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TRATADO DE LOGICA Y CONOCIMIENTO CIENTIFICO Dirigido por Jean Piaget Volumen I NATURALEZA Y METODOS DE LA EPISTEMOLOGIA M1 WV, VL Vi. TRATADO DE 3ICA ¥ CONOCIMIENTO CIENTIFICO Dirigido por Jean Piaget 4. Piaget NATURALEZA Y METODOS DE LA EPISTEMOLOGIA J.-B. Grize, L, Apostel, J. Ladriére, D. Dubatle y J. Piaget LOGICA 4J. Piaget, S, Papert, J.T. Desanti, J. Leray, A. Lichnerowice, J.-B. Grize y B. Matalon EPISTEMOLOGIA DE LA MATEMATICA J. Piaget, J. Ullmo, L. de Broglie y 0. Costa de Beauregard EPISTEMOLOGIA DE LA FISICA F, Meyer, S. Papert, C, Nowinski y J. Piaget EPISTEMOLOGIA DE LA BIOLOGIA. P. Gréeo, L. Goklmann, G, -G, Granger, LApostel, B. Mandelbrot y J. Piaget EPISTEMOLOGIA DE LAS CIENCIAS DEL HOMBRE J. Piaget CLASIFICACION DE LAS CIENCIAS Y PRINCIPALES CORRIENTES DE LA EPISTEMOLOGIA CONTEMPORANEA VOLUMEN I JEAN PIAGET NATURALEZA Y METODOS DE LA EPISTEMOLOGIA & EDITORIAL PAIDOS Buenos’ Aires Original frances LOGIQUE ET CONNAISSANCE SCIENTIFIQUE (Pigs. 32 133), Gallimard, Paris ‘© Editions Gallimard Gea 7 Version castellana M.M, PRELOOKER Supervision de § ALBERTO MORE} Impreso en la Argentira - Printed in Argentine veda hecho el depo gue preven a ey NW IN.723 1a reproduecign total 0 parcial de este bro, en eualauie forma que se, itn cindy sr mlgung, pore sem “mulraph", miméoao, in frevo, ete. no. autorizada por los editores, viola derechos reservados. rei ley no au acon debe ser prevent sled, 1a. edicién, 1979 © Copyright de todas lis ediciones en castellano by EDITORIAL PAIDOS, S.A.LCF. Buenos Aires Defensa 599, Ler. piso INDICE PREFACIO GENERAL DEL TRATADO 9 LA EPISTEMOLOGIA ¥ SUS VARIEDADES 13 Las grandes formas de la epistemologia 2 Visin esquemitica de las epistemologias metacientificas 23 Las epistemologias paracientificas 32 Laepistemologia fenomenologica, 37 Las epistemologias cientificas 44 Las corrientes positivistas, 45; La filosofia de las iencias, 50; La epistemologia interior a las ciencias, 52 Bibliografia 60 LOS METODOS DE LA EPISTEMOLOGIA 61 Los métodos de anilisis directo 64 El anilisis formalizante y los métodes del positivismo logico 8 Examen critico, 86 Los métodos hist6rico-criticos y genéticos 96 El método histérico-critico 7 EI método psicogenético y la epistemologia genética 106 Conclusién 114 Bibliografia 118 INDICE DE NOMBRES 119 INDICE ANALITICO 124 Cod2z;y los sefiores Papert, Desanti, Grize, Matalon, Meyer, Nowinsti, Granger y Apostel (mencionados segin el orden de los voliimenes), En cuanto a la logica, con respecto a la cual nuestro deber estribaba en proporcionar tuna exposicién y no tan solo un andlisis epistemologico, los sefiores Grize en quien recayé la tarea principal), Apostel, Ladriere y Dubarle tuvieron a bien hacerse cargo de tan dificil parte. En tos casos en que fue posible, pre~ ‘cedimos una parte u otra de las citadas por un resumen de los datos psico- ‘genéticos aptos para esclarecer su epistemologia: por otro lado, al final de ‘cada parte incluimos una discusion de indole més general, Una introduc: ‘cin suministra precisiones acerca de la naturaleza, las variedades y los métodos de la epistemologia, v una conclusion, acerca de la clasificacion de las ciencias y las principales comvientes de la epistemologia contempora- nea Jean Piaget R LA EPISTEMOLOGIA Y SUS VARIEDADES La légica, la metodologia_y la teoria del conocimiento, 0 epistemolo- ‘xia, constituyen tres ramas del saber, de las cuales sélo la primera presenta contornos precisos. Pero la tercera tiende cada vez mas a delimitar su campo, y si bien la segunda no presenta una unidad orginica, se reparte en capitulos distintos, de los cuales algunos se subordinan en forma nitida a la primera, en tanto que los otros se vinculan crecientemente a la tercera. La Logica es, en una primera aproximacion, el estudio de las condicio- nes de la-verdad. Ahora bien, el verdadero conocimiento constituye una rta relacion entre un sujeto (a) y un objeto (b). Por ejemplo, decir que una trucha es un pez” o que “Ios cuerpos se atraen en razon directa a sus masas y en raz6n inversa al cuadrado de su distancia” supone (b) objetos (las truchas, los peces, los