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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE

HUAMANGA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO : DERECHO CONSTITUCIONAL II

GRUPO : N°06

BALOTA : N°07

TURNO : GRUPO B (TARDE)

PROFESORA : RICHARD ALMONACID ZAMUDIO

INTEGRANTES :

DE LA CRUZ SOLANO, Jhobert

CALLAÑAUPA VASQUEZ, Job

GUTIÉRREZ MENDOZA, Oscar Arturo

MALLQUI FERNANDEZ, Javier

PARIONA YUCRA, Ebelyn Paola

SACSARA LOPE, Wilder

TENORIO VEGA, Emilio

AYACUCHO - PERÚ
2023
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo desarrollamos la administración de justicia, el surgimiento, el


nomen juris de la administración de justicia, órganos involucrados en la administración
de justicia (Corte Suprema de Justicia de la República; las Cortes Superiores de Justicia,
en los Distritos Judiciales; los Juzgados Especializados y Mixtos, en las Provincias; los
Juzgados de Paz Letrados, en los distritos; y los Juzgados de Paz, con jurisdicción de
equidad.

Asimismo, el sistema de administración de justicia conformado por el Poder Judicial,


Consejo Nacional de la Magistratura, Ministerio de Justicia, Defensoría del Pueblo,
Ministerio Público y el Tribunal Constitucional. Por otro lado, los problemas de
administración de justicia al momento del acceso de los ciudadanos al proceso judicial
para hacer valer sus derechos.

En el desarrollo con referencia al tema de administración de justicia en la Constitución


Política del Estado de 1993, según las reglas de organización del Estado son una de las
partes principales de la Constitución que tiene una connotación dentro de la Estructura
del Estado, que viene a ser la estructura orgánica como el tercer poder, denominado el
Poder Judicial que tiene una misión de cumplir la jurisdiccional que constitucionalmente
es atribuida, e integrada, exclusivamente, por los jueces y magistrados.

La pena de muerte es uno de esos temas que cada cierto tiempo se pone sobre el tapete de
la discusión pública y que muchas veces, pasada la euforia del momento, se enfrían hasta
que algún hecho noticioso o declaración de intención política los vuelve a reanimar. En
los que se ha discutido públicamente la posibilidad de implantar esta pena para ciertos
delitos graves. Por ejemplo, cuando se capturó a Abimael Guzmán se debatió seriamente
sobre si debía contemplarse la pena de muerte para los terroristas.

Por parte de la función jurisdiccional de Corte Suprema de la República es preciso


mencionar que la función principal es “administrar Justicia a través de sus órganos
jurisdiccionales, con arreglo a la Constitución y a las leyes, garantizando la seguridad
jurídica y la tutela jurisdiccional, para contribuir al estado de derecho, al mantenimiento
de la paz social y al desarrollo nacional". Es por ello que se orienta a: Contar con un
servicio de administración de justicia confiable que garantice el derecho de acceso a la

2
justicia en igualdad y libre de discriminación, con juezas y jueces, personal jurisdiccional
y administrativo que acceda a las mismas oportunidades.

El Poder Judicial es un organismo autónomo de la República del Perú constituido por


una estructura jerárquica de estamentos, que ejercen la potestad de administrar justicia,
que en teoría emana del pueblo, no obstante, no es elegido directa ni indirectamente,
tampoco da cuenta de sus resultados, ni se les juzga a sus operadores directos (jueces y
fiscales).

Está encabezado por un presidente electo entre los vocales supremos y por la Corte
Suprema de Justicia de la República del Perú que tiene en todo el territorio. El segundo
nivel jerárquico lo forman las Cortes Superiores de Justicia con competencia en todo un
Distrito Judicial. El tercer nivel es formado por los Juzgados de Primera Instancia cuya
competencia es, aproximadamente, provincial. Luego, se encuentran los Juzgados de Paz
Letrados, con competencia distrital. Y finalmente los Juzgados de Paz (no letrados),
encargados de resolver asuntos judiciales sencillos.

Finalmente, se aborda la vigencia del derecho consuetudinario en la constitución política


vigente, como también en los ordenamientos jurídicos donde reconocen al derecho
consuetudinario como una facultad de las comunidades campesinas y nativas y estas
leyes son: La Ley Orgánica del Poder Judicial, Ley N°22175, Ley N°24656 y la Ley
N°27908; donde regulan el ejercicio del derecho consuetudinario en las comunidades
indígenas, para el cual será necesario desarrollar ¿quiénes son los indígenas?, en ese
sentido se va a analizar los límites de la jurisdicción especial, ¿hasta dónde pueden
actuar?, si estos derechos son absolutos o relativos en nuestro país, y para el cual vamos
a ver los ejercicios de las rondas campesinas y de la directiva comunal que existen dentro
del Estado Peruano, y la relación entre la jurisdicción especial y la jurisdicción ordinaria.

3
ÍNDICE

1. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA ............................................................................. 6


1.1. La determinación de su nomen iuris: ¿Es administración, servicio, potestad,
impartición o deber - derecho del Estado? ................................................................................ 7
1.2. Órganos involucrados en la administración de justicia ................................................. 8
1.2.1. La Corte Suprema de Justicia de la República ...................................................... 9
1.2.2. Las Cortes Superiores de Justicia, en los Distritos Judiciales ............................... 9
1.2.3. Los Juzgados Especializados y Mixtos, en las Provincias .................................... 9
1.2.4. Los Juzgados de Paz Letrados, en los distritos ................................................... 10
1.2.5. Los Juzgados de Paz, con jurisdicción de equidad. ............................................. 10
1.3. Sistema de administración de justicia ......................................................................... 10
1.3.1. Poder Judicial ...................................................................................................... 11
1.3.2. Consejo Nacional de Magistratura ...................................................................... 11
1.3.3. Ministerio de Justicia .......................................................................................... 11
1.3.4. Defensoría del pueblo.......................................................................................... 12
1.3.5. Ministerio Público ............................................................................................... 12
1.3.6. Tribunal Constitucional ....................................................................................... 12
1.4. Problemas de administración de justicia ..................................................................... 13
1.5. La administración de justicia comunal ........................................................................ 13
2. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN LA CONSTITUCIÓN ................................ 14
2.1. Poder Judicial. .................................................................................................................. 14
2.1.1 Monopolio de la administración de justicia. .............................................................. 15
2.1.2. Control difuso............................................................................................................ 17
2.1.3. Principios y derechos de la función jurisdiccional: ................................................... 18
3. LA PENA DE MUERTE COMO SANCIÓN ............................................................................... 27
3.2. Pena de muerte en el Perú .......................................................................................... 27
3.3. La Pena De Muerte Frente Al Derecho Internacional ................................................. 31
3.4. La tendencia abolicionista de la pena de muerte. ...................................................... 32
3.5. La Inconstitucionalidad De La Pena De Muerte. ......................................................... 33
3.6. Marco Constitucional .................................................................................................. 36
4. FUNCIÓN JURISDICCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA. .... ¡Error! Marcador no
definido.
ÓRGANOS JURISDICCIONALES .......................................... ¡Error! Marcador no definido.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA ...... ¡Error! Marcador no definido.

4
5.- PODER JUDICIAL ..................................................................................................................... 42
5.1 Órganos de la administración de justicia:.......................................................................... 46
5.2 Los magistrados: ............................................................................................................... 47
5.3 Los trabajadores no jurisdiccionales: Clases, Derechos, Deberes, Atribuciones, Sanciones.
................................................................................................................................................. 49
5.4. Régimen del presupuesto del Poder Judicial. ................................................................... 50
5.5. Función jurisdiccional: garantías y requisitos. ................................................................. 53
5.5.1. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: su independencia. Solo están
sometidos a la Constitución y la ley (artículo 146 inciso 1)................................................ 55
5.5.2. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: la inamovilidad en sus cargos. No
pueden ser trasladados sin su consentimiento (artículo 146 inciso 2). ................................ 56
5.5.3. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: su permanencia en el servicio,
mientras observen conducta e idoneidad propias de su función (artículo 146 inciso 3). .... 58
5.5.4. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: una remuneración que les asegure
un nivel de vida digno de su misión y jerarquía (artículo 146 inciso 4). ............................ 59
5.7. Acción contencioso – administrativa. .............................................................................. 61
6. VIGENCIA DEL DERECHO CONSUETUDINARIO ...................................................... 66
6.1. Legislación del Derecho consuetudinario en el Perú .................................................. 68
6.2. Ejercicio del Derecho Consuetudinario ....................................................................... 70
6.3. Límites del Derecho Consuetudinario en el Perú ........................................................ 71
6.5. Relaciones entre la jurisdicción ordinaria y jurisdicción comunal desde el enfoque
intercultural y de respeto a los derechos fundamentales. ........................................................ 74
6.6. ¿Desde cuándo se reconoce el Derecho Consuetudinario en Perú? ............................ 75
7. CONCLUSIONES .............................................................................................................. 77
8. BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................. 80

5
1. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

Es la resolución de conflictos por parte del Estado a través del Poder Judicial, así, sus
funciones y órganos están legalmente regulados.

“La Administración de Justicia existe para resolver los conflictos en los que no se
han puesto de acuerdo los ciudadanos, bien mantengan esos conflictos con otros
ciudadanos, bien con empresas o entidades, bien con el propio Estado y sus
Administraciones.”1

Según (Vidal Ramírez) proviene de la palabra iurisdicto =ius (jurisdicción- derecho)


respectivamente, decire (decir-declarar). El sentido de la función jurisdiccional es el
decir o declarar el derecho a la administrarse justicia.

a) ¿Cuándo surge la administración de justicia?

“La necesidad de administrarse justicia se origina cuando los seres humanos, desde
la más remota antigüedad, comienzan a organizar su vida de relación. (…).2” (Vidal
Ramírez, 2005). Por buscar una convivencia pacífica, las sociedades recurrían a los
sacerdotes como a los ancianos para resolver sus controversias, funcionaban de
manera privada, es así que la administración de justicia es antigua a la formación del
Estado.

En el imperio romano, la iurisdictio fue la facultad que le daba el Estado para


administrar justicia a través de los pretores y los Cónsules (Roma); procónsules
(provincias). Con la caída del Imperio Romano, la administración de justicia como
función del Estado se ha distanciado de la organización que tuvo en Roma, y al
introducirse el Derecho Romano en los países de Europa medieval, se orientó a
regular relaciones jurídicas entre los particulares.

A partir de la formación de los Estados en el siglo XVI, fueron determinando la


organización administrativa de justicia como función jurisdiccional a cargo del Estado

1
Larioja.org. La administración de justicia. Recuperado de:
ttps://www.larioja.org/justicia/es/administracion-
justicia#:~:text=La%20Administración%20de%20Justicia%20existe,propio%20Estado%20y%20sus%20Ad
ministraciones.
2
Vidal Ramírez, Fernando. LA CONSTITUCIÓN COMENTADA: Análisis artículo por artículo. Tomo II, p. 482

6
monárquica o absolutista hasta la Revolución Francesa que determinó la tricotomía y
la constitución del USA.

La jurisdicción tiene varios significados, lo que se entiende es la competencia, “(…)


pero competencia de los órganos jurisdiccionales por la territorialidad, por su
especialidad, por las materias y en razón de su grado y jerarquía.”3 483

Art. 139 C.P.P., plantea la unidad y exclusividad de la función jurisdiccional


excepción de la jurisdicción militar y arbitral como la electoral y constitucional. se
entiende por unidad y exclusividad como la estructura orgánica y estructurada del
Poder Judicial, y en el vértice se posiciona la Corte Suprema de Justicia en lo
territorial de los respectivos Distritos Judiciales, los Juzgados de Primera Instancia,
de cualquier competencia en lo capitales de provincias; y en los distritos municipales
los Juzgados de Paz letrados, pero esta atribución no les corresponde a los juzgados
de Paz no letrados y no forman parte del Poder Judicial.

La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional es contradictoria desde el


momento en que reconoce la función jurisdiccional a los Juzgados y Tribunales
militares, tribunales Arbitrales, Jurado Nacional de Elecciones y el Tribunal
Constitucional.

La Jurisdicción militar tiene antecedentes en el artículo 233 de la Constitución de


1979. Nuestra actual Constitución considera una función jurisdiccional que también
ejerce el Estado, pero la competencia exclusiva es sobre los miembros de las Fuerzas
Armadas a fin de juzgar y reprimir las infracciones a las normas que establecen sus
deberes donde pueden incurrir cumpliendo sus desempeños de los servicios. Este
mismo también es un derecho solamente en los delitos de función.

En cuanto a la jurisdicción arbitral tiene también sus antecedentes, pero desde la


Constitución de 1839, explicitado por la Constitución de 1979 y receptado en la
Constitución actual.

Es el ejercicio de la jurisdicción o de la función jurisdiccional y se refiere a la que


ejerce el Poder Judicial, aun así, es polémico desde que niega el carácter jurisdiccional
al arbitraje.

3
Vidal Ramírez, Fernando. LA CONSTITUCIÓN COMENTADA: Análisis artículo por artículo. Tomo II, p. 483

7
1.1. La determinación de su nomen iuris: ¿Es administración, servicio,
potestad, impartición o deber - derecho del Estado?

El ejercicio jurisdiccional tiene como finalidad de proteger y aplicar el orden jurídico y


abarca tanto el cumplimiento de la legalidad formal como el de los principios inherentes
a la correcta administración de justicia.

Es un servicio público básico para el normal funcionamiento de la sociedad, los


ciudadanos la consideran como un servicio público.

El artículo 138 de nuestra carta magna señala que la potestad de administra justicia emana
del pueblo y ejercido por el Poder judicial, así, la administración de justicia “Es la
potestad del Estado de resolver los conflictos y de Juzgar y sancionar conductas, de
conformidad con las normas legales establecidas.”4 De esta manera es ejercida por los
órganos del poder Judicial jerárquicamente integrados con especialidades y garantías que
les corresponde.

La impartición de justicia es fundamental en todo Estado de derecho, el ente público para


la impartir justicia realiza a través de los órganos y las personas competentes del Poder
Judicial, que se encargan de emitir los fallos resuelto en cada caso. El papel del Estado
en la sociedad a través del Poder Judicial es la impartición de justicia por un sistema
judicial estructurado de manera adecuada para garantizar el desempeño de esta función.

La jurisdicción como derecho y como deber del estado, constituye un derecho público,
donde no solo los ciudadanos nacionales, sino de cualquier otro país que transite dentro
del territorio tienen la obligación de someterse a la jurisdicción. El Estado tiene el derecho
de exigir el sometimiento a su jurisdicción, como también el deber de cumplir el servicio
público jurisdiccional a toda persona que necesite.

1.2. Órganos involucrados en la administración de justicia

El artículo 143 de nuestra Constitución vigente menciona que la administración


judicial en el Perú empieza a nivel de los Juzgados de Paz no Letrados y de los
Juzgados de Paz Letrados, quienes solucionan casos de faltas a la ley.

Según el artículo 5° de la Ley Orgánica del poder Judicial:

4
Unirioja.es. Recuperado de: https:/dialnet.unirioja.es

8
Artículo 5° Órganos Jurisdiccionales

Son Órganos Jurisdiccionales del Poder Judicial:

a) La Corte Suprema de Justicia de la República;


b) Las Cortes Superiores de Justicia, en los Distritos Judiciales;
c) Los Juzgados Especializados y Mixtos, en las Provincias;
d) Los Juzgados de Paz Letrados, en los distritos; y
e) Los Juzgados de Paz, con jurisdicción de equidad.
1.2.1. La Corte Suprema de Justicia de la República

La Corte Suprema de Justicia de la República es el órgano con mayor jerarquía


jurisdiccional del Poder Judicial. Como máxima instancia, puede apelar sentencias
provenientes de cualquier Corte Superior del país. Con sede en Lima, es única en el
país y abarca todo el territorio de la República. La Corte Suprema de Justicia está
conformada por Vocales Supremos que integran las Salas Supremas especializadas.

1.2.2. Las Cortes Superiores de Justicia, en los Distritos Judiciales

La jurisdicción de cada Corte Superior se ejerce en el ámbito de un Distrito Judicial.


Realizan el juzgamiento de los casos judiciales ordinarios donde hay delito, las
acciones antijurídicas que son penadas por la ley y que se castigan mediante una
condena. Mayormente los delitos están relacionados con daños a la persona, a la
propiedad, estafas, robos, asesinatos, etc.

Por ello para facilitar la justicia, existen 34 Distritos Judiciales y cada distrito judicial
es encabezado por una Sala Superior de Justicia., pueden abarcar una porción del
territorio límite de otro departamento. “(…) Las Cortes Superiores cuentan con Salas
Superiores Especializadas o Mixtas, en las que despachan Vocales Superiores. La
cantidad de salas varía en cada distrito, dependiendo de la cantidad de población
que atienden. (..)”5, y se resuelven las apelaciones de los Juzgados Especializados o
Mixtos.

1.2.3. Los Juzgados Especializados y Mixtos, en las Provincias

5
PODER JUDICIAL DEL PERÚ. Recuperado de:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/CorteSupremaPJ/s_Corte_Suprema/as_Conocenos/historia#
:~:text=Las%20Cortes%20Superiores%20cuentan%20con,los%20Juzgados%20Especializados%20o%20Mi
xtos.

9
Funcionan en cada provincia y los Juzgados Especializados están dedicados a juzgar
sobre determinados asuntos como Civiles, Penales, Trabajo, Familia, Delitos
Aduaneros y de Delitos Tributarios. En cuanto a los Juzgados Mixtos despachan
solamente sobre dos o tres de estos temas y se establecen en zonas donde no hay
Juzgados Especializados; resuelven las apelaciones sobre las sentencias dictadas por
los Juzgados de Paz Letrados.

1.2.4. Los Juzgados de Paz Letrados, en los distritos

Tienen competencia en el territorio de un Distrito, su sede es determinada por el


Consejo de Gobierno Distrital. Son creados para administrar justicia en determinadas
zonas rurales y urbanas y su ámbito de acción, pueden rotar cada dos años en la misma
provincia. “Ahí se ven casos de menor cuantía o de rápida solución y dependen
igualmente de la Corte Superior, que determina el lugar donde van a funcionar. Esos
juzgados resuelven también las apelaciones de los Juzgados de Paz no Letrados.”6

La finalidad de los Juzgados de Paz Letrados es la convivencia pacífica entre los


ciudadanos de lugares alejados. Los Jueces de Paz Letrado son parte de la estructura
funcional del Poder Judicial, se considera el primer peldaño en el acceso a la justicia,
tanto por razones de acceso físico y económico.

1.2.5. Los Juzgados de Paz, con jurisdicción de equidad.


Investigan y sancionan como los casos de faltas menores y funcionan en los pueblos,
Municipalidades de Centros Poblados y distritos pequeños, donde no hay mucho
movimiento judicial. Para este cargo, el mismo pueblo elige a una persona de
prestigio, honradez y honestidad, y que no necesita ser abogado.

1.3. Sistema de administración de justicia

Es el conjunto de órganos, entes y personas que hacen posible la administración de


justicia. El Sistema de Justicia en el Perú lo conforman el Poder Judicial, Consejo
Nacional de la Magistratura, Ministerio de Justicia, Defensoría del Pueblo, Ministerio
Público y el Tribunal Constitucional, asimismo hay algunas instituciones que

6
PODER JUDICIAL DEL PERÚ. Recuperado de:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/CorteSupremaPJ/s_Corte_Suprema/as_Conocenos/historia#
:~:text=Las%20Cortes%20Superiores%20cuentan%20con,los%20Juzgados%20Especializados%20o%20Mi
xtos.

10
cumplen funciones vinculadas al tema jurisdiccional como la Institucional Nacional
Penitenciario (INPE), Instituto de Medicina Legal y la Policía Nacional.

El Poder Judicial es el que tiene como función lo que es “administrar justicia”, así
como lo establecer en el primer párrafo del artículo 138 de nuestra Carta Magna. La
administración de justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través
de sus órganos, y que, en caso de incompatibilidad entre una norma legal y
Constitucional, prefieran la norma Constitucional.

1.3.1. Poder Judicial

El artículo 143 de la Constitución Política establece que el Poder Judicial está


integrado por órganos jurisdiccionales que administran justicia en nombre de la
Nación y su gobernó y administración lo ejerce a través de sus órganos.

