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REPERCUSIONES DE LA BUENA UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS INFORMÁTICAS PARA EL

DISEÑO AMBIENTAL DE CARRETERAS.

Miguel Vallés Ruiz


REPERCUSIONES DE LA BUENA UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS INFORMÁTICAS PARA EL
DISEÑO AMBIENTAL DE CARRETERAS.

1.- INTRODUCCIÓN.

Son numerosos los factores de tipo técnico que pueden intervenir en el diseño de obras de nuevo
trazado, así como en la mejora de las vías existentes; unos son condicionantes externos como:
- Funcionalidad mínima exigida.
- Características del entorno como: topografía, geología, litología, hidrología, etc.
- Aspectos socioeconómicos.
- Permeabilidad territorial.
- Aspectos medioambientales como: presencia de yacimientos arqueológicos, usos del
suelo, conectividad, comunidades de vegetación, hábitats faunísticos, asentamientos
humanos, etc.
- Etc.

y otros derivados de cada solución que se proyecta como:


- Funcionalidad obtenida.
- Repercusiones medioambientales como: modificación de las venas líquidas superficiales
y subálveas, modificación de los usos y recursos del suelo, cambio de las condiciones
hídricas, cambios en las comunidades de vegetación, fragmentación de hábitats y
conectividad, afección sonora, modificación del paisaje, etc.
- Modificación de los asentamientos y costumbres humanas.
- Seguridad.
- Comodidad.
- Elasticidad de las soluciones.
- Permeabilidad territorial.
- Costo.
- Etc.

La cantidad de elementos y lógicas que intervienen hace que el diseño de este tipo de obras sea uno
de los más complejos de la ingeniería civil. En la mayoría de los proyectos se requiere la intervención
de equipos multidisciplinares de expertos en las distintas materias consideradas en el diseño.

Las herramientas informáticas proporcionan una ayuda inestimable al facilitar la integración de los
distintos datos con el modelo que se diseña y al permitir establecer en muy poco tiempo distintas
soluciones alternativas ante cualquier problema que se plantee, lo que facilita el diseño y evaluación
de cada situación.

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En los últimos años se ha producido un avance significativo, tanto en la metodología empleada para
el diseño, como en las velocidades de proceso obtenidas que a su vez libera de restricciones a la
metodología utilizable.

Figura 1. Situación antes y después de la actuación en un entorno de acusada


fragilidad medioambiental, en la que la mejora del trazado ha respetado la práctica
totalidad del arbolado existente. (Río Almonte. Cáceres)

2.- OBJETIVOS.

El objetivo que se pretende obtener al efectuar un diseño consiste en encontrar la solución más
adecuada entre todas las posibles, considerando todos los factores que condicionan el problema.

Dado que las obras lineales son elementos que requieren una determinada continuidad geométrica,
resulta que la decisión que se toma en un determinado punto para mejorar las condiciones puede
afectar negativamente a otros lugares próximos, en donde los condicionantes externos son muy
probablemente distintos y más rígidos, por lo que será necesario disponer de recursos que permitan
mover la geometría con soltura, respetando las adecuadas relaciones entre los distintos elementos
geométricos y, así, facilitar el análisis de las modificaciones y sus consecuencias.

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Uno de los aspectos más complejos que se presentan en el diseño es la determinación de la
importancia relativa entre los distintos factores que intervienen. Ello obliga a establecer umbrales y
rangos de certidumbre en la determinación de los pesos de ponderación.

Como expone el Proyecto COST 341 sobre fragmentación del hábitat causado por las infraestructuras
de transporte, la planificación de nuevas infraestructuras o mejora de las existentes, supone
considerar el coste económico de implantación, conservación y explotación y los efectos y las
ventajas de las inversiones. Aunque los efectos ambientales son difíciles de valorar estableciendo
solo factores económicos, con este fin se utilizan los principios que rigen el análisis de costes y
beneficios. Estos métodos se basan en cálculos económicos y se deben complementar con una
descripción de los beneficios tanto económicos como de otro tipo para poder disponer de un análisis
completo de las inversiones y sus consecuencias.

La determinación de estos valores es sencilla e inmediata cuando se consideran factores sujetos a


mercado, pero en numerosas ocasiones, como ocurre con muchos aspectos relacionados con el
medioambiente, la mayoría de los elementos que se evalúan no lo están, por lo que, cuando las
restricciones no están impuestas, se requieren métodos de trabajo basados en estudios de
sensibilidad.

