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Oregano

El orégano común o simplemente orégano (Origanum vulgare L.) es una planta perenne aromática ampliamente
utilizada como especia.

Orígenes e historia –

El nombre de orégano deriva de la composición de dos palabras de origen griego: «oros», que significa montaña, y
«ganos», que significa esplendor, por lo tanto, «esplendor de la montaña». De hecho, nació en un terreno elevado en las
zonas más rocosas e inaccesibles, animando el paisaje con el rosa brillante de sus flores.

Los antiguos griegos apreciaban mucho el orégano, de hecho lo sabían tanto por su acción antibacteriana como por su
elemento decorativo y amuleto de la suerte.

Hay una famosa leyenda que cuenta el origen de esta planta.

Se dice que un joven sensible y amable vivía del rey de Chipre, cuyo nombre era Amaraco (en español el orégano tiene
este término).

Un día fue comisionado para llevar una preciosa ampolla que contenía una pomada de perfume fragante a la mesa del
rey, que tenía la intención de sorprender a sus comensales. Cuando Amaraco entró en la habitación, tropezó
gravemente y la ampolla cayó de su mano y se hizo pedazos. Tanto fue su desesperación que murió de un corazón roto.

Los dioses fueron conmovidos por tanta contrición, y la transformaron en la planta de orégano, atribuyéndole la
extraordinaria fragancia de la pomada que de alguna manera había causado su muerte.

En la antigua Roma, el orégano seco era uno de los ingredientes del famoso garum. Su uso continuó también en los
siglos siguientes, especialmente en la cocina del sur, lo que confirma que solo se nos menciona en los libros de recetas
romanos y del sur. Su ascenso hacia el norte es, por lo tanto, relativamente reciente, y de hecho coincide con la
propagación de la pizza.

Descripción –

El orégano es una planta herbácea perenne de la familia Lamiaceae.

Es una vegetación mediterránea típica, también presente en Italia como orégano silvestre y muy fácil de esparcir.

La planta crece en mechones que se desarrollan a partir de un rizoma subterráneo bien enraizado, capaz de resistir
incluso la sequedad. Tiene un tallo erecto que alcanza hasta 80 cm de altura, hojas ovales y flores que están encerradas
en la parte superior de los tallos y luego dan vida a las cápsulas de frutas.

En apariencia, el orégano se parece mucho a la mejorana, con la cual existe una relación cercana, pero es fácil distinguir
las esencias de los diferentes aromas.
Historia del camote
El nombre científico del camote Ipomea viene del griego ‘ipos’ que significa gusano y homoios  que significa
‘parecido’. El cultivo del camote en Centroamérica y Sudamérica se realiza desde hace más de 5000 años, la
evidencia arqueológica determina la existencia de este tubérculo en las costas peruanas den entre 4000 a 8000
años.

El camote se conoció en Europa hasta finales del siglo XV gracias a Cristóbal Colón. En China se introdujo un
poco después, a finales del siglo XVI. Hay investigaciones que afirman el esparcimiento ‘natural’ del camote
por todo el globo terráqueo, donde llegaron hasta islas Polinesias.

Características del camote


El camote es una planta rastrera que puede vivir por muchos años. Esta planta se caracteriza por sus raíces
comestibles que pueden ser de diferente color según sea la variedad.

Partes del camote


 Raíz, es comestible y la que más se consume, su forma es tuberosa y puede ser alargada, su piel es áspera mientras
que la pulpa es más suave y con alto contenido de almidón.
 Tallo, es cilíndrico y delgado, crece hacía los lados y puede tener o no vellosidades.
 Hojas, también son comestibles y su color es verde, su forma es parecida a la de un corazón puntiagudo y puede
variar de tamaño.
 Flor de camote, tiene forma de copa y el color del centro suelo ser más intenso que de la parte externa de los pétalos.
 Frutos, cápsulas ovoides color marrón.
 Semillas, miden entre 3 y 5 mm, son redondeadas y de color oscuro.
Crecimiento de la planta de camote
Aunque se lo conoce con diversos nombres –ají, uchu, chile, pimiento–, lo cierto es que el género Capsicum (grupo de plantas al que
pertenece este fruto y sus variedades) se originó en el Alto Perú, zona que incluye la cuenca del lago Titicaca y lo que hoy es Bolivia.
En ello coinciden diversos paleobotánicos, científicos que estudian las plantas que vivieron en el pasado. Desde esta zona, y gracias a
las corrientes de los ríos y a las aves migratorias, el ají empezó su recorrido, que lo llevaría a poblar y conquistar el resto de América
del Sur y Central, y después el mundo entero.