cuerpos, sus masas y las distancias) y (a) activi- ciades del sujeto: la actividad de clasificacion en el caso del primero de esos dos juicios, y la actividad més compleja de establecer relaciones y después cuantificarlas métricamente, en el caso del segundo juicio. Pero, ademés, esos juicios haven intervenit (c) estructuras inherentes a todas las telacio- nes de conocimiento que unen sujetos (cualquiera que sea el nivel de estos conocimientos) con objetos (cualquiera que sea sti variedad, y esto yaa partir de los objetos de la percepeién). En este caso, esas estructuras (c) es- \in constituidas por clases y subjunciones de clases (inclusién de una sub- clase en una clase) en el primero de esos dos juicios, y por relaciones, funciones, nimeros y una métrica espacial en el caso del segundo juicio. Por supuesto, existe un ntimero indefinido de otras estructuras posibles, pero lo esencial, por ahora, consiste en distinguir, en el seno de las relacio- nes de conocimiento que st establecen entre el sujeto (a) y los objetos (b), ese tercer aspecto constituido por las estructuras o “formas” (c). En efec- to, es imposible saber de antemano si estas estructuras 0 formas pertenecen al sujeto, al objeto, a ambos o tan solo a su relacidn (o aun a ninguno de los dos, como ocurriria si se tratara de “ideas” eternas, en el sentido plato~ nico del término, que el sujeto utilizaria cada vez que intentara conocer objetos fisicos y Sobre todo de formular sus propiedades en un “lenguaje” preciso, pero sin extraer estas “ideas” ni de sf mismo ni de los objetos, 1B contentandose con volver a encontrarlas en el seno del “lenguaje” o de una intuicion preestablecida de origen més profundo). Dada Ia extrema complejidad de esta relacién de. conocimiento, la I6- gica, que en Aristoteles crefa todavia alcanzar las actividades del sujeto (a) y las propiedades comunes de los objetos (b), tanto como las estructuras 0 formas en general (c), ha terminado por especializarse tinicamente en el es- tudio de estas formas (c), sin ocuparse ya en establecer cudles podrian ser sus relaciones con el sujeto o con los objetos reales (fisicos). En conse- cuensia debemos dar una defincién de la légica: en’ una segunda aproxi- macin, Ua ldgica es el estudio de las condiciones formates de la verdad. Ahora bien, de esto derivan dos consecuencias importantes. La primera es que, al estar las “formas” separadas de este modo del su- jeto y de los objetos (al menos provisionalmente, es decir, en el estado actual de los conocimientos y abstraccién hecha de ciertos indicios que anuncian nuevas conexiones ulteriores), el estudio de las condiciones for- ‘males de la verdad se convierte en una investigacion puramente normativa, Esto significa que la verdad formal es una cuestion de pura validez dedu. tiva y no de hecho o de experiencia. Por ejemplo, la verdad de “2 +2==4" no es una verdad empirica, pues no la contradice en absoluto el hecho de que cuando yo retino dos gotas de agua a otras dos no obtengo cuatro, sino una iinica gran gota que s6lo equivale a las “cuatro” primeras en forma ‘muy aproximada, (con pérdida de algunas moléculas, agregacidn de polvos, ‘modificaciones energéticas, etc., circunstancias que intervienen igualmente cuando la adicién 2-+ 2==4 parece confirmarse de hecho, como en el caso de lz reunién de s6lidos indeformables). La vewad de 2+ 2 =4 es una cuestidn de simple validez formal, en el sentido de que, una vez construi- das y debidamente definidas las nociones de (2), de (4), de (+) y de (), se desprende necesariamente que (2+ 24), “necesidad” que aparece en- tonces como resultado de la validez de las deducciones en juego y no ya de lade constataciones de hecho. La segunda consecuencia de esta definicién limitativa de la Logica pro- viene de que deja subsistir explicitamente un cierto niimero de problemas fundamentales, que no pertenecen ya al dominio de esa logica formal, y que hacen intervenir de manera necesaria cuestiones de hecho, ademis de las cuestiones de validez deductiva: son los problemas de la naturaleza ge- neral de las relaciones de conocimiento entre el sujeto y el objeto y los problemas de lo que introduce el