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CENTRO DE ARTE Y CULTURA

DIFUSIÓN CULTURAL

PROGRAMA FORMAR CULTURA ARTÍSTICA UNIVERSITARIA

LA HISTORIA VISTA POR…

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA-400 ANIVERSARIO DE SU MUERTE


GENIO Y MODESTIA
Con motivo de una de las efemérides más importantes de esta década en el mundo literario, conmemoramos el 400 aniversario de la
muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, quien contribuyera al engrandecimiento de la lengua española por su obra maestra "El
Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha". Esta novela, publicada en el año 1605, logró consolidar nuestro idioma español y su autor
llegó a la cima de la gloria de la Literatura Universal, compartiendo honores con Homero, Dante y Shakespeare.

ZULEMA HANI A. CARLOS E. RODRÍGUEZ ARANGO


Coordinadora Programa Difusión Cultural Coordinador Centro de Arte y Cultura
Los trabajos de La Española Inglesa El Licenciado Vidriera Rinconete y Cortadillo El Ingenioso Hidalgo Don
Persiles y Segismundo Quijote de la Mancha

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA


La fuerza de la sangre El Amante Liberal El Celoso Extremeño La Galatea La Gitanilla
CERVANTES: GENIO Y
MODESTIA
Para la conciencia literaria de la mayoría, Cervantes es,
simplemente, el autor del Quijote. Y con razón: quien conociera sólo el
resto de la obra cervantina no imaginaría que junto a ella figurara
también el Quijote, tanto por su peculiaridad de tema como por su
calidad.
Cervantes no llegó a estar seguro de ser un gran escritor por el
Quijote, y siguió hasta el fin de su vida obstinado en ser un literato de
calidad y prestigio, porque el Quijote, tuvo un gran éxito de público,
pero no de crítica. Supuesto retrato de Miguel de Cervantes, atribuido a J. de Jáuregui.
Aunque no sea auténtico, su puesto de honor lo ha consagrado como la
imagen imborrable de Cervantes.
Real Academia Española, Madrid.
El Quijote, fue celebrado y difundido en su época, pero no a título de
literatura, sino como un entretenimiento popular. El Quijote es una
obra menor en muchos sentidos, pero, por algunas de las
misteriosas razones por las que existe la literatura, esa obra
menor, queda como la mayor del Siglo de Oro español y una de las
más atractivas y recordadas creaciones de la literatura universal.

Grabado de la edición del «Quijote» impresa por A. Sancha en 1798.


Don Quijote se indigna al ver componer, en Barcelona, el falso
segundo tomo de sus aventuras, de cuya publicación ya sabía -y que,
en la realidad histórica, no fue reeditado entonces, ni en Barcelona ni
en ningún sitio.
Cervantes, llevó una vida modesta y desdichada, nunca vida de
escritor, ni aun después del éxito del Quijote, desde su primera parte
(1605).
Miguel de Cervantes Saavedra ( Cerbantes, solía firmar él, pero se
imprimía Cervantes) nació en 1547, en Alcalá de Henares, hijo de un
hidalgo como don Quijote, pero pobre. Su padre, era un modesto
cirujano, como se llamaba entonces al practicante que sangraba y
hacía pequeñas curas, generalmente a las órdenes de un médico , el
cual no tocaba al enfermo, sino para tomarle el pulso. Con ese padre
perseguido por deudas, la familia Cervantes, pasa a Valladolid y a
Madrid.
Cervantes, no asiste a la Universidad, fue criado de monseñor
Acquaviva, y después se alistó como soldado en los tercios que
embarcarían para combatir en la batalla de Lepanto (1571).donde
combatió valientemente a pesar de estar enfermo quedando torpe
La Batalla de Lepanto, por A. Vicentino. Palacio Ducal, Venecia.
de la mano izquierda, y por la que le quedó definitivamente el apodo Cervantes, en la batalla de Lepanto, a pesar de estar enfermo y con
de "El Manco de Lepanto". mucha fiebre, subió a cubierta a luchar contra los turcos, en combates
al abordaje, donde fue herido.
Cervantes desempeñó pequeños y pesados cargos. En 1597, por
quebrar al banquero depositario de sus fondos, fue a la cárcel de
Sevilla, y allí, como diría él mismo, fue donde inventó el Quijote.
Miguel de Cervantes, probó la literatura, en sus dos posibles
mercados, el teatro y la narrativa: entre 1582 y 1587 escribió, y en
algunos casos estrenó dramas y tragedias: Los tratos de Argel y el
Cerco; dejó la dramaturgia hasta las “8 comedias” publicadas en
1615, junto con otros ocho entremeses, en volumen de obras no
representadas y que datan de un período posterior. No se sabe si
por entonces comenzó a escribir las narraciones breves, que
luego en número de doce, publicaría en 1613, solo se sabe que
Rinconete y Cortadillo es anterior a 1605 porque se menciona en el
primer Quijote, aun sin haberse publicado.
En 1585, aparece su primera parte de La Galatea, una novela
Portada de la primera edición de La Galatea, impresa en Lisboa en pastoral, cuya segunda parte no fue publicada nunca.
1590. Biblioteca de Cataluña, Barcelona.
El convencional género narrativo de la clase alta, pasto de sueños
sentimentales en atmósfera de evasión bucólica, entre pastores y
pastoras bien lejanos de la realidad ganadera.
En 1605, en Valladolid, recién publicado el primer Quijote, la muerte a
estocadas y de noche, de un caballero que salía de su casa dio lugar
a un proceso, por el que se entrevé demasiado sobre la vida de
algunas de “las Cervantas”, como llamaban a su esposa, hermana y
presunta hija de Cervantes. Desde allí, siguiendo a la corte, la familia
Cervantes regresa a Madrid, donde estará hasta su muerte, en 1616.