Los estudios de sensibilidad precisan un conocimiento riguroso de la importancia relativa de los


factores que intervienen. Resulta que en numerosas ocasiones es muy complicado establecer dicha
importancia por la falta de conocimiento de las consecuencias derivadas de la actuación sobre los
mismos. Esto hace que en la balanza de la toma de decisiones aparezcan, en un platillo, factores que
podríamos llamar de plomo, es decir, de pesos concretos muy claramente definidos, como pueden ser
los que están sujetos a mercado y, en el otro platillo, factores que podríamos llamar de humo, sin
llevarnos a la presunción de que el problema es irresoluble, ya que según el principio de Boyle Mariot
el humo puede llegar a pesar más que el plomo.

El estado de conocimiento de la ciencia actual no permite establecer la importancia objetiva de la


repercusión que la actuación que se proyecta produce en determinados aspectos medioambientales y
cualquier decisión equivocada puede provocar en la sociedad una opinión que hace inclinar la
balanza hacia soluciones mucho más costosas, pero muy poco menos (o nada) agresivas.

En la actualidad existen dos filosofías aspirantes a la resolución del problema:

- Una basada en la rápida evaluación de las soluciones impuestas por el diseñador. La


rapidez es importante para que el diseñador no pierda la sincronización entre la
modificación efectuada y el resultado obtenido.

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- La otra filosofía consiste en introducir todos los datos necesarios para la resolución del
problema y dejar que el sistema lo resuelva aplicando algoritmos más o menos
complejos.

Evidentemente la solución está en una combinación de ambas, pero lo primero que es necesario
saber cual es el procedimiento para cada una de las fases del diseño en cada momento del avance
de las técnicas informáticas, porque, por ejemplo se podría pensar como primera filosofía aquella en
la que el diseñador suministra las coordenadas de los puntos singulares y el ordenador los refleja
rápidamente en la pantalla. Esto, que podría ser considerado ciencia-ficción hace 25 años, no es así
hoy.

La primera reflexión que nos hacemos consiste en saber en qué punto estamos hoy entre los
sistemas de soluciones impuestas y los sistemas de optimización automática. Prodríamos
preguntarnos ¿a qué distancia nos encontramos de HAL 9000, si es que no lo hemos rebasado?.

Esta pregunta nos la hicimos hace muchos años y el paso del tiempo nos ha demostrado que la gran
diferencia radica en la evaluación del problema.

Hay muchas cosas que en el pasado calificábamos como impensables y hoy se ha demostrado que
algunas eran simplemente producto de la ignorancia o de falta de medios. Los ordenadores han
mejorado en unas 20000 veces sus prestaciones en los últimos 25 años.

Es evidente que los extremos son malos, desde pensar que lo más seguro es hacerlo todo a mano, a
pensar que la mejor solución es que el sistema lo resuelva todo, que equivale a asumir que el
problema lo resuelve el diseñador del sistema, cuyas cualidades profesionales y criterios
desconocemos.

La primera solución tiene el inconveniente de que a los ritmos actuales el tiempo que se requiere
podría hacerla inviable, aparte de la necesidad de un profesional competente, grave inconveniente en
la época de mercantilización y de la economía en que vivimos.

La segunda se responde por si misma y tiene los graves inconvenientes de la evaluación de los datos
requeridos por el sistema y su significado, así como la necesidad de realizar el análisis de los
resultados obtenidos que, desgraciadamente, dadas las tendencias a aplicar al costo del problema el
costo de la resolución del mismo, estamos muy lejos de cumplir, ya que volvemos otra vez a la
necesidad del profesional competente.

Se debe distinguir entre comportamiento, tendencias y resultados, aspectos a considerar por el


proyectista que se pierden con la segunda filosofía de actuación.

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Estamos convencidos de que la solución consiste en emplear sistemas de optimización cuya eficacia
depende del número de datos introducidos y de su fiabilidad. Quizá necesitemos subsistemas que
analicen la fiabilidad y sensibilidad de los datos.

Llegar a la creencia de que el sistema informático lo resuelve todo puede conducir a que cualquier
indocumentado piense que puede resolver un problema con el auxilio del ordenador.