Es una institución encargada de administrar justicia a través de sus órganos


jerárquicos, es autónomo e independiente en lo jurisdiccional. “El Poder Judicial del
Perú (PJ) es el órgano encargado de la administración de justicia en el país y, por
ello, ofrece un servicio muy importante para los peruanos(as) que necesitan resolver
conflictos y defender sus derechos. (…). 7

1.3.2. Consejo Nacional de Magistratura

Está plasmada en el artículo 150° de la Constitución Política del Perú. Entre sus
funciones están lo de nombrar y ratificar a los jueces y fiscales, a menos que
provengan de una elección popular, tal como señala el artículo 150° de nuestra
Constitución política y en el artículo 2 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de
Magistratura; asimismo lo de sancionar a los vocales de la Corte Suprema y fiscales
supremos.

De igual manera Artículo 1° de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Magistratura


menciona que es un órgano autónomo e independiente.

7
DIARIO LA REPÚBLICA. Noviembre-2021. Recuperado de:
https://larepublica.pe/sociedad/2021/10/08/poder-judicial-del-peru-que-es-como-se-integra-quien-la-
preside-y-mas-evat/

11
“El Consejo Nacional de la Magistratura es un organismo autónomo e independiente
de los demás órganos constitucionales y se encuentra sometido sólo a la Constitución
y a su Ley Orgánica.”8

1.3.3. Ministerio de Justicia

Fue creado por la Ley 29809. “Es el órgano de línea encargado de ejercer la
Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública, así como
de ejercer la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales.”9 Garantizan
el derecho de acceso a la información pública y el derecho a la protección de los datos
personales.

1.3.4. Defensoría del pueblo

Es un órgano autónomo del Estado que fue creada por la constitución de 1993, con la
finalidad de defender los derechos humanos y el principio de supremacía
constitucional. tiene facultades para intervenir en procesos constitucionales de
amparo, habeas corpus, habeas data y acción de inconstitucionalidad.

Los órganos públicos tienen la obligación de colaborar con la Defensoría del Pueblo
cuando lo requiere; le corresponde defender los derechos fundamentales de la persona
y la comunidad, como también supervisar el cumplimiento de la administración
estatal; así lo mencionan los artículos 161 y 162 de nuestra Carta Magna.

1.3.5. Ministerio Público

El Ministerio Público es un órgano autónomo y está presidida por el Fiscal de la


Nación. Es el titular de la acción penal púbica, ejercita de la parte agraviada.
Asimismo, velan por la prevención del delito dentro de sus limitaciones, vela por la
moral pública, persecución del delito y la reparación civil. Los fiscales son autónomos
y actúan de manera independiente en el ejercicio de sus atribuciones. Nuestra
Constitución lo desarrolla en sus artículos 158,159 y 160.

1.3.6. Tribunal Constitucional

8
Ley Orgánica del Consejo Nacional de Magistratura
9
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS. Recuperado de:
https://www.minjus.gob.pe/quienes-somos/

12
Es el encargado de principal de resolver en el pleno los procesos de
inconstitucionalidad de acuerdo a la ley.

El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de interpretación y control de la


constitucionalidad. Es autónomo e independiente, porque en el ejercicio de sus
atribuciones no depende de ningún órgano constitucional. Se encuentra sometido
sólo a la Constitución y a su Ley Orgánica - Ley N.º 28301.10

Están integrados por magistrados, elegidos con una duración de cinco años. No están
sujetos a mandatos imperativos, tampoco reciben órdenes de ninguna autoridad. El cargo
vaca por cualquiera de las siguientes causas: muerte, renuncia, incapacidad moral o
incapacidad física permanente, incurrir en culpa inexcusable en el cumplimiento de los
deberes inherentes a su cargo, violar la reserva propia de la función, haber sido condenado
por la comisión de delito doloso y por incompatibilidad sobreviniente.

1.4. Problemas de administración de justicia

La administración de justicia en el Perú nos muestra una clara deficiencia desde el


momento en que un ciudadano trata de acceder al proceso para poder hacer valer sus
derechos. Esto trae consecuencias en que la mayoría de la población perciba de
manera negativa a los órganos jurisdiccionales.

Uno de los problemas de la administración de justicia en el Perú es la burocracia y


presenta una lentitud por las cargas procesales ya que la duración de un juicio resulta
hoy incierta. Otro problema que se ve en la actualidad es la corrupción, ya que en los
últimos años ha aumentado de manera gradual, abarcando desde lo político hasta los
niveles inferiores dentro de la jerarquía estatal.

Cuando tratamos acerca de la corrupción, debemos entender la palabra


“sistémica” como parte de un trabajo institucional que poco a poco se corrompe y
afecta a los diversos ámbitos e instituciones como lo son: el poder judicial, la

10
Plataforma digital única del Estado Peruano. Recuperado de:
https://www.gob.pe/institucion/tc/organizacion
13
policía nacional, la institución militar, aduanas, el sistema penitenciario, entre
otros. De esta manera, se llega a reconocer a una corrupción instrumentalizada.11

Así muchos litigios no se inician a causa de la arbitrariedad o parcialidad por el tema de


la corrupción, los que son honestos temen perder por las sorpresas gratas al final del
juicio.

1.5. La administración de justicia comunal


La constitucionalización de la justicia comunal en la Constitución vigente se encuentra
en el artículo 149, que, siendo la norma más importante de la norma jurídica reconoce la
justicia comunal de igual importante que las otras instituciones jurídicas. El artículo
mencionado nos dice que las autoridades de las comunidades campesinas y nativas
pueden ejercer las junciones jurisdiccionales dentro de su territorio con el apoyo de las
rondas campesinas, esto, sin violar los derechos fundamentales de la persona.

2. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN LA CONSTITUCIÓN


POLÍTICA DE 1993.

La administración de justicia en la Constitución Política del Estado de 1993, se ubica


dentro del Título IV de la Estructura del Estado, que viene a ser la estructura orgánica
ideada por la ciencia procesal y legalmente consagrada para que el Poder Judicial pueda
cumplir la misión jurisdiccional que constitucionalmente le viene atribuida, hallándose
dicho poder integrado, exclusivamente, por los jueces y magistrados.

Al referirnos de la estructura del Estado es compleja en la actualidad, donde podemos


distinguir tres niveles: el nacional, el regional y el local. Cada uno de ellos tiene a su vez
distintos órganos que cumplen funciones diversas y que en conjunto son denominados
aparatos del Estado. Por lo tanto, está organizado el Estado peruano por el Gobierno
Nacional, quien tiene las atribuciones para ser ejercitadas en toto el territorio nacional
dotados por los Poderes del Estado, que a su vez se dividen en tres grandes órganos
tradicionalmente reconocidos como parte del gobierno:

11
Palma Cueva, Rocío Milagros. EL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN EL PERÚ
BAJO LA PERSPECTIVA FILOSÓFICA DE LOS DERECHOS HUMANOS. 2021. Recuperado de:
https://revistas.unife.edu.pe/index.php/lumen/article/view/2394/2603

14
a. El Poder Legislativo.

b. El Poder Ejecutivo y,

c. El Poder Judicial.

2.1. Poder Judicial.


“Artículo 138°.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el
Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las
leyes.

En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma
legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda
otra norma de rango inferior”.

El primer párrafo delega en el Poder Judicial, como un cuerpo unitario, la potestad de


administrar justicia, que emana del pueblo. Esta función se cumple con las especificidades
y garantías que corresponde de acuerdo con los procesos que la Constitución y las leyes
establecen. La Carta se está refiriendo, concretamente, a la capacidad del Poder Judicial
de ejercer jurisdicción. (614)12

La Constitución Política del Perú de 1993, señala en el Capítulo VIII: Poder Judicial,
artículo 138°, que la facultad de administrar justicia es prioridad sobre toda norma e indica
que el poder de administrar justicia proviene del pueblo, la cual se realiza por medio del
Poder Judicial.

El Poder Judicial es el tercer poder del Estado en la división clásica de los poderes. Ejerce
la potestad jurisdiccional que consiste en solucionar los conflictos que se suscitan entre
las personas y las instituciones, recurriendo a la correcta aplicación de la Constitución y
las leyes para resolver y a la fuerza pública para hacer cumplir sus sentencias.

La función jurisdiccional no podía estar en las mismas manos de quienes aprobaban las
leyes y quienes las ejecutaban, porque eso reunía demasiado poder en aquellos órganos y
podía conducirse a la tiranía. Razón por el cual se confío la resolución de problemas a
jueces organizados dentro de un Poder Judicial autónomo de los otros poderes del Estado.

12
Enrique Bernales Ballesteros. (septiembre de 1999). La Constitución de 1993,
Análisis Comparado.

15
Los tribunales y juzgados son un cuerpo jerárquico que depende de la Corte Suprema de
Justicia. La única son los tribunales militares que tienen su propia organización, que sólo
juzgan delitos de función castrense como traición a la patria y terrorismo, así como las
infracciones al Servicio Militar Obligatorio.

2.1.1 Monopolio de la administración de justicia.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional.


No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la
militar y la arbitral.

No hay proceso judicial por comisión o delegación.

Potestad de administrar justicia:

Artículo 1º.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder
Judicial a través de sus órganos jerárquicos con sujeción a la Constitución y a las leyes.

No existe ni puede instituirse jurisdicción alguna independiente del Poder Judicial,


con excepción de la arbitral y la militar.

Autonomía e independencia del Poder Judicial:

Artículo 2º.- El Poder Judicial en su ejercicio funcional es autónomo en lo político,


administrativo, económico, disciplinario e independiente en lo jurisdiccional, con
sujeción a la Constitución y a la presente ley. (28)13

La tendencia mayoritaria por la población siempre ha sido aceptar que la única forma
“legal” y “válida” de solucionar una controversia es la que realiza el Juez, ya que forma
parte de un cuerpo especializado en administrar justicia “el Poder Judicial” y que cumple
tan importante rol dentro de la sociedad por delegación de los ciudadanos y regulada de
manera constitucional. Por ello es común sostener que el poder público del Estado, por
medio del órgano jurisdiccional, es el único legitimado para resolver los conflictos que
surgen entre los miembros de una sociedad al haberse apropiado de la facultad de éstos

13
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial (mayo 2012)

16
de solucionar sus conflictos para ejercerlo a través de un órgano especializado que forma
parte de él, esto es, el Poder Judicial.

Cuando hablamos del Monopolio de la Administración de Justicia, se sostiene que los


particulares deben someter todas sus controversias a conocimiento del órgano
jurisdiccional por ser la administración de justicia un servicio público de exclusividad
estatal, por tanto, la renuncia a instaurar la acción judicial confiando a un tercero ajeno a
este poder del Estado la solución de la controversia sería inconstitucional por violar la
soberanía del Estado. De esta forma, la idea de solucionar conflictos mediante un proceso,
acudiendo ante el Poder Judicial a través de la interposición de la respectiva demanda
ante este órgano especializado en administrar justicia, mediante el desarrollo del proceso
judicial propiamente dicho, y que de manera autónoma forma parte del Estado juntamente
con los poderes Ejecutivo y Legislativo, se arraigó y se ha mantenido como imperante,
quedando como verdad inmutable hasta nuestros días.

El Monopolio de la Administración de Justicia se manifiesta en el uso recurrente del


órgano jurisdiccional como mecanismo de resolución de las controversias por parte del
sector de la población al considerarlo como el único mecanismo legítimo para resolver
los problemas que se presentan en la sociedad, lo que genera una sobrecarga que se
convierte en uno de los principales problemas que afecta al Poder Judicial, tanto en
nuestro país como en otros Estados de la comunidad internacional y particularmente
de América Latina, ya que se encuentra abrumado por una gran cantidad de causas
sometidas a sus fallos. Si a esto sumamos el retardo y morosidad en la resolución de las
causas, así como la falta de una adecuada infraestructura física de los locales judiciales y
la generalizada percepción de inmoralidad y corrupción, podríamos hablar de que para el
sentir del ciudadano común no se trata de administración de justicia sino de formalización
de la injusticia, lo que trae como consecuencia la falta de credibilidad en el sistema
judicial en su conjunto. Todo esto ha llevado a un consenso y a un convencimiento
compartido de que sin un Poder Judicial eficiente no hay democracia, entendida en su
aspecto que el Estado brinde al ciudadano mecanismos concretos y eficaces de protección
y respeto de sus derechos.

2.1.2. Control difuso.


“Artículo 138°.-

(…)

17
En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma
legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda
otra norma de rango inferior”.

Enrique Bernales Ballesteros, sostiene que el segundo párrafo del artículo 138 incorpora
a su texto el art. 236 de la Constitución de 1979, mediante el cual se establece la
supremacía constitucional sobre las normas de menor jerarquía. En efecto, se ha
mantenido el llamado control difuso de la constitucionalidad de las leyes, por cuya virtud
se exige a los jueces el preferir, en caso de existir incompatibilidad, a la norma
constitucional por encima de otras normas legales. Esta es una institución reconocida por
el constitucionalismo moderno, que convierte a los jueces en los principales contralores
de la legalidad constitucional. (615)14

La Constitución de 1993 establece el control difuso en sus artículos 51° y 138°. “La
Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior
jerarquía, y así sucesivamente. La publicidad es esencial para la vigencia de toda norma
del Estado” (Art. 51°, C.P.P. 1993). (…) “En todo proceso, de existir incompatibilidad
entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera.
Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda norma de rango inferior” (Art. 138°,
C.P.P. 1993).

Para reforzar la norma prevista en el artículo 51, establece la jerarquización de la norma


jurídica dentro de nuestro Derecho. Este dispositivo garantiza a las personas que los
jueces cuando se encuentren con que una norma de inferior categoría es incompatible con
una de jerarquía superior, deberá de aplicar la de mayor jerarquía y no la menor. Este
derecho puede ser alegado por cualquier persona en cualquier procedimiento seguido ante
el Estado.

Consecuentemente, como señala el autor del libro ya citado, el sistema peruano de control
de la constitucionalidad es pues mixto; por un lado, rescata el control difuso asignado a
los órganos jurisdiccionales para los casos concretos y, por el otro, instituye el Tribunal
Constitucional, cuyas decisiones tienen el carácter “erga omnes”. (designa aquellos
derechos cuya eficacia y reconocimiento se producen a favor de todos)

14
Enrique Bernales Ballesteros (1999). Ob. Cit.

18
2.1.3. Principios y derechos de la función jurisdiccional:
Consiguientemente, el artículo 139° establece veintidós (22) incisos sobre los principios
y derechos de la función jurisdiccional:
Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

2. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional.


No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la
militar y la arbitral.

No hay proceso judicial por comisión o delegación

Nadie más que el poder judicial puede administrar justicia en el Perú, en la medida que
ejerce la función jurisdiccional por mandato constitucional y en representación del
pueblo, con excepción de los tribunales militares ya referido antes.

La constitución también permite la jurisdicción arbitral. El arbitraje es un sistema de


resolución de conflictos por el cual un tribunal arbitral es nombrado por las partes en un
conflicto que tienen entre ellas, para que resuelva obligatoriamente dicha diferencia. Los
árbitros pueden resolver muchos tipos de litigios, menos los problemas penales y su
existencia se funda en que las partes tienen el derecho de autorizar a otro que resuelva el
problema por ellas. Esto significa que se respeta la libertad de las personas para resolver
sus conflictos. También quiere decir que, si no nombran de común acuerdo al tribunal
arbitral, entonces no habrá arbitraje.

Según la parte final de la norma, no se puede comisionar o delegar la resolución de


conflictos a terceras personas, ni a jueces que no hayan sido llamados por la ley a resolver
el caso de que se trate.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

3. La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional. Ninguna


autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional
ni interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto
resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar
procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución.
Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de
investigación del Congreso, cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en
el procedimiento jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional alguno.

19
Es esencial que los jueces sean totalmente independientes al resolver. Si están sometidos
a presiones, ya no dictarán sentencia de acuerdo a su conciencia y principios. Presionar a
los jueces y tribunales para que resuelvan en tal o cual sentido es una grave ofensa a las
leyes y un delito penalmente perseguible.

La única excepción al cumplimiento obligatorio de los trámites judiciales y de sus


sentencias es el ejercicio del derecho de gracia, es decir, el indulto, la amnistía y otras
formas como la conmutación de penas conforme se establece en los artículos 102, inciso
6 y 118, inciso 21.

La facultad de investigación de congreso se halla normada en los artículos 96 y 97.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

4. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona


puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida
a procedimiento distinto de los previamente establecidos, ni juzgada por
órganos jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas
al efecto, cualquiera sea su denominación.
las normas de esta garantía están orientadas a eliminar la corruptela existente en todo
momento según la cual se instituía jueces especiales para juzgar y penar de terminadas
acciones de manera que fuesen menos objetivos, más drásticos y que juzgaran con
procedimientos que no dieran suficiente garantía de defensa a las personas. Tales fueron
los casos de muchas leyes de excepción, en especial la ley de emergencia del gobierno
del general Sánchez Cerro de 1932 y la ley de seguridad interior de la República del
gobierno del general Odría de 1948, ambas y especialmente la última crearon tribunales,
procedimientos, delitos y penas verdaderamente arbitrarios e incompatibles con los
sentimientos de libertad, seguridad y democracia más elementales. Durante el año de
1992 se dictaron algunas normas de procedimiento penal que restringieron
peligrosamente el derecho de defensa, las misma que fueron modificadas a fines de 1993.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

5. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley. 35 Los


procesos judiciales por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los
delitos cometidos por medio de la prensa y los que se refieren a derechos
fundamentales garantizados por la Constitución, son siempre públicos.

20
Cuando los procedimientos penales se realizan en secreto, pueden ocurrir graves
injusticias, porque la suerte de las personas, su honor y sus derechos fundamentales
pueden ser menoscabados por motivos pueriles o aún innobles. Por ello la constitución
garantiza que los juicios penales sean públicos que pueda haber ciertas excepciones
establecidas expresamente por la ley y generalmente ocurren cuando está de por medio la
vida privada de las partes como los delitos sexuales contra menores o la seguridad
nacional.

En la parte final del inciso obliga que determinados juicios sean siempre públicos y toso
esos casos lo que se discute es importante para la sociedad en su conjunto.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

6. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias,


excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable
y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
La motivación escrita de las resoluciones judiciales es fundamental porque mediante ella
las personas pueden saber si están adecuadamente juzgadas o si se ha cometido
arbitrariedad. Una sentencia que solo condena o solo absuelve, puede ocultar
arbitrariedad de parte del juez o del tribunal. Si se expresadas razones que han llevado a
dicha solución y más aún si se mencionan expresamente la ley aplicable, la persona que
están sometida al juicio tiene mayores garantías de recibir una adecuada administración
de justicia.

Se exceptúa de la obligación de motivas a los decretos de mero trámite porque ellos no


pronuncian sobre los intereses de las partes y porque su fundamente está ya contenido en
las leyes de procedimiento.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

7. La pluralidad de la instancia.
La pluralidad de la instancia significa que en todo juicio deben ser cuando menos los dos
jueces o tribunales que sucesivamente resuelvan el caso a fin de impedir que
sometiéndose la resolución a uno solo de ellos, sin posibilidad de apelar a una segunda
instancia se produzcan corruptelas y la justicia se desnaturalice. Por ello, en todo proceso
judicial existen cuando menos dos instancias: Juez de primera Instancia y Corte Superior,
o Corte Superior y Corte Suprema y así sucesivamente.