Portada de la primera edición conocida del Quijote, impresa por Juan de la Cueva
en Madrid, en 1605. El emblema del frontispicio ”Espero la luz después de las
Tinieblas”, era del impresor, pero pudo aplicarse al caso de Cervantes, que pasó
de la oscuridad a la fama con este libro. Biblioteca de Cataluña, Barcelona
ÚLTIMOS
AÑOS
En 1587, viaja a Andalucía como comisario de provisiones de
la Armada Invencible. Durante los años como comisario,
recorre una y otra vez el camino que va de Madrid a
Andalucía, pasando por Toledo y La Mancha (actual Ciudad
Real). Ese es el itinerario de Rinconete y Cortadillo. Se
establece en la ciudad de Sevilla el 10 de enero de 1588,
desde donde recorrerá pueblos como Estepa, Arahal,
Marchena y La Puebla de Cazalla recogiendo productos
como aceituna, trigo y cebada como comisario de abastos
de los barcos reales.

Rinconete y Cortadillo
A partir de 1594, será recaudador de impuestos
atrasados (tercias y alcabalas), empleo que le acarreará
numerosos problemas y disputas, puesto que era el
encargado de ir casa por casa recaudando impuestos,
que en su mayoría iban destinados a cubrir las guerras
en las que estaba inmiscuida España. Es encarcelado en
1597 en la Cárcel Real de Sevilla, entre septiembre y
diciembre de ese año, tras la quiebra del banco donde
depositaba la recaudación. Supuestamente Cervantes se
había apropiado de dinero público y sería descubierto
tras ser encontradas varias irregularidades en las
cuentas que llevaba. En la cárcel «engendra» Don Quijote
de la Mancha, según el prólogo a esta obra. No se sabe si
con ese término quiso decir que comenzó a escribirlo
mientras estaba preso o, simplemente, que se le ocurrió
la idea allí.
Sancho Panza en su Gobierno
Por entonces inicia su carrera dramática Miguel de
Cervantes sobre postulados renacentistas y clasicistas:
respeto a las tres unidades aristotélicas y no mezclar lo
trágico y lo cómico, como recomendaba Horacio en su
Epístola a los Pisones o Arte poética. Cervantes amaba el
teatro desde su niñez (en el Quijote abunda el diálogo).
Arriesgó algunas innovaciones (reducir las comedias a
tres actos, utilizar personajes alegóricos). Como
dramaturgo Cervantes sobresalió en un género: el
entremés, así como en las comedias en que describe sus
experiencias personales como esclavo cautivo de los
musulmanes en Argel: El trato de Argel, su refundición
Los baños de Argel y La gran sultana, que figuran dentro
del subgénero denominado "comedia de cautivos".
También pueden considerarse obras maestras su
tragedia El cerco de Numancia (1585) y la comedia El
rufián dichoso. Hace poco se ha recuperado una tragedia
De lo que le pasó a don Quijote con su sobrina y con su ama, y es uno de los que se consideraba perdida, la Jerusalén, también
importantes capítulos de toda la historia.
notable.
En 1604 se instala en Valladolid (por aquel entonces Corte
Real —desde 1601— de Felipe III. El mismo año 1604
Antonio de Herrera y Tordesillas, Cronista de Indias y
Censor de la obra de Miguel de Cervantes, autorizó la
impresión. Y en enero de 1605 publica la primera parte de
la que será su principal obra: El ingenioso hidalgo don
Quijote de la Mancha. Ello marcó el comienzo del realismo
como estética literaria y creó el género literario de la
novela moderna, la novela polifónica, de amplísimo influjo
posterior, mediante el cultivo de lo que llamó «una
escritura desatada» en la que el artista podía mostrarse
«épico, lírico, trágico, cómico» en el crisol genuino de la
parodia de todos los géneros. La segunda parte no
aparece hasta 1615: El ingenioso caballero don Quijote de
la Mancha. Ambas obras le ganan un puesto en la historia
de la literatura universal y convierten a su autor, junto
con Dante Alighieri, William Shakespeare, Michel de
Montaigne y Goethe en un autor canónico de la literatura
occidental. Los baños de Argel
Entre las dos partes del Quijote aparecen en 1613 las
Novelas ejemplares, un conjunto de doce narraciones
breves, compuestas algunas de ellas muchos años antes.
Su fuente es propia y original. En ellas explora distintas
fórmulas narrativas como la sátira lucianesca (El coloquio
de los perros), la novela picaresca (Rinconete y
Cortadillo), la miscelánea (El licenciado vidriera), la novela
bizantina (La española inglesa, El amante liberal) o, incluso,
la novela policíaca (La fuerza de la sangre). De dos de
ellas, como por ejemplo El celoso extremeño, existe una
segunda redacción testimoniada por el manuscrito llamado
de Porras de la Cámara, descubierto y en breve destruido
en el siglo XIX. Solo esta colección de novelas habría
podido en sí misma haberle creado un puesto muy
destacado en la historia de la literatura castellana.

