Está en la página 1de 31

Capítulo 1:El barco

Mi nombre es el Dr. Lemuel Gulliver. Yo vivo en Londres con mi


mujer, Mary, y nuestros dos hijos. La mayoría de mis pacientes son
pobres y no pueden pagarme, y por eso no tengo mucho dinero.

Un día, un amigo vino a mi casa.

Y esta es la historia de mis aventuras en el mar extranjero.

Nuestro barco abandona Inglaterra en el 4 de mayo de 1699.


Nosotros viajaremos a la India Oriental. La India Oriental son islas
en el Océano Índico. Después de muchos meses en el mar, una
terrible tormenta. Nosotros estamos muy asustados.
Nosotros saltamos dentro del barco, nosotros estuvimos dentro del barco
durante una hora. Más tarde, nuestro barco se chocó contra una roca y
caímos al mar. Trate de nadar pero la tormenta es muy mala y es muy difícil.
Yo no podía ver a los demás marineros. Nunca los volví a ver.

Estoy muy cansado y es muy difícil nadar. Más tarde, yo vi una isla. “¿Estoy
imaginando esto?” Pensé. Yo mire otra vez. Si, la isla está aquí. Continue
nadando y mis pies tocaron el suelo. Mis pies podían tocar el suelo.

Camine despacio. Finalmente, llegue a la isla. Estaba cansado y me


tumbe. Caí en el suelo y me dormí lentamente.
Capítulo 2: El hombre pequeño

Alguien estaba andando a mi alrededor de mi pierna. Abrí mis ojos


y intenté moverme. Las cuerdas me tenían sujetado al suelo. Vi a
un hombre pequeño cerca de mi cara, el medía como unos 15
centímetros.

El hombre pequeño
tiene un arco y una
echa en su mano. El
esa asustado.

El hombre pequeño
corrió por lo largo de
mi brazo y saltó al
suelo. Rompí las
cuerdas de mi brazo y
mi cabeza. Yo podía
moverme. El hombre
pequeño me pego en la
cara y en el cuerpo.
Habían cientos de
hombres pequeños a
mi alrededor. Ellos
empezaron a
dispararme echas a
mi al rededor,
rodeándome.
fl
fl
Estoy muy sorprendido. Puse mi mano en la cara para proteger mis
ojos. Los enanitos están hablando en un idioma raro. Yo no puedo
hablar en ese idioma, no los entiendo, pero ellos a mi tampoco.
Finalmente ellos pararon de dispararme echas.

Uno de los hombres trepó encima de mi otra vez. Yo no me moví


porque no quiero asustarlos. Otro hombre trepó. Cuando llegan a
mi cara, señalo mi boca. "Tengo hambre", digo

Los hombres están asustados pero ellos no se movieron. Uno de


los hombres me entendió y grito a la gente del suelo, ellos
corrieron en direcciones distintas. Después ellos volvieron con
mucha comida
fl
Ellos son aproximadamente 150 pequeños migas de pan con carne
y verduras. Yo me lo comí todo. El hombre me miraba sorprendido.

Hay una poción para dormir en la comida y después yo me dormí


otra vez. Cuando abrí los ojos, cientos de los hombres me estaban
llevando en una enorme pieza de madera

Nosotros paramos en un
templo, metro y medio de
alto y medio metro de
ancho. Los hombres me
atan a la puerta de los
templos.

Ahora yo no puedo irme.


¡Soy un prisionero! No
puedo caminar muy lejos
pero puedo meterme
dentro del templo
Capítulo 3: El rey de Liliput

Yo puedo ver una ciudad cerca del templo. Los árboles y las casas
son pequeñas.

Mucha gente viene de la ciudad. Hay un hombre en un pequeño


caballo blanco. El lleva una corona. Una mujer y un niño están
junto a él. Ellos están montados encima de unos caballos
diminutos. Los caballos están asustados porque soy grande.

El hombre con la corona me hablo en un idioma raro. El tiene una


silenciosa voz. Me acuesto en el suelo para poder escucharlo
mejor y ver su cara.
Trate de hablar con el rey en muchos idiomas, pero el nunca me
entendía

El rey habló con un guardia que estaba en la puerta del templo.


Después el se fue con su familia.

Las cuerdas de mis piernas no son muy fuertes. Yo podría escapar,


pero no quiero que el rey se enfade. Necesito su ayuda para volver
a casa. Fui dentro del templo y revisé mis bolsillos. Encontré mis
prismáticos

Por la tarde, los sirvientes vinieron con comida y bebida. Después


de un buen menú, intente dormir. El suelo del templo es muy
incomodo, pero estoy cansado. Más tarde me dormí
Al día siguiente
cientos de
sirvientes
vinieron a limpiar
el templo. Ellos
trajeron 500
colchones y
hicieron una
cama cómoda
para mi

Después,los sastres me
tomaron medidas. Ellos
hicieron nuevas prendas
para mi con muchas telas
diminutas

Todas las tardes, las profesoras vienen al remolí para enseñarme


su lenguaje. Ellos me llaman “Hombre montaña”. Las profesoras
me hablan sobre la isla.