sujeto (a) en estas relaciones 0 que per- tenece al objeto (b). Estos tltimos problemas abarcan, en particular, la cuestién central de la naturaleza de las estructuras o formas (c), encaradas ahora no ya desde el tinico punto de vista de su validez formal (Io cual si- gue siendo caracteristico de la logica), sino desde el punto de vista de su 14 posicién en relacién con las actividades del sujeto (actividades de las cuales estas formas podrian quizé constituir un producto), 0 con respecto a las propiedades del objeto (pudiendo, eventualmente, estas mismas estruc- luras mostrarse, por otra parte, como abstraidas de éste). Estos diversos problemas caracterizan entonces, otra de las grandes dlisciplinas que habremos de tratar en la presente obra: la teoria del cono- cimiento o epistemologia. Su definicién es més dificil de dar que la de la logica, puesto que, si el conocimiento es una relacién entre el sujeto y los objetos, sigue siendo cierto que las condiciones causales de la inteligencia del sujeto interesan més a la piscologia que a la epistemologia, y que las, propiedades del objeto, consideradas en su diversidad y en su detalle, interesan més a las otras ciencias particulares que el mecanismo del cono- cimiento en general. Por otra parte, si se define la epistemologia como el estudio de las condiciones més generales del conocimiento, se desconoce el hecho fundamental de la multiplicidad de las formas de conocimiento, al no set las condiciones de la verdad exactamente las mismas para un mate- mitico, un fisico, un bidlogo y un socidlogo. En fin, es esencial recordar que, si la epistemologia se preocupa por las condiciones del conocimiento valido, lo cual supone una referencia a la validez normativa en el sentido de la logica, debe también evaluar las partes respectivas del sujeto y del objeto en la constituci6n de estos conocimientos validos, lo cual supone igualmen- te ung referencia a cuestiones de hecho, Teniendo en cuenta estas diversas consideraciones, podriamos definir la epistemologia, en una primera aproximacién, como ef estudio de la constitucién de los conocimientos vélidos, sin olvidar que el término constitucion” abarca simulténeamente las condiciones de acceston y las condiciones propiamente constitutivas, ara explicar esta definicién en sus diversos aspectos, partamos del enunciado que se ha elegido histéricamente con mayor frecuencia para formular el problema epistemologico: como son posibles las ciencias? Constatamos entonces que: (1) Esta definicién sé refiere, por una parte, a la validez de los conoci mientos, lo que implica un aspecto normativo, pero también, por otra par- te, a las condiciones de accesion, ete.,. que dependen de diversas cuestiones de hecho, (2) El plural atribuido a la palabra “conocimientos” indica que las condiciones en juego no son necesariamente las mismas para los diversos ti pos de conocimiento: comprender cémo es posible la biologia, no explica todavia como es posible la matematica y reciprocamente. (3) El témino “accesi6n” indica que el conocimiento es un proceso (dimensién diacronica o histérica). Ahora bien, este proceso concierne en forma inuy ditecta a la epistemologia. Constituye, por ejemplo, una cues- 15 tion epistemoldgica y no s6lo psicolégica preguntarse si los entes matema- ticos son el objeto de una invencién (que implica una parte de creacién apoyada en las actividades del sujeto) o un simple descubrimiento (que im- plica cue ya “existian” mucho antes de que se los descubriera). (4) En cuanto a las condiciones constitutivas, las entendemos simulté- neamente como las condiciones formales o experimentales de validez y las condiciones de hecho relativas a los aportes del objeto y a los del sujeto en la estracturacién de los conocimientos. El problema central de la epistemo- logia consiste, en efecto, en establecer si el conocimiento se reduce a un mero registro realizado por el sujeto, de datos, ya bign organizados en forma independiente de él, en un mundo exterior (i8ico 0 ideal), 0 si el sujeto interviene de una manera activa en el conocimiento y en la organi- zaci6n de los objetos, como crefa Kant; para él las relaciones de causalidad se