No podemos engañar a la gente ofreciendo sistemas que resuelven el segundo caso sin aclarar que
los problemas que se plantean se pueden resolver perfectamente de forma directa. Hay que tener en
cuenta la tendencia de estos sistemas a despreciar las soluciones suboptimas cuya condición, como
tales, depende enormemente de la calidad de los datos introducidos, volviendo nuevamente a la
necesidad de un análisis de la sensibilidad de los datos.

No sabemos si es peor la creencia de que un sistema informático no aporta nada nuevo a un buen
experto.

Las herramientas informáticas ayudan de forma inestimable canalizando la forma de actuar del
proyectista y facilitando el diseño. Para ello, se requiere un conocimiento profundo de la técnica de
diseño y unas características adecuadas de los recursos informáticos, que se analizan a continuación.

La informática puede ayudar proporcionando recursos que permitan clarificar la comparación de las
distintas soluciones alternativas, pero no para dar solución a la importancia de dichos factores,
solución que puede estar lejos de las técnicas normales de diseño.

El tema es complicado, pero a veces se encuentran soluciones sorprendentes, como ocurrió, por
sugerencia de un equipo de antropólogos, con la contratación de un brujo de una tribu de indios de
Panamá que consiguió cambiar el consentimiento de los dioses que protegían la ancestral montaña
sagrada de una tribu de indios de Colombia que bajo ningún motivo permitían pasar la carretera de
Cartagena a Turbo por sus proximidades y cuyas soluciones alternativas eran claramente
desfavorables. ¿Qué clase de datos habría que introducir en un sistema de optimización total?

3.- RECURSOS INFORMÁTICOS REQUERIDOS PARA UN BUEN DISEÑO.

Los recursos informáticos requeridos para un buen diseño se pueden resumir en los siguientes
apartados:

- Adquisición de datos. Sistemas de intercambio de información.

- Sistema informático de diseño.

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- Integración de la información.
- Interfaz. Flexibilidad de presentación. Presentaciones simultáneas. Presentación
de las opciones requeridas específicas para cada tipo de elemento tratado.
Velocidad de respuesta del modelo.
- Facilidades para el diseño.
- Tratamiento de la geometría.
- Planta.
- Alzado.
- Gestión combinada de planta - alzado.
- Capacidad de definición de la sección transversal.
- Simulación del recorrido.
- Análisis del movimiento de tierras. Consideración de canteras de aportación
de materiales y de vertederos. Detección de las distancias de transporte.

3.1.- Adquisición e integración de datos con el modelo diseñado. Sistemas de intercambio de


información.

La falta de disponibilidad de información adecuada provoca un obstáculo evidente para el correcto


estudio del problema.

La adquisición de la información pasa por disponer de sistemas capaces de interpretar los distintos
formatos en que se pueden presentar los datos y en adaptarlos al sistema con que se trabaje, de
forma que se permita su fácil manejo.

Se deben utilizar los llamados formatos neutros de intercambio, cuya misión es facilitar la transmisión
de datos de forma biunívoca entre los distintos sistemas de cálculo de trazado de obras lineales,
sistemas que no tienen que compartir necesariamente la misma filosofía de adquisición, pero que,
evidentemente, deben producir resultados equivalentes.

Los formatos de intercambio permiten un control racional de la información por parte de la


Administración y facilita el traspaso de la misma desde y hacia los proyectistas y, a su vez, sirve para
la comunicación entre ellos y entre ellos y los constructores. Evita tener que introducir de nuevo los
datos y, como consecuencia, la introducción de errores, independientemente del sistema de que se
disponga.

En la actualidad en España existen sistemas de intercambio de información adecuados que permiten


transmitir la cartografía de forma racional entre las distintas herramientas, pero no se valora la
diferencia entre un sistema de intercambio real y uno que no lo es, debido a la ignorancia de los
usuarios alimentada por la capacidad manipuladora de los vendedores de sistemas.

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El formato DXF utilizado normalmente tiene el grave inconveniente de que no es un formato de
intercambio, como se pretende, sino una versión en ASCII del fichero DWG, que, como buen sistema
de trabajo de un progama de diseño, contiene, no solo la información necesaria para la ubicación
geométrica de los elemento, sino toda la requerida para el manejo interno del sistema, lo cual, aparte
de poder llegar a aumentar el volumen necesario en 14 veces, tiene el grave inconveniente de
hacerlo dependiente de cada versión. Nos preguntamos de qué pueden depender las coordenadas de
la plaza de armas del Ayuntamiento de Utebo.

