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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

EL AUTISMO Y SU ORIGEN

Presentado por:

Maracaibo, julio , 2023


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Resumen

El objetivo de la siguiente investigación fue conocer el origen del autismo, siendo este un

trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación y la interacción social. Además,

buscando dar una mirada más profunda a sus síntomas y cómo afecta la vida de los

individuos que nacen con este trastorno, para así generar una mejor compresión a un tema

que ha sido objeto de investigación por largos años. El método de la siguiente investigación

fue documental mixto, usando distintas bases de datos o unidades documentales como Scielo,

Redalyc, Dialnet e incluso YouTube, buscando lograr por medio de estas dar respuesta a la

pregunta planteada en este artículo, ¿cual es el origen del autismo? Los autores

fundamentales para sustentar este trabajo se denominan; Talero et al. (2003), Pereda (2023),

López et al. (2009). Entre los principales descubrimientos de la investigación se encontraron

que a través de los años se han buscado múltiples causantes del autismo, en los años 50 el

psicoanálisis implantó la idea de las madres como culpables de este trastorno, más adelante

las vacunas estuvieron en la fila de los acusados y así a través de las distintas investigaciones

que fueron realizadas a lo largo del tiempo, sin embargo, hasta ahora solo se conoce que

tiene un alto índice de heredabilidad y que en su posible origen están involucrados tanto

factores genéticos como ambientales.

Palabras clave: autismo, trastorno, origen, espectro, investigación.

Introducción

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción

social y el comportamiento de quienes lo padecen, los autores Alvarez y Ignacion, (2010)

exponen que el autismo afecta al menos a 1 de cada 1,000 niños, el origen de este trastorno es

un tema complejo y aún objeto de estudio en el campo de la psicología, se cree que existen

múltiples factores que pueden contribuir al origen del autismo, en las últimas décadas, las
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investigaciones relacionadas con esta entidad han evolucionado significativamente, Bedia et

al. (2006) comentá que cada vez son más los niños que nacen con este trastorno que marca su

vida hasta el día de su muerte.

El origen del autismo ha sido un completo enigma para la sociedad, se han relacionado

múltiples causantes, sin embargo, ninguna investigación ha podido comprobar el origen de

este trastorno. André et al. (2020), si bien la causa exacta del autismo aún no se comprende

completamente, la evidencia ha reflejado que tanto factores genéticos como ambientales

forman parte de un papel importante en su desarrollo.

La investigación surgió con el propósito de indagar más a fondo sobre los posibles

orígenes del autismo, y así también comprender las implicaciones al nacer con trastorno del

espectro autista, es importante tener el conocimiento de que no existe una persona con

autismo idéntica a otra ya que se habla de un espectro, por lo tanto los síntomas pueden variar

de persona a persona.

Comprender cómo funciona la vida de las personas autistas también permite que las

personas sean conscientes de lo que ahora mismo pasa en el mundo, y que niños que nacen

con este trastorno se han vuelto objeto de estigmatización por parte de la sociedad actual. La

falta de comprensión puede generar barreras adicionales para las personas con autismo,

limitando sus oportunidades y su participación plena en la sociedad. Por tanto, se requiere un

cambio cultural y una mayor sensibilización para garantizar que se respeten sus derechos y se

promueva su inclusión en todos los aspectos de la vida.

Método

El tipo de investigación utilizada fue documental mixto, ya que la investigación fue

sustentada con documentos bibliográficos, hemerográficos y audiovisuales, para así obtener


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información verídica que valide la investigación, se usaron buscadores de índole científica

como Scielo, Dialnet y Redalyc, también sitios como páginas web y vídeos de YouTube.

Dentro de los autores que sustentan esta investigación se encuentran; Talero et al. (2003),

Pereda (2023), López et al. (2009), entre otros.

Desarrollo

Ha transcurrido más de medio siglo desde que de acuerdo con López et al. (2009), en 1940

el psiquiatra Leo Kanner hizo referencia al autismo por primera vez en su artículo titulado

Alteraciones Autísticas de Contacto Afectivo, en la actualidad se ha aceptado eso como el

inicio del estudio científico de este trastorno, esto no significa que el autismo no haya

existido antes de eso. De hecho, el mismo autor López et al. (2009), expone que resulta

interesante descubrir cómo a través del tiempo se han contado leyendas y mitos de sujetos

con comportamientos extraños y características similares a lo que en el presente se conoce

como autismo, ahora denominado trastorno del espectro autista (TEA).