El nombre de la isla es Liliput. Hay una ciudad. Se llama Mildendo.


El rey vive en un palacio en Mildendo. Hay otra isla cerca de Liliput,
llamada Blefuscu. La gente de Liliput y la gente de Blesfuscu son
enemigos
Cuando paso un mes, yo ya podía hablar el idioma de Liliput.
Pregunte por si podría hablar con el rey. El vino al templo con su
enano caballo blanco.

Antes de eso, la gente me veía todos los días. Ellos trepaban en mi


mano y habla con ellos silenciosamente. Los niños y niñas
trepaban en mi para jugar en mi pelo. Más tarde, le gustaba a todo
el mundo de la isla.

Tres semanas más tarde los guardas me quitaron las cuerdas de


mis piernas. Yo podía caminar libremente
Visite la ciudad de Mildendo y el palacio del rey. La gente estaba
feliz al verme, pero ellos estaban asustados por mis pies grandes.
Ellos corrieron a sus casas y me veían desde la ventana.

El palacio del rey estaba en el centro de la ciudad. Media como


unos 150 centímetros y había una muralla rodeándolo. El rey me
dio permiso para caminar por dentro del castillo y pasar la muralla.
Yo podía ver a la reina y al principe por las pequeñas ventanas.
Capítulo 4: Gulliver ayuda al rey

Un día, el rey vino a verme. El estaba muy asustado. “Los soldados


de Blefuscu se están preparando para atacarnos,” el dijo. “Sus
barcos se están preparando para venir a Liliput. Necesitamos tu
ayuda. Son más fuertes que nosotros.”

“¿Donde está exactamente Blefuscu?” Pregunte.

“Blefuscu es el norte de Liliput,” el rey respondió.

Cogí mis prismáticos y caminé hacia el norte de la isla. Me tumbe


cerca de la playa y mire a mi alrededor del mar. No podía la isla
porque habían muchos barcos. Habían aproximadamente 50
barcos y cientos de soldados en los barcos. Era un espectáculo
terrible

“Tengo una buena idea. Por favor traedme cuerdas fuertes y


gar os de metal,” se lo dije a mis sirvientes.
fi
Los sirvientes me
trajeron las cuerdas y las
corte en 50 pedazos y
puse 50 ganchos.
Después cogí las cuerdas
y caminé dentro del agua.
Mis pies tocaron fondo
eso quería decir que me
acercaba a la isla de
Blesfuscu.

Cuando los soldados de Blesfuscu me vieron, ellos se asustaron.


Saltaron fuera de los barcos y cayeron al mar. Después ellos
nadaron hacia la playa. Habían cientos de soldados en la playa.
Ellos estaban viéndome, sorprendidos.

“¿Quien es este hombre?” Ellos dijeron. “El es enorme.”

Los soldados dispararon echas contra mi. Yo sujete los ganchos


a los barcos y cogí las cuerdas con mi mano. Después yo solté los
barcos cerca de la isla de Liliput
fl
El rey está muy feliz. Después de dos semanas, dos embajadores

de Blesfuscu vinieron a Liliput.

Cuando los embajadores se fueron, el rey me hablo a mi a solas.

“Tengo un plan,” el dijo. “Tu debes traerme un hombre y una mujer


de Blesfuscu y traérmelos a Liliput. Ellos serán mis sirvientes.”

“¡No, majestad!” Dije. “¡Eso es una cosa horrible!”

“¡Soy el rey! ¡Tu debes obedecerme!” Dijo el rey.

“Lo siento majestad. ¡No lo voy a hacer!” Respondí.


El rey está muy enfadado. El no quiere verme por un tiempo.
Después, un día, vi humo en la ciudad. Se estaba incendiando el
palacio del rey. La gente corría por las calles con cubos de agua.

“¡No podemos extinguir el fuego!” Dijo un hombre. “¿Puedes


ayudarnos hombre montaña?”

El fuego está en la habitación


de la reina. La reina estaba
cerca de la ventana. “¡Ayúda,
fuego!” Ella grito.

Hablé con ella por la ventana.


“Puedo ayudaros, majestad,”
dije. Me quite mi zapato y puse
agua en el. Después solté el
agua dentro de la habitación
de la reina y el fuego se
extinguió. La reina estaba muy
mojada y enfadada.
Capítulo 5:La fuga de Gulliver

Pasaron tres días y dos guardias vinieron arrestarme.

“Tu debes venir con nosotros hombre montaña,” ellos dijeron.

