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CRONICAS DE UNA GENERACION TRAGICA

FLORERO DE LLORENTE

COMUNEROS Y SEÑORITOS
(MARZO DE 1781 (SOCORRO SANTANDER)
CULTIVOS DE TABACO

20 de julio venda de un florero

1781, estando  Carlos tercero como rey de España, se levanta la revolución de los
comuneros como resultado de la opresión por parte de la corona española, se levanta el
pueblo exigiendo la baja de impuestos.
Viviendo en la miseria gritaban ‘’Viva el rey abajo el mal gobierno, abajo los impuestos’’.
Esto no sólo dice que el pueblo creía en un comienzo en ser parte de España sino que
también eran conscientes del mal manejo del gobierno con sus bienes.
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En este capítulo, Antonio Nariño es parte de las fuerzas militares de España en la Nueva
Granada, y Mutis como director de la expedición botánica, fiel a la corona española,
empiezan a contar la historia de una generación trágica.
Esta revolución empieza con quemas en Zipaquirá, terminando en un acuerdo con los
virreyes, y cuando el pueblo cesa la lucha, son traicionados y revocan las escrituras que ya
se habían formado, permitiendo la muerte de Galán.
Es notoria la injusticia del gobierno, el cinismo y la mirada de desprecio hacia el pueblo
colombiano.
CAPÍTULO 2: LOS DERECHOS DEL HOMBRE
1794
Es un periodo lleno de descubrimientos y manifestaciones científicas como la imprenta de
Gutenberg, La exportación de la quina que es una planta medicinal, pero lo más importante
es la traducción, hecha a manos de Antonio Nariño, de la declaración de los derechos del
hombre y el ciudadano escritos en  Francia, es interesante como dentro de esta traducción
se especifica que cuando se vulneran estos derechos hay corrupción y mentira por parte de
los gobernantes.
Derechos como la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión, etc. Lo
que por supuesto no le convenía a la corona española.
CAPÍTULO 3: LOS CONSPIRADORES
1797- 1810
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Nariño estuvo en Europa con Pedro Fremín, contando los sucesos que ocurrían en la nueva
granada, a los ingleses, para que les ayudaran a independizar la América de los españoles.
Mientras se decía que Mutis trajo la nueva ciencia a estas tierras olvidadas, él  deja como
sucesor a Francisco José de Caldas para tomar el cargo de director de la expedición
botánica. Pero cuando se lee su testamento el heredero es su sobrino Sinforoso Mutis.
El pueblo unido trata de liberar a Nariño, y en ese intento muere un personaje importante, el
francés, y Nariño es llevado a Cartagena.
Siendo parte de la historia de Colombia esta lucha incansable por la libertad y el poder, por
la dignidad y la salvaguarda de una identidad que ya estaba distorsionada.
CAPÍTULO 4: EL FLORERO DE LLORENTE
1810
Todos los que dirigen son españoles sin amor alguno por la gente de estas tierras
Viernes 20 de julio:
La formación de una nueva junta de gobierno, pensándose que había llegado el tiempo de la
nueva granada, dirigida por Jorge Tadeo lozano, Camilo torres, entre otros, que al parecer
también pretendían sólo el poder, y fue el mismo pueblo quien eligió a camilo torres  como
representante, desterrando a los virreyes. El pueblo no permitiría más abusos, conquistaron
la libertad, y no podían perderla, pero para el pueblo la esperanza era Antonio Nariño.
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No se puede olvidar como los mismos americanos en el poder eran otros españoles,
creyendo en sus ideales y dirigiendo a sus conveniencias.
CAPÍTULO 5: LA PATRIA BOBA
1810-1815
El 20 de julio se liberaron de los virreyes pero seguían bajo los mandatos de la corona
española.
Su buscaba construir una constitución pero seguían las injusticias.
Los nuevos gobernantes vivían como los antiguos virreyes y con ellos la realización del
primer congreso general de la nueva granada.
Sin embargo Nariño y su gente sabían que era hora de independizarse completamente de
España, porque seguramente los chapetones volverían y los esclavizarían, así que
removieron a Jorge Tadeo lozano, y decidieron que el pueblo debía tomar las decisiones,
nombrando a Antonio Nariño como el nuevo presidente de la junta.
Tadeo se fue a Tunja para formar una junta allí, y empezarían las guerras internas, la Patria
boba, peleando entre los hermanos, Tadeo contra Nariño.
Después de derramar sangre en esas guerras civiles, Se une camilo torres con Antonio
Nariño y declaran la independencia absoluta de España, uniéndose a Venezuela, quien en
ese entonces estaba completamente  bajo el yugo de los españoles.
Así que no solo la nueva granada sufría, la sed de los españoles por el poder y la soberanía,
la corona no tenía escrúpulos, ¿Por qué tanta necesidad de ser dueños de tierras
americanas?
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CAPÍTULO 6: LA PACIFICACIÓN
1815- 1816
Valle del Patía,  una guerra
Batalla de Tacines donde perdieron los españoles.
Pero entonces Samano,  uno de los generales españoles, con orgullo e ira y en contra de la
libertad granadina forma tropas y destituye a los americanos junto a La llegada de pablo
morillo, provocan la muerte de caldas, de camilo torres, y Tadeo Lozano.
Y con la encarcelación de Antonio Nariño pareciera que todo lo que hicieron fue en vano,
otra vez estaban en manos de españoles.
Una generación trágica que nació para ser libre y no esclava, para amar y no ser separada,
pero al parecer para ser cegada y cautiva, un sueño que nació un día no se moriría por
temor ni siquiera por la muerte.