Interior del caserón de los Medrano en Argamasilla de Alba, donde, en el siglo XIX,
algunas tesis sostienen que estuvo preso Cervantes.
La crítica literaria fue una constante en su obra. Aparece
en la Galatea, en el Quijote y a ella le consagró el Viaje del
Parnaso (1614), extenso poema en tercetos encadenados.
En 1615, publica Ocho comedias y ocho entremeses nuevos
nunca representados, pero su drama más popular hoy, La
Numancia, además de El trato de Argel, quedó inédito
hasta el siglo XVIII.
Un año después de su muerte, aparece la novela Los
trabajos de Persiles y Sigismunda, cuya dedicatoria a
Pedro Fernández de Castro y Andrade, VII Conde de
Lemos, su mecenas durante años, y a quien están también
dedicadas la segunda parte del Quijote y las Novelas
ejemplares.
Casa que ocupó el escritor en Valladolid entre los años 1604 y 1606 y que coincidiría
con la publicación de la primera edición del Quijote, en 1605. Aquí trabajaría en la
segunda parte de la novela y escribiría además El coloquio de los perros, El
licenciado Vidriera o La ilustre fregona. Actualmente es un museo.
MUERTE Y
TUMBA
Cervantes fallece en Madrid a la edad de 68 años de
diabetes, en la conocida Casa de Cervantes, situada en la
esquina entre la calle León y la calle Francos, en el ya
citado barrio de las Letras o barrio de las Musas, en el
entorno del conocido Madrid de los Austrias. Cervantes
deseó ser enterrado en la iglesia del Convento de las
Trinitarias Descalzas, en el mismo barrio, ya que cuando
fue llevado preso en Argel, la congregación de los
trinitarios ayudó, hicieron de intermediarios y recogieron
fondos para que él y su hermano Rodrigo fueran liberados.
Convento de las Trinitarias Descalzas
El convento actual fue construido en distintas fases. En el
momento en que Cervantes fue enterrado allí, el convento
tenía una capilla pequeña con acceso por la calle Huertas,
pero posteriormente fue edificada una iglesia mayor en el
mismo sitio y se trasladó a este nuevo templo a las
personas que se encontraban enterradas en el anterior. El
cuerpo de Cervantes también fue trasladado pero se
desconoce el lugar exacto en el que se encuentra.

Placa esculpida dedicada a Miguel de Cervantes en la


fachada norte del Convento de las Trinitarias de
Madrid, en donde fue enterrado.
ASPECTO
FÍSICO

Cervantes fue retratado en su tiempo por el pintor Juan de


Jáuregui. Sin embargo, ningún retrato existente puede
identificarse con el de Jáuregui. Si bien pasada la fecha de
su fallecimiento pueden encontrarse multitud de retratos
del escritor, ninguno es auténtico. El único "retrato"
auténtico, y la única alusión al perdido retrato de Jáuregui,
se encuentran en la auto descripción que el autor colocó al
principio de sus Novelas ejemplares, que se publicaron en
1613, cuando Cervantes tenía 66 años.

