Una medida de coerción es una restricción directa o indirecta sobre el derecho fundamental- constitucional a la libertad y la propiedad de la persona del imputado, autorizado por orden judicial competente, cuyo carácter temporal busca garantizar la presencia del imputado ante la jurisdicción correspondiente. Cabe destacar que las medidas de coerción proceden cuando se demuestre razonablemente que el imputado puede ser considerado culpable o cómplice de alguna infracción. En cambio, con la nueva legislación procesal penal, se amplía la cantidad de medidas de coerción aplicables a los diferentes tipos de situaciones en que se puedan ver envueltos los imputados. Entre los artículos 222 a 226 inclusive, el código procesal penal establece las siguientes medidas de coerción:
La promesa del imputado de someterse u obligarse a los actos del
procedimiento. Citación a comparecer u orden de conducencia del imputado. Arresto por orden de un juez y arresto in fraganti por la autoridad correspondiente. Presentación de garantía económica suficiente por parte del imputado. impedimento o prohibición de salida al imputado autorizado por un juez. La obligación del imputado a someterse a vigilancia de una persona o institución autorizada por un juez (Internamiento en un centro de salud mental). La presentación periódica del imputado ante un juez. La colocación de localizadores electrónicos. El arresto domiciliario del imputado. La prisión preventiva. De todas estas medidas, la prisión preventiva es la más severa de todas, porque implica privar del estado ordinario de libertad al imputado, por lo cual debe ordenarse extraordinariamente, cuando exista principalmente el llamado peligro de fuga. Medidas de coerción reales del código procesal penal Art. 243.- Embargo y otras medidas conservatorias. Para garantizar la reparación de los daños y perjuicios provocados por el hecho punible y el pago de las costas del procedimiento, las partes pueden formular al juez la solicitud de embargo, inscripción de hipoteca judicial u otras medidas conservatorias previstas por la ley civil. El ministerio público puede solicitar estas medidas para garantizar el pago de las multas imponibles o de las costas o cuando la acción civil le haya sido delegada. ¿Qué es la Acción penal? La acción penal es el instrumento en derecho que debe ejercitarse para iniciar un proceso judicial en la jurisdicción penal. Artículo 29- ejercicio de la acción penal. La acción penal es pública o privada. Cuando es pública su ejercicio corresponde al ministerio público, sin perjuicio de la participación que este código concede a la víctima. Cuando es privada, su ejercicio únicamente corresponde a la víctima. La acción penal pública puede ser ejercida por toda persona capaz de comparecer en juicio, siempre que no tenga especial prohibición de la ley y que se trate de delitos que deban ser perseguidos de oficio. Conjuntamente con estas disposiciones, los oficiales del ministerio público tienen obligación de ejercer la acción pública con respecto a todo delito que deba perseguirse de oficio. Si el delito es de aquellos que, para ser perseguidos, necesita denuncia o requisición previa de la persona ofendida, la acción pública deberá ponerse en ejercicio tan pronto como se presente la denuncia o requisición.