Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capitulo 1
Capitulo 1
Savater se apoya en una cita del autor Graham Greene para ilustrar este punto: "No
creas que ser hombre consiste en nacer hombre. Eso es un accidente. Ser hombre
es un oficio". Esta cita sugiere que la humanidad no es solo una característica
inherente, sino una tarea constante y activa que requiere esfuerzo y dedicación. La
humanidad se manifiesta en cómo nos relacionamos con los demás y en cómo
buscamos el bienestar colectivo.
En resumen, el primer capítulo de "El valor de educar" sienta las bases para
explorar la importancia crucial de la educación en la formación de la humanidad. A
través de un enfoque en la comprensión más profunda de lo que significa ser
humano, Savater subraya cómo la educación es un proceso continuo y esencial
para el desarrollo personal y social.
CAPITULO 2
En el segundo capítulo del libro, se explora en profundidad los contenidos de la
enseñanza y su papel fundamental en la adquisición de la plena humanidad. Se
establece que aunque la genética puede predisponer a los seres humanos a
convertirse en humanos, esta predisposición no es suficiente; es a través de la
educación y la interacción social que los individuos lograron alcanzar
verdaderamente su humanidad. A diferencia de otros animales, donde la herencia
biológica puede ser suficiente para conformar un ejemplar de la especie, en el caso
de los seres humanos, el proceso educativo no hereditario es esencial para
desarrollar plenamente su humanidad.
El autor también abordó el tema del "currículum oculto", que se refiere a los
valores, creencias y normas establecidas que se transmiten a través de la
educación. Se destaca la importancia de que la educación brinde modelos de
excelencia y pautas de reconocimiento que respalden la autoestima de los
individuos. La autoestima es crucial para el desarrollo personal y social, y la
educación desempeña un papel fundamental en la formación de una autoimagen
saludable y en la construcción de una identidad sólida.
CAPITULO 3
Capítulo 3: El eclipse de la familia
En última instancia, el capítulo argumenta que para que la familia cumpla su papel
educativo de manera efectiva, alguien en la familia debe asumir el papel de adulto
y autoridad. La autoridad no se trata solo de mandar, sino de guiar amorosamente
a los niños en su crecimiento y desarrollo. Los padres deben enseñar a sus hijos a
respetar la realidad ya enfrentar sus temores. Si los padres no cumplen con este
papel, las instituciones públicas pueden verse obligadas a intervenir, lo que lleva a
una mayor intervención del Estado en la educación y socialización de los niños.
CAPITULO 4
El capítulo comienza con una anécdota de la niñez del filósofo y escritor George
Steiner, quien recuerda cómo en su escuela primaria los alumnos podrían ponerse
de pie cuando el maestro entraba al aula. Este simple gesto ilustra la coacción
presente en la educación, donde los niños son dirigidos y controlados por los
educadores. Savater plantea que esta coacción es inevitable, ya que los niños no
siempre están dispuestos a aprender lo que es esencial para su crecimiento
intelectual y desarrollo.
La educación se presenta como un proceso que involucra cierta "tiranía" por parte
de los educadores. Aunque pueda parecer paradójico, esta coacción es necesaria
para que los niños adquieran conocimientos y habilidades que, de otro modo,
podrían eludir. La sociedad depende de la educación para transmitir valores,
conocimientos y habilidades de una generación a otra. La coacción es una
herramienta para garantizar que esto está prohibido de manera efectiva.
Espero que este resumen más detallado haya sido útil. Si tienes más preguntas o
deseas explorar algún aspecto en particular, no dudes en preguntar.
Fernando Savater profundiza en la interconexión entre la disciplina y la libertad en
el contexto educativo. El autor examina cómo los educadores creativos utilizan la
estrategia del juego para impartir conocimientos y cómo esto puede resultar
beneficioso en ciertos contextos, si bien advierte que no todo puede ser aprendido
a través del juego. Destaca que la educación trasciende la noción de juego y se
dirige a preparar a los jóvenes para las responsabilidades de la vida adulta.
CAPITULO 5
Savater señala que las humanidades no deben definirse solo por las materias
estudiadas, sino por las cualidades que fomentan, como la capacidad crítica, la
curiosidad, el razonamiento lógico y la apreciación de las realizaciones humanas.
Argumenta que no hay pruebas sólidas de que el estudio de las humanidades,
como el latín o la filosofía, favorezca más estas cualidades que el estudio de las
ciencias o las disciplinas técnicas.
