to formal como informal, contribuyó de ma-
los que los sectores dominantes, recurrieron nera especial a una construcción identitaria
como medio de instrucción para moldear y que apuntó a consolidar la identidad política
transformar una población heterogénea y ma- obtenida.
yoritariamente analfabeta, en nuevos sujetos Un aspecto a destacar, es que el proceso de
políticos que pudieran participar del ámbito fragmentación territorial cuyano se produjo
público, dentro de los parámetros sociales es- sin desmedro de diversos intentos de restau-
tablecidos desde los grupos de poder, que se rar la perdida unidad sobre la base de la fede-
aseguraba así el consenso necesario. Mediante ración. Estos acuerdos y alianzas político-co-
la educación, la prensa, la celebración de fies- merciales constituyeron un marco importante
tas y otras prácticas culturales, la noción de para la organización nacional posterior como
pertenencia fortalecía al estado provincial. el Reglamento Provisional de Gobierno para
Hacia 1820, en San Juan apenas existían los Pueblos de Cuyo (1821), el Pacto de San Mi-
unas pocas escuelas de primeras letras, y algu-

109
Las provincias son noticia

guel de las Lagunas (1822) y el Tratado de Hua-


nacache (1827).
Si bien las propuestas de unidad no tu-
vieron éxito, daban cuenta de la voluntad de
mantener una cohesión fundada en aspectos
geográfico-territoriales, características cultu-
rales, necesidades económicas semejantes, y
una larga historia común, que permiten iden-
tificar a estas tres provincias como parte de
una entidad regional con identidad propia: la
“Región de Cuyo”.

110
Orígenes de las catorce provincias históricas

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111
Capítulo 13 - San Luis
el nacimiento de una provincia cuyana
Guillermo Genini

Una jurisdicción comprometida con


Andes. Bajo el hábil y férreo mando del por-
el proyecto sanmartiniano
teño Teniente Gobernador Vicente Dupuy,
El nacimiento de San Luis como Estado los sectores propietarios puntanos habían de-
provincial se produjo en un momento especí- puesto o postergado sus antiguas rivalidades
fico caracterizado por la ruptura del orden re- para sumarse a la empresa sanmartiniana.
volucionario surgido en 1810, y en el contexto Sin embargo, esta adhesión no se logró sin
de la fulminante descomposición de la Gober- dificultades. En 1815 con motivo de la elección
nación Intendencia de Cuyo a comienzos de del diputado por San Luis para el Congreso
1820. General que se reunía en Tucumán, San Mar-
La ciudad de San Luis y su jurisdicción tín sacrificó la representación puntana en fa-
como parte de esa unidad política-administra- vor del porteño Juan Martín de Pueyrredón.
ba había apoyado el proyecto político y militar En esa elección se perfiló un grupo opositor al
del General José de San Martín contribuyendo dominio sanmartiniano que se mostraba vaga-
con grandes recursos materiales, financieros y mente referenciado en las ideas confederales
humanos a la constitución del Ejército de los de Artigas. Pese a ello, el orden impuesto por

Monumento a San Martín en Las Chacras, hacia 1930


(Archivo Fotográfico José La Vía, AHSL)

115
Las provincias son noticia

Dupuy dominó la vida pública de San Luis en Tomás Luis Osorio, que convocaron a la pri-
los años posteriores sin mayores sobresaltos, mera de una serie de movilizaciones, el 24 de
pese a las continuas contribuciones volunta- enero Dupuy postergó su partida.
rias y forzosas a que era sometida la jurisdic- Simultáneamente se seguía con atención la
ción. Las contribuciones recaían tanto en los situación de San Juan, puesto que los Cazado-
sectores populares (reclutamiento de soldados res de los Andes se convirtieron en la principal
y auxiliares), como en los propietarios (dinero fuerza militar de Cuyo y se temía una inva-
y, principalmente, ganado y charqui). sión. También se tenían en cuenta las noticias
En 1819 San Luis dio muestras visibles de de Mendoza ante la renuncia del Gobernador
apoyo a la causa sanmartiniana cuando repri- Intendente Toribio de Luzuriaga y la desin-
mió la Sublevación de los Prisioneros Realistas tegración del Gobierno General en Buenos
ocurrida en febrero, que fue ahogada en san- Aires tras su derrota en la Batalla de Cepeda.
gre, y acogió en su territorio al Regimiento de Esta situación incierta e inestable se prolongó
Granaderos a Caballo en mayo. Para su man- hasta el 15 de febrero cuando finalmente, bajo
tenimiento se realizó una última gran con- presión de Tomás Baras y otros oficiales de
tribución en dinero, hombres, y, sobre todo, milicias, se congregaron parte de los vecinos
ganado, que perjudicó principalmente a los notables y las milicias de caballería. Según el
hacendados de la jurisdicción. Los Granaderos acta redactada ese día, y siguiendo el ejemplo
debían realizar la remonta de sus menguados de otras capitales y pueblos subalternos en cir-
integrantes, lo que se realizó con gran apoyo cunstancias similares, los jefes de las milicias
de los puntanos, pese al creciente ambiente de de San Luis obligaron al Cabildo a convocar
tensión creado por el conflicto entre el gobier- a todos los pobladores para elegir nuevos go-
no de Buenos Aires y los caudillos artiguistas. bernantes y aceptar la renuncia que había rea-
Por ello, los Granaderos se mantuvieron aisla- lizado Dupuy, “a fin de evitar todo estrépito y
dos de la población en el Campamento de Las efusión de sangre”.
Chacras, ubicado a 12 kilómetros al este de la Una nueva movilización de vecinos y mili-
pequeña ciudad, bajo estrictas órdenes de no cianos de la ciudad de San Luis convalidó el
entrar en contacto con las intrigas políticas lo- acto de fuerza y se presionó al Cabildo a “que
cales. provisionalmente se eligiesen y nombrasen
nuevos gobernantes”. En forma simultánea a
la deposición y detención de Dupuy, el 16 de
El nacimiento del San Luis indepen-
febrero se cambiaron varios cabildantes (entre
diente: desintegración, reclamos y
ellos Francisco de Paula Lucero y Tomás Luis
movilizaciones
Osorio, principales sostenedores de Dupuy)
Esta aparente situación de tranquilidad se que consolidaron el poder de los nuevos secto-
rompió cuando llegaron las noticias de la su- res dominantes integrados por los jefes de las
blevación del Batallón de Cazadores de los An- milicias, encabezados por Tomás Baras y Luis
des en San Juan a comienzos de enero de 1820. de Videla, y los hacendados, representados por
Inmediatamente se puso en acción un meca- José Santos Ortiz. Finalmente, el 19 de febrero
nismo ya previsto. Los escuadrones de Grana- el jefe de las milicias de la ciudad, Luis de Vi-
deros abandonaron presurosamente San Luis dela, exigió la expulsión del depuesto Dupuy
para iniciar de inmediato el cruce de los Andes por considerar su presencia contraria para “la
y así evitar comprometer su integralidad mi- tranquilidad pública”. Su destino inicial sería
litar por causas políticas. El último escuadrón el destierro a Catamarca, pero posteriormente
dejó San Luis el 22 de enero de 1820. Dupuy, se dirigió a Chile siguiendo los pasos de San
que hasta ese momento había sido sostenido Martín. Las milicias que dominaban la ciudad
por un numeroso grupo adicto, renunció a su y detentaban la fuerza física presionaron al
cargo ese día dispuesto a marchar junto con nuevo Cabildo y se pidió consultar a los veci-
los Granaderos hacia Mendoza. Ante el ruego nos si acordaban con la expulsión, hecho que
de los miembros del Cabildo, encabezados por se concretó sin mayores contratiempos.