Ilustración de Salvador Dalí para una edición de El Quijote.


...El cual amigo bien pudiera, como es uso y costumbre,
grabarme y esculpirme en la primera hoja deste libro,
pues le diera mi retrato el famoso don Juan de Jáuregui,
y con esto quedara mi ambición satisfecha, y el deseo de
algunos que querrían saber qué rostro y talle tiene quien
se atreve a salir con tantas invenciones en la plaza del
mundo, a los ojos de las gentes, poniendo debajo del
retrato: Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello
castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y
de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de
plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los
bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos
ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal
acondicionados y peor puestos, porque no tienen
correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre
dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes
blanca que morena, algo cargado de espaldas, y no muy
ligero de pies.
Don Quijote, por Pablo Picasso (1955)
Este digo, que es el rostro del autor de La Galatea y de Don
Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso,... y
otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el
nombre de su dueño. Llamase comúnmente Miguel de
Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y
medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las
adversidades. Sufrió en la batalla naval de Lepanto una
herida en la mano izquierda, herida que, aunque parece
fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la
más memorable y alta ocasión que vieron los pasados
siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de
las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra,
Carlo Quinto, de felice memoria.

"Don Quijote, Sancho y sus animales, derrotados", Gustave Doré (1863)


EL
QUIJOTE
La profunda realidad del personaje ha hecho que el famoso
caballero "Don Quijote de la Mancha" se convierta en el
símbolo universal de la lengua española.
Por la capacidad de haber creado una fábula y una serie de
personajes en los que caben los defectos, las virtudes, las
debilidades y aspiraciones de la vida humana, Miguel de
Cervantes mereciese el título de "Príncipe de los Ingenios
Españoles".
La obra se presenta en dos partes, separadas por un
intervalo de diez años en su redacción; pero lo que luego se
llamaría primera parte era la única que Cervantes tenía
Una crítica de los «best-sellers», con hoguera para casi todos: así actúa el cura, clara intención de hacer cuando la publicó y por eso
como buen crítico literario. A la derecha «El cura y el barbero juzgan los libros de
don Quijote para quemarlos», por J. Segrelles. apareció dividida en cuatro partes, sin pensar en otra
Col. Part. Madrid. segunda parte: el segundo Quijote fue ocurrencia posterior.
La producción del Quijote es la respuesta del autor a hechos
exteriores e imprevisibles, a medida que escribía; algunos hechos no
del todo sorprendentes, como el éxito, que animó a Cervantes a
escribir otro volumen; otros más difícilmente imaginables, como la
aparición de una falsa segunda parte del Quijote, que hace al héroe a
modificar su itinerario y se convierte en referencia y aun en
elemento interno del libro. Pues ésta es la consecuencia estructural
de ese carácter improvisado de la creación del Quijote: la obra, que
ya empieza por ser metaliteratura en cuanto es parodia de un
género literario, los libros de caballería tan de moda entonces, se
irá haciendo cada vez más compleja en sus niveles de literatura
dentro de la literatura- a partir de cierto momento, como supuesta
traducción de un original árabe.
El Quijote, aún totalmente alucinado, de la primera salida vela sus armas
en lo que cree un castillo: probablemente su celada, con armazón de
alambres y cartones, debía ser peor que en esta pintura de J.
Segrelles. Museo de Bellas Artes, Valencia.
Don Quijote es un libro inmortal, armonioso, agradable, el más
admirable que se ha escrito en lengua castellana y quizá en todas
las lenguas. La elegancia, la poesía, la filosofía práctica, la nobleza
de ideales y dominio del buen decir son las características de esta
obra literaria.
Posee la virtud de transportar el ánimo a las elevadas regiones del
goce estético; no se encuentran palabras ociosas ni pensamientos
triviales y en el que la forma expresiva alcanza límites de belleza
jamás igualados y es tan esencial como la idea desarrollada o el
cuadro pintado en cada paso.
Probablemente no existe libro donde se haya derrochado
paciencia, ingenio y tinta de imprenta que en el del Quijote.
Don Quijote leyendo libros de caballerías, grabado de G. Doré para la
edición francesa impresa en París en 1863. Biblioteca Nacional, Madrid.
Como tantos lectores de aquellos tiempos, y de otros algo anteriores a
