CÓMO MEJORAR TU ESTADO DE ÁNIMO

A TRAVÉS DE LA ALIMENTACIÓN

¡Hola! Soy Snadi y soy… feliz. Sí, si tengo que definirme

con una sola palabra, elijo esta. Porque la felicidad no parece
abundar hoy día. Muchas personas se sienten tristes, vacías,
desganadas, y es que la vida a veces puede «pesar» y ser
muy rutinaria.

Mi vida también está llena de rutinas. Pero me siento

bien gracias a mis ejercicios al aire libre, la meditación y,
sobre todo, a mi alimentación natural. No necesito recurrir a
medicamentos antidepresivos, las plantas me proporcionan
cuanto necesito para tener buen ánimo. ¿Tú con qué palabra
te definirías?

Pautas de alimentación que promueven la felicidad

La depresión es un trastorno del estado de ánimo. Las personas que
la sufren experimentan sentimientos de tristeza, soledad y pérdida de
interés durante períodos más o menos prolongados. Paradójicamente,
en los países desarrollados, donde vivimos bien y gozamos de tantas
comodidades, la depresión es una condición bastante común.

Nos sentimos cansados, afligidos, nos cuesta conciliar el sueño y los

nervios acaparan nuestra mente, que se pone a divagar sobre cosas
banales. Hacer cualquier tarea, por pequeña que sea, resulta imposible.
Todos estos parecen los síntomas de una depresión, pero a veces es
solo un período transitorio en el que nuestra energía y nuestro ánimo
están al mínimo.

Nuestros genes, los cambios hormonales o atravesar un mal episodio

en la vida son algunos de los factores que marcan nuestro ánimo y
desencadenan depresión. Pero también los desequilibrios químicos en
nuestro cerebro: niveles bajos de ácido γ-aminobutírico (GABA) o de
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triptófano, un aminoácido esencial a partir del cual nuestro organismo

fabrica melatonina (N-acetil-5-metoxitriptamina) y serotonina
(5-hidroxitriptamina, o 5-HT).

También el sol tiene una influencia importantísima en cómo nos

sentimos, pues favorece la secreción de estos dos neurotransmisores
clave para sentirnos con energía y buen ánimo. Cuando en invierno la
luminosidad e intensidad de la luz solar son menores, nuestro cuerpo lo
nota.

El magnesio, la fenilalanina o la vitamina C son asimismo precursores

de serotonina, a la que no en vano se le conoce como «hormona de la
felicidad». Y las vitaminas del grupo B, como el ácido fólico (vitamina
B9), o los ácidos grasos omega 3 facilitan que los niveles de este
neurotransmisor se mantengan equilibrados.

El estrés y la ansiedad son muchas veces inevitables, pero sí podemos

controlar cómo nos sentimos. «En la alimentación está la solución»:
como yo, consume alimentos naturales que contengan estas sustancias.
Alimentos como los siguientes.
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Alimentos antidepresivos
Si te sientes mal, tu estado de ánimo es bajo, estos alimentos
naturales te ayudarán:

Piña. Una fruta con gran valor nutricional: alto contenido

en triptófano, vitaminas del grupo B, entre ellas ácido
fólico, y una buena cantidad de fibra. Esta fibra es la que
la hace ser un alimento saciante, digestivo, diurético y
ligeramente laxante. Por eso es muy usada en las dietas
enfocadas al adelgazamiento.

Muchas de estas propiedades se deben a la bromelina,

una enzima con acción proteolítica (deshace las proteínas)
que ayuda a metabolizar los alimentos. También contienen
triptófano otras frutas como los plátanos y las bananas o
las ciruelas.

Ajo. ¡Todo un superalimento! Utilizado desde hace

miles de años como remedio medicinal natural para
curar enfermedades comunes como resfriados y gripe
—propiedades antimicrobianas— o para la hipertensión.
El ajo agrupa casi todas las sustancias precursoras de
la serotonina como triptófano, fenilalanina, vitamina B3,
vitamina C y magnesio.