116
Orígenes de las catorce provincias históricas

Como resultado de las convocatorias ante- dicción. Junto a él se hicieron más frecuentes
riores, sobre todo la del 15 de febrero, se re- prácticas políticas no formales (tumultos, mo-
unió el 26 de febrero de 1820 en la Plaza de vilizaciones, Cabildos Abiertos espontáneos)
Armas un multitudinario Cabildo Abierto16 que conjugaban distintos grados de violencia
con representantes de la ciudad y la campaña, (amenazas, exigencias, expulsiones, destierros,
y allí se acordó que el nuevo Cabildo, del cual deposiciones, muertes), que otorgaban legiti-
se habían apartado a los miembros más nota- midad a un acto de fuerza si era exitoso. En
bles que habían sostenido a Dupuy, asumiera los sucesos de enero y febrero de 1820 en San
la función de gobierno con las cuatro causas. Luis se conjugaron la movilización previa de
Este Cabildo Gobernador también asumió el fuerzas tumultuosas, en este caso las milicias
poder para designar al Comandante de Armas locales, que solo hicieron su aparición como
y extinguió el empleo gubernativo que ejercía actor político decisivo cuando las tropas regu-
el Teniente Gobernador. Poco después comu- lares (los Granaderos a Caballo) abandonaron
nicaron a los demás pueblos, especialmente a la jurisdicción puntana, con la presencia mul-
Córdoba, San Juan y Mendoza, que esta nueva titudinaria de los sectores propietarios (hacen-
situación duraría “hasta la reunión nacional” y dados, comerciantes), acompañados por algu-
dejaron abierta la posibilidad que el Cabildo nos sectores populares dependientes.
Gobernador nombrara un nuevo empleo de En un ambiente profundamente impactado
gobierno. De hecho, comenzaba la vida del por la militarización y la movilización política
San Luis independiente. creada por el proceso revolucionario, la pre-
Detrás de esta dinámica de cambios políti- sencia de los hombres de armas como actores
cos e institucionales se puede percibir un gru- principales en las luchas políticas fue central.
po de interés de enorme peso en el juego del No casualmente fueron los jefes de las Milicias
poder puntano. Las necesidades de abasteci- de Caballería, uno activo como Luis de Videla,
miento para la empresa sanmartiniana habían a quien un informante de San Martín calificó
recaído en gran parte los ganaderos de San como “semimontonero”, y otro regresado a la
Luis. Bajo la férrea mano de Dupuy se había actividad como Tomas Baras, cabecilla de la
reducido el stock ganadero de la jurisdicción y oposición en 1815, quienes dirigieron los mo-
se había limitado el precio de la carne para el vimientos de febrero de 1820. En San Luis no
abasto de la población, perjudicando a los ha- hubo enfrentamiento militar pues la actitud
cendados de la jurisdicción. No fue casualidad destituyente de las milicias se produjo pocos
que pocos días de caído Dupuy se presentara días después que las fuerzas regulares aban-
al Cabildo una solicitud en “representación de donasen San Luis, dejando sin apoyo militar
los hacendados” que daba cuenta de los perjui- a Dupuy, y se difundieran las noticias que las
cios y agravios sufridos hasta entonces “bajo el tropas sanmartinianas estacionadas en Men-
yugo del tirano que acabamos de destronar”. doza no reprimieron el movimiento de San
Este poderoso sector estaba movilizado dis- Juan y marchaban ya a Chile.
cretamente por Ortiz, quien pronto asumiría
un nuevo rol para satisfacción de los hacenda-
dos. La construcción de una débil institu-
cionalidad del Estado provincial
En este vertiginoso proceso se presentaron
mecanismos y prácticas políticas tradicionales Pocos días después de los movimientos de
y novedosas. El centro de decisión siguió sien- febrero de 1820 comenzó la construcción de
do el Cabildo como titular oficial, burocrati- una endeble estructura institucional para el
zado y formal de la representación de la juris- nuevo Estado que había asumido su soberanía
16 A este Cabildo Abierto del 26 de febrero de 1820 se y que, por lo tanto, se declaró independiente
hace referencia en la noticia principal de “El Puntano”, pe- de la capital intendencial de Mendoza ante la
riódico ficticio cuya tapa precede a este artículo. En la ima-
inexistencia del Gobierno General de Buenos
gen se reproducen las firmas de los miembros del Cabildo
que asumieron en gobierno del nuevo Estado provincial: Aires.
Tomás Baras, Manuel Herrera, Agustín Palma y Olguín,
José Leandro Cortés y Vicente Carreño.
117
Las provincias son noticia

