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MANUAL PARA EL RESCATE DE COLECCIONES

PATRIMONIALES EN CASO DE DESASTRE


POR FENÓMENOS NATURALES
PINTURA MURAL
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS

Directora: Angélica Velázquez Guadarrama


Secretaria Académica: María José Esparza Liberal
Coordinador de Publicaciones: Jaime Soler Frost
MANUAL PARA EL RESCATE DE COLECCIONES
PATRIMONIALES EN CASO DE DESASTRE
POR FENÓMENOS NATURALES
PINTURA MURAL

Elsa Arroyo Lemus

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS
MÉXICO 2022
Catalogación en la publicación UNAM. Dirección General de Bibliotecas y Servicios
Digitales de Información
Nombres: Arroyo, Elsa, 1978- , autora.
Título: Manual para el rescate de colecciones patrimoniales en caso de desastres por
fenómenos naturales. Pintura mural / Elsa Arroyo Lemus.
Descripción: Primera edición. | México: Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Estéticas, 2022.
Identificadores: LIBRUNAM 2177448 (impreso) | LIBRUNAM 2177617 (libro electrónico)
| ISBN 978-607-30-7011-9 (impreso) | ISBN 978-607-30-7037-9 (libro electrónico).
Temas: Pintura mural — Conservación y restauración — Manuales. | Patrimonio cultural
— Conservación y restauración — Manuales. | Pintura mural — Efectos de los terremotos
— Estudio de casos. | exconvento de San Juan Bautista (Tlayacapan, Morelos) — Conserva-
ción y restauración. | exconvento de San Guillermo (Totolapan, Morelos) — Conservación
y restauración.
Clasificación: LCC ND2552 A77 2022 (impreso) | LCC ND2552 (libro electrónico) | DDC
751.2—dc23.

Portada: iglesia de Tlayacapan, Morelos, enero de 2018


Foto: Eumelia Hernández Vázquez, iie-unam
Diseño: Fabiola Wong González

Primera edición: 23 de noviembre de 2022

D.R. © 2022 Universidad Nacional Autónoma de México


Avenida Universidad 3000, Ciudad Universitaria,
04510, Ciudad de México

Instituto de Investigaciones Estéticas


Tel.: 55 5622 7250, ext. 85026
libroest@unam.mx
www.esteticas.unam.mx

ISBN 978-607-30-7011-9 (impreso)


ISBN 978-607-30-7037-9 (libro electrónico)

Esta obra está licenciada por el Instituto de Investigaciones Estéticas. Usted es


libre de utilizarla con fines académicos, no lucrativos, ni comerciales. Al hacer
uso de este material, usted se compromete en todo momento a respetar los de-
rechos del autor y citar de manera correcta dando los créditos respectivos. Lo
invitamos a leer el texto íntegro de la licencia http://www.ebooks.esteticas.unam.
mx/derechos_autor

Hecho en México
ÍNDICE

Introducción. La experiencia de 20179

Objetivo del manual15

Antecedentes17

Definición de conceptos 25

Primera fase: análisis de daño, diagnóstico


y documentación31
Organización de las brigadas de inspección y análisis de daño 31
Protocolo de seguridad personal 38
Dictamen y reporte de condición 39
Ficha de registro 39
Protocolo de documentación fotográfica
Eumelia Hernández Vázquez48

Segunda fase: identificación de prioridades,


planeación y rescate emergente57
Identificación de prioridades 57
Planeación 58
Rescate emergente de colecciones patrimoniales 60
Caso de estudio: los murales de San Juan Bautista
Tlayacapan y San Guillermo Totolapan, Morelos
(2017-2018) 66

[ 7 ]
8 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Protocolo de actuación. Brigadas del Instituto


de Investigaciones Estéticas, unam  68
Participantes y créditos 73

Tercera fase: investigación y estudios científicos


como base para la intervención77

Cuarta fase: prevención81

Bibliografía89

Índice de cuadros99

Índice de ilustraciones101
INTRODUCCIÓN.
LA EXPERIENCIA DE 2017

Durante el mes de septiembre de 2017 fuertes movimientos telúricos


impactaron gran parte del centro y sur del territorio mexicano. De
los dos mayores, el primero ocurrió el día 7 y se convirtió en uno de los
más intensos que se hayan registrado en los últimos tiempos, con mag-
nitud de 8.2 grados en la escala de Richter y epicentro localizado en
el Golfo de Tehuantepec.1 Doce días después, a las 13:40 horas, otro
terremoto sacudió el país, esta vez fue de 7.1 grados, pero debido a su
epicentro ubicado a 12 km al sureste de la localidad de Axochiapan, en
el estado de Morelos, desencadenó una de las situaciones de desastre
más graves para la historia reciente de México.2
A tres años del sismo del 19 de septiembre su impacto sigue pre-
sente en la vida de las comunidades no sólo por los muertos, sino
también por los centenares de personas damnificadas y desplazadas
de sus hogares, así como por los cuantiosos daños materiales que ha
representado para la economía del país. En cuanto a las pérdidas para
el patrimonio cultural de México, el número de inmuebles dañados por
los sismos alcanzó la impresionante cifra de 2340 monumentos disper-
sos en una amplia región circunscrita al lugar donde inició cada uno

1  Servicio Sismológico Nacional, Universidad Nacional Autónoma de México,


Reporte especial. Sismo de Tehuantepec (2017-09-07 23:49 Mw 8.2), disponible en: http://
www.ssn.unam.mx/sismicidad/reportes-especiales/2017/SSNMX_rep_esp_20170907_
Tehuantepec_M82.pdf, consultado en noviembre de 2018.
2  Servicio Sismológico Nacional, Universidad Nacional Autónoma de México,

Reporte especial. Sismo del día 19 de septiembre de 2017, Puebla-Morelos (M 7.1), disponi-
ble en: http://www.ssn.unam.mx/sismicidad/reportes-especiales/2017/SSNMX_rep_
esp_20170919_Puebla-Morelos_M71.pdf, consultado en noviembre de 2018.

[ 9 ]
10 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

de los movimientos telúricos. Las afectaciones más severas se concen-


traron en las entidades de Oaxaca, Puebla, Morelos, Ciudad de México,
Guerrero, Estado de México y Tlaxcala, no obstante construcciones de
Chiapas, Veracruz y Tabasco presentaron daños de consideración.3
México se ubica geográficamente en una región de alta sismicidad
donde interactúan cinco placas tectónicas: Norteamérica, Pacífico, Ri-
vera, Cocos y Caribe, por lo cual los temblores continuarán provocando
estados de emergencia y poniendo a prueba nuestra habilidad para
hacerles frente. Es responsabilidad de todos atender estas situaciones
de desastre desde una actitud de responsabilidad social, con capacidad,
innovación, creatividad y, sobre todo, con base en una amplia labor
centrada en las medidas preventivas.
Para la historia reciente del país, la experiencia del temblor de 1985
tuvo un papel fundamental para la puesta en marcha de una serie de
protocolos y normativas promulgados desde la esfera gubernamental,
así como para la organización de acciones de rescate y apoyo solidario
surgidas en las comunidades y en la sociedad civil organizada, cuya
efectividad ha sido indudable. En 2017, destacó no sólo la eficacia de
los simulacros y de los protocolos de protección civil, también la soli-
daridad y la sinergia de la gente contribuyeron a una atención rápida
para la población en las horas posteriores al desastre.
Otro aspecto que en esta ocasión potenció la velocidad sorpren-
dente con la que se organizó la ayuda humanitaria fue el uso de la
tecnología celular y de las herramientas digitales, que fortalecieron la
capacidad de la sociedad para recibir e intercambiar datos e informa-
ción en tiempo real. Sabemos que, por su misma naturaleza, las res-
puestas inmediatas después de un desastre son tan eficaces como de
corta duración. Después de meses de trabajo y de aplicación de políticas
públicas para la recuperación postemblor, aún nos enfrentamos de lle-
no a los problemas que exigen el reestablecimiento de las actividades

³  Datos oficiales del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Para un análi-


sis reciente, véase Bolfy Cottom, “Los sismos en México: su desafío social y jurídico en
el ámbito cultural”, en Sismos y patrimonio cultural. Testimonios, enseñanza y desafíos,
2017 y 2018 (México: Secretaría de Cultura, 2018), 175-190, disponible en: https://
www.inah.gob.mx/images/otros/20181019_libro_sismos_patrimonio2.pdf.
Introducción 11

cotidianas, sobre todo, en las comunidades más pobres y con mayor


desigualdad social. En el ámbito del patrimonio cultural, la vuelta a la
normalidad en el uso y disfrute de muchos de los inmuebles y sitios
afectados, así como la reconstrucción, rehabilitación y restauración de
los monumentos dañados tomará muchos años más.
Tras los terremotos de septiembre de 2017, apenas hemos tenido
tiempo para comprender y cuantificar los daños, así como para constatar
cómo cambió el paisaje de un momento a otro, pero no ha pasado toda-
vía un lapso suficiente para avanzar en las reflexiones sobre lo que se
perdió dentro del universo patrimonial que consideramos culturalmente
importante. ¿Cuál fue el impacto real de los sismos? ¿Cómo se afectaron
su función, sus valores, su estima social? De acuerdo con el “Plan maes-
tro para la recuperación del patrimonio cultural afectado”, publicado
por la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, en diciembre de 2018
dieron comienzo los trabajos de restauración e intervención directa en
el patrimonio dañado, aunque sabemos que muchos inmuebles fueron
intervenidos por las propias comunidades desesperadas por volver a
la normalidad desde los días posteriores a la emergencia. Después de
varios meses, el nivel de avance de las obras de rescate, rehabilitación,
restauración y reconstrucción se aprecia desequilibrado en términos
comparativos considerando el conjunto de los estados afectados.4
La realidad es que la mayor parte de los proyectos de interven-
ción —de todo tipo—, sus propuestas técnicas y sus alcances aún son
desconocidos para la sociedad y también para los especialistas. Éstos se
discuten entre las autoridades de gobierno y las empresas contratadas
sin considerar la opinión pública o las consideraciones académicas
interdisciplinarias e interinstitucionales. Hoy el proceso de toma de
decisiones demandaría más transparencia en cuanto a lo que se va
a hacer con los monumentos e incluso con las colecciones de bienes
muebles o de la pintura mural y las decoraciones asociadas a la arqui-
tectura —recubrimientos arquitectónicos.

4  Secretaríade Cultura, México, “Plan maestro para la recuperación del pa-


trimonio cultural”, disponible en: https://restauracionpatrimonio.cultura.gob.mx/
plan-maestro, consultado en noviembre de 2018.
12 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

De igual modo, sería deseable el establecimiento de mesas de


discusión sobre los criterios de intervención o las prioridades para la
restauración que tomarán en cuenta casos representativos. Aunque
estamos aún lejos de construir consensos para la ejecución de los pro-
cesos de intervención o rehabilitación de monumentos y objetos de cul-
tura, la situación exige ser críticos respecto a repristinar o a reconstruir
a medias. Ciertamente, es imposible devolverlos al estado que tenían
antes del sismo. Otro imperativo es conocer la historia material de los
inmuebles y advertir que los sistemas constructivos tradicionales con
sus adiciones históricas han fallado de manera sistemática.
El gran reto es decidir qué y cómo se conserva-restaura-rehabilita,
volver a definir cuál es nuestra relación con el pasado para generar un
compromiso con la cultura y sus testimonios tangibles e intangibles. Un
evento catastrófico deja una huella en la memoria colectiva que resur-
ge cada vez como parte de la historia oral. La experiencia ha ayudado
también a consolidar medidas de prevención.
La valoración, documentación y el estudio del patrimonio afectado
serán uno de los esfuerzos más difíciles de llevar a cabo y el que ofrece-
rá resultados de mayor alcance, todos vinculados al aspecto preventivo
y a los planes de manejo y monitoreo de éste. De no hacerlo estaríamos
adquiriendo otros riesgos: perpetuar nuestra incapacidad de proteger
aquello que nos fue heredado, eso que activa la memoria dando sentido
a nuestra historia; normalizar el hecho de vivir entre cosas e imágenes
rotas y polvosas, ruinas descuidadas, edificios inacabados o en mante-
nimiento permanente y de comunidades empobrecidas.
El patrimonio cultural tiene vínculos innegables con sectores
fundamentales para el desarrollo social, económico y cultural de los
pueblos, tales como la educación, la infraestructura y el medio am-
biente, todos ellos además escenarios susceptibles de cotejo dentro
de los parámetros internacionales para la evaluación de la calidad de
vida de las personas y el progreso de las comunidades. En tiempos de
reconstrucción, de emergencia, dichos vínculos debieran ser reforza-
dos dentro de nuestras políticas culturales y en línea con la normativa
internacional que reconoce el primordial papel de la cultura como
elemento de construcción de resiliencia. En específico, la Agenda 2030
Introducción 13

para el Desarrollo Sostenible de la ONU plantea en su objetivo número


once: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean in-
clusivos, seguros, resilientes y sostenibles” y en su meta 11.4 declara
la necesidad de “redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar
el patrimonio cultural y natural del mundo”.5
Asimismo, el Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo de Desas-
tres 2015-2030 promueve alinear, comparar e igualar las políticas para
reducir riesgo en el ámbito local y nacional considerando también el
patrimonio cultural en las acciones de planificación y ejecución de
medidas de recuperación. Cabe señalar que este instrumento comienza
enlistando entre sus prioridades: “Evaluar, registrar, compartir y dar a
conocer al público, de manera sistemática, las pérdidas causadas por
desastres y comprender el impacto económico, social, sanitario, edu-
cativo y ambiental y en el patrimonio cultural”.6
Reconociendo las vulnerabilidades de nuestro patrimonio y las
afectaciones extensivas que hoy representan un reto para la vuelta a la
normalidad, estamos obligados a mantener encendida la alerta ante la
posibilidad de otro evento destructivo y a crear o consolidar instrumen-
tos, políticas, manuales y protocolos de carácter individualizado acorde
con los riesgos que enfrenta cada museo, conjunto, sitio, colección o
práctica cultural, en el inmueble, la manzana, el barrio, el distrito, la
ciudad y el país. No se trata de generar documentos generales que tra-
ten de abarcarlo todo porque sabemos que cuando las cosas ocurran de
manera distinta a las que se han vivido estaremos rebasados nuevamen-
te por la realidad e incapacitados para enfrentar a otra eventualidad.