Canal guiainfantil (2017), explica que el autismo es caracterizado por presentar signos en

tres áreas nucleares, el área de la comunicación, el área de la conducta y el área de la relación

social, estas características son comunes para todas las personas que padecen de este trastorno

pero de acuerdo con lo dicho por Vásquez (2021), como se habla de un espectro, cada una de

las personas con autismo evolucionan de manera distinta en cada una de esas áreas, es decir,

no hay una persona con autismo idéntica a otra, cada persona es diferente.

Bareño, (2015) explica que este trastorno puede darse en todo tipo de población sin

importar su raza, su condición social, su lugar de origen o cultura y puede afectar al niño de

tal manera que los principales síntomas del autismo son déficit de sociabilidad, de

comunicación recíproca, así como la limitación de actividades e intereses por el infante, el

autor Talero et al. (2003), refleja que los niños con autismo presentan deficiencia de la
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compresión y el uso comunicativo de diálogo y gestos. Además, los niños autistas no saben

jugar, manipulan los objetos sin tener conciencia de lo que estos podrían representar, estos

niños no se comprometen con pretender jugar, actividad la cual un niño de dos años

desarrollaría normalmente, las actividades diarias de los niños autistas también presentan

características particulares, en actividades auto iniciadas el período de atención se extiende

considerablemente, al contrario de las actividades en conjunto, estos sujetos no saben formar

parte de actividades compartidas.

También, en los niños autistas el estado de atención puede verse interferido por las

estereotipias intrusas, como el movimiento agitado de manos, que interrumpen la

concentración del infante. Cuando realizan alguna actividad y esta es entorpecida presentan

rabietas y estados de agresividad, además, pueden presentar escasa necesidad de dormir o que

su sueño sea interrumpido a mitad de la noche, además, se ha comprobado que alrededor del

75% de los niños autistas reflejan retardo mental, su nivel cognitivo está directamente

relacionado a la gravedad de sus síntomas (Talero et al, 2003).

Según los autores Martín y León, (2008) el autismo es un síndrome que no solo

compromete la calidad de vida de quien lo padece, sino que también de su familia, este

trastorno hace incierto el futuro en cuanto a independencia y vida productiva de quienes lo

llevan consigo. De acuerdo con Quijada (2008), algunos sujetos con trastorno autista pasan a

través de un período de desarrollo normal, sin signos presentes de autismo en el desarrollo

por lo que es recomendado empezar la detección a los 18 meses de edad y ser repetido a los

24 y 36 meses, pero es probable que en los hermanos o familiares de niños con autismo

debería iniciarse desde los seis meses de edad.

Vásquez (2021), específica que el diagnóstico del trastorno del espectro autista puede ser

hecho a los 14 meses de vida, pero puede no mantenerse hasta en un tercio de los niños
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diagnosticados antes de los 3 años de edad, por otro lado, se ha comprobado por medio de

varias investigaciones que el autismo afecta almenos 3 veces más en el sexo masculino que

en el sexo femenino.

Sin lugar a dudas, el entorno en el que se desenvuelven las personas luego de ser

diagnosticados con trastorno autista puede ser determinante para su bienestar y desarrollo.

Guerri (2023), explica que un ambiente inclusivo, comprensivo y adaptado a sus necesidades

puede brindarles las herramientas necesarias para desarrollar su máximo potencial, el entorno

físico es otro de los factores que puede tener un impacto significativo en las personas con

autismo, puesto que la sensibilidad sensorial es una característica común en muchos

individuos autistas, lo que significa que pueden experimentar una mayor o menor sensibilidad

a estímulos como el ruido, la luz o el tacto.

A través del tiempo se han diseñado modalidades y se han propuesto varios esquemas para

alcanzar una mejoría de los síntomas del autismo a través de la terapia; el hecho de aún no

haber podido identificar un marcador biológico específico como causante absoluto de este

trastorno explica la búsqueda de alternativas como la terapia. Talero et al. (2003), la

aproximación terapéutica integral con equipos multidisciplinarios, que incluye terapia a los

padres, modificación del comportamiento, educación especial en un ambiente estructurado,

entrenamiento para la integración social, terapia del habla, comunicación y entrenamiento de

destrezas sociales, han mostrado ser útiles en algunos niños con trastorno del espectro autista.