El 23 de marzo José Santos Ortiz fue desig- Ortiz y los demás miembros del Cabildo. Re-
nado como Alcalde de Primer Voto del Cabil- cién en la elección de enero de 1821 pasó a ser
do de San Luis, en reemplazo de Tomás Ba- denominado Gobernador de la Provincia. Su
ras. Se le asignó el “despacho de gobierno” y carácter moderado, conciliador y tibiamente
un sueldo de 50 pesos mensuales. Este cambio federal fueron fundamentales para otorgarle a
implicó que los sectores ganaderos sustituían San Luis una cierta estabilidad política, muy
a los jefes de milicias en la conducción de la necesaria ante los graves sucesos de San Juan
naciente Provincia. Ortiz conjugaba en su per- y la amenaza que representaba José Miguel
sona dos características que lo hacían la figura Carrera y su intención de llegar a Chile. Las
indicada para encabezar esta nueva etapa de la funciones legislativas y judiciales continuaron
vida institucional de San Luis: representaba a a cargo del Cabildo tal como lo había realizado
los grandes hacendados del Valle del Conlara, tradicionalmente.
la principal zona ganadera del territorio pro- En Cuyo, la independencia de las ciudades
vincial, y poseía amplios conocimientos admi- y sus respectivas jurisdicciones estuvo acom-
nistrativos y legales, al punto que algunos lo pañada inmediatamente por una tentativa de
llamaban “el Doctor Ortiz”. Además, tenía bue- recomposición de los vínculos de unión. Este
nas relaciones con los caudillos artiguistas del hecho fue posible porque no hubo un enfren-
Litoral, sólidos contactos con Córdoba donde tamiento o ruptura militar ni tentativas de
estudió Derecho y había pertenecido al grupo imposición entre ellas. Esto permitió ensayar
sanmartiniano, recibiendo una aprobación tá- una organización política en el ámbito regio-
cita de San Martín desde Chile. nal. El 24 de marzo de 1820, un acuerdo entre
Mendoza y San Luis reiteró la unión y amis-
tad entre las dos provincias, dejando sentado
el reconocimiento de la independencia de San
Luis. Igualmente se ensayó una asistencia co-
mún al Congreso organizado en Córdoba por
el Gobernador Bustos.
A comienzos de 1821 se intentó reorganizar
la Provincia de Cuyo ante el peligro que repre-
sentaba la inminente invasión de Carrera. San
Luis estuvo especialmente interesada en lograr
este acuerdo, pues no contaba con los recursos
militares para enfrentar sola este peligro. De
hecho, las tropas puntanas fueron derrotadas
sangrientamente por Carrera en el Combate
de Las Pulgas el 11 de marzo. Tras una breve
incursión a Córdoba, Carrera volvió a ocupar
la ciudad de San Luis en julio e hizo nombrar
al Cabildo un Gobernador adicto, que fue des-
conocido por las otras provincias cuyanas por
José Santos Ortiz, figura central en los pri- haber sido elegido “bajo las bayonetas”.
meros años del San Luis independiente
Tras la derrota y ejecución de Carrera, San-
tos Ortiz recuperó el gobierno, que manten-
De esta manera se fue consolidando un Po-
dría hasta 1829. La legitimidad reconocida a
der Ejecutivo por la práctica, pues de hecho se
Ortiz dentro y fuera de la provincia le permi-
duda que fuese el primer Gobernador de San
tió la firma del Pacto de San Miguel de las La-
Luis, condición que se le atribuyó al Cabildo
gunas en agosto de 1822 que le aseguró a San
Gobernador donde Ortiz fue primo inter pares.
Luis un breve período de paz.
Las disposiciones de gobierno más importan-
Un aspecto recurrente en los primeros años
tes durante el año 1820 fueron firmadas por
de existencia de la Provincia de San Luis fue

118
Orígenes de las catorce provincias históricas

la pobreza del Estado a causa de la falta de re- (pago y mantenimiento de tropas, compras
cursos fiscales. Los sectores propietarios lo- de armas y municiones, sostenimiento de
graron evitar que su riqueza, principalmente guardias de frontera) eran los principales, lo
la posesión de tierras y ganado, fuera gravada que dejaba casi sin recursos al Estado para
con impuestos. Los ingresos del fisco más sig- sostener la más mínima estructura admi-
nificativos consistieron en impuestos al trán- nistrativa. Los ingresos se conseguían en su
sito de mercancías por el territorio puntano y mayor parte con el cobro al tránsito o ex-
un módico gravamen sobre la salida de gana- tracción de ganado (vacas, caballos y mulas)
do a otras provincias. Esta situación impidió y de mercancías por el territorio provincial,
sustentar un programa mínimo de gobierno al aprovechando la condición mediterránea de
punto que San Luis careció por muchos años la jurisdicción puntana. Su percepción con-
incluso de una escuela pública, si bien se re- tinuó la práctica por contrato de un Recep-
caudaba un impuesto para tal fin desde 1817. tor de Propios en el caso del Cabildo, quien
Cuando era necesario encarar una obra de debía repartir la mitad de los ingresos con la
cierta envergadura u organizar la defensa del Caja del Estado.
territorio, se recurría a las contribuciones di-
rectas del vecindario y al trabajo más o menos
Durante la década de 1820 los avances en la
forzado de los sectores populares, por medio
institucionalización del poder en San Luis fue-
de disposiciones específicas dadas por el Ca-
ron graduales e incompletos, intentando seguir
bildo o por el Gobernador de la Provincia.
un modelo republicano. Se consolidó la auto-
ridad del Poder Ejecutivo continuando con la
SAN LUIS: UN ESTADO SIN prácticas políticas y administrativas heredadas
de las tradiciones intendenciales de claro ori-
FONDOS
gen hispánico. Los procedimientos electorales
La creación del Estado provincial en el
variaron poco con respecto a las novedades
caso de San Luis estuvo acompañada de una
implantadas una década antes, siendo la de
persistente miseria fiscal que provenía del
mayor importancia la constitución del sistema
período revolucionario. El esfuerzo realiza-
de electores que le otorgó representación a la
do por la jurisdicción puntana en el soste-
campaña y a los distintos pueblos distribuidos
nimiento del Ejército de los Andes y en la
por el territorio provincial.
custodia de los disidentes de la causa revo-
lucionaria y prisioneros realistas que tenían Con motivo de la consulta sobre la forma de
la ciudad por cárcel, redujeron los escasos gobierno que realizó el Congreso General en
recursos con que contaban las Cajas de Ha- 1824 se fue perfilando una Junta de Represen-
cienda y los propios del Cabildo. Ya en agos- tantes que empezó a asumir funciones legisla-
to de 1819 se usaron los fondos destinados tivas. En 1827 la Honorable Representación se
para la creación de una Escuela primaria transformó en Junta Representativa de la Pro-
dispuesto por San Martín, entre otros pro- vincia, sustituyendo definitivamente al Cabil-
pósitos. Así lo permitió el Teniente de Go- do como poder legislativo del Estado. Las pri-
bernador Vicente Dupuy al informarle al meras disposiciones respecto al orden interno
Cabildo de San Luis: “En esta atención es mi fueron dictar un estatuto para fijar su propio
parecer que Vuestra Señoría no debe emba- funcionamiento, establecer un Reglamento de
razarse en valerse de los fondos destinados a Policía y disponer la primera división departa-
la Escuela para la conclusión de la Sala Ca- mental del territorio provincial. Inicialmente
pitular, siempre que sea en corta cantidad, y lo integraban once representantes, pero a cau-
ésta pueda ser reintegrada en lo restante…” sa de la falta de fondos rápidamente se la redu-
(AHSL, Actas Capitulares, f. 1395). jo a tres. El Cabildo, ya sin mayores funciones,
Las dos invasiones de Carrera de 1821, y la se extinguió recién en 1829.
lenta recuperación del stock ganadero res- La mínima organización de la estatidad
taron al Estado provincial una fuente con- de San Luis se completó con los mecanismos
siderable de recursos. Los gastos militares para la designación de jueces que se realizaba,