Muerte de ANTONIO GALAN


El 1 de febrero de 1782 se cumplió la sentencia, pero Galán no murió en la horca como
ordenaba la sentencia, sino con disparo de arcabuz. El resto de la sentencia se cumplió de
acuerdo a lo mandado: El tórax de Galán fue quemado delante del patíbulo, su cabeza
enviada a Guaduas, la mano derecha al Socorro, la izquierda a San Gil, el pie derecho a
Charalá y el pie izquierdo a Mogotes. Las cabezas de sus tenientes también fueron
exhibidas. La sentencia fue leída en villas y ciudades, durante tres días, por mandato de la
Audiencia.

BIOGRAFIA DE ANTONIO NARIÑO

Dirigente de la independencia de Colombia (Bogotá, 1765 - Villa de Leyva, 1823). Este


criollo de familia acomodada estudió filosofía y derecho y obtuvo varios cargos de la que
entonces se llamaba Santa Fe de Bogotá, capital del virreinato español de Nueva Granada.
Reunió a su alrededor a un círculo de adictos al pensamiento ilustrado y liberal que
procedía de Europa y Norteamérica.
Antonio Nariño

En 1793 tradujo e imprimió la Declaración de Derechos del Hombre y del


Ciudadano proclamada por la Asamblea Nacional de Francia en los inicios de la
Revolución francesa, y poco después publicó varios panfletos con sus propias ideas
revolucionarias; por todo ello fue condenado a presidio en el norte de África, pero
consiguió escapar y refugiarse en París (1796).

Allí tomó contacto con la Revolución y probablemente se inició su adhesión al centralismo


político y administrativo. Aquel mismo año se trasladó a Gran Bretaña, donde consiguió
apoyo para un proyecto de sublevación independentista de las colonias americanas, en el
marco de la guerra hispano-británica de 1796-97; fracasó en el intento de sublevar
Venezuela y fue encarcelado (1797-1803 y 1809-10).