“¿Porque yo debo ir con vosotros?” Pregunté

“El rey está esperándole para ponerle un castigo,” dijo un guardia.

“¿Porque? Soy inocente,” dije perplejo.

“¡Es un crimen mojar a la reina con agua!” Dijo el otro guardia.

Estoy asustado. “¿Que querrá hacerme el rey?” Pregunte.

Pase por delante de los guardias y al rededor de las casas de


Mildendo. Después, estaba en el norte de la isla y dentro del mar.
¡Estoy llendo a Blesfuscu!

La gente de Blesfuscu me vieron venir. El rey me estaba esperando


en la playa.
La gente de Blesfuscu son amables conmigo, pero no tengo una
casa porque no hay edi cios grandes. Me senté y pensé sobre mi
casa en Inglaterra, mi mujer y mis dos hijos. ¡Quiero ir a casa!

Después de tres días, vi una cosa


en el mar. Me quite los zapatos y
entre al mar para ver que era eso.
Era un bote pequeño

Trepe para entrar al bote y entre para remar, “Adios Blesfuscu y


Liliput” dije. “¡Soy libre!”
fi
Capítulo 6:Una nueva tierra

Quiero ir al norte, pero un viento fuerte movió el barco hacia el


este. El viento continuó por 5 días. Al sexto día, vi tierra rme. Mi
barco se movía en esa dirección. Después el barco paró de
moverse. Salí del barco y caminé. Los árboles eran muy grandes.
No podía ver nada. Continué caminando por el campo que tenía
una hierba muy grande. Después, escuché pasos y vi a un enorme
granjero. Estaba muy asustado y me escondí por la hierba.

Cuando me moví, el
granjero
me vio. El me cogió con su
enorme mano y me puso
cerca de su cara .

El granjero me puso en
su bolsillo y me llevo a
su casa
fi
El granjero me puso en una mesa muy alta en la cocina. Después el
hablo con su familia en un lenguaje extraño. El hijo del granjero me
miraba. La mujer del granjero estaba fascinada. Yo sonreí y dije:

La mujer del granjero me sonreía y me traía algo de carne en un


plato grande. Me puse de pie y empecé a comer. Los niños se
reían fuertemente y me tapé mis oídos.

El granjero puso a su bebé en la mesa. El bebé me cogió con su


mano y me puso en su boca. Yo grite fuerte y el bebé se asustó.
Caí de sus manos en un bol de leche.
Nade en el bol de la leche. El granjero reía, me cogió de la pierna y
me saco del inmenso bol de leche.

Estaba muy cansado y quería estar a solas. La hija del granjero,


Gimbella, tiene 9 años. Ella es muy amable, ella me puso en una
cama para muñecas y puso una servilleta sobre mi. La la cama es
alta y no podía salir de ella. Después, me dormí.

A la mañana siguiente, el hijo del granjero entró a la habitación. El


tiene un barco en su mano. ¡Es mi barco! De repente, el barco calló
al suelo y se rompió en mil pedacitos. ¡Ahora yo no podía regresar
a mi casa porque el barco calló al suelo y se rompió en mil
pedacitos, era imposible arreglarlo! Estaba muy enfadado, el barco
se rompió y no tenía esperanzas.
Capítulo 7:Vida con los gigantes

Gimbella me hizo ropa nueva y empezó a enseñarme su lenguaje.


Ella es una buena profesora y más tarde pude hablar con ella. Yo
aprendí su lenguaje y su país es Benbingal.

Un día, un vecino vino a verme. Baile para el y empezó a reír.


Después el paro de reír. “¡Tengo una idea!” Le dijo al granjero. “¡Tu
puedes ganar mucho dinero con este hombrecito! Llévalo a la
ciudad para que lo vea la gente.”

Al día siguiente, fuimos a la ciudad en el caballo del granjero,


Gimbella me llevaba en una especie de cajas con ventanas. Estaba
muy inestable.
Fuimos a una taberna y una vez allí el granjero me puso en una
mesa de la taberna gigante.

Un montón de gente pago para verme. Cante y baile para ellos


todos los días y todas las tardes. Más tarde me notaba bastante
cansado y Gimbella y su padre me llevaron a casa.

Las siguientes 5 semanas, el granjero me llevaba a la ciudad. Más


tarde, todo el mundo de la ciudad oyó cosas de mi y todos herían
verme. El granjero ganaba muchísimo dinero. Yo trabajaba muy
duro y estaba muy cansado e infeliz. El granjero no me daba
mucho de comer y estaba hambriento, quería volver a casa.
Capítulo 8:Gulliver va a la capital

Un día escuché al granjero y a su mujer mientras hablaban.


“La gente está pagando mucho dinero por ver al Gulliver,” dijo a la
mujer del granjero.

“Si, pero podemos ganar mucho más dinero,” dijo el granjero.