nuestra actualidad, don Quijote veía como real lo que leía: una situación
hoy reservada a la televisión.
UNA POSIBLE
NOVELA EJEMPLAR
Fue en la cárcel de Sevilla, donde pasó una temporada en 1597,
por culpa de la quiebra del banquero depositario de los
impuestos que él andaba cobrando. El héroe de Lepanto había
llegado a la cárcel por servir a su Majestad: el aspirante a la
gloria literaria llevaba no pocos años en silencio, tras su
época de discreta actividad dramática, y tras el semifracaso
de la «Galatea».
La idea concebida en la cárcel, pone en marcha la historia. Se
tiene la impresión de que Cervantes, inicialmente, sólo pensó El más grave temor de don Quijote: que sus hechos no fueran
historiados con fidelidad y respeto, sobre todo, en cuanto a su amor
componer una narración breve, del tamaño de las «Novelas por Dulcinea.
Ejemplares». Litografía por C. Nanteuil para una edición de 1845.
Biblioteca Nacional, Madrid.
Cervantes no pensó en simbolismos, su obra tenía que ser
extraordinaria, tenía que contener las más variadas enseñanzas y la
diversidad de pensamientos.
Cervantes, pretendiendo ridiculizar las necedades de los libros de
caballerías, escribió el más aventurero libro que se ha escrito
jamás; y por encima de su voluntad e independientemente de ella, al
crear «el más gracioso loco que vieron los siglos», puso en él toda
su alma. Cuando Don Quijote no desvaría, habla por su boca el genio
de sus autor y hace esos discursos extraordinarios de que está
conformada toda la obra.
Y cuando le domina la locura, es la locura más noble de las
locuras, puesto que es la locura de sentirse liberador y mecenas de
todos los desvalidos, de los menesterosos, de los tristes y
perseguidos. Y aunque esa locura, en su manifestación, no es la más
Don Quijote cenando en la venta», por C. Valero, siglo XVIII.
sublime, siempre será la más auténticamente humana.
Museo del Prado
Por no romper la celada de fabricación doméstica, don Quijote acepta que
le den de comer y beber otras manos, improvisando peculiares artilugios.
Aparte de los inigualados primores de forma, el verdadero y único
secreto del Quijote y su encanto mayor residen en que, en el fondo,
es una obra genuina y tremendamente humana.
Don Quijote nació para sepultar bajo el peso del ridículo todo cuanto
de absurdo, de grotesco y de mal gusto existía en los libros de
caballerías; pero no para acabar con lo que tenían de noble y
hermoso las leyendas caballerescas. Cervantes llega a señalar las
cualidades que a su juicio debería reunir un libro de caballerías
sensato y bien escrito. Las maravillosas páginas del Quijote palpitan
a impulsos del idealismo y que es un homenaje y un encendido elogio
al elevado culto del honor, de la dama, y de la cortesía, de que hacían
profesión los andantes caballeros.
Don Quijote y Sancho Panza de camino, grabado de G. Doré para la
edición francesa impresa en París en 1863. De nuevo Doré da al
«Quijote» la atmósfera romántica, aunque no muy española, que
corresponde al ahondamiento de su comprensión en el siglo XIX.
Biblioteca de Cataluña, Barcelona.
Cervantes empieza su admirable historia llevándonos a «un lugar de
la mancha» de cuyo nombre no quiere acordarse.
En ese lugar incógnito de la Mancha presenta Cervantes a su héroe:
un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y
galgo corredor. Su edad frisaba con los cincuenta años, y era de
complexión recia, flaco, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo
de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o
Quesada, aunque por conjeturas se deje entender que se llamaba
Quijano. Dueño de una hacienda, vivía con una ama que pasaba de
los cuarenta años, una sobrina que no llegaba a los veinte y un mozo
de campo y plaza. Este hidalgo leía libros de caballerías con afición y
gusto, que enfrascado siempre en su lectura se le pasaban los días
y las noches, hasta que, del poco dormir, se le secó el cerebro de
Don Quijote y Sancho ante las tres aldeanas, grabado de Schall, siglo XVIII:
manera que perdió el juicio.
en el relato las tres aldeanas serían menos atractivas que en este
grabado: don Quijote tuvo que echar la culpa a los encantadores de
estropearle su visión de Dulcinea y sus doncellas.
Biblioteca del museo de artes decorativas, París.
De todo aquello que leía, su fantasía y su imaginación eran tan
firmes, que se convertía en verdad toda aquella máquina de soñadas
invenciones, que para él no había otra historia más cierta en el
mundo; y, dando en el más extraño pensamiento, le pareció
conveniente y necesario, así para el aumento de su honra como para
el servicio de la república, hacerse caballero andante e irse con sus
armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en aquello
que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban,
deshaciendo todo género de agravio y poniéndose en ocasiones y
peligros donde, acabándolos, cobrarse eterno nombre y fama.