Ciudad de México, agosto de 2019

5  En 2015 la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 sobre


el Desarrollo Sostenible que integra diecisiete objetivos destinados a mejorar la vida de
todos los habitantes del planeta, disponible en: https://www.un.org/sustainabledeve-
lopment/es/cities/, consultado el 12 de octubre de 2018.
6 El Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo de Desastres 2015-2030 se adoptó

en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas en marzo de 2015, dispo-


nible en: https://www.unisdr.org/files/43291_spanishsendaiframeworkfordisasterri.
pdf, consultado el 12 de octubre de 2018.
OBJETIVO DEL MANUAL

El Manual para el rescate de colecciones patrimoniales en caso de desastre


por fenómenos naturales. Pintura mural desglosa acciones necesarias para
desarrollar una estrategia enfocada a la recuperación y el resguardo
de los bienes culturales muebles y, en específico, de la pintura mural
colapsada en los inmuebles históricos después de un sismo. Busca ser
una guía de las operaciones que hay que realizar durante y después de
una emergencia provocada por un siniestro de origen natural, integra
soluciones rápidas y eficaces para apoyar la documentación y el rescate
de los bienes culturales, pero minimiza el riesgo de incrementar el daño
al patrimonio tangible.
Este documento privilegia las acciones preventivas y las estrategias
enfocadas a reducir los errores en caso de desastre y parte de un marco
general donde se establece una ruta de coordinación entre los diferen-
tes actores capaces de responder al salvamento del patrimonio cultural
en todos los niveles (gobierno, especialistas, comunidades y sociedad
civil organizada e iniciativa privada). Este instrumento está basado en
la confianza del trabajo colectivo que se construye de manera constan-
te en tres fases de acción: preparación y respuesta durante la crisis;
planeación y recuperación a corto plazo, y las medidas de evaluación,
corrección y prevención a largo plazo.
El texto ofrece lineamientos y recomendaciones para documentar,
priorizar y conseguir la salvaguarda del patrimonio colapsado o despla-
zado después de una emergencia, buscando un equilibrio entre necesi-
dad, seguridad y respeto por los valores del bien cultural. Está destinado
principalmente a apoyar a los responsables de la preservación, a los

[ 15 ]
16 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

servidores públicos en tareas de gestión y conservación del patrimonio


cultural, y a las organizaciones sociales civiles y religiosas relacionadas
con el resguardo, uso y manejo de los sitios, monumentos y colecciones
patrimoniales.
Se conforma de las experiencias adquiridas después del sismo del
19 de septiembre en el proyecto “Rescate de la pintura mural en los
conjuntos conventuales de la ruta de los volcanes”, desarrollado por
especialistas del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad
Nacional Autónoma de México (unam) para la investigación, el registro
pormenorizado, el rescate, el resguardo y almacenamiento de los frag-
mentos de murales del siglo xvi colapsados dentro de los conventos de
San Juan Bautista Tlayacapan y San Guillermo Totolapan, considerados
patrimonio mundial e identificados como sitios de alto riesgo después
del terremoto.1

1  ElsaArroyo Lemus, “Recovering Monastery Murals On the Slopes of the Po-


pocatepetl Volcano”, Voices of Mexico, núm. 103 (2018): 87-95, disponible en: http://
www.revistascisan.unam.mx/Voices/pdfs/10520.pdf, consultado en febrero de 2021.
ANTECEDENTES

Entre los meses de octubre y noviembre de 2017, el Instituto de Inves-


tigaciones Estéticas de la unam organizó brigadas para la evaluación y el
registro del patrimonio cultural afectado por los sismos de septiembre
del mismo año. Éstas surgieron como respuesta a la preocupación de
la comunidad académica por ayudar ante la gravedad de las noticias
de los medios de comunicación sobre los cuantiosos perjuicios ocurri-
dos en el patrimonio cultural, principalmente en los estados de Oa-
xaca, Puebla y Morelos. Renato González Mello, entonces director del
instituto, estableció un comité encargado de evaluar y decidir la zona
y monumentos en donde se realizarían los recorridos.1
Se reunieron académicos de diversas instituciones de la unam
con el objetivo de contribuir desde las humanidades a entender el
impacto del desastre y sus recorridos se enfocaron en los catorce con-
juntos conventuales fundados en el siglo xvi que conforman la ruta del
volcán Popocatépetl, declarados Patrimonio Mundial por la Unesco
en 1994 bajo la denominación de “Primeros monasterios del siglo xvi

1  Las brigadas de registro y documentación que entre los meses de octubre y


noviembre de 2017 recorrieron los conventos declarados Patrimonio de la Humanidad
en los estados de Morelos y Puebla estuvieron formadas por Ricardo Alvarado Tapia,
Elsa Arroyo Lemus, Clara Bargellini, Martha Fernández, Laura González, Cecilia
Gutiérrez Arriola, Eumelia Hernández Vázquez, Yareli Jáidar Benavides y Renato
González Mello, a ellas se sumaron Gerardo Guízar Bermúdez, profesor del posgrado
en Rehabilitación Arquitectónica de la unam, así como Alejandra González Leyva, pro-
fesora e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam.

[ 17 ]
18 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

en las laderas del Popocatépetl”.2 La inspección, documentación y el


registro fotográfico fueron realizados en colaboración directa con las
autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah)
a través de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, la
Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y el
Centro inah Morelos.
Durante los recorridos iniciales se detectó que en seis conjuntos
conventuales la pintura mural se encontraba colapsada parcialmente,
lo que se traducía como áreas de enorme vulnerabilidad frente a diver-
sos factores de deterioro: fragmentación y pulverización, degradación
físico-química por exposición a los agentes del medio ambiente como
humedad, luz y calor, acumulación de polvo y de otros materiales pro-
venientes del desplome del edificio y, finalmente, a la pérdida total
como consecuencia del desecho de escombros. Los exconventos con
pintura mural en alto riesgo de deterioro se enlistaron bajo el siguiente
orden de prioridad:

1. San Juan Bautista, Tlayacapan


2. San Guillermo, Totolapan
3. Santo Domingo de Guzmán, Oaxtepec
4. Inmaculada Concepción, Zacualpan de Amilpas
5. Santiago Apóstol, Ocuituco
6. San Matías Apóstol, Atlatlahucan

En colaboración con las autoridades de los organismos guber-


namentales encargados de la protección, estudio y conservación del
patrimonio cultural, se tomó la decisión de concentrar los esfuerzos
de la brigada del Instituto de Investigaciones Estéticas de la unam en el

2  La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natu-


ral se adoptó el 16 de noviembre de 1972. Más de ciento cincuenta países, incluido
México, se han adherido a dicho instrumento, ratificándolo en 2016. Actualmente, la
lista cuenta con 1074 sitios inscritos de los cuales 35 están localizados en territorio
mexicano y 27 de ellos son bienes culturales. Información disponible en: http://www.
unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/world-heritage/ y http://whc.unes-
co.org/en/list/702, consultadas en noviembre de 2018.
Antecedentes 19

rescate de la pintura mural de los dos conjuntos conventuales que pre-


sentaban las afectaciones más severas: San Juan Bautista Tlayacapan
y San Guillermo Totolapan. Para comprender la dimensión del daño,
es suficiente revisar el caso de San Guillermo Totolapan, cuyo análisis
aproximado del área de pintura mural derrumbada arrojó una superficie
total de 71.62 metros cuadrados según puede apreciarse en los planos
de deterioro de las plantas alta y baja (figs. 1 y 2).
Derivado de las afectaciones estructurales provocadas por el sismo
de 2017 en los conjuntos conventuales fundados en el siglo xvi en las
faldas del Popocatépetl, lo que se perdió fue la capacidad de observar,
entender y recorrer las áreas y sus sistemas de imágenes. No sólo se
colapsó la arquitectura, sino una parte fundamental del significado cul-
tural de estos monumentos. Aunado a ello, la función de los espacios de
culto y de visita turística ha quedado suspendida hasta que las acciones
de rehabilitación terminen. Esto durará algunos años más, sobre todo,
en los exconventos de Tlayacapan y Totolapan, los más afectados de la
ruta del volcán.
Durante la emergencia, las comunidades aledañas a los monu-
mentos fueron las primeras en ejecutar acciones para el rescate y la
salvaguarda de los bienes muebles que conforman las colecciones
sacras: esculturas, pinturas, retablos y otros objetos ornamentales
vinculados con el ritual católico fueron evacuadas de los inmuebles y
colocados en espacios seguros. Las brigadas de especialistas, coordina-
dos desde el Centro inah Morelos, activaron sus protocolos de revisión
de inventarios, supervisión del traslado de obras patrimoniales y sus
lugares de resguardo en estrecha relación con las comunidades. Sin
embargo, como ocurre en todo proceso de selección y establecimiento
de prioridades, la población decidió dejar detrás algunos lienzos, ni-
chos, retablos, esculturas y otros objetos que carecen de culto. También
se dejaron in situ algunas piezas descontextualizadas, deterioradas o
fragmentadas y, por supuesto, algunos de gran formato y peso. Estos
objetos “olvidados” se quedaron dentro de las construcciones después
del desastre y durante los meses que siguieron al terremoto (fig. 3).
Desafortunadamente, ninguno de los conjuntos patrimoniales en
la ruta del volcán cuenta con un “Plan integral de manejo de riesgos”
20 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

1 y 2. Planos de conjunto del exconvento de San Guillermo Totolapan, Morelos, México, con el
estimado en metros cuadrados de las áreas de pintura mural colapsada en las bóvedas de las plantas
baja y alta.
Antecedentes 21
22 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

3. Fotografías de los daños sufridos en cuatro de los exconventos Patrimonio Mundial


localizados en las laderas del Popocatépetl (Declaratoria unesco 1994). A) Portada
de la capilla abierta del conjunto conventual de San Matías Apóstol, Atlatlahucan.
B) Colapso del mirador en el exconvento de La Natividad en Tepoztlán. C) Derrumbe
de la cúpula del presbiterio en San Guillermo Totolapan. D) Agrietamientos y daños
en las bóvedas del claustro alto del monasterio de Santiago Apóstol, Ocuituco.
Antecedentes 23

que les ayude a establecer de manera más eficaz sus labores durante y
después de una emergencia. La organización de talleres con las comuni-
dades para generar protocolos específicos para cada monumento y sitio
es una de las tareas pendientes de mayor relevancia.
DEFINICIÓN DE CONCEPTOS1

Es una amenaza latente o un factor de daño externo a un


monumento, sitio, conjunto o sistema expuesto o vulnerable.
Una situación de peligro ocurre en un lapso específico, no es
permanente. Ejemplos de la diversidad de peligros de origen
natural que amenazan el territorio mexicano son: temblor,
explosión volcánica (gases, flujos de lava o expulsión de ma-
teriales piroclásticos), tsunami, huracán, tornado, tormenta,
inundación costera, desbordamiento de ríos, deslizamiento
de tierra y rocas, hundimiento del suelo, avalancha, sequía
e incendio.

Es un evento repentino e inesperado que exige tomar medi-


das inmediatas para minimizar sus consecuencias. Hay una
clasificación internacional de las emergencias y son las de
nivel uno las que se localizan en un área, región o país que
pueden manejarse por su propio gobierno. Se declara una
emergencia de nivel dos cuando se requiere la ayuda inter-
nacional, por ejemplo, de los organismos pertenecientes al
­sistema de las Naciones Unidas. Se trata de una emergencia

1  Para la mejor comprensión de los conceptos se han asociado a un código de color basado en la
Norma Oficial Mexicana NOM-003-SEGOB/2002, Señales y avisos para protección civil. Colores, formas
y símbolos a utilizar, Disponible en: http://www.ucol.mx/content/cms/13/file/NOM/Nom-003-SE-
GOB-2002.pdf, consultado en abril de 2019. Agradezco a Tania Ixchel Pérez González la investigación
y la sugerencia del uso de los colores.

[ 25 ]
26 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

de nivel tres, también denominada mayor o compleja, cuan-


do afecta a un gran número de habitantes y origina una crisis
humanitaria que al combinarse con disturbios políticos o
sociales genera otros riesgos para la seguridad de la po-
blación, cortes en las cadenas de suministro de bienes y
servicios básicos, y daños a gran escala. Las emergencias
complejas requieren de la respuesta intensiva y extensiva
de diversas agencias y actores locales e internacionales para
lograr una asistencia humanitaria masiva.

Se refiere a las condiciones y características intrínsecas del


monumento, sitio, conjunto o sistema expuesto que le hacen
susceptible de daño tanto por fenómenos naturales y factores
antropogénicos peligrosos como por el cambio climático.

Es el escenario derivado de una interrupción brusca del


funcionamiento de una comunidad manifestándose una
situación de gravedad impuesta por un evento contingente
y catastrófico que afecta la vida y seguridad de las personas,
los activos y su contexto (social, económico y ambiental). Los
desastres reúnen múltiples factores de riesgo en un periodo
de tiempo determinado, por lo que las sociedades afectadas
carecen de la capacidad para afrontarlos de manera inme-
diata a través de sus propios recursos.

Es la posibilidad de que un evento pueda causar daños a un


monumento, sitio, conjunto o sistema expuesto. Es siempre
incierto o contingente, aunque la proximidad de un daño
puede predecirse mediante un modelo de análisis de la re-
lación matemática entre dos factores: las amenazas y la vul-
nerabilidad. Para comprender mejor la noción de riesgo se
deben considerar tres aspectos: eventualidad, consecuencia
y contexto. Para el patrimonio cultural el impacto negativo
Definición de conceptos 27

puede ser inmediato, en el mediano o en el largo plazo y se


refiere no sólo al aspecto físico y material, sino a los valores
significativos que se atribuyen o asocian al caso específico.

Es una guía esencial, clara y flexible que describe los proce-


sos necesarios para responder con acciones precisas ante una
emergencia que puede resultar en impactos negativos para
la población, el patrimonio cultural y su entorno. Incluye
las fases de evaluación, mitigación del daño, de preparación
y respuesta, así como las medidas de recuperación antes,
durante y después de una situación de desastre. Para su im-
plementación se requiere la interacción de los funcionarios
de gobierno o tomadores de decisiones, así como de la parti-
cipación de la comunidad y de un grupo de expertos.