En la última década, la investigación relacionada con esta entidad se multiplicó en forma

importante y con esto se inició un camino del cual todavía queda mucho por recorrer, pero

que ya empieza a dar luces en cuanto a la etiología y a los mecanismos que subyacen en las

dificultades del autista. Canal Asociación Autismo Sevilla (2018), el autismo se puede

considerar como una entidad multifactorial, con una alta probabilidad de heredabilidad y que
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tiene muchos desencadenantes, se ha asociado a dificultades perinatales, a la rubéola

congénita, al Síndrome de Down y a otras diferentes alteraciones.

Pereda (2023), el trastorno del espectro autista es prenatal, influyen en su aparición tanto

factores genéticos como ambientales pero más allá de estos hallazgos no se ha logrado

establecer una causa específica; sin embargo, en los años 50 del siglo XX, a las madres se les

consideró las culpables de tener hijos con autismo, de acuerdo con lo citado por el anterior

autor se les llamó madres neveras, se pensaba que no era suficiente el amor que estas madres

le brindaban a sus hijos y de allí provenía su condición, la ciencia en aquellos años se

encontraba bajo el poder del psicoanálisis, sin poder encontrar una explicación

neurobiológica para el trastorno los psicoanalistas encontraron un campo abonado perfecto

para imponer la idea de un origen del autismo exclusivamente psicológico.

Pereda (2023), refleja que en el año 1956 la psiquiatra Lorna Wing le dio un giro al

panorama que se conocía, Lorna tuvo a una pequeña niña que le costaba succionar, apenas

podía dormir y gritaba, el amor de Lorna Wing por su hija la llevó a convertirse en la artífice

de la transformación del autismo como un trastorno olvidado en el tiempo, oculto en cuanto a

su existencia y elevada frecuencia, su contribución hizo que el autismo se conociera como el

trastorno que realmente es, a partir de eso otros padres descubrieron y recitaron las peculiares

conductas de sus niños, padres que amaban a sus hijos y aceptaban como eran, pero desde

luego, su vínculo no podría modificar el hecho del trastorno que sus hijos o hijas llevarían a

lo largo de su vida.

En el año 2004, Roque expresó que desde el punto de vista epidemiológico se aceptaban

que las tasas de prevalencia de autismo a nivel mundial eran de 4 a 5 por 10 000 habitantes,

estudios epidemiológicos demostraron que las tasas de autismo en países desarrollados eran

de un 60 a 120 por 10 000 habitantes, por lo que pensaron que estaban en presencia de una
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epidemia de autismo, dentro de los posibles factores que se encontraron para poder explicar

el fenómeno estuvieron presentes las vacunas, las cuales por esa y otras causas se encuentran

dentro de los acusados de participar en el origen del autismo, a las vacunas se les relacionó

causalmente con el autismo a través del triomersal contenido en algunas de ellas.

Esta controversia se generó luego de que una madre estableciera una demanda en los

Estados Unidos, afirmando que su hijo se volvió autista después de recibir la vacuna PRS.

Esta razón se fue extendiendo a través de asociaciones de padres con hijos autistas y se

generaron múltiples demandas. Poco después de varios estudios, se corroboró la idea de que

no existía una epidemia de autismo y que únicamente era un tema al cual se le estaba

brindando mayor relevancia en la actualidad a partir de una toma de conciencia por parte de

padres y representantes, es por ello que se afirmó que no existen hasta el momento pruebas

que demuestren la relación entre el autismo y las vacunas, o entre el autismo y el timerosal

contenido en las mismas (Roque, 2004).

Cala (2015), comenta que existen grandes pruebas que sustentan la idea de los factores

genéticos, sus funciones e interacciones como participantes en los orígenes del autismo, de

hecho, para respaldar esa afirmación científicos han estudiado el autismo en gemelos

idénticos (gemelos completamente iguales) y en gemelos fraternos (gemelos similares pero

no completamente iguales) y se demostró que cuando el autismo se presenta en gemelos

idénticos, se presenta en más de un 60% en ambos gemelos, mientras que en gemelos

fraternos se presenta entre el 0 y 6%, entonces, si los genes no estuvieran involucrados, las

tasas de autismo serían iguales para ambos tipos de gemelos, además, se ha tomado en cuenta