«Sancho Panza y su asno», por J. Moreno Carbonero. Aquí el burro de


Sancho es más gris que «rucio», según correspondería al texto.
Museo Provincial de Bellas Artes, Sevilla.
Pensando que un caballero andante sin amores era un árbol sin
hojas, ni fruto y cuerpo sin alma, se dio a entender que no le
faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse y
ante la cual pudiera mandar que fueran a postrarse los vencidos
por él en singulares batallas, y le pareció bien dar el título de
señora de sus pensamientos a una moza labradora natural del
Toboso, lugar cercano al suyo, de quién él un tiempo anduvo
enamorado y que se llamaba Aldonza Lorenzo. Sustituyó este
nombre por el de Dulcinea del Toboso.

«Dulcinea del toboso», por C. R. Leslie, siglo XIX. Museo Victoria y


Alberto, Londres. Dulcinea –es de suponer- cuando el hidalgo Alonso
Quijano estuvo enamorado de ella sin que ésta lo llegara a saber: no
cuando don Quijote, años después, se echó al camino invocándola como
señora de sus pensamientos.
Hallándose en el campo, le asaltó el terrible pensamiento de
que no era armado caballero, por lo que, conforme a la ley
de caballería, ni podía ni debía tomar armas con ningún
caballero. Tal pensamiento le hizo titubear en su propósito;
más pudiendo su locura más que otra razón alguna, propuso
hacerse armar caballero del primero que topase, a
imitación de otros muchos que así lo hicieron.

Agua a las manos, en ambiente de ridículo cruel. «Don Quijote en casa de los
duques», por C. Giner y Vidal, siglo XIX.
Museo de BELLAS Artes, Valencia.
En este tiempo solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo,
hombre de bien, y tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que
Sancho Panza, que así se llamaba el pobre villano, se determinó a
salir con él y servirle de escudero, con la esperanza de verse
pronto gobernando alguna ínsula que su amo ganase en cualquier
aventura. Dio luego orden Don Quijote en buscar dineros, y
vendiendo una cosa y empeñando otra y malbaratándolas todas,
allegó una razonable cantidad. Todo lo cual hecho, sin despedirse
Panza de sus hijos y mujer ni don Quijote de su ama y sobrina, una
noche salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual
Por más que le dijeran a don Quijote que no había tales caballeros andantes, el caminaron tanto que al amanecer se tuvieron por seguros de que
bachiller Carrasco le demostró que sí los había, al entrar en su juego para no los hallarían aunque los buscasen.
derrotarle y mandarle a casa; pero -venganza de la imaginación- el
derrotado fue él, y don Quijote, para no dar crédito a sus ojos al ver al
bachiller, tuvo que recurrir a la vieja coartada de los encantos mágicos.
Grabado de F. Bouttats en una edición del Quijote impresa en Bruselas en
1662.
Biblioteca Nacional, Madrid.
Entró el escribano con los demás, y ordenó don Quijote su
testamento con tan buenas y concertadas razones, que hizo
llorar nuevamente a Sancho y dejó admirados a cuantos le
oyeron. Cerrado el testamento le tomo un desmayo y se
tendió de largo a largo en la cama, y en tres días que vivió
después se desmayaba muy a menudo. Andaba la casa
alborotada; pero con todo comía la sobrina, brindaba el Ama
y se regocijaba Sancho Panza; que esto de heredar algo
borra y templa en el heredero la memoria de la pena que es
razón que deje el muerto.

Sancho, dimitido de gobernador, disfruta el consuelo de la fidelidad de su asno.