En 1810 estalló la rebelión independentista, aprovechando que la metrópoli estaba ocupada


por el ejército de Napoleón; Antonio Nariño no pudo participar, pero se unió a los rebeldes
tan pronto como éstos le liberaron. En las confrontaciones políticas, que enseguida
degeneraron en guerra civil, Nariño representó la opción centralista frente a los federalistas,
mayoritarios en el Congreso de las «Provincias Unidas de Nueva Granada».
Tras una campaña propagandística contra Jorge Tadeo Lozano, Nariño consiguió hacerse
con la presidencia del Estado de Cundinamarca -la actual Colombia-, autónomo desde
1811; en 1812 fue derrotado, pero al año siguiente recuperó el control de Cundinamarca y
la proclamó independiente. No obstante, dejó la presidencia para ponerse al mando del
ejército que intentaba hacer frente al avance español desde el sur; los realistas le derrotaron
en 1814 y le enviaron de nuevo preso a Cádiz.
Antonio Nariño permaneció en prisión hasta 1820, año en que el pronunciamiento liberal
del general Rafael del Riego le devolvió la libertad. Volvió a América, donde Simón
Bolívar le nombró vicepresidente de la recién creada república de la «Gran Colombia» (que
agrupaba las actuales Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá); pero renunció después de
que sus propuestas políticas fueran desestimadas por el Congreso de Cucutá (1821).

BIOGRAFIA DE PEDRO FERMIN VARGAS

Precursor de la Independencia colombiano, nacido en 1762 en San Gil (Santander) y


muerto en Nueva York, hacia el año 1811. Educado en el Colegio del Rosario, después de
lo cual, se incorporó a la Expedición Botánica y, en 1789, fue nombrado corregidor de
Zipaquirá y Ubaté. Desde este puesto consiguió pasaporte falso con el nombre de Fermín
Sarmiento y, abandonando a su familia, partió para el exilio, llevando consigo a otra mujer,
Bárbara Forero, también de inquietudes revolucionarias. Desde 1793, Vargas se vio
vinculado a varias conspiraciones contra las autoridades españolas. Su vida es paralela a la
del precursor Antonio Nariño -junto al que aparece su nombre en varios bandos de captura-,
que fue quien le vendió su biblioteca antes de abandonar su cargo de corregidor.

Vargas se mostró escurridizo y logró siempre esquivar las numerosas trampas que le
tendían los españoles. En los Llanos, se refugió en las mismas zonas en las que se
protegieron los Comuneros, y que también recorrió Antonio Nariño. De los Llanos pasó a
Venezuela, y luego a las Antillas. A finales de los años setenta, se encontraba en París y
Londres haciendo una intensa campaña en pro de la independencia de las colonias
españolas; en 1803, se encuentra en Trinidad haciendo una enconada defensa de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano según la versión del mallorquí Picornel, que
había tomado el original francés de la declaración de Danton en 1793, de treinta y cinco
artículos, mucho más radicales que aquellos del 1789. Vargas Sarmiento dejó varios
escritos sobre la economía de la América Española, que le han valido el título de iniciador
de los estudios económicos en Colombia. Con el propósito de animar a los ingleses para
que intervinieran en América contra España, en 1806 escribió Relación sucinta del estado
actual de las colonias españolas en la América Meridional, en la que atacaba las barreras
que impedían el crecimiento del comercio y de la producción económica. Obras suyas son
también el Memorial sobre la América Hispana y la preferencia que debe darse a México
sobre Venezuela y Nueva Granada para una invasión inglesa (1805, documento discutido,
pues en él Vargas propone que la ayuda inglesa para la independencia debía comenzarse
por México y no por América del Sur), Memoria sobre la población del Reino, Discurso
sobre el río Magdalena y la Instrucción para el diputado del Nuevo Reino a las Cortes de
Cádiz (1809).