la influencia de los factores perinatales en el origen del autismo, se consideran como factores

de riesgo la edad de los padres, el bajo peso al nacer y la escasa edad gestacional.
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Investigaciones han demostrado que los factores ambientales pueden desempeñar un rol

importante en los orígenes del autismo, por otro lado, investigadores estudian los genes, otros

examinan los posibles factores neurológicos, infecciosos, metabólicos e inmunes que podrían

estar involucrados en el autismo, pero debido a que el autismo es un trastorno de gran

complejidad y que no hay dos personas con autismo que sean exactamente iguales, es

probable que el autismo tenga muchas causas, por lo que hasta ahora únicamente se ha

afirmado que tiene una alta heredabilidad (Cala, 2015).

No obstante, Landrigan (2010), expone que estudios han examinado la exposición a

metales pesados, contaminantes químicos y su posible relación con el autismo. Así mismo,

Gardener et al. (2009), comentó que se ha explorado la influencia de complicaciones durante

el parto, como la falta de oxígeno puesto que podría estar involucrada en el desarrollo del

trastorno.

Landrigan, (2010) examinó la evidencia acumulada de varios estudios epidemiológicos y

experimentales para analizar la relación entre la exposición a metales y el autismo, el autor

señaló que los metales tóxicos como el plomo, mercurio y arsénico, pueden afectar el

desarrollo neurológico y contribuir al riesgo de padecer trastorno del espectro autista, por esa

razón, reveló que la exposición prenatal a metales tóxicos, especialmente al plomo y al

mercurio, se asociaba con un mayor riesgo de autismo en los niños.

Estos metales pueden cruzar la placenta y afectar directamente el desarrollo del cerebro en

etapas críticas de gestación, posteriormente, destacó que la exposición postnatal a metales, a

través de fuentes como el medio ambiente y la alimentación, podría contribuir al aumento del

riesgo de desarrollar autismo; la contaminación del aire y del agua con metales tóxicos, así

como la ingesta de alimentos contaminados, podrían exponer a los niños a niveles elevados

de estos compuestos (Landrigan, 2010).


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Es importante que se tenga en cuenta que el estudio de este autor no establece una relación

causal directa entre la exposición a metales y el autismo, pero sí resalta la necesidad de

investigar más a fondo esta posible asociación. Además, otros factores genéticos y

ambientales también juegan un papel en el desarrollo del autismo, por lo que la influencia de

los metales debe considerarse en el contexto de un enfoque multidisciplinario (Landrigan,

2010).

En otras investigaciones Gardener et al. (2009), examinó los datos de un conjunto de

mujeres y sus hijos, luego de ello encontró que ciertos factores de riesgo relacionados con el

parto estaban asociados con una alta probabilidad de desarrollar autismo en los infantes, estos

factores incluían la edad avanzada de la madre, la aparición de complicaciones durante el

embarazo e incluso en el momento del parto y la falta de acceso a una atención médica

adecuada durante el periodo perinatal.

La importancia de estos hallazgos radica en la posibilidad de identificar y abordar los

riesgos potenciales durante el parto, lo que podría generar un impacto positivo en la salud a

largo plazo de los niños, inclusive los profesionales de la salud además de brindar un apoyo

adecuado a las madres podrían tomar medidas preventivas para los recién nacidos en riesgo

(Gardener et al. 2009). De manera que, los factores identificados en este estudio no son

considerados como determinantes absolutos, con esta investigación el autor Gardener et al.

(2009) buscó enfatizar la importancia de una atención prenatal y perinatal adecuada, así como

la necesidad de una detección temprana del autismo pero sobre todo una intervención

oportuna.

En otras instancias, el autor Lombardo et al. (2021) realizó estudios exhaustivos sobre las

causas y factores de riesgo asociados con esta condición neurológica, su trabajo contribuyó

significativamente a la comprensión de los mecanismos subyacentes del autismo lo cual


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generó que salieran a la luz diversas áreas de investigación. Lombardo et al. (2021) centró su

foco en la interacción compleja entre factores genéticos y ambientales que podrían influir en

el desarrollo del autismo, sus estudios demostraron que existe una base genética sólida para el

autismo, con una alta heredabilidad estimada en torno al 80%, como consecuencia de eso,

destacó la importancia de los factores ambientales en la manifestación de la condición.

