Está en la página 1de 6

Aproximación biopsicosocial

En cada etapa de la vida tu cuerpo cambia: creces, te desarrollas y siempre eres la misma
persona, pero eres distinto; cambia tu cuerpo, tu forma de pensar y también tus gustos y
sentimientos.

Esos cambios que hay en tu vida siempre van enfocados a mantener un equilibrio entre
varios factores que intervienen en tu vida y que te ayudan a mantener la salud para que
puedas seguir desarrollándote y creciendo como persona.

El desarrollo integral de una persona en las diferentes etapas de su vida se manifiesta a


través de cambios físicos y psicológicos, los cuales pueden ser cuantitativos (como el
crecimiento corporal) o cualitativos (como la forma de pensar); en ellos intervienen factores
tanto biológicos, como ambientales (por ejemplo: los eventos particulares a que se ve
expuesta una persona). Como puedes ver, ambos factores son esenciales.

Ninguna teoría del desarrollo es suficientemente amplia para explicar todos los aspectos
involucrados en la constitución del ser humano y algunas teorías le dan más importancia a
los factores internos (biológicos) y otras a los externos (ambientales). Sin embargo, ambos
factores desempeñan un papel muy importante en el moldeamiento de la mente y la
conducta humana, pues así como existe un desarrollo físico de tu persona, también ocurren
cambios en tu forma de pensar, que se ponen de manifiesto en tu conducta, en la forma en
que aprendes y en la forma en que te relacionas con los demás, lo cual influye en tu salud
y en la manera con la que disfrutas de la vida.

Tanto es así que, aunque todas las personas atravesamos por las mismas etapas de
desarrollo, existen una gran cantidad de factores biológicos, sociales y psicológicos que
influyen en cada uno de nosotros, dando lugar a las diferencias individuales. Estas
diferencias son las que nos definen y caracterizan como sujetos únicos con ciertas
cualidades intelectuales y socioafectivas. Así como ninguna persona es físicamente igual a
otra, tampoco hay dos personas que piensen exactamente igual o que sientan exactamente
lo mismo.

A partir de las diferencias individuales es como se genera un estilo de vida personal que
nos va a permitir crecer como personas, desarrollarnos en un ambiente determinado y lograr
un estado de equilibrio que conocemos como salud, y que nos va a permitir disfrutar de la
vida de acuerdo con nuestras ideas, creencias y costumbres.

En el estudio del desarrollo y de las diferencias individuales está presente el viejo debate
naturaleza-crianza:

¿Nace la gente para actuar y pensar en la forma que lo hace,


o su conducta está determinada por el ambiente?
Veamos un ejemplo:

Cuando un niño, de aquellos con exceso de energía, constantemente pelea, amenaza, grita,
patea a los otros niños, su madre se puede preguntar “¿Es la mala conducta del niño
consecuencia de que ha heredado de su padre la tendencia a ser agresivo?, ¿o se comporta
mal debido a la forma en que lo he criado?”.

Desde el punto de vista naturalista (genético), el niño heredó la tendencia a ser agresivo: la
biología determina la conducta del niño. Para el punto de vista de la crianza (ambiental),
este niño obtiene mucha atención de sus padres cuando se comporta mal, por lo tanto,
exhibe esa conducta porque le gusta que le presten mucha atención. Así, su ambiente
determina su conducta. Sin embargo, la mayoría de los psicólogos cree que ambos
factores, naturaleza y crianza (herencia y medio ambiente), representan un importante
papel en el moldeamiento de la mente y el comportamiento.

Lo cierto es que la conducta del niño afecta su salud porque el exceso de energía que tiene
y la forma como la canaliza hacen que se peleé con otros niños y con su familia, lo cual lo
mantiene tenso y es muy probable que por lo mismo tenga problemas para relacionarse
con los demás, todo lo cual afecta su calidad de vida y también la de quienes viven con él.

Factores biológicos

Entre los factores biológicos de desarrollo se encuentran: la herencia genética (por ejemplo,
la inteligencia), defectos congénitos (por ejemplo, labio leporino) y las eventualidades que
se presentan a lo largo de nuestra vida (por ejemplo, accidentes) y que pueden afectar la
forma en que vivimos y disfrutamos de la vida.

Los padres heredan a sus hijos características físicas a través de los cromosomas que son
los que contienen la información genética. La herencia genética se refiere a la transmisión
de características de un individuo a su descendencia, es lo que hace que un hijo se parezca
físicamente a sus padres; por ejemplo, el padre hereda a su hijo el color de piel y de cabello
y también sus rasgos físicos.