119
Las provincias son noticia

según los casos, por el Gobernador o la Junta


Representativa. Los más importantes eran los
Jueces de Campaña que cumplían funciones
judiciales y de policía. De esta manera el Poder
Judicial puntano quedó sin organización or-
gánica hasta 1844 cuando se intentó crear una
Cámara de Apelaciones.
Finalmente, esta débil e incompleta organi-
zación del orden provincial quedó plasmada
en el Reglamento Provisorio de 1832, primer
y rudimentario ensayo constitucional, que fue
fruto de la particular experiencia de San Luis
como Estado independiente y soberano desde
1820.

120
Orígenes de las catorce provincias históricas

Bibliografía de consulta
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de un desplazamiento conceptual en el federalismo argentino (1860-1930)”, en
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121
Capítulo 14 - Mendoza
los esfuerzos por conformar un orden
provincial
Eugenia Molina

La reunión de vecinos en la Iglesia Matriz a La emergencia de la Junta de Repre-


comienzos de 1822, en la cual se decidió am- sentantes como actor político clave
pliar el número de representantes de la Hono-
rable Junta y modificar el procedimiento para En enero de 1820, el levantamiento del Re-
su renovación, conforma un momento clave gimiento de Cazadores acantonado en San
para explicar el surgimiento de la provincia de Juan desencadenó el proceso de desintegra-
Mendoza.17 Por un lado, refleja la consolida- ción de la intendencia de Cuyo. Cada una de
ción del principio de soberanía popular como las tres ciudades miembros (San Juan, San Luis
legitimidad política, en tanto expresaba hasta y Mendoza) proclamó su independencia de las
qué punto la rama legislativa comenzaba a te- otras para organizar su gobierno, elegir autori-
ner un rol cada vez más importante. Por otro dades y gestionar sus recursos. De hecho, en el
lado, mostraba la consolidación del camino marco de la expedición que buscó reprimir las
propio que la ciudad y su jurisdicción habían fuerzas rebeldes, el flamante gobernador To-
seguido desde que había implosionado la go- más Godoy Cruz propuso la instalación de una
bernación intendencia de Cuyo dos años an- Junta de Representantes del “pueblo sobera-
tes. Finalmente, expresaba la relativa tranqui- no” que empezó a sesionar en julio de ese año.
lidad militar que podía aprovecharse para Todavía sin edificio propio (reuniéndose en la
reformas institucionales necesarias para insta- casa de uno de sus miembros), fue consolidan-
lar un orden republicano representativo, luego do su papel como institución legitimadora de
de la desarticulación de la “unidad eficiente” diversas medidas ejecutadas por el goberna-
sanmartiniana. ¿Cómo se llegó hasta aquí? dor o por otras autoridades. En ese marco, la
tensión con el Cabildo (el otro cuerpo que se
arrogaba un peso representativo del “pueblo”),
no tardó en manifestarse. Así, durante 1823 se
solicitó una reforma electoral para incorporar
a los votantes rurales excluidos hasta ese mo-
mento, y garantizar elecciones directas (ya no
por medio de una Junta Electoral como se ha-
bía decidido en la referida asamblea de mayo
de 1822). Estas cuestiones, de hecho, se replan-
tearon meses después, cuando el gobernador
anuló los comicios debido a los rumores de
fraude que terminaron ocasionando un proce-
so judicial. De hecho, para 1824, el debate pú-
Plaza de la Ciudad de Mendoza, espacio blico vinculado a las reformas institucionales
público clave de la vida política se enardeció aún más con la crisis financiera
manifestada en la imparable falsificación mo-
netaria.
Luego de reuniones asamblearias, remo-
ciones gubernamentales y movimientos sos-
17 Teniendo en cuenta esto, elegimos esta Asamblea pechosos de los cuerpos milicianos, en julio de
como noticia central de la tapa ficticia de “Rumores de las
Acequias”. ese año se conformó una nueva Sala (que era el
125
Las provincias son noticia

nombre con el cual comenzaba a nombrarse a mover cambios de autoridades locales. Final-
la Junta). En ella quedaba incorporado el gru- mente, en el marco de los cuerpos milicianos,
po que más persistentemente había sostenido los cuales generaban relaciones políticas de
la adopción de modificaciones al orden políti- lealtad y reciprocidad específicas en el marco
co vigente: elecciones directas, fortalecimien- de la experiencia del cuartel y las expediciones
to del cuerpo legislativo, libertad de imprenta, guerreras. Estas prácticas fueron heredadas
prácticas asociativas como recurso de peda- por el orden político posterior a 1820, pero se
gogía cívica e instalación de autoridades que complejizarían aún más con otras novedosas.
reemplazaran al Cabildo en el cumplimiento Una de ellas fue la prensa, la cual no solo servía
de las funciones que este había tenido hasta el para difundir las acciones de gobierno, apo-
momento. En muy poco tiempo, junto con un yarlas o criticarlas, sino que fue escenario de
nuevo régimen electoral, se nombraron dos la discusión sobre los alcances de las reformas
jueces ordinarios, un defensor de pobres, me- y su fuerza para “modernizar” la vida política
nores y esclavos, y un juez de aguas; se estable-
ció, además, que el ramo de policía quedaba
dentro de la órbita del ejecutivo, quien no solo
nombraría a un comisario para ello, sino que
también designaría a los decuriones de ba-
rrio ( jueces menores que hasta ese momento
nombraba anualmente el cuerpo capitular).
Y como si eso fuera poco, se acordó que este
último debía presentar un informe de cuentas
de los fondos municipales ante el gobierno. En
semejante contexto, cuando al año siguiente
(1825) se declaró extinguida la institución mu-
nicipal nadie se inmutó, pues no tenía mucho
para hacer desde que se le habían sacado todas
sus tareas tradicionales. Incluso, se estableció
que se instalaría una Cámara de Justicia para
recibir las apelaciones de las decisiones de pri-
mera instancia, la cual en poco tiempo comen-
zó a aceitar sus engranajes.
Primer número del Registro Ministerial