21
Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

8. La indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores judiciales


en los procesos penales y por las detenciones arbitrarias, sin perjuicio de la
responsabilidad a que hubiere lugar.
Cuando los tribunales se equivocan juzgando a las personas y las condenas injustamente,
causan un daño que debe ser indemnizado por el estado. El daño no solo será a la libertad
pues también se afecta el honor y la reputación de los agraviados.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

9. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la


ley. En tal caso, deben aplicarse los principios generales del derecho y el
derecho consuetudinario.
A veces ocurre que las leyes no contemplan exactamente una determinada situación o que
simplemente no existe ninguna ley que se ocupe del problema. En estos casos los jueces
podrían argumentar que no pueden administrar justicia y así que la situación solo puede
ser resuelta haciendo justicia por mano propia. Sin embargo, ello acarrearía numerosos
problemas. Por tal razón, en este artículo, correctamente, se obliga a los jueces a
pronunciar sentencia aun cuando no haya leyes o no sean estrictamente aplicables al caso.
Para evitar arbitrariedades, la Constitución obliga a los jueces a guiarse por los principios
generales del Derecho y por las costumbres, que es lo que se alude cuando se habla del
derecho consuetudinario.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

10. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas


que restrinjan derechos.
La ley se aplica por analogía cuando a la situación que se pretende reglar se le hace una
aplicación de una ley prevista para un caso distinto, aunque semejante. Por ejemplo.
Maltratar a un animal con crueldad es un acto que merece con cierta pena de acuerdo al
Código Penal. Analogía sería aplicar esa pena al que maltrata a una planta porque, aun
cuando no es animal, también tiene vida. Por lo tanto, hacer esto que es precisamente la
analogía, está prohibido por la Constitución en materias penales y en relación a aquellas
normas que se restringen derechos.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

22
11. El principio de no ser penado sin proceso judicial.
Una de las garantías del derecho penal contemporáneo es que las penas sólo las aplica un
juez independiente, dentro de un trámite procesal previamente determinado. Esto se
determinó así con la finalidad de impedir que los gobernantes castigaran penalmente a su
antojo, como ocurrió muchas veces en la historia.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

12. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de


conflicto entre leyes penales.
A pesar de que el reo de delito debe ser castigado según las leyes y la justicia, el derecho
ha establecido un principio por el cual, si se tiene dudas sobre cómo debe aplicarse una
determinada ley a un procesado, si se aplica la posibilidad más favorable para él. Esta
norma, desde luego está relacionada con la retroactividad benigna que la ley penal,
establecida en el artículo 103.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

13. El principio de no ser condenado en ausencia.


Por el derecho de defensa según el artículo 139, inciso 14, nadie puede ser condenado en
ausencia, es decir, es forzoso que el acusado se halle presente en el juicio en que lo
sentencian. En caso contrario, la sentencia será inválida.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

14. La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La


amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen
los efectos de cosa juzgada.
El ejercicio de la potestad de administrar justicia tiene procedimientos establecidos por
las leyes. Cuando estos procedimientos concluyen, el Poder Judicial ya ha administrado
justicia, ha dicho derecho para ese caso y nadie puede volver a revisar, ni siquiera los
mismos tribunales, se dice que el caso ha pasado en autoridad de cosa juzgada conforme
al artículo 139, inciso 2, y en consecuencia, debe cumplirse.

La amnistía es, en sentido estricto el olvido del delito cometido, es decir, que al
sospechoso o sentenciado se le borran sus antecedentes penales, los rastros del delito que
habría cometido. Según el inciso 6 del artículo 102, la amnistía es conferida por el
Congreso.

23
El indulto, equivale al cumplimiento de la pena o del saldo de la pena que quedara
pendiente, es decir, que el delincuente sigue siendo tal y el delito cometido sigue
figurando en sus antecedentes penales, pero a raíz del indulto sale libre y se beneficia con
el perdón de la pena que tenía que cumplir. El indulto lo otorga el presidente de la
República según el inciso 21 del artículo 118.

La diferencia fundamental entre el indulto y la amnistía es que, en el primer caso, al


delincuente se le sigue considerando como tal, aunque se le perdone la pena; en tanto que
en el segundo, la amnistía, el delincuente deja de ser tal porque no solo se le perdona la
pena sino que se considera como que nunca cometió delito.

El sobreseimiento definitivo es el archivamiento definitivo del expediente de un proceso


penal, es decir, que los jueces y tribunales deciden no continuar trabajando sobre ese caso.
En tal situación, el juicio no puede ser nunca reabierto. El sobreseimiento definitivo solo
puede hacerse cuando la ley lo manda o lo autoriza.

La prescripción equivale a decir que la posibilidad de iniciar o continuar un proceso, así


como de penalizar a una persona, ya terminó por el transcurso del tiempo. En ese caso los
tribunales están imposibilitados de iniciar o reiniciar un juicio o de concluir con una pena
el proceso.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

15. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del
proceso. Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la
causa o las razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse
personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada por éste desde
que es citada o detenida por cualquier autoridad.
El derecho de defensa consiste en que quien recibe una incriminación de ser responsable
de alguna conducta antijurídica del cualquier tipo, tiene el derecho de expresar su punto
de vista y de defender su inocencia, no solo personalmente, sino, mediante el patrocinio
de un abogado. Sin derecho de defensa, la administración de justicia sería tremendamente
arbitraria e injusta.

La obligación de la autoridad de informar inmediatamente y por escrito al detenido de la


causa o razones de su detención le permite conocer de qué es sospechoso y por
consiguiente, le permite defenderse mejor.

24
El derecho de comunicarse personalmente con un defensor de su elección y de ser
asesorado por éste desde que es citado o detenido por cualquier autoridad, da al individuo
la seguridad de tener un apoyo profesional para poder conducirse mejor en las
complejidades de las actuaciones procesales, cualquier autoridad significa no solo los
jueces, también cuando la detención es realizada por la policía se tiene derecho a un
defensor.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

16. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por
escrito, de las causas o razones de su detención.
Las explicaciones del precedente inciso aplican a este inciso 15.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

17. El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la defensa


gratuita para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos
que la ley señala.
El Estado debe garantizar un servicio de defensa gratuita para aquellas personas que no
pueden pagar un abogado, el derecho de defensa exige que ni aún en estas circunstancias
extremas el acusado carezca de defensa profesional.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

18. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de


magistrados, conforme a ley.
Conforme al artículo 152, dice que los jueces de paz provienen de elección popular.
También se prevé la posibilidad de que los jueces de primera instancia sean elegidos de
acuerdo al párrafo del mismo artículo citado.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

19. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los


procesos le sea requerida.
Esto corresponde a la función ejecutiva de dicho poder que, por lo demás, ha sido ya
establecida de otra manera en el inciso 9 del artículo 118. Esta colaboración se hará
principalmente, a través de la ayuda de la policía para cumplir las resoluciones judiciales
cuando sea necesario el uso o la presencia de la fuerza pública.

25
Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

20. La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado en


la forma prevista por la Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales
no pueden darle posesión del cargo, bajo responsabilidad.
La función jurisdiccional es muy importante y delicada dentro de la sociedad. Para
nombrar jueces y otros magistrados se realizan procedimientos especiales que permitan
obtener personas de adecuadas calificaciones. Por ello, sólo las persona así elegidas y
nombradas pueden ejercer la función jurisdiccional válidamente.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

21. El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de las
resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.
La crítica de las resoluciones judiciales permite una mirada permanente de la sociedad y
de los especialistas en asuntos jurídicos sobre la actividad de nuestros jueces. Eso hacen
más difícil que puedan cometerse excesos impunemente al administrar justicia. Las
limitaciones de ley se referirán al decoro con que deben hacerse estas críticas por la
importancia del poder judicial y también a la preservación de la intimidad, el honor y la
reputación de las partes involucradas en los procesos.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

22. El derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos


adecuados.
Antiguamente las penas que se imponía a los delincuentes eran de carácter vengativo y
muchas veces conllevaban la tortura y la infamia. En los últimos dos siglos, sin embargo,
el derecho Penal ha superado esa etapa primitiva y hoy considera que las cárceles deben
ser lugares de readaptación social y no de venganza contra el delincuente. Por ello, el
mandato de esta norma es acorde con las corrientes modernas que tratan sobre la
readaptación del delincuente.

Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

23. El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación,


rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.
El régimen penitenciario está constituido por el conjunto de principios y normas que
regulan la ejecución de las sentencias penales establecidas por el Órgano Judicial. Su

26
conducción está a cargo del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), el cual es un
organismo público descentralizado perteneciente al sector Justicia órgano Judicial. El
INPE dirige, coordina y controla administrativamente el régimen penitenciario en los
establecimientos penales del país. Los objetivos que se persiguen alcanzar a través del
régimen penitenciario, concomitantes con la purgación de una pena por la comisión de
un ilícito, son tres:

a) La reeducación del penado; esto es, se busca la transmisión de conocimientos y


principios orientadores de vida que permitan la promoción de su desarrollo integral y la
guía para un nuevo proyecto de vida en sociedad.

b) La rehabilitación social del penado; esto es, se busca devolverle y restablecerle la


estimación de sí y la de sus congéneres.

c) La reincorporación del penado; esto es, se busca su nueva integración a la sociedad


(familia, trabajo, ciudadanía, etc.). (497)15

El delincuente no debe ser objeto de venganza ni de violencia de parte de la sociedad, a


pesar de que la ha agraviado. La autoridad para sancionar el crimen que supone que esta
sanción se imponga con observancia de los derechos humanos y el delincuente los tiene
tanto como cualquier otro ser humano. El objetivo debe ser lograr la reeducación,
rehabilitación y reincorporación del delincuente a la sociedad en la medida de lo posible.
Nuestras cárceles, desgraciadamente, tendrán que sufrir muchas transformaciones para
que esto pueda cumplirse.

3. LA PENA DE MUERTE COMO SANCIÓN

3.1. Concepto
La pena de muerte, o pena capital se enmarca dentro de las penas corporales, ya que el
castigo tiene un efecto directo sobre el cuerpo del sancionado. Como su nombre lo indica,
la pena de muerte consiste en quitar la vida de la persona que, de acuerdo al juez, es
considerada culpable de una falta grave. Pues actualmente, la Constitución Política del
Perú establece la pena de muerte sólo para los delitos de traición a la patria, en caso de
guerra y actos de terrorismo16, en concordancia con los pactos internacionales suscritos
por el estado peruano. Esta pena implica la disposición, por parte del estado, de la vida

15
Víctor García Toma (1998) Análisis Sistemático de la Constitución Peruana 1993, Tomo II
16
Constitución Política del Perú, Art. 140, 1993.
27
del condenado, sin posibilidad de retorno, a diferencia de lo que ocurre con la pena
privativa de libertad, que permite su eventual revisión. Este tema siempre es de
actualidad, más aún si ha vuelto a ponerse sobre la mesa entre las propuestas de algunos
candidatos en las recientes elecciones.

3.2. Pena de muerte en el Perú


Pues la pena de muerte en el Perú era aplicada en caso de traición a la patria, terrorismo,
espionaje, genocidio, motín y deserción en tiempos de guerra. La pena de muerte en el
Perú ha sido utilizada hasta el año 1979. Pues en el mismo año, la pena de muerte fue
abolida para los delitos comunes. En 1856 la pena de muerte se abolió. Se restituye en
1933 para criminales hasta 1979. En 1993 se incluyó al delito de terrorismo.
A. Uso
La pena capital es legal solo durante tiempos de guerra internacional o terrorismo, con
numerosas restricciones. Como las sentencias de muerte durante este tiempo se les
permite por delitos específicos, y sólo pueden ser impuestas por los tribunales militares
durante los estados de guerra.
B. Aplicación
Entre 1957-1979 fueron ejecutados 105 hombres, en la mayoría de los casos por cometer
genocidio e infanticidio. En 1957 fue condenado a pena de muerte Jorge Villanueva
Torres por violación y asesinato a un menor de 3 años de edad. En el año 1966 la condena
fue para Guillermo Lavalle alias, por violación y asesinato de un niño, en 1971 fue
ejecutado Víctor Apaza Quispe por el asesinato de su conviviente en Arequipa, en 1973
dos fueron los condenados: Alejandro Lastra y Gerardo Pinto por haber matado a un
policía y a un empleado de un banco, durante un asalto. En 1974 fue condenado Juan
Marache por haber matado a un policía. En 1976 se condenaron a otros dos sujetos:
Miguel Salazar Valdivia por haber matado a un policía durante un asalto y a Luis
Uscuvilca por haber asesinado a un guardia civil, durante un asalto17.

La última ejecución fue aplicada en 1979, en el gobierno de Francisco Morales Bermúdez


donde se fusiló a Julio Alfonso Vargas Garayar, pues era ex suboficial de la FAP, por
traición a la patria pues se le acusaba de realizar espionaje a favor de Chile. Este hombre

17
cesare, 1998, p. II, 27
28
fue fusilado a las 6 de la mañana el 20 de enero de 1979, convirtiéndose así en la última
persona en quién se aplicó la pena de muerte en el Perú.

C. La Pena De Muerte Como Sanción

La pena de muerte es una sanción penal que supone la privación definitiva de la vida, el
bien jurídico más fundamental para el ser humano, así como la violación de otro conjunto
de derechos fundamentales.

D. La potestad punitiva del Estado.

La función punitiva del estado social y democrático de derecho, se origina en su soberanía


para identificar como punibles ciertas conductas y establecer la sanción correspondiente
derecho penal subjetivo. Pues como se ve el estado ya no tiene un poder absoluto, como
antes lo tuvo, sino que al ejercer su poder punitivo lo hace de acuerdo a determinados
límites que lo rigen. Estos límites se expresan en forma de principios, la mayoría de los
cuales, tienen nivel constitucional pues por tanto, el estado cuando promulga y aplica
determinadas normas penales, tiene que mantenerse dentro del marco de principios
garantistas, por ende, el problema de los principios legitimantes del poder sancionador
del estado es tanto constitucional como jurídico penal, pues en este sentido, su
legitimación extrínseca proviene de la constitución y los tratados internacionales pero su
legitimación intrínseca se basa en una serie de principios específicos. Aun así pues todos
son igualmente importantes en la configuración de un derecho penal respetuoso con la
dignidad y libertad humanas, meta y límite del estado social y democrático de derecho y,
por tanto, de todo su ordenamiento jurídico.

E. La finalidad de la sanción penal

En principio, el Código Penal de 1991 introdujo normas sobre la finalidad de la pena y


un nuevo sistema de penas. En este sentido, el artículo I del título preliminar declara que
este código tiene por objeto la prevención de delitos y faltas como medio protector de la
persona humana y de la sociedad. El artículo IX del título preliminar expresa que, la pena
tiene función preventiva, protectora y resocializadora.

Así, el código se refiere a las teorías preventivas. Para establecer los límites a la
aplicación de la pena por parte del poder penal, el derecho penal ha desarrollado diferentes
teorías como las teorías relativas y las teorías mixtas, siendo las teorías absolutas negadas
29
pues implican la pura retribución por el hecho. En cuanto a la pena de muerte constituye
el extremo de la práctica de la prevención general negativa, ya que busca inhibir a las
personas en la comisión del delito mediante intimidación o disuasión de éstas a través de
la aplicación de la pena. En ese sentido, se orienta a evitar que se produzcan nuevos delitos
advirtiendo a los ciudadanos de las consecuencias de cometer delitos, generando temor.

Esta forma de prevención no puede superar las críticas que se les han formulado en el
sentido que presentan al hombre como un instrumento de la pena convirtiéndolo en un
medio al servicio de otros fines, ya que no se le castiga por el delito que ha cometido, si
no como ejemplo para que los demás no delincan. Tomando en cuenta la psicología del
individuo y el efecto que produce en ella, el precepto jurídico ve en él a, un verdadero
robot que se inclina por el delito o se abstiene a cometerlo según la mayor o menor entidad
de la pena abstracta señalada en la ley.

Finalmente, la dignidad del individuo es el límite material que debe respetar un estado
democrático, lo que va fijando topes a la dureza de las penas y agudizando la sensibilidad
por el daño que causan en quienes las sufren. Aunque al estado y hasta la colectividad en
general pudieran convenir penas crueles para defenderse, a ellos se opone el respeto de la
dignidad de todo hombre y también del delincuente, que debe asegurarse en un estado
para todos. El respeto por la dignidad humana adquiere vital importancia, así el tribunal
constitucional señala que comporta la obligación estatal de realizar las medidas adecuadas
y necesarias para que convención Americana de Derechos Humanos. La carta de 1993,
optaron por ampliar los supuestos de aplicación de la pena de muerte, al señalar que ella
podía ser impuesta también por los delitos de traición a la patria en caso de guerra interna
y el de terrorismo. Así, el artículo 140° de la Constitución dice expresamente: La pena de
muerte sólo puede aplicarse por el delito de traición a la patria en caso de guerra, y el de
terrorismo, conforme a las leyes y a los tratados de los que el Perú es parte obligada.

Pues la aplicación de la pena capital el que ello se verifique conforme a las leyes y a los
tratados de los que el Perú es parte obligada, en términos prácticos, impide que pueda
materializarse la ampliación que el mismo artículo constitucional pretendió
consagrar. En efecto, si la ampliación propuesta, procede siempre que guarde
correspondencia con los tratados en los que el Perú es parte, queda claro entonces que, en
tanto el Estado peruano no se desvincule mediante el mencionado procedimiento de
denuncia de la Convención Americana, el citado inciso 2 del artículo 4º de la misma,

30
impide tal ampliación. Pues otros artículos del propio texto constitucional refuerzan esta
opinión contraria a la posibilidad de ampliar los supuestos para la aplicación de la pena
de muerte en el Perú.

En tal virtud, no obstante, la equívoca redacción del artículo 140º de la actual


Constitución, en la actualidad, el único supuesto que admite la posibilidad de sancionar
con la pena capital la comisión de un delito en el Perú, sigue siendo el de traición a la
patria y en caso de guerra exterior.

Marcial Rubio Correa cuando manifiesta que, la medida más correcta que podría tomar
el Perú es modificar el artículo 140º de la Constitución y adecuarlo a las exigencias que
plantea la Convención Americana sobre Derechos Humanos, debidamente concordada
con el que fue artículo 235º de la constitución de 1979, que para estos efectos sigue siendo
el límite máximo posible de aplicación de la pena de muerte en el Perú.

3.3. La Pena De Muerte Frente Al Derecho Internacional

En mi opinión la pena de muerte es una afrenta a la humanidad, un castigo inhumano e


innecesario, que supone una violación de dos derechos humanos fundamentales como, el
derecho a la vida y el derecho de toda persona a no ser sometida a penas crueles,
inhumanas o degradantes, pues que no resuelve el problema del crimen y que no tiene un
mayor poder disuasorio frente al crimen que otros. Por lo demás, las cifras más recientes
de criminalidad recopiladas en países donde no existe la pena de muerte no demuestran
que la abolición haya producido efectos negativos, respecto a la pena de muerte, debe
decirse que la evolución del derecho internacional de los derechos humanos ha seguido,
primero, una tendencia de afirmación del derecho a la vida, y después, una tendencia
claramente abolicionista en el mundo.

Primero, pues los instrumentos internacionales y la afirmación del derecho a la vida y el


derecho a no ser sometidos a tratos inhumanos o degradantes. A lo largo del siglo XX
diversos instrumentos internacionales en materia de derechos humanos han sostenido, una
y otra vez, el derecho de todo ser humano a la vida.

Segundo la declaración universal de derechos humanos, adoptada y proclamada por la


asamblea general de las naciones unidas a través de la resolución 217 de 10 de diciembre
de 1948, cuyo artículo 3 dice, que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a

31
la seguridad de su persona, y su artículo 5 dice que, nadie será sometido a torturas ni a
penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Tercero, el pacto internacional de derechos civiles y políticos, adoptado por la asamblea


general de las naciones unidas mediante la resolución 2200A, de 16 de diciembre de 1966,
cuyo artículo 6 dice que el derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este
derecho estará protegido por la ley. Y que nadie podrá ser privado de la vida
arbitrariamente que en los países en que no hayan abolido la pena capital sólo podrá
imponerse la pena de muerte por los más graves delitos y que ninguna disposición de este
artículo podrá ser invocada por un Estado Parte en el presente Pacto para demorar o
impedir la abolición de la pena capital, por su parte, el artículo 7 dispone que nadie será
sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, el Comité de
Derechos Humanos ha precisado que la frase los más graves delitos" debe
interpretarse de forma restrictiva en el sentido de que la pena de muerte debe constituir
una medida sumamente excepcional18.

3.4. La tendencia abolicionista de la pena de muerte.

Pues los derechos fundamentales de las personas han llevado a los estados a no retroceder
en la aplicación o recorte de estos derechos, particularmente el que afirma la vida. Pero
no sólo eso. En las últimas décadas se ha debatido y adoptado un conjunto de tratados
internacionales relativos a la prohibición global y total de la pena de muerte. Pues de esta
manera, los estados se han comprometido a no recurrir a ella. En general, la tendencia
abolicionista sobre la pena de muerte descansa en la idea de que toda persona tiene el
derecho inalienable.

