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REVISAR

C
O URRIENTE
PIÑÓN Trastornos de la conciencia después de cerebro severo
lesión: opciones terapéuticas

Carolina Schnakersay Martín M. Montiantes de Cristo

Propósito de la revisión
Existen muy pocas opciones para los pacientes que sobreviven a una lesión cerebral traumática grave pero no se recuperan por
completo y desarrollan un trastorno de la conciencia (p. ej., estado vegetativo, estado de conciencia mínima).

Hallazgos recientes
Entre los enfoques farmacológicos, la amantadina ha demostrado la capacidad de acelerar la recuperación funcional. Aunque con muy
baja frecuencia, Zolpidem ha demostrado la capacidad de mejorar el nivel de conciencia de forma transitoria y, posiblemente, también de
forma sostenida. Entre los enfoques neuromoduladores, se ha demostrado que la estimulación con corriente continua transcraneal
mejora transitoriamente la capacidad de respuesta conductual, pero principalmente en pacientes mínimamente conscientes. La nueva
evidencia de la estimulación cerebral profunda del tálamo pone en duda su relación costo/beneficio.

Resumen
La creciente comprensión de la biología de los trastornos de la conciencia ha llevado a un renacimiento en el desarrollo de
intervenciones terapéuticas para pacientes con trastornos de la conciencia. Está surgiendo evidencia de alta calidad para
intervenciones farmacológicas (es decir, amantadina) y neuroestimuladoras (es decir, estimulación de corriente continua
transcraneal), aunque se necesitan más estudios para delinear las condiciones previas, las dosis óptimas y el momento de la
administración. Otros enfoques nuevos y emocionantes (p. ej., ultrasonido focalizado de baja intensidad) aún esperan una
evaluación sistemática. Una dirección futura crucial debería ser el uso de medidas de neuroimagen del deterioro funcional y
estructural como un medio para adaptar las intervenciones específicas del paciente.

Palabras clave
coma, sistema talamocortical, intervención terapéutica, trauma craneoencefálico, estado vegetativo

INTRODUCCIÓN UN MARCO PARA LA INTERVENCIÓN

Los avances recientes en la atención neurocrítica han
aumentado considerablemente el número de
personas que sobreviven a una lesión cerebral grave.
Muchos pacientes continúan con una recuperación
cognitiva y física significativa, y eventualmente
regresan a un estilo de vida relativamente (o
completamente) independiente. Sin embargo,
algunos pacientes no logran recuperar por completo
un estado de conciencia, definido en la clínica como la
presencia conjunta de excitación (es decir, ciclos de
abrir y cerrar los ojos) y conciencia (por ejemplo,
respuesta voluntaria), y entran, de forma transitoria o
permanente, en un trastorno de la conciencia (DOC)
como el coma, el estado vegetativo y el estado de
conciencia mínima (MCS) [1]. Además de los efectos
devastadores en la calidad de vida de los propios
pacientes, se sabe que estas condiciones generan una
gran tensión emocional y financiera en las familias,
TERAPÉUTICA EN EL TRASTORNO DE LA
CONCIENCIA
El aumento reciente en el desarrollo de posibles intervenciones
terapéuticas para pacientes con DOC (consulte la Tabla 1 para
obtener una descripción general) es tributario de avances
significativos en nuestra comprensión de la biología de estas
afecciones. En particular, Schiffet al. [6] han reformulado
recientemente DOC como un 'síndrome de desconexión' en el
que una interrupción, funcional y / o estructural, a nivel de
circuito de un cortico-striatopallido-thalamocortical
aInstituto de Investigación, Hospital Casa Colina y Centros de Atención Médica,
Pomona,bDepartamento de Psicología yCCentro de Investigación de Lesiones
Cerebrales (BIRC), Departamento de Neurocirugía, Universidad de California Los
Ángeles, Los Ángeles, California, EE. UU.
Correspondencia a Martin M. Monti, PhD, Departamento de Psicología,
Universidad de California Los Ángeles, Los Ángeles, CA 90095, EE. UU.