Son las acciones inmediatas e interdependientes para es-


tabilizar y reducir los riesgos que amenazan el patrimonio
cultural durante y después de una emergencia. Los primeros
auxilios integran tres etapas: la primera es la fase de análisis
de la situación de desastre y el impacto que tendría sobre
el patrimonio; la segunda contempla la evaluación in situ
de los daños y el riesgo latente, y la tercera, se enfoca en
las acciones necesarias para asegurar, estabilizar, mover o
desplazar y resguardar o almacenar el patrimonio cultural
mueble o inmueble hasta que comiencen las labores espe-
cializadas de conservación, rehabilitación, reconstrucción o
trabajo con las comunidades para la vuelta a la normalidad
de las actividades.
28 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Fuentes

Peligro Basado en Omar D. Cardona, “The Need for Rethinking the


Concepts of Vulnerability and Risk from a Holistic Perspective: A
Necessary Review and Criticism for Effective Risk Management”,
en Greg Bankoff, Georg Frerks y Dorothea Hilhorst, eds., Mapping
Vulnerability. Disasters, Development and People (Abingdon/Nueva
York: Earthscan, 2004), 37; Atlas Nacional de Riesgos (México: Go-
bierno Federal, s.a.), disponible en: http://atlasnacionalderiesgos.
gob.mx/#atlas, consultado en noviembre de 2018.
Emergencia Basado en Inter-Agency Standing Committee, “Definition
of Complex Emergencies”, 30 noviembre de 1994, s.p., disponible
en: http://perma.cc/973S-7TEU, consultado en noviembre de
2018; Departamento de Asuntos Humanitarios, Glosario multilingüe
de términos convenidos internacionalmente relativos a la gestión de
desastres (Ginebra: Organización de las Naciones Unidas, 1992),
s.p., disponible en: https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/fi-
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net/files/14614_188562e1.pdf, consultado en noviembre de 2018.
PRIMERA FASE: ANÁLISIS DE DAÑO, DIAGNÓSTICO
Y DOCUMENTACIÓN

Organización de las brigadas de inspección


y análisis de daño

En México, durante una declaratoria de desastre humanitario después


de un evento natural catastrófico, el sistema nacional de respuesta in-
mediata activa la implementación del “Plan DN-III-E” que establece los
lineamientos generales para conducir el auxilio a la población afectada.
En ese momento entran en acción las brigadas de atenciones primarias
compuestas por organismos del gobierno provenientes del Ejército y
Fuerza Aérea Mexicanos, la Marina, el área de protección civil, la Cruz
Roja y la policía en sus tres órdenes (federal, estatal y municipal).
El 28 de marzo de 2018 se firmó un convenio entre la Secretaría
de Cultura a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia
y al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (en adelante inah
e inbal) y la Policía Federal para la creación de la Unidad de Tutela
del Patrimonio Cultural.1 Con esta colaboración se buscará fortale-
cer la capacidad de respuesta por parte del gobierno para atender las
emergencias que atañen de manera específica a los bienes, sitios y
monumentos patrimoniales. Las acciones de estas unidades serán más
eficaces al colaborar directamente con las brigadas locales organizadas

1  Policía Federal, Prensa, México, “La Comisión Nacional de Seguridad y la


Secretaría de Cultura firman convenio de colaboración para proteger el patrimonio
cultural”, disponible en: https://www.gob.mx/policiafederal/prensa/la-comision-na-
cional-de-seguridad-y-la-secretaria-de-cultura-firman-convenio-de-colaboracion-pa-
ra-proteger-el-patrimonio-cultural?idiom=es, consultado en noviembre de 2018.

[ 31 ]
32 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

de acuerdo con el “Plan integral de manejo de riesgos” de cada uno de


los lugares afectados.
Las comunidades que custodian o producen objetos, manifestacio-
nes o conjuntos patrimoniales deben participar en la creación de un
“Plan integral de manejo de riesgos” específico y adecuado a su caso
particular. El papel de la comunidad es fundamental para dar respuesta
inmediata a las afectaciones que se produzcan en el momento de un
desastre y dentro de ella se componen y consolidan los equipos de tra-
bajo organizados. La sociedad organizada es más capaz de enfrentar de
manera eficaz las situaciones de emergencia, partiendo de la definición
de sus propias necesidades de salvamento y preservación. Las agrupa-
ciones organizadas son las responsables de establecer comunicación
con los diversos actores, instituciones, grupos e individuos que podrían
ayudar antes, durante y después de una catástrofe.
En comunicación estrecha con las comunidades, la formación
de las brigadas de atención en caso de desastre debe integrarse con
especialistas no sólo de las instituciones del gobierno encargadas de la
conservación del patrimonio cultural, sino de profesionales de diversas
disciplinas capacitados y organizados mediante un sistema de volun-
tariado, lo que permitiría aprovechar las capacidades y los recursos de
diversos campos de estudio para la generación de dictámenes y diag-
nósticos completos y asertivos.
Los grupos interdisciplinarios de brigadistas especializados podrían
estar integrados por profesionales de las áreas de: ingeniería, arquitec-
tura, historia, historia del arte, trabajo social, sociología y antropología,
así como fotógrafos y videastas para realizar el registro de imagen, el
levantamiento arquitectónico, la documentación en campo y el trabajo
con comunidades. Su labor, contribuiría también con la creación de pro-
yectos a mediano y largo plazo que coadyuven a superar los daños ma-
teriales e inmateriales provocados por el desastre y a la generación de
un corpus documental debidamente catalogado y accesible (cuadro 1).
Los registros que se realizan después de una emergencia deben
aprovechar las nuevas tecnologías para generar documentación com-
pleta, fidedigna, de alta calidad y que permita una mayor velocidad en
su procesamiento y difusión, con miras hacia una evaluación rápida
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 33

Cuadro 1. Estructura de una brigada para el reconocimiento de daño en caso de desastre


por fenómenos naturales

y precisa de los daños. Después de la experiencia de 2017, el trabajo


de registro de las brigadas debe ponderar una mejor gestión de la in-
formación para evitar duplicar los esfuerzos y considerar la creación
inmediata de bases de datos de consulta abierta y repositorios digitales
capaces de recibir datos del público en general, con la finalidad de pre-
servar la memoria del suceso.2

2  Un excelente ejemplo de un banco digital para resguardo de la memoria his-


tórica creado tras las afectaciones producidas por los huracanes Katrina y Rita en los
Estados Unidos es el Hurricane Digital Memory Bank creado en 2005, disponible en:
http://hurricanearchive.org/, consultado en diciembre de 2018.
34 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Las brigadas de atención en caso de desastre deben operar con


conocimiento histórico, capacidad crítica y transparencia para la enu-
meración de los estragos al sitio, monumento u objeto patrimonial. Para
su correcta operación, deben fijarse las funciones de cada miem­bro, a
fin de definir las competencias y responsabilidades desde el comienzo.
Es forzoso contar con un jefe de brigada, quien será el responsable de
entregar la ficha de análisis de daños y redactar el reporte preliminar,
por lo cual, debe ser una persona con aptitud y conocimientos en eva-
luación de daños e identificación de riesgos durante e inmediatamente
después de una emergencia.
El éxito de una brigada depende sobre todo de la comunicación y
colaboración con las instituciones encargadas de custodiar el patrimo-
nio, las autoridades locales, las organizaciones civiles y religiosas en
el emplazamiento, y las comunidades directamente vinculadas con el
sitio, monumento o colección afectada por un desastre. Es importante
partir de un análisis integral del contexto cultural donde se conside-
ren los diversos actores sociales involucrados en el caso concreto, así
como sus tradiciones, creencias, modos de vida, rituales y prácticas
culturales (fig. 4).
Las brigadas de desastre deben organizar sus recorridos en coor-
dinación directa con las instituciones encargadas de la protección del
patrimonio para hacer más eficaces los alcances de los dictámenes
generados. El objetivo central de una brigada es la evaluación del
riesgo a partir de un ejercicio de priorización de los daños. Los gru-
pos de inspección en campo deben tener su contraparte en una oficina
de emergencias, cuya tarea sea recibir los reportes, reunir información,
interpretar y, sobre todo, priorizar las acciones en función de su valo-
ración cultural.
Para establecer el número y nivel de daño del patrimonio es in-
dispensable contar con un método estandarizado que permita definir
cuestiones tan elementales como las descripciones arquitectónicas, las
zonas dañadas y los efectos de deterioro. Es fundamental tomar en serio
la tarea de la catalogación de los sitios afectados y esto debe hacerse
con un sistema de inventario compartido por todas las instituciones
pertenecientes a la Secretaría de Cultura.
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 35

4. Vista aérea de los daños provocados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 en el conjunto
conventual de San Guillermo Totolapan.

La primera tarea de la brigada de atención en caso de desastre es


definir las amenazas a la seguridad de la población que usa o habita el
sitio o monumento, así como sus alrededores inmediatos, y enseguida
determinar los principales factores de vulnerabilidad (intrínsecos)
primarios y secundarios para el patrimonio afectado. Debe observarse
si hay colapso o fallas estructurales; peligrosidad alrededor del monu-
mento, sitio, conjunto o sistema expuesto, es decir, determinar si hay
la posibilidad de que se desencadene un peligro subsecuente como
una inundación, un corto circuito o un incendio provocado por daños
a la infraestructura montada. También hay que considerar la erosión
o degradación de los materiales constitutivos del patrimonio cultural
por exposición directa y sorpresiva a la lluvia y a las fluctuaciones del
medio ambiente, en especial, a la humedad, a la luz o a fuentes de calor;
el potencial de robo o extravío de objetos completos o fragmentados,
decoraciones u ornamentos asociados a la arquitectura y otras piezas o
partes consideradas patrimoniales (cuadro 2).
Para establecer un alcance de daños claro, es necesario seleccionar
instrumentos precisos, como los que se usan en el ámbito internacional,
36 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 2. Etapas y actores para organizar las brigadas de atención a los conventos de la ruta
de los volcanes en caso de emergencia
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 37

Cuadro 3. Código de colores asociados a los niveles de daño en un inmueble o conjunto patrimonial
38 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

como un código de colores que ayuda a reconocer las categorías de


daños en mapas a gran escala, sobre imágenes satelitales dentro de los
atlas de riesgos o que sería útil incluso para colocar señalizaciones du-
rante los recorridos en campo (cuadro 3).3

Protocolo de seguridad personal

Antes de comenzar los recorridos es indispensable establecer un pro-


tocolo estricto de seguridad para el personal que participará en las
brigadas que incluye:

• Garantizar que todos los participantes cuenten con seguro de vida


y de viaje.
• Kit de equipo personal de protección. El cual se integra por casco
rígido, mascarilla antipartículas, anteojos de protección, guantes
antiderrapantes, chaleco reflectante, botas y ropa de trabajo, lin-
terna, teléfono con línea activa para localización satelital.
• Comunicación con los grupos de seguridad en el ámbito federal,
estatal y local: policía federal y mandos municipales para saber las
condiciones sociales, políticas, económicas e infraestructura de la
zona, así como para conocer el plan local de atención a la población
civil e informarles de la presencia de las brigadas en la zona.
• Comunicación inicial y permanente con las instituciones encar-
gadas de la protección del patrimonio cultural en el nivel federal,
estatal y local para organizar el plan de trabajo.
• Contar con un kit de documentación básica: imagen satelital, plano
de localización y fotografías del monumento antes del desastre.

3  Bernard M. Feilden, Entre dos terremotos. Los bienes culturales en zonas sísmicas
(Lima: Proyecto Regional de Patrimonio Cultural y Desarrollo pnud/Unesco/Getty
Conservation Institute, 1991), 42. Para conocer un mapa de visualización de los niveles
de daño del sismo del 2017 en el que se usa este sistema de semáforos de color véase
Roberto Meli Piralla, “La ingeniería civil ante los efectos de los sismos de 2017 en los
edificios patrimoniales (el equilibrio entre la autenticidad y la seguridad)”, en Diana
Goldberg Mayo, ed., Sismos y patrimonio cultural. Testimonios, enseñanza y desafíos,
2017-2018 (México: Secretaría de Cultura, 2018), 77.
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 39

Es fundamental conocer el tipo de patrimonio que podría estar


dañado y recibir la mayor cantidad de documentación posible, por
ejemplo: fotografías, planos, inventarios o catálogos.
• Contar con un kit de registro mínimo: binoculares, equipo fotográ-
fico, flexómetro, distanciómetro, nivel, plomada, bitácora de campo
e insumos de papelería.
• Planificar el tipo de metodología de estudio que sea menos invasivo
y que implique menor tiempo dentro del edificio. Por ejemplo, los
vuelos con dron disminuyen el riesgo para el operario, asimismo,
un registro con scanner 3D permite no sólo hacer el levantamiento
arquitectónico a partir de mediciones exactas, sino trabajar en zonas
sin luz, entrepisos y cubiertas sin necesidad de que los especialis-
tas permanezcan dentro del edificio durante el tiempo en que se
captura la información. Estas técnicas garantizan la documentación
de zonas con alto riesgo de derrumbe.

Dictamen y reporte de condición

La elaboración de los dictámenes o peritajes deberá hacerse a partir


de la reunión de grupos interdisciplinarios. Es fundamental con­side­
rar la asesoría de especialistas e instituciones académicas para el
reconocimiento de los objetos de valor artístico e histórico como reta-
blos, esculturas, pinturas, pintura mural y ornamentos asociados, así
como en las técnicas y los materiales del arte, o en los sistemas cons-
tructivos que definen las características de un sitio o monumento.

Ficha de registro

La ficha de registro constituye la base para la sistematización de los


datos y la comprensión global del impacto que tuvo el desastre. Ésta
debe incluir una descripción del conjunto, sitio o inmueble y de sus
bienes asociados, así como la enumeración y localización precisa de los
daños bajo criterios y terminologías destinadas a ser compatibles y com-
partidas en un sistema de información digital. Es conveniente contar
con una ficha general en la que se consideren el sitio o conjunto y el
40 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

inmueble y la colección de bienes que resguarda. Ésta tiene la función


de registrar de manera rápida y concisa la información más importante
para una correcta evaluación de los daños y la identificación de los ries-
gos que, como se mencionó atrás, debe ser resultado de una evaluación
integral en la que se tomen en cuenta las vulnerabilidades (intrínsecas)
y los peligros en el territorio donde se localiza el monumento, sitio o
conjunto. Este instrumento deberá acompañarse de un catálogo de
fotografías y un croquis que permitan visualizar y calificar la gravedad
del daño, así como determinar la urgencia de las acciones necesarias.
En la historiografía consultada para la creación del presente ma-
nual se identificaron varios tipos de ficha de registro y levantamiento
de datos en caso de desastre.4 La siguiente propuesta sugiere un modelo
de ficha que pueda completarse de manera digital o descargarse de una

4  Para esta propuesta se consideraron diversas fichas: Aparna Tandon, First Aid
to Cultural Heritage in Times of Crisis. 2. Toolkit, for Coordinated Emergency Preparedness
and Response to Secure Tangible and Intangible Heritage (Roma: International Centre
for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property, iccrom/Prince
Claus Fund, 2018), 15-37, disponible en: https://www.iccrom.org/sites/default/
files/2018-10/fac_toolkit_print_oct-2018_final.pdf, consultado en noviembre de 2018;
Robin Thornes y John Bold, Documenting the Cultural Heritage (Los Ángeles. J. Paul
Getty Trust, 1998), disponible en: http://archives.icom.museum/objectid/heritage/
index.html, consultado en noviembre de 2018; Veronica Piaccentini, “Damage and
Risk Assessment Form Sample Template for Built and Movable Cultural Heritage”,
conferencia presentada en el curso internacional “First Aid to Cultural Heritage in
Times of Crisis”, Prince Claus Fund/iccrom, 2018, inédita; Daniela Díaz Fuentes,
Luis Carlos Bustos, Riccardo Caffarella et al., “Evaluación sistemática de iglesias y
conjuntos religiosos afectados por los terremotos de septiembre del 2017 y análisis
de los resultados. Aplicación en 10 iglesias del estado de Morelos, México”, Archi-
vo Churubusco, núm. 4 (2018), disponible en: https://archivochurubusco.encrym.
edu.mx/n4/n4reconstruccion1.html, consultado en diciembre de 2018; “Cédula de
Registro de Inmuebles Patrimoniales afectados por sismos”, Form: AV.20180507a,
­unam-Facultad de Arquitectura, 2018, inédito; “Scheda per il rilievo speditivo del danno
sul patrimonio culturale in caso di calamità naturali- modelli: I-EC, EM, P-ES, C-ES”,
Allegato 1, Strumenti schedografici, aprobada por la Direttiva del Ministero dei beni e
delle attività culturali e del turismo concernente le procedure per la gestione delle attività di
messa in sicurezza e salvaguardia del patrimonio culturale in caso di emergenze derivanti
da calamità naturali, Roma, Italia, 2013, inédito. Agradezco a la arquitecta Maria Elena
Corrado del Istituto Superiore per la Conservazione ed il Restauro por compartirme
esta información, julio 2020.
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 41

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia


42 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia (continúa)


Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 43

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia (continúa)


44 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia (continúa)


Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 45

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia (continúa)


46 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia (continúa)


Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 47

Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso de emergencia (concluye)


48 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

página de internet para ser llenada in situ. Sus campos y descripciones


podrían ser exportables a una base de datos con valores numéricos para
el análisis estadístico de los daños por parte de las diferentes institucio-
nes encargadas de la protección, estudio, conservación y restauración
del patrimonio cultural de México y, al mismo tiempo, para alimentar
un mapa de afectaciones del patrimonio cultural de México que se
pudiera vincular con el Atlas Nacional de Riesgos del Centro Nacional
de Prevención de Desastres adscrito a la Coordinación Nacional de
Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (cuadro 4).