Esta forma de prevención no puede superar las críticas que se les han formulado en el
sentido que presentan al hombre como un instrumento de la pena convirtiéndolo en un
medio al servicio de otros fines, ya que no se le castiga por el delito que ha cometido, si
no como ejemplo para que los demás no delincan. Tomando en cuenta la psicología del
individuo y el efecto que produce en ella, el precepto jurídico ve en él a, un verdadero
robot que se inclina por el delito o se abstiene a cometerlo según la mayor o menor entidad

18
Vallejo,2018, Capítulos o Partes de Libros y Monografías
32
de la pena abstracta señalada en la ley. y que la anulación de la pena de muerte contribuye
a asegurar una protección más efectiva del derecho a la vida.

El protocolo del convenio europeo para la protección de derechos humanos y las


Libertades Fundamentales, referente a la abolición de la pena de muerte en tiempos de
paz, aprobado por el consejo de Europa en 1982, considerando que los avances realizados
en varios Estados miembros del Consejo de Europa expresan una tendencia general en
favor de la abolición de la pena de muerte", prescribe en su artículo 1 que queda abolida
la pena de muerte y nadie podrá ser condenado a tal pena ni ejecutado. El Protocolo ha
sido ratificado por 45 Estados europeos y firmado por un Estado.

El Estado peruano y la imposibilidad de desconocer las obligaciones internacionales. Pues


nadie discute hoy en día el principio de derecho internacional según el que tal derecho
tiene primacía sobre el derecho interno. Por lo mismo, el Estado peruano se encuentra
obligado por los tratados internacionales de los que es parte, entre otros, la convención
americana de derechos humanos, que afirma la vida y pone límites definitivos e
irrevocables a la aplicación de la pena de muerte. El Pacto de San José y la interpretación
que de su artículo 4 ha realizado la Corte Interamericana de Derechos Humanos dan
cuenta de un proceso progresivo e irreversible que, de un lado, impide el incremento del
catálogo de crímenes pasibles de la pena de muerte, y de otro, prohíbe su restablecimiento
para todo delito. De conformidad con el Tratado de Viena, según el cual los acuerdos
internacionales se interpretan de acuerdo con el principio de buena fe y deben de
cumplirse, el Estrado peruano se encuentra impedido de ampliar las causales y restablecer
la pena de muerte.

3.5. La Inconstitucionalidad De La Pena De Muerte.

Pues más allá de los argumentos expuestos en relación con la convención americana de
derechos humanos, para sostener que no cabe la ampliación del supuesto de pena de
muerte que contemplaba el artículo 235º de la constitución de 1979, es importante tener
presente, además, y de manera complementaria, que el contenido esencial de los artículos
1º, 2º, 3º, 55º, así como de la cuarta disposición final y transitoria de la constitución
vigente, rechaza también la posibilidad de tal ampliación.

Así, cuando el artículo 1º de la Constitución se refiere a que la defensa de la persona


humana y el respeto a su dignidad, son el fin supremo de la sociedad y el Estado, consagra

33
a la vez, un derecho y un principio que deben orientar toda la actuación del estado,
vinculándolo al respeto a los derechos fundamentales que la propia constitución consagra
en favor de la persona humana. En este sentido, aun cuando refiriéndose a la pena de
cadena perpetua, el tribunal constitucional se ha pronunciado señalando, que la cadena
perpetua es incompatible con el principio y derecho de dignidad humana, puesto que
detrás de los fines constitucionales de la pena como la reeducación, rehabilitación y
reincorporación también se encuentra necesariamente una concreción del derecho,
principio de dignidad de la persona, artículo 1º de la Constitución y, por tanto, éste
constituye un límite para el legislador penal.

Precisamente, dicho derecho principio, en su dimensión negativa, impide que los seres
humanos sean tratados como cosas o instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga
alcanzar con la imposición de determinadas medidas, pues cada persona, incluso la que
delinque, debe ser considerada como un fin en sí mismo, por cuanto el hombre es una
entidad espiritual moral dotada de autonomía.

Pues en el mismo sentido, el considerando 17 de la misma sentencia, el tribunal


constitucional afirma que de ahí que la ejecución de política de persecución criminal del
estado, se debe realizar, necesariamente, respetando los principios y valores
constitucionales, así como los derechos fundamentales de las personas. Precisamente, la
superioridad moral y ética de la democracia constitucional, radica en que ésta es
respetuosa de la vida y de los demás derechos fundamentales.

Por tanto, conforme al criterio expresado por el tribunal constitucional, al margen de lo


previsto en el inciso 22 del artículo 139º de la constitución más restringido al régimen
penitenciario éste considera que una pena esencialmente retributiva y no cabe duda que
la pena de muerte lo es por excelencia y resulta contraria al estado constitucional y el
respeto a los derechos fundamentales. De esa manera, la pena de muerte atenta también
contra lo prescrito en el artículo 3º de la constitución, que hace extensivo sus alcances en
materia de derechos fundamentales, a aquellos que, pese a no encontrarse expresamente
contemplados en su texto, resultan de naturaleza análoga a los previstos, o que se fundan
en la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del estado
democrático de derecho y de la forma republicana de gobierno.

34
Finalmente, tanto el artículo 55ª de la Constitución, que reconoce a los tratados celebrados
por el Perú, como parte de nuestro derecho interno, así como, de manera especial, la cuarta
final y transitoria, reafirman los conceptos expuestos, al otorgar a los instrumentos
internacionales en materia de derechos humanos, una particular trascendencia y carácter
vinculante para el estado peruano.

En tal sentido, pues tanto el pacto internacional de derechos civiles y políticos, de


marcada tendencia abolicionista, como fundamentalmente, la convención americana de
derecho humanos, conforme a los argumentos anteriormente expuestos, constituyen en la
actualidad barreras infranqueables para la aplicación de la pena de muerte en el Perú, con
arreglo a nuestro propio ordenamiento constitucional.

La Constitución de 1979 evidentemente tuvo un carácter abolicionista frente a la pena de


muerte en su calidad de mecanismo punitivo. Posteriormente, la Constitución de 1993
nuevamente buscó ampliar la aplicación de la pena de muerte a un nuevo supuesto, el
terrorismo, convirtiéndolo así en una conducta potencialmente sancionable con la pena
capital. Esta modificación si bien se encuentra declarada en el texto constitucional se
tornó en inaplicable precisamente por la obligación que pende sobre el estado peruano en
virtud del artículo 4º de la convención americana sobre derechos humanos, pues si bien
la convención admite la pena de muerte, es muy clara al señalar que no será posible
ampliar los supuestos de su aplicación. Si bien la convención entró en vigor para el Perú
antes que la constitución de 1979, debido a la naturaleza abolicionista de esta última y
por el carácter expansivo y progresivo de los derechos humanos, conllevan a que el único
supuesto válido de aplicación de la pena de muerte sea el caso de traición a la patria en
caso de guerra externa.

Es necesario tener presente que la pena de muerte es empleada como un medio de política
criminal, a la cual se recurre en situaciones de mayor inseguridad o frente a la necesidad
de sancionar severamente un delito de carácter excepcional, como es el caso de la traición
a la patria en caso de guerra externa. Respecto a esto es de tenerse en cuenta que la
tipificación de sanciones para conductas criminales debe tener como principal elemento
calificador una naturaleza preventiva, pero en cambio, la pena de muerte posee una
condición 100% sancionadora y no preventiva, siendo esta principal razón la que
deslegitima su relación entre el objetivo que se persigue al incorporarla, la disuasión de
conductas.

35
Además, al ampliar la pena de muerte a otros supuestos de actos típicos y antijurídicos
incumplimos con lo previsto por la propia constitución en su artículo 139 numeral 22 que
afirma que los fines de la pena son la reeducación, rehabilitación y reincorporación;
abandonando de esta forma la función resocializadora de la pena y del régimen
penitenciario. Sobre el principio de proporcionalidad, éste es empleado como un criterio
de evaluación de la actuación legislativa que busca analizar si la medida limitativa
adoptada está relacionada al objetivo y finalidad que se busca alcanzar, prevaleciendo la
medida menos gravosa y equilibrada entre el perjuicio y el beneficio que de ella se deriva
a favor del bien público.

Claramente existe un mayor perjuicio al atentar de forma tan directa el derecho a la vida
en relación al beneficio que podría obtenerse, pues es evidente que la solución no parte
por una sobre penalización. Finalmente, de esta forma, la aplicación de la pena de muerte
no es conforme al principio de proporcionalidad. Más aún, si analizamos cualquier
propuesta de modificación del artículo 140º de la Constitución ampliando el supuesto de
la pena de muerte, se encontraría reñido principio de interpretación del contenido esencial
de los derechos fundamentales, dado que esta medida colisiona con el derecho a la vida
reconocido constitucionalmente y que forma parte del denominado núcleo duro de
derechos, el mismo que es a su vez un principio y garantía institucional de un estado
democrático19. Al infractor de determinados bienes jurídicos y penales pueda
reincorporarse a la vida comunitaria, y que ello se realice con respeto a su autonomía
individual, cualquiera sea la etapa de ejecución de la pena.20

3.6. Marco Constitucional

A partir de la vigencia de la constitución de 1979, en el Perú la pena de muerte se mantuvo


con carácter de excepción, exclusivamente para el supuesto de traición a la patria en caso
de guerra exterior. Pues de esta manera, al haber entrado en vigencia dicho texto
constitucional en circunstancias en las que el estado peruano había ya suscrito y ratificado
la Convención de los derechos humanos.

4. FUNCIÓN JURISDICCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE LA


REPÚBLICA.

19
Rodríguez, 2006, p.2
20
marino, 2011, p.254
36
La función jurisdiccional de la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú no se
puede entender con plenitud si no sabemos la diferencia sustancial que existe entre la
jurisdicción y competencia, porque muchos se confunden y tratan como se fueran
sinónimos. Una cosa es hablar de jurisdicción y otra cosa es hablar de competencia.

Narváez (2008) señala que:

“todos los jueces tienen jurisdicción, pero no todos tienen competencia para conocer un
determinado asunto. Un juez competente es, al mismo tiempo, juez con jurisdicción; pero
un juez incompetente es un juez con jurisdicción, pero sin competencia” (p. 96).

Por lo tanto, es necesario establecer esta diferencia.

La jurisdicción según Devis (1997) es:

La soberanía del Estado, aplicada por conducto del órgano especial a la función de
administrar justicia, principalmente para la realización o garantía del derecho objetivo y
de la libertad y de la dignidad humana, y secundariamente para la composición de los
litigios o para dar certeza jurídica a los derechos subjetivos, o para investigar y sancionar
delitos e ilícitos de toda clase o adoptar medidas de seguridad ante ellos, mediante la
aplicación de la ley a casos concretos, de acuerdo con determinados procedimientos y
mediante decisiones obligatorias. (p. 135).

Es decir, la jurisdicción es el poder, facultad o potestad del Estado para administrar


justicia a través de los tribunales competentes y un deber jurídico para la realización
efectiva de los derechos materiales o sustanciales.

En el artículo 141° de la constitución se menciona lo siguiente:

Corresponde a la Corte Suprema fallar en casación, o en última instancia, cuando la


acción se inicia en una Corte Superior o ante la propia Corte Suprema conforme a ley.
Asimismo, conoce en casación las resoluciones del Fuero Militar, con las limitaciones
que establece el artículo 173º (CPP. 2012 art. 141)21.

Casación, mediante este recurso, Dávila Herrera (2008) “El máximo tribunal de justicia
de nuestra patria; falla en última instancia cuando la acción se inicia en la corte superior

21
Constitución Política del Perú, (capitulo VIII poder judicial). Congreso de la República, mayo
2012 pág. 100.

37
o en la misma corte suprema”22; y en la imposición de la pena de muerte por el fuero
privativo o militar, cuya sentencia es revisable de oficio ante consejo supremo de justicia
militar. El tribunal de garantía constitucional tiene como atribución la casación de las
resoluciones que expide la corte suprema.

Interpretando estos comentarios la Casación es el último fallo que consigue cualquier


proceso, adquiriendo la calidad de cosa juzgada. La emite la Corte Suprema, pudiendo
conocer los procesos seguidos en el fuero militar”.

Las resoluciones que dicta el fuero militar respecto a casaciones tiene sus limitaciones en
cuanto Artículo 173°:

✓ En caso del delito la policía nacional están sometidas al


de función fuero respectivo y al
los miembros de las código de justician
fuerzas armadas militar.

✓ Las disposiciones de estos delitos de traición a la


No son aplicables de civiles ggrhf patria y terrorismo
f

Las casaciones a que se refiere este articulo 141, es aplicable solo se imponga pena de
muerte.

En el artículo 143° de la constitución se menciona lo siguiente:

El Poder Judicial está integrado por órganos jurisdiccionales que administran justicia en
nombre de la Nación, y por órganos que ejercen su gobierno y administración.

Los órganos jurisdiccionales son: la Corte Suprema de Justicia y las demás cortes y
juzgados que determine su ley orgánica. (CPP. 2012 art.143)23

Interpretando estos comentarios, hasta en el pueblo más alejado debe existir un local
dedicado a administrar justicia; sus representantes (en este caso los jueces de paz) se
encargan de emitir resoluciones a nombre de la Nación, las mismas que son apelables y

22
Herrera, David. (2008). Interpretación y comentario de la Constitución Política del Perú.
23
Ibíd.

38
se resuelven en una instancia superior, estableciendo también la calidad de cosa juzgada,
cuando los términos se adecúen conforme a ley”.

Por órganos jurisdiccional, que cumplen la función


El poder judicial está de administración nombre de la nación.
Conformada, integrada
Por órganos que ejercen su gobierno y administración

Los órganos jurisdiccionales son:

o La Corte Suprema de Justicia de la República.

o Otras Cortes que determine su Ley Orgánica.

La corte suprema extiende su competencia en todo el país conociendo a través de sus:


salas civiles, penales y derecho constitucional y social, los procesos iniciados en las cortes
superiores, los referidos a materia constitucional, los originados en la corte suprema y
otros que están adjuntados a la ley.

En el artículo 144° de la constitución se menciona lo siguiente:

El Presidente de la Corte Suprema lo es también del Poder Judicial. La Sala Plena de la


Corte Suprema es el órgano máximo de deliberación del Poder Judicial. (CPP. 2012 art.
144)24.

Estos comentarios, anualmente se elige al nuevo presidente de la Corte Suprema de la


República y a los presidentes de las Cortes Superiores departamentales. El presidente de
la Suprema tiene una serie de atribuciones, exigencias para ocupar el cargo y también
limitaciones de ley.
El presidente de la corte Suprema es esto es elegido en la sala plena por los
La máxima autoridad del poder judicial. Vocales supremos titulares por mayoría
Absoluto y por un periodo de dos años.

o Representar al poder judicial


o Presidir la sala plena y las
sesiones del consejo ejecutivo del
poder judicial.

24
Ibíd.

39
o Supervisar la asistencia y
puntualidad de la corte suprema.
o Disponer la ejecución de acuerdos
Tiene como atribuciones
adoptados por la sala plena y por
el consejo ejecutivo del poder
judicial.
o Suscribir los reglamentos
internos, acuerdos, despacho y las
correspondencias oficiales.
o Designar a los integrantes de la
sala especializada etc.

Órganos Jurisdiccionales

En el artículo 26° en el órgano jurisdiccional de poder judicial se menciona lo siguiente:

1. La Corte Suprema de Justicia de la República;


2. Las Cortes Superiores de Justicia, en los respectivos Distritos Judiciales;
3. Los Juzgados Especializados y Mixtos, en las Provincias respectivas;
4. Los Juzgados de Paz Letrados, en la ciudad o población de su sede;
5. Los Juzgados de Paz.

En el artículo 27° en el órgano jurisdiccional se menciona lo siguiente:

(…) Los órganos jurisdiccionales cumplen su función con las especialidades y los
procedimientos que establecen la Constitución y las leyes”.25

Corte Suprema De Justicia De La República

En el artículo 28° de la corte suprema de justicia de la república se menciona lo siguiente:

25
Ley Orgánica del Poder Judicial. Título Órganos Jurisdiccionales Generales. Tercera Edición oficial:
mayo 2012. (Pág. 35).

40
La competencia de la Corte Suprema se extiende a todo el territorio de la República. Su
sede es la Capital de la misma”.26

En el artículo 29° de la corte suprema de justicia de la república de composición se


menciona lo siguiente:

La Corte Suprema está integrada por veinte Jueces Supremos, distribuidos de la siguiente
forma:

1. El Presidente de la Corte Suprema.


2. El juez supremo jefe de la Oficina de Control de la Magistratura.
3. Dos jueces supremos integrantes del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
4. Un juez supremo representante de la Corte Suprema ante el Jurado Nacional de
Elecciones.

Art. 30 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, están conformados por 5 vocales supremos
cada una y presididos por los que designe el presidente de la Corte Suprema para cada
sala. En la actualidad existen, además de las salas permanentes, salas transitorias, 1 en
derecho penal y 5 en derecho constitucional y social.

El trabajo jurisdiccional en materia Penal Militar Policial, es realizado a través de la Sala


Suprema Penal Militar Policial, cuya conformación y Presidencia, se regulan en la Ley
de Organización, Funciones y Competencia de la Jurisdicción Especializada en Materia
Penal Militar Policial.

“El trabajo jurisdiccional en materia Penal Militar Policial es realizado a través de la Sala
Suprema Penal Militar Policial”, el mismo que de conformidad con su Resolutivo 6 tendrá
una vacatio sentencia por un lapso de 6 meses contados a partir de la publicación de la
citada sentencia, plazo que una vez vencido ocasionará que la declaratoria de
inconstitucionalidad surta todos sus efectos27.

En el artículo 31° de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece de instancia de fallo se
menciona lo siguiente:

La Corte Suprema conoce como órgano de instancia de fallo los siguientes procesos:

a) Los iniciados en las Cortes Superiores;

26
Ibíd.
27
Ibíd.

41
b) Los de materia constitucional;
c) Los originados en la propia Corte Suprema; y,
d) Los demás que señala la ley.

El Art. 33 del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que las Salas Civiles
tienen competencia en los recursos de apelación y de casación de su competencia y, en
las contiendas de competencia conforme al Código Procesal Civil.

1. De los recursos de apelación y de casación de su competencia.


2. De las contiendas de competencia y de los conflictos de autoridad, conforme al
Código Procesal Civil; Inciso modificado por la Segunda Disposición
Modificatoria de la Ley N° 29364, publicada el 28 mayo 2009, cuyo texto es el
siguiente. “De las contiendas de competencia conforme al Código Procesal Civil.
3. De los procesos de responsabilidad civil contra los Vocales de la propia Corte
Suprema y de las Cortes Superiores y contra miembros del Consejo Supremo de
Justicia Militar y otros funcionarios, conforme a la Constitución y las leyes, en
primera instancia; Inciso derogado por la Tercera Disposición Derogatoria de la
Ley N° 29364, publicada el 28 mayo 2009.

Art. 34 del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece las siguientes
competencias de las Salas Penales:

1. El recurso de apelación en procesos sentenciados por las Cortes Superiores en


materia penal, que sean de su competencia;
2. De los recursos de casación conforme a ley;
3. De las contiendas y transferencias de competencia, conforme a ley;
4. De la investigación y juzgamiento de los delitos que se imputan contra los
funcionarios comprendidos en el Art. 183º de la Constitución, Fiscales y Vocales
Superiores, miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar y contra los demás
funcionarios que señala la ley, conforme a las disposiciones legales pertinentes;
inciso modificado por la Cuarta Disposición Modificatoria y Derogatoria de la
Ley N° 28665, publicada el 07 enero 2006, cuyo texto es el siguiente:
5. De las extradiciones activas y pasivas;

la Corte Suprema de Justicia de la República sobre pedidos de Levantamiento de


Inmunidad Parlamentaria y Denuncias Contra Altos Funcionarios del Estado.

42
5.- PODER JUDICIAL

El Poder Judicial es el Poder del Estado que, de acuerdo a la Constitución Política ejerce
la potestad de administrar justicia, la que emana del pueblo, y la ejerce a través de sus
órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes.