“Quiero llevarlo a la capital, allí la gente es rica.”

“Es cierto,” dijo la mujer del granjero. “Llevaré a Gulliver mañana a


la capital.”

A la mañana siguiente, fuimos a Lombulgrud, la capital. Gimbella


me hizo una cama muy cómoda para mi caja. Viajamos por mucho
tiempo y no podía mover mis piernas.

Llegamos a la capital tres días después y el granjero estaba


furioso.
El rey de Bengibal envió un mensaje al
granjero.

El granjero estaba muy excitado.


“Mañana tu debes cantar para el rey y
la reina,” el dijo. “Como algo de
comida y se fuerte.”

El granjero me dio comida inmediatamente. Me sentía fuerte otra


vez.

Al día siguiente, fuimos al palacio. Cante y baile para la reina. A


ellos les gusto. “Quiero comprar a Gulliver,” dijo el rey.

“OK” dijo la reina. “Y tu hija podrá estar en el palacio para cuidar a


Gulliver.”

El granjero fue muy cruel conmigo, no me gustaba como me trato.


Cuando el se fue, yo no le dije ni adiós.
Capítulo 9:Vida en el palacio

Gimbella me llevo a ver a los caballos al jardín del palacio. El rey


tenía 600 caballos. ¡Ellos median 20 metros de alto

El rey y al reina eran


bastante amables
conmigo. Los sirvientes me
hicieron una mini casa para mi.
Tenía dos ventanas. Había una
mesa negra con dos sillas, un
armario y una cama cómoda.

Había un plato pequeño, una


taza y un cuenco en el armario.
Los sirvientes me hacen ropa
con pieles de ratón.

Estaba muy cómodo en mi nueva casa, pero ¡tenía un problema!


¡El enano de la reina me detestaba!
¡El enano mide diez metros de alto! El
me detesta porque soy el favorito de la
reina.

Un día, el puso algunos insectos en mi


casa. El quería asustarme. El es muy
grande y agresivo. Yo mate con mi
propia mano y un cuchillo a cuatro
insectos gigantes. Los otros insectos
gigantes poco a poco fueron volando
por mi mini casa hasta que poco a poco
fueron acercándose a la salida salieron.

Cuando la reina escuchó rumores sobre eso se enfadó mucho, ella


estaba muy enfadada. “¡Debes abandonar el palacio!” Ella le dijo a
su enano. El enano se fue. Pero habían más peligros en el palacio.

Un día, un perro gigante me cogió


con su boca y corrió por todo el
palacio. Afortunadamente, el perro
no me mordía. Gimbella estaba muy
asustada y no podía parar de
buscarme por todas partes.
Finalmente, ella me encontró en la
boca del perro gigante
Capítulo 10:Gulliver en el mar

Un día, la reina me cogió para llevarme de vacaciones a un palacio


que estaba cerca Del Mar. Gimbella está enferma y no podía venir,
y un sirviente cogió mi casita.

Cuando llegamos al palacio, quería ver el mar. Los sirvientes


pusieron agua y sándwiches en mi casa y me llevaron a la playa.
Yo me dormí. El sirviente me dejo en la orilla y se metió al mar. El
quería nadar.

Más tarde, mi caja se movía mucho y cuando abrí mis ojos estaba
volando.

Empecé a caer en picado. Estaba muy asustado. Después la caja


calló al mar y una ola me llevo.
Este es mi cuarto día en el mar. Afortunadamente, el agua no venía
hacia mi casa, pero no tenía comida y agua. Más tarde, escuché un
ruido.

Abrí una ventana y grité ayuda. Escuché voces cerca. Alguien


estaba hablando inglés. “Alguien está en la caja,” dijo una voz.
“Cojámoslos.”

Más tarde, mi casa se paró y mire por los al rededores. Estaba en


un barco, podía ver unos cuantos marineros. No eran gigantes.
Ellos eran como yo, de mi estatura. Trepe fuera de la ventana.
Estaba perplejo.
Capítulo 11:¡De vuelta a casa!

Los marineros me trajeron comida y agua. Tenía un menú y un sitio


donde estar. Los marineros eran ingleses. Estaba en un barco
inglés, nalmente yo podía ir a casa. Los marineros me
preguntaron muchas cosas.

Empecé a contarle mis aventuras a los marineros, pero ellos no me


recordaban. Después yo puse mis ropas de piel de ratón, y ellos se
quedaron sorprendidos. Ellos quieran escuchar mis aventuras.

Nosotros llegamos a Inglaterra en el 3 de junio de 1706. Estaba


muy contento, iba a ver a mi mujer y a mis hijos. Pero después
volví al mar. Soñé con las islas extrañas y los distantes valles. Tal
vez algún día vuelva a tener alguna aventura.
fi

También podría gustarte