debian a la deduccién racional y las relaciones espacio-temporales se debian a la organizacién intema de nuestras percepciones, sin que sepamos qué son los objetos, independientemente de nosotros. Formulemos una acotacién anticipatoria de lo que veremos més ade- lante: para determinar con alguna precision las “condiciones constitutivas” de los conocimientos y, en especial, las partes correspondientes al sujeto y al objeto en la relacién cognoscitiva, es indispensable conocer con antela cin Iys “condiciones de accesian” a estos conocimientos. Muy frecuente- mente, el papel del sujeto escapa al andlisis del conocimiento acabado (como si el sujeto se hubiera retirado de la escena después de haberla mon- tado, al modo de un autor, en vez de permanecer alli, presente, a la manera de un actor), mientras que este papel se impone con evidencia en el curso de los periodos de formacion, Este hecho nos llevara a insistir en la impor- tancia de los métodos hist6rico-critico y genético en epistemologia. En til- timo anilisis, llegaremos a definir la epistemologia, en una segunda apro- ximacién, como el estudio del pasaje de los estados de menor conocimien- 10 a los estados de conocimiento més avanzados. Pero esta definicién ge- nética de la epistemologia equivale idénticamente a la precedente, tan pronto como se admita que la “‘constitucién de los conocimientos validos” no esti jamés acabada, lo que es muy evidente si nos ubicamos desde el punto de vista de las ciencias tales como se presentan concretamente, puesto que ninguna de ellas (incluidas cada una de las disciplinas matemati- cas 0 l6gicas) tiene la pretensidn de haber alcanzado un estado definitivo, Dicho esto, nos falta caracterizar la metodologia, que la Encyclopédie de la Pléiade quiso incorporar al contenido de este volumen, inserténdolo centre la logica y Ia epistemologia,| Este desiderétum es muy significativo y tiende, al mismo tiempo, a recordar que la l6gica no es nada sin una logica aplicaia, que la reflexién epistemolégica se origina siempre a raiz de las, 16 isis" de tal o cual ciencia, y que las mismas provienen de una laguna tle los métodos anteriores, siendo superadas merced a la invencién de nuevos métodos. La légica no es nada sin una légice aplicada, puesto que la primera, en sus fases iniciales, se ha encontrado en la situacién de un “arte postica” en relacién con la poesia: sélo ha legislado el comienzo apoyén- dose en costumbres anteriores, y si podemos, fosteriormente, acusar a es- iltimas de “logica aplicada”, constituyeron de hecho la fuente misma de la logica pura, Esta, una vez provista de sus instrumentos técnicos, ori- gin6, naturalmente, generalizaciones independientes de cualquier a cin, pero el problema central de la légica de los comienzos del siglo XX sigue siendo, sin embargo, en cierto sentido, un problema metodologico, puesto que se trataba de “fundar” la matematica y de demostrar su no contradiccion, En cuanto al papel de las “crisis”, esta misma orientacion ue la légica contemporénes nos suministra un ejemplo. Cuando, en 1931, Godel demostr6 la imposibilidad de establecer la no contradiccion de la arilmética por sus propios medios 0 por medios mis débiles (logicos), la cisis asi inaugurada (Ilamada con frecuencia Ia “crisis gbdeliana”) origind de hecho una refundicion de los métodos: por una parte, Gentzen pudo probar la no contradiccion de la aritmética clasica, pero por medios més fuertes” (aritmética transfinita), y, por otra parte, se extrajo de estas en- sefianzas un método de jerarquizacion de las estructuras en funci6n de sus respectivas fuerzas. Pero si el examen de los métodos es fundamental, no se puede consi- derar Ia metodologia, no obstante, como una rama independiente que po- sea la misma unidad orgénica que la légica y la epistemologia, precisamen- © porque al tratar estas dos tltimas disciplinas nos encontramos ya, cons- (antemente, ante problemas metodolégicos. Entonces, cuando se trata de ingtodos deductivos, vinculados en este caso con la matemitica, su estudio nos remite tarde o temprano a cuestiones de logica o hasta de epistemolo- sia matemdtica. Y cuando se trata de métodos