Poder judicial, es autónomo en lo político, administrativo, económico y disciplinario. Los


jueces y juezas ejercen sus funciones con independencia, con sujeción a la Constitución
y a su Ley Orgánica. La competencia del Poder Judicial se extiende a todo el territorio de
la República, teniendo en consideración la extensión jurisdiccional y el derecho
consuetudinario, precisado en el artículo 149° de la Constitución Política.

Poder Judicial como poder del Estado ha representado, a lo largo de nuestra historia
republicana, un permanente conflicto de legitimidad en diversos ámbitos: desde la
organización misma como institución representativa del Estado, pasando por procesos de
innumerables reformas, hasta y ítems de desaprobación ciudadana (Pag 63).

Los resultados sobre las líneas antes definidas en términos de imagen de la institución
judicial, es necesario admitirlo, no han sido auspiciosos para este segmento emblemático
de la impartición de Justicia y, pues el contrario, lo usual, como técnica de descripción de
la realidad de los jueces esas instituciones, han considerado en el énfasis sobre las
falencias operativas, administrativas e institucionales de Corpus judicial. Muy pocas
veces, in modo excepcional, se opta por destacar las líneas positivas de las instituciones
judicial, es decir, aquellas prácticas adecuadas que se han aplicado por el Poder Judicial
y que nos inducen a reflexionar que el arduo camino de la legitimación en democracia,
no solo puede implicar un balance histórico de las claves desmejorativas del cuerpo
judicial, sino que resulta razonable, a la luz de la historia, destacar aquellos tramos
tangibles que a su vez traducen márgenes de acciones y decisiones positivas (Pag 63).

La historia del Poder Judicial representa, consecuentemente, un extenso balance de


desasosiegos de los ciudadanos no solo en nuestro país, sino en la historia universal,
habidas excepciones de los niveles de legitimidad que han alcanzado los jueces en el
derecho anglosajón, cuyo nivel de aprobación es ostensiblemente alto y denota, en dicha
cultura, un nivel de confianza ciudadana razonablemente alto, en gran medida por la

43
naturaleza de ese sistema28. Proponemos, a partir de las reseñas discretas, destacar las
buenas iniciativas del Poder Judicial, así como las propuestas no abstractas, sino tangibles
y por supuesto mediables, en términos de resultados, así que, así como reflexiones sobre
el quehacer judicial. Su valor reafirma, por cierto, la forja de las instituciones judiciales
en esa búsqueda de legitimidad que es necesario alcanzar (Pag 64)

No dudamos de la solidez relativa de las críticas al Poder Judicial cuando se formulan


acusaciones de desigualdad material y formal, todo bien cuando se produce el
afianzamiento de una nueva idiosincrasia judicial como relación a los ciudadanos como
usuarios finales del sistema de Justicia de nuestro país. Son carencias que aún existen y
que es necesario diagnosticar las con suma acuciosidad y no con parcialidad, influidos
por el común denominador de la crítica y desaprobación ciudadana como ancla popular29.

A juicio nuestro, esa deuda histórica de la institución judicial para con la sociedad coma
en los rangos de evaluación de gestión, imparte ha sido saldada cuando pretendemos
trazar algunas líneas directrices que informen que lo avanzado en el camino de la
legitimación judicial muestra resultados objetivos, y que la crítica histórica ha recogido
mucho de las facetas institucionales negativas.

Pretendemos afirmar que, si bien los antecedentes del Corpus judicial extienden una
factura por cierto aún impaga en términos de legitimación, también es cierto que el
derecho de réplica ante la historia que aspiramos a desarrollar exige cuantificar las facetas
positivas que se han trazado en el devenir de la historia judicial. ¿Cómo realizamos ello?
Destacando los valores del Poder Judicial, traducidos en buenas prácticas, y no en
perspectiva abstracta, sino lo que en el día a día de la atención a los usuarios del sistema
judicial ha merecido una individualización de determinadas metas logradas (Pag 65).

En nuestro propósito inicial destacar algunas líneas de pensamiento sobre el sistema


judicial y como la teoría contractualista destaca la necesidad del Poder Judicial en el
contexto de las bases de formación del Estado. A continuación, reflexionemos en modo
crítico sobre las principales carencias, no por ciertas todas, respecto al sistema judicial,
las cuales son objeto de imputación al Corpus jurídico. Luego, aspiramos a destacar lo

28
Edwin Figueroa Gutarra, Derecho constitucional 2012, pág. 65 Óp. Cit.

Angulo Arana Pedro, Material de la Academia de la magistratura 2004. Óp. Cit.

29
Edwin Figueoa Gutarra, Derecho constitucional II 2012 pág. 63, 65 Óp. Cit.

44
que, a juicio nuestro, constituye una forma de expresión de buenas prácticas, las cuales
consolidan, a paso lento pero seguro, un camino hacia una mayoría legitimidad.
Finalmente, Es nuestro propósito hacer un balance, deduciendo sumas y restas, a efectos
de prevenir cómo podemos reenfocar la imputación de Justicia en nuestro país. Fijamos
un trinomio de eficiencia, confianza e institucionalidad como base de actuación por una
mejora sustantiva del Corpus judicial30.

Estimamos que esta reflexión hace uso del derecho de réplica, en tanto la tendencia usual,
en muchos de los estudios serios y de profunda investigación, y por cierto de especialistas
conocedores de la dialéctica judicial, recogen mayormente una posición negativa respecto
al Poder Judicial, en gran medida explicados por la dimensión de los problemas
estructurales de esta institución del estado. Sin embargo, la línea reflexiva de este análisis
opta por cruzar el Rubicón desde la orilla opuesta, alude a los esfuerzos tangibles y
resultados alcanzados por el Poder Judicial. Sí metafóricamente Caronte exige el pago de
la moneda para el viaje final, existen activos institucionales con los cuales el cuerpo
judicial podrá satisfacer salvar el viaje.

ESTRUCTURA COMENTARIO FUNCIÓN

Es el máximo nivel jurisdiccional


del Poder Judicial. Es la última Las Salas de la Corte Suprema
La Corte instancia ante la cual se pueden resuelven principalmente
1 Suprema de apelar todos los procesos judiciales recursos de casación con arreglo
Justicia de la que provienen de cualquier Corte a las normas procesales
República. Superior de justicia. respectivas.

Están compuestas por Salas Las Salas de las Cortes


Especializadas o Mixtas. Cada Superiores realizan el

Grecia Amado, Juan Antonio. Academia de la Magistratura. XL Curso PROFA. Óp. Cit.

45
Corte Superior cuenta con un juzgamiento o juicio oral en los
2 Las Cortes presidente elegido por la Sala procesos ordinarios. Resuelven
Superiores de Plena conformada por jueces y las apelaciones realizadas sobre
Justicia. juezas superiores titulares. las sentencias de los Juzgados
Especializados o Mixtos.

Son juzgados que dependen de la


Corte Superior respectiva y Resuelven las apelaciones
Los Juzgados funcionan en un distrito judicial. realizadas sobre las sentencias de
Especializados Los Juzgados se especializan en los Juzgados de Paz Letrados.
3 o Mixtos un tema de derecho y pueden ser
Civiles, Penales, Laborales, de
Delitos Tributarios y Aduaneros,
y de Familia.
Juzgan los casos que les son
Los Juzgados Son los juzgados creados para presentados en procesos
de Paz determinadas zonas rurales o ordinarios. Sentencian en los
4 Letrados. urbanas y su ámbito de acción procesos sumarios y especiales.
generalmente corresponde a uno Resuelven las apelaciones
o más distritos. realizadas sobre las sentencias de
los Juzgados de Paz Letrados.
Los Juzgados de Paz no recurren
a la valoración jurídica de los Con jurisdicción de equidad.
Los Juzgados casos. Los jueces de paz no son Investigan y sentencian en casos
5 de Paz necesariamente abogados ni de faltas menores, de acuerdo a
tampoco atienden casos que se su competencia.
ajusten al Código Penal o al
Código Civil.

5.1 Órganos de la administración de justicia:

46
Es el conjunto de actividades por los cuales el Poder Judicial, en ejercicio de su
jurisdicción (Atribución de administrar justicia en nombre del Estado), Resuelve
conflictos jurídicos, mediante la aplicación de las normas jurídicas. La potestad de
administrar justicia imana de los ciudadanos y ciudadanas ese importe en nombre de la
República por autoridad de la ley31 (Pag 67).
Comentario: Corresponde a los dignos de Poder Judicial conoce de los causas y Asuntos
de su competencia mediante los procedimientos que determinan las leyes.
Los órganos de la administración de Justicia están construidos de la siguiente
manera:
✓ El Ministerio de Justicia del Perú
✓ El Poder Judicial del Perú
✓ Corte Suprema de Justicia del Perú
✓ Policía Nacional del Perú
✓ Policía Fiscal
• El Ministerio de Justicia en el Perú: Es el Ministerio encargado de asesorar al
presidente constitucional del Perú en temas judiciales y de Derechos Humanos a
la nación.
• Poder Judicial del Perú. Es un organismo autónomo de la República del Perú
constituido por una organización jerárquica de instituciones, que ejercen la
potestad de administrar justicia, que en teoría y emana del pueblo, No obstante,
no es elegido directa ni indirectamente.

• Corte Suprema de Justicia del Perú: Es el máximo órgano jurisdiccional del


Perú, su competencia se extiende a todo el territorio del país, siendo su sede el
Palacio de Justicia ubicado en la localidad de Lima.
• Policía Nacional del Perú: Es una institución del Estado creado para garantizar
el orden interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas
y el normal desarrollo de las actividades ciudadanos. Es profesionales
jerarquizada. Sus integrantes representan la ley, el orden y la seguridad en toda la
República y tienen competencia para intervenir en todos los asuntos relacionados
con el complemento de su finalidad fundamental.

31
Bernard pulido, Carlos, derecho constitucional de la Academia de la magistratura Lima 2019 Óp. Cit.

47
• Policía fiscal: Tiene como misión prevenir, investigar, denunciar y combatir las
infracciones y los delitos aduaneros, contra el orden económico contra la
administración pública y patrimonio cultural, contra los derechos intelectuales y
lavado de activos.
5.2 Los magistrados:
El Consejo Nacional de la Magistratura es un organismo autónomo e independiente de
los demás órganos constitucionales y se encuentra sometido sólo a la Constitución y a
su Ley Orgánica. Compete al Consejo Nacional de la Magistratura la selección,
nombramiento, ratificación y destitución de los jueces y fiscales de todos los niveles,
salvo cuando éstos provengan de elección popular, en cuyo caso sólo está facultado para
extender el título y aplicar la sanción de destitución cuando corresponda conforme a ley.
No son revisables en sede judicial las decisiones sobre las materias a que se refiere el
párrafo anterior. Sus decisiones son inimpugnables.
Clases:
Existen dos clases de magistratura ordinarias y extraordinarias es la distinción más
sencilla e ilustrativa, al centrarse en si la función que se ejerce es habitual o excepcional
y si su ejercicio es permanente o no.
• Magistratura ordinaria: Es aquella cuya competencia se determina y regula de
una vez y para siempre y tienen una denominación fija. Son aquellas que
desarrollan su actividad en circunstancias normales y son elegidas por periodos
anuales (salvo los censores, elegidos cada cinco años). De éstas, son permanentes
aquellas que están normalmente en constante e ininterrumpido ejercicio, con una
sucesión anual inmediata de los cargos, como ocurre en el consulado, la pretura,
la edilidad, la cuestura y el tribunado de la plebe. Por otro lado, las no permanentes
son aquellas que, a pesar de ser esenciales, no requieren un ejercicio continuo en
el tiempo de forma inmediata, sino que se establecen de tanto en tanto por periodos
más o menos extensos, como ocurre en la censura.
• Magistratura extraordinaria: Es aquella que se crea de forma excepcional para
responder a exigencias circunstanciales gravosas, como la necesidad de nombrar
un dictador por un tiempo determinado. La competencia de las magistraturas
extraordinarias se determina en cada caso particular, al mismo tiempo que se les
elegía o, usualmente, por una ley especial anterior al nombramiento32.

32
MOMMSEN, T., Compendio pag.146. Óp. Cit.

48
Requisitos: De a acuerdo Artículo 156, para ser miembro del Consejo Nacional de la
magistratura: los requisitos del acceso el Consejo Nacional de magistratura, al ser
equiparados a las mismas exigencias establecidas respecto a un juez supremo, obedecen
a una exigencia de dignidad en la medida que la labor de los consejeros representa una
alta función de fiscalización, por tanto, sí exige un nivel de mayor calificación para las
complejas funciones de selección, nombramiento y ratificación de jueces y fiscales.
Derechos y deberes: Artículo 150 Consejo Nacional de la magistratura, los deberes del
Consejo Nacional de la magistratura radican sustantivamente en la selección y
nombramiento de jueces y fiscales con la excepción de los jueces de paz, quienes acceden
por elección popular, pon mecanismo democrático que permite elegir al mejor ciudadano
de una comunidad como postulante al cargo de juez.
La elección y nombramiento supone fijar las condiciones de acceso a las judicaturas; a
este respecto, un proceso relevante es el caso PROFA, pretensión en la cual, alegando al
derecho a la igualdad, los abogados sin curso PROFA solicitan, en un proceso de
institucionalidad, postulara la judicatura. Los abogados resultan vencedores en el proceso
y razón, señala el Tribunal Constitucional, de quien se afectaba el derecho fundamental
de acceso a la Función Pública en condiciones de igualdad.
Sanciones: En el Artículo 32 del Consejo Nacional de la Magistratura a efectos de aplicar
la sanción de destitución, pues investiga la actuación de Vocales y Fiscales Supremos,
por denuncia de parte o de oficio, sin perjuicio de las atribuciones que corresponden a
otros órganos. El Consejo mediante investigación preliminar determina si hay o no lugar
para abrir proceso disciplinario. Si no hay lugar a abrir proceso mandará archivar la
denuncia con conocimiento de las partes. Si hay lugar a proceso por acto que no sea delito
se realiza una exhaustiva investigación que se desarrolla en un plazo que no excede de 60
días útiles contados a partir de la fecha en que el Consejo notifica el inicio del proceso.
Si hay presunción de delito cometido por Vocales y Fiscales Supremos en el ejercicio de
sus funciones, o de infracción a la Constitución, el Consejo solicita la acusación
constitucional al Congreso, de conformidad con lo establecido en la Constitución Política
del Perú.

FERNÁNDEZ DE BUJÁN, A., Fundamentos pág. 30, 31. Óp. Cit.


DÍAZ TOLOSA, R. I. “Las magistraturas pág. 98. Óp. Cit.

49
5.3 Los trabajadores no jurisdiccionales: Clases, Derechos, Deberes, Atribuciones,
Sanciones.
Los trabajadores no jurisdiccionales son aquellos trabajadores que no laboran dentro del
poder jurisdiccional.
Poder Judicial no jurisdiccional viene del Poder Judicial porque ese poder es el único que
ejercen la potestad jurisdiccional, la función jurisdiccional es aquella persona que ejerce
función jurisdiccional básicamente los jueces.
Bien los fiscales no ejercen función jurisdiccional, solamente los jueces; ejercen función
jurisdiccional, ¿por qué? aplican el derecho sustantivo a una causa justiciable a un caso
civil o penal, no una causa relevante para el derecho, ahora en sentido estricto el Poder
Judicial no todos los trabajadores son trabajadores jurisdiccionales porque hay otros
trabajadores que son de la parte administrativa, por ejemplo; un administrador del Poder
Judicial no es un trabajador jurisdiccional o el personal de limpieza del Poder Judicial
no es un trabajador jurisdiccional, ahora estos trabajadores obviamente que tienen
derechos atribuciones y funciones todos los cuales van a estar establecidos según el tipo
de régimen en el MOF en el ROF. El MOF es un manual de organización y funciones, el
ROF es un reglamento de organización funciones.
Ahora bien, los trabajadores jurisdiccionales están siempre establecido en la Ley
Orgánica de cada institución el Poder Judicial, tiene una Ley Orgánica ahí se establece
sus funciones.
Comentario: El Ministerio público también tiene su Ley Orgánica Decreto Legislativo
052 ahí está sus funciones, pero también hay en la ley de carrera fiscal, por ejemplo,
también están las funciones los deberes y los derechos y también las están sanciones.
Las sanciones de los trabajadores jurisdiccionales están por ejemplo en su ley, también
de la oficina de control de la magistratura entonces cada institución tiene su control
interno ahí están las sanciones que se le puede imponer, para establecerle una sanción que
son cuatro tipos necesariamente se tiene que realizar un proceso administrativo
disciplinario se llama proceso administrativo se rige por la ley procedimiento
administrativo general 27444.
5.4. Régimen del presupuesto del Poder Judicial.
Artículo 145.Presupuesto del Poder Judicial

El Poder Judicial presenta su proyecto de presupuesto al Poder Ejecutivo y lo sustenta


ante el Congreso.

50
El artículo bajo comentario se encuentra inserto en el capítulo Vlll Poder Judicial del
Título IV, denominado. De la estructura del estado, de la Constitución Política de 1993 y
recoge un tema de crucial importancia para la vida nacional, el cual es la garantía del
imperio de la ley a través del funcionamiento de una institución cuya intervención reviste
el carácter de definitivo. De ahí pues que la dotación de los suficientes medios
económicos para cumplir a cabalidad su cometido resulta el punto final de una reflexión
y decisión seria sobre qué clase de Justicia queremos para nuestro país.

La sustentación del presupuesto, conforme lo dispone el art. 80° de la Constitución, le


corresponde al Presidente de la Corte Suprema. Es necesario recordar que el presupuesto
es la proyección de gastos e ingresos durante un año y el presupuesto del Poder Judicial
está comprendido en el Gobierno Central, que además comprende los pliegos
presupuestarios de los organismos representativos de los poderes Legislativo y Ejecutivo,
también del Ministerio Público, Jurado Nacional de Elecciones, Consejo Nacional de la
Magistratura, Defensoría del Pueblo, Contraloría General de la República y el Tribunal
Constitucional, cuya ejecución se sujeta a las disposiciones establecidas en la Ley Marco
del Proceso Presupuestario del Sector Público, con aprobación de oficio del calendario de
compromiso.

En tal sentido, debe quedar establecido que el Poder Judicial, como poder del Estado, no
está sujeto a una determinada política general de un gobierno determinado, sino a las
obligaciones que la Constitución le asigna directamente. Por ello, corresponde al Poder
Judicial, en cuanto a sus funciones y con base en la independencia que le es consustancial,
fijar autónomamente sus objetivos institucionales que, obviamente, tienen un componente
presupuestario. La garantía de la independencia del Poder Judicial también se manifiesta
a través del rol que debe cumplir en el proceso presupuestario puesto que, de no ser así,
se corre el riesgo de su sometimiento al gobierno que le toque dirigir al Poder Ejecutivo.

El artículo bajo comento tuvo su antecedente mediato en el artículo 238 de la derogada


Constitución Política de 1979, cuyo texto fue el siguiente:

“Artículo 238. La Corte Suprema formula el proyecto de presupuesto del Poder Judicial.
Lo remite al Poder Ejecutivo para su inclusión en el proyecto de Presupuesto General del
Sector Público. Puede sustentarlo en todas sus etapas.

El Presupuesto del Poder Judicial no es menor del 2% del presupuesto de gastos corrientes
para el Gobierno Central”.

51
Su fórmula definitiva se obtuvo sobre la base de la propuesta estipulada en el artículo 164
del Proyecto presentado por la Comisión de Constitución al Pleno del Congreso
Constituyente Democrático, cuyo texto fue el siguiente:

“Artículo 164. El Poder Judicial presenta su proyecto de presupuesto al Poder Ejecutivo.


Lo sustenta en esa instancia y ante el Congreso”.33

Así, mientras en el primero se encarga a la Corte Suprema formular y presentar el


proyecto, en los dos siguientes se hace referencia a la presentación por parte del Poder
Judicial. En aquel texto la Corte Suprema, a través de las salas correspondientes era el
órgano que realizaba su labor propia jurisdiccional y también por intermedio de la Sala
Plena, es decir de la totalidad de sus integrantes reunidos se pronunciaba sobre asuntos
de gobierno como Poder del Estado. En el texto vigente al referirse expresamente al Poder
Judicial mas no a la Corte Suprema que es uno de los órganos que lo conforman deja
abierta la posibilidad de que su formulación y aprobación sea por otros órganos.34

Encontramos también una sutil diferencia entre los textos del vigente artículo 145 y el de
su antecedente inmediato, el artículo 164 del proyecto. En este se prescribía que la
propuesta alcanzada por el Poder Judicial al Poder Ejecutivo debía ser sustentado ante
este y ante el Congreso lo que, en la práctica de haber prosperado, hubiera obligado a una
doble gestión de sus tentación con el correspondiente riesgo a verse doblemente expuesto
a un recorte en los estimados de ingresos y gastos, a gusto tanto de los funcionarios
sectoriales como de los técnicos y políticos del Congreso.