Entre sus otros beneficios destacan: poder antioxidante,

mejora la función hepática y la función del sistema
inmunológico, aumenta el rendimiento y disminuye la
fatiga. Su principal «activo» es la alicina, sustancia que
únicamente se produce al cortarlo o machacarlo, así que
no lo cocines entero.

Pescado azul. En este grupo encontramos pescados

grasos como el salmón, el atún o las sardinas. Sus ácidos
grasos omega 3 EPA y DHA desempeñan una importante
labor en el bienestar emocional, y el triptófano estimula
la felicidad regulando la segregación de melatonina y
serotonina.

Los huevos son otra importante fuente de ácidos

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grasos omega 3. Además contienen proteínas, vitamina A,

tiamina y riboflavina —más conocidas como vitamina B1 y
vitamina B2—, vitamina D y calcio; todos ellos nutrientes
que nos ayudan a mejorar el estado de ánimo. Estos
valiosos ácidos grasos se hallan asimismo en alimentos
de origen vegetal como los frutos secos, las semillas y el
aguacate.

Fermentados. Yogur, queso, encurtidos, kéfir,

kombucha… estos alimentos fermentados contienen
bacterias, los probióticos, que nos hacen sentir bien.
Resulta que estos «bichitos» tan pequeños tienen una
influencia enorme en nuestra salud: mejoran la función
digestiva, fortalecen el sistema inmune, contribuyen a
reducir la presión arterial y el colesterol LDL («malo») y
previenen o alivian muchas enfermedades inflamatorias.

En los últimos años se viene investigando cómo

influyen también en la función cerebral y la salud mental.
Al parecer los cambios en la microbiota, esto es, las
bacterias intestinales, pueden causar trastornos que
afectan al comportamiento como ansiedad o depresión.
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SUPLEMENTOS HERBALES QUE SUBEN EL ÁNIMO

Estas plantas actúan de modo similar a los medicamentos, sin sus

efectos secundarios; contienen adaptógenos, sustancias que ayudan
a reequilibrar y restablecer la energía y mejorar su balance. Algunas,
como la ashwagandha, el brahmi y el ginkgo biloba, las encontrarás en
nuestras barritas Snadi.

Ashwagandha. También conocida como «Ginseng

Indio». Su nombre botánico es Withania somnífera y su
mayor beneficio, centrar nuestra mente. Es antiestrés,
reduce los niveles de ansiedad, incrementa el rendimiento
y la testosterona, hormona esencial para el bienestar, y
mejora la función sexual.

La ashwagandha tiene otro fabuloso poder: previene

el cáncer y mitiga los efectos de los tratamientos
convencionales contra esta enfermedad, como la
quimioterapia. Su «ingrediente secreto» es la witaferina
A, un compuesto esteroidal presente en sus hojas. No es
de extrañar que sea una de las estrellas de la medicina
ayurvédica india, donde además de como tónico se
emplea como antioxidante y antiinflamatorio.

Brahmi. Bacopa, hisopo de agua, lágrima de bebé,

verdolaga de puerco… son otros de los nombres con que
se conoce a esta planta herbácea perenne, la Bacopa
monnieri. Contiene unos compuestos químicos llamados
bacósidos, que mejoran la transmisión sináptica cerebral,
potenciando la memoria y la capacidad de aprendizaje.

Es un potente nootrópico natural, un suplemento

que eleva las funciones mentales: cognición, atención y
concentración, inteligencia, creatividad y motivación. Se
le ha llegado a comparar en efectividad con fármacos
como Piracetam. Además tiene probadas propiedades
antioxidantes. Al igual que la ashwagndha, brahmi ha
sido muy utilizado tradicionalmente en el Ayurveda como
potenciador de la memoria, pero también para tratar el
asma o la epilepsia.
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Hierba de San Juan. También llamada hipérico o

¡corazoncillo! Esta planta, Hypericum perforatum, es
conocida por su acción antidepresiva, por ayudar a
combatir la tristeza y mejorar el estado de ánimo tanto
en mujeres como en hombres. Si bien algunos estudios
señalan que es aún más efectiva en ellas, que sufren
cambios de humor debidos a las fluctuaciones hormonales.