Savater enfatiza que los profesores deben ser capaces de ponerse en el lugar de
los estudiantes y adaptar su enseñanza para despertar la curiosidad y el
entusiasmo. Argumenta que el objetivo de la educación no es solo transmitir
hechos y teorías, sino también fomentar la pasión intelectual y el placer por el
aprendizaje. Además, destaca la importancia de la memoria en el proceso de
comprensión y apoyo al aprendizaje.
¿Humanidades, en fin? Sólo hay una en el fondo y la descripción de esa asignatura total
haremos mejor pidiéndosela al poeta que al pedagogo: Vive la vida. Vívela en la calle y en
el silencio de tu biblioteca. Vívela con los demás, que son las únicas pistas que tienes para
conocerte. Vive la vida en esos barrios pobres hechos para la droga o el desahucio y en los
grises palacios de los ricos. Vive la vida con sus alegrías incomprensibles, con sus
decepciones (casi siempre excesivas), con su vértigo. Vívela en madrugadas infelices o en
mañanas gloriosas, a caballo por ciudades en ruinas o por selvas contaminadas o por
paraísos, sin mirar hacia atrás. Vive la vida. (Luis ALBERTO DE CUENCA, «Por fuertes y
fronteras»)
CAPITULO 6
En el Capítulo 6 del libro "El valor de educar", el autor profundiza en la idea de que
la educación es un fenómeno complejo que va más allá de la simple transmisión de
conocimientos y habilidades. Se centra en cómo la educación se relaciona con la
sociedad, cómo ha evolucionado a lo largo de la historia y tiene el poder de influir
en la formación de individuos y en la transformación de la sociedad en su conjunto.
Se argumenta que la educación no puede ser neutral, ya que implica tomar una
postura en la formación de individuos. Los educadores deben asumir la
responsabilidad de guiar a los estudiantes hacia un pensamiento crítico y una
comprensión profunda del mundo en el que viven. La educación debe promover la
búsqueda de la verdad y el compromiso con la mejora de la sociedad.
En última instancia, el capítulo aboga por una educación que sea universal en su
alcance y accesible para todos, independientemente de su origen socioeconómico,
género u otras diferencias. La educación universal busca eliminar las barreras que
históricamente han limitado el acceso a oportunidades educativas, y se enfoca en
empoderar a los individuos para que participen activamente en la construcción de
una sociedad más equitativa y justa.
En resumen, el Capítulo 6 del libro "El valor de educar" explora la relación entre la
educación, la sociedad y los valores. Destaca cómo la educación no es simplemente
la transmisión de conocimientos, sino un proceso complejo que involucra la
formación de individuos y la configuración de la sociedad en su conjunto. El
capítulo aboga por una educación que promueve la universalidad, el pensamiento
crítico y la responsabilidad social.
En las sociedades democráticas y socialmente desarrolladas, la educación básica ha
adquirido un papel fundamental como herramienta para el desarrollo individual y
colectivo. En estas sociedades, se garantiza el acceso a la educación para todos, y
se reconoce el derecho de las mujeres a recibir una educación en igualdad de
condiciones que los hombres. Sin embargo, a medida que las bases de la exclusión
se han modificado con el tiempo, el discurso que justifica la marginación y la
discriminación también ha evolucionado, adoptando formas más "científicas" y
aparentemente justificadas.
Sin embargo, el autor de este texto critica enérgicamente esta visión, calificándola
de inhumana y repulsiva. Sostiene que no existe una forma confiable de medir la
inteligencia humana, ya que esta es una combinación compleja de diversas
capacidades interrelacionadas. El autor también argumenta que la educación tiene
un poder transformador que puede superar desigualdades y desventajas. Incluso
en casos de discapacidad psíquica, se pueden desarrollar métodos pedagógicos
especiales para maximizar el potencial de cada individuo y evitar la exclusión.
El texto subraya que, en última instancia, el entorno social y las circunstancias de
nacimiento tienen un impacto mucho mayor en el desarrollo de una persona que
cualquier predisposición genética. La educación, por lo tanto, no debe basarse en
la exclusión y la discriminación, sino en la idea de que todos los individuos
merecen oportunidades iguales para desarrollar su potencial. La educación
universalista busca potenciar las características que nos hacen humanos y fomentar
la convivencia pacífica y respetuosa entre personas de diferentes orígenes y
culturas.
El autor destaca que la educación debe ser un proceso que forme ciudadanos
demócratas conscientes de sus derechos y responsabilidades. Aunque se aboga
por la neutralidad crítica en la educación, también se reconoce que no puede
haber neutralidad en lo que respeta a ciertos valores fundamentales, como la
oposición a la tortura, el racismo y la corrupción. La educación debe promover una
mentalidad abierta, capaz de comprender la complejidad del mundo y de
cuestionar las ideas preconcebidas.