Un espacio público politizado


Sin embargo, todas estas transformaciones (aunque también, a veces, para ciertas dispu-
del orden político no implicaban solo estable- tas personales). La otra fueron las asociacio-
cer nuevas autoridades y distribuir labores en- nes, las cuales apuntaban no solo a cumplir un
tre ellas, sino que se insertaban en un espacio objetivo particular sino también a “dulcificar”
público de acción y discusión que venía ad- y “civilizar” las costumbres supuestamente de-
quiriendo consistencia desde comienzo de la terioradas por los años de guerra. Así, no solo
Revolución. En efecto, tanto antes como du- fueron surgiendo consecutivamente periódi-
rante y después de la presencia de San Martín cos, unos de tono más moderado (El Verdadero
como intendente de Cuyo, la politización de Amigo del Pays y El Eco de los Andes), otros más
la población se venía consolidando en diversos virulentos (El Huracán), sino que también co-
espacios y formas. Por un lado, en la partici- menzó a editarse el Registro Ministerial, en el
pación en las fiestas cívicas para conmemorar cual se publicaban las resoluciones ejecutivas
el inicio de la causa en Mayo de 1810 o para y legislativas.
festejar alguna victoria militar. Por otro, en la Simultáneamente, en 1822 se fundaron la
intervención en asambleas para resistir o pro- Sociedad Protectora de las escuelas de Lancaster y

126
Orígenes de las catorce provincias históricas

la Sociedad de la Biblioteca Mendocina, agrupan- Persistencia de las relaciones cuyanas


do a miembros de la dirigencia local en pro- en el orden provincial
yectos que apuntaban a elevar el nivel edu-
cativo en la naciente provincia. Sin embargo, Todas estas modificaciones institucionales
en tanto se metían con un ámbito que había no implicaron que Mendoza dejara de man-
sido atribución del Cabildo, comenzaron las tener estrechas relaciones con San Juan y San
fricciones entre las entidades y este, alimenta- Luis, con las cuales estaba unida por mucho
das por la desconfianza por un procedimiento más que un pasado administrativo compartido
pedagógico de origen inglés (por tanto, fuera en la intendencia cuyana (y antes, en el antiguo
del orbe católico) y por libros de sospechosa Corregimiento colonial que había dependido
ortodoxia incorporados en la biblioteca que del gobierno de Chile). Una intensa trama de
relaciones sociales y económicas articulaba a
sus élites, pero también a los campesinos que
migraban de una a otra en busca de contra-
tos laborales estacionales. Ello explica la serie
de intentos de alianzas y acercamientos entre
las tres nacientes provincias en diversos mo-
mentos luego de su separación en 1820. Uno
de ellos, el Tratado de San Miguel de Las La-
gunas firmado en agosto de 1822, insistió en
la fraternidad y mutua ayuda en caso de ata-
que exterior a una de ellas, como también el
de Guanacache, de abril de 1827, ratificado con
una mínima modificación por la Sala mendo-
cina, en donde se acordó la conservación de
las relaciones amistosas y el pleno goce de sus
“derechos y libertades” hasta la sanción de una
constitución general para todas las Provincias
Unidas. No obstante, la intensidad de los lazos
que las unían, más allá incluso de los pactos,
se expresaba en la forma en que la crisis ins-
titucional en una, casi necesariamente se pro-
yectaba sobre las otras, generando acciones de
colaboración o conspiración, como muestra
la intervención mendocina para restablecer al
Juan Crisóstomo Lafinur, un puntano en la gobernador sanjuanino en 1825.
esfera pública mendocina Para 1828, cuando la caída del congreso reu-
nido en Buenos Aires y del presidente Rivada-
aquella entidad sostenía. Y si el grupo más re- via había ya reavivado los enfrentamientos ci-
sistente a las reformas institucionales y a estas viles, el orden republicano representativo de la
novedades tuvo un primer triunfo cuando se provincia de Mendoza estaba ya delineado en
expulsó de la provincia a Juan Crisóstomo La- sus líneas principales. Posteriores normativas,
finur (uno de los protagonistas y promotores como los Reglamentos de Justicia y de Estan-
de asociaciones y prensa), luego fue desplaza- cias de 1834, ajustarían ciertas clavijas institu-
do del centro de poder al instalarse esa Sala tan cionales. Mientras tanto, la propia experiencia
activa de julio de 1824 a la que referimos más política dentro y fuera de la Sala o de la oficina
arriba, dispuesta a tomar las medidas que fue- del ejecutivo, en la plaza, los cuarteles o el inte-
ran necesarias para fortalecer el régimen re- rior de las casas, desplegaba una esfera pública
publicano representativo. que se modificaba sin dejar de complejizarse, y
que se ampliaría notablemente luego de 1852.

127
Las provincias son noticia

GOBERNAR LOS TERRITORIOS


RURALES
En 1821 se instalaron dos subdelegacías,
una en la villa de San Carlos y otra en la de
Barriales (o San Martín, como pasó a llamar-
se al poco tiempo). Con esto se buscaba que
la población rural tuviera acceso cercano a la
justicia de primera instancia y que el castigo
de ciertos delitos (sobre todo el robo de ani-
males) fuera realizado allí para que sirviera
como ejemplo a los potenciales delincuen-
tes.
No obstante, también tenía que ver con
asegurar la recaudación impositiva que el
comercio de ganado podía aportar al fisco,
destruido por los esfuerzos de la guerra re-
volucionaria y la represión de los levanta-
mientos posteriores a enero de 1820. En este
sentido, las dos zonas en las que se estable-
cieron estas sedes judiciales conformaban
ámbitos de cría, reproducción y tránsito
vacuno con vistas al mercado chileno, y se
hallaban en pleno desarrollo precisamente
a comienzos de la tercera década del siglo
XIX.