Teléfono: +1 310 825 8546; correo electrónico: monti@ucla.edu

aumentan las tasas de agotamiento en los Curr Opinión Neurol2017, 30:000–000

cuidadores, DOI:10.1097/OMA.0000000000000495

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Copyright © 2017 Wolters Kluwer Health, Inc. Se prohíbe la reproducción no autorizada de este artículo.
 Trauma y rehabilitación
PUNTOS CLAVE
- Hasta la fecha, hay escasez de opciones terapéuticas para los pacientes
que sobreviven a una TCE grave pero que no logran recuperar
completamente la conciencia.
- Actualmente, los enfoques mejor estudiados
son farmacológicos (p. ej., amantadina) y
neuroestimuladores (p. ej., tDCS).
- Existen muchos otros desarrollos nuevos e interesantes (por
ejemplo, LIFU), pero carecen de una investigación sistemática y
rigurosa capaz de descartar la recuperación espontánea.
- La próxima fase de este campo debería incluir el uso de
técnicas de neuroimagen como medio para una mejor
estratificación de los pacientes y la personalización de las
intervenciones terapéuticas.
mesocircuit perjudica el resurgimiento de la capacidad de
respuesta consciente, una opinión respaldada por numerosas
líneas recientes de evidencia [7 ,8–11,12 ]. Según este modelo,
&& & del mismo grupo también ha documentado, en un ensayo
siempre que haya suficiente tejido neural disponible, la
regulación al alza conductual, farmacológica y
neuroestimuladora de ciertos nodos del mesocircuito (p. ej., la
corteza, el estriado, el tálamo) y/o la regulación a la baja de
otros (p. ej., el globo pálido) podría conducir a una recuperación
del nivel del circuito. la función y, por lo tanto, la expresión del
comportamiento.
ENFOQUE CONDUCTUAL
Los programas de estimulación sensorial tienen una larga
historia de uso en la neurorrehabilitación posterior a una lesión
cerebral traumática (TBI) severa, basados en la idea de que los
entornos enriquecidos benefician la plasticidad neuronal y, por
lo tanto, la recuperación [13 ,14]. En modelos animales, se sabe
& personalmente) [23]. Aunque ambos tipos de estimulación
que la estimulación sensorial a través de un entorno
enriquecido tiene importantes manifestaciones celulares
Tabla 1.Resumen de las intervenciones discutidas y tiempo posterior a la lesión evaluado en cada investigación
Intervención
conductual
Estimulación sensorial
Terapia musical
Farmacológico
amantadina
Zolpidem
neuroestimulador
Estimulación cerebral profunda (DBS) Estimulación
magnética transcraneal (TMS) Estimulación
transcraneal de corriente continua (tDCS) Ultrasonido
enfocado de baja intensidad (LIFU)
2 www.co-neurologia.com
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[15] y para ejercer efectos biológicos y conductuales positivos
después de una LCT específicamente [16,17], supuestamente al
restaurar el equilibrio de excitación/inhibición de una manera
dependiente de la capa [18 ]. En humanos, varios estudios
&
investigaron el impacto de los programas de estimulación
sensorial en la recuperación de los pacientes DOC. La mayoría,
sin embargo, son diseños no controlados o casos únicos
descriptivos. Recientemente, se empleó un diseño de
tratamiento cruzado para evaluar la efectividad y los correlatos
biológicos del entrenamiento sensorial auditivo familiar (es
decir, historias biográficamente relevantes narradas por voces
familiares) en un paciente con TCE crónico [19 ]. La
&
administración de 40 min de estimulación durante 6 semanas
aumentó la capacidad de respuesta conductual, en
comparación con la línea de base, en 3 de 4 evaluaciones
quincenales. En el período simulado posterior de 6 semanas,
solo dos de las cuatro evaluaciones quincenales permanecieron
por encima de la línea de base. Aunque pequeños, los efectos
estaban justo por encima del umbral de cambio mínimo
detectable para la escala DOC (DOCS-25) [20]. El trabajo anterior
doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo con 15
pacientes con TCE, mejoras conductuales después de la
estimulación auditiva unimodal [21]. Aunque los cambios de
DOCS-25 fueron más bajos que los observados en el grupo de
placebo, se observó un efecto marginalmente significativo
siempre que se utilizó la escala de coma/casi coma (CNC) [22].