Existen características como el tipo de sangre o los rasgos físicos que no se pueden
modificar porque es información que ya traemos desde antes del nacimiento, y hay otras
características como la estatura, la talla y el grado de pigmentación que no sólo depende
de los genes, sino que además el medio influye; por ejemplo, para alcanzar la estatura
máxima depende de que tengas una buena alimentación y tu talla también depende de tus
hábitos alimenticios, aunque tu complexión sea determinada por la herencia de tus padres.

Es importante mencionar que no se heredan solamente aspectos físicos, sino que también
se puede heredar la tendencia a desarrollar algunas enfermedades que ya están
predeterminadas en los genes que los padres transmiten a sus hijos, tales como la diabetes,
cáncer, hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares, las cuales igual que
en el caso del peso y la talla, se ven influenciadas por el estilo de vida, como la alimentación,
el hacer ejercicio o ser sedentario, o por otros factores externos como la contaminación del
lugar donde vivimos.

Por lo tanto, aunque tu salud física principalmente depende de ti y de tus hábitos, también
se ve influenciada por la herencia genética que recibes de tus padres, y esa herencia no la
puedes cambiar, pero lo que sí puedes cambiar es tu estilo de vida y los hábitos que tienes.

Otro de los factores biológicos que influye en el desarrollo del ser humano son los
congénitos, los cuales son problemas en el desarrollo del individuo durante su gestación,
que se manifiestan al momento de nacer o hasta los tres meses de nacido. Un ejemplo de
defecto congénito son las malformaciones por falta de ácido fólico, el cual requiere el feto
para la formación del sistema nervioso y evitar problemas de desarrollo del cerebro
(anencefalia) o la espina bífida, que es cuando la columna vertebral del feto no se cierra
completamente durante el primer mes de embarazo.
Cabe mencionar que las alteraciones genéticas pueden modificar el aspecto o
funcionamiento del cuerpo humano, o ambos; por ejemplo, el síndrome de Down se da por
una alteración en el cromosoma 21, quien tiene este síndrome suelen presentar
cardiopatías, alteraciones gastrointestinales, visuales y de la audición, entre otras. Otro
ejemplo es el labio leporino, condición que afecta tanto el aspecto de la cara del niño, como
el funcionamiento de su sistema digestivo. Es un defecto congénito en el que tanto el labio
superior como el paladar no se desarrollaron completamente en los primeros meses del
embarazo y no alcanzaron a unirse antes del nacimiento, ya sea en forma parcial o
completa. Esto ocasiona que el bebé presente problemas para comer y para hablar,
también puede presentar problemas posteriores con los dientes.

Es importante mencionar que estos problemas se pueden aminorar realizando una cirugía
antes de los 12 meses y, conforme el niño va creciendo, se le debe dar atención en su
cuidado dental, así como terapia de lenguaje. Esto evitará mayores complicaciones y hará
que se desarrolle de manera integral y logre una mejor calidad de vida. De no atenderse y
recibir el tratamiento adecuado, puede presentar problemas para alimentarse y estar bien
nutrido, así como limitar sus relaciones sociales al no poder desarrollar el lenguaje de
manera eficaz. Esto, sin duda, lo pondrá en una situación de desventaja frente a otros niños
de su edad y retrasará su desarrollo cognitivo.

Además de la herencia genética y de los factores congénitos que alteran el desarrollo del
feto, existen eventos que se presentan a lo largo del desarrollo de un individuo y que, al
igual que los factores biológicos, pueden afectarlo. Estos eventos no tienen que ver con la
herencia ni con lo genética, sino que son eventos que se presentan a lo largo del desarrollo,
por ejemplo una enfermedad o un accidente.

Ahora hablemos de otro factor biológico: la inteligencia

La inteligencia es un factor hereditario que se ve enriquecido por el medio ambiente. Se


manifiesta en la capacidad que tenemos para resolver un problema y es la suma de
nuestras potencialidades, las cuales dependen de nuestra maduración neurológica, el
contexto ambiental en el que nos desarrollamos y nuestro estilo cognoscitivo y afectivo.

La inteligencia tiene que ver con la forma en que pensamos y en la forma en que
enfrentamos los problemas y en este sentido contribuye a nuestro desarrollo como persona,
ya que no todos pensamos igual ni atendemos los problemas de la misma forma, de tal
manera que todas tus decisiones se reflejan en tu estilo de vida, esto es, quien decide cómo
vivir eres tú.

Muchos autores han abordado la inteligencia desde diferentes posturas. Incluso se ha


establecido una forma de medirla con el IQ (por sus siglas en inglés: cociente intelectual) a
través de instrumentos en los cuales se evalúan diferentes habilidades como el
pensamiento matemático, verbal, mecánico, entre otros.

También podría gustarte