128
Orígenes de las catorce provincias históricas

Bibliografía de consulta
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129
EPÍLOGO
Provincias y nación
Por Gabriel Di Meglio

Las revoluciones que comenzaron en la la toma de decisiones, y ejercía un centralismo


América hispana en 1809 dieron lugar un tiem- similar al de los anteriores funcionarios virrei-
po después a la independencia de una serie de nales? Las tensiones al respecto emergieron
países nuevos, pero también a una atomiza- enseguida.19
ción del poder dentro de ellos. Como muestra La voluntad de soberanía descendió al ex-
este libro, después de la agitada década de 1810 tremo en el Litoral. No solo las cabeceras se
las provincias emergieron como estados me- resistieron a acatar el poder concentrado en
dianamente viables, cuando las configuracio- Buenos Aires, sino que hubo pretensiones de
nes más grandes fracasaron. autogobierno en cada pueblo. Uno tan peque-
¿Por qué lo lograron? Remontémonos a los ño como Mandisoví, por ejemplo, decidió en
inicios. En los siglos XVI y XVII se hablaba 1813 rebelarse contra Yapeyú, su cabecera, para
de “provincia” para referirse a los territorios gobernarse a sí mismo. Esas tendencias fueron
lejanos a España incorporados al dominio uno de los pilares del movimiento político que
del rey, sin límites precisos; también se usaba hoy llamamos “artiguismo”, introductor del
para denominar a una jurisdicción religiosa. federalismo en el Río de la Plata para defender
Provincia venía del latín, tierra distante, pro- la autonomía de los pueblos frente al centralis-
cul, de ahí el pro, que ha sido vencida, victa, mo porteño. Consideraba que existían tantas
de ahí vincia. Cuando se creó el virreinato del soberanías como pueblos había en el ex Virrei-
Río de la Plata en 1776 se equiparó provincia a nato. Los artiguistas proponían que en el futu-
gobernación-intendencia.18 Pero eso convivió ro, una vez terminada la guerra, las provincias
–fue especialmente claro desde 1810- con una se organizaran en un estado federal. Sin em-
mirada más pequeña: provincia como pueblo bargo, en los hechos formaron una confede-
que no solo fuera cabecera de intendencia, ración, es decir una alianza en la que ninguna
sino también tenencia de gobernación, y en provincia tenía autoridad sobre el resto (aun-
ambos casos sus campañas circundantes. que sí existía hasta cierto punto una autoridad
La revolución de 1810 se hizo en nombre del “protector” Artigas, cuyas indicaciones no
de la retroversión a los pueblos de la soberanía eran tomadas como meras opiniones).20
que habían legado al monarca español, quien Frente a esta “Liga de los Pueblos Libres”
no podía ejercerla por estar prisionero de los creada entre 1814 y 1815 –la Banda Oriental,
franceses. El argumento era que la conserva- Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe- las
rían en depósito hasta que el rey retornara a su “Provincias Unidas” gobernadas desde Buenos
trono. En la práctica, se conseguía así el auto- Aires mantuvieron el centralismo, no sin va-
gobierno. Ahora bien, ¿hasta dónde llegaba esa riaciones. Por un lado, los sucesivos gobiernos
retroversión? ¿Qué pueblos iban a ser sobera-
nos, las ciudades cabeceras, las ciudades subal- 19 Hay muchos trabajos que han trabajado esta cuestión.
Ya estaba claramente presente en la compilación dirigida
ternas, cualquier pueblo? ¿Por qué unos debían por Noemí Goldman: Nueva Historia Argentina, tomo 3,
depender de otros? Ya en 1811 Jujuy pidió se- Buenos Aires, Sudamericana, 1998.
pararse de Salta y ser “una pequeña república 20 José Carlos Chiaramonte, “El Federalismo argentino
en la primera mitad del siglo XIX”, en Marcello Carmagna-
que se gobierna a sí misma”. Pero, además, si ni (comp.), Federalismos latinoamericanos: México, Brasil,
todos los pueblos eran soberanos, ¿en nombre Argentina, Fondo de Cultura Económica, 1993. También
de qué uno de ellos, Buenos Aires, se abrogaba Raúl Fradkin, “Los grupos sociales subalternos y la revo-
lución en el litoral rioplatense”, Sara Ortelli (coord.), Las
18 Darío Barriera, “Tras las huellas de un territorio”, en independencias desde abajo: historias de subalternos, ex-
Raúl Fradkin (dir.), Historia de la Provincia de Buenos Aires, cluidos y olvidados en América a principios del siglo XIX.
tomo 2, UNIPE/Edhasa, 2012. México: Universidad Autónoma Metropolitana, en prensa.
131
Las provincias son noticia