Curiosamente, en comparación con el valor inicial, se
observaron mayores activaciones de neuroimagen en el grupo
de tratamiento, apoyando los hallazgos conductuales. En el
contexto agudo, se aplicó un diseño cruzado similar en nueve
pacientes en coma con TBI para comparar la estimulación
auditiva directa (es decir, sonidos familiares, dirigidos y
personalmente relevantes) con la estimulación no directa (es
decir, sonidos familiares, dirigidos o no relevantes
resultaron en un aumento de la excitación en comparación con
la línea de base, el
Punto temporal agudo/subagudo Punto de tiempo crónico
21, 23 19
25, 26, 29 25, 26, 29
31, 32, 38 39, 40, 41
47 42, 46, 48, 49, 50, 51
59 61, 62, 63
n/A 65, 66
70, 73, 77 70, 71, 73, 76, 77, 78
79 n.d.
Volumen 30 - Número 00 - Mes 2017
 Tratamiento de los trastornos de la concienciaSchnakers y Monti
los cambios fueron significativamente mayores después de la
estimulación directa.
La musicoterapia también se ha utilizado en pacientes con
TCE grave, debido a sus efectos terapéuticos bien conocidos en
pacientes con trastornos neurodegenerativos (p. ej., Alzheimer
o Parkinson) y del desarrollo (p. ej., autismo) [13]. ,24]. Varios
& corticopetales (y estriatopetales) [6]. Zolpidem se utilizó
estudios sugieren que la música puede mejorar la excitación y
la atención en pacientes con DOC, en comparación con el ruido
blanco, la música que no les gusta y los estímulos auditivos "no
musicales" [25-28]. En un estudio reciente, siete pacientes con
DOC se sometieron a dicho protocolo en un diseño cruzado que
comparaba la estimulación musical de improvisación en
respuesta al comportamiento del paciente con la estimulación
acústica de fondo [29]. Aunque no se observaron diferencias
utilizando la Escala de Recuperación del Coma - Revisada (CRS-
R), se observaron cambios específicos de la musicoterapia,
tanto para el estado vegetativo como para los pacientes con
SQM, en el dominio de la capacidad de respuesta auditiva.
En general, existen resultados contradictorios para los paradigmas
de estimulación sensorial [13 ,14,30], lo que justifica una mayor
& Zolpidem mejoró significativamente la función cerebral y
investigación, en cohortes mucho más grandes.
ENFOQUE FARMACOLÓGICO
El uso de amantadina, un agente dopaminérgico bien
conocido, se correlaciona con un mayor resultado funcional
y una menor mortalidad entre los pacientes con TCE grave
[31–33]. La amantadina aumenta la disponibilidad de
dopamina en el cuerpo estriado al retrasar su recaptación
en el nivel presináptico [34] y aumentar el número de
receptores dopaminérgicos en el nivel postsináptico [35],
liberando neuronas talámicas (centrales) de la inhibición
tónica palidal [36,37] . Un estudio multicéntrico, doble ciego,
aleatorizado, controlado con placebo constituye hasta ahora
el nivel más alto de evidencia para el uso de amantadina en
la promoción de la recuperación después de una LCT [38].
La intervención duró 6 semanas e incluyó a 184 pacientes
en estado vegetativo o MCS subagudo asignados
aleatoriamente para recibir amantadina o placebo.