La hierba de San Juan se emplea para el tratamiento

de la depresión leve o moderada. En algunos países como
Alemania ha sido incluida en la farmacopea oficial y se
prescribe ampliamente con este propósito, superando en
uso a fármacos antidepresivos como la Fluoxetina. Los
componentes activos a los que se atribuyen sus efectos
farmacológicos son la hipericina y la hiperforina, que
inhibe la recaptación de neurotransmisores como GABA,
serotonina, dopamina o noradrenalina.

Ginkgo biloba. Es único en su especie, literalmente: es

la única especie viva de la familia Ginkgoaceae; las demás
se extinguieron. Uno de los primeros ginkgos de Europa
se plantó en el Jardín Botánico de Utrecht alrededor de
1710, y aún hoy sigue allí.

Las hojas de este mágico árbol, que en otoño adquieren

una intensa coloración dorada, contienen ginkgoloides y
heterósidos, con función oxigeneradora a nivel cerebral.
Incrementan la circulación sanguínea en el cerebro, lo que
mejora la capacidad cognitiva, la memoria y el ánimo,
evitando la confusión, el cansancio o la depresión. Estos
flavonoides neutralizan además los radicales libres, por lo
que tienen potencial antienvejecimiento.

Cúrcuma. El «oro indio» o la «especia dorada». Se

obtiene de la raíz de una planta, la Cúrcuma longa. Su
principal componente activo es la curcumina (polifenol), si
bien contiene otros muchos curcuminoides con beneficios
en diferentes enfermedades.

Hay una propiedad que caracteriza especialmente a la

cúrcuma: su propiedad antiinflamatoria; la curcumina es
capaz de inhibir el factor kappaB, un compuesto con efecto
proinflamatorio relacionado con muchas enfermedades
«modernas». Una de ellas es la depresión, pero también
el Alzheimer, la diabetes, los trastornos cardiovasculares,
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el cáncer o la artritis, en cuyo tratamiento ha mostrado

ser igual o incluso más efectiva que medicamentos como
el Ibuprofeno o el Diclofenaco.

Al contrario de lo que se piensa, los azúcares no son buenos

antidepresivos. Tras el aporte inicial de glucosa, nuestro cuerpo nos
pedirá ansiosamente más cantidad. Tampoco la cafeína del café, el té o
el guaraná, los refrescos energéticos y las bebidas alcohólicas, pues son
estimulantes que nos causan excitación e insomnio pero no buen ánimo.
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LA FILOSOFÍA SNADI

Uno de los problemas de la sociedad urbana del siglo XXI

es la falta de tiempo. Trabajamos demasiadas horas, y
muchas las pasamos desplazándonos. Nuestros trabajos
son estresantes, trabajos en los que todo «es para ayer»
y que requieren el máximo de nuestra atención. Estrés,
ansiedad, dificultad para conciliar el sueño… tratamos de
combatir la fatiga con estimulantes como el café o el té,
que acaban por ocasionarnos más fatiga.

Robamos tiempo a nuestro cuidado y descanso, comemos

rápido y mal, picamos cualquier cosa. Y es que fuera de
casa las opciones son muchas, pero no siempre sanas.
Snadi nace como ayuda a estos problemas: un snack
saludable siempre a mano, con el que además combatir
la falta de energía, el estrés y la ansiedad, a través de
plantas y hongos con propiedades bioactivas.

SNADI son suplementos nutricionales, plant based, que

potenciarán tu energía, calma y estado de ánimo. Mucho
más que cápsulas. ¿Quieres conocernos? Nos encontrarás
en snadibars.com.
 BIBLIOGRAFÍA

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