Está en la página 1de 7

PLAQUETAS

EQUIPO 3
SECCIÓN 2

Amaro Bollera Karina Esther


Caballero Rojas Rafael Emiliano
Canizal Zavala Daira
Díaz Oyorzabal Keith Tristan
Jimenez Canizal Sugey
GENERALIDADES
Las plaquetas (o trombocitos) son fragmentos de células producidas en la
médula ósea que circulan por el torrente sanguíneo y ayudan a la coagulación
de la sangre y a la defensa contra las enfermedades.
Viven en promedio de 9 a 12 días. Son células microscópicas, ovaladas y
planas que miden una millonésima parte de un metro en estado de reposo y
aumentan su tamaño al ser activadas por algún estímulo (2 a 5 micrómetros).
Al ser activadas liberan unas prolongaciones llamadas pseudópodos que les
permiten abarcar una mayor superficie y así facilitar su función.
Las plaquetas no tienen núcleo, sin embargo, en sus mitocondrias, las cuales
son las fábricas donde las plaquetas producen la energía que necesitan para
trabajar, hay ADN mitocondrial. Además, poseen una cantidad muy alta de
ácido ribonucleico (ARN), el cual usan como plantilla para hacer proteínas que
necesitan para su funcionamiento.
Los ribosomas (otras estructuras que contienen las plaquetas) actúan como
traductores que van decodificando el mensaje que guarda el ARN y lo
convierten en una proteína.
Región central
En la región central de la plaqueta encontramos varios organelos, como
mitocondria, retículo endoplasmático y aparato de Golgi. De manera
específica, encontramos tres tipos de gránulos en el interior de este elemento
sanguíneo (los alfas, los densos y los lisosomales) y microperoxisomas. Estos
son liberados por la plaqueta cuando se activa.

- Los gránulos alfa se encargan de albergar en su interior una serie de


proteínas que están involucradas en funciones hemostáticas, entre ellas la
adhesión de las plaquetas, la coagulación de la sangre, la reparación de las
células endoteliales, entre otros. Cada plaqueta posee de 50 a 80 de estos
gránulos.

Además, contienen proteínas del tipo antimicrobianas, ya que las plaquetas


tienen la capacidad de interaccionar con los microbios, siendo una parte
importante de la defensa contra infecciones. Mediante la liberación de algunas
moléculas, las plaquetas pueden reclutar linfocitos.

- Los gránulos de núcleo denso contienen mediadores del tono vascular, como
serotonina, ADN y fosfato. Tienen capacidad de endocitosis. Son menos
numerosos que los alfa, y encontramos de dos a siete por plaqueta.

- Los gránulos lisosomales, contiene enzimas hidrolíticas (como ocurre en los


lisosomas que normalmente conocemos como organelos de las células
animales) que tienen un papel importante en la disolución del trombo.

- Por último, se encuentran los microperoxisomas que contienen catalasa.

Región periférica

La periferia de las plaquetas se denomina hialómero, y contiene una serie de


microtúbulos y filamentos que regulan la forma y la motilidad de la plaqueta.

