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María Eugenia Jaime

La politización de la problemática a la que están sometidos los


cuerpos feminizados se integró al debate sobre el derecho a la
vivienda y la ciudad, profundizando la crisis para la satisfacción
de los mismos al tiempo que enriqueció las posibilidades de
observarlo integralmente.

La pandemia nos abrió la posibilidad de construir como


problemas públicos aquellos que antes quedaban encriptados en
la esfera de lo privado, reforzando la necesidad de desarrollar
una lectura integral, especialmente, en los hogares donde los
recursos urbanos son escasos o nulos.

Visibilizar quiénes y de qué manera operan cotidianamente en la


escala de la vivienda y del barrio para afrontar estas
desigualdades, construye una mirada nueva de las políticas de
hábitat, cuyo aporte es trascender el diseño funcionalista donde
el territorio es un lugar donde aterrizar y las escalas de la
administración pública (nacional, provincial y en menor medida
municipal) cercos para su custodia.

Tomaremos como disparadores para desarrollar la reflexión


algunos relatos de la vida cotidiana de mujeres que viven en
barrios populares de AMBA.1

Fotografías de Miguel Caamaño, Proyecto Habitar.

En ellos, vamos a encontrar cierta similitud con aquellos que


fueron surgiendo en los distintos puntos geográficos, tanto en
Argentina como en distintos puntos de la región de
Latinoamérica.
La conflictividad se da por la precariedad habitacional, falta de
recursos, la angustia, la promiscuidad, mucha gente en la misma

1
Esta reflexión es fruto del conocimiento empírico surgido de la experiencia realizada
en la organización civil Proyecto Habitar y diversos de investigación y servicios a la
comunidad realizados como docente investigadora de la Universidad Nacional de
General Sarmiento en el periodo que abarcó la Aislación Social, Preventiva y
Obligatoria (aspo). En esta página: Relevamiento para mejoras del hábitat. La
Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
vivienda mínima , factores de riesgo que dada la convivencia prolongada
generan problemas. Barrio Nicole, JULIO de 2020. La Matanza:
LILIANA.

Otra de las dificultades para cumplir la cuarentena , además de las


viviendas, es la infraestructura del barrio . Cuando hay algún enfermo
por tema de adicciones se genera un conflicto, es difícil compartir la
convivencia ya que se hacen frecuentes los episodios de violencia. El
Ceibo, MARZO de 2020. Jose C. Paz: KARINA.

Un hombre hostigó a su pareja, le rompió las costillas y la boca .


Desde la organización la asistimos y se consiguió una perimetral general
y se lo expulsó del barrio. Estamos más protegidas las mujeres en ese
sentido. Barrio El Talar, JULIO de 2020. TIGRE: BLANCA. Construir
colectivamente un conocimiento social de la realidad

Estos relatos nos comunican aspectos objetivos y subjetivos que


ocurren en la vida cotidiana de cientos de miles de mujeres que
viven en barrios populares del AMBA, quienes, con su práctica,
abonan al proceso de construcción cotidiana del hábitat .

Fotografías de Miguel Caamaño, Proyecto Habitar.

La problematización conjunta de la situación particular a la que


fueron sometidos sus cuerpos y la comprensión de que esto
sucedía en un territorio que trascendía sus cuerpos para revisar
cítricamente los límites de la vivienda y el barrio, les ha permitido
construir colectivamente un conocimiento socio espacial de la
realidad , revelador y transformador de aquel que cada una tenía
encerrada en su casa , y esta problematización se convierte en
un hecho político .

Fueron necesarios grandes esfuerzos personales y colectivos


para hacer posible la confluencia de los debates sobre lo
individual y lo colectivo en la región y, en particular, en nuestro
país que apareció con fuerza desde comienzos del siglo xxi .

Hemos aparecido en la televisión para denunciar la violación del


derecho humano a la tierra, al agua, a la salud, a energía
eléctrica segura, a internet.

O repudiando el abandono de personas que sucede frente a la


escasa intervención del Estado en la regulación y producción de
políticas de vivienda y hábitat.