Recuperación funcional (por ejemplo, recuperación de una
respuesta consistente a los comandos, verbalización
inteligible) ocurrió antes en el grupo de amantadina que en
el grupo de placebo, sin aumento en el riesgo de eventos
adversos (por ejemplo, convulsiones). Utilizando diseños de
series temporales, los estudios electrofisiológicos
preliminares indican una modulación de las bandas de
frecuencia alfa [39,40], mientras que un estudio de
neuroimagen mostró una modulación de las redes fronto-
temporoparietales y sensoriomotoras en respuesta al
tratamiento [41].
Zolpidem es una imidazopiridina, que actúa como
agonista del subtipo 1 del inhibidor ácido
gammaaminobutírico (GABAA) receptor. Aunque los
mecanismos de acción de Zolpidem aún no están del
todo claros, se cree que afecta la actividad de
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células en el globo pálido, quizás a través de una
selectividad muy específica para GABAAreceptores
omega-1 [42 ], lo que da como resultado una reducción
&
de la actividad tónica palidotalámica inhibitoria y, por lo
tanto, una desinhibición de las neuronas talámicas
inicialmente por sus efectos sedantes, anticonvulsivos,
ansiolíticos y miorrelajantes. Muchos estudios ahora han
informado el efecto de despertar transitorio de Zolpidem
entre pacientes en estado vegetativo y SQM con lesiones
cerebrales traumáticas (y no traumáticas) [43 ,44]. Dos
&
estudios doble ciego controlados con placebo
informaron una recuperación significativa, como un
aumento del movimiento, la interacción social, el
seguimiento de órdenes y el uso de objetos funcionales,
pero solo en aproximadamente el 5% de una muestra
grande de pacientes crónicos con DOC [45,46]. En un
estudio reciente, se demostró que en pacientes en
estado vegetativo que no sufrían daño primario o
secundario del tronco encefálico, la administración de
la perfusión en las regiones cerebrales dañadas, en
comparación con un grupo de placebo [47]. Los estudios
electrofisiológicos han documentado un aumento en las
frecuencias beta y una disminución en las frecuencias
alfa después de la administración de Zolpidem [48,49],
mientras que los estudios de neuroimagen han
mostrado cambios en las regiones frontoparietal y
límbica [50,51]. ]. A pesar de su baja tasa de efectividad,
&
su perfil de seguridad y el potencial para una notable
recuperación del comportamiento hacen que su
administración sea pragmáticamente sólida, antes de
intentar otros regímenes potencialmente más efectivos
pero más prolongados. Desde un punto de vista
científico, los datos hasta el momento sin duda justifican
una mayor exploración sistemática de su eficacia con
respecto a las causas de la lesión cerebral, la ubicación
de la lesión, el momento óptimo de administración
(posterior a la lesión), la duración del efecto y el
mecanismo de acción [43 ,44].
&
Otros fármacos como la levodopa [52,53] y la
apomorfina [54,55], que son agentes dopaminérgicos, y
el baclofeno, que es un agente agonista del GABAB
[56-58], también han mostrado algunos efectos
beneficiosos sobre la recuperación de la conciencia en
pacientes con lesiones cerebrales graves. Sin embargo,
ninguno de estos estudios controló formalmente la
recuperación natural.