experimentales, correspon- dientes a la fisica, la biologia, ete., Ia historia de su invencién, de sus apli- caciones 0 de su rechazo esté muy subordinada a cuestiones epistemol icas 0 aun de légica aplicada. Por tal razén, no consagraremos a la meto- dologia una parte separada en el seno de esta obra.y s6lo nos referiremos a los métodos en cada capitulo especifico de logica o epistemologia. Falta, para terminar esta introduccién, situar la logica y Ia epistemolo- aia (incluida la metodologia) en el conjunto de las disciplinas que comiin- Inente se ensefian, pensando en las fronteras artficiales y perimidas que las tradiciones universitarias introdujeron entre las ciencias y la filosofia: A primera vista pareceria que aqué no existe ningin problema, pues para la opinién cortiente, es obvio que la légica y Ia epistemologia forman parte 7 de la filosoffa. No parece indispensable, entonces, mostrar en qué aspecto esta clasificacion es erronea y, en especial, por qué este error pesa enorme- mente sobre la ensefianza e, incluso, sobre el progreso de disciplinas cuyo conocimiento més profundizado serfa muy étil a todos los espiritus cien- tificos y a todo hombre honesto (de alli el lugar que les reserva la Ency- clopédie de la Pléiade’). ‘Como todas las ciencias, la logica naci6, en primer término, de la filo- sofia, y adquitié una forma explicita a partir del sistema de Aristoteles. Es- te, ademés, escribié una “fisica”, se ocupé exigosamente de biologéa, etc., pero fue en el terreno de la ldgica donde brind6 los resultados més vilidos, al punto que se ha considerado mucho tiempo la l6gica aristotélica como la culminacién de esta disciplina, a la vez que como su nacimiento. Pero con Jos trabajos de los logicos ingleses del siglo XIX, y sobre todo con el descu brimiento del “Algebra de Boole” se percibieron las intimas conexiones que existen entre la logica y el Algebra general. Gracias al empleo de algo- ritmos cada vez més precisos y relacionados, por otra parte, con el desarro- Ilo de la teoria algebraica de las estructuras, la logica se ha tomado, pues, inseparable de la matemética. De donde resultan dos consecuencias, de de- echo y de hecho. La consecuencia de derecho consiste en. que la I6gica constituye en la actualidad una disciplina auténoma, por entero indepen- diente de la metafisica, y que presenta todos los caracteres de una ciencia propiamente dicha, con igual raz6n que la matemitica, con ta cual inter- fiere segin relaciones cada vez mas numerosas. La consecuencia de hecho es que en muchos paises, y en la mayoria de los de lengua francesa, los fi- losofos ignoran la l6gica en sus formas modemas y, especialmente en este aspeeto, la formacién de los estudiantes al nivel del bachillerato es poco menos que nua, En cuanto a la epistemologia, constituyé por mucho tiempo una de las ramas esenciales de la filosoffa, en la época en que los grandes filosofos eran simulténeamente creadores cientificos, como Descartes o Leibniz, y también tedricos del conocimiento; o bien cuando, sin haber creado nuevas ciencias, habian aprendido a reflexionar en funcidn de las ciencias mismas, ‘como Piatén a partir de la matematica, o Kant a partir de Newton, Pero en. el estado actual de la diferenciacién progresiva del saber, encontramos que las principales novedades epistemologicas nacieron de la reflexién de los espiritus cientificos acerca de las condiciones del conocimiento en sus pro- pias disciplinas, sobre todo en ocasién de las crisis que obligaban a una claboracién. de principios y métodos, Es asi como en los congresos inter- nacionales de los mateméticos se consagr6 toda una seccién al estudio de los “fundamentos de la matematica” y este andlisis epistemoloyicu es Hle- vado a cabo por los propios matematicos, a la manera de H. Poincaré, D. 18, Hilbert y muchos otros. Del mismo modo, los mejores trabajos de episte- mologia de la fisica se han debido a los fisicos mismos, etc . Existe pues, tanto en epistemologia como en logica, una tendencia separatista frente a |a filosofia y no es dificil comprender sus razones. Si nos temitimos, en efecto, a las indicaciones preliminares que acaban dle darse respecto de lo que es la