Los ficheros DGN al igual que los DXF son internos de una firma comercial, con el inconveniente
añadido de que no sólo está en binario, sino que el formato numérico de los datos depende del
sistema que los genera (UNIX, DOS, Windows, etc.). Lamentablemente sufrimos los efectos de la
Torre de Babel en algo tan sencillo como es la codificación de los elementos. La codificación utilizada
es, a menudo, caprichosa e inconsistente (se designan bajo el mismo código objetos que no tienen
nada que ver, llegándose al error de creer que semejante ambigüedad se puede corregir añadiendo
subcódigos, como espesores de pluma, colores, etc.). He llegado a oir que la codificación del Instituto
Geográfico Nacional es insuficiente ¿??

En cuanto al traspaso de la geometría del diseño, la situación está mucho peor. Alguna
administración española ha generado su propio formato de intercambio basado en las facilidades que
proporciona un determinado programa informático para su lectura. Otras se cierran totalmente al
intercambio de datos debido a la creencia de que con ello se puede evitar la modificación de los
proyectos. Nada más absurdo, puesto que la definición numérica de los mismos es obligatoria y lo
único que se está consiguiendo son pérdidas de tiempo y probabilidad de errores de un traspaso
manual.

Son las Instituciones, como la Asociación Técnica de la Carretera y no los fabricantes de programas,
quienes deberían dar solución a este problema, estableciendo un formato neutro de intercambio y
exigiendo su seguimiento.

Existen sistemas incipientes de transmisión de la geometría en planta, alzado y secciones


transversales del terreno que podrían ser adoptados.

3.2.- Sistema informático de diseño.

En cuanto a los requerimientos de las herramientas informáticas se consideran los siguientes


aspectos de tipo general que condicionan el trabajo:

- Integración de la información.
- Interfaz.
- Facilidades para el diseño.

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3.2.1.- Integración de la información.

Los sistemas de diseño requieren disponer y explotar los distintos modelos de datos que la técnica
permita, en concreto, para la cartografía y topografía se requieren modelos de líneas de nivel, donde
se incorporan líneas de rotura o cualquier otra línea en 3D, de malla, de triángulos, en banda
(modelos de superficie que trabajan por interpolaciones entre los perfiles transversales de un eje) y
mixtos entre los anteriores.

En los últimos tiempos se está produciendo avances significativos en la generación de modelos


mixtos de malla, alámbricos y de triángulos en los que se permite la integración del diseño realizado
en el modelo resultante del terreno, tratando millones de puntos en tiempo real sin requerir grandes
recursos de hardware. Este importante avance en velocidades de proceso permite la interpretación de
resultados y la detección de los errores propios de los datos y de la coherencia en el diseño realizado.
(Figura 2).

Figura 2. La detección de errores de diseño es muy rápida si el modelo 3D se


obtiene en tiempo real.

La integración del diseño con el terreno, la ortofoto o cualquier otro dato de conocimiento temático,
como geología, usos del suelo, hábitats, etc., permitiendo el cambio de una a otra representación de

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forma inmediata, facilita enormemente la toma de decisiones al considerar los distintos factores de
forma directa sobre el propio diseño. (Figuras 3 a 8).

Figura 3. Integración de la ortofoto con el modelo del terreno y el diseño.

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Figura 4. Integración de la geología con el modelo del terreno y el diseño.

Figura 5. Integración de las comunidades de vegetación con el modelo del terreno y


el diseño.

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Figura 6. Integración de la prioridad de hábitats con el modelo del terreno y el diseño.

Figura 7. Integración de los usos forestales con el modelo del terreno y el diseño.

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Figura 8. Integración de la litología con el modelo del terreno y el diseño.

3.2.2.- Interfaz.

Respecto a los requerimientos propios del interfaz o comunicación del sistema con el usuario, se
pretende que cualquier elemento que no sea fundamental no entorpezca el diseño ni la interpretación
de lo diseñado. Bastante complicado puede ser un problema para que se desvirtúe su enfoque por
requerimientos de tipo informático inadecuados e innecesarios.

El usuario no ha de estar pendiente de los recursos informáticos ni de la gestión del almacenamiento


de la información; todo esto, solo hace que se pierda atención a la esencia del problema de ingeniería
que se pretende resolver.