Protocolo de documentación fotográfica


Eumelia Hernández Vázquez
Instituto de Investigaciones Estéticas, unam

Una categoría de documentación imprescindible es el registro fotográ-


fico de los inmuebles y muebles afectados. Las colecciones de fotos
de desastres naturales permiten mantener la memoria de las con-
secuencias de éstos sobre el patrimonio, mirar con perspectiva los
daños, aprender sobre eventos del pasado y contribuir con el sistema
de catalogación e inventario de los bienes desplazados o perdidos. Pre-
servar la memoria de las afectaciones después de una emergencia es
indispensable para que las acciones de recuperación del patrimonio no
se diluyan con el tiempo.
Aunque hay bibliografía sobre el impacto que han tenido los sismos
en el patrimonio mexicano, aún son pocas las reflexiones y la escasa
documentación sobre los daños provocados por desastres naturales.
También el acceso a las colecciones fotográficas organizadas y catalo-
gadas es una tarea difícil.5

5  Entre otros, véase Martha Rocha Islas, comp., “Una ciudad destruida. Apun-
tes para la reconstrucción de su historia”, en Cuadernos de Trabajo, tomo II, núm.
52 (1998); Nelly Robles García, Los monumentos arqueológicos de Monte Albán ante
los desastres naturales. El sismo de 1999 (México: Instituto Nacional de Antropología
e Historia, 1999); Tomás Zurián, “Un bello mural acosado por los sismos”, Gaceta de
Museos: hacer historia en los museos, núm. 53 (2012): 10-13; Roberto Huerta Sanmiguel,
“Daños e intervención al templo El Sagrado Corazón, a causa del sismo del 21 de enero
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 49

En el Archivo General de la Nación se concentran importantes


testimonios del terremoto de 1985, se trata, en general, de imágenes
tomadas por fotógrafos refugiados de la Guerra Civil española y de la
colección donada por el fotógrafo Alfredo Hernández. También hay un
extenso material en los Archivos Presidenciales correspondientes al
sexenio de Miguel de la Madrid. Por otra parte, los acervos de la agencia
Notimex y de la Fundación ica cuentan con repositorios dedicados al
sismo sin enfocarse específicamente sobre daños al patrimonio cultu-
ral.6 Asimismo, la mediateca de Instituto Nacional de Antropología e
Historia ha digitalizado fotografías sobre los sismos en México de 1904
a 2004 (aunque es difícil determinar su número, pues durante las bús-
quedas no todos los resultados están relacionados con los monumentos
artísticos afectados por terremotos y se incluyen imágenes fuera de
tema en este rubro).7
El Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investiga-
ciones Estéticas realizó trabajos de campo para documentar los daños al
patrimonio arquitectónico virreinal de los sismos de 1985 y 1999 como
resultado de las iniciativas de investigación del personal académico.
Estas imágenes están organizadas en las secciones correspondientes a
cada monumento y no como una colección en sí.
Respecto a memorias fotográficas, se han publicado los libros de
Daniel Aguilar, María Teresa Carrillo, Óscar Colorado Nates y Martha
Fernández que abordan el tema del sismo de 1985. También hay dos

de 2003, en Colima”, Boletín de Monumentos Históricos, núm. 29 (2013): 40-52; Mariano


Castellano Arenas, “Nacimiento, muerte y resurrección: el templo de la Compañía
de Jesús de la ciudad de Puebla (México) después del sismo de 1999”, Intervención.
Revista Internacional de Conservación, Restauración y Museología, núm. 15 (2017): 69-80;
VV.AA., Conservación preventiva para todos (México: Instituto Nacional de Antropología
e Historia, 2014), 72-76, disponible en: https://www.inah.gob.mx/images/sismos/
sismos.pdf, consultado en noviembre de 2018.
6  “Archivos resguardan la memoria del sismo”, El Universal, 15 de abril de

2015, disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/confabula-


rio/2015/09/15/archivos-resguardan-la-memoria-del-sismo#imagen-undefined, con-
sultado en noviembre de 2018.
7 Radio inah, “El origen de los temblores”, Mediateca inah, disponible en: https://

mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/search/catch_all_fields_mt%3A%-
28sismos%29?page=8, consultado en noviembre de 2018.
50 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

volúmenes donde se reúnen los registros fotográficos de los sismos


de junio y septiembre de 1999, uno es el de Óscar A. López, El sismo de
Oaxaca del 30 de septiembre de 1999 y el otro, coordinado por Eduardo
Sigler Islas, lleva por título Patrimonio y sismos. Memoria fotográfica de
los sismos de 1999 en el estado de Oaxaca, publicado por el Consejo Na-
cional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Antropología
e Historia.8
En caso de desastre, los esfuerzos del registro in situ deben consi-
derar, al menos, cuatro diferentes etapas. La suma de éstas posibilita
establecer una línea de tiempo desde que ocurre la emergencia hasta
el momento en que ha sido asegurado el inmueble y han concluido las
tareas de recuperación y rehabilitación, restauración y conservación
(cuadro 5).

1. Respuesta inmediata durante la emergencia. El registro que co-


rresponde a la respuesta inmediata al evento destructivo proviene
primero y en su mayoría de la sociedad civil. La comunidad —pro­-
ba­ble­men­te una vez terminando el evento— fotografiará con herra-
mientas digitales de diversas calidades los daños visibles sin poner
en riesgo su persona. En el caso de los sismos de 2017, sólo para
dimensionar el volumen de registros, al buscar en la red con pará-
metros cerrados, aparecen más de 35 000 resultados en un tiempo
de búsqueda de 0.65 segundos. También se difundieron videos del
momento del sismo captados por las cámaras de seguridad de los
inmuebles.

8  Daniel Aguilar et al., 07:19. A treinta años del terremoto en la ciudad de México
(1985-2015) (México: Secretaría de Gobierno, 2015); Martha Fernández, Ciudad rota: la
ciudad de México después del sismo (México: Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
co-Instituto de Investigaciones Estéticas, 1990); Óscar Colorado Nates, “El gran terre-
moto. Ciudad de México, Memoria Gráfica”, en Óscar en Fotos, disponible en: ­https://
oscarenfotos.com/2015/09/19/30-aniversario-terremoto-cd-de-mexico/, consultado
en noviembre de 2018; Eduardo Sigler Islas, coord., Patrimonio y sismos. Memoria
fotográfica de los sismos de 1999 en el estado de Oaxaca (México: Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes/Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2001); Óscar A.
López et. al., El sismo de Oaxaca del 30 de septiembre de 1999. Informe técnico (México:
Centro Nacional para la Prevención de Desastres, 2001).
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 51

Cuadro 5. Etapas del flujo de trabajo para la documentación fotográfica


52 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

A esta primera etapa corresponden también los registros pro-


ducidos por las primeras brigadas autorizadas por las instituciones
del gobierno encargadas de la salvaguardia del patrimonio cultu-
ral. En este nivel de acción, los equipos de atención en caso de
desastre, conformadas por grupos interdisciplinarios, comienzan
el análisis del daño a partir del registro fotográfico y la documenta-
ción levantada durante los recorridos in situ. Es necesario elaborar
diariamente una bitácora del trabajo. Los fotógrafos que se sumen
a estas brigadas deben ser profesionales a los cuales se les hayan
dado parámetros generales para el registro, éstos son: captura en
formato crudo, espacio de color Adobe rgb 1998, calibración de
blancos con tarjeta de color, enfoque automático y 300 dpi. En este
momento lo que se registra minuciosamente es el daño general,
tanto a la arquitectura, pintura mural y bienes muebles, siempre
y cuando las condiciones de seguridad del edificio lo permitan
(figuras 5 y 6).
2. Etapa de valoración y estudio. Una vez que se han priorizado los
monumentos que deben ser atendidos en primera instancia con
base en su nivel de daño y su valor patrimonial, es fundamental
realizar fotografías en alta resolución que consideren imágenes
aéreas con dron, el levantamiento mediante scanner 3D y fotogra-
metría en exteriores e interiores, así como la captura en 360º para
interiores, patios, naves, habitaciones o dependencias. En este nivel
de documentación sería recomendable realizar también capturas
fotográficas a detalle en alta resolución de daños representativos y
de las zonas o bienes que quedaron intactos y que serán evacuados.
En el caso existir colapso o desprendimiento parcial de los
recubrimientos arquitectónicos de un inmueble patrimonial, tales
como pintura mural, relieves u otros ornamentos, es necesario
implementar una metodología de registro específico que incluye
por lo menos los siguientes aspectos:
• Ortofotografía y fotografía 360º de las áreas de daño designadas.
• Fotografía con vistas de pájaro en tomas generales y detalles
para ubicar los fragmentos esparcidos en el suelo y su toma en
espejo sobre los muros o bóvedas.
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 53

5. Plano de deterioro del conjunto conventual de San Guillermo Totolapan, interpretación de daños
sobre fotografía de dron. En el presbiterio de la iglesia se colapsó la cúpula; los muros de la zona norte
de la nave presentan un fuerte desplome y los contrafuertes colapsaron; en el claustro, las crujías
oriente y poniente sufrieron derrumbes parciales.
54 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

6. Etapas del proceso de rescate, registro, embalaje y almacenamiento de fragmentos de pintura mural
colapsada procedente de los exconventos de Tlayacapan y Totolapan.
Primera fase: análisis de daño, diagnóstico y documentación 55

• Fotografía de alta resolución y, de ser posible, escaneo 3D de las


pilas de fragmentos en el caso de que la comunidad o los encar-
gados de las primeras acciones de estabilización y aseguramiento
del inmueble los hayan separado del resto de los escombros.
3. Registro continuo como parte de los procedimientos de recupera-
ción del inmueble. Es deseable que éste inicie antes de las tareas
de rehabilitación, restauración y conservación del monumento o
bien patrimonial, y que se le dé continuidad durante todo el proceso
de intervención hasta la entrega final a los usuarios. Aunque se
reconoce la importancia de la documentación fotográfica en caso
de desastre y se le ha considerado como un procedimiento que
acompaña todos los pasos del resguardo patrimonial, los paráme-
tros y metodología han sido tratados específicamente en apenas
unas cuantas publicaciones.9
4. Etapa de diseño, catálogo, manejo y acceso de acervos fotográficos.
Después de una emergencia por desastre natural, los productos y
registros generados durante las brigadas de diagnóstico y en el pro-
ceso de valoración y estudio, así como por los proyectos de restau-
ración y rehabilitación deben reunirse en una colección de objetos
digitales basada en instrumentos con estándares internacionales de
consulta abierta. El almacenamiento de esta información deberá
hacerse por triplicado, uno de ellos en internet y los servidores en
lugares seguros y distintos. Esto constituiría una fuente de cono-
cimiento invaluable, el resguardo de la memoria del evento y de

9  Julia Lagenbacher y Rachel Rivenc, Documenting Painted Surfaces for Outdoor


Painted Sculptures. A Manual of Laboratory and Field Test Methods (Los Ángeles: The
Getty Conservation Institute, 2017), 6-11, disponible en: http://www.getty.edu/con-
servation/publications_resources/pdf_publication/pdf/documenting_painted_sur-
faces.pdf; VV.AA., Manual de procedimientos para el manejo de colecciones y control del
inventario de bienes culturales muebles (México: Coordinación Nacional de Museos
y Exposiciones, 2013), 81-88, disponible en: https://www.normateca.inah.gob.mx/
pdf/01472579935.PDF; Clemen Vernaza, Claudia Cancino y Leslie Rainer, Proyecto de
estabilización sismorresistente. Informe sobre el análisis de condiciones, diagnóstico y prue-
bas de protección para las pinturas – Templo Santiago Apóstol de Kuñotambo (Cusco/Los
Ángeles: The Getty Conservation Institute, 2017), disponible en: https://getty.edu/
conservation/publications_resources/pdf/publication/pdf/kunotambo_report.pdf.
56 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

los daños irreversibles al patrimonio cultural, por lo que debería


ser considerada como una de las acciones ineludibles de respues-
ta. Los campos básicos de información que deben acompañar las
imágenes fotográficas que se entreguen para catalogación son:10
• Nombre del fotógrafo
• Ubicación
• Administrador
• Título de la obra o inmueble
• Descripción
• Palabras clave
• Fecha de creación
• Ciudad
• Provincia
• País
• Copyright
• Términos de uso
• Geolocalización de la toma

10  Listado de campos basado en Thornes y Bold, Documenting the Cultural Heri-
tage; Valerie Dorge y Sharon L. Jones, Building an Emergency Plan. A Guide for Museums
and Other Cultural Institutions (Los Ángeles: The Getty Conservation Institute, 1994);
Ian Ruthven y G.G. Chowdhury, Cultural Heritage Information. Access and Management
(Chicago: ala Neal-Schuman, 2015).
SEGUNDA FASE: IDENTIFICACIÓN DE PRIORIDADES,
PLANEACIÓN Y RESCATE EMERGENTE

Identificación de prioridades

Después de un desastre es fundamental organizar acciones dentro de


un plan que tenga en cuenta los distintos niveles de gobierno: federal,
estatal, municipal, local (barrio y manzana) y sitio por sitio. Es de-
seable que durante la emergencia la toma de decisiones considere la
participación de un grupo interdisciplinario de especialistas, junto con
agentes de gobierno para jerarquizar el orden de atención conforme
la importancia y valoración contemporánea del patrimonio cultural,
tomando en cuenta el riesgo (vulnerabilidad + peligrosidad) de los
monumentos, sitios, conjuntos o sistemas expuestos con base en el
análisis y el diagnóstico de la información reunida por las brigadas
en los trabajos de campo. Es enorme la responsabilidad de definir los
criterios que dictarán qué se resolverá primero y qué después, de ahí
la necesidad de conformar cuerpos colegiados.
El rescate de las colecciones va en paralelo con la estabilización del
inmueble que sigue con rigor las normativas de protección civil para
establecer el nivel de seguridad de éste antes de llevar a cabo cualquier
acción in situ. Si bien se deben considerar cuestiones técnicas, también
hay que sopesar el riesgo latente para las estructuras y su patrimonio,
y la pérdida potencial de valores culturales en bienes o inmuebles con-
siderados “excepcionales”.
A partir del reconocimiento expedito de los daños provocados
por un desastre, el cual se consigna y visualiza en fichas de registro,
dictamen y documentación, es posible identificar el tipo, la magnitud

[ 57 ]
58 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

y el alcance del problema, así como establecer un listado de acciones


directas, intervenciones y tratamientos que deben ser implementados
para la protección del patrimonio cultural dañado y su contexto social.
La información de las fichas también ayudaría a prever un posible
agravamiento del daño en el corto, mediano y largo plazo y con ello
planificar acciones de acuerdo con los recursos financieros y humanos
con los que se cuente en cada caso.