epistemologia, constatamos que las tres nociones cardinales que intervienen en el anilisis del conocimiento son las dle objeto, de sujeto y de estructuras vilidas, Veamos entonces lo que nos proporcionan las ciencias ola filosofia en cada uno de estos tres aspectos. En primer término la idea de validez se incorpora naturalmente a la logica, y acabamos de ver que la ldgica no pertenese ya a la filosofia. En cuanto a las “estructuras™ validas o se las encara desde el punto de vista de los resultados alcanzados y se trata de estructuras logico-matemiticas, que dlependen de los métodos especiales utilizados para este género de andlisis © bien se las considera en su formacién, y nos orienta de este modo hacia las actividades del sujeto, lo cual nos lleva a nuestro segundo purito. El sujeto cognoscente, en segundo lugar, parece constituir el ambito preferido de la reflexién filosofica, partiendo del cogito cartesiano para terminar en el cogito husserliano, pasando por los caminos més apartados, {ales como los de los empiristas ingleses 0 del bergsonismo. Pero se trata de un hecho histérico sobre el cual nuestros bisnietcs llegarin quizas ali uiente epilogo: ain en plena mitad del siglo XX, los flsofos que se ocw. paban del sujeto cognoscente no siempre percibieron que existe una psico- logia cientifica. Algunos lo sefialaron, como Bergson o Husserl y advirtie- ron sobre todo los peligros de algunas de sus anticipaciones'apresuradas, pero en lugar de comprometerse con ella y contribuir mediante nuevos tra. hnajos experimentales a las rectificaciones necesarias, prefirieron oponer la filosofia a la ciencia naciente, lo cual significaba volver a juego mas facil el mango dels Meas yretroceder ante el esfuern de a elaborcion de 10s hechos, Ahiora bien, el andlisis del sujeto cognoscente s6lo puede conducir a dos tipos de datos: o bien al descubrimiento de no:mas, cuya validez afr ma el sujeto, o bien al descubrimiento de hechos, bao la forma de conduc- {as cognosctivas de procésos mentales, Si se tratara de validez, el andisis logico seria entonces el tinico competente y aqui la reflexién filossfica quedatia superada. Si se tratara, en cambio, de hectos, ineluido el hecho fundamental de que el sujeto llega siempre a dictarse normas (vélidas 0 no) a reconocerlas, resultaria evidente, por otra parte, que la objetividad ¢ in- cluso la honestidad intelectual imponen reglas de control y una advertencin contra las ilusiones inherentes a la autoobservacién. En otras palabras, des- de el momento en que se trata de hechos, la experiencia adquirida por las 19 ciencias en todos los dominios y en especial por la psicologia cientifica cuyo objeto propio es precisamente el sujeto en general, incluido el suje- to cognoscente. hace obligatoria una confrontacion de los resultados, se- ‘ain los métodos colectivosdeperificacién y prohibe la improvisacién indi vidual. En el terreno de los hechos, Ia reflexién filosdfica s6lo podria ce- der el paso ante el anilisis experimental Finalmente, en lo que concierne a los objetos, es obvio que para expli- car la relacién de conocimiento entre un sujeto y una categoria dada de ‘objetos, no basta con establecer lo que de ellos percibe o concibe este suje- to, pues se seguiria corriendo el riesgo de que todo permanezca en relacion con este iiltimo. Queda por determinar, pues, lo que perciben o conciben los sujetos de todos los niveles, en particular en las diversas etapas de la historia de las ciencias. Dicho de otro modo, para hablar de los objetos del conocimiento, es necesario saber lo que representan para las ciencias, aun cuando se busque demostrar la relatividad o la insuficiencia del conoci- miento cientifico. Aqui resulta indispensable otra referencia alas ciencias, Resumiendo, la epistemologia, como la Logica, se basa en un anélisis de caracter cientifico, pues la naturaleza misma de los problemas que plan- tea implica una estrecha coordinacién de las investigaciones logicas, psico- ogicas y metodolégicas, que en la actualidad son todas independientes de la filosofia general. Esta es la raz6n por la cual el porvenir de la epistemo- logia se ubica, sin duda, mucho mas en el terreno