La modificación de la geometría debe ser muy rápida y cómoda, y la respuesta ante cualquier cambio
debe ser instantánea en los ordenadores normales de trabajo.

Para ello, en cuanto al interfaz se refiere, los requerimientos exigidos que permiten abordar con un
mínimo de condiciones cualquier problema que se presente son los siguientes:

- Representación inmediata del diseño en cualquier posición y escala.

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- Representación de la información cartográfica deseada en función de la escala de
presentación en pantalla. Esto permite interpretar la morfología del terreno sea cual sea la
escala de trabajo, lo que posibilita analizar los posibles corredores o zonas de paso en
trazados largos y/o en terrenos movidos. Se debe filtrar la información en función de la
escala de trabajo.

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Figura 9. La información que aparece en pantalla debe ser función de la
escala, lo que facilita la interpretación morfológica en cualquier situación.

Figura 10. La correspondencia entre todos los elementos representados


facilita la interpretación de su evolución.

- Presentación de las distintas vistas del modelo, planta, alzado, sección transversal y
representación 3D o de recorrido virtual en 3D de forma simultánea o bajo cualquier
configuración que permita la cómoda interpretación de los elementos del diseño. (Figura
10)

- Presentación de las opciones requeridas específicas para cada tipo de elemento tratado,
es decir, en cada situación sólo se debe presentar en pantalla, y a requerimiento del
usuario, las opciones posibles al tema que se esté tratando. El número de opciones
presentadas se debe reducir al mínimo estrictamente requerido, tratando de que la
superficie de pantalla dedicada al diseño sea la mayor posible.

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- Las respuestas ante cualquier resultado producto de la explotación del modelo deben ser
instantáneas y presentadas de forma simultánea si así se requiere, como puede ser la
información sobre los volúmenes de las explanaciones originado en cada momento. Si se
modifica la situación de planta, la adquisición de los perfiles del terreno se debe realizar
de forma dinámica en el mismo momento en que se han modificado los datos. Los
modernos modelos digitales permiten obtener los volúmenes sin la necesidad de realizar
postprocesos.

Figura 11. Respuesta inmediata del volumen del desmonte y terrapén (T y D)


ante un cambio de lcualquier elemento geométrico.

3.2.3.- Facilidades para el diseño.

Como principio fundamental, un sistema informático debe ser tal que consiga que la geometría sea
una herramienta para el que diseña, es decir, la geometría debe estar al servicio del que proyecta y
no al contrario. Se trata de que el proyectista dedique el máximo tiempo posible a diseñar y a evaluar
el resultado de las actuaciones sobre el modelo, reduciendo al mínimo estrictamente necesario el
dedicado a la modelización.

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Figura 12. Esquema de la metodología de trabajo.

Para ello el proyectista debe poder mover la geometría con soltura, de forma que cualquier
modificación de varios elementos de la planta (curvas con sus respectivas transiciones y rectas) se
debe conseguir en una sola gestión y de forma rápida y sencilla.

Figura 13.

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En la actuación que se presenta en la figura 13 se han estudiado todos los posibles corredores
válidos para comunicar dos comarcas. El estudio se ha realizado evaluando las posibles alternativas
con la precisión propia de un estudio previo de soluciones. La siguiente fase correspondería a la de
un estudio informativo. Este trabajo, en el que se contemplan unas cuarenta posibles soluciones, se
ha realizado en unos pocos días. Hubiese sido impensable realizarlo hace pocos años en el mismo
tiempo y con el nivel de detalle alcanzado en la elección de los corredores. (Figura 14).

(Figura 14).

Dadas las limitaciones inherentes al ser humano, sólo es posible conseguir la agilidad expuesta si,
además de poseer unos conocimientos mínimos de geometría, el sistema dispone de recursos
adaptados a la forma natural de concebir el problema por parte del proyectista.

En general, en terrenos movidos y con desniveles importantes, es la planta la que se mueve para que
proporcione el alzado deseado. Por ello, es conveniente que exista una presentación simultánea
entre curvaturas y geometría en alzado para obtener una correcta adaptación al terreno y un trazado
agradable desde el punto de vista del conductor.