ENFOQUE DE NEUROSTIMULACIÓN
El potencial de la neuroestimulación como tratamiento
restaurador después de una TBI ha recibido una mayor
atención en los últimos 10 años. En pacientes agudos, un
estudio de 21 pacientes (de 107 considerados) documentó una
notable recuperación del comportamiento, entre 10 y 13 meses
www.co-neurologia.com 3
 Trauma y rehabilitación
post TBI, después de la estimulación cerebral profunda talámica
(DBS), incluida la capacidad de comunicarse [59]. DBS es una
técnica aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos
de los EE. UU. (FDA) en la que se implanta un estimulador en
una región cerebral objetivo, que luego se excita o inhibe
mediante pulsos eléctricos [60]. En el contexto de los pacientes
con DOC, la región objetivo suele ser el tálamo central, que,
siempre que se regula al alza, se espera que conduzca a una
restauración funcional de la actividad del mesocircuito y, por lo
tanto, a una mayor capacidad de respuesta conductual. Schiffet
al. [61] también informaron mejoras conductuales relacionadas
con el tratamiento, incluida la capacidad de comunicarse, en un
paciente con SQM postraumático crónico después de DBS en
los núcleos talámicos intralaminares. Un estudio más reciente
informó sobre un ensayo clínico prospectivo multiinstitucional
de 7 años de DBS en pacientes con DOC [62 ]. De los 40
&&
pacientes considerados para el estudio, 35 no cumplieron
criterios (en su mayoría por daño anatómico excesivo) y, de los
5 restantes, solo 3 pudieron someterse al procedimiento. Los
tres pacientes exhibieron mejoras duraderas en la capacidad de
respuesta (con un promedio de 1,67 puntos en el CRS-R a los 6
meses y 3 puntos después de 18 meses, que se mantuvo
estable hasta los 4 años) y experimentaron una mejora con
respecto a la gravedad y frecuencia del mioclono. y
espasticidad. Los registros electrofisiológicos también
demostraron un aumento dependiente de DBS en la frecuencia
y la desincronización del EEG. No obstante, estos resultados son
en general aleccionadores considerando que más del 87 % de
los pacientes evaluados no cumplieron con los criterios de
inclusión mínimos para DBS (comparable con la tasa de
exclusión del 80 % de Yamamotoet al. [59]), a un paciente se le
tuvo que retirar la sonda antes de tiempo debido a una
infección y ningún paciente recuperó la comunicación (a
diferencia de los informes anteriores [59,61,63]). En total, dados
los datos actuales y dado el hecho de que los pacientes que
sobreviven a un TCE grave pueden experimentar una
recuperación significativa hasta bien entrada la fase subaguda
posterior al TCE [64]. ], lo que podría explicar algunos de los
&&
informes (por ejemplo, [59,63]), no está claro si los beneficios de
DBS superan sus riesgos.
También se han explorado formas alternativas de
neuroestimulación y, en particular, enfoques no invasivos,
incluida la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la
estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS). TMS
emplea la estimulación magnética a través de un generador
de campo magnético, o 'bobina', que se coloca cerca de la
cabeza del paciente que recibe el tratamiento y se cree que
induce potenciales de acción y dispara las neuronas en
reposo. La TMS de la corteza motora primaria se aplicó en
un paciente con MCS traumático 5 años después de la lesión
utilizando un diseño de serie temporal en el que el
examinador estaba cegado a la estimulación recibida (ya
sea TMS o estimulación del nervio mediano como placebo).
Cambios de comportamiento, como respuesta a órdenes,
alcance de objetos y
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se observaron manipulaciones después de la administración
de TMS (pero no después del placebo) [65]. Como se
muestra en un estudio reciente de muestra pequeña, la EMT
de pulso único puede ejercer efectos muy diferentes sobre
las oscilaciones cerebrales en pacientes con DOC, en
comparación con voluntarios sanos [66], tal vez en función
de la integridad subyacente de los circuitos
talamocorticales, lo que podría explicar la emocionantes
resultados de TMS-EEG combinados en la detección de
niveles de conciencia [67]. tDCS representa un tratamiento
bien tolerado, económico y fácil de usar que se puede
implementar fácilmente en un entorno de rehabilitación. Se
cree que induce cambios en el potencial de membrana,
modulaciones de la eficacia de los receptores de N-metil-
daspartato y modificación de los canales iónicos (p. ej.,
calcio) al disminuir o aumentar el umbral del potencial de
acción utilizando una corriente continua débil
(normalmente - 2 mA) entre dos electrodos, el ánodo (es
decir, excitatorio) y el cátodo (es decir, inhibidor) [68,69].