de las investigaciones in- terdisciplinarias especializadas que en el de la reflexion especulativa. Tal orientacion esta prefiada de consecuencias, teniendo en cuenta el divorcio entre la filosofia y las ciencias que logré introducir la organiza: cién universitaria, La solucién més simple. en apariencia, consistiria natu. ralmente en contar con las nuevas generaciones de filosofos, para corregir esta situacién en el interior mismo de los estudios filoséticos. Desgeacia- damente, se trata de una expresion de deseos un poco candida, apenas se considere la potencia de los factores en juego. Por mas inteligente, abierto y dotado de generosidad intelectual que sea un fildsofo como individuo, forma parte de un cuerpo social establecido del cual es miembro responsa- ble al mismo tiempo que beneficiario, Se trata, entonces, de un problema de orden esencialmente socioldgico: zen qué condiciones una clase social 0 tuna subcolectividad logran reformarse a si mismas? Si se piensa que deste los puntos de vista de la opinidn publica, de la administracion y de las tra- diciones universitarias se admite la profesidn de filosofo con un respeto in- discutido, que se traduce en el inmenso campo de enseftanzas que se le ha otorgado, seria necesario un verdadero heroismo para oponer a estas cos- tumbres multiseculares la conviccién de una insuficiencia de los métodos filos6ficos mismos, en vez de invocar con modestia sus propias limitaciones 20 personales. Por el contrario, las investigaciones logisticas, psicolégicas y epistemoldgicas en sentido estricto no estan consagradas por la enseflanza de nivel secundario y sdlo se les adjudican algunas pocas cdtedras en las facultades, considerandose que cualquier “filésofo” con titulo de tal pue- dle dominar estos campos. Hay que agregar que en muchos paises es justa- mente en la enseftanza de la filosofia donde se ejerce con mayor facilidad la gerontocracia, gracias a la organizacién de concursos y pruebas que, co- mo en el caso de la adscripcién, culminan en una seleccién en funcién de la capacidad expositiva y no, en absoluto, basada en la capacidad de inven- tiva: una sabia elaboracién de los programas, inspirada en las creencias de las generaciones anteriores, canaliza en este aspecto el trabajo de las gene- raciones en ascenso, durante los aflos en que deberian poder justamente esbozarse las tendencias innovadoras, Mas atin, resulta entonces suficiente con que las ramas poco conocidas por nuestros mayores, como precisamen- te lo son la logistica, la psicologia experimental y la epistemologia espe- cializada, no sean inscritas en absoluto en los programas de examen, para que las ignorancias rituales no s6lo se perpetien, sino que ademas se sacra- licen, Nos parece Util y hasta necesario decir estas cosas al comienzo de un tratado de epistemologia, logica y metodologia, destinado tanto al piblico culto como a los que se inician, pues la primera-precaucién que hay que tomar al iniciarse en tales materias consiste en discernir las fuentes autén- ticas y en resistir las ilusiones colectivas. Ahora bien, la ilusién fundamen- tal contra la cual nos enfrentamos consiste en la creencia de que se puede hallar la verdad por simple reflexi6n, sin salir del gabinete de trabajo o de la biblioteca: Ia verdad s6lo se obtiene por deducci6n, pero mediante algo- ritmos precisos, 0 por experiencia, pero con la ayuda de controles precisos. No es Ia naturaleza de los problemas en juego, sino que son estos algorit- ‘mos 0 estos controles los que diferencian las ciencias de la filosofia. La fi- losofia positivista queria reducir la filosofia a las ciencias, mediante la su- presion de los problemas que superan ciertas fronteras. Nosotros no propo- nemos supresiones ni fronteras en cuanto a los problemas mismos, los cua- les se encuentran indefinidamente abiertos. Pensamos, simplemente, jun- tamente con la légica, la psicologia y la epistemologia contemporineas, que no se dice nada esencial, en cuanto a la solucién, hasta tanto no se ha- yan suministrado los instrumentos de demostracién formal o de verifica- cién experimental necesarios. 2

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