Es evidente que la reducción de los volúmenes de movimiento de tierras, salvo que se diseñe de
forma irracional, lleva aparejada una menor modificación del entorno, tanto por la disminución de
superficies de taludes de desmonte y terraplén, como de las superficies ocupadas, lo que repercute
sobre la alteración de la capa edáfica, las longitudes de las obras de fábrica, los posibles volumenes

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de vertedero o préstamo y las afecciones de todo tipo como: erosión, percepción del paisaje, aguas
superficiales y subválveas, etc.

Desgraciadamente se está extendiendo la idea de que el ahorro del movimiento de tierras es una
simple cuestión económica y, por lo tanto, corrupta y rechazable.

La conveniente disminución del movimiento de tierras se consigue haciendo:

- Que los terraplenes, normalmente ubicados en las vaguadas, sean los estrictos para permitir el
paso del caudal de diseño del cauce, la permeabilidad respecto a la fauna y el mantenimiento de
la obra de paso.

Figura 15

- Que el material requerido para el relleno tipo terraplén, suponiendo que el terreno sea
aprovechable, se obtenga de los desmontes más próximos, normalmente situados en los frentes
contiguos al cauce, con objeto de reducir la distancia de acarreo del movimiento de tierras.

- Los radios y pendientes sean tales que se garantice el nivel de servicio establecido por la
normativa y la velocidad de proyecto del tramo coherente con la funcionalidad exigida.

- A cambio de un aumento de las pendientes se puede conseguir una reducción importante del
movimiento de tierras utilizando los principios de coordinación planta – alzado.

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Figura 16.- Principios de coordinación de planta alzado. La visual no discurre en
curva como alguno pudiera pensar al ver el longitudinal. La visibilidad es total y
equivale a la de un terreno horizontal.

- Cuanto más pequeño es el radio de la curva más capacidad de absorción tiene del acuerdo
vertical. Como a medida que se reduce el radio de la curva en planta, se reduce la distancia de
parada debido a la misma, el punto óptimo se produce cuando la distancia de visibilidad se
condiciona simultáneamente por planta y por alzado. (Figura 17).

Figura 17.

- En topografías normales y en zonas de sensibilidad medioambiental en las que la carretera


discurre a media ladera por la falda de la montaña, la parte más alta del desmonte se suele
encuentrar en la zona interior de la curva. En estos casos, al intentar mejorar la visibilidad

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utilizando despejes, puede aumentar tanto el movimiento de tierras como la altura del talud y,
posiblemente sea más conveniente aumentar la curvatura en planta, para conseguir la visibilidad
adecuada, reinvirtiendo parte del ahorro obtenido en aumentar la curvatura en planta para
conseguir la visibilidad adecuada sin necesidad de los despejes.

Para que una curva esté contenida en un plano, de forma simplificada y aplicando la potencia del
círculo, se obtiene (figura 18):

L2
Fv = Fh × p = ×p
4 × (2 × Rh − Fh )

Como Fh << 2 x Rh, se puede hacer:

L2
Fv = × p (1)
8 × Rh

Por otro lado:

L2
Fv =
4 × (2 × Rv − Fv )

Como Rv << 2 x Rv se puede hacer:

L2
Fv = (2)
8 × Rv
Igualando (1) y (2) se obtiene:

Rh
Rv = 100 ×
p

Que resulta de considerar “p” en %.

Figura 18

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Fórmula que no deja de ser una receta burda y chapucera, pero sencilla y eficaz.

El valor “a” del ángulo del plano en que está contenida la curva coincide con el peralte “p” cuando la
visual del observador discurre por la calzada en todo su recorrido.

Las herramientas de diseño deben disponer de una gran capacidad de definición de la sección
transversal.

La utilización de pequeños autómatas que realicen operaciones sencillas de controlar por el usuario
permite agilizar la modelización. Son de gran ayuda utilidades que permitan generar la proyección de
la rasante de un eje sobre otro manteniendo la pendiente de la calzada, la generación de anchos y/o
peraltes de un eje a partir de la geometría de un desplazado de otro eje, la generación automática de
los fondos de cuneta, rasantes de cunetas de pie de talud, asignación de taludes y modelos de
cunetas según sea la geología, la huella que deja un eje en el perfil de otro que converge o diverge
en sus proximidades, etc.

Opciones, como son la representación del dibujo en planta de las líneas que definen el modelo en
sección transversal, permiten analizar de forma sencilla la coherencia de los datos introducidos.