Consecuentemente el TC considera que para el adecuado ejercicio de la competencia que


el artículo 145° de la Constitución le reconoce al Poder Judicial, es necesaria una ley
mediante la cual se establezcan los mecanismos especiales de coordinación entre el Poder
Ejecutivo y el Poder Judicial, en lo relativo a la elaboración del presupuesto de este último
con respecto a lo previsto en el artículo 145° de la Constitución, concordante con el
principio de equilibrio financiero.

Del mismo modo, el Poder Judicial deberá formular una política judicial de corto,
mediano y largo plazo, en donde se defina el conjunto de criterios conforme a los cuales

33
TORRES LARA, Carlos. El centro del debate constitucional en 1993. Tomo 11, Fondo Editorial del
Congreso del Perú, Lima, 2000, p. 511
34
El inciso 4 del artículo 82 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial (en
adelante, TUO LOPJ), prescribe que la propuesta del proyecto corresponde a la Gerencia General y su
aprobación y ejecución, luego de sancionado legalmente al Consejo Ejecutivo.

52
se orientará la organización judicial para administrar justicia. Para tal efecto se deberá
identificar los fines generales y objetivos específicos; el inventario y evaluación de los
medios y recursos para alcanzarlos; y la determinación de líneas de acción. Dicha política
deberá ser el sustento técnico para la toma de decisiones del Poder Legislativo en cuanto
a la aprobación de su presupuesto. Sobre esta base, el Poder Legislativo, atendiendo a la
capacidad económica del país, podrá incrementar las partidas presupuestarias
correspondientes a favor del Poder Judicial, a efectos de consolidar el proceso de reforma
de la administración de justicia en el que se encuentra avocado.

Sin embargo, en la medida de que el primer párrafo del artículo 79 de la Constitución


niega expresamente a los congresistas la posibilidad de crear y aumentar el gasto público,
salvo en lo que a su propio presupuesto se refiere35, válidamente nos preguntamos si la
aprobación de una ley de vigencia anual por la que se autorizan gastos públicos, casi
siempre mayores que los del periodo anterior, es arreglada a la letra y al espíritu de la
Constitución o si lo que esta quiere es que el Congreso tome nota de las razones técnicas
y políticas que motivaron al Gobierno a proyectar un determinado presupuesto incluido
en sus propios términos el del Poder Judicial tanto y en cuanto es atributo del Presidente
de la República "administrar la hacienda pública", tal como prescribe el inciso 17 del
artículo 118 de la Constitución Política, y apruebe el proyecto tal cual, sin posibilidad de
corregido o rectificarlo36.

5.5. Función jurisdiccional: garantías y requisitos.


Artículo 146.Exclusividad de la Función Jurisdiccional

La función jurisdiccional es incompatible con cualquiera otra actividad pública o privada,


con excepción de la docencia universitaria fuera del horario de trabajo. Los jueces solo
perciben las remuneraciones que les asigna el Presupuesto y las provenientes de la
enseñanza o de otras tareas expresamente previstas por la ley.

El Estado garantiza a los magistrados judiciales:

1. Su independencia. Solo están sometidos a la Constitución y la ley.


2. La inamovilidad en sus cargos. No pueden ser trasladados sin su consentimiento.

35
Constitución Política de 1993. "Artículo 79.- Restricciones en el gasto público. Los representantes ante
el Congreso no tienen iniciativa para crear ni aumentar Gastos Públicos, salvo en lo que se refiere a su
presupuesto.
36
CASTIILO c. Luciano. Ob. cit. en la nota 5, p. 34.

53
3. Su permanencia en el servicio, mientras observen conducta e idoneidad propias
de su función.
4. Una remuneración que les asegure un nivel de vida digno de su misión y jerarquía.

Las garantías jurisdiccionales son las condiciones laborales que tienen como objeto,
proteger la actuación jurisdiccional de los impartidores de justicia, como la de reconocer
y otorgar un conjunto de prestaciones para los empleados del Poder Judicial, para que
puedan desarrollar de manera eficaz sus funciones.

El artículo 146 de la Constitución complementa lo establecido por el artículo 139 incisos


1 y 2 de la misma en lo que se refiere a los principios de independencia y exclusividad de
la función jurisdiccional. Estas disposiciones están referidas a dos ámbitos de los
referidos principios. De un lado los incisos 1 y 2 del artículo 139 "proclaman" la
independencia y exclusividad de la función jurisdiccional y de otro, el artículo 146
establece un conjunto de "garantías" que pretenden asegurar tales principios.

Las diferentes disposiciones contenidas en el artículo 146 constituyen el parámetro que


con mayor idoneidad puede reflejar el grado de independencia judicial que debe existir
en el ordenamiento jurídico peruano, de manera tal que se podrá sostener que una
organización jurisdiccional como la peruana es independiente cuando:

a. sus integrantes puedan administrar justicia sin interferencias de los poderes


ejecutivo, legislativo o órgano constitucional alguno.
b. no puedan ser cambiados de cargo sin su consentimiento.
c. no puedan ser removidos de la función judicial sin existir causa justificada.
d. puedan recibir una remuneración acorde con la alta misión que desarrollan.

En lo que se refiere a la garantía de permanencia y de inamovilidad, cabe precisar,


respecto de la primera que, a los pocos días de producido el golpe del 5 de abril de 1992
el denominado Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional expidió los Decretos
Leyes N°25442, 25443, 25446, 25471, 25491, 25529, 25563, 25580, mediante los cuales
se cesó arbitrariamente a 134 magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público y
respecto de la segunda que debido a la existencia de una mayoría de magistrados
"provisionales" se posibilitó el traslado de aquellos magistrados que no cedían ante las
presiones del régimen instaurado, haciéndose evidente la violación de las garantías de
permanencia e inamovilidad judicial. Finalmente, en lo que se refiere a las
remuneraciones de los magistrados, se debe mencionar que, pese a la existencia de

54
recursos económicos provenientes de créditos otorgados por organismos internacionales,
no se incrementó significativamente las remuneraciones de los jueces a un nivel que les
asegure un nivel de vida acorde con las funciones que desempeñan.

Por otra parte, hablamos de la independencia de los jueces, la misma que es la máxima
garantía de la administración de justicia; la independencia de los jueces, determina que
se hallen sometidos únicamente a la Constitución y la ley. En cuanto a las otras garantías
que se proporcionan a los magistrados, están dirigidas a obtener tanto su rectitud de juicio
como su permanencia decorosa en el Poder Judicial.

La independencia, quiere decir que en el ejercicio de su función sólo se atienen a lo que


les dictan sus conocimientos y su conciencia, El juez no puede construir una decisión
judicial al margen o contra la ley. El Juez debe darle la adecuada interpretación y dado el
caso, elaborar la integración que deba poseer.

Teniendo en cuenta que las disposiciones constitucionales deben ser interpretadas


armónicamente como integrantes de un único cuerpo normativo, es pertinente mencionar
que este primer párrafo del artículo 146 de la Constitución no puede ser interpretado
desconociendo lo previsto en el artículo 2 inciso 8 de la Constitución, que establece entre
otras previsiones, que toda persona tiene derecho a la libertad de creación intelectual,
artística, técnica y científica, así como a la propiedad sobre dichas creaciones y a su
producto. Conforme a ello no serían incompatibles con el ejercicio de la función
jurisdiccional, todas aquellas actividades en las que el juez manifieste su libre creación
intelectual, técnica y científica siempre y cuando esta se desarrolle al margen de la función
jurisdiccional y sin afectar los principios que rigen la administración de justicia.

5.5.1. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: su independencia. Solo


están sometidos a la Constitución y la ley (artículo 146 inciso 1).
Algunos de los antecedentes de la garantía de independencia que el Estado debe asegurar
a los jueces se encuentran contenidos en las Constituciones de 1834 y 1867en su artículo
127 y las Constituciones de 1839, 1856, 1860, 1867, 1920,1933, en sus artículos 129,
130, 129, 127, 155,228, respectivamente que establecían que ningún poder ni autoridad
puede avocarse juicios pendientes ante otro poder u otra autoridad, ni sustanciarlos, ni
hacer revivir procesos fenecidos y finalmente, la Constitución de 1979 establecía en su
artículo 242 inciso 1 un texto similar al que contiene la Constitución de 1993, debiendo
destacar además que esta Constitución de 1979, preveía en su artículo 233 inciso 2 como

55
garantías de la administración de justicia: ''La independencia en su ejercicio. Ninguna
autoridad puede avocarse causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en
el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado
en autoridad de cosa juzgada ni cortar procedimientos en trámite ni modificar sentencias
ni retardar su ejecución".

Analizando dos puntos de vista con la sola finalidad de verificar la relación existente entre
la garantía institucional de la independencia judicial y otros derechos o garantías, si bien
es cierto que los jueces se encuentran protegidos contra todo tipo de injerencias en el
ejercicio de la función jurisdiccional, también los ciudadanos tienen derecho a la libertad
de expresión respecto de la actuación de los jueces y a criticar las resoluciones que estos
adopten y además que dentro de la organización jurisdiccional existen mecanismos como
aquel del precedente judicial, según el cual un mismo órgano judicial está obligado a
seguir los precedentes establecidos por él mismo o a seguir la interpretación de derechos
que puedan hacer las máximas instancias jurisdiccionales.

La garantía institucional de la independencia judicial frente a los medios de comunicación


o ciudadanos en general se encuentra relacionada con la "crítica social", con el control de
que la función jurisdiccional se encuentre amparada por la Constitución y por la ley
expedida conforme a esta y además con que esta función proteja efectivamente los
derechos fundamentales. Respecto de la aludida "crítica social", se ha sostenido que: Es
por esta vía, mucho mejor que a través de las sanciones jurídicas o políticas, como se
ejerce el control popular sobre la justicia, se rompe la separación de la función judicial,
se emancipan los jueces de los vínculos políticos, burocráticos y corporativos, se des
legitiman los malos magistrados y la mala jurisprudencia y se elabora y se da
continuamente nuevo fundamento a la deontología judicial.

La garantía Institucional de la independencia judicial, cabe precisar que en el ejercicio de


la función jurisdiccional los jueces son independientes respecto a todos los órganos
jurisdiccionales de gobierno de la organización jurisdiccional. Desde este punto de vista
se prohíbe a los órganos jurisdiccionales superiores corregir la aplicación o interpretación
de las normas jurídicas realizada por los jueces de otras instancias o dictarles cualquier
tipo de instrucciones que pretendan influir en su decisión salvo cuando medie un recurso
impugnatorio interpuesto por las partes del proceso judicial.

56
Cabe precisar que dentro de las funciones otorgadas al Ministerio Público por el artículo
159 inciso 2 de la Constitución, este órgano debe ''velar por la independencia de los
órganos jurisdiccionales y por la recta administración de justicia", por lo que, frente a
vulneración de la garantía institucional de la independencia judicial, los jueces pueden
dirigirse al Ministerio Público sin perjuicio de los derechos que les faculte la ley
respectiva.

5.5.2. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: la inamovilidad en sus


cargos. No pueden ser trasladados sin su consentimiento (artículo 146 inciso 2).
Como algunos de los antecedentes de la garantía de inamovilidad de los jueces podemos
mencionar la Constitución de 1820 que disponía en su artículo 97 que los jueces son
inamovibles de por vida, si su conducta no da motivo para lo contrario conforme a ley, la
Constitución de 1979 que establecía en el inciso 2 de su artículo 242 que en la
Constitución vigente se convirtió en los incisos 2 y 3 del artículo 146 que el Estado
garantiza a los magistrados judiciales: Su permanencia en el servicio hasta los setenta
años y la inamovilidad en sus cargos, mientras observan conducta e idoneidad propias de
su función. Los magistrados no pueden ser ascendidos ni trasladados sin su
consentimiento.

En su mayoría nuestros textos constitucionales han consagrado la garantía de


inamovilidad, salvo la pasajera Constitución de 1856 que duró tan solo 4 años y estableció
en su artículo 125 que "son amovibles los miembros del Poder Judicial y la ley fijará la
duración de sus empleos". Sobre el establecimiento de la mencionada amovilidad o
separabilidad se sostuvo lo siguiente: "Litigantes perdidos convirtieron la tribuna
parlamentaria en pregón de improperios contra los provectos magistrados de la Corte
Suprema, poniéndolos en parangón con los salteadores de caminos y por el prurito de
reformarlo todo, la innovación pasó: en adelante, los jueces iban a quedar a merced de las
venganzas políticas y personales, el Gobierno que se creyera desairado, el litigante
malicioso que atribuiría a injusticia y venalidad del juez la pérdida de su pleito, harían
estallar sobre él todo el furor de su cólera y despecho y no le quedaría más refugio, para
conservar su puesto, que, adular a los unos, complacer a los otros y contemporizar con
todos.(Silva, s.f.)37.

37
SILVA SANTISTEBAN, José. Curso de Derecho Constitucional. Librería de A. Bouret Paris, 1874.pp. 361-
362.

57
Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha sostenido en la sentencia recaída en el
Expediente N°0023-2003-AI-TC que la garantía institucional de la inamovilidad de los
jueces, prevista en el inciso 2 del artículo 146 de la Constitución no solo determina el
estatus jurídico de los jueces, sino que debe entenderse, a su vez, como una garantía de
justicia para el administrado, indispensable para reforzar la independencia judicial en un
Estado Democrático. Es por ello que importa tomar en cuenta dos aspectos:

a. Prohibición de separación de la carrera judicial, salvo proceso sancionatorio y/o


sometimiento a la ratificación judicial.
b. Prohibición de traslados forzosos de un puesto judicial a otro.

Con ello, se busca la estabilidad del juez en el cargo y que la carrera judicial esté exenta
de cualquier influencia política, conservando la debida especialidad y conocimiento que
amerita el cargo, finalidad que no podría verificarse con las separaciones o traslados no
justificados ni establecidos en norma alguna y mucho más cuando provengan de un
órgano distinto, como el Poder Ejecutivo.

5.5.3. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: su permanencia en el


servicio, mientras observen conducta e idoneidad propias de su función (artículo
146 inciso 3).
Dentro de sus antecedentes destacan la Constitución de 1826 que en su artículo 98
establecía que "Durarán los Magistrados y Jueces tanto cuanto duren sus buenos
servicios". La de 1828, en su artículo 104 que "Los jueces son perpetuos y no pueden ser
destituidos sino por juicio y sentencia legal". La de 1834, en su artículo 108 que "la
duración de los Jueces es en razón de su buen comportamiento y no podrán ser destituidos
sino por juicio y sentencia legal". Y la Constitución de 1979 que en el inciso 2 del artículo
242 establecía que "El Estado garantiza a los magistrados judiciales, su permanencia en
el servicio hasta los setenta años, mientras observan conducta e idoneidad propias de su
función”.

Sobre la disposición bajo comentario, el Tribunal Constitucional ha sostenido en la


sentencia recaída en el Expediente N.º 2209-2002-AA-TC que no hay duda de que dicho
precepto constitucional reconoce un derecho a todos aquellos que tienen la condición de
jueces y miembros del Ministerio Público. Se trata del derecho a permanecer en el servicio
Judicial, mientras observen conducta de capacidad propia de la función. Sin embargo,
este derecho tiene dos límites constitucionales muy precisos: Uno de carácter interno, que

58
se traduce en el derecho a permanecer en el servicio, entre tanto se observe conducta de
capacidad propia o acorde con la investidura de la función que se ejerce y otro de carácter
temporal, este derecho a permanecer en el servicio no es intemporal o hasta que se cumpla
una determinada edad, sino está determinado en el tiempo. Esto es por 7 años, luego de
los cuales la permanencia en el servicio de los jueces o miembros del Ministerio Público
se encuentra sujeta a una condición que sea ratificado por el Consejo Nacional de la
Magistratura.

Lo que quiere decir que la garantía de la permanencia en el servicio judicial se extiende


por espacio de 7 años, dentro del cual el juez o miembro del Ministerio Público no puede
ser removido, a no ser que no haya observado conducta e idoneidad propia de la función
o haya cumplido los 70 años, al que antes se ha hecho referencia. Una vez transcurridos
los 7 años, el derecho de permanecer en el cargo se relativiza, pues, a lo sumo, el
magistrado o miembro del Ministerio Público solo tiene una expectativa de poder
continuar en el ejercicio del cargo, si es que logra sortear el proceso de ratificación.

5.5.4. El Estado garantiza a los magistrados judiciales: una remuneración que les
asegure un nivel de vida digno de su misión y jerarquía (artículo 146 inciso 4).
Entendiendo que la remuneración es la contraprestación por el trabajo efectivamente
realizado, esta disposición tiene por finalidad que la contras prestación que el juez reciba
por la función jurisdiccional desarrollada sea una de tal nivel que le asegure una vida
digna, de manera que se evite que el juez, al encontrarse prohibido de ejercer otra labor
que no sea la jurisdiccional salvo la docencia, pueda ceder ante presiones de las partes de
un proceso judicial, más aún que como lo ha precisado el Tribunal Constitucional en la
sentencia recaída en el Expediente N.º 0023-2003-AI-TC, la función jurisdiccional
merece una especial atención, toda vez que constituye la garantía última para la
protección de la libertad de las personas frente a una actuación arbitraria del Poder
Ejecutivo o el Poder Legislativo.

Artículo 147. Requisitos para ser Magistrados de la Corte Suprema.

Para ser magistrados de la corte Suprema se requiere:

1. Ser peruano de nacimiento.


2. Ser ciudadano en ejercicio.
3. Ser mayor de 45 años.

59
4. Haber sido magistrado de la corte superior o fiscal superior durante 10 años o
haber ejercido la abogacía o la catedra universitaria en materia jurídica durante
15 años.

Requisitos para ser magistrado de la Corte Suprema en el Derecho Constitucional


comparado.

Es muy útil recurrir al Derecho Constitucional comparado, pues nos permite establecer si
para el Poder Constituyente de otros países, un tema adquiere tal relevancia que merece
ser consagrado en un Texto Constitucional. Sabemos que en el constitucionalismo actual
generalmente las constituciones son rígidas, lo que implica una garantía que determinados
aspectos que rigen la vida de un país se encuentren incorporados en la constitución, de
este modo, se evitan los cambios continuos a través de leyes, que en algunos casos siendo
ordinarias, se aprueban con votaciones minoritarias.

Una mirada a las constituciones de otros países, en especial de nuestro ámbito, nos pone
en evidencia que ha sido preocupación del constituyente incluir en el capítulo respectivo
al Poder Judicial los requisitos para ser magistrado de la Corte Suprema. Esta
preocupación tiene una explicación en los países de nuestro continente, donde rige un
presidencialismo fuerte, porque el Poder Judicial en muchas oportunidades se ha
encontrado sometido al Poder Ejecutivo.

Por ello no debe llamarnos la atención que una tendencia actual del constitucionalismo
iberoamericano sea el de establecer nuevos mecanismos para la selección y
nombramiento de magistrados. Es el caso de los denominados Consejos de la Judicatura,
Consejo de la Magistratura en Argentina, Consejo Nacional de la Magistratura en Perú,
entre otros.

Los requisitos comunes son los siguientes:

1. Edad

En el caso de Argentina se requiere una edad de 30 años y en el de Venezuela más de 30


años de edad. Paraguay, Panamá, México y Bolivia exigen la edad de 35 años, mientras
que Costa Rica y República Dominicana requieren ser mayor de 35 años. El Salvador y
Uruguay requieren de 40 años, resultando que Perú y Ecuador son los países que mayor
número de años exige 45 años.

2. Nacionalidad
60
Se advierte que la mayoría de las constituciones requiere la nacionalidad de origen, sin
embargo, la Constitución de Costa Rica permite el requisito de naturalización salvo el
caso del Presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien deberá ser costarricense por
nacimiento y Uruguay que requiere de la ciudadanía natural en ejercicio o legal con 10
años de ejercicio y 25 años de residencia en el país.