En el Perú, los restos arqueológicos más antiguos que comprueban su presencia se hallaron en la cueva Guitarrero, en la provincia de
Yungay (Áncash). Estos se remontan a unos 8.000 años antes de nuestra era. Pero no son los únicos. La dieta del litoral Hay más
pruebas arqueológicas que demuestran su uso en el antiguo Perú. Por ejemplo, las tumbas estudiadas en el complejo arqueológico
Huaca Prieta (2500 a. C.), en el valle de Chicama (La Libertad). Allí, luego de sesudas investigaciones y análisis de restos del aparato
digestivo de un agricultor, se encontró que un componente muy importante de su dieta era el ají, además de caracoles marinos, uñas
de cangrejo y conchas de erizo. También están los hallazgos de chacras hundidas en Guañape, litoral del valle de Virú, pertenecientes
a la cultura salinar (400 a. C.-100 a. C.). En estos campos se encontraron cultivos de ají mochero, entre otros alimentos como
zapallos, frijoles y maíz.

El ají se ofrendaba a los dioses en las ceremonias religiosas y era considerado por los hombres del Perú antiguo como un símbolo
sagrado. Esa connotación mágico-religiosa que adquirió este fruto desde tiempos remotos se mantiene en la cultura peruana hasta la
actualidad. Prueba de ello es que los paquos o curanderos de los Andes lo emplean hasta el día de hoy en sus rituales adivinatorios y
para sahumar a las personas que han sido poseídas por algún alma. Además, muchos de estos curanderos, al igual como ocurría en
los rituales de ayuno de la época inca, antes de rendir tributo a la Pachamama se abstienen de comer ají y sal, y de tener relaciones
sexuales.

No podemos alejar de la definición del Ají, la palabra “Capsicum”, que es como se llama al género de estas especies: jalapeños, chiles,
piquines, chiltepines, rocotos, pimientos y ajíes de todas las tonalidades, son algunos de los frutos que han invadido la cocina de
nuestra patria grande.  Son utilizados como condimento, colorante, saborizante, acompañante y como ingrediente protagónico de gran
parte de nuestros platos.  Muchos de ellos les deben sus nombres a estos pequeños picantes.

El consumo y uso de este fruto no se limita solo a la función de saborizar el plato, cumple también las exigencias nutricionales que
demanda cualquier comensal, “contiene más vitamina A que cualquier otra planta comestible, además es una excelente fuente de
vitaminas B y C, hierro, tiamina, niacina, potasio, magnesio y riboflavina.  El ají está libre de colesterol y grasas saturadas.  Y es
recomendable también para las dietas bajas en sodio y altas en fibra. Comer ají incrementa el metabolismo”.

Comida peruana, la base es el aji.


Definitivamente hay muy pocos platos de la cocina peruana que no lleven ají.  Los platos norteños, tienen una substancial base de ají
amarillo; los de la sierra, ají panca; la costa, los ajíes y rocotos frescos; la cocina de la selva, el ají charapita o el llamado “pinguita de
mono”.

El Perú es probablemente el país con más diversidad nativa de Capsicum  cultivado en el mundo. En los mercados locales no es raro
encontrar variedades de las cinco especies domesticadas (C. annuum  L., C. baccatum  L., C. chinense  L., y C. frutescens  L., C. pubescens  Ruiz
& Pav.),  correspondiendo a cuatro ajíes y el rocoto, mientras que en otros países comúnmente se encuentran variedades de dos o tres
especies   cultivadas.

1. Brotación, crecen los esquejes

2. Formación de hojas, aparece la primeras hojas hasta marchitarse las del esqueje

3. Brotes laterales aéreos, aparecen brotes en las axilas de las hojas y se va engrosando la raíz

4. Botón floral, aparecen los pequeños botones florales

5. Floración, apertura de los primeros botones florales

6. Maduración, las hojas comienzan a marchitarse hasta secar, mientras que el tubérculo (raíz) ya creció hasta el punto en que se agrieta el suelo

que le rodea

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