Se deben evitar aquellos autómatas que no correspondan con criterios prácticos de diseño, como por
ejemplo, la generación de determinadas dimensiones de una cuneta en función de la altura del talud.
Se puede llegar al absurdo de que donde menor necesidad hay de poner cuneta, como ocurre en el
punto más alto de un desmonte, en donde aun no hay caudal de aportación, el sistema proporcione la
mayor sección y donde más caudal existe se ponga la menor sección, como suele ocurrir en el los
extremos de los desmontes. La utilización de autómatas proporcionados por los sistemas informáticos
cuyo comportamiento no sea coherente con criterios racionales de diseño y lejos de las limitaciones y
buenas prácticas de una posible construccíón puede ocasionar graves problemas en la funcionalidad,
ejecución y conservación de las obras que se traduce en agresiones indeseadas al entorno. Cuando
más innecesariamente complicado es un proyecto, más probabilidades existen de que no sea
ejecutado de la forma que se ha definido.

Se debe tener en cuenta que el incremento innecesario de los anchos de ocupación, por la
ampliación de elementos de la sección transversal carentes de funcionalidad, acaba repercutiendo en
una afección innecesaria al entorno: bermas de ancho excesivo, taludes excesivos, bermas en
taludes carentes de funcionalidad, etc.

La simulación dinámica de la conducción supone una ayuda importante para el diseño. Para ello, el
sistema informático la debe generar de forma inmediata ante cualquier cambio de la geometría.
(Figura 19).

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Figura 19.

La disponibilidad de una emulación del recorrido, junto con la exposición de la visibilidad real y la
requerida según normativa en el momento en que se modifica el diseño, permite una identificación y
evaluación cómoda de la seguridad y comodidad, así como de las percepciones visuales del entorno
desde la carretera y desde este hacia la misma, lo que facilita el diseño de las actuaciones que
completen el proyecto (medidas correctoras).

La simulación del recorrido modificando la velocidad en función del radio de cada curva, así como el
ángulo de visión según el radio y la correspondiente velocidad específica, facilita la interpretación del
diseño situándonos en circunstancias similares a las de un hipotético conductor y, por tanto, su
analisis y posible rediseño.

No se debe perjudicar la funcionalidad exigida dedicando recursos de tiempo para representar


elementos supérfluos, (árbolado innecesario, animales, etc.) en detrimento del requerido para la toma
de decisones. Otra cosa es hacer representaciones cuyo objetivo sea canalizar a la sociedad las
bondades de las obras que se proyectan. Estas requieren las actuaciones posteriores de artistas que
sean capacez de movilizar los sentimientos del espectador.

La inadecuada compensación del movimiento de tierras es uno de los aspectos con clara repercusión
sobre el medio ambiente. El proyectista debe contemplar las compensaciones en la fase de diseño. El
problema no es tanto el costo, sino la repercusión de las mismas sobre el entorno.

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Se debe evitar la utilización de canteras de aportación de productos para rellenos tipo terraplén y de
vertederos externos a la obra. Para ello, si los productos de desmonte no son adecuados por tener
unas carácterísticas límites, se debe estudiar su utilización confinándolos de forma que mejore su
comportamiento con actuaciones complementarias (geotextiles, arropamiento de materiales mejores,
drenajes, etc), es decir, se deben aprovechar como sea los materiales de la excavación. Deberán
estudiarse soluciones que reduzcan el terraplén, o bien utilizar dichas tierras para ejecutar las
pantallas acústicas requeridas, y si no hay más remedio se pueden arropar en los terraplenes
creando taludes más tendidos que mejoren la integración paisajística.

Figura 20.

Los sitemas informáticos tienen la capacidad de realizar integraciones rápidas y optimizaciones que
pueda controlar el usuario como son las consideraciones de los coeficientes de paso de desmonte a
terreplén y producir informes de las posibles descompensaciones.

Este tipo de ayudas son muy útiles en la fase de diseño, y también en la de construcción. Durante la
ejecución de las obras es importante conocer el movimiento de tierras que falta por hacer, ya que
puede ocurrir que se produzcan desajustes en las compensaciones por muchos motivos:
imprecisiones del proyecto, como pueden ser errores topográficos o diferente aprovechamiento de los
diferentes materiales, modificaciones posteriores del terreno o condiciones climáticas que impiden
aprovechar materiales susceptibles al agua, con los que incialmente se consideraba su utilización.