Autor
BIOGRAFIA DE ANTONIO GALAN

José Antonio Galán nació en 1749 en Charalá, actual departamento de Santander, hijo de
Antonio Galán, inmigrante español, y María de Argüello, de sangre mulata o mestiza. Su
familia poseía una parcela en la que cultivaban tabaco y a pesar de la ascendencia española,
al tener pocos recursos fueron considerados plebeyos. José Antonio sabía firmar, leer y
escribir, pero al parecer no recibió instrucción escolar formal. En 1769 se casó con Toribia
Verdugo y vivió un tiempo en Socorro, donde fue bautizado al menos uno de sus hijos.
Galán hizo parte del “regimiento fijo” de Cartagena, pero desertó y volvió a su tierra natal
en donde se sumó a la Revolución Comunera que comenzó en 1781.
Para las generaciones posteriores, José Antonio Galán quedó inmortalizado como el líder
de la revolución comunera, a pesar de que era un subalterno de Juan Francisco Berbeo,
comandante general de las masas comuneras en su movimiento del Socorro hacia
Zipaquirá, lugar en el que se firmaron las capitulaciones para dar fin a la revolución. Fue
justamente Berbeo quien firmó dichas capitulaciones y dio orden a Galán de que las
acatara, cuando este último se encontraba en Honda, haciendo la campaña por el Alto
Magdalena que Berbeo le había encomendado. Galán se retiró de Honda después de haber
tenido éxito inicial, pero no logró allí la unión de patricios y plebeyos que sí se había
consolidado en Santander; tampoco acogió las Capitulaciones de Zipaquirá, que fueron
luego desconocidas por el gobierno central.
Ya de nuevo en tierras del actual Santander, Galán intentó reunir seguidores nobles para la
causa de la revolución y para emprender un nuevo viaje hacia Santafé. Sin embargo, tuvo
que enfrentar el plan pacificador liderado por el arzobispo Antonio Caballero y Góngora.
Como señala John Phelan en su libro sobre la revolución comunera, “El 25 de junio el
arzobispo Caballero y Góngora salió de Bogotá en visita pastoral al Socorro, para
emprender lo que se complacía en llamar ‘tarea de reconciliación’. (…) Cuatro misioneros
capuchinos acompañaban al arzobispo en su visita al Socorro y a los pueblos y aldeas
aledaños. Caballero y Góngora no salió de la región del Socorro hasta el 28 de diciembre.
El arzobispo y sus colegas adelantaron una verdadera misión para salvar a la región de su
‘infidelidad’. Instrumento importante dentro de esta campaña masiva (…) era una serie de
sermones dirigidos tanto a los plebeyos como a los nobles. (…) A las pocas semanas la
campaña del arzobispo había logrado sólidos progresos entre patricios y plebeyos. Si Galán,
en septiembre, podría contar todavía con algunos adherentes de influencia en ambas capas
sociales, la antigua militancia del Socorro estaba ya grandemente erosionada.”[1].
El 13 de octubre los hombres de Salvador Plata capturaron a Galán y once sus seguidores,
en Onzaga. El 16 de octubre, Galán y los suyos fueron encadenados y conducidos a
Santafé; por eso mismo, aunque el 20 de octubre la Audiencia ordenó que el juicio y
ejecución fueran en El Socorro, los acontecimientos tuvieron lugar en la capital granadina.
El juicio comenzó a principios de noviembre de 1781 y al parecer se observaron todas las
normas de la defensa, pero el veredicto seguramente estaba determinado desde que se
ordenó su captura el 27 de agosto de 1781. El 30 de enero de 1782 la Audiencia de Santafé
condenó a José Antonio Galán al “castigo habitual de horca y descuartizamiento para los
traidores”. A tres de los tenientes más leales de Galán se les decretó un castigo análogo:
Lorenzo Alcantuz, Manuel Ortiz e Isidro Molina. Otros diecisiete galanistas recibieron
castigo de 200 azotes en público, confiscación de bienes y envío a los presidios de África.
No obstante, de estos personajes se habla mucho menos que de José Antonio Galán.
El 1 de febrero de 1782 se cumplió la sentencia, pero Galán no murió en la horca como
ordenaba la sentencia, sino con disparo de arcabuz. El resto de la sentencia se cumplió de
acuerdo a lo mandado: El tórax de Galán fue quemado delante del patíbulo, su cabeza
enviada a Guaduas, la mano derecha al Socorro, la izquierda a San Gil, el pie derecho a
Charalá y el pie izquierdo a Mogotes. Las cabezas de sus tenientes también fueron
exhibidas. La sentencia fue leída en villas y ciudades, durante tres días, por mandato de la
Audiencia.