centrales fueron desarmando las intendencias los dos rasgos descriptos es válido para Entre
coloniales y delineando otras más pequeñas, Ríos, que en eso es excepcional).
que abarcaban menos provincias. A la vez, las Las nuevas provincias tuvieron algunas ca-
imposiciones de Buenos Aires también gene- racterísticas comunes, tal como se desprende
raron resistencias en las provincias que no se de una amplia bibliografía que por espacio no
plegaron al artiguismo. Durante la gran crisis voy a citar aquí. Todas adoptaron el republi-
de 1815, Córdoba (que por unos pocos meses canismo como forma de gobierno. Se basaba
integró la Liga de los Pueblos Libres) y Sal- en la idea de la soberanía del pueblo y en su
ta eligieron a sus propias autoridades, hasta identificación con el sistema representativo, es
entonces designadas desde la capital; Cuyo decir con la concepción de que ese pueblo go-
conservó a las suyas más allá de la voluntad bernaba a través de sus representantes. La elec-
del poder central; La Rioja se autonomizó de ción de los diputados se realizaba tanto en la
Córdoba. Tras la celebración del Congreso de ciudad como en la campaña, que así consiguió
Tucumán en 1816 el sistema centralista logró una inclusión política que no tenía en tiempos
restablecerse, con el argumento de la existen- coloniales. Los representantes eran votados e
cia de una única soberanía “a la francesa”: una ingresaban a una nueva institución, la legis-
nación integrada por provincias pero que pre- latura, que después designaba al gobernador.
valecía sobre ellas y se conformaba cuando se Los antiguos cabildos, organizados con un cri-
juntaban sus representantes. Fue el sustento terio corporativo colonial y cuya potestad cho-
para la intención de crear un Estado unitario, caba con la de las legislaturas, fueron disueltos
propuesto en la fallida constitución sanciona- en todas las provincias entre 1820 (Entre Ríos)
da en 1819, que mencionaba con claridad a “la y 1838 ( Jujuy). Algunas de ellas dictaron cons-
Nación, en quien originariamente reside la So- tituciones para gobernarse, mientras que otras
beranía”. no. Pero todas se encontraron en la necesidad
En 1820 los dos sistemas revolucionarios de definir quiénes serían ciudadanos, quiénes
rivales colapsaron en simultáneo. La invasión votarían; es decir, quiénes iban a integrar ese
portuguesa a la Banda Oriental y Misiones pueblo que era soberano. No hubo restriccio-
terminó derrotando a Artigas, y la Liga no so- nes raciales explícitas en la legislación. Sí de
breviviría al eclipse de su líder. Casi al mismo género: solo podían votar los hombres. En
tiempo, los federales entrerrianos y santafe- cuanto al origen, la mayoría aceptó a cualquier
sinos vencieron a Buenos Aires y obligaron a “americano” como posible ciudadano, al igual
la disolución del gobierno central. Los expe- que un extranjero con cierto tiempo de resi-
rimentos de mantener unidades parecidas en dencia; en cambio fue habitual que se exclu-
tamaño a las viejas intendencias fracasaron en yera a los españoles europeos. Las limitaciones
1821 tanto en Tucumán como en Entre Ríos. sociales fueron más variadas. Había un antece-
Por lo tanto, solo quedaron trece provincias, dente en el Reglamento Provisorio sanciona-
las “fundacionales”, que se volverían catorce do en 1817 por el mismo Congreso que había
en 1834, cuando Jujuy se separó de Salta. No declarado la independencia un año antes: allí
surgieron entonces como una prolongación se negaba la ciudadanía a quien fuera “domés-
de las antiguas provincias de intendencias sino tico asalariado”, no tuviera una propiedad o un
como ciudades que ampliaron su esfera po- oficio lucrativo. Varias provincias prolongaron
lítica a las áreas rurales circundantes. De ahí estas restricciones. Córdoba, por caso, estipuló
que el nombre de la ciudad y el de la provincia en 1821 que para ser ciudadano se debía poseer
sea el mismo. El otro rasgo central fue que las una propiedad de 400 pesos y no contar con
ciudades que pudieron encabezar provincias deudas. En Buenos Aires la apertura fue ma-
tenían en tiempos coloniales una caja real, es yor: la ley electoral sancionada en 1821 otorgó
decir una recaudación, lo cual les permitía una el voto a todos los hombres libres mayores de
indispensable capacidad fiscal.21 (Ninguno de 20 años, excluyendo a los esclavos; también
hubo límites para poder ser elegido, ya que
21 Regina Grafe y Alejandra Irigoin, “The Spanish empire
and its legacy: fiscal re-distribution and political conflict in pers of the Global Economic History Network (GEHN), 23,
colonial and post-colonial Spanish America”, Working pa- Londres, 2006.
132
Orígenes de las catorce provincias históricas

había que tener 25 años y ser propietario. Un todo a las zonas fronterizas; pero también allí
tercer caso para comparar es el de Corrien- la capital provincial –desafiada por distintos
tes, donde las constituciones de 1821 y de 1824 pueblos en el año 1820- mantuvo el control
otorgaron la ciudadanía a cualquier americano sobre el territorio provincial.
mayor de 25 años que residiera en la provincia. Es importante resaltar algo que puede pare-
Otro elemento que hermanaba a las provin- cer paradójico: los gobiernos provinciales ubi-
cias era que no gravaron ni la renta ni el con- cados en las capitales concentraron las decisio-
sumo, y cobraron pocos impuestos directos. nes, pero no estuvieron ya siempre en manos
El eje de la política fiscal fueron los impuestos de las antiguas elites urbanas; el ascenso de las
al comercio. Entonces el volumen de este era campañas y la situación de guerra frecuente
fundamental: el ingreso fiscal dependía de la hicieron que la conducción de milicias –es de-
actividad mercantil, que habitualmente no era cir de pobladores rurales– se transformara en
suficiente. Como además los gastos militares una fuente decisiva de poder en las provincias.
eran altos, solían llevarse buena parte de lo Muchos de esos gobernadores o quienes to-
recaudado y eso contribuía a que la mayoría maban decisiones provenían del mundo rural
de las provincias fueran pobres, con pocas po- y se los conoce como “caudillos”. Pero hay que
sibilidades de sostenerse eficazmente. La úni- tener cuidado -además de que es un término
ca excepción era Buenos Aires, que tenía un muy connotado, que tal vez convenga dejar
comercio de grandes proporciones, gracias a de usar- porque algunas tuvieron caudillos y
lo cual disponía de un presupuesto anual con- otras no. Por otra parte, la distinción entre eli-
siderablemente superior al de todas las otras te urbana y rural no siempre existió, ya que en
provincias juntas. algunos casos eran la misma. Generalizar es
Políticamente, desde 1820 se invirtió el pro- imposible.
ceso experimentado por el Litoral en la déca- Al mismo tiempo, existían grandes dife-
da previa: las aspiraciones autonómicas de los rencias geográficas y demográficas entre las
pueblos fueron desconocidas y se fortaleció provincias. A nivel comercial se ligaron con
el poder provincial único. Es decir –sigo acá mercados externos distintos, de acuerdo a su
una idea de Raúl Fradkin- que mientras cada ubicación. Internamente algunas eran bastan-
provincia defendía su soberanía hacia afuera, te homogéneas, pero otras tenían áreas muy
lo que llevó a varias a proponer el federalis- diversas. Por mencionar solo tres: en La Rio-
mo, instauró un “centralismo” hacia adentro. ja los Llanos no eran iguales a Famatina o a la
Ya Mandisoví no podía ser autónoma… O si capital; el norte de Córdoba, de viejo pobla-
Coronda y Rosario habían desafiado a Santa Fe miento y que contaba con pueblos de indios,
en años previos, ahora quedaron subordinadas no era similar al sur “pampeano” de la pro-
a ella. Todas las provincias y también el nue- vincia, semejante al Litoral; en Entre Ríos las
vo Estado Oriental (hoy Uruguay) se subdivi- orillas del Paraná y del Uruguay habían tenido
dieron en “departamentos”, jurisdicciones que desarrollos bien diferenciados.
quedaron a cargo de comandantes responsa- Por eso es importante no pensar a las pro-
bles de las cuestiones militares, de la adminis- vincias como un espacio mínimo “natural”, lo
tración, de la policía y a veces también de la que quedó en pie tras el colapso imperial, ya
justicia, en la mejor tradición borbónica. Esos que podrían haberse seguido esas otras líneas
comandantes eran muchas veces personajes de fragmentación u otros destinos. Del mismo
locales, pero no eran elegidos por la población modo que se ha combatido el esencialismo
del departamento sino desde la capital provin- nacional, es necesario hacerlo con el provin-
cial. Hay que señalar que en la departamen- cial. Las provincias no existen per se, también
talización la excepción fue Buenos Aires, que fueron construidas. Lo que es indudable es
mantuvo sus “partidos” y concentró las tareas que, pese a la fragilidad económica y política
descriptas arriba en manos de los jueces de de casi todas, las provincias resultaron viables
paz, al tiempo que el poder de los comandan- y se volvieron decisivas. A partir de 1821 fue
tes quedó limitado al ámbito militar y sobre

