Captruto IL
LA PREVENCION A TRAVES, DEL |
‘TRATAMIENTO REHABILITADOR
1. Dp “NADA PUNCIONA” A LA REHABILITACION DS LA “REHABILITACION”
1. La discusién sobre el funcionamiento del tratamiento reha-\
bilitador
La criminologia positivista de finales del siglo XIX asocié el
padecimiento de enfermedades mentales con la delincuencia,
y algunas de las primeras formulaciones criminologicas pre-
Sentaban a la delincuencia como la consecuencia de defectos
psicdlogioos individuales. Aunque algunas de estas posicio-
ESsaicon lugar a opciones politico-preventivas radicales de
claras connotaciones discriminatorias y racistas, como la es-
terilizacién de los enfermos mentales y otras soluciones euge-
nésicas, desde una perspectiva mas positiva este modelo ted-
rico planteaba la posibilidad de prevenir la delincuencia por
medio de la cura psicologica. Igualmente, los planteamientos
mas sociolégicos de tipo positivista aludian a deficits sociales
los delincuentes susceplibles dé-ser paliados por medio
de trabajo social, mientras que Ia orientacién religiosa que
sustentaba buena parte del correccionalismo del siglo XIX
principios del siglo XX también subrayaba la importancia del
perdén y la posibilidad de reforma del delincuente. .
Estos planteamientos tuvieron un enorme impacto en los
discursos sobre los fines de la pena y en las practicas
ticas-penivenciarias durante el siglo XX. El fin de la réclusién
enitendiaris, y en general de Ia pena, durante este periodo Se
plasmé en la re izacion det de iente por medio de inter-130 Junnvo Mepis Ariza
venciones rehabilitadoras. El tratamiento, asi, se ofrecia como
parte de las penas privativas de libertad o como alternativa alas
mismas. En nuestro pais, el art. 25 de la Constitucion establece-
que “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad
estaran orientadas hacia la reeducacién y reinsercién social”, lo
cual da cabida al desarrollo de intervenciones psicosociales en.
el texto de la ejecucién de las sanciones penales.
las teorias psicologicas del delito se encuentran en.
unt thpesie de nueva Spoca dorada y, en parte, ello ge debe a
Jos avances en la psicologia de la rehabilitacion. En Espana,
Caen oe ge niuiense hacen investigacion crimindlogica
son psicélogos, y fuera de nuestras fronteras, gracias al im-
pacto de disefios longitudinales en el estudio de la delincuen-
cia, se ha podido observar un creciente interés en modelos
teéricos que incorporan, sobre todo, nociones pertenecien-
tes al campo de la psicologia evolutiva. En cuanto a modelos
tedricos, también se ha podido percibir un lento desarrollo
en el que se pasé de modelos fuertemente influenciados por
nociones psicodinamicas, a principios del siglo XX, a una si-
tuacién en la que la mayoria de los modelos preventivos de
tratamiento estan fuertemente inspirados por los principios
de teorias conductual-cognitivas.
El grado en que el ideal rehabilitador como principio politi-
co-criminal atin subsiste es, en cambio, una cuestién distin-
tay que ha dado Iugar a bastante controversia. Como Ward y
Marana (2007) seRalan:
“La idea de rehabilitacién, incluso el propio término, tiene algo
de anacrénico y rancio, como si perteneciera a otra época en la
aque la sociedad compartia una visién comin del mado ‘correcto?
(y sin duda también del modo ‘equivocado’ de vivir. Quien tiene
elderecho de deciries a otros como deben vivir? ¢Camo puede un
psicélogo clinico de clase media atreVerse a sermonear sobre el
bien y el mal a un grupo de jévenes marginados y procedentes
de los guctos? Si alguien quiere violar la ley, es su decisi6n enc?
Si cligen,delinguir tienen que pagar por ello.