Visibilizando el abuso de poder hacia les jóvenes, hacia los


cuerpos feminizados, hacia las infancias y los adultes mayores.

Levantando banderas, cortando calles, manifestándose en favor


de los derechos humanos en una foto periodística.

O en una esquina o en un centro comunitario haciendo una olla,


entre - gando mercadería, organizando talleres de formación,
construyendo una alternativa desde la acción cotidiana.

Y para esto, hubo que construir instrumentos que integraran


aspectos conceptuales y operativos de dicha problemática,
puesto que la crisis ya existía.

El marco teórico utlizado para trabajar la problemática de hábitat


no incorporaba conceptos que relacionaran los distintos tipos de
opresiones conocidas, ni tampoco que identifiquen cómo
operaban una sobre la otra, como podría ser el concepto de
interseccionalidad2 aportado por Kimberle Crensha.2 Sin
embargo por otra parte, tampoco se había logrado desarrollar una

2
Crenshaw, Kimberle (1 de enero de 1989). « Demarginalizing the Intersection of Race
and Sex: A Black Feminist Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theory and
Antiracist Politics». The University of Chicago Legal Forum 140: 139-167.
práctica transformadora que permitiera hacer inteligible dicha
opresión.

Esta politización nos abrió la posibilidad de construir como


problemas públicos aquellos que antes quedaban encriptados en
la esfera de lo individual. Ahora podemos decir que la
desigualdad en torno al derecho a la vivienda, a la ciudad, tiene
su núcleo en la manera en que construimos y representamos la
realidad cotidiana, ese hacer pensar el mundo que construye el
conocimiento con el que organizamos nuestros comportamientos
y que, al mismo tiempo, es disputado por las representaciones ya
institucionalizadas que tienen un rol ya asignado para el género
femenino y que no hace falta que volvamos a pensar.

Fotografías de Miguel Caamaño, Proyecto Habitar.


Fotografías de Miguel Caamaño, Proyecto Habitar.

En ese sentido, los roles asignados para cada género, no sólo


segregan en términos económicos, sociales y culturales , sino
también en términos subjetivos en lo más íntimo de nuestra
existencia, consolidando la reproducción de la desigualdad en
términos individuales.

POR ESTOS MOTIVOS, NECESITAMOS UNA PRÁCTICA QUE


NOS COLOQUE EN OTRO

LUGAR DE PROTAGONISMO COLECTIVO Y, EN

ESE SENTIDO, LA LUCHA DE LAS MUJERES Y LOS CUERPOS


FEMINIZADOS EN LA REGIÓN ESTÁN DANDO CUENTA DE
ELLO.
Referencias

Berger, Peter; Luckmann, Thomas (1968). La construcción social


de la realidad. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina.

Jaime, Eugenia; Mansueto, Clara (2019). Espacio y Género como


construcciones sociales. Proyecto Habitar, Buenos Aires,
Argentina.

Jaime, Eugenia; Sacón Teresita (2019). Instrumentos de re-


urbanización con perspectiva de género. En Revista Hábitat
Inclusivo, No. 14. http://www.
habitatinclusivo.com.ar/hi/14/articulos/HI—14— Instrumentos—
de—reurbanizacion.pdf

Jaime, Eugenia; Mansueto, Clara (2012). Ver para Resolver.


Transformar las necesidades en proyectos. Proyecto Habitar,
Buenos Aires, Argentina.

Massey, Doreen; Bernal, Gloria (1998). Espacio, lugar y género.


Debate Feminista, 17.

Quiroga, Ana (2016). Salud mental, Arquitectura y hábitat. En:


Mansueto, Clara, Torrents, Gabriela (Comp.) Proyectar en
contextos de desigualdad.

Proyecto Habitar, Buenos Aires, Argentina.

Instituto del Conurbano, Ungs (2020-2021)

I-II-II-IV Relevamiento a referentes de los barrios populares en el


contexto Covid-19.

Link de descarga: https://www.ungs.edu.ar/new/ la-situacion-


social-del-conurbano-bonaerense-en-el-segundo-ano-de-la-
pandemia

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