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Es mucho más sencillo de lo que parece que el proyectista haga una previsión de las posibles
modificaciones del trazado que, sin afectar al contrato ni a las expropiaciones, permitan respetar los
criterios de diseño establecidos en el proyecto y, a su vez, adecuar el movimiento de tierras para
obtener soluciones menos agresivas y más económicas.

Figura 21.

En la figura 20 se representan, para un eje, los diagramas morfológicos y rectangulares


correspondientes, (en la parte superior los desmontes y en la inferior los terraplenes). Se representa
el diagrama de masas. En la imagen se aprecia que solo se ha realizado la compensación en
transversal.

En la figura 21 se presenta una compesación automática que optimiza en costos los movimientos de
desmontes a terraplenes, permitiendo los posibles movimientos definidos por el usuario. En este caso
se presenta el resultado final del diseño informando de los desmontes sin compensar y el diagrama
de masas correspondiente a tal situación. Esto mismo se obtendría en la fase de ejecución de las
obras en la que se pueden analizar las modificaciones de geometría más adecuadas que permitan
resolver el problema.

4.- EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS.

Los sistemas de diseño proporcionan parámetros de tipo general que permiten evaluar unas
soluciones respecto de otras, así por ejemplo:

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- Aquella solución que tenga menos movimiento de tierras compensado y con distancias de
transporte mínimas será menos agresiva con el entorno y producirá menos contaminantes
durante la construcción.

- Aquella solución que presente menor superficie de ocupación, tendrá una repercusión
menor sobre la capa edáfica.

- Aquella solución que presente menos superficie de talud en desmonte, será menos
agresiva sobre la modificación de las venas líquidas, superficiales y subálveas, una de las
causas más importantes de las modificaciones del equilibrio medioambiental.

- Aquella solución que tenga menores incrementos de cota, producirá menos consumo de
energético y, por tanto, menos emisión de contaminantes (humos, grasas, ruidos, etc.).

- Se deben reducir los préstamos y vertederos a los estrictamente necesarios, ya que


generan mayor agresión al entorno.

- Se debe considerar la permeabilidad transversal para todas todas las circunstancias y se


deben resolver en cualquier caso.

- Todo ello el proyectista debe equilibrarlo con las prescripciones de partida.

- Cuando el plato de la balanza cae descaradamente del lado de los costos, conviene
replantearse si ello se debe a unas exageradas exigencias medioambientales o a unas
exageradas prescripciones iniciales. Este es uno de los casos en los que una evaluación
con las condiciones iniciales revisadas puede dar una idea clara de la situación, aunque
no se tenga la absoluta seguridad de que el platillo del humo esté correctamente
evaluado. Esto quiere decir que si reduciendo la velocidad de 70 a 60 Km/h, por poner un
ejemplo, se consigue una mejora teórica de las condiciones medioambientales de 1 a 10,
poco debería importar el grado de oscuridad del platillo del humo, es decir, de la
evaluación de aspectos medioambientales, y es evidente que se están suministrando
datos importantes a los responsables de tomar la decisión.

5.- CONCLUSIONES.

La utilización de los medios informáticos permite el análisis de sensibilidad jugando con la variación
de los resultados en función de la variación de los datos.

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El responsable de generar los pesos asignados a cada factor de ponderación es precisamente el
sistema de modelización y evaluación del modelo, por lo que no hace falta decir la importancia de
disponer de un buen sistema y utlizarlo adecuadamente.

El buen diseño es el que analiza todas las soluciones posibles en las situaciones problemáticas, y si
se dispone de un sistema ágil que permita introducir modificaciones con facilidad se puede llegar a
resultados óptimos.

Entendemos que la única forma racional de actuar en la situación actual consiste, en cada momento
del diseño, en evaluar las mejoras e inconvenientes que se producen al modificar el mismo, es decir,
se trata de diseñar, modelizar y evaluar el resultado obtenido y, como consecuencia de ello, volver a
diseñar, modelizar y evaluar, actuando de forma interactiva hasta que la precisión de la información
no propocione diferencias apreciables en el resultado obtenido en la última iteración, diferencias que
deben ser coherentes con la precisión de los datos, que a su vez se ha establecido de acuerdo al
nivel de decisiones a adoptar.

Como conclusión, podríamos decir que diseñar carreteras no es tan fácil como a alguno le puede
parecer. Requiere fundamentalmente dedicación, cariño a la naturaleza y profesionalidad.

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