3. Profesión y tiempo de ejercicio

Todas las constituciones establecen como requisito el ser abogado, pero difieren en el número de
años de ejercicio. Así Argentina requiere un ejercicio de 8 años siendo el número más común 10
años, como es el caso de Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Panamá,
Nicaragua, Paraguay y Uruguay. República Dominicana lo fija en 12 años y Ecuador en 15 años,
al igual que nuestro país. En algunos casos se opta por los años de ejercicio en la profesión de
abogado o de magistrado es el caso de Colombia, que requiere haber desempeñado durante 10
años cargos en la rama judicial o en el Ministerio Público, Costa Rica que es un caso singular,
pues establece la fórmula de 10 años de ejercicio de abogado o 5 años si se tratare de funcionario
judicial. En igual sentido El Salvador, que exige haber desempeñado una magistratura de segunda
instancia durante 6 años o una judicatura de primera instancia durante 9 años, mientras que
Ecuador opta entre 15 años de abogado o de magistrado o de cátedra universitaria.

4. Otros requisitos adicionales

Además de los requisitos comunes, algunas constituciones establecen determinados


requisitos que es interesante mencionar. Tal es el caso de Costa Rica, Honduras y El
Salvador, que establecen el requisito de "pertenecer al estado seglar", Ecuador que exige
el requisito de "tener título de doctor en jurisprudencia", al igual que Paraguay que exige
"poseer título universitario de Doctor en Derecho". Por su parte, Bolivia exige "haber
cumplido los deberes militares" y finalmente Bolivia, Colombia, México, que en distintos
términos requieren que los aspirantes a magistrado de la Corte Suprema no hayan sido
condenados a pena privativa de libertad corporal, excluyendo los delitos políticos o
culposos.

5.7. Acción contencioso – administrativa.


Artículo 148. Proceso contencioso administrativo.

Las resoluciones administrativas que causan estado son susceptibles de impugnación


mediante la acción contencioso-administrativa.

61
Este artículo nos dice que todo acto administrativo es impugnable ante el Poder Judicial.
La acción Contencioso-Administrativa, consiste en el derecho que tienen las personas de
recurrir al Poder Judicial, para que anule cualquier acto o resolución del Poder Ejecutivo
o de cualquier Órgano Administrativo del Estado.

El artículo 240 de la Constitución de 1979 que fue la primera que en nuestro país otorgo
específicamente rango constitucional al proceso contencioso administrativo como
instrumento procesal puesto a disposición de los ciudadanos para solicitar al Poder
Judicial el control de la actividad administrativa contraria al ordenamiento jurídico.

Muchas veces sea ha generado que no se tome conciencia de la importancia que para
nuestro sistema jurídico representa la existencia del proceso contencioso administrativo
como una garantía esencial del Estado de Derecho, porque constituye un mecanismo
creado para controlar que la administración pública actúe subordinada al marco jurídico
que regula su actividad permitiendo a los ciudadanos acudir a otro Poder del Estado,
demandando que evalúe si las actuaciones de la administración son contrarias o no a
derecho.

De lo expuesto se puede apreciar que la consagración a nivel constitucional del proceso


contencioso administrativo cumple los siguientes objetivos:

1. Garantiza el equilibrio entre los poderes del Estado, porque permite que lo
decidido por las entidades y órganos que conforman la administración pública o
que ejercen funciones administrativas, en cualquiera de sus tres niveles de
Gobierno, es decir nacional, regional y local, pueda ser revisado a pedido de los
interesados por otro poder distinto y autónomo como lo es el Poder Judicial.
2. Refuerza el principio de legalidad que fundamenta a la administración pública,
porque conforme a la arquitectura constitucional, toda acción administrativa debe
sujetarse al ordenamiento jurídico preestablecido, razón por la que se confiere al
Poder Judicial la potestad de verificar en sede jurisdiccional la legalidad de las
actuaciones administrativas impugnadas.
3. Consagra el derecho subjetivo de los particulares para poder cuestionar ante el
Poder Judicial todas las decisiones administrativas que les afecten, demandando
la satisfacción jurídica de sus pretensiones contra la administración pública lo que
constituye un verdadero derecho a la tutela judicial efectiva frente a la

62
administración que también está amparado por los tratados internacionales que
sobre derechos humanos ha refrendado nuestro país.
4. Correlativamente establece una tácita reserva constitucional para que el control
jurisdiccional de la legalidad de la actividad administrativa se realice
exclusivamente a través del proceso contencioso administrativo, como el proceso
ordinario destinado especialmente al control jurisdiccional de la legalidad de la
actuación administrativa y no mediante otros procesos de orden civil, etc. A
excepción de los procesos constitucionales destinados a la tutela de los derechos
fundamentales que sirven también subsidiariamente para el control de las acciones
administrativas como amparo, hábeas data, proceso de cumplimiento, etc.38
5. Al consagrarse el proceso contencioso administrativo se impide que el legislador
pueda aprobar normas que excluyan determinadas actuaciones administrativas del
ámbito del citado proceso declarándolas exentas o inmunes a un eventual control
jurisdiccional (se proclama la universalidad del control), que se restrinja
irrazonablemente el acceso de los particulares ante la justicia para iniciar el citado
proceso, que se reduzcan las potestades de la magistratura en orden a ejercer sin
restricciones el control jurídico de la administración o finalmente que se
desnaturalice el cauce establecido legalmente impidiendo a los particulares
acceder a la tutela jurisdiccional respecto de la administración pública.

En este punto conviene enfatizar que el proceso contencioso administrativo, no obstante


estar expresamente consagrado en la Constitución, no participa de la naturaleza de los
procesos constitucionales establecidos en el artículo 200 del texto constitucional, por las
siguientes razones:

1. Su objeto directo no es el control de la constitucionalidad de las normas jurídicas,


ni tampoco la sola protección de los derechos constitucionales, porque mediante
el proceso contencioso administrativo los particulares afectados pueden
cuestionar todo tipo de actuaciones administrativas por cualquier motivo de
contrariedad al derecho, enjuiciando tanto la inconstitucionalidad como la
ilegalidad de las actuaciones administrativas impugnadas, y asimismo demandar
el reconocimiento de derechos incluso de origen legal y no solo constitucional.

38
Artículo 3 de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo N° 27584.- Exclusividad del proceso
contencioso administrativo. - Las actuaciones de la administración pública solo pueden ser impugnadas en
el proceso contencioso administrativo, salvo los casos en que se puedan recurrir a los procesos
constitucionales

63
2. A diferencia de los procesos constitucionales para la tutela de los derechos
fundamentales que son remedios extraordinarios para la protección inmediata o
de urgencia de los citados derechos amenazados o vulnerados, sometidos a plazos
de tramitación muy breves y carentes de etapa probatoria, el proceso contencioso
administrativo es un proceso ordinario, específico y preferente para el control
jurídico de las decisiones administrativas, en cuyo trámite las partes pueden actuar
con amplitud los medios probatorios.
3. Mientras que en los procesos constitucionales cabe la posibilidad que los
demandantes puedan acudir en último grado ante el Tribunal Constitucional en
caso el Poder Judicial no estime sus demandas, el proceso contencioso
administrativo se tramita exclusivamente ante las instancias del Poder Judicial.

Conforme al penúltimo párrafo del artículo 200 de la Constitución, se ha establecido una


reserva a ley orgánica para la regulación del trámite de los procesos constitucionales,
requisito formal que no se aplica para el proceso contencioso administrativo que puede
ser objeto de regulación por una ley ordinaria.

El artículo 148 de la Constitución, la condición que deben reunir los actos administrativos
para ser cuestionados ante el Poder Judicial es que causen estado, es decir, que agoten o
pongan fin a la vía administrativa porque fijan de manera definitiva la voluntad de la
administración, constituyendo la manifestación final de la acción administrativa respecto
de la cual no es posible la interposición de otro recurso administrativo, debiendo
entenderse que ello ocurre cuando se ha llegado al funcionario superior con competencia
para decidir en definitiva sobre el acto impugnado, por lo que únicamente su
pronunciamiento podría ser objeto de cuestionamiento ante el Poder Judicial.

En cuanto al desarrollo legal del precepto constitucional objeto de este comentario, recién
el 17 de abril del año 2002 entró en vigencia la Ley Reguladora del proceso Contencioso
Administrativo N°27584, publicada en el diario oficial el 7 de diciembre de 2001, la que
constituye la primera ley que en nuestro ordenamiento jurídico ha sido dictada para
regular específicamente el proceso contencioso administrativo.

La citada ley fue aprobada por el Congreso sobre la base de un proyecto elaborado por
una Comisión designada para dicho propósito por el Ministerio de Justicia, mediante
Resolución Ministerial N°174-2000-JUS la que preparó un texto que fuera difundido por
el diario oficial en una separata especial publicada el 5 de julio de 2001, acompañado de

64
una prolija exposición de motivos cuya lectura recomendamos a quienes quieran
profundizar en el estudio de la materia.

La nueva ley, en concordancia con el artículo 148 de la Constitución, diseña al


contencioso administrativo como un proceso de plena jurisdicción, o como la doctrina
administrativa le denomina "de carácter subjetivo", de modo que el juez no se puede
limitar a efectuar un mero control de la validez de los actos administrativos, sino que tiene
encomendada la protección y la satisfacción de los derechos e intereses de los
demandantes afectados por actuaciones administrativas.39 Entre las pretensiones que los
demandantes pueden formular en el proceso se encuentran que se declare la nulidad total
o parcial o la ineficacia del acto administrativo cuestionado, el reconocimiento o
restablecimiento del derecho o interés jurídicamente tutelado y la adopción de las medidas
o actos necesarios para tales fines, la declaración de contrario a derecho y el cese de toda
actuación material que no se sustente en un acto administrativo y que se ordene a la
administración pública la realización de una determinada actuación a la que se encuentre
obligada por mandato de la ley o en virtud de acto administrativo(artículo 5 y 38).

En cuanto a los órganos jurisdiccionales encargados de resolver el proceso contencioso


administrativo, la ley consagra la creación de jueces de primera instancia y de salas de la
Corte Superior, especializados en lo contencioso administrativo, lo cual garantizará
mayor efectividad en las técnicas de control jurisdiccional de la administración pública.
Se establece que el proceso deberá iniciarse en la mayor parte de casos ante el juez
especializado en la materia y sus resoluciones pueden apelarse ante la respectiva sala
especializada de la Corte Superior. La Corte Suprema cumple un rol exclusivamente
casatorio (artículos 8 y 9). Mediante la Ley N°27709 se ha modificado el texto del artículo
9 para establecer que respecto de actuaciones realizadas por algunos tribunales
administrativos y determinados organismos constitucionales, el proceso de inicia por
excepción ante la sala especializada de la respectiva Corte Superior, cuya resolución
puede apelarse ante la Corte Suprema, la cual curiosamente resuelve también en vías de
casación.

La ley exige que la administración pública, para hacer uso de la citada facultad de
interponer demanda contenciosa administrativa contra sus propios actos, emita

39
SALDAÑA BARRERA, Eloy. El nuevo proceso contencioso administrativo peruano: ¿Principio del fin de
nuestro amparo alternativo? En “Normas Legales". Tomo 319, Lima, diciembre 2002.

65
previamente una resolución motivada en la que se identifique el vicio de legalidad en que
incurre el acto administrativo en cuestión y el agravio que produce al interés público
(artículo 11). En tal caso tendrá la calidad de demandado el particular que podría ser
perjudicado por la eventual declaración judicial de nulidad del acto administrativo que le
reconoce derechos (artículo13).

La nueva ley establece el plazo de tres meses como regla general para interponer la
demanda. En los procedimientos administrativos en que media silencio administrativo u
otras formas de inactividad formal de la administración pública, el plazo que tiene el
interesado para formular la demanda es de seis meses, contados a partir de la fecha en que
vence el plazo establecido para que la administración se pronuncie (artículo 17).

En consonancia con los principios constitucionales del debido proceso y la tutela


jurisdiccional, las medidas cautelares son admitidas con amplitud en la nueva Ley del
Proceso Contencioso Administrativo, pueden solicitarse antes de iniciado o dentro del
proceso de conformidad con las normas del Código Procesal Civil artículo 35. Aparte de
los requisitos típicos que se requiere para su otorgamiento (peligro en la demora y
verosimilitud del derecho) se exige adicionalmente que exista adecuación entre la medida
cautelar solicitada con la pretensión que está llamada a asegurar (artículo 36).

La Ley del Proceso Contencioso Administrativo fortalece las potestades de los jueces
para velar porque los funcionarios de la administración pública cumplan las sentencias
recaídas en los procesos contencioso administrativos (artículos 40 y 41).

Sin embargo, en cuanto a la ejecución de sentencias que condenen al Estado a pagar


sumas de dinero, mediante la Ley N°27684 se ha sustituido el texto del artículo 42 de la
Ley del Proceso Contencioso Administrativo introduciendo reglas que relajan el
cumplimiento o ejecución de las citadas sentencias por parte de la administración pública,
mediante el establecimiento de topes presupuestales, de plazos dilatados para cumplir y
estableciendo otras normas que como lo ha señalado el Tribunal Constitucional hasta en
tres sentencias son incompatibles con los derechos a la tutela judicial efectiva y a la
igualdad.

6. VIGENCIA DEL DERECHO CONSUETUDINARIO

La Constitución Política de 1993, reconoce el derecho de las comunidades Campesinas y


Nativas para ejercer funciones jurisdiccionales en su territorio, que con el apoyo de las

66
Rondas Campesinas se aplicará el derecho consuetudinario, ello constituye como señala
Cárdenas (1990) “Un reconocimiento a un cierto pluralismo jurídico existente en nuestro
medio, en el que los derechos de las comunidades constituyen una especie de subsistemas
jurídicos”(p.923)40, asimismo, nuestra carta magna reconoce las costumbres como fuente
del derecho.

En ese marco, el derecho peruano tiene dos fuentes de derecho, la primera es un derecho
oficial, formal, positivizado, de carácter occidental y de raíces romano germánico; sin
embargo, su aplicación no es homogénea en el Perú debido a la diversidad y
multiculturalidad, por ello ha surgido la segunda, que es el derecho consuetudinario,
tradicional, moral o basados en costumbres locales que no está escrito ni codificado, sin
embargo, regulan los intereses colectivos y privados de un grupo social autoidentificados
como indígenas.

Respecto al segunda fuente del derecho, se entiende como un conjunto de costumbres,


prácticas y creencias que los pueblos indígenas y las comunidades locales aceptan como
normas de conducta obligatoria y que forma parte intrínseca de sus sistemas sociales,
económicas y su forma de vida (OMPI, 2016)41. Es por ello, para que una costumbre
califique como fuente de derecho requiere de dos elementos imprescindibles: a) uso
repetitivo y generalizado; y b) consciencia de obligatoriedad (Bazán s.f.)42.

Sin embargo, en el derecho consuetudinario peruano implica reconocer a los grupos y/o
personas que practican formas tradicionales de administración de justicia, ejerciendo
sistemas de justicia no estatales, empleando mecanismos alternativos de resolución de
conflictos o utilizando sistemas alternativos de justicia. En ese sentido, los que
administran el derecho consuetudinario en el Perú son las comunidades campesinas,
comunidades nativas, los jueces de paz y las rondas campesinas (Bazán, s.f.)43.

40
CÁRDENAS KRENZ, Ronald (Comentario) La Constitución Comentada, Análisis Artículo por
Artículo Tomo II. Gaceta Jurídica S.A. Lima – Perú, 2005. P. 702.
41
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual – OMPI (2016) Derecho Consuetudinario y
los Conocimientos tradicionales N°7, CH-1211 Ginebra-Suiza. Disponible en:
http://www.wipo.int/about-wipo/es/offices/.
42
Bazán Cerdón Fernando (s.f.) Estado del arte del derecho consuetudinario: El caso de Perú.
Revista LLDH, Vol.41 Disponible en: https://www.corteidh.or.cr/tablas/r08062-2.pdf.

43
Bazán Cerdón Fernando (s.f.). Ob.Cit.

67
6.1.Legislación del Derecho consuetudinario en el Perú

Norma jurídica Fundamento


Art.2: Toda persona tienen derecho (…)
inc.19: A su identidad étnica y cultural. El
Estado reconoce y protege la pluralidad étnica
y cultural de la nación.
Art.139: Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: (…) 8. El principio de
no dejar de administrar la justicia por vacío o
deficiencia de la ley. En tal caso, deben
aplicarse los principios generales del derecho y
el derecho consuetudinario.
Art.149: Las autoridades de las Comunidades
Constitución política del Perú de 1993 Campesinas y Nativas con el apoyo de las
Rondas Campesinas, pueden ejercer las
funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito
territorial de conformidad con el derecho
consuetudinario siempre que no violen los
derechos fundamentales de la persona.

68
Artículo 66: (…)
Los jueces de paz, preservando los valores que

Ley Orgánica del Poder Judicial la constitución consagra, respetan la cultura y


las costumbres del lugar.
Artículo 19: Los Conflictos y controversias de
naturaleza civil de mínima cuantía que se
originen entre los miembros de una Comunidad
Nativa, así como las faltas que se cometan,
serán resueltas o sancionadas en su caso, en
forma definitiva por sus órganos de gobierno.
Ley N°22175, Ley de Comunidades
En los procesos civiles y penales los Tribunales
Nativas y de Desarrollo Agrario de las
Comunes o Privativos, según sea el caso,
Regiones de Selva y Ceja de Selva tendrán en cuenta al resolver, las costumbres,
tradiciones, creencias y valores socio-culturales
de las comunidades.

Art.1: (…) en consecuencia el Estado (…)


literal d: Respeta y protege los usos, costumbres
y tradiciones de la comunidad. Propicia el
desarrollo de su identidad.
Art. 18: Son atribuciones de la Asamblea
General: (…) K) Constituir, cuando lo
considera necesario, Rondas Campesinas, de
Ley N°24656, Ley General de
conformidad con lo establecido en la Ley
Comunidades Campesinas N°24571; (…) m) Proponer candidatos a la
autoridad competente para los nombramientos
de Jueces de Paz no Letrados, Gobernador y
teniente Gobernador en su jurisdicción.

69
Artículo 1: (…) apoyan el ejercicio de
funciones jurisdiccionales de las Comunidades
Campesinas y Nativas, colaboran en la solución
de conflictos y realizan funciones de
conciliación extrajudicial conforme a la
constitución y a la ley.

Artículo 7: Las Rondas Campesinas en uso de


sus costumbres pueden intervenir en la solución
Ley N°27908, Ley de Rondas Campesinas pacífica de conflictos suscitados entre los
miembros de la comunidad u organizaciones de
su jurisdicción y otros externos siempre y
cuando la controversia tenga su origen en
hechos ocurridos dentro de su jurisdicción
comunal.

6.2.Ejercicio del Derecho Consuetudinario

La jurisdicción especial de las comunidades campesinas y nativas, está basada de acuerdo


a la ubicación geográfica, dónde las primeras están ubicadas en la costa y la sierra,
mientras que la segunda en la selva.

Bazán (s.f.)44 indica que en la población indígena de la selva hay tres distintos grupos
sociales: a) población étnica totalmente aislados de la cultura nacional; b) Contacto
esporádica con el resto de la sociedad y c) mantiene comunicación permanente con el
mundo occidental. Para el cual ha formulado una tipología de los grupos étnicos
amazónicos en función de su capacidad para resolver conflictos:

• Grupos tradicionales, segmentarios y acéfalos: Carecen de un poder


institucionalizado y de un aparato represivo, el derecho consuetudinario tiene
su base en la mitología y los conflictos se resuelven por venganzas y las
sanciones son impuestas por las mismas víctimas o por sus familiares.

44
Bazán Cerdón Fernando (s.f.). Ob.Cit. p.57-59.

70
• Grupos en proceso de transformación a comunidades nativas: Existe un
poder institucionalizado de la asamblea de los jefes de familia y el jefe, “apu”
o “curaca” de la comunidad, donde se aplica el derecho consuetudinario a base
de sus tradiciones y las sanciones son impuestas para el mantenimiento de la
paz social, existiendo castigos corporales, privaciones de libertad, multas y
expulsión de la comunidad.
• Grupos aculturados organizados en comunidades: Las sanciones son
adoptadas por sus órganos de gobierno en base a normas internas, los
procedimientos de solución de conflictos son formalizadas plasmadas en
actas, las sanciones son variables (pena privativa de libertad, multas, trabajos
comunales, expulsión de la comunidad), generalmente se busca conciliar a las
partes y resarcir los daños manteniendo un equilibrio.