Planeación

La planeación de un rescate de bienes muebles debe estar basada en


el conocimiento de los valores y atributos del conjunto, tanto de las
estructuras arquitectónicas como de los objetos asociados. Lo ideal
es asegurar en primer lugar las piezas más significativas y decidir su
desplazamiento sólo cuando no haya la alternativa de salvaguardia y
tratamiento in situ. Para tomar decisiones sobre el movimiento y la
evacuación de una colección de fragmentos patrimoniales, es funda-
mental partir de inventarios o catálogos del conjunto y, éstos no exis-
ten, de la consulta con historiadores, historiadores del arte, arquitectos
o expertos con conocimientos del sitio, monumentos y bienes. En
estos casos el acopio de documentación histórica es primordial para
tratar de tener una visión lo más completa posible del monumento y
sus colecciones.
Antes de tomar la decisión de evacuar una colección de piezas o
fragmentos patrimoniales es necesario:

1. Haber llevado a cabo una evaluación seria de riesgos, vulnerabi-


lidades y peligros o amenazas antes, durante y después de una
situación de emergencia.
2. Haber establecido el lugar más seguro para el almacenamiento y
resguardo de las colecciones, partes o fragmentos patrimoniales.
De preferencia, deberá buscarse un espacio en la misma área que
ocupa el sitio o inmueble o dentro de la comunidad aledaña. Una
alternativa de almacenaje in situ es la construcción o contratación
de bodegas portátiles y reutilizables. El criterio para la seleccionar
Segunda fase: identificación de prioridades 59

el lugar deberá considerar primero la seguridad física y luego el


efecto que podría tener el cambio de las condiciones de humedad
y temperatura en las que se almacenarán los bienes por un tiempo
indefinido, considerar que pueden ser años. Sería deseable mini-
mizar el impacto ambiental que tendría la colocación de nuevas
construcciones o estructuras en el sitio.
3. Haber definido un lugar para establecer un taller provisional o
espacio de trabajo donde organizar, estabilizar y embalar las colec-
ciones que serán desplazadas.
4. Haber coordinado los trabajos de rescate y reubicación de una co-
lección, partes o fragmentos con las instituciones encargadas de
la conservación del patrimonio. Se requiere de la autorización por
escrito y la supervisión en campo de un funcionario de gobierno.
5. Haber reunido la mayor cantidad de documentación sobre el si-
tio o monumento y sus colecciones asociadas: ficha de catálogo,
inventarios, planos o mapas tanto del sitio como de cada área o
nivel del inmueble, fotografías de antes del desastre, estudios de
carácter científico, tesis o publicaciones.
6. Haber elaborado un plan administrativo para el rescate patrimonial
que considere un calendario de actividades, el número total de ob-
jetos o áreas con fragmentos patrimoniales que serán evacuados,
el costo de la operación y el número de participantes in situ.

En un rescate de colecciones patrimoniales debe tomarse en


consideración la opinión y el apoyo de las comunidades que usan,
ocupan y viven alrededor del sitio o inmueble. De hecho, durante una
emergencia la reacción primaria para la atención de una colección,
partes o fragmentos patrimoniales recae en manos de las comunidades
aledañas, por ello es fundamental prever capacidades locales de res-
puesta como parte del “Plan integral del manejo de riesgos” del sitio o
inmueble en caso de desastre.
La comunicación sobre los hallazgos generales y las propuestas de
acción debe ser fluida y transparente no sólo con las autoridades loca-
les, sino con los representantes de las mismas comunidades. La figura
de un vocero dentro de la brigada de atención en caso de desastre debe
60 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

considerarse en el “Plan integral de manejo de riesgos” de cada sitio o


inmueble patrimonial.

Rescate emergente y evacuación de colecciones patrimoniales

El proceso de evacuación de una colección, partes o fragmentos patri-


moniales debe hacerse con un protocolo de acción específico para el
sitio o monumento afectado que contemple las siguientes acciones:

A. Evaluación. Esta fase consiste en estimar puntualmente el riesgo, es


decir, las vulnerabilidades intrínsecas del monumento, sitio o conjunto
en el que se resguarda una colección, así como de los peligros poten-
ciales. Para un análisis correcto habrá que partir del dictamen o reporte
de daños realizado por las brigadas de diagnóstico justo después de la
emergencia. Es deseable contar con documentación de la colección:
inventarios o catálogos, registros fotográficos históricos, una lista de
referencias bibliográficas actualizadas, los nombres y responsabilidades
de los miembros de la comunidad vinculados con el uso y función del
sitio o monumento.

B. Valoración y jerarquización. Después de identificar los objetos más


valiosos de una colección se debe establecer un orden de prioridad para
su movimiento, estabilización, embalaje y traslado a la zona de resguar-
do o almacenamiento temporal. Si no se puede jerarquizar una lista
de los valores culturales y excepcionales del conjunto, puede actuarse
considerando la vulnerabilidad material de las piezas y comenzar con
los más frágiles y los más susceptibles de deterioro. En este sentido,
primero se actuará sobre los que están compuestos por materiales or-
gánicos como papel, madera, textiles y huesos; después sobre los que
están conformados por materiales inorgánicos quebradizos como vidrio,
cerámica y yeso; y al final, los compuestos por minerales y plásticos
que son mucho más resistentes a factores de riesgo específicos como
contaminación, fuego, agua y humedad, proliferación de microor-
ganismos, entre otros. Las áreas de resguardo y almacenamiento se
organizarán de acuerdo con los tipos de materiales constitutivos del
Segunda fase: identificación de prioridades 61

conjunto, pero, además, deberán considerarse otras características fí-


sicas de los objetos como tamaño, peso y estado de conservación a fin
de seleccionar las zonas de mejor accesibilidad y menor riesgo para el
caso específico.
Se debe elaborar un inventario o listado de control del movimiento
de obra con el número y tipo de objetos que serán removidos, la foto-
grafía de cada uno y el plano de ubicación. Este registro sirve para dejar
testimonio del orden del movimiento de las colecciones y de como son
las rutas de evacuación y las áreas de almacenamiento. Dicho inven-
tario deberá consignarse en fichas diseñadas ex profeso para actuar en
caso de emergencia (cuadro 6).1

C. Acciones previas. Se consideran las medidas necesarias para poder


llevar a cabo el movimiento de una colección, partes o fragmentos pa-
trimoniales con seguridad y eficiencia.

• Neutralización de riesgos. Es primordial minimizar los peligros


detectados; por ejemplo, despejar las vías de acceso y conseguir
apoyo de los cuerpos de seguridad para garantizar que nadie ajeno
al proceso de rescate pueda ingresar en las áreas de flujo de trabajo.
En esta etapa deberá hacerse un estimado del tiempo que tomará
la evacuación de la colección tomando en cuenta la dimensión del
desastre, el número de personas que participarán en la tarea y la
relevancia cultural del sitio.
• Organización de los equipos y las áreas de trabajo. En principio
es fundamental constituir grupos de trabajo y cada uno tendrá
que contar con un líder que supervise la cadena de acciones. En
segunda instancia, se deben establecer las áreas para llevar a cabo
las diferentes tareas que implica el movimiento de una colección:
clasificación, documentación, estabilización y limpieza de las piezas,

1  El cuadro está basado en Aparna Tandon, First Aid to Cultural Heritage in Times
of Crisis. 1. Handbook, Roma: International Centre for the Study of the Preservation
and Restoration of Cultural Property (iccrom)/Prince Claus Fund, 218, disponible en:
https://www.iccrom.org/sites/default/files/2018-10/fac_toolkit_print_oct_2018_final.
pdf, 93-94.
62 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 6. Ficha de registro para la evacuación y almacenamiento temporal de las colecciones


patrimoniales durante una emergencia

embalaje y etiquetado. Éstas se designarán con el criterio de salva-


guardar la seguridad de los trabajadores y de la colección (libres de
humedad, insectos o microorganismos, sin contaminantes químicos
y sin riesgo de robo o vandalismo) y estarán ubicadas dentro de
rutas lógicas y bien delimitadas para facilitar el flujo del trabajo. Su
tamaño dependerá de la cantidad de objetos que serán trasladados.
• Preparación de materiales y herramientas. Considerando cada una
de las áreas de trabajo necesarias para la clasificación, la estabili-
zación, el embalaje y el almacenamiento de las colecciones patri-
moniales, se deberán conseguir los equipos, insumos y materiales
consumibles suficientes para llevar a cabo la operación.
• Documentación. Antes de comenzar la evacuación de la colección
se debe contar con una ficha de registro en la cual los objetos que-
den enlistados a partir de un número de entrada consecutivo
Segunda fase: identificación de prioridades 63

que permita su rastreo en cada una de las estaciones de trabajo.


Este número podría o no coincidir con el sistema de inventario o
catálogo oficial de la colección, pues durante una emergencia lo
más probable es que no se tenga a la mano el inventario oficial
de cada bien mueble. Es de suma importancia vigilar que las eti-
quetas de las piezas se conserven desde el lugar de rescate hasta
su almacenamiento final. Es de enorme utilidad llevar a cabo un
seguimiento fotográfico y/o en video de los objetos durante su
movimiento y colocación en las estaciones de trabajo.

D. Definición y registro de áreas o cuadrantes. A partir de la lista de


prioridades, el movimiento de los objetos deberá realizarse siguiendo
un orden concreto. En algunos casos será indispensable construir una
retícula en el suelo para ubicar de manera precisa el lugar de extrac-
ción, un método de registro que utiliza como referencia la orientación
del espacio en ejes de coordenadas. Los ejes deberán colocarse hacia
los puntos cardinales o siguiendo la orientación del espacio donde se
realice la remoción de los materiales patrimoniales. Es necesario llevar
a cabo un registro fiel de esto (de preferencia en fotografía y video),
de los cuadrantes antes y durante el movimiento de las piezas. En el
caso de pilas de objetos colapsados o de la existencia de varias capas
de materiales depositados sucesivamente, podría llevarse a cabo un
registro tridimensional de imágenes georreferenciadas. Cuando hay
desprendimiento de recubrimientos arquitectónicos como relieves,
pintura mural, mosaicos y otros ornamentos asociados, es indispensa-
ble hacer el registro detallado y de alta resolución con macrofotografía,
fotogrametría y escáner 3D.
En los casos en los que sea posible llevar a cabo la estabilización in
situ de los recubrimientos arquitectónicos, deberán usarse materiales
que prevengan alteraciones y degradación en el futuro. Entre las ac-
ciones que pueden cumplirse se encuentran: velado de las superficies,
inyección o consolidación de abombamientos, fisuras y desprendimien-
tos parciales, apuntalamiento de relieves, placas o tableros y limpieza
superficial. Cualquier intervención de este tipo deberá ser supervisada
y realizada por especialistas en restauración de bienes muebles.
64 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

E. Evacuación: movimiento, estabilización y embalaje de las coleccio-


nes patrimoniales
• Movimiento. Se requiere contar con materiales y equipo para
transportar los objetos que serán evacuados de manera segura.
La selección de éstos dependerá de su naturaleza y tipo. También
hay que tener preparada una ficha de registro en la cual se lleve el
control de la cantidad y orden de los objetos removidos, su locali-
zación original y un número consecutivo que podría o no coincidir
con el sistema de inventario o catálogo oficial de la colección de
piezas completas o fragmentos.
• Clasificación. Se requiere un área para organizar los objetos cul-
turales de acuerdo con su valor o importancia, tipo y nivel de
deterioro. De preferencia, el acomodo deberá hacerse sobre pelí-
culas de material químicamente inerte y capaz de amortiguar los
movimientos de las piezas.
• Estabilización y limpieza. En ocasiones es necesario sacudir o
limpiar los objetos removidos de una zona de desastre antes de
proceder a su embalaje o almacenamiento. Hay que evaluar si se
requieren herramientas para la limpieza mecánica de las diversas
superficies que conforman las piezas de una colección. Éstas pue-
den ser variedad de brochas y brochuelos de cerdas de cerdo y pelo
suave en diferentes tamaños, telas y papel absorbente, toallas de
papel, aspiradora, perillas y aire comprimido. La estabilización in
situ debe ser ejecutada por personal capacitado por restauradores
de bienes muebles.
• Embalaje. En el mercado hay una amplia variedad de materiales de
embalaje que pueden ser usados para el traslado de una colección.
Entre las características que deben tener están: ser inertes o que no
reaccionen con el material constitutivo del objeto cultural ni con
los agentes ambientales en el entorno de resguardo; ser capaces de
amortiguar los movimientos y que sean resistentes o que eviten
la erosión, ruptura o fragmentación de las cosas; que se adapten a
diversos usos y, de preferencia, que sean amigables con el medio
ambiente. En el caso de una emergencia no se requiere una in-
versión costosa, sino el aprovechamiento de la mayor cantidad de
Segunda fase: identificación de prioridades 65

Cuadro 7. Flujo de trabajo para la evacuación de colecciones


66 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

recursos disponibles. Varios elementos destinados al uso y consumo


humano podrían ser útiles en esta etapa, por ejemplo, plásticos de
cocina, cajas de archivo, vendas y equipo para curación. Hay que
evitar objetos y superficies que despidan sustancias tóxicas como
producto de degradación, por ejemplo, las cintas transparentes de
poliéster, masking tape, cinta gaffer o cinta para ductos, así como
los soportes fabricados a partir de conglomerados de madera u otros
materiales orgánicos y los adhesivos comerciales o las pinturas de
producción sintética no aptas para trabajos de conservación.

F. Reubicación y almacenamiento. Las características del espacio de


resguardo de los objetos patrimoniales deben satisfacer las demandas
de seguridad: prevenir los robos y las alteraciones físico-químicas en la
composición material de las cosas. Debe considerarse que lo más pro-
bable es que las colecciones, partes o fragmentos patrimoniales pasen
mucho tiempo embodegados antes de su completa restauración o de
su restitución en el sitio o inmueble (cuadro 7).