Uno de los hallazgos clave de Lombardo et al. (2021) fue la influencia de la edad de los

padres en el riesgo de autismo en la descendencia, sus investigaciones señalan que tanto la

edad avanzada como la edad temprana de los progenitores, puede aumentar la probabilidad de

que un niño desarrolle autismo, esto respalda la idea de que factores genéticos pueden

interactuar con el envejecimiento parental y contribuir al riesgo de padecer autismo.

Conjuntamente, Lombardo et al. (2021) exploró la relación entre el autismo y las

características neurobiológicas, sus estudios revelaron diferencias en la conectividad cerebral

y en la estructura del cerebro entre individuos autistas y neurotípicos, estos hallazgos

fortalecen la idea de que el autismo no es simplemente una condición conductual, sino que

también tiene bases neurobiológicas.

Posteriormente, Lombardo et al. (2021) confirmó las ideas antes mencionadas por

Landrigan (2010), el autor examinó la teoría de la exposición prenatal a toxinas ambientales y

su posible influencia en el desarrollo del trastorno del espectro autista, aparte de ello

demostró la importancia de la interacción entre factores genéticos y ambientales en el

desarrollo de esta condición neurológica e inclusive hizo mención a la influencia de la edad

de los padres y las características neurobiológicas.

Finalmente, Rimland, (2020) abordó el autismo desde una perspectiva mucho

más innovadora y multifacética, de esta manera brindó una visión integral de las

características, causas y desde luego las posibles intervenciones para aquellas personas que se
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ven afectadas por este trastorno, este autor se destacó por su enfoque comprensivo y su

capacidad para desafiar las ideas establecida, tratando de erradicar la idea predominante de

los padres como responsables de la condición de sus hijos. Rimland, (2020) no solo consideró

los factores genéticos y ambientales en la etiología del autismo sino que también enfatizó la

necesidad de una investigación de forma más rigurosa para comprender mejor las causas

subyacentes, del mismo modo el autor reconoció que cada individuo requiere un enfoque

personalizado basado en sus necesidades y fortalezas específicas.

Indudablemente, conforme avanza el tiempo son más las investigaciones de gran

relevancia realizadas por una gran variedad de autores, pero de acuerdo con el autor Balbuena,

(2015) cuadros clínicos tan avanzados como el autismo plantean enormes retos a clínicos e

investigadores, a pesar de estos retos, se han generado importantes descubrimientos respecto

a este trastorno y sus repercusiones en la vida de quienes lo padecen, como consecuencia de

ello, estos diferentes investigadores han realizado grandes aportes que han jugado un papel

fundamental en el manejo de esta condición; sin embargo, hasta ahora no se ha expuesto un

factor causal directamente relacionado con la etiología del autismo, sin lugar a dudas, el

trastorno del espectro autista continúa formando parte de profundas investigaciones puesto

que cada día son más los niños padecientes de esta condición.

Conclusión

Luego de que el autismo fuera mencionado por el psiquiatra Leo Kanner, por más de un

siglo los investigadores han buscado darle respuesta al origen de un trastorno que ha sido

altamente estudiado a través de los años, el autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se

caracteriza por una triada de síntomas observables en los primeros 3 años de la vida;

alteraciones de la interacción social recíproca, alteración de la comunicación, y formas

restrictivas, repetitivas y estereotipadas de comportamiento, intereses y actividad en


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general. El autismo afecta la calidad de vida de quien lo padece, se ha asociado con distintos

causantes como las vacunas, los factores perinatales, factores ambientales, genéticos e incluso

a conplicaciones presentes durante el parto.

Hasta ahora los factores causales más aceptados han sido los ambientales y genéticos,

siendo estos respaldados por la mayor evidencia, a pesar de ello, no se ha declarado un factor

específico que origine el autismo, solo se sabe que el autismo tiene alto índice de

heredabilidad, que lo desarrollan al menos 1 de cada 1,000 niños y que afecta

aproximadamente 3 veces más al sexo masculino que al femenino, el autismo es considerado

como un trastorno con una diversidad de posibles causantes de su origen, sin embargo, en la

actualidad continua siendo objeto de multiples investigaciones, indudablemete, cada día las

investigaciones generan avances de suma importancia para aportar una mejora en esta

condición y al mismo tiempo las investigaciones se han acercado más a la etiología de este,

pero hasta ahora no se ha especificado un factor causal absoluto de este trastorno.


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