BIOGRAFIA DE ANDRES MARIA ROSILLO


Eclesiástico patriota santandereano (Villa del Socorro, octubre 3 de 1758 Bogotá,
septiembre 25 de 1835). El canónigo Andrés María Rosillo y Meruelo es uno de los
representantes más significativos del clero patriota en la Independencia del Nuevo Reino de
Granada. Nacido en el hogar formado por el español Francisco José Rosillo y Meruelo y
doña Antonia Cecilia Fernández Saavedra, sus hermanos fueron Francisco y Miguel. Hizo
sus primeras letras en la villa del Socorro y sus estudios secundarios y universitarios en el
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá. Esta institución le
otorgó el título de abogado y desempeñó las cátedras de filosofía y teología. Mientras
adelantó los estudios eclesiásticos, regentó las cátedras y litigó ante la Real Audiencia.

Cuando culminó sus estudios eclesiásticos, fue ordenado en Tunja por el arzobispo Antonio
Caballero y Góngora, el 16 de marzo de 1782. Fue nombrado capellán mayor de la ermita
de Nuestra Señora de Monserrate; a la vez que ejercía su ministerio sacerdotal, no
descuidaba el ejercicio constante de su profesión de abogado. El 7 de diciembre de 1787
fue recibido oficialmente como abogado de la Real Audiencia. De 1787 a 1789 desempeñó
los cargos de promotor fiscal del Arzobispado, asesor del Provisorato, examinador sinodal,
vicario superintendente de la Villa del Socorro y vicerrector interino del Colegio Mayor del
Rosario, donde era catedrático de filosofía.
Carrera profesional
En el año 1789 fue nombrado cura párroco de Simacota, donde se distinguió como párroco
progresista; allí duró seis años, luego pasó al curato de Fómeque, donde reedificó la iglesia.
En 1799 obtuvo la canonjía magistral en la capital del Virreinato. El 18 de diciembre de
1802 fue elegido rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario; fue su
vicerrector el padre Pedro Salgar, quien más tarde lo delató por sus andanzas
revolucionarias. En los años pre-revolucionarios, el canónigo Rosillo fue conspirador,
reconocido por las autoridades coloniales. En su residencia de Santafé se realizaban
tertulias revolucionarias en las cuales se comentaban los últimos acontecimientos
revolucionarios de Europa, Estados Unidos y las colonias hispanoamericanas. En la misma
forma, el canónigo Rosillo asistía a las reuniones secretas que se hacían en el Observatorio
Astronómico, con ilustres patriotas conspiradores, entre ellos, Camilo Torres, Joaquín
Camacho, Ignacio de Herrera, José Acevedo y Gómez, Luis Caicedo y Flórez, Sinforoso
Mutis y otros.
Participación en la Revolución
El canónigo Rosillo se presentaba como un verdadero canónigo rebelde o revolucionario, y
en muchos casos como intrigante, pues tenía experiencias como abogado leguleyo. Sus
mayores actividades en la conspiración revolucionaria fueron en el año 1809, a raíz de los
sucesos del 10 de agosto en Quito. El canónigo Rosillo se dedicó a la propagación de las
ideas libertarias y democráticas, contra la monarquía española y la opresión colonial. Las
autoridades coloniales tuvieron conocimiento de sus actividades revolucionarias, por lo
cual ordenaron su prisión. Cuando iba para la villa del Socorro, su tierra natal, fue arrestado
en el camino y conducido a la capital. El 21 de enero de 1810 llegó prisionero, y fue
conducido al convento de los Capuchinos, donde permaneció hasta el 21 de julio de 1810.
En las declaraciones que hizo en la librería del convento al oidor Hernández de Alba y al
provisor Duquesne, Rosillo señaló sus contactos con los curas a su paso por las parroquias.