Caso de estudio: los murales de San Juan Bautista Tlayacapan


y San Guillermo Totolapan, Morelos

Después del sismo del 19 de septiembre de 2017, los murales colapsados


en los conjuntos conventuales de San Juan Bautista Tlayacapan y San
Guillermo Totolapan fueron resguardados por la empresa constructora
contratada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah)
para llevar a cabo la evaluación de daños en el inmueble y en los recu-
brimientos arquitectónicos el análisis estructural y las acciones emer-
gentes para estabilizar el edificio. Entre las operaciones inmediatas se
consideró fundamental proveer de una cubierta temporal a las iglesias
y a las partes derrumbadas en los conventos con la finalidad de mitigar
los daños que podrían provocar las fuertes lluvias que amenazaban
el sitio. Asimismo, se diseñaron proyectos para realizar el apuntala-
miento de las estructuras, la limpieza de escombros y la clasificación
de los materiales originales de construcción que fueron rescatados
entre los desechos. En paralelo a estas labores fue necesario realizar
Segunda fase: identificación de prioridades 67

trabajos de consolidación de los abombamientos y desprendimientos


parciales de los recubrimientos con pintura mural, el ribeteado de las
lagunas y el velado de grandes zonas con decoraciones murales.2
El proceso para asegurar la pintura mural en los conventos novo-
hispanos del siglo xvi mediante el velado de las capas pictóricas debe
llevarse a cabo con adhesivos no polares porque la técnica de manu-
factura original es un temple de cal enriquecido con un aglutinante de
naturaleza proteica; en específico, temple de cola animal.3 Las emul-
siones de este tipo son altamente susceptibles a la degradación química
por disolución en presencia de humedad.
Cuando llegaron a Tlayacapan y Totolapan las brigadas organi-
zadas por especialistas del Instituto de Investigaciones Estéticas de la
unam, dentro del proyecto “Rescate de la pintura mural en los conjuntos

conventuales de la ruta de los volcanes” para la recuperar, registrar y


almacenar la pintura mural dañada por el sismo, los fragmentos colap-
sados ya habían sido levantados y guardados por la empresa contratada
por el inah para la estabilización estructural y la rehabilitación del in-
mueble y sus recubrimientos arquitectónicos. Los fragmentos murales
se habían resguardado dentro de pequeñas bolsas de Pellón® (película
textil de fibras 100% poliéster) en cajas de cartón de archivo muerto con
etiquetas de la zona de colapso. En el exconvento de San Juan Bautista
Tlayacapan, la pintura mural se concentraba en 14 cajas de cartón depo-
sitadas en una de las dependencias del ala este de la planta baja. En San

2  La empresa a cargo de la estabilización estructural y rehabilitación de los dos


monumentos es Grupo Farla, S.A. de C.V., que ha tenido en su nómina al licenciado
José Morales, restaurador egresado de la Escuela Nacional de Conservación, Restaura-
ción y Museografía Manuel del Castillo Negrete del Instituto Nacional de Antropología
e Historia, como director de los trabajos de conservación y restauración de bienes
muebles para los monumentos en cuestión desde la emergencia de 2017.
3  Así ha sido caracterizado con las técnicas de cromatografía de gases acoplada

a espectrometría de masas (cg-em) y espectrometría de masas maldi-ToF (maldi-desor-


ción/ionización mediante láser asistida por matriz, acoplada a un analizador tof-tiem-
po de vuelo) en las muestras del convento de Tlayacapan. Véase Elsa Arroyo Lemus,
Eumelia Hernández Vázquez y Manuel Eduardo Espinosa Pesqueira, “Los murales de
Tlayacapan: historia, técnica y materiales”, Anales del Instituto de Investigaciones Esté-
ticas XLI, núm. 115 (2019): 177-212, disponible en: http://www.analesiie.unam.mx/
index.php/analesiie/article/view/2699, consultado en enero de 2020.
68 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Guillermo Totolapan fueron 29 las cajas de cartón salvaguardadas por la


compañía constructora, es decir, el doble respecto al material encontra-
do en el conjunto anterior. En este caso, el área de resguardo elegida por
los especialistas fue una de las dependencias ubicadas en el ala sur de
la planta baja del convento. El proyecto del Instituto de Investigaciones
Estéticas ajustó entonces su protocolo de actuación de acuerdo con las
nuevas necesidades que planteaba el trabajo en cada sitio.

Protocolo de actuación. Brigadas del Instituto


de Investigaciones Estéticas, UNAM4

A. Evaluación. A partir de la investigación histórica y de archivo, así


como de la reunión de información y planos derivados de las entrevistas
entabladas con las restauradoras del Centro inah Morelos, con los arqui-
tectos y el restaurador en campo de Grupo Farla, se definió una ruta
de operaciones que considerara tiempo, recursos, equipo y materiales
necesarios. Se estableció un protocolo para cada una de las fases de
trabajo poniendo cuidado en conservar los datos de procedencia de las
piezas con un sistema de clasificación y nomenclatura que conservaba
la ubicación y el área de daño de la que procedían. Se diseñó una ficha
de registro para los fragmentos rescatados, registrados y embalados.

B. Delimitación de las áreas y los grupos de trabajo. Debido al alto


nivel de daño en los inmuebles y con el fin de garantizar la seguri-
dad de los participantes de las brigadas, se instaló una carpa portá-
til de 10 × 10 m en el lado sur del atrio de Tlayacapan y en el lado
noroeste del de Totolapan. Estas carpas se habilitaron como talleres
provisionales en el área más segura del sitio, con accesos y rutas de

4  Para una descripción más detallada del proyecto “Rescate de la pintura mural
en los conjuntos conventuales de la ruta de los volcanes”, véase Elsa Arroyo Lemus,
Mónica Zavala Cabello y Leonardo Varela Cabral, “Investigar para preservar: rescate
de la pintura mural conventual en Tlayacapan y Totolapan tras el sismo del 19 de
septiembre de 2017”, cr. Conservación y Restauración 15 (2018): 60-76, disponible en:
https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/articulo%3A17172, con-
sultado en enero de 2020.
Segunda fase: identificación de prioridades 69

evacuación delimitadas, circulación de aire y buena iluminación. En


ambos conjuntos conventuales se acordó el acceso con el presbítero y
los mayordomos o miembros de las cofradías, mientras que las llaves
de la dependencia del convento donde estaban resguardadas las cajas
con los fragmentos de pintura mural estaba a cargo de los arquitectos
residentes de Grupo Farla. Se designaron cinco estaciones de trabajo: la
primera estaba destinada a la estabilización y clasificación del material;
la segunda comprendía mesas para el registro fotográfico; la tercera, y
más amplia, correspondía a la sección de armado de los rompecabezas
de fragmentos; la cuarta era usada como área de embalaje y etiqueta-
do de las cajas, y la quinta se acondicionó como un set para el registro
fotográfico final de las cajas contenedoras con el material embalado y
listo para su almacenamiento.

C. Estabilización, limpieza y clasificación del material. Se abrieron


las bolsas de Pellón® que contenían los fragmentos de pintura mural,
los cua­les se limpiaron y sacudieron en seco con brocha de cerdas
suaves, para acomodarlos sobre placas de 30 × 30 cm de foamboard® o
madera de triplay forrado con papel de algodón color blanco y negro.
Estas placas fueron usadas tanto para transportarlos de estación en es-
tación como para el balance de color durante el procesamiento digital
de las fotografías.

D. Documentación. Se hizo el registro fotográfico de cada una de las


placas con los fragmentos organizados. Se obtuvieron imágenes con
parámetros que garantizaran la mejor calidad posible, control de color
y detalle. La fotografía permitirá la sistematización y procesamiento de
las imágenes mediante un software de reconocimiento de perfiles 2D
para el armado digital de los rompecabezas (cuadro 8).

E. Armado de rompecabezas. Se partió de una clasificación de los


fragmentos provenientes de diferentes zonas de pintura mural consi-
derando su diseño, texturas, colores y la estratigrafía conservada en
cada pieza. Ésta fue la fase más lenta y meticulosa del proceso. Cuando
se había logrado armar un área amplia de material, se procedía a su
70 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 8. Parámetros recomendados para el registro fotográfico de los fragmentos


de pintura mural
Segunda fase: identificación de prioridades 71

Cuadro 8. Parámetros recomendados para el registro fotográfico de los fragmentos


de pintura mural (concluye)

embalaje. En el caso de no empatar los diseños, los fragmentos fueron


almacenados respetando su área de procedencia al momento de haber
sido recogidos y sus características físicas.

F. Embalaje y registro. Los rompecabezas armados o los fragmentos


que compartían características físicas se embalaron en camas de ma-
terial amortiguante sobre láminas de espuma de polietileno expandido
EPE® para evitar su abrasión y con divisiones destinadas a impedir o
minimizar los movimientos dentro de las cajas y su posible erosión
o subsecuente fragmentación. Se utilizó tela adhesiva como pegamento
para unir los marcos y las tiras de separación, con lo cual se imposibilita
el desacomodo de las piezas armadas. Una vez terminado el acomodo
de las camas, éstas fueron etiquetadas y registradas fotográficamente
para generar las fichas de registro y la localización de los fragmentos
que fueron integradas dentro de las cajas.
72 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

G. Resguardo. Las camas con los fragmentos de pintura mural armados,


clasificados y etiquetados se colocaron dentro de cajas de polietileno de
alta densidad y se instalaron dos niveles de pintura mural o uno solo
dependiendo del volumen de los fragmentos. Las camas de piezas de
mayor peso se colocaron en el nivel inferior y las de menor peso en
el superior. El sistema fue cerrado con una lámina de espuma de po-
lietileno que impedía que los materiales quedaran expuestos al polvo.

H. Fichas de registro. Dentro de cada caja de embalaje se colocó una


ficha que contiene información precisa sobre los fragmentos: el nombre
del convento, la clave de registro del área de daño, un plano con la ubi-
cación de la zona de donde procede, la fotografía de la cama con el ma-
terial embalado, el nombre del proyecto y la fecha del almacenamiento.

I. Almacenamiento a mediano y largo plazo. Al término de las


temporadas de diciembre de 2017 y abril de 2018, en Tlayacapan se
resguardaron 110 cajas de plástico de alta resistencia con los fragmentos
de pintura mural organizados en su interior; mientras que en Totolapan,
215. Para el almacenamiento de los materiales a mediano o largo plazo
—dependiendo del tiempo que tome la restauración del inmueble—,
se proyectó la construcción de contenedores de madera (1 × 1 metros
cuadrados) donde se colocaron 4 hileras de cajas de almacenamiento
con 28 cajas de embalaje en su interior, que se ubicaron en el área se-
gura del inmueble seleccionada según instrucciones de los arquitectos
del Grupo Farla, encargado del aseguramiento y la rehabilitación de los
conjuntos conventuales. El diseño de los contenedores de madera tomó
en cuenta la posibilidad de que fuera la propia gente de la comunidad
quien pudiera construirlos de manera rápida y sencilla. Afuera de las
cajas se clavaron etiquetas con la información del proyecto, la fecha,
los datos de contacto y el tipo de contenido.

J. Reporte final. Se elaboró un documento final con la descripción


precisa del proyecto y las etapas de trabajo que incluye una copia de
las fichas de registro de los fragmentos almacenados y es abundante
en fotografías, planos y gráficas para sustentar las operaciones llevadas
Segunda fase: identificación de prioridades 73

a cabo en cada una de las temporadas de campo. Éste se entregó a las


autoridades del inah: la Coordinación Nacional de Conservación, Res-
tauración y Museografía, el Centro inah Morelos y a la empresa cons-
tructora contratada para llevar a cabo la estabilización estructural, la
rehabilitación del inmueble y la restauración de la pintura mural. Una
copia del reporte de trabajo también se entregó a la rectoría de la unam
y a la Fundación unam por el financiamiento recibido para realizar las
actividades de las brigadas de rescate del patrimonio afectado por
los sismos de 2017 (fig. 6).5

Participantes y créditos

El proyecto “Rescate de la pintura mural en los conjuntos conventuales


de la ruta de los volcanes” fue coordinado desde el Instituto de Inves-
tigaciones Estéticas por Elsa Arroyo Lemus, con el apoyo de Tatiana
Falcón, Mónica Zavala y Clara Bargellini en la organización de la inves-
tigación y el trabajo de campo. Fue posible gracias a las gestiones de
Renato González Mello, entonces director del instituto, quien consiguió
el financiamiento de la Fundación Harp-Helú por medio de Fundación
unam y respaldó las actividades de las brigadas desde los primeros días

después de los sismos de 2017. Asimismo, esta iniciativa se benefi-


ció del apoyo económico del programa papiit in402117 “Historia de la
técnica del arte. Aproximaciones a la materialidad de los objetos artís-
ticos de los siglos xvi-xviii”, bajo la responsabilidad de Clara Bargellini.
El acercamiento y colaboración interinstitucional conducidos
desde la dirección del Instituto de Investigaciones Estéticas con las
diversas instancias del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(inah) garantizaron la ejecución de cada una de las etapas del proyecto:
la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, la

5  Elsa Arroyo, Eumelia Hernández, Leonardo Varela, Mónica Pulido y Rie


­Arimura, Informe final: brigadas de rescate, catalogación y almacenamiento de la pintura
mural en los conjuntos conventuales de San Juan Bautista Tlayacapan y San Guillermo
Totolapan, Morelos (noviembre 2017-abril de 2018) (México: Universidad Nacional Autó-
noma de México, entregado el 21 de abril de 2018, inédito).
74 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Coordinación Nacional de Monumentos Históricos y el Centro inah


Morelos. En específico, se obtuvieron las autorizaciones gracias a Aida
Castillejas, secretaria técnica del inah, María del Perpetuo Socorro Vi-
llarreal, coordinadora Nacional de Asuntos Jurídicos del inah y Arturo
Balandrano, coordinador Nacional de Monumentos Históricos del inah.
De igual modo, Liliana Giorguli, coordinadora Nacional de Conserva-
ción del Patrimonio Cultural y María Isabel Campos Goenaga, directora
del Centro inah Morelos, quienes apoyaron las actividades propuestas.
En el trabajo in situ, se contó con la supervisión de los restauradores
Emmanuel Lara y Magdalena Rojas de la Coordinación Nacional de
Conservación del Patrimonio Cultural, inah.
Las comunidades y autoridades religiosas al frente de los templos
de San Guillermo Totolapan y San Juan Bautista Tlayacapan facilitaron
y contribuyeron en las labores de recuperación patrimonial llevadas a
cabo dentro de esta iniciativa.
Finalmente, este proyecto fue posible gracias a la participación en-
tusiasta de 28 estudiantes de la unam, quienes se integraron de manera
voluntaria en las brigadas de registro y salvamento de la pintura mural:

• Posgrado en Historia del Arte: Abel Alfredo Reyes, Lucía Daniela


Pérez Gómez, Elizabeth Vite Hernández, Diego Vázquez Díaz, Sonia
Sofía Quintero Villalobos, Diana López Meléndez, Luis Ricardo Na-
thael Cano Baca, Luis Bernardo Vélez Saldarriaga, Mónica Marisol
Zavala Cabello, Flora Elena Sandoval, Omar Alfonso Flores Tavera,
Julián Alonso Briones.
• Licenciatura en Historia: Diego Torres Reynaga, Leticia Domínguez
Hernández, Lídice Abril Ramírez, Perla Reséndiz, Greta Fernández.
• Licenciatura en Estudios Latinoamericanos: María Cristine Galin-
do Adler.
• Posgrado en Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico: Mariana
Ramírez Martínez, Denise Araiza Schubert, Astrid Elizabeth Rosas
Cabello, Arturo Magdaleno Chapa, Luis Fernando López Cortés.
• Posgrado en Artes Visuales: Verónica Villegas Barraza.
• Licenciatura en Artes Visuales: Ilse María Díaz Martínez y Caroli-
na Vasto.
Segunda fase: identificación de prioridades 75

• Licenciatura en Literatura y Lenguas Hispánicas: Margarita Huertas


Vázquez.
• Especialización en Historia del Arte: Israel Zamorátegui Zebadúa
y Paola Montero Tovar.