133
Las provincias son noticia

evidente que cualquier armado nacional debía optó por El Zonda. Es decir, en el mismo lu-
partir de ellas. gar unos se incluían y otros no, asociando el
La “organización nacional”, se ha señala- nombre con Buenos Aires. Esa tensión tam-
do varias veces, no era para nada necesaria ni bién podía darse dentro de las provincias, cuya
obvia. Si se observa lo ocurrido con la unión identidad monolítica tampoco iba de suyo. Un
federal de las provincias centroamericanas, caso hallado para la misma época por Marisa
que se mantuvo entre las décadas de 1820 y Davio lo indica bien. En 1837, durante la gue-
1840 pero tras su disolución nunca se revirtió rra con la Confederación peruano-bolivia-
y fue reemplazado por la creación de estados na, un soldado llamado Mariano Tucunas era
independientes que aún perviven, eso queda parte del Batallón de Defensores de la Puna.
todavía más claro. ¿Qué llevó entonces a las Cuando tropas bolivianas ocuparon la zona y
provincias a formar Argentina? Ahí conviven el gobierno de Jujuy decidió retirar sus fuerzas
cálculos de conveniencia –que podían cam- a Humahuaca, Tucunas incitó a sus compañe-
biar de acuerdo a la coyuntura-, limitaciones ros a la rebelión ante la falta de dinero, los ma-
estructurales, resultados de conflictos y prin- los tratos de la oficialidad y sobre todo porque
cipios identitarios. José Carlos Chiaramonte no querían ir “para abajo” a pelear junto con
mostró con contundencia que en 1810 no exis- “los jujeños y humahuaqueños” sino quedarse
tía una identidad argentina. Quienes vivían en en su tierra. Incluso lo acusaron de decir que
la región compartían una identidad americana prefería pasarse al ejército invasor. En el su-
y una identidad local, la del lugar donde ha- mario posterior, otro soldado de nombre José
bían nacido.22 Pero sería un error proyectar Cruz sostuvo que él se opuso a la propuesta de
esa realidad de modo inalterado hacia más Tucunas, porque “era argentino y no boliviano
adelante, donde las poderosas identidades lo- y que ni sus sentimientos ni su patria perte-
cales –a veces provinciales, pero también más necían a los de la puna”. No es posible saber si
pequeñas- coexistirían con un principio ma- dijo lo que suponía que quería oír el juez o lo
yor construido sobre la base de la causa común que realmente pensaba, pero lo cierto es que la
defendida en la larga guerra de independencia existencia de distintas identidades dentro de la
librada entre 1810 y 1825, y en compartir cier- provincia queda acreditada, al mismo tiempo
tos elementos como una bandera o la celebra- que la noción de una argentina general. Por lo
ción unánime de una fecha mitificada desde tanto, aunque durante mucho tiempo la iden-
su primer aniversario, el 25 de mayo. La idea tidad nacional conviviría con otras, es posible
de reconocerse en una identidad argentina se referirse a “provincias argentinas” desde los
construyó lentamente desde los años 20. Y la años 30 del siglo XIX (cuando además la apari-
posibilidad de unirse siempre estuvo en pie. ción del Estado Oriental, hoy Uruguay, como
Gran Bretaña colaboró en 1824 al presionar país independiente dificulta analíticamente
para que se uniesen las provincias para reco- hablar de provincias “rioplatenses”).
nocer la independencia, lo cual favoreció la Lógicamente, la cuestión identitaria es solo
convocatoria de un nuevo congreso constitu- un aspecto de la construcción de la Argentina.
yente donde el nombre “República Argentina” En las décadas posrevolucionarias las provin-
se usó por primera vez. El fracaso de esta ex- cias protagonizarían tres conflictividades vin-
periencia no disolvió la voluntad de la mayoría culadas pero también diferentes entre sí. La
de las provincias de integrarse, pero el proceso de unitarios y federales, la de librecambismo
no es lineal. y proteccionismo, y la de la disputa por el usu-
La tensión se mantuvo por años. Sarmiento fructo de los recursos de la aduana de Buenos
contó que en 1839, cuando fundaron un pe- Aires. No es este el espacio para desarrollar es-
riódico en su provincia, uno de los integrantes tos problemas. Solo señalo que en cada uno de
propuso llamarlo El Argentino y otro replicó ellos la dimensión provincial es clave. Las pro-
que eso no hablaba de San Juan, por lo cual se vincias, cuyo surgimiento como entidades au-
tónomas bien narra este libro, son la platafor-
22 José Carlos Chiaramonte, “Formas de identidad en el
Río de la Plata luego de 1810”, Boletín del Ravignani, 3ª se- ma clave para entender el pasado argentino.
rie, nº 1, 1989.
134
Impresos 100 ejemplares en mayo de 2022 en

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