Entre los papeles sediciosos que le encontraron, sobresale la "Proclama a los españoles
europeos". El canónigo Rosillo tuvo al convento de los Capuchinos como cárcel. El 21 de
julio de 1810 el pueblo de Santafé lo aclamó y lo liberó de la prisión; dice el Diario Político
que las gentes colgaron adornos en las calles que conducían del convento a la plaza real, las
damas y los niños arrojaron flores sobre el canónigo Rosillo, y una banda militar precedía
el triunfo. Su entrada a la plaza fue triunfal, luego fue llevado al salón de sesiones de la
Junta Suprema de Santafé, a la cual fue incorporado. En los primeros años de la
Independencia, la Junta de Gobierno de la villa del Socorro, que el 10 de julio depuso a las
autoridades coloniales, pretendió erigir un obispado independiente de la Arquidiócesis de
Santafé; esto es lo que se ha llamado el "Cisma del Socorro".
Consagración como obispo
La Junta Suprema del Socorro, invocando su soberanía, declaró el derecho del patronato
para organizar una diócesis en la villa. El 10 de diciembre de 1810, la Junta aprobó por
unanimidad la elección del obispado. El 11 se hizo la erección de obispo, en la cual el
canónigo Rosillo obtuvo 44 votos, y muy pocos los demás nominados. Se consideró que se
esperaría el consentimiento del Papa de Roma para obtener la aprobación definitiva; así
mismo, se acordó que si no llegaba la autorización del pontífice, la Junta del Socorro haría
lo que más conviniera a sus intereses. Las damas socorranas bordaron los ornamentos e
hicieron la mitra para el primer obispo, quien en una ceremonia especial, recibió la
consagración provisional de manos de los presbíteros Ignacio Villarreal y Pedro Ignacio
Fernández. El Cisma del Socorro fue escándalo en la Iglesia de la Nueva Granada. Los dos
gobernadores del arzobispado, los canónigos Juan Bautista Pey y José Domingo Duque
ordenaron suspender la erección del obispado del Socorro. Este intento fracasó, a pesar de
las intrigas del canónigo Rosillo, quien por su parte fue nombrado diputado de la Provincia
del Socorro en el primer Congreso del Nuevo Reino de Granada. Rosillo se arrepintió ante
el capítulo de Santafé, y obtuvo la aceptación de su entrada de nuevo al coro de la catedral.
Participación política
El 12 de febrero de 1812 ingresó de nuevo al capítulo. En cuanto a su actividad política
durante la Primera República Granadina, el canónigo Rosillo participó en defensa de la
causa patriota. Fueron célebres sus sermones en apoyo a la independencia y los folletos que
publicó sobre diversos temas. En los años de la Pacificación española y del Régimen del
Terror, Pablo Morillo desterró al canónigo Rosillo con otros eclesiásticos revolucionarios a
las cárceles de España. Rosillo fue puesto en la cárcel de la Inquisición de Valladolid, hasta
la revolución de Rafael del Riego en 1820, cuando le abrieron las puertas y pudo regresar a
la Nueva Granada.

En la década de los veinte tomó parte en varios asuntos en las relaciones, entre la Iglesia y
el Estado, y en especial, en la definición del patronato republicano. El 2 de febrero de 1823,
el canónigo Rosillo fue nombrado deán por el capítulo y el gobierno de la Gran Colombia.
Tuvo estrechas relaciones con el Libertador Simón Bolívar, a quien frecuentaba con sus
visitas en el palacio presidencial. En sus últimos días, viajaba al Socorro con frecuencia, y
también a Fómeque y Chiquinquirá. El canónigo Andrés María Rosillo y Meruelo murió el
25 de septiembre de 1835 en Bogotá, a la edad de 67 años. En la catedral metropolitana se
le hicieron las honras fúnebres como correspondía a su categoría. Su obra y acción son muy
acogidas en el proceso revolucionario de Colombia, por su ejemplo en defensa de la Patria.

Referencias Bibliográficas

https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Andr%C3%A9s_Mar
%C3%ADa_Rosillo_y_Meruelo
https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=vargas-sarmiento-pedro-fermin-de
https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Jos%C3%A9_Antonio_Gal%C3%A1n

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