También se integró al proyecto la alumna Zyanya Yaotzin Barragán


Bravo, de la Licenciatura en Restauración de Bienes Muebles de la Es-
cuela de Conservación y Restauración de Occidente, quien actualmente
realiza su tesis de grado con un tema derivado de esta iniciativa.
En la segunda temporada de campo para el rescate, registro y sal-
vamento de la pintura mural del conjunto conventual de San Guiller-
mo Totolapan, se amplió el grupo de trabajo con la participación de 19
alumnos de las licenciaturas en Historia del Arte y en Estudios Sociales
de la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Morelia unam-
enes bajo la coordinación de las profesoras Mónica Pulido y Rie Arimura.

• Licenciatura en Historia del Arte (enes Morelia): Ricardo Cervantes


Gama, Carlos Ciprés Mercado, Belén Figueroa Saavedra, Luis Gali-
cia Ramírez, Montserrat Galindo Flores, Luis García García, Óscar
González Carrasco, Alina Hernández Martínez, Morelia Herrera
Orozco, Alitzel Jiménez Huerta, Daniela Méndez Trejo, Ana Pé-
rez González, Melissa Román Cuevas, Mariel Santillán Mendoza,
Greyss Skewes López, Diana Suazo Martínez, Karla Téllez Jiménez,
Priscila Vega Bautista.
• Licenciatura en Estudios Sociales (enes Morelia): Luis Enrique
Galicia Ramírez.

Eumelia Hernández Vázquez, académica del Instituto de Inves-


tigaciones Estéticas de la unam, tuvo a su cargo la coordinación de las
actividades de registro fotográfico, la edición digital de imágenes y la
creación de los metadatos para la catalogación del acervo durante las
tres temporadas. Los colaboradores del equipo de fotografía en las di-
ferentes etapas del proyecto fueron: Arturo Magdaleno Chapa, Kurhi
Morales, Carolina Ruiz Vasto, Israel Zamorátegui y Angélica López. La
documentación reunida en este proyecto forma parte del acervo de
76 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

imágenes del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte (ldoa) sede


del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Con-
servación del Patrimonio Cultural (lancic) y se encuentra disponible
para consulta en la plataforma Collective Access gestionada desde el
Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones
Estéticas de la unam.
TERCERA FASE: INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS CIENTÍFICOS
COMO BASE PARA LA INTERVENCIÓN

Una vez concluidas las acciones tempranas de atención ante una


emergencia, lo siguiente es preparar los proyectos de rehabilitación,
restauración y conservación, mismos que deben partir de estudios
detallados para conocer cuáles son las vulnerabilidades intrínsecas de
las estructuras, las cimentaciones y los recubrimientos arquitectónicos,
así como para comprender el comportamiento de los inmuebles me-
diante modelos de resistencia sísmica. El proceso de estudio, análisis
e interpretación de datos puede durar varios meses y deberá apoyarse
en una amplia diversidad de expertos en temas específicos. Después de
un terremoto, las posibilidades de estudiar las técnicas de manufactura
y el desempeño de los sistemas constructivos se potencian al máximo.
En cada caso se deben establecer las preguntas de investigación a
partir del resultado de los dictámenes de daño y considerar cuáles son
los valores contemporáneos y significados culturales del conjunto, sitio,
monumento o colección que fueron afectados durante el desastre. La
profundidad de los estudios dependerá del grado de deterioro y de la
complejidad del caso. Un protocolo básico de investigación posemer-
gencia es aquel que contempla tanto el sitio como el inmueble y sus
recubrimientos arquitectónicos e incluye:

A. Investigación y análisis de la historia del inmueble: estudio de las


etapas constructivas y decorativas, de las modificaciones históricas y
de los periodos de ocupación.

[ 77 ]
78 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

B. Evaluación de las intervenciones previas de rehabilitación, reestruc-


turación, refuerzo, restauración y conservación.

C. Registro fotográfico detallado de alta calidad (fotografía 360º, fotogra-


fía aérea, fotogrametría y escáner 3D, fotografía de detalles).

D. Levantamiento arquitectónico y estructural con planos actualizados


(2D y 3D).

E. Levantamiento topográfico.

F. Evaluación de la seguridad estructural: comportamiento, desempeño


y resistencia sísmica de elementos estructurales y no estructurales.

G. Evaluación de la cimentación (estudio de mecánica de suelos y


georradar).

H. Caracterización de las técnicas constructivas: cimentación, mam-


postería y morteros (análisis científico de muestras representativas con
técnicas instrumentales: microscopía óptica y electrónica, difracción
de rayos X, espectroscopías: xrf, raman, ftir; pruebas de resistencia
mecánica).

I. Diagnóstico de las causas y los efectos de deterioro de los recubri-


mientos arquitectónicos (pintura mural, relieves, mosaicos, azulejos,
etcétera).

J. Levantamiento arquitectónico del deterioro en los recubrimientos


arquitectónicos (pintura mural, relieves, mosaicos, azulejos, etcétera).

K. Caracterización fisicoquímica en el laboratorio de muestras re-


presentativas de los materiales constitutivos de los recubrimientos
arquitectónicos: morteros (cal, cargas y agregados) y capas pictóricas
(aglutinantes, pigmentos y cargas).
Tercera fase: investigación y estudios científicos 79

L. Análisis científico de la técnica pictórica de los recubrimientos


arquitectónicos. Para la pintura conservada in situ se recomienda la
aplicación de métodos de caracterización fisicoquímica con técnicas
espectroscópicas portátiles —xrf, raman, ftir, fors—, así como los mé-
todos de imagenología con radiaciones uv, vis, ir y microfotografía de
superficie. Para el conocimiento estratigráfico se requiere el análisis
de muestras en laboratorio con técnicas instrumentales como: micros-
copía óptica y electrónica, micro difracción de rayos X, micro raman,
micro ftir y cromatografías.

M. Creación y actualización de los inventarios y catálogos de colec-


ciones y bienes muebles asociados al sitio o monumento, atendiendo
parámetros internacionales de buenas prácticas.

En cuanto a las propuestas de intervención para la rehabilitación,


reconstrucción, restauración, conservación o refuerzo de los inmuebles
y sus recubrimientos arquitectónicos, todas las acciones deben encami-
narse a garantizar la seguridad del edificio respecto a su uso actual y
futuro, es decir, a reducir las vulnerabilidades del inmueble frente a los
movimientos telúricos. La mayor parte de los conjuntos conventuales
fundados en el siglo xvi que se dañaron en los sismos de septiembre
de 2017 habían presentado afectaciones similares en eventos sísmicos
previos. Las grietas en las bóvedas y los desprendimientos de pintura
mural se han producido reiteradamente en el mismo lugar después de
un movimiento telúrico severo.
Otro problema de los espacios conventuales fundados en el siglo
xvi es su uso inadecuado o el abandono de sus dependencias. Durante

los recorridos por la ruta del Volcán se atestiguó la adaptación de las


celdas como cocinas y alcobas, que añade instalaciones eléctricas y de
gas en lugares donde se podrían generar incendios, explosiones y otros
daños al inmueble y sus decoraciones asociadas. Uno más de los temas
pendientes para la salvaguardia del patrimonio virreinal es empatar su
uso contemporáneo con sus valores históricos y artísticos.
Cualquier propuesta debería minimizar el impacto negativo so-
bre la constitución física y material de los edificios pues es ahí, en su
80 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

estatuto como medios o mediadores culturales, donde los conjuntos


del pasado se comunican con las comunidades del presente. Toda de-
cisión de ocupación, así como los criterios y principios para ejecutar
labores de restauración, conservación y reconstrucción, deberían ser
discutidos dentro de comités interdisciplinarios, que tomen en cuenta
los principios vigentes en la normativa nacional e internacional. Inde-
pendientemente de los recursos con que se cuente para la intervención
de un caso específico, es deseable que los proyectos consideren una
respuesta integral que incorpore la recuperación de las estructuras,
las colecciones y el paisaje o el entorno. En la ejecución del proyecto
podrán definirse los alcances concretos durante el periodo de recupe-
ración temprana después de la emergencia.
CUARTA FASE: PREVENCIÓN

Gran parte de la bibliografía revisada para la elaboración de este manual


comienza con la etapa de prevención. En este caso decidí colocar la fase
preventiva al final del texto porque la realidad de nuestro país es que
la mayoría de las acciones dirigidas a la salvaguardia del patrimonio
cultural se realiza de forma reactiva a un problema o desastre. Aunque
se ha avanzado, son todavía insuficientes las políticas y directrices de
prevención que ayuden a enfrentar a las emergencias de manera inte-
gral, ordenada y eficiente.
Como sociedad y gobierno, las medidas más notorias son aquellas
encaminadas a conducir intervenciones “curativas” durante las etapas
de recuperación temprana —y a varios meses de ocurrido el desastre.
Sin embargo, los principios para fortalecer nuestra preparación ante el
riesgo necesitan proyectarse como propuestas preventivas que permi-
tan mejorar y garantizar la preservación del patrimonio a largo plazo.
Esto implica también que en el periodo de alerta inicial podamos apli-
car acciones que logren un balance entre la ayuda humanitaria y la
protección de los bienes culturales. La cultura debe ser parte integral
de los planes gubernamentales para atender un siniestro, pues me-
diante su salvaguarda se contribuye a la capacidad de resiliencia de las
comunidades, además de apoyar el cumplimiento de las metas para el
desarrollo sostenible.
La primera acción que debe llevarse a cabo en los organismos
gubernamentales encargados de la protección del patrimonio cultural
es la evaluación de la capacidad institucional y de los vínculos con las
comunidades y la sociedad civil organizada en caso de desastre. Como

[ 81 ]
82 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

resultado de este proceso se integra una ruta crítica donde se enumeran


las medidas y necesidades sobre recursos humanos, financiamiento,
modos de operación y procedimientos administrativos.
Las autoridades deben tener contacto constante con las comunida-
des y los usuarios directos de los sitios y monumentos patrimoniales,
pues son ellos los primeros en reaccionar a una catástrofe. Hay que
fomentar la realización de simulacros, involucrar y capacitar a la gente
en la elaboración de los “Planes integrales de manejo de riesgo” para
responder eficazmente a las emergencias. Una tarea de seguimiento
permanente es realizar talleres y cursos con la población; tener siempre
actualizado un directorio con los datos de quien podría apoyar en caso
de desastre (un directorio de personas responsables, capacitadas o con
disposición para ayudar debería actualizarse, al menos, cada año). Esta
capacitación debe enfocarse en identificar vulnerabilidades intrínsecas
de un monumento, sitio, conjunto o sistema expuesto, y peligros o
amenazas del territorio donde se localiza el patrimonio para estable-
cer, revisar y consolidar los protocolos de actuación y las acciones que
deben llevarse a cabo durante la fase de respuesta inmediata en una
emergencia: evaluación, rescate, estabilización, evacuación, salvamento
y almacenamiento.
La creación de un sistema de voluntariado que integre profesiona-
les de diversas asociaciones, instituciones educativas y empresas para
salvaguardar el patrimonio cultural implicaría generar un directorio en
actualización permanente. Éste incluirá no sólo a los especialistas con-
tratados dentro de las instituciones responsables de la custodia, conser-
vación, restauración, investigación y difusión de los bienes culturales
(trabajadores adscritos al inah e inbal de la Secretaría de Cultura), sino
a miembros de las comunidades y a especialistas de diferentes insti-
tuciones académicas capaces de colaborar en un rescate patrimonial
(ingeniería estructural, mecánica de suelos, geofísica, sismología, con-
servación y restauración de bienes muebles e inmuebles, arquitectura,
historia, historia del arte, fotografía, video, fotogrametría, topografía,
levantamiento y registro con escáner 3D). Este directorio conformado
en una plataforma digital debería vincularse con el Centro Nacional
de Prevención de Desastres (adscrito a la Coordinación Nacional de
Cuarta fase: prevención 83

Protección Civil de la Secretaría de Gobernación) y con la nueva Unidad


de Tutela del Patrimonio Cultural de la Policía Federal.
Dentro de la fase de prevención es fundamental completar los
sistemas de inventario y catalogación del patrimonio cultural. Si bien
se han hecho avances importantes en este ámbito estableciendo cri-
terios normalizados para catalogar los bienes culturales y creando
plataformas para la consulta en línea de las colecciones; aún falta
mucho por hacer.1
Es necesario fortalecer los planes y proyectos nacionales para la
creación, digitalización y actualización de inventarios y catálogos de
bienes culturales que tomen en cuenta consideraciones sobre el valor
contemporáneo y la importancia de sitios, monumentos y objetos pa-
trimoniales. La documentación física y digital sobre el patrimonio en
riesgo debe resguardarse en diversos lugares y ser de acceso público
(registros, dictámenes, expedientes de obra, levantamientos arquitec-
tónicos, reportes, estudios técnicos, investigaciones, entrevistas, pu-
blicaciones y tesis de todas las áreas del conocimiento que se generan
alrededor de un bien cultural tangible o intangible). En el caso de los
conjuntos conventuales fundados en el siglo xvi, está pendiente el re-
gistro, la catalogación y documentación de su pintura mural, y de los
bienes muebles asociados que preste atención a cuestiones sobre la
técnica de manufactura y materiales.2
Con la finalidad de optimizar la preservación de los bienes cultu-
rales y estar prevenidos ante un desastre, es necesario crear planes de