Litografía de C. Nanteuil para una edición de 1845.
Biblioteca Nacional, Madrid.
En fin: llegó el último de don Quijote después de recibidos todos los
sacramentos y después de haber abominado con muchas y
eficaces razones de los libros de caballerías; y entre compasiones
y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu: murió.
Viendo lo cual el Cura, pidió al escribano le diese testimonio como
Alonso Quijano, el Bueno, llamado comúnmente don Quijote de la
Mancha, había pasado de esta presente vida y muerto
naturalmente, y que el tal testimonio pedía para quitar la ocasión
de que ningún otro autor le resucitase falsamente e hiciese
inacabables historias de sus hazañas.
Y este fin tuvo «el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha»

Don Quijote, cuerdo para morir: su vida ya no hubiera tenido sentido, una vez
reconocida la realidad. Grabado de G. Doré.
Biblioteca de Cataluña, Barcelona.
A los lectores que desconocen la genial obra cervantina, las notas
respetuosamente fragmentadas, hace que, por contraste, nos
aclare, sin acudir a supuestos cabalísticos y a simbolismos
trascendentales, el porque de que don Quijote, el de las generosas
y humanas locuras, se nos aparezca siempre como un dechado de
nobleza y de idealismos y conquiste nuestras simpatías, y, resulte
aún más apetecible y sabrosa la lectura.

«Guerrero Meditando», óleo de la escuela de Rembrandt.


Meditación sobre la vanidad de las armas, podría titularse también
este sorprendente cuadro, que correspondería muy bien al espíritu
de Cervantes cuando escribió el «Quijote»
Museo de Arte Antiguo
Por la capacidad de haber creado una historia y una serie de
personajes que rodean a don Quijote, discretos o mentecatos,
vulgares o distinguidos, aristócratas o plebeyos, si le llevan la
contraria o se le burlan, se nos antojan tan mezquinos, odiosos y
despreciables, hace que Cervantes nos lleve a «un lugar de la
Mancha»

«Don Quijote en Sierra Morena», por J. Ruíz Luna. El realismo


moderno da un paisaje verosímil, pero un don Quijote demasiado bien
armado. Diputación provincial, Cádiz.
DÍA DEL
IDIOMA

El Día del Idioma es un homenaje a la memoria del gran


escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, quien
contribuyera al engrandecimiento de la lengua española
por su obra maestra "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de
la Mancha". Esta novela, publicada en el año 1605, logró
consolidar nuestro idioma y su autor llegó a la cima de la
gloria de la Literatura Universal, compartiendo honores
con Homero, Dante y Shakespeare.
Todavía la locura de don Quijote interfiere con sus ojos, haciéndole ver molinos
como gigantes: después verá claro, pero seguirá interpretando mal, según sus
lecturas.
Molinos de viento en el Campo de Criptana, Ciudad Real.
El idioma español es la segunda lengua más importante del mundo y
la tercera que más se habla. El castellano, tal como hoy lo
conocemos es fruto de un proceso de cambios y de modificaciones,
que involucra a diversas lenguas de los habitantes de la Península
Ibérica que se fueron variando por influencia de los invasores
romanos, godos y árabes.
Hacia el final del siglo XV, con la unión de los reinos de Castilla y
Aragón, que extendieron su dominio sobre la mayor parte de la
península, la lengua de Castilla, el castellano, se fue imponiendo
sobre otros idiomas y dialectos.
En aquel mundo hambriento, muchos lectores se sentirían identificados con
el gozo de Sancho en su hartazgo; pero la abundancia de las bodas de
Camacho es sólo una preparación para el triunfo de los pobres
enamorados contra el rico.
Grabado de C. Nanteuil para una edición del «Quijote» de 1845. Biblioteca
Nacional, Madrid.
Durante el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, a raíz
del III Congreso de Academias de la Lengua Española realizado en
Bogotá, Colombia, con el Decreto 707 de 1938, se creó la ley 2ª de
1960, instituyéndose el día 23 de abril como el Día del Idioma,
fecha en que se cumple el aniversario de la muerte de Miguel de
Cervantes Saavedra.

La gran disputa metafísica: bacía o yelmo, silla de montar o albarda.