De otro lado tenemos a las comunidades campesinas que están ligadas económicamente
con la sociedad mayor. Sin embargo, en gran medida sus conflictos se solucionan en
ámbitos distintos al órgano jurisdiccional como: Los órganos de las comunidades
(Asamblea general, directiva comunal, etc.); las rondas campesinas, el teniente
gobernador y el juez de paz. Las sanciones que son aplicadas a los comuneros tienen
funciones preventivas y resocializadoras, no se aplican el derecho civil a sus matrimonios
ni a sus relaciones contractuales, las conductas antisociales también buscan controlarse
sin acudir al órgano Jurisdiccional, del cual Brandt (Citado por Bazán, s.f.)45 señala:

Las conductas antisociales, asimilables a los delitos penales, se controlan


mediante la aplicación de sanciones como las multas, las penas privativas de
libertad por muy corto plazo, castigos corporales, deshonra pública,
expulsión de las comunidades y muy excepcionalmente la pena capital (p.41).

Dicho de otro modo, las soluciones de los delitos o faltas de gravedad se resuelve a través
de las decisiones comunales.

6.3.Límites del Derecho Consuetudinario en el Perú

Es importante precisar que el artículo 149 limita la aplicación del derecho consuetudinario
a que no violen los derechos fundamentales de las personas, poniendo un límite a la
aplicación de dicho derecho. Sin embargo, aun cuando la norma debe considerarse como

45
Bazán Cerdón Fernando (s.f.). Ob.Cit. p.41

71
otro limitante a la propia constitución del Estado, dada la naturaleza de las misma, según
Cárdenas (1990) “constituye una delicada responsabilidad de la jurisprudencia determinar
los límites efectivos de hasta dónde puede llegar la aplicación del derecho
consuetudinario” (pag.708)46. En otros términos, el derecho consuetudinario es un
mecanismo de resolución de conflictos al margen de los derechos fundamentales.

De otro lado, de acuerdo al planteamiento que propugna que las rondas campesinas tienen
y ejercen de manera plena funciones jurisdiccionales, en la Ley de Rondas Campesinas
se contempla que estas tienen funciones relativas a la paz comunal dentro de su ámbito
territorial. Este último es tratada por la misma norma de la siguiente manera:

“Las Rondas Campesinas en uso de sus costumbres pueden intervenir en la


solución pacífica de conflictos suscitados entre miembros de la comunidad u
organizaciones de su jurisdicción y otros externos, siempre y cuando la
controversia tenga su origen en hechos ocurridos dentro de su jurisdicción
comunal”47.

De ello deducimos, que el derecho consuetudinario es solamente para las comunidades


indígenas (campesinas y nativas), que su administración es para ellos mismos y dentro de
su jurisdicción, aunque se puede aplicar contra los extraños, siempre y cuando los hechos
ocurran dentro de dicha comunidad.

6.4.Las Rondas Campesinas y la jurisdicción especial indígena

Las Rondas Campesinas no son jurídicamente comunidades campesinas ni comunidades


nativas, sin embargo, surgieron como una organización dentro de dichas comunidades
con funciones básicas del cuidado de bienes y control de abigeato, ante a la ausencia de
las autoridades estatales.

Es innegable el papel que cumplen las rondas campesinas en la resolución de conflictos


y administración de justicia hasta la fecha no resulta pacífica, por ello las posiciones
doctrinales se encuentran divididas: Los que sostienen que las rondas campesinas tendrían
relativas facultades de colaboración en las funciones jurisdiccionales y policiales
(Rojas,2004)48; los que plantean que las rondas campesinas constituyen instancias

46
CÁRDENAS KRENZ, Ronald (Comentario). Op.Cit. P.708.
47
Ley N°27908, Artículo 7°.
48
Fidel Rojas Vargas, “Rondas Campesinas: entre el derecho consuetudinario y el error de
comprensión culturalmente condicionado”. En: Estudios de Derecho Penal. Doctrina y
Jurisprudencia. Jurista Editores E.I.R.L. Lima, 2004, pp. 95- 106.

72
informales de resolución de conflictos (Revilla s.f.)49 y quiénes afirman que las rondas
campesinas tienen y deben ejercer de manera plena funciones jurisdiccionales (Yrigoyen,
s.f.)50. En ese sentido, Bazán (s.f.)51 señala que hay 2 tipos de Rondas campesinas:

a. Las Rondas campesinas que surgen dentro de las comunidades campesinas y


nativas: Tendrían facultades de apoyo para el ejercicio de las funciones
jurisdiccionales por las autoridades comunales, las cuales se ampliarían a la
directa administración de justicia y resolución de conflictos, en la medida que los
dirigentes formen parte de la directiva comunal o cuando la comunidad en una
asamblea general le da esa potestad.
b. Las Rondas Campesinas organizados fuera de las comunidades: Solo tendrían
relativas facultades resolutivas de conflictos de orden penal, en cooperación con
las autoridades ordinarias.

Si bien sabemos, que en las comunidades aculturadas se observa un progresivo cambio


debido a que los conflictos se empiezan a resolver acudiendo a las autoridades oficiales,
sin embargo existen las organizaciones de Rondas Campesinas nacidas fuera de las
comunidades que realizan el ejercicio de las funciones jurisdiccionales aplicando el
derecho consuetudinario, por ello la situación de estas organizaciones surgidas fuera de
las comunidades o en las comunidades aculturados, ya sea en los caseríos u otras formas
de organización social y jurídica, se complica para efectos de reconocerles el status de
pueblos indígenas, en razón de que se ha perdido la autoidentificación.

Pues para considerar pueblo indígena a un grupo social la Ley N°29785, de fecha 7 de
setiembre de 2011, en su art. 7 define lo que es población indígena, puntualizando los
criterios de identificación:

Para identificar a los pueblos indígenas u originarios como sujetos colectivos, se


toman en cuenta criterios objetivos y subjetivos.

49
Ana Teresa Revilla, “La administración de justicia informal en el Perú”. Organización de
Estados Americanos, Departamento de Asuntos y Servicios Jurídicos, Ver:
http://www.oas.org/Juridico/spanish/adjusti8.htm.
50
Raquel Yrigoyen Fajardo, “Hacia un reconocimiento pleno de las rondas campesinas y el
pluralismo legal”. Revista Alpanchis: Justicia Comunitaria, disponible en:
https://biblioteca.cejamericas.org/bitstream/handle/2015/457/comunidadesyrondascampesinas.
pdf?sequence=1&isAllowed=y
51
Bazán Cerdón Fernando (s.f.). Ob.Cit.

73
Los criterios objetivos son los siguientes:

a) Descendencia directa de las poblaciones originarias del territorio nacional.

b) Estilos de vida y vínculos espirituales e históricos con el territorio que


tradicionalmente usan u ocupan.

c) Instituciones sociales y costumbres propias.

d) Patrones culturales y modo de vida distintos a los de otros sectores de la


población nacional.

El criterio subjetivo se encuentra relacionado con la conciencia del grupo


colectivo de poseer una identidad indígena u originaria. Las comunidades
campesinas o andinas y las comunidades nativas o pueblos amazónicos pueden
ser identificados también como pueblos indígenas u originarios, conforme a los
criterios señalados en el presente artículo. Las denominaciones empleadas para
designar a los pueblos indígenas u originarios no alteran su naturaleza ni sus
derechos colectivos52.

En por ello, Indígena es toda persona que pertenece a las comunidades indígenas por
autoidentificación como tal y es aceptado y parte del grupo. En tal sentido, el debate sigue
vigente con las rondas campesinas que no pertenecen a una comunidad campesina o
nativa.

Distinta es la situación de las rondas nativas o comités de autodefensa surgidas al interior


de la comunidades nativas o conformadas con la participación de nativos pertenecientes
a distintas comunidades, de manera espontánea o promovidas por el Estado, que histórica
y objetivamente se han venido autoidentificando como indígenas (Bazán s.f.)53, razón por
la cual se puede afirmar que tales organizaciones de autodefensa y resolución de
conflictos formarían parte de los pueblos indígenas.

6.5.Relaciones entre la jurisdicción ordinaria y jurisdicción comunal desde el


enfoque intercultural y de respeto a los derechos fundamentales.

52
Ley 29785 artículo 7

53
Bazán Cerdón Fernando (s.f.). Ob.Cit.

74
Conforme lo sostiene Tamayo (citado por Bazán s.f.)54, del artículo 149 de la Constitución
Política del Perú de 1993, que reconoce la jurisdicción especial indígena o comunal, se
pueden desprender los siguientes elementos centrales para su configuración:

1. El reconocimiento de funciones jurisdiccionales a las autoridades de las


Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las rondas campesinas.
2. La potestad de dichas autoridades de ejercer tales funciones en su ámbito
territorial.
3. La potestad de dichas autoridades para aplicar su derecho consuetudinario.
4. La sujeción de dicha jurisdicción al respeto de los derechos fundamentales.
5. La competencia del Poder Legislativo para señalar las formas de coordinación
de la jurisdicción especial indígena con el sistema judicial nacional.

Los tres primeros elementos conformarían el núcleo de autonomía otorgado a las


comunidades campesinas y nativas. Por su parte, los dos últimos elementos constituyen
los mecanismos de integración de los ordenamientos jurídicos indígenas con el contexto
del ordenamiento jurídico nacional.

Por lo general, según la Comisión de Juristas Andinas (2009)55 a nivel de las autoridades
judiciales, especialmente los jueces de paz, jueces mixtos y algunos fiscales del ámbito
de estudio, existen mayores niveles de conocimiento sobre la estructura organizativa de
las comunidades indígenas y reconocen las costumbres indígenas. Sin embargo, no
consideran que tenga facultades para resolver aplicando a la práctica consuetudinarias de
las comunidades por lo que cuando se trata de casos con indígenas o comunidades como
partes del proceso, solo aplican lo que dice la ley ordinaria.

En caso de las comunidades nativas, los niveles de comunicación con autoridades


judiciales son menores. Además, hay cierto rechazo a conocer y aceptar a la población
indígena, y reciben maltratos y humillaciones por su poca comprensión del sistema
jurídico nacional.

6.6.¿Desde cuándo se reconoce el Derecho Consuetudinario en Perú?

54
ibidem
55
Comisión de Juristas Andina (2009) Estado de la Relación entre Justicia Indígena y Justicia
Estatal en los Países Andinos, Estudio de casos en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. Lima,
p.91-95. Disponible en: https://cejamericas.org/wp-
content/uploads/2020/09/98CAJ_Estadodelarelacion.pdf

75
Históricamente, en los andes y en la amazonia el conflicto social siempre ha estado
presente. Las poblaciones indígenas y nativas (indios- aborigen) como actores históricos
fueron protagonistas de los conflictos, de los cuales La Comisión de Juristas Andinos
(2009)56 identifica tres momentos importantes:

1. La conquista española, la imposición forzada de la religión cristiana y la


resistencia de parte de la población autóctona.
2. La crisis del poder colonial español y el estallido de insurrecciones andinas en el
siglo XVIII.
3. La respuesta de la población indígena a las guerras y a los esfuerzos de
construcción nacional de los criollos durante el siglo XIX.
4. Las estrategias y dilemas políticos de los indígenas especialmente andinos en el
contexto de las políticas populistas y radicales en el siglo XX.

En cada una de las etapas del conflicto étnico social, se buscaba el reconocimiento del
poblador indígena como parte del Estado. Su incorporación al sistema jurídico nacional
significaba el reconocimiento de su condición ciudadano como sujeto de deberes y
derechos. En términos ideológicos, las rebeliones subrayarían la persistencia de identidad
étnico- raciales divisorias que reducían la discusión de orden y cohesión nacional a una
retórica elitista al margen de la mayoría popular, mayoritariamente indígena, campesino
o nativo (Bonilla, citado por CJA,2009)57.

En ese contexto el derecho peruano fue un derecho trasplantado, resultado de un proceso


artificial de adaptación, basadas en ciertas formas jurídicas liberales europeas tomadas
prestadas y mal copiadas todavía, por una clase criolla poco imaginativa, en vez de
establecer la base jurídica para la edificación de una sociedad democrática en reflejo de
la realidad socio cultural García (s.f.)58.

Las comunidades indígenas, ya sea campesinas y nativas, fueron sometidas a una


clandestinidad jurídica hasta su reconocimiento recién en 1920, fue el primer documento
constitucional que reconoce la situación de los integrantes de comunidades indígenas,
aspecto que prácticamente había sido ignorado en las anteriores cartas. Asimismo, pareja

56
Ibidem
57
Comisión de Juristas Andina (2009) op.cit.
58
GARCÍA SAYÁN, Diego (editor). Derechos humanos y servicios legales en el campo.
Comisión Andina de Juristas-Comisión Internacional de Juristas. Lima, p. 10.

76
paz – Soldán (Citado por Ramos, 2018) añade que: “salvando una culpable omisión de
cien años, dando autoridad constitucional a esta secular y característica institución del
indio peruano, amparándola y favoreciéndolo, y que no titubeamos en declarar que fue la
reforma más trascendental de la constitución de 1920”59 Al reconocer la existencia de las
comunidades indígenas refleja una tendencia realista y una cierta sensibilidad indigenista.

Por otro lado tenemos a la constitución de 1993 que también tuvo inspiraciones audaces,
dónde es de encomiar en la historia legislativa el reconocimiento de los principios
generales del derecho, pero sobre todo de la costumbre como fuente formales del derecho;
es así, que el reconocimiento de jurisdicción especial a los pueblos indígenas y a las
rondas campesinas, a pesar de los excesos, con el límite de los derechos humanos, que no
siempre es respetado, constituyó también un gran progreso (Ramos, 2018)60.

No podemos concluir este ítem, sin hacer referencia a la importancia del convenio N°169
sobre los pueblos Indígenas y Tribales, ratificado por el Perú mediante Resolución
Legislativa N°26253, publicado en el diario El Peruano con fecha 05 de diciembre de
1993.

7. CONCLUSIONES
• Si bien la administración de justicia es el ejercicio jurisdiccional, el poder Judicial
es la única garantía de esa idea de separación de poderes, sin embargo, uno de los
problemas que enfrenta la administración de justicias la lentitud por las cargas
procesales y la corrupción, lo cual hace que los ciudadanos no acudan a hacer
valer sus derechos por temor a salir más afectados al final del proceso.
• Para disminuir las cargas procesales es necesario que haya más audiencias
virtuales; en cuanto a la corrupción, los jueces y fiscales deberían de actuar con la
mayor objetividad posible; estar comprometido con la lucha contra la corrupción
y priorizar los principios y valores.
• Cuando no referimos a la administración de justicia en la Constitución Política del
Perú de 1993, podemos mencionar que la administración de justicia se encuentra
debidamente estructurada dentro del Estado, a través de los órganos de gobierno
que se traduce en el Poder Judicial, como uno de los órganos constitucionales,
considerado como el tercer poder del Estado, que tiene potestad, autonomía e

59
RAMOS NUÑEZ, Carlos (2018) La Letra de la Ley, Historia de las Constituciones del Perú.
Tribunal Constitucional del Perú Centro de Estudios Constitucionales. Lima p.91-92.
60
RAMOS NUÑEZ, Carlos (2018). Op.Cit.

77
independencia para administrar justicia en la correcta aplicación de las leyes, que
debe impartir justicia para contribuir a la paz social en la resolución de conflictos
que se suscita entre las personas, a través de los principios y derechos de la función
jurisdiccional por mandato imperativo constitucional y en representación del
pueblo.
• Muy a pesar de la equívoca redacción del artículo 140º de la actual constitución
política, en la actualidad, pues el único supuesto que admite la posibilidad de
sancionar con la pena capital la comisión de un delito en el Perú, sigue siendo el
de traición a la patria y en caso de guerra exterior. Como también los tratados
internacionales de derechos humanos afirman el derecho a la vida y son la mayor
expresión de la consolidación de una tendencia mundial y total de abolición de la
pena de muerte. Pues los convenios suscritos por el estado peruano lo obligan a
no ampliar las causales de aplicación ni a restablecer la pena de muerte. Por
último, el argumento de la eficacia de la pena de muerte no ha sido probado
empíricamente como medio reductor de la criminalidad y por el contrario hay
evidencias que demuestran que no hay una relación directa entre aumento o
severidad de las penas e índices de delincuencia.
• En función jurisdiccional de la corte suprema de la república llegamos en
conclusión que es el órgano del Estado que está encargado de ejercer y administrar
justicia en nuestro país de acuerdo con la Constitución y las leyes, si bien sabemos
el Presidente de la República, el Presidente del Congreso y el presidente del Poder
Judicial tienen las más altas jerarquías en el servicio de la Nación y, en ese orden,
los representantes al Congreso y Vocales Supremos, ministros de Estado, y
miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo de la Magistratura, los
magistrados supremos, el Fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo, en igual
categoría; y los representantes de organismos descentralizados y alcaldes, de
acuerdo a ley. Corte Suprema de Justicia de la República, debe estar bajo el
control de este Poder del Estado, motivo por el cual, tratándose de un asunto
delicado y de importancia, la Sala Plena a designando una comisión, a efectos de
que presente un estudio con las modificaciones pertinentes.
• El funcionamiento del Poder Judicial se rige por la Ley Orgánica del Poder
Judicial que establece su estructura orgánica y precisa sus funciones. Dicha ley
define los derechos y deberes de los magistrados, quienes son los encargados de
administrar justicia; de los justiciables, que son aquellos que están siendo
78
juzgados o quienes están solicitando justicia; y de los auxiliares jurisdiccionales
que son las personas encargadas de brindar apoyo a la labor de los integrantes de
la magistratura.
Cada órgano del Poder Judicial tiene asignadas un conjunto de funciones y
responsabilidades que definen su actuación, y sobre las cuales las tecnologías de
información deben brindar el soporte estratégico correspondiente. Todas ellas
sustentadas en los documentos normativos y de gestión del Poder Judicial; Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ROF, MOF, entre otros.
• Llegue a la conclusión que la división de poderes nos obliga a un amplio debate,
para definir el modelo del Poder Judicial que deseamos y comprender los
problemas reales del Poder Judicial con mucha más profundidad ya que cada
poder tiene sus propias funciones para así poder lograr que nuestro país sea una
república. El presidente propone una ley y depende del congreso compuesta por
diputados y cenadores para que la aprueben y se establezca su cumplimiento y de
ello se encarga el poder judicial.
• La vigencia del Derecho Consuetudinario está consagrada y reconocida en la
constitución política de 1993 en su artículo 149, luego en el convenio 69 de la
OIT ratificado el 05 de diciembre de 1993; asimismo, en las leyes, del Poder
Judicial, de comunidades Campesinas, de comunidades Nativas y en la de rondas
campesinas. En dichas normas, les reconoce a las comunidades indígenas
(campesinas y nativas) como sujetos de derecho, que a la vez son facultados de
gozar de los derechos a base de sus costumbres y tradiciones, en ese sentido,
pueden ejercer funciones jurisdiccionales, pero sin violar los derechos
fundamentales de las personas.
• El derecho consuetudinario peruano está a la disponibilidad para un grupo social
reducido, quienes aún mantienen los usos y costumbres o herencia social de sus
antepasados que habitaron antes de la llegada de los españoles. Por ello, la ley
atribuye al ya mencionado grupo social para que puedan ejercer las funciones
jurisdiccionales, y quienes están facultados para administrar la justicia especial
son: Las comunidades indígenas (Asamblea, Consejo de familias, curaca, jefe de
la comunidad, directiva comunal, rondas campesinas, varayoc, etc.), Teniente
Gobernador, Juez de paz y Rondas campesinas (surgidas dentro de una comunidad
indígena); y no podemos terminar este comentario, sin antes mencionar que los
que gozan de este derecho son solamente los miembros de las comunidades
79
indígena autoidentificado como tal, pero excepcionalmente también se le puede
aplicar a personas extrañas, pero siempre y cuando sus hechos delictivos ocurran
dentro de la comunidad.

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