1  El Instituto Nacional de Antropología e Historia cuenta con una base de datos


de sus colecciones de consulta abierta en la red: Mexicana. Repositorio del patrimo-
nio cultural de México, disponible en: http://mexicana.cultura.gob.mx, consultado
en noviembre de 2018. Por otro lado, un proyecto institucional con objetivos espe-
cíficos para mejorar las políticas de generación y consulta de los catálogos de obras
patrimoniales es la Unidad de Información para las Artes (Uniarte) del Instituto de
Investigaciones Estéticas de la unam, coordinado por el doctor Pedro Ángeles Jiménez,
disponible en: http://www.esteticas.unam.mx/uniarte, consultado en enero de 2020.
2  Un primer esfuerzo por generar un banco de imágenes completo de la pin-

tura mural en los conventos agustinos del estado de Hidalgo fue el proyecto PAPIIT
IN401710 “El imaginario agustino en el pincel del tlacuilo”, base de datos disponible
en: http://imaginarioagustino.esteticas.unam.mx/, consultada en noviembre de 2018.
84 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

gestión de riesgos que establezcan las acciones coordinadas que debe-


rán implementarse. Esta publicación debe basarse en un análisis de las
amenazas o peligrosidad y las vulnerabilidades intrínsecas que podrían
afectar a un sitio, monumento o colección. Los planes de gestión de
riesgos son herramientas eficaces que permiten realizar monitoreos
sistemáticos, así como planificar y adoptar medidas para garantizar la
seguridad de la gente y la salvaguardia del patrimonio. Su creación debe
considerarse prioritaria dentro de la política cultural y estar respaldada
por las autoridades gubernamentales encargadas de la conservación
patrimonial. Un aspecto fundamental que debe considerarse para la
creación de éstos es el valor del bien cultural en relación con las prác-
ticas, costumbres y creencias de las comunidades que lo usan, disfrutan
y habitan. Definir los valores del patrimonio es notablemente difícil
pues cualquier estimación al respecto es subjetiva y está limitada por
la apreciación humana en un tiempo y en un espacio (cuadro 9).3
Hay gran número de referencias y guías para elaborar planes de
manejo de riesgos y en todas se recomienda, en primera instancia, es-
tablecer las prioridades de preservación para el caso concreto dentro
de su contexto socio-cultural, político, legal, económico y ambiental.
También se aconseja identificar las vulnerabilidades extrínsecas e
intrínsecas frente a diversas amenazas (fuego, agua, sismos, luz, erup-
ciones volcánicas, contaminación, robo, plagas y microorganismos),
evaluar sus sistemas de seguridad activos y los actores involucrados
en el sistema (personal a cargo y otros recursos humanos, comunidad,
patrocinadores).4

3  Esta propuesta de ciclo de manejo de riesgos está basada en el texto de Herb


Stovel, Risk Preparedness: A Management Manual for World Cultural Heritage (Roma:
iccrom, 1998), 9.
4  International Council of Museums (icom/icms), Guidelines for Disaster Prepared-

ness in Museums (París: Unesco, 2003), disponible en: http://archives.icom.museum/


disaster_preparedness.html, consultado en noviembre de 2018; José Luiz Pedersoli,
Catherine Antomarchi y Stefan Michalski, Guía de gestión de riesgos para el patrimonio
museológico (Roma: iccrom/Instituto Canadiense de Conservación/Ibermuseos, 2017);
VV.AA., Managing Disaster Risks for World Heritage (París: Unesco, 2010), disponible en:
https://www.preventionweb.net/files/14614_188562e1.pdf, consultado en noviembre
de 2018.
Cuarta fase: prevención 85

Cuadro 9. Ciclo de manejo de riesgos en caso de desastre

Propuestas recientes, como la de Daniela Díaz Fuentes, para la


creación de una línea de mitigación del riesgo enfocada a los sitios Patri-
monio Mundial a partir del establecimiento de indicadores medibles de
amenazas y vulnerabilidad que permitan realizar un diagnóstico global
de los riesgos y su monitoreo sistemático, contribuyen a pensar en mo-
delos para conformar una política gubernamental de planificación de
las acciones de prevención, mantenimiento, conservación, restauración
y salvaguardia del patrimonio cultural.5

5  Daniela Andrea Díaz Fuentes, “La línea estratégica de mitigación de riesgo en


los planes de manejo de los sitios de Patrimonio Mundial: propuesta de un sistema de
indicadores y su aplicación en Italia”, Intervención 9, núm. 17 (2018): 48-64, disponi-
ble en: https://doi.org/10.30763/Intervencion.2018.17.191, consultado en diciembre
de 2018.
86 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Una rama derivada de la elaboración de los planes de gestión de


riesgos implicaría colaborar con plataformas como el Atlas Nacional
de Riesgos para identificar las vulnerabilidades y los peligros que ame-
nazan el patrimonio cultural de México dentro de un sistema de infor-
mación geográfica (mapa de riesgo), así como para generar imágenes
y reportes actualizados de las zonas y monumentos afectados por los
desastres donde se visualice la ubicación, extensión y nivel de daño.
Esta información debería organizarse en bases de datos alfanuméricas y
estandarizadas, y tendría que ser histórica, es decir, construirse a partir
de la reunión de registros sobre eventos ocurridos en el pasado y que
han dejado huellas en el estado de conservación actual de los sitios e
inmuebles culturales.
El mapa de riesgo ayudaría a sistematizar, visualizar y compartir
la información de cada monumento, sitio, conjunto o sistema expuesto
en un territorio geográfico específico, superponiendo y actualizando en
tiempo real la información sobre los riesgos que podrían causar daño
al patrimonio cultural. Su utilidad es más evidente con respecto a la
prevención frente a los desastres de origen natural.
En este sentido, es fundamental considerar los avances alcan-
zados por otros países cuyas problemáticas de atención patrimonial
son similares a México, como Italia que desde la década de 1990 ha
desarrollado el sistema de la “Carta del Rischio”, un sistema de infor-
mación geográfica donde tienen registrados y sistematizados los datos
sobre la vulnerabilidad de los edificios históricos. A partir de esto se
diseñan planes y estrategias para atender cualquier trabajo de inter-
vención, mantenimiento o conservación preventiva. La “Carta del
Rischio” fue impulsada como un proyecto de interés nacional y en su
implementación ha colaborado un grupo interdisciplinario coordinado
por el Istituto Superiore per la Conservazione ed il Restauro (iscr). Su
aplicación ha sido especialmente útil en condiciones de emergencia
como la del sismo de agosto de 2016 que afectó gravemente el centro
del país porque permitió gestionar datos sobre la recuperación, trans-
ferencia e intervención de las obras de arte muy afectadas —entre
ellas algunas convertidas en ruinas. También habilitó el seguimiento
a los artefactos almacenados en bodegas provisionales o a los que
Cuarta fase: prevención 87

fueron trasladados para su conservación o resguardo dentro de diversas


­instituciones.6
Esta experiencia demuestra la importancia de aprovechar las
nuevas tecnologías a favor de la salvaguardia del patrimonio, la comu-
nicación y la difusión de la cultura. Aunque sabemos que la cantidad
de sitios e inmuebles con declaratoria patrimonial en nuestro país es
enorme, se podría comenzar con la organización de un seminario inter
y multidisciplinario e interinstitucional que permita identificar los mo-
numentos, sitios, conjuntos o sistemas expuestos más vulnerables o que
se ubican en zonas de alta peligrosidad y trabajar en la implementación
de un sistema como la “Carta del Rischio”.
En este sistema se podrían registrar y sistematizar las principales
amenazas que enfrentan los monumentos, sitios o conjuntos de valor
cultural excepcional, entre los que sin duda se ubican los que están
inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la unesco. Cabe destacar
que en el caso de los exconventos pertenecientes a la ruta del volcán
Popocatépetl (Declaratoria unesco de 1994 “Primeros monasterios del
siglo xvi en las laderas del Popocatépetl”), las cartas de riesgos existentes
carecen de información específica sobre las zonas de monumentos y
su historia, además de presentar errores graves para la geolocalización
de los inmuebles. Dichos registros tampoco están relacionados con las
fichas del Registro Público de Monumentos del inah.
Después del sismo del 19 de septiembre de 2017, el gobierno de
la Ciudad de México actualizó el “Reglamento de construcciones para la
Ciudad de México” y las “Normas para la rehabilitación sísmica de edi-
ficios de concreto dañados por el sismo”. Sin embargo, sería importante

6  Dos ejemplos de la implementación del sistema de gestión de la informa-


ción relativa a la conservación de los centros históricos en Italia: Silvia Cutarelli, “Ge-
stire l’emergenza: la Carta del Rischio del Patrimonio Culturale per il Recupero delle
opere d’arte nelle aree terremotate”, Archeomatica 3 (2019): 28-32; Carlo Cacace y Do-
natella Fiorani, “Centre Storici, vulnerabilità, rischio e gestione della conservazione.
Una proposta d’implementazione dello strumento ‘Carta del Rischio’” en Protezione dal
rischio sismico [Proceeding of the International Conference Preventive and Planned
Conservation, Monza, Mantova 5-9 may 2014] coord. Stefano Della Torre (Florencia:
Politecnico di Milano/Nardini Editore, 2014), 108-117.
88 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

fortalecer su contenido en cuanto a minimizar las afectaciones a los va-


lores históricos y artísticos del edificio, y conseguir la implementación
de instrumentos similares de aplicación efectiva en los tres niveles de
gobierno (federal, estatal y municipal).7
Otro tema pendiente es generar una normativa para la interven-
ción de los recubrimientos arquitectónicos (pintura mural, relieves y
decoraciones asociados con la arquitectura) y los bienes inmuebles
por destino como los retablos, cipreses o altares. Estas acciones ayuda-
rían a establecer protocolos, criterios y procedimientos de intervención,
limitando los efectos negativos en la toma de decisiones durante los
periodos de recuperación temprana después de una emergencia.
Es necesario idear incentivos y financiamiento para llevar a cabo
planes de mantenimiento constante para los sitios y monumentos pa-
trimoniales donde se incluyan no sólo las estructuras, sino también sus
sistemas eléctricos, de agua y gas. Para esto se requiere el compromiso
de las autoridades, de las comunidades y usuarios, y destinar un fondo
que opere ininterrumpidamente en las zonas de monumentos. La efi-
cacia de los proyectos de mantenimiento dependerá de la existencia de
planes integrales de conservación, restauración y rehabilitación para
los sitios y monumentos. En este periodo de recuperación temprana es
momento de crear consensos para imaginar el estado ideal que deben
alcanzar los edificios patrimoniales tomando en cuenta la seguridad
estructural pero también su importancia, valor e integridad, su función
y destino dentro de su contexto social y cultural específico.

7  “Normas para la rehabilitación sísmica de edificios de concreto dañados por


el sismo del 19 de septiembre de 2017”, Gaceta Oficial de la Ciudad de México, 4 de
diciembre de 2017. “Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas dis-
posiciones del Reglamento de Construcciones del Distrito Federal”, Gaceta Oficial de
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90 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

catalogación y almacenamiento de la pintura mural en los conjuntos


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articulo%3A12749.
ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 1. Estructura de una brigada para el reconocimiento de daño


en caso de desastre por fenómenos naturales. Diseño: Tania Ixchel
Pérez González, iie-unam / 33
Cuadro 2. Etapas y actores para organizar las brigadas de atención a los
conventos de la ruta de los volcanes en caso de emergencia. Foto:
Eumelia Hernández Vázquez, iie-unam. Diseño: Tania Ixchel Pérez
González, iie-unam / 36
Cuadro 3. Código de colores asociados a los niveles de daño en un in-
mueble o conjunto patrimonial. Diseño: Tania Ixchel Pérez Gon-
zález, iie-unam / 37
Cuadro 4. Ficha de análisis de daños e identificación de riesgos en caso
de emergencia. Diseño: Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 41
Cuadro 5. Etapas del flujo de trabajo para la documentación fotográfica.
Diseño: Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 51
Cuadro 6. Ficha de registro para la evacuación y almacenamiento tem-
poral de las colecciones patrimoniales durante una emergencia.
Diseño: Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 62
Cuadro 7. Flujo de trabajo para la evacuación de colecciones. Diseño:
Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 65
Cuadro 8. Parámetros recomendados para el registro fotográfico de los
fragmentos de pintura mural. Contenido: Eumelia Hernández Váz-
quez, iie-unam. Diseño: Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 70

[ 99 ]
100 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Cuadro 9. Ciclo de manejo de riesgos en caso de desastre. Basado en


Herb Stovel, Risk Preparedness: A Management Manual for World
Cultural Heritage (Roma: International Centre for the Study of the
Preservation and Restoration of Cultural Property, 1998), 9. Dise-
ño: Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 85
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

1 y 2. Planos de conjunto del exconvento de San Guillermo Totolapan,


Morelos, México, con el estimado en metros cuadrados de las áreas
de pintura mural colapsada en las bóvedas de las plantas baja y
alta. Dibujo: Marisol Bernal Vázquez, Licenciatura en Arquitectu-
ra, Facultad de Arquitectura, unam y Tania Ixchel Pérez González,
iie-unam / 20-21

3. Fotografías de los daños sufridos en cuatro de los exconventos Patri-


monio Mundial localizados en las laderas del Popocatépetl (Decla-
ratoria unesco 1994). A) Portada de la capilla abierta del conjunto
conventual de San Matías Apóstol, Atlatlahucan. B) Colapso del
mirador en el exconvento de La Natividad en Tepoztlán. C) De-
rrumbe de la cúpula del presbiterio en San Guillermo Totolapan.
D) Agrietamientos y daños en las bóvedas del claustro alto del mo-
nasterio de Santiago Apóstol, Ocuituco. Fotos: Eumelia Hernández
Vázquez, iie-unam. secult-inah-méx. Reproducción autorizada por el
Instituto Nacional de Antropología e Historia / 22
4. Vista aérea de los daños provocados por el sismo del 19 de septiembre
de 2017 en el conjunto conventual de San Guillermo Totolapan.
Fotos de dron: Maritza Zamora, Grupo Sacbe, 2017 / 35
5. Plano de deterioro del conjunto conventual de San Guillermo To-
tolapan, interpretación de daños sobre fotografía de dron. En el
presbiterio de la iglesia se colapsó la cúpula; los muros de la zona
norte de la nave presentan un fuerte desplome y los contrafuertes
colapsaron; en el claustro, las crujías oriente y poniente sufrie-
ron derrumbes parciales. Dibujo: Elizabeth Hernández Zúñiga,

[ 101 ]
102 Manual para el rescate de colecciones patrimoniales

Licenciatura en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, unam y


Tania Ixchel Pérez González, iie-unam / 53
6. Etapas del proceso de rescate, registro, embalaje y almacenamiento
de fragmentos de pintura mural colapsada procedente de los excon-
ventos de Tlayacapan y Totolapan. Proyecto “Rescate de la pintura
mural en los conjuntos conventuales de la ruta de los volcanes”,
Instituto de Investigaciones Estéticas de la unam, 2017-2018. Fotos:
Eumelia Hernández Vázquez, iie-unam / 54
Manual para el rescate de colecciones patrimoniales
en caso de desastre por fenómenos naturales. Pintura mural
editado por el Departamento de Publicaciones
del Instituto de Investigaciones Estéticas de la unam
se terminó de producir el 23 de diciembre de 2022.
El diseño y la formación fueron elaborados por
Rocío Moreno Rodríguez. Para su composición se utilizaron
tipos de las familias ITC Veljovic y Frutiger
de 11.5/17, 10.5/17 y 9.5/13.5.
La lectura de planas fue realizada por Itzel Rodríguez González.
El cuidado de la edición estuvo a cargo
de María Teresa Ravelo.

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