Thibautet al. [70] han investigado recientemente la eficacia
de tDCS en 55 pacientes con DOC (incluidos tanto el estado
vegetativo como el MCS) utilizando un diseño cruzado doble
ciego controlado por simulación. En este estudio, se
administraron una tDCS y una sesión simulada sobre la
corteza prefrontal dorsolateral. Se observaron aumentos
conductuales significativos después de tDCS, en
comparación con el tratamiento simulado, en pacientes con
MCS, pero no en pacientes en estado vegetativo. Después
de 1 año de estimulación, no se observaron diferencias en el
resultado funcional entre los respondedores y los que no
respondieron, lo que sugiere un impacto efectivo, pero
transitorio, de las dosis únicas de tDCS en la recuperación
[70]. En un estudio de seguimiento, se evaluó el efecto de
múltiples (es decir, cinco) estimulaciones anódicas de tDCS,
administradas durante una semana, en un grupo de 16
pacientes con MCS. Se observaron mejoras conductuales
significativas, en comparación con el tratamiento simulado,
después de la última dosis. ]. Usando análisis de
&&
neuroimagen multimodal, Thibaut y sus colaboradores
demostraron que las mejoras en la conciencia después de la
tDCS están relacionadas con la integridad de la materia gris
y/o la actividad metabólica residual en el tálamo, la corteza
prefrontal medial y el precúneo, lo que es consistente con el
papel crítico de la corticoterapia. bucles talamocorticales en
la recuperación después de una lesión cerebral grave [6,72–
74,75 ]. De manera similar, se ha demostrado que la tDCS
&
oscilatoria (al cerebelo) afecta transitoriamente, solo en
pacientes con MCS, la potencia de la banda theta y la banda
gamma, en paralelo con el rendimiento conductual [76]. Sin
embargo, un estudio doble ciego muy reciente desafía la
efectividad de la tDCS cortical en pacientes con DOC más
crónicos [77], de acuerdo con la sugerencia de que el
tiempo posterior a la lesión podría ser un determinante
importante de la efectividad del enfoque [78].
Finalmente, un estudio de caso reciente informó el primer uso
de ultrasonido focalizado de baja intensidad talámico (LIFU)
Volumen 30 - Número 00 - Mes 2017

estimulación como intervención neuroestimuladora en un
paciente DOC agudo que se recupera de una lesión cerebral
traumática grave [79 ]. LIFU emplea ondas de sonido de baja
&&
energía para permitir la estimulación excitatoria o inhibidora no
invasiva, transitoria y bien tolerada de una región objetivo
(potencialmente) en cualquier parte del cerebro. Los efectos
neuroestimuladores de LIFU en el tejido neural se han
demostrado durante mucho tiempo en cultivos de tejidos in
vitro, modelos animales no humanos y, muy recientemente, en
humanos [80]. Aunque los mecanismos celulares y moleculares
exactos siguen sin estar claros, una hipótesis popular propone
que los cambios conformacionales en las proteínas
mecanosensibles que atraviesan la membrana, debido a la
compresión, tensión y/o cizallamiento tisular inducidos por el
sonido, conducen a flujos iónicos transmembrana, que a su vez
conducen a cambios en el potencial de reposo de la membrana
y la activación de ionotrópicos dependientes de voltaje (Naþ,
Californiaþþy kþ) canales [81,82]. LIFU tiene varias ventajas en
comparación con otros enfoques neuroestimuladores. Al igual
que DBS (ya diferencia de tDCS y TMS), es capaz de estimular
directamente el tejido talámico. Por el contrario, como tDCS y
TMS (ya diferencia de DBS), es completamente no invasivo.
Además, la estimulación LIFU no produce ningún sonido
detectable o señal de que se está administrando, lo que ciega
de manera efectiva al participante y al experimentador. En el
único caso informado en el que se usó LIFU talámico en un
paciente poscoma (que cumplía con los criterios conductuales
para SQM), se observó un aumento de la respuesta conductual
dentro de las 24 h posteriores a la sonicación, según lo
evaluado con el CRS-R. A los 3 días, el paciente había
recuperado la comprensión del lenguaje y parecía
completamente orientado [79 ]. Este resultado se esperaba en
&&
base a la estimulación talámica DBS en pacientes DOC [61,62 ]
y la estimulación talámica LIFU en roedores, que se ha
demostrado que reduce el tiempo de aparición del movimiento
voluntario después de la anestesia con ketamina-xilazina [83], y
está en línea con el modelo de mesocircuito. No obstante, a
pesar de que un segundo paciente con TBI grave también
mostró una mejora del comportamiento después de LIFU
talámico (MM Monti, comunicación personal), la recuperación
espontánea [64 ] no debe descartarse.