Membrana celular

La membrana que rodea a las plaquetas está compuesta de una doble capa
de fosfolípidos, distribuidos de manera asimétrica.
Los fosfolípidos de naturaleza neutral como la fosfatidilcolina y la
esfingomielina se ubican en la cara de la membrana que da hacia el exterior,
mientras que los lípidos con cargas aniónicas o de naturaleza polar se
localizan hacia la cara citoplasmática.
El fosfatidilinositol, que pertenece a este último grupo de lípidos, participa en
la activación de las plaquetas
La membrana también contiene colesterol esterificado. Este lípido puede
movilizarse con libertad por el interior de la membrana y contribuye a su
estabilidad, mantiene su fluidez y ayuda al control del paso de sustancias.
Sobre la membrana encontramos más de 50 categorías distintas de
receptores, entre ellas integrinas con capacidad de unión al colágeno. Estos
receptores permiten que las plaquetas puedan unirse a los vasos sanguíneos
heridos.
ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS
Las plaquetas tienen su origen de los megacariocitos a través de un proceso
endomitótico. La trombopoyetina es la hormona que permite el adecuado
desarrollo de las plaquetas, se sintetiza principalmente en el hígado, y se
elimina a través de las mismas plaquetas, por tanto, a mayor destrucción
plaquetaria, mayor concentración de trombopoyetina circulante.
Esta hormona estimula la producción de megacariocitos en la médula ósea,
que a su vez fabrican plaquetas a partir del material situado en el interior de
su cuerpo celular (citoplasma).
El megacariocito es una célula (capaz de producir hasta 5 mil plaquetas) cuyo
principal objetivo es proveer a las plaquetas de lo necesario para que estas
cumplan sus diversas funciones. Una vez alcanzada su total maduración, el
megacariocito, aún en medula ósea, se acerca a los vasos sanguíneos, en una
zona conocida como sinusoide vascular donde comienza a “asomar” su
estructura y por acción del flujo de la sangre comienza a fragmentarse en
pequeñas estructuras, las plaquetas. A este proceso se le conoce como
trombopoyesis.
El órgano involucrado en este proceso de formación es el bazo, que se
encarga de regular la cantidad de plaquetas producidas. Aproximadamente el
30% de los trombocitos que residen en la sangre periférica de los humanos se
localizan en el bazo.
Las plaquetas que no intervienen en la formación de coágulos circulan
durante 7 a 10 días y luego se destruyen. Alrededor de un tercio están
siempre almacenadas en el bazo.
El recuento de plaquetas suele estar entre 140 000 y 440 000 plaquetas por
microlitro (140 a 440 × 109 por litro). El recuento de plaquetas puede variar
según el ciclo menstrual. Puede disminuir cerca del final del embarazo
(trombocitopenia gestacional) y aumentar en respuesta a la inflamación
(trombocitosis secundaria o reactiva).
FUNCIONES
Hemostasia.
La función más conocida y estudiada de estas células es su participación en
un proceso llamado hemostasia, mecanismo mediante el cual el cuerpo, con
ayuda de las plaquetas y otras proteínas llamadas factores de la coagulación,
cierra rupturas en los vasos sanguíneos para evitar que la pérdida de sangre.
Una vez logrado este mecanismo, se lleva a cabo la cicatrización de la lesión
y todo mantiene un equilibrio.
Para cumplir con esta función, las plaquetas pasan por una serie de pasos,
conocidos como “Triple A”:
1. ADHESIÓN, significa que las plaquetas se adhieren a la zona de lesión en
la arteria o vena mediante el colágeno, proteína que exponen para indicar que
están lastimadas.
2. Inmediatamente después, se ACTIVAN, es decir, aumentan su tamaño y
liberan el contenido de los gránulos de su interior.
La activación depende de la interacción entre el medio externo e interno, se
consigue a través de receptores de membrana (ADP, Epinefrina, Serotonina,
Tromboxano A2, Vasopresina, Factor activador de plaquetas, Trombina,
Colágena y Receptores para adhesión plaquetaria)
3. Finalmente se AGREGAN con otras plaquetas, se comienzan a pegar unas
a otras para formar una red que se coloca sobre la lesión llamado trombo
blanco y que es la base del coágulo que se formará después.

El papel de las plaquetas en este proceso de mantenimiento de la sangre en


circulación en torrente sanguíneo es tan importante, que si estas fallan o están
enfermas pueden ocurrir dos situaciones conocidas como desviaciones
patológicas de la hemostasia.
La primera de ellas es la hemorragia; ocurre cuando el número total de
plaquetas circulando en sangre disminuye de manera considerable o cuando
estas son incapaces realizar el mecanismo de la hemostasia y no es posible
contener la pérdida de sangre por la lesión.
El caso totalmente opuesto es la trombosis, fenómeno dónde las plaquetas se
activan e inducen la coagulación de la sangre sin que haya una lesión evidente
o visible de los vasos sanguíneos. Estos coágulos son muy peligrosos, ya que
pueden viajar al cerebro o a los pulmones y ocasionar lesiones más graves o
incluso la muerte.
Protección del cuerpo.
Las plaquetas interpretan otros papeles en el cuerpo humano. Dichas células
liberan proteínas antimicrobianas, por lo que participan en la defensa del
cuerpo contra bacterias, virus y otros microorganismos.
Al encontrarse en grandes cantidades en la sangre (40 veces más que los
leucocitos, principales defensores del cuerpo), las plaquetas actúan como
vigilantes ante los posibles patógenos que afecten al cuerpo. Si por alguna
razón un virus, una bacteria o un parásito entran al torrente sanguíneo, las
plaquetas los detectan, se activan y emiten alertas a otras células
especializadas para que vayan a eliminar al microbio.
Otras plaquetas se comen a algunos de estos patógenos para impedir que
sigan circulando en la sangre y los eliminan en su interior.
Aunque su función es la protección del cuerpo, algunas plaquetas también
participan en los procesos cancerígenos. En estos procesos las plaquetas son
controladas por células cancerígenas, su principal función es liberar contenido
de sus gránulos de manera selectiva, de tal forma que contribuya al
crecimiento y mantenimiento del cáncer. Además, las usan como escudos para
impedir que los leucocitos las detecten y puedan eliminarlas.

Conclusiones
Las plaquetas, aunque constituyen una parte muy pequeña en cuanto a la
composición sanguínea, son un componente demasiado importante en cuanto
a la protección del cuerpo, sin estas cualquiera pequeña herida podría llegar
a ser mortal, sin mencionar el papel que juegan en la respuesta inmunológica.

FUENTES:
Plaquetas: características, morfología, origen, funciones (lifeder.com)

Fisiología plaquetaria, agregometría plaquetaria y su utilidad clínica (scielo.org.mx)

Introducción a la trombocitopenia - Trastornos de la sangre - Manual MSD versión para público general
(msdmanuals.com)

Las plaquetas, unas células muy peculiares - Ciencia UNAM

También podría gustarte