«Episodio del yelmo de Mambrino», por J. Segrelles.
Col. Part. Madrid.
DECRETO NÚMERO 707 DEL 23 DE ABRIL DE 1938 por el cual se instituye el DIA DEL IDIOMA.
El Presidente de la República de Colombia, en uso de sus atribuciones legales, DECRETA:
Artículo Primero - Señálese el 23 de abril de cada año para celebrar el DIA DEL IDIOMA,
como homenaje al insigne Miguel de Cervantes Saavedra.
Artículo Segundo - En los establecimientos de enseñanza primaria, secundaria y normal
los respectivos maestros o profesores dictarán en ese día conferencias sobre el idioma
castellano, y darán lectura a trozos escogidos del QUIJOTE, o de otras obras célebres
de la literatura española. Artículo Tercero - En las escuelas normales y en los colegios
de enseñanza secundaria que dependan de la Nación se abrirán concursos para premiar
el mejor estudio sobre el idioma castellano. Los alumnos vencedores recibirán del
Ministerio de Educación Nacional un ejemplar del Quijote y una mención honorífica por
sus méritos en el la propaganda y defensa del idioma patrio. La calificación de los
concursos se hará por comisiones formadas por miembros de la Academia de la Lengua.
Echando mano de la bota y cabalgando un burro:
Comuníquese y publíquese. tal es la imagen ideal de Sancho, que, sin
Dado en Bogotá el 23 de abril de 1938. embargo, sufrió tantas desdichas y privaciones.
(Fdo.) ALFONSO LOPEZ PUMAREJO Dibujo de J. Hoefnagle para «Civitates orbis
El Ministro de Educación Nacional, terrarum» de G. Braun, Colonia, 1599.
Servicio Geográfico del Ministerio de Defensa,
(Fdo.) JOSE JOAQUIN CASTRO MARTINEZ. Madrid.
OBRAS DE
CERVANTES
Miguel de Cervantes cultivó, pero a su original modo, los
géneros narrativos habituales en la segunda mitad del siglo
XVI: la novela bizantina, la novela pastoril, la novela picaresca,
la novela morisca, la sátira lucianesca, la miscelánea. Renovó
un género, la novella, que se entendía entonces a la italiana
como relato breve, exento de retórica y de mayor
trascendencia.
Orden cronológico:
La Galatea (1585)
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)
Novelas ejemplares (1613)
El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615)
Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617)
Las novelas ejemplares son una serie de novelas cortas
que Miguel de Cervantes escribió entre 1590 y 1612, y que
publicaría en 1613 en una colección impresa en Madrid por
Juan de la Cuesta, dada la gran acogida que obtuvo con la
primera parte del Quijote.
Se trata de doce novelas cortas que siguen el modelo
establecido en Italia. Su denominación de ejemplares
obedece al carácter didáctico y moral que incluyen en
alguna medida los relatos. Cervantes se jactaba en el
prólogo de haber sido el primero en escribir en
castellano este tipo de novelas al estilo italiano.
Se suelen agrupar en dos series: las de carácter idealista
y las de carácter realista. Las de carácter idealista, que
son las más próximas a la influencia italiana, se
caracterizan por tratar argumentos de enredos amorosos
con gran abundancia de acontecimientos, por la presencia
de personajes idealizados y sin evolución psicológica y por
el escaso reflejo de la realidad. Se agrupan aquí: El amante
liberal, Las dos doncellas, La española inglesa, La señora
Cornelia y La fuerza de la sangre.
Las de carácter realista atienden más a la descripción de
ambientes y personajes realistas, con intención crítica
muchas veces. Son los relatos más conocidos: Rinconete
y Cortadillo, El licenciado Vidriera, La gitanilla, El coloquio
de los perros o La ilustre fregona. No obstante, la
separación entre los dos grupos no es tajante y, por
ejemplo, en las novelas más realistas se pueden
encontrar también elementos idealistas.

Portada de la edición príncipe de las Novelas


ejemplares, impresa por Juan de la Cuesta
Ya que existen dos versiones de Rinconete y Cortadillo y
de El celoso extremeño, se piensa que Cervantes introdujo
en estas novelas algunas variaciones con propósitos
morales, sociales y estéticos (de ahí el nombre de
«ejemplares»). La versión más primitiva se encuentra en
el llamado manuscrito de Porras de la Cámara, una
colección miscelánea de diversas obras literarias entre
las cuales se encuentra una novela habitualmente
atribuida también a Cervantes, La tía fingida. Por otra
parte, algunas novelas cortas se hallan también insertas
en el Don Quijote, como El curioso impertinente o una
Historia del cautivo que cuenta con elementos
autobiográficos. Además, se alude a otra novela ya
compuesta, Rinconete y Cortadillo.
Grabado de la edición de las Novelas ejemplares de
Antonio de Sancha de 1783 que ilustra «El coloquio de
los perros».
BIBLIOGRAFÍA

Historia de la Literatura Universal


Martín de Riquer y José María Valverde
Reforma, Contrarreforma y Barroco
Tomo 5
Planeta

Miguel de Cervantes Saavedra


El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha
Circulo de Lectores

Mil Libros
Tomo I
Luis Nueda
Edición Revisada y aumentada por Antonio Espina.
Edición Tolle, Lege
Aguilar.

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