&&
CONCLUSIÓN
En general, la evidencia sobre amantadina, zolpidem y
tDCS es, hasta la fecha, la más convincente. La
amantadina ha sido bien validada en estudios clínicos de
alta calidad y ha demostrado una buena eficacia en
pacientes DOC traumáticos. El trabajo sobre Zolpidem
también es de alta calidad, pero ha revelado una tasa de
efectividad algo decepcionante. Finalmente, tDCS es el
enfoque neuroestimulador mejor validado y muestra
una buena efectividad a corto plazo en pacientes con
MCS, pero queda por explorar más en términos de
persistencia del efecto y efectividad en
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Tratamiento de los trastornos de la concienciaSchnakers y Monti
pacientes crónicos. Todos los demás enfoques esperan una
investigación sistemática en muestras más grandes que
controlen adecuadamente la recuperación espontánea [64 ]. La &&
próxima fase de este campo debería incluir, junto con
investigaciones sistemáticas controladas de muestras grandes,
la definición del momento óptimo de administración de cada
intervención y el uso integrado de neuroimágenes para adaptar
las intervenciones con respecto al mecanismo de acción
putativo de cada terapia y las características específicas del
paciente. patrones de anormalidad cerebral (p. ej. [11,12 ,75 ]). & &
Agradecimientos
Ninguno.
Apoyo financiero y patrocinio
El trabajo fue apoyado por la Fundación James S.
McDonnell, la fundación Tiny Blue Dot y el Centro de
Investigación de Lesiones Cerebrales (BIRC) de la
Universidad de California en Los Ángeles.
Conflictos de interés
No hay conflictos de intereses.
REFERENCIAS Y LECTURAS
RECOMENDADAS
Los artículos de particular interés, publicados dentro del período anual de revisión, se han
destacado como:
& de especial interés
&& de interés pendiente
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&& (CATS) sobre los efectos de la estimulación talámica en pacientes en estado vegetativo
y mínimamente consciente. J Neurosurg 2016; 125:972–981.
Importante ensayo prospectivo de 7 años que evalúa el uso de DBS en pacientes con
trastornos de la conciencia. La tasa de elegibilidad muy baja (15%) y las pequeñas mejoras
conductuales observadas en los tres pacientes que se sometieron al procedimiento invitan a
reflexionar sobre el costo/beneficio de este enfoque en pacientes DOC crónicos.
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estado vegetativo persistente: resultados del seguimiento y criterios de
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Un artículo muy importante que muestra que los pacientes con TBI pueden experimentar una
recuperación espontánea significativa mucho después de la fase posaguda. Estos resultados tienen
ramificaciones importantes para evaluar la efectividad de las intervenciones en poblaciones no
crónicas.
Volumen 30 - Número 00 - Mes 2017
 Tratamiento de los trastornos de la concienciaSchnakers y Monti
sesenta y cinco.Piccione F, Cavinato M, Manganotti P,et al.Efectos conductuales y
neurofisiológicos de la estimulación magnética transcraneal repetitiva en el estado de
conciencia mínima: un estudio de caso. Reparación Neural Neurorehabil 2011; 25: 98–
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Ensayo que demuestra, en pacientes con MCS, que la administración repetida de tDCS anódica puede
conducir a mejoras conductuales significativas que persisten durante (al menos) una semana.
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Estudio longitudinal de neuroimagen funcional de un paciente que se recupera de una TBI que
demuestra que el retorno de la conectividad talamocortical podría estar más relacionado con la
recuperación funcional que con la recuperación de la conciencia per se.
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un paciente con TBI que sufre un trastorno agudo de la conciencia.
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